SS: La Saga de Adonis

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por tedtaki, 11 Junio 2011.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    tedtaki

    tedtaki Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    3 Marzo 2011
    Mensajes:
    39
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    SS: La Saga de Adonis
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1560
    Pasado

    Hace seis años…

    Atenea proclamaba a Seiya, Shun, Hyoga, Shiryu e Ikki caballeros de oro, ellos portaban las armaduras de los fallecidos caballeros de oro y todos los aprendices, caballeros de bronce y de plata vieron la entrega de las armaduras bañadas en sangre. Jabu, se moría de los celos, no podía soportar ver como su rival y sus amigos recibían esas armaduras y no él. El joven se iba sin decir nada cuando se presenta ante él Dohko, el antiguo caballero de oro, que estaba apoyado contra una columna del anfiteatro, vio la cara de enfado del muchacho y con ánimos le dirigió la palabra a Jabu, las palabras del caballero se le marcaron en la mente como si nada.

    –Jabu, se lo que sientes, pero si algún día quieres ser útil, deberás entrenar duramente –le dijo el antiguo caballero de Libra.

    –Dohko, eso de entrenar lo hago todos los días y se que a nosotros nos habéis tenido apartados. Te juro que mostraré al mundo entero lo que valemos –dijo Jabu enfadado.

    Mientras hablaba con Dohko, llegaba Nachi e Ichi que vieron a su amigo hablar con el antiguo caballero de oro. Jabu contó lo que ocurría a los dos muchachos y enfadados se quejaron, sabían que entrenaban duramente, pero el que se sentía más rechazado era Nachi que se fue corriendo disgustado con lo que escuchó.

    Nachi se puso a llorar en un lugar del anfiteatro, cuando una voz le llamó por su nombre, el muchacho alzó la mirada con alguna lágrima por el rostro y vio a lo lejos una luz que le hablaba. El joven caballero de bronce pensaba que era un sueño, pero no, de ahí salía el espíritu de un antiguo caballero de bronce. Nachi sabía quien era y no dudó en salir huyendo de aquel lugar, escondiéndose tras una columna, pero de repente aparece el misterioso caballero de bronce ante él, asustándolo por completo.

    –¡¡Estás muerto!! –gritó Nachi asustado ante aquel espíritu.

    –Por fin contacto contigo… Nachi del Lobo –dijo aquel misterioso espíritu.

    A lo lejos se escuchaba el nombre de Nachi, él se asomó y vio a Ichi preocupado por su amigo, el caballero de bronce giró de nuevo la cabeza y vio que el espíritu desapareció.

    Tras la proclamación, Atenea se fue a descansar en su camerino, cuando una sombra cubría por completo el lugar. La diosa miró al frente y se quedó sorprendida al ver la misteriosa armadura del chico.

    –¿Quién eres? –preguntó Atenea asustada.

    –Soy Abbel Alím del Tritón, soy uno de los caballeros de Adonis y vine a por ti –se presentó el misterioso muchacho mientras amenazaba a la Diosa.

    La fuerza de Atenea hizo que Abbel Alím se fuera al exterior y la diosa ante él. Los dos se miraron fijamente y el caballero agarró el cuerno que portaba en su espalda, y con fuerza lo hizo sonar haciendo que el río que estaba a su espalda se levantara y formara una ola gigantesca. Atenea vio sorprendida la energía de aquel caballero, cuando otra fuerza frenó la ola provocada por el cuerno de Abbel Alím. Por sorpresa era Jabu y los demás, que sintieron el cosmos desde muy lejos.

    –¿Qué os dije? No necesito vuestra ayuda –se quejó Atenea tras la presencia de los caballeros de bronce.

