Pensamientos (NejiTen)

Bueno este es el primer NejiTen que hago. No aseguro que me quedó bien xD
Espero que les guste y como siempre he dicho, toda critica es bienvenida. ^^

Se levantó a la hora acostumbrada. El brillo del sol entraba por la ventana de su pieza e iluminaba todo cuanto podía. Tomó su protector y se lo puso en la frente, como era de costumbre.
Se tomó el pelo en dos tomates y salió de su casa. Con el resplandor del sol sus ojos color chocolate brillaban más que nunca. Caminó unos minutos por las calles de Konoha. La gente ya estaba levantada haciendo sus compras, paseando o entrenando.
Miró hacia la academia donde solía ir cuando era más pequeña. Ahí fue donde lo conoció, eso jamás lo olvidaría. Nunca olvidaría el día que le dijeron que eran del mismo equipo, el día en que ella lo vió y se enamoró, el día en que pasaron de ser desconocidos a ser compañeros. ¿Dónde estaría en este momento? ¿Pensaría en ella?
Él era un tipo muy serio. Ella solía reír y hacer bromas cuando las cosas se veían mal, pero él muy pocas veces sonreía. Un par de veces había logrado hacerlo sonreír, esa sonrisa que siempre recordaba. Era la sonrisa más hermosa que había visto en su vida. Algún día le diría que lo amaba y no podía dejar de pensar en él.

Perdida en sus pensamientos siguió su camino y llegó hasta una pradera, se quedó mirando un momento el río. El agua del río era cristalina, se veía hermoso. Miró hacia el cielo, las nubes moviéndose de un lado a otro, el sol al medio y el cielo azul, todo era magnifico.Era un día ideal.

Hoy no tenía nada que hacer. No tenía misiones, era su día libre. Realmente no sabía qué hacer, el día sin su equipo era aburrido. El día sin él no era suficientemente bonito como quería. Se sentó a los pies del árbol que había en el lugar cuando vio pasar a su compañero, ese chico alto de pelo negro en forma de tazón. Alzó la voz y lo llamó para que se acercara.

—¡Lee!— Le gritó la chica desde el árbol en que se encontraba sentada mientras sonreía.

—¿Qué haces aquí? Pensé que estarías descansando en tu casa.— Le dijo el chico del corte gracioso mientras la saludaba.

—Ya sabes, no soy de las personas que se quedan sentadas descansando— le respondió la chica.

—En ese caso, deberías ir a entrenar con…— no logró terminar la frase por que la chica de los ojos color chocolate lo interrumpió

—¿Está entrenando?— su voz sonaba asombrada, pero ¿por qué estaría entrenando?

—No lo sé, ya sabes como es. Entrenar es todo lo que siempre hace.— Le respondió. Lee volteó su mirada hacia un lado y se dio cuenta de que Gai-sensei le estaba esperando— Me tengo que ir, hoy daré 500 vueltas a la aldea con Gai-sensei.

—¡Suerte!— le dijo mientras sonreía.

¿Es que no se cansaba de andar dando vueltas, tirando patadas o puños? No había como cambiarlo, él y el profesor eran igualitos.
Volvió su mirada a las nubes. ¿Así que estaba entrenando? Supuso que estaría entrenando donde siempre, así que se puso en pie y se dirigió hasta donde él se encontraba.

Se encontraba en medio del bosque. Golpeando uno de los troncos que habían en el lugar de entrenamiento. Su pelo era largo de color café oscuro amarrado casi al final con una cinta negra. El protector de la aldea que lo identificaba como ninja lo tenía en la frente, su piel blanca como la nieve y sus ojos igualmente blancos era lo que lo hacía uno de los chicos más guapos de la aldea.
Daba patadas y puños al tronco que ya estaba bastante gastado. Sintió la presencia de alguien y se dio vuelta rápidamente. Al darse vuelta se dio cuenta que a menos de 10 cm venía un kunai, y aún así, logró detenerlo con su mano.

—No esperaba menos de ti, Neji— de lo alto de un árbol apareció ella, su compañera. La mujer de los ojos color chocolate.

—Tenten, ¿Qué haces por aquí?— su voz sonó tranquila. La miró y ella sonrió, como siempre. Se sentó a los pies del tronco para descansar un rato.

—Pues no tenía nada que hacer y Lee me dijo que estarías entrenando.— Dijo la chica bajando del árbol, cuando llegó a tierra se sentó frente de él.

Realmente era hermoso. Cada detalle de él era perfecto. Por esta razón era que la mayoría de las mujeres tenían su mirada puesta en él. ¿Qué tenía ella distinto a las demás? ¿qué podía ofrecerle?, nada. Solo podía ser su compañera, acompañarle a donde fuera y entrenar con él cuándo fuera necesario.

—Ya veo. He estado aquí hace mucho, estoy cansado.— Dijo el chico Hyuuga mientras se ponía en pie. Le extendió la mano para ayudarla a pararse— ¿tomaste desayuno, Tenten?

—N-no, tal vez por eso me debe doler el estómago de una manera terrible.— Ella sabía que no era por hambre. Siempre que lo veía le dolía el estómago, tal vez por las mariposas como dicen algunos, o quizás porque se ponía nerviosa.

Notó que él se rió cuando ella le dijo eso. Realmente se volvía loca cuando mostraba esa sonrisa. ¿Algún día se daría cuenta de lo que sentía? Quizás más adelante tendría el valor suficiente de decirle todo, pero ahora debía comer algo para obtener ese valor.

—Yo también tengo hambre. Vamos por algo de comer.— Le dijo Neji mientras recogía el Kunai que le había lanzado Tenten anteriormente.

Se dispuso a caminar y ella a seguirlo. Con él se sentía en confianza y a la vez protegida. Sabía que si sucediera algo él la protegería con su vida, como siempre. ¿Por qué hacía eso siempre? ¿por qué siempre la protegía a como diera lugar? Esas son cosas que algún día le preguntaría, por ahora solo se limitaría a seguirlo donde fuera y a hacerlo reir cada vez que pudiera.