1.  
    Whitemiko

    Whitemiko Usuario común

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    HOLA!!!
    OMG!!!!me dejaste super mega hiper picada!!!!!
    me encanta este fic!!!me dejaste O.o que pasará cuando la verdadera ayame aparezca!!!
    seguramente alguien sufrira bastante!!!!, no me dejes asi!!
    espero que pronto subas conti!!
    esperare impaciente!!
    XOXO
    bye!!!
     
  2.  
    Dark Phoenix

    Dark Phoenix Entusiasta

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    Waaa lo siento linda apenas paso a copmentar, waaah pobre Kagome se ve que sufre al no poder recordar completamente a sus amigos y a su amado Inuyasha, yo pense que Koga si se hiba a enojar cuando encontro a Hakaku y Ginta sin Kagome, pero ante las palabras y reacciones de estos los perdono y hasta los curo
    Jjajaja see creo hay veces que Inuyasha puede llegar a ser tan despistadop que da risa jajajaja
    Me encanto la parte en la que los dos se sonrojaron ante el comentario de Kagome sobre que Inuyasha querí abusar de ella jajajajA.
    No odio a Koga... se sabe que siempre estubo obsecionado con Kagome y se le presento una oportunidad para que ella se quedara a su lado, y aunque no fue la mejor, el lo intento...aunque la verdad si se paso de mala onda al meterle ideas extrañas sobre Inuyasha.
    En fin, la narracion es buena aunk la ortografia aun tiene fallas... mmm yo no note que los parrafos estubieran juntos, ara mi es una buena separacion.
    La descripcion de los escenarios y acciones de los personajes es muy buena, pues con tu tipo de narracion es facir meterse en la historia y sentir las emociones que transmiten los personajes.
     
  3.  
    DiKa

    DiKa Usuario común

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    Los personajes no me pertenecen, pertenecen a Rumiko, yo los utilizo sin ánimos de lucro en mis historias fumadas =)

    Capitulo 7

    Enfrentamiento

    “A veces una batalla lo decide todo, y a veces la cosa más insignificante decide la suerte de una batalla.”


    ­­La tensión se podía percibir en el ambiente al igual que la furia de Inuyasha, los gruñidos amenazantes no cesaban…

    − ¡te matare! − grito el hanyou lanzándose con colmillo de acero al frente contra el lobo, este apenas pudo esquivarlo, arrojándose hacia un lado…

    − ¡eso si yo no te mato a ti primero! − Grito el lobo mientras en un fugaz movimiento se lanzo contra el hanyou, atacando con las garras goraishi, estas fueron detenidas por el filo de la colmillo… luego de esto dio un gran salto hacia atrás…

    − ¡Viento cortante! − grito el hanyou, lanzando el poderoso ataque contra el lobo el cual logro esquivarlo, y alcanzo a detener al hanyou que se había lanzado contra el nuevamente apenas lanzado el anterior ataque… se encontraban cara a cara, la poderosa colmillo estaba siendo detenida por el filo de las legendarias Goraishi.

    − No parare hasta recuperarla − dijo entre dientes el lobo mientras arrojaba hacia atrás al hanyou − tuviste tu oportunidad , ya te la deje una vez te dije que la cuidaras bien, y no lo hiciste esta vez no tela dejare

    − ¿crees que ella se querrá ir contigo después de que la engañaste de esa manera? − grito el hanyou molesto mientras lanzaba otro ataque −¡Kongosoha!− miles de diamantes se dirigían hacia el lobo, pero las goraishi comenzaron a brillar, desviando el ataque..

    − ¡ahora es mí .. Turno!− corrió el lobo, las garras comenzaron a brillar y lanzo un zarpaso , Inuyasha apenas y pudo esquivarlo... Afortunadamente estaban lo bastante alejados de la aldea, por que estaban acabando con todo lo que había ha sus alrededores.

    Desde lo alto montado en kirara Miroku percibió tal destrucción, no le seria difícil dar con ellos, tras el a todo velocidad se encontraba sango montada en Shippou transformado en la esfera rosada…

    − ¡aya están!− grito Miroku señalando el lugar, sango se paso a la espalda de kirara sentándose de lado para evitar lastimarse y agradeció internamente que su hermano la hubiera dejado esos días en la aldea, llegarían mas rápido sobre ella.

    −Shippou tu regresa con Kagome!− indico al zorrito, este solo asintió y regreso…

    − Sango regresa con el, apenas hace un día que diste a luz, no es prudente que estés aquí.. − indico preocupado el monje

    − no digas tonterías, estoy bien..− dijo la exterminadora sosteniéndose de su espalda

    − Solo prométeme que te mantendrás a salvo y no te arriesgaras − dijo preocupado el monje

    − si te lo prometo..− asintió la exterminadora

    Acercarse al lugar de la pelea era demasiado peligroso, les costo esquivar varios ataques, hasta que lograron aterrizar…

    − ¡chicos tranquilos por favor!− grito el monje parándose entre ambos, ambos parecían estar bastante agitados, pero ninguno tenia intenciones de desistir

    − quítense de en medio par que pueda acabar con este sarnoso de una vez por todas − gruño el hanyou

    − ¡No! − interrumpió la exterminadora, − Inuyasha, trata de calmarte, aun que este desgraciado se lo merezca − lanzo una mirada furtiva al lobo

    − piensa bien las cosas amigo, si lo haces la señorita no te lo perdonara, primero hay que aclarar todo −

    El lobo solo bufo − como si pudiera hacerme algo, mejor no estorben!− grito el molesto

    − tu cállate, que todo esto es tu culpa!− grito furiosa la exterminadora − como demonios te atreviste a engañar de esa manera a mi amiga

    − En el amor todo es valido..− dijo con una sonrisa cínica el lobo..

    − Suficiente, yo te matare − dijo furiosa la exterminadora corriendo hacia el lobo..

    − No, no sango tranquila, recuerda que aun estas convaleciente − dijo el monje atrapándola por la cintura, distracción que aprovecho el hanyou para lanzarse nuevamente contra el lobo..

    − ¡yo si lo matare! − se lanzo el hanyou contra el nuevamente..

    De pronto algo llamo la atención de todos, una horda de yokais dirigiéndose a la aldea..

    − ¡dios mío!¡mis hijos! − grito sango corriendo sin pensarla dos veces a montarse en kirara seguida por Miroku y dirigiéndose a la aldea..

    − Kagome!− grito preocupado el hanyou ignorando al lobo y corriendo también hacia donde se dirigían los yokais

    − si le pasa algo será tu culpa! − dijo molesto el lobo también corriendo

    El camino s ele hizo eterno a sango, una enorme desesperación la invadía, se arrepentía totalmente de haber dejado solos a sus tres hijos, pero como iba a saber que algo así ocurriría. De igual forma la cara de Miroku estaba en pánico unas gotas de sudor perlaban su expresión.. solo deseaba poder llegar a tiempo…

    Inuyasha no estaba muy distinto, si le pasaba algo a Kagome, no lo soportaría, no quería perderla de nuevo, su pelea con el lobo ahora carecía de importancia todo lo que quería era llegar a la aldea y ver que estuviera bien…

    Fueron minutos que les parecieron horas enteras miles de cosas pasaron por sus mentes, era como si aun estuvieran en los tiempos en los que naraku vivía…

    Pero al llegar la escena les dejo atónitos, jamás se esperaron encontrar tal cosa, cientos de yokais despedazados alrededor de la cabaña de Kaede, y frente a esta la imagen del medio hermano de Inuyasha implacable como siempre, no le había costado nada acabar con todas esa criaturas..

    Sin pensarlo dos veces sango corrió hacia la cabaña, respirando aliviada al ver a Rin con su bebe en brazos y siendo abrazada por sus gemelas, a las cuales también abrazaba Shippou , tras ella entraron corriendo Miroku e Inuyasha igual de preocupados, se encontraron a Sango llorado de alegría por encontrase sanos a sus hijos…

    − Kagome.. ¿Dónde esta ella? − pregunto el hanyou al percatarse de que no se encontraba en el lugar…

    − No lo se, ella no estaba aquí cuando yo llegue − dijo llorando el kitsune

    − ¿Dónde esta ella? − le grito el hanyou a la pequeña Rin

    − No lo se, estaba cuidando a los pequeños de sango cuando se oscureció el cielo, después de eso entro Shippou corriendo, y el señor Sesshoumaru llego a tiempo para evitar que esos youkai entraran.. − dijo algo asustada

    − ¿pero donde esta Kagome? − volvió a gritarle el hanyou desesperado

    − Deja de gritarle − dijo una fría voz desde la entrada de la cabaña − si no quieres que yo mismo te corte la lengua − ya te dijo que no sabe nada, esa humana ya no estaba aquí cuando se dio el ataque

    Inuyasha no espero mas, para salir corriendo en su búsqueda. El lobo por su parte que también habia escuchado todo salio también.
    En ese instante Sango que se encontraba aun llorando, se puso de pie, camino unos pasos hacia endemonio y se dejo caer de rodillas reverenciando al youkai…

    − Gracias… − lloro − de verdad gracias, salvaste a mis hijos, estaré agradecida de porvida contigo.. − le dijo, mientras el Youkai solo la observo con desinterés, girándose para marcharse…

    Miroku, se acerco para ayudar a su esposa a ponerse de pie, y llamo también al demonio perro..

    − ¡Sesshoumaru! − le grito, el demonio solo se paro un instante pero no volteo a verlo… − tal vez no sea algo importante para ti.. pero has salvado a mi familia.. tendrás mi gratitud por siempre… − después de esto el demonio se retiro del lugar…

    Inuyasha se encontraba olfateando el lugar desesperado, no podía volver a perderla, pero solo llegaba a su olfato el asqueroso hedor de los yokais, no tenia idea donde, pero se habia jurado encontrar a Kagome. lugar pudo percibir el aroma del lobo.. gruño de solo pensar en el, pero ya se las pagaría después.

    No muy alejado del lugar se encontraba Kouga también buscando como loco, estaba demasiado desesperado, necesitaba encontrarla antes que el hanyou lo hiciera, necesitaba hablar con ella, no permitiría que las cosas se quedaran así…

    − ¡Ayame! − Grito a todo pulmón con la esperanza de que la miko le respondiera, pronto a sus fosas nasales llego un olor demasiado familiar, si en su rostro se dibujaba la desesperación, ahora se había desencajado mas, no podía ser verdad… no alcanzo a decir nada ni escapar del lugar, cuando frente a el se paro un remolino de hojas, sus ojos parecían desorbitarse aun mas cuando parada frente a el se encontraba parada la verdadera Ayame…

    − ¿me llamabas?− dijo la loba seria, retándolo con la mirada..

    − no… yo… no.. − tartamudeo nervioso…

    − responde… por que de repente te pones nervioso − entrecerró los ojos la joven loba…

    − yo…− le dio la espalda a la loba.. − no estoy nervioso.. − dijo serio el lobo − ¿Qué haces aquí?

    − Ha! ¿Qué que hago aquí? … − giro los ojos indignada poniendo sus manos en su cintura..− ¿que crees que hago aquí? − dijo con notable reclamo en su voz…

    − ¿Por qué demonios bajaste? te dije que me esperaras en las montañas! − grito molesto pero aun dándole la espalda..

    − ¿Qué esperabas? ¿Qué me quedara en las montañas esperándote? No Kouga ya estoy harta, ¿Qué crees que no e escuchado rumores de que te vez con otra, así que decidí a bajar yo misma para ver cuales son esos asuntos tan importantes que traen hacia acá − lo miro con el seño fruncido

    − Agrrrr. Ayame creí haber sido claro, me casare contigo por el bien de las tribus, ¿Qué mas quieres? Atosigarme todo el día − gruño molesto volteando a verla − así que regresa a las montañas, te prometo que en cuanto termine con este asunto iré a buscarte y te explicare todo..

    − ¡noo! − grito molesta la loba, − ya te dije que me quedare aquí y veré cual es ese asunto tan importante aquí..

    De pronto el lobo se puso alerta al percibir el aroma del hanyou corriendo a toda velocidad dirigiéndose a donde ellos se encontraban, apenas tardo en unos segundos. Cuando pudo ver la imagen roja pasar junto a el.

    Inuyasha paso junto a ellos, pudo percibir la imagen del lobo junto a la pelirroja, solo atino a lanzarle una mirada amenazante y un gruñido, le sorprendió ver junto a el a la pelinegra. ya tendría tiempo después para arreglar cuentas con ese maldito..

    − no te quiero volver a ver por aquí… o te matare…− fueron las únicas palabras que pronuncio el hanyou

    − ¡cállate invesil! ¡Eres tu el que no la cuido bien! − grito molesto el lobo, en segundos el hanyou lo tenia aprisionado por el cuello

    − ¡déjalo! − grito preocupada la loba tratando de liberar al lobo − ¿Qué demonios te pasa?

    El hanyou solo atino a verla de reojo. − no creo que deverias defenderlo tanto después de lo que hizo.. − dirigió una mirada a la confundida loba para luego ver de manera despectiva al lobo − después arreglare cuentas contigo − dijo entre gruñidos amenazantes , ahora no tengo tiempo… − dicho esto lo dejo caer y se marcho corriendo, ahora era mas importante encontrar a Kagome.

    Apenas se alejo el hanyou el lobo se puso de pie dispuesto a seguir buscando también, pero lo detuvo la pelirroja..

    − ¿Kouga que pasa? ¿Qué hiciste para que Inuyasha este tan molesto? − pregunto la ojiverde

    − no tengo tiempo para tonterías, ya te dije que regreses a las montañas.. − dicho esto empezó a correr en otra dirección dejándola parada y confundida… pero esto no convencía a Ayame, tenia que haber que se traía entre manos su prometido, y lo averiguaría, sabia perfectamente donde buscar, soltó un bufido molesta, y empezó a correr en dirección de la aldea, si no era Kouga quien le decía la verdad, sabia quienes podrían saberlo..

    Por otro lado el hanyou seguía buscando como loco tenia que concentrarse, por una vez en la vida tenia que usar la lógica, el no era muy bueno para pensar y menos cuando estaba desesperado, tenia que concentrarse, su olfato no le servia ya que no percibía mas que el hedor de los yokais, ¿Cómo la encontraría? De pronto pareció iluminársele el rostro, era lógico, seguiría el olor por donde llegaron los yokais, no estaba seguro que ahí la hubieran llevado pero lámenos ahí obtendría mas pistas para dar con el paradero de su miko.

    Mientras tanto en una cueva la miko estaba recuperando la conciencia, solo recordaba que en cuanto se fueron todos, salio de la cabaña, para buscar a Kouga, tenia que aclarar personalmente ese detalle, luego se vio rodeada por yokais serpiente, logro purificar algunos, pero finalmente la atraparon, ahora se encontraba quien sabe donde, estaba llena de sangre de youkai, y aun le dolía el tobillo, su estado era realmente patético, pronto se dio cuenta que no se encontraba sola, el sonido de una flauta no dejaba de sonar y pudo percibir una presencia…

    − ¿Quién esta ahí? − pregunto levantándose del suelo, de entre la oscuridad, se percibieron unos ojos que se acercaban a ella..

    − valla veo que ya despertaste..− se escucho la voz de una mujer pronto dio la cara, era muy hermosa sin embargo despedía un aura maligna, al igual que su mirada siniestra..

    − Escucha no se quien demonios eres, pero me estoy hartando de que les haya dado por secuestrarme, así que te ordeno que me dejes ir, no tengo tiempo para juegos entupidos.. − dijo bastante fastidiada la miko poniéndose en guardia

    − mira que eres valiente.. − bufo la mujer − Mira que enfrentarte a mi de esa manera,

    − ya basta de platicas entupidas, necesito aclarar muchas cosas, así que acabemos de una vez con esto y dime quien eres y que demonios quieres de mi… − decía cada vez mas molesta la miko…

    − Es censillo.. − dijo acercándose.. − yo soy Sahara.. es que acaso no me recuerdas?
    − ¿deveria hacerlo? − pregunto la miko fastidiada

    − tu ayudaste a que acabaran conmigo la ultima vez.. − dijo seria la mujer.. − que acaso no me recuerdas.. yo era esa pobre chiquilla que cometió el error de enamorarse del gran Sesshoumaru.. y para agradarle robe colmillo de acero..

    − No se de que demonios hablas, ni que tiene que ver conmigo.. − respondió la miko

    − Es censillo, lo verdad es que ahora comprendo Sesshoumaru es demasiado orgulloso como para aceptar algo que no se haya ganado el miso, además el jamás aceptaría como compañera a una humana o hanyou es por eso que te traje aquí..− sonrío siniestra

    − sigo sin entender… así que o te quitas por las buenas o ya veras − gruño Kagome

    − valla si que has cambiado en estos tres años.. en fin. Continuando con mi historia, comprendí que para ser aceptada por el necesito ser una youkai completa, y tu eres la única que pude ayudarme con eso.. − la observo seria

    − ¿yo? ¿Cómo? Además ¿Qué te hace pensar que te ayudare.. − dijo molesta

    − Para eso necesitaría la perla de shikon y como gracias a ti y ese hanyou ya no existe, necesito que tu crees una nueva..

    − Estas loca ya te dije que no se de que demonios hablas! − grito la miko, y la verdad era que no sabia , pero en su mente se grabaron las palabras tu y ese hanyou… es que acaso todos tenían razón.. y Kouga la había engañado.. ya abria tiempo para pensar en eso ahora lo que debía hacer era escapar de esa loca. − en fin ya me canse de hablar así que quítate de mi camino!− grito la miko mientras de un momento a otro en un ágil movimiento se lanzo hacia ella dando un golpe en el rostro, causando en su puño un gran dolor, la mujer ni se inmuto, ni siquiera quito esa cínica sonrisa de su rostro..

    − tonta − río Sahara − acaso crees que puedes hacerme daño con golpes.. − dijo propinándole una fuerte cachetada que la hizo caer varis metros junto a la pared… − no te fíes de mi poder …

    Kagome apretó los ojos como mueca de dolor y se puso de pie, no ella no era una simple humana y se lo demostraría, nuevamente corrió hacia ella lanzo un golpe que esta vez fue interceptado por la hanyou, la cual siguió sonriendo sin soltarle el puño.

    − patética, que no entiendes que no eres tan fuerte como para dañarme − repitió, pero le sorprendió ver en le rostro de Kagome una sonrisa…

    − Eso es lo que tu crees…− dicho esto, abrió su mano de donde salio una gran luz blanca, un grito desgarrador salio de la hanyou, que apenas y pudo sacarse del agarre de la miko, evitando ser purificada por completo, en sus ojos podía verse el pánico, eso no se lo había esperado ¿desde cuando esa miko tenia esa habilidad?, − nos veremos después − dijo y rápidamente escapo convirtiéndose en humo, no quería ser purificada.

    Apenas y desapareció, Kagome se dejo caer de rodillas, la verdad había liberado un gran cantidad de energía, y eso la habia dejado sumamente débil, pero debía salir del lugar no quería que esa loca regresara. Tomándose de las paredes empezó a salir de la cueva, le costaría bastante no desmayarse.

    Todos los sentidos del hanyou se pusieron alertas al sentir esa gran energía, inmediatamente llego a sus fosas nasales el aroma de Kagome, dándose cuenta que estaba en el camino correcto, corrió a mas no poder hacia el lugar, hasta que la vio saliendo con dificultad de la cueva, si pensarlo dos veces se acerco a ella para tomarla en brazos antes de que cayera. La chica no se esperaba verlo ahí, pero de alguna u otra forma se sentía mas segura de que el estuviera ahí, lo observo un instante, la tenia entre sus brazos, y no pudo evitar sonreírle, se veía tan preocupado.

    − ¡Kagome! − la llamo asustado..

