Amor prohibido

Bueno antes que nada una gran disculpa por demorarme tanto no recuerdo si les comente o no pero aprovecho. Tengo en mente publicar mis historias y eso me ha estado quitando mucho tiempo además como en la escuela me han dejado tarea de exponer pues me entretengo. De hecho ayer pensaba publicarlo. Pero bueno y por cierto aun que me borren los comentarios yo los leo y gracias a mis amigas por comentarme.

Ha y otro favor yo comprendo que no les gusta tal vez Kikyou pero respeto por favor, no sé si les sirva de algo pero cometarios negativos de Kikyou en mi perfil por favor porque no me gustaría ver que me cerraron mi finc, como comente anteriormente son solo 15 capítulos. Por favor háganlo posible.

Pero bueno después de tanto sermón el cap. Ojala les guste y un beso a las que me lee.

ADVERTENCIA: OcC.

Capítulo 6 tratando de darle una oportunidad al amor.

Con el beso de Sango y Miroku, Shippou había regresado a la cabaña pero se llevó con la sorpresa de oír a Kouga sus verdaderos sentimientos a Ahome.

Al ver que de seguro se iban a poner igual que Sango y miroku se fue al bosque a dar un paseo.

-Kouga ¿Estas bien? –le pregunte muy arrepentida por la cachetada.

-Au, Ahome ¿Qué sucedió? –me pregunto Kouga sobándose la mejilla.

-Lo siento, no era mi atención lo que pasa es que entraste diciendo ``Ayame, Ayame cásate conmigo y solo conmigo´´ y luego chocaste en la pared y no entrabas en si por eso te pegue. Lo siento. –me disculpe muy arrepentida.

-¿Ayame? –me pregunto Kouga viéndome confuso.

-Sí, así es. Entraste con un ramo de flores y pues yo creí que era para ella –le dije bajando la mirada sintiendo una extraña tristeza.

-Ahome… -me dijo Kouga tomándome del mentón para levantarme la cara. –Tú vas a ser la única en mi corazón que no se te olvide y no sé porque llegue diciendo eso no lo comprendo. Pero tú eres la única dueña de mi corazón.

-Kouga… -dije sonrojada.

-Ush… no digas nada solo dime, ¿Me darías una oportunidad? Y después te dejare en paz si no funciona –me pregunto Kouga tratando de convencerme.

-A… -dije pensando.

Kouga sentía muy atento de mí, yo no sabía que contestarle. Después recordé que Sango me había dicho que Inuyasha se había decidido rehacer su ida con Kikyou. Eso quería decir que no estaba traicionándolo, además esa sería una buena oportunidad de olvidar a Inuyasha para siempre. Y no sé porque pero empezaba a sentir algo por Kouga y quería comprobar lo que era.

-Está bien Kouga acepto –dije con una media sonrisa.

-Gracias Ahome, no sabes lo feliz que me hace saberlo y te prometo que voy a esperar todo lo que tú quieras –me dijo Kouga feliz.

-Gracias Kouga significa mucho para mí –dije dándole un beso en la mejilla.

En eso iban entrando Sango y Miroku muy cariñositos, lo que me llamo la atención fue no ver a Shippou con ellos.

-Hola chicos ¿No han visto a Shippou? –les pregunte viéndolo por al parecer su nueva relación.

-Eh, no de hecho creímos que estaba con ustedes. ¿Qué raro le habrá pasado algo? –pregunto Sango soltando a Miroku.

-No creo, ya nos hubiéramos enterrado. Recuerda que las malas noticias llegan rápido –le conteste con una sonrisa.

-Sí tienes razón –me dijo Sango respondiendo a la sonrisa.

Con Shippou…

Se encontraba dando un paseo por los alrededores, iba un poco triste y aterrorizado por lo que había visto con Sango y Miroku.

Iba caminando sin poner gran atención a lo que pasaba alrededor. Po su descuido no se había dado cuenta que se había alejado de la aldea; al ver que ya había obscurecido decidió quedarse a dormir hay para el día siguiente tomar camino de regreso a la cabaña con sus amigos.

Al día siguiente…

Al llegar a un rio vio a unos bandidos atacando a una niña, Shippou tomo algunos trucos mágicos y se los aventó. Al sentir el truco mágico ``Trompo mágico´´ al sentir un peso enorme sobre sus cabezas se fueron corriendo. Dejando a Shippou junto a la pequeña que había sido atacada.

