Te Amo Mamá.

Titulo: Te amo Mamá​

Autora: Saury​

Genero: Romance/Drama​

Advertencias: Incesto​

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Te Amo Mamá​

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Capitulo 1​

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Sasuke​

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Jamas en toda su vida se había sentido tan inquieta, jamas en toda su vida el corazón le había latido desbocado por tanto tiempo… jamas en su vida pensó, que al cumplir dieciséis seria “Mama”.

Se sentía prisionera en aquel cuarto de hospital, aquellas cuatro paredes blanca ya le estaban dando nauseas, más de las que tuvo durante su embarazo, y es que la angustia la estaba matando, las ganas de querer saber de su pequeño la estaban consumiendo…Una sonrisa surco sus labios, meses antes no pensaba siquiera verlo…

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Había estado destruyéndose la mente cuando su menstruación se atrasó, desde ese entonces había pasado una semana, y sabía lo que podría significar…había sido una completa descuidada al no cuidarse. Mientras esperaba los minutos necesarios para saber el resultado de aquella prueba de embarazo que se había practicado hace instantes.

Sus manos estaban frías, no deseaba estar embarazada a tan temprana edad, pero la idea de ser madre, la idea de tener un hijo de el despertaba cualquier deseo de estarlo. Lo amaba más que a nadie en este mundo, era la razón por la que se mantenía en pie y deseaba tanto quedarse a su lado, que vio un posible embarazo como el comienzo de su hermoso cuento de hadas, tal vez no una historia que debió comenzar a esa edad, pero si era su historia feliz.

Miro el reloj en la pared de su cuarto, el tiempo se había completado, tomo con las manos temblorosas y con los ojos cerrados la prueba entre sus palmas. Abrió primero lentamente un ojo, y cuando vio el rosado resaltar en forma de cruz, sus ojos se abrieron de golpe y una encantadora sonrisa adorno su rostro de blanca piel.

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Después de eso, no todo resulto como ella lo esperaba, pues el no pensó en ningún momento lo mismo.

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El, la miraba con una expresión interrogante, la observaba decir un montón de cosas que no entendía, sabía que ella debía decirle algo, pero al parecer las palabras correctas no querían aparecer.

-Sakura.-La llamo. Ella lo observo totalmente sonrojada.-¿Sucede algo grave?

-¿Eh?, ¡Oh!.-Sonrió nerviosa.-En realidad no, bueno si… es que…

La abrazo divertido, ella solía ser tan tierna con él, la veía como la mujer que en un futuro lo acompañaría siempre.

-Puedes…

-Estoy embarazada.-Dijo suavemente en el oído del apuesto joven mientras él la abrazaba.

Entonces el cuento se vino abajo.



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Se había esperado muchas reacciones, pero ninguna de ellas negativas, estaba tan ilusionada con todo eso que no pensó en que él pudo no haber deseado lo mismo que ella.


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Desde que le había dicho, no lo volvió a ver por una semana.


Estaba muy preocupada, ya había entendido que él no quería ser padre, y es que claro, ¿En que estaba pensando? ¡Tenían dieciséis años!. Aun así, él decía amarla, y ella le creía…¿acaso no la amaba como decía?.

En las semanas siguientes lo vio en el colegio nuevamente, todo parecía haber sido un mal sueño, pues al verla la trato como siempre, con cariño…con amor.

Otros días pasaron, y ella ya tenía un mes de embarazo. Nunca espero escuchar lo que escucho.

-Sakura. Me voy a otro país…-Le dijo con la mirada en el suelo.

-¿Cómo que te vas?

-Lo siento…-Se alejó un poco de ella.-Yo no puedo ser el padre de tu hijo.

Al escuchar eso toda sus ilusiones se fueron al diablo.

-Mi…¿hijo?.-Lo miro decepcionada.-¡Es nuestro hijo!..¿Acaso no me amas?

El no respondió. Simplemente se marchó a todo lo que daban sus piernas del lugar, ella lo siguió, necesitaba una explicación… todo había marchado muy bien, no entendía por qué todo aquello debía suceder ahora.

Al llegar a la salida del colegio observo un auto negro esperando a su amado, y allí se encontraba una mujer de unos treinta y seis años más o menos y a su lado…una joven de su misma edad. Corrió confundida hasta llegar cerca del auto, fue entonces cuando vio a su novio ser besado por aquella chica y subir al auto.

