Estupidez humana [Sessho&Kago]

Me estaba besando, Sesshomaru Taisho me estaba besando, oh por dios me estaba besando ¡qué demonios sucede!… al principio intente resistirme, pero cedí ante ese majestuoso beso, y es que ¿Quién no lo haría?, me refiero a que es Sesshomaru, un importante hombre realmente inteligente y atractivo que haría que cualquiera cayera a sus pies… tal como hace todos los fines de semana con mujeres diferentes, tal como lo está haciendo ahora mismo conmigo, y entonces reaccioné.

—¿Qué demonios estás haciendo?— grite mientras me separaba bruscamente

Y Sesshomaru solo mostro una fríamente mirada mientras miraba distraídamente el techo, como si estuviera pensando algo

—no lo sé— susurro lo suficientemente fuerte como para que yo lo oyera, pero tal vez, solo tal vez hubiera preferido no oírlo, porque en ese instante sentí como mi corazón se destrozaba en mil pedazos, sentí un gran vacío en mi alma, sentí algo que no había sentido desde la muerte de mamá, sentí… sentí dolor, sentí como si todo mi mundo se derrumbaba, sentí que no era amada

—está bien, Sesshomaru— empecé con mis ojos a punto de estallar en lagrimas —no lo sabes, y estoy despedida, tu lo has dicho… adiós— y me le acerque lo suficiente como para ver su sorprendido rostro, para después darle un suave beso en la mejilla, y seguir mi camino hacia la salida

Decidida empecé a caminar ya con mi rostro encharcado en lagrimas, gire todo mi cuerpo para ver por última vez a mi jefe y le mostré una sonrisa sincera, una sonrisa que demostraba los sentimientos que creía inexistentes pero que descubrí exactamente hace un minuto, que demostraba toda mi gratitud y tristeza, una sonrisa que expresaba todo mi amor, todo el amor que en ese momento estaba cayendo por un oscuro abismo del que creo nunca saldrá.

—te quiero— dije en susurro para mí misma, y salí por la puerta que terminaría de derrumbar mi vida, pero entonces recordé a mi madre, mi mejor amiga y consejera, recuerdo que una vez ella me dijo ¨Uno no quisiera que pasara, pero siempre todo es para bien, va a ser terrible lo sé, pero esto te va a hacer progresar, el "yo" se destroza, hay un pánico pero después se rehace más fuerte todavía.¨, debo admitir que para ese entonces no lo entendí, pero ahora lo veo perfectamente, seguiré adelante, este amor que recién he descubierto sé que no desaparecerá rápidamente, pero sé que el tiempo todo lo sana, y quizás solo eso debo hacer, esperar.

Seguí caminando mientras recordaba y silenciosas lagrimas bajaban por mis mejillas, caminé tranquilamente y de vez en cuando miraba el cielo e imaginaba a mama, la imaginaba sonriéndome y dándome las fuerzas para seguir adelante, tal vez todo fue imaginación mía, pero juro que la pude ver a mi lado mostrándome una gran sonrisa que me daba fuerzas, empecé a recobrarme y en un punto me di cuenta de que había caminado un largo trayecto, y vi que tal como la vez anterior, otra vez estaba en el misterioso parque, el parque que es más importante de lo que aparenta, según entendí, así que empecé a caminar más despacio y a detallar todo lo que hubiera allí, entonces me fije en la hermosa fuente de mármol tallado, que parecía una especie de animal, o tal vez algún tesoro, pero al fijarse bien, vi que realmente era una hermosa rosa, una gigante rosa, que estaba sostenida por un fuerte tallo de espinas, y al acercarme, vi que en la parte inferior había un escrito, tal vez un poema, pero es más bien una carta



¨oh, mi hermosa, hermosa flor, en este estanque represento el sentimiento que por muchos años ha dado infinita emoción a mi alma, quiero que cada que lo veas mi flor, sientas como mi corazón demuestra una infinita luz por estar contigo, aun cuando las guerras, la distancia y el tiempo nos separa, te amo hermosa, hermosa flor¨

