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    Demian-sama

    Demian-sama Entusiasta

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    COMO DEBIÓ SER
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    998
    CAPITULO I: Su protector.

    Y se dio cuenta demasiado tarde; sus manos estaban completamente bañadas de sangre, vio con horror lo que ella había ejecutado, aquel organismo rebosante de vida ya hacia inerte al lado de ese viejo poso. Repentinamente se percato de que sus actos eran irreversibles cuando advirtió las almas saliendo de ese cuerpo humano para introducirse a su contenedor hecho de barro y huesos.

    — ¡¿Qué he hecho?! — Lamento la mujer nuevamente con vida. Quiso actuar en auxilio de aquella joven que había pagado su “precio”, aquel que no le correspondía. Pero fue demasiado tarde tan pronto la última alma salio de aquel ser, este se fue desvaneciendo poco a poco.

    — ¡Kagome!—Llamo tratando de que su cuerpo no desapareciera, cosa que no logro. Se sintió culpable afligida por su acto egoísta. De pronto corto su llanto con determinación — ¡el precio ya se ha pagado, ya nada se puede hacer; después de todo viviremos nuestro sueño, ¿verdad Kagome?!— Río Kykio con demencia al encontrar una pequeña mancha en su alma en el momento que se aferro a una vida “artificial” como la que había llevado en su cuerpo de barro y hueso.

    …………………………………….
    Un niño de aspecto agraciado de grandes ojos dorados con marcas azules en su rostro paseaba por el bosque, en donde su abuelo junto con algunas sacerdotisas y monjes habían creado un poso para limpiar su reino de la maldad de los corazones de los habitantes. Por lo cual estaba en el centro de aquel inmenso bosque probándose que era lo suficientemente valeroso para no temerle al lugar.

    Al llegar lo miro expectante, deseando que algo fascinante ocurriese en el lugar, pero nada paso. — ¡Pero que aburrido! —Bufo con enfado el niño; de pronto se percato de un ruido y fue al otro lado del poso acercándose rápidamente.

    — ¿Qué o quien es? — Se pregunto el niño inuyokai, meneo un poco aquel cuerpo, pareciera que estaba en presencia de una muñeca ya que no se movía, ni siquiera abrió sus ojos; noto que estaba viva ya que respiraba muy lentamente. — ¡oye, humana!—meneo un poco a la joven, pero esta no se movía. — será mejor llevarla con el Gran Sacerdote — y así, el joven se coloco a la humana en la espalda para se llevada al Gran Santuario Natsuki (siete lunas).

    …………………………………….
    Mientras en la en época antigua.

    — ¡Cálmate ya inuyasha! —Decía una muy preocupada exterminadora.

    — ¡Cómo quieres que me calme, Sango! si ya han pasado más de un mes desde que Kagome desapareció— ¡ni siquiera en su época la han encontrado!

    — Tal vez yo pueda ayudarlos — Declaro una figura saliendo de la espesura de los arbustos.

    …………………………………….
    — ¿Y, que es lo que tiene? — Cuestiono el niño inuyokai con clara preocupación, acción que fue realmente extraña para el Gran Sacerdote Hikari, — Debe ser aún muy joven —Razono el aciano humano, ya que los inuyokai comienzan jóvenes su entrenamiento para el control de sus emociones.

    — Le seré sincero joven amo, a la joven le han extraído sus almas — Respondió Hikari.

    — ¡¿Pero cómo puede estar “viva”?!— Interrogo el niño aún incrédulo.

    — ¡Eso se debe a su gran poder espiritual, en toda mi vida no he sabido de un ser tan poderoso!— Concluyó el anciano sacerdote. En ese momento se escucho un sonido detrás de las puertas.

    — Adelante — Exclamo Hikari.

    — Gran Sacerdote, la joven ya esta lista —Informo Akira, sacerdotisa del templo.

    — Guíanos por favor Akira —Siguieron a la sacerdotisa hasta un cuarto donde Kagome se encontraba en unas almohadillas, aparentemente dormida. El inuyokai se acerco a ella, poniendo en práctica una idea que asalto su mente.

    El niño inuyokai se sentó a un costado donde la joven “dormía”, la aproximo a su regazo, mordió su labio y beso a la joven. El Gran Sacerdote Hikari lo comprendió, su joven amo se estaba responsabilizando de la joven que había encontrado, sin la necesidad que fuera su pareja. Kagome abrió los ojos lentamente observando atentamente el sol que eran los ojos de su protector.

    — Inu no Taisho —Se presento el niño inuyokai, Kagome sonrió y en sus parpados apareció una delgada línea lila así como cuatro pétalos en su frente, las cuales aparentaban una cruz sin la necesidad de tocarse entre ellas.
     
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    Kai

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    Recuerdo haberte leído hace un tiempo, y nunca haber comentado, lo lamento.

    Así que: Kikyô en un impulso no tan propio de ella le quitó las almas a Kagome, pero en vez ella de morir, viajó más atrás en el tiempo, cuando Inu No era a penas un niño, siempre con buenos valores, por lo que veo. Me asaltó la ternura y a la vez la congoja, eso quizás quiera decir que ni Sesshô ni Inu nazcan, o quizás sí. Pero igual me dio tristeza, el cómo ése pasado modificará el futuro que se conoce.

    Hay mínimos errores de ortografía; pozo, exclamó, preguntó. Cosas así, nada tan grave. Procuraré seguir el escrito.
     
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    Demian-sama

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    Título:
    COMO DEBIÓ SER
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    846
    CAPITULO II: Ser como ellos (parte 1).

    Antes del alba Inu no Taisho se había despertado, salto de su cama, se aseo, vistió y fue directo a un almacén en donde se guardaba un gran suministro de comida y bebida, ahí encontró lo que buscaba.

    En las afueras del gran almacén se encontraban un grupo de mujeres yokai y humanas elaborando sólidos y bien elaborados sacos para la próxima cosechas. Una joven kitsune de cabellos castaños y ojos cafés observo la cercanía del joven heredero muy próxima a su presencia, rápidamente dejo su labor e hizo una reverencia.

    — ¡Joven amo, muy buenos días!— saludo cordialmente con una bella sonrisa; al notar la acción de la joven kitsune, las demás mujeres imitaron a su compañera. — ¡Buenos días joven amo!— saludaron con genuina alegría, ya que gracias a Lord Yuu el abuelo del futuro Daiyokai la paz entre los cuatro reinos se había mantenido durante siglos, además de la perdida por su sacrificio del Lord Ryu hijo de este y Lady Mizuki la bella dama de la casa de la luna.

    — ¡Buenos días, agradezco la labor que llevan a cabo! — Reconoció Inu no Taisho, el grupo de artesanas regreso inmediatamente a su labor. El niño inuyokai se acerco a la joven kitsune y cuestiono — ¿podría otórgame un saco?

