Verde pasión

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Eanna, 14 Junio 2013.

  1.  
    Eanna

    Eanna Iniciado

    Leo
    Miembro desde:
    26 Abril 2012
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    Escritora
    Título:
    Verde pasión
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
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    1628
    Cómo NO enamorarte de tu ENEMIGO Nº 1
    Paso 1ºRecordar los aspectos negativos de vuestra "relación"


    El primer recuerdo que tengo de él,es del peor día de mi corta vida. Después de todo solo tengo nueve años.

    ............................................................................................................


    Era el primer día de colegio y estaba tan nerviosa que fui la primera en despertar y estuve dando tumbos por mi habitación hasta que ya se empezaban a levantar los otros residentes. La casa de mis tíos era bastante grande, así que decidieron alquilar algunas habitaciones.


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    Ahora que me acuerdo de este día no puedo evitar pensar que fue tan desastroso que parece de dibujos animados.


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    Estaba desayunando cuando uno de los residentes entró en la cocina corriendo y me tiró encima la leche que estaba tomando, se me manchó la ropa así que me tuve que poner un vestido que me quedaba corto pues fue lo primero que vi e iba a llegar tarde.


    Mi tío me llevó en coche hasta la guardería, pero hubo problemas con el motor y no llegué a tiempo. Para entonces el único sitio libre era al lado de un chico rubio que llevaba un mono verde a conjunto con un pañuelo. El pobre estaba manchado de barro y no tenía muy buena cara, así que decidí animarlo:

    -- Toma este caramelo.- Volvió su mirada hacia mi-. A mi siempre me animan.-
    -- M-muchas gracias .- Lo cogió y apartó su mirada algo avergonzado.-

    Durante un buen rato estuvimos hablando y comentando las actividades, era simpático y tenía buen sentido del humor.
    A la hora del almuerzo me senté al lado de mi mejor amiga y vecina, una chica india muy extrovertida y graciosa a la que le encantaba el fútbol, jugábamos juntas desde que teníamos pañales y eramos como hermanas, nuestras madres también se conocían desde pequeñas.
    Estaba tomando mi postre cuando vi como un niño gordito le tiraba el vaso de agua por encima al rubito de antes. Verle a punto de llorar me entristeció, así que me acerqué a él y le ofrecí un pañuelo para secarse.
    -- Aquí tienes, sécate ese mono tan bonito que llevas .- Cuando lo cogió yo me di la vuelta.

    Entonces oí risas y luego como alguien caía, cuando me giré ví al niño gordito en el suelo y a el chico del mono verde saltarle encima. Al parecer me había quedado demasiado tiempo observando pues se giró y me miró con cara amenazadora. Se acercó a mi con los puños cerrados.
    -- ¿¡ Qué miras, cabeza de chorlito!?.- Se acercó a mí aún más y me levantó el vestido.- ¡Mirad todavía lleva pañales!.-
    Se empezaron todos a reir, yo corrí a esconderme en el baño y no salí hasta la hora de irse, en todo el tiempo que estuve allí encerrada no paré de llorar.
    Cuando salí una de las profesoras se acercó para preguntarme lo que había pasado, pero no le dije nada. Después de un rato de insistir se cansó y me dijo que había llamado mi tío que no podía venirme a buscar. Miré fuera y vi que estaba lloviendo, así que busqué con la mirada a Julie, mi mejor amiga, pero ya se había ido.
    Cogí mi chaqueta y volví a la residencia todo lo rápido que pude, saqué la llave de debajo del felpudo pues a esas horas solo solía estar mi tío y hoy estaba ocupado. Me dí una ducha y solo salí de mi cuarto para cenar.
    ..................................................................................................................................
    No sé exactamente lo que pasó, pero lo que sí se es que a partir de ese momento me a hecho la vida imposible, y aunque insulte a todos, debo admitir que eso me alivia aunque sea inconsiderado, yo soy por defecto la más afectada.


    Volvamos al presente.


