* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Amigas, lo prometido es deuda y a mi NO me gusta tener deuda, por eso de los intereses, jajajajaj (que mal chiste) jajajaja
Espero y disfruten la primera parte... que esto se ponde cada vez mejor.

Castillo de arena​

(Primera parte)​

Las cosas se salieron de control, dieron un desagradable malentendido y todo por mi culpa.

Era mi culpa.

No había otra lógica en este enrollo. Todo había sido por provocación mía, por solo enfrascarme en mi mundo y en ese mundo ser la única habitante.

Me había enojado horrible con Jake, sin pararme ni un segundo a pensar porque estaba actuando así. Ahora que me ponía a recopilar lo sucedido y que debió haber pasado para que ocurriera así las cosas, lo entendía y me sentía peor.

Mientras más pensaba lo que pasó, mas me avergonzaba de mi comportamiento.

Me puse en el lugar de mi lobo y aunque fue un poco excesiva su conducta, tenía sus razones. El miedo que algo me pasara lo sacaba de sí. Y si no me gustaba como actuaba, pues no debía angustiarlo a tal extremo. Y con todo eso le agregaba que mientras él estaba como loco buscándome porque llevaba horas fuera, sin dar ninguna señal de vida, me encuentra muy quitada de la pena con el único joven que no soportaba verme, mucho menos tanto tiempo, sin saber los motivos. Es verdad que mi novio no nos dejó explicarnos, pero como iba a tener las ganas de escucharnos cuando toda una tarde no hizo más que buscarme con desesperación.

¡Qué tonta había sido!

¿Cómo podía ser tan desconsiderada y preocuparlo así?

Todo hubiera tenido un resultado diferente si tan solo me hubiera comunicado con mis padres y luego con mi novio, para que supieran que todo estaba mejor que bien.

Estaba que me moría de pena. No solo había provocado la desesperación de Jake por mi desaparición, sino que también le fallé en ir como quedamos a la fiesta de mi cuñada, y además Nahual había perdido toda muestra de su descubrimiento por mi culpa. La forma de intervenir de la manada fue solo cuestión mía y si el cultivo desapareció fue por no hacer las cosas como se debía.
Les había fallado terriblemente a las personas que mas me importaban y quería su bien. Encabezaba mi lista el amor de mi vida, de mi existencia y luego
mi mejor amigo.

En una situación a lo mejor no tenía arreglo, que era regresarle a Nahual su investigación, pero si podía todavía hacer lo otro y lo más importante para mí:
Estar con Jacob en una celebración que era tan importante para él.
Estacioné mi carro, que estaba formado por varias partes de diferentes autos, en el primer lugar que encontré. Supuse que alguien ya se había ido porque era un buen lugar, cerca de la reunión en la playa… mi noche me empezaba a sonreír y por lo mismo eso hice, sonreír.

Cerrando la puerta con un poco de brusquedad, porque sino cerraba bien, terminé de acomodarme mi ropa de costosos diseñadores.

Apenas iba a dar el primer paso hacia las luces llamativas que se veía a través de los arboles, cuando mi celular empezó a vibrar.

La poca batería que pudo adquirir en casa mi celular, fue suficiente para que después de un rato empezara a entrar todos los mensajes que no había entrado porque estaba apagado.

Mi celular no dejaba de vibrar y sonar el timbre de que estaban entrando mensajes de textos tras otro.
El primer texto era de mi Jake, diciendo que ya iba por mí, que no tardaba.
Después otro también de él, comunicándome que ya estaba afuera, que no importaba que tardara, que él esperara y al final escribiendo que me ama.

El siguiente texto fue de Isaac, que ya estaba en la biblioteca, que me esperaba, que me tomara mi tiempo.

Los demás mensajes de ellos dos coincidieron en preguntándome donde estaba, que seguían esperando, que si no tardaría mas.
Mensajes que nunca contesté obviamente.

Más tarde era Andrea, exigiéndome que le contara el chisme, que ya pareciera, que mi novio hasta la había buscado para saber donde estaba. Mi amiga pedía que le contara la travesura que acaba de hacer y con quien.
Unos mensajes de la familia como mensajes de voz también llenaron mi buzón de entrada. Eran iguales los mensajes de mis tíos, decían que más vale que llamara que por que mi padre estaba sacando “espuma por la boca”. Ese mensaje había sido de mi tío Emmett, pero el resto de la familia me advirtió de una manera muy similar.

¡Dios!

¿Qué caos había provocado? Y peor, sin darme absolutamente cuenta.

Pobre de Isaac. Le había fallado también a él, a un gran amigo que también me importaba mucho. No le llamaría esta noche, tendría que mejor darme tiempo de darle la mejor escusa y en persona disculparme.
Cerré mi celular y lo dejé en el carro, no quería saber más de él. No lo necesitaba por esa noche, mis papas sabían dónde estaba y había prometido a mi madre que llegaría a una hora respetuosamente decente.
Otra vez cerrando la puerta del piloto con un poco de brusquedad, empecé mi camino hacia la fiesta. Parecía ser un gran festejo por las risas, el bullicio y la música estilo caribeño que se apreciaba cada vez más de cerca.

