Luna de Papel

Un Viaje Inesperado​

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Fin de semana, el sol brillaba y mi rostro iluminaba alegría por todos lados, por fin había llegado el día que tanto había esperado.

Lo siento olvide presentarme me llamo Jake y tengo 12 años, vivo en un apartamento en un pequeño pueblo muy lejano de la ciudad con mi padre y mi madre.

Cuando desperté eran las 8 de la mañana, a causa de mi gran emoción salí rápidamente a empacar mis cosas, para el viaje de verano que mis padres habían prometido. A inicios del año escolar ellos prometieron llevarme a un lugar “secreto” si obtenía buenas calificaciones, y evidentemente las obtuve así que me informaron que el viaje seria hacia el nuevo parque de diversiones que quedaba del otro lado del país. En menos de una hora empaque mis cosas, dada a que mi emoción era tan evidente mi papa decidió en ese momento, siendo ya las diez de la mañana empezamos el viaje.

Luego de tres horas de viaje me quede sumamente dormido, ya que por la emoción no pude dormir en toda la noche, durante el viaje profundamente soñaba con llegar a ese lugar e imaginaba todo tipo de cosas locas que podían pasar estando allí, fue un sueño del cual no quisiera nunca despertar, pero hay que ser realistas no todo es como en los sueños, y tarde o temprano tienes que volver a la realidad.

Logre despertar luego de un tiempo y lo único que visualice fue un paisaje lleno de arboles, sabía exactamente que después de atravesar la montaña que nos rodeaba llegaríamos a Norwill, una ciudad muy turística la cual sería nuestro primer descanso. Todo iba bien era sumamente feliz y mis padres también lo eran, lástima que solo fuera a durar unos segundos más.

Recuerdo con claridad cómo fue que ocurrió todo, faltaban menos de 15 minutos para que llegáramos a Norwill, recuerdo que todo iba bien, hasta que de repente vimos con un tráiler totalmente descontrolado que amenazaba con nuestra vida, en ese instante pensé que moriría, que todos mis sueños y mis metas se desvanecerían con mi recuerdo; lo único que pude hacer en ese momento fue gritar y cerrar mis ojos con fuerza deseando que todo esto simplemente fuera un sueño del cual no despertaba o más bien una pesadilla que se había vuelto realidad.

En un instante desperté en un extraño lugar que al parecer era un hospital, en ese instante pude darme cuenta que realmente estaba vivo y lo único que sentía era un dolor punzante en mi brazo derecho al parecer no tenía ningún otro daño, al darme cuenta de eso reí fuertemente porque antes de que todo pasará estaba muy asustado, y aun no sé como logre sobrevivir a tal accidente. Lo que me aterraba era que estaba solo en la habitación, esperaba ver a una enfermera cuidándome pero al parecer se había ido de la habitación hace un segundo, en ese momento escuche voces que provenían del pasillo, por lo que decidí levantarme y ver que sucedía; al salir pude ver como dos enfermeras charlaban sobre una persona que parecía estar muy grave y a punto de morir, lo cual provoco que me asustará y revelará mi presencia en ese lugar, en ese instante las enfermeras corrieron detrás de mí, era obvio que debía de estar en reposo ya que había vivido un accidente que casi me cuesta la vida; luego de unos minutos logre despistarlas, lo que realmente me sorprendió fue que no vi a nadie más durante mi pequeña travesía, ¿no se supone que un hospital está lleno de doctores, enfermeras y todo eso?, bueno realmente no estoy seguro porque nunca he estado en uno.

Luego de recorrer por muchos lugares llegue a un pasillo, en donde había una multitud de personas con batas blancas, fue ahí donde me pude dar cuenta que la habitación 241 albergaba a la persona de la cual había escuchado hablar por las dos enfermeras de quienes me escape; estando ahí pude observar como los doctores decían que era posible que ambos murieran, lo cual me sorprendió mucho creí era solo una persona la que estaba realmente grave pero al parecer eran dos. Al analizar lo que los doctores dijeron provoco que mi corazón empezara a latir rápidamente y a que mi cabeza empezara a razonar e imaginar cosas, no podía ser real me temía lo peor; por tratar de escaparme de las enfermeras, la emoción de tal persecución se me subió a la cabeza y olvide que mis padres también sufrieron el accidente y que lo más posible es que estuvieran en esa habitación, necesitaba calmar mis nervios y eso solo lo podría lograr si veía el rostro de las personas que estaban dentro de la habitación.