-Hola mucho gusto. Mi nombre es Shippou y ¿tú? –pregunto Shippou ayudando a parar a la pequeña

-Hola mucho gusto. Yo me llamo Kag, es un placer y muchas gracias por salvarme es solo que me aleje mucho de mi familia –dijo la pequeña tomando la mano de Shippou.

-Y tú ¿Con quién vives? –pregunto Shippou viéndola detenidamente.

-Yo vivo con mi mamá Kikyou y mi papá Inuyasha –anuncio Kag viendo a Shippou.

Shippou al escuchar lo que la pequeña le había dicho no lo podía creer se llevó con una desagradable sorpresa.

-Ah, Shippou ¿Te encuentras bien? –pregunto Kag pasando su mano por la cara de Shippou.

-Ah, sí estoy bien. Por cierto ¿Me podrías enseñar a tus padres? –pregunto Shippou disimulando alegría.

-¡Claro! Vamos –respondió Kag tomándolo de la mano.

Durante el camino para llegar a la aldea Shippou iba ausente, mientras Kag le contaba cosas.

Al llegar lo primero que visualizaron fueron a una sacerdotisa curando a los enfermos.

-¡Mami! –gritaba Kag corriendo hasta la sacerdotisa.

Al escuchar aquella palabra la sacerdotisa levanto la cabeza, vio a la pequeña correr hacia ella y extendió sus brazos para recibirla con un abrazo.

-Hola pequeña. ¿Dónde te metiste? –pregunto Kikyou viendo a la niña.

-Estaba recolectando las flores que dijiste que te hacían falta y en eso me atacaron unos bandidos, pero gracias a Shippou estoy bien –explico Kag viendo a Kikyou.

-Ah, pues muchas gracias Shippou. Eres muy valiente –agradeció Kikyou con una sonrisa.

En eso iba llegando Inuyasha con unos leños para una fogata, al ver a Shippou se sorprendió dejando caer lo leños y se le acerco.

-Enano. ¡Que milagro verte! ¿Cómo has estado? –pregunto Inuyasha contento.

-¡Cállate! ¡Prometiste que ibas a regresar y ha pasado 3 meses y nada que regresaste y mira ya hasta hija tienes! –grito Shippou enojado.

-Shippou, Kag no es mi hija nos la encontramos en un basurero y la adoptamos. Y tienes toda la razón no volví pero porque no sabía cómo me iban a recibir, después de cómo me trataron hace 3 meses –explico Inuyasha muy pacíficamente.

-¡No me importa! Tú prometiste volver y no hay para cuando. ¡Eres un mentiroso! Grito Shippou tomando camino de regreso a la aldea de la Anciana Kaede.

Inuyasha sabía que los rumbos no eran muy seguros para que estuviera solo por lo que lo acompaño.

Continuara…​

Una disculpa por lo del basurero fue el primer lugar que se me ocurrió.

¿Qué les pareció?
¿Les gusto?
¿Quieren la conti?
¿Alguna duda?

 

Aquí de nuevo después de tanto tiempo por fin puedo actualizar mi finc espero les guste y pues disfrútelo.

Capítulo 7: viviendo un infierno

En el camino Inuyasha le había contado a Shippou lo que había hecho en el tiempo que no se veían, le conto que ya tenían la mayoría de los fragmentos, y que todo estaba bien; se fueron platicando gran trayectoria del camino que no se dieron cuenta que ya habían llegado.

Después de un silencio incomodo que se creó Inuyasha se dio cuenta que se encontraban enfrente de la aldea.

-Ya llegamos. ¿Vas a pasar? –Pregunto Shippou viendo a Inuyasha

-Ah… si quisiera pero tengo que regresar con Kikyou. Pero nos vemos luego –dijo Inuyasha nervioso.

Terminado de despedirse de Shippou comenzó a caminar y se llevó con la sorpresa de ver a Kikyou con la Anciana Kaede.

-Kikyou, ¿Qué haces aquí? Pregunto Inuyasha sorprendido

-Es que llegaron los padres de Kag y decidí venir a ver a mi hermana menor, nos ofreció su cabaña para vivir y yo le dije que si –informo Kikyou contenta

-a, entonces ¿vamos a vivir aquí? –pregunto Inuyasha sorprendido

-Espero que no haya ningún problema, Sango, Miroku, Shippou, Kouga y Ahome están viviendo también hay
–informo Kaede contenta

-¡Ahome! –dijo Inuyasha sorprendido

-Sí, porque ¿Hay algún problema? –pregunto Kaede confundida

Inuyasha no podía creer que Ahome hubiera regresado, creyó que tal vez no volvería, además estaba ansioso de verla hace más de 1 año que no la veía.

-No, no hay ningún problema –dijo Inuyasha emocionado

-Pues vámonos que esperamos –dijo Kikyou tomando del brazo a Inuyasha

En el camino Kaede y Kikyou iban platicando mientras que Inuyasha iba muy pensativo sobre lo que le iba a decir a
Ahome cuando la viera. Por su comportamiento anterior y que se había ido con Kikyou.

En la cabaña…

Estábamos Sango, Miroku, Kouga y yo platicando con el pequeño Shippou sobre donde se había metido.

-Y bueno como no quería ser inoportuno me fui al bosque pero no me di cuenta de que había llegado a otra aldea y
hay me encontré con I… -nos contó Shippou cuando iba entrando alguien.

-Chicos, Kikyou e Inuyasha van a vivir con nosotros –nos dijo la Anciana Kaede muy contenta.

Cuando termino de avisarnos entro Inuyasha junto con Kikyou. Al verlo me sorprendí mucho, creí que no lo iba a volver a ver, me le quede viendo gran rato y hubo un momento en el que nuestras miradas llegaron a chocar. Se veía feliz pero a la vez mostraba tristeza, no comprendía sus sentimientos.

-Hola, ¡Qué bueno verlos de nuevo!, Ahome veo que regresaste –me dijo Kikyou con una expresión fría.

-A, si hola Kikyou –dije sin dejar de ver a Inuyasha

Sango, Miroku y Kouga ignoraron su saludo y siguieron igual.

Inuyasha al ver que no les había importado que el regresara se molestó. Pasamos el rato hablando Shippou, Sango,
Miroku, Kouga y yo, mientras la Anciana Kaede, Kikyou e Inuyasha hablaban de otra cosa.

Por más que trataba no podía quitarle el ojo de encima a Inuyasha.

El tiempo se me hizo eterno, sentí que pasaba muy lento, hasta que me asome y vi que las estrellas ya habían hecho
aparición. Al ver las estrellas me puse de pie, y me acerque a la puerta de la cabaña.

-Ya vuelvo –dije con pocos ánimos.

-Voy contigo –me dijo Kouga acercándose a mí.

-No Kouga. Déjame ir sola. Necesito tiempo, ya regreso –dije con una media sonrisa.

-Cuídate ¿Si? –me pregunto Kouga muy preocupado tomándome de la cintura

-Está bien cualquier cosa te llamo –dije dándole un beso a Kouga.

Inuyasha al ver lo sucedido entre Kouga y Ahome se enojó, se iba a poner de pie pero posiblemente si eso pasaba era porque le había dado una oportunidad. Además él no era quien para reclamar porque principalmente él se había ido a rehacer su vida.

Me despedí de Kouga y salí de la cabaña necesitaba aire fresco sentía que era un infierno en el que vivía ya no
soportaba mas esta situación se había convertido en un verdadero infierno.

Continuara…​

 

Capítulo 8 los verdaderos sentimientos y una luna brillosa.

Había salido a tomar aire fresco, cuando estaba cerca del pozo me senté y voltee a ver la luna, estaba muy brillosa lo que me llamo mucho la atención. Nunca había estado así, un buen rato me le quede viendo cuando sentí la mirada de alguien sobre mí. Voltee para ver quién era y vi que era Inuyasha.

No le preste mucha atención y seguí viendo las estrellas, el llego y se sentó junto a mí. Al verlo sentado junto a mi mi corazón comenzó a latir más fuerte, pero yo hacía como si no me importara.

Un rato estuvo todo en silencio, era un silencio bastante incómodo y aparte podía sentir su mirada sobre mi lo que me incomodo mucho más. Me puse de pie y empecé a tomar camino de regreso a la aldea. Cuando iba caminando sentí que me encontraba sobre el aire, baje la mirada y vi que era Inuyasha; me había cargado sin que lo notara.