    Jabu pegó un gran saltó y fue al golpear al caballero de Tritón, pero sacó una paleta que bloqueó el ataque del muchacho y lo lanzó contra un árbol, tras éste, se apuntó Ichi que iba a usar su Mellow Poison, pero el caballero uso su paleta de nuevo y le rompió las garras al caballero de Hidra y con fuerza el caballero del Tritón le golpeó con su arma lanzándolo al agua. Ban fue el siguiente, usó su bombardeo del Leoncillo, pero Abbel Alím con su cuerno hizo que el agua del río se convirtiera en afiladas flechas y con agilidad deshizo el ataque del caballero de bronce y sin darse cuenta una de las flechas de agua se le clavó en el abdomen cayéndose al suelo. Geki enfadado golpeó al caballero del Tritón con fuerza haciendo que Abbel Alím sangrara por la boca, parecía que Geki podía contra él, pero algo ocurrió, Abbel Alím se hizo agua y se teletransportó gracias al agua a las espaldas del grande muchacho y con fuerza le agarró por el cuello haciendo que el caballero del Oso se sintiera mal con aquella fuerza y de golpe se desmayara en el suelo. El caballero del Tritón se giró y vio a Nachi que temblaba del miedo, no sabía como actuar ante aquella fuerza, Abbel Alím alzó su paleta para golpear a Nachi, pero una fuerza lo frena haciendo que el caballero del Tritón se quedara en el suelo mal herido. Jabu se arrastraba por el suelo y al abrir sus ojos vio a Seiya y los demás luchando contra el caballero de Tritón. Éste, con agilidad se levantó y se escapó sin decir nada.

    Pasados los días, Nachi vio como sus compañeros se habían recuperado por completo y se sentía como si fuera un cobarde. Se asustó ante aquel tío y sabía que necesitaba más entrenamiento, pero sabía que su entrenador murió y no tenía a nadie con el que podía entrenar.

    Los caballeros de bronce se dirigieron hacia en anfiteatro y se sentaron en las gradas viendo como los jóvenes entrenaba. Jabu desilusionado con lo ocurrido hace unos días decidió levantarse para irse a una de las columnas, cuando de repente se encuentra con Saori ante sus narices, él se sorprendió con su presencia, pero al escuchar las palabras de la diosa, la cosa cambió.

    –Jabu, deberías irte de Grecia, ya sabes que tu fuerza no es suficiente para poder defenderme –comentó Saori seriamente.

    –¿Irme? Tu no sabes de que estás hablando, puedo ser mucho más fuerte que Seiya y sus amigos –protestó Jabu mientras se sentía rechazado por parte de Atenea.

    –Devolver las armaduras, ya no os pertenecen –ordenó Saori.

    Jabu se sorprendió aun más con aquellas palabras y vio como la Diosa hacía brillar las cajas de sus armaduras y de ellas salieron para devolvérselas al santuario y así que los caballeros de bronce no pudieran tocarlas. Nachi y los demás vieron como las armaduras se fueron al santuario, no sabían lo que ocurría, así que fueron a buscar a Jabu, cuando lo encontraron vieron a Atenea con seriedad y les dijo lo mismo que le dijo al caballero del Unicornio. Los cinco muchachos se pusieron a llorar.

    Al día siguiente, pasaron unos acontecimientos muy raros…

    Los caballeros de bronce partían a Japón mirando atrás, pero al dar la vuelta notaron unos cosmos en el Santuario, ellos dieron de nuevo media vuelta y vieron como unas cuantas luces salían desde el cielo. Ellos salieron pitando hacia el Santuario, pero Jabu los frenó.

    –Alto, ¿recordáis que ya no somos Caballeros de Bronce? –recordó Jabu muy tristemente, mientras agarraba del brazo a Nachi.

    Ellos lo recordaron, así que pasaron de ayudar a Atenea, pero al dar la vuelta vieron a cinco muchachos, los caballeros de bronce se sorprendieron ante aquellas presencias.

    –Estoy soñando… vosotros deberíais estar muertos –dijo Jabu con asombro.

    En ese momento, a sus espaldas se acercó alguien que conocían muy bien.

    –Dohko… ¿qué haces aquí? –preguntó Ichi muy sorprendido.

    –Ellos han resucitado para poder ayudaros y mirar lo que tenemos aquí –señaló Dohko hacia las armaduras de Jabu y los demás –vamos a entrenaros para que podáis combatir contra los caballeros de Adonis. Seiya y los demás creen que hay paz, pero hay una nueva amenaza y no me gustaría que ellos rechacen vuestra oportunidad. Os lo merecéis –

    Los cinco aceptaron el duro entrenamiento y se fueron a ciertos países para mejorar sus técnicas.

    -Jabu se fue con Kardia de Escorpio, Shion de Aries y Sísifo de Sagitario.
    -Ichi se fue con Albafica de Piscis y Dégel de Acuario.
    -Ban se fue con El Cid de Capricornio y Regulus de Leo.
    -Geki se fue con Aldebaran de Tauro y Asmita de Virgo.
    -Nachi se fue con Manigoldo de Cáncer y con Dohko de Libra.

