“Lo problemático del Amor” [ShikaTema]

Este escrito del baúl del olvido, consta de dos capítulos ShikaTema, pero también le prosigue un Ino x Sai, espero que les guste. Así que prácticamente será de tres capítulos chicos ^.^

Titulo: “Lo problemático del Amor” [ShikaTema] ​

Gracias al pacto de paz entre nuestras aldeas los siguientes exámenes chuunin se realizarían en conjunto entre Sunna y Konoha, te mandaron de embajadora al ser la hermana del Kazekage y la más apta para la misión, pude verte una vez más y organizamos todo sin discutir tanto. Ambos hemos madurado y crecido desde la última vez que nos vimos.

—Deberías poder convertirte en jounín si dejaras de decir “que problemático” y te tomaras las misiones más en serio —tus últimas palabras antes de tu partida me han sorprendido, causaste un dejo de timidez en mi, más aún al verte sonreír en forma de despedida. Para mí, tu segunda sonrisa...

Cumpliendo hasta el final con la misión que se me encomendó en mi amada aldea. Observo como tu esbelta figura se va perdiendo en la lejanía, hasta que ya no puedo verte más doy media vuelta y comienzo a dirigirme como de costumbre a paso lento por las calurosas calles de Konoha.

“¡Tres veces tuviste que marcharte! Tres malditas veces necesite para darme cuenta de la verdad”. Por fin fui capaz de encontrar la respuesta de esté problema que durante las noches y en mis ratos de ocio me traían loco.

Ser ayudado por ti en la misión de rescate de ese baka de Sasuke, el tenerte frente a mi en la sala de espera mientras yo estaba por primera vez con los nervios de punta sin saber que hacer. Del equipo que estaba a mi cargo en esa misión, dos se encontraban luchando por su vida.

Tu intensa mirada que no la apartabas de mí, me dio la confianza suficiente de exteriorizar la angustia y la culpa que me atormentaba. Llore, llore como un maldito cobarde, como un mendigo escuincle al que le han arrebatado su juguete favorito. Así me sentía al ya no ser capaz de decir como siempre "que problemático" cada vez que deseaba escapar de algún lío... está vez no, no podía porque la vida de mi mejor amigo estaba en juego.

—A veces los sacrificios son necesarios, por eso "Un shinobi tiene prohibido sentir" —tus palabras taladraron mi cerebro, haciéndome reaccionar, evitando que callera en la completa desesperación. “Gracias al cielo mis compañeros se salvaron”.

Al paso de dos días te volviste a marchar a tu aldea natal y una vez más, tu imagen atormentaba a mi mente.

Ahora comprendo el latir de mi corazón al tenerte cerca, la timidez que me absorbía ante tus miradas y escasas sonrisas, el temblor de mi cuerpo cuando sin querer te tocaba, la mutes de mis labios al sonido de tu voz. Por primera vez en mi vida, contigo como maestra he aprendido a amar.

Ahora sólo tengo el mayor problema de todos en mi vida.

¿Cómo demonios le hago para confesarte lo que siento?

¿De qué manera te hago saber que esté amor es verdadero y no es una ilusión?

—Tengo que pensar en algo que le haga sentir esto que vive en mí, pues ni una de mis mejores estrategias me salvaran si falló en algo y ella no me acepta —susurré al viento, ansioso de encontrar una respuesta. Las ideas se agolpaban en mi cabeza en un remolino de pensamientos y entré ellos vino a mi mente nuestro primer encuentro.

Debo aceptar que todo comenzó aquel día en las semifinales de las pruebas chuunin.

Fue vergonzosa la forma en que Naruto me hizo entrar en donde se llevaría acabo nuestra batalla, yo no quería luchar y termine de espaldas sobre la arena. “Maldito Naruto” por mi mente pasó el decir que renunciaba a la batalla pero…

Flash-back

—¿Qué, también vas a rendirte? —escuche tu voz altanera y prepotente.

—Demonios, otra mujer —pensé, aunque aún el observador no había indicado el inicio, te abalanzaste en un feroz ataque contra mí que aún permanecía en el suelo. “¡Por Kami, mi combate era contra una mujer!”— no me importa si puedo convertirme en chuunin o no, pero un hombre no puede perder ante una mujer… supongo que luchare —te respondí lejos del feroz golpe de tu abanico, al parecer mi respuesta te molesto mucho y volviste a atacarme teniendo que ocultarme.

“Pero también es cierto que no se debe de golpear a una mujer y tampoco quiero golpearla”​

Recuerdo que sentí aquellos pensamientos brotar desde mi interior pero no les tomé importancia.

“Me hiciste tener que pensar en una solución que me beneficiara en nuestra batalla” pues no deseaba dañar siquiera uno de tus rubios cabellos. Ese par de orbes esmeraldas mostraban tu asombro cuando logre atraparte en mi técnica de imitación de sombras, lentamente te hice caminar para quedar frente a frente. Ambos levantamos los brazos, tus ojos cerrados fuertemente.