-Siempre tuyo Inu No Taisho I​

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¡oh por Dios! Tal vez en este momento este viendo un gran tesoro familiar, si estoy en lo correcto tal vez esta carta o poema o lo que sea, fue escrito por el abuelo o incluso bisabuelo de Sesshomaru, tal vez fue escrito hacia su esposa o amante, no lo sé, pero de solo pensarlo siento como se me eriza toda la piel, ahora que lo pienso tal vez todo este parque es algo parecido a una enorme carta de amor, tal vez este parque es un regalo que ahora le pertenece a todos los Taisho pertenecientes a la familia, creo que este es el más hermoso gesto de amor que nunca había presenciado, esto es lo que nunca voy a tener, esto es lo que ahora deseo, y no me refiero al parque, me refiero a que alguien me ame de esta forma, me refiero a que alguien me ame tanto que incluso sea capaz de regalarme un parque como prueba de amor, y otra vez las pequeñas lagrimas recorrían mi rostro, creo que debo irme de aquí antes de que me quiebre como una niña de 5 años.

Recorrí con la mirada una última vez el parque, y sentí una fresca y hermosa sensación, ahora podía sentir el amor en el aire, podía sentir todo el sentimiento que Taisho quería demostrarle a su mujer, ahora puedo ver lo afortunada que fue aquella mujer, y mientras las lagrimas surcan mi rostro, una involuntaria sonrisa se enmarca en mis labios, mire el cielo emprendí el camino hacia mi casa.

Así logre pensar que tal vez Sesshomaru no era para mí, tal vez por algo sucedan las cosas, tal vez en el mundo hay algo mejor esperándome tal vez hay un abuelo Taisho que realmente me ame y que yo aun no he descubierto, definitivamente, todo es cuestión de tiempo.

Y así llegue a mi anhelado hogar, y al asomarme a la puerta vi unos hermosos pétalos regados en el suelo formando un romántico camino, al ver aquel hermoso cuadro empecé a dejarme guiar por el olor a rosas, que me guiaban directamente a mi habitación, y al entrar encontré a Inuyasha formalmente vestido con un traje totalmente blanco, mientras me sonreía con una gran rosa blanca en sus manos, nunca me habían hecho algo así y la alegría embargo todo mi ser, otra vez me sentía querida en esta montaña rusa de emociones, las lagrimas inundaban todo mi rostro ahora si estaba llorando como una niña de 5 años, vi a Inuyasha un poco preocupado, pero luego me lance hacia él en un cálido abrazo, lo mire a los ojos sonriendo y por fin dije

—Muchas gracias— y empecé a besarlo, inició como un suave beso, para luego volverse apasionado, muy apasionado, nos recostamos suavemente en la cama, pero luego él se separo suavemente y me sonrió dulcemente

—¿Estás segura de esto?— pregunto mientras empezaba a besar suavemente mi cuello

—totalmente—conteste con una sonrisa

Entonces Sesshomaru otra vez empezó a besarme delicadamente los labios, besaba mi cuello, luego nos despojamos de toda la ropa que era inservible para ese bello suceso, él seguía besando mis labios, mis mejillas y todo mi cuerpo, esa noche hicimos el amor, y fue una de las sensaciones mas maravillosas de toda mi vida, ambos nos recostamos y dormimos abrazados, pero luego después de un rato de reconfortante sueño reaccione por algo muy muy importante

¡NO ERA SESSHOMARU, ERA INUYASHA!​

 

¿Pero qué es lo que me está pasando? ¿Acaso ya estoy totalmente loca? ¿Cómo se me ocurre dormir con Inuyasha? ¿Ahora qué le diré? Eran las cuestiones que surcaban mi mente en ese momento, pero el sueño era mucho más fuerte y más agradable a mi parecer que permanecer despierta toda la noche pensando tonterías, ya el daño estaba hecho, ya no había nada que hacer, solo espero que no haya consecuencias ¨graves¨.


