Long-fic La Escuela que Cambio mi Vida

Nota de la Autora: Konbawa a Todos!!!! Si, si lo sé, estoy superultramega retrasada con él capitulo, pero estoy en semana de exámenes finales, realmente es difícil estudiar así, aunque he sacado todos mis exámenes con 9 para arriba, ju ju ju eso es genial y no estudie nada XD bueno mañana conocere a Enzo Fortuny, doblador de Inuyasha, ¡VIVA! Tenganme envidia, solo espero no llueva, oren a Dios porque sea así, sobre.... mi fanfic, creeo les alegrara oír que ya tengo 60 seguidores, ¡Cielos chicos gracias por tomarse la molestia de leerlo! y espero no defraudarlos, por él momento ya viene lo más interesante de este fanfic, ya llegaremos a buenos episodios y debo informarles, él episodio que le sigue a esté es ultramega especial, porque será un capitulo relatado desde los ojos de Inuyasha, si ^^, espero lo disfruten, pero va después de este, solo les doy un spoiler, y perdonen si me atraso, pero con la escuela, exámenes, epóca de inscripción, mi trabajo de Yoko, grabaciones, fandubs, dibujos, ver anime, a veces no da tiempo para todo -^^- pero nada más me estabilice, volveremos a la normalidad de subir rápidamente capitulo, por ahora, solo disfruten, ¡Hasta Pronto!
P.D: Les repuse los episodios que no había escrito, en este mega episodio, en serio espero les guste.
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Capitulo 22: Inuyasha

Mi pupitre quedaba cerca de una ventana, a veces me perdía en él, cuándo mis pensamientos me abrumaban demasiado, y así pasaron las horas, una tras otra, yo miraba por la ventana, el viento, sus hojas cayendo, y noté que ahí estaba… Inuyasha.

Atrás del edificio número tres, dónde se encontraba mi salón, estaba la pista para correr, dónde se hacían esos concursos de atletismo y también salto con garrocha, en cuánto a deportes mi escuela estaba muy preparada, tal vez porque era la muestra para los nuevos alumnos y atraernos a querer ingresar aquí, nunca sabré si realmente eran necesarias tantas actividades deportivas.

Y ahí estaba Inuyasha, corriendo en la pista a toda velocidad, ¿No tenía clases acaso? Simplemente lo admiraba desde mi ventana, su hermoso negro cabello siendo jalado por el aire mientras su cara furiosa, decidida, estaba fija en su objetivo, cuando llego a la meta alcance a ver cómo le decía algo a un chico con cronometro, este respondía e Inuyasha enfurecía y volvía a correr, ¿Qué estaba pensando?

Ya habían pasado dos meses desde que había entrado a esa escuela, todo lo que he contado hasta ahora ha ido alrededor de Inuyasha, y lo seguiría siendo, mis pensamientos se fundían al verlo, simplemente él era increíble, y su misteriosa vida atrás de esa actitud tan altanera que tenía, pronto sería revelada, al finalizar las clases, después de arreglar las cosas con Hojo, después de hablar con mis amigas, y de recordarle el tema, el proseguiría contando su vida y él porque de su extraño nombre.
-Chicos- decía nuestro tutor, el maestro de Química mientras entraba al salón- pronto tendrán que elegir un club chicos- mi salón empezó a emocionarse, todos habían esperado ese momento y participar en aquellas actividades.
-Profesor ¿Cuándo los escogeremos?- pregunto uno de mis compañeros emocionado
- En una semana aproximadamente.
-¿Esto modificara nuestro horario?- preguntaba otro.
-En lo absoluto- tranquilo respondía el profesor, las actividades se harán el Domingo, para evitar eso, por eso escojan algo que en serio les guste, para evitarse de líos.
-¿Y solo podemos escoger un club?
-No, pueden escoger hasta tres, si creen poder con ellos- explicaba alegremente- pero eso sí, nada de quererse salir o cambiarse, porque se les bajara puntos en sus otras materias- mucho no habían escuchado eso último, estaban tan emocionados.

