Corro hacia ti

Hola, bueno esta historia se me ocurrió un día jueves esperando que comenzaran mis clases de pastelería, y escuchando una canción, primero lo pensé en hacer como la canción pero al final me explaye demasiado y no tiene nada que ver. Bueno espero que la disfruten ;)

Capitulo 1


Estuve tanto tiempo alejada de él y todo por mi tonto miedo, pero, ahora lo veo, ¿Cómo puede ser tan ciega y tonta? Me levante de mi cama lo más rápido que posible, me ducho, me visto, busco las llaves del auto y salgo. En el trayecto de mi casa al hospital recuerdo todos los buenos y malos momentos que pasamos y sin darme cuenta ya estaba estacionada, me bajo intento parecer relajada aunque por dentro las ganas de correr me matan, las ganas de correr hacia ti.
Entro en el hospital, le pregunto a una enfermera por ti, pero me dice que la hora de visita comienza a las 9 a.m, yo les suplico que me dejen entrar, que es muy importante, se queda pensando un rato y me pregunta— ¿amor?—le sonrió y asiento con la cabeza, ella comienza a caminar mientras yo la sigo. Me deja fuera de tu pieza, le agradezco con toda mi alma y me quedo parada por algunos segundos, los cuales pasaron a ser minutos y decido tocar, escucho tu vos que dice-pase
Abro la puerta y te quedo mirando, tú mirada la verdad no sé como describirla, puede ser ¿sorpresa? o quizás ¿tristeza? Y te digo—permiso—sacándote del trance en el que te encontrabas

Pasa-me dices, un poco frió y lo entiendo después de lo que te he hecho, no merezco tu perdón

—Hola—te digo, sin obtener una repuesta y lo entiendo—se que estas enojado con migo y créeme que te encuentro toda la razón, pero tenía miedo, miedo de aceptar la realidad, miedo de perderte, de que me dejaras sola en este mundo y si no me quieres volver a hablar lo entenderé solo te pido que me dejes estar contigo en estos momentos—le digo con lagrimas en la cara mirando hacia el piso. No me di cuenta cuando te levantaste y ya estabas a mi lado. Te quede mirando sorprendida, con amabas manos tomaste mi cara, con tus pulgares limpiaste las lagrimas y me dijiste—siempre he odiado verte llorar— luego pegaste tú frente con la mía, una de tus manos tomo una de mis manos y la otra mano seguía en mi cara y me dijiste—te amo—y sin darme cuanta me estabas besando, había extrañado tanto tus besos, te extrañaba a ti.
Cuando nos separamos, me miraste, me sonríete y me dijiste—jamás me perderás—solo moví la cabeza en aceptación no sabiendo que hacer en ese momento. Vi que te fuiste acostar, me acerque a ti y te tape, luego me senté a tu lado, hasta que sin darme cuenta me quede dormida a tus brazos.
Me desperté y me di cuenta de que eran las 7 a.m, no tenía la menor idea a ¿Qué hora había llegado? Te miro y para mi sorpresa estabas mirándome y sonriéndome hasta que me dijiste

—Extrañaba dormir contigo—te sonreí

—Yo igual—te dije, nos quedamos un rato en silencio y mirándonos, como si fuera necesario.

Acercaste tu rostro al mío y susurraste-te amo-

Espero que les haya gustado :D

 

Hola n.n, espero que les haya gustado el primer capitulo y aquí la continuación. Espero que les guste :D

Capitulo 2


Antes de que me besaras te dije—yo igual— en ese momento me di cuenta de que no podía vivir sin ti, quizás siempre lo supe pero mi tonto orgullo no me dejaba aceptarlo y soy una mujer muy orgullosa, pero gracias a él deje mi orgullo de lado.
De repente tocan la puerta y dices—pase— veo entrar a la misma enfermera

—Buenos días — nos dice—veo que se decidió a entrar, la vi un poco dudosa—solo atine a sonreírle y nos dice—bueno ahora va a tener que esperar a fuera, como le vamos a hacer unos chequeos al joven, antes de la operación de hoy—

Quede anonadada, cuando escuche lo que dijo la señora y me puse tensa, él lo sintió y me susurro—descuida, después te explico—

Me levante y sentí que el cuerpo me pesaba. Fui a tomar algo de café, para poder despertar, luego me fui a sentar cerca de su puerta pero como no habían sillas me senté en el piso y me quede mirando a la nada, sumida en mis pensamientos. De repente veo salir a la enfermera, me levanto lentamente con el café en la mano y me dijo—ahora puede pasar a verlo—

