[LF] Pokémon Ultimate: El comienzo de una nueva aventura [AdvancedShipping]

Holaaa amigos! Al fin después de tanto tiempo de espera, les traigo el siguiente capítulo de mi fic. Les pido diculpas por haberme demorado tanto, pero la verdad tenía muy poca inspiración para escribir la batalla... Es bastante difícil narrar una batalla para mi jajajaja. Bueno, acá se los dejo, espero que les guste y por favor, comenten! :D. Saludos, y muchas gracias por leerme :3
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Cap. 6: La batalla entre dos titanes de la hierba.

Un breve instante de silencio se hizo entre los presentes en el campo de batalla. Los enormes pokémon planta se miraban, podría decirse con una mezcla de desafío y desinterés, algo un poco extraño. Sus rostros no reflejaban ni el más mínimo entusiasmo por la batalla que estaban por llevar a cabo, sin embargo, tampoco podría decirse que no les importaba ganar.

Los entrenadores imitaban a sus compañeros: se miraban silenciosamente y sin relajar ni un músculo. Brock cayó en cuenta de su distracción respecto a la batalla, y pronto se colocó en el medio del campo, levantando los brazos y anunciando el inicio de la contienda.

El primero en reaccionar fue nada menos que Ash, ordenando a su tortuga que utilizara un ataque de lluevehojas. Torterra obedeció un poco dubitativo, demostrando no estar precisamente de humor; pero pronto el árbol de su lomo comenzó a brillar de un verde intenso, y un espiral de hojas se dirigió rápidamente a la cara de Venasaur.

– ¡Sooor! –Se quejó el pokémon, luego de ser golpeado.-

– Venasaur, no te quedes ahí sin hacer nada ¡Usa látigo cepa, ahora!

Las enormes lianas provenientes del bulbo de Venasaur, tomaron por sorpresa a Torterra, quien no pudo esquivarlas y pronto se aferraron a sus patas delanteras, impidiéndole la movilidad.

– Ahora Venasaur, túmbalo con fuerza y usa hojas navaja.

Venasaur trataba de levantar a la gran tortuga, quien hasta entonces se encontraba a unos diez metros de él. Lógicamente su tamaño no le permitía tal cosa, por lo que sólo logró que Torterra perdiera el equilibrio y cayera al suelo; pero cuando Venasaur quiso atacarlo nuevamente, Ash le ordenó un mordisco directo a una de las lianas que lo apresaban. Torterra se valió de la fuerza de sus mandíbulas para atraer a Venasaur cerca suyo, con apenas el mínimo esfuerzo. Cuando por fin estuvo a una distancia corta, el quelonio utilizó su ataque de bola de energía directamente sobre su adversario.

La batalla estaba difícil. Los dos poseían un muy alto nivel, y debido a su gran resistencia, tardarían bastante en derrotarse. Thomas ya estaba impacientándose debido a la pequeña ventaja que Ash logró sacar, por lo que pronto ordenó a su Venasaur que usara Planta Feroz, un ataque tipo hierba muy poderoso y único.

Las grandes enredaderas espinosas surgieron del suelo, agitándose peligrosamente y bloqueando todas las opciones para Torterra, quien fue golpeado duramente en las patas y cara. Ash miraba desorbitado y sin hallar un método para sacarlo de ésta; pronto reaccionó y ordenó a su pokémon usar bolas de energía contra todas las ramas, haciendo que se metieran nuevamente en el suelo y provocando el fastidio de Thomas.

– “Así que Venasaur es especial, eh… Se nota que es su pokémon más fuerte… Creo que es un buen momento para probar el nuevo ataque que Torterra aprendió en el laboratorio del Profesor…” ¡Torterra usa terremoto, ahora!

Un poderoso pisotón de Torterra en el suelo, provocó que el mismo temblara espantosamente y sin dar tregua; todos tuvieron que aferrarse fuerte de algo, debido a las poderosas ondulaciones que provocaba la tierra. Al parecer Torterra no tenía un buen control de su ataque todavía, por lo que la intensidad de éste se volvió altamente peligrosa para los chicos.

