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    Lilineth-chan

    Lilineth-chan I'd rather have you, cursed or not.

    Leo
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    DANCING IN THE DARK

    Prologo

    En la infinita oscuridad de la noche se podía observar la imponente figura de un youkai, su fino y sedoso cabello plateado danzaba al compás del viento, a la vez que sus ámbares ojos observaban con frialdad el hermoso lago que se alzaba ante él. Imponía respeto con su sola presencia.

    Habían pasado tres largos años desde que habían derrotado a Naraku, las tierras antes llenas de caos y guerras ahora eran pacificas, se respiraba la tranquilidad en el aire.

    A sus oídos había llegado la noticia de que la inútil sacerdotisa que acompañaba a su medio hermano había regresado y se había convertido en su pareja, justo como habia pasado con aquel monje y aquella exterminadora. No era algo a lo que debería de darle importancia, así que lo dejo pasar.

    Había ya recuperado su brazo perdido en la batalla con Inuyasha por lo tanto se le notaba más fuerte y podía pelear con más libertad, después de haber reflexionado por un largo lapso de tiempo decidió que partiría rumbo a la Casa de la Luna, su Castillo, que se ubicaba en los confines de las tierras del sur y norte, los territorios del oeste.

    Partiendo así, sin saber nada, a una inesperada nueva historia.

    Gracias a quien lo lea, soy principiante. Perdon por no decirlo antes es un SesshxKag
     
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    Logan

    Logan Usuario común

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    Hola, pues no se de cuando es el minimo para un prologo, pero pienso que esta muy bien.
    no noté fallas en tu escrito, redactas muy bien, y haces que la lectura sea amena.
    pero como solo es un prologo, no puedo decirte mucho hasta que subas el primer capitulo.
    La historia se ve interesante, espero que la sigas ^^

    Logan.....................................
     
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    Suzumiya Haruhi

    Suzumiya Haruhi Iniciado

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    Para empezar, me parece un buen prólogo, la narración estuvo estupenda. Tienes algunas fallas de ortografía al inicio del texto pero creo que la manera en que captas la forma de pensar de Sesshomaru es muy buena ( en especial cuando se dirige a kagome como la inútil sacerdotisa). Esperemos que el próximo capítulo sea más largo y argumentado de la misma forma como lo haces ahora (e incluso mejor).
    Matta~nee! :p
     
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    Lilineth-chan

    Lilineth-chan I'd rather have you, cursed or not.

    Leo
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    Hola! gracias por sus cometarios
    me da gusto que les haya gustado el prologo
    aqui sin mas dejo el primer capitulo

    CAPITULO 1

    Era un día común en el Sengoku, tiempo después de derrotar a Naraku todo había vuelto a la normalidad. Miroku se caso finalmente con Sango y junto a Inuyasha se dedicaba a eliminar youkais de bajo nivel y onis que amenazaban la seguridad de las aldeas. Después de que Kagome regreso llego a un buen acuerdo con Inuyasha, serian solo amigos, aunque muchos creía que eran pareja. Inuyasha no la amaba de esa manera así que mejor decidió no forzar las cosas e Inuyasha no hacía nada por acercarse sentimentalmente a Kagome, A ella en realidad le dolía el no poder estar con su amado Hanyou, pero si él era feliz así, ella haría lo posible por también serlo. Shippo se iba a cada rato porque estaba entrenando para ser un buen demonio zorro, todos lo apoyaban. La pequeña Rin se estaba quedando en la aldea de la anciana Kaede y era feliz ahí. Sesshomaru seguía viajando, cada quince días iba a su castillo por un Kimono para llevarle a Rin, ella lo recibía contenta.

    En un descampado en el centro del bosque se encontraba la sacerdotisa Kaede con Kagome y el monje Miroku, la estaban entrenando. Cuando regreso dijo que quería convertirse en una gran sacerdotisa como lo fue alguna vez la gran Midoriko, la admiraba mucho y quería ser como ella. A decir verdad el entrenamiento era muy duro, mas aun así ella continuaba sin quejarse. Después de todo fue su decisión.

    Kaede le enseñaba a controlar su energía espiritual, puntería, hacer barreras, y concentración. Miroku le enseñaba hechizos y a utilizar pergaminos. Cuando entrenaba resistencia y fuerza lo hacía con Sango, ya que ella al ser exterminadora las tenía. Velocidad y agilidad entrenaba con Inuyasha, aunque él no se ponía serio por miedo a lastimar a la que consideraba una hermana pequeña, aunque jamás lo aceptaría enfrente de alguien más.

    - Kagome-chan, ahora tienes que cerrar los ojos y dejar que la energía fluya a tu alrededor. No te desconcentres - Le ordenaba Kaede que se encontraba frente a ella.

    - Si, Kaede-baa-chan

    Kagome cerró los ojos y poco a poco dejo fluir su energía, era difícil pero Kaede-baa-chan le había dicho que con el tiempo lo iba a lograr hacer con facilidad. Tenía esperanzas en eso. Con emoción se concentro al máximo en crear esa barrera perfecta a su alrededor. Kaede le comento una vez, cuando aun perseguían a Naraku, que su poder era más grande de lo que lo fue alguna vez el de su hermana Kikyo, pero que necesitaba trabajar duro para explotar al máximo su potencial, ya que no sabía cómo utilizarlo, aparte de que su poder en aquellos días estaba sellado hasta más de la mitad.
    - Kagome-chan, que rápido lo has logrado, pero no te confíes aun tienes que perfeccionarla y entrenarte para poderla mantener por un largo lapso de tiempo

    -La anciana Kaede tiene razón Kagome-sama, tiene que entrenar duro para ser como Midoriko-sama

    -Lo sé Miroku-sama, por eso me voy a esforzar mucho- contesto Kagome con una sonrisa

    - Kagome-chan es todo por hoy ya hemos entrenado desde la mañana, descansa un poco y luego seguirás con el joven Miroku

    - Que bien, me muero de hambre - dijo comenzando a correr a la aldea

    - Esta niña - susurro Kaede negando con la cabeza

    El monje solo rio.

    Kagome iba corriendo feliz rumbo a la cabaña de Sango, ya que ella previamente la había invitado a comer con ella.

    Al llegar, Sango la estaba esperando fuera de la cabaña, con su hijo más pequeño, con su hijo más pequeño en brazos. Al que habían llamado Hiroshi, porque tenían la esperanza de que fuera un niño generoso, justo como el significado de su nombre.

    - ¡Kagome-chan! ¿Cómo te fue hoy? - Pregunto cuando Kagome se paro frente a ella.

    -Muy bien, Sango-chan - Contesto sonriente - Kaede-baa-chan dice que en unos meses seré capaz de estar en un alto nivel.

    -Me da mucho gusto Kagome-chan - Dijo con una radiante sonrisa para después ponerse seria - cuando controles tus poderes de sacerdotisa comenzara lo duro de mi entrenamiento, así que prepárate amiga. -Advirtió entrando a la cabaña seguida de Kagome.