Lentamente empecé a caminar en dirección a la habitación, tambaleándome poco a poco mi visión se volvía cada vez más pesada, y no era solo mi visión mi cuerpo temblaba como un indigente que se congelaba en una carretera; con cada paso más que daba mi respiración se multiplicaba, antes de darme cuenta estaba frente a esa habitación y lo que logre observar hizo que casi me desmallara, había sangre, sangre por todos lados, lo peor fue ver el rostro de las dos personas totalmente desfallecidas, y por más que los doctores trataban no lograban estabilizarlos, luego de unos segundos charlaron entre sí diciendo que habían perdido mucha sangre y debido a su situación no podían hacer nada mas por ellos. No podía ser cierto, era esto algún sueño, porque simplemente no pude creer que esos rostros fueran los de mis padres.

 

Una terrible realidad​

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Un grito desgarrador desde lo más profundo de mi corazón logro romper con el silencio que habitaba en aquel lugar, lo único que pude hacer fue llorar y gritar como un bebé; mi corazón estaba lleno de dolor, mi cabeza de preguntas y mis ojos de lágrimas. A causa del sonido demoledor que emitían mis gritos muchas enfermeras trataron de alejarme de aquel lugar, pero por más que trataran de calmarme diciendo que todo estaría bien, sabía que mi realidad no era así; aún gritando pude escuchar lo que un doctor apenas logro decir, ¡han fallecido!; por un minúsculo segundo pude desatarme del amarre de las enfermeras tratando de correr en dirección de aquella habitación, solo recuerdo haber dado unos pasos para luego caerme; mi cuerpo, mi mente y mi corazón estaban demasiado débiles para poder soportar la noticia que dijo aquel doctor. Trate de levantarme pero mis esfuerzos fueron inútiles, solo vi como mis ojos se fueron cerrando poco a poco, en mi mente solo lograba ver los rostros de mis padres y el rostro de un niño que parecía haber perdido una parte de su alma al ver la partida de las dos personas que más amaba, pero lo que realmente lo hería fue no haberse despedido de ellos, no poder decirles que siempre estarán es su corazón y no poder decirles que los amaba.

El ruido de unos pequeños susurros lograron hacerme despertar, y darme cuenta que era observado por una multitud de personas, observe mi alrededor y claramente vi que estaba de nuevo en mi habitación, lo cual era una señal de que todo fue real, mis padres si estaban muertos y por más que deseara no había sido ninguna pesadilla. Oí como todos me hablaban y me preguntaban cosas pero realmente no les prestaba atención, todos me observaban muy felices y me trataban como alguien especial, lo cual odie no quería la atención de nadie lo único que quería era estar solo; al ver mi reacción todos poco a poco se dieron cuenta de mi dolor, dejando de sonreír y de preguntarme cosas tan tontas.

Lentamente las personas empezaron a irse excepto una enfermera que creía entender mi dolor diciendo que las cosas pasan por una razón y que el tiempo y el amor serian los únicos remedios para curar mi dolor y otro tipo de cosas tontas que la gente dice para hacerte sentir “mejor”; esas palabras resonaban en mi cabeza lo cual provoco que me enfadara mucho y le grite que se fuera que no necesitaba su lastima, que me enfermaba ver su rostro tratando de fingir pena alguna por mi situación. Pero por más insultos que le lanzara, seguía sonriendo y estando a mi lado; ¿acaso le causaba gracia mis palabras? Mejor decidí ignorarla y mostrar que no me interesaba para que dejará de observarme y cuidarme, al parecer había funcionado porque luego de un momento se fue, pero dijo algo que me hizo razonar por un momento, ¡Jake por si no te has dado cuenta la vida sigue y es inútil que te opongas a eso, acaso piensas seguir molesto con el hecho de que tus padres ya no están, yo se que ellos hubieran querido que vivieras y fueras feliz! Por un momento recapacite, pero luego me di cuenta que ella es solo una extraña que no tiene derecho de meterse en mi vida.

