Long-fic de Inuyasha - Yo comence La Broma [Inu&Kago]

Hola a todas traigo la actualización de mi ff despues de bastante tiempo, pero aqui esta espero sea de su agrado es corto el capitulo pero espero lo disfruten.:p

Capitulo 120.-Sanando Heridas Del Pasado.​

Caminaron por ese grandísimo jardín en silencio se dirigieron al Kiosco que estaba ahí, al llegar él le dijo Kagome que se sentara y él se sentó a un lado de la joven.


— ¿Qué pasa Aome? Acaso ya te arrepentiste de tu compromiso con mi nieto.
—No, no señor Hisakawa como cree eso yo amo bastante a Inuyasha, el motivo de hablar con usted es solo para decirle que el y yo tomamos una decisión al estar ya casados y espero que no se moleste usted y los padres de él.


Yo hable con mi madre pero no estaba de acuerdo desde un principio por eso ahora me toca decirle que Inuyasha y yo queremos vivir solos hacer nuestra vida ya como una pareja.

El señor Hisakawa lo escucho sin interrumpir la plática de la chica de ojos color chocolate—Bien Aome si esa es su decisión por mi no hay ningún inconveniente entonces le diré a Sanae que vaya a la casa de campo y arregle las cosas allá pera que ustedes se instalen ahí que te parece.


—Gracias señor Hisakawa—respondió con una sonrisa.
— ¡Aome! Entonces Sanae se ira con ustedes si no hay ningún inconveniente.
—Por mi no hay ningún problema.


Cuando estaban platicando llego aquel chico de cabello plateado se acercó a ellos —Aome ahora que pasa. —El pregunto ya que vio a su prometida con su abuelo y le preocupo.

—No pasa nada Inuyasha —ella se levantó de donde estaba se acercó a él y lo tomo de la mano.
—Bien Inuyasha y Aome los dejo nos vemos luego—Él se retiro de ahí dejando a su nieto con su prometida.

Aquella muchacha se le dibujo una sonrisa en su rostro y esto no lo dejo pasar aquel chico de cabello plateado.


— ¿Qué sucede Aome?


Ella miro aquellos ojos color ámbar —No es nada amor todo esta bien, me alegra verte ya tenia mucho sin vernos con eso que estoy con lo del vestido y todo eso que se lleva mucho tiempo.

El abrazo a su prometida y luego la beso quien fue correspondido por ella, después de unos segundos se separaron él le dice a Aome.

—Aome que te parece si vamos a cenar esta noche.
—No puedo Inuyasha mañana tengo un examen y debo estudiar para pasarlo.
—Bueno que mas puedo hacer, entonces si aceptas comer conmigo verdad.
—Claro, vamos. —ambos entraron a la mansión en la sala se encontraba la abuela Hitomi junto con aquel niño de ojos verdes.

Aquel niño al ver su amiga ahí corrió hacia ella y la abrazo — ¡Aome! Me alegra verte ya tenia tiempo que quería platicar contigo.

—Yo también pequeño Shippo—dijo la joven con una sonrisa.
—Después de la comida platicamos tú y yo a solas sin que este, este torpe aquí—esto se lo dijo Shippo en voz baja.


Esto lo alcanzo escuchar Inuyasha y se molesto con el— ¿Qué dijiste chaparro condenado? — Él le iba a dar un coscorrón cuando aquel chico se escondió atrás de Aome.

Aome al ver esto se molesto con su novio — ¿Qué te pasa Inuyasha tu no debes golpear a Shippo?
— ¿Pero?
— ¿Pero? Nada torpe espero esta sea la ultimas ves hagas esto frente a mi—respondió Aome aun molesta y cruzándose de brazos.

Shippo quien aun estaba tras ella, miro a su primo y le hizo gestos —Pero Aome ese enano es el que comienza primero.

—Pues como sea.
— ¿Esta bien? —miro aquel niño con una mirada asesina sin que se diera cuenta su prometida.


La abuela al ver este alboroto por sus nietos sonrió—Vaya Inuyasha es hora que madurez parece un niño.

— ¡Abuelita Hitomi! —exclamó aquel joven de cabello plateado y sonrojándose a la vez.
Aome y Shippo se rieron de él, por lo que había dicho la abuela ya que eso era verdad— ¿Por qué? Se burlan tontos. —espetó sonrojándose.


En ese instante llegaron a los padres de Inuyasha saludaron a Aome, Shippo y a la abuela Hitomi e Inuyasha.

Todos pasaron a la sala a comer después de la comida Aome junto con Izayo y la abuela se quedaron solas para ultimar los detalles para la boda.

Mientras Inuyasha, su padre y Shippo fueron al jardín a platicar, mientras adentro de la mansión Izayo estaba haciendo la lista de los invitados.


— ¡Aome! Me comento Daisuke de la decisión de mi nieto y la tuya eso me parece algo precipitado para ambos aun no terminan la preparatoria además Inuyasha tendrá que conseguir un trabajo para mantenerse los tres.


En eso interrumpió Izayo a la abuela —Eso es cierto hija creo que es conveniente que tu y mi hijo vivan aquí mientras terminan la preparatoria y la universidad además eso también es el trato que los dos saquen su carrera que quieran ejercer.


—La entiendo señora Hisakawa, por eso no va a ver problema Inuyasha ya consiguió trabajo por medio tiempo en la semana y trabajando tiempo completo sábados y domingos.

La madre de Inuyasha y la abuela se sorprendieron por lo que les dijo Aome— ¿Qué dices hija?

—Asi como lo oye, pues él no se dio cuenta pero escuche la platica entre el y mi abuelo pidiéndole trabajo en el templo.
—Vaya me alegro por mi nieto, además si Inutaisho le daba trabajo el no aceptaría el tan obstinado en hacer sus cosas por si solo eso me alegra de Inuyasha y sé que el no aceptaría por ningún motivo nuestra ayuda.

—Si, abuela Hitomi tiene toda la razón él es así—respondió con una sonrisa aquella mujer de ojos negros.


En el Jardín estaban platicando Inuyasha y su padre le platico del trabajo que se había conseguido y que no descuidaría la escuela por ningún motivo, el cual su padre se alegró por la iniciativa de su hijo el menor.


—Pues me alegro por ti hijo pero ten siempre en cuenta que lo que necesites te apoyaremos en todo el hecho de que pronto te casaras no quiere decir que te dejáremos de ayudar.


Pero que te parece si me ayudas en la empresa los fines de semana es cuando tengo algo de trabajo en casa y solo trabajas en el templo de los Higurashi entre semana.
Aquel joven de ojos color ámbar miro a su padre y acepto sin ningún problema ya que eso iba hacer también de gran ayuda.


Le agradeció a su padre por ayudarlo y apoyarlo en todo y lo abrazo—Gracias padre.


El tiempo paso rápido solo faltaban dos días para la boda Aome e Inuyasha ya estaba todos los preparativos para ese gran evento que se realizaría en la gran mansión de los Hisakawa.

Aquella chica de ojos color chocolate estaba mas feliz que nunca al fin estaría al lado del chico que amaba.

Esta en su habitación hablando por teléfono con su mejor amiga de lo feliz que se sentía y que pronto estaría casada con Inuyasha.


—Al fin amiga serás la esposa de Inuyasha Hisakawa me alegra que al fin el amor venció todas las adversidades entre ustedes.
—Si amiga—En eso interrumpieron Aome su hermano el menor quien toco la puerta de la habitación de su hermana con alegría.