    -Claro Sango-chan te prometo que me esforzare mucho - dijo con convicción

    -Kagome-chan ¿Por qué insistes tanto en hacerte tan fuerte? - Pregunto Sango viendo fijamente a Kagome - Sabes que puedes decirme lo que quieras ¿verdad?

    Kagome ante la pregunta de Sango se puso nerviosa, cosa que Sango noto, por lo que se intrigo más en la razón de que su amiga al día siguiente de haber regresado, de lo que había pasado ya exactamente un mes, haiga querido iniciar un duro entrenamiento que la fortalecería en todos los sentidos.

    - Solo es para ayudarlos en lo que necesiten y para proteger a los aldeanos - mintió Kagome, aunque esa era una de las razones por las cuales se quería hacer fuerte, mas no la única.

    - Está bien, si es por eso me da gusto - Dijo Sango, no estaba muy convencida de lo que dijo La joven sacerdotisa, pero si ella no estaba preparada para contarle esperaría hasta que lo estuviera. - Amiga prepare arroz con curri, ¿quieres?

    - ¡Claro, Sango-chan! Me muero de hambre - Contesto sonriente.

    Sango con una sonrisa le sirvió un plato de comida y Kagome apresurada lo comió. Se sentó frente a ella con su plato de comida y miro fijamente a Kagome intentando descubrir que era lo que le ocultaba, debía ser algo serio ya que ella nunca le ocultaba nada. Después de un rato de no notar nada extraño decidió dejar sus paranoias para después. Tal vez y solo eran imaginaciones suyas.

    Cuando Kagome termino de comer regreso al campo de entrenamiento y ahí continúo entrenando el resto de la tarde.
    ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    La casa de la luna, se encontraba en los territorios del oeste era el castillo más grande junto al del este que era solo un poco más pequeño. El castillo era de un reluciente color perla, casi lila, contaba con unas grandes murallas, justo como en el comienzo de sus tierras, estas eran blancas. En los portones del castillo había dos torres de vigilancia justo como la había en cada uno de los lados del castillo. Adentro de las torres había youkais vigilando que todo fuera en orden y no hubiera intrusos en las tierras del Lord.

    En el ala sur del castillo se hallaba la recamara más grande, que era la que pertenecía al Lord Sesshomaru. Este se encontraba sentado sobre el marco de la ventana, ya sin su armadura, observando con impasible expresión el bello atardecer. Su madre, Irasue, había mandado llamarle solo para hacerle perder el tiempo con sus locuras, como él consideraba que eran las conversaciones con su madre.

    - Sesshomaru - había dicho su madre cuando lo recibió - ¿Cómo has estado?

    - Madre, ¿acaso querías verme solo para preguntarme como eh estado? - Pregunto el Taiyoukai con su habitual frialdad

    - ¿Ese es el modo correcto de llamar a tu Madre, cachorro? - Inquirió Irasue con una sonrisa sínica - da igual, solo quería saber cómo va la vida sentimental de mi único hijo

    - Eso no es algo que deba interesarle Madre, ahora si eso es todo me retiro. Tengo asuntos que atender. - Contesto dando media vuelta y retirándose a paso lento, pero elegante.

    -Sesshomaru, sabes que te quedan apenas un par de años más ¿verdad? - Pregunto Irasue con un semblante se seriedad, adquiriendo así la imagen de una Daiyoukai responsable y poderosa - tienes que apresurarte cachorro.

    - Yo se lo que hago, Madre. No te metas en mis asuntos - Respondió a la pregunta sin detenerse.

    El sabía bien a lo que se refería su Madre, mas no iba a dejar que lo intentara controlar. El era lo suficientemente poderoso como para estar bajo las ordenes de alguien, y menos las de su desquiciada Madre.

    Lo había decidido haría las cosas a su manera. Y no pediría la opinión de nadie, después de todo ya estaba lo bastante grande para decidir por sí solo. Su Madre estaba loca si creía que iba a ceder tan fácil o por lo menos tan rápido. Según sus cálculos aun quedaban cuatro o cinco años para cumplir el acuerdo que hizo con su madre, así que no había de que preocuparse.

    Dejando de lado el asunto decidió que era hora de dormir, pero antes se daría un baño en las termas de su habitación. Se dirigió a paso calmado al baño quitándose la yukata blanca en el camino, al llegar se termino de desvestir para poder meterse en las tibias aguas aromatizadas levente por su sensible olfato.

    Al terminar de asearse completamente, salió de las termas con una pequeña toalla amarrada a la cadera. Entro a su habitación y tomo su ropa interior junto a un pantalón de fina seda, se los puso. Después de cepillar su largo cabello se acostó en su King Zice que se encontraba en el centro de su habitación.

    A la mañana siguiente iría a visitar a la pequeña Rin, ya le tenía preparado su regalo, ahora solo descansaría para mañana partir a la aldea humana.



    Pues ya esta espero y les guste. Es algo corto.

    Bae
     
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  5.  
    Kohome

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    hola, veo que has publicado un tema apenas y te comente como hacerlo, eso esta bien..
    bueno note que publicas los capitulos demasiado rapido, deves esperar para asi generar trama, todos aqui esperan el tiempo que quieran pero lo hacen, yo por ejemplo espero 1 o 2 semanas para publicar un capitulo.
    Bueno tambien note que repites algunas palabras seguidamente y te faltan algunas tildes, pero solo por descuido, deves aumentar un poco la narracion y disminuir los dialogos..
    me dejo sorprendida que inuyasha y kagome no tuvieran nada, pero bueno despues de todo es sesshxkag
    disculpa si fui dura es para que mejores con ese tema ;)
     
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  6.  
    Lilineth-chan

    Lilineth-chan I'd rather have you, cursed or not.

    Leo
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    si gracias por decirme, de hecho tengo planeado actualizar cada cierto tiempo... pero como solo habia puesto el prologo puse el primer capi asi apartir de hoy actualizare cada semana o semana y media, en cuanto a la repeticion creo que en verdad tienes razon me fijare mas en eso, muchas gracias por darmelo a saber
     
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  7.  
    Lilineth-chan

    Lilineth-chan I'd rather have you, cursed or not.

    Leo
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    Hola traigo el segundo capitulo, espero y les guste. Gracias.





    CAPITULO 2

    Después de haber entrenado toda la tarde, Kagome se dirigió al lago que se encontraba a unos metros del campo de entrenamiento. Al llegar, poco a poco se fue desvistiendo, cuando quedo completamente desnuda se metió al lago. El agua estaba fría, demasiado a decir verdad, mas eso no impidió que Kagome entrara y se zambullera por completo en el lago para, posteriormente, comenzar a nadar. Trascurrieron unos minutos para que saliera de nueva cuenta a tomar aire, no duro mucho ya que volvió a entrar, nadando así otro poco. Cuando estuvo satisfecha de nadar por el frio lago, procedió con la limpieza corporal. Daba gracias a que, por precaución, había traído unas cuantas cosas de limpieza de su época, como lo era el Shampoo y el jabón, que en la época antigua los que había eran muy caros y difíciles de conseguir.