    Y los otros caballeros de oro se escondieron en lugares poco accesibles…
     
  2.  
    tedtaki

    tedtaki Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    3 Marzo 2011
    Mensajes:
    39
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    SS: La Saga de Adonis
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    716
    Trágica muerte

    Hace seis años…

    Los caballeros de bronce se fueron a entrenar con los antiguos caballeros de oro a lugares diferentes del mundo.

    Mientras tanto, Saori había visto las columnas de luz que salían del cielo y con rapidez se dirigió hacia la sala cerrada donde estaban las armaduras de los caballeros de Bronce, cuando de golpe, vio que no estaban. Ella se dirigió hacia la casa de Sagitario para hablar con Seiya sobre lo ocurrido. El caballero de oro se dirigió hacia el santuario y vio lo mismo que vio Atenea, estaba sorprendido y no tuvo otra que salir en busca de los caballeros de bronce, pensando que son unos ladrones. Al llegar a la casa de Aries, se encontró con alguien que le resultó familiar y en el Santuario pasó lo mismo. Seiya asombrado se acercó al misterioso caballero y vio lo que era, el antiguo caballero de Géminis.

    –¿Eres Saga? –preguntó Seiya sorprendido.

    –No, pero no quiero que vayas a molestar a los Caballeros de bronce –advirtió el misterioso hombre de cabellos azules.

    El misterioso hombre se fue de la casa de Aries dirigiéndose hacia el bosque donde desapareció.

    En el Santuario de Atenea, la muchacha vio lo mismo que vio Seiya y éste dijo lo mismo, pero la diosa se negaba.

    –Lo siento Aspros, pero están cometiendo un delito –se quejó Saori al ver la actitud del ya muerto caballero de Géminis.

    –¿Delito? Creo que estás equivocada, les estamos dando una oportunidad ¿Te parece mucho? –dijo Aspros mientras despejaba la espalda de la pared.

    El caballero se fue sin dejar rastro y la Diosa se cayó al suelo de lo que escuchaba de las palabras del muerto, sabía que esas palabras eran ciertas y no sabía como hacer para poder superarlo.

    Casi a la entrada de las doce casas, June llegaba para visitar a Shun, pero tres cosmos hacían que la muchacha se alterada un poco, de repente, se escucharon unas risas cuando al darse la vuelta vio a tres caballeros misteriosos.

    –¿Quiénes sois vosotros? –preguntó June asustada tras notar un fuerte cosmos entre esos tres caballeros.

    –Abbel Adím… ¿qué vamos hacer con la muchacha? –pregunto una misteriosa chica que portaba una armadura de color blanco.

    –Mátala Moss, creo que si la dejamos viva sabrá donde estamos –ordenó el caballero de Tritón.

    –Bien, me presento bella mujer. Soy Moss de Ariel, y congelo todo aquello que pise, pero mejor… no te congelaré –dijo el misterioso muchacho mientras hacia una espada de hielo.

    El muchacho con agilidad alzó la espada de hielo para asesinar a June, pero la muchacha de cabellos rubios pudo frenar el arma con sus propias manos, cuando de golpe, la joven de la armadura blanca la atacó con una enorme bola blanca que dio a la amazona haciendo que cayera de golpe y para rematarla, Moss con su arma le apuñaló. June sintió el dolor y pensó en Shun, ella miraba al cielo y percibió como una luz blanca aparecía y ella entró en aquella luz viendo a un muchacho, June se puso a llorar por que ese chico era su hermano mayor que murió hace mucho junto a sus padres. Ella tendió su mano para coger la de su hermano fallecido y los dos se adentraron en ese mundo.

    Shun, en la casa de Virgo vio como un copo de cosmos se posaba en su mano y notó lo que podría ser la energía de June. El muchacho se asomó y sintió como un cosmos se apagaba a lo lejos y con desesperación fue corriendo hacia el lugar.

    Al llegar, se encontró con June ensangrentada y Shun se puso a su lado, el joven empezó a llorar y con cariño la abrazó sintiendo como el corazón de la joven estaba parado.

    –Por que June… por que… –repitió Shun mientras lloraba.

    Seiya, Shiryu, Ikki e Hyoga se acercaron y vieron el trágico momento, estaban seguros de que el caballero del Tritón andaba por el lugar y podría haberla matado sin ninguna piedad, pero Seiya tuvo otro pensamiento malo y culpó a otros.

    –Esto fue cosa de Jabu, Ichi, Ban, Geki y Nachi, lo hicieron para vengarse de nosotros –culpó Seiya recordando como los caballeros de bronce robaron las armaduras.
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso