Long-fic La Escuela que Cambio mi Vida

Nota de la Autora: Konichiwoa!!! Hoy es el día en que subire continuación de mi fanfic (¡VIVA!) ^^ no se... pero creeo era momento de decir mis idioteces de nuevo, primero que nada diré esto... muchos comentan que la historia se está yendo muy rápido, dejenme informarles que es lo contrario, se está yendo demasiada lenta, esté es el episodio 18 y dejenme decirles, no llevamos ni la cuarta parte de la historia, así que... que más quisiera que fuera más rápida (soy una floja) si dicen que no hay mucha narración, trato de arreglar eso, pero en estás escenas por lo menos para mi, es algo difícil, porque es más acción por parte de los personajes que narrativa ^^ así que perdonen si uso demasiados diálogos, luego viene la parte que muchos han comentado... (la relación de Inuyasha y Kagome se está yendo muy rápida) dejenme decirles que a pesar de que esta historia no tiene nada que ver con Inuyasha, me base en los personajes originales para estos, por lo que en está historia al igual que en la de Inuyasha el acercamiento entre los principales es igual de adelantado, debido a Kikyo, otra cosa que me dicen es que Inuyasha ¿Se convierte en Hanyou en la Luna llena? y eso es rumor XD solo es un DISFRAZ para su trabajo en un templo y no lo reconozcan, pero nada del otro mundo y por último... para los que esperan la aparición de Kikyo, pues lamento decirles, eso no ocurrirá, si tendrá mucho que ver en la historia pero jamás aparecerá, apareceran Rin, Sesshomaru y Jaken (si, Jaken XD) aparte de Kagura, Naraku y Kanna, entre otros, pero Kikyo y Kaede no aparecerán ^^ (Kaede por el exceso de edad que no se podría relacionar con ser la hermana menor de Kikyo y no me quiero salir tanto de la historia) Espero está GRAN NOTA haya aclarado muchas dudas. ^^ HASTA PRONTO!!!
Atte: YokoHigurashi
=X
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Capitulo 18: La Competencia de Atletismo

De algún modo… ese ambiente tan cálido en esa casa, me di cuenta era provocado por Miroku_san, cuándo empezamos a preparar la comida vi como Sango se sonrojaba con la presencia de Miroku, y este rápidamente arruinaba eso con alguna perversión, sentía que Miroku_san sentía algo por la joven Sango, y está también sentía algo por él, no sé porque, pero en ese momento empecé a fantasear sobre su futuro juntos… tan bien se veían juntos, como si ya se conocieran de antes.
-Kagome_san se le está quemando la comida
-Kagome_chan ¿Está usted bien?
-¿Qué? ¡Ah! ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!- después de eso Miroku y Sango se encargaron de todo mi desastre, pocas veces había cometido ese tipo de accidentes- perdónenme… solo estoy arruinando todo.
-No se preocupe Kagome_san lo importante es que usted esté bien
-Sí, cuándo el agua empezó a salirse de la hoya… ¿No sé quemo Kagome_chan?
-No- estaba totalmente sonrojada-yo estoy bien
-Pues parece todo está listo- decía Sango con orgullo- bueno… yo me retiro
-Espere Sango porque no se queda a cenar
-Perdone senpai… tengo cosas que hacer- agachándose con una cara demasiado fría- Kirara sube, nos vamos- y así salió de la casa.
-¿Qué pasa Miroku_san?
-Ella… es tan linda, pero me odia- decía Miroku con una sonrisa en la cara, pero un tono realmente decepcionante.
-¿Por qué dice eso?
-Miroku es divertido- decía Shippo mientras jalaba su pantalón- y ama a la señorita Sango -Miroku con su pierna rápidamente hizo un movimiento con el que le pegó a Shippo en la cabeza
-¡MIROKU_SAN!-grite
-Mis sentimientos son tan obvios que hasta un niño puede verlos, pero Sango no.
-Espere… ¿A usted le gusta Sango?- en ese momento se abrió la puerta en un portazo.
-¡MIROKU!- esa voz inconfundible, era Inuyasha- ¡Ya llegué!- si con su cara enojada, traía aquellos cabellos blancos con orejas de perro, aquella peluca- ¡No soporto está cosa!- mientras se quitaba aquella peluca y abriendo sus ojos, nuestras miradas se cruzaron- ¿Kagome?
-Hola- dije tímidamente, pero su mirada rápidamente y de una manera atacante se dirigió a Miroku, como si le estuviera reclamando mi presencia.
-Hola Inuyasha, que bueno que volviste ¿Quieres cenar?
-Hola- mientras su mirada penetrante seguía sobre Miroku el tomaba asiento, dejando la parte de arriba de su extraño traje rojo en la silla del comedor.