—Pero se acabo el tiempo, es demasiado problemático para hacer más. Un combate es suficiente para mi —expresé, el shock en tu rostro no me lo esperaba, creí que sonreirías y me molestarías al renunciar, pero tu respuesta sólo fue un largo silencio.

Fin del flash-back

Desde ahí comenzó todo. Sin ti me llegue a sentir solo.

—¡Mierda! —Exclamé sin darme cuenta en voz alta, causando la mirada de quienes se encontraban a mí alrededor, pero como siempre no les tome importancia, a la distancia escuche una escandalosa voz llamándome.

—¡Hey Shikamaru! —logré escuchar como poco a poco se acortaba la distancia entre ambos— podrías acompañarme a comer ramen —escuche la estruendosa alegría que caracteriza a esté chico.

—¡Maldita sea! Todo es culpa tuya Naruto —mientras caminaba, descargue mi frustración con él, con mi hiperactivo amigo, pero era tarde ya. Ya lo había hecho y aunque se lo explicara jamás lo entendería, es demasiado despistado.

—¡Oye! Se puede saber ¿Qué demonios fue lo que hice? —gritó para llamar mi atención pues en ningún momento me había detenido— ¡Shikamaru baka te estoy hablando! —volvió a gritar con frustración al no comprender.

—Olvídalo, no hay nada que puedas hacer —le dije notando como se había detenido, dejándome marchar de nuevo en mi soledad.

“¡Demonios!” A pesar de ser un desobligado y dormilón tengo orgullo. Por lo pronto tendré de aquí al día en que nos volvamos a encontrar un día antes de que comiencen las eliminatorias de las pruebas chuunin.

—¡Demonios!—gritó con frustración y en mi pensamiento retumba una y otra vez…

Lo digo y lo sostengo ¡Que problemáticas resultan ser las mujeres!​

Continuara el ShikaTema.

 

Cap. 2.- “¿Estrategia?... Buenos resultados” [ShikaTema]

En la orilla de un río están relajándose con sus frescas aguas dos chicas de melenas rubias un poco más opacos que los rayos del sol, platican sobre chicos, sus dos acompañante masculinos optan por ir a buscar leña para la fogata ya que comienza a oscurecer.

—¿Cuándo le confesaras lo que sientes?—preguntó sin rodeos a su amiga

—¡No lo sé! Por favor comprende que me cuesta trabajo hablar de mis sentimientos, yo no soy así —respondió con frustración.

—¡Hey, Temari-san!—entre los matorrales se escuchó la voz del miembro incognito de la Raíz —¿por favor podrías ir y ayudar a Shikamaru? Está derecho en esté camino —finalizó sonriendo y señalando el bosque, sin darle oportunidad de protestar a la rubia de coletas.

Resignada se aventuró en el camino señalado por el chico. La oscuridad comienza a hacerse presente entre la arboleda, sin querer la chica tropieza con una piedra, obligándola a poner atención en el suelo. Grande es su impresión al notar un camino trazado por las hojas caídas de los árboles.

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—A mi no me engañas Sai ¿Qué traman? —interrogó inquisitoriamente la Yamanaka, quién logró ver a través de la sonrisa del chico.

—¡Preciosa! verás, lo que pasa es que tu amigo me pidió ayuda para que Temari fuera a donde él está. Además, leí en un libro qué, para que las declaraciones sentimentales dieran mejores resultados había que tener cierto romanticismo con las chicas —aclaró su duda al instante en que se coloca detrás de ella y estira sus brazos por ambos lados de la cintura de la chica “como si de un abrazo se tratara”.

Sai colocó su barbilla en el hombro derecho de la rubia, muy cerca del cuello de piel blanca como la nieve y suavidad nívea. Tanto que Ino puede sentir la respiración del chico chocar con su piel, causando un estremecimiento en el delicado cuerpo de ella. Él, le muestra la página del libro donde leyó eso, causando que la chica se ruborizara por la calidez que le brinda la cercanía de Sai.

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A paso lento recorre con incertidumbre la distancia que abarca el camino de hojarascas.

En un claro rodeado de árboles observa un corazón, en el centro de esté su nombre y el del Nara quien le mira oculto en completo silencio, a cierta distancia.

Sonriendo, la rubia se coloca dentro del corazón, levanta su bello rostro al cielo y observa entre la reciente oscuridad la brillante luna.

—¡Ai-shiteru, bebe llorón! —se escaparon en un susurró casi inaudible de sus labios, las palabras que brotaban desde lo más profundo de su corazón “al instante en que memoraba la escena del hospital”.