    − estoy bien.. − dijo cerrando los ojos − no soy tan débil, solo necesito descansar.. − dijo cayendo en la inconciencia. El hanyou la apretó mas contra su pecho, amaba tenerla así, lo que no le agradaba era que fuera por que estaba herida, vio una vez mas su rostro notando una marca roja, alguien se había atrevido a herirla y se la pagaría con su vida.. pensó gruñendo. Rápidamente tomo camino rumbo a la aldea con Kagome en brazos.

    Mientras tanto en la aldea después del susto que pasaron habían decidido que Miroku fuera a ayudar a Inuyasha, mientras que sango se quedaba cuidando a los niños, tenia un tato que sobrevolaba el bosque sobre kirara cuando vio a alguien acercarse a toda velocidad, apenas distinguió el remolino, bajo para ver que era lo que hacia dirigiéndose a la aldea. Apenas bajo el remolino se detuvo dejando ver la imagen de la chica loba.

    −oh.. señorita Ayame, ¿Qué la trae por aquí? − pregunto el monje de manera amable

    − venido a averiguar algo, Kouga a estado muy extraño, y vi que tuvo un enfrentamiento con Inuyasha − tomo aire la loba y desvío la mirada con molestia − y aun que imagino la razón, quisiera confirmar mis sospechas…

    −oh − musito el monje − creo ni se imagina la magnitud.. − suspiro −

    − La magnitud? ¿ a que se refiere monje? − pregunto entre confundida y preocupada la chica

    − acompáñeme a la aldea, ahí aclararemos todo − dijo el monje

    − si es precisamente lo que quiero, por eso e venido hasta aquí − dijo siguiendo al monje.

    En la aldea se encontraba sango, algo desesperada por no tener ninguna noticia sobre su amiga, pronto alguien cruzo la puerta de bambú de su cabaña. Se sorprendió un poco al ver entrar al hanyou con la miko en brazos.

    −oh por dios Kagome! − corrió sango hacia sus amigos..

    − ella esta bien… solo agotada.. − le tranquilizo el hanyou

    − pero que paso? ¿Dónde la encontraste? − pregunto la exterminadora.. el hanyou siguió caminado hasta depositarla con muco cuidado en un futon

    − no se que paso la encontré muy débil. − dijo el hanyou observándola, se veía realmente débil su ropa estaba demasiado sucia.

    − Inuyasha ve por algo de agua tengo que limpiarla un poco − pidió la exterminadora

    − no, no pienso alejarme de ella, − dijo serio el hanyou sorprendiendo a la exterminadora − pídele a Shippou que lo haga. − dijo mirando a la miko , la exterminadora solo asintió y salio de la habitación, comprendía lo desesperado que se debía sentir el hanyou, ella misma había sido testigo de todo lo que había sufrio de por su ausencia, aun que nunca dijera nada.

    De pronto entro Miroku a la cabaña acompañado por la pelirroja, sorprendiendo a la exterminadora .

    − han encontrado a la señorita? − pregunto el monje, mientras hacia pasar a la loba…

    − si, Inuyasha acaba de traerla, ahora esta inconsciente − dijo observando a la chica que lo acompañaba − ¿Dónde encontraste a Ayame? − pregunto la exterminadora

    − ella ya se dirigía hacia acá, al parecer no sabe nada de lo que hizo Kouga.− explico el monje.

    De la habitación de donde había salido sango salio Inuyasha con el seño fruncido
    −¿Qué hace ella aquí? − pregunto casi en un gruñido

    − Inuyasha tranquilo, no tienes por que ser grosero con ella − hablo la tajiya

    − ¿Cómo quieres que me porte después de lo que hizo el maldito lobo con Kagome?− dijo furioso el hanyou

    − amigo, dudo que la señorita ayame tenga idea de eso, y de ser así no creo que ella hubiera estado de acuerdo − le tomo el hombro el monje, por su lado ayame estaba cada vez mas confundida.

    − ¿Kagome? Sabia que todo esto se trataba de ella, pero que fue lo que le hizo Kouga − pregunto la pelirroja
    −fhe!.. − musito el hanyou ignorándola y entrando a donde Kagome.

    − tranquila ayame, toma asiento yo te explicare lo que .. huy ese maldito de Kouga hizo − indico la exterminadora

    Mientras tanto en la habitación estaba Kagome despertando, se sentía algo confundida y mareada además de sumamente agotada, apenas y podía mantener sus ojos abiertos, pudo ver la figura roja acercándose a ella..

    − Inuyasha.. − musito débilmente…

    ___________

    Muchas garacias a todas mis lectoras, que paen un muy feliz dia del amor y la amistad =) besos

    Y aun que no tuve muchos comentarios yo continuo =)
    Próximamente sigo con vacia, ya me quedan como dos capitulos
     
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  4.  
    DanyNeko

    DanyNeko Tú imaginación es el camino a la felicidad

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    Oh my dios
    Soy la primera
    Yo en algun momento pense que era ella pero yo dije ella muria hace mucho como regresaria a la vida?
    en fin
    Adore la conti felicidades estubo rererewow
    Me pregunto como raccionara aome cuando se encuentre con la verdadera ayame y como reaccionara ayame cuando se entere de lo de koga
    quiero que aome recupere la memoria y le diga de toda cosa a ese lobo que enverdad se lo merece
    Oh y felix dia de sanvalentin atrazado
    bn no tengo mucho tiempo asi chau
    ATT Dany-Chan​
     
  5.  
    pinkprincess

    pinkprincess Entusiasta

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    Holaa! Que buen capii! :D

    Me ha gustado mucho como lo has presentado todo, y me ha gustado más la parte de Sess *-* Me encantaaa >< jejejeje
    Pobre Ayame... vaya palo cuando se entere de lo que hizo Koga... ella misma se lo cargaa! XDDD Pobre Koga... va a quedar hecho papilla u.u Que digo pobre! De pobre nada! ¬¬ Que se fastidie ¬¬
    Ainss! Que susto se llevó Sango! =S Menos mal que Sesh estaba allí :p jejejejeje

    Bueno, me tengo que ir :p Nos vemos en la próxima contii! :p Bss!
     
  6.  
    Iyame

    Iyame Iniciado

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    llegue muy tarde!
    pero llegue, jejeje, or fin aparecio ayame! que bien, ya todo esta por resolverse, inuyasha debe matar a koga xD como engañar a kagome de esa forma tan cruel.
    Kagome ya comienza a recordar! espero el siguiente capi
     
  7.  
    DiKa

    DiKa Usuario común

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    Capitulo 8

    CONFRONTACIONES

    “Se necesita valor para decir las verdades cara a cara, ya sea en la guerra o en el amor”
    (Anónimo)

    − Inuyasha… − musito débilmente la sacerdotisa al reconocer a la figura que se encontraba a su lado mientras abría lentamente los ojos, los colores y la luz en la habitación la mareaban, sentía un inmenso cansancio.

    Los ojos del hanyou se iluminaron al escuchar su nombre de sus labios, teniendo la esperanza que la chica lo había recordado. − Kagome… − Camino hacia ella para ayudarle a sentarse − Te sientes bien − no pudo ocultar el tono de preocupación en su voz…

    − yo… ¿Dónde estamos? − pregunto tratando de reconocer el lugar

    − En la cabaña de Sango y Miroku − respondió, mientras que afuera se escuchaba un escándalo, como si alguien se hubiera puesto histérica.

    − ¿Qué es ese escándalo? − pregunto confusa tallándose tomándose la cabeza y apretando los ojos como si le molestara.

    El hanyou dejo escapar un gruñido de molestia, ¿que no podían guardar silencio por un rato?, se supone que Kagome necesitaba descansar y ellos al parecer tenían un escándalo justo junto a la habitación, pero se encargaría de ponerlos a todos en su lugar

    − iré a callarlos − Se puso de pie Inuyasha, saliendo con las manos apuñadas

    Fuera de la habitación estaban Miroku, y sango tratando de contarle todo a Ayame, pero esta no hacia mas que molestarse con cada palabra que le decían, insinuando que la culpa de todo era de Kagome.

    − ¿Qué demonios pasa aquí? ¿Qué acaso no pueden mantener la maldita boca cerrada o largarse a otro lado a discutir? − pregunto molesto el hanyou la verdad era que le importaba un comino lo que pensaran ahora lo único que le interesaba era la salud de Kagome, unos instantes mas, salio tras el Kagome, aun sosteniéndose de la pared, se veía bastante pálida y claramente débil.

    − Kagome…− dijo el hanyou con los ojos llenos de preocupación este rápidamente la alcanzo para que se sostuviera de el, pero esta estaba tan débil que quedo prácticamente abrazada de Inuyasha con su cabeza recargada en su amplio pecho. Por ridículo que pareciera el tener ese contacto con el hacia a Kagome sentirse cómoda y protegida, aun sin recordarlo sabia que estando en sus brazos nada le pasaría.

    Por su parte el Hanyou al principio se quedo un poco impresionado, con los ojos abiertos como platos, pero al sentir su calor cerca de su cuerpo, no dudo en abrazarla, para evitar que se cayera. Observo su cabeza recostada en su pecho, y sus ojos se llenaron de ternura. Cuanto había esperado por volver a sentirla cerca de el.

    Los presentes se quedaron en completo silencio observando tal escena, Inuyasha no parecía tener intenciones de apartarla, hasta que salio de su ensoñación por un falso carraspeo del monje.

    − Coff Coff , no quisiera arruinar la escena. Pero creo que hay cosas que aclarar − al pronunciar estas palabras el rostro del hanyou se puso automáticamente de color rojo, la miko no parecía reaccionar, apenas y pudo despegar la cabeza del pecho de Inuyasha, al parecer el abrazarlo, solo había sido un impulso, lo había echo para poder permanecer en pie.

    − Qué sucede aquí? − pregunto débilmente la miko.

    El hanyou que aun la tenia abrazada, y sn perder ese carmesí de la cara, trato de poner una cara de molestia − Kagome, ¿Por qué saliste tonta? deberías estar descansando. − trato de fingir molestia pero no pudo evitar el tono de preocupación.

    − Ayame… − susurro ella con debilidad aun sosteniéndose del hanyou − mi nombre es Ayame y no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer.

    Al decir estas palabras el hanyou no pudo evitar gruñir, al parecer aun no recordaba nada y seguía terca con eso.

    De entre los presentes se escucho otro gruñido y al instante frente a ella se encontraba la loba pelirroja gruñéndole.

    − ¿Qué demonios dijiste? − se acerco aun mas molesta a ella mostrándole los dientes,

    − Ni se te ocurra acercarte un paso mas − advirtió el hanyou ante la rabia de la loba.

    − Dije que mi nombre es Ayame, − Dijo débil pero retadoramente la miko

    − ¿que acaso te has vuelto loca? − Pregunto la loba − no contenta con robarme a Kouga ahora también quieres robarte mi identidad − alzo las manos con enojo la verdadera loba

    − ¿de que.. de que hablas? − pregunto confusa la miko

    −Kagome… − la llamo con delicadeza el hanyou, sorprendiendo a los presentes por su calma. − La verdadera Ayame es ella.

    Los ojos de Kagome se abrieron por la impresión, cada vez estaba más dudosa de su realidad, ya no sabia nada de si, pero ni siquiera sabia si podía confiar en estas personas, no cabía duda que necesitaba hablar urgentemente con Kouga. Al instante se separo del hanyou para sostenerse nuevamente en la pared.

    − Yo Soy Ayame, la verdadera prometida de Kouga. − observo a Kagome con detenimiento, dándose cuenta que estaba usando las ropas de la manada − ¡y tu no eres mas que una impostora! ¿Por qué demonios traes la ropa de la manada? Solo los miembros pueden usarla.

    − ¿Su prometida? − pregunto algo aturdida la miko, la verdad no era que amara a Kouga, de echo no quería casarse con el, ya que no lo amaba, pero de eso a que el tuviera otra prometida. Se sentía mas engañada y utilizada que antes. Pero aun no estaba segura de nada.

    − Si, soy Ayame su p-r-o-m-e-t-i-d-a

    Todos permanecieron en silencio, esperando alguna reacción de la miko ante esto. Por su parte Kagome estaba muy confundida, y a la vez decepcionada, cada vez se percataba mas que la vida que conocí era una total falsedad, ahora se encontraba como al principio, sin saber quien demonios era ella realmente y con la duda de si lo que ellos decían era la verdad. Todo era tan extraño. Apenas abrió la boca para decir algo pero el cansancio físico como el mental no le permitió continuar, pronto sintió desfallecerse, apretó los ojos esperando el golpe contra el suelo, sin embargo este nunca llego, al contrario se encontraba sostenida por algo calido, después de eso todo nuevamente fue oscuridad.

    − Kagome! − la llamo al tomarla en brazos el hanyou nuevamente la estaba sosteniendo, gracias a sus reflejos pudo alcanzarla a tiempo antes de que llegara al suelo, se veía tan pálida y débil, nuevamente entre sus brazos.

    − ¡oye! ¡No te desmayes ahora! ¡Necesito que me expliques muchas cosas!− intento acercarse la loba, pero el hanyou le gruño como advertencia.

    La molestia en el rostro de la pelirroja era evidente, de donde demonios sacaba esa miko que ella era la prometida de Kouga, sintió la mano del monje deteniéndola, mientras el hanyou entraba nuevamente con la mijo hacia la habitación.

    − Tranquila señorita, como le dije nosotros le explicaremos − indico el monje, volviéndose a sentar, esta hizo lo mismo, sudando sentada con sus brazos cruzados y el seño fruncido

    − Bien, los escucho − dijo con aires de fastidio.

    − Ayame, se que debes estar muy molesta.. − hablo sango siendo interrumpida por la loba

    −y que lo digas..− bufo la pelirroja

    − Bueno antes que nada quiero que quede claro que Kagome no tiene ninguna culpa− dijo la exterminadora defendiendo a su amiga, nuevamente la loba solo bufo

    − como vio, ella cree que su nombre es Ayame y que es la prometida de Kouga. − dijo el monje lo obvio

    − eso es evidente, lo que quiero saber es ¿Por qué? − pregunto Ayame

    − La verdad es que no sabemos bien como, lo único evidente es que Kagome perdió la memoria hace tres años, Kouga la encontró y le invento una vida en la que ella era tu − explico calmada la tajiya.

    El rostro de la Loba parecía todo menos calmado, ¿Cómo es que Kogua se había atrevido ah hacer una cosa así, sin pensarlo se puso de pie, caminando de un lado a otro de la cabaña, era obvio que estaba muy inquieta

    − tres años! , no puedo creerlo, ¿Cómo se ah atrevido? ¿Por qué? − su labio temblaba súbitamente como si fuera a ponerse a llorar en cualquier momento. Se sentía tan asqueada. − me siento tan engañada.

    − ¿Tu te sientes engañada? − hablo sango − ahora imagina como se siente mi amiga, Ayame se que es difícil, pero trata de entenderla, ella no es culpable de nada.

    − pues la veo demasiado cómoda con el echo de ser yo… − dijo con sarcarmo− oh cielos, cuantas veces se abra revolcado con mi prometido! − dijo cada vez mas histérica

    − Ayame cállate! ¿Cómo te atreves a hablar así de Kagome?, ella no ah sido mas que una victima! así como tu no me hagas pensar lo cntrario− dijo ceñuda Sango. − se que es un duro golpe para ti, pero lo es mas para ella. Si quieres culpar a alguien aquí, el único culpable es ese maldito lobo! − dijo con desden sango.

    La loba se dejo caer de rodillas, mientras las lagrimas comenzaban a fluir libremente.
    − es que ¿como a podido? − chillo− por que ah echo tal cosa, el me dijo que se casaría conmigo, incluso regreso para eso, el hizo un juramento y para convertirse en el lider de todos los clanes dijo que lo cumpliría − siguió llorando la loba. − Todo es `por culpa de esa maldita!, maldigo la hora en que se cruzo en su camino!− apretó los dientes.

    − Ayame por dios, no seas tan injusta con Kagome, ella jamás le dio pie a Kouga, el siempre estuvo insistiéndole y tu te diste cuenta en mas de una ocasión − trato de calmarle sango − por favor, abre los ojos Ayame, date cuenta de que Kagome no es mas que una victima y que Kouga jamás te ah querido realmente − sentencio molesta por hacerla entender lo obvio..

    Ayame pareció pensarlo un comento, lo cierto es que en el fondo siempre lo había sabido, además el mismo Kouga se lo había dejado claro, el no la quería, pero ella se había propuesto conseguir su amor, y cuando este regreso y prometió nuevamente casarse con ella, se había llenado de ilusiones, para que luego se rompieran de esta forma, necesitaba culpar a alguien, y ese alguien había sido Kagome, sin embargo aun que le doliera, ella sabia que la miko no tenia la culpa, pero se negaba a darse cuenta la clase de persona que era Kouga. Llena de confusión apretó los puños, esta era la ultima que le hacia ese lobo. Se puso de pie con una mirada fría.

    − Tienes razón… el único culpable aquí es Kouga… debo enfrentarlo − dijo con la mirada llena de rabia.

    − no espera!, - llamo sango, pero no alcanzo a detenerla, esta ya se había convertido en un remolino de hojas y había salido de la habitación. − no te precipites.

    − Solo espero o haga una locura. − suspiro el monje que había permanecido callado hasta entonces.

    En la habitación al lado se encontraba Inuyasha, observando atento a Kagome dormir. Aun con su palidez se veía realmente hermosa, no podía quitar la vista de sus sonrosados labios, que permanecían entre abiertos mientras descansaba. Si pecho bajaba y subía con movimientos acompasados. El estaba preocupado, sin embargo se había asegurado que ella estuviera sana. Según su olor no presentaba ningún daño. Solo era la perdida de energía, estaba seguro que después de un descanso ella reaccionaria. Sin embargo sentía un gran pesar al darse cuenta que ella aun no lo recordaría. La extrañaba tanto, quería que todo fuera como antes, que ella le sonriera con esa amplia sonrisa que tanto le encantaba, incluso extrañaba sus peleas. Esa mujer que tenia dormida frente a el era realmente única. Y la quería de regreso, no sabia como pero la aria recordarlo. A el y la promesa que le había echo, ella tenia que cumplir lo que le había prometido, ella había prometido quedarse a su lado, y el había jurado protegerla con su vida.

    Se encontraba ensimismado en sus pensamientos cuando fue interrumpido por Miroku y sango quienes entraban en el cuarto.

    − ¿Cómo esta? − pregunto sango

    − Esta durmiendo ahora, necesita recobrar su energía − respondió el hanyou sin quitar la vista de ella.

    − ¿Qué fue lo que paso? − pregunto el monje serio

    − No se bien − fruncio el ceño el hanyou. − Cuando la encontré había purificado a cientos de yokais. − es por eso que perdió tanta energía.

    − ¿sabes a que se debió el ataque? − pregunto Miroku − no había visto tantos desde hace tres años…

    Sango pensó por un momento luego los miro asustada..

    − Naraku.. − susurro con temor .. − crees que es … − no termino de hablar ya que el monje la interrumpió

    − no, eso es poco probable, si no aun mantendría mi kazana − dijo observando su mano.

    − ¿Entonces? − pregunto sango observándolos

    − No lo se − dijo con rabia el hanyou − pero juro que acabare con quien sea que se aya atrevido a atacar a Kagome − dijo observándola nuevamente.

    − Tendremos que esperar a que despierte nuevamente, para saber que sucedió exactamente − susurro el monje , dirigiéndose a la salida, llevando a su esposa con el. − Inuyasha, creo que tu también deberías descansar amigo, a sido demasiada tensión estos días.

    − ¡fhe!, ni que fuera un débil humano − dijo con aires de superioridad.

    − esta bien, como quieras… − dijo terminando de salir del lugar.

    Inuyasha no pensaba cerrar ni un minuto los ojos, no quería dejar nuevamente a Kagome. Y se acomodo en una esquina de la habitación, permaneciendo ahí para velar su sueño.