Aquel comedor estaba adornado con un bello mantel blanco y una orilla verde con pequeñas rosas, un toque muy femenino para ser una casa dónde solo viven 2 hombres, estaban los platos ordenados, con sus cubiertos, vasos, servilletas… en todos los asientos, como advirtiendo la presencia de más invitados.
-¡Que linda quedo la mesa!- dije llena de admiración
-A si, fue Sango quién la acomodo así mientras estábamos cocinando- Miroku explicaba con una sonrisa en la cara.
-¡Qué lindo!- realmente la forma de ordenarlo tenía detalle y dedicación.
-¿¡Y a quien le importa!?- con su cara agresiva y furiosa hablaba Inuyasha
-¡Eres un grosero!- Shippo_chan entonces le sacó la lengua.
-Vaya mocoso veo que andas por aquí- y rápidamente Inuyasha le dio un puñetazo en la cabeza- para que aprendas
-Pero… ¿Por qué me pegas? Soy solo un niño.
-Inuyasha… no deberías maltratar tanto a Shippo.
-Y tú no deberías andar por la calle así como así- decía mientras su penetrante mirada ¿dorada? Me tenía en la mira- apenas han pasado unas semanas desde lo de aquella herida, deberías quedarte en casa.
-Pero estoy bien…
-Eso da igual… ¡Piensa en tu Salud!
-No te enojes con ella, yo fui el que insistió en que viniera.
-Debía suponerlo…- empecé a acercarme a Inuyasha sin importarme que estuviera hablando-tu eres un irresponsable,-empecé a acercarme más y más- ¿Qué pasaría si ella se lástimas por estar…?- entonces para ese momento, mi cara estaba lo suficientemente cerca de Inuyasha, que casi podría haberlo…
-¿Qué quieres besarme Kagome?- decía con una cara sonrojada pero un tono demasiado burlón, en ese momento, solamente me aleje en un abrir y cerrar de ojos de él.
-Solo quería comprobar tu color de ojos… se ve dorado. ¿No era acaso café?
-A eso- acerco sus manos y quito dos pequeños vidrios de sus ojos- son pupilentes, parte del disfraz, no quiero que nadie me reconozca.
-Ya veo- decía con una cara decepcionada, ¿Cómo yo me daba cuenta de detalles tan pequeños sobre su aspecto, pero él no se daba cuenta de cómo me veía esa noche?
-Miroku…- la voz de Shippo_chan empezó a romper mis pensamientos
-¿Qué pasa Shippo?
-¿Sabes qué es una competencia de Atletismo?
-Así… por lo general se hacen en nuestra preparatoria cada año, dentro de dos meses será la próxima, consiste en correr en una pista de 100 metros, 3 vueltas velozmente, la primera persona en cumplir el objetivo y llegar a la meta será el ganador, por lo general nuestra escuela es representada por Inuyasha- decía Miroku mientras lo miraba- es considerado el más rápido de la escuela.
-¡BA!- Inuyasha esa noche se veía extrañamente irritado y parecía no tenía ninguna intención de platicar amigablemente.
-Pero… el solo ha logrado el segundo lugar- proseguía Miroku
-Todo estaría perfecto si no estuviera ese estúpido Lobo sarnoso- Inuyasha empezó a cruzar sus brazos en un gesto de negación y disgusto y fue en ese momento que por mi mente pasó el rostro de Koga y aquellas palabras:

-Si yo gano, tú tendrás que ser mi novia- esas palabras que seguían resonando constantemente en mi mente.

-Pero… esté año ganaras, ¿Verdad Inuyasha?- decía con esperanzas, quería que el ganara, confiaba en que el sería capaz, sin poder advertir lo que diría…
-Este año no voy a participar- esas palabras… apenas las dijo, creí que el mundo me venía encima… Inuyasha era el único oponente digno de Koga, según Miroku el era el más veloz de nuestra preparatoria, y yo necesitaba que vencieran a Koga.
-Kagome…- Shippo empezó a agarrar mi chaqueta- ¿Qué vas a hacer?
-¿Hacer de qué?- preguntaba Inuyasha curioso
-Es que…- Shippo empezó a relatar- en el camino aquí encontramos a un chico raro llamado Koga, que dijo que si el ganaba en la siguiente competencia de atletismo Kagome tendría que ser su novia.
-¿¡Qué!?- de un salto, se levanto de la mesa y se dirigió a mi- ¿Eso es cierto Kagome?
-Si- decía algo asustada, realmente él en ese momento se veía demasiado violento.
-¡Rayos! Ahora tendré que competir y vencer a ese lobo sarnoso- mientras daba un duro puñetazo a su otra mano, y su cara se tornaba cada vez más furiosa.

CONTINUARA...

 

Capitulo 19: Quiero estár contigo

-Si- decía algo asustada, realmente él en ese momento se veía demasiado violento.
-¡Rayos! Ahora tendré que competir y vencer a ese lobo sarnoso- mientras daba un duro puñetazo a su otra mano, y su cara se tornaba cada vez más furiosa.
-¿Qué?- empecé a sonrojarme- No tienes que hacerlo, no es obligación tu…
-¡Cállate! ¿¡Acaso quieres ser novia de un tipo así!? Tú ya lo viste… ¿En serio quieres algo así?
-No- me estaba venciendo con los hechos… realmente Inuyasha podía ser más razonable que yo cuándo quería.
-Entonces… ¡No hay tiempo que perder! No dejaré ese lobo sarnoso se quede con Kagome- de algún modo cuándo dijo eso, algo en mi se movió, algo pequeño en mi pecho.