    Cuando termino de enjuagarse, salió un poco del lago, solo para poder alcanzar su ropa interior y así salir un poco más cómoda por el resto de su ropa. Luego de haberse cambiado y haber juntado sus pertenencias, procedió a emprender su camino a la aldea, que se encontraba a unos cien metros de donde se encontraba. Cuando hubo llegado ya era de noche, las estrellas adornaban el firmamento y la hermosa luna llena iluminaba con sus rayos de luz las penumbras de la aldea.

    Se dirigió a paso lento a su cabaña, encontrándose a Inuyasha en el trayecto. El Hanyou la miraba fijamente intentando ver a través de ella, le notaba algo extraño, su mirada estaba cambiando. En parte el Hanyou se sentía feliz al identificar ese peculiar nuevo brillo en los ojos de su amiga, por otro lado se sentía confundido. No entendía que le había hecho cambiar. Kagome solo le miraba fijamente, sin desviar la mirada, sin sonrojarse por su fijo mirar, solo… nada. Su mirada no reflejaba otra cosa que no fuera determinación y madurez acompañada de inocencia. Cosa que agradaba a Inuyasha al ver que Kagome seguía igual de pura que cuando la conoció.

    Al ver que su amigo no iba a decir nada, procedió a continuar con su camino, tenía mucho sueño y estaba demasiado cansada, no quería ni siquiera hablar. Algo que Inuyasha no pareció notar ya que se interpuso de nuevo en su camino, solo que esta vez perecía que si tenía intenciones de hablar, ya que tenía los labios entre abiertos. Kagome ya comenzaba a fastidiarse, justo cuando le iba a preguntar que pasaba, Inuyasha hablo.

    —Kagome… ¿Qué haces fuera tan tarde? —preguntó mirando para otro lado.

    —Estaba dándome un baño, eso es todo —contestó ella con pereza.

    —Es peligroso —masculló – No deberías estar fuera tan tarde…

    —No pasa nada, no te preocupes Inuyasha —Comenzó a caminar de nuevo, antes de entrar a su cabaña volteo levemente el cuerpo para poder observar de reojo a Inuyasha— Soy más fuerte, Inuyasha. Buenas noches.

    —Buenas noches, Kagome —susurró al viento mientras entraba a su cabaña.

    Ya dentro de su hogar Kagome se cambio el Kimono de Sacerdotisa por uno más pequeño y sencillo, para así poder descansar cómoda. Al terminar de cambiarse se recostó en la cama y se echo a llorar silenciosamente, sin dejar escapar ningún sollozo y manteniendo el rostro oculto en su almohada, evitando de esta forma que Inuyasha se percatara del peculiar aroma de las lágrimas. Lloro y lloro hasta que se cansó, cuando las lágrimas ya no salían de sus rojos y cansados ojos cayó rendida en los brazos de Morfeo.

    —Inuyasha… —susurró entre sueños—, Mi querido Inuyasha…

    A la mañana siguiente Kagome despertó alegre como de costumbre, después de desayunar un poco de arroz que le trajo Kaede, se cambio su Kimono de dormir por el traje de Sacerdotisa, tenía que entrenar -ya llevaba un mes entrenando- al salir de su cabaña puso su acostumbrada sonrisa.

    Para los aldeanos no era raro verla feliz y sonriendo. Todos estaban acostumbrados a la calidez que la joven Sacerdotisa trasmitía, y se contagiaban de sus hermosas sonrisas y tiernas miradas. En la aldea de la anciana Kaede todos la respetaban y querían mucho, cada día la saludaban alegremente y este no fue la excepción.

    —Kagome-sama, Kagome-sama —llamaban los niños al acercarse a ella, tomando con cuidado su traje.

    —Buenos días, Kagome-sama —habló un joven de cabello castaño y ojos verdes —, ¿Cómo se encuentra hoy?

    —Muy bien gracias, Keitaro-san —respondió.

    —Que bueno, nos da mucho gusto. Espero que mi hijo no le haya causado molestias, Kagome-sama.

    —No se preocupe, Eriko-sama. —Comenzó a caminar—. Lo siento, me tengo que ir. Con permiso.

    Después de la escena con los aldeanos comenzó a correr rumbo al claro donde suponía la esperaba Miroku, ya que le había dicho que hoy le enseñaría un hechizo sencillo, pero poderoso. Eso era para que se pudiera defender mejor de los youkais y onis que se encontrara. Kagome, claro, acepto gustosa. Después de todo quería aprender mucho. Al llegar al claro Miroku ya la esperaba, daba gracias a que fuera tan paciente porque al parecer se había tardado bastante en llegar.

    —Llega tarde, Kagome-sama —reprochó el Monje.

    —Lo siento, es que estaba muy cansada por el entrenamiento de ayer. —dijo con una sonrisa nerviosa—. ¿Qué haremos hoy, Excelencia?

    —Te enseñare unos hechizos.

    —¿Hechizos? ¿Qué clase de hechizos? —preguntó.

    —Te enseñare a pelear usando esferas de energía —contestó con una leve sonrisa—. No preguntes más.

    —Está bien, comencemos…

    Dicho esto Miroku se lanzo al ataque, Kagome se sorprendió, pero mientras peleaba cuerpo a cuerpo –Claro, Miroku teniendo la ventaja- el Monje le daba instrucciones, decía que este método le serviría para aumentar de nivel, y que fuera mejor guerrera espiritual. Era muy difícil concentrarse en este método de entrenamiento, ya que estaba en constante movimiento, mas aun así no se daba por vencida, ella ganaría.

    Cuando recupero la motivación cargo de nuevo al ataque, solo que esta vez con más energía. Miroku se sorprendió por el repentino cambio de su amiga, por lo que se detuvo, provocando que Kagome le diera un buen golpe en el rostro. No le dolió tanto como los de Sango, más aun así la chica sí que era fuerte. Seguro mañana tendría un buen moretón en la mejilla izquierda.

    Kagome al notar que Miroku se había detenido, hizo lo mismo y se quedo parada mirándole, intentando analizar y entender por que de pronto se había detenido. Miroku solo sonrió.

    —————————————————————————————————————————————

    Un Daiyoukai se acercaba a toda velocidad a la aldea, iba volando por los cielos. Atrás de él volaba un Dragón de dos cabezas y encima llevaba a un viejo Youkai sapo de color verde y ojos saltones. El cabello del Daiyoukai levitaba según la corriente de aire, mas no se le desordenaba, y sus hermosos ojos Dorados se mantenían serenos, viendo fijamente al frente, esperando el momento indicado para descender.

    Cuando encontró un lugar adecuado -que se encontraba en las afueras del pueblo- y se disponía a descender se detuvo, ya que noto a las personas que se encontraban ahí, al parecer entrenado. Se trataba de una joven humana de aparentes diecinueve años y un monje de veinticuatro años. Eran unos niños a comparación de él, que contaba con muchos más.