    Por otro lado en medio del bosque corría desesperada la loba pelirroja, necesitaba encontrar a Kouga, no sabia de lo que seria capas de hacer, pero lo necesitaba ya, el le debía una explicación.
    No le costo mucho dar con si olor y rastrearlo. Al parecer el aun estaba buscando a Kagome, esto le crispo aun mas los nervios.

    − Kouga! − grito furiosa la loba al topárselo por fin. Este volteo a observarla con el seño fruncido

    −Ayame, que no te dije que regresaras a las montañas! − dijo con notable irritación

    − Claro! Querías que me largara para tu seguir haciendo tus porquerías! − La rabia en la loba era evidente

    − ¿de que demonios hablas Ayame? , ahora no estoy para tus entupidos reclamos, ¿Qué no vez que estoy ocupado? − dio indiferente mientras le pasaba de lado

    −ya no tienes por que buscarla.. − dijo seria

    −¿Qué dices? − e quedo paralizado el lobo

    − Lo que oíste, −lo miro nuevamente con saña − no tienes que buscarla mas, Kagome ya esta en su aldea, en los brazos de su hanyou − disfruto decir estas ultimas palabras, pronto sintió el agarre de Kouga en sus brazos

    − ¿De que hablas?¿ como es que sabes eso? − pregunto alterado el lobo

    − vengo de ahí Kouga, y ya se toda la verdad − dijo seria pero a la vez furiosa. El lobo la soltó poniéndose rígido.

    − ¿de que verdad hablas? − pregunto dándole la espalda

    − ¿ Como pudiste hacer eso Kouga? − reclamo abiertamente la chica − ¿que clase de monstruo eres? ¡Me traicionaste! ¡la engañaste a ella! − lloriqueo − eres un maldito.

    Espero que el lobo le diera una explicación, sin embargo el solo se quedo serio

    − ¡Dime algo maldita sea! − gruño la chica. El lobo se giro hacia ella con frialdad y serio le respondió.

    −si ya sabes la verdad, no entiendo que quieres que te diga. − su voz era completamente fría

    − no piensas siquiera darme una explicación − alego ella

    −¿para que? − siguió frío

    −es que acaso no te arrepientes de tal atrocidad

    − Mira Ayame deja de hacerte la tonta, que tu mejor que nadie sabe que nunca e estado interesado en ti. La única que me importa es Kagome, y créeme que no me arrepiento de nada, y lo aria de nuevo con tal de tenerla.

    Una fuerte bofetada resonó, Kouga se sostuvo el rostro el cual tenia una gran marca roja. Ayame estaba apretando los dientes, sus ojos estaban llenos de agua, pero no pensaba llorar, aun con su voz temblando le siguió retando.

    − Entonces para que regresaste prometiendo casarte conmigo

    − no es obvio, aun con todo no soy tan egoísta y pienso en el bien de la manada, y se que debo cumplir casándome contigo, para así poder ser el líder de los clanes, es la única forma. − otro golpe seco se escucho, Ayame nuevamente lo había abofeteado.

    − ¿Cómo puedes ser tan cínico? ¡me has utilizado!− iba a darle otra bofetada pero Kouga le sostuvo la mano

    − por favor Ayame, deja de hacerte la victima, no es como si no lo supieras, tu siempre supiste que no te amaba, así que no me vengas ahora con dramas, como te dije me casare contigo, no es eso lo que querías.

    − ¡vete al diablo! − dijo la loba dándole la espalda y tomando otro camino

    El lobo se quedo ahí parado observando como la chica se marchaba. Por lo menos le había dado información útil. Por una parte se sentía aliviado que Kagome se encontrara asalto, pero por otra le molestaba intensamente que se encontrara con Inuyasha.

    apretó la mandíbula con fuerza, el no la perdería así fuera lo ultimo que hiciera la recuperaría. Ahora necesitaba pensar como enfrentarse a ella, por que era obvio que ella ya sabia la verdad también, dejaría pasar esta noche para luego buscarla.

    Corriendo por el bosque, cristalinas lagrimas brotaban de sus ojos. Como era posible que Kouga se hubiera portado de esa manera, ella no lo soportaba, se sentía completamente idiota. Llevaba años rogando le amor, el que ¿solo se burlaba de ella? La verdad es que a estaba completamente harta de eso, pero esto era lo ultimo, seria la ultima vez que dejara correr una lagrima por el. Ya habían sido demasiadas lagrimas. Lagrimas que ese desgraciado no merecía, ¿Quién demonios se creía para haberla tratado así?. Inmersa en sus pensamientos mientras corría choco con algo cayendo instantáneamente asía atrás. Levanto la mirada quedándose estática, frente a ella se encontraba la imagen de un hombre, sus plateados cabellos brillaban a la luz de la luna la cual también iluminaba sus finas facciones. Se quedo un poco inquieta ante semejante visión, este solo la observo con una fría mirada de sus asesinos ojos dorados. Era muy parecido a Inuyasha, luego de unos instantes lo reconoció, este era el medio hermano de Inuyasha. Se puso de pie rápidamente y bajo la mirada, sacudiéndose un poco la tierra, y las hojas, ella realmente senita que era un desastre en estos momentos, claramente contrastaba con la belleza del individuo frente a ella.

    −yo.. lo siento, estaba distraída.. − se disculpo de el sin saber el por que, normalmente no le hubiera importado, pero digamos que estaba demasiado sensible. El ni siquiera hablo. Pero la rana que se encontraba junto a el empezó a quejarse.

    − Loba insignificante, deberías fijarte por donde vas! El amo sesshoumaru ah asesinado a yokais mas poderosos que tu solo por cruzarse en su camino!

    − oye! Ya le dije que lo sentía esta bien! ¿Qué mas quieres que haga? − la verdad no se encontraba del mejor humor, después de lo que acababa de pasar, como para soportar un youkai horrible que le estuviera reclamando.

    El sapo estuvo apunto de hablar cuando el yokai frente a el lo interrumpió.

    −¡Jaken! − hablo con su fría voz

    − dígame amo bonito − tembló el yokai

    − ¡cállate! − lo ordeno para después continuar caminando, siendo seguido por el yokai verde, temblando de miedo.

    La loba no comprendió bien lo que acababa de pasar, sin embargo no le dio mucha importancia, tenia otras cosas dando vueltas en su cabeza, mas fuertes, que el encuentro que acababa de tener con el hermano de Inuyasha.

    Kagome empezó a apretarlos ojos, la luz le estaba molestando nuevamente. Se sentía realmente adolorida, y muy cansada. Pronto todo lo sucedido le llego a la mente. abrió los ojos sentándose en el futon en el que se encontraba, por lo menos ya tenia la energía suficiente como para mantenerse despierta. Giro la vista encontrándose con Inuyasha en la esquina de la habitación. Estaba sentado con su pose india, aun que permanecía con los ojos cerrados, Kagome estaba segura que estaba despierto, le parecía una escena extrañamente familiar. Suspiro y se tomo la cabeza penando en todo lo que había pasado estos días, ahora ella nuevamente no tenia idea ni quien era, no sabia en quien podía confiar, por un lado estaba Kouga que siempre se había preocupado por ella y velado por su bienestar en estos tres años, y por otro estas personas que le decían que lo que ella pensaba que era su vida era completamente falsa, y lo peor que Kouga le había mentido todo este tiempo. Aun que le costara en el fondo les creía, realmente ella junto a Kouga nunca se había sentido del todo cómoda, aun que siempre se desviviera por ella, incluso no sentí ese como su hogar.

    Inuyasha empezó a mover las orejas de un lado a otro al oler el aroma de confusión que emanaba de Kagome. abrió los ojos y la miro ahí sentada sosteniéndole la cabeza. Emano un suspiro raro en el, sin embargo sabia que tenia que tener suma paciencia con ella.

    − ¿Estas bien? − pregunto a la miko, poniéndose de pie y caminando asía ella.

    − Obviamente no lo estoy − lo observo con esos ojos marrón llenos de confucion, y su mandíbula temblando, parecía que de un momento a otro empezaría a llorar. Cosa que el odiaba, era un echo que el odiaba ver a cualquier mujer llorar, pero con Kagome esto era aun mas intenso, eso realmente lo destrozaba.

    −tranquila − dijo acercándose mas a ella y sin esperarlo el ni ella, la atrajo hacia el en una abrazo. Al darse cuenta de su acción, pensó que ella lo rechazaría, después de todo ella un no lo recordaba, sin embargo esta se pego mas a el hundiendo su cabeza en su pecho y comenzó a sollozar.

    − me siento tan mal. La verdad es que ni siquiera se ya quien soy, mi vida es una completa mentira.

    Inuyasha sintió como su propio corazón se oprimía al escucharla decir esto y sentir su pecho húmedo por sus lagrimas, el quería consolarle, pero no sabia como y temía que si hablaba loo arruinaría todo como siempre lo hacia, así que opto por permanecer callado mientras la dejaba ahí desahogarse en sus brazos.

    Para Kagome, era extraño, estar ahí abrazada a un tipo que hasta hace unos días sabia que existía. No estaba en ella ser así, pero por extraño que pareciera lo necesitaba. Ese calido abrazo era lo único que en estos momentos la mantenía cuerda. Ella siempre había presumido ser una mujer fuerte, una una loba. Sin embargo ahora se mantenía ahí llorando como un bebe en los brazos de un extraño. Un extraño que se sentía tan bien. Sus brazos eran tan calidos. Deseaba quedarse ahí por siempre, olvidarse de todo. Pero tenia cosas que aclarar. Fue sacada de sus pensamientos por la grave voz del chico que ahora la abrazaba.

    − Tu eres Kagome, y esa es la única verdad − dijo serio el hanyou − y lo importante es que estas nuevamente con nosotros. Juro que are pagar a ese maldito lobo lo que te hizo. − gruño el hanyou.
    La miko se despego lentamente de su abrazo, haciendo que a Inuyasha sintiera un vacío al instante.

    −por favor no… − susurro la chica, mientras se limpiaba las lagrimas. − necesito verlo.

    En conato dijo estas palabras el hanyou dejo salir un gruñido y se puso de pie furioso caminando en la habitación.

    − ¿Cómo demonios quieres verlo después de saber lo que te hizo? − gruño molesto el hanyou

    − Necesito hablar con el. Compréndeme, para mi ustedes son extraños. − dijo algo alterada la miko

    − ¡que no escuchaste la verdad de la boca de la verdadera Ayame! ¡Eres una maldita terca! − la ira en el hanyou era evidente y la estaba poniendo de mal humor incluso a ella.

    − ya te lo dije necesito aclarar las cosas con el! − dijo molesta

    − ¡No permitiré que te acerques a el nuevamente! Entendido! No iras! − La miro desafiante

    Ella comenzó a exasperarse cada vez mas. Se puso de pie enfrentándolo y mirándolo a la cara muy molesta.

    −Tu no eres nadie para prohibirme algo! ¿o si?

    −¡Fhe! − bufo Inuyasha exasperado saliendo de la habitación muy molesto, dejando a Kagome molesta.

    Esta se quedo con una expresión de molesta, ese chico de verdad la ponía de malas, e incluso la había dejado hablando sola, de veras que se estaba volviendo loca, y el la ponía peor, un minuto era tranquilizador e incluso tierno con ella y en otro se comportaba como un verdadero patan. Pero había algo en el que realmente la inquietaba, la forma en que se sentía con el, cómoda, protegida. Y cuando la había abrazado, ella no quería mas que permanecer a su lado. Y después su molestia, por que ella viera al lobo ¿Qué había realmente entre ella y ese chico?. Ahora se sentia culpable por haberle contestado de esa forma después de que el no hacia mas que preocuparse por ella. Decido salir tras el para aclarar las cosas y disculparse con el.

    Kagome salio de la habitación en busca del hanyou, al parecer no había nadie en la cabaña, salio buscándolo pero no había ni pista de donde podría estar. Siguió caminando buscándolo, empezó a caminar sin pensar, tenia una extrañan corazonada que le decía donde podría estar, aun cuando no conocía el lugar, decidió seguir esto hasta toparse con un enorme árbol. Sin saber por que camino hasta el notando un agujero en el. Curiosa por el sentimiento que le provocaba se acerco mas, pasando sus dedos por el agujero sintiendo la textura. Cerro los ojos y por alguna razón recordó uno de sus sueños, en los cuales había alguien clavado ahí.

    Inuyasha se percato del olor de Kagome acercándose, aun estaba molesto por lo que acababa de suceder, sin embargo no pudo evitar observarla con una mirada suave, mientras se acercaba al árbol, la observo caminar, se veía tan hermosa, estos tres años solo habían echo que se convirtiera en toda una mujer, observo su hermosa figura, siempre había sido consiente de que era hermosa, pero ahora había algo en ella que le atraía aun mas. Observo como se movían sus pechos en cada movimiento, su firme vientre, expuesto por ese horrendo traje de lobo, que también dejaba sus piernas a la vista.
    Ella era tan perfecta. Por un momento se olvido de lo que acababa de suceder hacia un instante. Y sintió deseo de bajar y tocar esa hermosa piel y besar nuevamente esos hermosos labios. La observo acercarse al árbol y cerrar los ojos tocando el tronco del árbol. Era como si fuera una caricia. El hanyou se endureció al instante al pensar en ella con su pequeña mano tocándolo así a el. Sin embargo el no debía pensar eso, era incorrecto pensar así de una miko. Agito la cabeza tratando de sacar esas ideas de su cabeza. además era peligroso que ella anduviera por ahí después de haber sido secuestrada. Sin contar que también el lobo podría regresar por ella. Se maldijo al pensar en ello. No permitiría que ese maldito se acercara a ella nuevamente, frunció nuevamente el ceño con molestia. Y decidió confrontarla nuevamente.

    −¿Qué haces aquí? − salto desde el árbol − es peligroso que salgas sola, dijo molesto el hanyou.

    Esta se sobresalto un poco al ser sorprendida por el hanyou.

    −yo.. yo… − por alguna razón la ronca voz el hanyou la había puesto muy nerviosa. Titubeo un momento sin poder evitar clavar su mirada en los labios del hanyou. Pronto agito la cabeza confundida. Pero queramos le estaba pasando − yo te estaba buscando − le dijo recuperando su tono de voz normal.

    − aun así, no debiste salir sola.− dijo serio − ¿Qué es lo que quieres?

    Esta lo miro acusadora

    − como que, ¿que quiero? Si me dejaste ha blando sola. Aun no terminábamos de hablar

    − ¡yo si acabe! Ya te dije que no quiero que veas a Kouga y tu insistes en verlo, no hay nada mas que decir, ¿acaso no fuiste tu misma la que dijo que yo no era nadie?

    Sus palabras le dolieron bastante sonaba un poco dolido, ella lo menos que quería hacer era hacerlo sentir mal pero tenia que aclarar las cosas.

    −¿Cómo fue que me encontraste? − pregunto el, apenas cayendo en cuenta que ella no recordaba nada.

    − no lo se… solo pensé que estarías aquí − respondió tímidamente.

    − ¿reconoces el lugar? − pregunto con un toque de esperanza el hanyou

    − yo.. no lo se, solo camine asía aquí… − se giro hacia el árbol. − hay algo en esté lugar… ciertamente tranquilizador. − dijo caminando hacia el tronco y tocando nuevamente el tronco.

    De un momento a otro sintió a Inuyasha tras ella, poniendo su áspera mano sobre la suya mientras acariciaba el tronco. Una extraña corriente eléctrica la inundo, al sentir el calido aliento de de el sobre su cuello.

    − Inuyasha… − dejo escapar un suspiro.

    Inuyasha no sabia por que había echo eso pero cuando la vio acercarse al árbol y tocarlo nuevamente ni siquiera pensó, de un momento a otro el se encontraba tras ella con su mano sobre la suya, y sintiendo su espalda en su pecho y su embriagante aroma, sin poder contenerse, aspiro ese dulce aroma acercando mas su cara a su cuello, colocando ahí su rostro para luego hablarle de manera algo ronca.

    − ¿sabes lo que es eso? − pregunto, mientras acariciaba su oreja con su nariz. No tenia ni idea por que estaba actuando así, lo único que sabia era que su cercanía lo estaba volviendo loco.

    Ella estaba nerviosa, ese extraño toque de el la hacia arder, cerro los ojos respirando con dificultado curvándose un poco para sentirlo mas cerca, negó con la cabeza.

    −Parece un aguajero echo por una flecha − apenas y salía su voz, nuevamente la voz ronca de Inuyasha hizo que se erizara su piel

    −yo estaba ahí Kagome… permanecí clavado en este árbol por 50 años. Hasta que tu deliberaste − dijo con una voz ronca, para después enterrar su rostro en su cuello, acariciándole con la nariz.

    Esta se sobresalto al pensarlo, tantas veces había soñado con alguien clavado en un árbol. Ahora lo tenia tras ella. Y la estaba volviendo loca, estaba completamente ansiosa de que el siguiera acariciándola. Pero no sabia nada de el, necesitaban hablar aun. Muy a su pesar se separo de el, quedando de frente.

    −Inuyasha… − Le llamo, el hanyou parecía algo molesto por haberse separado de ella. Para luego pasar a sonrojarse por completo por lo que acababa de caer.

    −Kagome.. yo.. lo siento.. − dijo este.

    − Inuyasha, ¿Qué somos tu y yo realmente?... − dudo en seguir, su rostro se puso totalmente rojo pero tenia que preguntar. Necesitaba saber … − ¿hay algo entre nosotros?

    Inuyasha se puso mas rojo, y se notaba claramente nervioso, volteo para todos lados pensando que decir . se le veía realmente incomodo.

    Entonces suspiro como rendido.

    − Kagome, será mejor que regresemos, los chicos se preocuparan. − el había evadido su pregunta. Pero la verdad era que el en realidad no sabia que responderle.

    Kagome sintió una oleada de desilusión ante la respuesta pero no dijo nada. decidió hacer lo que este le decía.

    ____________

    Perdon, no me maten >.< se que tarde pero todo tiene una explicación ….

    Ok no la tiene. Es que empece a leer la saga de Dark Hunter de Kenyon Sherylin. Y me quede pegada deverdad no podía parar de leer, en dos semanas me lei 8 libros. Ademas de mi trabajo. Y ps deje totalmente de lado mis fics u.u mil disculpas, pero ya ven antes de empezar otro libro mejor me puse a continuar antes de que me quede pegada a el de nuevo =D bueno como sea igual ya les traje el capi asi que no se quejen, ademas ni recibo reviews u.u
    Bueno espero les guste es todo me retiro uan tengo trqabajo =) y cosas para leer, besos bye. Espero no me abandonen =*
     
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    La Loba
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    Capitulo 9

    RECUERDOS
    “Nosotros recordamos, naturalmente, lo que nos interesa y porque nos interesa”.

    Después del encuentro en el Hoshinboku, ambos regresaron a la aldea. A lo largo del camino ninguno menciono nada, Inuyasha caminaba adelante y ella lo seguía, el silencio era sepulcral, sin embargo sus mentes no estaban tan calladas.

    Inuyasha estaba demasiado nervioso, y por eso prefería ir adelante, así la miko no podría veré el rostro que aun permanecía sonrojado, no dejaba de maldecirse internamente por haberse portado de esa manera, no comprendía por que había echo eso, bueno en realidad lo sabia, el dulce aroma de Kagome lo había mareado por completo haciéndolo perder incluso el control sobre sus acciones, y al verla ahí parada frente al árbol que tanto significaba para el, no pudo resistir a sentirla junto a el. El mero pensamiento en vez de calmarlo lo hacia estar mas nervioso y mas que nada ansioso, con solo pensar en ella había sentido un fuerte jalon en su entrepierna, lo que le faltaba, ahora solo deseaba que la miko no notara ese “pequeño” detalle en el, solo atino a dejar salir un gruñido.