Ella no tiene el mínimo derecho de decirme como ser y como actuar, quizá hubiera pensado y aceptado lo que dijo pero cuando menciono a mis padres me hizo enfurecer, ¿acaso ella los conocía?, claro que no, ella no sabía nada, absolutamente nada sobre mi ni sobre mis padres, así que aquel comentario que hizo antes de irse de mi habitación me incomodo y me enfureció aun más, como se atrevía a faltarles el respeto así a mis padres simulando saber qué es lo ellos creen, piensan o sienten. No tenía sentido pensar más en lo que dijo ella, así que simplemente decidí olvidarlo.

Recuerdo que estaba lloviendo y fui lentamente hacia la ventana de mi habitación, el cielo se veía tan oscuro, tan triste y desolado; no recuerdo nunca haberme sentido tan triste y tan solo, en lo único que pensaba era en mis padres, ¿sabían ellos que los extrañaba y que me dolía saber que ya no estarían más conmigo? ¿Qué sería de mí ahora?, ¿que se supone que tengo que hacer?, ¿con quién viviría?, ¿realmente alguien comprendía el dolor que sentía? En algunos momentos imaginaba despertar en mi habitación y poder correr hacia la cocina para ver el rostro de mi madre haciendo mi desayuno, la imaginaba sonriendo y hablando sobre mis estudios, también imaginaba a mi padre cuando regresaba del trabajo y saludándome con una gran sonrisa. Desearía que eso fuera real siquiera por un segundo, pero por más que deseara nunca lo era, luego de imaginar a mis padres y llorar por todos los buenos recuerdos de mi vida caí profundamente dormido esperando que el próximo día fuera menos oscuro.

 

Decisión Equivocada​

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Era martes por la mañana cuando desperté de un profundo sueño, aun tumbado en mi habitación reflexionaba sobre mi futuro, me sentía solo y perdido; de repente entro la enfermera la misma mujer que me hablo ayer, la misma mujer que me sonreía cada vez que me veía. Buenos días campeón fue lo que dijo al entrar a mi habitación, lo único que le pude decir fue un hola no muy animado sinceramente no me agradaba esta mujer, en ese momento mientras ella traía mi desayuno le pregunte sobre algo que rondaba por mi mente y no me dejaba tranquilo:

-Ahora que mis padres están muertos, ¿Qué piensan hacer conmigo?

-Aun no hay nada seguro; pero no te desanimes, las cosas pronto mejorarán y sabes, puedes contar conmigo para todo lo que necesites, por cierto mi nombre es Rebeca.

-No me mienta, yo sé que me está ocultando algo. Respondí con voz temblorosa.

-En la vida pueden ocurrir situaciones que cambien tu vida para bien o para mal, recuerda que debes ser fuerte y seguir adelante, sin importar cuán doloroso sea, mantente firme y lucha por lo que quieres. No dejes que nada ni nadie te robe tu felicidad, ten en mente que tarde o temprano las cosas mejorarán. Respondió con dulzura y cariño.

Seriamente no me esperaba esa respuesta, así que antes de que se marchara le pedí que me explicara mejor su respuesta, algo decaída se dirigió hacia mí y rápidamente me hablo con voz muy baja tratándome de explicar que en mi vida cambiarían muchas cosas, y lo más probable era que me enviaran a algún orfanato no muy lejano. Estaba en shock y en lo único que lograba pensar era que pasaría el resto de mi vida como huérfano, meditaba sobre mi futuro hasta que rebeca mencionó algo que llamo mí atención:

-“yo estaría dispuesta a brindarte todo lo que necesitas”, luego de eso se marcho pero sin antes dedicarme una cálida sonrisa. No podía creer lo que me había dicho, en pocas palabras me había propuesto adoptarme, esa mujer simplemente estaba loca, casi no me conoce y lo que hace es aprovecharse de mi situación. Ahora más que nunca estaba confundido, no sabía si su propuesta había sido sincera o quizá solamente trataba de ayudarme y evitar que pasara el resto de mi vida dentro de un orfanato; miles de ideas rondaban sobre mi cabeza y yo simplemente ya no sabía en qué creer.

