Dos mundos, un solo amor

Capitulo #7 “La familia Taisho y una chica hanyou”​

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Después de ver a su hijo en el fondo del pozo la señora Taisho corrió rápidamente a buscar una cuerda para que el menor de sus hijos pudiera salir sin problemas, con mucho esfuerzo el joven Inuyasha logro salir sin recibir la ayuda de su hermano mayor que sólo observaba sentado desde las gradas del templo.

―¡Diablos Sesshomaru porque no ayudas!―Dijo muy enfadado el chico de ojos ámbar al ver que sólo su madre había ido a su rescate, mientras que el otro joven de cabellos plateados sólo se había quedado ahí junto a Toki la mascota y el ser más querido del mayor de los Taisho.

―Si fueras Toki tal vez te ayudara―Expresó el joven que mostraba siempre un sentimiento de orgullo ante su medio hermano y a pesar de ser frio y distante con todo el mundo, el perrito había sido el único recuerdo que le había quedado de su padre.

―No importa hijo, no pelees con tu hermano ves ya te saque yo sin su ayuda―Musitó Isayoi mientras sacudía a su pequeño Inuyasha según ella, y lo llevó dentro de la casa; se sentó el joven peli plateado en el sofá pero su madre, abuela y hermano lo miraban de manera extraña.

― ¿Qué ocurre tengo micos en la cara?―Preguntó el joven con algo de sarcasmo al ver que lo miraban como si fuera un loco o extraño.

―Hijo ¿Qué haces vestido así?―Preguntó la señora Taisho al ver que su hijo vestía un traje de monje que parecía muy bien
confeccionado, por un momento todos pensaron que estaba haciendo algún cosplay.

―A decir verdad…yo pues…―Tartamudeaba el joven mientras buscaba palabras para explicar su vestimenta y todo lo que le había ocurrido.

Así que reunió a todos en el templo y explicó cómo habían sucedido las cosas y mostró los instrumentos de monje que él llevaba consigo, explicó el porqué de su vestimenta la cual había dejado un poco confundidos a todos los miembros de su familia, aunque su hermano mayor mostraba menos interés por todo el relato del joven peli plateado escuchaba y a la vez pensaba que su hermano estaba loco.

―Así que ahora debo estar viajando para ayudar en la época pasada―Concluyó el joven Inuyasha mientras un silencio bastante penetrante se sintió en la casa.

Mientras todos pensaban en las palabras del joven de ojos ámbar su hermano Sesshomaru rompió el silencio diciendo algunas palabras.

―Sabes imbécil te hubiera creído más si dijeras que te escapaste, y que estás haciendo un cosplay―Exclamó de manera fría el mayor
de los Taisho mientras se va a su recamara, nunca se han llevado cómo hermanos así que esas palabras son muy comunes entre ambos, lo que nadie sabe es que Sesshomaru sabia algunos secretos que guardaba el templo del pozo.

La abuela Horuka le preparó un baño caliente a su nieto Inuyasha quien muy gustoso fue y se metió a la tina, últimamente le había tocado bañarse en un rio de aguas muy frías y siempre ser observado por mujeres, así que un baño caliente en la privacidad de su baño lo hacía muy feliz.

―Pobre de mi nieto―Decía entre suspiros la abuela Horuka mientras la señora Taisho preparaba la cena.

―Cumplirá el destino de nuestra familia―Exclamó la anciana mientras sacaba unos viejos pergaminos que estaban en el templo y citaban lo siguiente.

“Hijo nacido bajo la dinastía Taisho tu destino no estará en el lugar de tu nacimiento, encontraras tu camino justo en el inicio de tu familia, tu deber arraigado a tu alma estará desde tu muerte hasta tu nacimiento cumplirlo debes si deseas que tu familia no perezca”

―Esta vieja profecía fue escrita hace mas de 550 años nadie sabe quiénes la escribieron, siempre creí que sería Inu no Taisho el elegido pero bueno Inuyasha deberá cumplir su deber―Musitó la anciana mientras guardaba los pergaminos, Isayoi se quedo un poco confundida con la lectura del pergamino antiguo.

―Y ¿Qué quiere decir todo eso Horuka?―Peguntó la señora Taisho pues no le quedo muy claro cuál era el deber de su hijo.