    En este mismo instante el niño del mono verde, que se llama Itah, está gritándome por no se que cosa u otra, la verdad es que da igual se lanza a cualquier oportunidad para poner a prueba mi paciencia e insultarme.
    -- ¿¡Me estás escuchando friki sin remedio!?.- “No, no lo estoy ”.-¡He dicho que me des el flan!.- Yo suspiro mientras él me mira con el ceño fruncido “Le van ha salir arrugas si sigue así.
    -- De acuerdo Itah.- Se lo ofrezco resignada.-
    Otros días lucharía, pero hoy no tengo ganas de discutir. Él me lo arrebata de las manos y se marcha apartando de su camino (tirando al suelo) a todo el que se encuentra en su camino.
    Este chaval me saca de mis casillas, a veces me pregunto si no se cansará de ser tan cascarrabias siempre. Mi amiga me devuelve al presente diciendo:
    -- No deberías habérselo dado. O te defiendes o te comerá.-
    -- Ya lo sé, otro día me hubiera negado, pero....- Otro suspiro “¿A dónde habrá ido ese chico tímido, dulce y gracioso?”
    -- ¿Pero?.- Julie me miraba con una ceja arqueada.-
    -- Nada. Olvídalo.- Me seguía mirando no convencida del todo.-
    -- Lo que tu digas Eanna.- Dijo con resignación, sabía lo tozuda que podía llegar a ser.

    El resto del almuerzo paso sin más incidencias.


    …..........................................................................................................................


    ¿ Porqué narices soñé hoy con ese día?” Pensaba mientras tiraba piedras al lago intentando que rebotaran, pero no era capaz de conseguir más de dos rebotes. Las clases habían acabado, estuve un buen rato intentando hacer algo de deberes sin embargo no conseguía concentrarme, así que decidí dar un paseo para despejarme.
    ¿Y porqué me entristece?” volví a mis pensamientos, “quizás sea porque sospecho de sus razones para comportarse así. Lo más probable es que sienta que debe ser duro para que no se metan con él, o quizá le esté dando demasiada importancia. Tengo la costumbre de pensar que si alguien hace algo debe ser por alguna razón lógica.
    ¡Señor pienso demasiado!¡Se supone que me debería estar relajando, no carcomiendome el coco por mi abusón personal! Si mayormente es un cascarrabias, un tozudo(como yo) y un insultón, espera, esa palabra no existe, ¿verdad?” En fin que soy idiota y creo que me estoy obsesionando demasiado... nah, no es para tanto...¡Recórcholis! Creo que oigo su voz.
    – ¡Enana!¡¡Enana!!¡¡¡ENANA!!!.- Me giro sorprendida al notar como alguien tira de mi brazo y veo que es Itah “¡Oh! Pues no estaba alucinando”,entonces se me escapa una risita que trato de ocultar con la mano.-¿Se puede saber que te hace tanta gracia?.-Frunce el ceño, yo niego con la cabeza.- En fin, que como sigas así te vas a caer al agua.- Es entonces que me doy cuenta que estoy a un paso de caerme.-Jajajaja, eso sería gracioso.-Intento ocultar mi risa y el me mira extrañado.-
    -- ¿¡Qué!? ¿Acaso a mi tampoco me puede parecer gracioso?.- Él pone cara de “esta niña esta loca”, pero para mi sorpresa no dice nada.-
    -- Bueno que te den cabeza de chorlito, si sigo un segundo más a tu lado se me contagiará tu idiotez.-Arrugó el ceño un momento para luego volver a mi expresión de calma.
    -- Hasta otro día, Itah.- “Petardo” eso es algo que jamás le diría a alguien por muy molesto que sea.-
    ¿Porqué narices me avisa si le hubiera encantado haberme visto caer al lago? Que inesperadamente amable, o quizás no tanto, aquella vez cuando eramos pequeños...” Suspiro. Este niño me trae por la calle de la locura.
















