One-shot de Naruto - Eternal Promise

Tema en 'Fanfics Terminados de Naruto' iniciado por Reyka Akira, 28 Febrero 2012.

  1.  
    Reyka Akira

    Reyka Akira Usuario popular

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    11 Junio 2009
    Mensajes:
    507
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Eternal Promise
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2365
    Después de casi una eternidad sin escribir ShikaTema vengo con uno ^.^ Tal vez les resulte raro, pero haci debía ser ^.^ ya que trataba sobre la leyenda del "Hilo rojo del destino" Lo escribi para un concurso en otro foro dedicado especialmente a esta pareja ^.^

    Título: Eternal Promise

    Protagonistas: ShikaTema

    Resumen:

    ¿No te has preguntado alguna vez si La Re-encarnación existe?

    Bueno, pues nuestro adorado Shikamaru y Temari son la re-encarnación de dos antiguos Dioses – Shikaru Diosa del Viento y Temaki Dios de las Sombras- quienes al no tener permitido convivir por las leyes de La Madre Naturaleza, por Amor renunciaron a tener una larga vida.
    Palabras:1669 +titulo

    Advertencias:Personajes propios.

    Aclaración: Participe con este escrito en otro Foro y saque el tercer lugar ^.^
    Género: Fantasía-Romance-familia
    Terminado:

    Titulo: Eternal Promise
    ~ShikaTema~
    A orillas del Lago del Valle del Fin, se encuentra una pequeña familia disfrutando de un merecido descanso tras largas horas de caminata, su destino es la Aldea Oculta de La Hoja.

    Dentro de la pequeña tienda de campaña, la joven mujer estando recostada canta una canción de cuna a su vástago de sólo tres meses para que duerma la siesta después de haberle dado su alimento. Comienza a sentir los parpados pesados, el sueño, el cansancio del viaje la está venciendo; observa a su esposo y a sus mellizos de cinco años recostados en el césped mientras la menor juguetea con sus pies chapoteando el agua.

    —Papá escuche del tío Kankuro que existe la re-encarnación, ¿es cierto? —indaga el menor mirándole.

    —No seas tonto Shikai, el tío se burló otra vez de ti —increpa la fémina. Su padre suspira, pues sabe bien lo que se avecina…

    —No soy ningún tonto, Reira. Por eso le he preguntado a padre, él mejor que nadie sabe si es cierto —masculla molesto.

    —¿Conocen la leyenda del Sabio de los Seis Caminos? —interrumpe la discusión, captando la atención de sus pequeños que dan una cabezada en afirmación— Hace un tiempo, la Godaime me dio la tarea de revisar y clasificar los antiguos pergaminos. Entre ellos encontré una historia que nunca antes había escuchado —ante esas palabras el masculino obtiene por completo la atención y curiosidad de sus pequeños— Ese pergamino cita así:

    Los dioses han reinado desde su creación la tierra entera más son muy estrictos con respecto al orden de la naturaleza. Todo es paz y armonía hasta que un día el cielo se tornó gris, pues el dios Sol se encontraba desanimado porque no podría estar junto a su amada Luna hasta dentro de varios meses que se diera el próximo eclipse. El dios Sol le pidió de favor a su hermana El Viento que por la noche elevara la hojarasca como regalo a su amada. Fue ahí donde El viento cayó presa de uno de los hechizos más poderosos que existen, aún para un dios. Aquella hojarasca danzante trajo de la mano al dios de las sombras y ambos no tuvieron escapatoria.

    Durante mucho tiempo el viento le rogó a su hermano que le permitiera vivir con su enamorado, este comprendió la enorme pena que embargaba a su hermana y le proporcionó un cuerpo terrenal al igual que a su enamorado.