―Pues no tengo la más mínima idea pero Inu no Taisho el investigó y estudió mucho todos los pergaminos y la historia del templo estoy segura que él si sabia su significado―Expresó la anciana un poco despreocupada pues no entendía el destino que ya estaba escrito para Inuyasha .

Cuando en ese momento se escuchó un estruendo que provenía del templo, la señora Taisho y la abuela salieron a ver que ocurría y del templo vieron salir una joven chica de cabello azabache que traía puesto un bello kimono color rojo

Comenzó a caminar en dirección hacia las mujeres de la casa y se les acerco ellas estaba un poco aterradas y mas al ver que tenía un par de orejas de perro en su cabeza.

―¿Dónde está Inuyasha ?―Preguntó la hanyou mientras olfateaba el aroma del joven, la señora Taisho y la abuela Horuka se había quedado en shock y sólo señalaron la ventana del joven que estaba abierta.

―Muchas gracias―Dijo Kagome e hizo una reverencia de un salto llegó hasta la ventana y entro en ese momento algo inesperado paso.
Kagome entro a la habitación bajo de la ventana y cuando de pronto la puerta del baño se abrió, Inuyasha salía de darse el baño caliente y con la toalla se secaba el cabello, saliendo completamente desnudo sin darse cuenta que ahí estaba la hanyou al verla frente a él y ella al verlo otra vez así sólo se escucho.

―¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!―Un gran grito que retumbo en toda la casa, la señora Taisho y la anciana Horuka se quedaron en la sala pensando en quien sería la joven que salió del pozo.

Kagome rápidamente se da la vuelta al ver el cuerpo desnudo del joven, mientras el joven de ojos dorados se cubre rápidamente con las sabanas de su cama, ambos completamente sonrojados no eran capaces de decir una palabra.

―¿Qué demonios haces aquí mujer pervertida?―Preguntó el joven peli plateado mientras su cara aun seguía completamente enrojecida.

―Yo… vine a buscarte caíste en el pozo y no saliste, así que cuando salte aparecí en este lugar extraño además no me digas pervertida no sabía que estabas así―Exclamó la hanyou tratando de justificar su presencia en la casa de los Taisho.

―Bueno no sé si en la época pasada las mujeres entran en la habitación de los hombres sin su permiso, pero aquí se toca la puerta antes de entrar y en mi cuarto si quiero me paseo sin nada, salte de mi habitación o acaso deseas seguirme viendo―Decía el joven mientras seguía cubierto con las sabanas de su cuarto, la hanyou estaba tan apenada que salió de la habitación sin seguir objetando sintiéndose muy avergonzada bajo por las escaleras buscando una salida.

De pronto Isayoi se mostro frente a la joven eso hizo que la hanyou se sintiera un poco incomoda, pero la señora Taisho le dio una cálida sonrisa y la tomo del brazo hasta llegar a la sala, la invito a tomar asiento porque ella deseaba conocer un poco a la hermosa chica azabache.

―Dime jovencita ¿Cuál es tu nombre?―Preguntó Isayoi mientras observaba a la hanyou y miraba lo especial que esa chica parecía ser, sin mencionar que tenía un cierto parecido a cierta chica que antes había llegado a su casa.

―Mi nombre es Kagome señora―Contestó muy cortante la hanyou de ojos chocolates que nunca había sido muy buena para socializar con humanos.

―Que bello nombre te llamas igual que la estrella ¿cierto?―Musitó la señora de cabello negro mientras daba una gran sonrisa a la hanyou, definitivamente ese momento fue muy ameno para ambas ya que Kagome sonrió gracias a la señora Taisho.

―Si ya me lo han dicho antes―Exclamó Kagome entre risas lo cual era una sensación extraña para ella, sin que las mujeres azabaches se dieran cuenta el joven Inuyasha estaba completamente sorprendido por lo que veía su madre era muy exigente con las chicas que él
y su hermano llevaban, pero parece que con Kagome se llevan muy bien.

Inuyasha termina de bajar las escaleras y entra a la sala, la hanyou quedo completamente hipnotizada la ver al joven vestido de manera diferente.