Así transcurrió el día, muchos platicaban en cuál querían estar, no era del todo obligatorio, podías decidir no estar en ningún club, aunque tendrías que encargarte de los papeleos de la escuela y algunas cosas más, en compensación a no participar, así que básicamente tu elegía que tipo de trabajo querías.
-Higurashi- su voz resonaba en mi mente
-Hojo_kun- simplemente aún no estaba preparada para lo que venía
-Las clases ya han acabado- su mano estaba en mi hombro- ¿En qué has estado pensando?
-Nada…solo qué…- en eso el me interrumpió mientras decía…
-Sobre lo que te dije la vez pasada…
-Sobre eso…- estaba realmente nerviosa, ¿Cómo se lo diría?
-No quisiera presionarte y ni nada por él estilo, entiendo que han pasado muchas cosas realmente raras en tu vida, así que te quería avisar que no te preocuparas en darme una respuesta.
-Hojo…- nunca pensé él fuera a decirme eso, en serio el era un gran chico.
-Pero siempre estaré esperándote, cuándo estés preparada escuchare tu respuesta, recuerda que puedes confiar siempre en mi- y salió del salón, y al salir entraba… Inuyasha, sus miradas se cruzaron, la de Inuyasha más profunda y enojada, y la de Hojo decidida y dulce, algo pasaba y no sabía que era.
-Kagome… ¿Nos vamos?- su tono estaba algo enojado… pero ¿Por qué?- o ¿No quieres oír completa tu respuesta?
-Este… si- rápidamente guarde mis cosas y seguí a Inuyasha, el cual tenía su hermosa mirada, perdida en el infinito.
-¿Te gustaría ir un rato al parque?- decía con esa expresión que pocas veces había visto en su rostro, la dulzura de sus facciones, apenas me daba cuenta que el realmente podía llegar a ser muy apuesto.
-Si- mi sonrisa no se podía evitar, estaba a su lado, una calidez recorría mi cuerpo, quería abrazarlo, sabía que estaba triste, que parte de eso era mi culpa, porque lo obligaba a revivir momentos dolorosos de su pasado, pero realmente tenía curiosidad por saber más y más de él, ¿Por qué él era Inuyasha?
-Siéntate en el columpio- me dijo seriamente y yo obedecí- agárrate fuerte- el empezó a mecer aquel columpio, mientras que de sus labios salían las siguiente palabras- cuando era niño mis padres solían traerme aquí en los días de otoño, yo era muy pequeño, pero aún lo recuerdo.
-Inu…yasha- solo podía decir eso mientras el viento revolvía mi cabello y su cara me era imposible de ver.
-La razón por la que me llamo Inuyasha es por una leyenda que a mi padre le gustaba mucho.
-¿Leyenda?- pregunté
-Sí, se llama la leyenda del Árbol Sagrado.
-¿Y de qué trata?
-Déjame recordar, mi madre me la contaba todas las noches, pero lleva mucho tiempo que no la oigo, así que perdona si no soy capaz de contártela como se debe, tal vez deberías buscarla.
-No importa, quiero oírla de ti.
-Pues… cuenta la leyenda que en la era feudal de Japón, los monstruos y espíritus decidieron que ya no se debían ocultar de los hombres, así que empezaron a vagar libres por la tierra, pero había cuatro bestias sagradas muy poderosas, guardianes de los cuatro puntos cardinales.
-¿En serio?- nunca había pensado que existiera una leyenda así, pero sonaba interesante- ¿Quiénes eran?
-A eso iba- hizo una cara de enojado, pero un poco alegre.
-Perdón- mis mejillas no tardaron en sonrojarse en ese momento.
-Eran El Ave de Fuego del Norte, el Fénix, El Zorro Blanco del Sur, el Zorro de Nieve mejor conocido como Yuki_Kitsune, El Dragón del Este, el cuál era capaz de traer la primavera y fertilidad, y por último pero no menos importante, el perro sagrado del oeste, Inu Taisho, el perro guardián del viento.
-Espera… ¿No era esa la forma en que llamaban a tu padre?
-Sí, es una de las razones del porque está era la leyenda favorita de mis padres.
-Vaya…- decía en un suspiro.
-¿Puedo continuar?- nunca en mi vida había visto a Inuyasha tan serio, y esa forma de ser de él en ese momento, me hacía estar avergonzada de mi misma.
-Si
- Pues al estar en esta crisis los guardianes se vieron obligados a pelear contra los monstruos, en esa batalla, la mayoría de ellos murieron, pero uno de ellos, el guardián del oeste antes de morir, le pidió a una joven humana el favor de continuar su descendencia. Pasó el tiempo y está mujer tuvo un hijo, que no era humano, pero tampoco era bestia, ella le enseñó el estilo de vida humana, y lo llamo Inuyasha- ahí estaba la razón, apenas dijo el nombre del niño, comprendí la razón de su nombre el porqué él se llamaba así…- pero igual era rechazado por ellos, años después la madre murió, dejando a su hijo solo, al cual no le quedo más que irse y desaparecer de la vida humana, el tenía dos hermanos, el mayor, era una bestia pura, simbolizaba la maldad, el menor era humano, y simbolizaba el bien, el hermano intermedio, Inuyasha, finalmente no era ni uno ni otro, simbolizaba el equilibrio entre las dos fuerzas.