     
  2.  
    Eanna

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    Lo tuve que dividir en dos porque se me hace demasiado largo para mis habilidades de escritora.:p

    Paso 2 -No quedarte a solas con él. Parte 1


    Ring, riing, riiing…
    Click
    - Hola, residencia Soleares, ¿quién es?.-
    - Hola soy Julie, ¿se puede poner Eanna?.-
    - Si, un momento….-
    - ¡Eanna despierta, te llaman!.-
    - ¡Ya voy!.-
    - …. .-
    - ¿Si?.-
    - Hey ¿Te vienes con la clase al mercado? Luego vamos a tomar un helado y a jugar un partido de fútbol.-
    - Hmmm, no sé.-
    - Anda veeengaa.-
    - ….Vale, ok.-
    - ¡Yuhuu! Te veo en el parque en media hora.-

    ———————————————————————————

    – ¡Por fin llegais! Ya pensé que me iba a salir barba esperándoos.-
    – Pero Itah… falta media clase.- Dice su mejor amigo, Michael, un asiático muy amable e inteligente. De estatura baja con gafas y que llevaba un suéter azul grisáceo.-
    – ¿Y?¿Cuál es tu punto?.- El rubio se cruza de brazos.- Todos los de nuestra clase son unos tontos incompetentes.-
    – ¡Ha! Te acabas de insultar, tú también estas en nuestra clase.- Dijo un niño gordito que iba de camuflaje.-El rubio iba a contestarle cuando llegaron los que faltaban.-
    Nos dirigimos al mercado que se encontraba en un paseo bastante agradable. Este tenía un subnivel que lo separaba del río. Se componía de un carril bici y un camino separado por una franja cubierta de hierba y árboles, a los lados del segundo habían bancos donde la gente se paraba a contemplar una de las pocas zonas de vegetación de la ciudad.
    - Imagínate que un día se inunda de repente.- Le dice Itah a Miki (Michael), así es como lo llama él, en voz baja aunque no tanto como para que yo, que estaba a su lado no los oyese.- Jajaja sería graciosísimo, toda la gente corriendo como gallinas decapitadas y gritando como posesos. Jejeje alguno que otro se llevaría una agradable sorpresita al día siguiente.-
    - En mi opinión no es gracioso, de hecho es cruel.- Dice el asiático.-
    Pfff un poco gracioso si es. Pero también cruel. Jejeje gallinas decapitadas.”
    - Tía se puede saber de qué te ríes.- La voz de la morena traspasó mis pensamientos.-
    - N-nada… es solo… que me acordé de algo gracioso.- Dije ya un poco más calmada.-
    Aparté mi mirada un poco avergonzada y me topé con la de Itah que escondía algo de confusión, este cuando la sintió aparto la suya rápidamente “¿Huh? No me ha gritado ni insultado, que extraño”.
    - Ya claaaro… .- Sospechando todavía.- Últimamente te encuentras muy rara, estás más distraída de lo normal… .- Yo intento cambiar de tema rápidamente.-
    - ¡Oh! Mira que collar más bonito.- Era un colgante con forma de dragón enroscado alrededor de una perlita verde.-
    - Tú y los dragones, los dragones y tú.- Dice Julie riéndose.-
    - ¿¡ Qué hay de malo!? Son awesome.- Dije fingiendo estar enfadada y levantando mi cabeza de modo chulesco.-
    - Nada, nada. ¿Acabas de decir “awesome”?¿En serio?.- Alza una ceja.-
    - ¿Algún problema?.- Dije desafiante, pero aún bromeando.-
    - Anda sigamos que vamos a perder de vista a los demás.- Entonces me doy cuenta que eramos las últimas y ya casi los estábamos perdiendo de vista.-
    Andamos lo más rápido que pudimos, porque el mercado estaba lleno de gente y casi ni se podía respirar.
    Al alcanzarlos nos dimos cuenta que se habían separado. Me dirigí a una chica rubia con un vestido rosa de alguna marca famosa.
    – Esto… ¿A qué hora nos vamos a reunir?.- Le pregunté.-
    - Quedamos en la plaza a la una, no lleguéis tarde.- Dijo un tanto condescendiente.-
    - Señorita Sinclair, si nos disculpa queríamos retirarnos.-Responde la morena en tono irónico, luego dirigiéndose a mi dice.- ¿Qué quieres hacer? Tenemos una hora y media.-
    - Podríamos acabar de ver los demás puestos, y después pasar por el anterior. Creo que al final me voy a comprar ese colgante.-
    - Oki doki.-
    ……………………………………….