    Kagome lo iba siguiendo a poca distancia, se sentía cada vez mas confundida, primero por como había actuado Inuyasha, no, no era eso, mas bien su confusión era la forma en que ella había reaccionado a su toque, con solo sentirlo cerca su piel había ardido, añorando mas de su toque. No podía comprender su sentimiento. Tampoco comprendía que había sido lo que había molestado al hanyou, por que desde que le pregunto que había entre ellos, la había ignorado diciéndole que regresara. Y desde entonces tenia una actitud bastante osca, por lo cual ella mejor había decidido guardar distancia, y desde donde iba podía escuchar algunos gruñidos por parte de el. Es que acaso ella habría echo alguna cosa mal. No comprendía y la verdad primero la había entristecido pero ahora estaba empezando a molestarse, después de todo el había sido el que la había abrazado por la espalda, el la había acariciado de esa forma que hacia que se le erizara la piel de solo pensarlo. Iba inmersa pensando cuando choco con su amplia espalda al no notar que se había detenido.

    Un gruñido salio de los labios del hanyou, pero este no había sido como los anteriores, este era fiero, se notaba la ira en el, al igual que un perro apunto de atacar, observaba atento en una dirección sin dejar de gruñir...

    − ¿Qué sucede? − pregunto ella, pero el no respondió solo la coloco a su espalda mientras su gruñido aumento, no tardo mucho en divisar un remolino acercándose, rápidamente supo de quien se trataba, tuvo una extraña sensación en su estomago al verlo ahí parado como si nada.

    − Espero que ahora estés preparado para morir − gruño fuertemente le hanyou sacando a su tessaiga. Estaba a punto de lanzarse a atacarlo, pero sintió una suave mano deteniendo la suya…

    −No… − dijo ella con ojos suplicantes, en ese momento la comisura del labio del lobo se elevo levemente en un gesto burlón.

    − Que demonios!− le reclamo furioso el − como puedes ponerte de su lado después de lo que hizo el maldito…

    − Ya cállate chucho!− grito el lobo − creo que ella ya decidió, ahora aléjate de mi mujer por las buenas si no quieres que…
    −¿Si no quiero que? Maldito, ahora mismo acabare contigo de una buna vez, ya me tienes cansado − intento apartar a Kagome pero esta permaneció firme

    −Inuyasha por favor… detente − lo miro nuevamente con ojos suplicantes

    Este gesto le revolvió el estomago al hanyou, lo único que hacia era ponerlo mas furioso. Los celos lo estaban haciendo presa, sin pensarlo arrojo la mano que ella tenia sobre la suya.

    − ¡Este lobo y yo tenemos unas cuentas pendientes, así que no trates de detenerme!.

    − Tu también ya me cansaste, así que mejor acabemos de una vez con esto, para poder llevármela − gruño el lobo

    − ¡BASTA! − se coloco esta vez en medio de ambos − ¡dejen de comportarse como dos machos! − yo no soy ningún objeto o trofeo − lanzo una mirada furiosa Kouga

    −¡Fhe! Deja de decir tonterías, esto no tiene nada que ver contigo, a mi me da igual si te largas o no con el sarnoso − mintió el hanyou, − esto se trata de que estoy arto de ese lobo.

    Al escuchar estas palabras, el corazón de Kagome sintió un pinchazo, y una oleada de tristeza la embargo, no le gustaba que pelearan por ella, pero tampoco le agrado el comentario del hanyou, la hacia sentir como si para el no fuera nada, agito la cabeza rápidamente sacándose esas ideas de la cabeza, ¿Por qué le preocupaba ser algo o no de el? Si ni siquiera lo recordaba. Saco fuerzas de su interior para enfrentarse a ambos, volteo con una mirada inexpresiva para ver al hanyou.

    − Entonces no me interesa si te mata o no, lo único que quiero es hablar antes con el. − volteo a mirarlo con una mirada inexpresiva

    − ¿Matarme a mi?− dijo ofendido el hanyou, − ¿no querrás decir que te preocupa que yo lo mate?

    La única razón por la que Kagome no quería que pelearan era por que temía por la vida del hanyou, después de todo, Kouga era un demonio completo. Además ella quería hablar con el, le debía muchas explicaciones.

    − Como sea, el y yo tenemos mucho de que hablar − dijo fulminando al lobo con una fría mirada.

    − Lo que tu quieras, vayámonos a nuestra guarida y ahí hablaremos Ayame − dijo el lobo dando un paso y estirando la mano para que ella fuera hacia el.

    Cuando Kagome dio unos pasos hacia el Inuyasha sintió su corazón detenerse un momento en el cual ni siquiera respiro observando como ella se iba hacia su peor enemigo, sintió un gran pinchazo en el corazón, estaba apunto de girarse molesto cuando aun en el shock en el que se encontraba observo como Kagome estiraba fuertemente el brazo para estamparle una fuerte bofetada al lobo.

    − ¡Deja de llamarme así! − gruño molesta ella, − ¿Cómo te atreviste? − se notaba las notas de desprecio en su voz

    − yo puedo explicarlo − iba a acercarse a ella cuando el hanyou se metió entre ellos gruñéndole para evitar que se le acercara.

    − oh, espero que si, tengas una muy buena explicación − dijo levantando las manos alterada

    − Yo.. Yo… Vamos ven conmigo en la guardia te explicare todo − intento convencerla el lobo, intentando acercársele, pero Inuyasha lo aparto de un empujón

    − no te le acerques! − gruño el hanyou, estaba teniendo un gran autocontrol, si no fuera por Kagome ya le abría cortado la garganta al lobo.

    −¡tu deja de meterte! ¡Eso es algo entre ella y yo! − gruño el lobo −

    − Entre tu y yo no hay nada, ni lo abra jamás! Y no iré contigo a ningún maldito lugar!

    La miko estaba bastante alterada, la rabia, la hacia hablar, era demasiado lo que había echo Kouga. Era tanto su coraje que hasta dejaría que Inuyasha le diera su merecido, si no temiera que Kouga le hiciera daño a el.

    − ¡Yo te amo! Tienes que entenderme − hablo el lobo

    La paciencia de Inuyasha estaba sobrepasando su limite, su lado youkai le indicaba que debía de matar al maldito que se estaba metiendo con su hembra, pero que demonios pensaba, Kagome no era su hembra, aun cuando su instinto le dictaba que le arrancara la cabeza al otro macho.

    − me amas y un cuerno! − Grito molesta − si me amaras jamás me hubieras echo eso maldición. ¿Qué clase de monstruo eres? Además estas comprometido!

    − Yo no la quiero, yo solo te quiero a ti, tienes que entenderlo, yo aria cualquier cosa por ti− intento acercarse nuevamente, pero esta vez Inuyasha no se contuvo, lanzándose a atacarlo dándole un fuerte golpe en l cara, para después patearlo ya estando en el suelo.

    − Y yo te odio, − le lanzo una fría mirada cargada de rencor− ya lárgate Kouga.. − dijo decepcionada Kagome dándose la vuelta − no quiero volver a verte jamás − empezó a caminar, sin importarle la paliza que le estaba dando Inuyasha a Kouga.

    −ahora si maldito− dio Inuyasha levantándolo del cuello, mientras le mostraba los dientes. − pelea desgraciado!

    Le lanzo más golpes el hanyou pero el lobo no parecía regresar el ataque. De pronto a su olfato llego el olor de las lágrimas de Kagome. Se maldijo internamente arrojando a Kouga al suelo.

    − Maldición − dijo volteando hacia donde se había ido Kagome, nuevamente lanzo una mirada amenazante al lobo −Sera mejor que te largues y no vuelvas por aquí − gruño yéndose por donde estaba la miko. Lo cierto es que deseaba acecinar al lobo, pero ahora era mas importante Kagome, odiaba verla o saber que estaba llorando, definitivamente eso no lo podía controlar.

    El lobo se encontraba aun en el suelo, malherido, pero no era el daño físico lo que lo haya dejado así, era el echo de perder a Kagome, ni siquiera se había defendido de los golpes de Inuyasha, sabia que habría sido caso perdido, si le hacia algo el quedaría como el malo. Había perdido la batalla, pero no la guerra, volvería y no permitiría que ese maldito de Inuyasha se quedara con ella, no la merecía, pensando esto se puso de pie retirándose del lugar.

    Kagome se encontraba nuevamente bajo el Goshinboku, esta vez no pudo mas, se dejo caer de rodillas junto a sus raíces y dejo escapar las lagrimas, era como si todo el peso de la verdad cayera sobre sus hombros, esta vez ya se había confirmado todo, y lo único que de lo que se daba cuenta es que su vida era una total mentira. Sintió que alguien se acercaba a ella, deseando que no se tratara de Kouga, por que esta vez si lo purificaría . Pero al contrario de esto, se topo con una mirada dorada que choco con la suya. Ahí parado frente a ella se encontraba Inuyasha, se había quedado muy quieto, solo la observaba, con una mirada intensa, llena de preocupación. A ella no le importo y siguió llorando.

    Inuyasha sentía una gran opresión en el pecho al estar frente a ella, y verla sufrir de esa manera, odiaba ver a una mujer llorar, y mil veces mas si esa mujer era Kagome. Quería consolarla, quería hacerle saber que todo estaría bien, pero de su boca no salía ni una sola palabra, sin embargo dio unos pasos hacia ella.

    −Me engaño… aun estando comprometido me mintió − lloriqueo la miko

    Kagome nunca se espero esa reacción, el se acerco hacia ella rodeándola con sus brazos y jalándola hacia el en un abrazo. En cualquier otra ocasión o a cualquier otro lo hubiera empujado, pero no, este abrazo lo necesitaba, era tan dulce, tan profundo, tan consolador, recostó su cabeza en su amplio pecho, y ahí lloro, saco todo lo que traía dentro acumulado, era un llanto profundo y amargo.

    Inuyasha solo la abrazo más, y coloco su rostro en la cabeza de la miko, percibiendo que el dulce aroma de Kagome se mezclaba con el de la sal de sus lágrimas. Sentía oprimido el corazón, le dolía verla así, tal vez ella enlerdad quería a Kouga y por eso le dolía el que le hubiera echo tal cosa, mas dolor le atravesó el corazón al pensar que estaba así por el lobo, su llanto era doloroso ¿acaso quería tanto al lobo como para ponerse as por su traición? Le dolía pensar eso, pero no quería verla sufrir de esa manera, si el irse con el era lo que ella quería, entonces el la dejaría ir, aun que con ello se llevara su corazón y una parte de su alma... y por mas duro que fuera tenia que saberlo…al principio intento hablar, pero solo se movía su boca sin dejar salir ni un murmullo. Saco valor y por fin hablo.

    −lo.. ¿Lo quieres tanto? − Su voz sonó insegura, esperaba la respuesta aun que eso fuera como clavarle un puñal, los momentos parecieron eternos.

    Al escuchar la pregunta, Kagome se separo un poco de su pecho para poder alcanzar su mirada, por alguna razón no quería que el pensara eso, es cierto que se había alterado demasiado, pero ¿Quién no lo abría echo si le hubieran mentido así? No tenia nada que ver con el hecho de que hubiera perdido a Kouga, así que rápidamente le respondió.

    −No…−hablo con sinceridad mirando esos luceros dorados que la veían intensamente llenos de confusión.

    −Entonces… por que… − no termino la pregunta ya que Kagome tenia la idea de lo que se había imaginado el, así que se despego de el, se limpio las lagrimas, lo miro observarla confundido, y entonces lee respondió.

    −Inuyasha, no me duele el haber terminado con el y el echo de no volver a verlo. Lo que me tiene así es la desesperación de no saber quien soy, y el echo de que mi vida ah sido una completa mentira, ¿sabes lo que es eso? Confiar en alguien y que te traicione de tal forma.

    Oh si que lo sabia, pero no era el momento de decirlo ni el caso, ese asunto había quedado totalmente enterrado.

    − estas segura de eso, después de todo llevas tres años con y creyendo ser su prometida, lo mas probable es que le tengas algún cariño − dijo bajando la mirada Inuyasha

    −tienes razón, si hubo cariño, tal vez aun lo ahí pero la rabia lo supera − dijo apretando los puños la miko.

    −Entonces si… lo quisiste− nuevamente la voz de Inuyasha salía casi inaudible, como si le costara decirlo. Kagome suspiro derrotada, era obvio que Inuyasha estaba malinterpretando todo.

    − sabes, tal vez no sea correcto que te lo diga a ti, después de todo apenas y te conozco, pero a pesar de creer ser su prometida y que el siempre fue amable conmigo… −suspiro de nuevo, mientras veía la dorada mirada que no se movía ni un segundo de ella, esperando que continuara. − Yo solo lo quise como un amigo.

    Al escuchar estas palabras, la mirada del hanyou brillo con emosion, y una sonrisa peleaba por dibujarse en su rostro, pero decidió seguir escuchando.

    − Intente amarlo, pensando que eso era lo correcto, pero por mas que intente nunca puede verlo mas que como un amigo, es por eso que retrase lo mas que pude la unión. Aun que sabía que un día seria inevitable, este pensamiento siempre me dolía.

    El entrecejo de Inuyasha ahora estaba fruncido, al parecer algo de lo dicho lo había molestado.

    −¿intento obligarte? − hablo entre dientes, mientras apuñaba las manos, su voz sonaba ronca y amenazante.

    − Oh no, debo agradecerle eso, siempre me tuvo paciencia, y jamás me presiono para nada.
    Inuyasha soltó un suspiro de alivio, y relajo su cuerpo, si Kagome hubiera respondido otra cosa no habría habido poder humano o youkai que evitara que fuera en ese mismo momento y castrara al lobo justo antes de matarlo. Estaba ensimismado imaginando como lo asesinaba haciéndose una clara imagen mental, pero los sollozos de Kagome lo sacaron de su fantasía, nuevamente estaba llorando.

    −Por favor Kagome no llores, odio verte asi− pensó en voz alta el hanyou

    −y como no quieres que llore, si no se nada de mi misma, no se ni quien soy − lloro mas la miko

    −Eres Kagome− le respondió tontamente el hanyou

    − Oh si, mi nombre, genial, se una sola cosa de toda mi vida − dijo sarcásticamente sin dejar de llorar.

    − Kagome.. − no pudo evitar volver a abrazarla, mientras acariciaba su cabello dulcemente. − Yo te ayudare, te diré todo lo que se de tu vida. Te ayudare a recordar quien eres y que tu… − no termino la frase pero el sabia que era lo que quería que ella recordara…

    − ¿tu, aras eso? ¿En verdad me conoces tan bien? − pregunto separando su cabeza observando con sus ojos llenos de lágrimas los dorados de Inuyasha.

    El tenerla entre sus brazos, observando su rostro, sus suplicantes ojos, y sus labios ligeramente entre abiertos no pudo evitar acercarse a ella lentamente, quería recordar el mismo la sensación de sus labios unidos a los suyos.. Su sabor. Se acerco poco a poco, solo un poco mas…

    Kagome se quedo muy quieta, al ver que no respondía, luego lo vio acercarse lentamente, por instinto observo sus labios, esos gruesos labios que deseo probar, levanto un poco más el rostro para alcanzarlo. Cuando lo sintió tensarse al escuchar a alguien ahí.

    −Coff coff! − carraspeo el monje, causando que Inuyasha casi empujara a Kagome de sus brazos y se sonrojara al instante. − Lamento interrumpirlos muchachos.

    No lo lamentaba tanto como lo hacia Inuyasha, y tanto como aria que lo lamentara después.

    − ¿Qué sucede excelencia? − pregunto Kagome al monje.

    −oh señorita Kagome por favor no me llame así − dijo cerrando los ojos y negando con las manos el monje con una sonrisa − solo dígame Miroku como siempre

    −ya déjate de estupideces, y habla de una vea ¿Qué es lo que quieres? − pregunto el hanyou con un notable enojo.

    −Valla, que humor tienes amigo, no se supone que deberías estar feliz por haber recuperado a la señorita. − dijo en pose sabia el monje
    −−oh y cállate! − gruño nuevamente, sonrojado −fhe! Que tiene de especial que ella haya regresado − mintió tontamente, tratando de no evidenciar su obvia alegría por que ella estaba de nuevo con el.

    − idiota, si te tenia tan sin cuidado entonces para que demonios fuiste a buscarme − dijo sumamente furiosa Kagome, de verdad que no lo entendía, como en un momento podía comportarse de una manera tan dulce y atenta y después ser un completo Patan.

    − fhe! − asumió su pose fanfarrona, cruzándose de brazos y cerrando los ojos −Lo hice por que ya estaba arto de escuchar a todo mundo que te extrañaba, no hacían otra cosa que hablar de ti, y quejarse.

    El monje solo movía la cabeza de un lado a otro, en negativa, sabiendo lo que vendría después de lo que estaba haciendo Inuyasha, tonto nunca cambiaria, aun sabiendo lo que le esperaba. Y mas aun siendo que el mas afectado por su ausencia era el mismo.− Chicos..−

    El rostro de Kagome se estaba poniendo de un rojo intenso, mantenía la mandíbula apretada y los puños apretados, pronto abrió la boca solo para gritar con todas sus fuerzas.

    −¡Abajo!− El grito retumbo tan fuerte en uníson con el estruendo del sonido del golpe de Inuyasha estampándose contra el suelo, que incluso las aves de los árboles cercanos volaron espantadas. −Uy! Me voy a casa! – dijo empezando a caminar aun molesta Kagome rumbo al pozo.

    − Amigo, creo que una vez mas te pasaste− dijo el monje tomando su distancia era obvio que el humor del hanyou empeoraría

    −callate!− dijo el hanyou levantándose del hueco que había casado por el golpe − y ya di de una maldita vez a que viniste

    − El anciano myoga acompañado de totosai te estaba buscando.. − dijo distraído notando hacia donde se había dirigido Kagome − querían hablar contigo de algo pero… ¿oye a donde dijo que iba la señorita Kagome?

    Hasta el momento callo en cuenta el hanyou de las palabras de Kagome, lanzando una maldición e ignorando al monje se dirigió corriendo por el sendero que había tomado Kagome.

    −oh genial ahora me dejan solo.. − dijo el monje soltando un suspiro− en fin.. Inuyasha regresare ala aldea aya los esperamos − grito esto ultimo sabiendo que el hanyou lo escucharia.

    Inuyasha lo ignoro mientras seguia corriendo, si se supone que no recordaba nada entonces ¿acaso hablaba de irse con el lobo? Maldijo nuevamente aumentando la velocidad, afortunadamente no habbia avanzado mucho.

    Kagome se encontraba sin saber como había llegado ahí frente a un viejo pozo, su coraje había sido tan grande que había dicho cosas sin nisiquiera pensarlo había gritado a Inuyasha esa frace que ya había utilizado con anterioridad y después automáticamente se vio caminando hacia ese lugar, no entendía por que había actuado así, no por que había dicho que iria a casa cuando no sabia siquiera donde estaba su casa, pero ese lugar le era sumamente familiar, no lograba comprender el por que…

    Inuyasha por fin logro localizarla, se encontraba ahí parada frente al pozo, como tantas veces la había visto, su corazón dio se acelero un momento al recordar cuantas veces había visitado ese pozo pensando que ella estaba a salvo en su época.

    −Kagome… − Hablo dudoso el hanyou con la voz calmada, podía oler la confucion de la miko.

    − ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues? ¿no es que no te importaba?

    −grr.. − gruño nuevamente molesto el hanyou, −Kagome no empieces! ¿y a donde demonios te diriges? ¿acaso vas a saltar?

    −¿Saltar? ¿por que aria eso? ¿acaso crees que intentaría suicidarme o algo por ti? Ni que me importaras tanto para hacer una cosa así

    Inuyasha giro los ojos rogando por paciencia, y camino unos pasos hacia ella

    − Tonta ¿de donde sacas que pensaría eso?