Las primeras personas que visualicé de inmediato fueron a mi abuelo, Charlie y su esposa, Sue. Estaban platicando con Billy y los tres en sus manos con bebidas, los hombres con sus amadas cerveza en lata y Sue con refresco. Por los colores y el olor que pude percibir me di cuenta que eran bebidas preparadas de estilos diferentes. El primero que me vio, mientras me acercaba a ellos fue mi cariñoso suegro. Giró un poco su silla de ruedas para verme de frente y me saludó con una muy agradable sonrisa de bienvenida.
¾ Buenas noches, pequeña – Me agaché para que el señor Black me saludara de beso – Que bueno que por fin llegaste. Te estábamos extrañando mucho.
¾ Buenas noches, señor Billy – Le regresé el gesto con un beso en su mejilla morena – Lamentablemente se me hizo tarde, pero vengo con toda la intensión de recuperar el tiempo perdido.
¾ Qué bueno que vienes con todas las energías puestas, mi niña, que la fiesta cada segundo se pone mejor – Diciendo esto mi abuelo, se bebió el resto de su cerveza.
¾ Lo bueno es que la noche es larga – Saludé con un beso al señor Swan y él en mi frente depositó ese lindo cariño – Buenas noches, Abuelo… Sue. Veo que están pasando muy bien la noche, me da gusto eso – Ahora me acerqué a mi abuela que estaba muy cerca de su esposo y le demostré el mismo tipo de saludo con mucho cariño que a los primeros caballeros del pequeño círculo.
¾ Y la fiesta debe de seguir, porque es celebración doble – Comentó muy alegre el padre de mi novio.
¾ Así es – La emoción le saltaba de sus ojos lindos negros de Sue – Leah presentó antes sus exámenes de la universidad para estar ya con nosotros y hace un par de horas que Charlie llegó con ella.
¾ Yo fue a recogerla al aeropuerto – Explico mi abuelo.
¾ Lamentablemente no pude ir porque estaba terminando de organizar la fiesta, pero lo bueno que Charlie si se dio el tiempo y nos llegó con la sorpresa.
¾ ¿En serio? – Me daba mucho gusto verlos tan contentos por la llegara de Leah y por lo mismo a mí también me dio alegría saber que ya estaba con nosotros por lo menos estos meses de vacaciones – Que bueno que ya está aquí, la buscaré para saludarla y darle la bienvenida.
¾ Ella no sabe que estas aquí – Me informó Billy – Queremos que también se lleve una sorpresa.
¾ Espero que agradable.

La señora Swan se rió dulcemente de mi comentario. No sé si fue esa risa confort porque mis mejillas habían tomado un sonrojado intenso o que mi abuela haya sentido pena por mí.

¾ Claro que si—Aseguró ella – Será un gran gusto que le dará verte, que sepa que también Bella está de regreso… Por cierto, espero que Edward y Bella nos puedan acompañar en la siguiente fiesta, diles que lamentamos que no estén presentes.
¾ Y que agradecemos el esplendido regalo que le mandaron a mi hija – Eso me dijo mi suegro con una gran sonrisa. Quien sabe con qué regalo monstruosamente esplendido hayan salido esta vez. Pero al parecer uno muy bueno y que aceptaron por la gran sonrisa de gratitud que tenía el más antiguo patriarca – Aunque pensamos ir a tu casa para decírselos en persona.
¾ Ya luego me presumen el regalo – Me puse en medio me mis abuelos y coloqué cada brazo por sus hombros y los estreché amorosamente hacia mi – Y claro que les daré su mensaje, se que les dará mucho gusto a mis papas que les haya gustado la sorpresa. Pero bueno, esta muñequita tiene que ir con su muñequito.
¾ Ya se nos hacia raro tanta maravilla de verte – La expresión ceñuda del señor Swan marcaron su arrugado rostro – Casi no te vemos y…
¾ Anda, Nessy, vete, antes de que tu abuelo se ponga cascarrabias. Ya sabes con lo posesivo que es contigo – Tomó mi brazo su esposa y me dio un juguetón empujoncito hacia donde estaba todo el festín, que era alrededor de la enorme fogata que estaba a todo su esplendor.

Mi cantarina risita divertida adornó el aire del ambiente. Con esa misma alegría me alejé del círculo para buscar a mi novio. La primera persona que vi mientras seguía con mi búsqueda fue a Seth. La euforia y alegría de mi “tío” no me agobió como era costumbre. Me sorprendió sobre manera. Brilló por su ausencia. Nunca pensé que esa alegría me hiciera falta y por primera vez valoré esa felicidad que radiaba ese miembro de mi familia.

Su mirada se fijó en mis ojos chocolate unos segundos y con un pequeño gesto que apenas disimulaba sonrisa, me saludó levantando un poco su vaso como brindis e inmediatamente desvió su mirada y fingió poner atención a la plática que mas invitados estaban teniendo en su círculo.