-Interesante- esa palabra saló de mi boca sin que yo pudiera evitarlo.
-¿Por qué lo dices?- decía él mientras su cara curiosa se fijaba en mis ojos en ese movimiento de columpios, entonces el detuvo el columpio con una mano, y se sentó en el asiento que estaba a lado, sin soltar mi columpio.
-Porque…- titubee- eran tres hijos los del guardián del oeste ¿No?
-Si
-Uno era humano y era el bien, el otro era bestia y era el mal, pero Inuyasha no era ni uno ni otro, el era un equilibrio, no era demasiado bueno ni demasiado malo, entonces pienso que tus padres escogieron ese nombre para ti de entre los tres hijos de InuTaisho, porque querían que fueras como él, un equilibrio de entre el bien y él mal.
-Vaya… nunca lo había visto de ese modo- su mirada se encontraba en el infinito, y la luz del sol alumbraba sus hermosos ojos cafés- pero aún no acaba está leyenda ¿Sabes?
-¿Es tan larga?
-Si Kagome… porque lo que siguió, fue la parte más triste de la leyenda, ya que después el hermano mayor mató al hermano menor, y decidió deshacerse de su otro hermano, pero en la persecución de este, Inuyasha fue a la tumba de su padre, y se hizo una espada con uno de los colmillos de él, con el fin de poder protegerse de su hermano.
-¿En serio?
-Bueno recuerdo que era así, aunque…- sus ojos se guiaron al infinito- al acabar la batalla, los dos quedaron gravemente lesionados, Inuyasha termino tomando una forma humana y fue encontrado por una hermosa mujer, de allí, surgió un hermoso amor, y se casaron, pero días después de la boda, el joven llevó a su esposa al bosque, dónde le mostro su verdadera apariencia.
-¿Y qué hizo ella?- no pude aguantar mis ganas de preguntar
-Ella… se asustó, y agarro una estaca que le clavo en el corazón, dejándolo estacado en uno de los robles del bosque, el más grande del lugar, pero después de ello, la mujer decidió quitarse la vida.
-¡¿Qué?! ¿Por qué?
- Ella lo hizo diciendo lo siguiente: Cuando reencarnemos nos encontraremos de nuevo, mí amado Inuyasha y viviremos muy felices.
-Vaya… entonces ellos ¿Reencarnaron?
-No, la chica no contaba qué el alma de esa creatura quedaría sellada en el árbol, junto con su cuerpo, por lo cual, nunca pudieron estar juntos, nunca se reencontraron, y ese árbol nunca desapareció por el alma de aquel ser y siguió existiendo, su nombre era el Goshinboku o lo qué es lo mismo Árbol del Tiempo.
-¡No puede ser!- grite en un pequeño momento
-¿Qué pasa?
-Ese es el nombre del árbol sagrado de nuestro templo- realmente no lo podía creer, sabía que había una leyenda detrás de ese árbol, mi abuelo siempre había intentado contárnosla, pero jamás le habíamos dado la oportunidad, ¿Está era la leyenda oculta?
-Vaya Kagome, yo siempre pensé que ese árbol no existía, solo era una leyenda.
-Pero… ¿Esa es la razón de tu nombre?… Inuyasha
-Sí, algo extraño, porque el final de él no fue el mejor de todos, simplemente él quedo sellado en un árbol por amor.
-Si- suspire- pero es un lindo final de algún modo, porque él siguió recorriendo el tiempo en ese árbol, porque ahí quedo su alma, técnicamente nunca murió.
-Sí, pero estaba sellado dentro de él, simplemente no entiendo porque la mujer lo estaco ahí y luego se mató.
-Tal vez ella pensó que Inuyasha era una bestia completa y que estaba maldito y nunca alcanzaría la salvación, y quiso liberar su alma de eso, ¿No has pensado en la posibilidad de que ella haya sido una sacerdotisa?
-No, no se me había ocurrido- decía mientras se levantaba- creo es mejor nos dirijamos a tu casa, tu familia se preocupara.
-Si…- me empecé a levantar y a seguirlo
-Aunque…- dijo él- ¿Por qué luego ella se quito la vida?
-Porque tal vez se dio cuenta no podía vivir sin él, dar la vida por él ser que amas y tratar que este sea salvo, no es malo, solo que ella estaba confundida- la mirada de Inuyasha en ese momento se notaba distante ¿En qué pensaba? ¿Estaba bien?
-Nunca lo había visto así… tal vez sea cierto, pero…
-Pero…
-Siento qué este nombre me ha echado una maldición.
-¿Por qué?