    La joven sonrió aún estando de pie para ir por uno muy especial al almacén, regreso y extendió un saco; este se trataba de uno muy peculiar, ya que estaba elaborado de cabello de dragón; criaturas que según contaba su abuelo eran su principal aliado cuando la de guerra del origen (senso moto) se dio y gracias a ellos los clanes y razas tuvieron la paz que anhelaban.

    Al nacer su padre Ryu, el Gran Dragón de los Cielos le otorgo su pelaje y sus escamas como símbolo de amistad entre su líder Sho y el Lord Yuu. Yuu al percatarse del gran regalo hacía su primogénito y único hijo correspondió su acto al nombrarlo Ryu y darlo en custodia de los dragones para convertirse en el Primer Guerrero Dragón.

    — Si, aún recuerdo el día de como el Amo Ryu, llego de su entrenamiento y como Lady Mizuki, nuestra bella protectora se conocieron; la única Daiyokai capaz de desarrollar toda su naturaleza demoníaca y aún así evolucionar y acrecentar sus poderes espirituales. — Relato la joven kitsune — Era tan perfecta, ninguna como ella, nuestra “Bella Luna”.

    Inu no Taisho se quedo absorto por la historia de la joven kitsune, aunque ya estaba informado de las hazañas de su madre y padre nunca se cansaría de escucharlas. De pronto se dio cuenta de que ya esta muy entrada a la mañana, agradeció y se despidió de la joven artesana, emprendiendo su camino al Gran Santuario Natsuki.

    …………………………………….
    Tiempo de Inuyasha y sus amigos.

    En una choza humilde se encontraba Inuyasha, Kykio y Kaede, ya que anteriormente Sango había salido furiosa, junto con un zorrito completamente indignado y un monje desilusionado tratando de persuadirlos.

    — ¡¿Cómo puede tener una actitud tan despreocupada?!— Exclamo la exterminadora colérica y estupefacta al recordar lo que había hecho ese hanyo.

    Tal vez yo pueda ayudarlos — Declaro una figura saliendo de la espesura de los arbustos.

    ¡Kykio! — Anuncio Inuyasha a la recién llegada, cuando llegaron Shippo, Miroku y la anciana Kaede.

    ¡¿Y?! — Exclamo Sango con impaciencia y creciente ira.

    Esto es obra de Naraku, se deshizo de esa chiquilla por el temor de que llegara a destruirlo — Revelo la sacerdotisa, para proseguir con un comentario ofensivo— ¡Aunque no tenia nada que temer, ya que sólo era un detector de fragmento y una completa..!

    Ni bien finalizó Kikyo su comentario, cuando fue arrojada al suelo por una fuerte cachetada departe de la exterminadora, que aún se encontraba con el brazo alzado y lagrimas de ira y frustración recorrían su hermoso rostro. Todos quedaron atónitos, hasta que por fin el hanyo reacciono al ver a su gran amor en el suelo.

    ¡¿Pero qué te pasa Sango, que estas loca?!Bramo Inuyasha.

    No puedo creer que permitas que esta,… esta, “sacerdotisa” hable así de nuestra amiga, Kagome — Confeso furiosa y sumamente decepcionada, del hanyo; caminando hacia las profundidades del bosque tratando de que sus emociones se calmarán. — ¡No vales nada Inuyasha!

    El primero en reaccionar fue Shippo — ¡perro tonto! — afirmo el pequeño corriendo hacia la exterminadora llorando en busca de consuelo.

    Miroku sólo pudo negar la cabeza empuñando las manos tratando de no hacer una locura, siguiendo los pasos de Sango y el pequeño Shippo.

    — Si bien lo dice su nombre (Inu: Perro, Yasha: Bestia)— Pronuncio sagazmente el pequeño zorrito al estar alado de la exterminadora.
     
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    Kai

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    Hasta donde tenía yo entendido Yasha era alma :c

    Pequeños errores aún en acentuación en pasado. Es Kikyou/Kikyô, no Kykio. Con esta chica estás cometiendo ooc que se presta para bashing, atacarla, colocarla de la malvada sin motivo alguno. Ella no se expresaría así de Kagome, no lo haría.
    Cuida eso.
    Me gustó lo detalle de loa dragones y el padre de Inu No, awww, a este último me lo quero robar. Con tantos modales él es una monada.
     
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    Demian-sama

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    No es mi deseo, ni lo fue "atacar" a Kykio; si bien di una pequeñísima disculpa (— ¡Kagome!—Llamo tratando de que su cuerpo no desapareciera, cosa que no logro. Se sintió culpable afligida por su acto egoísta. De pronto corto su llanto con determinación — ¡el precio ya se ha pagado, ya nada se puede hacer; después de todo viviremos nuestro sueño, ¿verdad Kagome?!— Río Kykio con demencia al encontrar una pequeña mancha en su alma en el momento que se aferro a una vida “artificial” como la que había llevado en su cuerpo de barro y hueso.) por sus acciones en el primer capitulo, en los capítulos próximos voy a explicar el porque de su comportamiento y las debidas disculpas de los personajes que ignoran del porque de su actuar.

    Si los fans de Kykio sintieron alguna agresión al personaje, mis mas sinceras disculpas.

    Procurare tomar medidas para que no exista una agresión al personaje o a otros.

    Con respecto al significado del nombre "Inuyasha" (Hasta donde tenía yo entendido Yasha era alma :c), yo lo busque y así lo encontré.

    No se cual es realmente el correcto y me gusto como un comentario de Shippo.

    Finalmente agradezco tus comentarios y observaciones.
     
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    Demian-sama

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    COMO DEBIÓ SER
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    971
    CAPITULO III: Ser como ellos (parte 2)

    Después de obtener el saco Inu no Taisho fue a recoger a los cultivos trigo y fresas, al establo por leche recién ordeñada y de regreso a la cocina del castillo.

    Se acerco muy cauteloso a la cocinera en jefe, esta inmediatamente se percato de su presencia ya que era una inuyokai.

    — ¡Muy buenos días, Joven amo; ¿desea merendar?!— Cuestiono Kaori.

    — No, muchas gracias por tu ofrecimiento— Declaro el niño, para continuar con su petición— Kaori ¿podrías ensañarme a preparar pan relleno de fresa?

    La inuyokai se quedo perpleja ante su petición, pero no dudo en complacerlo — Será un honor, joven amo. — Y así Inu no Taisho comenzó a realizar cada instrucción que la jefa de cocina le daba; hasta que llego el momento de que Kaori evaluará el pan que Inu no Taisho había elaborado.

    — Veamos, se ve bastante apetitoso — Menciono Kaori minuciosamente, para después inhalar el aroma y tocar la suavidad del pan — se percibe sumamente delicioso y muy suave; ¿listo para la última prueba, Joven amo?

    Inu no Taisho sólo movió la cabeza en señal de afirmación. — Muy bien — dijo la joven para después morder muy delicadamente un pan, al momento que cerraba sus ojos tratando de saborearlo al máximo. De pronto la joven de cabellos naranjas y ojos amarillos abrió sus ojos muy sorpresivamente.

