Long-fic Reconquístame [Inuyasha][Naruto] [SessKag & ItaKag]

¡Hola! He venido a dejarles este cronssover. Fue escrito para un concurso en que salí ganadora OwO y me alegre mucho al saberlo. Espero que lo disfruten.

Advertencia: OcC (por favor no me salgan con que tiene OcC, ya les avise de ante mano)

Disclaimer: Inuyasha y Naruto no me pertenecen, ni ninguno de sus personajes.

Reconquístame.

Prólogo.

-¡Kagome, ve a dormir!- la morena se sobresaltó por le grito que le hecho su madre, miró el reloj de su muñeca y se le desencajó la mandíbula al ver la hora que marcaba.

-¡La una de la mañana!- saltó del sillón pero recordó que era sábado, bueno ahora domingo, se volvió a dejar caer- ¡Solo un capitulo y voy a dormirme!

-De acuerdo, pero bájale un poco al volumen.

-¡Sí!

-También recuerda que tienes que irte mañana temprano… bueno hoy, te están esperando.

-Sí- volvió a decir pero con menos ánimos- claro.

Cuando su madre desapareció escalera arriba, tomó un almohadón que estaba a su lado y enterrando su rostro, gritó de rabia. Se desplomó de un lado quedando acostada de perfil, dejó caer el almohadón al piso, no es que no quisiera regresar con sus amigos al feudal… pero no quería verlo.

-Estúpido Sesshomaru- murmuró entre dientes.

Oh sí, estaba enamorada irremediablemente del medio hermano de Inuyasha, su vida se estaba volviendo una locura… aunque él le correspondía en una extraña forma, para ella eso no era suficiente.

-Quiero a un príncipe azul, no aun Youkai frío y amargado- bufó, tomó el control remoto y puso play a la serie que veía.

Todas sus preocupaciones se esfumaron al comenzar a ver el siguiente capitulo de su serie favorita.

-¡Necesito un novio así!- exclamó cuando vio salir a Itachi- O igual podría ser Sasuke o Naruto… o hasta Kakashi…

Un bostezo escapo de su boca, se talló sus ojos antes de ponerle pausa a la serie.

-Mejor voy a dormir- se levantó, levantó sus brazos, estirándose.

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Se colocó cerca de su ventana, ya había apagado todo pero… no quería dormir. Suspiró al momento de bajar su cabeza, logrando que algunos mechones cayeran por su rostro.

-Deseo ser feliz- susurró al viento sin darse cuenta en que en ese mismo instante una estrella fugaz pasaba.

Muchas veces los deseos son peligrosos, ella no lo averiguaría, no hasta al amanecer.

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-¿Deberíamos despertarla?- Kagome se removió entre sueños.

-¡Sí, despertémosla-ttebayo!

-¡Espérate, usuratonkachi!

-¡Waaaa eso dolió, Sasuke teme!

-Otouto no seas tan cruel.

-¡Tú cállate, que bien no deberías estar aquí sino fuera por Kakashi estarías muerto!

-Sasuke baja la voz, que no estamos solos, su familia esta abajo…

Kagome frunció el ceño, mucho ruido. Giró levemente la cara.

-¡Mirad ya esta despertando! ¡Bien-ttebayo!

-¡Que te quedes quieto, baka!

-¡Oblígame, teme mal nacido!

-¡SILENCIO!- Kagome retiró bruscamente las sábanas molesta por tanto parloteo a su alrededor- ¡Que no ven que quiero dormir! ¡Demonios!

Fulminó con la vista a los chicos que estaban absortos mirándola, dio media vuelta para ir al baño. Cerró con fuerza la puerta, estaba molesta, no le gustaba ser molestada en la mañana.

-Tsk- abrió el grifo dejando que el agua corriera para luego tirarse un chorro con ayuda de sus manos a su rostro- Idiotas que no me dejan dormir, ese Naruto es más escandaloso, aunque Sasuke no se queda atrás…

Tomó la toalla de a un lado para secarse su rostro, de pronto se detuvo, se paralizó… el adormecimiento se había ido. Se giró bruscamente.

-¿Naruto? ¿Sasuke?

Corrió hacia su cuarto, abrió la puerta de un empujón y los vio, parados en medio de su habitación.

Itachi.

Naruto.

Sasuke.

Kakashi.

Gaara.

Sai.

Los cuales le regresaron una mirada furtiva y peligrosa pero que paso a una preocupada.

-¡Hay Dios!- si preocupada al mirarla desplomarse sin sentido.

-¿Creen que tenga ramen?

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-Sí, ya entendimos- Kakashi se rascó la cabeza mientras miraba a la morena que ya se había recuperado de la sorpresa y que les explico amablemente donde estaban- ¿sabes como podemos regresar a nuestro… mundo?

-No- respondió sinceramente Kagome- pero…- estuvo pensándolo mucho antes de proponerles lo que les iba a proponer- ¿podría pedirles algo?

Itachi fue quien hablo- ¿Qué es?

-Quiero que me ayuden a derrotar a… un enemigo que nos ha hecho sufrir a mis amigos y a mí- los ninja se miraron entre sí- ¡No! Saben que, mejor olvídenlo… de todos modos no puedo pagarles esta hemm… misión así que…

-¿Quién es?

-¿Ehh?

-El nombre de ese enemigo- Kagome miro a Gaara.

-Naraku.

Kakashi camino hacia la ventana, todos tenían puesto sus ojos en él.

-¿Por qué nos pidió ayudarla?- la morena dudó pero se decidió en segundos.

-Si me siguen, lo comprenderán.

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-¡Que guay me veo-ttebayo!- Naruto estaba absortó mirándose a si mismo por la televisión.

Pero muy a pesar de la emoción que este mostraba el resto no estaba muy conforme.

-Fue por eso que les pedí ayuda, ustedes son lo mejores- Kagome se abrazó a sus rodillas ya que estaba sentada en el sillón al lado del hiperactivo rubio que seguía embobado- pero no se preocupen…

-Cuéntanos desde el principio- Itachi se apoyó en una de las paredes.

Y ella así lo hizo, desde el principio hasta el final… absolutamente todo.