Venasaur apenas mostraba señales de debilitamiento, fijas sus patas en el suelo, y sin moverse ni un solo centímetro. Ash pronto cayó en cuenta de que aquello no estaba resultando, al final terminarían heridos ellos y Venasaur ni se inmutaría. Pronto le ordenó detenerse, y sin titubear, mandó una tacleada, aprovechando un mínimo segundo de distracción por parte del otro coloso.

La tortuga se lanzó sin pensarlo contra su rival, embistiéndolo con todas sus fuerzas, y provocando que retrocediera varios metros. Sin embargo, éste sólo sacudió fuertemente la cabeza, y rápidamente contraatacó de la misma manera, causando un vaivén de embestidas entre los dos, que todavía no mostraban signos de cansancio o debilitamiento.

Ambos entrenadores ya estaban impacientándose cada vez más por el demorado desenlace de la batalla. Tal vez los dos pensaron antes de que comenzara, que sería pan comido, pero ninguno se esperaba que el pokémon del otro tuviera tanto poder. En cambio, los espectadores miraban todo, sin perderse ni el más mínimo detalle; sobretodo Sophie, quien a cada movimiento se sorprendía más y más, extasiada por ese enorme poder sacado a la luz. Hacía mucho tiempo que no había tenido la oportunidad de presenciar una batalla de su primo; y ahora que la estaba viendo con sus propios ojos, casi no podía creer lo fuerte que se había vuelto.

– “¡Argg… Ya estoy cansado… Si no le pongo fin a esta batalla no terminará jamás…!” –Pensó Thomas.- ¡Venasaur usa planta feroz nuevamente!

Venasaur no perdió ni un segundo, y pronto las grandes enredaderas azotaron fuertemente a Torterra, tomándolo por sorpresa desde abajo, golpeándolo duramente en el abdomen. Era evidente que Venasaur poseía un total control de su ataque más poderoso, pudiéndolo manipular a gusto.

Por primera vez en la batalla, el gran quelonio mostró una grave expresión de dolor en su rostro, tomando por sorpresa a Ash, y causando que entre en pánico de repente.

– Ya acaba con esto, Venasaur… Usa rayo solar inmediatamente. –Ordenó el moreno, sin perder la tranquilidad.-

Ash apretó los puños fuertemente, mientras le rogaba a su compañero –quien yacía reposado débilmente sobre sus rodillas– que se recuperase rápido, que no podía perder esta batalla tan fácilmente… Sin embargo Torterra no reaccionaba; pues el golpe recibido había sido certero.

La mirada de Ash se llenaba aún más de desesperanza, cuando las pequeñas chispas de luz que Venasaur almacenaba sobre su bulbo, se convirtieron lentamente en una gran esfera de blanca energía, pronta para acabar con la salud de su amigo.

– ¡Por favor, Torterra! ¡Yo sé que tú puedes, levántate amigo!

La derrota era ya inminente… El poderoso halo de luz solar salió despedido con velocidad desde el bulbo de Venasaur… Más… Cuando estuvo a sólo unos centímetros de alcanzarlo, Torterra levantó la cabeza sorpresivamente, y en un segundo escondió todas sus extremidades en su dura caparazón, amortiguando así gran parte del daño recibido.

Thomas estaba perplejo… ¿¡Desde cuándo los Torterra tenían la habilidad de reaccionar tan rápido!? Tanto él como su pokémon quedaron un tanto anonadados, y sin la posibilidad de formular alguna clase de orden.

Ni lento, ni perezoso, nuestro entrenador favorito aprovechó este momento para ordenar a su compañero que utilizara disparos de lodo contra los ojos de su oponente…: Dicho y hecho, el lodo cubrió los ojos de Venasaur, causando un leve retroceso, y dejándolo temporalmente sin visión. Consecutivamente, un ataque de lluevehojas salió desde el árbol de Torterra, directamente hacia su enemigo; y acto seguido, una poderosa tacleada lo obligó a perder el equilibrio.