Me dormí, y otra vez soñé con Sesshomaru mirándome con decepción e Inuyasha riéndose de mí a la distancia, otra pesadilla que hace que me despierte inmediatamente, pero decidí quedarme un rato recostada pensando en todos los más recientes acontecimientos, me despidieron, encontré al amor de mi vida, el amor de mi vida me rechaza y me acosté con su hermano, nada mal para una sola semana, seguí pensando con mis ojos aun cerrados, pero entonces recordé que seguramente a mi lado estaba Inuyasha, así que lenta y disimuladamente abrí un ojo y recorrí toda mi habitación, sola, estaba totalmente sola, tal vez todo fue un sueño o si mi suerte me engaña estará en alguna otra parte de mi hogar.


Sigilosamente me levante de la cama y al verme totalmente desnuda sospeche que no fue un sueño, pero tal vez en la noche tuve calor y tal vez soy sonámbula y tal vez me desvestí, y bueno, la esperanza es lo último que se pierde…vi todo absolutamente normal, desarreglado pero normal, y empecé a caminar hasta la cocina, totalmente vacía, seguí a la sala y también vacía, y por ultimo me dirigí al baño y también, totalmente vacío, oh Dios, gracias todo fue un maldito sueño sonreí, y camine nuevamente a mi habitación, pero mi rostro se deschavetó cuando encontré una pequeña nota en mi mesa de noche.



¨Kagome, lo de anoche estuvo genial, ojala se repita, con cariño Inuyasha¨


¡Desgraciado!, decir ¨con cariño¨ no lo hace menos ofensivo, prácticamente me estaba tratando como si yo fuera una cualquiera, una mujerzuela, una, una… una prostituta. Y tal como sucedió con sesshomaru, estallé en lagrimas, fui una estúpida, dormí con un idiota por despecho, y ahora estoy pagando las consecuencias, pero todo mi lío de pensamientos fue interrumpido cuando escuche el estruendoso timbre, e inmediatamente corrí a abrir la puerta pensando que era Inuyasha, ya le iba a decir todas sus verdades en la cara, pero oh sorpresa, era Sesshomaru quien estaba parado en la puerta, y realmente fue una sorpresa, me asuste tanto que apenas lo vi ahí en mi puerta no hice nada más y nada menos que cerrar la puerta con un fuerte golpe, creo que hasta le revente la nariz, ahora sí que metí la pata.


Sentía como hiperventilaba, hiperventilaba e hiperventilaba, así que intente calmarme, me relaje, me arregle un poco el cabello y seque algunas lagrimas que aun caían por mi rostro, una vez lista, puse mi mejor cara de ¨no me importa un carajo¨ y abrí lentamente la puerta, y ahí estaba él, con su típica pose de arrogancia que tanto lo diferencia de los demás, con una mirada fría pero que se notaba arrepentida, y con una mano en la frente, tal parece que masajeando un extraño grumo o no sé, pero al analizar bien la situación, recordé que yo era la culpable de ese grumo o mejor dicho ¡ese inmenso chichón!.

Con una avergonzada y arrepentida sonrisa, que ocultara el inmenso dolor que sentía, prácticamente grité.


—¡Lo siento!—él solo me miro interrogante y yo continué.

—Realmente lo siento, no fue mi intención, pero es que me asuste mucho, mejor pasa, yo te ayudo con esa herida— termine con la voz un poco quebrada mientras lo invitaba a entrar a mi casa.

—Siéntate por ahí— dije señalándole un sillón de la sala de estar, y al observarlo, note que miraba el apartamento con el seño fruncido mostrando un gran disgusto, como acto reflejo, yo también detalle mi hogar, y me di cuenta que aun estaban todos los pétalos de rosas en el suelo, así que me hice la desentendida, aunque sabía que después debería dar una explicación, y fui a la cocina a buscar un botiquín.