    Tres cuartos de hora más tarde habíamos acabado de verlo todo y aunque volvimos a aquel puesto, el collar ya había sido vendido.
    - Bueno y ahora qué.-Yo me encogí de hombros.- Todavía quedan cuarenta y cinco minutos, porqué no vamos a la plaza he oído que van ha hacer juegos malabares o algo así.-
    – ¡Genial! Vamos.-

    Con esto en mente nos pusimos en marcha, pero con tan mala suerte que me acabé separando de ella. La busqué sin éxito. Por lo que decidí ir a la plaza por si estaba allí, sin embargo parecía que la suerte no estaba de mi parte porque alguien me empujó y me caí por el desnivel que separaba el paseo del río.
    Cerré mis ojos esperando el dolor que causaría mi caída, pero este nunca llegó. Abrí los ojos sorprendida para ver lo que había detenido mi caída, “sería esto una señal… Jejeje que boba soy” , y vi que era Itah. Este exclamó mi nombre con sorpresa, pero pronto se recompuso y volvió a su cara el eterno ceño fruncido.
    - ¡ Quítate de encima cabezona, me pegarás los piojos!.- “Se ha pasado” sentí una punzada en mi pecho y como me empujaba para quitarme de encima suyo.- Como eres tan bajita seguro que nadie te vió y te empujaron, jajajaja.- Se rió con malicia, esto me irritaba más que sus palabras. No parecía ver mi cambio de expresión.-
    Entrecerré mis ojos, puro enfado pintado en mi rostro. El se debió de dar cuenta al final de que estaba REALMENTE enfadada porque enseguida cambió de expresión y dijo:
    - Lo siento, me he pasado.- Me miraba claramente arrepentido.-
    Lo cierto es que yo no solía expresar ese sentimiento, de hecho creo que era la primera vez que lo hacía, a pesar de que llevaba años molestándome. La verdad, se me estaba agotando la paciencia.
    - De acuerdo, solo trata de no pasarte la próxima vez.- Dije un poco descolocada, pues era la primera vez que se disculpaba.- ¿ A dónde vas?.- Él se encogió de hombros.-
    - No se, Miki fue a buscar algo y todavía no ha vuelto.- “Vaya parece que ha servido de algo”.- ¡Además! ¿A ti qué te importa, cerebro de mosquito?.- “Hablé demasiado pronto”, suspiré.-
    - Lo pregunto porque yo me dirijo ya a la plaza. Juls me dijo que había un espectáculo allí, ¿quieres venir?.-
    Lo sé, parece un poco extraño pedirle que te acompañe a la persona que te acaba de insultar, pero yo soy el tipo de persona a la que le dura muy poco los enfados, además se había disculpado.
    – Ugh, de acuerdo. Solo porque quedarme aquí, rodeado por idiotas que no conozco es peor que estar con una friqui como tú.- Esto me hizo pensar.-
    – ¿Sabes? No me molesta que me llames friqui, no lo veo como un insulto.- Otra vez esa cara “esta tía está loca”.- No, lo digo muy enserio.-
    – Lo sabía se te ha ido la cabeza.- Giré los ojos .-
    – En fin, piensa lo que quieras. Una cosa más.- Hace un giro de muñeca como para indicarme que continúe.- Tienes una araña en tu hombro.- Dije señalando al pequeño insecto.-
    El dirigió su mirada en esa dirección y entonces vi algo que nunca antes había visto. Itah palideció y entro en pánico corriendo de un lado a otro gritando:
    - ¡No te quedes ahí parada idiota y quítamelo! ¡quítamelo!¡quítamelo!¡quítamelo!.-
    - ¡Lo haría si te estuvieras quieto!.- Dije casi gritando, yo también empezaba a ponerme nerviosa.-
    Lo intercepte y se la quité de un manotazo teniendo cuidado para no matarla. Increíble nunca lo había visto tan histérico. Parecía no tenerle miedo a nada, pero estaba equivocada.
    – Bueno, ¿nos vamos?.- Le pregunté cuando lo vi más calmado.-