    — ¡¿Y?! — Dudo el niño inuyokai.

    — ¡¿Me esta tratando de quitar mi puesto, Joven Amo?! — Afirmo graciosamente riendo un poco — ¡porque esta delicioso!

    — ¡¿En serio?! — Interrogo Inu no Taisho con creciente alegría.

    — Me esta diciendo mentirosa — Bromeo Kaori con falso enojo.

    No, claro que no — Se defendió, sintiendo su comentario. — ¡Muchas gracias por todo Kaori!— Agradeció el joven Inuyokai mostrando una soléenme reverencia, a la cual la joven correspondió.

    Inu no Taisho estaba por retirarse, pero una voz lo detuvo — aguarde, joven amo — la inuyokai saco de un baúl que se encontraba en la cocina, una caja de madera y un pañuelo blanco con un bordado de hilo dorado en su contorno; coloco los panes dentro de la caja y envolvió con sumo cuidado el recipiente con el pañuelo blanco, haciendo un gracioso moño.

    — Esta listo — Menciono alegremente la jefa de cocina, entregándole el paquete a su joven amo. Inu no Taisho veía con asombro lo creativa que era la inuyokai. — Ella debe sentirse muy afortunada— Dedujo Kaori.

    El niño inuyokai no entendió su comentario, agradeció nuevamente y se retiro al Gran Santuario Natsuki.

    La joven inuyokai lo observo salir de la cocina en dirección al Natsuki. —Nuestro joven amo es muy hábil —recapacito Kaori, para sonreír divertida —al igual que lo que preparaba nuestra “Bella Luna”, ¡¿quién lo diría?!

    …………………………………….
    Inu no Taisho se encontraba en un pequeño kiosco que se ubicaba en el patio trasero del Gran Santuario en medio de un lago, aguardando para que una sacerdotisa del Santuario le avisara que la joven humana ya esta lista.

    — ¡¿Por qué tardará tanto, le gustará los panes que prepare?! —Se preguntaba una y otra vez, hasta que decidió parar con su tortura. — ¡Vasta ya, Inu no Taisho!—Se reprendió a si mismo; este regaño funciono por un momento, hasta que comenzó a dar vueltas por todo el kiosco y hablar solo en voz alta.

    En ese instante una sacerdotisa ayudada por un joven monje que traía a la joven humana en brazo llegaron y observaron sin entender las acciones de su joven amo; la sacerdotisa decidió intervenir sus cavilaciones aclarando su garganta.

    — Disculpe joven amo, la doncella ya esta aquí — Anuncio una aprendiz a sacerdotisa, dando paso al discípulo de monje con la doncella en brazos.

    Kagome lucia un kimono bajo (el nagajuban) de color blanco, el kimono exterior era plateado con un obi azul atado a su estrecha cintura el cual estaba atado por un gran moño. El kimono exterior se encontraba bordado en cada contorno y este al igual que el nagajuban se encontraba un poco más arriba del muslo de Kagome.

    El Jove inuyokai la veía fascinado — en verdad, parece una muñeca— pensó, para después recibir a la joven en sus brazos y sentarla en uno de los dos grandes cojines que se encontraba a un lado de la mesa de té.

    —Disculpe mi intromisión joven amo, ¿pero ya a decidido un nombre para la doncella? — Cuestiono curiosa la joven sacerdotisa.

    — ¡Serika!—Regaño el joven monje de cabellos negros y ojos café, pero ella no le presto atención y prosiguió. — ¡En verdad joven amo, es una tortura no saber como llamarla!

    — ¡Serika!—Volvió a insistir.

    —Akira, la llama “Ko” (ella) —Informo la parlanchina sacerdotisa — ¡Es necesario joven amo………!

    — ¡Serika!—Grito finalmente el joven monje.

    — ¡Hay Naoki, no grites que no estoy sorda!—Se quejo la joven sacerdotisa.

    — Disculpe a Serika, joven amo Inu no Taisho; ella a veces es muy entusiasta. —Se inclino el joven.

    — No se preocupen — Menciono, para ver como el monje jalaba a la sacerdotisa mientras seguía con su discusión.
     
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    Kai

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    Lo hallé corto, demasiado :'c Aún así es relajante leer, a mi me relajó en la clase de inglés, quería lanzar a la profesora por la ventana, divago x'D

    Por lo que veo Kagome está muy débil, demasiado. Si no se puede mantener en pie ni hablar, me es triste hallarla así, ¿qué pensará la pobre chica, recordará, lo olvidó todo? Aún me quiero robar al InuNo chibi, es una cosita hermosa.

    Hump, hay unos detalles en el uso de los guiones, siempre, del lado derecho de éstos la palabra que venga se escribe pegada de estos, siempre. Una pequeña estructura del uso de lo guiones, cualquier duda que acá no quede claro, puede que no, es recibida:
    Si no habrá intervención de narrador:

    Guion+Diálogo (mayúscula al iniciar)+punto.

    Con intervención del narrador, aquí se divide en dos, ya que depende si cuando interviene el narrador haces uso de un verbo directo (habló, dijo, musitó, usó, advirtió, etc), o si no usas éstos.

    Intervención del narrador, verbo directo:

    Guión+Diálogo (inicia en mayúscula)+Espacio+Guión+Diálogo (inicia con el verbo en minúscula)+Punto.

    I.N sin verbo directo:

    Guión+Diálogo (inicia en mayúscula)+Punto+Espacio+Guión+Diálogo (inicia en mayúscula, por ello el punto)+Punto.
     
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    Demian-sama

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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Drama
    Total de capítulos:
    8
     
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    1171
    CAPITULO IV: Midori/Midoriko.

    —Un nombre, un nombre. —Se repetía el niño inuyokai mientras acariciaba el cabello de la joven con suma delicadeza y ternura, ya que había tenido en cuenta que ella provenía de una especie frágil y que en su condición la hacia más vulnerable. Kagome a su vez, en lo recóndito de su ser empezaba a disfrutar las carisias que le proporcionaba su protector.

    Inu no Taisho dejo su acción, para observar como una hoja de color verde caía en la cabeza de la doncella; se sentó frente a la joven y la miro a sus ojos con suma seriedad. — ¡Midori!—Salio de su boca.

    — ¡Midori! —Repitió el niño. — ¡Ese será tú nombre!—Anunció con suma alegría al instante de recoger la hoja que había caído en su cabeza; recordando así, el atuendo que llevaba la damisela cuando la encontró, se puso de pie galantemente y besó su mano como todo príncipe que era. — ¡Ahora y para siembre serás mi efímera doncella Midori, la única doncella del príncipe inuyokai heredero de las tierras del oeste y serás llamada Midoriko!

    Ella pareció entender el juramento que el niño inuyokai le hacia, ya que se sonrojo levemente, cerro un poco sus hermosos ojos cafés y sonrío coquetamente o eso creyó Inu no Taisho.