    − Inuyasha no tengo humor para aguantar tu bipolaridad, así que si tan poco te importo, por favor déjame en paz , quiero estar sola

    −Que no te das cuenta!− dijo molesto acercándose peligrosamente a ella, − por supuesto que me importas! − dijo esto sin pensarlo, pero es que el aroma de la miko lo estaba mareando

    −eso no fue lo que dijiste hace un rato − dijo la miko dando un paso hacia atrás poniéndose nerviosa por su cercanía,

    Al estar tan cerca de ella apenas y podía controlarse, no era solo su aroma el que lo embriagaba, sus hermosos ojos lo tentaban a acercarse mas, y sus tentadores labios entreabiertos le hacían una invitación… pero no, tenia que controlarse, agito la cabeza dándole la espalda a Kagome, esta dejo escapar un suspiro de alivio al verlo separarse un poco, si seguia así no sabia si ella misma podría controlarse el tenia los labios mas hermosos que hubiera visto jamás.

    −Fhe! Claro que me importa si te vuelves a perder los muchachos me fastidiaran diciendo que fue mi culpa − dijo tratando de controlarse y dejar de pensar en el sabor de los labios de Kagome.

    Kagome solo soltó un bufido, pero que tenia este hombre que era capaz de en un momento ponerla ansiosa y el siguiente sumamente furiosa, no lo recordaba aun, pero lo que estaba pensando ahora es como había echo en el pasado para no volverse loca con lo voluble que era el carácter de este hombre.

    −huuuy Inuyasha por que mejor no te largas! Si me sigues provocando no me hago responsable de hacer un hueco en el suelo que llegue hasta el otro lado del planeta.

    −Fhe!, no pienso irme y dejarte aquí sola, además no me has contestado a donde ibas..− dijo mirándola lleno de dudas, en verdad quería saber si haya recordado algo.

    −yo… −dudo un momento.. − en verdad no lo se− dio esta vez con voz tímida, genial lo que le faltaba, tanto permanecer con el hanyou la estaba volviendo bipolar a ella también, pero era lo cierto, no sabia a donde iba ni por que había dicho que iria a su casa, solo lo había dicho en un arranque de ira. Pero ahora el no saber nisiquiera donde estaba su casa la entristecía..

    Apenas llego el aroma de tristeza de ella, Inuyasha bufo fastidiado, lo menos que quería era que ella estuviera triste. Se acerco un poco, iba abrazarla, pero se detuvo al recordar lo que había pasado la ultima vez. Si seguia así dudaba poder controlarse. así que solo continuo hablando a una distancia corta.

    −¿En verdad no recuerdas este pozo? − dijo calmado el hanyou, pero la pregunta pareció molestar a la miko

    −Oviamente no, te olvidaste de mi pequeño problema de amnesia −giro los ojos con fastidio la miko − ¿Crees que si lo recordara me sentiría así?

    −Te prometí que te ayudaría a recordar, y así lo are − dijo el muy serio,

    −¿a que te refieres? ¿Qué significa este lugar en mi vida?

    −Kagome, por este pozo llegaste a esta época por primera vez, hace mas de 4 años… Kagome tu vienes del fututo

    Al escuchar esto, los ojos de Kagome se abrieron, impresionada por lo que acababa de decir el hanyou, no sabia si creerle o no, era algo sin duda difícil de creer, y solo esperaba que Inuyasha no estuviera intentando hacerle una broma o burlarse de ella, pero al ver esos ojos llenos de sinceridad, y su postura seria, le hacían pensar que estaba diciendo la verdad, aun así no pudo evitar el preguntar.

    −¿Es broma verdad?

    −¿Tengo cara de estar bromeando? − dijo con rostro sereno el hanyou.

    −Es que eso que me cuentas es imposible de creer, si bien nunca me eh sentido de acuerdo a esta época, pero de eso a venir del futuro… − dijo la miko bajando el rostro, lo cierto es que en el fondo no dudaba, sentía que esa era la verdad, y eso es lo que mas le asustaba.

    − Esa es la verdad Kagome, tanto como si la quieres creer o no − Dijo serio, pero empezaba a ponerse nervioso, el tener tan cerca a Kagome lo estaba alterando, se provoco un silencio en el lugar, Inuyasha se estaba poniendo demasiado ansioso, movió los ojos hacia todos lados al igual que las orejas.

    −bien, deberíamos regresar, aun hay que aclarar lo de tu secuestro, quien fue quien mando a esos yokais y como hiciste para escapar.. − dijo serio el hanyou recuperando su serenidad.

    − no podríamos quedarnos un rato mas aquí, este lugar me da paz.. − dijo Kagome sentándose y indicando que se sentara a su lado.

    Las orejas de Inuyasha se movieron en diversas direcciones, algo nervioso para luego sentarse cuñito a ella. La verdad es que se sentía tan cómodo ahí con ella, amaba todo lo que ella le hacia sentir, se sentía, aceptado, pleno, feliz.

    −Inuyasha… ¿Qué hay de mi familia? −pregunto Kagome recargándose un poco en el hombro del hanyou, medio esperando que este se retirara o se quejara, pero este no se quejo. − sabes quienes son? Tu los conociste?

    −Claro que si, te acompañe muchas veces a tu casa − respondió e hanyou, omitiendo el echo de que había ido por ella no con ella.

    −Conoces a mi madre? − pregunto llena de ilusión la miko

    − te estoy diciendo que si Kagome, conozco a tu madre, a tu hermano y a tu fastidioso abuelo.

    − oh, tengo un hermano, −dijo llena de ilusión la miko, podía notarse la emoción en su voz, − y mi abuelo vive − Lo cierto es que se había sentido devastada al pensar que se encontraba sola en el mundo y que su abuelo había muerto como le había cotado Kouga.
    −¿Podrias decirme como son ellos? − pregunto llena de ilusión, Inuyasha asintió y empezó a hablar.

    − tu hermano pequeño, Souta, es muy vivaz, ahora tendrá aproximadamente la edad de Shippou, siempre alegre, divertido, cuando iba siempre me enseñaba nuevos juegos en esa caja que muestra imágenes. Tu abuelo es un viejo loco, se encarga del templo, siempre anda haciendo encantamientos falsos y vendiendo falsos amuletos, varias veces a tratado de exorcizarme − se río burlón el hanyou. La cara de Kagome parecía muy animada escuchándole, tanto que incluso hizo que se sonrojara un poco.

    − y mi mama? Como es ella? − pregunto la miko con u toque de inocencia en su voz, como si se tratara de una niña pequeña.

    − Tu madre, es una mujer muy hermosa, siempre tiene una sonrisa para todos, es sumamente amable y dulce, se parece a ti unos años mayor. − al decir esto Inuyasha observo como kagome se sonrojaba.

    Kagome se había conmovido bastante al escuchar de su familia, de los labios del hanyou, y mas por que la había comparado con su madre diciendo que ella era hermosa y dulce.

    Inuyasha empezó a mover los ojos y las orejas para todos lados nervioso, sonrojándose también.

    − Claro que tu no eres nada femenina, y te falta ser mas dulce, y no eres hermosa − contesto nervioso tratando de sacarse de lo que había dicho unos momentos antes.

    Pronto sintió el aura de ira que desprendía Kagome. Esta se puso de pie de golpe.

    −Inuyasha! ¿Por qué siempre tienes que arruinar todo! − grito molesta.

    −oh no Kagome por favor cálmate yo no, − movía las manos en todos lados tratando de calmarla, sabiendo lo que veía a continuación.

    −ABAJO! − grito apuñando las manos, caminando furiosa de regreso. − y esta vez no me sigas!

    Inuyasha apenas se logro despegar del suelo corrió detrás de ella, no quería que estuviera molesta con el.

    Kagome iba sumamente molesta, que demonios le pasaba a ese chico, se estaba hartando de eso, que no podía ser tierno y dulce por un momento, no pero siempre tenia que arruinarlo. Seguía caminando cuando derepente sintió un golpe de lleno que le saco el aire, no sintió ninguna presencia por eso le sorprendió, la respiración le faltaba, cuando se dio cuenta se encontraba inmovilizada siendo rodeada por una gigantesca serpiente morada con franjas amarillas, estaba siendo apretada peligrosamente, sentía como sus costillas se apretaban, intentaba liberarse inútilmente.

    Inuyasha corrió en la dirección en donde estaba Kagome apenas alcanzo a divisarla y su corazón casi se paralizo al ver a una enorme serpiente estrangulando a Kagome, sin pensarlo dos veces , saco a toda velocidad su espada, dirigiéndose a la serpiente dando un fuerte golpe, teniendo cuidado de no lastimar a Kagome, la serpiente soltó un fuerte chillido, soltando a Kagome, pero no parecía tener daño alguno, Kagome callo al lado de rodillas, tomando fuertes bocanadas de aire, luchando por recuperar el aliento. El hanyou corrió hacia ella dejándola tras el.

    − ¿estas bien? − pregunto olfateando el aire comprobando si no tenia heridas graves

    −Yo… cof cof − tosio− si, estoy bien, solo me tomo por sorpresa, no pude sentir su presencia. − dijo poniéndose de pie. Inuyasha volteo para verla, y para cuando volvió a voltear la serpiente ya no estaba.

    − Quédate tras de mi, acabare con esa cosa − dijo el hanyou tratando de olfatear a la serpiente. La miko se acomodo en guardia, espalda con espalda con el hanyou.

    − ¿Qué estas loco? No pienso quedarme detrás de ti como si fuera una inútil, yo puedo cuidarme sola…− apenas dijo esto el hanyou gruño molesto.

    − si, se nota, cuando te encontré parecías estar dándole buena pelea a la serpiente − dijo con Sarcasmo el hanyou.

    −Eso fue diferente… me tomo por sorpresa. − bufo molesta. − Pero puedo acabar con ella.

    − deja de discutir, parece que se ah ido, regresemos a la aldea donde estarás a salvo− dijo Inuyasha dándose la vuelta y empezando a caminar pero se detuvo al notar que la miko no lo estaba siguiendo. − ¿Qué pasa? − pregunto confundido, la cara de ella parecía de molestia

    −Que pretendes dejar ese monstruo rondando por aquí suelto, puede atacar a alguien así como lo hizo con migo… − se cruzo de brazos la miko

    − no lo dejare suelto, solo me asegurare que regreses a salvo, para regresar y deshacerme de esa basura.

    − no quiero, si tu vas yo también, puedes necesitar ayuda − insistió ella

    −Fhe!, no necesito ayuda para luchar con una basura como esa − dijo altanero el hanyou

    −Entonces si es una basura, no abra problema en que yo valla, además no soy ninguna chica débil, puedo luchar bastante bien , además puedo lanzar flechas.

    −Ni hablar, te llevare a la aldea − la tomo del brazo jalándola − Vámonos. Y es mi última palabra

    − Abajo! − grito estampándose el hanyou en el suelo, − y esa si es mi ultima palabra, iré a investigar que paso con esa serpiente, y si no quieres venir conmigo, bien iré sola. − dijo empezando a caminar en la dirección que había visto marcharse a la serpiente.

    Inuyasha, se despego del suelo lanzando unas cuantas maldiciones, observando como Kagome iba de nuevo rumo al hoshinboku.

    − Maldición Kagome ¿Por qué eres tan terca? − le grito, pero esta seguia caminando ignorándole. − lo único que conseguirás es lograr distraerme!

    Kagome seguia caminando con los brazos cruzados, nuevamente había llegado al hoshinboku, no podía sentir la presencia de la serpiente por ningun lado, y solo escuchaba las quejas de Inuyasha.

    −Puedes callarte de una maldita vez!, el único que esta distrayendo aquí eres tu, con tus gritos, − levanto la voz la miko − de seguro la serpiente se percato que la estábamos siguiendo, huy Inuyasha por que eres tan molesto y machista , ¿Por qué no puedes aceptar que yo soy lo bastante fuerte como para dar batalla.

    Inuyasha solo la observo con el ceño fruncido, la verdad es que siempre había estado consiente délo valiente y fuerte que podía ser Kagome, mas que un estorbo siempre había sido de ayuda, pero ahora era distinto, no era que Kagome fuera débil lo que le preocupaba, mas bien es que estando ella ahí no podía concentrarse al 100 en la batalla y esa serpiente a pesar de no ser muy poderosa, era bastante ágil, y podía ocultar su aroma y su presencia, en cualquier momento podía atacar a Kagome sin que ella o el pudieran hacer nada y por su color era evidente que era venenosa, no sabia como pudiera el organismo de Kagome luchar con eso si llegaba a morderla.

    −Eres una distracción, quieras o no te regresare a la aldea− dijo acercándose peligrosamente a ella, con la intención de cargarla de regreso a la fuerza.

    − no se te ocurra Inuyasha, atrévete a dar un paso mas y sabes que puedo hacerte que te estampes contra el suelo tantas veces que arias un agujero hasta el otro lado del planeta!− dijo molesta pero Inuyasha había sido mas rápido, ahora se encontraba con sus fuertes brazos alrededor de ella, esto logro hacer que la miko se pusiera tensa, podía sentir todo el cuerpo del hanyou contra el suyo…

    −inu.. Inuyasha.. − ¿Qué intentas…− pero no pudo continuar por que sintió el caliente aliento del hanyou contra su oído.

    −Ahora si te reto a que me digas abajo, y sabrás cuanto duele tu maldito conjuro por que no me iré solo al suelo− susurro en su oído, aun teniéndola apresada entre sus brazos, la miko estaba demasiado nerviosa con su cercanía, sentía que su piel se erizaba, con cada susurro del hanyou, esa citación incluso la estaba excitando.

    Inuyasha había eco tal cosa, para evitar que lo mandara a suelo, ni siquiera lo había pensado, era hasta ahora que notaba lo comprometedora que era la posición, tenia a Kagome muy pegada a el, podía sentir el calor de su piel, aun contra sus ropas, podía saborear su aroma, el cual cambio de uno lleno de nervios a uno que lo empezó a marear, ella estaba excitada, al momento su miembro despertó. Fue entonces cuando la empujo muy a su pesar para evitar que ella lo sintiera y pudiera darse cuenta de su estado.

    De un momento a otro, Kagome se encontraba con el trasero en el suelo sosteniéndose con sus manos para levantarse, la brusquedad de la acción había eco que se olvidara por completo de lo que estaba sintiendo hace un momento, enfoco molesta a Inuyasha quien ahora estaba parado dándole la espalda iba a quejarse cuando este se le adelanto.

    −Fhe! Has lo que quieras! − intento sonar molesto, pero su voz sonó algo gruesa y entrecortada. Necesitaba guardar distancia con la miko, pero no podía dejarla sola con un enemigo al acecho.

    Kagome se puso de pie sacudiéndose el polvo, y mirando nuevamente de manera retadora al hanyou

    − Es precisamente lo que are y si no quieres que lo haga junto a ti entonces iré a buscarla yo so.. − no termino de decirla miko cuando se encontraba siendo envestida por la espalda fuertemente por la cabeza de la serpiente, el golpe fue rápido sacándole el aire al momento, vio todo en cámara lenta, como la serpiente la arrastraba justo para estrellarla contra el grueso tronco del árbol , apretó los ojos esperando sentir el fuerte dolor, pero en vez de eso se estrello contra algo blando. Cuando abrió los ojos, solo vio rojo, elevo un poco mas la mirada topándose con el rostro de Inuyasha, quien había apretado un poco los ojos por el dolor, justo antes de que Kagome se estrellara contra el árbol había saltado interponiéndose, recibiendo de lleno el, el golpe contra el árbol.

    −Inuyasha! ¿Estas bien?−apenas puedo preguntar, ya que la serpiente se había enrollado apretándolos cada vez mas contra el árbol.

    Inuyasha abrió los ojos y observo la posición en la que se encontraban, el dando la espalda al árbol, y ella frente a el abrazándolo, justo como cuando los había atacado la mujer ciempiés el día que se conocieron. Pronto fue sacado de sus pensamientos, al principio pensó que se trataba de un recuerdo pero luego se percato de que si era la voz de Kagome preguntándole algo que para este entonces no tenia sentido.

    −Eres fuerte? − pregunto la miko con su cara en el pecho de este, el bajo la mirada sorprendido, observo con detenimiento su rostro, sus ojos se encontraban en blanco, esto lo asusto.

    −Kagome! ¿Qué te pasa? ¿estas bien? − pregunto asustado, aun permaneciendo ambos rodeados por el cuerpo de la serpiente.
    −¿Y? ¿eres fuerte? − ignoro su pregunta, al parecer estaba en una especie de tranace.

    Kagome seguía ahí abrazada al hanyou atrapados ambos junto al árbol, pero en su mente veía una flecha, todo parecía tan real, las voces, la falta de aire por ser estrangulados por la serpiente que ahora podía observar con cientos de patas…

    En su mente escuchaba la voz del monstruo burlándose

    −Como puedes tener esperanza en un tipo que solo le gusta fanfarronear , además tiene un conjuro y no puede moverse jaja, solo quedense ai abrazados − Kagome seguia con los ojos en blanco

    −Maldicion Kagome responde! − se desespero el hanyou, −

    −Nooo! Ayúdame no puedo mas! − el grito angustiado de Kagome, hizo que Inuyasha se desesperara mas, era cierto que podía con facilidad acabar con la serpiente, y hacerla pedazos, pero eso podía lastimar a Kagome, sin embargo viendo que no tenia otra opción , con sus garras lanzo un fuerte ataque haciendo pedazos la serpiente, para luego atrapar rápidamente a Kagome antes de que cayera contra el suelo.

    Estaban rodeados por restos de la serpiente, pero a el no le importaba, lo único que le preocupaba era Kagome. La bajo con cuidado, y esta quedo de rodillas tocándose la cabeza, apretando los ojos con dolor.

    −¿ Kagome estas bien?− pregunto angustiado el hanyou sin saber que hacer.

    −ah!! Duele! − grito la miko tocándose la cabeza. Nuevas imágenes y voces llegaban a ella.

    veía a Inuyasha parado frente a ella con una pose amenazadora, iba a atacarla, escucho sus palabras en su mente.

    Si no quieres ser descuartizada por mis garras será mejor que me entregues la perla− después de esto abrió los ojos, parpadeando asustada, ahora los trozos que anteriormente parecían de un ciempiés ahora parecían ser de una serpiente, y en vez de ver al Inuyasha amenazador, veía uno con un semblante completamente preocupado, acercándose a ella.

    −No te me acerques! − grito buscando con que defenderte.

    −Kagome… tranquila.. − dio un paso mas − ¿no me reconoces?

    Inuyasha se acerco lentamente a ella, podía oler un ligero aroma de miedo en ella, ella jamás le había temido, y odiaba que ahora lo hiciera, eso lo destrozaba, ella era la única que jamás le había temido o le había maltratado por ser un hanyou.

    −Claro que lo hago! Dijiste que me descuartizarías − dijo dando un paso hacia atrás.

    −Kagome.. no.. yo ¿de donde sacas eso?

    −Tu me amenazaste, dijiste que si no te entregaba la perla, me descuartizarías − dijo alarmada la miko poniéndose en guardia

    −Kagome.. − dio un paso mas hacia ella − yo jamás te aria daño… confía en mi.

    Lo vio acercarse a ella, sus ojos dorados se veían llenos de preocupación, y sintió que el tenia razón, no veía amenaza provenir de el, aun cuando lo había visto en su mente de esa manera tan amenazante.

    −yo.. −dijo esta bajando la guardia. El aprovecho para acercarse y abrazarla.

    −sh.. tranquila − le acaricio el cabello − yo moriría mil veces antes de dañarte…

    −Inuyasha.. _ dijo abrazándolo nuevamente. Y dejando escapar unas lagrimas en su pecho.

    − ya paso todo, ahora dime ¿Qué es lo que estaba pasando por tu mente hace un momento?

