Marioneta [Kago&Inu&Sessho]

Muchas gracias por su apoyo a todos ^_^

Marioneta.
Capítulo 10: Algo llamado destino.

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En todos los momentos de nuestra vida existen cosas​

Que podrían haber sucedido y terminaron no sucediendo.​

Existen instantes mágicos que van pasando inadvertidos y,​

De repente, la mano del destino cambia nuestro universo.​

************​

Aeropuerto de la cuidad de New York, 2: 00 pm

—Hay demasiados humanos—Murmuro un chico.
—Ignóralos Koga.
—Mi señora, ¿Alguien vendrá a recogernos?
—Pues según se, si.
—No le dijeron quien, o por lo menos como era.
—Simplemente me dijo que yo lo reconocería entre la multitud.
—Bien, déjeme buscarlo.
—Koga no hay necesidad, ahí esta.

Koga miro hacia la derecha, ahí junto a una columna estaba un hombre parado, llevaba gafas de sol, un traje formal en color negro y su cabellos estaba sujeto en una coleta.

—Es un demonio—Dijo Midoriko.
— ¿De que clase mi señora?
—Normal, no hay por que temerle.
—Bien, acerquémonos a él.

Midoriko, cargaba una bolsa y arrastraba una maleta, mientras que Koga, llevaba unas 3 maletas, las cuales la cargaban de una forma que estas parecieran que no llevaban nada.

— ¿Usted es Midoriko Taisho?—Pregunto Naraku.
—Ese es mi nombre de casada, pero solo llámame Midoriko.
—Bien, yo soy Naraku Hitsuri, trabajo para Inuyasha Taisho.
—Un gusto conocerlo señor Naraku.
—Bien síganme, la limosina espera afuera.
— ¿Limosina? —Pregunto Midoriko.
—El señor Inuyasha me pidió que la llevara en una limosina, ¿Le molesta?
—No me molesta, pero creo que es demasiado lujo.
—No se preocupe por eso, síganme.

Midoriko miro a Koga, este comprendió lo que quería decir y ambos siguieron a Naraku.

—Vigílalo bien—Le susurro Midoriko a Koga.

Koga le dirigió una mirada a su señora, si de algo estaba seguro era cuando ella dudaba, después de tantos años estando a su lado, era fácil de predecir y sabía muy bien cuando ella se tomaba las cosas muy enserio.

************​

—Ya puedes abrir los ojos.

Sesshomaru abrió sus ojos, estaban al enfrente del restaurante.

— No puedo creer que sigamos vivos—Dijo Sesshomaru.
—Pero que gracioso eres, vamos, muero de hambre.

Ella bajo del coche al igual que Sesshomaru, ambos entraron al restaurante, no había mucho gente, por lo que decidieron que ahí estaría bien, se sentaron y al instante una camarera los atendió.

—Muy bien su orden estará lista en unos 15 minutos—Dijo con una sonrisa la camarera.

Kagome saco su móvil, revisaría sus mensajes y llamadas.

— ¿Muchos fans? —Pregunto Sesshomaru.
— ¿Eso fue sarcasmo? —Dijo ella.
—No, para nada.
—Pues si, tengo muchos fans.
— ¿Dónde están las llaves de mi auto?
— ¿Para que?
—Sólo dámelas.

Kagome busco entre su bolsa las dichosas llaves.

—Toma—Dijo ella ofreciéndole las llaves.
—No volverás a manejar—Dijo el guardándolas en su pantalón.
— ¿Por qué?
—Casi nos matas, ¿crees que volveré a dejar que manejes?
—Pero en la película que vi no tenían la credencial y manejaban genial.
—Son películas, que ingenua puedes llegar a ser mujer.
—Hum, no me importa tu opinión.

Sesshomaru decidió ignorarla, solo daba gracias a que seguían vivos, por que ella manejaba pesimamente mal.

—Me comprare un auto—Dijo ella.
—Haz lo que quieras, después de todo es tu dinero.
—Lo comprare para escaparme de ti.

Kagome espero la respuesta del demonio, si había algo que adoraba de él era la forma en la que se molestaba.

—No creo que vallas más rápido que yo—Dijo el con burla.
—Te sorprendería.
—No más sorpresas por ahora, deja que la comida transcurra tranquila.
— ¿Ahora Sesshomaru Taisho quiere tranquilidad?, si definitivamente tu no puedes ser el mismo Sesshomaru.
—Calla y sigue revisando tu móvil.
—No necesito órdenes de ti—Dijo Kagome mirándolo.
—Eres muy mala, ¿Lo sabias?
—Sí, lo sé.
— ¡Aquí están sus ordenes!

La comida transcurrió de una forma tranquila y hasta cierto punto callada.

— ¿No crees que ya pretendimos lo suficiente? —Dijo Kagome para romper el silencio.

Pero Sesshomaru no le tomo importancia, siguió comiendo su ensalada.

—He dicho que ya es suficiente—Dijo Kagome.
— ¿Qué es suficiente? —Pregunto el demonio.
—Esta miserable actuación de pareja.
— ¿Te refieres a nosotros?
—Si, me refiere a nosotros.
—Pero no vez que las demás personas nos miran.
—Es por eso, no finjamos más que somos una pareja.
—Pero lo somos.
—Claro que no.
—Tenemos una relación.

Kagome permaneció callada, el demonio dejo a un lado su tenedor y miro a la chica.

—Yo soy el marionetista y tú la marioneta.
—Valla, eso me suena como a la línea de un drama.
— ¿Un drama?
—Si, una de esas dramáticas novelas que pasa en la televisión.
—No las he visto, pero me encantaría verlas.
—No te lo aconsejo, mi chofer las ve, y míralo, se cree el protagonista de un drama o algo por el estilo.

Un silencio se produjo y luego el demonio hablo.

— ¿Qué era lo que me estabas diciendo antes de entrar al tema de las novelas?

Kagome se paso una mano por la cabeza, como odiaba que no le prestara atención.

— Me estas colmando la paciencia Sesshomaru.
— ¿Por qué?
—He dicho que dejemos de fingir, si quieres que sea tu marioneta bien, no hay problema, pero creo que lo mejor es que cada quien viva por su lado.
— ¿Vivir separados?
—Sí, eso es lo que quería decirte.
—No.

Kagome se quedo callada, ¿qué es lo que quería probar?, ¿no había probado bastante anoche?

— ¿Por qué no?
—Por que existe un contrato de por medio.
— ¿Qué es lo que dice el contrato?
—Que debemos vivir en la misma casa.
—Bien, pero no dice dormir en la misma cama.
— ¿Así que eso es lo que te molesta?
—Me molesta todo, pero eso más.
— ¿Acaso no dormiste bien en mi brazos a noche? —Pregunto el demonio de forma tan sensual.

Justo cuando decía esas palabras, la mesera estaba recogiendo el plato de Kagome, su rostro se puso rojo.

—Solo recojo esto y me retiro, disculpen.

La chica recogió los platos y se fue.

— ¿Viste su cara?, estaba roja.
— ¿Por qué será? —Dijo con sarcasmo Kagome.
— ¿Por lo que dije?, ¿Qué tiene de malo?, no mentí.
—Si, pero de seguro ella se imagino otras cosas.
— ¿Cómo cuales?
—Tú sabes, que tú y yo tenemos relaciones.
—Ho, ¿Te refieres a ese tipo de relaciones?
—Si, a eso me refiero.
— ¿Quieres intentar?
— ¡Claro que no! —Dijo molesta la chica.

Kagome se levanto de la mesa y se fue al baño, ¿Cómo se atrevía a insinuarle eso?

— ¿Cómo si quisiera hacerlo con el?

Kagome se miro en el espejo, realmente estaba bella, su cabello negro estaba resplandeciente y ese vestido verde, le que daba de maravilla, solo había una cosa mal en ella, su humor, no estaba tan bien como su exterior.

—Maldito seas Sesshomaru.

Su móvil comenzó a sonar, con una tonada algo tétrica para su gusto, respondió al llamado con dificultad, ya que no había leído el instructivo.

— Kagome Lambert al habla.
—Señorita Lambert que bueno que me contesta, le he dejado millones de mensajes y llamadas en su móvil.
—Lo siento estaba en reparación.
—Bueno, quería ver si nos podemos ver en persona.
— ¿Quién eres?
— Soy Ayame King, ¿Me recuerda?
— ¿Eres la pelirroja?
—Si, soy yo, la que conociste en el restaurante aquella noche.
—Si me acuerdo de ti, ¿Dime para que quieres que nos veamos?
—Tenga un trabajo para usted, es un anuncio, pero el papel encaja perfecto en usted.
— ¿De que se trata el comercial?
—De una marca de zapatos, mi compañía esta sacando apenas esta marca, pero si usted sale en el comercial, estoy segura que compraran el producto.
— ¿Por qué debería de aceptar?
—Por que creo en usted.

Kagome se quedo callada, nunca espero esa respuesta.

—Estoy hablando en serio señorita Lambert, quiero que haga el comercial conmigo.
— ¿Cuando quieres que nos veamos?
—Mañana mismo.
—Bien, pero en la tarde.
—Si, dígame donde le parece que nos veamos.
—En tu compañía esta bien.
—Muy bien, entonces la esperare aquí como a las 3 ¿Le parece?
—Si, me parece bien.
—Bien hasta mañana.

Kagome termino la llamada, extrañaba su antiguo móvil, este nuevo era demasiado para ella.

—Odio esto.

Kagome se refería a su vida, odiaba que el la manejara, odiaba que las demás la vean como algo extremadamente bello e inalcanzable.

—No soy nada de eso.

Se retoco su maquillaje y salió del baño. Caminaba rumbo a su mesa, donde Sesshomaru estaba, la miraba, con esos bellos ojos dorados.

—Tardaste—Le dijo desde su lugar.
—Recibí una llamada—Dijo ella de pie frente a él.

¿Por que demonio le estaba dando una explicación?, el no se merecía tal trato, pensó la chica.

— ¿De quien?
—De Ayame King, para un anuncio.

Si no le importaba, entonces ¿por que le estaba respondiendo?

—Le has dicho que no, ¿Verdad?
—Mañana me encontrare con ella, si veo que me conviene aceptare.
—No iras a ningún lado mañana.
— ¿Por que?
—Por que no me da la gana que vallas, a demás necesitas un manager, y como yo no estaré disponible mañana no podrás asistir.
— ¿Pretendes que me quede en la casa encerrada?
—Sí, eso pretendo.
—Eres despreciable.
—Lo se querida, pero debes sentirte bendecida—Dijo el mientras se ponía de pie.
— ¿Por qué debería de sentirme así?
—Por que lo hago especialmente por ti.

Kagome estaba a punto de hablar, pero los labios de Sesshomaru sobre los de ella hicieron que se callara, toda idea formulada desapareció, ahora solo podía seguir el rápido compas de los labios del demonio.
La gente comenzó a incomodarse por la escena, ya que el joven de cabellos platinados tenia abrazada a la chica de cabellos negros con suma fuerza, apretándola contra su cuerpo.
El aire comenzaba a faltarle, pero el parecía que respiraba mediante los besos fogosos que le daba, fue entonces cuando un ruido la distrajo, fue cuando volvió a la realidad, estaban aun en el restaurante.

—Disculpen.

Una voz hizo que ella mirara, sintiendo aun los labios de Sesshomaru en los de ella, puso una mano contra el pecho del demonio, separándolo levemente.

— ¿Qué ocurre? —Dijo Sesshomaru molesto.

Aun estaban juntos, sólo que ahora sus rostros estaban un poco separados, pero no lo suficiente.

—La gente.

Sesshomaru sujeto la mano de Kagome y se la llevo fuera del restaurante, suerte que ella llevaba su bulto.

— ¡Espera! , ¡La cuenta! —Decía ella.
—Ya la pague.

Decía el sin mirarla, Kagome miro como sus manos estaban entrelazadas, aun no comprendía lo que había pasado, su corazón estaba muy acelerado.

— ¿Dónde esta el maldito coche?
—Se lo debieron de haber llevado los del restaurante.
— ¡Maldición!
— ¿Qué te pasa? —Pregunto ella.

Pero el no le respondió, de echo pareció no haber escuchado su pregunta, estaba más pendiente en buscar el cocho.

— ¡Maldición!
— ¿Qué demonios te pasa Sesshomaru? —Pregunto la chica de nuevo.
—Me pasa que te deseo—Dijo el.

Kagome se quedo callada, no se sintió mal, al contrario oír esas palabras del demonio frio y cruel era un milagro.

— ¿Por qué mientes? —Dijo ella tranquila.

Sesshomaru la miro con sorpresa.

—No estoy mintiendo, así que sólo por esta vez mantente callada hasta que lleguemos a la casa.

Eso le pareció mas una suplica que una orden. Llego el chico con el convertible negro, Kagome entro en el auto al igual que Sesshomaru.

—Sólo mantente callada.

No sabía por que, pero deseaba llegar rápido a casa.

************​

—Así que estas es la empresa de Inuyasha Taisho.
—Sí.

Midoriko miraba el enorme edificio de 14 pisos, eran impresionantes.

— ¿Esta aquí Inuyasha?
—Si, la esta esperando.
—Valla no pensé que le urgía tanto verme.
—Hay demasiadas cosas que tiene que contarle, es por eso que quiera verla ahora.
— ¿Qué clase de cosas?
—No todas las noticias son buenas para uno, pero al fin al cabo son noticias, así que vamos, entremos.

Midoriko miro a Koga, este demonio si que era de cuidado.

— ¿Conoces a Kagome Lambert?

Naraku se quedo quieto, y voltio a ver a la mujer, ¿Qué demonio pasaba aquí?, nadie le había dicho que Sesshomaru tenia una nueva relación.

—Es ella—Dijo Naraku apuntando a una de las pantallas de la gran manzana.

Midoriko y Koga miraron la gran pantalla, La chica que salía en un anuncio de perfumes llevaba un vestido azul cielo, como el de cenicienta, su cabellera negra azabache estaba en un hermoso moño y estaba adornada con diamantes, sus mejillas sonrosadas y sus labios color carmín eran sumamente hermosos.

—Ella es Kagome Lambert.
—Es muy joven.
—Lo es.
— ¿Así que la conoces?
—Fui su manager por 5 años.
— ¿Fuiste?
—Me despidieron.
— ¿Ella?
—No su novio.

Midoriko permaneció en silencio, sabia muy bien de quien se trataba.

— ¿Cómo se llama su novio? —Pregunto Midoriko.
—Sesshomaru Taisho.
—Valla que casualidad, así se llama mi marido.
—No es necesario que finja, sabemos muy bien que se trata de la misma persona.
—Creo que si, tenia la confianza de que se trataría de otra persona.

Los tres entraron al edificio, Naraku los dejo en una pequeña sala mientras que el se iba.

— ¿La has visto? Es sólo una niña.
—En comparación de nosotros que hemos vivido años si, es una niña mi señora, pero no puede negar que es muy bella.
—De eso no hay duda, y ahora comprendo por que el la tiene como su amante.
—Pero los demás piensa que usted esta muerta.
—Es por eso que he aceptado venir aquí, para que todos los demonios y esa niña me conozcan por lo que soy, la esposa de Sesshomaru.
— ¿Qué pasara cuando el lo sepa?
—Estoy consiente que me odia, pero bueno aun puedo luchar por lo que es mío.
—Por supuesto mi señora.