La cocina estaba horrenda, platos sucios y mas pétalos, ¿Cuántos malditos pétalos hay en mi casa? Pensaba enojada mientras recogía el botiquín y me dirigía a la sala, para ver a sesshomaru ya en el sillón con la mirada en el suelo mostrando su aparente ira, pensar que el solo se enoja porque sabe que esto fue obra de Inuyasha, ojala yo le importara tanto como su odio por su hermano, pero bueno no hay nada que hacer.


—Kagome, ¿Qué sucedió aquí?— empezó a hablar mirándome fijamente a los ojos.

—Yo, yo… Sesshomaru, no puedo decirte— dije con la mirada en el suelo.

—¿Fue Inuyasha?—continuo confirmando mis sospechas

—Sesshomaru, yo creo que es mejor que te vayas, sinceramente tú no tienes nada que hacer aquí— exclamé encarándolo.

—Kagome, yo si tengo algo que decirte— continúo secamente.

—No me importa, mejor vete— termine mientras me daba la vuelta y me disponía a irme a mi habitación con ligeras lagrimas ya saliendo dolorosamente de mis ojos, pero mi camino fue interrumpido cuando dos fuertes brazos me rodearon fuertemente como una camisa de fuerza pero suavemente como para darme el calor de un abrazo.

—Te quiero— susurro suavemente a mi oído, estaba impactada, tanto que llore para que ahora me este diciendo esto

—Te quiero desde antes de llevarte a ese estúpido baile— y sentí como ambos brazos aflojaban y me liberaban, pero en ningún momento voltee.

—Te quiero desde mucho antes de que hubieras conocido al imbécil de Inuyasha— dijo en un suave susurro que si no fuera por el silencio del ambiente nunca lo hubiera oído.

En ese momento mi corazón dejo de palpitar, ahora era un fuerte zumbido por la gran velocidad con la que iba, pero algo, algo en mi mente me decía que no, que no era tan sencillo, así que hice lo más sensato, escuche a mi cabeza en temas del corazón.


—Sesshomaru, yo ahora estoy con Inuyasha, y creo que, creo que estoy enamorada de él— cruelmente mentí mientras mantenía la mirada el algún punto del techo como si fuera una quinceañera enamorada.

—Kagome, yo ya cumplí con decirte lo que siento, pero por eso te voy a decir la dolorosa verdad que una vez no me dejaste contar— continuo el con una fría pero triste mirada que realmente me partió el alma.

—Kagome… Inuyasha se va a casar— y tiro el balde con agua fría.


Yo sentí como si un fuerte plato se destrozara, aun sabiendo que no lo amaba, me sentía usada, plato de segunda mesa, ahora si me sentía una cualquiera.


—Estas mintiendo— conteste apretando la quijada, mostrando mi inminente ira.


—Lleva tres años comprometido— continuó secamente.

—Y se espera que se case para finales de este año— dijo mientras me miraba a los ojos.

—¡Lárgate!— grite a todo pulmón.

—Kagome… tú sabes porque te lo dije, no quiero que sufras— dijo con su mismo tono arrogante.

—¡LARGATE!— grite por segunda vez.

—Me voy, pero no seas tonta, no seas otra vez tan tonta como cuando tu madre murió, demuestra ser alguien, demuestra por una vez en tu vida que eres fuerte, demuestra por una vez en tu vida que puedes hacer algo por ti misma, ¡demuéstralo!— me dijo con fuertes palabras, que solo él y yo podríamos entender, pero que me dieron fuerzas para hacer algo de lo que creo me arrepentiré…

 