-Tú debes ser Sakura-La mujer la miro. Pero ella ni siquiera le respondió.

La bella y adinerada mujer le entrego un papel, era un…cheque.

Al leer la suma escrita se sorprendió.

-¿Qué…?

-Debes desaparecer de su vida.-Afirmo ella.-Ese niño no puede ser suyo, no debe siquiera existir, has con él lo que quieras…si así lo deseas practícate un aborto.

La miro con rabia.

-El dinero no será proble…-Observo como la joven futura madre rompió el cheque en todos los pedacitos posibles y se los aventó en la cara.

-¡No necesito su dinero!-Grito.-¡No pienso abortar a mi hijo!

-Entiendo. Supongo entonces que serás madre soltera.-Sin decir más subió al auto rápidamente y se marcharon.

Las lágrimas cayeron de sus ojos con dolor y decepción. Ni siquiera se atrevió a decirle adiós.


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Recordaba que en ese entonces su mundo se cayó, se hundió en una depresión muy grave y dejo los estudios. Una vez intento suicidarse, pero no lo logro. Eso ocurrió justo después de que su madre la echara de casa.

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-Estoy embarazada.-La madre la miro sorprendida.-Y el padre…

En ese instante un ardor palpito en su mejilla derecha, la cual se encontraba roja por el golpe.

-Lárgate…-Pronuncio con rabia.-Te dije que no cometieras el mismo error que yo, puedes largarte tú y tu hijo bastardo.

-Pero…¿Dónde voy a ir?.-Pronuncio dolido mientras las lágrimas caían nuevamente en su rostro.

-¡No lo se!.-Grito.-¡Ese es tu problema!...¡Simplemente lárgate de mi casa ahora!

Luego de haber suplicado en vano por casi una hora, recogió sus cosas y quedo en la calle.


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Ese había sido el peor día de su vida, mil veces pensó en el aborto, y cuando estuvo a punto de hacerlo algo se lo impidió. Tal vez el hecho de poder ver el rostro del hombre que amo en la imagen de su hijo. Eso no lo supo nunca en realidad, pero siempre tuvo el deseo de verlo, aunque lo odiara deseaba verlo.

-Señora Haruno.-La enfermera abrió la puerta con un bultito azul en sus brazos.-Felicidades. Es un varón.

Las lágrimas corrieron por sus blancas mejillas nuevamente, pero esta vez no era dolor, era felicidad.

Extendió los brazos sin pronunciar palabra alguna y la enfermera le entrego a su bebe que dormía cálidamente ahora entre los brazos de su madre.

-Es hermoso…-Sonrió mientras retiraba un pequeño mechón de cabello color azabache de la frente del bebe, el cual reacciono a su caricia y abrió poco a poco sus ojitos oscuros.

Ella observo a la enfermera sorprendida, se sentía tan feliz.

-Es muy joven…-Ella asintió embelesada con su bebe.-¿Cómo se llamara?

La observo y lentamente miro el rostro del bebe que ahora con una de sus manitas tomaba uno de los dedos de su madre, la inocencia que desbordaba llenaba de felicidad incluso los pasados nueve meses en los que fue atormentada por la soledad, pero consolada por los movimientos del niño en su vientre.

Ojala esa inocencia nunca escapara de su rostro, lo abrazo cuidadosamente y mientras lloraba beso una de las pequeñas mejillas de su bebe.

-Sasuke…-La enfermera sonrió.-Se llamara Sasuke.

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Sasuke Haruno.​

Continuara…​

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¡Hola!. Muchas gracias por los consejos, ya se abran dado cuenta que soy despistada xD hehe... bueno, espero que este capitulo les parezca mejor :). Disfrútenlo.

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Capitulo 2​

Seis Años​

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-¡Mamá!-Llamo con voz risueña.-¡Mami!


Corría hacia su querida madre, habían pasado ya seis largos y dolorosos años, su pequeño Sasuke ya no era él bebe que vio en el momento más angustiante de su vida, seguía siendo su pequeño, pero en esta ocasión más crecidito y travieso que nunca.


-¿Qué sucede Sasu-chan?.-Pregunto con voz maternal.-¿Qué traes allí?.