Una chica les indico que Inuyasha estaba listo para recibirlos.

— ¡Midoriko! —Grito Inuyasha.
—Buen día—Dijo Midoriko.
—Que bueno verte tan pronto.
—No podía negarme a ninguna petición que me hiciera mi cuñado.
—Cierto, somos familia.
—Además te agradezco por la información.
—Es mi deber como cuñado informar todo lo que hace tu esposo.
—Así es, ahora quiero que me digas ¿Dónde esta Sesshomaru?
—Tranquila, aun no quiero llegar a la mejor parte, cintéate y convérsame como se conocieron.
—Han pasado ya muchos años, incluso siglos desde eso, sólo te diré una cosa, tu hermano era muy diferente, yo me enamore y el también.
—Entiendo.
—Éramos jóvenes, el amor era lo mas hermoso en ese momento, pero luego me enferme y justo cuando moría, tu hermano me devolvió la vida, convirtiéndome en un demonio, cambie tanto física como mental y luego de eso, yo corte toda comunicación con el, me dio por toda su vida, pero pasaron años y años y todos supusieron que morí, pero no es así, sólo me ocultaba.
—Valla que trágica historia.
—Pues si, pero es mi historia.
—Mi hermano cambio mucho y ahora más.
— ¿Cómo que cambio?
—Todo el día esta con ella, no quiere que nadie se le acerque, si pudiera la encerraría en casa pero ella es muy fuerte de carácter, yo mismo presencie una de sus peleas.
— ¿Peleas?, ¿Viven juntos?
— ¿No te lo mencione?, ya veo, perdón por habértelo dicho así, pero si ellos viven juntos, de echo el la obligo a vivir con el, pero ahí están desde hace dos meses.
— ¿Hace 2 meses que viven juntos?
—Si, es por eso que te llame, necesito que recuperes a Sesshomaru, y yo me quedo con la chica.
— ¿Te gusta la chica?
—Así es, esto es algo personas, cuñada.
—Me parece bien, así tanto yo como tú nos ayudamos.
—Si.

************​

Ayame estaba muy feliz, al fin el sol ilumina su lúgubre camino.

— ¿Algo bueno paso? —Pregunto Kikyo.
—Si, mañana tengo una cita con Kagome Lambert.
— ¿Enserio?
—Si, espero que acepte.
—Pues el hecho que acepte verte es algo bueno.
—Si, lo mismo pensé, hay Kikyo si acepta, mi jefe estará feliz conmigo.
—Aceptara ya veraz.
—Si, lo se, por cierto ella vendrá aquí.
— ¿Aquí?
—Si, es lo mejor.
—Se que no la conoces, pero ya veraz que te caerá súper, anquen es algo frívola, pero es una gran persona.
—Bien, esperemos que me caiga bien.
—Claro que si, ya lo veras.

************​

Él había manejado velozmente, ahora ella estaba bajando del coche, cerro la puerta tras ella y se dirigió a la puerta de la casa, introdujo la llave dentro, estaba por darle la vuelta a la manija, cuando las manos de Sesshomaru hicieron que la puerta se abriera a toda prisa, Kagome se adentro a la casa y cerro la puerta tras ella.

—Un día de estos romperás la puerta.

El se dirijo al bar que había en la cocina y se sirvió una copa de whisky, Kagome lo miraba desde la puerta.

— ¿Qué me vez? —dijo el mientras se tomaba el whisky.
—Nunca te había visto beber en casa.
—Es una forma de tranquilizarme.
—Valla forma de hacerlo.
— ¿Quieres una?
—No gracias, iré a cambiarme.
—Quédate.
—No me gusta ver beber a la gente, así que no me obligaras.

Sesshomaru se llevo otro trago a la boca y dejo la copa sobre la mesa, Kagome subía las escaleras, cuando oyó los pasos de Sesshomaru subiendo.

—Ya no beberás—Dijo ella mirándolo.
—No hay mejores cosas que hacer.

Kagome se había detenido en uno de los escalones, mirando como el se acercaba cada vez más a ella.

— ¿Cómo que? —Pregunto ella.

Cuando el estuvo a su altura, la elevo en el aire y luego la cargo hasta la habitación, depositándola en la cama.

— ¿Ha esto te referías con que tienes mejores cosas que hacer? —Pregunto molesta la chica.
—Si.
—Me obligaras a estar contigo.
—No es suficiente con decirte que te deseo.
—No lo es.

Sesshomaru acerco más su rostro al de Kagome, sus reparaciones chocaron.

—Tu aliento huele a whisky—Dijo ella.
— ¿Quieres probar un beso con whisky?
— ¿Qué?

Pero de nuevo, como paso en el restaurante, él la beso.
Se sintió como cenicienta, paso de una chica odiada a una amada, pero siempre se pregunto, ¿Por qué si un hada madrina tiene poderes para cambiar a las chica no usa la magia en ella?
Los fogosos besos que recibía por parte del demonio no la dejaban pensar, justo cuando llegaría aun buena conclusión, sintió como la lengua de demonio pedía permiso de entrar en su boca y ella lo permitió.
El hada madrina no usa la magia en ella misma, por que sabe que, cuando el hechizo se rompa, sólo quedara la soledad. Esa era una buena conclusión, y así seria como ella se sintiera cuando esta mágica historia termine, sola.

—Se mía—Murmuro Sesshomaru.

Kagome miro los ojos dorados del demonio al igual que el miraba los ojos azules de la chica.

—Soy tu marioneta, por lo tanto soy tuya.
—Se mía por completo, piensa solo en mi, sueña solo conmigo.
— ¿No te parece una petición muy egoísta?, soy tu marioneta y ya.
—Tonta.
— ¿Por qué?
—Eres mi marioneta, pero no eres mía por completo.
— ¿Crees que con relaciones intimas seré tuya por completo?
—No, no quiero tener relaciones íntimas contigo, no ahora.
— ¿Entonces que quieres?
—Sólo quiero probar cada parte de tu cuerpo y dejar mi marca en el, para que todos vean que eres mía.
—Eres como un niño, ¿lo sabias?

Kagome extendió sus brazos hacia Sesshomaru y atrajo el rostro del demonio hacia el de ella.

—Creo que no necesitas mi permiso para eso.

Y sus labios se volvieron a juntar, pero esta vez ella fue la que primero actuó.

************​

—El es tan estúpido como su hermano—Dijo Midoriko.
— ¿Por qué Señora?
—Creí que me ayudaría a buscar a Sesshomaru, pero no fue así, solo me pregunto como nos conocimos un poco de la humana esa.
— ¿Qué quiere entonces?
—Encontrar las verdaderas razones de sus actos, y saber por que esta tan interesado en esa humana.
—Es linda.
—No por que sea linda el se interesaría en ella, además para llagar a los extremos de vivir juntos, ya ni cuando éramos novios lo hicimos.
—Las cosas han cambiado señora.
—Claro que si, Koga, pero yo no he cambiado, podrá cambiar el mundo entero, pero yo jamás lo hare.
—Es bueno que no cambie señora.
—Necesito el número de Sesshomaru y cuanto antes mejor.
—Lo buscare.
—No importa que, tienes que encontrarlo.
—Si, mi señora.
—Bien.

************​

Kagura estaba mirando televisión recostada muy cómodamente en el sofá de su departamento.

—Sango, ¿Cuándo tendré un trabajo decente?
—Si ya tienes uno.
—Pero quiero actuar en un drama.
—Harías muy bien el papel de mala.
—Yo quería ser la protagonista.
—Pero Kagura tu no pintas para una protagonista, estas mejor como antagonista,
— ¿Las que son antagonistas triunfan?
—Claro que si, incluso más que las principales.
—Entonces quiero un drama donde yo sea la antagonista más mala de la historia.
—Bien, mañana comenzaremos a buscar que drama necesita una chica mala.
—Bien sango, ahora veremos quien gana su primer premio por la mejor antagonista.
— ¿De quien hablas?
—De Kagome Lambert.
—Por favor Kagura no comiences.
—Lo siento Sango, pero realmente odio a esa mujer.
—Ella te gano limpiamente, además ya eran novios desde antes.
—No me importa Sango, me gusta Sesshomaru Taisho, así que nada me hará cambiar de parecer.
—Bien no discutiré eso.
—Bien, dime sango, ¿Qué hay de comer?
—Nada.
— ¿Pero tengo hambre?
—Comamos fuera.
—Bien.

************​

Tu solo tienes que construir el mundo que se presenta ante ti, no puedes tratar de construir el de los demás.

—Detente—Susurro Kagome.

Pero era ya demasiado tarde para hacer que el se detuviera. Ella yacía en la cama con el vestido abierto, el encima de ella con la ropa aun puesta, y por alguna razón sabia muy bien que solo ella estaría así, media desnuda.

—No quiero—Decía el mientras besaba su estomago.
—Me harás perder el control—Se quejo ella.
—Kagome Lambert nunca debe perder el control, ese debería ser yo, ¿No crees querida?
—Si, para que negarlo—Dijo ella cerrando los ojos.
—No me gusta el encaje—Dijo el.

Kagome abrió los ojos y miro que llevaba ropa interior con encaje, las dos piezas bellamente adornadas con encaje blanco.

—Si no te gusta dejémoslo aquí—Dijo ella, esperando que el dijera que no.
—Tal vez me guste, sólo un poco.
— ¿Qué quieres decir con sólo un poco?
— Que he visto mujeres con más busto que tu.

Kagome se echo a reír, si que era muy gracioso, ahora todo esos nervios desaparecían.

— ¿Dices que son pequeños? —Pregunto ella enojada.
—si, pero para mi son perfectos.

Y de nuevo ahí estaban los nervios, sus manos parecían mágicas, cada parte que tocaba la dejaba con ganas de que llegara a lo más intimo de su ser.
Mientras besaba su cuello, pasaba sus manos sobre el sujetador, Kagome se sentía en la gloria, pero justo cuando el trataba de quitarle el sujetador sonó un celular.

—No es mío—Dijo ella en un hilo de voz.
—Es el mío—Decía el mientras besaba la cuenca de sus pechos.
—Contesta—Dijo ella con trabajo.
—No quiero, prefiero seguir jugando contigo—dijo mientras le mordía un lóbulo de la oreja.
— ¿Y si es importante? —Pregunto ella.

Sesshomaru tomo su celular y vio el número en la pantalla, número desconocido, decidió contestar mientras veía como la chica se cerraba de nuevo el vestido.

— ¿Quién es? —Pregunto el con fastidio.
—Ya no te acuerdas de mí.

Kagome vio como la expresión de el cambiada por completo, parecía mas enojado que nunca.

— ¿Midoriko?
—Así es, veámonos hoy.
—No quiero.
—Ho vamos.
—No.
—Si no quieres que se lo diga a tu nueva novia tendrás que venir a reunirte conmigo.
—Te veo en mi oficina.
—Bien, tú hermano me dijo donde es, te veo ahí.

Sesshomaru colgó, miro a la chica, la cual se cerraba el último botón.

—Tengo que ir al trabajo.
—Claro.
—Regresare tarde, así que duérmete primero.
—Bien, te veré más tarde.

Sesshomaru se acerco a ella, Kagome pensó que la besaría apasionadamente, pero solo le dio un frio beso en la mejilla, ¿Esto debería ser una broma?, después de que casi se la devora, le da un beso frio, eso no lo dejaría así.
Kagome bajo rápidamente las escaleras, él estaba en el vestíbulo colocándose los zapatos, al verla ahí, él se quedo sorprendido.

— ¿Qué pasa? —Dijo él.
— ¿Quién es Midoriko? —Pregunto ella.

Continuara…

 

Siento la demora, la bendita escuela no me dejaba y también problemas familiares, pero en fin ya estoy por aquí, este capitulo contiene lemo, así que ya saben.
¡Tienen que leer el lemo para entender el final del capitulo!


Marioneta.
Capítulo 11: Un extraño sentimiento.

— ¿Qué pasa? —Pregunta Sesshomaru.
— ¿Quién es Midoriko? —Pregunta Kagome.

Sesshomaru permanece callado, se había olvidado de que tenía que colocarse los zapatos, Kagome se acercó a él y se pone de cuclillas, toma uno de los zapatos y se lo coloca en el pie derecho y luego prosigue con el otro haciéndolo con suma tranquilidad.

—No llegues tarde—Dice la chica levantándose.
—Eso espero—Contesta él.

Si su presentimiento era cierto, esa tal Midoriko debería de ser su esposa, no estaba del todo segura, pero la forma en que había reaccionado, indicaba que era verdad.

—Si quieres no voy—Dice el demonio mientras colocaba la mirada en ella.
—Mi opinión no cuenta, ¿acaso lo olvidas? —Dice la chica sonriéndole.
—Pero tú vestido si vale la pena—Dice con sarcasmo el demonio.

Kagome ríe a carcajadas, así que estaba más interesado en quitarle el vestido y abrirse paso entre sus piernas; sin darse cuenta le había revelado su punto débil, el deseo que tenia hacia ella.

— ¿Mi vestido o lo que hay debajo? —Pregunta la chica curiosa.
—Da igual, mientras seas tu—Dice mientras la sujetaba por la cintura.

Kagome acerca sus labios al oído del demonio, debía de torturarlo.

—Cuando vuelvas te estaré esperando—Hizo una pausa—Claro esta, que debes llegar temprano, si no me aburriré de esperar.

Dicho eso ella se aparta de él y camina hacia las escaleras, pero cuando estaba a punto de subir unas fuertes manos sujetan su cintura, deteniendo su avance.

— ¿Para que esperar? —Gruñe el demonio.
—Ambos tenemos trabajo, así que ve a tu cita, con tu misteriosa dama.
—No quiero ir.
—Si fueras un niño de 5 años lo entendería, pero tienes cuando menos unos siglos más que eso, así que vete ya.

Sesshomaru le muerde la oreja a la chica, indicando así que ella le pertenecía, Kagome solo podía pensar en la marca que ese acto dejaría en su oreja.

—No tardare—Dice el demonio al oído de la chica.
—Tú sabrás como administrar tu tiempo—Dice ella con la voz tranquila.

Kagome siente como aquella fuertes manos abandonan su cuerpo, y luego el sonido de la puerta de oye, ella sube rápidamente las escaleras y se dirige a su armario, tenia que cambiarse de prisa, tenia una un par de citas el día de hoy. Estaba la cita con esa pelirroja a la que Naraku intento conquistar el día que conoció al demonio pervertido de ojos dorados y luego estaba la estúpida conversación que de seguro tendría con Naraku, acerca de por que lo despidió y cosas sin sentido alguno.

—Todo debe salir bien—Murmura la chica mientras saca un bello vestido café.

Cuando termina de abrocharse todos los botones del vestido se mira en el espejo, todo en ella era perfecto.

—No del todo—Dice para si misma.

Miro su oreja, en ella había una marca de dientes.

—Me llevare suelto el cabello.

Como odiaba que se metieran con su cuerpo, ese demonio se las pagaría y ahora sabia muy bien como hacer que sufra.

************​

— ¿Qué es exactamente lo que debo saber de Kagome Lambert? —Pregunta Kikyo.

Sango le da un sorbo a su café americano mientras cruza las piernas.