Como noté incomodidad en sus ojos de negro intenso, no me acerqué a él para saludarlo. Sabia el motivo del porque estaba con esa actitud conmigo. Seth era el único cuerdo hace unas horas y comprendí su distancia, podía el pobre creer que estaría molesta porque estuvo en tal espectáculo. Cuando arreglara las cosas con Jake, sería la siguiente persona con la que hablaría, para que sepa que no hay ningún problema.

Le regresé el saludo con la misma timidez y seguí mi camino.
Saludé a mi pasó las personas que conocía, que era muy en su mayoría, aunque sea de saludó ya los conocía. Muy pocos no tenía el gusto de conocerlos, pero aun así las saludaba con amabilidad.

En mi ánimo en por fin ver a Jacob se hizo más grande apenas lo visualicé. La emoción se hizo más grande y todo lo ocurrió desapareció de mi cabeza. Me di cuenta todavía más la culpa de mi conducta. Mi Jake no merecía que lo preocupara así, no saber nada de mí y creyendo lo peor de lo que me podría haber pasado. Era su naturaleza el proteger y claro que muchísimo más con la mujer que ama, que ama con toda su vida.

Estaba mi lobo platicando con la otra sorpresa de la noche. Estaban muy serios, puedo decir que hasta tensos. Estaba segura que mi percepción no fue exagerada cuando estaban “charlando” lo más alejado de la fiesta, como si no quisieran ser oídos. Jacob estaba serio, pero Leah estaba exaltada, manoteando de un lugar a otro, era más que obvio que estaba más que molesta. Los motivos nos los pude escuchar bien porque el ruido de la gente, las olas del mar acariciaba la noche y el suave crujir de los troncos de madera, me impedían enterarme de las cosas. Bueno, si intentaba de verdad escuchar, sin ningún problema lo lograría, pero nunca me había gustado meterme en la privacidad de nadie y no iba abusar de mis dotados oídos para saber lo que quiero.

Caminé hacia ellos logrando por fin que me vieran. En donde ellos se encontraban no había casi gente, así que fue fácil casi llegar. Los ojos de mi novio se tornaban más negros que nunca, se fijaron intensamente en mí y luego en Leah, que le dijo unas cosas al oído y luego se fue, tomando el camino para alejarse de mí.

¡Qué demo…!

Respiré, paciencia… paciencia. Tenía toda la razón Jake de no saltar de alegría al verme después de fallarle así, pero tenía que reconocer que tampoco esperaba esa cruel indiferencia. Se me hizo excesivo, pero bueno, para eso iba hablar con mi novio y aclarar las cosas.
¾ ¡Si el diablo siempre llegó solo y nada más a fastidiar lo bueno! – Las palabras afiladas y con veneno me atravesaron el cerebro. No sé si fue por lo que oí, por la sorpresa del acto o ver de quien venía esa rabia.
¾ ¿¡Leah!?
¾ ¡Maldito demonio sin alma, deja en paz a Jacob! – Su intento de torturar mi brazo con su mano no fue logrado, su fuerza no llegaba a tanto, pero aunque la fuerza física no me hirió, sus palabras si, como su mirada asesina – Nadie lo volverá a lastimar y mucho menos otra vez ustedes.
¾ ¿De qué hablas? – El enojo llenó mi cuerpo al oír esa ridiculez — ¡Yo nunca lastimaría a Jacob! ¡Yo lo amo!
¾ ¿Hasta cuándo? – Soltó por fin mi brazo con desprecio – Hasta que llegue el otro. Jake no volverá hacer el hombro para llorar, la distracción, “el peor es nada”… ¡Merece mucho mas, lo merece todo!
¾ ¿Qué te pasa, Leah?...
¾ Me pasa que estoy harta de sanguijuelas como tú, de especímenes sin alma.
¾ Pero…
¾ Primero Bella y luego tú… de que se trata esto… ¡De acabar por completo con él!
¾ ¿Bella?... ¿Mi madre?... ¿Ella que tiene que ver en todo esto?

0.0

* La segunda parte la tendran sin falta mañana. Besos... debemos de saber que va a pasar !!!

Kiss

 

Mi cabeza estaba velozmente trabajando para ordenar ideas.


Y lo primero que me percaté es que el veneno de Leah era tanta que hasta mi madre involucraba. No sé que ella tenía en la cabeza, pero nadie, mucho menos alguien que no nos conocía realmente, iba hablar mal de mi familia. Y yo que pensé ingenuamente que le daría gusto verme, porque por fin después de tantos años regresamos.


¡Somos familia!


Pero si ella no lo veía así… yo tampoco tendría que hacerlo. Podía permitir que con groserías y altanería me tratara, pero no a ningún miembro de mi amada familia o seres que quiera.


Ese último pensamiento me invadió hasta el corazón y pude entender todo… todo lo que decía tenía una sola razón y mi enojó cesó de inmediato.


¾ Leah, estás enamorada de Jacob – Se suponía que tenía que ser una pregunta, pero cada vez estaba más convencida de eso al ver esa pasión en sus ojos, y mis palabras fueron una plena declaración. Era amable, aunque lo que dije causó en ella un desconcierto que me hizo sentir pena por ella – Perdona si mis palabras te incomodan, no es mi intensión. ¿Lo… lo amas mucho?
¾ ¿¡Qué!? – Exclamó estupefacta – No trates de cambiar el tema y menos con esa cara mustia que tienes…
¾ No pongo ninguna cara, pero no soy tonta y me doy cuenta de lo que te ocurre… Lo comprendo…
¾ ¿Comprendes? – Ceñuda me contempló -- ¿Pero qué comprendes?...
¾ Tu amor por mi novio y es entendible que no te agrade la idea de que esté yo a su lado…
¾ ¡No trates de cambiar de tema! – Me repitió pero esta vez mas exaltada – Lo que hay entre Jacob y yo no tiene que ver nada con ese tipo de amor, con ese amor que tu finges en tener hasta que lo cambies por otro…
¾ ¡Pero quien eres tú para juzgar mi amor! ¿Tú que sabes de eso? – Fue cruel al hablar — ¿Acaso una vez has amado?
¾ No te metas en mi vida...
¾ Pero tú lo estás haciendo y ni siquiera sabes cómo son las cosas.
¾ Claro que sé y me meto con el derecho que me otorga los años de conocer a Jake, el gran cariño que le tengo. ¡Es como un hermano para mí! Lo defenderé tanto como lo haría por Seth – Sentenció – Por eso no te atrevas a manchar el amor que le tengo a mi amigo, a mi hermano y mi alfa.

Sus bellos ojos noche los observé más que nunca y eran sinceras sus palabras. Quería a Jacob y podía sentir esa furia protección de no tocar a sus cachorros.
¾ Aprecio ese amor que le tienes a mi novio. Pero no debes de protegerlo del ser que lo ama con toda su vida, su alma…
¾ ¿Alma? ¡Por Dios, ustedes no la tienen!
¾ Eso creía, pero un amor como el que yo le tengo a Jacob es tan inmenso y sublime que solo un ser con alma lo pude vivir, sentir…
¾ ¿Acaso puedes querer de verdad? – No era irónica, sino realmente quería saberlo – Si ella no lo hizo dudo que tú lo logres al ser lo que eres. Ella era humana y lo despedazó, lo usó… ¿Qué se puede esperar de ti, de un vampiro?
¾ No me interesa oír de su primer amor. Si “ella” fue tan estúpida en no valorarlo, no es mi culpa y no quiere decir que todas las mujeres seremos así con él – Respiré profundo – No sé porque estoy perdiendo el tiempo aquí contigo, escuchando puras sandeces – Empecé mi camino, siguiendo el aroma que dejó mi novio para llegar por fin a su lado y arreglar todo mal entendido que se pudo haber generado por mi culpa – Nos vemos, Leah… bienvenida – Le dije sinceramente a unos pasos de ella.
¾ Me meto porque temo que la incesantes, lo “estúpida”, —Repitió el calificativo que yo usé para ese pasó que al parecer había lastimado mucho a mi lobo – sea hereditario.

Al oírla me detuve. Algo, no sé que fue, pero ese “algo” me detuvo. No me gustó lo que sentía y como mi cuerpo me fallaba. Mi respiración se hizo agitada y lentamente, reconozco que con temor, me volteé para encarar a Leah.


¾ ¿Qué quieres decir con eso? – Me costaba respirar – Y se directa.
¾ ¿Más directa?... ¿Acaso no lo he sido demasiado?
¾ Con lo de tu Alfa me quedó más que claro y admiro ese amor y lo aprecio, pero dime a que te refieres con… con “hereditario” – Apenas me salieron claras las palabras.
¾ Pues de que mas – Leah estaba muy exasperada y poniendo los ojos en blanco dijo: – De primero Bella y luego tú. Solo déjenlo en paz.
¾ ¿Mi madre? – Pregunté tensa – ¿Qué tiene que ver ella en todo esto? – Retomaba un punto muy importante que ya Leah había sacado, pero que por otras cosas más importantes que tenía en la cabeza, no había prestado atención.
¾ ¿Cómo que tiene que ver? – Cruzó sus brazos con fuerza sobre su pecho – No quieras de nuevo cambiar el tema. No actúes como si no lo supieras.
¾ No cambio de tema…
¾ Pues que primero Bella y luego tú. De que no es justo de lo que ahora tú quieres hacer…
¾ ¿Pri… primero mi madre? – Sentí como mi corazón que cuidaba un gran amor fuerte, apasionado, infinito se hacía añicos con despiadada agonía. No podía respirar bien -- ¿”Mi” madre fue novia de “mi” novio?
¾ ¡Ya no finjas! ¡Solo déjalo en paz!
¾ ¿La quiso? – Mi cuerpo como mi boca ya tenía voluntad propia. No sentía que existiera, como si estuviera viendo una película de terror, del que solo se trataba de destruir sin ningún fundamento.
¾ ¡Claro que sí! Por eso estoy segura… mejor dicho, es un hecho, que contigo va a pasar lo mismo. Solo vete y deja las cosas como estaban.
¾ ¡Santo Dios!... ¡Fueron novios!
¾ ¿Qué… que no lo sabías? – El enojo y tal vez rabia que había sentido de Leah desapareció apenas verme la agonía que estaba viviendo. A de ser mucho mi intenso dolor que la indomable Leah Cleanwater se acercó a mí y tomó con gran ternura mi brazo, como si temiera que me callera en pedazos. ¡Qué bien sabia como mi mundo se acaba! – Reenesme… Nessy… ¿No sabias lo de Jacob?
¾ No tenía idea…
¾ No… no… perdóname por favor, no sabía que ignoraras eso – Su lastima hizo que cambiara todo en mi. Mi dolor se convirtió en rabia. No me tendría nadie lastima y menos por ser engañada de esa manera.


Jalé mi brazo, no quería que nadie me tocara.


¾ No te tengo nada que perdonar, solo dices la verdad… Y es cierto que la verdad duele.


¾ Pensé que lo sabías… Pero… pero no es lo que crees – Y dijo con palpable angustia: – No fue un amor como él te tiene. Es por eso que me meto, temo el gran amor que Jake te tiene no sea correspondido, que no lo valores. Pero me equivoqué, veo que realmente lo amas, se aman, él te adora…
¾ No trates de inventar más, Leah. Te agradezco tu sinceridad, aunque fuera sin querer. Gracias por decirme la verdad, algo que nadie se atrevió hacerlo – Dicho eso me alejé de ella y fue adonde mi olfato como corazón me mandó.


Tuve que acelerar el paso, porque mi corazón no iba a latir por mucho tiempo.


¿Mi cuento de hadas podría desaparecer?


¿Y cómo no ser así? Si mi príncipe era falso… mi castillo era obvio que nunca existió, si solo era un castillo de arena.


Si eran ciertas aquellas palabras… todo lo que hubo con Jacob Black habría acabado. Rogaba que no fueran cierto… porque mi mundo en el que solo podía estar Jacob ya no existiría… No podría tener vida, pues él me la daba.

 

Nuevo respirar​

Solo de pensar la idea me daba nauseas, asco.

No podía, no “debía ser verdad”. Nadie podía permitir algo así. No por lo menos personas que dijeran amarme podían aceptar algo así.

¿Mi madre y luego yo?

Todo tipo cosas dolorosas pasaban por mi mete e iban destruyendo el corazón. Como la forma en que me trataba Jacob, me trataba con mucha ternura, ¿era así porque era una niña para él? Y si mi madre era toda una joven, un adulto, ¿Cómo debió tratarla? ¿Con tantas consideraciones como conmigo?

¡No lo creo!

Jacob era fuego, pasión, dudo que tratara así a una mujer que era también eso, vida, sensualidad.

¡Dios!

Más cosas terribles llenaban mi cabeza, pero no debía pensar así. Toda debía ser mentira, que Leah realmente si amaba tanto a Jake que inventaba monstruosidades así para separarme de él.

Una luz tenue, de una pequeña fogata, me afirmó lo que ya sabía, que había llegado con mi novio, que al verme se levantó del tronco en donde estaba sentado.

¾ Te tardaste mucho, mi niña – Me sonrió tímidamente.
¾ ¿Me esperabas? – No pude evitar que sonara irónica.
¾ ¿No te dijo Leah que te esperaba aquí?... Para hablar.
¾ Yo vengo a lo mismo, para hablar.
¾ ¿Te pasa algo, amor? – Le dio vuelta a la fogata y tomó con ternura mi mano. No soportaba que me tocaran, menos él. Su contacto no me permitía pensar y eso era lo que tenía que hacer ahora: Pensar más que nunca – Que pregunta tan tonta. ¿Pues como no estarlo? Lo siento de verdad, sé que mi comportamiento fue incorrecto y juro que no volverá a pasar – Tomó mis dos manos. Su calor tan delicioso recorrió enseguida por todo mi cuerpo frio, que seguía con reacción y pareciendo que Jacob tuviera una peste, me alejé de él – Pero por favor entiende – Suspiró apesadumbrado y pasándose su mano por sus cabellos revueltos confesó: — Pero por favor escucha, primero fue mi preocupación de que algo te pasara…
¾ ¿Sabes que destruiste una investigación que iba a revolucionar la vida humana, la economía y hasta la vida? – Hablaba muy consideradamente serena si consideraba la destrucción que estaba viviendo por dentro.

¾ No… no tenía idea de que tan grave fue mi error – Vi que se sentía peor de como estaba unos segundos – De verdad que lo lamento. Pero… pero permítanme Nahual y tú, ayudarlos en arreglar lo que hice, si es que tiene solución yo…
¾ La tiene – Lo tranquilicé y se notó un pequeño brillo en sus hermosos ojos obscuro – De hecho es muy simple para tal milagro. Solo nuestra sangre es necesaria para acelerar el crecimiento de la comida.
¾ ¡En serio! ¡Mi amor, eso es fascinante!
¾ Si, lo es – Secamente lo vi.
¾ ¿Entonces crees que puedas perdonarme? – Suplicó – Veras que ya no volverá a pasar, pensare mas con la cabeza y no seré tan animal.

No dije nada, solo me limitaba en observarlo.

¾ Mi amor, por favor perdóname – Dio unos pasos hacia mí y yo me alejé la misma distancia que él se acercó – Mi vida, por favor entiende, fue primero la preocupación de no saber nada de ti y luego los celos de verte con Nahual… horas estuviste con él y yo angustiado…
¾ ¿Celos? – Repetí -- ¡Celos!...—Solté con rabia -- ¿De qué o de quien?
¾ ¿Cómo que de quien?... De Nahual, quien más. Te ama, convives con él muchísimo, te puede insinuar o peor, decir cosas que…
¾ ¿Me ama… decir cosas? – Exploté. Lo que acaba de oír fue la gota que derramó el vaso -- ¿Cómo puedes decir esas cosas? Si fuera cierto ese “amor” – Levante mis manos e hice comillas con mis dedos ante aquella palabra – que me profesa, ¿crees que yo faltaría a nuestra relación en seguir conviviendo con él, si él me tratara de esa manera?
¾ Perdón, se que tu serias la primera que podría fin a eso… pero…
¾ ¡No puedo creer que por meses, desde que volví – Subrayé – me estuviste atormentando con tus estúpidos celos! – Lo encaré histérica – Y yo hacía hasta lo imposible para no levantar esa pólvora que traías…
¾ Amor, yo…
¾ Y yo como estúpida haciendo de todo para que te sintieras seguro de mi, de mi amor – Chillé – ¿Pero como ibas a estar seguro, si crees que todos somos de tu misma condición?
¾ ¿De qué demonios estás hablando? – El joven débil, triste que estaba ahí cuando llegué, cambio por un joven serio, molesto.
¾ ¿Cómo ibas a confiar en mi amor puro y único, si tú no lo tenías por mí?
¾ ¿Estás loca? – Me tomó a la fuerza de mis brazos, esta vez no me alejé -- ¿Estas dudando de mi amor?
¾ ¿A quién amas más, Jacob, a Bella o a mí? – Lo empujé con fuerza.

No supe de donde obtuve ese valor para cuestionarlo así. Pero sin duda fue un valor que me acabó. Me acabó por completo al ver su expresión, sus ojos que perdían su totalidad de brillo.

No dijo nada. Su silencio me dolió muchísimo más, porque me hacía paso en pensar millones de cosas y ninguna apaciguaba mi infinito dolor. Entraban mis pensamientos a un camino negro, cruel y tormentoso que no veía regreso.

¾ Entonces es verdad – Apenas me salió la voz.
¾ ¿Quién te lo dijo?
¾ ¿Por qué ocultándome algo así, algo tan importante? – Ignoré su pregunta – ¿Por qué?
¾ Fue hace años.
¾ Pero la amaste – Agachó la mirada e hizo puños sus fuertes manos, fue tanta su fuerza que le saltana las venas – Te suplico que por primera vez seas por fin sincero.
¾ Si, la ame – Confesó mirándome hacia mis ojos chocolate.
¾ ¿Cómo pudieron hacerme esto? – Grité.
¾ Mi amor, cálmate. No debes tomarlo así – Intentó tocarme y lo evité.
¾ No me toques… Todo esto me da asco.
¾ Reenesme, por favor – Inhaló aire para regresar a la cordura – No se te dijo porque no hay nada que decir.
¾ ¿La besaste? – Apretó la boca con fuerza -- ¿Le dijiste también que la amabas?
¾ Si… — Rugió – ¡Sí! ¡La ame! Pero eso se acabó en el hermoso instante que te vi, desde que eras un bebé mi corazón te pertenecía. ¡Te pertenece mi vida!
¾ ¿Cómo mis padres me ocultaron algo así? – Estaba frenética, me sentía desquiciada – ¿Mis tíos? ¿Los abuelos? ¡Como pudieron!
¾ Mi vida,…
¾ ¡No me digas así! ¡No me llames como a ella le dijiste! – Lloré – No puedo creer que mi más grande rival, por la que competía para que la olvidaras por completo, era la mujer que me dio la vida.
¾ Nunca tuviste que competir con nadie… ¡Cielos! – Exasperado y furioso pasó sus manos por su cabello -- ¡Te esperé diez años! ¡Diez años! ¿Eres tan insensible que esa devoción no te dice nada?
¾ ¿No seré yo el plato de segunda mesa? ¿El peor es nada? – Dije – ¿Acaso no finges amarme para tener a Bella cerca?… ¿Entonces es cierto que me parezco mucho a ella? ¿Te la recuerdo?
Entonces hizo algo que no me esperaba, se agachó y tomó un tronco lleno de fuego de la fogata y la lanzó a la mitad de la noche.
¾ ¡Di lo que quieras, acúsame haber amado, pero nunca, escúchame bien, nunca dudes del amor que te tengo!... – Los ojos del alfa sacaba un fuego mas peligroso que el de una miserable fogata – No te atrevas a ensuciar algo tan puro como son mis sentimientos por ti.
¾ ¡Lo dudo!... Ahora y siempre dudare de todo de lo que de ti salga… ¿No comprendes?... ¡Pudiste ser mi padre!
¾ Pero no lo soy.
¾ ¡Pero quisiste y eso basta para que todo esto me cause nauseas! – Di unos pasos atrás y di media vuelta para irme.
¾ ¿A dónde vas? – Me jaló con brusquedad de los hombros.
¾ A donde no tenga que verlos.
¾ ¡Por Dios, amor! No nos hagas esto, yo te amo.
¾ Adiós, Black – Sacudiéndome de sus manos desaparecí a la noche.