    −Estaba asustada… − confeso sin pensarlo… − sentía una gran angustia, primero por la mujer ciempiés, yo no sabia como enfrentarme a ella, yo jamás había visto algo así y luego tu amenazándome de esa manera − ella sentía que sus palabras no tenían sentido, ya que viviendo en una época llena de yokais, una esa criatura no era la gran cosa, pero mas bien era un recuerdo, de lo que había sentido en ese momento. − tu.. tu me salvaste.. − Levanto el rostro, para mirar los dorados ojos del hanyou, mirándola con ternura, observo como una ligera sonrisa de dibujo en su rostro.

    −no Kagome.. la que me salvo ese día fuiste tu.− La joven lo observo sin comprender

    −¿a que te refieres? Eso.. ¿fue real?− pregunto aun confundida, el hanyou solo movió la cabeza de manera afirmativa.

    −Fue el día en que nos conocimos, el día que me liberaste recuerdas.

    −yo… todo es aun muy confuso− dijo separándose de el − si fue real, entonces por que me amenazaste de ese modo. El hanyou bajo la mirada avergonzado y suspiro antes de contestar.

    −En ese entonces, yo estaba muy herido, había pesado que había sido traicionado, y me culpaba a mi mismo por ser débil , por solo ser un hanyou nadie me había aceptado todos me despreciaban, siempre había estado solo y lo único que quería era obtener la perla para convertirme en un yokai completo y ya no sentir nada. No confiaba en nadie.. y necesitaba la perla.

    −Inuyasha.. − dijo esta acercándose de nuevo a el, sentía una angustia en su corazón al sentir el dolor del hanyou como propio.

    − se que no es escusa, pero nuevamente me disculpo por haberte asustado, a mi favor debo agregar que no te hubiera lastimado.
    − Entonces, eso quiere decir.. ¿estoy recuperando la memoria? ¿crees que la recuperare por completo?

    El hanyou se puso serio, la verdad es que eso sin duda era un recuerdo.

    −La verdad… no lo se Kagome.. pero espero que si. −se dio la vuelta molesto − si tan solo me hubiera dado cuenta hace tres años que no te habías quedado en tu época, grrr! − gruño − si te hubiera encontrado yo y no ese maldito lobo, todo tal vez hubiera sido mas fácil, es mi culpa! − gruño nuevamente, pero la mano de Kagome se poso sobre la suya.

    − no te culpes por eso Inuyasha, tal vez aun así no hubiera recordado nada. Ahora por lo menos tengo la esperanza de que si recordé una cosa tal vez pueda recordar mas − le brindo una sonrisa tranquilizadora.

    −Kagome… − no pudo aguantar mas, se acerco mas a ella, apresando sus labios con los suyos, ese contacto le hizo sentirse en la gloria había extrañado tanto esos labios, solo los había probado dos veces, pero los necesitaba tanto.

    Kagome por su parte al principio permaneció quita, no se había esperado esa reacción por parte de Inuyasha, pero al sentir sus grueso y calidos labios sobre los suyos, sintió derretirse, si no la hubiera estado agarrando Inuyasha por la cintura se hubiera caído. El la estaba besando, sus labios se movían junto a los suyos de una manera tan tierna y dulce, por instinto entreabrió un poco la boca para darle mas acceso.

    Inuyasha sintió como Kagome le correspondía, primero tímidamente y después abriendo los labios invitándolo a profundizar el beso, si dudarlo lo hizo, introdujo su lengua en su boca, primero acariciando tímidamente su lengua,, cuando sintió que Kagome movía la suya contra la de el, estuvo apunto de dejar salir un gruñido de puro placer. Su cuerpo había reaccionado, su miembro se encontraba nuevamente totalmente duro. Deseoso de ella. De pronto no sintió mas a Kagome seguir besándolo, era solo el quien la estaba besando, preocupado se separo un poco al verla nuevamente con los ojos en blanco.

    −Kagome! Kagome! ¿Qué te pasa? − La agito preocupado.

    Continuara…

    Bien aquí la continuación, la primavera la sangre altera XD la hice mas larga, ai que espero aprecien eso u.U y minimo dejen mas comentarios.lo escribo antes de continuar leyendo ya voy en el libro de Archeron en la saga de Dark hunter =D se los recomiendo. En fin tambien los invito a pasarse por mi blog, ahí ire poniendo mas one shots y fics próximamente =D w w w . dikadelirious. blogspot. Com ponganlo todo junto, bien esperoles guste y dejen comentarios por favor que hice un gran esfuerzo para continuar u.u
     
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  9.  
    EmiliesDifferent

    EmiliesDifferent Iniciado

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    No era el momento para poner continuara Dika u.u y tampoco el momento para recordar o lo que sea que estaba haciendo Kagome al parar el beso! La matare algun dia e.e, muy buena historia! No me aburro de ella... Vere si leo ese libro... Cuando tenga dinero xD Y vaya que Inuyasha se la pasa bien besandola (Ni te imaginas las racciones que tube en algunas partes jajaja xD, te dare un ejemplo: Gritar "Que" en diferentes modos xD)
    Espero la Conti! (Tambien que me avises xD).


    Hablamos, Emilie
     
  10.  
    Whitemiko

    Whitemiko Usuario común

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    HOLA!!!
    me dejaste con ganas de más!!!pobrecito de inu!!!el tanto que a sufrido por su ausencia y ahora debe tener voto de castidad, pobre..
    me encanta!!!ashhh pero eso arruino el momento, si no es inuyasha metiendo la pata ahora es ella,
    valla comienzo a creer que los dos estan bien pero bien salados
    espero conti pronto!!!!!!adoro tu fic!super original!!
    XOXO
    bye!!
     
  11.  
    Dark Phoenix

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    Aaaaaaa esta genmial Dika, de verdad la manera en la que narras, uuu lime por todos lados, me encanta eso, y por fin la besa aaaaa!!!!

    vemos que mi querida Kagome recupera fragmentos de memoria b(me recuerda a Tsubasa) que lindo,
    e Inuyasha todo tontote como siempre
    hecha a perder los momentos perfectos buuuuu!!!!

    y luego mi querido y deceado Miroku, nos hace el favor de interrumpir el primer intento de beso en el capitulo

    y Koga.... a la vez no le culpo, queria a Kagome he hizo algo incorrecto para poseerla.

    Supongo que la serpiente la envio Sara, empiezo a generar rencor a la tipa...

    en fin, hay algunas fallas de ortografia, y palabras cortadas o cambiadas, pero es logico con la emocion de estar escribiendo
    pero pues hay que cuidarlo, pero pienso igual k tu, mientras se entienda...lastima que muchos no buuu

    Es interesante la manera en que das las dos verciones de los personajes al mismo tiempo, asi se nos hace facil saber que estan pensando&sintiendio ambos.
    En fin, como siempre espero la conti :)
     
  12.  
    DiKa

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    La Loba
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    Capitulo 10

    INTRIGAS

    “La intriga es el talento de los necios”
    (Estala)

    Apenas le escucho decir su nombre, pudo observar como se acercaba rápidamente a ella, jamás espero tal acción, se sintió confundida al principio, pero al sentir la calidez de sus labios, no pudo hacer mas que corresponder, lo necesitaba tanto como el, tímidamente había empezado a corresponder su casto beso, pero cada vez se volvía mas ansioso, y ella misma deseaba mas, era como si quisiera fundirse con el en ese beso, instintivamente entreabrió los labios, apenas pudo sentir la lengua de hanyou entrando en su boca sitio una corriente eléctrica atravesar su cuerpo, era como un sueño estar ahí entre sus brazos perdidos en ese beso, que cada vez se volvía mas deseoso, sus lenguas empezaron a moverse causándole mas escalofríos y una extraña sensación en su vientre. De pronto todo se volvió oscuro, ya no se encontraba frente al hoshinboku, estaban en un lugar sumamente oscuro y tenebroso era algo parecido a un palacio, podía sentir aun los brazos de Inuyasha, pero esta vez la sostenían de los hombros sentía como clavaba sus garras en sus brazos…

    Por su parte Inuyasha le hablaba desesperadamente intentando hacerla reaccionar, nuevamente sus ojos se habían puesto en blanco, la tomo de los hombros agitándola pero esta no parecía reaccionar.

    −Kagome! Kagome! Por favor Kagome reacciona! No me hagas esto! − intentaba hacerla reaccionar sin embargo la chica parecía seguir en trance.

    Kagome seguía pedida en su mente, seguía sintiendo las garras del hanyou, sin embargo no tenia intenciones de moverse, levanto su rostro para ver al del hanyou, sus facciones eran distintas, sus ojos que en un principio eran dorados ahora eran de un rojo sangre, con las pupilas azules, en su rostro de dibujaban unas franjas moradas, y sus colmillos habían crecido bastante, parecía estar sufrido ya que los estaba apretando furiosamente.

    Escucho la voz de una mujer que parecía estarlos observando y se burlaba d ella “hagas lo que hagas será inútil, lo que tenia de corazón humano a sido sellado en este espejo, jamás podrá volver a su forma hanyou”

    Inuyasha estaba cada vez mas preocupado por ella, no parecía reaccionar, pronto sintió como ella se movía aforrándose de su pecho apretando sus puños en su ahori y cerrando fuertemente los ojos. Lo que escucho, esta vez lo dejo impactado a el.

    − ¡A mi me gustas como hanyou Inuyasha!− grito la miko, la cual seguía observando la escena en la que el s estaba transformando en un demonio.

    − Eh? − pregunto confundido el hanyou, había deseado tanto volverla escucharla decir eso, que lo aceptaba tal y como era, bajo la mirada y vio a Kagome impulsarse hacia su rostro uniendo nuevamente sus labios sobre los suyos, a pesar de su preocupación, no pudo evitar rodearla nuevamente con sus brazos, esta vez solo fue un inocente y tierno beso. Pronto siguieron solo abrazados, esta vez nuevamente hablo Kagome. Observándolo con unos ojos llenos de ternura.

    −Inuyasha. ¿ya te encuentras bien? ¿Verdad?

    Inuyasha no comprendía como era que le preguntaba si el estaba bien, cuando había sido ella la que había entrado en trance de nuevo, no pudo evitar abrazarla nuevamente. Enterrando su cabeza en su hombro, se había asustado demaciado, solo quería sentirla lo mas cerca de el posible.

    −Kagome…

    En su mente Kagome escucho nuevamente la voz del hanyou.

    “idiota…” le escucho decir, pero no como un insulto, se lo decía lleno de preocupación y ternura. “Eres siempre tan imprudente. Permaneceré un poco mas como hanyou por ti.” − dijo apretándola mas a el. Después de esto abrió los ojos, aun permanecía en los brazos del hanyou, pero de nuevo se encontraba bajo el hoshinboku. Nuevamente sintió una gran punzada en su cabeza, separándose bruscamente del hanyou tomándose la cabeza.

    −ah!! − grito − ¡mi cabeza! − dijo dejándose caer de rodillas, pero Inuyasha alcanzo a sostenerla, − duele! − apretaba los ojos.

    −Kagome! Perdóname por favor! − dijo asustado el hanyou− te juro que no lo volveré a hacer! − Kagome entreabrió los ojos, el dolor estaba disminuyendo, pero le causo una gran ternura, la preocupación del hanyou.

    −ya ... Ya Inuyasha, − dijo poniéndose de pie nuevamente y despegándose del agarre del hanyou, − no fue tu culpa. De nuevo de pronto estaba en otro lugar.

    − Crees?... crees que haya sido un recuerdo? − pregunto el hanyou, la verdad es que las palabras que le dijo mientras estaba en trance, ya se las había dicho, pero no en una si no en muchas ocasiones, quería saber que era exactamente lo que había recordó Kagome.

    Ella sonrío, derritiéndolo con su mirada.

    − no lo creo, creo que esta vez fueron divagaciones, nada tenia sentido, − dijo brindándole nuevamente una de sus mas radiantes sonrisas, pero al hanyou pareció molestarle, sus palabras no le habían parecido divagaciones, y ella ahora le restaba importancia, muy serio pregunto nuevamente.

    − ¿Que fue lo que viste?

    − Olvídalo Inuyasha, no tenia sentido − dijo sonrojandose, recordando los anteriores besos. Volteando hacia otro lado.

    − Dimelo. Dijo el hanyou tomándole el brazo para que volteara nuevamente a mirarlo. Esta se molesto por su insistencia, iba a decirle que ya no insistiera pero al voltear a verlo, se encontró con esa mirada dorada, se veía suplicante, así que no pudo hacer mas que suspirar y disponerse a contárselo aun que después se riera de ella.

    − dirás que no tiene ningún sentido, pero esta bien, luego no te burles − suspiro nuevamente la miko.

    − creo que si lo tendrá, − dijo serio el hanyou.
    − Estaba en un especie de castillo, todo estaba demasiado oscuro… había una mujer..− suspiro nuevamente, ella tenia un espejo y tu .. tu.. tu te estabas transformando en una bestia o algo así − dijo mirándolo dudosa

    − Me viste transformándome en demonio?, − pregunto el hanyou, recordando el lugar y lo ocurrido, había sido lo sucedido en el castillo de Kaguya, cuando ella lo beso por primera vez.

    Kagome rodeo los ojos intentando separarse,

    − Lo vez, te lo dije, te dije que seguro eran solo divagaciones − pero el hanyou tomo delicadamente su cara, volteándola nuevamente a mirarlo.

    −Kagome, no estabas alucinando, eso en verdad paso − le dijo con los ojos llenos de ternura.

    − Entonces... − se sonrojo nuevamente Kagome, pero no pudo evitar observar los labios del hanyou... − El beso… − inclino la cabeza hacia el hanyou lentamente.

    −fue... − dijo el hanyou quien ahora tanbien veía los labios de la miko, agachándose lentamente hacia ella nuevamente. − real.. – dijo apunto de acabar por completo la distancia que lo separaba de sus labios, apunto de besarla nuevamente hasta que…

    −Kagome! − Callo alguien entre ellos, justo en los brazos de Kagome − te extrañe tanto! − dijo el pequeño zorro abrazándose de su pecho.

    Inuyasha parecía echar chispas de la ira que sentía, sentía ganas de acecinar al maldito Zorro.

    Kagome al principio pareció confundida, observo como Inuyasha se separaba muy molesto.

    − Yo… ¿lo conozco? − pregunto al hanyou, este aun molesto asintió la cabeza

    − Es un zorro mocoso! Que no debería meterse donde no le llaman! − intento jalarlo de los brazos de Kagome, pero esté se aferro mas.

    − Hey! Perro grosero! Déjame en paz! − alegaba Shippou aforrándose del regazo de Kagome.

    −hey Inuyasha! No deberías tratarlo así, es solo un niño

    −ya escuchaste! Perro tonto! Suéltame! − alego Shippou.

    −Inuyasha si no lo sueltas tendré que decir algo que no te gustara − frunció el ceño Kagome, observándole.

    Al instante Inuyasha comprendió a que se refería, pero no le importaba ser enviado al suelo por darle su merecido al zorrito, se sentía realmente frustrado por su culpa, sin embargo no tenia intenciones de molestar a Kagome.
    −fhe!. Has lo que quieras. −dijo molesto volteando a otro lado

    − y dime pequeño, a que has venido? − pregunto Kagome observando al zorrito en sus brazos.

    − por que quería verte, desde que regresaste no había podido verte, primero por el ataque. Después el perro tonto no se te despegaba y no nos dejaba entrar.− dijo el kitsue lanzando una mirada de enojo a Inuyasha. − Además los están esperando, el anciano Mioga y el viejo totosai.

    −que es lo que quieren? − pregunto el hanyou mas serio, ya había ido anteriormente Miroku pero no le había dicho mucho.

    El pequeño Shippou aun acurrucado en el regaso de Kagome, respondió tranquilo.

    −Al parecer saben algo del ataque de esos yokais, además también quieren ver a Kagome, perro tonto que crees que eres el único que la ah extrañado. − al momento que dijo esto el pequeño Shippou los colores de Inuyasha s ele subieron al rostro nuevamente.

    −Fhe!− dijo cursando los brazos y mirando a otro lado para evitar delatar su sonrojo − Cómo si pudiera extrañar a alguien tan tonta. Como ella

    El solo comentario hizo que el enojo en la chica se disparara, ¿Cómo se atrevía a decir eso? Después de como se había comportado con ella hace apenas unos minutos, de verdad que la estaba volviendo loca, estaba a punto de hablar cuando fue Shippou el que le interrumpió.

    −Eso dices ahora − dijo entrecerrando los ojos − entonces… ¿Qué hacías yendo cada tres días al pozo devora huesos durante estos 3 años?

    Al instante que el pequeño dijo esto, nuevamente el sonrojo cubrió el rostro del hanyou, pero este volteo molesto a enfrentar al pequeño.

    −Eso es algo que no te importa, y deja de meterte donde no te llaman − dijo dando un golpe en la cabeza del pequeño

    −Abajo! − dijo molesto el hanyou − eso va por llamarme tonta− grito al hanyou, que estaba prácticamente besando el suelo, este hizo el intento por levantarse − Abajo! − grito estampándolo nuevamente − y eso por molestar al pequeño! Abajo abajo abajo! − descargo su ira con esas palabras − y eso por que me tienes harta! − dijo dándose la vuelta con Shippou en brazos dirigiéndose a la aldea, dejando a Inuyasha tirada bajo el árbol el cual apenas pudo levantar el rostro , escupiendo tierra dirigió la mirada a la miko que iba ya a bastante distancia.

    No tardo mucho en llegar a la aldea, justo a la entrada estaba un extraño anciano montado en una vaca con tres ojos, Kagome se detuvo al verlo, si saber si era amigo o enemigo, este se acerco a ella, instintivamente apretó mas al pequeño Shippou a ella, este sintió sus dudas y susurro despacio.

    −Tranquila este es el anciano Totosai el y el anciano mioga han venido a verte − al instante que el pequeño dijo esto ella sintió un piquete en la punta de la nariz golpeándolo suavemente.

    − ese es el anciano mioga, nunca cambiara − dijo el zorro entrecerrando los ojos de manera sabia.

    − Señorita Kagome que gusto verla y saborearla de nuevo − dijo la pequeña pulga cayendo al suelo por el golpe de la miko

    − como siempre es un placer − dijo el otro anciano mientras se acercaba con una sonrisa

    −¿Qué hacen aquí? − se escucho la voz del hanyou acercarse, al momento que estuvo a su lado la miko hizo un sonido de disgusto torciendo un poco los labios.

    −Hola a ti también muchacho idiota − dio el viejo totosai

    −Amo Inuyasha, nos enteramos que la señorita había regresado, además traemos información que será de utilidad − dijo el anciano mientras saltaba en su nariz

    −valla, si que están enterados de todo − dijo el kitsune sorprendido.

    − tenemos nuestros contactos − dijo airado el anciano mioga cruzándose de brazos, inmediatamente fue aplastado por los dedos de Inuyasha.

    − y si están tan informados ¿Cómo es que no sabían que Kagome nunca se fue a su época? − pregunto algo molesto

    −¿Cómo podríamos saberlo? Al parecer el chico lobo se cubrió bastante bien la cola − se excuso el viejo totosai − solo sabíamos que se había ido de estas tierras con una mujer la cual respondía al nombre de Ayame.

    −bien ya paren de tonterías, mejor díganos a que han venido − gruño el hanyou

    − muchacho malcriado, primero vallamos a comer, que la linda exterminadora nos preparo algo delicioso y ahí dentro lo discutimos.

    Todos pasaron dentro de la cabaña, donde se encontraba la pequeña Rin con un bebe en brazos, mientras Miroku jugaba con las gemelas mientras sango terminaba de preparar la comida.

    −Señorita Kagome que gusto de verla de nuevo y recuperada − dijo sonriente Miroku.