-¡Yo te ayudare! ¡Uzumaki Naruto derrotara a ese Nagaku!

-Es Naraku, usuratonkachi.

-Da igual, yo lo derrotare y cuando regresemos a nuestro mundo- lo señaló con una sonrisa- tú volverás a Konoha conmigo.

Kagome y Kakashi sonrieron ante la declaración del rubio.

-Bueno, Kagome-sama- está se sonrojo ante el sufijo que utilizo Itachi para llamarla- si me lo permite iré a reunir cosas para esta misión. La veré en una hora.

-¡Itachi!- Sasuke se movió rápidamente para seguirlo.

-Yo iré a por él.

Kakashi desapareció en una nube de humo.

-Nosotros igual nos retiramos, volveremos en una hora- Gaara se despidió con un cabeceo, siendo seguido por los que faltaban por irse.

Cuando quedo sola, asegurándose al no sentir su presencia, soltó un grito de alegría.

-¡Dios mío, Itachi es tan guapo!- suspiró como niña enamorada- aunque de algún modo me recuerda a Sesshomaru… ¡Ahhh! Porque no te sales de mi mente.

En esa soledad- su familia había salido a no se donde, avisándole antes de que bajara con los ninja- su mente le comenzó a atacar con miles de recuerdos de cómo comenzó su tortura personal.

Como fue que se enamoro de Sesshomaru. Y si… él la protegía, después de casi morir en una de las trampas de Naraku, descubrió que el sentimiento que profesaba a él, era como mínimo correspondido, aunque no podía asegurar que fuera de la misma intensidad con la que ella lo quería… lo amaba.

Y era porque lo amaba que aún le pensaba… sabia que era un Youkai y que hasta hace poco odiaba a su raza- la humana- pero ella era una mujer después de todo, necesitaba esa chispa de romanticismo, de saberse querida, amada.

-Sesshomaru…

Itachi se recargó en una pared cercana, sabía que ella no sentiría su presencia pues no por nada era un ninja.

-Ya veo- miró a Kakashi que estaba ahora a su lado- no escapare.

-Lo sé- el pelinegro miró al ninja copia con recelo- se muchas cosas.

-Con que sí… ¿Dónde esta mi Otouto?

-Supongo que tratando de quitarse de encima a Naruto, es muy persistente.

-¿Por qué aceptamos ayudarla? No creo que solo sea porque el contenedor del Kyubi quiera hacerlo.

Kakashi se encogió de hombros, con esa despreocupación por la cual era más conocido que por ser el ninja copia- Es interesante, quiero saber que tan fuerte eres para seguir con tu careta de ninja renegado- Itachi frunció en ceño.

-¡Quítate de encima!

-¡No quiero-ttebayo!

Gaara se sentó sobre la rama del árbol sagrado, mirando el escándalo que provocaban esos dos.

-Kazekage-sama.

-Deja el formalismo, que no estamos en nuestro mundo- gruño- llámame por mi nombre.

-¿Gaa-chan?

La arena se movió rápidamente alrededor de Sai.

-Vuelve a llamarme así y Tsunade tendrá un ninja menos.

Y así comenzaban una nueva aventura en un mundo que desconocían. Kakashi hizo una seña con la que se reunieron todos.

-Es hora ¿están listos?- todos asintieron a excepción de Itachi que se mantenía apartado- entonces, comencemos.

Continuara.

¿Y bien? Espero sus comentarios y consejos.

FiraLili

 

Reconquístame​

La aldea​

Kagome respiró profundamente antes de ingresar al sitio del pozo.

—Bien, lo único que deben hacer es saltar al interior, al mismo tiempo que lo haga —explicó—, bueno —tragó un poco de saliva—, ¿están seguros de ayudarme? No les podré pagar o…

—No se preocupe —le interrumpió Kakashi—, más que el dinero, queremos ayudarle.

—Entonces vayamos —cuando se dispuso a apoyarse contra la madera para tomar impulso y saltar, un brazo le rodeo la cintura—. ¡¿Qué?! —No pudo reprimir esa exclamación que fue cambiada a un sonrojo que acudió a sus mejillas, al ver a Itachi tan cerca de ella y de esa manera.

—Naruto, Sai. Ustedes primero —éstos saltaron, siendo seguidos por Itachi con Kagome para luego los demás hicieran lo mismo.

La morena muchas veces había saltado así, Inuyasha muchas veces la tomaba de la cintura… pero eso no evito que sus latidos se aceleraran, avergonzándola. El aire limpio y fresco del feudal inundo sus fosas nasales, calmándola un poco, pero tan sólo un poco.

—¡Kagome! —Inuyasha tenía desvainada su espada, esperando el momento oportuno para atacar.

Los ninja al sentir la amenaza se colocaron en posición de batalla.

—¡Esperen! Él es Inuyasha —a penas esas palabras abandonaron la boca de la morena, todos relajaron su postura, a excepción de Inuyasha—. Inuyasha baja esa espada que son amigos.

Éste con algo de resistencia hizo lo que le pidieron, aunque la presencia de los demás comenzaron a acercarse, que al ver a su amiga rodeada de personas de extraña vestimenta, se alarmaron y empuñaron su armas.

—¡NO! ¡ESPEREN!

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—Discúlpenos —Sango inclinó su cabeza en forma de arrepentimiento—, no era nuestra intención atacarlos pero… es mejor prevenir que lamentar.

Miroku se encontraba analizando a los visitantes que Kagome bien les acababa de explicar como llegaron a su mundo- el de Kagome- y luego hasta el feudal.

—No es que no aprecie lo que van hacer por nosotros, porque en verdad me alivia saber que nos ayudaran por lo que no se tomen a mal esta pregunta. ¿Por qué accedieron a la petición de Kagome-sama si no hay algún tipo de beneficio para ustedes?

Naruto que estaba muy divertido jugando con Kirara, frunció el ceño ante la pregunta.

—¡¿Qué quieres decir con eso-ttebayo?!

—Naruto tranquilo —éste le lanzó una mirada furibunda a Kakashi pero asintió con la cabeza—,contestando la pregunta, bien le dije a Kagome-sama que más que el dinero, esta lo que se tiene que hacer y si nosotros podemos contribuir, lo haremos.