-Porque los eventos del pasado, se están volviendo a repetir…- dijo con una mirada fría y yo no entendía que pasaba.

CONTINUARA...

 

Nota de la Autora: Konbawa!!! ¿Cómo están todos? Espero bien, pues... no conocí a enzo Fortuny, pero me la pase bien ^^, me tomaron fotos como Kagome y fue genial.... bueno está nota es para responder algunos comentarios que en serio me sacaron de onda :confused: no se ofendan chicas, pero luego decían cosas que yo no había escrito, por ejemplo en el capitulo anterior salieron muchas dudas sobre la leyenda que contó Inuyasha, y bueno primera no se sabe con sertesa que la leyenda sea 100% cierta, recuerden que una leyenda puede ser un hecho real, pero que se va modificando con el tiempo, al pasar de generación en genración, aparte Inuyasha se la acaba de contar a Kagome, por lo que Kagome aún no llega a su casa y aún no ve él árbol, así que no desesperen eso será en el próximo episodio a este, no este, el próximo.

Segunda, ellos no saben si el espirítu de Inuyasha de la leyenda, está encerrado en el árbol o eso es una mentira de la leyenda, por lo que no mencionan nada de liberarlo, luego, jamás mencione que el Inuyasha de le leyenda sea este Inuyasha, solo se llaman igual, es como si ustedes le pusieran a uno de sus hijos Inuyasha por el anime o está leyenda, no quiere decir sean antepasados, y sobre cuándo Inuyasha dice que "Los hechos del pasado se están volviendo a repetir" no se refiere a que se repiten exactamente, se refiere más a él y su vida pero sobre su propio pasado, creeo este episodio aclarara muy bien eso, pero bueno... la continuación del episodio anterior no será este... este es un episodio especial, ya que es el episodio 1 relatado desde el punto de vista de Inuyasha, está algo largo, pero a mi en lo personal me gusta más como relata Inuyasha a Kagome, aunque perdonen la actitud traumada que le puse, pero ustedes entenderán posteriormente porque quedo así, por ahora este episodio explicara algunas cosas que no habían entendido, ya que el punto de vista de Kagome es solo la mitad de la historia, por ahora las dejo y diganme si les gusto el punto de vista de Inuyasha, y si quieren algún otro episodio desde su punto de vista, para que lo haga, por ahora las dejo. ¡HASTA LUEGO!
Nota: La leyenda que contó Inuyasha en el capitulo anterior si existe, si no me creen busquenla como "La Leyenda del Árbol del Tiempo" es la leyenda en que se basó Rumiko para la historia de Inuyasha.
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Capitulo 23: Empezando de Nuevo

