Cinco pasos para llegar a Paul

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Mr Fey, 19 Abril 2011.

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    Mr Fey

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    Cinco pasos para llegar a Paul
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    5
     
    Palabras:
    2005
    Título: Cinco pasos para llegar a Paul
    Pareja: Ninguna
    Género: General.
    Summary: Smoochum les cuenta a sus compañeros de equipo, cómo es que logró ser aceptada por Paul.
    Advertencia: Quizás medio cliché, xD pero me encanta. Es una linda disque comedia para mi amado Paul, donde él es la victima.
    Desclaimer: Paul y todos los pokemon que aparecen aquí, no me pertenecen pero ya saben de quien son todos ellos.
    Dedicado a: S. Vangelis. *W* Porque por ella hago eso.


    Prólogo.


    ― ¿Cómo fue? ―cuestionó Torterra, un poco retraído a preguntar ese tipo de cosas, pero estaba sorprendido cuando de la nada me vio llegar; tal vez pensaba que Paul no jamás tendría un pokemon como yo. Pero yo era especial, obviamente.

    Weavile me observaba desde el árbol, sus ojos aguileños me provocaban temblor, pero yo sé que no puede hacerme nada, así que le sonreí. Él afiló sus garras contra el árbol; no era muy amigable. Desde la copa, Honckrow picoteaba desinteresadamente el tronco, esperando mi pronta respuesta. Todos ellos eran unos raros, ¿cómo es que Paul los tenía en su equipo?

    Inflé mi pequeño pecho antes de responder, había sido toda una hazaña lograr que mi amo me aceptara, pero, ¿quién podría resistirse a mí?

    ―Lo conquisté, con lo que yo llamo, cinco pasos para llegar a Paul ―respondí y lancé un beso al aire con mis labios hinchados. Mis ojos verdes debieron verse hermosos, pues todos me observaban de una manera muy chistosa, así que no pude evitarlo y me reí.

    ―Es un error que el amo tenga un pokemon como tú ―escuché y rápidamente busqué al causante de semejante acusación. Lo primero que vi fueron dos grandes tenazas que fácilmente podrían ser de mi tamaño, una sonrisa burlona y un par de ojos amarillos. Un Gliscor, el pokemon volador aterrizó hasta estar frente a mí, realmente era grande, muy grande y yo tan pequeña e indefensa.

    ―¡No soy un error! Lo conquisté ―sonreí superior, practiqué días esta sonrisa, era perfecta, intimidadora, autosuficiente, idéntica a la de mi amo. Me había ayudado muchísimo con otros pokemon―, concluyo que estás celoso, si fuera tú también lo estaría, soy adorable, tierna, cariñosa, hermosa….

    ―¡Eres una bebé latosa! Seguramente el amo te dejará con Reggie ―comentó, cruzando los brazos en una actitud burlesca. El pájaro grandote se carcajeó y el tipo raro simplemente cerró los ojos con una ligera sonrisa. Observé a la tortuga, seguía aguardando mi respuesta.

    ―¡Claro que no! Además ―dije maliciosa, casi saboreando la victoria―, yo abrazo a Paul, y no me re-cha-za ―remarqué la última palabra y sentí recorrer la adrenalina del orgullo sobre mi pecho; inevitablemente alcé mi mano izquierda en señal de victoria, mientras guiñaba un ojo.

    ―Me estás mintiendo, el amo no es de esos ―recalcó él. Esa actitud comenzaba a molestarme demasiado―; ¡ahí está el amo! Demuéstramelo ―me retó, señalando con su tenaza una dirección en particular. Mi vista recorrió los árboles y el pasto verde hasta qué, en la cabaña, pude ver sentado a ambos hermanos, platicaban tranquilamente. Paul tenía el semblante sereno, ni siquiera parecía molesto. Eso era bueno.

    ―Bueno…―dudé un poco, la última vez que había abrazado al amo, recibí un lindo golpe de su parte pero mi cabello rubio apaciguó el impacto. Tragué saliva, no debería ser tan hiperactiva.

    ―¿Tienes miedo? ―me sorprendió que fuera Weavile el que habló, la gema de su frente brillaba tanto que fácilmente me perdía en ella, era hipnotizante. Me sonrojé.

    ―¡No! Ya voy ―grité, apretando los labios nerviosamente con cada mano a un lado de la cadera. Inicié mi camita, agradecí ser pequeña, pues mis pasos no eran muy largos y avanzaba con lentitud.

    ―Apuesto a la mandará a cien metros.

    ―Es muy poco, yo creo que a esa Smoochum se le quitaran las ganas de mentirnos, pero aún me pregunto por qué está aquí.

    Aspiré el aire con fuerza, llenando mis pequeños pulmones. Reggie me miraba confuso pero con una sonrisa sincera en su rostro, ¡era tan bello! Las inmensas ganas de besarlo recorrieron mi cuerpo hasta llegar a mi cabeza y como buena pokemon, seguí mi instinto. Salté y lo abrasé por el cuello, depositando un sonoro beso en su mejilla. El largo cabello morado se movió con el viento y una mano juguetona acarició mi cabello, algo que no me gustaba mucho.