Miroku asistió satisfecho con esa respuesta. Inuyasha por el contrario tan sólo hizo un gesto desdeñoso no porque no quisiera decir algo, es que la mirada de advertencia que le lanzó Kagome fue suficiente para hacerle cerrar la boca.

—Bien, los llevare a conocer la aldea y después si quieren pueden ir a familiarizarse con los alrededores —al ver aceptación a su propuesta se levantó para guiarlos, seguida de cerca por sus amigos que veían con curiosidad y admiración a los ninja.

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Kagome respiró sonoramente pero estaba feliz. La aldea recibió a los visitantes con algo de hostilidad pero una vez ella les hubiese contado el porque de su presencia, todo se volvió amabilidad y cordialidad, sin rastro de hipocresía claro. Se encontraba cerca del lago donde se bañó aquella vez que llegó al feudal por primera vez y donde Inuyasha le había espiado. Rió mientras recordaba la cara estampado del ambarino contra el suelo después de su muy sonado y famoso ¡Siéntate!

Pateó el agua con diversión, hasta que una presencia se dejo sentir.

—Shippo, ¿qué pasa? —preguntó al verlo acercase a ella con paso inseguro.

—Es que ese chico —se rascó su cabeza mientras una mueca se formaba en sus labios—, el rubio, tiene algo que me asusta pero que me es familiar.

Ella asistió. Sabia que Shippo lo notaría, una sonrisa cómplice se formo en su rostro al pensar las posibilidades. Tal vez podría hacer que Naruto aceptara por fin lo que tenía dentro de sí, para poder mejorar y no sentir miedo.

—¿Enserio? —Shippo asistió energéticamente—. Espérame unos momentos.

Se levantó mirando a su alrededor, intentando sentir la presencia del rubio. No lo logró.

—¡NARUTO! —Unos segundos después un rubio aterrizó a su lado con cara de duda.

—¿Qué sucede? ¿Estás bien-ttebayo? —preguntó mientras analizaba los alrededores.

—Sí, sólo quería que conocieras a un amigo —Naruto relajó su postura, mostró una sonrisa traviesa para después asentir.

Shippo se tensó al ver como Naruto se acercaba a él, éste le miraba con curiosidad al ver la cola que sobresalía de su vestimenta.

—Shippo él es Naruto, Naruto este es Shippo un Youkai zorro —al momento en que esa ultima palabra salio de la boca morena, Naruto se alejó de un salto, con sus ojos brillando de un sentimiento que Kagome no pudo describir.

—Un zorro…

Kagome sabía que no sería fácil así que se acerco al rubio y puso una mano en su hombro, dándole ánimos.

—Shippo es un pequeño niño que perdió a su padre porque otros buscaban poder, puede ser un zorro pero igual siente… —Naruto la miró largamente antes de volver su mirada sobre el pequeño zorro que les miraba sin entender.

Comenzó a caminar, alejándose del par. Naruto no le haría daño a Shippo, aún sabiendo que proviene de la raza que él teme. Porque él entiende la soledad y el terror de estar solo. Ya se estaba alejando cuando sus ojos captaron a un azabache malhumorado. Sonrió y se acercó.

—Hola, Sasuke —éste la miró para luego volver su vista al horizonte.

—Hm.

—¿Buscando a Itachi? —Con la simple mención del nombre su cuerpo se tenso notoriamente, Kagome suspiró—.¿Oye me acompañas? Quiero enseñarte algo.

Sasuke la miró largamente antes de reincorporarse con bastante pereza para el gusto de la morena, pero recurriendo a toda su paciencia le espero.

Sasuke miraba disimuladamente a la mujer que caminaba a su lado, era ligeramente más baja pero lo que le llamaba la atención era la forma en que trataba a los demás, les contó su historia, el sufrimiento recibido la debería haber convertido en alguien fría pero era todo lo contrario.

Dulzura. Destilaba dulzura y bondad.

—¿Sucede algo? —Kagome notó que le miraba detenidamente, al no recibir respuesta, sonrió interiormente—.Oye, ¿qué edad tienes?

—… 15 —acabó por responder no sin cierta sequedad.

—¿En verdad? —Puso su mano bajo el mentón mientras seguía con su rumbo—. Yo tengo 19 y soy más baja, eso es una crueldad —refunfuñó por lo bajo pero bastante audible para el moreno que por primera vez sus ojos mostraron algo más que frialdad y arrogancia.

Sorpresa. Sus ojos cual carbón brillaron con sorpresa.

—¿Eso es una crueldad? —Kagome le miró con extrañeza—. ¿A eso le llamas crueldad? Después de todo lo que te ha sucedido, a eso tú denominas crueldad.

Por fin entendió.

—Sí, Sasuke. Porque hay cosas tan dañinas que es mejor olvidarlas y seguir adelante, cosas que si siguen en tu corazón terminaran por matarte lenta y dolorosamente —llegaron al inicio de la aldea y encontró lo que buscaba y lo que quería enseñarle al moreno—, mira adelante.

Sasuke hizo lo que se le pidió, al principio no entendió. ¿Por qué demonios estaban mirando a la exterminadora?

—Sango es una gran mujer —a Sasuke eso le valió, estaba comenzando a aburrirse—, ver morir a su padre y amigos frente a sus ojos es doloroso —eso fue lo que capto su atención por completo.

Kagome al percatarse, siguió hablando, le siguió contando. El azabache parecía perturbado. Miraba a la castaña que jugaba con Kirara, rodeada de varios niños que le hacían reír.

—Como bien dije… hay cosas que mataran lentamente. Pero si sigues adelante —le sonrió—, superaras muchas cosas. La venganza no es buena.

—Ella es lo que busca, venganza, por eso quiere matar a Naraku —reclamó Sasuke.

Kagome negó.

—Si quieres saber qué es lo que en verdad impulsa a Sango a encontrar a Naraku, no es la venganza. Nosotros no buscamos venganza… tal vez al principio es lo que queríamos —en su mente destelló un recuerdo que la estremeció—,pero por lo que luchamos ahora esta muy alejado de eso. Luchamos por un futuro, por un mañana. Y porque hay promesas que hay que cumplir —empujó levemente a su acompañante, que le miró por unos segundos sorprendido por ese leve contacto—, ve y pregúntale, Itachi es no es un cubo de hielo, te podrás llevar una gran sorpresa.

Dicho eso se alejó con una sonrisa deslumbrante en un fino rostro.

—¡Ah! Por cierto —giró levemente su rostro, quedando de perfil—, no frunzas el ceño tan seguido quedara marca —comenzó a silbar—. Y cuida a tus amigos, que no encontraras a nadie más fiel que ellos.

Mientras se alejaba en su mente repaso las palabras dichas de hace un momento. Suspiró. Era verdad ya no buscaban venganza, cada uno luchaba por un futuro mejor en el cual poder vivir. Un mundo con quien amas.

Y hablando de amor. ¡¿Dónde demonios estaba Sesshomaru?!

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La tranquilidad de esa aldea, le daba a su alma de ninja una tranquilidad inquietante. Como si no fuese real. Pero ¿cómo podría ser real con la amenaza de ese tal Naraku? Kakashi se reincorporo de la rama en la cual había estado placidamente recostado. Sentía el chakra del Kazekage y de Sai. Entrenando. Tal vez podría unírseles.

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—¡SIÉNTATE!

La cara de Inuyasha quedo sepultada. Kagome le miraba molesta, furiosa. Y los ninja, que si tenían instinto de supervivencia dieron un paso atrás. Podría ser una civil, una persona que no tuviera preparación de ninja. Pero era de temer y lo estaban comprobando. Tragando saliva se miraron entre sí.

—¡Donde vuelvas a siquiera tratar de amenazarlos con tu espada, yo te sepultare de los ¡Siéntate —otro sonido sordo al hundirse más en el suelo—, que exclamaré! ¡Vosotros! —Los ninja se tensaron, pues a cinco de ellos por un momento ella les recordó a Tsunade—.Disculpen a Inuyasha, es demasiado impulsivo.

Ellos parpadearon sorprendidos, preguntándose como de una fiera furiosa, salvaje había pasado a una dócil gatita. Al ver el asistimiento general, una sonrisa se plasmo en sus labios.

—Entonces vayamos por algo de comer, que me estoy muriendo.

—¡Sí! ¡Ramen! ¡Ramen! ¡Quiero comer ramen-ttebayo!

—¡Deja de comer eso, Usuratonkachi! ¡Eres un adicto!

Esa nueva pelea fue ignorada por los presentes, quienes guiados por la morena, caminaron rumbo a una cabaña para poder almorzar.

—Kagome-sama, quiero hablarle de algo —ésta miró a Itachi, sopesando los pro y contras, acabó accediendo.

—Ahora vuelvo —se alejó de la aldea para poder conversar tranquilamente con el Uchiha mayor—. ¿Qué ocurre, Itachi?

—No soy dado a decir esto, así que escúchame —el viento jugó con ambas cabelleras antes de soltarlas para volver a jugar—, gracias.

Ella supo bien porque razón le agradecía- ¡Amaba a ese hombre!- y no pudo sino alegrarse.

—No es nada —inclinó su rostro en un infantil gesto, que Itachi encontró vagamente familiar.

Le miró con más detenimiento, reparando en su sonrisa amable, sus cabellos ondulados que se movían con ritmo, sus finos pero carnosos labios. Las suaves curvas de su cuerpo de mujer y sus ojos, fueron sus ojos los que le recordaron a su novia. A la cual había tenido que asesinar por órdenes de los altos de Konoha. Sólo recuerda haber llorado una vez… esa vez fue al marcharse de su aldea con las manos manchadas y el peso de su conciencia al saberse odiado por su pequeño hermano menor.

Ahora por ella lo había recuperado. Bueno tal vez le tomara su tiempo pero el avance ya estaba y Sasuke estaba de nuevo con él. Su pequeño hermano menor. Su apariencia podría ser fría, arrogante no por nada era la careta de un Uchiha pero… él podría llegar hacer lo contrario.

—¿Itachi? —Kagome agitó su mano frente al rostro absorto del mayor, soltó un grito de sorpresa la ver su muñeca siendo atrapada rápida y firmemente—. ¡¿Qué…?!

—Pienso ayudarte.

—¿Ayudarme?

Itachi miró fugazmente a su derecha, captando unos ojos dorados mirándole con furia. Y eso ojos no eran de Inuyasha.

—Sí…

 

Reconquístame​

Viaje​

Kagome quiso voltear a ver qué es lo que capto la atención de Itachi. Jadeó y olvidó que es lo que iba a hacer cuando los brazos del Uchiha le rodearon, se sintió pequeña y frágil… y de algún modo apreciada. Itachi entornó sus ojos al sentir el filo de una espada en su yugular, esos ambarinos ojos mostraban frialdad y astucia pero él leía a las personas, leía los ojos… y esos ojos le estaban diciendo que se alejará.

La morena sintió la tensión del cuerpo del azabache. Levantó su cara que estaba oculta en el pecho de él. Fue entonces que se congeló.

—Sesshomaru… —Al momento en que sus miradas se encontraron se paralizó. Estaba en problemas y graves.

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Los ninja miraban la figura impotente y aristocrática que se alzaban a unos metros, para observadores inexpertos tan sólo verían a alguien sin expresión, a alguien impasible. Pero para ellos, entrenados desde pequeños -a excepción de Naruto que nunca se daba cuenta de nada- se daban cuenta de su postura rígida, su mirada ligeramente más rasgada y de ese brillo asesino en sus ojos.

Se encontraba molesto, furioso.

—¡Sólo me estaba dando un abrazo de agradecimiento! No tenías que amenazarle —Kagome estaba con los brazos cruzados y segundo a segundo su enojo iba creciendo ¿Por qué? Porque Sesshomaru seguía igual de impasible, y ya no pudo contenerse más—. ¡¿Sabes qué?! Siento que soy una carga para ti, así que ya no te preocupes por mí que me las arreglaré sin tú ayuda.

Si antes estaba enojada ahora estaba furiosa, no sólo había casi matado a Itachi sino que ahora le daba igual sus palabras. Bien. Tomó una decisión y estaba segura de cumplirla.

