Sorpresa y amor inesperado [Sessho&Kago]

Kagome estaba parada frente al pozo de los huesos, mirando hacia el oscuro vacio de este recordando todos los momentos que había pasado allí, en la era del Japón Feudal, después de todo ¿Quién podría olvidar algo como ello? Con esa mirada perdida y sin brillo se preguntaba en esos instantes ¿Cómo se encontrarían sus amigos? ¿Qué habrá pasado de ellos?. En fin; desde que derrotaron a Naraku y a todos sus aliados, como deseo de Kagome la perla se Shikon se autodestruyo pero debido a la presión y a falta de palabras adecuadas por parte de ella fue transportada a su tiempo actual, siendo esta la última vez que piso el Sengoku, ya que en efecto de ello el pozo fue sellado, en múltiples ocasiones trato de volver, pero siempre sin ningún resultado, después de innumerables raspones y golpes toda la esperanza y tenacidad por volver dieron paso a la resignación, todo ello había ocurrido dos años atrás. Dejando de lado esos recuerdos le dio una última mirada al oscuro pozo, para luego alejarse de allí.​

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Kagome ahora tiene 19 años, a pesar de eso aún conservaba sus grandes poderes de sacerdotisa, y esto como todo lo que había vivido en el Sengoku quedo como un pequeño secreto por parte de ella y su familia como era de esperarse, pero sin prestarle interés a esto, Kagome siguió con su vida, saliendo adelante, finalmente había podido terminar la secundaria, y no solo eso, sino también continuar con los cursos de Ballet y Danzas Internacionales, como los de piano, sin importar su edad ella ya era una profesional, incluso había conseguido su titulo de maestría de ambos cursos, debía de admitir que recuperar las enseñanzas en las que se ausento le costaron algo de trabajo y tiempo, pero con voluntad todo su esfuerzo valió la pena, como prueba de ello sus títulos, y que ya enseñaba cursos de piano, pero seguía practicando Danza perfeccionando así sus capacidades y talento. Desde que termino la secundaria ya casi no tenía contacto con sus amigas del Instituto ni tampoco la tenían entre ellas mismas, pero siempre que podían trataban de reunirse para pasar un buen rato, también desde que Kagome empezó a enseñar las clases de piano su hermano logro conseguir una beca en una prestigiosa escuela en Tokio, pero debido a que aun era menor no podía trasladarse solo, así que su madre luego de una plática con Kagome, se traslado con su hijo a la capital de Japón, en cuanto al abuelo no hacia menos de un año que había perecido, dejando en su testamento como heredera y encargada de la casa y el templo Higurashi a Kagome, a pesar de ello no estaba tan sola en esa casa, estaba acompañada de una hermosa gata turca que le habían regalado sus amigas y compañeras de Danza, y un perro ovejero Border Collie que le habían regalado sus amigas del instituto casi al mismo tiempo, había una buena relación entre los tres, una gran amistad para describirlo mejor.​