    Sin darles demasiada importancia ordeno a Ah-Un descender ahí ya que ellos se podían quedar en el decampado mientras él visitaba a su protegida. La pequeña de apenas doce años. Aun recordaba cuando la había revivido y ella había ido con él. Hace tres años que decidió dejarla en una aldea humana la mejor opción le pareció en donde se encontraba su hermano, el hibrido. Él la protegería y su compañera también.

    Noto que la humana de nombre Kagome se le quedo viendo de la misma manera en que el Monje, ignorándolos olímpicamente paso de largo. No tenía por que molestarse en saludarles después de todo eran seres inferiores a él. Les dirigió una mirada de desprecio y siguió caminando.

    Cuando noto que Miroku solo le había sonreído se enojo, al principio, claro. Él la miró y se dispuso a hablar.

    —Kagome-sama… debe de tener cuidado y concentrarse al máximo en su oponente, no debe desviar la mirada ni cerrar los ojos, es un consejo. Eh notado que ha recuperado la motivación y ha despertado por completo —Sonrió—, por lo tanto procederé a enseñarle el verdadero método de aprender a controlar la energía en una pelea.

    —Está bien… pero, ¿Cómo lo hará? —preguntó nerviosa.

    —Solo una pelea entre nosotros, debes de crear una esfera de energía sagrada e intentar lanzármela, ¿entendido?

    —Si… pero, ¿Cómo la lanzo? Se crearla porque con Kaede-baa-chan entrenaba así… pero no se lanzarla. Apenas me iba a enseñar en este mes.

    Miroku ante la información recibida se cayó de espalda, después se levanto con una gotita en la nuca. Kagome solo lo miro no entendiendo que le pasaba, después de todo era normal que no supiera ¿verdad?

    —En serio no sabes ¿verdad? —preguntó, Kagome solo negó—. Uff… esto será difícil, haber ¿Cómo te explico?

    Cuando se disponía a explicarle sintieron una poderosa energía demoniaca, aunque bien conocida que les era. Después de todo ¿Quién no conocía a Sesshomaru? claro que ellos sí. Al voltear levemente hacia arriba notaron como el Daiyoukai comenzaba a descender, por lo que no se movieron. Mejor no molestarlo, se dijeron.

    Notaron que el Lord los miraba fijamente, claro, no con una mirada amistosa, sino con una de desprecio. Aunque notaron un peculiar brillo que no lograron identificar por completo. Segundos después Sesshomaru desvió la mirada. Termino de bajar y emprendió camino a la aldea con un andar lento y elegante.

    —¡Amo bonito! ¡Espéreme, Amo bonito! —gritaba Yaken corriendo detrás de Sesshomaru, siendo detenido por el golpe de una piedra que su amo le lanzo, y que –como siempre- esta dio en su cabeza.

    —¡Cállate, Yaken! —ordenó fríamente.

    Kagome comenzó a reír por el espectáculo frente a ella, no se imagino a Sesshomaru comportándose de manera tan infantil, este al darse cuenta de que la humana se reía de él, desapareció en un instante apareciendo frente a ella. Kagome se sorprendió.

    —¿Acaso osas burlarte de mí, insignificante humana? —preguntó arrogante mientras alzaba una de sus manos a la garganta de la joven en un roce delicado.

    —¿Y que, si digo si? —inquirió con enfado. Es que ¡¿Quién se creía que era para hablarle así?!

    Sesshomaru sonrió macabramente al tiempo que hacia un delicado corte alrededor del cuello de Kagome. Esta tembló levemente, cosa que Sesshomaru noto, claro. Miroku comenzaba a preocuparse por su amiga, mas no hizo nada.

    —¿Me estas retando?

    —Si eso crees…

    —Déjalo así, no tienes oportunidad contra mí, Humana Insolente. Te mataría en un instante —Dicho esto se alejo de ella y desapareció en la entrada de la aldea.

    Kagome solo lo miro desaparecer.

    Espero y les haya gustado. Ojala y me dejaran un cometario jeje.
    Baebae

    :)

     
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  8.  
    Sol Mj Taisho

    Sol Mj Taisho Entusiasta

    Tauro
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    Muy buena tu historia, me encanta la forma en que redactas, la descripcion, lo dialogos, todo... muy bien! Espero q sigas asi! Bueno, Te soy sincera? No me gustan los SesshXKag, pero, lei con mucho interes (lo mas que pude) y ME GUSTO! MUCHO! La historia tiene buena trama, me gustan las historias de la Epoka Sengoku.. todo... te quedo perfecto! una q otra falta de ortografia, pero nada grave... Espero le sigas hechando ganas al fic, escribes muy bien para ser una principiante sabes? jaja... bueno te deseo suerte! Sigue el Fic vas muy bien!! :)
     
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  9.  
    Kohome

    Kohome Fanático Comentarista destacado

    Libra
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    hola amiga, veo que te ha ido muy bien ( mejor que a mi -.-) bueno me gusto la conti no me esperaba de sesshomaru el corte en su cuello,me gusta que coloques cosas que nadie espera pues eso proboca asombro y ganas de más en el lector, note que redundas en algunas palabras pero se puede corregir con facilidad
    avisame cuando la conti este ista
    sayo...
     
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  10.  
    Aglicht

    Aglicht Usuario común

    Leo
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    Hola hola, gracias por la incitación me alegra que sea un sesshxkag por que me gusta más esta pareja pero bueno alo que voy, en realidad la trama está buena, por un momento si pensé que Inu y Kag eran pareja por lo del prólogo, y pensé q Aome le sería infiel a Inu xD, bueno al menos aclaraste que sólo son amigos aunque eso a Kagome le duela, en fin esto será interesante, el acercamiento entre ellos dos.

    Y bueno algo más? sí, tienes algunas faltas ortográficas, en cuanto a las tildes, y una que otra palabra. Por ejemplo cuando dices "haber" q siento q lo dices como vamos a ver esto, se dice "a ver" justamente, por que haber se usa para otras cosas, como los tiempos de has, he, iba, habría...; también tienes q saber q se inicia el parrafo con mayuscula, y las palabras q llevan mayus solo son nombres propios, o paises, hay una en pones Humana Insolente, eso no lleva mayus n.nU.

    De ahí los acentos como digo, el de estás, de estar haciendo algo, o estar en cierto lugar, esto lo vi en ¿Me estas retando?; Otra de y si digo q "sí", ya que sí es afirmar y el otro si es usada para otras cosas, menos afirmar. Ok por el momento es todo, mil gracias por la invitación, sería bueno que releyeras tus caps, aunque aun así a veces tenemos errores, pero espero vayas mejorando y aceptando las sugerencias ^^.