Un corazón trabaja como miles de engranes, uno no funciona si el otro no se mueve, se necesitan, pero para que ellos se muevan algo debe hacer reaccionar esas pequeñas maquinas en nuestro corazón, las que bombean sangre, las que no producen dolor o amor, tristeza o alegría, y en ese momento… aquellas palabras de Inuyasha, habían hecho reaccionar a una de esas maquinitas dentro de mí, ignoraba cuál de todas, pero no pude más que sonreír, algo me decía en mi interior, puede confiar en él, confía en Inuyasha, y al final decidí…
-Confío en ti Inuyasha- con una sonrisa en la cara y algo sonrojada le decía lo que pensaba.
-Ya verás Kagome- mientras se señalaba a él mismo- yo venceré.
-Pues bien…- decía Miroku mientras nos abrazaba- ya que todos somos amigos, porque no cenamos de una vez.
-Si… ¡Quiero comer!- decía Shippo con una gran sonrisa en la cara, ansioso de lo que venía.

Esa noche, sentados en la mesa estábamos Inuyasha, Miroku_san, el pequeño Shippo y yo, cenando con la mesa que había sido ordenada por Sango, ella era realmente talentosa, mientras comía, observaba a mi alrededor… atrás de Miroku_san e Inuyasha, que comían juntos, habían dos cuadros, eran unos cuadros muy raros, el primero era un cuadro abstracto, formado por figuras geométricas, triángulos, cuadrados, círculos y con un hermoso marco rojo, el segundo era un cuadro con unos molinos pero en lugar de aspas tenían ¿mariposas? Era realmente lindo… por un momento me quede pensando, realmente esa casa contrastaba mucho… habían cosas que parecían muy relajantes y otras parecían muy salvajes, porque debajo de los cuadros había un mueble, posiblemente en sus cajones pequeños se encontraban los cubiertos y en sus pequeñas puertas los platos, encima tenía un pequeño mantel redondo blanco, que estaba en el centro y no cubría ni la cuarta parte del mueble, encima de aquel mantel, había incienso, en un recipiente morado, con un aroma lavanda combinado con jengibre, un olor realmente relajante, hasta qué…
-Miroku ¿¡Puedes quitar eso!?- mientras se tapaba la nariz, Inuyasha reclamaba- realmente no soporto ese olor, me da demasiado sueño.
-Una nariz de perro como la tuya- mientras se levantaba a apagar el incienso, Miroku respondía a Inuyasha- jamás será de soportar algo tan relajante como el incienso.
-Nariz de perro, ¡Inuyasha es un perro!- Shippo gritaba alegremente, molestando a Inuyasha.
-¡Cállate enano!- y con un golpe Inuyasha hizo llorar a Shippo.
-¡Kagome! Inuyasha me pegó- entonces tome mi cuchara y como pude le pegué en su frente.
-Basta… Inuyasha- entonces el ladeo la cabeza mientras decía fríamente…
-No te creas mucho, y con la autoridad para mandarme solo porque estás vestida así… eso no cambia nada.
-¿Qué?- cuán dijo eso… me di cuenta que él no había ignorado mi apariencia.
-¡SI!- gritaba furioso- ¿¡Qué es eso!? ¿¡Esas coletas, ese maquillaje!? ¿¡ESA ROPA!?- mientras gritaba eso, algo en mi se sentía feliz, aquella maquinita que en mi corazón empezaba a funcionar iba más rápido, pero lo que salió de mi boca no tenía nada que ver con lo que había dentro de mi…
-¿¡Tanto te molesta!?- grite rápidamente.
-Es que esa… ¡No eres tú Kagome!- decía de una forma alterada- Tú nunca te vistes así, o arreglas así… simplemente está no eres tú.
-Lo siento… no pensé que te fijaras tanto en mi apariencia
-Tonta… no te creas tanto solo por un comentario así- apenas dijo eso fue cuando nos percatamos de qué Miroku_san y Shippo_chan habían dejado de hablar, curiosamente los dos volteamos al mismo tiempo y ahí estaban los dos, comiendo mientras nos observaban atentamente.
-¿Qué pasa?- mi cara no la veía, pero podría jurar que en ese momento estaba totalmente roja.
-Nada… solo que hacen linda pareja- decía Miroku_san mientras se levantaba de la mesa con su plato y una sonrisa en la cara.
-No digas tonterías Miroku- decía Inuyasha en un tono grosero- yo jamás me fijaría en una niña tonta como ella.
-¿¡Tonta!? Tú…- no sabía exactamente qué estaba pasando, estaba enojada, pero no sabía si lo estaba porque Inuyasha me había llamado tonta o por el hecho de que negara que algún día se fijara en mí… ¿Qué era lo que realmente estaba pensando él? Y ¿Qué era lo que realmente me irritaba de esto?
-Buenos chicos… gracias a la señorita Kagome y a Sango ya sé que debo mejorar de estás recetas, pero debo comprar más ingredientes, así que… voy a salir un rato, pórtense bien e Inuyasha no seas grosero con la señorita Kagome- decía Miroku_san mientras tomaba sus llaves y salía de la casa.