    – Si… .- Parecía nervioso.- Gracias.- “Vaya, hoy no para de sorprenderme”.-
    – De nada.-
    No hablamos hasta que un grito nos saco de ese silencio que no era tan incómodo como hubiera parecido.
    – Tú, el niño cejijunto de ahí, no te muevas y acabaremos pronto.- Miro extrañado a Itah “¿qué habrá hecho ahora?”.-
    – Oh, oh.- El pobre tenía los ojos como platos.-
    Rápidamente se recuperó de su sorpresa y me susurro al oído que a la de tres saldríamos corriendo.
    - Uno, dos… ¡Tres!.-
    Empezamos a correr como alma que lleva el diablo mientras que el señor gritaba y maldecía y, después de un rato, empezó a perseguirnos con un bate en mano.
    A medio camino de la plaza yo empezaba a rezagarme, en ese instante sentí como una mano sujetaba la mía fuertemente y me guiaba a través del gentío. Seguí con la mirada el brazo que acompañaba esa mano, alcé la vista y vi que era Itah.
    ………………………
    Poco después llegamos a la plaza. El señor nos estaba alcanzando y ninguno de los dos nos fijamos que de frente se encontraba un payaso haciendo malabares, chocamos contra él y caímos todos al suelo, incluyendo nuestro perseguidor.
    Toda la plaza se quedo en silencio, confusos ante los hechos que acababan de suceder. La primera en reaccionar fue Juls que acudió en mi ayuda y me levanto del suelo, el siguiente fue Michael que le ofreció su mano a su rubio amigo y luego el señor se levantó y empezó a discutir con Itah al que agarró por el brazo gritando sobre unas frutas que el había tirado.
    – ¿Cómo has acabado huyendo de un loco homicida con el trol?.- Me pregunta Julie un tanto desconcertada.-
    – Si te digo la verdad no se. Cuando nos separamos me encontré con Itah y decidimos ir juntos a la plaza, entonces un señor empieza a gritarnos y nosotros salimos huyendo. Y aquí estamos ahora.- Le respondí yo.-
    – Seguro que el señorito cascarrabias le montó una buena.-
    – No se, pero seguro que hay una buena razón que no implique que Itah hiciera algo malo.- Julie alza una ceja incrédula.-
    – ¿Por qué lo defiendes? ¡Si siempre te está molestando!.-
    – Porque alguien tiene que hacerlo.- Juls sacude la cabeza y murmura “increíble”.- ¿Por qué no le preguntamos?.-Dije señalándole.-
    Estaba en lo que parecía una competición de gritos entre él y el vendedor mientras que el policía que los estaba intentando interrogar trataba que se calmasen.
    – No creo que sea el mejor momento.- Dice Juls.- Porqué no nos vamos con el resto de la clase.- Estos se encontraban entre la multitud que observaba la situación sin saber si quedarse a ver lo que pasaba o marcharse.-
    - Si, creo que tienes razón.- Caminamos hacia nuestros compañeros.-
    - ¿Nos largamos o los esperamos?.- Les preguntó mi mejor amiga.-
    - Si marchémonos que tengo hambre.- Dijo el niño gordito y todos asintieron excepto yo que los miraba un poco preocupada.-
    - ¿Os importa si le digo a Michael que nos vamos si ellos? Solo será un momento.-
    Sin esperar una respuesta me dirigí rápidamente a donde estaba y se lo dije, Michael asintió y me agradeció que le avisara.
    Después de eso nos fuimos a la heladería, un lugar agradable con grandes ventanas que daban a un parque lleno de árboles y flores, paredes pintadas de verde lima con círculos rosas, mesas de diferentes y vivos colores, sillas del mismo color de la mesa y de diseño moderno y un mostrador con los diferentes sabores de helado. Estuvimos un buen rato allí durante el cual yo no dejaba de mirar por la ventana mientras los demás hablaban.
     

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