—Muchachos —susurró, en segundos ya estaba rodeada de los seis ninja—, partiremos en una hora, nos veremos al final de la aldea e iremos al Norte, por favor siéntanse libres de rechazar mi petición —estaba molesta pero eso no evitó que se mostrará cordial.

—Ahí nos verá sin falta —Kagome hizo una inclinación con la cabeza, Kakashi con una señal disperso a los demás—. Kagome-sama, ¿quiere que la acompañe hasta la cabaña? —Ésta negó con la cabeza—. Entonces iré a prepararme.

La morena se alejó con pasos furiosos pero su brazo fue apresado, bastante fuerte.

—Me lastimas —a él eso le importo un comino porque afianzó más su mano entorno a su antebrazo—. ¡Sesshomaru!

—No irás.

—Y a ti que te importa —exclamó—, ya no tendrás que preocuparte por esta humana, ni considerarme un estorbo ni una debilidad a la hora de pelear. Así que ¡DÉJAME EN PAZ!

Apretó los dientes al sentir como su piel quedaba rasgada al zafarse bruscamente de las garras de Sesshomaru. Caminó con la frente en alto a pesar de querer gritar de rabia y de dolor.

Sesshomaru le miró desaparecer en la distancia. Gruñó. Miró sus garras que estaban cubiertas de un color carmesí, su rostro siempre inexpresivo e impasible se torno peligroso, sus pupilas destellaron con un color rojo. Pero si lo que quería ella era que la siguiera y se disculpara se quedaría con las ganas porque él no se rebajaría a eso. Que sintiera ese instinto de protegerla ya era demasiado.

Alejándose en dirección contraria, sacudió su mano logrando que la sangre chorreara y su látigo de veneno saliera para impactarse contra un árbol y fragmentarlo. Dirigió una mirada intensa a ese árbol antes de desaparecer por el bosque.

Itachi se masajeó su muñeca, ese látigo casi lo alcanza. Al parecer no necesitaba sentir su presencia para saber donde se encontraba. Interesante. El susurrar de las hojas hizo que diese media vuelta para encontrar a los demás.

—Un poco más y ese látigo de hubiera alcanzado —Itachi se encogió de hombros ante las del mayor del grupo—, te arriesgas mucho, ¿la razón?

—La misma por la que aceptaste —los demás permanecían en silencio pendientes de esa conversación.

—Veo que no por nada eres un prodigio, Uchiha Itachi. ¿Desde hace cuanto lo sabes?

—Desde que susurro el nombre de Sesshomaru, cuando estábamos a fuera de la casa, tenía la misma entonada que esa voz.

—¡¿Voz?! ¡¿Qué voz-ttebayo?! —Naruto decidió intervenir al no entender nada.

—Haber antes de llegar al este mundo, ¿qué recuerdas estar haciendo?

Éste se rasco la cabeza, pensando.

—Bueno, estaba comiendo ramen con Sai y… ¡Esperen! ¡No termine de comer mi ramen-ttebayo!

Kakashi suspiró agotado, ¿cómo le había tocado ese alumno?

—Eso no nos interesa, dobe —Naruto fulminó a Sasuke con la mirada.

—¡¿Enserio?! Pues ya no te cuento —se cruzó de brazos mientras hacia un puchero.

—¿Sai? —Casi suplicó el platino.

Él alzó los hombros despreocupadamente.

—Estaba comiendo con Naruto cuando algo nos jaló y… —en esa parte se detuvo con sus ojos ligeramente abiertos delatando su sorpresa.

—Exacto.

—¡¿Qué?! ¡Yo no entiendo-ttebayo!

Kakashi se armó de paciencia para poder explicar. Mientras lo hacía, los ojos de Naruto se abrían poco a poco. Ya que todos experimentaron lo mismo, ese jalón brusco pero sobretodo esa voz susurrada.

Deseo ser feliz.

—Y si por ella estamos aquí, debemos ayudarla.

—¡Sí!

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—¿Estás completamente segura, Kagome? —Sango vendaba el brazo herido de la morena con preocupación.

—Por supuesto —flexionó su brazo vendado, con una sonrisa le agradeció a su amiga—, ellos me ayudaran. Son leales.

—Yo iré contigo. Y no aceptó un no como respuesta —añadió al verla dispuesta a negarse—, así que avisare a los demás.

—Gracias, Sango.

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—Acamparemos aquí, es mejor prepararse —los ninja se dispersaron a buscar lo necesario mientras que el grupo de Kagome se acercaba—, no es necesario que vayan a buscar nada, nosotros nos encargamos. Quedaos aquí.

Sango y Kagome sonrieron entre sí.

En segundos el campamento estuvo arriba, ahora descansaban a orillas de un río. Shippo jugaba con Naruto, la morena sonreía ante esa imagen.

—Parecen unos niños —Gaara se sentó al lado de Kagome—, aunque Shippo lo es.

La leve risa de ella, suavizo el rostro del Kazekage. Kagome soltó una carcajada al ver como entre Naruto y Shippo lograban tirar a Sasuke y a Inuyasha al agua.

—¡ENANO!

—¡USURATONKACHI!

—¡Corre, Naruto! —Éste tomó al zorro entre sus brazos mientras comenzaba a correr alejándose de las intenciones homicidas de esos dos.

Kakashi abrió un ojo para después cerrarlo con una sonrisa invisible por la mascara que cubría su rostro, era tan relajante oír esa discusiones, tan alejado al Naruto serio que se había formado poco a poco después de la deserción de Sasuke de la aldea de la hoja.

Sango se acercó con curiosidad a la espalda del joven que estaba dibujando, dio un paso atrás cuando los ojos negros le miraron.

—Lo siento, ¿puedo sentarme? —Ella tenía cierta curiosidad por el callado ninja, al no ver negación por su parte, tomó asiento— ¿Qué estas dibujando?

—Este mundo —la castaña se inclinó, asombrándose por el talento de Sai.

—Es hermoso —Sai la miró y luego miro su dibujo, no era nada del otro mundo, era tan sólo tinta—, tienes talento.

—Sólo es un dibujo, no es nada del otro mundo —se encogió de hombro impasible.