    Shikaru y Temaki, así es como sus hermanos –Sol y Luna- les habían nombrado…

    —Shikaru, sigue danzando como el viento para preservar tu felicidad y no dejes de luchar, yo siempre te estaré vigilando desde el cielo mi amada imôto —fueron las palabras de despedida del dios Sol, pues a partir de entonces ya no podría hablar más con ella.

    —Temaki, tu destino es vivir por Shikaru, sin ella tu existencia no tendría forma ni razón de ser. Mi amado Sol los cuidará de día y yo los protegeré de noche, mi querido otôto.

    Y así, con aquella promesa el par de enamorados vivió feliz por mucho tiempo, pero la eternidad era algo que ya no poseían. Con el pasar de los años aunque su apariencia no cambió, su salud es la que no perduró y un día Shikaru enfermó. Estando en su lecho de muerte la “joven doncella” se vio reflejada en los pozos oscuros de su enamorado.

    —No me arrepiento de nada —musitó al ver rodar lágrimas por las mejillas del masculino— Si volviera a nacer y me dieran a escoger entre la inmortalidad y vivir contigo, de nuevo lo dejaría todo sin pensarlo —con todo el amor que le profesaba a ese hombre, Shikaru acaricio su mejilla.

    —Si lo que dices es cierto, rogaré a mi hermana Luna que nos obsequie el don de renacer —increpó Temaki sujetando con su mano la de ella.

    —Si te lo concede, puede que jamás nos encontremos de nuevo. Nada lo asegura… —le había interrumpido la fémina, siendo ella de quien escapaban de sus orbes esmeraldas las lágrimas.

    —No importa cuantas veces tenga que volver a nacer, yo te buscaré eternamente si es necesario, juro por esto que siento, que mi amor por ti será eterno y eso me ayudará a encontrarte algún día.

    Con un beso, se puede decir que esta pareja selló su pacto de amor. Y así, después de sepultar el cuerpo de su amada, Temaki habló con la Luna y el Sol, estos al ver su aflicción y determinación, se lo concedieron –la re-encarnación- más como dijo Shikaru, no le aseguraron que en verdad se encontrarían, más eso al ex-dios de las Sombras no le importo.

    —Se dice que Temaki nació durante muchas épocas y en cada una de ellas le busco sin encontrarla, pero jamás se dio por vencido porque su eterno amor por aquella diosa lo ayudaba a mantener su esperanza viva. Hace unos años, algunas personas decían que habían visto al dios de las sombras merodear por las calles de Konoha, buscando una vez más en esta época a su amada. —el joven padre no puede evitar que ciertos recuerdos se aglomeren en su pensamiento…

    Pov. Shikamaru

    Fue vergonzosa la forma en que Naruto me hizo entrar en donde se llevaría a cabo la batalla, yo no quería luchar y terminé de espaldas sobre la arena. “Maldito Naruto” por mi mente pasó el decir que renunciaba a la batalla pero…

    —¿Qué, también vas a rendirte? —escuché su voz altanera y prepotente.—Demonios, otra mujer —pensé, aunque aún el observador no había indicado el inicio, se abalanzó en un feroz ataque contra mí que aún permanecía en el suelo. “¡Por Kami, mi combate era contra una mujer!”— no me importa si puedo convertirme en Chuunin o no, pero un hombre no puede perder ante una mujer… supongo que lucharé —respondí lejos del feroz golpe de su abanico, al parecer mi respuesta le molesto mucho y volvió a atacarme teniendo que ocultarme.

    “Pero también es cierto que no se debe de golpear a una mujer y tampoco quiero golpearla”

    Recuerdo que sentí aquellos pensamientos brotar desde mi interior pero no les tomé importancia en un principio.

    “Temari me hiso tener que pensar en una solución que me beneficiara en esa batalla” pues no deseaba dañar ni siquiera uno de sus rubios cabellos. Ese par de orbes esmeraldas mostraron asombro cuando logre atraparla en mi técnica de imitación de sombras, lentamente la hice caminar para quedar frente a frente. Obligándola a elevar sus brazos, ella mantenía sus ojos cerrados fuertemente.