Cuándo Miroku_san abrió la puerta, una brisa nocturna entro a la casa, moviendo el pelo negro de Inuyasha, sería por un momento… quieta, pensativa, su mirada iba en dirección a Miroku que se iba, que nos dejaría solos, Shippo empezó a juguetear en la mesa pero el sueño le estaba ganando, ¿Qué hora sería en ese momento? ¿Las 9 o tal vez las 10? No lo sabía, y sinceramente no me interesaba, posiblemente ya era demasiado tarde y a posiblemente mi familia estaría preocupada, Shippo ya estaba cansado y se dormía en la mesa, pero no importaba, solo quería estar un poco más ahí, no quería volver, el silencio era aterrador en ese cuarto… pero al mismo tiempo me gustaba, la mirada de Inuyasha, penetrante y hermosa, sus ojos cafés, tan cafés como el tronco de un árbol ya no miraban la puerta… poco a poco se posicionaban en mi, ahí estábamos, sentados en una mesa, solos… entonces mi cabeza empezó a dar vueltas, mi vista se hacía borrosa, algo me pasaba, y de mi boca salió lo que jamás pensé que sucedería.
-Inu…yasha
-¿Pasa algo Kagome?- decía el al otro lado de la mesa, con su voz tan agresiva como siempre, mientras volteaba a ver a Shippo quién empezaba a vagar en el mundo de los sueños- parece que él enano ya se durmió.
-Si…- mi mente empezaba a abrumarse y el rostro de Inuyasha estaba en mi campo de visión, fue en ese momento de que me percate de cada rasgo de él… su boca, sus dientes que se asemejaban a veces a colmillos, sus ojos cafés obscuros y penetrantes, sus cejas pobladas y su pelo alborotado, realmente él era…
-¿Segura que estás bien Kagome? Te noto algo rara- decía mientras acercaba su silla a mí y se sentaba a mi lado.
-Dime Inuyasha…

Continuara...

 

Nota de la Autora: Konichiwoa!!! Un nuevo capitulo y un nuevo día, capitulo 20 ¡ALELUYA! creo es momento de decirle a todos los fieles seguidores de este fanfic, que no se pierden ningún capitulo... ¡GRACIAS! como son Andi-chan, Lovemile, dvdavid, andrea gonzales, Yuko, inuloversixx, Tiffani, Kagome ni Taisho, sango a sakura (De quienes siempre me borran los mensajes) un consejo... traten de hacer mensajes más largos y menos como platica para que no se los eliminen ^^ también están Lunabetz, Julieta Taisho, Pan-chan, BellaLuna, WhiteMiko, y muchas personas más, perdonen no mencione a todos, pero son 51 personas que miran este tema, así que... es un poco difícil agradecer a todas, una por una... solo estoy agradeciendo aquellas de las que tengo registrados comentarios, para facilitar un poco, pero no quiere decir que no tome a las demás en cuenta... en serio gracias por leer mi fanfic, y espeor lo sigan leyendo, realmente trato de sacar los episodios lo más rápido posible ^^ y esperando les guste, esté episodio será un poco más largo que otros, así que espero no les importe. HASTA PRONTO!!!
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Capitulo 20: Solo

-¿Segura que estás bien Kagome? Te noto algo rara- decía mientras acercaba su silla a mí y se sentaba a mi lado.
-Dime Inuyasha…- mi boca apenas emitía esas palabras, fue un susurro, pero él me escucho.
-¿Qué pasa Kagome?- su mirada estebe sobre mí, eso me intimido un poco, así que extendí mis brazos sobre la mesa y puse mi barbilla sobre la misa.
-¿Por qué llamas a Koga “Lobo sarnoso” mientras él te llama “Perro pulgoso”? Sé que tienes instintos y actitudes de perro, pero no eres ni pareces uno- estaba desesperada por sacar un tema, fue lo primero que se me ocurrió.
-No lo sabes… la mascota de nuestra preparatoria es un perro y la de ese Koga es un lobo, por eso… al igual que su apestosa mascota, ese estúpido lobo caerá ante mí.
-No deberías ser tan malo con él… no sé si sabes, pero gracias a él, ahora yo estoy bien.
-¿Eh?- decía de una forma sorprendida- ¿Por qué dices eso Kagome?
-Porque antes de venir aquí fuimos al parque, Shippo se cayó de uno de los juegos y por salvarlo estuve a punto de golpear mi espalda contra el tubo de dicho juego, pero él… él estaba ahí… él me salvó.
-¿¡ASÍ!? Entonces… ¿por qué te angustia tanto la idea de volverse su novia?- su voz se oía furiosa, pero no podía comprobar si él estaba ahí, mi vista estaba tan cansada que no podía mantener mis ojos abiertos, mi cabeza daba vueltas, a pesar de que no hace mucho me sentía bien- Sería mejor que fueras con él…
-No podría ir con él…- en ese momento mi mente estaba demasiado abrumada- porque… no confío en él, yo… confío en ti Inuyasha, y a la persona que llamé cuándo estaba a punto de lastimarme… fue… fue… a ti- en ese momento todo mi mundo se cayó ¿Qué estaba diciendo? ¿Por qué le había dicho eso?
-¿Kagome?- su voz se oía tan cerca, el estaba tan cerca… pero mis pensamientos tan lejanos, mi razón, mi mente, me habían abandonado, solo quedaba mi cuerpo y los fragmentos de sensaciones guardadas durante todo ese tiempo- Tienes fiebre- el estaba preocupado por mí, su mano tocaba mi frente, mientras su voz llenaba el vació que se encontraba dentro de mí, se sentía tan cálida su mano, no sabía que me pasaba… pero me alegraba de algún modo de tenerlo a mi lado.
-Inuyasha…estoy bien, solo tengo un poco de frío- mi voz se oía cada vez más tenue.
-Deberás que eres una chica demasiado problemática… no sé que voy a hacer contigo- después de eso no recuerdo nada, lo último que escuche fue la voz de Inuyasha.