Aome se excuso con su amiga pero antes de colgar le dijo que no faltara el día de su boda que la quería ver ahí.


Sango le prometió a su amiga que ahí estaría y no se preocupara por eso, al colgar la muchacha de ojos de color chocolate abrió la puerta y miro a su hermano— ¿Qué sucede Souta?


—Hermana te buscan.
— ¿Quién Souta y hasta estas horas de la noche ya casi son las diez?
—Pues no se hermana así es mejor que vayas te están esperando.


Aome salió de su habitación con la curiosidad e intriga que quien la buscaba bajo los escalones y al ver quienes eran corrió hacia sus grandes amigos.


—Jason, Karen, Jenny, Cindy han venido todos—Ella los abrazo y lloro de la emoción.
—Nunca nos perderíamos la boda de nuestra mejor amiga—dijo aquel chico.
— ¡Jason!
—Me alegra amiga que al fin tu y el Joven Hisakawa arreglan sus diferencias—musito la chica de cabello rubio.
—Aunque la verdad amiga ese torpe no me convence aun—acotó en tono molesto aquel joven de cabello castaño.
— ¡Jason! ¿Qué cosas estas diciendo? —expresó la novia del aquel muchacho.
—Perdóname Aome pero no pudo aceptar la idea que ese chico te merezca.


La joven de ojos color chocolate sonrió con su amigo no se molesto en lo absoluto —No debes preocuparte Jason, Inuyasha es buena persona date tiempo de conocerlo y veras que es lo contrario a lo que dices.

Sus amigas miraron a Aome que habla con esa emoción y decisión la forma de expresarse ella realmente amaba a ese chico.

Jason la miro—Entonces lo amas de verdad amiga.

—Si.


Cindy miro a su novio, se levanto de donde estaba lo tomo de la mano— ¡Jason! Tranquilo Aome será feliz al lado de Inuyasha. —musitó con una leve sonrisa, y una mirada triste.

Karen y Jenny se quedan viendo ya que ellas sabían a la perfección que su amigo aunque estuviera con Cindy él no podía olvidar a Aome, se sorprendía en la forma que Cindy tomaba las cosas y ella iba hacer olvidar a Jason el amor que sentía por su amiga.

Aome miro a sus amigos no comprendía que pasaba — ¿Qué sucede amigos?
—Aome, Jason quiere platicar algo contigo a solas así que nos podría decir donde descansaremos.
—Si, claro.


La mamá y el abuelo llevaron a las chicas a sus habitaciones mientras Jason y ella se quedaron en la sala, ambos estaban en silencio ni uno no otro hablaba.

La chica de ojos color chocolate fue la que rompió ese silencio— ¿Qué pasa Jason?


Jason se paro de donde estaba y sin mirar a su amiga —Aome si te pidiera que no te casaras con Inuyasha yo me haría cargo de ti y del hijo que esperas, nos iríamos a Inglaterra —Esto lo dijo muy serio a su amiga.

La muchacha no podía creer lo que dijo su amigo ella sintió que no era broma él hablaba en serio, Aome se levanto y puso su mano en el hombro de su amigo.

—Amigo me halaga tu propuesta, pero la verdad yo amo a Inuyasha sobre todas las cosas, es mi razón de vivir y es mi mundo. Además como siempre yo te dije yo te estimo como un amigo o hermano.


Aquel chico sin pensarlo le rodaron lagrimas sobre sus mejillas de esto se dio cuentas Aome que sintió un nudo en la garganta la verdad no comprendía ¿Por qué? Su amigo no la olvidaba si el ya tenia a Cindy.

—Jason perdóname, pero yo amo alguien y tu amas a Cindy ella es una chica muy linda ¿Qué paso entre ustedes acaso ya no son novios?
—Aome la verdad yo amo a Cindy pero no como te amo a ti, cuando me entere que te casarías con el sentí como la sangre me hervía por dentro al saber que estarías en los brazos de ese chico.
— ¡Jason! No te entiendo yo pensé que amabas a Cindy esa impresión me dio cuando fui a Inglaterra.
—la verdad Aome no te puedo negar que ella es una chica muy linda, amable, gentil, cuando la conocí fue dos meses después de que tu dejaste el colegio yo estaba triste ella se acercó amablemente conmigo me vio devastado y triste no se porque razón me causo desde un principio mucha confianza le conté todo como me sentía que yo te amaba.

Pero ella sin ninguna condición ni nada ofreció ayudarme me dijo que ella me ayudaría a olvidarte, así que desde ese día empezamos a salir juntos la verdad me enamore de ella sin pensarlo y me jure a mi mismo sacarte de mi mente, corazón.

Cindy me hiso olvidarte pero cuando tu volviste a Inglaterra volví a sentir ese amor por ti, ella se dio cuenta y se sentía insegura al estar a mi lado, por eso…—Aome interrumpió a su amigo.

—Jason no cometas el mismo error que hizo Inuyasha conmigo lastimar a la persona que esta a tu lado además Cindy te ama demasiado olvídate de mi y se feliz con ella.

Aquel chico de cabello castaño miro hacia su amiga —Perdóname Aome, no quise abrumarte con esta confesión pero sabes con eso me quedo muy claro todo y esto me sirvió para aclarar mis sentimientos.

La verdad yo amo a Cindy y no sabría vivir sin ella, me doy cuenta que con mi actitud le he lastimado mucho.

Aome abrazo a su amigo —Asi que olvidemos esta conversación Jason y debes aclarar las cosas con Cindy.

Ellos no se habían dado cuenta que aquella joven de ojos verdes se había dado cuenta de la conversación de sus amigos.

Ella bajo corriendo los escalones y abrazo a su novio — ¡Jason! ¡Jason! Te amo nunca lo olvides.

—Perdóname Cindy jamás te volveré a lastimar. —aquel joven beso a su chica.
Aome al ver esto sonrió —Gracias Jason por ser como eres, deseo que seas feliz al lado de Cindy.

Cindy al ver Aome la abrazo—Gracias amiga por a verme ayudado en esto eres una chica grandiosa.

Esa noche para Aome fue inolvidable ayudo a sus amigos a reconciliarse eso le alegro mucho, Jason se disculpo con ella por las cosas que le había dicho.


Llego el día menos inesperado Aome estaba en su habitación arreglándose para su gran día su boda al lado de Inuyasha era la chica mas alegré del mundo estaba sumamente nerviosa entre sus amigas la estaba arreglando Sango, Karen, Jenny y Cindy.

Además tenia ganas de ver a Inuyasha ya que esos dos días se le habían hecho eternos no verlo.

En la mansión de los Hisakawa estaban ultimando los detalles ya que estaban arreglando el jardín para ese gran evento que se realizaría en la mansión.

Izayo al igual la abuela Hitomi en conjunto con la madre de Aome estaban supervisando que todo estuviera perfecto para la boda de sus hijos.

Sesshomaru estaba al pendiente que pusieran las cosas en su lugar donde se les indicaba, la abuela en la cocina con lo de la comida.

Los de la servidumbre de la mansión estaban alegres por la boda del joven Hisakawa en esa casa se sentía un ambiente de alegría y regocijó.

— ¡Sesshomaru! ¡Sesshomaru!
— ¿Qué sucede madre?
—Están todos preparados para esta tarde les dijiste a los muchachos que estuvieran aquí una hora antes.
—Tranquila mamá ya les dije y todo estará bien.
—Gracias hijo.