    Me gusto mucho tu fic y espero pronto me avises de la conti, muchas gracias, espero pronto la conti bss bye
     
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  11.  
    andi-chan

    andi-chan Entusiasta

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    olaaa amiga gracias por aviarme me encanto la conti cuando kagome le dijo a miroku que no sabia lanzar la bola de energia y el se cayo pero lo que mas me gusto fue la ultima parte cuando kagome le respondio a sesshomaru y este le hizo un pequeño corte y luego la dejo ir raro...espero pronto la conti

    bye,bessos
     
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  12.  
    yanin

    yanin Usuario común

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    Primeramente que nada gracias por invitarme a leer tu ff me gusto bastante, además Kagome quiere hacerse fuerte bien por ella y tiene a dos buenos maestros Kaede y Miroku.
    Qué bien que estén casados Sango y Miroku, tienen un bebe, pues narras muy buen los hechos y los lugares.
    La parte que me gusto fue donde Sesshomaru se acercó a ella y le dijo que si lo retaba, pues esperare el siguiente capítulo.

    Salu2 ;)
     
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    ivana

    ivana Entusiasta

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    ¡claro! como soy sesshomaru, tu sabes!. dios santo, lo indiferente, lo antiparabolico, lo odioso, lo egoista y sus derivados solo le queda a el, y le queda de un sexy! no me lo imagino de otra manera *¬*. ¿¡okey!? sessho piensa que kag esta con inu jajaj xD. inu eres un bobo! miro y sango supongo que tienen una familia grande jajajajja, tan bello sesshy que viene a visitar a rin ^^. ¿cual es la otra razon, por la que kagome esta entrenando!? ¡la verdadera!?.

    bueno espero el proximo capitulo, besoss
     
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  14.  
    Lilineth-chan

    Lilineth-chan I'd rather have you, cursed or not.

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    Hola!!
    Tarde en reportarme, lo se. Pero no tenia internet.
    Pues dadas mis excusas jeje. Aqui esta el capitulo.
    Espero les guste.
    Ah por cierto... utilizare los nombres de los demonios de los libros de Cazadores de Sombras.
    Espero y no les moleste

    CAPITULO 3

    Después de que Sesshomaru se hubo marchado del claro rumbo a la aldea, Kagome siguió entrenando con Miroku las técnicas de lanzamiento, aun no podía lograr lanzar una, le parecía difícil. Después de unas cuantas horas de instrucciones y pláticas pudo lograr lanzar una pequeña esfera rosada, dando justo en un árbol.

    Miroku estaba sorprendido por el rápido progreso de la joven Miko, más no decía nada, se mantenía en silencio. También le impresionaba que tuviera tanta energía espiritual, no conocía a nadie con tal poder sagrado aparte de Midoriko y una Sacerdotisa que existió hace miles de años, ella respondía al nombre de Akane y hasta ahora sigue siendo la sacerdotisa más poderosa de todos los tiempos. Después de haber dado por finalizado el entrenamiento cada uno tomo su propio camino, Miroku a su hogar y Kagome al lago para darse un baño ya que había sudado mucho.

    Cuando hubo terminado de asearse y ponerse unos ropajes sencillos de sacerdotisa que traía en su mochila comenzó a caminar al interior del bosque, casi siempre lo hacía, cuando terminaban los entrenamientos se iba a dar un paseo sola para tranquilizar su alma y corazón. La primera vez que había andado sola por el bosque desde que volvió, había encontrado un pequeño lago purificador en el interior de este, en el que se había metido, ya que sentía que necesitaba una inmediata purificación espiritual. Desde ese día, comenzó a tener extraños sueños. Nadie sabía de eso, ni lo sabrían.

    Mientras se internaba en el bosque fue recordando los sueños que había tenido, soñaba con muerte, dolor, tragedias y mucha violencia. No quería ni imaginar a que se debían sus sueños –pesadillas mejor dicho- después de todo eso eran, sueños.

    Después de haber caminado algunas horas por el bosque decidió que era momento de volver, de seguro que sus amigos estarían preocupados por ella y esa idea no le agradaba para nada. No quería que después de todos los problemas que causo en el pasado sus amigos siguieran teniéndolos ahora, solo porque a ella se le ocurría ir a caminar sola por el bosque, sabiendo la infinidad de demonios que había allí. Tenía confianza en sí misma mas no debería de confiarse demasiado, eso era lo peor que podía hacer, confiarse.

    Emprendió su camino de regreso a la aldea, recordaba perfectamente el camino de regreso, ya que había caminado tanto por ahí que termino aprendiéndoselo. Eso en parte era bueno, y también en parte mala, ya que gracias a eso muchos demonios podían seguir su energía espiritual y atacarla mientras estaba distraída. Tan metida en sus pensamientos estaba que no noto cuando un demonio Rampiñador se le fue encima, intento crear una barrera mas no le dio tiempo, el demonio fue rápido, ella lenta. Le encajo las patas en la espalda y rasguño sus hombros, succionando parte de su sangre. Después brinco hasta quedar frente a ella, para intentar volver a atacar.

    Kagome aún estando herida, tomo el arco que se encontraba en su espalda al tiempo en que sacaba una flecha de su estuche, tenso la flecha al arco y disparó, lanzando una fuerte cantidad de energía espiritual. El demonio desapareció al instante en que la flecha perforó su corazón. Nunca había visto esa clase de demonios, un ciempiés que tenía en las patas unas pinzas para drenar sangre. Era un demonio bastante extraño.

    Luego de haber acabado con el demonio siguió su camino a la aldea aun con la grave herida en su espalda y parte de sus hombros, dudaba de lograr llegar a tiempo a la aldea, necesitaba una curación inmediata o sino moriría en el bosque, devorada por demonios hambrientos. No quería eso, con la fuerza de voluntad recuperada se encamino a la aldea, por lo menos quería llegar lo suficientemente cerca para que su olor le llegara a Inuyasha y la ayudara. Se había prometido no depender de él nunca más, pero en esta situación esa era la única salida si no quería morir, claro estaba.

    Camino alrededor de dos horas por el bosque, y cuando calculo que estaba cerca de la aldea se dejo caer, ya que aparte de la sangre que el demonio le había robado, había perdido mucha por la herida de su espalda. De algún lugar de su mente una voz le hablo, y dijo “Di las siguientes palabras, Kagome-chan: Divinumredintegratio” y al siguiente instante la voz desapareció. Kagome medio inconsciente pronuncio las palabras débilmente.

    —Divinum redintegratio— y dicho esto cayó inconsciente, sin notar que una leve aura se instalaba en su piel penetrando por completo en su sistema, para permanecer allí hasta que la joven estuviese por completo curada.

    En la aldea de la anciana Kaede todo permanecía en calma, los aldeanos se sentían felices de esto, ya que hace tan solo unas horas cuando el hermano de Inuyasha estuvo allí todos permanecieron incómodos, ya que aun le tenían mucho miedo al Taiyoukai del oeste, aunque este ni siquiera les tomara en cuenta. El Youkai pasó la tarde con Rin, su pequeña protegida. Cuando llegó el momento de irse apareció Inuyasha, que –como siempre- quiso comenzar una pelea con su hermano y que, por supuesto, este no se quedo atrás y también desenfundo su espada, la Bakusaiga.