Mi mente realmente estaba abrumada, me costaba respirar, para cuándo desperté estaba en mi cama y una toalla húmeda en mi frente, ya eran más de las 10 de la mañana, parecía ser que no había asistido a la escuela ese día, mi cuerpo se sentía pesado, y mi respiración era forzada, entonces mi madre subió al cuarto… tan dulce, tan amable como siempre.
-Mamá…
-Kagome ¿Ya te sientes mejor?
-¿Qué pasó?- realmente estaba confundida
-Parece ser que te sobre esforzaste mucho- en ese momento empezó a cambiar la toalla en mi frente- recuerda hija, aún no estás curada del todo, no está bien que hagas cosas de más.
-Si- realmente estaba cansada, no recordaba mucho de la noche anterior.
-Inuyasha hizo el favor de traerte a ti y a Shippo en su espalda- mi madre estaba tranquila y sonriendo- estaban los dos realmente acabados.
-Ya veo- ¿Por qué siempre él?
-Tal vez después debamos agradecerles- en ese momento ella se levanto- bueno voy a comprar algunas cosas Kagome, pero tu abuelo estará aquí, atendiendo el templo, no dardo.
-Si- entonces ella salió y me dejo sola en aquel cuarto.

Todo estaba silencioso, la luz se colaba por mi ventana y me impedía abrir los ojos, ¿Qué pasaba conmigo? Realmente no lo sabía, desde que había entrado a la preparatoria, toda mi vida había cambiado drásticamente, yo era un total desastre, mi mente ahora solo era ocupada por Inuyasha… que sentimiento tan egoísta, ayer realmente fui estúpida… más me importo Inuyasha que Hojo, más me importo ir con Miroku e Inuyasha que mi propia salud, más me importo estar con Inuyasha que Shippo, realmente mi vida se volvía un desastre, de un momento para otro, mi mundo solo empezó a girar alrededor de Inuyasha, Inuyasha esto…, Inuyasha aquello…, ¡Cuánto detestaba esto! ¿En qué momento el formo parte importante de mi mundo? Solo quería que saliera.

Mi mente estaba realmente abrumada con todas las situaciones vividas, “La confesión de Hojo”, “El Reto de Koga”, “El pequeño Shippo”, “Sango y Miroku”, y claro no podía faltar el grosero y mal educado de “Inuyasha Taisho”… simplemente… todo eso evitaba que pudiera relajarme, entonces me paré y entre al cuarto que ahora pertenecía a Shippo_chan… ahí estaba, dormido, pequeño e indefenso, como la primera vez que lo vi, solo me detuve unos minutos a contemplarlo, entonces con mi mano revolví un poco su fleco y bese su frente.
-Perdóname Shippo_chan- sabía que ayer no le había hecho mucho caso y eso me hacía sentir culpable, el no hace mucho había perdido a sus padres, el necesitaba apoyo más que nunca y lo que hice ayer, estaba muy mal.
-Kagome…- susurro Shippo entre sueños- te quiero- algo dentro de esas palabras hizo que otra máquina dentro de mi corazón empezara a funciona, provocando que yo empezara a llorar y fue cuándo me di cuenta que por culpa de concentrarme solo en Inuyasha, había olvidado lo que realmente era importante, en ese momento algo por fin estaba claro dentro de mi mente “Inuyasha Taisho tenía que salir de mi vida”.