En la casa de Aome las chicas acabaron de arreglarla se puso su vestido blanco este era escotado sin tirantes, la cola del vestido era muy grande, su cabello se lo agarro todo dejando caer a los lados de su rostro des mechones de cabello.


Por ultimo Cindy le coloco la tiara donde iba sujetado el velo, se miro al espejo. — ¿Qué tal me veo amigas?

—Te ves muy linda amiga—dijeron en unisón las chicas.
En ese momento tocaron la puerta—Adelante —dijo aquella chica de ojos color chocolate.


Su madre quien ya había llegado de la mansión de los Hisakawa al ver a su hija vestida de novia — ¡Hija! Te ves hermosa.

En ese momento entro Souta, el abuelo y Jason quien al verla también se asombra, Aome se sonrojo por la forma en que la miraban.

Las chicas también se habían arreglado para la fiesta, en la mansión de los Nakagawa Kikio también ya estaba lista en la sala la estaba esperando Bankotsu, Kouga estaba listo para ir por Jenny a la casa de Aome, subió a su auto y se dirigió para allá.

Inuyasha se estaba arreglando pero estaba muy nervioso por lo de su boda su traje era color gris con un saco negro él se miraba muy bien, lo nervioso que estaba no podía ponerse la corbata en eso entro su madre y le ayudo.


—Tranquilo hijo. —ella le acomodaba el saco.
—Mamá del cajón de en medio del tocador me das la cajita de terciopelo que tengo ahí.
—Claro—ella busco y lo saco de ahí, ten Inuyasha.
—Madre este se lo daré a Aome porque sé que ella es la mujer indicada y es perfecto.
—Sé que le gustara hijo.

Shippo entro corriendo a la habitación — ¡Inuyasha! Inuyasha!
— ¿Que pasa enano porque entras así de esa manera?
—Pues te buscan y me dijo que te esperaba en el despacho.
—dime enano quien es.
—Lo siento no te lo puedo decir.
—Esta bien haya voy ahora vuelvo mamá.


El bajo los escalones llegando a la planta baja pero iba con la intriga quien lo buscaba y porque Shippo no le dijo de quien se trataba.


Inuyasha entro al despacho y se sorprendió al ver ahí ella— ¡Tu aquí!
La joven al escuchar la vos de aquel chico se voltea a verlo— ¡Inuyasha! Que guapo te ves, vengo a darte mis más sinceras felicitaciones por que hoy es el día más importante de tu vida —dijo con una leve sonrisa aquella chica de ojos azules.

— ¡Sakura! Nunca me imagine que eras tu, me da gusto verte y gracias por tus deseos.
— No, es nada Inuyasha , cuando vea también a Aome la felicitare. — Dijo la joven de ojos azueles con una sonrisa.
—Sé que se alegrara al verte Sakura, y a todo esto que ha pasado contigo cuéntame.
—Pues me ha ido bien, sabes ahora estoy saliendo con un chico maravilloso que me quiere mucho y yo lo estoy aprendiendo a querer con el tiempo ha conquistado mi corazón —dijo la muchacha con una gran sonrisa y un leve sonrojo.

—No, me digas que es Hidate —preguntó Inuyasha interesado en saber.
—Si, es el.
—Me alegro por ti.
—Gracias Inuyasha, así que te agradezco que vinieras a platicar conmigo nos vemos en un rato debes de terminar con tus cosas y yo esperare a mi novio que ya viene en camino.

Los dos salieron del despacho ella salió al jardín y el subió a su habitación, entro y miro a su mamá—Gracias madre.

—De que hablas hijo.
—Me da gusto que hayas invitado a Sakura e Hidate a mi boda.
—Pues eso de lo debes agradecer a tu futura esposa quien investigo por todas partes donde encontrarla, ella quería que estuviera en este gran día para ambos.
—Ya vez mamá Aome es una gran mujer.
—Si lo se, ella es perfecta para ti—ella abrazo a su hijo con todas sus fuerza y no pudo evitar llorar.
—Mamá no llores por favor—musitó aquel chico de ojos color ámbar al verla así.
—Perdóname hijo le prometí a tu padre que no lloraría pero, no puedo evitarlo.

continuara...

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Hola chicas les traigo el siguiente capítulo espero sea de su agrado disculpen la tardanza ya estamos al final de este historia este es el penúltimo antes del fin es un poco corto pero espero les guste.

Capitulo 121.- La Boda 1era parte.​

Aquel joven de cabello plateado se acerco a su madre y el abrazo, en ese instante fueron interrumpidos por el padre de aquel joven.

— ¡Izayo! ¡Hijo! Ya es hora los invitados están llegando vamos a recibirlos.
—Sí, padre vamos pues.

Los tres salieron de la habitación bajaron esos escalones que los dirigía a la planta baja de la mansión,
los de la servidumbre estaban a ambos lados del camino saludando al joven Inuyasha y felicitándolos por su boda; Sanae se acerco a él.

— ¡Joven Hisakawa! Le deseo toda la felicidad que usted se merece con la señorita Higurashi —dijo con felicidad Sanae.
—Gracias a todos, pero Sanae puedes hablarme por mi nombre tu me conoces desde hace años desde que era un bebe.
—Pero joven usted a partir de hoy será mi patrón y debo hablarle como tal.
—Bueno como tu patrón te ordeno que dejes las formalidades conmigo y me hables por mi nombre.
—Pero…—ella miro a los señores Hisakawa.
— ¡Sanae! Tú y los demás que trabajan con nosotros son parte de esta familia y siempre lo serán ya que ustedes han trabajado años aquí con nosotros y han visto a nuestros hijos crecer.
— ¡Señora Hisakawa! —expresó Sanae.
—Asi, que por favor Sanae acompáñame en este día tan especial para mí.
—Si, Inuyasha.

Se dirigieron al gran jardín de la mansión había ya gente reunida en frente del kiosco donde se iba celebrar la ceremonia a ambos lados de esta estaba las sillas de los invitados estas estaban adornada con un moño color rojo vino y varios ramos de flores de muchos colores.

Kikio quien estaba ya ahí junto con su familia y su novio felicitaron a Inuyasha, también estaban ahí los chicos de música.

El abuelo quien estaba con la abuela Hitomi se acercaron con su nieto muy contentos —Hijo todo está bien.
—Sí, abuelo solo estoy un poco nervioso.
—Es normal hijo—respondió el abuelo con una leve sonrisa.

En ese momento le hablan a Inuyasha el miro hacia donde le hablaron y se sorprendió al ver a sus amigos Miroku, Sango eso lo hizo muy feliz tener a sus grandes amigos en ese momento tan especial para él y Aome.

—¡Felicidades Inuyasha! —dijo Sango abrazando a su amigo.
—Gracias Sango.
Al igual Miroku le dio un abrazo y apretón de mano —En buena hora amigo te mereces ser feliz.
—Sí, se los agradezco.
—Inuyasha te tenemos una gran sorpresa.
—Una sorpresa para mí —respondió algo extrañado.
—Pues sí, ve adentro en la sala ahí está. —acotó Sango apuntando hacia adentro.

Aquel muchacho de cabello plateado se dirigió a la sala donde supuestamente estaba la sorpresa de sus amigos.
El entro y se sorprendió al ver ahí a los mejores amigos de la chica que iba a ser su esposa —Karen, Jenny, Cindy y Jason pensé que no iban asistir en este día tan especial para Aome y para mi además yo les agradezco que vinieron ya que la verdad yo a ustedes no les caigo…—en ese instante fue interrumpido por aquel chico de cabello castaño.

— ¡Inuyasha! Tu eres amigo también de nosotros así que olvidemos el pasado y comencemos de nuevo que te parece—dijo aquel chico extendiendo la mano.
— ¡Jason! —el acepto el saludo amablemente.

Al igual las chica se acercaron a él y lo saludaron y le desearon toda la felicidad del mundo al lado de su amiga, aquel chico de cabello plateado les agradeció nuevamente.

—Espero bestia que trates bien a Aome si no te las veras conmigo.
—Vaya lobo rabioso también estabas aquí—dijo Inuyasha al ver que el joven de ojos color celeste . —Para tu información torpe ella será muy feliz a mi lado.
—Pues eso espero, bestia.

En ese instante a ambos jóvenes les salió rayos de sus ojos, fueron interrumpidos en ese momento.

— ¡Inuyasha! Te habla papá—era aquel joven alto de cabello alvino y ojos dorados.

Karen al verlo corrió hacia el ya que ella no le había avisado que llego desde un día antes, aquel chico al verla la abrazo y se dieron un tierno beso.

— ¡Sesshomaru! Tenía tantas ganas de verte —dijo la joven con en leve sonrojo.
—Yo también Karen, ¿Por qué no me avisaste que llegase de antes?
—Perdóname quería darte la sorpresa.
—Está bien vamos al jardín ya están todos ahí, estamos esperando a Aome.

Todos se dirigieron al jardín ahí los padres de Inuyasha y abuelos recibieron a los amigos de su hijo y a la novia de su hijo el mayor.

Kagura al ver esta escena solo miro y guardo silencio al ver al muchacho que ella amaba con todo su ser al lado de aquella chica dejo escapar un suspiro hondo y profundo.
Kikio quien estaba a un lado de ella la miro y le pregunto que si, se encontraba bien.
La muchacha de ojos color rojo sonrió levemente a su prima —Si, Kikio a veces se gana o pierde pero esta vez me toco perder ni modo en el corazón no se manda.

— ¡Kagura!
—No, te preocupes estoy bien.

En ese momento llegaron la mamá de Aome y su hermano Souta, quien le dijeron a Inuyasha que ella estaba allá afuera con el abuelo.
Los invitados e Inuyasha estaban esperando la entrada de la joven al jardín, Aome afuera de la mansión estaba con el abuelo platicando ya que solo faltaban unos cuantos segundos para celebrarse su boda.

— ¡Lista hija!
—Sí, abuelo —contestó con una gran sonrisa en su rostro, pero no pudo evitar llorar.
— ¿Qué sucede Aome? —Expresó el abuelo al verla así— ¿No me digas que ya te arrepentiste?
—No, es eso abuelo lo que pasa que a partir de hoy ya no estaré con ustedes.
— ¡Hija! Tú siempre será bienvenida a casa y siempre será tu hogar el hecho de que te cases no signifique que te alejaras de nosotros.
—Abuelo gracias—Ella lo abrazo. —después de una pequeña platica Aome tome a su abuelo del hombro y camino con una gran sonrisa en su rostro.

La joven de ojos color chocolate estaba muy contenta ya que estaba a punto de casarse con el hombre que ama demasiado eso a ella la hacia la mujer más feliz del mundo ahora va camino al altar.

Los invitados y los familiares y amigos de la novia miraban hacia la puerta de la mansión donde la novia saldría de ahí para estar al lado del joven de ojos color ámbar.

Inuyasha esperaba con impaciencia la salida de su futura esposa, cuando Aome atravesó la puerta todos posaron las miradas en la joven novia, ya que lucía su hermoso vestido blanco.
En ese instante los chicos de música empezaron a tocar una linda canción mientras ella atravesaba el largo camino que la dirigía hacia el kiosco donde estaba el novio esperándola Aome se sorprendió ya que nunca se imagino que sus compañeros de música le tocaran el día de su boda.

Inuyasha al ver a Aome se sorprendió ya que se miraba muy hermosa — ¡Aome!

Los chicos cantaban esta canción mientras la novia se acercaba al altar.

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Tu Naciste Para Mi​

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Tan lindo que brilla el sol, así brilla tu mirar,​

La escultura de tu cuerpo es sin igual​

Tu boca huele a Jazmín, mi vida seria​

Sin ti como estrella sin su luz, me​

Haces falta como sangre al corazón,​

Mi ser depende de ti solo de ti.​

Aome mientras iba al altar tomada del brazo de su abuelo, recordó cuando conoció por primera vez aquel chico de ojos color ámbar desde que lo conoció la primera ves ella lo odiaba no le había simpatizado.
Pero nunca se imagino que a partir de ahora iba hacer su esposo para toda la vida estaría junto a su amado Inuyasha.

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Yo me visto con tu amor, eres tono de mi voz,​

El alma de mi corazón, mi fe, mi sol, mi libertad​

Yo soy jardín tu eres mi flor.​

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Tú naciste para mí, dios me ha regalado a ti,​

Eres buena y eres fiel, me diste lo que te pedí​

Yo fue el primero en ti​

Mujer.​

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No era la única que recordaba esos momentos también él cuando la conoció aquella vez en aeropuerto que por un accidente él la había tirado al piso aquella joven, esos ojos color chocolate lo habían cautivado desde la primera vez, el nunca se había imaginado que Aome la chica que el siempre llamaba tonta, mimada y de mas ahora iba ser su esposa con quien compartiría su vida; ese chico de cabello plateado sonrió levemente.

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Yo me visto con tu amor, eres tono de mi voz,​

El alma de mi corazón, mi fe, mi sol, mi libertad​

Yo soy jardín tu eres mi flor.​

​

Tú naciste para mí, dios me ha regalado a ti,​

Eres buena y eres fie, me diste lo que te pedí​

Y fue el primero en ti​

Mujer.​

Aome llego hasta el kiosco acompañada de su abuelo quien al final del camino estaba Inuyasha quien la esperaba con una gran sonrisa en su rostro, al llegar frente a su amado el tendió la mano para tomar la mano de su prometida, la joven sonrió levemente.


— ¡Aome! ¿Te ves hermosa?
— ¡Inuyasha! —esas palabra hizo que la muchacha se sonrojara.
— ¿Estas lista linda?
— ¿Si? Inuyasha.

Ella tomo del brazo a su futuro esposo y caminaron ambos hacia el kiosco donde estaba el padre esperándolos.
— ¡Daisuke! Mi nieto se ve tan feliz.
—Si, Hitomi.

Al igual los padres de Inuyasha estaban contentos por su hijo el menor— ¡Inutaisho! Estoy feliz por la boda de mi hijo pero…—Quedo por un momento en silencio y miro a su esposo —De solo pensar que el ya no estará con nosotros en casa—esto lo dijo con cierta tristeza y melancolía.

— ¡Izayo! El no se irá para siempre de nuestro lado, además acuérdate que prometimos no ponernos tristes al contrario debes estar feliz por él y su esposa.
—Tienes razón.

Al igual la mamá de Aome estaba triste y sobre sus mejillas rodaron lagrimas el abuelo y Souta la miraron.
— ¡Mamá! No debes estar así, si mi hermana te ve se pondrá triste, para ella este día es muy especial—espeto aquel chico de ojos color chocolate con una sonrisa a su madre.
— ¡Souta tiene razón, Zeika! Aome no debe vernos tristes yo también la extrañare pero ella ha encontrado su propio camino.
— ¡Papá! —Exclamó la madre de Aome y se seco las lágrimas—Esta bien.

Cuando estaban ambos jóvenes frente al padre —Buenas tardes a todos ustedes hoy nos hemos reunido para unir a esta pareja en santo matrimonio.

En eso interrumpió Inuyasha al padre—Disculpe padre me permite un momento antes de continuar con la boda.
Aome al igual los invitados se sorprendieron cuando aquel joven detuvo al padre para que no siguiera con la boda.
— ¡Ahora que pretende este torpe! —pensó para sí mismo Sesshomaru.

Aquel joven metió su mano en la bolsa del pantalón y saco aquella caja de terciopelo color azul marino.
—Aome antes de continuar con esto te quiero dar esto —el abrió la cajita, la joven se sorprendió al ver el contenido de este mismo, era un collar de brillante muy bonito tenía un corazón y en medio de este una piedra roja

— ¡Inuyasha! Es muy hermoso este collar.
—Sí, lo es mi abuelo se lo regalo a mi abuela cuando se casaron ahora ella me lo dio para que se lo diera a la chica que yo creyera que fuera la correcta para pasar el resto de mi vida y esa eres tú.
—Pero no puedo aceptarlo Inuyasha, además este collar es de tu abuelita y es muy valioso.
— ¡Aome! Acéptalo por favor—decía aquel joven de ojos color ámbar.
—Está bien—respondió la joven—él le puso el collar a su prometida.
—Bien padre puede continuar.
—Continuamos, hoy es un día especial para todos nosotros, nuestros corazones se regocijan porque celebramos la unión de Aome e Inuyasha.

Aome mira a su futuro esposo y sonríe lo toma de la mano, el padre continuaba con su palabras hacia aquella pareja—Ellos nos han demostrado que el amor triunfa sobre todas las adversidades de la vida, por eso hoy están aquí juntos para unirse en matrimonio.

—Señorita Aome Higurashi aceptas a Inuyasha Hisakawa como tu futuro esposo.
—Si Acepto.
—Joven Inuyasha aceptas a Aome Higurashi como tu futura esposa.
—Si acepto.
—Que el eterno padre les conservé unidos en el amor, que tengan en los hijos una bendición en los amigos un consuelo y el trato con toda una paz verdadera, lo que Dios acabo unir que el hombre no les separe, ¡Inuyasha! Puedes besar a la novia.

Aquel chico de cabello plateado mira a su esposa a los ojos —Aome te amo y siempre te amare—le dio un tierno beso que fue correspondido por ella.

—Al fin estaremos juntos por toda la vida mi querido y amado Inuyasha—pensaba para sí misma al momento que sus labios estaban unidos con su esposo

— ¿Qué romántico al fin Aome está con el chico que ama? —esto lo dijo aquella chica llamada Jenny y miro aquel joven que estaba a su lado y sonrió levemente con él.

Aquel chico al ver a su novia la tomo de la mano y también le sonrió, al igual Karen miro a su amado Sesshomaru quien estaba con los chicos de música, ella le sonrió y le dijo que lo amaba.
El también le dijo que la amaba, esto hizo que la chica se sonrojara, todos estaban contestos amigos y familiares por la unión de sus amigos.

Al terminar la boda los invitados aplauden a los recién casados, sus amigos se acercaron a felicitarlos les deseaban lo mejor y mucha felicidad.

Kikio se acerco junto con su novio— ¡Aome! ¡Inuyasha! Les deseo lo mejor del mundo y que sus vidas sean colmadas de bendiciones.

— ¡Kikio! —exclamó aquel chico de ojos color ámbar y abrazo a la joven—gracias por tus deseos.
Kikio también abraza a Aome y la felicita ella le agradece y Bankotsu también los saluda.

continuara...

Aqui les dejo dos imagen de la boda de Inuyasaha y Aome.



Aqui les dejo la canción Tu Naciste Para Mi, bueno dejo el Link porque la verdad no se si se pueda poner el video.

 

Hola chicas disculpen mi gran ausencia lo que pasa es que tenía mi computadora descompuesta :( y no había podido actulizar mis ff apenas me la entregaron y me pondre al corriente con los otros.

Pues pasado a lo siguiente el final de mi fanfic Yo comencé la broma espero sea de su agrado y les agradezco a todos por a ver seguido mi historia hasta el fin.
ya que en lo personal me dejo una gran satisfacción además porque Inuyasha ha sido y siempre será mi anime favorito.

Esto se los dedico a todas ustedes mis grandes lectoras que la verdad ustedes con sus cometarios me hicieron seguir adelante ;) y llegar hasta el final:)

Capitulo 122.- La Boda 2da. Parte.​

Después se acercan sus demás amigos para felicitarlos— ¡Aome! Lo que me pone triste es que ya no estudiaremos juntas—espetó con gran tristeza su mejor amiga.​

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— ¡Sango! ¿Qué cosas dices? Estudiare en casa pero te prometo que iremos juntas a la universidad, además nos seguiremos viendo puedes visitarme cuantas veces quieras.​

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Ambas jóvenes se abrazaron, en ese momento Jason le dice a Inuyasha que quiere hablar con él.​

Los dos jóvenes se alejan de sus amigos, Aome al verlos se preocupo—Ahora vuelvo no me gusta que estén solos Inuyasha y Jason son tan obstinados que pueden hacer un escándalo.​

​

Amiga tranquila todo estará bien creo que ellos tendrán muchas cosas de que hablar.​

—Pero Cindy.​

—Anda vamos con tu mamá. —reitero Sango.​

—Sí, vamos—la joven de cabello negro y ojos color chocolate no estaba de todo convencida que su esposo y su amigo Jason estuvieran solos ya que podrían volver a pelearse.​

​

Los jóvenes se habían alejado un poco del bullicio de la gente — ¡Inuyasha! ​

—Sí, que pasa Jason aun quieres pelear.​

—No, nada de eso solo que quería pedirte una disculpa por lo que paso aquella vez en Inglaterra.​

— ¡Ah! Era eso pues por mi eso está olvidado y quedo en el pasado así que si tú quieres podemos ser amigos. —Aquel chico de ojos color ámbar extendió su mano.​

—En serio Inuyasha —expresó ese chico de cabello castaño y acepto ser amigo de aquel chico. —estrechando la mano de aquel joven de cabello plateado.​

​

Mientras cerca de ahí, estaban platicando el joven de ojos color dorado y su novia.​

​

— ¡Sesshomaru! Tenía tantas ganas de verte y estar contigo estaba esperando este momento no sabes cuánto te he extrañado.​

—Karen yo igual —el tomo del mentón a la muchacha y la miro a los ojos y sonrió levemente. —Te amo.​

—Yo también—contestó la joven con un leve sonrojo, sin dejar de mirar esos ojos color dorado que le habían conquistado.​

​

​

Ella se sentía a gusto al lado de ese muchacho que a pesar que en ocasiones mostraba una mirada fría, pero la muchacha lo conocía bien solo era una apariencia pero en realidad en lo más profundo de ese joven era una persona maravillosa.​

​

— ¿Qué pasa linda?​

​

La muchacha se alzo de puntas y beso a su novio dándole un tierno beso que fue correspondido por ese chico de cabello plateado.; los muchachos no se dieron cuenta que eran observados por los padres del joven.​

​

—Inu, al parecer pronto tendremos otra boda.​

—Si, Izayo —contestó aquel hombre con una sonrisa y abrazando a su esposa.​

​

El abuelo quien estaba con su esposa sonrió al ver a sus nietos muy contentos al lado de las mujeres que ellos amaban. Y la felicidad en ellos también no cabía.​

​

— ¡Daisuke! ​

— ¿Qué sucede Hitomi?​

—Pues quiero que me prometas algo.​

—Que es mujer—dijo aquel hombre algo confundido.​

—Pues el único que quedara con nosotros es Shippo y te pido que cuando el crezca y se enamore de la mujer que el escoja la aceptes sin ninguna condición.​

— ¡Hitomi! Te lo Prometo, aunque…—quedo en silencio y miro hacia donde se encontraba el pequeño Shippo que estaba jugando con su mejor amigo Souta.​

— ¿Qué sucede Daisuke? —preguntó algo intrigada aquella mujer.​

—Pues ya soy demasiado viejo y creo que no veré cuando mi nieto crezca y sea todo un hombre.​

En eso fueron interrumpidos—Padre que cosas dices—dijo una voz conocida para aquel hombre quien miro hacia atrás al sentir que le pusieron la mano en el hombro confortándolo.​

—Inu no—expresó aquel hombre de avanzada edad.​

—No, hables así.​

—Señor Hisakawa usted es un hombre fuerte y sé que usted verá a Shippo crecer y que forme una familia—espetó Izayo con una sonrisa.​

— ¡Hija! Tienes razón yo conoceré a mis bisnietos —musitó con una sonrisa.​

Aome después de que platico con sus familiares se dirigió con los padres de su esposo y abuelos.​

— ¡Aome! Me alegra verte tan feliz y al lado de mi nieto.​

—Señor Hisakawa —expresó la joven de ojos color chocolate.​

—Asi, que les deseo lo mejor —dijo aquel hombre con una sonrisa en su rostro. —El abuelo de Inuyasha abrazo a la joven.​

​

Al igual Izayo y el padre del le desearon lo mejor a ella y que le deseaban lo mejor.​

​

—Gracias señora Izayo y señor Hisakawa.​

En ese momento llego Inuyasha y tomo a su esposa de la mano interrumpiendo la conversación de — ¿Qué sucede mamá y papá?​

—Nada hijo solo que nos alegra que al fin estas al lado de la mujer que amas y que su felicidad sea para siempre. —Contestó la madre de aquel joven de ojos color ámbar.​

—Pues gracias por sus deseos—el sonrió mirando a su padre y madre.​

— ¡Inuyasha! ​

—Sí, abuelo.​

—Cuídala ella es una mujer maravillosa, el amor de ustedes es más fuerte que cualquier cosa y han superado cualquier adversidad y yo he aprendido que el amor no se compra con nada del mundo eso me han enseñado ustedes y la verdad me arrepiento de todo lo que les hice pasar—esto lo dijo aquel hombre de avanzada edad en tono de tristeza.​

​

Aquel joven de cabello plateado miro a su abuelo y se acerco a él y lo abrazo—Abuelo no tienes porque disculparte todo esto está olvidado además con todo lo que paso entre Aome y yo me hizo comprender cuanto la amaba y reforzó mas nuestro amor.​

​

— ¡Inuyasha! —expresó aquel hombre.​

​

Aome se acerco también a él y lo tomo de la mano —Señor Hisakawa olvide lo que paso hay que vivir este momento y olvidar el pasado.​

​

—Gracias hijos, espero cuando nazca el nuevo miembro de los Hisakawa lo traigan aquí con nosotros a la mansión.​

— Claro abuelo—respondió Inuyasha con una sonrisa. —Después de tuvieron una larga conversación con sus padres y abuelos, Inuyasha tomo de la mano a su esposa —Ven Aome.​

—A donde vamos.​

​

Los dos llegaron al establo, Inuyasha saco a Ren y subió a su esposa y luego él.​

​

—Vámonos a nuestro nuevo hogar.​

—Pero Inuyasha no podemos dejar a nuestros invitados sería muy descortés de nuestra parte.​

—Ellos lo entenderán linda —los dos se dirigieron a su nuevo hogar al llegar el bajo primero y cargo a su esposa, a llegar a la puerta el saco las llaves de su pantalón no podía abrir la puerta al ver esto Aome se rio de él.​

— ¿Que tonto eres?, a ver deja yo abro la puerta.​

— Qué dices tonta crees que no soy capaz de abrir esta puerta contigo.​

—Pues la verdad no, pero deja yo la abro sí.​

—Está bien.​

​

Al abrir a la cabaña el entro con su esposa en brazos y se dirigieron a la habitación la poso delicadamente sobre la cama y sin dejar de mirlarla.​

​

—Aome a partir de ahora este será nuestro hogar donde compartiremos el resto de nuestras vida al lados de nuestros hijos.​

— ¡Nuestros hijos! —exclamó la muchacha.​

—Claro preciosa, pues la verdad quiero tener minino cinco hijos.​

— ¿Qué? ¿Estás loco? —expresó Aome sonrojándose. ​

—A caso tú no quieres tener más hijos a parte de Mitsuki o Koichi.​

— ¿Cómo Mitsuki o Koichi?​

—Sí, amor bueno si estás de acuerdo si es niña le pondremos Mitsuki, pero si es varón le pondremos Koichi—acotó el con una sonrisa hacia su esposa.​

​

Aome miro hacia otro lado sin mirar a Inuyasha —Claro que me gustan los nombres, pero eso de tener cincos hijos después lo veremos amor además quiero seguir estudiando y sacar mi carrera.​

​

El se sentó a un lado de ella y la abrazo por detrás atrayéndola hacia él y le dice al oído —Bien no se hable más del asunto entonces esperare por mí no hay ningún inconveniente.​

​

— ¡Inuyasha! —Expresó sonrojándose la muchacha de ojos color chocolate—ella se giro hacia él y lo beso.​

​

Esa noche para la joven pareja fue muy especial de ahora en adelante compartirían el resto de su vida juntos.​

Después de unos segundos se separaron para tomar aire la chica de ojos color chocolate miro nuevamente a su esposo a los ojos y le acaricio la mejilla y sonrió levemente, esto hizo que él se sonrojara.​

​

— ¡Ao…me! — expresó Inuyasha mirando a su esposa.​

—Inuyasha ahora que estamos juntos quiero decirte que cuando estoy a tu lado se detiene el tiempo y te pido que jamás me dejes de amar ¿Por qué sinceramente yo ya no podría vivir sin ti eres todo para mí?​

​

Aquel chico al escuchar a su amada esposa la tomo de la mano y sin dejar de mirar esos ojos encantadores que lo habían cautivado desde la primera vez que la vio.​

​

— ¿Qué cosas dices amor? Yo siempre te amare por el resto de mi vida y hasta la eternidad, contigo aprendí amar, tú me hiciste cambiar ya que era un chico bastante pedante y grosero.​

—Pero yo te amo tal y como eres Inuyasha.​

— ¡Aome! ​

​

Los dos se fundieron con un tierno beso nuevamente, esa noche para ellos fue maravillosa ​

​

—Te amare por siempre mi linda y amado Aome.​

—Yo también te amare hasta la eternidad.​

 

Comenzando una nueva vida a tu lado​

capítulo final.​

Han pasado cinco años el amor de Aome e Inuyasha fue creciendo su amor era incondicional su hogar se respiraba un ambiente de serenidad y armonía.​

​

Ambos habían terminado sus carreras, y se habían acomodado en la empresa de los padres de Inuyasha no solamente eran pareja exitosa si no dé tras de ellos había tres lindos hijos que amaban eran su adoración de los dos.​

​

Por consiguiente Inuyasha tuvo que ampliar más su hogar con la llegada de sus hijos, el era un padre adorable, el disfrutaba cada momento con ellos.​

​

Aunque a veces los niños los fines de semana no lo dejaban casi descansar los niños era una mañana de sábado había amanecido un lindo día estaba soleado, Aome se levanto muy temprano a preparar el desayuno, miro a su esposo que dormía placenteramente se acerco a él y le dio un beso en la frente.​

​

—Anda Inuyasha levántate ayúdame a preparar el desayuno ya no tardaran en levantarse los pequeños y ya ves como son. —ella lo descobijo.​

—Por favor Aome déjame descansar un rato mas, si—dijo aquel chico de ojos color ámbar aun somnoliento y cubriéndose con las sabanas nuevamente.​

—Vaya Inuyasha de verdad que eres un perezoso pero después no vengas a mí que te ayude con ellos así, que en cuanto esté el desayuno te hablo.—Ella tenía días haciendo las labores del hogar porque Sanae estaba de vacaciones. ​

​

Ella bajo al segundo piso por los lugares que pasaba recogía los juguetes de sus niños.​

​

Mientras tanto en la habitación de Inuyasha entro Mitsuki y empezó a mover a su padre y le hablaba.​

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— ¡Papá! ¡Papá! Despierta prometiste que hoy nos llevarías al parque a mí y mis hermanitos.​

​

Inuyasha se destapo y miro a su primogénita se sentó en la cama y al cargo —claro que si los vamos a llevar tu madre y yo mi linda princesita.​

​

La niña de ojos color ámbar y cabello negro y largo hasta la cintura miro a su padre y lo abrazo con pequeñas brazos —Te quiero mucho papá.​

—Yo también.​

​

En eso llegaron los gemelos gritando y se subieron a la cama y empezaron a jalonear a su padre uno del cabello y otro del brazo peleándose por él.​

​

—Vamos padre juega conmigo dijo el niño que halaba del cabello a su padre.​

Mientras el otro del brazo—No Koichi el jugara conmigo nada mas—espetó el otro gemelo llamado Kichiro.​

​

Inuyasha solo sentía como lo halaban de cabello y el otro del brazo y discutiendo como siempre lo hacían ese par de diablillos.​

—Suéltalo el es mi papi nada más —decía Kichiro.​

—No es mío—reiteraba Koichi.​

​

El padre de ambos chicos les decía que se tranquilizaran que iba a jugar con los tres.​

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Aome quien estaba preparando el desayuno empezó a contar—1, 2, 3,…. Hasta antes de llegar a cinco escucho el grito de su esposo pidiéndole ayuda ya que con los tres niños peleándose por el no podía con ellos.​

​

—Pues te aguantas amor te lo dije pero no me hiciste caso—ella grito desde el primer piso y sonriendo.​

​

— ¿Por qué a mí me tiene que pasar esto? Que he hecho para merecer esto.​

​

Pero el controlo la situación empezó a jugar con sus tres lindos hijos los cuatro sonreían ya que él les hacia cosquillas.​

​

Aome subió avisarle que ya estaba el desayuno y miro a sus hijos y su esposo jugando se recargo en el filo de la puerta lo miro como se divertían ella se decía en esos momento —Al parecer ahora tengo cuatro niños y sonrió levemente.​

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Los niños al ver a su madre ahí corrieron hacia ella, — mami ya está el desayuno—preguntó Mitsuki.​

​

—Sí, vaya ya está servido ahora mismo vamos tu padre y yo.​

​

Los tres niños bajaron dejando solos en la habitación a sus padres, Aome aun sin moverse de la puerta miro a su esposo que se dejo caer de nuevamente en la cama.​

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—Aome, estos niños me cansan mucho quieren que todo el día juegue con ellos.​

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Ella se acerco a él y se sentó a un lado y dejo escapar un suspiro hondo y profundo—Pues así son nuestros hijos Inuyasha son muy hiperactivos.​

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El se sentó y abrazo a su esposa por la cintura y le dijo al oído —Sabes Aome la verdad creo que con estos tres niños son suficiente.​

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—Pues no dijiste que quería mínimo cinco —dijo la chica de ojos color chocolate con una leve sonrisa.​

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—Ya no amor con ellos hasta parece que tengo el doble.​

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Aome sonrió a carcajada abierta y su esposo la miro — ¿Qué pasa dije algo gracioso? ​

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—No, amor solo que recordé cuando Sango se caso con Miroku y ahora que tienen también tres niños él dijo exactamente lo mismo.​

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El giro a su esposa hacia él y la miro a los ojos —bueno linda llevaremos a los niños al parque y le encargamos a mamá los niños tu y yo pasaremos la tarde juntos que te parece.​

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Ella sonrió a su esposo apenas se iban a besar cuando subieron nuevamente los niños interrumpiendo el momento romántico de sus padres.​

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— ¡Que no van ir a desayunar! —preguntó Koichi aquel niño de cabello plateado y ojos color ámbar.​

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Bajaron todos a desayunar y después fueron al parque ese día se la pasaron de maravilla juntos a sus retoños ya pasada las tres de la tarde fueron a la mansión de sus padres.​

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Al llegar fueron recibidos por la abuela y el abuelo al ver a los niños se puso contento, al igual Izayo e Inu ya que los adoraban.​

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Shippo siempre se alegraba de ver Aome, los gemelos y Mitsuki también los quería bastante.​

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—Hola enano ya me entere que te vas ir a estudiar a Inglaterra al colegio Chastwood.​

—Si, Inuyasha y ya no soy ningún enano tengo catorce años.​

—Sí, si lo que tú digas enano para mí siempre lo serás —el toco la cabeza de Shippo y lo despeino.​

— ¡Inuyasha deja a Shippo! —espetó Aome.​

—Aome así que dentro de tres días Souta y yo nos vamos al colegio donde tu estudiaste en Inglaterra además cuando no podamos venir acá, mi primo Sesshomaru y Karen nos ofrecieron vivir en su casa.​

— ¿Qué bien? —Exclamó Aome —tengo ganas de ver a mi amiga y mis sobrinos.​

—Pues hablando de eso Aome mira Sesshomaru nos mando fotografías de sus dos hijos — era una niña de ojos color azul y cabello plateado y el niño de cabello plateado ojos dorados como su padre.​

—Son tan hermosos —exclamó la muchacha de ojos color chocolate.​

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En eso interrumpió Inuyasha —madre te podemos dejar a los niño este día mañana lo recogeré.​

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—Claro hijo por nosotros no hay ningún problema.​

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Dejaron a los niños con la madre de Inuyasha iban en camino a su hogar y ella iba algo distraída de esto se dio cuenta aquel chico de ojos color ámbar.​

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— ¿Qué sucede linda?​

—Inuyasha tengo algo que decirte.​

—Sí, dime.​

—Pues… —quedo un momento en silencio —cuando sonó el móvil de ella y lo contestó.​

—si diga.​

—Aome Como estas amiga​

— ¡Cindy! Bien y tu.​

—También solo te llamo para saludarte y avisarte que pronto tendré mi segundo hijo y Jason está muy contento.​