Solo mi instinto me pudo llevar a un lugar, al único lugar donde podía estar segura y nunca me dio tanto gusto verlo.

¾ Tu aroma es inigualable y reconocible cuando quieres – Saludé.
¾ Siempre para ti será reconocible.
¾ Me voy de aquí y quiero que vengas conmigo.
¾ ¿A dónde?
¾ A donde tú quieras.
¾ A Río.
¾ Tu hogar.
¾ Quiero que lo conozcas.
¾ No solo lo conoceré, lo viviré.

Él sonrió con regocijo, con una reconfortante ternura, y esa misma noche partimos a mi refugio. Solo yo quería alejarme, no saber de nadie, no importaba el lugar, pero si la distancia, quería lejos muy lejos de aquí. Pero temo que al otro lado del mundo no sea suficiente para mi tranquilidad, si es que en mi podía algún día regresar.

No quería estar sola para no volverme loca y sabia que una compañía como Nahual haría que una pequeña parte de mí siguiera con vida. Y si es que acaso vivir era lo que deseaba.

Pero asi como mi mundo se habia acabado, asi como me sentia, solo me conformaba en poder lograr respirar... tener un nuevo respirar.

 

Mis errores​

El sonido de la turbina del avión como el tintineo de las latas de refrescos, que estaban en el carrito de comida, era los únicos ruidos que se escuchaban. Supongo que eran sonidos relajantes, puesto que todos los pasajeros que llenaban todos los asientos, estaban profundamente dormidos. Nadie hablaba. Ni los sobrecargos que es una de sus principales características: No dejar de hablar. Nunca pido distracciones, nunca las necesito al tener mi temple de maravilla, pero… ¿Por qué justamente cuando mas necesito de cualquier inverosímil distracción, no la hay?

¿Acaso seria una señal?

Una señal para no controlarme, pensar una y otra vez las cosas, y darme cuenta de las tonterías que se hacían por no pensar bien las cosas.

No lo sé.

¿Se me iba a juzgar por cómo veía las cosas, las pensaba e iba a comportarme?

Tampoco lo sabía.

Lo peor de todo es que no me importaba lo que los demás pensaran de mí. Nunca me ha importado y mucho menos ahora que no daba crédito lo que estaba pasando… ¿o había pasado?

Eso tampoco sabía.

¿Ya era todo o tenia arreglo?

Miles de cosas pasaban en mi cabeza, mi mente ágil estaba con una cosa y con otra.

Pero como viera todo seguía sin estar de acuerdo.

Pero los cálidos labios del hombre, que apenas verlo por primera vez y temí que nunca fuera correspondida cuando yo ya lo tenía en el alma, me acariciaron y abrí los ojos, dejando ya de fingir que estaba dormida.

¾ Amor – Su deliciosa aliento acarició mis sentidos – Ya vamos a aterrizar, acomoda tu respaldo, mi vida -- Me indicó que lo hiciera, pero como todo un caballero él lo hizo, dejandome comoda.

Diciendo esto, una de las varias sobrecargos que estaban encargados del vuelo, dio el anuncio que guardáramos la mesita removible en su lugar, el asiento acomodado y todo guardado, que porque en quince minutos íbamos a llegar a nuestro destino.

¾ Señores pasajeros, bienvenidos a la ciudad de Sao Paulo -- Anunció cuando las puertas del avion se abrieron.

Ya con todo listo en la cajuela del taxi contratado, subí al asiento y después él, cerrando la puerta con suavidad.