Luego de una noche lluviosa desperté con los luminosos rayos del sol. No sé si era un sueño pero casi puedo asegurar que escuche a un doctor diciendo que hoy sería mi último día en el hospital, y eso era algo que realmente me incomodaba.

De repente escuche la voz de Rebeca la enfermera por detrás de la puerta. Entró como si nada a mi habitación saludándome y viéndome cariñosamente, empezó a preguntarme sobre cómo me sentía y todo eso, pero realmente no le prestaba atención, es más solo veía que movía los labios pero en realidad no sabía que estaba diciendo, la única razón que me alegraba de verla es porque traía mi desayuno; pero realmente en lo único que pensaba era sobre mi futuro, estaba aterrado realmente asustado.

En un momento Rebeca guardo silencio, se sentó junto a mí y sostuvo mi mano; luego de eso pude ver como una lágrima recorría su rostro, pero lo único que dijo fue que me parecía mucho a su hijo, el color de cabello, la voz y mis ojos eran como los de él; suspiro fuertemente diciendo que su nombre era Nolan. Era un chico muy alegre de 8 años y soñaba con ser un gran astronauta para poder ver la luna de cerca, todas las noches le gustaba observar las estrellas. Me expresó que el amor por su hijo era enorme, que lo amaba con toda su vida y él era lo más importante para ella, pero el día en que él murió, ella lo perdió todo. Me relato como su hijo había muerto, le escuche decir que Nolan sufría de Cáncer desde los cuatro años y que pasó gran tiempo de su vida en un hospital y por muy desalentador que fuera el pronóstico de los doctores, él nunca se rindió y siempre luchó por su vida; tres meses luego de cumplir los ocho años su enfermedad se desarrollo tanto que fue imposible mantenerlo vivo.

Veía claramente el dolor que Rebeca sentía, quizá había sido muy grosero con ella y al parecer realmente entendía mi dolor. Por último dijo que a pesar de haber transcurrido tres años desde su muerte, sentía el vacio que su hijo dejó; iba a disculparme seriamente por mi actitud hacia ella, pero pronto expresó que si yo aceptaba, ella podía darme una nueva vida y un hogar con todo lo que necesitaba.

No podía ser cierto nuevamente estaba tratando de comprarme con un montón de palabrería barata, no podría creer que me ofreciera algo tan absurdo, ni siquiera me había recuperado por la pérdida de mis padres y esta señora pretendía ser una nueva madre para mí.

Mi corazón se había endurecido, como esperaba Rebeca que aceptará su oferta sí a causa del accidente yo ya no sentía amor ni ningún otro tipo de sentimiento todo lo que sentía era dolor y odio.

-¡Vete! aléjate de mí que no ves que no te necesito, no me vuelvas a molestar nunca más, te odio, no necesito tu falsa compasión. Le grite molesto, sin pensar lo que decía. Solo vi como Rebeca salió corriendo de mi habitación derramando lágrimas de tristeza.

Luego de aquel suceso recuerdo que una enfermera entro y dijo que ordenara mis cosas porque me estaban esperando afuera, confundido y asustado, me levante de la cama tome mis cosas y me dirigí hacia la puerta de mi habitación. Recorrimos todo el hospital hasta llegar a la salida principal, en donde me esperaba un doctor.

-Jake, he de decirte que debido a tu situación, seré yo quien te conduzca a tu nuevo hogar. El juez tomo la decisión de enviarte a un orfanato no muy lejano, llamado “Luna de Papel”.