Aún sentía como si estuviera desperdiciando la oportunidad más importante de mi vida rechazando a Sesshomaru, al fin y al cabo él es el hombre a quien yo amo, pero aun así, no confío del todo en él, es decir, Sesshomaru está acostumbrado a un tipo de vida, y no quiero sufrir por eso, por ahora voy a terminar mi ¨relación¨ con Inuyasha y lo dejare así, no quiero meter más la mano al fuego con ese tema, tal vez me arrepienta, pero no hare nada parecido a una venganza, prefiero no rebajarme más con él y seguir con mi vida.
Así que agarré mi teléfono celular y escribí un mensaje dirigido a Inuyasha, donde le pedía que saliéramos esta noche, y me dispuse a arreglar el desastre llamado ¨mi hogar¨, pero realmente tengo pereza, y es que ¿a quién diablos le gusta limpiar?, tal vez a muchos pero a mí no, y como era un caso de emergencia, no me importo si estaba desempleada, contraté un servicio de limpieza y me largué, no aguantaba más ese lugar.


Salí a caminar al centro, y encontré una pequeña heladería, estaba algo corta de dinero, pero la tentación no me dejó y me compre una enorme copa de diferentes tipos de helado, creo que pesaba hasta más de un kilo, pero ahhh, me daba igual. Aunque después de eso prometí no gastar un centavo más en tonterías, pero entonces encontré muchas cosas importantes que definitivamente no son tonterías, unos hermosos zapatos y un bolso a combinación, unos encantadores brazaletes en conjunto a un par de aretes, un pequeño vestido que realmente se veía muy bien, y cosas por el estilo como un celular, un reloj, un portarretratos y una linterna, tal como prometí no gaste lo que me quedaba en tonterías, lastimosamente, luego de eso encontré un espectacular sombrero, y al mirar mi cartera, ni un centavo, traté con mis tarjetas de débito, cero centavos y como último recurso, tarjeta de crédito, ¡cancelado!, así es, estaba oficialmente en quiebra.


Empecé a sulfurar, sudaba frio y mi corazón se apretaba, ¿Qué iba a hacer?, ¿Cómo iba a sobrevivir en este mundo capitalista?, ¿Cómo iba a vivir de ahí en adelante?, ¿Cómo le haría para no morir de hambre? y entonces recordé una cuenta bancaria que mamá me había dejado en exclusivo caso de emergencias, eso me dejo un poco más tranquila y mejor fui a casa, podría sobrevivir un par de días sin dinero aunque no lo pareciera, y en estos casos de crisis lo mejor es no tener dinero en mano para no derrocharlos en cosas inútilmente importantes.


Camine directamente a mi casa y al estar ahí espere por Inuyasha, pero él no llegaba, así que empecé a ver televisión, pero rápidamente pasaron de ser las 5 de la tarde a ser las 11 de la noche, y antes de darme cuenta ya estaba dormida en mi sofá.
Por primera vez en mucho tiempo estaba roncando tranquilamente pero unos estruendosos golpes me despertaron, por un momento, aunque parezca raro, pensé que eran unos sádicos ladrones con expectativas de violar a la primera que se les aparezca, entonces cogí un bate que siempre tengo al lado de mi puerta por precaución y me dispuse a abrir la puerta, pero justo en el momento en el que la puerta se medio abrió, una especie de lobo feroz se lanzó hacia mí, ni siquiera alcancé a lanzar el bate cuando sentí como un par de labios me aprisionaban, y al mirar bien ahí estaba Inuyasha.


—Hola— dijo agitado mientras se empezaba a quitar la camisa.

—Inuyasha, ya detente, vístete que tenemos que hablar— conteste con una mirada notablemente enojada.


Este solo miró interrogante, pera luego arreglarse bien la camisa y observarme como un perrito regañado.


—Inuyasha— empecé, típico cliché —creo que esto debe acabar aquí— dije directamente.


Él solo me miró impactado y se quedo en un largo silencio que si no fuera porque quería que se largara rápido de mi casa estaría apenada e incluso sintiendo lastima por él.