    Los días pasaron de forma grata y apacible Kagome o mejor dicho Midori mejoraba mucho en su comunicación y su razonamiento en especial cuando Inu no Taisho le enseñaba; ya que tenía mucho más tiempo antes de su prueba final, la cual duraría aparentemente todo un año para convertiste en todo un taiyokai, pero ese tiempo fue disminuyendo poco a poco y aunque exhausto de todas sus lecciones, el joven inuyokai nunca faltaba, ningún sólo día a visitar a su bella doncella.

    …………………………………….

    Al inicio de su estadía en el Gran Santuario Natsuki, Midori se veía como una muñeca sin vida, que poco a poco comenzó a tener un inigualable avance no solo en su habla, comportamiento y destreza; sino también en sus sentimientos, sintiendo así una gran admiración y cariño a todos los que cuidaban de ella, en especial del niño inuyokai que la ayudo. Ella ponía todo su esmero y entusiasmo por ser una persona útil para los demás, en especial para su protector.

    En una ocasión observo a la Sacerdotisa Akira enseñado a las jóvenes aprendices a curar el dolor con sus poderes.

    Así es como se hace. —Finalizo Akira, sanando a un pequeño conejito que había quedado atrapado en unos rosales del Santuario; haciendo uso de sus poderes espirituales.

    ¡Señorita Akira! —Llamo Midori, que se hallaba curiosa en las enseñanzas que daba a sus pupilas. —¿Qué hacer cuando no se puede usar el poder espiritual? Las demás jóvenes se volvieron hasta ella, iniciando una murmuración entre ellas.

    ¡¿Cómo puede ser eso, posible?! —Hablo una joven de forma un poco despectiva, por la intromisión de la chica que ni siquiera era una aprendiz. —Ni siquiera es una aprendiz y…

    ¡Excelente pregunta Midoriko! — Felicito Akira, su tutora y todas las sacerdotisas pusieron más atención e incluso Midori que se había sentido avergonzada por su cuestionamiento. —No puedo creer que tú Serika, que alardeas de ser la mejor con tus compañeras no te hayas dado cuenta.


    ¡¿Qué quiere decir Señorita Akira, eso es posible que suceda?! — Cuestiono Serika un poco enfadada.


    Así es. —Afirmo con total seguridad, prosiguiendo con la explicación. —Por ejemplo si una Sacerdotisa es principiante y no puede ayudar a su Caballero o incluso a si misma, si sus energías espirituales se han agotado o no puede concentrarse debido a una interrupción como que esta protegiendo a alguien, entre otras situaciones.

    Las jóvenes comenzaron a razonar las palabras de Akira y se dieron cuenta de que era un gran error su “seguridad” mal infundada.

    ¡¿Qué debemos de hacer Señorita Akira?! —Pregunto angustiosamente una de las más joven sacerdotisas.


    Aprender todo sobre cada planta que existe. —Expuso Akira ya más calmada, al notar el semblante de sus alumnas y finalmente agregando. —¡Me alegra que se percatarán de su error y que deseen corregirlo! Es por eso que todas las tardes después del almuerzo desde hoy en adelante las estudiarán con su excelencia En.

    En, era un monje ya mayor, vestido con una túnica negra y verde, era conocido por toda la región del Oeste como una eminencia en el conocimiento de plantas con las cuales asía sus propios remedios.

    ¡Bienvenido su excelencia! —Saludaron, inclinándose el séquito de sacerdotisas, al igual que Akira y Midori. En, sonrió e hizo un ademán con su mano para que se pusieran de pie.

    ¡Me alegra que un viejo como yo, sigua siendo de utilidad!—Bromeo En, riendo un poco por su comentario.

    Su excelencia En, no diga eso; todos lo apreciamos. —Se apresuro a decir Akira.

    En, sólo volvió a reírse al ver a Akira sonrojada de la vergüenza. —Sigues siendo muy formal y algo nerviosa, ¿no es así Señorita Akira?

    ¡Excelencia! —Exclamo Akira bastante apenada y resignada.

    ¡Esta bien, esta bien! —Se aclaro la voz el monje y prosiguió a presentarse. —Mi nombre es En y soy un monje que se especialista en las plantas y sus usos desde medicinales hasta las que pueden ser un sazonado.

    Todas las sacerdotisas se quedaron incrédulas por tal maestro, pero ya habían aprendido a no juzga. El monje En se acerco al kiosco del patio trasero del Santuario y frente a la mirada atónita de todas las estudiantes se metió al lago y después salio de el, tomo una piedra completamente plana y lisa y otra con forma de un embudo, saco una planta verde simulando a una flor.

    Esta planta se llama kalanchoe y sirve para curar heridas profundad y gangrenadas. Explico En, mientras molía la planta. Infecciones, quemaduras e inflamaciones; le será muy útil en batalla su infusión ayudará a crisis de pánico y miedo, téngalo muy en cuenta.
     
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    Demian-sama

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    COMO DEBIÓ SER
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    Drama
    Total de capítulos:
    8
     
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    CAPITULO V: Aprendiendo.

    Especialmente en ese día Midori se encontraba muy feliz, ya que había aprendido a cocinar pan relleno de fresa; el delicioso postre que Inu no Taisho le había procurado varias veces, al parecer ese era su postre favorito. Sus escapadas nocturnas fuero cada vez más constantes desde que había iniciado el otoño, ya que no sólo deseaba cocinar pan relleno de fresa, si no que deseaba saber más cada día y Kaori, la jefa en la cocina era su instructora.

    La inuyokai, se vio sorprendida la primera noche de otoño en la que noto alguien merodeando en su cocina. Algo inusual. Pensó.Al no ser que se trataba de ese glotón de Akito.

    ¡Ahora sí, te voy a ser escarmentar, pareces un gato que sólo sabe..!Exclamo, al instante en el que pudo observar a una joven con expresión temerosa y aniñada, casi a punto de llorar; se fijo más de cerca y observo su vestuario muy peculiar, este era como un vestido blanco que ceñía desde su cuello hasta su estrecha cintura y se expandía desde su cintura hasta sus muslos, era de corte chino y de gran blancura con bordados hechos de hilo de dorado un atuendo muy singular para esa época.

    Kaori analizo detenidamente a la joven, divisando algo que realmente la sorprendió; la joven llevaba el cabello recogido con algunos mechones sueltos y en su tocado una gran y perfecta orquídea rosa de contornos dorados, muy vivas.

    La inuyokai sostuvo su respiración por unos momentos, hasta que un haz de luz pasó por su mente y auxilio a la joven que se encontraba atorada, ya que unas cajas de alimento y la paja que se hallaban en una carreta se cayeron sobre la chica que se encontraba en su búsqueda.

    ¡¿Te encuentras bien, mi niña?!Cuestiono Kaori, al ver a la joven ponerse de pie.

    ¡Muchas gracias, por su ayuda; en verdad estoy muy agradecida!Respondió tímidamente Midori, reverenciando a su heroína.

