Terra Nova Crónicas de Terra Nova [one shot]

Colección de relatos sobre la pareja: Lucas y Skye, cada uno de estos es independiente y no su historia no se relaciona en ningún sentido con los otros. Pueden ser desde AU o tener como base algún capítulo de la serie.
¿Por qué hago esto? Sencillo, desde el capítulo onceavo de Terra Nova, me enamoré por completo de la pareja.


Sobre sus labios

Debía ser algo reprobable que el licor ni siquiera haya acariciado sus labios y su mente ya estuviera repleta de pensamientos embriagadores, que se alejaban de toda realidad coherente y moral. Porque, mientras ella descendía por las escaleras que conducían al bar, no podía evitar recordar aquella vez que él sostuvo su rostro… Y sentía como si aquello fuera una traición a toda Terra Nova, ya que, mientras todos rogaban porque regresara el comandante Taylor, ella no podía quitarse la sensación cálida de las manos de su hijo.
Fue una agonía sentarse frente a él y tener los ojos verdes recorriéndola hasta sumergirse en su interior, para ya no volver a salir. Las preguntas que él hacía eran contestadas por Skye en automático, ya que gran parte de su concentración se había marchado en diferentes rumbos.
Entonces Lucas acarició su rostro y ella hizo una mueca, que todos fácilmente la interpretarían como una de rechazo, mas la sensación que quedó en su piel fue tan cálida y agradable que volvió a experimentar aquel sentimiento de traición. Sin embargo, consciente de que era observada por Josh, decidió insistirle a Lucas que la soltara. Al parecer, su intento por apartarse sólo sirvió para que él tomara su mano.
—Por favor, no…
Después, todo ocurrió mucho más rápido. Skye observó cómo Josh golpeaba a Lucas y lo tiraba al suelo. Y, lo curioso, es que ese golpe con el puño le había dolido también a ella. Por un momento, deseó gritarle a Josh que desistiera, pero sabía que esos sentimientos estaban bastante cercanos a la deslealtad.
Cuando todo dio un giro y observó como los soldados de Fénix sostenían a Josh para que fuera golpeado por Lucas, se horrorizó. Y, aunque le rogó al hijo de Taylor que lo dejara, su corazón no podía cambiar de parecer. Por más que la razón argumentaba en contra de la maldad que encerraba Lucas, la sensación de calidez se iba extendiendo desde su pecho hasta sus extremidades sin poder detenerse.
La culpa fue la que hizo correr y buscar a Shannon; después, todo se volvió oscuro y terminó en desgracia: encerraron tanto a padre como a hijo. Ahora se sentía más confusa que nunca, por un lado, todavía experimentaba cierto cariño por Josh, pero los sentimiento provocados por Lucas no podían evaporarse, por más que lo deseara.
Trató de sentarse en una de las camas del hospital y calmarse, sin embargo, Elisabeth Shannon, con la mirada de madre y esposa brillando de temor, se acercó a ella y la tomó de los hombros suavemente.
—Pídele que los perdone.
Skye la observó unos instantes, después bajó la mirada.
—No creo que él…
—Te escuchará, eres la única que puede hacerlo.
La joven quiso hacerla desistir de aquello, pero los ojos oscuros de la mujer la retenían; sabía que Elisabeth estaba desesperada.
—Vi lo que sucedió el primer día que tomaron Terra Nova; estoy segura de que lo hará por ti.
—Aún así, no creo que deje ir a los dos.
Elisabeth asintió.
—Josh primero; yo me encargaré de sacar a mi esposo.
Skye lo prometió, después de todo, ella también deseaba la liberación de su amigo y la doctora había sido especialmente amable con su madre, cuando la trajeron a Terra Nova.
No fue difícil encontrar a Lucas Taylor; había salido del bar y se había dirigido al puesto de donde se veía buena parte de Terra Nova, donde todos los habitantes estaban acostumbrados a ver a su padre. Skye subió apresuradamente, pero no logró entrar a la habitación, un soldado de la había impedido el paso, pero desde donde se encontraba había escuchado lo suficiente como para saber que Lucas tenía planeado torturarlos para sacarle información sobre Taylor al padre de Josh.
—Regresa, nadie tiene permitido pasar.
—Pero…
El soldado la interrumpió, repitiendo la orden, sólo que en esta ocasión con mucha más brusquedad. Afortunadamente, los ojos verdes de Lucas se encontraron con los de ella y dibujaron una sonrisa peligrosa en su rostro.
—Déjala, ya la esperaba.
Despidió al resto de los hombres y se reunió con ella afuera, en el barandal.
—De una vez te digo, Bucket, nada de lo que digas me convencerá para soltarlos; ellos me provocaron.
Skye, con el corazón estallándole en el pecho, se repitió que todo lo que planeaba hacer era sólo por liberar a Josh y no porque tuviera deseos de hacerlo.
Se giró hacia él y, poniéndose de puntillas, rodeó su cuello con firmeza, obligándolo a acercar su rostro. Notó como sus pupilas se dilataban y su rostro se contorsionaba en una mueca sorprendida; no pudo evitar esbozar una sonrisa.
Lo besó; sus labios se movieron lentamente, tratando de pedirle (sin palabras) misericordia para Josh. Lucas reaccionó pronto, unos de sus brazos le rodeó la cintura y la atrajo con fuerza hacia su cuerpo, y, con la mano que le quedaba libre, le sostuvo la cabeza.
—Tú ganas —soltó él, con la respiración irregular—. ¿Cuál de los dos?
—Josh.
Skye sentía que los ojos de Lucas la consumían y, aunque sabía que estaba mal, deseaba que él la siguiera besando. Por fortuna, él parecía desear lo mismo, porque volvió a inclinarse hacia ella, hasta que sus labios volvieron a rozarse. Sus dedos acomodaron, con mucha gentileza, uno de los rizos que había caído sobre su frente.
—Sin embargo, es un favor muy grande, por lo que requeriré un poco más para…
Lucas se interrumpió y la besó con mayor fuerza, provocando un movimiento violento acelerara el corazón de la joven. Y Skye se perdió unos instantes en sus labios, olvidándose de todo lo que los rodeaba, borrando la destrucción y el lamento silencioso que aún emanaba de su querida Terra Nova.