    − oh gracias excelencia − dijo con respeto la miko

    − Oh por favor ya se lo dije, solo dígame Miroku como siempre.

    Sin discutir más tomaron asiento todos alrededor.

    − bien, ya estamos dentro ahora si es momento de hablar− dijo sin mucha paciencia el hanyou.

    − Hemos venido por que se nos informo que un gran cantidad de yokais se a dirigía a estos rumbos, lastima que hemos llegado tarde por que fueron justo los que atacaron cuando la señorita fue secuestrada. − dio serio el anciano mioga

    − Que casualidad que hayas llegado después de que termino el ataque − entrecerró los ojos el hanyou

    − Me ofende con su insinuación, amo Inuyasha, acaso cree que no vine antes apropósito − entrecerró los ojos también retándolo.

    − Eso es justamente lo que creo − arqueo las cejas Inuyasha.

    − Bueno un que hubiéramos llegado un poco antes no hubiera sido mucha la diferencia, además Sesshoumaru ya los tenia bajo control − dijo el anciano totoasi mirando hacia el cielo

    Al instante Inuyasha lo tenía tomado de las ropas furioso.

    − Asi que andaban por aquí desde antes! Par de cobardes! − gruño el hanyou

    −Inuyasha, suéltalo, puedes lastimarlo que no vez que es un pobre anciano − trato preocupada de calmarlo Kagome.

    − Fhe! Confía en mi, no le estoy causando ningún daño − dijo arrojándolo al suelo nuevamente.

    −Muchacho grosero, uno que trata de ayudarles y mira como te pones − decía totosai mientras se acomodaba su ropa .

    − Ya hablen de una maldita vez, ¿Qué mas saben? − pregunto molesto Inuyasha. Fue mioga quien respondió.

    − Los rumores entre los monstruos dicen que alguien, esta absorbiendo yokais, y tiene como objetivo tener la perla de shikon.

    − No digas tonterías, sabes que la perla desapareció, gracias al deseo que pidió Kagome − interrumpió el hanyou.

    −Eso lo sabemos, pero eso no quita que quieran crear una nueva − dijo serio Totosai

    −Eso es imposible − completo el hanyou.

    − ¿Se tratara de Naraku? − pregunto el zorrito.

    − No, definitivamente no apestaba a naraku, y el agujero de Miroku desapareció por completo, lo que significa que sigue muerto.− agrego el hanyou

    − ¿Señorita Kagome, recuerda quien fue quien la secuestro y que era lo que quería? − pregunto el monje Miroku interesado.

    − Se trataba de una mujer, dijo llamarse Sahara, quería que yo creara una perla para ella, decía algo sobre agradar a.. ¿Cómo era el nombre? − dudo Kagome − Se.. sesho , seshu ssesh algo − titubeo confundida, − no recuerdo bien − intento recordar

    − ¿Sesshoumaru? − pregunto Miroku

    − ah si ese era el nombre − respondió Kagome

    − Si hermano? Que demonios tiene que ver Sesshoumaru en esto?− miro a Kagome

    −no me preguntes a mi, ni siquiera sabia que tenias un hermano. − curvo las cejas la miko

    − ¿Qué acaso esta tras todo esto? − pregunto molesto para simismo el hanyou pero fue interrumpido por la pequeña Rin que había permanecido en silencio hasta entonces.

    − Claro que no, el señor sesshoumaru no aria eso − defendió a su amo con conviccion la pequeña.

    − ¿entonces? − pregunto molesto y sin entender el hanyou.

    −Inuyasha, creo que la recuerdo − dijo serio el monje, − jamás olvidaría un rostro hermoso y un trasero tan firme− dijo con pose seria el monje, pronto escurría comida de su cabeza, justo en ese momento había salido sango con la comida, estampando uno de los tazones en la cabeza del monje.

    −monje infiel! − dijo molesta la exterminadora

    − pero sanguito no hice nada − decía con cara inocente el monje

    − ¿Cómo que no? si te escuche lo que decías! − dijo moleta

    − amor mío, no te pongas celosa, que no hay rostro mas bello que el tuyo ni trasero mas hermoso −dijo el monje haciéndola sonrojar totalmente

    −ya déjense de juegos− interrumpió el hanyou− habla de una vez!

    −acaso no la recuerdan, es la pobre mujer que se enamoro de tu hermano, y no tendió una trampa para quedarse con colmillo de acero − agrego el monje

    − si algo así menciono,− dijo la miko.

    − pobre mujer, recuerdo que estaba desesperada − agrego sango − siento pena por ella.

    − Pues a mi no me interesa en lo mas mínimo a quien quiere o que demonios siente, se atreve a intentar nuevamente algo contra Kagome, y la are desear su propia muerte − mostró las garras el hanyou− para poder hacerle algo primero tendría que pasar obre mi cadáver! − dijo con voz fría antes de ponerse de pie.

    Estas palabras tocaron a fondo a Kagome, quienes olvido de lo molesta que estaba con el, y a su mente vinieron las palabras “te protegeré con mi vida”

    −Saldre a buscarla de una vez − dijo dando vuelta y saliendo del lugar.

    − Inuyasha… − dijo con voz seria la miko, al verlo salir.

    de verdad este hombre la alteraba demasiado, en un momento hacia que lo odiara y en otro que deseara abrasarlo con todas sus fuerzas. Necesitaba aclarar muchas cosas, quería saber exactamente que relación tenia con el. Esperaría un rato para hablar con sango, ella le inspiraba bastante confianza, y deseaba a una amiga con quien hablar, en la manada nunca se había abierto totalmente con nadie, si bien las hembras la respetaban, jamás se atrevió a abrirse del todo con ellas, no es como si pudiera ir a contarles que no estaba enamorada de su supuesto prometido al cual adoraban por ser su líder, ninguna lo aprobaría, pero con sango era diferente, sentía que podía hablar con ella de todo, era como si se conocieran de siempre, que tal vez era verdad y no lo recordaba.

    La hora de la comida paso tranquila, ella estaba algo preocupada por Inuyasha, pero trato de tranquilizarse. Un rato depuse los dos ancianos se despidieron, Sango pidió Miroku que se quedara con los niños, y a Shippou y a Rin que lo ayudaran, luego invito a Kagome a recoger algunas hiervas. Antes de esto Kagome paso a cambiarse de ropa, por las típicas de sacerdotisa.

    Ya en el campo la exterminadora se sentó en el suelo poniendo al lado la canasta.

    −¿y bien? − pregunto la tajiya

    −¿eeh? − pregunto confusa la miko,

    −Kagome, te conozco demasiado bien, me di cuenta como me mirabas durante la comida, lo hacías como cuando necesitabas hablar conmigo de algo, así que dime …

    Esto sorprendió a la miko, es que esta mujer la conocía tanto así como para saber que necesitaba hablar con ella. Bueno no desaprovecharía el momento.

    −Sango.. tu y yo.. ¿somos amigas verdad?− pregunto la miko

    − Claro que si Kagome, las mejores − le brindo una sonrisa sincera

    − perdón que te pregunte, pero es que de verdad no recuerdo − dijo algo triste

    − no te preocupes Kagome, ya recuperaras la memoria, estoy segura de ello.

    − si la verdad es que eh recordado algunas cosas.. − dijo seria la miko

    − ¿de verdad? Eso es maravilloso Kagome − le brindo una gran sonrisa − ¿ que es lo que recuerdas?

    − yo… han sido solo momentos, recordé el día que conocí a Inuyasha.

    − valla − dijo sango con una mirada dulce − era de esperarse que le recordaras.

    −Sango.. ¿hay algo entre el y yo? − pregunto confundida la miko, sango le tomo las manos y la miro a los ojos.

    −Eso debes preguntártelo a ti misma Kagome, ¿Qué es lo que sientes por el? .

    −yo.. no lo se apenas y lo conozco, no se nada de el.

    − no Kagome, mira dentro de tu corazón y dime realmente si sientes que no lo conoces.

    −yo.. − la verdad es que no podía negárselo mas a si misma, era obvio que sentía algo por el, el solo estar junto a el hacia que su corazón se detuviera y se acelerara al mismo tiempo. Con el se sentía protegida e incluso cuando fuera un Patan grosero, no podía negárselo a ella misma, no solo sentía algo, estaba enamorada de el. −oh por dios! − dijo sorprendida

    −¿Qué pasa? − pregunto sango sin soltar sus manos..

    −yo.. − su mirada mostraba asombro por lo que acababa de comprender − yo.. creo que estoy enamorada de el.

    Al instante Sango dejo salir una chillido emocionado acompañado de una risita y luego la abrazo efusivamente.

    −sabia que no podrías olvidar eso −dijo feliz sango, aun en shock a Kagome se le salieron unas lagrimas, era cierto lo amaba, lo amaba demasiado, incluso dolía su pecho al pensar en el tiempo que estuvieron separados. Pero luego otra duda la invadió, se separo un poco de sango para preguntar..

    −Sango.. y el.. el.. ¿me quiere? − pregunto dudosa, temiendo la respuesta. Sango se puso algo nerviosa ante la pregunta. Lo cierto es que era mas que obvio que el hanyou estaba perdidamente enamorado de ella, aun cuando no lo dijera, sus actitudes eran obvias, pero.. ¿y si estaba equivocada?, no se perdonaría el ilusionar a su amiga con algo de lo cual no sabia como podía reaccionar Inuyasha.

    − Kagome… yo.. creo que solo el puede responder eso. − respondió sango

    −ya veo.. − dijo un tanto triste Kagome. − en fin ni se para que pregunto, si ya se la respuesta − dijo triste.

    − lo sabes? − dijo confundida sango

    − se nota que no le importo, el mismo dijo que solo había ido por mi por que ustedes me extrañaban. − la risa de sango la saco se sus pensamientos

    − por dios Kagome, ¿y tu le creíste?. No cabe duda que Inuyasha es un completo tonto, Kagome todos te extrañamos es cierto, pero de todos el que mas lo hizo fue Inuyasha. Aun no lo dijera abiertamente, el no era el mismo desde que te fuiste, ya no sonreía, parecía un zombie, se la pasaba horas sobre el hoshinboku observando hacia el pozo. Incluso cada tres días iba hacia el, muchas veces lo observamos como intentaba escarbar en el. Pero todo era inútil. Ahora que regresaste es como si con tigo hubiera regresado el, no era ni la sombra de lo que había sido sin ti.

    Las palabras de su amiga la sorprendían, no sabia si creerlas, pero en el fondo sabia que era cierto, de echo Shippou ya había mencionado que cada tres días iba al pozo. La verdad es que no sabia que pensar, su actitud era demasiado cambiante, si es verdad que se había portado tierno y dulce con ella, pero solo habían sido momentos, la mayor parte del tiempo habían estado peleando.

    − comprendo tu confusión amiga, y perdón por no ser de mucha ayuda pero Inuyasha es así, solo el se comprende, pero que no te quepa la menor duda de que le importas, y demasiado.

    − tal vez tengas razón − dijo con una sonrisa Kagome

    El resto de la tarde se la pasaron hablando de cosas triviales, de que había pasado en su ausencia, Sango le contaba historias de las aventuras que habían vivido juntas. Del malvado naraku, del las continuas peleas de Inuyasha con Kouga.

    − bien, creo que esta apunto de meterse el sol, es hora de regresar, las gemelas deben estar volviendo loco a Miroku.

    Ambas caminaron pasando por el Goshimboku, ahí se quedo parada un momento Kagome, intentando imaginarse sentada entre sus ramas junto a Inuyasha, luego camino hacia el tronco tocando nuevamente el agujero.

    − Emm.. sango adelántate, creo que me quedare un rato aquí − le dijo con una sonrisa algo melancólica.

    − no se si sea buena idea Kagome, recuerda que esa tipa esta tratando de atraparte.

    − no te preocupes sango, se cuidarme sola, además no estoy muy lejos de la aldea, dudo que se atreva a acercarse de nuevo.

    La tajiya dudo un poco, pero a fin de cuentas decidió dejarla, sabia lo terca que era su amiga, y comprendía que necesitaba unos momentos a solas.

    − esta bien, pero cuídate y no tardes demasiado. − dijo la exterminadora continuando con su recorrido

    − si, no te preocupes − dio tocando nuevamente el tronco del árbol. Pronto imágenes de Inuyasha se vinieron a su mente, el sonriéndole, el abrazándola, el protegiéndola, ella curando sus heridas, ellos tomados de la mano, ella recostada en su hombro, mucho bellos momentos que pasaron juntos, una dulce sonrisa se dibujo en sus labios.

    −Inuyasha…. − suspiro al viento.

    En la aldea el monje esperaba ansioso a su mujer, moría de ganas por saber que era eso tan importante de lo que habían tenido que hablar las chicas. Sin contar que ya no aguantaba mas a las gemelas, si bien era cierto que las amaba demasiado, también era que esas pequeñas era unas diablillas, hacían con el lo que se les daba la gana. Afortunadamente ahora se encontraban totalmente dormidas, el pequeño se encontraba en la otra habitación con Rin también durmiendo.

    No tardo mucho en entrar a la cabaña, sango con las hiervas que había recogido, miro la escena con siesta ternura en sus ojos, la verdad es que Miroku se veía adorable cuidando de las gemelas. Se acerco en silencio dando un tierno beso al monje en los labios.

    −Se portaron bien?− pregunto en voz baja la tajiya.
    − sabes que nunca lo hacen −suspiro el monje, − parece que no pueden estarse quietas un solo momento.
    −creo que lo heredaron de su padre − dijo con una picara sonrisa sango
    −sin embargo se que eso te encanta mi querida sanguito − la miro esta vez el con una mirada ardiente acercandose a ella. Para besar su cuello.
    −shh! Miroku basta − dijo con una risita,− no podemos.
    −pr q nu?− pregunto si dejar su cuello el monje. La exterminadora se Safo de el.
    −Recuerda que acabo de dar a luz hace muy poco, no es prudente. − dijo sonriéndole. El monje solo suspiro,
    −lo había olvidado− cerro los ojos,− tendré que tener celibato por 40 días − dijo resignado.
    −oh vamos no es para tanto, siempre podemos hacer otras cosillas − le guiño el ojo sango
    −que tal si me muestras esas cosillas − sonrío picadamente el nuevamente. Acercándose pero esta lo aparto.
    −recuerda que esta Rin en el cuarto y las gemelas pueden despertar. Además no tarda en regresar Kagome.− dijo la tajiya separándose de el, el monje dejo salir un amplio suspiro de frustración.
    − y bien? ¿Qué paso con ella? ¿ah recordado algo? − pregunto el monje tratando de pensar en otra cosa, para bajar su temperatura.
    −recordo lo mas importante − sonrío sango − recuerda que ama a Inuyasha − dijo feliz
    − valla, creo que eso alegrara a nuestro amigo − agrego el monje sorprendido
    −¿crees que las cosas vallan a estar bien entre ellos? − pregunto sango abrazándose a el.
    −la verdad no lo se, Inuyasha es tan idiota a veces, que espero no lo eche perder − completo el monje
    − Kagome me pregunto si el la amaba.. − suspiro sango
    −¿y que le respondiste? −pregunto curioso el monje.
    −Le dije que no podía yo responder eso, solo le corresponde a el aclarárselo. − dijo sango tranquila.
    − hiciste bien, aun que sabemos que la ama, corresponde solo a el confesárselo, solo espero que algún día tenga el valor de hacerlo.− entrecerró los ojos el moneje.
    En medio del bosque, muy cerca de la cueva donde habían encontrado a Kagome. Seshoumarru se mantenía tan serio e implacable como siempre, sin embargo recordaba el ultimo encuentro que había tenido.

    Flash back-

    El peliplateado había caminado solo alejándose de jaken, parado frente a un riachuelo, empezó a escuchar una extraña melodía. pronto sintió como alguien se acercaba, sin siquiera voltear estiro la mano hacia atrás lanzando un latigazo verde, la figura que lo acechaba se movió a tiempo ocasionando que solo la capucha que cargaba se rasgara.

    La figura se encontraba parada casi estática.

    −¿Por qué me sigues? − pregunto el taiyokai con voz fría y firme

    −Pronto lo sabrás − dijo una voz misteriosa disponiéndose a marcharse del lugar, se dio la vuelta para desaparecer, pero lo único que sintió fue como su capucha era arrancada y frente a ella solo percibió la mirada fría y dorada del youkai, el cual ahora la sostenía del cabello firmemente

    −Hice una pregunta − le dijo el youkai con voz fría, la chica se jalo logrando zafarse.

    − nada − respondió ella con voz cortante − solo verte… − dicho esto esta vez i desapareció.

    Fin del flash back.

    Eso realmente había sido raro, por lo general Sesshoumaru desprendía un aura tan mortífera que nadie se atrevía a seguirlo, por lo general huían, y esta chica lo había estado asechando, por alguna razón se le hacia algo familiar, como si ya la hubiera visto antes. seguía pensando en ello con su seriedad habitual, cuando pudo oler que alguien se acercaba corriendo, ¿Qué demonios les pasaba a todos ahora, que les estaba dando por acecharlo? De entre los arbustos salio una chica, ya la había visto antes, era la yokai lobo que se había encontrado antes y había chocado con ella. Pero esta vez no se veía bien, estaba pálida y sudando, no paraba de jadear como si el haber corrido la hubiera agotado demasiado, y parecía estar herida de un brazo.

    −¿ acaso me estas siguiendo? − pregunto con expresión estoica el Youkai

    − ¿yo? − dijo débilmente pero con reproche, la pelirroja − claro que no, eres tu el que se cruza en mi camino e nuevo − intento seguir pero callo al suelo desmayada.

    El inuyokai solo la observo, se veía claramente que no se encontraba bien, en su brazo había la marca de unos colmillos, como si algo la hubiera mordido, era evidente que estaba envenenada. Se encontraba inconsciente pero aun estaba respirando.

    Por otro lado aun en el bosque Inuyasha se sentía frustrado, llevaba toda la tarde sin percibir rastro de sahara, a como diera lugar tenia que acabar con ella, no permitiría que nada pusiera en peligro la vida de Kagome, no ahora que la había recuperado, había estado completamente vacío sin ella, no concebía un día mas sin poder estar junto a ella, la necesitaba a su lado, y ella misma le había prometido quedarse con el, aun cuando no lo recordaba esa era una promesa, y tenia que cumplirla y por tanto su obligación era protegerla con su propia vida i era necesario como le había jurado.

    −Kagome… − suspiro mientras corría, no podía sacársela de la mente, su hermoso rostro, la manera que lo hacia sentir cada vez que le sonreía, el vacío y la frustración que sentía al verla llorar, y mas cuando esas lagrimas eran provocadas por el mismo, muchas veces había sido el mismo el causante de sus lagrimas, la había lastimado muchas veces, por su tonta indecisión. Pero también esas lagrimas habían corrido por el por su bienestar, cada vez que se había preocupado por el, incluso cuando apenas y se conocían. Esa era Kagome siempre preocupándose por los demás, su dulce Kagome… ¿SU dulce Kagome? Ante el solo pensamiento se detuvo en seco al darse cuenta, no era ningún tonto sabia que sentía algo por ella, no en vano había arriesgado su vida tantas veces, pero la realidad era mas grande que eso, y el lo sabia, aun cuando se había negado a aceptarlo no había otra verdad mas absoluta, el la amaba, la amaba infinitamente mas de lo que amo a kikyo, comparado con lo que sentía por ella, lo de kikyo había sido un simple capricho de niños, el aferrarte al ¿Qué hubiera pasado?. Pero con Kagome.. con ella era distinto, con solo estar cerca de ella, un millón de sensaciones recorrían su cuerpo, en algunas ocasiones incluso se sentía mareado, deseaba tanto protegerla, estar cerca de ella, cuidarla.. amarla… En el tiempo que habían pasado alejados Kagome seguía siendo la misma aun sin tener memoria, sin embargo también había cambiado, ya no era la misma niña que conoció hacia 4 años, ahora era toda una mujer, en todos los sentidos, su cuerpo había adquirido nuevas curvas, sus piernas bien torneadas, sus caderas perfectas, su esbelta cintura en contraste con sus abultados pechos tan firmes, esa nívea piel que lo hacia pensar en pasar su lengua por todo su cuerpo, y ese aroma que lo invitaba al pecado, sus deliciosos labios, su tierno sabor. Se toco los labios con solo recordar los besos que habían compartido, su hakama molestaba bastante, su miembro se había endurecido bastante desde el momento en que empezó a pensar en ella y ahora el dolor en su entrepierna era evidente. Kagome como lo ponía, toda era ella una tentación para cualquier macho que se le acercara, y odiaba eso, no le gustaba que la miraran otros. El solo pensamiento le revolvía el estomago, y pensar que había pasado 3 años al lado del maldito sarnoso, afortunadamente sabia que no se había atrevido a tocarla, ella no estaba marcada esa era la prueba. Sin embargo aun así sentía una ira que lo carcomía.