    No hay de que. Menciono la inuyokai; Kaori tenía una leve idea de quien era la moza, pero para que no hubiera dudas la interrogo. ¡¿Me podrías decir quien eres tú, mi niña?!

    Disculpe mi descortesía. Se excuso amablemente la joven. Soy conocida como Midoriko, única doncella del príncipe inuyokai Inu no Taisho, heredero de las tierras del oeste.

    La jefa de cocina quedo perpleja ante tal revelación y al terminar de presentarse, la joven espero con inquietud su respuesta; la cual le sorprendió.

    La inuyokai dio un grito de alegría y abrazo efusivamente a la chica. ¡Eres tú, eres tú; no puedo creerlo, llevó mucho tiempo deseando conocerte!Midori sintió las palabras de Kaori y su calido abrazo sinceros; correspondiéndolos con gran alegría, aunque siempre tímida. Desde ese día la jefa de cocina se encariño mucho con su “pequeña niña” y no permitía que mientras estuviera en el castillo ningún soldado le faltase al respeto.

    —¡¿Te vas tan pronto, cachorra de “Kaorin”?!—Dijo un soldado que pasaba por la cocina del castillo debido al cambio de guardias de tarde a noche.

    —¡Oye tú, Yusuke!—Reprendió Kaori, al escuchar su comentario, advirtiéndole. —¡Deja de molestar a mi niña o te las verás conmigo!

    —¡Ja, ja, ja, ¿y dices que no, eres una sobreprotectora?!—Río Tora, soldado que había llegado a sustituir en su puesto a Yusuke.

    —¡Adios, mamá Kaori! —Se despidió Midori de la inuyokai. —¡No vallas ha ser tan dura con ellos!

    —¡¿Y que dices al respecto “mamá Kaorin”?!—Interrogo Yusuke, para después suspirar y decir. —¡Hay es una lástima, además de ser la doncella del amo Inu no Taisho, la mamá gruñona no dejaría ni que me acerque!

    —¡En qué estas pensando, Yusuke!—Afirmo la inuyokai, más que preguntar; saldándole con suma fuerza una cubeta que traía con pescados. —¡Pervertido, ni se te ocurra o verás lo que soy capaz!

    —¡Ja, ja, ja, ¿y ahora quien te dará de cenar, mi amigo?—Carcagio Tora, al ver a su amigo completamente mojado.

    …………………………………….
    Midori, desde que había visto a las aprendices de Sacerdotisa con su excelencia En, a mediados de verano, se había dado cuenta que tenía que ser digna del título de “doncella” que le había otorgado Inu no Taisho; y aún más al tratar de descubrir lo que representaba la flor blanca que el niño inuyokai le había obsequiado, al sellar su compromiso nuevamente al inicio del invierno cuando sólo quedaba esa estación para el entrenamiento “estacional”.

    Midori se encontraba muy feliz ya que pudo hacer un esplendido almuerzo para su protector y aunque sólo tenía tres meses de haberse iniciado como sacerdotisa, se sentía sumamente dichosa ya que podría ayudar a curar las heridas del joven Inu no Taisho con sus poderes espirituales.

    Con la nieve derritiéndose por el inicio de la primavera y el cambio de face de luna menguante a nueva; daría el inicio al entrenamiento final de Inu no Taisho y eso la entristecía un poco, ya que no se podrían ver hasta que su preparación como un taiyokai finalizará.

    —¡Jovén amo, Inu no Taisho!—Sólo atino a decir la joven sacerdotisa ya que fue grande su sorpresa al ver a su protector llegar en tal deplorable estado y no sólo su atuendo sino también su cuerpo.

    —¡Midori, mi radiante doncella!—Saludó un joven no tan niño de reluciente cabellera plateada, besando la mano de la joven; asiendo que la moza se sonrojará y que la orquídea en su sedoso cabello negro se coloreará de un rosa más intenso.

    —¿Mi Señor, gusta tomar su baño ya tengo todo preparado? —Menciono la doncella. El joven inuyokai acepto y se fue a asear, ya sabía lo que venia después, Midori usaría sus poderes espirituales para sanar sus heridas de entrenamiento, ya que su capacidad de sanar por si sólo necesitaba ser más ejercitada y después cenaría junto a ella.
     
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    CAPITULO VI: ¡¿Por qué, ella?!

    Después de cenar Midori e Inu no Tasho, se encontraba en silencio tomando té y disfrutando de los panes rellenos de fresa que había cocinado la joven.

    —¡Midori! —Llamo el joven-niño inuyokai. —¿Recuerdas el día en el que te obsequie la orquídea blanca?

    —Sí, joven amo Inu no Tasho. —Certifico, recordando esa ocasión.

    En ese momento, Serika se hallaba sumamente molesta, ya que Midoriko había sido aceptaba por todos los maestros y el Gran Sacerdote Hikari dio completamente y sin ninguna duda su aprobación a la joven par a ser una aprendiz a Sacerdotisa del prestigioso Gran Santuario de las Siete Lunas.

    Serika sabia que no todas las sacerdotisas o monjes tenían el privilegio de estar en el Gran Santuario, ya que su adiestramiento era completo; no como en otros santuarios, que sólo se especializaban en un área a instruir, ya sea: control espiritual, O-fuda (encantamientos),botánica, uso de armas (yumi (arco) y flecha, tanto(cuchillo), palos, lanzas o espadas (katana, wakizashi, etc.), el bastón de monje o Shakujō, etc.) o combate cuerpo a cuerpo y por sobre todo, conocimientos generales desde etiqueta, hasta como atacar o sanar las diversas especies.

    ¡Esa chiquilla, ¿que se ha creído?!Vociferó Serika con creciente furia.Primero la atiende personalmente la Magnamime Akira, sacerdotisa de gran renombre, gracias a sus poderes espirituales en la curación.

    Después el Gran Sacerdote Hikari se encarga personalmente de su aprendizaje. Bramo la Sacerdotisa continuando con su desplegué de veneno. Para continuar con el nombramiento que le otorgó el joven amo Inu no Tasho.

    ¡Esa chica, esa chica es..!Dijo Serika, pero antes de poder finalizar con su nocivo comentario, noto la presencia de la joven en cuestión, esperando con ansias a su protector.

    La observo muy alegremente preparándose para la llegada de su principesco amo; Serika se acerco a ella lentamente sabiendo que la protegida del joven amo no notaría su presencia, debido a su recién inicio en sus estudios del sacerdocio.

    Cuando la joven estuvo apunto de volverse, Serika aprovecho para empujarla al lago. ¡¿Por qué ella?!Pensó Serika arrojando a la joven al lago, el cual tenía una leve capa de hielo; suficiente, fue esa capa para que Midori se golpeara la cabeza y perdiera el conocimiento.

    El niño inoyokai recientemente había llegado, cuando se percato de la presencia presurosa de una aprendiz del templo; fue muy curioso para el, porque en el lapso de tiempo que se encontraba con su protegida era el mismo tiempo en el que las aprendiz a sacerdotisas y monjes tenían para almorzar y relajarse un poco.

    Usualmente no hay nadie rondado este lugar, mucho menos a esta hora. Consideró Inu no Tasho; en ese instante antes de llegar al kiosco, se percato de que algo estaba mal y un sonido llego a sus agudos oídos.

    Sin pensarlo dos veces el chico llego al lago, percatándose de un lazo plateado que ya hacía enredado en un pilar del kiosco y lo guiaba al lago. El joven heredero de la región Oeste golpeo hielo con sumo cuidado; haciendo una abertura, salto al agua y nado un poco más al fondo, por fin divisando a su bella doncella.

    Se zambullo hasta ella, sujetándola con suma delicadeza y apresuro su nadó hasta la superficie; al llegar a la superficie, emprendió su camino presuroso avisando a la sacerdotisa Akira y el monje En, para que la joven fuese atendida.

    Pasaron unas horas en las que Akira y En entraban y salían de la habitación de la joven, ya sea por hierbas medicinales, agua caliente, cobijas, ropa para la joven, etc.

    Inu no Tasho se encontraba sumamente impaciente y se sentía un completo inútil, al no saber que hacer para ayudar a su protegida.

    Joven amo, Inu no Tasho. Llamó él Gran Sacerdote Hikari. Debería de cambiarse su atuendo, sí Midoriko sabe que lo dejé con su ropa mojada se enfadará conmigo. El niño inuyokai lo miró con atención y una sonrisa triste paso por su rostro, al recordar lo sobre protectora que es su protegida. Tienes razón Gran Hikari, “dirá que es un descuidado, y que yo soy un joven rebelde”. Mencionó unos de los típicos sermones que le daría su doncella.

    El inuyokai se apresuró a cambiarse, al llegar a las puertas de la habitación de Midori noto que no había ningún progreso, todo seguía igual. Así que Inu no Tasho decidió custodiar la habitación en espera de alguna noticia de su dama.

    Hikari al ver la determinación de su joven amo, al no moverse hasta que su doncella estuviera saludable; no tuvo más opción que mandar un mensaje a la Casa de la Luna disculpándolo. El Gran Sacerdote dispuso todo para su estadía, pero como el joven no se movería de la puerta, le hizo traer la cena y una manta para que al menos estuviera más cómodo.

    Al tercer día, la condición grave de Midori empeoro, no podía ni siguiera pasar agua por su boca. Debe estar intoxicada. Afirmo Akira.

    Las esporas del alga roja. Manifestó En, a una sacerdotisa sumamente preocupada.

    Pero su excelencia En, la flor equinacea sólo florece en primavera y muere a finales de otoño y lamento infórmale que nuestras reservas se han acabado.

    Inu no Taisho que acababa de escuchar la conversación gracias a su sobrenatural oído, se apresuro a entrar a los aposentos.

    ¡Yo traeré esa flor ¿donde la puedo encontrar?! Interrogó inquieto, el inuyokai. Los presentes le miraron con tristeza, finalmente Akira se atrevió a decir. ¡No hay manera, joven amo; esa flor sólo crece en primavera y la reserva se han agotado!

    ¡Eso, no puede ser! Exclamo Inu no Taisho, impotente y enojado consigo mismo. En ese instante saco una orquídea trasparente que se coloreo blanca con contornos dorados. Akira al notar la presencia de la flor, su expresión de tristeza cambio por una de euforia.

    ¡¿Esa es, esa es?! Decía una y otra vez la sacerdotisa, jalando la manga del monje y apuntando a la flor que traía consigo Inu no Taisho. En, por fin se percato de lo que Akira trataba de decir y se puso a reír con lagrimas en los ojos.

    EL niño inuyokai al inicio le molesto su reacción. ¡¿Qué era tan gracioso, para reírse en una situación así?! Se cuestionó mentalmente con una mueca de disgusto en su boca, rápidamente se percató de lo que la sacerdotisa señalaba. Joven amo, esa era la orquídea de Lady Mizuki. Inu no Taisho simplemente asistió.

    ¡Es un obsequio para su doncella!Afirmo Akira sumamente risueña.

    ¡Sí! Respondió el joven príncipe, aún sin entender.

    Adelante, por favor. La sacerdotisa dio paso a su joven amo, retirándose de la habitación junto con su excelencia En; el inuyokai camino hacia la doncella, se arrodillo ante ella, coloco su brazo derecho alrededor de su espalda y parte de su cabeza y cintura; sentándola.

    Midori abrió lentamente sus ojos, al percatarse de aquel agradable aroma y calido cuerpo, sonriendo débilmente.

    Joven amo, Inu no Taisho. Pronunció calurosamente, la joven en su añoranza.

    ¡Shuuu! Silencio suavemente el joven inuyokai a la moza, reanudando sus palabras. Ya se que te lo había prometido, pero en ese entonces no podías hablar; así que permíteme, corroborar mi voluntad. La joven lo miró como nunca antes, sus ojos expresaban expectación al no poder leer los soles enigmáticos de su protector.

    ¡Midori! Llamó el inuyokai a la chica, colocando una rodilla en el piso. ¡Yo, el Príncipe Inu no Taisho, futuro taiyokai y Lord de las tierras del Oeste! Me comprometo a sí aceptas, de mí esta orquídea blanca que fue de mi madre. Revelo, mostrándole a la joven la inmortal flor. Serás, no sólo mi protegida; sino también mi doncella y estarás aceptando mi amor por ti.
     
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    CAPITULO VII: La orquídea de Lady Mizuki.

    ¡Midori! Llamó el inuyokai a la chica, colocando una rodilla en el piso. ¡Yo, el Príncipe Inu no Tasho, futuro taiyokai y Lord de las tierras del Oeste! Me comprometo a sí aceptas, de mí esta orquídea blanca que fue de mi madre. Revelo, mostrándole a la joven la inmortal flor. Serás, no sólo mi protegida; sino también mi doncella y estarás aceptando mi amor por ti.

    El mirar de Kagome o Midori vario, de una faz sorprendida a una completamente tierna, llena de amor e ilusión; mientras Inu no Taisho se sentía sumamente avergonzado por decir tales palabras y al finalizarlas una incertidumbre creciente le carcomía el alma y en su corazón su palpitar freno o al menos fue lo que sintió el sucesor de los territorios del Oeste.

    ¡Sí! Enuncio la joven muy tenuemente y completamente sonrojada, agachando su cabeza y con su mirar en Inu no Taisho, al recibir la orquídea blanca; la cual, al pasar a sus manos la flor se coloreo de rosa. Midori la observo fascinada al ver su transformación, el príncipe inuyokai se impresiono al ver la evolución de la flor de su madre.

    ¡Parece ser, que sigo siendo un chiquillo!Reflexionó observando a la joven maravillada, bajando un poco la cabeza entre desilusionado y feliz. ¡Kaori se burlará de mí!