-Inuyasha…- decía aquella hermosa voz en mis sueños- ¿Cómo pudiste? Yo confíe en ti- su hermosa voz me reclamaba, me detestaba, a pesar de que la amaba tanto.
-¡No! ¡Espera! ¡No es lo que piensas!- trato de alcanzarla, pero es inútil, ella se aleja más y más de mi, hasta que por fin la toco, pero se oye un disparo y mis manos se llenan en sangre- No, no, ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡Kikyo!- en ese momento desperté…

Mi nombre es Inuyasha Taisho, tengo 17 años de edad, voy cursando los finales del 4º semestre de preparatoria, es decir el segundo año, en la escuela Shien Kikou shou Gakukin, no tengo familia, actualmente vivo con un amigo, hijo de los amigos de mis difuntos padres, sus padres son mis tutores, pero vivo con él y legalmente él se hace cargo de mi, el se llama Miroku Kada.
-¡Buenos días Inuyasha!- dice con una sonrisa
-Buenas…- las pesadillas no son cosas que me agraden
-¿Tuviste una pesadilla?
-Si- respondía enojado, ya que llevaba un año sin dormir bien, solo me limite a servirme en un tazón cereal con leche.
-¿Soñaste nuevamente con ella?
-¿Por qué preguntas lo qué es lógico Miroku?
-¿Por qué no la puedes olvidar Inuyasha?
-Porque… ella… cambio muchas cosas en mi- en ese momento me di cuenta que estaba hablando más de la cuenta, comí mi cereal a toda velocidad y me cambie rápidamente- Miroku libidinoso apúrate o llegarás tarde a la escuela, te espero haya- decía mientras salía corriendo.

Las calles de Japón eran demasiado concurridas, llenas de personas que en la mañana buscaban ir al trabajo o que tenían alguna esperanza de encontrar algo mejor, gente común que si sabían de las desgracias, no tenían aún así ni la más mínima idea de mi vida.
-¡Qué tontería!- me queje- ¡¿Esto no puede ir más rápido?!- tomar el tren en las mañanas era algo desagradable, amontonado de gente, tocándose unos a otros contra su voluntad, el sudor, el mal aliento de los demás, cómo detestaba eso, pero… lo único de lo que no podía quejarme era del paisaje que había desde la ventana, las rutas que recorrían y la gente subiendo, en ese advertí una cara similar, cabello negro y alborotado, unos ojos cafés como el chocolate, una boca pequeña y rosada, su piel se veía tersa y con las mejillas sonrojadas, usaba un uniforme de secundaría verde, casi podría jurar que era…- ¿Kikyo? - cerré mis ojos por una milésima de segundo, pero parecía ser era solo mi imaginación, ella ya no estaba, gire mi mirada hasta dónde podía alcanzar, pero ya no la vi- ¡Ja! Era solo mi imaginación- y espere paciente mi estación.

Yo era capaz de caminar desde mi casa hasta la escuela, pero… desde hace un año que había perdido las ganas de hacerlo, porque algo en mi había muerto el mismo día que su sangre se derramo sobre mí, la extrañaba, pero no podía hacer nada, hay cosas que jamás regresan, y yo debía seguir con mi vida por una promesa que le hice a Miroku en el pasado.