—¡Estás loco! —Posó su mano sobre el hombro de su acompañante—. Eres bueno en lo que haces, siéntete orgulloso. Que no muchos pueden hacer lo que tú. Eres especial.

Sus ojos negros volvieron a mirar su dibujo, era tinta. ¿Eso era especial? Se preguntaba, él que nunca sentía nada, ni emociones ni sentimientos, nada.

—¡Sango!

—Voy su excelencia. Bueno cuando termines, muéstramelo.

Cuando se alejó, las comisuras de los labios de Sai se alzaron hacia arriba. No en una sonrisa falsa, como siempre mostraba. Esa era una sonrisa que no pudo evitar, su cuerpo sólo reaccionó.

—Especial —susurró, sus trazos comenzaron a ser delicados y más precisos. Quería que volviera a decirle que era especial.

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—¿Dónde está Itachi, Kazekage-sama?

—Llámame Gaara. Y se fue hacer un recorrido de la zona para asegurarla —Kagome asintió.

—Ya veo. Kaze… Gaara —se corrigió—. ¿Por qué me están ayudando?

El pelirrojo respiró profundamente.

—Porque Naruto quiere. Y yo prometí guardarlo con mi vida —Kagome inclinó la cabeza para ver le rostro del Kazekage, quien le devolvió la mirada haciéndola sonrojar—,además es mi deseo ayudarla.

—Gracias, Gaara —y en un impulsó beso la mejilla del menor.

—¡KAGOME! —El gritó del zorrito hizo que la morena se reincorporara de golpe.

—¡Inuyasha deja a Shippo en paz! Discúlpame tengo que ir a rescatar a Shippo y de paso a Naruto —trotó a donde Inuyasha jalaba las orejas del pequeño—. ¡Inuyasha! ¡Siéntate!

Gaara parpadeó por la velocidad en que acontecieron los hechos. Se sonrojó al recordar los suaves labios que besaron su mejilla.

—¡Waaa, Gaara esta rojo-ttebayo! —Anunció Naruto desde su posición en el suelo por culpa del pie de Sasuke.

—¡Cállate!

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Itachi aterrizó al sentir como una presencia se hacia notar. Afiló sus ojos ante la amenaza. Un kunai ya estaba en su mano en segundos.

—Baja esa arma.

—Oh, eres tú.

El Uchiha tuvo que dar un gran salto hacia atrás sino el látigo de veneno le hubiese alcanzado.

—No te dirijas a mí de esa manera —Itachi prefirió no abrir la boca, si él estaba ahí era por algo—.Aleja a la miko de aquí, Naraku llegará en cualquier momento.

—Naraku, ¿viene aquí? Según Kagome —el pelinegro tuvo que reprimir una sonrisa al ver el brillo asesino en los ojos ambarino de él—, nunca se presenta. ¿Por qué cambiaria su estrategia?

Sesshomaru gruñó.

—Porque quiere matarla. Y no puede seguir esperando.

No dijo a quien pero Itachi lo captó enseguida. El Daiyokai giró sobre sus talones para alejarse, ya no tenía nada más que hacer.

—Sino la proteges tú —Sesshomaru se detuvo al oír la voz de ese sujeto—, lo haré yo. Porque ella no se irá, es demasiado terca y noble para dejar a sus amigos atrás.

—Ella ya decidió.

—No —Itachi captó ese leve giró de su cabeza—, ella te está esperando.

Silencio. Que fue roto con una explosión cerca. Los ojos negros cambiaron rápidamente a unos rojos con aspas. La batalla había comenzado.

—¿Qué harás… Daiyokai?

Esté se giró con lentitud, sus ojos decían todo. Itachi asistió.

—Entiendo.

Continuara.

 

¡Hola! Disculpen por no poner nada de comentarios míos los pasados capítulos es que no tenía tiempo pues entre en época de exámenes pero no quería dejar que pasara un gran lapso para subir los capítulos, pero ahora es fin de semana y tengo un tiempo para poder dejarles mis más sinceros agradecimientos por lo comentarios y likes.

Advertencia: ¿OcC? ÚLTIMO CAPÍTULO. El siguiente es el epilogo.

Disclaimer: Inuyasha no me pertenece como ninguno de sus personajes.

Reconquístame​

Deseo ser feliz​

Kagome protegió a Shippo abrazándolo contra su cuerpo, aunque eso no fue impedimento para que esa inesperada explosión le lanzara varios metros atrás de donde se encontraba originalmente. Sasuke y Naruto reaccionaron rápidamente.

Sasuke recibió a la morena en brazos mientras Naruto se posicionaba frente a ellos aunque de espaldas, protegiéndolos.

—¿Estás bien? —Él miró de reojo a la mujer que tenia en brazos al mismo tiempo que estaba pendiente del rubio y de sus alrededores. La explosión había sido sorpresiva, demasiado para que 5 ninja no se hubiesen percatado hasta segundos antes de la detonación.

—Estoy bien. Gracias, Sasuke —éste la dejó en el suelo—. Shippo ¿estás herido? ¿Te hiciste daño? ¿Shippo? —Asustada movió los hombros del zorrito sin respuesta—. ¡Shippo!

—Sólo esta noqueado —Kagome alzó su mirada para encontrarse con dos aguamarinas, las cuales examinaban al pequeño que tenía en brazos—, en unas horas estará bien.

—Si. Gracias, Gaara.

La tierra tembló logrando tirar de cara al rubio.

—¡Me dolió-ttebayo!

Sasuke suspiró.

—¡Eres un ninja, Usuratonkachi! ¡Compórtate como tal!

—¡Eso ya lo sé, Sasuke teme!

—Pero miren, ¿amigos nuevos?

Esa voz era tétrica, amenazante. Naraku se alzaba con toda su maldad. Si los ninja pensaban que su apariencia no era tan aterradora, la forma de hablar, el veneno destilando a cada palabra, los termino de convencer. Ellos ayudaría a eliminarlo de eso no cabía la menor duda.

Naraku observó todo el campo de la próxima batalla, sonrió arrogante al ver a esos niños que protegía a la portadora de la Shikon No Tama, tan solo eran unos mocosos… claro a excepción del tipo de la mascara que se había puesto frente a él.