-¡Bájame! –le exigí molesta

Él solo me ignoraba y seguía caminando. Iba por los arboles tenia muchísimo miedo ya que era la primera vez desde hace un año que iba en los árboles. Se paró en la copa de un árbol alejado de la aldea, con mucho cuidado me bajo, tenía mucho miedo por lo que me sujete muy fuerte de él. Puso una sonrisa arrogante, al ver su cara me moleste y lo solté.
Se sentó y yo me le quede viendo sorprendida, se había sentado como si nada.

-¿No te vas a sentar? Déjame te digo que vamos a estar aquí mucho tiempo –me pregunto con los ojos cerrados.

-¡¿Cómo quieres que me siente aquí?! ¡Este no es bonito lugar, llévame a la cabaña! –le dije molesta por su cinismo.

-Hay ya deja de quejarte. Te voy a llevar a la cabaña después de que me aclares muchas cosas y siéntate porque esto va a durar mucho tiempo –me dijo Inuyasha jalándome de la mano y jalándome

Aquel jalón ocasiono que me callera de sentón con mucho miedo de caerme, pude notar que Inuyasha también se había asustado por lo que me podría haber pasado. Comprobado que no me paso nada siguió con su actitud arrogante.

​

-¿Sabes que me pudiste haber tirado? –le pregunte asustada

-Todo lo tenía contemplado y deja de quejarte. Aclara ¿Enserio sientes algo por ese rabioso? –me pregunto Inuyasha viéndome a los ojos

Sus hermosos ojos dorados tenían un poder y era que cualquier mujer callera hipnotizada, me le quede viendo un gran rato cuando recordé la pregunta. Voltee la cabeza y no conteste nada.
Inuyasha se molestó por no haberle contestado pero era claro que no le iba a decir mis verdaderos sentimientos. No le iba a decir que lo amaba y no me gustaba verlo con Kikyou.

Busco mi cara y me hizo voltear, me tomo de la cabeza para que no pudiera voltear a ver a otro lado.

-Veme a los ojos y dime lo que de verdad sientes por Kouga ¡Dímelo! –me exigió Inuyasha desesperado por mi silencio.

Voltee la mirada otro lado y después de pensarlo varias veces decid contestar a su pregunta, lo mire a los ojos y me prepare para decirle mi respuesta.

-Sí Inuyasha, si siento algo por Kouga –dije viéndolo a los ojos como me lo había pedido.

Inuyasha al oír mi respuesta me soltó y se quedó muy sorprendido, se veía decepcionado a mí no me gustaba verlo así pero no lo iba a consolar después de lo que le había dicho.

-Bien ya te dije lo que quería ahora tu cumple y llévame a la cabaña con los demás –le dije viéndolo detenidamente

Otra vez como había ocurrido anteriormente Inuyasha no me hizo caso, volteo a verme, me tomo de la mano y me acerco más a él. Al estar cerca de el sentí como mi respiración se agito y sentía su reparación cerca de la mía. Sin pensarlo dos veces me beso a la fuerza, presionando mi cabeza con su mano y con la otra mano libre me acercaba más a él.

Yo a cómo podía lo alejaba, sentía que estaba traicionando a Kouga sabía que estaba mal besar a otro teniendo a alguien a mi lado. Después de muchos luchar vi que mis intentos eran inútiles y me deje llevar por el momento le respondí el beso; un beso que desde hace mucho lo estaba pidiendo.

Nos tuvimos que separar por falta de aire por parte de ambos, se me quedo con impresión. Yo me sentía mal por lo sucedido, si él estaba con Kikyou ¿Por qué me beso? Y más aun sabiendo que entre Kouga y yo había algo.

-¡Eres un atrevido! –Le grite dándole una cachetada –No se te ocurra volverme a besar.

-Sabes no parece que te haya sido tan indiferente ese beso. Tú también te dejaste llevar y con eso compruebo que aun sientes algo por mí y lo de ese rabioso es una mentira –dijo Inuyasha con una sonrisa.

Al escuchar sus palabras sentía que el corazón se me rompió en mil pedazos, había sido solo una maldita prueba y lo peor que por más que tratara nunca lo iba a poder olvidar y al pobre de Kouga lo estaba ilusionando en vano.

-Eres un idiota ¿Cómo te atreves a besarme sabiendo de mi relación con Kouga? –le pregunte entre sollozos.

-Lo hice porque esa relación es un fraude no es verdad y sabes lo volvería a hacer cuantas veces fuera necesaria para demostrarte que por ese rabioso lo único que sientes es lastima –me dijo Inuyasha contento por su logro.