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Era lunes y después de dar sus clases de piano se dirigía a su academia de baile, el día estaba algo nublado y el viento traía consigo algo de frio más las hojas semi-amarillentadas de algunos árboles, a pesar de tener en cuenta de que ese día llovería, salió de casa sin protección alguna para el chaparrón, una vez que llego a su academia paso al baño para cambiarse de ropa y usar el vestuario adecuado para la danza, dejo sus bolso en su casillero y se dirigió al salón de baile, ese día practicaría Ballet Clásico y Jazz , allí sentada en el piso se colocaba las zapatillas de ballet, sus compañeras y amigas se acercaron:- Kagome! -mientras le dedicaban una sonrisa y ella les respondía con una gran sonrisa, antes de que todas se sentaran con ella Azuki algo ansiosa pregunto:- Dinos Kagome ¿cómo te fue en la cita del sábado con ese muchacho? – mientras todas le dirigían la mirada impaciente a Kagome, ella con una risa nerviosa, mirando hacia arriba:-No sabría decirles, pero lo único que puedo asegurarles es que no volveré a salir con él- algo más curiosas con esa respuesta Kagome siguió -Todo iba bien hasta que él se tomo todo con demasiada confianza sin mi consentimiento – termino esa oración con la mirada algo baja, sus amigas al verlo inmediatamente le dieron apoyo, Iori le puso una mano en el hombro y con una leve sonrisa le dijo:-tranquila Kagome; ya verás que habrá alguien para ti, solo que aun no ha tenido la suerte de encontrarte –dicho esto a Kagome se le dibujo una sonrisa y dejo salir una risita, antes de que pudieran decir otra cosa, la maestra entro al salón pidiendo que todos estén en sus lugares ya que la clase iba a iniciar, luego de estirar y calentar un poco los músculos, empezaron con una coreografía simple de Ballet Clásico, para luego ir aumentado el ritmo y también dificultad, pero para Kagome hacer aquello le era verdaderamente relajador, ponía mucho sentimiento cuando bailaba, era considerada una de las mejores bailarinas de la academia, la precisión y delicadeza de sus movimientos daban la sensación de que era un ángel danzante, que combinado con su belleza, era algo realmente asombroso. Las clases de baile transcurrieron normalmente, hasta que la profesora se dirigió a la ventana del salón observando la apariencia amenazadora de las nubes, sin apartar la vista dijo: -¡Muy bien niñas, excelente trabajo! ¡Eso es todo por hoy, pueden irse a casa! –dicho eso todas las bailarinas se despidieron de la maestra y se dirigieron a sus casilleros, cuando Kagome ya tenía todo listo para dirigirse a su casa, Iori la alcanzo y así poder salir juntas.​

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El camino era algo largo a pesar de que estaba iluminado por una columna de luz el camino no dejaba de verse algo tétrico, y los relámpagos no ayudaban a que se viera mejor, al momento en que ambas chicas decidieron apurar el paso, comenzó una leve llovizna pero solo duro unos instantes ya que dieron paso a una gran lluvia, las muchachas corrieron buscando algún lugar seguro debido a los rayos, que temporal trajo consigo, luego de mucho andar pudieron encontrar un pequeño techo, al menos eso las resguardaría por un momento, una vez que recupero el aliento Kagome exclamo: -¡Creía que nunca pararíamos! Al menos esto nos resguardara un rato ¿no?- Iori con una sonrisa asentía ya que aun no había recuperado el aliento del todo, luego de unos segundos más pudo articular –Kagome no te pagan mal por las clases de piano ¿no? Entonces... ¡¿En qué piensas que no te has comprado un auto aun?! –mientas Kagome solo reía ante su protesta -¡Ay Iori sabes que eso está en mis planes, solo que lo tengo programado pero todavía no, prometo que cuando me compre uno te llevare a donde quieras- Iori sin perder su sonrisa –¡A donde yo quiera, y cuando yo quiera!-Kagome sin respondiendo con la misma sonrisa –¡No abuses!, en fin te contare más de lo que sucedió el sábado con el chico que me invito-Iori inmediatamente sustituyo la mirada alegre por una curiosa y seria, Kagome con algo de disgusto por recordar ese mal momento dijo: -Bueno no fue la gran cosa, me llevo a un lindo restaurante, en toda la cena me sentía muy observada por parte de él mas cuando me hablaba, y el hombre pensada que yo no me daría cuenta de que realmente miraba mi escote y no mi cara, al salir del restaurante me tomo un poco más bajo de la cintura, pero sin llegar a la cadera, logre alejarme de él muy discretamente, salimos a caminar un poco mientras le hablaba un poco más sobre a que me dedicaba y sobre que pensaba acerca de ello, el apenas parecía tomar interés, en fin cuando nos acercamos al parque, me tomo de la mano, me sorprendió sí, pero después de eso se acerco mas a mí, tomando con su otra mano mi espalda, estaba a punto de besarme cuando, me aleje de él y le pregunte ¿que trataba de hacer? El tranquilamente respondió mientras volvía acercarse –y Kagome imitando su voz –vamos tu sabes que este era el fin de la cita… ¿me vas a decir que no es eso lo que estabas esperando? –al ver la cara de asombro de Iori, Kagome siguió –Esa es la misma cara que puse yo cuando lo escuche decir eso, cuando vio que no respondía se acerco mas y solo me dijo que no hacía falta mi respuesta, que le agradaban las que no hablaban –Iori con mucho coraje al oír aquello –Imagino que lo pusiste en su lugar ¿no? ¡Qué sinvergüenza de su parte! –Kagome, asintiendo a lo que su amiga dijo, continuo – ¡Por supuesto que lo hice! ¿Acaso pensaste que yo me quedaría con los brazos cruzados? Antes de que se acerque más, le di una bofetada, cuando iba a protestar le dije que solo me daba asco, y que era un pervertido, por suerte un taxi se aproximaba al lugar lo tome y me dirigí a casa sin mirar atrás –Iori aun con su coraje –Como me hubiese gustado estar allí, ¡no sabes la lección que le hubiese dado!​