¾ Deberíamos ir por… nuestra cuenta – Siseé seria. No quería que el conductor me escuchara, porque sí entendía un poco de ingles me creería loca al estar diciendo que me quiero ir a un lugar remoto que no hay caminos, sino pura jungla por mi "propia cuenta" – Hasta parece que no quieres llegar.
¾ No, sino logro que te calmes un poco antes.
A veces llegaba a fastidiarme esa tranquilidad con la que se comportaba.
¾ ¡Estoy…! – Respiré una y otra vez – Estoy calmada, mucho… ¡calmadisima! – Le aventé una mirada al taxista, recelosa
¾ No te preocupes – Tomó de mi mano con cariño entre las suyas – No habla nada de ingles, por eso hasta ahora tenemos tiempo para hablar sobre lo sucedido.
¾ No veo que tenemos que hablar – Respiré profundamente, estaba por fin realmente calmada y vi a través del vidrio del carro – Y ya sabemos que es lo que pasa.
¾ Si en casa no hablamos fue porque yo también estaba furioso y no quería perder el tiempo en discusiones.
¾ ¿En serio? – Le levanté una fina ceja escéptica. Me vio con una mirada furibunda
¾ Y lo sigo estando.

¾ Por favor – Espeté – Ni me veas así. No me dejas otra cosa que pensar.
¾ Pensar de que…
¾ Sigues sin aceptar a Jacob – Concluí – No puedo creer que apenas me diera cuenta.
¾ No es eso, amor – Sacó aire, exasperado, como si lo necesitara.
¾ ¿Entonces que es, Edward? – Exigí saber – Esto de atrasar el viaje por semanas no me demuestra otra cosa… ¡No puedo creer que apenas me diera cuenta!... ¿Cómo puedes hacer así, Edward?...
¾ No…
¾ No aguanto que llevemos la farsa a tanto, no estoy de humor… — Me dirigí al taxista – Pare, estacionece, por favor – Mi portugués en estos diez años se había hecho perfecto.
¾ ¿Certeza, senhora? – El señor me vio por el retrovisor, muy sorprendido por lo que me pedia – Estão no meio do nada.
¾ Não se preocupe com isso – Vi como el hombre tomaba con fuerza el volante – Edward, le puedes asegurar a señor que no importa que nos deje en medio de la nada, que conocemos muy bien aquí, que no se preocupe… y que no estoy loca.
¾ No hay ningún motivo para acelerar las cosas y menos que te alteres asi.
¾ No tengo humor de fingir que no podemos movernos por nosotros mismos.
¾ Será sospechoso si nos deja en medio de la carretera ¾ Le sonrío amablemente al conductor que no nos dejaba de ver – Amor, de hecho no tardas en convencerlo, cree que te metiste algún tipo de droga. Pero aun siendo una drogadicta no deja de pensar que eres muy hermosa.

¾ Tú sabes lo que piensa, dile lo que le gustaría oir ¾ Lo ignoré

¾ Bella…
¾ Edward, ya hicimos las cosas como quisiste, ahora deja que las hagamos no como quiero, sino como debe de ser.
¾ Sir, e usó tenho uma mensagem de textos. Meus amigos me dizem que a espera aquí, que o lugar para onde vamos, é difícil chegar. A esperança aquí -- Tomó mi esposo su cartera de su pantalón y sacó una cantidad de billetes que alimentaria a toda una numerosa familia por semanas. Los dejó sobre el asiento. Nunca permitimos que nos toquen las personas, y menos ellos, que son de estas tierras que de una cierta manera creían en nosotros. Nuestra piel de hielo haría poner alerta a este pueblo – De qualquer maneira eu vou pagar integral.


Y el taxi aparcó en la orilla de la carretera improvisada. Eran puras pequeñas piedras.
Bajó mi marido, serio, pero no tanto como yo. Ya era de noche. Entonces no había motivo de seguirnos ocultando.

¾ Não se preocupe, você pode ir – El señor de piel morena no parecía creer ni una sola palabra ¾ Obrigado—Agradeció con su maravillosa educación.

Dejó las maletas en el suelo y se fue.

¾ Muy bien, hablemos – Dejó de lado las dos maletas que no tenían nada, era pura fachada.
¾ Gracias – Fue sarcástica -- ¿Qué es lo que pretendes?
¾ Darnos tiempo. A nosotros, a ella.
¾ Ella, exacto. Tenía que ver desde hace días a Reneesme.
¾ Y lo haremos, créeme que sí.
¾ ¿Otro castigo?
¾ Por eso quiero que hablemos...
¾ ¿Hasta ahora?
¾ Bella, antes no pudimos.
¾ No quisiste que es diferente.
¾ Hablaremos con Reneesme. Tampoco estoy de acuerdo…
¾ Eso me agrada saber, ¿pero de que no estás de acuerdo? ¿De qué se fue sin decir nada, sin pedir permiso o que destrozara así a Jake?
¾ Hablaremos con ella…
¾ Me importa muy poco que se me acuse de madre desnaturalizada, pero no permito y mucho menos aceptaré el comportamiento que está teniendo esa niña, cuando está lastimando a una persona maravillosa como lo es Jacob.
¾ Mi amor – Tomó de mis manos y me jaló hacia él, tomándome de la cintura – Hablaremos con ella. Jake es lo mejor que puede tener nuestra hija.