-¡Cállate! ¡Te detesto es lo único que siento por ti! –le grite ya harta de la escena no la soportaba más.

Deje salir el llanto por el sentimiento tan grande que sentía mi corazón, esa confusión de sentimientos me tenía loca. Después de mi comentario todo se quedó en silencio, solo se escuchaba mi llanto y cuando me pude calmar un poco le dirigí una mirada a Inuyasha.

-Inuyasha por favor llévame a la aldea –le pedí secándome las lágrimas.

Inuyasha asintió. Me tomo de la cintura y de un brinco bajamos del árbol en todo el camino me había ido caminando, no quería subirme a la espalda de Inuyasha y me quería calmar para que al llegar no se dieran cuenta de lo sucedido.

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Continuara…​

 

Holis de nuevo, lei los comentarios de todos y todas y la verdadd me agradaron. Se que he decuidado mucho m finc es que estoy en asuntosd de la prepa pero igualmente tratare que no sea un problema para publicar. Bueno sin mas aqui les dejo la conti espernando se den una vuelta y comenten.

Capítulo 9 ¿el conjuro del amor?

Habíamos regresado a la cabaña, entre primero yo y después Inuyasha para no levantar sospechas de que habíamos estada juntos llegue y me senté al lado de Kouga, después entro Inuyasha y tomo asiento al lado de Kikyou. Kikiyou lo recibió con un abrazo, al ver eso mucho así que voltee la mirada a otro lado. Pude escuchar que estaban hablando sobre un conjuro del amor, me llamo mucho la atención, puse mucho mas caso que antes.

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-Tengo entendido que ese conjuro ha existido desde hace mucho tiempo. Era una linda jovencita de ojos azules, piel blanca, pelo largo y lacio, era hermosa. Tenía muchísimos pretendientes, solo que había un problema al que ella quería no la pretendía a ella si no que al alguien más y según se tenían planes de boda, así que la princesa fue a visitar a una bruja para que le diera un hechizo o pócima para enamorarlo. La princesa lo había invitado a tomar un café y le sirvió las gotas al café; pero aquel hechizo lo mato y aquella bruja era una bruja mala que se dedicaba a hacer magia negra. Al enterarse todos en el reino aunque fuera una princesa la mandaron matar y según dicen que su alma sigue vagando por los alrededores enamorando al hombre que pase por el rio –nos contó el monje Miroku recordando aquel relato.

-Con que eso paso, pero lo que no entiendo es ¿Por qué Kouga entro diciendo Ayame? –pregunte muy pensativa

-Um, esa es una buena pregunta solo que no lo entiendo. Kouga recuerda lo que paso ¿Estuviste con ella? –pregunto Miroku viendo a Kouga.

-Bueno, lo único que recuerdo es que Salí a buscar flores, llegue a un rio y vi a… Ayame, es cierto ya recordé me encontré con ella y me dio un colguije –dijo Kouga recordando

¿Un colguije? Me había quedado pensando en lo dicho por Kouga y lo mencionado anteriormente por el monje Miroku, ese acontecimiento según entiendo ocurrió hace mucho y si su alma estaba vagando por años, no se suponía que ¿ya tendría que haber encontrado el perdón eterno? ¿Habrá dejado algo pendiente?

Todo se quedó en silencio, la anciana Kaede estaba reflexionando sobre lo ocurridosolo que no encontró respuesta lógica.

-¿Qué les parece si mañana vamos a investigar? –les propuse viéndolos.

Al escuchar mi propuesta se me quedaron viendo sorprendidos.

-Ja, ¿estas segura de poder hacerte cargo de esto? recuerda que eres muy tonta y no sabes defenderte sola –me dijo Inuyasha en un tono arrogante.

Su comentario le había causado la gracia de Kikyou y a mí me molesto mucho, él no era quien para juzgarme.

-No necesito de tu ayuda y ¡Abajo! –le dije molesta por su comentario.

Al terminar el conjuro cayo de cara al piso, Kikyou se me quedo viendo con ojos de asesina. Me puse de pie y Salí de la cabaña, detrás de mí salió Kouga muy preocupado. Se acercó a mí y se me quedo viendo largo rato.
-Kouga, ya no soporto esta situación, vámonos por favor. Vámonos con tu clan –le dije con lágrimas en las mejillas.