El joven de ojos ámbar llevaba puesta una playera negra de su banda favorita Iron Maiden que le tallaba su abdomen y se le notaban perfectamente los músculos de sus brazos, también llevaba puesto un pantalón negro con cadenas en los bolsillos y unos zapatos converse negros con claveras blancas sin duda el joven tiene el estilo de un rockero.

―¡Oh! hijo que guapo te ves veo que te fue muy bien en el baño―Comentó la señora de cabellos negros mientras que el joven se sonroja al recordar ese momento en su habitación.

―Inuyasha debemos regresar hay algo que tienes que saber sobre la perla falsa―Exclamó Kagome mientras se levanta bruscamente haciendo que la señora Taisho se exaltara un poco, Inuyasha sólo guarda silencio y mira a su madre, pensaba en cuanto había extrañado su hogar y que tenía muchos días de no ir a la escuela.

―Kagome estás loca si piensas que me iré en este momento, tengo mucho que hacer aquí antes de regresar―Musitó el joven de ojos dorados mientras Kagome se sorprende mucho por las palabras del joven, por un momento vio a un joven sensible pues el argumento que el joven peli plateado había expresado no fue de la manera usual parecía un poco triste.

―Pe…pero Inuyasha tu y yo debemos…―Dijo la hanyou un poco confundida por la actitud del joven pero ellos no tenía tiempo de que perder ya que habían muchas cosas que resolver, Inuyasha toma asiento junto a su madre ya que quería que su madre comprendiera todo lo que estaba ocurriendo.

―Hijo se que tienes que cumplir tu misión por mí no te preocupes sólo asegúrate de regresar a casa cuando puedas para ver como estas―Decía la madre del joven mientras le daba unas palmadas en la cabeza.

―Sabes Kagome la cena ya casi esta lista porque no te quedas a cenar, y te preparare la habitación de huéspedes para que pases la noche aquí―En ese momento la señora Taisho se levanta y se va directo a la cocina sin esperar la respuesta de la hanyou, así que se dio por hecho la respuesta de la joven de ojos chocolates.

Inuyasha y Kagome fueron a la cocina y ayudaron a servir la cena también a preparar la mesa, ya estando todos sentados la anciana Horuka tocaba las orejas de la hanyou pues le intrigaba mucho esa cualidad de los demonios, Toki olfateaba a la chica de ojos chocolates y jalaba su kimono sin duda era un momento muy incomodo para ella.

―¡Basta Toki vete a jugar!―Gritó el joven de cabello plateado y casi al instante el perrito salió corriendo del lugar, la hanyou veía extrañada que a pesar que la comida ya estaba servida en la mesa nadie la probaba.

―¿Qué es lo que esperamos?―Preguntó la hanyou mientras escuchó unos pasos tras ella.

―No puede ser otra novia de Inuyasha―Se escuchó decir una voz grave y masculina al darse la vuelta Kagome vio al joven de ojos dorados y mirada fría, se parecía mucho a una persona que ella conoció en su infancia, ella recordaba a un hombre de cabellos plateados, ojos dorados y una larga coleta que le había salvado la vida cuando tan sólo era una niña.

Mientras tanto en el sengoku una mujer que vestía pieles de tigre se encontraba planeado su siguiente trampa.

―Mira demonio debes atacar esta aldea que te indico y a cambio tendrás una de las perlas de Shikon―Dijo la mujer al líder de bestias carnívoras con la apariencia de chacales que intentaron por mucho tiempo obtener la perla, y era hora de conseguirla según para ellos.

―¿Cómo te llamas mujer?―Preguntó el tenebroso chacal mientras veía una gran cantidad de pequeñas perlas en las manos de aquella mujer maligna.

―Mi nombre es Kagura y sé que piensas que estas no son perlas de Shikon ¿cierto?―Afirmó la mujer mientras le daba una de las perlas al demonio chacal que miraba la joya con gran ambición.

―Cuando robe la joya la partí en mil pedazos, hice estas perlas que en su interior llevan un fragmento de perla real, repartí todos la perlas falsas por todas partes y estas son las ultimas que quedan―Termino de hablar la mujer al dar la orden al demonio se desvanece en la oscuridad, dejando aquella terrible misión a ese desalmado grupo de chacales demonios.