    Y la batalla comenzó. No duro mucho porque Sesshomaru se aburrió, noqueó a Inuyasha y se fue. Dejando a todos sorprendidos por el cambio del gran Taiyoukai, ya que en otros tiempos este abría peleado hasta asesinar a Inuyasha. O por lo menos hasta dejarlo lo suficientemente herido para que no pudiera levantarse en un buen tiempo.

    Después de que Sesshomaru se hubo ido el monje procedió a juntar a su inconsciente amigo del suelo, ya que parecía que nadie iba a hacerlo porque aun estaban presos del shock por ver a Sesshomaru portarse –por decirlo así- amablemente. Con un suspiro se echo a su amigo al hombro como si de un costal de papas se tratara y se encamino a donde se encontraba su mujer, Sango. Paso junto a ella asiéndose el menso al tiempo que le tocaba en un área prohibida, ocasionando que se le hinchara una peligrosa vena en la frente, seguida de una tenebrosa aura asesina.

    —¡Papa es un tonto! ¡Papa es un tonto! —canturreaban las gemelas, ya que habían notado el peligroso tic que tenía su madre al lado de la hinchada vena.

    —¡¡Pervertido!! —gritó Sango al tiempo en que le daba una fuerte cachetada a Miroku, que se tambaleo un poco, más no cayó.

    —pero Sanguito, yo solo intentaba despertarte de tu shock, no tenia malas intenciones… lo juro —aseguro el muy mentiroso monje.

    Por supuesto que Sango no le creyó ni una palabra más lo dejo pasar, no tenía ganas de pelear y si seguía con eso terminarían peleados y Miroku durmiendo fuera de casa. Notando por fin a Inuyasha en el hombro de Miroku, Sango se preocupo de que Sesshomaru le haya pegado demasiado duro porque aun no despertaba. Dejo de lado a Inuyasha notó que Kagome aun no regresaba de su habitual paseo nocturno por el bosque, eso la preocupo, ya que Kagome no solía tardarse mucho.

    No se lo pensó mucho y salió a buscarla, con el pretexto de irse a dar un baño y despejarse. Miroku no había dicho nada solo la dejo marcharse. Minutos después de que Sango se hubo ido Inuyasha despertó sobresaltado, asustando a Miroku en el proceso. Miroku, preocupado decidió preguntar que era lo que pasaba.

    —Inuyasha, ¿Qué sucede, amigo?

    —Kagome. Es la sangre de Kagome la que me ha despertado, ¿Dónde está ella ahora?

    —no lo sé, siempre a esta hora ya está aquí, Sango ha ido a buscarla. Hay que alcanzarla si dices que hueles la sangre de Kagome-sama —propuso Miroku preocupado.

    Luego de haberse encontrado con Sango a unos minutos de la aldea emprendieron la búsqueda de Kagome por el bosque, no encontraban nada ya que su olor estaba muy débil, más aun así no se rindieron y continuaron con la búsqueda de su preciada amiga.

    En el bosque una joven sacerdotisa se encontraba tirada en el suelo, inconsciente aparentemente ya que no se movía. Su cuerpo desprendía una leve aura amarilla como la que había entrado a su cuerpo minutos antes, esta mantenía a los demonios alejados de ella, mas aun así había unos lo bastante estúpidos como para intentar acercarse a ella, siendo pulverizados al instante. Los arboles danzaban en un lento compas a su alrededor, era un baile tranquilizante. Los pájaros cantaban silenciosamente, solo era un leve sonido el que salía de sus picos.

    patetica —susurró una voz fria.

    Era Sesshomaru que se encontraba justo frente a ella, viéndole fijamente, con lastima y repulsión. No podía creer que la humana arrogante fuese tan débil como para caer ante un demonio de baja categoría como lo eran los rampiñadores, sabía que había sido uno de esos el que la ataco, lo sabía por las marcar que tenía su espalda y por la poca sangre que se le notaba tenía en su cuerpo. Aparte de que el comandaba a algunos de ellos, no le agradaban, pero eran buenos en cuanto al cumplimiento de órdenes. Suponía que alguien le había enviado a atacar a la patética sacerdotisa, mas no comprendía el porqué, ella no tenía nada de especial, bueno nada aparte del gran poder espiritual que contenía en su interior, oculto. No sellado, solo a la espera de que la joven miko pudiera utilizarlo.

    Decidió que no tenía nada que hacer viendo a la repugnante joven, así que dio media vuelta intentando retomar su rumbo, mas algo le impidió que diera un paso más. Fue una suave y melodiosa voz en su cabeza que le pedía, o más bien, ordenaba que la ayudara. Frustrado por no poder irse regreso al lado de la miko y la acomodo en una mejor posición para –ahora si- retirase. Esta vez nada le detuvo, solo continuo con su camino, no notando a la persona que le miraba desde las sombras. Misma que soltó una leve risita, que se esfumo con el viento.

    Lo se... esta aburrido.
    Bueno a mi me parecio aburrido, pero espero que a ustedes le guste.
    Bae. Nos leemos.

    :D
     
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  15.  
    ivana

    ivana Entusiasta

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    cierto, no fue nada del otro mundo, lo que si, es que ¿¡un cien pies que vuela!? ¡waura! de imaginacion la que tienes xD eso si que es ser creativo, el echo de que inu haya quedado noqueado es tipico, siemrpe terminan en eso cuando pelean ambos, pero que sesshito haya sido "amable" eso de mucho de que hablar! el estar visitando a rin en la aldea le esta afectando jajajajaja xD. y bien la pregunta: ¿quien es el chismoso? ¿el que andaba espiando a sesshito mientras hacia su obra de caridad para que no le agarrara el y que "remordimiento"? y ¿que es eso de divunrendi, rivirandi!? ¡ya se me olvido! buenoooo---- :oops:

    espero el proximo capitulo, besos
     
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  16.  
    Kohome

    Kohome Fanático Comentarista destacado

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    hola amiga, graacias por tu invitación... me gusto mucho, realmente no me pareció nada aburrido mas bien tramante, interesante, me dejaste muda... pero aun así, me pregunto...¿ como es que sesshomaru no fue pulverizado? si es obvio que el no puede morir tan fácil y mucho menos si es un personaje importante, pero creo que te saltaste ese minusculo detalle.
    bueno no soy quien para correjirte jeje, espero que me avises cuando este tu conti
    sayo...
     
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  17.  
    yanin

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    Wow! 3stuvi interesante el capítulo que dejaste y no estuvo para nada aburrido, si ni al contrario esta emocionante, me gusto la parte donde sango golpea a Miroku por mano larga aunque sean esposos no se le quita la mañana.

    Además me dejaste con la intriga que ira a pasar ahora ya que la pobre Kagome se desmayó y está muy mal ojala la encuentra a tiempo Inu.

    Espere el siguiente capítulo como siempre.
     
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  18.  
    Lilineth-chan

    Lilineth-chan I'd rather have you, cursed or not.

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    Hola!!!