Llegue a mi aula, en el edificio 4, en la planta baja, mi pupitre era uno de los de en medio, solo me senté, muy pocos habían llegado, ¿Me había adelantado demasiado?, no lo sabía, solo saque un pequeño libro sobre templos y me puse a leer, no hace mucho había logrado ingresar como ayudante en un templo cerca de casa, así distraería mi mente, y mis pensamientos, todo lo que me recordara a ella.
-Taisho_san- un chico de cabellos cafés obscuros, ojos alargados de tono azul, de mi salón y cuyo nombre no recuerdo, me llamó- una chica de primeros lo busca- apenas oí eso me pare, y me dirigí a la puerta, donde una chica con pelo corto, café claro, grandes ojos cafés como el tronco de un árbol, labios pequeños y rosas y de baja estatura, parecía tímida, pero entonces ella hablo…
-Taisho_senpai- ella realmente estaba nerviosa- quiero… quiero…qui…
-¿Salir conmigo?- me adelante mientras ella velozmente empezó a asentar la cabeza- o… ¿Quieres salir con Miroku?- dije con una mirada fría, siempre era lo mismo.
-Yo…yo- ella empezó a titubear, realmente era fastidiosa esa situación.
-Patética…- ella entonces abrió sus ojos grandes como platos, como si no comprendiera mis palabras.
-¿Por qué?…- ella susurro- ¡¿Por qué simplemente no te decides a salir con alguien para que Miroku salga con alguna de nosotras?! ¿Por qué tienes que ser tan egoísta?- gritaba, y con lágrimas en los ojos.
- ¿Quién es el egoísta? ¿Yo que no quiero salir con nadie porque nadie me gusta? ¿O tú qué solo quiere salir conmigo para estar con Miroku? La que solo quiere utilizarme.
-Este…- no tenía palabras con las cuales responderme
-Y una cosa más mocosa, yo no tengo nada que ver con que Miroku no quiera salir con ustedes, yo solo soy su excusa, porque si a Miroku realmente le gustará alguna de ustedes, nada lo detendría para salir con ustedes- estaba tan cansado de esa situación.
-¿Cómo puede… ¡Ser tan cruel!?- y salió corriendo mientras lloraba, lágrimas egoístas por las cuales no iba a compadecerme.

Siempre era lo mismo, todas las mañanas me levantaba de entre mis pesadillas, recordándola, la única mujer que yo ame, y su cuerpo inmóvil entre mis manos, su sangre manchándome, y su sonrisa, viéndome… no podría olvidarla nunca, la mujer que me traiciono y que después murió.

Pero… todo era un sueño, en cuánto bajaba a desayunar y estaba con Miroku el cual siempre estaba relajado, nada era diferente, estúpidas chicas pidiéndome salir pero no porque me amaran o les interesará, les importaba más Miroku, y egoístamente no les importaba si me llegaban a lastimar a mí en el camino de acercarse a él.
-Pronto llegarán alumnos nuevos Inuyasha- ese era Miroku, que a la salida de la escuela me hablaba.
-Sí, lo sé- eso debía emocionarme.
-Tal vez llegue alguna chica linda que te guste
-No molestes Miroku, que al que le van a gustar todas es a ti.
-No, no- decía Miroku- mi estimado Inuyasha, mi corazón solo es de una joven, de Sango Tsuruya.
-Sí, pero ya no la verás, en este año vas a salir de la escuela- cierto Miroku iba en tercer año y sexto semestre de preparatoria, pronto dejaría la escuela.
-No si puedo evitarlo, siempre es tiempo suficiente para reprobar.
-¿Qué?- no sabía lo que Miroku planeaba, pero sabía que fuera lo que fuera no era nada bueno.