Las razones por las que la perla fue destruida no eran claras para nadie, Kagome logró darse cuenta que dentro de la perla falsa había un fragmento, pero iba a dejar que Inuyasha disfrutara un poco de su familia aunque la preocupación no la dejaba tranquila.

Kagura una extraña mujer demonio tenía la intención de liquidar a la hanyou y al joven del futuro, pero sus razones iban más allá del sólo deseo de apoderarse de la joya, sus verdaderas intenciones tenían un pasado oscuro que compartía con la chica hanyou.

Continuara……………………………..

Chicas ahora que estoy de vacaciones pues espero poder actualizar más seguido bueno espero les guste esta conti ya que quise darle un buen toque para todas, espero haya sido de su agrado.
pd: para tomar un compromiso más serio y no dejar que pase mucho tiempo entre las conti la siguiente conti la publicare el lunes hasta entonces amigas bye.

 

Capitulo # 8 “Un secreto del pasado”​

N/A: Este cap. es basicamente el recuerdo de un suceso pasado espero no haya confución​

Después que la malvada mujer demonio Kagura convenciera a los demonios chacal de destruir una aldea se desvaneció, teniendo como refugió una especie de cueva que por dentro era un castillo subterráneo comenzó a tener algunos recuerdos acerca de su nefasto pasado, y el sólo pensar en la chica hanyou le provocaba rabia.

―Maldita Kagome de no ser por ti jamás hubiese muerto Kuzo―Pensaba la mujer de cabello oscuro y ojos carmesí mientras apuñando las manos al recordar cuando conoció al monje.

Siendo una mañana cómo todas el monje de ojos dorados y cabello plateado caminaba por una vereda muy solitaria cuando observó el cuerpo semi desnudo de una mujer, siendo un buen samaritano la ayudó al parecer había sido atacada por bandidos y la habían dejado casi muerta.​

El monje trató de curar a la mujer que tenía múltiples laceraciones y heridas internas además el mismo trauma hacia que ella no pudiera decir ni una palabra al monje.​

Después de recordar un poco la mujer toma un trozo del traje del monje, lo único que le había quedado de él ya que la muerte del monje había sido su culpa.

―Si no hubiese sido por la culpa de esa estúpida hanyou yo hubiese obtenido el corazón de Kuzo―Musitó la mujer demonio mientras suspiraba profundamente al pensar en esos momentos tan dolorosos para ella.

El monje Kuzo cuidaba a la mujer que había rescatado de morir, siendo una persona muy altruista la cuido sin recibir nada a cambio, la mujer de cabello café claro y ojos azules sentía cada vez sentimientos muy fuertes hacia el monje, un día mientras él cambiaba sus vendajes ella comenzó hablarle.​

― ¡Hikari!―Fue lo que la mujer dijo en un sollozo bastante fuerte.​

― ¿Qué dijiste?―Preguntó el monje muy sorprendido por la acción de la mujer, jamás había hablado desde que la encontró eso lo sorprendió mucho.​

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―Mi nombre es Hikari…muchas gracias―Musitó la mujer mientras entre una sonrisa de gratitud se quedo profundamente dormida, sin duda empezaba a confiar más en el joven monje de ojos dorados.​

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El monje Kuzo se quedo bastante agradado de que por fin el alma de esa mujer se recuperaba, pero jamás imagino que su buena acción le provocaría la muerte.​

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La mujer de cabellos café claro y ojos azules se empezó a dar cuenta que el joven monje llegaba menos seguido a verla y a cuidarla, la mujer se mantenía en una cabaña especial que el monje había conseguido, pero al sentirse un poco abandonada decidió con mucho esfuerzo salir y buscarlo.​

―Si tan sólo me hubieras amado hoy estarías vivo―Kagura a pesar de su corazón demoniaco algo de la antigua chica que era aún vivía en ella.​

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Entonces vio que una joven chica hanyou de ojos chocolate pasaba tiempo con él y eso le provocó muchos celos, los mismo que la hicieron formular una manera de separarlos; pero eso seria difícil de lograrlo mientras ella tuviera ese cuerpo tan débil fue entonces que conoció a una vieja bruja que le prometió un cuerpo fuerte, sano y con belleza sin igual.​