— ¿Acaso tiene una trágica historia? —Insiste Kikyo.

Sango deja el café sobre la mesa rectangular frente a ella y fija su mirada chocolate en Kikyo.

— ¿Qué quieres saber de ella exactamente? —Dice Sango.
—Bueno, mejor dime todo lo que sepas de ella.
—Se muchas cosas de ella, dime mejor que es lo que quieres saber.
— ¿Esta enamorada de Inuyasha? —Pregunta Kikyo.
—Valla tu si que vas al punto.
—Dime.
—No, no esta enamorada de é, pero al parecer tu querido Inuyasha si esta interesado en ella.
— ¿Cómo lo sabes?
—Lo vi en mi bola de cristal—Dice Sango mientras suelta una risota.
—Venga, no me digas esas cosas.
—Querida, lo vi en las revistas, estos humanos, no son brujos, suelen llamarse periodistas.
—Valla, pues están más informados que los brujos en los tiempos antiguos.
—Así es, ¿Hay algo más que quieras saber?
— ¿Tiene familia?
—No tiene, esta sola en el mundo.
—Así que sabe muy bien como es sentirse sola en el mundo—Dice Kikyo mirando hacia el piso.

Sango la mira, Kikyo, al igual que Kagome, estaba sola en el mundo, sin ningún familiar, solo era una hija bastarda de un padre que también era bastardo, por lo que al igual que su padre, Kikyo fue abandonada.

— ¿No me digas que te has puesto sentimental? —Bromea Sango.
—Por supuesto que no—Dice Kikyo mirando a Sango—Me hace sentir bien, estoy a punto de comenzar una guerra, y es mejor estar informada sobre el enemigo.
— ¿Consideras a esa humana tu enemigo?
—Cualquiera que se mete con Inuyasha es mi enemigo.
—Valla, si que proteges mucho tu territorio.
—Ahora debo irme, que veré a la señorita mortal en mi oficina.
— ¿La has citado para declararle la guerra? —Pregunta Sango como si se hubiera enterado del último chisme del día.
—Claro que no, Ayame, la chica que represento se lleva con ella.
—Ho bueno, me habías asustado—Dice mientras se pone de pie—Yo también debo irme.
—Un último favor Sango.
—El que gustes querida.
—Quiero que me mandes toda la información que sepas o tengas de ella, dirección, número móvil, tarjetas de crédito, todo.
—Bien, te lo mandare por fax, solo si Kikyo, que nadie te vea.
—Claro.
—Bien, nos vemos otro día.

Ambas chicas se levantan de la mesa y dejan 5 dólares en la mesa.

************​

Esa mujer si que podía jugar con sus emociones, a tal grado que no podía ni concentrarse en si meter el freno o meter las velocidad al máximo, quería regresar a casa.
¿Desde cuando había querido tanto una cosa?, claro estaba que ahora ya no había vuelta atrás, le había revelado sus verdaderas intenciones y ella al parecer lo había aceptado.

—Ingenua.

Estaba apunto de llegar a su empresa, cuando un auto negro hizo que se detuviera, ¿Desde cuando gustaba de lujos esa mujer?; estaciono su auto y bajo.

—Llegas tarde.

Sesshomaru mira hacia aquella voz, ahí estaba ella, mirándolo con esa mirada gélida, ¿Dónde había quedado esos ojos llenos de amor y alegría?

—Y tú sigues aquí—Dice Sesshomaru molesto.
— ¿Por qué estas molesto? —Dice Midoriko.
—Por que estaba en medio de algo importante y tú interrumpiste.
—Siento haberlo hecho, espero que salga bien tu trabajo.
—No estaba hablando de trabajo.

Midoriko se quedo callada, vio como se asomo una sonrisa en los labios del demonio.

— ¿De que hablabas entonces?
—De asuntos que no te conciernen.
— ¿Tiene que ver con Kagome Lambert?

Sesshomaru miro a Midoriko con una sonrisa.

—Así que por eso has venido a verme.
—Por supuesto, recuerda que aun somos marido y mujer.

El demonio se echo a reír, después de ya muchos siglos todavía se atreve a decir que estaban casados, cuando ella fue la que lo abandono.

—No se que es lo que te causa gracia, estoy hablando enserio.
—Pues no parece, por que hace siglos que no nos vemos.
—Y eso que tiene que ver.
—Que ya no somos nada.

Midoriko se acerco a Sesshomaru, estaba a punto de tocar su rostro, cuando sus manos fueron detenidas por las fuertes manos del demonio.

—No me toques—Dijo el demonio.

Midoriko se quedo sorprendida, cuando ellos vivían juntos él anhelaba sus manos, hasta se podía decir que él estaba más enamorado que ella.

—Has cambiado demasiado.
—Los años cambian a las personas.
—Pero tu has cambiado demasiado.
—No me importa ahora lo que pienses de mí, ¿No te has dado cuenta?
— ¿Tan rápido ya te has olvidado de mi? —Pregunto Midoriko.
—No me he olvidado de ti—Dice el demonio molesto.

Midoriko sonrió, así que aun había algo de esperanza.

—Por eso ruego a los demonios para olvidarme de ti.
— ¿Y esa noviecita tuya te ayuda?
—Por supuesto que si.
— ¿Cómo?
—Es de mala educación preguntar eso, pero te diré, por lo pronto solo por las noches olvido cosas.
— ¿Qué es lo que realmente quieres con ella? —Pregunta Midoriko curiosa.
—Pensé que venias hablar de lo que pasará con nosotros, pero solo me has citado para hablar de mi… de Kagome.
—Ibas a decir mi novia, ¿no?
—Bueno, dime que es lo que quieres.
— ¿Qué pasara cuando el contrato que tienes con ella termine?
—No lo sé.
—Por que no consideras volver conmigo.
— ¿Volver contigo?— Dice Sesshomaru incrédulo—Prefiero hacer cualquier cosa que regresar contigo Midoriko, además no te acuerdas que tú terminaste la relación.
—No la termine, solo pedí tiempo.
— ¿Y 2 siglos te bastaron?
—Me tarde, lo sé, pero nunca es tarde.
—Si es tarde, mejor me voy.
— ¿Por qué? Aun no termino de hablar contigo.
—No me importa, tengo mejores cosas por hacer que estar aquí perdiendo el tiempo contigo.
—Hay ciertas cosas que discutir antes que te vallas—Dice Midoriko algo desesperada.
— ¿Cómo cual?
—Como que estamos casados y tu estas cometiendo adulterio.
— ¿Y? —Dice el demonio despreocupado.
—Eso es castigado por la ley Sesshomaru.
—Entonces demándame, ¿Qué le dirás al abogado?, disculpe quiero demandar a mi esposo, con el cual he estado casado más de dos siglos, por que me ha engañado.

Él tenía toda la razón, no podía hacer nada, le preguntarían muchas cosas.

—Olvídate de eso Midoriko—Dice el demonio.
—Ok, tienes razón, no puedo hacerlo.
—Bien, me voy ahora.
—Pero y si te digo que hay un abogado demonio.
—Tu no me dejar en paz hasta que hablemos de eso ¿Verdad?

Midoriko sonrío, esa mujer no había cambiado en nada, siempre pensando que ella tenia el control en todo.

—Sólo te advierto algo—Dijo Sesshomaru.
— ¿Qué?
—Hace mucho que tú y yo dejamos de ser algo.
—Lo sé, pero no por eso me es imposible.
— ¿De que hablas?
—Te recuperare.

Sesshomaru miro a la mujer que alguna vez amo, el amor era algo paradójico, pensó el demonio.

—Eres una tonta.
—Eres mio y siempre lo serás.
—Bien, como digas ahora hablemos que ya me quiero ir.
— ¿Por qué la prisa?
—Tengo algo importante que hacer.
— ¿Con ella?
—Se llama Kagome Lambert.
— ¿Acaso es extranjera?
— ¿Desde cuando te importa esas cosas?
—Por que esa niña no es totalmente japonesa.
—No lo es, bueno apurémonos.

Quería llegar pronto a casa, quería estar a lado de ella, por que aunque lo negara, estar con ella era sumamente confortable y hasta cierto punto bueno.

************​

Kagome se estaba bajando de la limosina, al parecer los presentes la habían reconocido, ya que no dejaban de verla, la secretaria se había levantado de su lugar y se acercaba a ella.

—Señorita Lambert, sígame.
—Gracias.

Subieron al elevador y el joven marco el piso 20, después de unos minutos llegó.

—Sigue todo derecho y dobla a la derecha, ahí estará la manager de la señorita Ayame King.
—Gracias.

Kagome siguió las indicaciones de la joven y en menos de dos minutos ya se encontraba frente a la dichosa oficina, estaba por abrir, cuando la puerta se abrió, haciendo que ella retrocediera.

— ¿Kagome Lambert?

Kagome miro a la mujer, llevaba un traje de sastre azul marino y una blusa blanca, la cual estaba levemente abierta, su largo cabello negro estaba en una coleta y llevaba unos anteojos negros, haciendo que su rostro se vea más pequeño.

—Sí, soy Kagome Lambert.

Kikyo miro a la joven humana, llevaba un vestido café decorado con encaje, un par de tacones dorados y un bolso haciendo juego, su cabello estaba suelto, las puntas de su cabello estaban ondulados, luego se fijo en sus ojos, unos enormes y azules ojos.

—Soy Kikyo Yamada, manager de Ayame King.
—Claro, mucho gusto.

Kagome entro a la oficina y no vio a la chica.

— ¿Y ella donde esta?
—No debe de tardar, dijo que estaba en camino, es que hoy tuvo una grabación.
—Bien.
— ¿Quieres algo de tomar?
—No, muchas gracias.

Kagome tomo asiento, mientras miraba la oficina.

—He oído que usted es novia de Sesshomaru Taisho.

Kagome miro a la mujer, ¿Por qué sentía algo de rabia en sus palabras?

—Así es.
—Usted debe ser la envidia de todas las mujeres.
—Así parece.
—Usted no es de muchas palabras, ¿Verdad?
—No es eso, es solo que no la conozco, no se que es lo que debo de hablar con usted.
— ¿Conoce a su cuñado?
—Se refiere a Inuyasha.

Kikyo cambio de expresión cuando escucho el nombre de su amado, ¿Por qué le hablaba de una forma tan informal?, pensó la chica.

— ¿Así que lo conoce?
—Si, lo he visto un par de veces.
— ¿Su novio lo sabe?

Kagome miraba a Kikyo, no entendía por que le hacia toda esas preguntas, ¿y a ella que le importaba?, pensó la chica.

— ¡Siento la demora!

Ambas chicas miraron hacia la puerta, ahí estaba la pelirroja, estaba vestida con una sudadera negra y una diminuta falda de mezclilla. Tenía tenis negros y unos mayas haciendo juego.

— ¿Esperaste mucho Kagome? —Dice Ayame.
—No, hace unos minutos que llegue.
—Menos mal, venga vamos a comer.
—Disculpa, pero ya he comido.
—Ho, que mal.
—Pero puedo acompañarlas, estaba tan deprisa que no nos dio tiempo de comer el postre.
— ¿Interrumpí tu cita? —Pregunta Ayame.
—No, fue otra persona, pero en fin vamos.

Ayame le sonríe a Kagome, mientras ambas eran vistas por Kikyo.

—No podre ir Ayame—Dijo Kikyo.
— ¿Pero por que?
—Tengo muchos pendientes y no me he puesto al corriente con tus cuentas.
—Eso lo puedes hacer después.
—El trabajo es primero, ve con ella, estoy segura que estarán más cómodas las dos solas.
—Bueno, te traeré algo del restaurante.
—Gracias.

Ayame tomo la mano de Kagome y se dirige a la puerta.

—Hay tantas cosas que quiero contarte.

Kagome le sonrió a la chica, ella era una persona sumamente alegre y hasta cierto punto inocente, le recordaba a la antigua ella, así era antes de conocer la cruda realidad.
El auto de Ayame era muy parecido al de Sesshomaru, hasta eso le recordaba a ese maldito demonio, no estaba enamorada, por que aquel sentimiento murió cuando ella estuvo en ese punto, odiaba el amor, pero ahora más que nunca se sentía agradecida por tenerlo junto de ella.

— ¿Estabas en una cita Kagome?
—Pues creo que así se le llama.
— ¿Con Sesshomaru?
—Si, estaba con él.
—Aun recuerdo la vez que te conocí, ahora te ves diferente.
— ¿A que te refieres con diferente?
—No lo tomes a mal, pero te vez menos solitaria.
— ¿Eso es bueno o malo?
—Para mi es bueno.
—Solo se que estoy junto a una persona muy parecida a mi.
—Ya lo creo, hacen una linda pareja, sabes debes hacer una sesión de fotos con él, serian muy bien recibidas.
—Tengo demasiado trabajo, lo dejare para después.
—Bien, ya llegamos.
—Comida francesa.
—Pensé que te gustaría.
—De hecho acertaste, me gusta esa comida, pero solo te acompañare en el postre.
—No hay problema, y de paso me contaras de como va tu relación—dice Ayame mientras le guiña el ojo a Kagome.

************​

Sesshomaru miraba de nuevo su celular, no es que esperara un mensaje de ella, pero no le costaba nada mandárselo.

— ¿Estas escuchando? —Dice MidoriKo.

El abogado mira a Sesshomaru y luego a la mujer, si le pedían su opinión, él mismo se encargaría de divórcialos y cuando antes mejor, pero como no lo escucharían, lo mejor era permanecer callado

— ¿Puedo proseguir? —Pregunta el abogado.
—Siga por favor—Dice Midoriko.

Sesshomaru volvió a mirar su celular, sabia muy bien que nada cambiaria, hace un segundo miro su celular, pero no por eso tendría un mensaje o una llamada de ella, ¿Qué estaría haciendo?, pensó el demonio.

— ¡Sesshomaru!—Grita Midoriko.
—Saben que no tengo tiempo para esto, me tengo que ir.
—No puedes irte.
—Ya no somos nada Midoriko.
—Pero Sesshomaru yo aun…
—No quiero seguir con esto.
—No puedo creer que me has cambiado por esa mujer.
—Esa mujer me ha dado lo que tú no me diste.
— ¿Qué es? —Dice desafiante Midoriko.
—Tranquilidad.
— ¿Me cambias por tranquilidad?
—Lo mejor es que lo dejemos para otro momento—Dice el abogado.
—No, lo solucionaremos ahora.
—Señora le doy mi opinión.

Midoriko y Sesshomaru miraron al abogado.

—Deje en paz al señor, ya han pasado dos siglos desde que usted dejo a su esposo, eso es abandono de hogar, no puede pelear absolutamente nada.
—Nadie le pidió su opinión—Dice Midoriko enfadada.
—Viste él lo dice también, tu eres la loca aquí.
—Cállate, por ahora no diré nada, pero tarde o temprano me encontrare con esa mujer, y veras de que soy capaz.
—Yo me encargare de que jamás se encuentren.
—No estés tan seguro Sesshomaru, te conozco mejor que nadie.
—Conoces al Sesshomaru antiguo, he cambiado demasiado.
—No te cansas de decirme eso, pero ya lo veremos.
—Bien, me voy.

Sesshomaru se levanto de su lugar y se dirigió a la salida.

— ¿Estará en casa? —Dice mientras mira su reloj.