Sasuke al escuchar la pregunta de su madre, sonrió con ternura y con las manos en la espalda ocultando algo para ella, dio un pequeño saltito y miro a su madre con adoración. Saco sus manos para que su madre pudiera observar lo que escondía, eran unas hermosas flores solo para ella. Lo observo embelesada por el caballeroso comportamiento de su pequeño, tomo las flores de sus manos y las abrazo suavemente en su pecho, su hijo era el niño más dulce que seguro ha existido.


-Gracias, son hermosas mi amor.-Una radiante sonrisa dedico a su hijo, y a este las mejillas le ardieron de un color rosadito, delatando así su timidez.


Ella lo miro y no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.


-¿De qué te ríes mami?.-Pregunto algo incómodo.


-De tu rostro Sasu-chan, estas rojo.-Se burló sin dejar el cariño a un lado.


-¡No es cierto!.-Negó. Pero al ver la mirada insistente en su madre asintió apenado.-Es que eres muy bonita mami.


Abrió los ojos con sorpresa, no esperaba que su hijo le dijera algo así, pero de todas formas lo abrazó, ese era el cumplido más simple, pero más hermoso y valioso que había recibido en la vida. Su hijo era todo lo que le quedaba, ya no tenía amigos, al menos no como antes, no obtenía las cosas tan fáciles como seis años atrás, pero tampoco permitiría que la vida le arrebatase a su preciado tesoro, si hacía falta daría la vida y toda su existencia a el.


Las lágrimas cayeron de sus ojos en ese momento, ¿Qué sería de ella si tiempo atrás hubiera abortado?, seguramente estaría en algún lugar lejos de casa, lo más seguro es que no viviera con su madre y estaría en algún lugar de la calle. Por suerte algo en su corazón por más pequeño que fuera no permitió que lo hiciera.




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Sentía el frio prácticamente acariciarle los huesos, el lugar esta helado y ella solo llevaba una fina bata de hospital. Observaba las luces de aquel lugar donde esperaba recostada para poder entrar con el doctor y poder acabar con el ser que llevaba en el vientre.

-Ya la pasaremos con el doctor.-Aviso la enfermera.

Entonces, algo extraño la invadió, sintió ganas de correr, por algún motivo no quería cometer ese error, porque aunque no quisiera admitirlo sabía perfectamente que era un error acabar con la vida de alguien, y ella estaba a punto de darle fin a la vida de su bebe. No quería, ya no deseaba hacerlo.




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Observando a su hijo corretear en el jardín luego de su abrazo, pudo recordar el miedo que sintió de perder lo único que le quedaba. Luego de que la enfermera se fuera, se vistió rápidamente y salió del hospital sin ser vista, había perdido todo deseo de matar a su hijo.


-¿Por qué lloras mami?.-Pregunto muy cerca de su rostro el pequeño.-¿Te sientes mal?.-Había sido descuidada y no se percató de que su hija la observaba llorar en silencio.


-No es nada mi cielo.-Seco sus lágrimas y le dedico una pequeña sonrisa.


-¿Sabes algo mami?.-Lo miro curiosa.-Eres la niña más linda que he visto, las que están en mi escuela son feas.-Se quejó.


Cada día le sorprendía mas la inteligencia y la velocidad con la que Sasuke enfrentaba su niñez, a pesar de tener solo seis años entendía perfectamente lo que podía y no podía tener. No era un niño con muchos juguetes, no vivía en una casa llena de lujos, no siempre su madre podía recogerlo, pero eso no le importaba, él era feliz al lado de la mujer que le dio la vida, su madre era lo mejor del mundo para él.


-Sasuke.-Lo llamo seria, a lo que el niño la miro extrañado.-¿Todavía quieres un perrito para navidad?.


-¡Sí!.-Grito emocionado mientras daba saltitos y se reía.-Pero…-Se puso triste al ver lo que eso significaba, su madre tendría que pasar menos tiempo con él.


-Tranquilo Sasu-chan.-Ella había entendido la expresión de su hijo, él no quería que ella demorara tanto fuera de casa, quería que se quedara con él.




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Un año después de que Sasuke naciera, encontró una pequeña casa donde solo vivía una anciana, la señora Tsuki le había abierto las puertas de su casa una noche en la que ella, abrazada a su hijo buscaban donde quedarse, y esta amablemente al ver las buenas intenciones de ella, le permitió quedarse a vivir con ella.