Y así llegaron los exámenes finales, para pasar al siguiente semestre, todos se esforzaban, eran tan tediosos, muchos esperaban aprobar, nadie esperaría que hubiera alguna persona que anhelara lo contrario, nadie sospechaba de… Miroku.
-¿¡Qué reprobaste todos los exámenes!?- fue una gran sorpresa, Miroku sería cualquier cosa, pero era muy inteligente, casi no podía creerlo.
-Si- decía muy quitado de la pena- solo tendré que repetir este año
-Ya llevas con este, dos años perdidos Miroku ¿Cuántos más piensas reprobar?
-Vamos Inuyasha, no es tu vida, déjame ser- siempre era tan sínico

Tenía que aceptar sus decisiones, y tenía que prepararme para él último año de escuela, los profesores me habían dejado a cargo el discurso de bienvenida, bueno más bien a Miroku el cual me lo encargo a mí, yo solo debía prepararme.

El día de la entrada finalmente llegó, se me había hecho tarde, él estúpido de Miroku se había olvidado de despertarme, había que correr a toda velocidad, hacía la escuela para dar ese tonto discurso de bienvenida a los novatos de primer semestre, tenía que llegar antes que todos para prepararme.

¿Qué es eso? ¿Una chica? Cabello largo y negro, corriendo a toda velocidad, bueno a lo que daban sus piernas, ¿Quién era? Solo podía ver su espalda, mientras corría velozmente y poco a poco alcanzaba su pasó, ella no llegaba tarde, pero aún así iba corriendo, aunque yo logre esquivarla, chocando con ella, se oyó un golpe, pero no había tiempo de voltear.
- ¡HEY! ¡TU TONTO! ¡FIJATE POR DONDE VAS!- me grito desde lejos con voz furiosa
- Lo siento, pero voy retrasado, no tengo tiempo- fue lo único que alcance a decir, ante esa niña tan distraída y lenta.

Los minutos pasaron, me ordene para poder pasar y decir firmemente ese discurso, el auditorio de la escuela se fue llenando poco a poco, mi mente estaba algo desordenada, las pesadillas en mi mente sobre Kikyo y el día de su muerte, me recordaban tanto a una leyenda que me contaba mi madre, sobre un hombre mitad bestia y su amada mujer, la traición de ella, pero al mismo tiempo el no poder estar juntos, eso había pasado en mi vida, tantas veces había culpado el hecho de llamarme Inuyasha, y pensé que era una maldición de mi vida.

Desde ese momento, en que la sangre de ella recorrió mis manos y me mancho, mi vida perdió sentido, ella se había vuelto una obsesión, que se materializaba ante mis ojos, como aquella vez en el tren, la chica que despareció, pero que en su cara solo la vi a ella, mi amada Kikyo, persiguiéndome, torturándome, cuanto la amaba, pero si ese dolor era lo único que quedaba entre nosotros, supongo que lo soportaría, porque no quiero perderla.
-Taisho- un profesor me llamó- ya casi es hora, vete preparando- en ese momento tome fuertemente las hojas de mi discurso, no era momento de pensar en el pasado, debía hacer lo mejor posible.