Sesshomaru miro de nuevo su celular y busco el número de Kagome dispuesto a marcarle.

************​

Menos mal que Ayame se había ido al baño, por que estaba recibiendo una llamada de su novio, así era como todos lo consideraban.

— ¿Qué quieres? —Dice Kagome.
— ¿Dónde estas? —Dice Sesshomaru desde el otro lado de la línea.
—Te dije que tenía una cita hoy.
—No te deje en claro que me esperaras en la casa.
—Lo siento como tardarías por eso aproveche a Salir
— ¿Y tu cita es un hombre?
—No, es una mujer.
—Iré ahí, ¿Dónde estas?
—Estoy en una cita de trabajo, no quiero que vengas.
—Quiero ir.

Kagome permaneció callada, por que escuchaba diferente la voz y el tono del demonio, estaba tranquilo.

— ¿Con quien hablas?

Kagome escucho del otro lado de la línea, la voz de una mujer, luego escucho ruido, algo así como un forcejeo.

— ¿Sesshomaru estas ahí? —Dice ella esperando su respuesta.
—No soy Sesshomaru—Dice Midoriko del otro lado de la línea.
— ¿Quién eres?
—Mejor dicho tu quien eres, por que yo soy su esposa.

Kagome permaneció en silencio.

—Yo soy su novia, mucho gusto Midoriko.
— ¿Cómo sabes mi nombre?
—Por ahora no puedo hablar, nos vemos.

Kagome cortó la llamada, así que después de todo si estaba con ella, ese idiota.

— ¿Hablabas con alguien? —Dice Ayame regresando del baño.
—Sé, lo siento pero debo irme.
—Pero aun no discutimos acerca del trabajo.
—Aceptare el trabajo.
—Pero no te he dicho lo que haremos.
—No te preocupes mientras trabaje contigo no hay problema.
—De acuerdo, cuando tenga listo el contrato te aviso.

Kagome se levanta de su lugar y se despide de Ayame, sale del establecimiento rápidamente.

—Señorita, pensé que tardaría—Dice su chofer.
—Tenga algo que hacer.
— ¿A dónde la llevo?
—Primero llévame a la casa.
—Bien.

************​

— ¡Pero que descarada es tu noviecita! —Grita Midoriko enojada.

Sesshomaru le arrebata el celular a Midoriko.

—No tuviste por que hacer eso.
—Sólo estaba probándola.
—Eso es de niños.
—Ella tuvo el atrevimiento de decir que es tu novia y se rio.
—Es lo que te mereces Midoriko.
—Ella es la maleducada, debe de estar furiosa, ¿qué pasara ahora?
—Ya lo veremos.

Sesshomaru se subió a su auto y condujo a toda velocidad, tenia que llegar con ella cuanto antes, pero no sabia donde estaba, trato de llamarla, pero su celular estaba ocupado, ¿A quien estaba llamando?

— ¡Maldición! —Dice furioso el demonio.

No tenia por que enterarse de ese modo, no tenia por que.

— ¿Por qué no contestas el maldito teléfono?

El móvil reboto por el haciendo del acompañante, Sesshomaru comenzó a imaginarse cosas, y si ella estaba llorando, eso no podía ser posible, ella no seria tan débil como para ponerse a llorar.

— ¿Qué se supone que hare?

Kagome estaría demasiada molesta como para querer escuchar algún tipo de explicación.

— ¡Maldición!

Tuvo que detenerse, ya que el semáforo estaba en rojo, coloco la cabeza a un lado de la ventana, el timbre de su celular hizo que se enderezara y contestara rápidamente.

—Kagome yo…
—Escucha tengo que irme de la cuidad por trabajo, estaré fuera por una semana.
— ¿Qué?
—Si, me iré por una semana.
—No, no puedes irte.
—Tranquilo en una semana vuelvo.
— ¿Por qué no me dices a donde vas? —Dice Sesshomaru.
—No creo que te interesa saber donde estoy.
—Si me interesa, tú eres mía.
—Y todavía tienes el descaro de decirme eso, además estarás muy ocupado con tu esposa.
— ¿Así que haces esto por que estas celosa?
—Tómalo como quieras, además mi trabajo es más importante que esta estúpida historia de engaño y traición.
—Averiguare tarde o temprano donde estarás.
—Eso ya lo veremos.

La llamada fue cortado por ella, definitivamente planeaba algo, justo cuando las cosas comenzaban a estar bien entre ellos, Midoriko aparecía para arruinarlo.

************​

Kagome estaba sentada en una bella pero pequeña cafetería.

—Si que era urgente.

Kagome dejo sobre la mesa su taza de café recién hecho mientras que Naraku se sentó frente de ella y no pudo evitar mirar la maleta que estaba a un lado de ella.

— ¿Te escapas? —Pregunta Naraku.
—Me voy a un pequeño viaje.
— ¿Y Sesshomaru sabe del pequeño viaje?
—Claro.
—No te creo.
—No te cite aquí para que hablemos si me dio permiso o no.
— ¿Para que estamos aquí entonces?
—Algo me querías decir, y no puedo esperar a que regrese de viaje para saberlo.
— ¿Te vas por muchos años?
—Solo me voy una semana, pero realmente necesito que me digas lo que sabes.
—Invítame a un café.
—Claro.

Kagome pidió un café el cual llego en seguida hacia la pequeña mesa que compartía con el demonio de ojos negros.

—Ahora dime lo que sepas.
—Él esta casado.
—Eso ya lo se.
— ¿Cómo que ya lo sabes?
—No importa como es que lo supe, simplemente lo se.
—Su nombre es Midoriko Taisho.
—Aun tiene el nombre de casada.
—Pues si, aun lo usa.
—Escucha se supone que no te debo de contar esto, pero ella es una humana convertido en demonio, por lo que eso la hace un demonio inferior.
— ¿Es peligrosa?
—Eres una frágil humana, claro que es peligrosa para ti, pero para nosotros ella no es nada.
— ¿Entonces por que no la matan?
—Sesshomaru nos hizo prometer que jamás la tocáramos.
—Así que el aun siente algo por ella.
—Lo ignoro Kagome, sólo se que no debes de confiar en ella.
—Jamás lo haría.

Kagome tomo un poco de su café, mientras que Naraku la miraba.

— ¿Por ella te vas?
—Necesito pensar que hare de ahora en adelante, esto no solo afectara la dichosa relación que tengo con Sesshomaru, si no que también afectara mi carrera—Dejo la taza de nuevo en su lugar—Si los medios se enteran que ella es su esposa, yo quedara como su amante, y eso dañara mi imagen.
—Así es, sabes muy bien que ahora eres la amante de un hombre casado.
—Ni que me lo digas, no se que hare.
—Mientras los medios no lo sepan, actuar normal con él.
—No es fácil.
—Tú nunca fuiste fácil para él.
— ¿Qué? —Pregunta Kagome con duda.
—Olvídalo.
— ¿Qué quisiste decir con eso?
—Dije que lo olvidaras.
—Pero…

De repente el sonido del celular de Naraku los interrumpió, el demonio miro la pantalla del móvil, era Sesshomaru.

—Ahora vengo—Dijo Naraku.
—Como quieras—Dijo la chica mirando su taza.

Naraku se alejo lo sufriente de ella como para que no la escuchara.

— ¿Qué sucede Sesshomaru?
— ¿Estas ella contigo?
—Así es.
— ¿Dónde están?
—En el aeropuerto principal, en la única cafetería, ahí estamos.
— ¿No me dirás que no valla?
—No lo diría, después de todo te costo mucho estar a lado de ella.
—Iré, ahora trata de hacer tiempo, estaré ahí en menos de 5 minutos.
—Bien.

Naraku guardo su móvil en el pantalón, había algo por lo cual hacia esto, todo tiene su por que, y él no podía intervenir ahora. Regreso a su lugar, Kagome parecía molesta.

— ¿Por qué estas molesta ahora?
—Por que me olvide el móvil en el taxi, cuando se entere de que lo perdí me mata.
—Tienes que hablar para bloquearlo.
—Ya lo hice, mientras hablabas preste un celular.
— ¿Tanto te gustaba el celular?

No estaba así por que le molestara haber perdido e celular, estaba así por que él se lo había regalado, él por 5 minutos pese en ella.
Naraku miro discretamente detrás de ella, el demonio estaba entrando por la entrada principal, ahora era el momento justo de huir.

— ¿A dónde vas? —Pregunta la chica.
—Ya me tengo que ir.
—Pero no me has terminado de contar.
—Todo lo que tienes que saber ya lo sabes.

Kagome siguió con la mirada a Naraku y se quedo muda al ver quien estaba en el umbral del pequeño cafetería. Sesshomaru la miraba con esos ojos dorados, tan hostiles y sin sentimiento alguno.

—Ese maldito Naraku—Dice enfadada Kagome.
— ¿Así que te vas? —Dice Sesshomaru acercándose a ella.

Kagome saco 5 dólares de su cartera y lo dejo sobre la mesa y se levanto de su lugar, ahora no tenía ganas de hablar, no quería saber nada de él, no por las próximas 24 horas.

—Déjame irme, no tengo ganas de habla contigo.

Sesshomaru la tomo de la muñeca y con la otra mano sujeto la maleta de la chica, la arrastro hasta afuera del aeropuerto, Kagome no pudo decir nada, ya que si armaba un escandalo la reconocerían, así que tuvo que seguirlo, siguieron unas cuantas calles, hasta que llegaron a un callejón.

—Ahora puedes gritar todo lo que quieras.
—Que chiste tiene, si nadie me escuchara—Dijo Kagome—No me impedirás irme, además no se en que te serviré, ahora que tu esposa ya volvió, creo yo que lo mejor es que te quedes con ella, yo solo estorbo.

Sesshomaru dejo la maleta en el suelo y miro a Kagome, estaba incomoda con esa mirada del demonio, por lo que retrocedió hasta que la pared la detuvo.

—Así que eso quieres—Dice ella.

Sesshomaru miro a Kagome con duda, ¿De que estaba hablando?

—No me dejaras irme hasta que tengamos sexo.
—Creo haber dicho que no es eso, es algo mucho más allá del sexo.
—Pues dime que es, por que yo no entiendo nada, esta relación es extraña.
—Lo se, es extraña pero es nuestra relación.
—No, no es nuestra, es tu relación.
—Tu me perteneces y yo a ti.

Kagome se quedo callada, ¿Él le pertenecía?, eso no podía ser verdad.

— ¿Qué te pasa? —Dice Kagome.
—Me pasa que no puedo dejar de pensar en ti.

Las mejillas de Kagome se tiñeron de rojo, aquellas palabras eran mucho más de las que ella quisiera escuchar, tenia mucho miedo.

—Intento olvidarte mientras trabajo, pero siempre me la paso esperando a que me llames o me mandes un mensaje.

Esto era mucho para ella, debía de pararlo, debía de hacerlo, por que si no ella terminaría enamorada de él.

—Pienso en ti en todo momento, eres como una clase de demonio que me tiene bajo su poder, yo no puedo…
— ¡Basta!—Grita la chica.

Lo miro unos minutos, tenia que olvidarse de que alguna vez él dijo esas palabras, ella no quería enamorarse, no debía de hacerlo, desde el día en que él murió se lo prometió.

—Lo sé todo Kagome.

No pudo evitar llorar, ¿cómo es que el sabia todo de ella?, pero ella no sabia casi nada de él, así estaban las cosas, ahora ya no quería pensar, quería perderse del mundo y solo había una forma de hacerlo, se tiro a los brazos del demonio y lo beso con desesperación. Sesshomaru también la beso, la necesitaba, la añoraba, la deseaba incluso la quería.
Los labios de Kagome fueron abandonados por los del demonio, ahora esos bellos labios estaban sobre su cuello, pasaron por su clavícula, y se detuvieron en el primer botón de su vestido.

—Te necesito Kagome—Dijo Sesshomaru en el oído de la chica.
—Solo hazlo, ahora ya nada importa.
—Aquí no—Dijo el demonio mientras desabrochaba el primer botón—Iremos al primer hotel que encontremos.

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Aquí comienza el lemo, entren en este link: http://blogs.cemzoo.com/inariamy/blog/u90738/158684-lemo-del-fanfinc-marioneta.html​

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Continuara…

 

Gracias por sus comentarios, todos son importantes así que aquí les dejo el siguiente capitulo, que lo disfruten.
:]

Marioneta.
Capítulo 12: Cambios.

— ¿No vendrá ella a recogerlos?

Ayame se detuvo en la puerta de la oficina, Kikyo la miraba con cierta curiosidad.

—No, Kagome esta algo ocupada así que me ha pedido que se lo deje a su nueva manager.
— ¿Quién es ahora?
—Kanna Hatsuki, no tengo el placer de conocerla aun.
— ¿No crees que yo soy la indicada para llevarlos? —Dice Kikyo.
—No, tu estas ocupada, yo tengo bastante tiempo libre, así que yo los llevara, no tardo.
— ¿Y que es eso que la tiene tan ocupada? —Pregunta Kikyo.

Ayame sonríe con picardía, mientras que Kikyo la mira con algo de duda.

—Problemas maritales.

Dicho eso la pelirroja sale de la oficina dirigiéndose a su cita con la nueva manager de Kagome Lambert, mientras que Kikyo se queda con cara de pocos amigos.

************​

— ¡Que no! —Grita la azabache.

Los choferes que se encontraban limpiando las limosinas se miraron entre si, últimamente habían más discusiones entre la pareja, desde que salieron a la luz las dichosas fotos de ellos dos entrando a un hotel.

— ¿Crees que ellos hayan echo eso? —Pregunta el más joven.
—Eso no es algo que deba importarnos.
—Pero es que desde que salieron esas fotos, ellos se la pasan peleando, además la señorita Kagome ya no deja que el señor Sesshomaru duerma con ella.
— ¿Cómo sabes eso?
—Eso dice la servidumbre.
—El señor Sesshomaru ha estado con mucho trabajo y también la señorita, debe ser que por eso son los pleitos.
—Quien sabe, pero ya me canse de oír los gritos de la señorita.
—Acostúmbrate hombre.

El chico suspiro, él aun no tenia la experiencia que su amigo, pero era insoportable oír eso todos los días.
Kagome estaba mirándose en el espejo, mientras que Sesshomaru la observaba en el umbral de la puerta.

— ¿Sabias que todo el mundo oye tus gritos de loca?
—No lo pudo a ver oído todo el mundo.
—Yo creo que si.
—Déjame en paz, que no tienes trabajo que hacer.
—Últimamente estas de un pésimo humor—Dice el demonio.
— ¿Por qué será? —Dice con sarcasmo la chica.
—No lo se, no he hecho nada malo.
—Estoy así por las dichosas fotografías que saco esa revista hace unos días.
— ¿Qué tiene de malo? —Dice el mientras se sienta en la cama donde ella dormía.
—Que a donde sea que vaya me dicen que estoy embarazada.
— ¿Lo estas? —Pregunta alarmado el demonio.
— ¡Claro que no! —Grita la chica levantándose de su lugar para mirar al demonio— ¡Que no vez la gravedad del asunto! Si tu esposa se entera del chisme del supuesto embarazo, mi carrera se acaba.
—Ella no hará nada—Dice serio el demonio.
— ¿Por qué estas tan seguro? Después de todo ella sigue siendo tu esposa—Dice ella mirándolo—Yo solo soy tu amante.
— ¿Acaso estas celosa? —Dice el levantándose de la cama para caminar hacia ella.

Kagome coloca una de sus manos en el pecho de demonio, haciendo que este se detuviera.

—Eso que tú quieres no volverá a pasar—Dice ella seria.

Sesshomaru sujeta la mano de la chica y la besa.

—Eres mía Kagome, no puedes huir para siempre.
—Créeme no será por mucho—Dice ella mientras se aleja del demonio.
— ¿Qué quieres decir con eso?, ¿acaso escaparas de mi?
—No podría, estoy consiente de ello—Dice ella mirando al demonio—Pero lo que hicimos en ese hotel, no fue por que nos amaramos infinitamente, fue por que ninguno de los dos soporta estar solo.
—Después de lo que hicimos en el hotel, ya no quisiste hablar del tema—Dice el demonio.
—No tengo por que evocarlo a cada rato.
—Yo quiero evocarlo—Dice el acercándose a la chica.
—Me tengo que ir—Dice ella tomando su bolso y caminando hacia la puerta del cuarto.
— ¿De nuevo escapando de mi?
—No escapo de ti, mi trabajo es muy importante.
— ¿A quien iras a ver?
—Inuyasha Taisho.
— ¿Qué demonios quiere mi hermano de ti? —Dice molesto Sesshomaru.
—Es solo trabajo, deja de comportarte como si te importara mucho.
—Me importa.
—Pues a mi no me importa si la vez o no—Dice ella saliendo del cuarto.

Sesshomaru la sigue.

—No quiero que trabajes con mi hermano.
—Es tarde, ya he firmado los papeles.

Ella se coloco los zapatos y abre la puerta.

— ¡Renuncia! —Le dice el demonio.

Kagome camina unos cuantos metros, mira que los choferes están ahí, no quería hacer una escena de nuevo.

—Te veo en la noche—Dice ella caminando hacia la limosina.
— ¡No he terminado de hablar!

Kagome se sube a la limosina y cierra la puerta tras ella, le ponía los nervios de punta esas discusiones, así era todas las mañanas y todo eso comenzó por que ella ya no quería dormir al lado de él.

— ¡Que bajes la maldita ventana! —Gritaba el demonio.
—Señorita será mejor que lo obedezca—Dice el chofer.
—Bájala entonces—Dice ella.

El chico bajo la ventanilla del lado de ella, el demonio se acerco a ella.

—Esta platica esta pendiente.
—Como quieras.

Sesshomaru introdujo ambas manos en la ventana y sujeto el rostro de la chica entre sus manos y la beso.
Ambos choferes se sonrojaron, era la primera vez que veían a esos dos besándose en frente de ellos.

—Ya te puedes ir—Dice Sesshomaru alejándose de la limosina con una sonrisa.

Kagome permanece callada mientras la ventanilla sube, el coche sale de la casa que ambos compartían.

— ¿A dónde la llevo? —Pregunta el chofer.
—Hay veces en las que no se quien es él.
—No es la única que piensa eso.
— ¿Por qué?
—El señor nunca había echo eso, claro esta que como cualquier hombre tiene ciertas necesidades, pero jamás había traído a alguien a vivir con él, usted es la primera.
— ¿Ninguna?
—Escúcheme bien, en estos tiempos el amor es algo que se ha perdido, ahora solo hay trabajo y pagar deudas, usted es joven aproveche su juventud en cosas como el amor.
—Te he dicho que dejes de ver esos dichosos doramas.
—Lo siento son muy adictivos, pero no me ha dicho a donde la llevo.
—Al hospital general.
— ¿Acaso esta enferma?
—Solo llévame, mi cita es en 20 minutos.
—Pero señorita no que tenía una cita con Inuyasha Taisho.
—Así es, después de mi cita con la doctora iré.

Kagome miraba hacia la calle, hacia ya mas de 5 años que no visitaba a su doctora, espera que de ahora en adelante todo marchara bien.

************​

—Después de todo me contrataste.

Inuyasha miraba a la chica sentada frente a el, con el cabello teñido de rojo, podía ver como su tono natural se asomaba discretamente sobre su cabeza.

— ¿Con quien hare el comercial? —Pregunta Kagura.
—Inuyasha ¿Te encuentras bien? —Pregunta Sango.

Inuyasha dejo de ver el cabello de Kagura y miro a ambas chicas.

—Solo me distraje con algo, lo siento ¿En donde estábamos?
— ¿Con quien hare el comercial? —Pregunta Kagura.
—Con Kagome Lambert—Dice Inuyasha.
— ¿Qué? —Grito Kagura.
— ¡Kagura cálmate! —Dice Sango.
—No me puedo calmar, ella no tiene ningún tipo de experiencia en el modelaje de ropa interior.
—Es por eso que te elegí a ti, tú serás su guía.
—Me niego a trabajar con ella.
—Ya has firmado el contrato, ya no hay marcha atrás.
— ¡Pero no quiero trabajar con ella! —Dice Kagura haciendo un puchero.
—Si el comercial no sale como lo tengo planeado, te despediré—Dice Inuyasha serio.
— ¡No puedes hacer eso! —Dice Kagura molesta.
—Kagura el puede hacerlo, así que compórtate—Dice Sango más tranquila.
— ¿Y ella donde esta? —Pregunta Kagura.
—Llegara tarde—Dice Inuyasha.
— ¿Por qué? ¿No se supone que ella tiene que estar aquí?
—Tiene unos asuntos que arreglar antes de venir.
— ¿Con la prensa? —Pregunta con humos la pelirroja artificial.
— ¿Por qué lo dices? —Pregunta Inuyasha con duda.
—Por los rumores.
— ¿De que rumores hablas? —Pregunta Inuyasha.

— De que ella esta embarazada de Sesshomaru Taisho—Dice Kagura molesta.
— ¡¿Voy a ser tío?! —Grita Inuyasha alarmado.
—Dije que son rumores, no que es verdad—Dice Kagura.
—Me habías asuntado, pero bueno esos rumores son puro invento de medios, si Sesshomaru fuera a ser papá ya me lo hubiera dicho.
— ¿Tu crees? —Pregunta Kagura seria.
— ¿Te gusta mi hermano?
—Si, me gusta.
—Por desgracia a él le gusta mucho Kagome, no creo que tengas oportunidad Kagura.
—Pensé que ella te gustaba.

Inuyasha mira a Kagura, ¿Era tan obvio?, pensó el.

—Piensas mal.
—No lo creo—Dice Kagura.
—Bueno cambiando de tema, ¿La esperaras?
—Claro que si, no puedo esperar a verla.
— ¿Tanto la aborreces?
—Todas las mujeres la aborrecen—Dice Kagura.
—Corrección, solo las mujeres que gustan de mi hermano—Duce Inuyasha.
—Exacto—Dice Sango.
—Pues a mi no me agrada la idea de trabajar con ella.
—Ni a mi—Dice Inuyasha.
— ¿Entonces para que me contrataste?
—Por que tú eres la que tiene más experiencia en esto.
—Pues si, pero bueno iré a desayunar, vuelvo enseguida—Dice Kagura.
—Muy bien, te espero en una hora—Dice Inuyasha.
—No tardaremos—Dice Sango.

Ambas chicas se fueron, Inuyasha se levanto de su asiento y se asomo por la ventana.

— ¿Qué harás Midoriko? —Dijo el demonio de ojos dorados.

Esa mujer no se quedaría tranquila, no podía dejarlo pasar, ese error le costaría caro a su hermano.

************​

— ¿Cómo has estado?

Kagome mira con una sonrisa a la doctora.

—Muy bien.
— ¿Hace cuanto que no venias?
—Hace 5 años exactamente.
—Bien, eso es mucho tiempo.
—Así es.
— ¿Y que te trae por aquí?
—Creo que estoy embarazada.

La doctora la mira asombrada.

—He escuchado las noticias y compro revistas—Dice la doctora.
—Así que vio las fotos.
—Debes tener un poco mas de cuidado, aun eres muy joven.
—Lo se, pero es que se supone que ya me debía bajar y nada.
— ¿Hace cuanto que tuviste relaciones sexuales? —Pregunta la doctora.
—Hace una semana exactamente.
— ¿Más de una vez? —Dice la doctora mientras la mira.
—Si—Dice apenada Kagome.
— ¿Cuándo se supone que debió de venirte?
—hace como 4 días.
—Entonces tienes un atraso de 4 días, bien te hare la prueba.
—Gracias.

Después de unos minutos, Kagome esta sentada en una gran cama, tenía una bata de hospital decorada con flores.

—Te revisare.
—Bien.

Kagome cerró los ojos, esperando a que el chequeo no tardara.

—Bien terminamos.
— ¿Ya puedo cambiarme?
—Si.

Kagome se coloco de nuevo su ropa, ella no podía embarazarse, eso se lo había dicho un medico cuando ella acaba de tener el aborto.
Kagome se miro en el espejo, ¿Si no podía embarazarse entonces por que tenía el retraso? , eso no era normal, ella salió del baño y regreso a su lugar, la doctora miraba su expediente.

—Tardara una día en salir la prueba, pero dime algo Kagome, si sale positiva, ¿Qué harás?
—Estoy consiente que si lo aborto entonces jamás podre embarazarme, pero si no lo estoy, eso significa que jamás podre ser madre.
—Sabes en esa época la ciencia no estaba muy avanzada, yo te veo bien, para mi lo que ese medico te dijo fue un error.
— ¿Cree que me pueda embarazar? —Pregunta Kagome.
—Claro que si, pero de todos modos te sugiero que te sometas a un examen.
—Lo hare, entonces vendré mañana.

Kagome se despidió de la doctora, salió del hospital asegurándose de que no hubiera ninguna cámara, se subió rápidamente a la limosina y esta arranco con rumbo a la empresa Taisho.

— ¿Cómo esta señorita?
—Bien, mañana vengo por los últimos estudios.
—Bien, no tardaremos en llegar, descanse un poco.

Kagome miraba hacia la calle, si la prueba saliera positiva, ¿Cómo se lo diría a Sesshomaru?

—No, espera.

El semáforo marco rojo, por lo que la limosina se detuvo.

—llevaba hacia la oficina de Sesshomaru.
— ¿Pero y su cita con el joven Inuyasha?
—Yo me ocupo de eso, pero llévame con Sesshomaru.
—Bien.

Kagome le envió en mensaje a Kanna, ella sabría que hacer.

************​

—Muchas gracias—Dice Kanna.
—De nada—Contesta Ayame—Solo tiene que revisarlos y firmarlos es todo.
—Yo le hare saber a Kagome, no debiste de preocuparte.
—Kagome mi nueva amiga, quiero tener una buena relación contigo también.
—Eres muy extraña, pero que bueno que ella tenga amigas como tu.
—Bueno no le hago perder el tiempo, me voy.
—Yo te hago llegar los papeles ya firmados en estos días.
—Claro, por cierto comenzaremos a grabar el siguiente mes.
—Menos mal, por que ella tiene otra grabación.
— ¿Sobre que?
—Con la empresa de su cuñado, Inuyasha Taisho, modelara junto con la modelo Kagura ropa interior.
— ¡¿Enserio?! No me lo puedo crees, no creí que ella haría esa clase de cosas.
—Es algo nuevo para ella, ya veremos como reacciona el público.
—Créeme que reaccionaran bien, Kagome es querida por muchos.
—Pues esperemos, me retiro.
—Me saludas a Kagome.
—Claro, nos vemos después.

Ayame se retiro de ahí, mientras que Kagura revisaba su celular, un mensaje de Kagome recién había llegado, y decía:
“Kanna no podre llegar a la reunión con Inuyasha Taisho, por favor ve de mi parte y acepta todo, claro, siempre y cuando convenga, te explico mañana”
Atte. Kagome.
Kanna dio un suspiro, ¿Pero que le surgió como para que no asistiera a la reunión?

************​

—Dije que no quería que me interrumpieran—Dice Sesshomaru.
—Lo se señor, pero ella lo busca.
— ¿Ella?
—Si, su novia.

Sesshomaru se levanta de su asiento, vio como ella entraba, algo en ella lucia diferente, pero no sabia con precisión que era.

— ¿Estas muy ocupado? —Pregunta ella.
—No, ¿Por qué no me dijiste que vendrías?
—Por que no tenía planeado venir a verte—Dice ella mientras camina hacia él.
—Bien me retiro—Dice la secretaria.

Kagome miro como la secretaria se iba y cerraba la puerta tras ella, quedando ellos completamente solos.

— ¿Qué pasa? —Dice el demonio.
—Nada en especial, solo vine a verte.
— ¿No tardo mucho la junta con mi hermano?
—No fui.
— ¿Me hiciste caso?, valla eso es extraño.
—Fui a otro lado—Dice mientras se sienta.
— ¿A dónde? —Pregunta él mientras toma asiento junto a ella.

Kagome estaba algo nerviosa, ¿Cómo decirle sin que se molestara que se había ido hacer una prueba de embarazo?, tenia que hallar una forma de decirle sin que se molestara.

—Eso ya no importa, ¿esta es la primera vez que te vengo a ver al trabajo, no?
—Si, aunque es muy inesperado.
— ¿Por qué? Acaso hay algo de lo cual no debo enterarme.
—No es eso.
—Bueno si te incomodo con mi visita, me voy—Dice la chica mientras se levanta de su asiento.

Sesshomaru se levanta de su asiento y camina hacia ella.

—No he dicho tal cosa.
—Bien, entonces ¿Puedo quedarme? —Dice ella con una pequeña sonrisa.

Había algo nuevo en ella, ¿pero que era?, su cabello estaba igual de hermoso, su ropa, no eso no era, su aroma…era eso, su aroma había cambiado.

— ¿Te has cambiado el perfume? —Pregunta él.
—No, uso el mismo de siempre.

Sesshomaru sujeto a Kagome por la cintura, la apretó contra su cuerpo, Kagome aun no entendía como habían llegado a esto, él la estaba abrazando.

— ¿Qué pasa Sesshomaru? —Dice ella sonrojada.
—Lo mismo me pregunto, ¿Qué pasa? —Dice aun abrazándola.
—Sólo vine a ver como estabas.
—No sólo has venido por eso, hay algo nuevo en ti.
—Pues no me he comprado ropa, ni es mi cabello.
—No es nada de eso, es tu aroma.
—Ya te dije que no me he cambiado el perfume.
—No me refiere a ese tipo de aroma, me refiero a tu aroma natural, ha cambiado.
—Olvide que los demonios podían oler el aroma natural de los humanos, ¿A que olía el mío?
—A jazmín, pero ahora a cambiado.

Kagome respiro hondo, ¿Cómo si una simple humana pudiera oler tal cosa?, se concentro de nuevo en su objetivo, de una otra forma tendría que decirle lo de la prueba, por que si estaba embarazada, esta vez lo tendría, ya sea que él este de acuerdo o no.

—Tengo algo que decirte—Dice Kagome rompiendo el abrazo.

Sesshomaru la mira a los ojos, tratando de buscar en sus orbes azules la respuesta, pero no la encuentra por lo que la escucha con atención.

—No fui a la junta con Inuyasha por que fui con la doctora—Ella hizo una pausa—Por que tengo un retraso de 4 días.