Tres años después, Tsuki callo muy enferma.


-Sabes mi niña…-Pronuncio débilmente.-Sé que me voy a morir muy pronto.


-No diga eso Tsuki-sama.-Pronuncio con tono amable.-Ya vera que se recuperara.


-Si mi esposo no hubiera muerto…-Sonrió.-Me hubiera encantado tener una hija como tú. Sakura.


En el tiempo en que Sakura se encontraba en casa siempre la cuidaba, y a cambio la anciana se quedaba con el pequeño Sasuke en casa mientras ella trabajaba en el supermercado.


Pero un año más tarde Tsuki murió sin remedio, había sido un fuerte golpe para Sakura, le tomo meses acostumbrarse a estar sola en esa casa. Como último gesto de amor, Tsuki dejó a Sakura como heredera de su hogar y de una pequeña cantidad de dinero, que Sakura guardaba para momentos especiales.




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Todavía lloraba la ausencia de aquella amable mujer, en ella había encontrado la madre que no tuvo en su corta vida, y Sasuke encontró a la mejor abuela que un niño pudiera tener.


-¿Llorabas por la abuelita mami?


-Sí, es que la extraño mucho.-Comentó. Entonces sintió la cálida manita de su hijo acariciarle la mejilla derecha mientras le daba un pequeño beso en la frente a su madre.


-Yo también la extraño mami, pero tranquila la abuelita nos mira desde el cielo.-Pronuncio mientras miraba las grandes nubes.


Tanto tiempo tardo en explicarle a Sasuke lo que a su abuelita le había pasado, tantas formas en las que lo pensó, buscando que no sufriera porque ella no estaba. De todas formas la extrañaba, pero aseguraba que ella lo cuidaba desde el cielo, algo que podía ser tan complicado para un niño a esa edad, Sasuke lo resumía a unas palabras tan reconfortantes para ella que no podía creer que algo tan hermoso fuera su hijo.


Pronto el cielo empezó a tornarse gris, una tormenta se acercaba y al parecer sería muy larga.


-Vamos. Entremos Sasu-chan, al parecer lloverá.-El pequeño asintió y tomando la mano de su madre entraron a la casa.


Al entrar ambos fueron a la cocina, y mientras ella preparaba la cena, Sasuke jugaba con los pocos juguetes que tenía cerca de la mesa de la cocina. Lo observo jugar unos momentos mientras él jugaba sin que se diera cuenta, se veía tan tierno jugando con su coche azul que le había regalado la navidad pasada, todo en él era perfecto, incluso el parecido que tenía con su padre cuando este era un niño de su edad. Pero, aunque se pareciera, sabía que su pequeño no sería nunca como el, no quería que lo fuera, Sasuke debía ser un buen hombre siempre.


-Te amo mami.-Dijo este al ver que ella lo miraba fijamente.


Lo miro tierna mente y continuo cocinando mientras él seguía jugando. Tenía todo lo que podía desear en esta vida, Sasuke era por lo único que vivía.


Él es la luz de sus ojos.





Continuara

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Holaaa!!, e reaparecido!...:( disculpen mucho mi ausencia, acabo de iniciar la uni nuevamente, y la verdad me tiene super ocupada :(. Se perfectamente que no es excusa, debo ser mas responsable respecto a esto, y lamento mucho la tardanza, espero que puedan perdonarme. :) Les traigo este capi y espero que les guste, en cuanto a mi otro fic, apenas me den tiempito subo el capi :)...espero que lo disfruten.

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Capitulo 3​

Celos de Hijo​

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Era una mañana muy hermosa, el aire que se respiraba en aquella casa era solo tranquilidad, cualquiera que entrara allí no querría salir, principalmente por la hermosa dama que habitaba ese hogar. Sakura ya tenía veintiocho años de edad, era una mujer tranquila, solitaria en cuanto a amores se refería, desde que tuvo a su hermoso hijo a los dieciséis no quiso volver a plantear ningún tipo de relación con un hombre, el único hombre en su vida era su hijo, Sasuke que ahora tenía doce años.​