— ¿Por qué?— preguntó con cara de molestia —¿no te gustó lo de anoche?— continuó arrogantemente, mostrando su egocéntrico ser.

—Exactamente— dije directamente, tal vez comente que no me iba a vengar, pero por favor, no iba a dejar pasar una oportunidad como esta.

—¿Cómo dices?, muchas mujeres no piensan no mismo— continuó retándome.

—Tal vez esas mujeres no tienen ninguno de los 5 sentidos, tal vez tienen algún problemilla psicológico o tal vez estaban desesperadas— jojojo esto se está poniendo bueno.

—o tal vez tu eres la que tenga alguno de esos problemas— respondió ácidamente, que tonto, está totalmente desarmado.

—de hecho, creo que soy lo más centrado que tú has llegado a tocar en toda tu vida, pero creo que he conocido a otros hombres que deberías conocer— obviamente mentí, no soy una cualquiera —tal vez te los debería presentar para ver si aprendes algo— dije como si lo estuviera pensando seriamente aunque por dentro estaba que moría a carcajadas.

—Pero en fin, podrías por favor ser tan amable de largarte de mi piso, y relájate que luego te mando sus teléfonos— terminé mientras le señalaba la puerta.

—Está bien, pero créeme nunca encontraras otro hombre como yo— dijo con gran soberbia mientras se señalaba a sí mismo.

—bueno, pues gracias a Dios me evitare esa desgracia—dije, y me sentí orgullosa de esa respuesta tan brillante, él solo me lanzó una mirada asesina y se dispuso a seguir su camino, pero entonces recordé algo que sería mi golpe final —¡oye Inuyasha, mándale mis saludes a tu prometida!— grite a todo pulmón con una gran sonrisa pretenciosa, este solo me miro totalmente aterrorizado y yo no pude más que soltar la carcajada para después cerrar fuertemente la puerta.



Este día no estuvo nada mal, quedé en la ruina, pero compré muchas lindas cosas, además de quebrarle el orgullo a Inuyasha y vengarme como es debido (aunque no apoyo este tipo de comportamientos), ahora lo único que queda es conseguir un trabajo estable y tratar de encontrar el amor, aunque lo veo difícil, porque definitivamente, y por no ser grosera… la defequé.

 

HOLA, PERDÓN A TODOS POR LA TARDANZA PERO ÚLTIMAMENTE HABÍA TENIDO PROBLEMAS DE INSPIRACIÓN, (ADEMAS DE MUCHOS DISTRACTORES)... EN FIN ESTE ES EL NUEVO CAPITULO, ESPERO LES GUSTE, ES UN POCO CORTO PERO TODO TIENE SU RAZON EN LA VIDA, NUEVAMENTE ESPERO QUE LES GUSTE Y ESPEREN PRONTAMENTE EL SIGUIENTE CAPITULO...





Tengo que decirlo, tengo que aceptarlo, tengo que dejar mi orgullo y superarlo, tengo que pedirle trabajo a Sesshomaru o quedare en la completa bancarrota, pero ¿Cómo hacerlo después de rechazarlo?, ¿Cómo hacerlo cuando lo amo con todo mi corazón?, ¿Cómo hacerlo después de haber arruinado una relación de tantos años?... ¿Cómo hacerlo?

Lo que sucedió, es que pase una semana completa buscando empleo, busqué, busqué y busqué, pero lamentablemente mi falta de experiencia no ayudaba en nada, todos, absolutamente todos me rechazaban, decían que como mínimo debía tener algún estudio técnico, pero yo apenas llegue a la preparatoria, ¿Qué querían de mi?, claro que uno de ellos si me lo dijo claramente, pero yo nunca me rebajaría tanto para conseguir un empleo, además ese hombre era gordo y se notaba lo corrupto en su cara, en fin, al final me rendí y tuve que volver resignada a mi casa para pensar como iba a sobrevivir, y llegué a una conclusión, debía despojarme de mi orgullo y pedir ayuda, pedir ayuda a Sesshomaru.