—Te felicito amiga y me saludas a Jason.​

—Le daré tus saludos se que se alegrara.​

—También salúdame a Inuyasha de mi parte y Sango, Miroku, Kouga y Jenny.​

—sí, le daré tus saludos Amiga.​

Al colgar su móvil — ¿Qué pasa Aome?​

—Era Cindy te manda saludos a demás pronto tendrá su segundo hijo.​

—Me alegra de seguro Jason ha de estar muy contento.​

—pues si—respondió ella.​

—Que me ibas a decir amor.​

—No, no olvídalo si.​

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Llegaron a casa Inuyasha le dice a su esposa que se arregle que irán a cenar a un restaurante.​

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Ella se alegra va y se arregla ya que la verdad desde que tuvieron sus hijos ya no tenían un tiempo a solas y necesitaban estarlo, Aome se puso un vestido color cremita ajustado marcando aun su acentuada figura a pesar de sus tres embarazos se cuidaba muy bien, era corto y escotado se puso una zapatillas no muy altas, su cabello se lo recogió todo dejando a los lados de su rostro mechones de su cabello.​

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Cuando entro a la habitación al ver a su mujer vestida así se sorprendió al verla.​

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Aome se sonrojo al ver como la miraba— ¿Qué pasa porque me miras así?​

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—Sigues igual de bella que siempre.​

— ¿Qué cosas dices?​

—Es verdad amor—se acerco a ella y la beso tiernamente.​

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Ambos salieron al restáurate llegaron, Aome se sorprendió ya que la mesa donde fueron llevados había una velas y adornado con rosas rojas.​

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— ¡Inuyasha! Tú hiciste esto.​

—Sí, amor te gusto.​

—Claro esto es muy romántico.​

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Los dos se divirtieron esa noche reían y recordaron aquellos tiempos, Inuyasha miraba a su esposa para él, el tiempo no pasaba el mas y mas la amaba con todas sus fuerzas él no se imagina vivir sin ella y sus tres grandes tesoros.​

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Fue una velada muy entretenida para los dos después de la media noche decidieron retirarse del lugar ya que tenían que madrugar mañana para recoger a sus hijos.​

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Salieron del restaurante cuando se tomaron con una pareja conocida para ambos.​

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—Kikio eres tu—exclamó aquel chico de ojos color ámbar.​

—Inuyasha, Aome como han estado—preguntó aquella mujer de ojos color chocolate con una sonrisa.​

—Bien Kikio ya veo que te ha ido muy bien verdad —el miro a Bankotsu y lo saludo también.​

—Pues si no me puedo quejar soy la mujer más feliz del mundo al lado del hombre que amo —ella miro a su esposo y lo tomo de la mano.​

—Nos alegra por ti—musitó Aome.​

—Yo también los felicito ambos ya me entere que tienes tres lindos niños.​

—Sí y muy adorables. —acotó aquella chica de ojos color chocolate.​

— Y tu Kikio cuántos hijos tienes—preguntó Inuyasha.​

—Dos una niña de tres años y el niño de cuatro años—contestó ella con una gran sonrisa en su rostro.​

— ¿Qué bien Kikio? Y sinceramente me alegra a verte visto— después de una corta platica con ella se despidieron, camino a casa Inuyasha y Aome iban en silencio, al entra a casa.​

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Ella dejo su abrigo en el sillón y camino hacia el gran ventanal que daba al jardín y sumergida en sus pensamientos miraba aquel cielo oscuro y la luna a media luz.​

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Inuyasha al dejar las llaves del carro sobre la mesita que tenía ahí, aflojo la corbata y miro a su esposa distraída se acerco a ella y la tomo de la cintura acercándosela más a su cuerpo.​

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— ¡Aome! ¿Qué pasa contigo? Te he visto algo extraña acaso ya no eres feliz conmigo—esto último lo dijo serio aquel chico de cabello plateado.​

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Ella al verlo serio —No, no es eso amor lo que pasa que estoy embarazada y tú me acabas de decir hoy en la mañana que ya no quieres más niños que ya tenemos con los gemelos y Mitsuki. —Le contestó con cierta tristeza.​

​

— ¿Qué dices Aome? — El la voltea hacia él y la carga —Es la noticia más hermosa que me has dado esta noche amor, ese bebe será bienvenido y cada bebe que venga será como si fuera siempre el primero, Inuyasha la besaba por todo el rostro.​

​

—Tranquilo amor, me haces la mujer más feliz del mundo por eso te amo. —se fundieron en un tierno beso.​

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Pasaron nueve meses llego el día esperado para la familia Hisakawa, Aome estaba en la sala de un hospital en trabajo de parto.​

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Mientras en la sala de espera estaba Inuyasha nervioso y preocupado por su esposa, caminaba de un lugar para otro, familiares de él y de su esposa estaban también ​

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—Tranquilo Inuyasha todo estará bien—dijo la madre de Aome.​

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—Señora Zeika—a pesar de que era su cuarto hijo siempre sentía ese nerviosismo de cómo si fuera el primero.​

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En la sala Aome al fin tuvo a su bebe el doctor que la atendió —felicidades señora Hisakawa tuvo un hermosa niña él se la acerco y le dio al bebe para que lo cargara ella la abrazo y lloro al verla— ¿Eres tan hermosa? Te llamaras Etsuko.​

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Salió el doctor a darles la noticia, el chico de ojos color ámbar al verlo se acerco— Doctor Endo ¿Como esta mi esposa?​

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—Tranquilícese señor Hisakawa.​

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Todos se acercaron con Inuyasha y al doctor—Bien señor Hisakawa lo felicito su esposa tuvo una hermosa niña.​

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— ¡Una niña! —expresó aquel chico de ojos color ámbar con una gran sonrisa en su rostro.​

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—Doctor podemos pasar a verla —preguntó Zeika.​

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—Claro señora Higurashi, además ahora mismo la están llevando a la habitación #7, con permiso y felicidades nuevamente señor Hisakawa.​

​

—Gracias doctor. —se retiro el doctor, cuando iban para la habitación llegaron sus amigos Sango, Miroku, Kouga y Jenny ​

— ¡Inuyasha! ¿Qué paso? ¡Aome! —preguntó la chica de cabello castaño.​

—Pues está en la habitación #7 pues ahora vamos para allá a verla.​

— ¿Qué tuvo amigo? —dijo Miroku.​

—Una niña.​

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Llegaron a la habitación entraron primero Inuyasha junto con Sango, Miroku, Kouga y Jenny ​

​

Inuyasha al ver a su esposa se acerco a ella y le dio un beso en la frente miro a su pequeña; la tomo entre sus brazos.​

—Están hermosa se parece a ti.​

—Qué bueno que no se parece a ti bestia—musitó Kouga al acercarse al ver a la bebe.​

— ¿Qué acabas de decir lobo rabioso?​

​

En eso Aome miro a su esposo y su amigo discutiendo como siempre —No puede ser siempre tienen que discutir por algo.​

​

— ¡Inuyasha! Tranquilízate no debes armar escándalo aquí en el hospital—exclamó aquel joven de cabello negro y sujetado con un coleta.​

​

Sango le quito la bebe a su amigo mientras discutían, al verla se sorprendió ya que era una bebe bastante bonita, se parecía a su amiga era de cabello negro y ojos color chocolate.​

​

Para Aome fue el día más feliz de su vida al estar al lado de sus seres queridos y lo importante para ella sus cuatro hijos y estar junto a su amado esposo.​

El se acerco a ella y la beso en los labios no le importo que estuvieran sus familiares—Te amo.​

​

—También yo igual mí amado Inuyasha.​

​

Y así vivieron felices para siempre, la felicidad y el amor no se compra ni con todo el dinero del mundo.​

​

​

FIN​