En ese momento salí, allí estaba la gran multitud, tenía que empezar ya, recitando las mismas palabras que escribí en mis hojas, con la fuerza que poseía, pensando que era lo que Kikyo hubiera querido si ella siguiera viva, y a pesar de los ruidos de algunos alumnos, los falsos gritos de las admiradoras de Miroku, de mi propia voz, mis ojos buscaron al único amigo que tenía, lo poco que quedaba en mi vida y algún día me abandonaría, y lo ubique… su voz diciendo:
-Sí, ese idiota, ¿Quién se cree que es?- esa era la voz de una chica, me parecía algo familiar, pero aún no la ubicaba
- Pues Inuyasha, no se cree es idiota- esa era la voz de Miroku, inconfundible… ¿Yo idiota?
- ¿Así que se llama Inuyasha? ¿Qué nombre tan extraño y algo feo? Pero usted tiene razón, es un idiota- ¿Esa chica quién se creía que era? No me conocía.
- Si- afirmaba Miroku-Por cierto me llamo Miroku Kada y usted joven hermosa, ¿Cómo se llama?- ahí iba de nuevo a coquetear, ese chico libidinoso.
- Yo me llamo Kagome Higurashi- ¿Kagome? Ese no era un juego infantil, ¿Y así se burla de mi nombre?
-Lindo nombre- ¿Cómo puedes decir eso Miroku?-Kagome_sama, yo se que usted es muy joven, apenas de 1º semestre, pero… -¿No me digas que le vas a pedir eso a ella también?-¿Le gustaría tener un hijo conmigo?- ¡Imbécil! ¿A ella también? ¿Cuántas chicas quieres enamorar y hacer reír con eso?
-¿Por qué me pide eso?
- Porque usted es una joven hermosa- si claro, eso dices de todas, a pesar de decir amar solo a Sango, ¿Por qué le coqueteas también a ella?
-¡HEY MIROKU! ¡YA ANDAS DE LIBINIDOSO!- no podía aguantar más oyendo a ese infeliz seduciendo a otra chica más.
-Ese idiota- ¿Quién es el idiota Miroku? Tú eres el que anda de coqueto por ahí- ¿Cómo se le ocurre gritar eso a través de un micrófono enfrente de toda la escuela?- de la misma forma que coqueteas con cada chica que vez, me hubiera gustado gritarte eso.
-¡TU! ¡DEBERÍAS DEJAR DE ANDAR COQUETEANDO CON LAS MUJERES! Y menos con las inocentes de 1º semestre- supongo eso es más suave como mensaje
- Inuyasha, Inuyasha…- y ahí viene su cinismo- yo no tengo la culpa de que tu no sepas apreciar las cosas hermosas de la vida como son las mujeres, las cuales, tan bellas, delicadas, hermosas, son dignas de admirar y proteger, y a diferencia tuya que ni las mira, yo las quiero apreciar toda la vida- charlatanerías de un pervertido, ¿Cómo iba a escucharlo?
- ¡CALLATE MIROKU! Yo por lo menos no he reprobado 2 años seguidos- sí, eso era lo peor de todo, él siendo capaz de cualquier cosa, seguía estancado aquí.
- Pero no es por ser tonto, si no por flojo, ¿Qué es diferente?- ¿Qué significaba eso?
- ¿¡CÓMO TE PUEDES ENORGULLECER DE ESO!?- ese idiota, ¿Cómo podía decirlo tan tranquilo?
-Dime Inuyasha ¿A poco esta joven no es hermosa?- y agarro a la joven que tenía a lado, con la que había hablado hasta ahora.

Ojos color chocolate, cabello largo y negro, boca pequeña y rosa, piel tersa y mejillas sonrojas, facciones algo bruscas, pero bellas, una mirada decidida, se parecía tanto a ella, por un momento no lo noté y me confundí y de mi boca salió el nombre, de la que alguna vez ame tanto y aún amaba.
-¿Ki…kyo?- por un momento lo pensé, pero… me di cuenta que no era ella, Kikyo era mucho más hermosa, está chica era las misma que la del tren, de algún modo ella se cruzaba en mi vida, en ese momento hice un movimiento brusco de cabeza- Por supuesto, me encantan las chicas con cara de tontas- ella no era Kikyo, yo solo amaba a Kikyo.
- ¡OYE ME TU! ¡QUÉ CHICO TAN GROSERO ERES!, aparte de que esta mañana tu me tiraste al suelo por ir corriendo como idiota, que ni siquiera la molestia de ayudarme tuviste, me dices cara de tonta, ¿¡QUÉ TE HAS CREIDO!?- grito furiosa, así que ella no solo era la chica del tren, si no la de esta mañana, era como si la vida se hubiera empeñado a ponerla enfrente de mí.


No era Kikyo, jamás sería Kikyo, ¿Pero tal vez reemplazaría a Kikyo? No lo sé, pero en ese momento como si nuestros destinos se hubieran unido, sentí la necesidad de acercarme más a ella, de saber más de ella, de saber si ella podría llegar a ser como Kikyo si era como ella, pensé: Si la vida la pone tanto frente a mí, tiene que significar algo, ella tiene que ser una cura a mi dolor, a mi soledad, posiblemente estar con ella, podría resultar interesante.

CONTINUARA...