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― ¿Quién eres tu anciana?―Preguntó Hikari mientras observaba a esa anciana de aspecto terrible en la cabaña donde Kuzo la cuidaba, la anciana de mirada siniestra se limitó a decir unas cuantas palabras.​

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―Soy la bruja Tashimo y vengo a ofrecerte algo que cambiara tu vida―Fue lo que la bruja dijo mientras sacaba una especie de cajita negra con un cerrojo en forma de calavera con ojos rojos, pero también sacó un espejo negro que podía mostrar hechos pasados.​

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―Antes de darte algo muy importante te mostrare cómo fue que eso bandidos llegaron hasta tí―La bruja le muestra el espejo a Hikari y en él se podía observar a la chica de ojos azules momentos antes de que los bandidos la atacaran, pero también se observa que esos bandidos venían escapando de la chica hanyou y se encontraron a Hikari, luego se observó cómo la atacaron, la golpearon y la dejaron casi muerta.​

La bruja convence a la chica de ojos azules de darle su cuerpo a unos antiguos demonios, a cambio tendría un cuerpo sano y podía vengarse de la responsable de su desgracia, también podrá tener al hombre que ama solamente entregando su cuerpo a los demonios antiguos sin saber que su alma se perdería para siempre.​

― ¡Maldita sea! pude haberme salido con la mía pero tuvo que ocurrir ese odioso incidente―Musitó Kagura mientras al mirar las estrellas recordaba un momento que partió su corazón.

Después de ese suceso la chica de cabellos café claro y ojos azules entrega su cuerpo los demonios contenidos en esa caja demoniaca, los demonios salen y devoran el alma de la chica y su cuerpo se transforma su cabello se vuelve negro azabache y sus ojos cambian de azules a un rojo carmesí y su ropa cambia a un bello kimono de varios colores.​

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Se transformó en la demonio Kagura un alma maldita que había sido atrapada en la caja y que tenia cientos de años de antigüedad, para liberarse tenía que devorar un alma pura y llena de dolor, ya teniendo un cuerpo la mujer demonio tenía planes para la destrucción de para los humanos pero aún poseía los sentimientos de Hikari y debía cumplir los deseos de ese corazón para poder ser libre de ellos.​

La bruja Tashimo se desvanece haciendo una reverencia a Kagura pero antes de irse le deja una túnica hecha de pieles de tigre cómo obsequio, al irse la bruja Kagura va en busca de Kuzo y llega hasta la colina en donde el solía estar junto con la chica hanyou.​

Planeaba atacarlos pero lo que escuchó la deja muy sorprendida y provocó su furia.​

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―Lo que quiero decir es que…es… ¿te casarías conmigo?―Completamente sonrojado el monje termino de decir aquello que tanto le dificulto expresar a su amada hanyou, tomándola fuertemente de las manos y mirándola a los ojos.​

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La hanyou estaba muy sorprendida por la propuesta tan repentina pero su amor por aquel joven monje de cabellera plateada y ojos ámbar era demasiado grande, ella lo miro a los ojos y con una enorme sonrisa contesta.​

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―Claro que si, acepto ser tu esposa―Contesto muy feliz la hanyou, sin imaginar que entre las sombras una mujer vestida con pieles de tigre los observaba.​

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Llenándose de celos Kagura se aleja de ese lugar regresa a la cabaña retoma la forma de Hikari esperando que Kuzo llegara, al verlo entrar Kagura permanecía recostada tal y cómo Hikari pasaba todos los días, ella podía ver la cara de felicidad del monje entonces le pregunta.​

― ¿Por qué estas tan feliz?―Al preguntar eso Kuzo no pudo evitar demostrar toda esa felicidad.​

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―Voy a casarme Hikari con la mujer que amo es grandioso―Contestó el monje su felicidad era inmensa.​

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―Sí creo que sí lo es…bueno por lo menos tu serás feliz pero yo jamás podre casarme, nadie amaría a una mujer cómo yo ―La palabras de Kagura provocaron un poco de tristeza en el corazón de Kuzo.​

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―No digas eso tu eres hermosa y muy agradable―Expresó el monje tratando de hacerla sentir bien.​