Me di la vuelta y le dije—muchas gracias—

Abrí la puerta y me dijiste—lo siento—no supe que decirte, por mi mente pasaban miles ideas y la que más me aterraba era que muriera, no supe en que momento comencé a llorar como una niña chica, fui perdiendo la fuerza de apoco hasta que termine en el suelo. Te levantaste te acercaste a mí y me abrasaste por la espalda

—Cada vez que peleábamos, me hacías eso— te dije

—Y siempre funciona—me dijiste, mientras me ayudabas a levantarme sin soltarnos, lo cual me ayudo a calmarme, nos acostamos en la camilla y me dijiste-me operan hoy a las 9 a.m, es una operación sencilla, corta y sin riesgos, no temas, ambos somos médicos, sabemos que la operación no tiene ningún riesgo, amor nos queda una vida por delante-me dice mientras me acariciaba el cabello—¿sabes lo que más me gusta de ti?—yo niego —tu forma de ser con todas las personas, amable, cariñosa, simpática y podría seguir, jamás me enamore de ti por tu físico, fue por tu forma de ser, pero lo que más me gusta es tu orgullo—dice dándome un beso en la frente.

—Me odio, mi tonto orgullo y yo—digo enojada

—¿Cómo?—me dices no entendiendo de lo que te hablo

—Si no fuera por mi tonto orgullo, no te habrían chocado por mi culpa yo debí morir ese día en que cruzaste la maldita calle ¡¿Por qué no me dejaste dormir?!—le grito desesperada y pegándole en el pecho muy despacio mientras pequeñas lagrimas salían por mis ojos

—Porque si te pasaba algo yo no podría haber vivido sin ti, eres lo mas importante en mi vida—me dice abrazándome muy fuerte

—Y tu no entiendes que si ti yo no valgo nada, no soy nada—le digo llorando

 

Hola n.n aquí vengo con el tercer capi y ahora lo hice un poco mas largo :p espero que les guste

Capitulo 3:

—Ya no llores—me dice. Seco mis lágrimas y lo abrazo como si fuera el último, mientras me acariciabas el cabello— sabes, cuando salga de aquí, lo primero que vamos a hacer es irnos de viaje y después quien sabes—me dices para darme ánimos, lo cual funciona pero un poco.

—No—dijo—primero vas a descansar mientras yo termino con mi práctica, acuérdate de solo me queda un mes y después nos vamos de viaje—digo seria, porque sé que a él no le gusta descansar.

Me queda mirando y me dice— ¿lo prometes?—

Le sonrío y digo—prometido, solo si tú me prometes que vas a descansar después de tu operación—me mira y me dice—bueno prometido—

Después de unos minutos llega y dice—bueno señorita tendrá que acompañarme a la sala de espera— me bajo de la cama lentamente, comienzo a caminar hacia la salida, pero siento que me agarran la mano, doy la vuelta y lo veo me acerco— ¿Qué pasa? —digo

—Te vas y sin darme un beso—me dice

Le doy un beso de despedida y digo—el otro te lo doy a la vuelta—pero antes de comenzar a andar me toma de la mano, me tira cayendo sobre él, miro sus ojos verde y me dice

—El otro me lo das ahora—me dice con picardía, sin dejarme replicar sella mis labios con los suyos

—Eres un fresco—le digo cuando nos separamos. Me levanto y me voy sin antes decirle—nos vemos—

Salo de la habitación y veo a la enfermera esperándome—me alegro que haya venido señorita, si me permite decirle—

La quedo mirando media extrañada y digo—claro, pero… ¿Por qué? —

Bueno, porque el doctor se sentía muy solo y deprimido —dice mirándome

—Fue mi culpa—digo en un susurro

— ¿Disculpe señorita? — me dice

—Que fue mi culpa—digo casi gritándole—de que se sintiera así, yo no lo vine a ver, por mi tonto miedo y todo lo que le sucedió fue mi culpa, si yo no hubiera cruzado la calle él estaría bien yo y mi tonto orgullo—me quede callada un rato mirando el suelo—pusieron en riesgo su vida, jamás, pero jamás me voy a perdonar eso. Soy una tonta—digo llorando, ella se me acerca y me abraza, no opongo la menor resistencia, necesitaba desahogarme con alguien.

Me consuela por un rato y dice—mi niña, todo pasa por algo, no te eches la culpa, ahora lo que importa es que él está vivo— la miro y me separo—bueno ahora me voy, yo misma te voy a venir a avisar cuando el salga de la operación—

—Muchas gracias—digo sentándome en una silla que había y me deja sola. Miro la hora y son las 9 a.m. me paro, voy a comprarme algo para tomar y calmar un poco mis nervios, pero nada funcionaba. Me vuelvo a levantar y camino de un lado a otro, parecía león enjaulado y así estuve todo el rato de repente aparece la enfermera, paro de caminar y le quedo mirando
—La operación salió muy bien señorita, ahora está en su cuarto descansando y no despertará hasta en una hora más—me dice clamada

Doy un salto de alegría y el abrazo—up…yo lo siento mucho—

—No se preocupe señorita se nota que lo ama y él a usted—me dice viéndome de manera tierna

—Muchas gracias—le digo sonriendo y roja como tomate por el comentario

—Bueno ahora vamos, que la dejo fuera de su habitación—me dice

La sigo todo el rato en silencio, me deja fuera de tú habitación, entro muy despacio y me siento al lado de tu cama, sin antes haberte dado un beso en la frente. Veo la hora y son las 11 a.m me quedo profundamente dormida. Cuando me despierto vuelvo a ver la hora—son las 12, ¿tanto tiempo dormí? —digo en voz alta

—Al parecer estas muy cansada—escucho a alguien que me habla

Me muevo y lo veo mirándome, le sonrío me levanto, dejo mi mano sobre su cabeza— ¿Cómo te sientes? —le pregunto

—Un poco cansado, pero al parecer tú estás peor—me dice un poco divertido

—En este momento soy un manojo de nervios—le digo dándole un beso en la frente—y no tengo ganas de descargarme contigo, menso—

Se queda callado por mi comentario lo cual hace que sonría, me mira y dice—y ahora que me acuerdo, me debes un beso ¿te acuerdas? —

—Pues claro que sí, pero tú lo gastaste hace mucho rato—le digo

—Mmm…. Y dime ¿Qué se hace para conseguir otro? —

—A ver déjame pensar—digo tocando mi pera con un dedo—no lo sé—digo subiéndome a la camilla con mucho cuidado para quedar al lado de él—a ver, quizás…..quizás podría ser un abrazo por un beso—digo

— ¿Un abrazo por un beso? Me parece justo— me dice, mientras me abrazaba muy fuerte y yo a él—y ahora mi beso—dice, mientras sellaba sus labios con los míos, nos separamos por falta de aire—te amo—me dijiste y le siguiente me emociono—nunca me dejes—

—Nunca más te volveré a dejar, yo igual te amo—digo triste—y lo siento mucho—

—Lo sientes ¿Por? —me dice sin entender

—Bueno por todo, por haberte dejado solo, cuando más me necesitabas, yo no sabía qué hacer— le dije

—No te preocupes por eso, eso quedo en el pasado ahora todo lo que me importa es que estas aquí —dice abrazándome y acariciándome el cabello.

 

Capitulo 4:

Muchas gracias por sus comentarios y sus "Me gusta" n.n espero que les guste el siguiente capitulo, porque se me ha ido la inspiración en estos días :p pero aquí esta :D

El resto del día me la pase cuidando de él, al llegar la noche me quería quedar pero me convencieron de que me vaya a casa a dormir y les hice caso. Cuando llegue estaba tan cansada que tome una ducha, comí algo dulce, me lavé los dicentes y me acosté

—Qué grande es esta cama—

Me levanto, bajo al primer piso, abro la cocina— ¡Kaiser, vamos!—digo y aparece un perro Rottweiler, luego voy a el cuarto de lavandería y digo— ¡Bartolo, Sam, vamos! —y aparecen dos perros, el primero el Bartolo que es un Golden retriever seguido de Sam un Granadés
Comienzo a subir al segundo piso, entro a mi habitación y me acuesto, a mi lado izquierdo esta Sam, al derecho esta Bartolo y en mis pies esta Kaiser, apago la luz y me quedo profundamente dormida.

A la mañana siguiente me desperté a las 10 a.m, me levanté muy apresurada, me vestí y me fui dejando a los perros en sus respectivas habitaciones. Llegue al hospital y me comenzaron a regañar, solo tenía escucharlos y morderme el labio, para que no se me salga alguna palabra indebida. Luego de 10 minutos pude ir a trabajar, trabajé el resto del día sin parar y para compensar mi retraso me fui a las 10 de la noche. Salí del hospital, en una mano tenía un café y en la otra una barra de chocolate, me subí al auto y me fui al otro hospital. Estaba tan cansada, pero él me daba ánimos para seguir adelante. Cuando llegué me fui directo a tú habitación, ni siquiera hable con la enfermera, solo seguí mi camino, como caballo de carrera, llegué a la puerta de tú habitación, no toqué solo abrí la puerta despacio, pensando que estabas durmiendo, pero que tonta fui al pensar eso. Lo que vi no me gustó para nada estabas besándote con otra mujer, no supe qué hacer, por un momento me quedé congelada, hasta que volví en mi y cerré la puerta con fuerza y me fui corriendo. Al salir estaba lloviendo, me subí al auto y me fui con rumbo a casa.

Cuando llegué saque a los perros, me busqué una bolsa llena de chocolate para ahogar las penas en la comida, subí a mi habitación me cambie de ropa, me acosté y prendí la tele, los perros se echaron al lado mío y no supe en qué momento me quede dormida, veo la hora y son las 6 de la mañana , me levanté seguida de los perros, me duche, tome desayuno, los alimente y me cuando me estaba yendo comienza a sonar mi celular, veo el número y era él, le corte y me fui a trabajar.

En el interior me sentía muy mal, traicionada sintiendo que todas las palabras que me había dicho eran puras mentiras; pero por fuera tenía que aparentar que todo estaba bien, dar una sonrisa al mundo cuando en el interior estoy muriendo.

Luego tomé un descanso, miro mi teléfono y tengo 20 llamadas perdidas de él y pienso “no me importa que me llame, no le voy a contestar, me mintió”Después sigo trabajando hasta las 8 de la noche cuando me dicen que me vaya, que hoy he trabajado mucho, doy media vuelta y me voy pensando“ahora quieren que me baya, tontos y cuando lo que más necesito es distraerme” Saco las cosas de mi casillero y me voy a casa a hacer nada.

Así estuve durante todo un mes, en todo ese tiempo no lo fui a visitar, me dejo de llamar, emocionalmente no me sentía bien, pero tenía que seguir adelante aunque no lo quisiera tenía que enfrentarlo algún día. Puede que suene un poco frío de mi parte, pero él me traiciono.

Un día salí a comprar, porque aunque no me crean se me habían acabado las ganas de salir a comprar y la que compraba las cosas para la casa era las señora que contraté, como dije salí a comprar al mol, iba escuchando música y en cada mano llevaba al menos unas diez bolsas de ropa, cosméticos, zapatos y otras cosas. Y sin darme cuenta choqué con una persona

—Lo lamento, no la vi—me dijo

—No te preocupes, igual fue mi culpa, por ir pajareando—digo riéndome de mi.

Me queda mirando por un rato mientras me pasaba las bolsas

— ¿No te conozco? — dice

Lo miro bien, por algunos segundos y digo

— ¿Luck? —

—Tanto tiempo—me dice

— ¡Luck qué alegría verte! —grito dándole un abrazo—mucho tiempo, pero dime ¿Qué te trae por acá? —

—La verdad vine por algunos meses a descansar, pero dime ¿Cómo te ha ido? —

—Bastante bien se podría decir— digo me día triste

— ¿Qué pasa? —Pregunta preocupado y luego dice—no te ves del todo feliz—

—No, no es nada, pero mejor cuéntame de ti ¿sí? —digo poniendo una cara de perrito

Estuve el resto del día conversando, con Luck y por un momento me olvide de todo mis problemas y no sé cuando se me pasó el tiempo tan rápido, me levanté

—Bueno Luck, fue un placer volverte a ver—

—El placer fue todo mío, cariño—dice levantándose—pero, ¿Cuándo nos vamos a volver a ver?

—No lo había pensado, pero es una buena idea—

— ¿Qué tal el próximo sábado?, ¿Tienes algo que hacer? — me dice

—No, claro que no, mejor para mí ya que no tengo que trabajar ese día—

—Entonces el próximo sábado a medio día. Ahora deme tu número—

—Bueno—

Intercambiamos números y nos despedimos. Al llegar a casa vi que estaba la señora que había contratado hace dos meses atrás, para cuidar a los perros y para que me ayude en la casa
—Buenas noches Samanta, pensé que sé había ido—

—Oh!, buenas noches señorita, no la oí llegar—dice—la estaba esperando, para irme—

—Muchas gracias por esperar, pero ahora vamos que lo voy a dejar—digo tomando mi cartera

—No se preocupe, ya llamé a un taxi y me voy—

—Insisto, la voy a dejar, para mí no es problema—

—Y yo le digo que no, usted debe de estar muy cansada—

—Entonces permítame pagarle el taxi, por favor con eso me quedaría más tranquila—le digo

—Está bien—me dice rindiéndose

Saco de mi cartera la plata, se la pasó y en eso llega un taxi—con que ya lo había llamado—digo

—Se lo dije, señorita pero al parecer no me escucho—

—Al parecer, disculpa—

—Bueno señorita nos vemos el lunes, cuídese mucho—me dice saliendo de la casa

—Hasta el lunes Samanta y usted igual cuídese—


Me quedo parada en la puerta de la casa, viendo hasta que el taxi arranca y me entro. Llegan todos los perros corriendo les hago un cariño a todos y me voy a mi habitación seguida de ellos. Escucho que tocan el timbre, bajo pensando que era Samanta, abro y era……

Bueno hasta aquí les dejo, espero que les haya gustado xD!