    Inu no Taisho de pronto carcajeo al rememorar aquellos momentos; Midori lo miro extrañada, al notar su reacción, el inuyokai dejo de reír y se acerco a la joven, la miro a los ojos preguntándose si era capas de..?

    —¡Midori, tú.—Habló seriamente Inu no Taisho, mientras que al joven se sonrojaba por su acercamiento; para finalmente cuestionar. —¡¿Puedes prestarme tu regazo?!

    La joven solamente suspiro; al notar la decepción de la moza, el príncipe del Oeste obtuvo su oportunidad para jugarle una broma. —¡¿No me digas, que….—Calló su interrogante por tan sólo un momento, para darle más importancia a su pregunta. —Piensas en mí, de otra forma?

    —Joven amo yo, yo. —Se trataba de excusar la sacerdotisa, al creer inapropiado su sentir; Inu no Taisho observo la orquídea y de nuevo permuto, se volvió más grande y en el centro de la flor nacía un nuevo color (amarillo), iniciando su metamorfosis.

    —¡No veo, que tenga algo de malo! —Exclamó el inuyokai con sus manos alrededor de su nuca y mirando hacia otro lado, finalizando así el dilema de la joven; tomó la orquídea de sus cabellos mostrando el cambio de la flor a la joven. Después de un tiempo, con una caricia Inu no Taisho depositó la orquídea en el sedoso cabello de la joven.

    —¡Debo retirarme, mí efímera doncella; muchas gracias por todo! —Dijo el joven, se inclino y besó su mano; como muchas otras veces lo había hecho y se retiro a su castillo.

    …………………………………….
    Midori e Inu no Taisho lo sabían, su tiempo juntos tendría que ser suspendido; no se encontraban tristes no, eso no, sino todo lo contrarío se encontraban muy dichosos de tener esta oportunidad para crecer.

    Inu no Taisho había llegado al Santuario antes del alba, para que la puerta del shunbun no hi (equinoccio de primavera) sea abierta por el Gran Sacerdote Hikari.

    El joven inuyokai, entro en la pagoda de cinco pisos, mucho antes del alba.

    —¡¿Para qué quiere Hikari, que llegue tan temprano, sino es..?!—Se cuestiono el heredero de las tierras del Oeste, cuando se dispuso abrir la puerta de la pagoda en donde se llevaría su entrenamiento estacional. No pudo siquiera terminar su pregunta, cuando se percato de su dulce aroma de (vainilla fermentada, con una ligera mezcla de limón, cardamomo, jazmín, bergamota y laurel.) mezcla de muchos pero ninguno como el suyo.

    —¡Es como todo lo que ella es y representa!—Medito el inuyokai con los ojos cerrados antes de entrar. Finalmente abrió sus ojos observando a la joven, se acerco a ella, pero antes de siquiera hacer o decir una palabra la joven despertó.

    —¡Joven amo Inu no Taisho!—Expreso alarmada Midori y sonrojada, pero no pudo decir nada más porque su excelencia Hikari, se presento ante ellos, su atuendo era de una inigualable blancura. Dio inicio a su ritual, con sus cánticos y alrededor de una pared donde se encontraba dibujados el ciclo lunar arrojo su gran rosario abriendo así un portal.

    —¡Ah llegado la hora, príncipe Inu no Taisho! —Habló seriamente el Gran Sacerdote Hikari, anunciando que los preparativos ya estaban hechos.

    El joven príncipe, miró seriamente a su dulce doncella, se acerco unos pasos y declaró. —Es tiempo de despedirnos, pero no es un adiós; ¡volveré y seré verdaderamente merecedor de ti! —Besando su mano caballerosamente.

    —¡Cuando regrese mi Señor, seré la mejor sacerdotisa que allá existido! —Prometió Midori mirándolo a los ojos, Inu no Taisho sonrío ante tal juramento, se reincorporó volviéndose y avanzando al portal del ciclo lunar; pero antes de entrar una voz lo detuvo.

    —¡Seré digna de tú amor! —Grito Midori, justó antes de que el joven entrará al portal.

    …………………………………….
    Tiempo de Inuyasha y sus amigos.

    Había pasado un año desde que Kagome había desaparecido, algo que extrañamente no les preocupaba a nadie; ni siquiera a la familia de Kagome. La última vez que Inuyasha fue a visitar a su familia, Naomi la madre de Kaome, su hermano Sota y su abuelo se encontraban muy calmados.

    —¡Cómo si supieran que Kagome se encontraba bien!—Se dijo así mismo el hanyou, divagando en los sucesos posteriores. Kikyou había cambiado considerablemente, no era como la reservada Kikyou de antes, sino algo así como una mezcla de ella, Kagome y alguien totalmente desconocida para él.

    Al principio Miroku, Sango y principalmente Shippo eran renuentes al aceptar a la sacerdotisa en su grupo; pero al percatarse de su alma quebrantada, atada a las cadenas del dolor de ese error del pasado que le costo su vida, Shippo un día intervino.

    Era el tercer mes desde la desaparición de Kagome, Shippo avía salido huyendo esa noche de la necedad de Inuyasha de querer imponer a Kikyou; mientras ella se encontraba callada, muy hermética en sí misma.

    La exterminadora y el monje salieron en su búsqueda, pero lamentablemente la lluvia se inicio y Kirara no pudo seguir el rastro del kitsune. Al salir Shippo de la cabaña, mientras Inuyasha discutía con los demás nadie había notado que la sacerdotisa iba detrás de el.

    Kikyou lo encontró llorando desesperadamente sujetando un tronco en busca de calor maternal.

    ¡Pequeño! Llamó melosamente Kikyou, lo cual confundió al zorrito, ya que era como si Kagome lo llamará.

    ¿Puedo sentarme junto a ti?Cuestiono con amabilidad la mujer, Shippo sólo asistió con la cabeza.

    Se que extrañas a Kagome Declaró la mujer, lo cual hizo voltear al niño, que la miraba con incredulidad.

    ¡¿Pero sabes una cosa?, sí amas a alguien siempre estará en tú corazón y nadie, absolutamente nadie puede suplantarlo y yo no lo pienso hacer. Afirmó Kikyou colocando su mano calida en su corazón, el pequeño kitsune, soltó en llanto abrazando a la joven mujer.

    Aún con su llanto un poco más calmado el zorrito hablo. Kikyou siento no haberte aceptado cuando llegaste, la sal en tú comida, la vez en que se quemó tú manta en la fogata y todas mis travesuras Revelo Shippo muy apenado.

    La sacerdotisa estallo en carcajadas, llorando de tanto reír; el pequeño la observaba asombrado; Kikyou al percatarse de eso paró su risa y cuestiono. ¡¿Por qué me miras así, que tengo algo en la cara?!

    ¡Si, una araña! Respondió simplemente el kitsune, señalando al insecto que había bajado y se encontraba en su frente. Kikyou gritó espantada tratando de sacudirse al insecto, mientras Shippo se carcajeaba de la situación.
     
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    CAPITULO VIII: ¡Como realmente soy!