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― ¿De verdad te parezco hermosa? sólo lo dices por decir algo bueno―Contestó Kagura con la forma de la chica de ojos azules, mientras se acercaba cada vez más al monje de ojos dorados.​

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Al tener esos recuerdos el corazón de Kagura latía terriblemente esos recuerdos que habían sido olvidados por más de cincuenta años regresaban, y el odio por la chica hanyou crecía aún más.​

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Kagome fue a buscar a Kuzo a la aldea y ahí le informaron que el cuidaba a una mujer que había sido atacada así que se dirigió a la cabaña muy feliz lloque había pasado, ella quería volver a ver a su prometido.​

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―Hikari ¿te ocurre algo?―Cuestionó el monje al ver que la mujer se le acercaba y lo abrazaba muy fuertemente, pero en un descuido logro robarle un beso.​

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Mientras Kagura lo besaba sus manos quitaron la parte de arriba del traje del monje, dejando su pecho descubierto ella comenzaba a quitarse su ropa pero el monje la detuvo.​

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― ¡Ya basta Hikari! yo amo a Kagome esto no es correcto―Exclamaba Kuzo queriendo separarse de la joven mujer de ojos azules, pero ella volvió a besarlo y lo abrazó con su cuerpo medio descubierto.​

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En ese momento Kagome entro a la cabaña y vio una terrible escena, su amado prometido besando a otra mujer y estando ambos medio desnudos sólo pudo pensar en lo peor.​

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Los ojos de Kagome se llenaron de lagrimas y su corazón se quebrantó en ese momento, no podía entender si hace muy poco él le había pedido matrimonio y verlo en los brazos de otra mujer lastimo su alma.​

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―Kagome amor mío esto no es lo que parece―Kuzo se puso de pie y quiso tomar las manos de Kagome.​

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― ¡Maldito!….maldito ¿Por qué? yo te amaba y tú me traicionaste―Empezó a gritar Kagome mientras sus ojos se llenaban de dolor y odio, salió de la cabaña y Kuzo fue tras ella.​

Kagura había conseguido por fin poner en contra a esa bella pareja pero sin saber que su odio y deseo de vengarse provocarían la misma muerte de su amado Kuzo, Kagura ahora al ver al joven Inuyasha recordó esos deseos de muerte hacia la hanyou, pero a la vez deseaba separar de una vez por todas al monje y a la chica de ojos chocolate.​

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―Ni después de la muerte Kuzo estaras con ella eso te lo juro― Exclamó Kagura con mucho odio en sus palabras y siguió recordando el pasado.

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En su dolor Kagome quiso robarse la perla de Shikon y atacó la aldea dejando mucha destrucción, Kuzo trataba de detenerla pero la única manera era luchar con ella y tratar que reaccionara.​

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Kagome no deseaba pelear con él así que se fue, pero Kagura deseaba acabar con Kagome y la buscó al encontrarla el desafío.​

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― ¿Quién eres maldita?―Preguntó Kagome ella no podía reconocer que esa mujer de ojos carmesí y cabello azabache, un aura maligna se sentía en ese lugar el viento soplaba muy fuerte y amabas chicas parecían odiarse.​

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―Quien soy no importa sólo debes saber que te matare―Kagura comienza a lanzar sus ataques de viento, Kagome atacaba con sus garras en ese momento Kuzo llega al lugar y al ver a las dos pelear intentó detenerlas.​

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Kagome al verlo perdió el control soltando ataques sin pensar queriendo matar tanto a Kagura y a Kuzo una gran desgracia ocurrió esa terrible noche.​

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―Si no hubiese sido por esa imbécil él no hubiese muerto…aunque fuese mía parte de la culpa su muerte, en la manos de la maldita hanyou también está la sangre de Kuzo―Afirmaba la mujer de cabello azabache y ojos carmesí mientras reía maléficamente en esa oscura cueva.

Continuara………………………………..

Hola a todas se que había prometido conti el día lunes pero bueno a veces surgen compromisos de improvisto, espero que les haya gustado chicas dejen sus comentarios y sugerencias que todas son muy importantes.


Siguiente cap.” la muerte y renacer de un monje”