Kouga me abrazo muy fuerte sabía que no le gustaba verme llorar sin embargo no podía hacer nada no me gustaba estar con ellos. Salieron Sango, Miroku, Shippou y Kirara.

-Ahome ¿te ocurre algo? –me pregunto Sango acercándoseme

-Estoy bien, no se preocupen –le respondí soltando a Kouga y secándome las lágrimas.

Nos quedamos platicando y decidimos dormir a la intemperie para mañana ir a averiguar lo del supuesto hechizo.

Ala mañana siguiente…

El sol había salido y estaba pegando muy fuerte, supuse que era medio día, voltee a mí alrededor y vi que todos seguían dormidos. Me levante y entre temerosa a la cabaña, entre y me encontré con Inuyasha ya despierto que al momento de entrar se me quedo viendo. Yo lo ignore, tome mi mochila y Salí.

Busque un poco de leña para hacer una fogata, una vez hacha la fogata puse agua a calentar y saque 8 sopas instantáneas de mi mochila. Kirara se había despertado y le di las croquetas que tanto le gustaba.

-Chicos, oigan el desayuno ya está listo –les hable tratando de despertarlos.
Sango fue la única en despertar, al verme me regalo una sonrisa así que supuse que había dormido cómoda.

-Buenos Ahome –me saludo contenta

-Buenos días. Aquí tienes –la salude entregándole la sopa.

-Gracias. Ahome ¿Por qué te saliste así? –me pregunto Sango preocupada por lo del día anterior.

-Bueno es que… la situación ya me tiene harta y ya no la soporto más –le dije viéndola.

En ese momento salió Inuyasha y se nos quedó viendo como si nunca lo hubiera hecho.

-Buenos días Chicas ¿Cómo durmieron? –nos preguntó viéndonos

-Muy bien gracias y ¿tu? –dijo Sango contenta

-Sí, también, solo que amanecí un poco hambriento e iba al rio –explicaba Sango viendo a Sango.

-Ah… Inuyasha toma –le dije entregándole la sopa instantánea

El recibió la sopa muy sorprendido, se sentó junto nosotras y empezó a comer. Su presencia me incomodaba pero lo disimulaba.

Un rato después de que todos después de que todos desayunamos comenzamos nuestro viaje al rio. El monje Miroku le iba tocando el trasero a Sango y ella lo cacheteaba, Shippou iba peleando con Inuyasha y también algunas veces se les unía Kouga, la anciana Kaede iba platicando con Kikyou y yo iba muy callada pensando en mis compañeros en mi vida pasada.

Al final de la aldea nos llevamos con la sorpresa de ver un lago hermoso. Me acerque a él, no pude notar nada, llame a Sango y con ella fue Kikyou,

-Ahome ¿estas segura de no sentir nada? –me pregunto Sango confundida

-Sí, todo está muy pacifico, lo que se me hace raro. Será que… ¡Kouga, ven tantito! –lo llame para comprobar una sospecha.

Kouga asintió y se acercó. Al acercarse pude notar que su actitud había cambiado, parecía ausente, pude darme cuenta de que eso era de lo que hablaba el monje Miroku.

-Kouga, Kouga reacciona, Kouga –lo moví de un lado a otro y no respondía.

-Princesa, princesa. Princesa Azakumí ¿Dónde está? No la veo –dijo Kouga adentrándose al rio.

-¿Princesa Azakumí? ¡Monje Miroku ¿ese no es el nombre de la princesa de su relato?! –le pregunte muy apurada.

-Me parece que sí, ¡Sango, señorita Ahome, señorita Kikyou aléjense es muy peligroso que estén hay! –nos gritó el monje Miroku preocupada

Inuyasha había corrido por Kikyou al igual que el monje Miroku por Sango. Yo me quede y decidí ayudar a Kouga. Corrí donde estaba y sentí como todo mi cuerpo se hundió, lo único que pude oír fue a mis amigos gritarme.

​

Continuara…​

​

Hasta aquí les dejo, pero no se preocupen tratare de seguir escribiendo más rápido.
¿Qué habrá pasado con Ahome?
¿Con que se encontrara?
¿Sera el fin de Ahome?

Se los dejo Bye.

 

Ok, después de mucho tiempo de ausencia decidí ponerme al corriente con mi finc y la verdad le pido una gran disculpa a Aleera por haberla dejado en una gran duda y a todos los demás claro que leyeron.