Sesshomaru abrió los ojos por la sorpresa, ¿Acaso le estaba diciendo que estaba embarazada?, pensó el demonio.

— ¿Estas embarazada? —Pregunta él tratando de ocultar su sorpresa.
—No lo se, mañana paso por los resultados.

Sesshomaru se separa de ella y se sienta.

—Si lo estoy, lo tendré como de lugar—Dice con voz firme la chica.
—No—Dice el demonio mirando hacia donde sea menos a ella.
—Es mi cuerpo, yo decido sobre él, aunque tú no quieras —Se detiene ya que teme que le salgan las lagrimas—si me hago un aborto ya jamás podre embarazarme.

Sesshomaru la miro, ella espero que se sorprendiera, pero su sorpresa los ojos dorados del demonio estaban tranquilos, no había ni un rastro de emoción.

—No estoy en contra de que lo tengas, es solo que…
—Lo se, dañara tu carrera, no te preocupes —Dice ella tomando aire—No diré que es tuyo.
— ¡Eso jamás! ¡Ese niño es mío! —Dice el demonio levantando la voz.
—Lo se, es una mala idea decir eso—Dice ella con una sonrisa falsa—Pero yo moriré antes de que el cumpla los 2 años, por lo que tendrás que cuidarlo.
—Eso no importa ahora, si quieres tenerlo lo tendrás, pero por ninguna razón dirás negaras que es mi hijo.
—Pero eso arruinara tu carrera, ya que si se enterara tu esposa…

Y aquellas palabras murieron en su boca, ya que Sesshomaru camino hacia ella y sujeto su mano, con delicadeza, Kagome mira como ambas manos están entrelazadas.

—Soy un ser solitario, frio y calculador—Hizo una pausa—Pero jamás dejaría a un hijo mío solo y mucho menos a ti.
— ¿Por qué lo haces Sesshomaru?
—Por que yo decidí esto Kagome, ¿recuerdas lo que te dije esa vez en el hotel?, yo te conozco desde que tenías 10 años.
—Pensé que solo bromeabas.
—Claro que no, lo dije enserio.

Ahora no tenia tiempo de hablar de cosas del pasado, si él fue un acosador o lo que sea, ahora solo quería irse de ahí, llegar a casa y llorar como un bebe.

—Es mejor que me valla, estoy algo cansada—Dice ella separando las manos de ambos.
—Iré contigo—Dice el demonio.
—No es necesario, necesito pensar estas cosas, por favor déjame sola.

Kagome camina hacia la puerta, Sesshomaru estaba detrás de ella, justo en ese momento las puertas de la oficina se abre de un solo golpe.

— ¿Cómo que estas ocupado? —Dice la voz de una mujer.

Kagome mira a la mujer que acaba de entrar, de cabellos ondulados y facciones finas, era sumamente hermosa.

—Midoriko, ¿Qué haces aquí? —Dice el demonio detrás de Kagome.

Midoriko mira a Kagome de pies a cabeza y luego la sujeta por el brazo.

— ¿En verdad estas esperando un hijo de mi esposo? —Pregunta molesta Midoriko.

Los ojos de Kagome se llenaron de lágrimas, que hasta ese momento había tratado de ocultar, ahora que ella lo sabia podía comenzar a despedirse de su carrera.

—Suéltala—Dice un Sesshomaru muy molesto.

Midoriko miro a Sesshomaru, por primera vez en todo su vida sintió miedo de él, sus ojos eran tan fríos, instantáneamente la soltó, el demonio la abraza por la cintura, haciendo que la cara de la chica descansara en su pecho, ocultándola de Midoriko.

—Has venido en mal momento—Dice él.
—Ya lo creo, solo quiero saber si eso que dice la revista es verdad—Dice ella molesta.
—Mañana te lo diré así que ahora nos vamos.
— ¡Espera!

Sesshomaru cargo a Kagome de forma nupcial, pensaba caminar, pero recordó que podía tele transportarse, así que aparece frente a su coche, cuando abre la puerta para sentar a Kagome aparece Midoriko.

— ¡No termino de hablar!, ¡Sesshomaru!

Sesshomaru cerro la puerta del lado de Kagome y luego él se subió, Midoriko se aparto del coche, sabia muy bien había perdido esta batalla pero no la guerra.

************​

—Supuse que esto acabaría así—Dice el señor de los infierno.

Totosai miraba a su señor, estaba sentado en su majestuoso trono, luego de unos minutos de meditación mira a Totosai.

— ¿Qué debo hacer mi señor? —Pregunta Totosai.
—Ya es muy tarde como para matarla.
— ¡Señor, eso despertaría la furia de su hijo! —Dice alarmado el anciano.
—Es por eso que no la matare.

Inu Taisho se levanto de su asiento y ordena que le traigan un cáliz con vino rojo en el, unos minutos después una demonio morena le entrega el cáliz.

— ¿Que hace mi señor?, ¿Acaso vera el futuro de esos dos? —Pregunta Totosai.
—No, solo tengo sed.

Totosai muestra cara de desaprobación, a pesar que era temido por los humanos también por los demonios, su sentido del humor no era gracioso.

— ¿Qué hará entonces mi señor?
—Solo hay una persona que sabe el futuro de esos dos tortolos.
— ¿Quién mi señor?
—Pero ya lo he matado—Dice despreocupado Inu Taisho.
— ¡Mi señor! —Dice Totosai para que deje de bromear con él.
—No puedo hacer nada mi viejo amigo—Dice Inu Taisho—Si ella esta esperando un hijo de Sesshomaru, no pudo hacer nada, es mi sangre.
—Pero señor y si ella no esta embarazada.

Inu Taisho deja el cáliz sobre una pequeña mesa.

—Entonces ella morirá.
—Pero mi señor, ¿Sabe lo que eso conlleva?
—Lo se perfectamente, mi hijo me odiara, pero dime ¿Quién no me odia en este y otros mundos?
—Pero aun no entiendo por que la mataría.
—Ella representa una amenaza para todos.
— ¿Una amenaza?, pero mi señor es una simple humana.
—No estés tan seguro Totosai, Sesshomaru ya cometió un error al transformar a Midoriko en demonio.
—Semidemonio mi señor.
—Lo que sea, pero ya no es humana.
—Solo la mitad.
—Lo que sea Totosai—Hace una pausa—No dejare que mi estúpido hijo cometa otro error.
—Entiendo eso mi señor, pero ¿Por qué la chica representa una amenaza?
—Dejémoslo así amigo mío, si ella esta embarazada nada de esto paso, pero si no lo esta morirá, así de simple y sencillo.
—Aunque sigo diciendo que es mala idea, Sesshomaru es muy poderoso.
—No más que yo amigo.
—Lo se mi señor, pero el tiene muchos…
—Matare a todos si es necesario, por mucho que mi hijo se moleste o trate de matarme, tengo que hacerlo.
—Pobre chica—Dice Totosai.

Inu Taisho mira a su amigo y le sonríe, ahora es como si el destino hubiera dado la vuelta a un reloj de arena, solo era cuestión de esperar los resultados.

************​

Sesshomaru bajaba del coche a toda prisa, abre la puerta que da para el asiento de Kagome, ella aun sigue con las manos en los ojos, todo el camino se la pasó así, ocultando sus lágrimas.

— ¿Puedes caminar?

Pero ella no contesta sigue con las manos en los ojos, el aun puede oler la sal de las lagrimas.

—Bueno te llevara hasta la cama entonces.

Sesshomaru la carga de nuevo y asegurándose de que no hay nadie se vuelve a tele transportar y aparece en la habitación, la deposita en la cama con suma delicadeza, le quita los zapatos y se sienta junto a ella.

—Oye ¿No crees que ya lloraste lo suficiente?

Kagome aparto lentamente las manos de su rostro, Sesshomaru la mira, su pintara se encuentra corrida, de la mesa de noche que se encuentra junto a él, saca un pañuelo y le limpia el maquillaje.

— ¿Por qué lo hiciste?

Sesshomaru la mira, esta temblando.

— ¿Tienes frio? —Pregunta el demonio.
— ¿Por qué lo hiciste?

Pero Sesshomaru ignora la pregunta y la cubre con las sabanas, esperando que así se olvidara de preguntar.

—Duérmete un rato.
— ¿Por qué lo hiciste?
—Eres muy fastidiosa—Le dice con una sonrisa.

Kagome hace una mueca, el demonio solo se limita a mirarla, ella había cambiado y él también.

—Me gustas mucho—Dice el demonio dándole un pequeño beso.

Ella apenas y se inmuta, cuando el intenta besarla de nuevo ella lo detiene.

— ¿No te gusta? —Pregunta él.
—Respóndeme, por favor.
—Así que la antigua Kagome ha regresado—Dice el con resignación.
— ¿De que hablas?
— ¿Quieres que te cuente un cuento antes de dormir? —Dice él.

Kagome lo mira con sorpresa, ¿Qué demonios le pasaba?, después de todo lo que paso en la oficina, el le dice que si le cuenta un cuento.

—Muy bien, dado que no respondes interpretare tu silencio como un “si cuéntamelo por favor”.

Kagome lo miro por unos segundos, si era el mismo Sesshomaru que conoció no hace mucho, tres meses para ser exactos, pero a pesar de eso sentía como si ya hubiera vivido con el años, ¿Eso era normal?, pensó la chica.

—Todo comienza un día cuando un joven no tiene nada que hacer, aburrido decide jugar con la esfera mágica de su padre, el cual es un ser muy temido pero no por ello menos importante—Sesshomaru hace una pausa para acomodarse a lado de ella—Este joven que vivía en un diferente plano, decide ver que hacen los habitantes del mundo de los humanos, especialmente en Japón, en una retirada casa cerca de una bello lago, el joven observa una casa de dos plantes de un singular color naranja, en ella vive una familia, integrada por una mamá, un papá y una hija, o por poco olvido al perro.

Kagome sabe muy bien que esta hablando de su familia, ella era la única en ese distrito que vivía en una casa de dos plantas de color naranja junto a un rio, no había otra, esa era la única.

—La niña tiene 10 años es muy bella y capta enseguida la atención del joven, así que día tras día la ve por la esfera de su padre, ve como va creciendo, como sus compañeras de clase la desprecian por ser hermosa y singular, pero ella no pierde esa sonrisa y ese brillo en sus ojos azules.

Y jamás lo hizo, siempre contenta, siempre feliz, anquen por dentro esta tan lastimada.

—El padre de la niña se enferma y con el paso de los años se muere, justo cuando ella tenía 15 años.
— ¡Detente! —Grita Kagome saltando de la cama.

Sesshomaru la observa, ella pasa de estar tiste y melancólica a enojada y llena de rabia.

—Si me veías, ¿Por qué no me ayudaste?, ¿Por qué solo te sentabas frente a esa esfera y veías como poco a poco mi mundo se desmoronaba?

Sesshomaru se levanta de la cama y camina hacia ella.

—Si lo hubiera echo ahora mismo no estarías conmigo.
— ¿Eso es todo? —Dice la chica incrédula.
—Ahora estas conmigo, es lo que importa.
—Las discusiones de mi padre con mi madre, la enfermedad de mi padre, los maltratos e insultos de mis compañeras, el acoso de los profesores, la muerte de mi padre—Ella hace una pausa—El haberme enamorado de la persona equivoca, el haberme embarazado de él, en ver como mi perro era atropellado por un borracho y el echo de que fui atacada en ese callejón, todo eso no te importo.
—Claro que me importo.
— ¡Pues no! Si tu hubiera interesado hubieras intervenido.
— ¡Quise hacerlo pero no me lo permitieron! , ¡Mi padre me encargaba cosas y me mantenía ocupado todo el tiempo! ¡Dependia de el para todo! —Grita el demonio.

Kagome permanece callada hasta que el se acerca a ella para tratar de sujetar su mano, pero ella se aleja.


— ¡Eres un egoísta! —Grita la chica.
— ¡No lo soy! —Se defiende el demonio—Tuve que hacer eso para que mi padre ya no tuviera poder sobre mi, así que tuve que mantenerme alejado de ti por un tiempo determinado, así nadie sospecharía, es por eso que ahora enmendare mis errores contigo—La sujeta por los hombros—Amare a ese bebe como te amo a ti.

En ese momento en la habitación se siente un calor inmenso, como si se estuviera quemando algo, pero Kagome se aseguro de que nada estaba quemándose, pero así como vino el calor así se fue , ahora Kagome solo puede pensar en las palabras que el dijo, ¿Te amo?, él lo dijo, salió de sus labios.

— ¡Que demonios hacer aquí! —Grita Sesshomaru.

Kagome gira la cabeza para ver que en el balcón de la ventana hay alguien parado, pero la habitación esta tan oscura que no puede ver quien es.

—Él es…
—Mi padre—Completa Sesshomaru la frase de la chica.

Continuara…

Espero que les guste, saludos a todos y mil gracias por sus comentarios, ¡Todos son importantes!

 

Gracias por sus comentarios, disculpen la tardanza pero como siempre la escuela, bien nos vemos en el siguiente.

Marioneta.
Capítulo 13: Las cuerdas se han roto.

Kagome mira al señor de los infiernos, en casa sus padres decían que el rey de los infiernos era sumamente aterrador, pero ahora que lo veía cara a cara no le parecía aterrador, era como ver a Sesshomaru, solo que un poco más maduro y con unos prominentes cuernos saliendo de su cabeza.

— ¿Qué haces aquí padre? —Pregunto Sesshomaru.

Inu Taisho mira a la chica de pies a cabeza, como si su mirada tratara de buscar algo malo en ella, la chica se sintió un poco incomoda.

—Para ser humana eres muy linda—Le dice el demonio a Kagome.

Kagome se sonroja por el comentario, pero esto no le agrado a Sesshomaru por lo que sujeto a la chica por el brazo.

—Te he echo una pregunta—Dice Sesshomaru colocándose delante de Kagome.
—No planeo quitártela hijo.

Kagome mira a ambos demonios, puede sentirse en la habitación una gran tención.

— ¿He oído bien? —Pregunta Inu Taisho.
— ¿De que hablas? —Dice Sesshomaru.
—Has dicho que la amas.

Si bien los demonios eran seres sin corazón y sin compasión alguna, ellos eran seres que respetaban las leyes impuestas por el gran señor de los infiernos y una de ella era que sobre toda las cosas, el amor, era algo sumamente puro e indestructible.

—Yo…
— ¿Qué tiene que ver eso? —Pregunta Kagome.

Inu Taisho mira a la humana, es sus ojos no hay ni una pisca de temor, eso era sumamente interesante, normalmente un humano se asustaría al verlo, pero con esa chica no sucedía eso.

—Nosotros los demonios tenemos ciertas leyes que respetar—Dice Inu Taisho.
—Yo pensé que no tenían ningún tipo de ley que respetar—Dice Kagome mirando a Sesshomaru.
—Que este niño que tengo por hijo no las siga no quiere decir que no existan dichas leyes—Dice Inu Taisho mirando a su hijo.

Sesshomaru hace una mueca y conduce a Kagome fuera de la habitación.

—Espera aquí afuera—Dice el demonio.
—Pero…
— ¡Obedéceme! —Dice con voz fuerte.

Dicho eso cierra la puerta, Kagome se queda ahí perpleja.