    Pues aquí traigo el cuarto capitulo, espero y les guste.

    CAPITULO 4

    Habían pasado varios días después de haber encontrado a Kagome a punto de morir en el bosque, para ser exactos habían pasado diez días, diez días en los que ella no despertaba y su herida no curaba. Esto ya comenzaba a preocupar a Kaede, ya que el estado de Kagome cada vez empeoraba más, cada día que pasaba se ponía más pálida y perdía peso. La verdad, todos dudaban que la joven miko despertara, aunque esperaban con ansias que si lo hiciera. Kagome era muy querida por todos.

    Mientras todos permanecían preocupados por Kagome, ella se encontraba sentada en un claro oscuro, con solo la iluminación de la Luna. Lloraba, sus lágrimas eran derramadas en el fresco pasto, no podía soportar estar más tiempo en esa horrible oscuridad, tenía miedo, mucho miedo, y nadie llegaba para rescatarla. Lo único que tenía era esa brillante Luna en el oscuro cielo como compañera, y aun así se sentía terriblemente sola.

    No sabía cuánto tiempo había pasado ya, de lo único que era consiente era que ya llevaba días en ese claro. Cerró los ojos y deseo ser más fuerte para poder salir de ese lugar, fue solo un instante, pero cuando los volvió a abrir notó que el paisaje estaba comenzando a cambiar, no podía creerlo, de ser un oscuro y terrorífico claro nocturno, paso a ser un campo soleado, con un pequeño rio y un gran árbol al lado de este. Y lo que más la sorprendió fue el no hallarse sola en ese lugar -como si lo estuvo en el anterior-, si no que haya, debajo del árbol enzima de una roca, se encontraba una joven de hermoso cabello azabache, que le llegaba –al parecer- poco mas debajo de la cadera. Era sencillamente hermosa.

    La bella joven volteo hacia donde ella se encontraba, más no sucedió lo que ella esperaba -que era poder verle el rostro a tan hermosa mujer-, sino mas bien, no pudo siquiera observarla de frente, ya que su iluminación y brillantez era demasiada. Era como una diosa.

    —Kagome-chan… —susurró la mujer

    Kagome sola se quedo mirándola fijamente, esa mujer era hermosa, y ese traje blanco la hacía parecer un ángel. Y la voz, esa voz era tan hermosa, melodiosa.

    —Kagome-chan… —repitió la mujer, no obtuvo respuesta—, ven aquí, querida mía

    La joven sacerdotisa avanzó a paso lento a donde se encontraba la imponente mujer. No sabía que era lo que esa mujer quería, pero algo le impulsaba a obedecerle.

    —eso es Kagome-chan, sigue así…—impulsó en un tono delicado—, siéntate a mi lado, querida —dijo cuando Kagome hubo llegado a donde ella se encontraba.

    —¿Quién eres tú? —preguntó con voz queda.

    Instantes después de haber hecho la pregunta notó que ahora era capaz de ver el rostro de la mujer. Sorprendida abrió y cerró varias veces la boca, no podía creer la belleza de esa mujer, era simplemente perfecta. Su hermoso cabello azabache danzaba con la suave brisa del ambiente, y sus orbes de un perfecto violeta la observaban con interés.

    —yo soy quien te a mantenido en este lugar, mi nombre es...

    En la sala principal de un gran castillo se encontraba sentado un apuesto hombre que aparentaba unos 27 años de un medianamente largo cabello azul eléctrico y ojos del mismo tono, este estaba concentrado en un pergamino que tenía entre sus manos, leyéndolo atentamente. Su rostro mostraba una tranquila expresión, contraria a sus ojos, que indicaban una profunda ira. Es que simplemente no podía creer lo que leía en ese viejo pergamino, era sencillamente imposible que sucediera lo que allí decía.

    —imposible, esto es imposible —habló con una fría y seca voz mientras releía el viejo pergamino.

    “Este es el día, el día en que eh de morir, en que eh de perecer. Más no estoy triste, se que un día regresaré, seré ella y ella será yo. Cuando el aro azul aparezca en el manto nocturno ah de despertar, eh de despertar. De los muertos resurgiremos como una sola. No hay que temer, la tierra se ha de enfrentar a un terrible desastre, más no nos daremos por vencidos, son fuertes, ella es fuerte y yo soy fuerte. Y su compañera a de evolucionar, para poder vencer al mal que acechará al mundo. Han de estar preparados, él no se detendrá, los destruirá. Deben ser fuertes, deben apoyarse. Y no rendirse… él ah de venir a ayudarlos, solo espérenlo que ah de renacer de entre las cenizas…
    …Kurogane Akane”

    —maldita, ¿Cómo puede ser que hayas profetizado esto justo minutos antes de morir? —se preguntaba el joven con ira desbordante.

    —¿Qué es lo que sucede, mi señor? —preguntó una joven de cabello rojo.

    —no pasa nada Eiko, es un asunto que no te concierne —contestó el joven—. Llama a Hayate

    —enseguida, Yurei-sama

    Luego de que Eiko se hubo retirado Yusei se paró, dirigiéndose a una de las esquinas de la habitación, donde permanecían algunas botellas de licor, tomó una botella de Shochu* para después servirse un poco en una copa. Una sonrisa malévola se formo en su rostro.

    —así que regresaras, esperaré ansioso ese momento, y entonces eh de derrotarte de nuevo, junto con ella, aquella sacerdotisa que interrumpió tú destino la primera vez… ¡Muero de Ganas de verla de nuevo, hace casi tres milenios que no la veo! ¡Esta vez será mía, como debió serlo desde la primera vez! —Y dicho esto estallo en carcajadas.

    Minutos después Eiko reapareció en la sala en compañía de Hayate, un hombre de complexión delgada y alta estatura, su cabello era de un color guinda y sus ojos de color jade. Ambos se dirigieron a donde se encontraba Yusei sentado, al estar frente a él, le hicieron una reverencia.

    —¿Qué se le ofrece, my Lord? —preguntó con voz fría.

    —te tengo una misión muy importante…

    Después de que la extraña mujer le hubiera revelado su nombre a Kagome hubo un silencio sepulcral, en el que no se escuchaba otra cosa que no fuera el sonido de viento y el ligero movimiento del rio. La joven sacerdotisa no cabía en su asombro, la mujer frente a ella no podía ser quien decía ser, era prácticamente imposible.

    La mujer solo la miraba fijamente, sin decir nada, lo que ocasionaba que Kagome se pusiera nerviosa. No quedándole más remedio que creerle, decidió que haría lo posible por entender lo que anteriormente le había contado.

    —así que… te llamas Kanon, me has dicho lo que eres y tu motivo para mantenerme aquí, también me dijiste que llevo tres días aquí. Más aun no sé que es lo que quieres o esperas de mi, también me dijiste que llevo tres días aquí —dijo Kagome intentando sonar segura, mas sus movimientos la delataban.