Entonces regrese a mi cuarto, y me recosté nuevamente en mi cama… en espera de un nuevo día, un nuevo día sin pensar solo en Inuyasha, y en el bien o mal que me traía, sobre Koga… ignoraría cualquier situación, si Inuyasha ganaba o perdía, no afectaría nada, ya que el Lunes yo correspondería los sentimientos de Hojo, y si yo tuviera novio, entonces Koga no podría obligarme a estar con él, solo quería que todo volviera a la normalidad, por bien mío y de todos… ¡Hasta nunca Inuyasha!

El día Lunes, yo me levante de la cama lentamente, vi en mi closet el mismo uniforme de siempre, aquella falda gris con líneas azul marino que formaban cuadros en ella, esa blusa blanca siempre acompañada de un moño gris con las mismas rayas azul marino que mi falda y por último… el mismo saco color azul marino… nada cambiaba realmente aquel día, solo yo, mi pelo estaba igual de alborotado que siempre, solo lo cepille un poco y salí caminando a la escuela, pero mientras salía vi que mi hermano estaba enfrente de la capilla dónde se suponía estaba un pozo, y me extraño mucho.
-Sota… ¿Qué haces? Se te va a hacer tarde- preguntaba a él que estaba totalmente distraído a la orilla de la capilla.
-Lo qué pasa hermana es que Boyo se metió ahí adentro y no quiere salir-decía con una cara angustiosa y algo llorosa.
-¿Y por qué no vas por él?
-Es qué este lugar me da mucho miedo, está muy obscuro y no sé qué cosas extrañas podría encontrar ahí- lleno de miedo me decía la razón, razón injustificada que me hacía enojar.
-¿Y te dices hombre?- decía mientras dejaba a un lado mi mochila para entrar- si es por ti el gato se queda ahí todo el día.
-Perdón hermana- ya a lo lejos, cuándo yo ya había entrado, mi hermano me gritaba.
-En lugar de disculparte mejor hubieras entrado por el gato- le decía algo enojada, mientras me concentraba en mi búsqueda- ¡Buyo! ¡Buyo! ¿Dónde te metiste?- realmente ese lugar si daba algo de miedo, pero no era momento para pensar en ese, debía ir a la escuela, así que era mejor encontrar rápido al gato- ¡Buyo! ¡Buyo!
-¡MIAU!- un sonido emitido fuertemente llamo mi atención, y con una sonrisa levante al pequeño ser que había emitido dicho sonido, victoriosa de haber encontrado mi objetivo.
-¡BUYO! Al fin…
-Hermanita ¿Ya lo encontraste?- mi hermano desde un lugar seguro me preguntaba.
-Sí, no soy tan inútil como tú- esta vez con un tono juguetón le había contestado a mi hermano.
-Lo siento- seguía gritando
-Ya no te disculpes Sota y ayúdame a subir- empecé a subir los escalones, pero de repente algo hizo que tropezara, el gato salió corriendo de un salto afuera y yo… en un movimiento rápido, iba a caer sobre el pozo, sellado… ¿Por qué estaba sellado? Una historia que muchas veces a querido contar mi abuelo, pero sinceramente ninguno ha querido oír- tal vez la próxima vez se la pregunte- decía mientras caía, cuando un brazo me sostuvo antes del impacto.
-Kagome ¿Estás bien?- siempre siguiéndome, simplemente ya no me sorprendía.
-Inuyasha ¿Qué haces aquí?- decía con una cara sería, viendo su rostro, recordando mi decisión de alejarme totalmente de él.
-Eso no deberías responder ¿Sabes? Casi te lastimas de no haber llegado yo- decía enojado, mientras yo encontraba algo de verdad en sus palabras.
-Gracias- seguía con mi rostro serio- creo debo irme a la escuela- empecé a salir está vez más cuidadosamente de aquella capilla.
-Espera Kagome…- decía mientras iba detrás de mí.
-Adiós hermanito con pelo de perro- con su mano Sota despedía a Inuyasha que iba detrás de mí.
-Sabes Kagome…-decía Inuyasha- no deberías correr tan rápido, podrías lastimarte- fingí ignorarlo, lo cual creo no funciono, ya que seguía hablándome- ¡Hey Kagome! ¡Kagome! ¡KAGOME!- en eso me detuvo del brazo- Ya basta te vas a lastimar.
-Dime Inuyasha… ¿Por qué siempre me molestas?- decía mientras evadía su mirada- ¿Por qué tenías que venir hoy hasta mi casa? Simplemente no lo entiendo…
- Yo solo vine hoy, porque cuando fuiste a mi casa por el sobreesfuerzo te desmayaste, no quiero que vuelva a pasar… que te sobre esfuerces.
-¿Por qué eres tan amable Inuyasha? ¿No hay nadie más con quién serlo o estar?
-Soy amable contigo porque quiero, me recuerdas a alguien que conocí hace tiempo, y no puedo serlo con nadie más porque… estoy solo - ¿Solo? Apenas aquellas palabras entraron a mi mente fue cuándo me di cuenta que estaba siendo egoísta.