    Se hallaban una sacerdotisa y un pequeño kitsune sentados uno al lado del otro, cuanto de repente algo se sujeto a ambos y los hizo caer. Un monstruo como un camaleón los jalaba adentro del que parecía un árbol pero en realidad era su boca.

    La sacerdotisa pudo liberarse gracias a una piedra que le ayudo a cortar la lengua del ser, así que al momento de verse liberada corrió hacia Shippo; cortó un poco de lo que parecía la lengua de la bestia pero este con su cola logró que la mujer soltará la roca.

    ¡Shippo, no me vayas a soltar!Decía la sacerdotisa jalando al pequeño, tratando de que ese demonio lo soltara. Hasta que por fin lo logró; pero el esfuerzo dio como resultados que salieran rodando cuesta abajo hasta caer en un charco de lodo.

    Al llegar ahí la sacerdotisa se levantó apurada. ¡Shippo, Shippo, ¿estas bien, donde te encuentras, Shippo?! Dramatizó desesperada.

    ¡Aquí estoy! Llamó el pequeño, la sacerdotisa acudió a su encuentro revisándolo minuciosamente de pies a cabeza.

    Kikyou se sintió aliviada y dio un suspiró. ¡Estas bien, eso me alegra! —Pausó un momento para comentar alegremente viendo su estado y el del niño. ¡¿Te imaginas lo que Inuyasha dirá si nos ve así?!

    Shippo respondió con gracia al cuestionamiento. Si. El pequeño zorrito se sentó como Inuyasha con una rodilla al piso y una doblada hacia su pecho y comenzó a hablar imitando su tono su voz. ¡Ja, los humanos no tienen la destreza, de nosotros los demonios por eso hacen cosas innecesarias!Al terminar Shippo su imitación, la sacerdotisa y el zorrito rieron hasta el cansancio; tiempo después, se pusieron de pie y se dirigieron hacia la aldea.

    …………………………………….
    En una ocasión cuando llegaron a una aldea y Shippo ya le había contado de la personalidad de sus amigos con el afán de ayudar a su “hermanita”, como le decía el pequeño; Kikyou y el kitsune pusieron su plan en marcha.

    En la entrada de la aldea, como ya le era costumbre al monje Miroku al ver a la primera jovencita linda le propuso procrear descendencia.

    ¡Mi linda señorita ¿no quisiera ayudarme a la noble tarea de tener un hijo conmigo?! Cuestiono el monje galantemente a la joven, que inmediatamente apenada.

    ¡Su excelencia! Respondió la joven campesina. Sango enfurecida estaba apunto de intervenir, cuando Kikyou y Shippo se pusieron en acción.

    La sacerdotisa se hallaba con su chihaya (traje de sacerdotisa) con una manta en su vientre, simulando un embarazó y el pequeño zorrito con hakama color verde transformado en un pequeño Miroku y muchas otras copias de el asemejando menor edad diciendo “papá” a el monje.

    La joven “campesina” que no lo era, se mostró furiosa al descubrir el engaño y gritó. ¡Deshonra!Al instante aparecieron todas las mujeres del pueblo y vieron con sorpresa que se trataba de un pueblo de amazonas, con mujeres sumamente fuertes.

    Kikyou, Shippo, Sango e Inuyasha huyeron despavoridos; lamentablemente Miroku no tuvo tanta suerte.

    Y fue así que gracias a la travesura de Kikyou y Shippo, la sacerdotisa tuvo la oportunidad de ser amiga de Sango, demostrando “¡como realmente es!” y de paso quitarle esa maña de mujeriego al monje Miroku.

    …………………………………….
    Tiempo de Inuyasha y sus amigos.

    Shippo actualmente parecía más apegado a Kikyou que el mismo Inuyasha. Un día Kikyo con mucha incertidumbre decidió contarle su pasado y el origen de la personalidad fría y calculadora.

    —¡Me gustas más como eres ahora Kikyo! —Le hizo saber alegremente el pequeño kitsune.

    —¡En serio! —Respondió asombrada la sacerdotisa. —Pues déjame decirte que yo al principio era así.

    —¡¿Qué paso?! —Cuestiono el zorrito, al ver la cara de la sacerdotisa triste, se retracto. —Si quieres, no me digas.

    —No te preocupes, pequeño. —Animó. —Además eso nos ayudará a conocernos mejor.
     
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  13.  
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    Oh. Lamento no haber podido comentar antes, y ahora estoy es del celular lo cual no ayuda mucho.

    ¿Midoriko?, ¿Kagome será, entonces, esa Midoriko que conocemos, la de la perla? Oh, no lo sé. No lo sé. Escribes de Kagome e Inu No como en esos romances ingleses de la edad media, el cortejo, el respeto y la ausencia que acrecentará ese amor inocente. Lo adoro. Claro que me siento ansiosa por el desarrollo de toda la historia en sí, de lo que vendrá. Ya que ese pasado si sucede como se está notando quizás veamos a Sesshoumaru y a Inuyasha desvanecerse. Claro que debo recordar la mortalidad de Kagome siendo humana, posiblemente nada se altere.

    Lo que sí...Kikyou *suspiro* Mi única explicación para su comportamiento es que la culpa la consume y a ello suménle que se le zafó un tornillo e-e

    Noté errores ortográficos: Seré la mejor sacerdotisa que allá (es haya, del verbo haber. Este allá indica lugar, posicion) existido.

    Es Carcajeó. No carcagio. Ahora no recuerdo otros, pero son detalles así. Sabes que te estoy leyendo c: Saludos.
     
  14.  
    Sacnite

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    Hola!! pasaba por aquí y te digo que aquí me quedo ^^

    Me encanto tu historia!! espero que la sigas^^ me encanto cada capitulo el hecho de que Kagome se allá convertido en Midoriko me encanta y que Inu No Teisho este enamorado de ella que lindo ^^
    Me fascino como él le declara su amor y luego la parte en la que tienen que despedirse
    El joven príncipe, miró seriamente a su dulce doncella, se acerco unos pasos y declaró. —Es tiempo de despedirnos, pero no es un adiós; ¡volveré y seré verdaderamente merecedor de ti! —Besando su mano caballerosamente.

    —¡Cuando regrese mi Señor, seré la mejor sacerdotisa que allá existido! —Prometió Midori mirándolo a los ojos, Inu no Taisho sonrío ante tal juramento, se reincorporó volviéndose y avanzando al portal del ciclo lunar; pero antes de entrar una voz lo detuvo.

    —¡Seré digna de tú amor! —Grito Midori, justó antes de que el joven entrará al portal.



    Simplemente me encanto ...^^ Quiero saber que pasara con ellos?

    Espero con ansias el próximo capitulo..!!!
    Saludos!!!
     
  15.  
    Shani

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    Demian, no está permitido cambiar el tamaño de la letra, utiliza el tamaño de letra predeterminado (cuatro). Edita tu historia y corrige eso, por favor.
     

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