—Idiota—Dice ella antes de marcharse por las escaleras.

Sesshomaru gira hacia donde esta su padre y lo mira con molestia.

—Vamos hijo si ella va a ser la madre de tu hijo no debes tratarlas así.
— ¿Así que ya te enteraste? —Dice Sesshomaru.
—Si, Totosai me ha informado de todo.
— ¿Has venido a matarla?
—Planeaba hacerlo, pero por lo visto no podre.
— ¿Por qué?, aun no sabemos si ella esta embarazada.
—Pero tú ya has quitado el poder que tenía sobre ella, has dicho que la amas y eso significa que ningún demonio la puede tocar.
—Y mucho menos tu, padre.
—Aunque no este embarazada, ya no podre matarla.
—Y aunque quisieras, yo no lo permitiría.
—Lo se hijo, has sido muy perseverante, debo darte crédito por todo, a pesar que te quite la esfera por donde la mirabas y te mande hacer infinidades de cosas, siempre estuviste vigilándola y ni mencionar lo que hizo Naraku por ti.

Sesshomaru se mantiene en silencio, su padre se había enamorado de una humana, Izayoi, así que él sabia muy bien como era sentir amor por una mujer humana.

—Soy débil lo se—Dice Sesshomaru.
—Los humanos tiene algo que atrae a los demonios, me temo que los hemos subestimado.
—La convertiré en un demonio—Hace una pausa— Si ella esta esperando un hijo mío sabemos muy bien que los humanos no pueden dar a luz a hijos de demonios, sin ser transformados.
—Eso lo se muy bien, pero ¿Y si no esta embarazada?
—De igual manera lo hare, por que ahora que ya no existe un contrato, ella no me pertenece por así decirlo, pero si la convierto ella estará junto a mi, por toda la eternidad.
— ¿Dónde tengo escuchado eso? —Dice Inu Taisho— ¡Lo tengo! No fue con una humana llamada Midoriko.
—Ella es diferente, no es como Midoriko.
— ¿A que te refieres?
—Ella ha sufrido demasiado.
—Esa es la vida que tenia que vivir.
—Tal vez así sea padre, pero ya no más.
—Por que sucumbiste antes tus impulsos y por que te has permitido sentir amor por ella, lo se Sesshomaru, recuerda que yo también pase por eso.
—Entonces entiéndeme.
—No puedo hacerlo, no puedo permitir que la transformes.
—Aunque este esperando un hijo mío.
—No me puedo arriesgar, si quieres hijos hay muchas mujeres demonios que quisieran darte uno.
—Yo no quiero nada de eso, yo solo quiero a Kagome.
—Eres muy terco hijo, pero no puedo hacerlo, si bien no tengo poder sobre ella, de igual manera puedo cambiar las leyes.
— ¿Por qué eres así padre?
—Ya has cometido un error al convertir a una humana en semidemonio.
—Y no ha representado una amenaza.
—Pues digo todo lo contrario, imagínate ella es un semidemonio, pero si tu nueva humana espera un hijo tuyo, ella será convertida en un demonio ¿entiendes a lo que me refiero?
—Eso no lo sabía.
—Pues instrúyete hijo, créeme esto lo hago por el bien de todos.
—Solo lo hacer por tu bien padre, no le afectara al infierno recibir a una más.
—Claro que no, pero a ella no la quiero en mi infierno.
— ¿Por qué?
—Ahora es tiempo de que me retire.
—No dejare que le hagas daño.
—Tu eres inferior a mi hijo, solo piénsalo.

Dicho eso el demonio de ojos dorados desapareció entre la oscuridad de la habitación.

— ¿Ella representa algún tipo de amenaza para el? —Se pregunta el demonio.

************​

— ¿Ya ha aceptado ella?

Ayame miraba a su feje.

—Claro que si, su manager ya tiene los papeles mañana ya estarán firmados y en sus manos jefe.
—Tengo entendido que ella firmara otro comercial con una marca de ropa de Inuyasha Taisho.
—Lo sé, pero no chocaran, el firme de nuestro comercial será el otro mes.
—Así es, esperemos que no represente ningún problema para la señorita Lambert.
—No habrá problema alguno jefe.
—Bien, ¿por que has visto el ultimo producto que patrocino? esos zapatos con encaje estilo de la reina María Antonieta, ahora todas las mujeres quieren tener más de un par.
—Lo mismo pasara cuando promocione nuestra marca de ropa y zapatos.
—Si, Kagome Lambert esta en su apogeo, esperemos que sigas así.
—Si, esperemos que así sea.

Ayame estaba segura de que nada cambiaria los planes que ya tenia.

— ¿Ha visto a Kikyo? —Pregunta la pelirroja.
—Hace un par de minutos, me dijo que iba a reunirse con alguien.
—Bien, entonces si necesarita algo estaré en mi oficina Jefe.

************​

El simple echo de que su nombre le fuera dicho basto para que evocado miles de recuerdos de ella y de su pasado.

— ¿Quién dices que es? —Dice Inuyasha.
— Kikyo Yamada, es el nombre que me dio.

Inuyasha mira a su secretaria, por segunda vez escucho el nombre, ahora si que estaba enojado, ¿Por qué estaba ahí la amante de su padre?

— ¿Le digo que vuelva en otro momento?
—No, la veré, dile que pase.
—Muy bien.

Inuyasha alguna vez amo a esa mujer, alguna vez ya que ahora la odiaba, al descubrir que la mujer que decía amarlo se acostaba con su padre, eso simplemente no pudo perdonarlo, pero aun así la defendió y toda vía así ella le mostraba su indiferencia, eso era algo que él no podía perdonar.

— ¿Hace cuanto que no nos vemos? —Dijo la voz de la chica entrando por las puertas.

Inuyasha miro hacia la puerta, si bien no podía mentir, ella seguía igual de bella.

—Ya muchos años—Dijo él mirándola.

Kikyo se sentó frente a Inuyasha, ambos se miraban fijamente.

— ¿A que has venido? —Pregunto él.
—Hay rumores en el aire, muchos de hecho.
— Hay demasiado rumores, ¿Cuál quieres saber?
—De la humana que es novia de Sesshomaru.
— ¿Qué tiene que ver Kagome en esto?

La mirada de Kikyo se endureció y eso Inuyasha lo noto, así que ella aun sentía algo por el, le parecía justo, pero ahora ella seria la engañada no él.

— ¿Kagome? Así que la tuteas.
—Ella es una excelente chica, temo que mejor que muchas que yo conozco.
— ¿Muchas?, pero si apenas y conoces a más chicas—Dijo Kikyo con una sonrisa en los labios.
—Te sorprenderías al saber con las mujeres que me llevo, pero en fin ¿De que se trata el rumor?
— ¿Te gusta esa humana? —Dijo Kikyo con voz firme.
— ¿Y eso que te importa? —Pregunto Inuyasha.
—Me importas aun—Dijo Kikyo.
—No me hagas reír Kikyo.
—Lo digo enserio.
—Pues yo no lo creo, sigues siendo la misma.
—Claro que no, he cambiado.
—Claro que no, seguirás siendo la amante de mi padre.
—Tu solo vez lo que quieres, cuando te dije que te amaba era verdad.
—Así que al día siguiente de eso te encuentro en la cama de mi padre, ¡valla si que me amabas mucho!

Ella permaneció en silencio, esa era verdad, pero no por que ella quisiera, si no por que había sido obligada.

—Solo fue una vez y no se ha repetido desde entonces.
— ¿Y se supone que eso me debería hacer sentir mejor? —Dijo indignado Inuyasha.
—No, se que nada de lo que te diga te hará cambiar de opinión, pero es la verdad.
—Hace mucho que deje de confiar en ti Kikyo.
—Pues yo no he dejado de amarte.
— ¿Y todavía así te atreves a decir esas palabras?
—Es lo que realmente siento.
—Como ya te dije, ya no siento nada por ti.
—Yo no creo eso.
—Si solo vienes por esto, mejor vete, tengo muchas cosas que hacer.
—Ya lo creo pero no me iré de aquí hasta que me digas si esa mujer representa algo en tu vida, se muy bien que ella esta esperando un hijo de tu hermano.
—Tanto quieres saberlo Kikyo, deberás que has cambiado.
—Te lo dije.
—Ahora me suplicas, valla eso es nuevo.
—Yo no te estoy…
—Si lo haces y para que veas que soy bueno te diré la verdad.

Inuyasha se levanto de su asiento y camino hacia ella.

—No se si mi hermano espera o no un hijo.
— ¿Y lo otro?
—Pues si, me gusta mucho.
—Pero es la novia de tu hermano.
—Mi padre me enseño que si algo me gusta lo tomo sin importar que, después de todo el lo hizo conmigo—Dijo refiriéndose a ella.
—No me juzgues así.
—Eres culpable hasta que se demuestre lo contrario.

Kikyo guardo silencio, él había cambiado mucho, recordaba los primeros días que salió con el demonio, era como un niño, pero ahora era un horrible reflejo de su padre.

—Me retiro—Dijo ella.
— ¿Te has molestado por lo que dije?
—Desde luego que no, después de todo como dijiste, soy culpable.
—Solo bromeaba.
—Pues cuida lo que dices—Dijo Kikyo levantándose de su lugar.

Ella llega a la puerta y da una última mirada al semidemonio.

—Solo espero que no te encariñes con ella, ya que tu padre le ha puesta el ojo.

Los ojos dorados de Inuyasha se abrieron por la sorpresa.

— ¿Qué fue lo que has dicho? —Pregunto él.
—Lo que has escuchado, tu padre ya le echo el ojo a esa humana, así que dile a tu hermano que la cuide muy bien.

Dicho eso la mujer de cabellos azabaches se marcho de la oficina dejando a un semidemonio con muchas dudas.

************​

— ¿Dónde estas? —Grito el demonio bajando las escaleras.

La cabeza de la chica se asomo por la puertas abierta de la cocina, al mirar al demonio sus ojos se pusieron blancos, el estaba de pésimo humor.

—Sabes no es necesario que grites como un loco, aquí estoy—Dijo ella volviéndose a meter en la cocina.
— ¿Qué haces en la cocina? —Pregunto él entrando.
—El hambre vino de repente, pero no hay nada salvo un huevo—Dijo mostrando el pequeño huevo.
—Es por que no hemos comido aquí desde la vez que trataste de cocinar.
—No trate, otra cosa fue que no te gusto.
—Pues esos huevos verdes no se me apetecían, pero es verdad no hay nada aquí.
—Pues seria bueno que vallamos hacer las compras, por cualquier cosa.

Sesshomaru se refería a lo que sucedería mañana al ir a ver a la doctora, Kagome dejo el huevo en su lugar y se dirigió a la nevera.

—Pase lo que pasa mañana yo…

Pero el demonio no pudo terminar ya que Kagome lo detuvo colocando su dedo en la boca de él, haciéndolo callar.

—Se que estoy embarazada, cuando bajaba las escaleras me dio un mareo —Hizo una pausa y alejo su dedo de los labios del demonio—además como ambos sabemos, yo se más de esto que tu.

Dicho eso ella se alejo de él, Sesshomaru la miro de pies a cabeza, ella tenia toda la razón en decir que si estaba embarazada, el podía sentir como su aroma había cambiado y como el brillo de sus ojos azules se había intensificado, a nadie podía engañas en menos de 8 meses ellos serian padres.

—No puedo dejar que mi futuro hijo se quede con hambre, así que iremos a comer y luego haremos la compra—Sentencio él.

Kagome lo miro con asombro, el seguía siendo el mismo demonio, cruel y frio, pero ahora trataba de dejar eso atrás, ¿Acaso el hijo que esperaban tendría que ver en todo esto?

—Sabes no te queda el Sesshomaru que cuenta cuentos, ni mucho menos el que tiene los síntomas de padre primerizo.

Ella se echo a reír, aquello había sido como un dialogo de esos dramas que su chofer veía, pero se callo cuando el demonio camino hacia ella y la sujeto por la cintura.

—No le veo la gracia a eso—Dijo el mirándola.
—Vale, me pase—Dijo ella un poco asustada.
—No trato de cambiar lo que soy Kagome, pero no me pidas que ignore esto.
—No te dije que los ignores, solo que no queda eso de preocuparte por otras personas que no fueras tu.
—Ni a ti te queda el de madre que va a cocinar a su esposo e hijos.
— ¡Oye para comenzar no tengo esposo!

Pero el demonio callo a la chica con un beso, ella se quedo perpleja por lo que tardo unos segundos en corresponderle, ambos se besaban con necesidad pero fue cuando les falto oxigeno que se separaron, lentamente, aun sintiendo la respiración del otro.

—Tus latidos son más rápidos—Dijo él.
—Es normal en un embarazo, el corazón tiene que bombear mas sangre para alimentar tanto al bebe como a la madre.
—Valla sabes mucho de esto.

Ella permaneció callada, lo sabia muy bien por que cuando había quedado embarazada por primera vez, estaba tan ilusionada que había leído muchos libros y cosas como esas para saber más de los cambios de la madre y el crecimiento del bebe durante el embarazo.

—Yo no quise…
—Bueno que esperamos, muero de hambre—Dijo ella mientras se colgaba el bolso en el hombro y caminaba hacia la puerta—Vamos.
—Kagome.

Ella lo miro, tenia muchas dudas, pero si bien ahora no importaba nada de eso, ya que no quería volver a remover cosas del pasado, lo que importaba ahora era el futuro de ese bebe que se formaba en su vientre.

— ¿Qué sucede? —Contesto ella.
— ¿Por qué no preguntaste nada sobre el cuento que te conté?
—Sabes no se te da muy bien eso de contar cuentos, así que cuando llegue la hora de contarle cuentos al bebe yo lo hare.

Ella camino hacia la puerta, pero de nuevo la voz del demonio llamándola la detuvo.

—No me refería a eso.
—No hablemos de eso ahora.
—Quiero hablarlo, quiero que sepas que hice mucho por ti en esos días.
—Dije que no quiero hablar de eso.
—Pero…
—Sabes ya me has arruinado el apetito—Dijo ella dejando el bulto en su lugar y dirigiéndose a las escaleras.
—No fue mi intención.
—Nunca lo es—Dijo ella mientras subía las escaleras.
—Iré por algo de comer, ¿Qué te traigo?
—Lo que quieras.

Y dicho eso ella cerro la puerta del cuarto tras ella, Sesshomaru permaneció en silencio en la sala.

—Yo y mi estúpida boca.

Si bien no había sido la primera vez que discutían, pero ahora era diferente, tenia demasiadas cosas por las cuales preocuparse, aun no le había dicho que para tener a ese bebe había que convertirla en un demonio.

—Otra vez dormiré en el sofá.

Justo cuando salía de la casa su móvil sonó, el número era desconocido por lo que vacilo un poco al tomar la llamada.

—Sesshomaru necesito verte.
— ¿Qué quieres Inuyasha?
—Necesito que nos veamos.
—Ahora no puedo.
—Es sobre Kagome.

Sesshomaru presto mas atención a la llamada, ¿Qué tenia que decirle de ella?