Yo no era así… desde que había entrado a la preparatoria Shien Kikou shou Gakukin, todo se había vuelto confuso, cuándo Inuyasha dijo estoy solo, fue cuándo me di cuenta que no podía hacerle eso, alejarme de su lado así como así, no podía seguirlo dejando solo, tampoco era justo para Hojo utilizarlo para poder tener una excusa para no ser novia de Koga, me estaba dando por vencida de aquello antes de que la competencia empezara, estaba dejando de confiar en Inuyasha, lo estaba dejando nuevamente solo, entonces me di cuenta de la verdad… yo quería estar ha lado de Inuyasha.

CONTINUARA...

 

Capitulo 21: Razones y Sentimientos

Yo no era así… desde que había entrado a la preparatoria Shien Kikou shou Gakukin, todo se había vuelto confuso, cuándo Inuyasha dijo estoy solo, fue cuándo me di cuenta que no podía hacerle eso, alejarme de su lado así como así, no podía seguirlo dejando solo, tampoco era justo para Hojo utilizarlo para poder tener una excusa para no ser novia de Koga, me estaba dando por vencida de aquello antes de que la competencia empezara, estaba dejando de confiar en Inuyasha, lo estaba dejando nuevamente solo, entonces me di cuenta de la verdad… yo quería estar ha lado de Inuyasha.

-Lo siento- decía a Inuyasha

-¿Por qué te disculpas?

-Por no darme cuenta antes- entonces lo abrase, por un segundo el tiempo se detuvo para mí, escuchar sus acelerados latidos, y sentir el frío calor de su cuerpo rodeándome ¿Qué era este sentimiento? Llevaba tiempo sintiéndolo y negándome a él, ya era hora de dejarlo salir, este sentimiento dirigido a Inuyasha… mi Inuyasha.

-Kagome…- sentía como poco a poco sus brazos empezaban a rodearme, ese calor… no me importaba nada, el sonido de los autos, la gente hablando o viéndonos, solo estábamos él y yo en mi mundo, ¿Esto me hacía más egoísta?- ¿Estás bien?- apenas dijo eso, yo reaccione y me sonroje totalmente, en menos de 1 minuto, miles de emociones se habían desbordado dentro de mí.

-Sí, no te preocupes- y me separe bruscamente de su cuerpo- estoy bien

-¿Segura?- sus hermosos ojos cafés me miraban fijamente…

-Inuyasha- susurre y por suerte no me escucho o a lo mejor fingió no haberme escuchado.

Empezamos caminar por la calles, el a mi lado, yo avanzaba tímidamente, él estaba a unos cuantos pasos de mi, tal vez podía ser capaz de agarrar su mano, pero realmente no me atrevía a eso, tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos, no lo había notado hasta ese momento, que al igual que Inuyasha se acercaba a mí, una parte de mi también lo buscaba a él, él era un idiota, insensible, impulsivo, gritón, violento y a veces mandón como engreído, yo decía odiarlo pero cuándo pensaba detenidamente las cosas, solo pensaba en él, hablaba de él, o me distraía por culpa de él, siempre terminaba llamándolo contra mi voluntad, pero… ¿Cuándo tu odias a alguien es así? Entonces… al ver que tan tonta habían sido, como unas simples palabras de Inuyasha me habían hecho reaccionar, en ese momento suspire ante el silencio.

-Es cierto- dije al tener una gran idea como tema de conversación

-¿Qué pasa?- decía mientras volteaba hacia mí.

-Siempre he tenido está duda Inuyasha

-¿Cuál?- decía curioso mientras me tomaba de la mano- me dices mientras caminamos a el instituto, no querrás llegar tarde.

-Inuyasha- empezaba a sonrojarme por él contacto de su mano- significa perro fantasma ¿verdad?

-Si- decía con su mirada fija al frente

-Pero… ¿Por qué te llamas Inuyasha?- apenas pregunte eso, el paró de la nada y su cara se torno demasiado seria, más sería de lo que debería.

-Sabes… eso tiene mucho que ver con mis padres- su flequillo empezó a ocultar sus emociones- realmente no me gusta hablar de eso.

-Perdona… no hables de ellos si no quieres.

-No me molesta, si se trata de Miroku o de ti, no creo haya problema alguno- apenas dijo eso, yo no pude evitar sentirme tan bien, porque de algún modo yo me estaba volviendo parte de su mundo como él del mío, algo en mi interior sentía ansiedad, curiosidad y calor, por aquello que Inuyasha estaba a punto de rebelar.

-Primero diré que mi padre se llamaba Taka Taisho, pero era llamado Inu no Taisho- empezó a caminar nuevamente mientras me agarraba de la mano- el era un arqueólogo muy famoso, y muy bueno encontrando huesos y fósiles, por eso le habían apodado así, él estaba casado con una mujer llamada Yukiko, no porque la amara si no por un compromiso, de ahí tuvieron un hijo llamado…

-Eras tú ¿no?- pregunte interrumpiendo su historia

-No- decía seriamente- su hijo no era yo, es mi hermano mayor Sesshomaru

-¿Tienes un hermano? No lo sabía

-Si- decía de una manera amarga- pero no me llevo bien con él, continuando con la historia… 3 años después del nacimiento de mi hermano, mi padre se enamoro de una mujer de buena familia Hirohimeko, ese es el nombre de mi madre- apenas el dijo supe que Inuyasha había sido el fruto de una infidelidad de su padre- mi padre amaba demasiado a esa mujer, tiempo después me tuvieron a mí, su esposa vivió con eso, realmente ella apreciaba a mi padre pero tampoco lo amaba, y mi hermano apenas tenía 4 años cuándo yo nací, simplemente no era todo perfecto, mi madre provenía de buena familia, cuándo supieron de mi la desheredaron, mi padre se hizo cargo, pero simplemente muchas cosas pasan, y mis padres fueron acecinados.