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Kagome solo rio: -¿Sabes? Realmente espero encontrar a ese alguien especial, me pregunto ¿donde podrá estar? –Al mirar a su amiga se dio cuenta de que ella la miraba con una sonrisa picara – ¿Y por qué no lo averiguamos? –dirigiendo su vista a la vitrina del local en el que se habían refugiado, al girarse Kagome se dio cuenta de que estaban frente a un local de clarividencia, luego de mucho batallar con Iori para no entrar, tuvo que resignarse y finalmente entrar, al abrir la puerta de esta se escucho una campanilla, que anunciaba las visitas de una puerta solo cubierta por grandes hilos de cuentas salió una mujer de unos cincuentas años mirando con extrema curiosidad a Kagome, finalmente se presento:​

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-Me llamo Aska Nobuko, las estaba esperando, dime jovencita ¿Cuál es la duda que tienes respecto al amor? –Kagome e Iori se quedaron atónitas ante la pregunta de la mujer, finalmente Kagome reacciono –Bueno...lo que pasa es que…tengo una duda respecto a eso… ¿Realmente hay alguien para mí? Y ya que estamos en esto ¿podría decirme más acerca de mi futuro? –la mujer con una sonrisa muy amable: -Podría si…acompáñenme –mientras las dirigía a una mesa, tomo unas cartas y dijo:​

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-En cuanto a la economía, todo irá bien, al menos por ahora, a pesar de que en un futuro no muy lejano gastaras un poco más de lo habitual, a pesar de eso todo irá bien, para la salud no hay de qué hablar eres muy fuerte y tu salud esta impecable al igual que el de tu familia, aunque al igual que con la economía te veras algo agotada, pero nada grave y te recuperaras pronto de ello , tu trabajo en estos días será un poco más exigente esta vez, quizás te ausentes debido al cansancio, pero luego los astros te dan de nuevo la mano y te veras beneficiada otra vez…en cuanto al amor…querida déjame ver tus manos –Kagome algo nerviosa le paso ambas manos y la mujer tomándolas y cerrando los ojos permaneció unos minutos en silencio para luego abrir los ojos de manera sorpresiva y asustar a Kagome y también a Iori finalmente dijo –¡Querida Si que te sacaste el premio mayor! ¡Este si vale la pena, y no solo eso también es muy atractivo!, aunque tiene un carácter especial, tienen diferentes puntos de vista, pero algunas actitudes y reacciones iguales, vaya tendrás bastantes choques ya ambos poseen orgullo, en fin solo se abrirá contigo, solo tu lograras conocerlo mejor que nadie –Kagome con una mirada de incertidumbre y curiosidad algo impaciente -¿Qué? ¿A qué se refiere con todo eso?- la mujer tranquilamente dijo:​

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-Cariño no falta mucho para que lo encuentres y el a ti a pesar de que ya se conocían, a pesar de sus diferencias este sentimiento irá creciendo en ustedes, y por más que quieran negarlo, de este sentimiento nadie escapa –Kagome aun seguía perdida por sus explicaciones a lo que mujer agrego:​

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-Querida dentro de poco conocerás a tu verdadero amor.​

bueno lo dejo aca, este es mi primer fic y estoy algo nerviosa :), lo hice corto porque como ya dije es mi primer fic y bueno no se si le guste espero que si :) comentenme o digame que tal les parecio​

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