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Se había convertido en el hombrecito de la casa, era un buen estudiante, y un adolescente bastante atractivo y popular entre las chicas. A veces, era tan parecido a su padre que ella podía pasar horas verlo dormir sin que él se percatase, el padre de ​

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Sasuke era el único hombre al que Sakura había dado todo, y al que ella había amado en su vida. Ambos llevaban una vida bastante tranquila, lo único que incomodaba a la bella madre, es que Sasuke no solo comenzaba a parecerse a su padre en lo físico, sino que había heredado su carácter, él era un joven frio, prefería estar solo que estar rodeado de amigos y familiares, la única que se acercaba a él, era ella y con la única que de vez en cuando mostraba cierto afecto. No era para menos, ella es la mujer que le dio la vida, pero aun así, no quería que el fuera igual al hombre que la lastimó en el pasado.​

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Subió al cuarto de su hijo y toco la puerta, al ver que este no respondió ni abrió, entro silenciosamente. Como lo sospecho, Sasuke aun dormía. Se veía tan tranquilo que ella desearía por algún momento tener la misma tranquilidad que el al dormir, pero no podía…sueños de su pasado, la partida del padre de Sasuke nunca la dejo tranquila desde que el nació, probablemente por el parecido de ambos, temía que Sasuke al igual que él, la abandonara.​

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-Sasuke…-Llamó dulcemente mientras besaba su frente.-Despierta, llegaras tarde.​

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-Hmp…-Abrió los ojos lentamente y observo a su madre un poco sonrojado. Hacía mucho que ella no lo despertaba.-Buenos días.​

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-Buenos días, el desayuno esta abajo.-Abrió la ventana dejando pasar la luz del sol.-Apresúrate. Yo ya debo irme.​

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-Está bien.-Ella le dedico una hermosa sonrisa.​

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Él se sonrojo, su madre siempre estaba allí para él, siempre con esa hermosa sonrisa, jamas deseaba mostrarle tristeza, pero aun así él sabía exactamente cuando ella lloraba y cuando no. Muchas veces había escuchado sus sollozos detrás de la puerta de su cuarto, ella no podía engañarlo, era el único hombre que podía conocer a Sakura, después de todo era su hijo y aunque no lo admitiera le gustaba ser el único hombre en la vida de la mujer.​

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Sakura salió de la habitación sin decirle nada. Pronto alcanzo a escuchar la puerta principal cerrarse, su madre ya se había ido a cumplir con su trabajo.​

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Durante todo su niñez nunca tuvo un padre, pero tampoco deseaba tenerlo le bastaba con tener una madre tan especial, ella era la única mujer en su vida. Lo único que si había deseado siempre era poder conocer al maldito que había abandonado a una mujer tan especial como ella, no le importaba si lo había negado como hijo, pero el dolor que su madre aun sentía también le dolía a el. Especialmente aquel día cuando siendo aún un niño, se atrevió a preguntar por la figura paterna que no se encontraba en el hogar.​

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Sasuke regresaba solo de la escuela, caminaba muy pensativo, hoy había sido el día del padre, y todos sus compañeros de clases llevaron a sus padres para presentarlos ante la clase y que hablaran sobre su trabajo. Sintió mucha tristeza al ver a todos los niños con sus padres, y él era el único que se mantenía en el fondo del salón, en un rincón, callado y ahogando su llanto.

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Nuevamente las lágrimas corrieron por sus mejillas, deseaba tanto tener un padre, pero al mismo tiempo lograba conformarse la mayoría del tiempo con tener la madre que tenía, Sakura era su madre y al mismo tiempo su padre. Pero a veces deseaba tener en casa a esa figura masculina que debía demostrar autoridad y respeto. Siempre se había imaginado que se sentía tener a alguien a quien poder llamar “Papá”.​

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Llego a casa y entro muy callado, escuchaba pasos en la cocina por lo que se dirigió allí. ​

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Su madre lo observo preocupada, Sasuke solía llegar gritando y saltando como cualquier niño de seis años lo hacía.​

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-¿Qué sucede hijo?​

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-¿Dónde está mi Papá?.​

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Y las lágrimas llenaron el rostro de la mujer…​

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Fue la primera vez que observo llorar a su madre, la vio tan destrozada por esa simple pero compleja pregunta que jamas volvió a preguntarle, poco a poco pudo empezar a olvidar el hecho de que no tenía un Padre.