Sin mas por el momento me dedico a publicar mi capitulo claro con terminar de comentarles que este capitulo es un poco corto pero espero les guste ya que me mate escribiéndolo.

Capitulo 10 las ilusiones del corazón

Desperté y pude ver a una princesa observándome, voltee a los al redores y no vi a mis amigos. Lo único que recuerdo es me había hundido y es todo; trate de mover mi cuerpo pero me fui inútil, no obtuve respuesta alguna.

-¿Dónde estoy? –pregunte viendo alrededor

La princesa no me respondió nada, sólo se me quedo viendo y empezó a caminar a un trono. Vi como todo comenzó a tomar forma de palacio me quede sorprendida, creí que sólo era un lago, jamás me imagine que fuera un palacio. Se sentó y se me quedo viendo como bicho raro.

-Tu, niña, estas en mi palacio. Yo soy la princesa Azakumí. Tengo el poder para hacer sufrir a las personas. Fuiste muy valiente en enfrentarme sólo te digo que de esta no te salvas –me amenazo muy furiosa.

En eso salió una cica de ojos verdes, pelo rojo, con dos colitas y con pieles de lobo blancas. Era Ayame quien tenía una sonrisita burlona y me veía muy contenta por lo que me estaba pasando.

-Te lo dije Ahome, te dije que tarde o temprano, tú me ibas a pagar caro por todas y más que nada ¡por haberte hecho novia de Kouga! Kouga era mio y no te importo ahora ¡Sufre! –me dijo Ayame enojada

Al terminar de decir, la princesa trono los dedos, al despertar vi a Inuyasha, Shippou, Kirara, Sango, Miroku y Kouga sentados en la cabaña. Me acerque a ellos pero prácticamente me ignoraban.

-Hola chicos, Sango, monje Miroku, Shippou, Kirara, Kouga, Inuyasha. ¿Qué les sucede? ¿Por qué no me hacen caso? –les pregunte muy triste

Ellos seguían sin hacerme caso, seguían hablando. Fui a abrazar a Kouga pero me lleve con la sorpresa de que lo atravesé.

Fuera de la cabaña se había creado un remolino morado, todos salieron; pude notar que se trataba de Naraku. Empezaron a luchar, yo trataba de ayudar pero no podía. Habían ido Kagura, Hakudoshi, Kanna y Naraku, la batalla estuvo difícil para todos; después de tras de Naraku salió Kikyou, Inuyasha se distrajo lo que le dio oportunidad a Hakudoshi de que lo atacara.

Inuyasha cayo al piso después de haber sido herido por Hakudosi, todos corrieron haber lo que le había ocurrido Kikyou se fue con Naraku, me acerque y vi a Inuyasha debatiéndose entre la vida y la muerte.

-¡No Inuyasha, no te muras! –lo llame con lagrimas.

Llore por gran rato cuando de repente sentí un gran golpe en la cabeza. Pasando 5 m. me desperté viendo a Shippou, Kirara, Sango, Miroku y Kouga, Kikyou, la anciana Kaede e Inuyasha llamándome muy apurados.
Al abrir los ojo vi a Inuyasha frente de mi, lo abrase muy feliz de verlo.

-¡Inuyasha, me da gusto que estés bien! Creí que habías muerto –le dije abrazándolo muy contenta con unas lagrimas en mis ojos.

Todos se me quedaron viendo sorprendidos y Kikyou se había molestado.

-Ah… gracias pero no me paso nada ¿De que hablas? –me pregunto confundido

-¿Eh?, ósea que, ¿no te paso nada? –le pregunte soltándolo y viéndolo muy sonrojada

-Ahome, ¿Cómo te sientes? –me pregunto Kouga muy asustado

-Estoy bien, un poco confundida –le dije muy confundida y apenada

-Ahome, cuéntanos. ¿Qué te sucedió? –me pregunto Sango preocupada

-Bueno, lo que recuerdo es que me encontraba con un palacio junto la princesa, junto ella salió ayame y ambas me amenazaron. La princesa trono los dedos y estaba viendo una pesadilla… vi que Inuyasha… había muerto –dije entre lagrimas

Kouga al escuchar que aun me preocupaba por Inuyasha se molesto. Sango había visto la cara de Kouga por lo que propuso regresar a la cabaña.