— ¿De que se trata?
—Es algo delicado no puedo decírtelo pro teléfono, necesito que nos veamos.
—Bien, pero en un restaurante, tengo que encargar comida.
—He, bueno dime en cual y ahí te veo.
—Pues no lo se, déjame le pregunto a Kagome.
— ¿Para que?
—Ella tiene hambre, oye por que te cuento esto, nos vemos en el restaurante de la otra vez y punto.
—Bien, te veo ahí entonces.

Sesshomaru cortó la llamada y subió las escaleras y abrió la puerta, ella estaba acurrucada entre las sabanas, se acerco a ella despacio, por su respiración se podía decir que se acaba de dormir, la miro unos segundos más, deleitando su mirada con aquella chica que demostró ser muy diferente a todos.
Miro sus cabellos azabaches y largos, sus bellas facciones tan delicadas y su perfecto cuerpo, ahora todo eso le pertenecía, y se detuvo en su vientre, ahí es donde su futuro hijo crecería.

—No tardo—Susurro al oído de la chica.

Ella se removía en la cama, quedando de lado, él se inclino y le dio un pequeño beso en los labios.

—No me beses mientras finjo estar dormida.

Sesshomaru se encontró con los bellos ojos azules de la chica, él le sonrió.

—No me tardo—Le dijo de nuevo.
—Quédate conmigo.
—No puedo dejar que te mueras de hambre.
—Eso ya no importa.
—Créeme si fuera por mí me quedo contigo, pero no puedo.
—Bien, pero recuerda lo que te dije, no me beses mientras duermo.
— ¿Entonces mientras estas despierta?
—Si.

Y dicho eso ella lo jalo haciendo que la besara, profundizaran más el beso, hasta el punto que sus lenguas se cansaron de están unidas, él se coloco encima de ella.

—No que tienes prisa.
—Si la tengo, pero como quieres que me valla si haces esto.
—Lo siento—Dijo ella sonriéndole.
—Ahora menos me iré.

Kagome lo empujo haciendo que callera de la cama, pero antes de que el tuviera tiempo de molestarla, la chica se paro sobre la cama.

—Tenemos hambre así que no tardes—Dijo sonriendo.

Sesshomaru la miro por unos momentos, y luego habiendo captando el mensaje se levanta del suelo y salió de la habitación, cuando se subió a su coche no pudo evitar recordar las palabras de su hermano, ¿Qué es lo que tenia que ver ella?

************​

—Por fin llegas.

Sesshomaru tomo asiento frente a su hermano.

—Escúpelo—Dijo Sesshomaru.
—Tranquilo hermano.
—Tienes 20 minutos hasta que me entreguen mi orden.
—Muy bien entonces iré al grano ya que no queremos que mi sobrino y su madre se mueran de hambre.
— ¿Cómo lo sabes? —Pregunta Sesshomaru algo alarmado.
—Hay muchos pájaros en el alambre querido hermano, uno de ellos me lo dijo.
—Bueno pues es…
— ¿Te atreves a negar un hijo tuyo Sesshomaru?
—No.
—Lo sabia, entonces hiciste tu buena obra del día, dejaste embarazada a tu amante.
—No la llames así.
—No la llamo así por que me guste, pero es la verdad.
— ¿Solo para eso vine aquí?
—No, es algo muy complicado de decir.
—Entonces habla.
—El pájaro del cual te hable, me dijo también algo sumamente alarmante.
— ¿Y tu “pájaro” existe?
—Claro que si, es que es muy complicado, no se como lo vallas a tomar.
— ¿Tan malo es?
—Lo hago por mi sobrino y por ella por que la… la aprecio.

Sesshomaru endureció la mirada, eso no era simple aprecio, en sus ojos podía leer que había algo más lo cual no era tan simple.

—Nuestro padre ya le echo el ojo.
— ¿Qué?, eso debe de ser una broma.
—Es verdad, ella representa cierto riego para él, pero no se porque.
—Por eso el se presento en mi casa.
— ¡Se presento en tu casa!
—Si y me dijo que no podre convertirla.
—Pero si no lo haces ella y el bebe morirán.
—Es por eso que lo hare sea como sea.
—Has cambiado mucho hermano.
—No eres la primera persona que me lo dice.
—Y no seré la última persona que te lo dirá, créeme.
—Eso era todo lo que tenías que decirme.
—Pues si y también dile que se adelantara la campaña, es mejor que modele la ropa interior ahora que no se le nota la pansa.
—Solo por que ya firmo el contrato, de lo contrario la enceraría en la casa.
—Como siempre, pero bueno ahora ve alimentar a tu nueva familia.

Sesshomaru ignoro aquel comentario y fue hacia la barra donde su comida ya empacada lo esperaba.

—Son 20 dólares señor.

Sesshomaru entrego el dinero y se fue de ahí, estando ya en su coche se puso a pensar en lo que su hermano le había dicho.

— Mi familia.

Sus ojos dorados se iluminaron, ahora tenia una familia, ella, él y su bebe.

************​

Kagome se encontraba mirándose al espejo, veía como su vientre aun seguía plano, no había ningún abultamiento y ni lo habría por lo menos por las próximas horas siguientes.

—No por que te mires 100 veces en el espejo tu vientre crecerá.

Kagome se bajo rápidamente la playera azul que llevaba puesta e hizo como que se estaba arreglando el cabello.

— ¿Estas seguro que iras a la consulta? —Pregunta la chica.
—Si, te veo en el consultorio a las 3 de la tarde—Dijo él en el umbral de la puerta.

Kagome se volteo para mirarlo, la corbata estaba mal puesta, o era tonto o era muy astuto, ella camino hacia él y le coloco bien la corbata.
El solo observaba como las delicadas manos de la azabache colocaban la corbata celeste en su debido lugar.

—Lo has hecho al propósito—Dijo ella separándose un poco de él.
—No hay necesidad de hacer eso para tenerte tan cerca.

El la sujeto por la cintura y la abrazo, el pequeño cuerpo de la azabache fue cubierto por el de él.

— ¿Qué será de él cuando yo muera? —Pregunto de repente la chica.

Sesshomaru la abrazo más fuerte, aun no le decía nada de lo que estaba planeando, pero cuando el ya tuviera los resultados en su mano entonces se lo diría, paso a paso lo que sucedería con ellos de ahora en adelante.

—No pienses en eso, ahora solo concéntrate en cuidar de tu cuerpo.
—Eso hare.

Se separaron un poco tan solo para mirarse.

—Me tengo que ir—Dijo el demonio.
—Nos vemos más tarde.

El demonio salió de la habitación, Kagome volvió a mirarse en el espejo, no había duda alguna, ella estaba embarazada, no lo había mencionado pero las nauseas matutinas la habían despertado.

—Jure que jamás me embarazaría de nuevo.

Miro de nuevo su plano vientre.

—Pero ahora que ya estas en camino, no puedo decir eso—Se bajo la blusa—Hare hasta lo imposible para que nazcas, de eso no tienes por que preocuparte.

************​

— ¿Así que has decidido visitar a tus hijos hoy?

Inutaisho sonreía ante el comentario de su hijo menor.

—Es solo una visita hijo mío.
—He tenido muchas visitas por hoy, gracias.
—No he mandado a nadie a visitarte.
—¿Estas seguro padre?, por que hoy vino nada mas ni nada menos que tu amante, Kikyo.
—Ella ya no es mi amante, hace mucho que me canse de ella.
— ¿Y ahora quien ocupa su lugar?
—Créeme hay muchas que lo quieren, pero aun no me decido, es por eso que he venido aquí, a ver si alguna humana se apunta.
—Hay muchas padre, pero no te las recomiendo.
—Lo se, no queremos que me pase como tu hermano, ya soy demasiado viejo como para cuidar a un nuevo hijo.
—Es por eso que debes tener mucho cuidado de a quien le dejas tu semilla.
—Por eso no hay problema, pero ahora hablemos de lo que importa.
— ¿Y que eso lo que importa padre?
—La mujer que esta esperando un hijo de tu hermano.
— ¿Qué con ella?
—Hay que deshaceros de ella.
— ¿Por qué?
—No puede nacer un demonio, no por ahora.
—Yo soy hijo de una humana transformada, por que no le dijiste a mi madre lo mismo.
—Por que eras mío.
—Entonces no debes de decir eso padre, el niño que espera Kagome es tu nieto.
—Es que no entiendes.
—Si no me explicas entonces no entenderé.
—Ella representa un peligro para nosotros.
—Ella es una humana.
—Lo es ahora, pero no siempre lo fue.
— ¿Qué estas tratando de decir padre?
—Sabemos muy bien que existen las reencarnaciones.
—Ella es una reencarnación, ¿De quien?
—Es por eso que ella debía de morir en ese callejón, pero tu hermano envió a Naraku a salvarla, el lo tenia todo planeado.
—Pero no entiendo por que ella es un problema.
—Si hubiera sido cualquiera me daba igual.
—Padre, ¿Quién es en verdad Kagome?
—Es la reencarnación de una poderosa sacerdotisa.
—Es solo una sacerdotisa, ella no representa una amenaza.
—No entiendes hijo, ella no es cualquier sacerdotisa, es la sacerdotisa de dios.
— ¿La sacerdotisa de dios?
—Es una leyendo muy antigua, por años he seguido a las reencarnaciones de esta sacerdotisa, hasta llegar con Kagome, ella debió morir esa noche, pero tu hermano intervino.
— ¿Él lo sabe?
—No.
— ¿Pero ella sabe que es la reencarnación?, ¿o lo ignora?
—Puede que dios nos este poniendo una trampa, una vez que ella sea convertida, formara parte del infierno, pero también del cielo, seria un ser…
—Muy fuerte.
—Así es, ningún demonio puede ir al infierno y ningún ángel puede venir al cielo, solo yo lo hice, pero después de mi no hay nadie.
—Quieres decir que ella si es transformada será como tu, me refiero a que tendrá la misma fuerza que tu.
—Eso es lo que pienso.

Inuyasha se quedo callado, así que ella representaba una grana amenaza para su padre, eso le dio una buena idea.

************​

—Así que el es tu novio.

Kagome miro de reojo a Sesshomaru, que estaba sentado a lado suyo.

—Si— dijo ella.
—Mi nombre es Sesshomaru Taisho — saludo el demonio a la doctora.
—Un gusto, pues ya están listos los exámenes, ¿Quieren que se los lea o los dejo a solas?
—No es necesario que se valla solo déjeme verlos—Dijo Sesshomaru.

La doctora le dio el sobre a Kagome, la cual saco el contenido y se lo paso a Sesshomaru el cual leyó todo y con asombro miro a Kagome, la cual trataba de buscar respuestas en su mirada, pero no las encontró.

—Como abras visto Sesshomaru, te convertirás en padre—Dijo la doctora muy contenta.

Los ojos de Kagome se llenaron de lágrimas, había un nuevo ser en su interior, el cual era fruto de ambos.

—Tienes unos días de embarazo, es importante que descanses Kagome, recuerda que en tu estado y viendo tu historial clínico es importante que descanses.
—Lo se—Decía ella mientras se limpiaba sus lagrimas.
—Bien ahora los dejare solo por unos momentos, iré por un par de cosas.

La doctora salió del consultorio, Kagome voltio hacia donde estaba Sesshomaru, el guardaba los documentes en el sobre, estaba tranquilo y sereno.

—Yo…

Pero el demonio ya la tenía en sus brazos, Kagome entendió perfectamente, no había necesidad de palabras, el estaba contento con el resultado.

—Cuidare de ustedes, sin importar nada.
—Solo te quiero a ti, solo tú puedes estar a mi lado Sesshomaru.

Sesshomaru miro como los ojos azules de la chica se llenaban de lagrimas, saco un pañuelo de su bolsillo y le seco las lagrimas, ella era la indicada para el y ahora más que nunca, ya que ella llevaba en su interior a su hijo.

—Kagome esta claro que ya no existe ningún contrato entre nosotros.
—Eso quiere decir que ya no soy tu marioneta.
—Aun lo eres—Dijo dándole un beso en los labios—Solo que tus cuerdas se han roto.
— ¿Es en sentido figurado verdad?
—Claro que si, pero aun así serás mi marioneta o mejor una bella muñeca.
—Una muñeca que estará gorda dentro de unos meses.
—No importa—Dijo mientras la besaba.

Pero aquel momento fue borrado por la llegada de la doctora, ella estaba colorada, como si hubiera corrido mil kilómetros.

—No podrán salir.
— ¿Por qué? —Pregunto Kagome.
—Por que hay camarógrafos en el vestíbulo, esta lleno.
— ¡Como se enteraron! —Dijo molesto Sesshomaru.
—No lo se, pero será mejor que esperen.
— ¿Qué haremos Sesshomaru?
—Arreglar esto.
— ¿Cómo?
—Diciendo la verdad.

************​

En la entrada del hospital general había miles de fotógrafos, así como reporteros y cadenas de televisión, todos esperaban a una de las mas recientes parejas, la cual llevaba apenas unos 3 meses de noviazgo.

— ¿Estas seguro que tu fuente te dijo la verdad? —Murmuraba uno de los reporteros.
—Si, me han dicho que la modelo Kagome esta aquí junto a su novio el empresario Sesshomaru.
— ¡Ahí están, bajan por elevador!

El elevador se abrió dando paso a la pareja, Kagome sonreía mientras que Sesshomaru la tenia sujeta por la cintura.

— ¡Señorita Lambert! ¿Qué es lo que la trae a un hospital?
—Solo tengo un pequeño resfriado, no es nada grave chicos.
—Pensamos que era otra cosa.
— ¿Cómo que?
—Como que ustedes esperan un bebe.
—Claro que no, pero esperemos que sea pronto.
—Así que no estaría mal si usted estuviera embarazada.
—Pues no, pero aun no.
— ¿Cuánto tiempo esperaran?
—Un par de meses esperemos.
— ¿Tiene algo que decir Joven Taisho?

Kagome miro a Sesshomaru, el cual estaba callado.

—Tal vez no haya un embarazo de por medio, pero si abra boda.

Kagome y los camarógrafos se quedaron en silencio.

— ¿Cómo que boda? —Pregunto incrédulo el periodista.
—Así es abra boda.

En ese momento los de seguridad llegaron y escoltaron a la pareja a la limosina.

— ¿Qué fue eso Sesshomaru?
—La verdad.
—Pero tú aun estas casado con ella.
—Al igual que los matrimonios humanos, el de los demonios se puede anular.
— ¿Cómo harás eso?
—Yo se como, ahora no te preocupes por eso, solo concéntrate en descansar.
—Pero, ahora todos sabrán que tu y yo…

Sesshomaru sujeto la mano de Kagome.

—Tú y yo ahora somos una pareja, y dentro de unos meses seremos padres, no creo que quieras ignorar que somos algo más.
—No lo estoy ignorando, es solo que…
—Ahora es cuando debes hacerme caso.

Kagome hizo una mueca, pero su piel se erizo cuando Sesshomaru puso su mano en el vientre de la chica.

—No puedo creer que mi hijo este creciendo en ti.

Kagome coloco sus manos sobre las de Sesshomaru y ambos se miraron por unos minutos.

—Disculpen.

Ambos miraron al chofer.

—Creo que tenemos una visita.

Sesshomaru miro que en la entrada de la casa estaba una limosina blanca y supo enseguida de quien se trataba.

—Midoriko.

Continuara...

Espero que haya sido de su agrado, gracias.
Atte. Ina-chan ^_^