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Se levantó, se ducho y vistió. Bajo a comer rápidamente, tal como siempre su madre le dejaba el desayuno listo y se marchaba, solo que hoy se había tomado la molestia de despertarlo, se había desvelado haciendo un trabajo para el colegio y el sueño le gano a su puntualidad. Si había algo que agradecía era no vivir solo, tenía un amigo que vivía completamente solo y siempre llegaba tarde. Naruto Uzumaki, podía considerarlo como el amigo que nunca ha deseado tener, tonto, perezoso e idiota ¿Qué más podía pedir?.​

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Tocaron la puerta principal, y se dirigió hacia la entrada, abrió la puerta y se encontró con el idiota…Que cosas ¿no?.​

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-¿Qué quieres?.-Pregunto cortante.​

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-¡Hola mi amigo del alma!, yo estoy bien y ¿tu?.-Dijo sarcástico por la demostración de cariño de su amigo.-Vine a buscarte, ¿vamos?.​

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Observo hacia la cocina, no había podido comer el desayuno, pero tampoco planeaba dejar pasar a Naruto a la casa y que rompiera algo, bastante trabajo le costaba a su madre comprar cada una de las cosas que en la casa había. Tomo su mochila y salió.​

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-Vamos Sasuke di algo…-Comento aburrido el chico rubio de ojos azules, la verdad él también era un chico apuesto, pero algo tonto.-Siento que me muero.​

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-Pues muérete.-Respondió frio.​

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Naruto lo observo horrorizado y con cascadas en los ojos.​

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-¿Por qué?.-Dijo dramáticamente.-¡Yo te quiero mucho!.-Lo abrazo fuertemente.​

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-¡Suéltame!.-Lo empujo.-¿Estás loco o qué?​

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Naruto sí que era un fastidio a veces, pero en realidad no podía quejarse de verdad de su compañía, y aunque no lo demostrara el rubio era bastante gracioso y aunque no lo deseara, siempre estaba allí cuando lo necesitaba. Él lo conocía más que nadie.​

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-Oye Sasu-chan…​

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-No me llames así.-Comentó enojado.​

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-¿Por qué?.-Se detuvo y lo vio pasar frente a él sin detenerse.-Tu madre te llama así ¿no?.​

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Siguió caminando, adoraba que su madre lo llamara así aunque a veces resultara un poco vergonzoso, especialmente cuando lo llamaba así frente a Naruto.​

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-Exacto. Ella me llama así, tu no.​

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-Mmm…-Lo miro con cara de pocos amigos, ese Sasuke sí que a veces se portaba de lo peor.-Hablando de tu madre. ¿Tiene novio?​

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Se detuvo y Naruto lo alcanzo rápidamente, su mente se bloqueó por un instante. ¿Su madre tendría algún enamorado?, eso era imposible él se daría cuenta, además ella vivía solo para él, aunque sonara posesivo, por momentos pensaba que ella era suya…y se reprochaba por ello. Su madre tenía todo el derecho de rehacer su vida si eso quería, pero por algún motivo nunca mostraba interés en aquello.​

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-No.-Respondió y siguió avanzando.​

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-Mmm…que raro-Comento sonrojado.-Porque tiene un cu…​

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Rápidamente le dio un puñetazo al rubio haciéndolo caer, ese comentario sí que lo había enojado, pensar que su amigo podía estar interesado en su madre, en su cuerpo, en la piel que resplandecía a la luz del sol…en lo suave y dulce que podía ser.​

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-¿Qué diablos estoy pensando?-Pensó. Eso no era normal.​

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-¿¡Qué te pasa!?.-Grito.-¡Solo fue una opinión!​

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-Ahórrate tus opiniones, a nadie le interesa.​

Siguió su camino a la escuela sin el rubio, no deseaba su compañía en aquel momento, necesitaba pensar que había sentido, que era lo que en si había pensado cuando Naruto se refirió a su madre de aquella manera… ¿Celos?, podría ser, después de todo es normal tener celos de su madre ¿no?, es decir; es normal querer protegerla y hacerla respetar, ¿no es así?. De cualquier forma, mas allá de lo que podía significar aquello, estaba más que claro que era alguna clase de celos.​

Y pronto descubriría porque…​

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Continuara...​

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