Regresamos y al sólo llegar caí desmayada sin entender el porqué. Pensé en que tal vez esa princesa me había quitado mis fuerzas, sin embargo nadie me quitaba de la cabeza que algo había en el ambiente…

​

Continuara…​

 

Capítulo 11 Aclarando mis sentimientos

La tarde había pasado y yo había estado desmayada, abrí los ojos y vi a todos reunidos en una fogata; desperté con un horrible dolor de cabeza. Sango al verme despertar se acercó a mí y me abrazo.

-Ahome, ¿Qué fue lo que te sucedió? –me pregunto Sango preocupada

-No lo se, no recuerdo, Sango ¿por qué me duele mucho la cabeza? –le pregunte tomándome la cabeza.

Sango se preocupo más, Kouga se acercó a mí y se me quedo viendo muy raro, en su expresión se notaba tristeza y decepción. Comprendí de inmediato lo que me iba a decir.

Fuera de la cabaña las estrellas estaban muy brillosas y había una luna muy brillante, salimos todos, cada uno se sentó con sus parejas en diferentes lugares alejados de todos.

Un silencio incomodo se había creado entre nosotros, Sango y Miroku estaban abrasados, Inuyasha y Kikyou estaban riendo, la anciana Kaede Shippou y Kirara se habían quedado en la cabaña, según ellos para no molestar. Pasando 5 min. Decidí hablar para quitar el silencio.

-Kouga, ¿te encuentras bien? –le pregunte temerosa por su reacción

-Ahome. En este tiempo juntos me he dado cuenta de que tu sigues sintiendo algo por esa bestia y de que es mas que claro que por mi no sientes nada. Igualmente por darme la oportunidad.

Pero es mejor terminar, te deseo lo mejor y sin rencores –me dijo Kouga con una sonrisa.
Al escuchar sus palabras me sentí muy triste, sabia que todo había sido una mentira pero no quería que Kouga se diera cuenta. Las lágrimas empezaron a salir sin avisar. Lo abrase muy fuerte, sentí una gran tristeza, él también me correspondió al abraso, lo vi directamente a los ojos y sin sentir cuando sucedió me di cuneta de que Kouga y yo nos estábamos besando. Tal vez este seria nuestro último beso, fue más apasionado que otros, al pasar rato nos separamos para tomar aliento y al estar con aliento nos volvimos a besar. Sentí como intercambiábamos muchas veces saliva y sentí a nuestras lenguas jugar muy felices.

Con aquel largo beso había ocurrido algo más, Kouga me tomo de la cintura obligándome a recostarme en el suelo, me sujeto la pierna y sentí como poco a poco la iba subiendo más. Me deje llevar por el momento pero reaccione y le quite su mano, lo aleje y me pare muy sonrojada.

-Kouga, por favor, no. Este es un sentimiento no correspondido, discúlpame –le dije con lagrimas en los ojos mientras Salí corriendo en dirección desconocida.

Al sentir que me aleje un poco de donde estaba, me encontré rodeada de muchos árboles, me asuste mucho al no ver la salida estaba en un lugar desconocido para mi, no sabia como regresar.

Camine por un sendero de arboles que estaban enfrente de mí, pero no veía salida, de pronto sin esperarlo salió una chica de pelo rojo, piel blanca y unas pieles de lobo blanca; junto con una sacerdotisa de piel blanca, pelo negro sujetado con un listón blanco y en su cara mostraba pocas expresiones.

Al ver la cara de ambas las reconocí al instante. Me lleve una gran sorpresa al ver a Kikyou hay, creí que estaba con Inuyasha. Las dos se me acercaban muy retadoramente, corrí pero no podía salir de ese laberinto de árboles. Mientras mas rápido corría ellas sin ningún problema me alcanzaban.

-Ahome, te puedes cansar todo lo que quieras, no vas a poder escapar de tu destino –me dijo Kikyou en una forma amenazante

-¡¡¿Qué?!!, pero, ¿de que me hablas? –le pregunte sorprendida

-¡No te hagas la mosca muerta! –me grito Ayame enojada –tú más que nadie sabes lo que hiciste. Te hiciste novia de Kouga aun así sabiendo que yo lo amaba y eso me lo vas a pagar muy caro.

Seguí corriendo asustada, era una situación muy desesperante para mí, al llegar a un extremo tope con una pared, Kikyou y Ayame se seguían acercando pero esta ves con alguien mas estaba
con ellas.

Continuara…​