Me recosté en mi cómoda cama y me dispuse a dormir, pero los pensamientos atormentaban mi cabeza, cosas del ¿Qué hubiera pasado si?... ¿Qué hubiera pasado si hubiera ignorado mi orgullo con Sesshomaru? ¿Qué hubiera pasado si le hubiera dicho en su momento que lo amaba? ¿Qué hubiera pasado si nunca hubiera ido a esa fiesta? ¿Qué hubiera pasado?

Apuesto a que ahora estaría teniendo mi vida como siempre, normal, con mi trabajo, con mi orgullo, con mi todo, o en este preciso momento estaría en sus brazos acurrucados en una gran cama besándonos tiernamente y pensando en un futuro cercano, si apuesto a que eso sería lo que realmente pasaría, y sin darme cuenta empecé a sentir como las lagrimas se deslizaban por mis mejillas, el desconsuelo no hacia nada mas que derrumbarme lenta y dolorosamente, tenia que hablar con sesshomaru pero no podía mi cabeza me lo impedía pero mi corazón me lo imploraba, seque mis lagrimas y tome una decisión, por primera vez, por primera vez en mucho, en muchísimo tiempo, iba a escuchar a mi corazón.

Me levante temprano de mi cama e inmediatamente fui al baño, me arregle me vestí y corregí mi amargado rostro hinchado por tantas horas llorando, desayuné y Salí de mi hogar, mire mi puerta como buscando alguna excusa para no ir, pero era lo correcto, era además de lo que mi corazón deseaba, la decisión correcta, tan solo esperaba que no fuera demasiado tarde.

Tomé un taxi y recosté mi cabeza en una de sus galerías del, este arranco y ya sabía yo que tardaría en llegar así que me sumí en mis pensamientos, cerré los ojos y empecé a imaginarme un hermoso bosque, esta imagen siempre me tranquilizaba, una pequeña cabaña y un hermoso atardecer, a pesar de que era producto de mi imaginación era una imagen celestial, era precioso y encantador, yo caminaba mientras las hojas caían por la fuerte y cálida brisa, una hermosa melodía se empezó a escuchar, el piano hacia un hermoso contraste con los sonidos de la naturaleza, me deje guiar por la música y vi al producto de mi dolor, mi alegría, mi amargura, mi felicidad, mi despecho y todo mi amor, allí estaba sesshomaru sentado tranquilo y apacible mientras tocaba un hermoso piano, detrás de él habían dos árboles formando un arco y el atardecer que formaba la escena perfecta, la tranquila melodía se fue tornando más amena y Sesshomaru sonrió aún con los ojos cerrados para luego voltearse y mirarme fijamente con una sonrisa llena de ternura y amor, se levanto, pero el piano siguió sonando aún sin nadie que domara esa bella melodía, él caminó directo hacia mí con esa bella sonrisa y me tendió su mano, yo le devolví la sonrisa y justo cuando iba a sujetar su mano el piano sonó fuerte y desafinadamente, casi como un sonido de terror, luego de eso todo se oscureció y sesshomaru se alejo con una cínica sonrisa, luego vi a su lado a mi mama y supe que algo no estaba para nada bien, empecé a gritar y vi como ambos me miraban con tristeza infinita mientras se iban a quien sabe dónde, yo no me podía mover pero sentía como se empezaban a mojar mis pies, cuando bajé la mirada, vi el enorme charco de sangre, que empezaba a subir y subir, me estaba inundando, cerré fuertemente los ojos y luego lo único que lograba oír era el sonido de una sirena, tal vez de una ambulancia, y fuertes gritos, de muchas personas, lograba distinguir mujeres, hombres y hasta niños, los sonidos más tristes y tétricos que alguna vez pude escuchar en toda mi vida, no sé qué paso no se qué está pasando, pero si sé que me gustaría que no hubiera pasado…