El moreno alcanza a escucharle, Shikamaru acorto la distancia en completo silencio con lo excelente shinobi que es y se colocó detrás de la chica.

—¡Ai-shiteru, mujer problemática!—confesó, levemente ruborizado mira el cielo, evitando cruzar su vista con los orbes verdes que ahora le miran sorprendidos, los mismos que él tanto ama.

Ante las palabras escuchadas, la rubia de coletas simplemente se aferra al Nara quién la envuelve suave y amorosamente en un abrazo.

¿Palabras? No. Ya no hace falta decir nada más, las ya dichas por ambos son más que suficientes y los dos lo saben.

Como si los minutos no importaran, se toman su tiempo hasta que hacen contacto con sus labios, infinidad de sensaciones invaden y recorren todo el cuerpo de ambos quienes en un silencioso acuerdo dan por iniciada su relación.

Al volver, sus dos compañeros comprendieron que todo ha marchado bien al verles tomados de la mano. Sonriendo Ino y Sai cruzaron sus miradas, sonrojándose levemente la orgullosa rubia.

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Después de pasar la noche en el bosque, apenas la claridad se hizo presente emprendieron su marcha a La Aldea Oculta de la Hoja. Después de unas horas de camino, entrada ya la tarde apresurando el paso, pues la tonalidad del cielo no pinta bien.

Hace una hora llegaron a la aldea en su misión de guardias de la embajadora de Sunna; Ino, Sai, Shikamaru y Temari para cerciorarse de que los preparativos están correctamente terminados para que las pruebas chuunin puedan comenzar.

Continuara Ino x Sai

 

Bueno, aqui esta este song-fic ^.^ espero que les agrade.​

Titulo: "Déjame enseñarte Amar" [InoSai]​

Aléjate de mí​

Y hazlo pronto antes de que te mienta​

Tu cielo se hace gris​

Yo ya camino bajo la tormenta.​

Konoha con el cielo gris, el sol por más que se le busque no está, el viento recorre violento las calles casi despejadas de la aldea, pues aún hay personas que se encaminan a sus hogares, los negocios a temprana hora ya están cerrados. Señal muda de que se avecina una tormenta.

—¿Qué haces siguiéndome?


—Necesito hablar contigo Sai —contesta con una sonrisa pintada en su rostro de piel nívea.


—La misión ya termino. Vete a tu casa, se avecina una tormenta —en ese instante las gotas de lluvia caen sin reserva sobre la pareja.


—En verdad necesito que hablemos —insiste la rubia

Aléjate de mi escapa​

Vete, ya no debo verte​

Entiende que aunque pida que te vallas​

No quiero perderte.​

—Vete, si no es sobre alguna misión no tiene caso que hablemos— respondió cortante, y sin expresión alguna, dispuesto a continuar su camino bajo la fría lluvia.


Las palabras escuchadas, entristecieron los esplendorosos orbes que a cada momento reflejaban alegría. Un nudo se agolpo en su garganta, las palabras se negaban a brotar de sus labios, sus orbes celestes poco a poco se volvieron acuosos, las lágrimas se acumulaban sin remedio. Él rompió las ilusiones de la hermosa chica y el caudal se derramo sin frenesí de sus ojos.


—¡Escúchame, por favor no te vallas!


Las delicadas y tersas manos de la rubia aprisionaron el brazo derecho de Sai. Un agudo escalofrío recorre la espina dorsal del pálido chico de hebras negras, toda frialdad e indiferencia existente se esfuma, su intento de marcharse en eso queda, en un intento. Recompone su postura carente de sentimiento u expresión, gira sobre si y encara a su hermoso tormento.

Mi luz ya, no alcanza​

No quieras caminar sobre el dolor descalza​

Un ángel te cuida​

Y puso en mi boca la verdad​

Para mostrarte la salida.​

—¿Qué deseas preciosa?— rompe el contacto entre ambos, la antigua indiferencia vuelve a reflejarse en su voz y actitud.​

—He esperado suficiente Sai, al principio creí que estaba confundiendo mis sentimientos, pero no fue así y termine por aceptar que tú me gustas—directa, nerviosa y sin rodeos le confiesa la orgullosa Yamanaka.​

—No me conoces, estas equivocando las cosas. Tú y yo solo podemos tratar de ser amigos, no más.​

—No digas eso Sai, me gustas mucho eso es lo que siento. Una vez cometí el error de no confesarlo, no quiero equivocarme de nuevo— lentamente acorta la distancia, posa sus delicadas manos, temblorosas sobre los pectorales del azabache y reposa su delicado rostro también.

—Estas cometiendo un error Ino. Shikamaru ya me lo había advertido, me pidió que no te lastimara, así que seré lo más sincero que puedo— inhala profundamente, dolorosamente siente como el necesario oxigeno invade sus pulmones tratando en vano de reconfortarle.