Kakashi miró a su oponente, en tan sólo una mirada supo que no seria nada sencillo, la maldad era tan palpable. ¿Dónde diablos estaba Itachi? Se preguntaba pues sería de gran ayuda. Inuyasha, Sango y Miroku ya habían tomado posición de batalla, la experiencia les había enseñado a nunca bajar la guardia, Naraku era un ser que no jugaba limpio y nunca lo haría, aprovecharía cualquier descuido y ahí atacaría, sin piedad, sin remordimiento.

—Sasuke, Naruto protejan a Kagome-sama con su vida —ellos asistieron serios, de un saltó se posicionaron más cerca de ella—, Sai serás quien ataque en cualquier punto desprotegido y Kazekage… —en ese punto su voz se perdió, pues aunque él era mayor que Gaara, éste tenía un rango muy superior.

—No se preocupe, aquí soy un ninja más.

—Entonces Gaara —él embozó un pequeña sonrisa que se confundió en una mueca de aceptación—, destrózalo.

—Recibido.

Si alguien se preguntaba sobre la calabaza gigante que residía en la espalda del pelirrojo fue contestada enseguida cuando el tapón salio volando, dejando libre una masa de arena que se arremolino en los pies de su dueño, elevándolo centímetros del suelo. Naraku sintió la amenaza por lo que se protegió lanzando un nido de Saimyosho para que atacaran a Gaara.

Naraku apretó los dientes al ver como su ejército venenoso en segundos fue neutralizado por ¿arena? Él no conocía dicha técnica. Los tentáculos salieron disparados de su espalda para protegerse de unas armas que lanzaron esos dos críos que protegían a la que era su presa.

Sus extremidades extras fueron cortadas por la espada de Inuyasha cosa que al demonio no le dio importancia pues volvieron a regenerarse enseguida. La batalla comenzaría a ser brutal…

Kagome dejó con delicadeza a Shippo entre unos arbustos, Kirara se acercó con la intención de protegerlo de algún ataque o peligro que se le acercara.

—Kirara protégelo —el gruñido que lanzó fue suficiente para la morena, que cogiendo su arco y poniéndose su carcaj lleno de flechas al hombro se acercó a sus dos protectores— ayudaré a distancia, no soy buena combatiendo cuerpo a cuerpo.

—¡De acuerdo! ¡Yo le derrotaré-ttebayo!

Kagome embozó una sonrisa al mismo tiempo que Sasuke le gruñía a su compañero.

—¡Concéntrate! —A ella no le sorprendió que no utilizara el mote de Usuratonkachi, ya que se encontraban en medio de una batalla, cosa que el azabache tomaba enserio.

Pero a penas esa palabra salió de su boca, uno de los tentáculos que había sido cortado hasta hace poco por la espada de Inuyasha, se alzó, dirigiéndose claramente al pecho de Kagome.

—¡Kagome-sama! —Los ojos de los ninja eran lo más rápidos pero no así la velocidad que requerían para detener ese ataque, no llegarían.

—¡Ah! —Ella cerró los ojos esperando, estaba paralizada.

—Lamento la tardanza —Itachi la tenía en brazos—, tuve unos problemas.

Gaara, Sai y Sasuke continuando analizando al enemigo una vez comprobado que su protegida estuviera a salvo, aunque el Uchiha menor tenía una leve sonrisa pintada en sus labios al ver a su hermano protegiendo a alguien más…

Inuyasha tan sólo lanzo su acostumbrado gruñido de aprobación aunque su corazón palpitase más fuerte de lo normal, no a causa del rápido bombeo de su sangre ante la inminente batalla, sino a que ella estuvo a punto de conocer el dolor de una herida fatal. Sango y Miroku suspiraron aliviados antes de mandarle una mirada de agradecimiento a Itachi, al tiempo en que esquivaban una nube de shoki.

—Itachi, ¿estás bien? —Kagome estaba preocupada al no verlo llegar, pensado que tal vez Naraku lo había herido o algo peor.

—Yo debería hacer esa pregunta —murmuró contra el oído de la morena, la cual se sonrojó—, sino me hubiesen avisado que eras en objetivo tal vez no habría llegado a tiempo.

—¿Avisado? —Kagome se separó del cuerpo de Itachi con ayuda de sus brazos—. ¿Quién te aviso?

No se necesito una respuesta para esa pregunta, ella pudo leerlo claramente en los ojos que en vez de un color negro, era el rojo que predominaba con la pupila en forma de un shuriken.

Sesshomaru.

—¿Viste a Sesshomaru? —Sus ojos chocolates miraron todo el lugar intentando dar con su figura erguida arrogante que tanto amaba—. ¿Dónde esta? Itachi… —su lluvia de preguntas fue bruscamente interrumpida al ver de nuevo claramente la respuesta expresada es eso ojos—. Él no vendrá.

Eso no era una pregunta, Itachi lo sabía.

—No.

Para Kagome eso fue un duro golpe. Ella comprendía que estuviera enfadado, furioso pero de ahí a no venir a pelear contra Naraku para no encontrarse con ella, fue muy doloroso.

—Bien —con un movimiento de mano pidió que la bajase—, gracias. Yo lucharé —tragó un poco de saliva pero miró al Uchiha mayor con decisión—. ¿Lucharas a mi lado?

—Hasta que sea necesario.

Kakashi dejó al descubierto su ojo izquierdo al levantar su protector que siempre lo resguardaba, para hacer lucir el sharingan que no era suyo pero fue el primer y el último regalo que su mejor amigo le obsequió antes de morir frente a él. Uno que nunca se alejaría de él hasta su misma muerte.

El viento dejó se soplar con fuerza, dando paso a una calma inquietante.

—Kagura.

Quienes alcanzaron a oír el nombre que susurró Kagome, miraron al cielo donde la figura de una mujer saltaba de su pluma. Itachi se colocó más cerca de la morena.

Pero en unos segundos todos tuvieron que cuidarse las espaldas al salir las demás extensiones de Naraku.

Kanna. Hakudoshi.

—Kagome-hime quédese aquí, no se ponga en peligro —el azabache saltó para irse contra Hakudoshi, seguido por Sasuke y Naruto pero la diferencia fue que ellos se fueron contra Kanna mientras que Gaara prestaba batalla contra la portadora del viento, Kagura.

—Sí —fue la mecánica respuesta de ella, para después percatarse el como la había llamado—. ¡¿HIME?!

Itachi embozó una sonrisa al oír su exclamación pero se hizo más grande cuando se acordó de un detalle. Un curioso detalle. El cual olvido cuando sus ojos giraron hacia su presa, una sonrisa algo triste se asomó en sus labios, Kagome les había contado todas las habilidades de cada subordinado de Naraku por lo tanto, Hakudoshi no presentaba un peligro para él. Hizo que su sharingan se encontrara con los ojos contrarios.

Hakudoshi ahogó un rugido de rabia al ver a ese extraño hombre desaparecer de la nada, miró a su alrededor, no había nadie. ¿Qué demonios pasó? ¿Dónde estaban?

—¿Me buscas? —el albino se volteó y se encontró con Itachi.

Al querer dar un salto para propinarle un golpe con su lanza se dio cuenta que sus piernas no le respondían, sintió un cosquilleo en su brazo y al dirigir una mirada, se horrorizo miles de arañas se lo estaban devorando, comenzó a mover con desesperación el brazo pero otro cosquilleo en sus piernas le hizo desistir para mirar bien abajo. Sus ojos casi se salen de sus orbitas, fuego, el fuego comenzaba a consumirlo.

Dolor. Agonía. ¿Qué significaba todo eso?

Naraku miró con sorpresa como Hakudoshi caía de rodillas delante de ese sujeto de ojos rojos completamente vulnerable y derrotado. Ni siquiera lo tocó. ¿Qué fue lo que hizo? ¿Cómo lo derroto?

Kagome observó fascinada la derrota de Hakudoshi, el poder del sharingan era sorprenderte con solo un genjutsu lo derrotó. Miroku abrió su agujero negro al ver caer al primer enemigo y en segundos esté había pasado al olvido.

—Uno menos, faltan tres.

Dentro de su campo de protección Naraku miraba como sus únicas dos extensiones existentes se batían por su vida, soltando una maldición vio que su decisión de volver a introducir su corazón a su cuerpo para tener mayor fuerza, era una estupidez. Esos críos no eran de este mundo, no podían serlo.

Sasuke con ayuda del sharingan que poseía y la rapidez de sus piernas, tomó por detrás a la albina del espejo, sujetándola de los brazos. Kanna quién nunca había sido tocada se mostró confundida y ese instante fue aprovechado por el rubio quién con ayuda de un clon que convocó, utilizó su mejor técnica, el rasengan. El espejo de ella no soportó el gran poder que ese ataque tenía impreso, su espejo no aguantaría. Una grieta y eso fue todo. Kanna dejó de existir.

—¿Eso fue todo? ¡Qué aburrido-ttebayo! —Y era verdad para ellos los enemigos eran débiles, insignificantes, el poder que poseían ellos eran por mucho superior al de Naraku y sus extensiones.

Kagura no fue problema para Gaara en 30 segundos fue neutralizada y aniquilada pero antes, en un pequeño titubeo del Kazekage al ver como Kagome miraba con algo de incomodidad sus métodos de batalla, la portadora del viento utilizó su ultimó ataque no contra su oponente sino contra la morena. Nadie podría detener ese ataque, estaban lejos de ella. Kagome alzó su arco, demasiado lenta.

—Lenta —ese susurró le erizo, una ráfaga movió sus cabellos azabaches. El ataque de Kagura fue desviado.

Itachi pudo alcanzarla, estaba completamente seguro de que lo hubiera logrado pero se acordó de ese curioso detalle y esperó, algo que a él no le gustaba hacer pero que debía hacer. Casi suelta un suspiro de alivio al ver a Kagome sin herida alguna, sabía que él iba a ir por ella, sus ojos no mentían.

—Sesshomaru —murmuró Kagome algo shockeada—, pero Itachi dijo… —me mordió la lengua al ver la sonrisa burlona que éste tenía en su rostro mientras le guiñaba un ojo antes de ir a enfrentarse a Naraku, dejándola molesta—.Itachi idiota, lo sabías.

—Hablaremos después, tenemos un asunto pendiente —Kagome tragó un poco de saliva al oír esas frías palabras hasta podría decirte amenazantes. Pero se le pasó, sabía que era ese asunto pendiente, no pudo evitar sonreír con felicidad. No daba nada por sentado pero intuía que Sesshomaru estaba celoso y eso le gustaba, mucho.

—Acabemos entonces —susurró al mismo tiempo que alzaba su arco, dejando ir una flecha, deshaciendo el campo que protegía a Naraku.

Deseo ser feliz.

Esas palabras fueron las que trajeron a esos ninja. El ataque conjuntó que sufrió el hanyo fue suficiente, el poder sobrepaso a la perla y sobretodo a la fuerza que poseía Naraku. Nada podía contra quienes luchaban por quienes amaba y querían. Nada detendría a quienes amaban.

—Shikon No Tama —la perla brillo con pureza al tocar las manos de la sacerdotisa—, desaparece, para siempre.

Deseo ser feliz.

La misión había terminado, al desaparecer la perla, los ninja comenzaron a desvanecerse.

—¡Itachi! —Kagome estaba asustada al verlos trasparentes.

—Tú deseo se ha hecho realidad —fue todo lo que alcanzó a decir el Uchiha, antes de desaparecer por completo.

—¿Mi deseo? —Fue cuando la realidad le golpeó. Y miró a sus amigos.

Deseo ser feliz.

Ella era feliz.

Bien xD no me iba a extender mucho sobre la batalla porque sinceramente los muchachos de Naruto tienen un poder mucho más grande que el de Naraku como para que éste les diera problemas.

TT.TT Los muchachos regresaron a su mundo, que tristeza. ¡No! Pero ;D Sesshi protegió a nuestra Kagome jojo, Itachi maloso pero por eso lo amamos.

¿Merezco comentarios? ¿Likes?

PRÓXIMO CAPÍTULO EPILOGO.

FiraLili.