    —Pero se acabó el tiempo, es demasiado problemático para hacer más. Un combate es suficiente para mí —expresé, el shock en su rostro no me lo esperaba, creí que sonreiría y me molestaría por renunciar, pero su respuesta sólo fue un largo silencio. Sé que desde ahí quede prendado de ella…

    Ser ayudado por Temari en la misión de rescate de ese baka de Sasuke, el tenerla frente a mí en la sala de espera mientras yo estuve por primera vez con los nervios de punta sin saber qué hacer. Del equipo que estuvo a mi cargo en esa misión, dos se encontraron luchando por su vida.

    Su intensa mirada que no la apartaba de mí, me dio la confianza suficiente de exteriorizar la angustia y la culpa que me atormentó. Lloré, lloré como un maldito cobarde, como un mendigo escuincle al que le habían arrebatado su juguete favorito. Así me sentí al ya no ser capaz de decir como siempre "que problemático" cada vez que deseaba escapar de algún lío... esa vez no, no pude por quela vida de mi mejor amigo estaba en juego.—A veces los sacrificios son necesarios, por eso "Un shinobi tiene prohibido sentir" —sus palabras habían taladrado mi cerebro, haciéndome reaccionar, evitando que cayera en la completa desesperación.

    “Gracias al cielo en esa ocasión mis compañeros se salvaron”.

    Otra ocasión que tengo siempre presente es…

    —“Deberías poder convertirte en Jounin si dejaras de decir “que problemático” para todo y te tomarás las misiones más en serio —esas últimas palabras antes de que una vez más partiera rumbo a Sunna me habían sorprendido, causado un dejo de timidez en mi, más aún cuando le había visto sonreír en forma de despedida.

    Fin Pov.

    El mayor, fue sacado de su letargo al escuchar la estruendosa voz de su primogénito…

    —¡Es sorprendente, la promesa de amor que Temaki y Shikaru se hicieron antes de que ella muriera! —Expresa un poco eufórico.— Estoy seguro que sí lograron reunirse de nuevo ¿Verdad?

    —No digas tonterías, sólo es otra vieja leyenda —increpa la menor, llevándole como siempre la contraria a su mellizo.

    —Claro que no, estoy seguro que es cierta ¡Padre jamás diría algo si no estuviera seguro de que fuera verídico! —masculla un poco cabreado el pequeño al instante en que con su mano salpica a la fémina con un poco de agua y sale corriendo.

    —¡Shikai, pagaras por esto! —grita la fémina al instante en que se pone en pie y sale tras su hermano.

    Su progenitor les observa con una media sonrisa curvada en sus labios…

    Tuve que hacer un largo viaje, y aunque me tomó un poco de tiempo al final nos encontramos, aquí en el país del Fuego. Me bastó con verla para saber que mi destino era estar con ella… con mi diosa del viento —ve a sus hijos correr y sonreír, libres, felices. Shikamaru gira su vista en dirección de la tienda de campaña— sólo nos bastó con cruzar nuestras miradas para saber que tú y yo separados ya no podríamos estar, porque ese es nuestro largo y eterno hilo del destino ¡Verdad, Temari! —piensa el joven Nara mirando a su esposa dormir plácidamente con Senri, uno de los frutos de su eterno amor entre sus brazos.


    Ojala me regalen su opinión ^.^
     
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    LadyRaven

    LadyRaven Entusiasta

    Leo
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    10 Febrero 2010
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    Ohhh!!!! ¡Dios que ternura! ¡La promesa de amor que Temaki y Shikaru fue hermosa!... Menos mal se volvieron a reencontrar. Encima tuvieron hijos... ¡Awww! Hermoso tu fic, al fin escribes Shikatema!
    Espero leer mas fics asi ¡Y que me sigas avisando! ;)
    Sayo, amiga Mosha! ♫♪♥
     
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