    Kanon sabiendo que no le quedaba más remedio que contarle la verdad, decidió hablar y decirle lo necesario. Consideraba que había cosas que aun no era tiempo de revelar, por lo menos no hasta que su compañero resurgiera, de la misma forma en que ella lo hizo. Abrió la boca dispuesta a hablar.

    —lo único que deseo es ayudarte, recuerda lo que te dije, soy alguien muy cercano a ti, no temas, confía en mí…

    —¿Cómo me pides que no tema? ¿Y cómo se que tú identidad es verdadera? Bien me puedes estar mintiendo —dijo Kagome

    —no te puedo probar si soy quien digo ser por el momento, lo único que te pido es que confíes en mí. Solo te revelaré que ah de resurgir un poderoso enemigo y tienes que estar preparada… Kagome, querida mía, jamás te lastimaría —contestó Kanon, ya lo había decidido, no le revelaría más.

    —está bien, eh de creer en ti, pero cuando llegue el momento quiero que me reveles todo lo que sepas, Kanon. Ahora a lo importante, dijiste que me mantenías aquí para conversar conmigo, pero no creo que ese haya sido tú único motivo. Dime la verdad, ¿para qué me mantienes aquí?

    —como ya te dije, esta es una dimensión aislada del resto, pero lo que no te dije es que este es un lugar de tu mente y alma, uno al que solo tú puedes entrar. También antes de que me preguntes no te puedo decir la razón de que yo esté en tu, por decirlo de alguna forma, territorio. La verdadera razón por la que estoy aquí es para entrenarte, necesito que explotes al máximo tu poder, como no lo sabes utilizar necesito que me pongas mucha atención —hablo con coz seria Kanon, Kagome al notar la seriedad de la mujer se sentó a su lado para así poder estar más cómoda, ya que presentía que lo que le fuera a decir iba para largo —. Seguro que recuerdas que mientras viajabas con Inuyasha te enteraste de que más de la mitad de tus poderes estaban sellados y tiempo después fueron librados por completo, pues déjame decirte que eso no es verdad, lo que fue liberado fue sola la cuarta parte de tu verdadero poder, si en ese entonces tu hubieses tenido el poder al cien por ciento hubieras sido capaz de vencer a Naraku de un flechazo cargado de energía espiritual. Eres capaz de eso y de mucho más. Esa es la razón de tú entrenamiento conmigo, mi misión es explotar al máximo tu poder, para cuando llegue el momento puedas utilizarlo. Eso es todo lo que te puedo decir, espero y me permitas entrenarte para hacerte la mujer más poderosa.

    Después de que Kanon hubo terminado de hablar todo se quedo en silencio, a decir verdad, era un silencio lo bastante molesto ya que ninguna de las dos decía nada. Minutos después Kagome se decidió a hablar, estaba segura de que la decisión que tomó era correcta, ya que era por lo que estuvo entrenando desde que llegó al Sengoku. Con las energías renovadas habló.

    —está bien, Kanon, eh de confiarte mi vida mi futuro con esta decisión, y confío en que será la correcta.

    —no te arrepentirás Kagome-chan… —dijo con una sonrisa sincera.

    —eso espero, Kanon-san, eso espero. Ahora comencemos con el entrenamiento, dime que tengo que hacer

    Kanon se levantó de su asiento y avanzó unos cuantos metros para después darse la vuelta y ver a Kagome con una peligrosa sonrisa en su rostro, posteriormente dijo unas palabras que Kagome no alcanzó a escuchar y se lanzó al ataque.

    —comencemos pues…

    En el mundo exterior todos estaban preocupados porque hacia unas horas que Kagome había sido rodeada por un aura morada, siendo que el color de su aura es rosa. Temían por la vida de su amiga, y no soportarían perderla. Al pasar las horas notaron que, al parecer, esa energía no hacía daño a Kagome, ya que ella permanecía dormida como sin nada. Y el aura crecía cada vez más.

    En estos momentos todos se encontraban sentados en la pequeña cocina de la cabaña de la anciana Kaede, pensando como poder sacar a su compañera de batallas de tan largo sueño. Cada uno tenía ideas distintas, las ponían en práctica, pero ninguna funcionaba.

    —¿Cuándo despertaras, Kagome-chan? —preguntó Kaede al aire, ya que sabía que Kagome no podía contestarle.

    Todos se quedaron callados, no había respuesta a esa pregunta. Por lo menos no aún.

    —¿Quién de ustedes fue él que la encontró? —inquirió Sango, ya que cuando ella fue a buscarla no la había encontrado, e Inuyasha junto con Miroku habían llegado minutos después con ella en brazos, y lo peor de todo, herida.

    —los dos, Sango, íbamos juntos a buscarla. Cuando la encontramos estaba recargada contra un árbol, sus heridas aunque eran graves no sangraban, al contrario permanecían allí, pero estaban como bloqueadas. En el ambiente se podía oler el aroma de Sesshomaru, puedo asegurar que él pasó por ese lugar antes que nosotros —dijo Inuyasha con frustración.

    —¿Quieres decir que fue Sesshomaru quien la atacó? —preguntó con confusión Miroku

    —no, si hubiera sido él, Kagome estaría muerta, no se hubiera contenido. De igual manera me parece extraño que Sesshomaru estuviera por ahí, siendo que casi siempre se va volando.

    —tienes razón —concordó Sango con Inuyasha, hablando por primera vez— No creo que haya sido Sesshomaru.

    ——————————————————————————————————————————————————————————————————————————

    Mientras ellos conversaban en las afueras de la aldea se encontraban reunidos cientos de monstros dispuestos a atacar a la orden de un youkai de cabello morado y unos ojos de color rojo.

    —¿Cuándo atacaremos, señor? —preguntó a las sombras el Youkai.

    —en este momento… —contestó una figura oculta tras una capa roja.

    Cuando hubo terminado de decir esas palabras el Youkai de cabello morado alzo una mano, y todos los youkai saltaron al ataque…


    Pues eso fue todo. Espero y les guste xD

    Gracias. Besos.

    :D
     
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    andi-chan

    andi-chan Entusiasta

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    olaaaaaaaa amiguis me encanto la conti y dejame darte las gracias por avisarme
    me encanto la conti sobre todo cuando kagome decidio confiar en kanon pero lo que no entiendo es quien es quien y que hace kanon en el interior de kagome y esos youkai porque la quieren atacar porque supongo que es a ella a quien quiere atacar verdad???
    y espero pronto la conti y espero que me avises

    bye,bessos
     
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    yanin

    yanin Usuario común

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    Gracias por avisarme estuvo muy interesante el capítulo a la ves triste por lo que estaba pasando Kagome y lo que me intriga mas es de quien es ese persona llamada Yusei acaso Kagome será la reencarnación de esa chica que el mencionó pues esto se pondrá muy bueno.
    Además Kanon ¿Quién será realmente? Pues espere el siguiente capítulo para saber que va a pasar ya que me dejaste con la intriga.

    Solo una observación Tears of blood cuando empieces un dialogo siempre va con mayúsculas bueno eso es todo.

    Saludos.;)
     
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