    Y por otro lado, la culpa. La culpa por sentir ese tipo de deseos hacia una miko, una figura sagrada, intocable y virgen. No debía ser tocada de esa manera por nadie, y mucho menos por un ser impuro como el, que no era mas que un hanyou, sin embargo no podía evitar ese sentimiento de pertenencia y posesión hacia ella, sabia que estaba mal, sin embargo no estaba en el dejar de sentir aun que quisiera.

    Sin intenciones de permanecer mas tiempo alejado de ella, corrió de regreso a la aldea, necesitaba por lo menos verla, sentirla cerca de el.

    Por su parte, bajo el hashinboku, aun se encontraba Kagome pensando, analizando Tololo que la hacia sentir Inuyasha, y pensando en los momentos que había recordado, como deseaba recordarlo todo, saber todo de el, por lo pronto solo había una verdad, la mas básica, ella estaba enamorada de el, lo sabia y sabia que eso no era algo nuevo, siempre lo había amado, aun cuando la sacara de quicio amaba su cercanía, su suave toque, amaba todo de el, sus dulces besos. Al pensar en ello el color le subió a las mejillas, sus besos, se habían besado, no solo una vez, y la duda que le venia a la mente era ¿Cuántos besos así habían compartido? deseaba tanto recordarlos,

    −Inuyasha… − suspiro cerrando los ojos, imaginándolo, sus hermosos e hipnotizantes ojos dorados observándola llenos de ternura, sus fuertes brazos rodeándola, pegándola mas a el y sus labios, sus gruesos labios, tan hermosos, tan suaves, involuntariamente se mordió el labio inferior al pensar en ello. deseaba tanto sentirlos nuevamente sobre los suyos. Abrió los ojos teniendo una extraña sensación, por inercia volteo hacia un lado observado el camino al bosque y observo como se acercaba la figura de Inuyasha corriendo. Al encontrar sus miradas este se detuvo, alcanzo a leer entre sus labios como decía su nombre mientras de quedaba parado mirándola.

    Inuyasha no había esperado encontrarla ahí, ya estaba oscureciendo, era demasiado peligroso, ya iba a reprenderla, cuando la observo correr a su encuentro.

    −Inuyasha! − grito con una sonrisa de verdadera alegría la miko mientras se acerba a el, por s parte el hanyou estaba paralizado y confundió que le pasaba a Kagome por que corría así hacia el, pronto sin ni siquiera esperarlo la miko salto hacia sosteniéndose de su cuello y uniendo sus labios con los suyos. El impacto fue tal, que sus ojos se abrieron en shock, quedándose paralizado totalmente definitivamente esa bienvenida no la había esperado.

    Kagome movía suavemente los labios sobre los del hanyou, pero noto que este no se movía, estaba tenso. Apenada, con el rostro totalmente rojo, se separo de el, no sabia por que había echo eso, incluso se sentía tonta, ahora que estaría pensando este de ella.

    −este.. yo.. lo siento − dijo la miko bajando la mirada dispuesta a huir del el penoso incidente. Sin embargo Inuyasha reacciono a tiempo saliendo de su shock inicial, tomándola del brazo evitando así que se fuera jalándola hacia el fuertemente besándola esta vez el, la sostuvo tierna pero firmemente de rostro empezando a mover sus labios contra los suyos, ella al principio se sorprendió, pero poco a poco fue entregándose al beso. Lamiendo primero sus labios Inuyasha la incito a abrirlos mas dando cabida a su lengua. La cual entro en su boca saboreando cada parte de esta, la suya no se quedo atrás, acariciando suavemente la de el, y rozando levemente sus colmillos, sintiendo fuertes corrientes eléctricas recorrer s cuerpo.

    Sentían como si todo girara a su alrededor, pronto no hubo tiempo ni espacio, solo ellos dos fundidos en un intenso beso, demostrándose cuanto se necesitaban, el aire comenzó a faltar en sus pulmones pero no les importaba, Inuyasha bajo sus manos hacia su cintura, tomándola fuertemente pegándola mas a el, mientras se separaba un poco e sus labios para esta vez bajar a su cuello, probando esa sedosa piel , acariciando suavemente no solo con sus labios si no con su rostro, uniéndolo al suyo, enterró la cara en su pelo e inhaló la su aroma, Era una esencia en la que quería bañarse hasta estar cubierto con cada pulgada de su piel y marcarle como suya, la deseaba tanto. Aun sabiendo que estaba mal, no podía detenerse, su instinto se lo impedía, la necesitaba, ya no estaba pensando claro, era su instinto el que actuaba. Bajo su mano desde su cintura hacia su pierna, acariciándola con pasión, para luego subírsela a su propia cadera, un gemido salio de la miko al sentir el erecto miembro del chico rozarse contra ella. Haciendo que el gruñera caminando mas con ella casi enzima, a recargarla contra un árbol. La miko subió su otra pierna sobre sus caderas, quedando así totalmente sostenida de el.

    Se necesitaban tanto el uno al otro, Inuyasha no dejaba de acariciar su cuerpo deslizar sus manos desde sus piernas hasta su espalda, y ella recorriendo su bien formado tórax, era como si quisieran fusionarse el uno con el otro, Kagome se separo un poco sin dejar de besarle, sus manos torpemente intentaban desabrochar el ahori rojo del chico. Este al darse cuenta de tal acción, se echo hacia atrás, quitándoselo rápidamente y arrojándolo al suelo junto con la prenda blanca, Kagome bajo primero sus manos tímidamente, acariciando sus marcados músculos, para luego dejar de besar su labios ajando ella también por el cuello del hanyou. Lo estaba volviendo loco, si seguía así acabaría con el poco autocontrol que poseía.

    Kagome se encontraba perdida en su propio éxtasis, el tenerlo ahí abrazándola de esa forma, acariciándola, estando tan cerca, era un gesto tan intimo. Ella lo amaba, lo amaba demasiado, y ansiaba cada caricia que venia de el. Aun con la ropa podía sentirlo. Podían sentir sus cuerpos uno junto al otro. Observo la cara del chico, unas franjas moradas se habían dibujado en su rostro, eran como las de su recuerdo, pero no sintió miedo, nuevamente lo beso permitiéndole acariciar cada centímetro de su cuerpo.

    Pronto la ropa de ella empezó a estorbarles, Inuyasha destrozo la parte superior del traje de miko que llevaba Kagome, gruñendo al observar su torso desnudo, levanto su mano para tocar uno de estos, pero dudo un poco si era correcto, hasta sentir la pequeña mano de la miko tomar la suya y dirigirla a su pecho. Este gesto lo volvió loco, estaba permitiéndole tocarla, de la manera que ninguna mujer lo había echo. Ella era simplemente maravillosa, perfecta para el. La sintió arquearse cuando acaricio el pequeño botón rosado. Se sentía inseguro de hacerle daño, pero la deseaba tanto. sintió como las mano de Kagome acariciaba su pecho e intentando. Estaba tan ensimismado en sus sensaciones, y sus sentidos estaban tan concentrados en ella, que no noto que alguien se acercaba hasta que sintió como le apartaban de ella arrojándolo lejos.
    De pronto ella se sintió vacía cayendo sentada contra el árbol, confundida busco donde se encontraba Inuyasha, viéndolo tirado a unos metros siendo sostenido por Kouga del cuello. Sin pensarlo tomo el ahori del chico para cubrirse y corrió hacia ellos.
    −Maldito perro como te has atrevido siquiera a tocarla! − gritaba furioso el lobo.
    −basta! − corrió hacia el la miko intentando quitárselo de encima al hanyou.
    -− y tu! Eres una maldita perra! ¿Cómo has caído tan bajo como para dejar que este bastardo te toque? − dijo furioso soltando a Inuyasha y dirigiéndose a ella, tomándola fuertemente del brazo, no alcanzo a tocarla demasiado ya que un fuerte golpe en su cara lo hizo caer lejos de ella.

    −no te atrevas a tocarla nunca mas! − grito furioso el hanyou, con los ojos totalmente rojos y las pupilas azules. − ahora si te matare de una vez por todas! − grito el hanyou lanzándose a atacar al lobo, Kagome lo veía asustada, sabia que si seguíais mataría fácilmente la lobo, y eso seria solo su culpa, es verdad que estaba molesta con el pero sin importar lo que le había echo no deseaba su muerte, y no cargaría con ella en su conciencia. rápidamente corrió abrazando por la espalda al hanyou tratando de evitar siguiera peleando.
    −Inuyasha basta.. − dijo abrazándolo con todas sus fuerzas.

    Inuyasha se detuvo al instante arrojando al lobo y volteando para enfrentar a Kagome.
    − Pretendes que me detenga después de todo lo que ah echo! − grito lleno de rabia le hanyou. − tanto te preocupa? − un gesto de dolor se dibujo en su rostro.
    − no, me malinterpretes − dijo la miko apretándolo mas, comparada con la fuerza de Inuyasha sabia que esto era inútil, sin embargo el hanyou no la apartaba. − no quiero llevar su muerte en mi conciencia, no resistiría saber que alguien murió por mi culpa.. yo.. yo nunca quise que pasara este tipo de cosas. −

    sintió como la tensión de hanyou disminuyo.. bajando la mirada.
    − esta bien, dejare que se largue como el cobarde que es − dijo dándose la vuelta ya volviendo al estado de hanyou.

    Kouga se puso de pie con dificultad. Mirando retadoramente al hanyou.
    −yo no soy ningún cobarde, y soy lo suficientemente hombre para acabar contigo.− dijo con rabia el lobo.
    −no!− grito Kagome, − no quiero mas peleas sin sentido entre ustedes, Kouga lárgate, me olvidare de todo pero lárgate de una vez − dijo furiosa Kagome.
    −Callatee! Que esto es tu culpa! Como pudiste fijarte en este maldito perro _ gruño Kouga.
    −no! Todo esto es tu maldita culpa, y culpa de tu maldita obsesión, ya te dije que no quiero volver a verte en mi vida! Yo no te quiero métetelo en la cabeza y si tenias alguna oportunidad., la perdiste por haberme engañado. Y con esto me doy cuneta de lo despreciable que eres!
    −Pero Kagome… íbamos a casarnos tu serias mi reina, podría darte todo lo que desearas. − le dijo el lobo ignorando los gruñidos del hanyou quien se estaba incorporando.
    − suéltala! − gruño molesto el hanyou, poniéndose en medio.
    −tu que sabes que es lo que deseo, si me mantuviste con engaños, no vales nada Kouga, ya te dije que te quiero lejos de mi, no quiero verte cerca! así que ya lárgate y déjanos en paz o seré yo misma quien te clave una flecha, así que mejor lárgate de aquí.
    −Esta bien, me voy, pero el no es mejor que yo, o pregúntale cuantas beses no te hizo sufrir, mientras el se largaba con Kikyo!
    − Ya cállate maldito! − gruño el hanyou
    −Kikyo? − pregunto Kagome
    − oh mira parece que el perro no es tan sincero como creías, si kikyo, la sacerdotisa de la que siempre estuvo enamorado este perro, a la que iba a ver dejándote sola y llorando!
    − ya cállate lobo! − gruño el hanyou
    − por que quieres que me calle, que acaso no le has dicho que ella era casi idéntica, y como ya no esta Kagome no es mas que un premio de consolación. Pero esta bien, adiós mi amada Kagome −dijo yéndose en forma de remolino.
    −maldito sarnoso − gruño el hanyou sosteniéndose de su espada.
    −Inuyasha… eso que dijo… es.. verdad.. − pregunto con los ojos abiertos de par en par la miko. Apunto de ponerse a llorar.
    −Kagome… yo .. − trato de acercarse a ella pero esta se alejo.
    − respóndeme Inuyasha! − dijo comenzándose a molestar. Este solo guardo silencio.
    − sabes que, no se por que pregunto, después de todo no es como si me importara lo que tu haces − cuando dijo esto Inuyasha sintió como si le oprimiera le corazón, ella se dio la vuelta intentando cubrirse por los trozos de tela que quedaron de su traje y quitándose el ahori rojo. Luego se dio la vuelta quedando frente a el mirándolo con una mirada fría. Le entrego su ahori.
    − si quieres cúbrete con mi ahori.− díjole hanyou bajando la mirada.
    − no gracias.. no quiero nada tuyo. Me adelantare no quiero que nos vean llegar juntos u hagan preguntas.
    Dicho esto camino delante de el, no permitiría que viera una sola lagrima suya, pero se sentía tan rota, que solo único que quería hacer era ponerse a llorar como una niña, se sentía tan traicionada, tan usada. Ella había estado dispuesta a darle todo de ella, y el de seguro había estado pensando en alguien mas.
    Sin embargo Inuyasha tampoco estaba tan bien, sus palabras lo habían lastimado muy en el fondo, no solo que le dijera que no le importaba si no también que no quisiera que los vieran juntos.


    Continuara…
    ---
    Ahiiii lo sientoo mil enserioo, se que e tardado demaciado pero me han pasado cosas demaciado complicadas, como sabran soy maestra por lo tanto tuve la semana del niño antes de sañlir de vacaciones, fue una semana con demaciado trabajo, antes de eso tuve unos dias bastante difíciles, cosa que me tenia decepcionada y ps no me llegaba la inspiración para continuar de echo tenia una continuación, pero no me gusto y ladeje guardada, las cosas terminaban siendo mas sangrientas y drasticas sin contar que todo pasaba demaciado rapido, asi que no la quise subir. Despues ps mil salidas por las vacaciones, ya saben playa y eso. Devo agregar que me quede obsecionada nuevamente con la saga de los dark hunter inicie el libro de Archeron, que OMG! Buenisimo el mejor de toda la saga a mi ver, y ps segui con una noche silenciosa, la sombra de la luna y sin piedad u.U no si cuando me obseciono me obseciono, y para acabar teia que terminar de organizar mi fiesta de cumpleaños, me festeje antes de mi cumple que por sierto es el 30 de abril =), en fin pido sinceras disculpas yo se que es horrible esperar, pero aquí esta lo mejor que pude hacer, no me convence del todo pero es mejor que el que había echo y no subi. Me despido =D y recuerden sus rewievs me inspiran mas y me incitan a continuar =D
    Bye éxito siempre ¡
     
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  13.  
    karenine

    karenine Entusiasta

    Acuario
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    12 Junio 2010
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    hoooola!! :D
    la verdad no iba a poner post ni siquiera iba leer aqui por que yo lo leo en mi cel pero en fanfiction y pues ahi no puedo dejar review :oops: pero lo pensé mejor y asi sabras que muchas personas leer tu GENIAL fic :p y me fascina que Inu ande de cachondo ññ par de golosos :L ella que no podia estar con Koga por tantos años y luego llega con Inu y ya se van a lo directo :E son echos el uno para el otro :')
    ¡¡lastima que tuvo que llegar Koga y ARRUINO EL MOMENTO!! D: yo lo mato!!! y ellos peleando u.u"
    si siguen asi me sacaran canas verdes a la tierna edad de 14 :(

    :D espero que puedas seguir con tu fic y estoy muy emcionada que ya valla a ser el dia del niño!! d(>w<)/ a mi hermano le festejaran y pues .. mi casa, entonces en parte MI FIESTA :p
    que valiente eres :eek: ser maestra.. yo solo aguanto a los bebes que no hablan por que asi no se quejan de mi :D

    sayo;* cuidate!
     
  14.  
    Iyame

    Iyame Iniciado

    Libra
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    nyaaaaaaaa!!! ese malvado de kogaaa, como dice cosas como esa?!?!
    el dobe de inuyasha no supo reaccionar, pobre kagome, inuyasha no se sincero completamente con ella, pero era justo que kagome supiera o mas bien recordara lo de kikyo, espero todo se arregle pronto. Que bueno que saliste de vacaciones. a por cierto FELIZ CUMPLEAÑOS!!!
    espero conti, jajaja, bueno que bueno que te llego la inspiracion ya estaba ansiosa por no saber que pasaba. matta ne!!!!
     
  15.  
    VANEZITHA

    VANEZITHA Entusiasta

    Leo
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    Kougaaaaa!!!:mad: siempre tu siempre tu si
    no eres tu es shipoo ya dejelos solitos
    no es justo!!
    y haber Inuyasha cuando va a ser el dia que
    te dignes a aclararle las cosas a Kaogme pobre de ella
    ya es suficiente!!!
    Me encanto sigele asi aunque me enoja T.T lo que hace Kouga me encanta
    tu historia sige Escribiendo
    Att:VANEZITHA!!♥
     
  16.  
    EmiliesDifferent

    EmiliesDifferent Iniciado

    Escorpión
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    Genial! Me gusta como narras y todo pero me pone furiosa lo que escribes xD Como pudo encontrarlos?! Mi mente no quiere pasar ese momento arruinado por Kouga :C Ademas, de que ese perro estupido llamado Inuyasha no le dice a Kagome lo que siente! u_ú Y bueno aun me perturba Miroku y sus comentarios, son tan anormales ♥ xd
    Me gusto mucho incluso donde me enoje, no cambies C:

    Emilie.
     
  17.  
    Milmel

    Milmel Con un sueño en el pecho que pronto florecerá

    Capricornio
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    Escritora
    woooow, lo dejaste en la parte mas interesante....
    cuando pondras la continuacion, q nos dejaste a todos enganchados con la historia...
    me intriga saber que pasara? es cierto que fue muy malo que Inu no le haya contado la verdad en totalidad... pero no hay como!!
    es mejor dejar las partes dolorosas pa despues, pero que mala manera de enterarse las cosas!!!!!
    eso si es tener mala suerte...
    pobre Inu... pobre Kag... mendigo lobo!!
    gracias por la historia!!
     
  18.  
    Dark Phoenix

    Dark Phoenix Entusiasta

    Géminis
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    Pluma de
    Escritora
    Hola linda lamento la tardanza jejeje. en fin.
    Al principio me confundi un poco en la coneccion de este capitulo con el otro pero pues conforme segui leyendo me di cuenta el borlote que se armaba en la cabeza de Kagome jejeje me imagino lo dificil que ha de ser no saber mucho de los que habias vivido...
    wiii me emicione en el lime jajajaja yo pense que era ya lemmon pero no se lo tendria facil mi querido Inu, antes que eso tenia que escarmentar un poco por su insensibilidad !!! jum jum jum
    ajajaj esa Kagome toda feliz hasta la mencion de Kikyio :P al parecer su fantasma aun atormenta esa relaccion jjejejej, pero eso hace entretenida la historia.
    wow :D esto es genial me encanta la historia y nadamas de pensar en lo que viene me emociono mas :P ejejjejejeje

    en fin espero el proximo capi!!! esos.

    PD: Si sere una ....como olvide tu cumple I´m sorry!!!! Feliz Cumpleaños!!!
     

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