-¿¡Qué!?- apenas dijo eso, no lo podía creer

-Si…- secamente con una mirada fría soltó mi mano- después te contare… llegamos a la escuela- apenas dijo eso y empezó a correr velozmente a clases, su esbelto cuerpo era seguido por mi mirada, que de algún modo no quería dejarlo de mirar.

En ese momento empecé a subir por el edificio del instituto, aquellas amplias escaleras, en las que miles de alumnos subían a diario, mi salón quedaba en el segundo piso, por lo general yo subía los escalones dando pequeños brincos, pero ese día mis pasos eran lentos y tímidos, hoy tenía que darle una respuesta a Hojo, pero no sabía como la tomaría, subí al salón y lo primero que vi fueron a Yuka, Eri y Ayumi esperándome.

-¡Kagome!- gritaban al unisonó.

-Hola- decía nerviosa, Ayumi no era muy problemática, pero lo que refería a Yuka y Eri, siempre que me buscaban así de urgente era por alguna de sus teorías sobre mi vida.

-Ven con nosotras- decían eso, mientras las dos al mismo tiempo me jalaban, una cada lado, y me llevaron a un rincón del piso de arriba, lejos de los salones.

-¿Qué pasa chicas? ¿Por qué tan agitadas?- pregunte aún nerviosa por lo que presentía iba a ser una plática demasiado acelerada.

-Confiesa Kagome- dijo Eri

-Lo sabemos todo- decía Yuka

-Chicas, no creo que deban ser tan duras con ella- decía Ayumi atrás de ellas

-¿Sobre qué hablan?- seguía nerviosa, realmente ella iban a empezar a hacer sus hipótesis

Sobre mi vida.

-Hojo se te confeso- decía Yuka

-¿Qué? ¿Cómo?- empezaba a titubear ¿Cómo sabían eso?

-¡No lo niegues Kagome! ¡Lo sabemos!- volvieron a decir al unisonó

-¿Cómo pudiste ocultarle eso a tus amigas?- preguntaba Eri, directo a mi cara.

-¿Y qué le respondiste al joven Hojo?- decía Ayumi tímidamente.

-Yo…yo- en serio me tenían acorralada.

-¡Responde Kagome!- Yuka y Eri, volvieron a tomar su posición de interrogarme

-Yo… aún… este- en ese momento como si Dios me estuviera viendo, la campana de la escuela sonó, anunciando que todos debíamos ir a clases- ¿No aman esa campana? Es hora de ir a clase- dije mientras trata de sonreír.

Parece ser que las desilusione, pero no sabía cómo explicarle que aún no había respondido a los sentimientos de Hojo, el era un buen chico, y me gustaba en la secundaría, pero algo en mi había cambiado, realmente muchas cosas habían cambiado y a pesar de que tarde mucho para darme cuenta, finalmente esa era la verdad, Hojo ya no me gustaba más, pero ¿Cómo les explicaría eso a las chicas?, seguro me regañarían… ellas querían que saliera con Hojo, desde la secundaría, aún lo podía recordar, ¿Cómo les explicaría? Simplemente no lo sabía, seguramente me preguntarían él ¿Por qué? O ¿Si había alguien más? Simplemente aún no estaba preparada para confrontarlas.

En ese momento entre al salón, justo a tiempo, y ahí estaba él con sus amigos, platicando y riendo con una gran sonrisa a lado de la ventana, realmente se veía contento, tal vez ya había olvidado todo o yo lo había malinterpretado, pero a diferencia de mi, él se veía bastante tranquilo, ¿En qué pensabas Hojo?

-Higurashi- su voz rompe la burbuja de mis pensamientos.

-Hola… Hojo_kun- el empezó a acercarse tímidamente a mí.

-Sobre lo que dije la última vez Higurashi…- sus palabras iban avanzando velozmente, pero fueron interrumpidas cuando la puerta se abrió, dando pasó al profesor de matemáticas.

-Bien jóvenes…- gritaba el profesor- siéntense- todo obedecieron velozmente y se sentaron en sus pupitres.

Mi pupitre quedaba cerca de una ventana, a veces me perdía en él, cuándo mis pensamientos me abrumaban demasiado, y así pasaron las horas, una tras otra, yo miraba por la ventana, el viento, sus hojas cayendo, y noté que ahí estaba… Inuyasha.

CONTINUARA...