—¡No es así!— un sonido agudo escapa dolorosamente de los labios de la Yamanaka.

Aléjate de mi amor​

Yo se que aún estas a tiempo​

No soy quien en verdad parezco y perdón​

No soy quien crees, yo no caí del cielo​

—Aléjate de mí. Ino yo no puedo amarte, además no soy quien crees, no puedes, no debes amarme— responde ocultando bajo su mascara de indiferencia su verdadero sentir.

Terca como siempre, esta ocasión no esta dispuesta a dar marcha atrás. Esta apostando el todo por el todo en esa confesión.


—¿Por qué no? Dame una buena razón para alejarme, para dejar de amarte— ante la última frase la voz termina por quebrársele.


¿Una buena razón? Soy un espía en un principio con la misión de asesinar al Uchiha, ahora es la de vigilar a Naruto. Demonios claro que esa verdad no puedo decirte ni aunque quiera. La mente del azabache lo atormentaba obligándolo a decirle la verdad a la hermosa chica.


—¡Sai, dime algo!— aunque su orgullo le grita “no llores” sus sentimientos y la angustia eran más fuertes. Haciendo imparable el caudal de sus orbes celestes.


—No te convengo, ¡Por Kami! Ino abre los ojos no soy bueno para ti… de hecho no soy bueno para nadie. Soy miembro de la Raíz, soy un ambú entrenado solo para matar. Incapaz de amar a nadie, carente de sensibilidad y tacto con las personas— habla sin parar, dando una y mil estúpidas escusas a la rubia quien opta por callarlo.

Si aun no me lo crees amor​

Y quieres tu correr el riesgo​

Veras que soy realmente bueno en engañar​

Y en hacer sufrir a quien más quiero​

Con sus manos frías toma del rostro al azabache, aprisionando con sus carnosos labios los de Sai. El azabache se entrega a la sensación que la rubia le brinda, sus corazones laten como si fueran uno solo. El exótico sabor a melocotón que desprenden los labios de la rubia termina por encerrar aún más al chico en tan desorbitante sentimiento. Sus manos con extrema ternura y delicadeza se enlazan a la estrecha cintura que no alcanza a cubrir las prendas de la Yamanaka.


El imponente chubasco invade las calles, ellos son los únicos dementes debajo de la frialdad de las gotas de lluvia, así abrasados con sus prendas pegadas a su cuerpo provocando que al romper el beso sin dejar de mirarse a los ojos a ambos los recorriera un gran escalofrío a causa del viento que pasea por todos lados.

Aléjate de mí​

Pues tú ya sabes que no te merezco​

Quisiera arrepentirme,​

Ser el mismo y no decirte eso​

—Déjame intentarlo, deja que sea yo la que te enseñe a amar— le sugiere con suplica en su voz.


—Te mereces alguien mejor que yo. Se aceptar la realidad tal cual es, pero también sé que debe de hablarse con la verdad a las personas que a uno le importan y más aún a las que se ama—su mano derecha se posa sobre la mejilla izquierda de la joven, quien ante el contacto cierra brevemente su orbes celeste.


—¡Tres meses!— tales palabras confundieron al azabache— ¡Dame tres meses para enamorarte!— sus dedos mostraban la cantidad pedida mientras dibujaba en sus labios una hermosa sonrisa algo opacada por el rastro que le dejo en sus orbes celeste las lágrimas.


—¡No te das cuenta que desde antes de empezar ya he perdido!—pensaba sin apartar su mirar del ángel frente a él.


—Si no lo consigo prometo no reprocharte nada y no tocar nunca más el tema de lo que siento por ti— termina por cerrar sus ojos que muestran unas hermosas pestañas largas y quebradas, sus manos unidas en forma de suplica y su delicado y friolento cuerpo tembloroso levemente inclinado.

El azabache se perdió al observar a su hermoso ángel, en completo mutismo acorta la distancia, sus varoniles manos halan a la chica pegándola a él. Las manos de ella terminan a los costados de su cuerpo, las manos masculinas se deslizan hasta la fina cintura, su barbilla descansa en el frágil cuello de la rubia y su aliento choca contra el.


—Sai ¿Eso es, un si?

—¡Sí, preciosa!—responde. Lentamente acerca su rostro al de ella apoderándose esta vez él de los exquisitos labios de la rubia mientras en ese beso muestra su verdadero sentir que jamás planteara en palabras, su mente es invadida por sus pensamientos.

¡Quisiera no haberlo dicho, quisiera ser como antes era! Y evitar que volvieras a llorar por mi causa.


Shikamaru va a matarme, pero bien vale correr el riesgo. Ino, no te has dado cuenta que soy realmente bueno mintiendo.

¡Preciosa, tiene tiempo que te amo!​

Espero me den su comentario, y consejos ^.^​