Nuevamente Ash había dado vuelta a la tortilla. Sólo bastaba una poderosa bola de energía, para que la batalla fuera ganada por él y su Torterra.

Sin embargo… Ocurrió algo que no estaba en sus planes, por desgracia… El cuerpo del cansado Venasaur comenzó a brillar de un tenue fulgor amarillo, para luego todos darse cuenta de que había utilizado con éxito una hermosa síntesis, que había recuperado sus energías casi hasta la mitad.

– ¡Diablos! –Maldijo Ash.- ¡Debí haberlo imaginado! ¡Ten cuidado, Torterra!

Un nuevo ataque de látigo cepa por parte de Venasaur volvió a poner en desventaja a Torterra, azotándolo con fuerza y dejándole con escasas posibilidades de movimiento, debido a la rapidez con la que lo hacían. La tortuga simplemente atinó a esconder la cabeza en el caparazón, para evitar recibir daño directo en la cara.

Su gran resistencia ya estaba agotando las renovadas energías de Venasaur; poco a poco los golpes que daba comenzaron a perder intensidad, y dejando un leve gesto de cansancio en su rostro. Sin embargo, su orgullo y más que nada, el de su entrenador, estaba en juego y rendirse ahora sería algo inaceptable por parte de él.

– Torterra, ¡usa terremoto otra vez!

Ash sabía que lo que acababa de ordenar era arriesgado y tonto. Por un lado, porque sabía que Torterra no controlaba la intensidad de ese ataque, y por otro, porque sus energías ya estaban al mínimo, y de fallar sería la perdición. Sin embargo, y como bien dice el dicho, el que arriesga no gana, y pronto Torterra, sin sacar la cabeza hacia afuera, se irguió sobre sus patas traseras e inmediatamente impactó toda su fuerza contra el suelo, provocando un sismo mucho más potente incluso que el primero.

Sophie y Brock estaban tan asombrados que ni siquiera atinaron a sostenerse de nada; la niña sólo atinó a proteger a Pikachu, quedándose de rodillas en el suelo, mirando con los ojos desorbitados, mientras todo a su alrededor temblaba espantosamente.

Las lianas de Venasaur pronto volvieron a su lugar de origen, y debido a la ventaja en el ataque sobre su segundo tipo, el efecto fue devastador. Venasaur cayó al suelo, sin posibilidades de pararse o defenderse. Thomas le volvió a ordenar síntesis; pero para su mala suerte, esta vez una bola de energía proveniente de Torterra no le dieron tiempo a recargarse, ganando Ash y Torterra el encuentro, ante las expresiones de sorpresa de Pikachu y Sophie.

– Venasaur no puede continuar, ¡el ganador es Torterra! –Exclamó Brock muy sonriente y levantando el brazo del lado de Ash.-

De más está decir que el que más perplejo quedó fue Thomas… Había perdido con aquél chiquillo impertinente, luego de haberlo burlado y subestimado. Cabizbajo, sacó la esfera de Venasaur y lo regresó, no sin antes acariciar su enorme lomo y susurrarle un amistoso gracias, estuviste genial, en señal de cariño y comprensión.

Por el momento, su gran orgullo sólo le permitió articular un seco –“Felicidades” al ganador, que abrazaba fuertemente a su pokémon, mientras le agradecía también, por su gran esfuerzo y perseverancia.

– ¡Ey Thomas! Felicidades a ti también, fue un combate espectacular –Le respondió Ash muy sonriente, y estirando una mano, a la espera de la aceptación del muchacho.-

– No necesito tu consideración… –Fue lo único que éste contestó, resentido, mientras rechazaba el gesto de Ash, y se volteaba para marcharse de allí.-

Nuestro héroe ciertamente ya estaba acostumbrado a este tipo de actitudes por parte de otras personas, en general; así que sólo se encogió de hombros, mientras se reunía con Sophie y Brock, quienes estaban muy felices (y listos para el almuerzo también).

Durante la comida, Mary Lu les contó acerca de las extrañas personas que habían entrado a la casa, horas atrás. Los chicos se rieron a carcajadas y le explicaron todo lo que había sucedido. Angus y Martin se emocionaron mucho al enterarse que Ash había sido el ganador de la batalla, pero se lamentaron el no haber estado allí para ver el final del combate.

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Esa misma noche, todos se habían ido a dormir temprano, puesto que el día siguiente iba a ser bastante ajetreado y complicado. Todos los chicos iban a viajar por Tigeem, y debían estar lo suficientemente centrados y renovados.

Ash y Brock por un lado, Angus y Martin por otro, y Sophie y Thomas por otros diferentes. A diferencia del día anterior, Mary Lu se sorprendió al escuchar un profundo silencio a las ocho PM de la noche.

Bueno… En realidad no todos dormían precisamente, pues cierto entrenador de pelo negro se encontraba revolviéndose fastidiosamente en su cama; una serie de pensamientos y especulaciones giraban en su mente y formaban una suerte de vórtice que le impedía conciliar el sueño… Seguramente, el que lo haya visto hubiera pensado que allí sólo aparecían imágenes de pokémon luchando en las más espectaculares batallas… Pero se hubieran equivocado.

El rostro y voz de cierta persona se le aparecía constantemente en su sueño, haciéndole pensar en un sinfín de cuestiones que para él siempre fueron impensables, es decir, jamás se le hubieran siquiera cruzado por la mente. Hasta hace un tiempo, incluso él mismo pensaba que su cabeza podía sólo preocuparse por gimnasios, medallas y competencias, pero ahora… ya no sabía qué pensar al respecto de las sensaciones que estaba experimentando.

En busca de tranquilizarse un poco, el azabache decidió bajar al patio, a tomar un poco de aire fresco. Se sorprendió en ver a Thomas sentado bajo el gran árbol, dónde dormían los pokémon pájaros.

Éste fingió no ver a Ash, y permaneció con los ojos cerrados; pero su voz chillona lo obligó a abrirlos…

– ¡Hola! ¿Qué estás haciendo aquí a estas horas? –Inquirió Ash, curioso.-

– Lo mismo te pregunto… –Respondió el chico, indiferente y sin dejar de mirar hacia arriba.-

– Es que no puedo dormirme, estoy muy emocionado por el viaje –Le contestó, sonriente, y sentándose a su lado.- Espero que no estés enojado.

Aunque a Thomas le resultaba verdaderamente fastidioso, trató de disimular su disgusto y le respondió de la “mejor manera”:

– No lo estoy, sólo conmigo mismo…

– No tienes que estarlo, tus pokémon pelearon de una manera espectacular hoy. Te confieso que estuve a punto de perder.

– Tengo mis razones… –Agregó el muchacho, mirando el suelo.- Sólo quiero disculparme contigo, y decirte que eres un entrenador muy bueno. Me cuesta mucho aceptar mis errores.

– Cielos, ¿Qué insecto te picó? –Preguntó Ash, asombrado por el repentino cambio de actitud.-

– Ninguno, y si ya terminamos, por favor retírate. Quiero estar solo; tengo mucho en qué seguir pensando.

– ¡Por supuesto! –Exclamó nuestro héroe, incorporándose y sacudiéndose el pantalón.- Pero estoy listo para la revancha en cualquier momento –Agregó nuevamente, sonriendo desafiante y pícaro.-

– Ese día ten por seguro de que perderás como nunca –Respondió el moreno, esbozando una pequeña sonrisa.-

– En ese caso… ¡Creo que seremos nuevos rivales! –Ash estiró su mano hacia el suelo-

– Creo que así será –Thomas correspondió el gesto esta vez.- Buenas noches, niño. Y suerte mañana. Tal vez no nos veamos, también partiré de viaje.

– ¡Suerte a ti también, Thomas! ¡Nos veremos pronto! –Contestó, alejándose hacia la casa.-

Fin Cap. 5