    ―Hola, ¿qué haces aquí bebé? ―me preguntó y mis ojos se abrieron impresionados, ¡tenía que besar al amo! Giré aún en las piernas de Reggie y recargué mis manos en la mesa; mis ojos verdes contemplaron los negros de mi entrenador. Paul alzó una ceja interrogante y yo suspiré. Mis cejas se arquearon en un gesto de decisión, trepé lo que restaba de la mesa, y en un impulso digno de un Dragonite, me arrojé a los brazos del menor, aferrándome fuertemente en su camisa, ¡Moriría ahí mismo, pero feliz!

    Uno, dos, tres….

    Divisé la mano izquierda de mi amo elevarse, cerré los ojos con fuerza. ¡Al menos lo abracé por más de diez segundos! Pero la mano llegó a mi cabeza, acariciándola con suavidad. Mi rostro debía ser un poema, lo voltee a ver sorprendida; él no me miraba, hablaba de algo que no entendía. Mis ojos se iluminaron y con mi resiente valentía, lo besé en la mejilla para después correr de regreso con los otros pokemon.

    ―No lo puedo creer…

    ―Jajajajaja, te lo dije. Mi amo me ama ―parecía que en mi rostro se leía claramente: perdedor. Mis dientes relucían en mi gran sonrisa y menee mi cadera de un lado a otro en mofa.

    ―¿Cómo fue? ―interrogó Glistor muy cerca de mi cara, los amarillos desorbitados y los afilados dientes relucían. Daba miedo, me alejé de él y troté hasta llegar a Torterra, subí con cuidado hasta llegar al arbolito que tenía en su espalda, sentándome entre arbusto y lo que parecían ser unas rocas.

    ―El primer paso para llegar a Paul, es: Fijar el objetivo ―dije, cruzando los brazos en reflexión. Todos me examinaban curiosos―, les explicare, fue el primer día que conocí a Paul:

    Era primavera y apenas había nacido, lo recuerdo bien porque había muchas flores alrededor de él, ya estaba harta de estar en el huevo, así que lo rompí. El amo estaba recargado en un árbol y dormía, su rostro se vía tranquilo, se veía como toda una mami, era mi mamá, yo lo sabía, lo sentía.

    Me quité los restos de cascaron y di mi primer paso, obviamente me caí, pero yo no me rendí, quería llegar hasta mamá, usé todo mi autocontrol y mis primeros pasos fueron seguros. Cuando al fin estuve delante de Paul, me subí a sus piernas y me senté a esperar a que despertara; pasé mucho tiempo de esa manera, pero no volvía en sí y terminé durmiéndome yo también.

    ―¿Qué haces aquí? ―su voz era fuerte, molesta y muy arrogante. Se levantó sin ningún tipo de consideración y emprendió el viaje, sin mirar atrás―, patético ― fue lo último que le escuché decir.

    En ese momento quería llorar y lo hice, mi mamá me había despreciado, sentía que estaba sola en el mundo y que nadie me quería. Él me dio una última mirada antes de perderse en la hierba pero juro que yo vi amor en esa mirada y no, no estaba alucinando.

    Lo perseguí hasta que se detuvo en el centro pokemon, la enfermera Joy le preguntó acerca de mí.

    ―No lo sé, hágase cargo ― y entregó las pokebolas. Se sentó en la sala, justamente en el sillón frente a la televisión y nadie se aproximó a él. Se veía imponente, inquebrantable y yo lo admiré.

    ―Smoo, chum ― grité felizmente y subí de nuevo a su regazo. No debí hacerlo, sus ojos negros me helaron la sangre.

    ―Bájate.

    No lo hice.

    ―Ahora.

    Tampoco lo hice y los demás entrenadores se rieron un poco, yo los observé confusa, no entendía, sólo quería que Paul me sonriera, pero no lo hizo, se irguió orgulloso y salió del centro pokemon, yo caí al suelo. Mi trasero me dolió mucho.

    Obviamente lo seguí. Él cerró los puños con fuerza al verme, su semblante era frio, pero no me asusté.

    ―No quiero pokemon débiles como tú, no son dignos de mí. Aléjate de mí, patética cosa rosa o te daré una lección.

    Eso sí lo comprendí, mis mejillas se tornaron rojizas inmediatamente y agua salió de mis ojos, eran lágrimas. Pronto gimotee, no quería llorar pero lo hice y él no se preocupó, se fue.

    ―Débil ―susurró, pero yo lo escuché. Ahí caí en cuenta, debía ser más fuerte para que mamá me quisiera.

    Fijé mi objetivo y ese era, demostrarle a madre lo fuerte que era. Limpié los restos de agua salada con mis manos y volví a entrar al centro pokemon de la ciudad.

    Yo no me iba a rendir.

    Nota: Mi amado Paul, lo haré sufrir de una manera linda, como lo amo a mi baby (L). Comedia Pualatina <3
     
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    Sere

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    Bien primero agradecer la dedicatoria ^^. Ahora al fic...
    o.O Más de molestar a Paul ¿cómo no amarlo?
    Pobrecito Smoochum, aunque aun pienso que es la mejor idea que pudiste tener para tu fic, aunque de menos sé que alcanzo su objetivo. No esperaba que fuera chica, no lo sé...
    La forma en que se encanto con Paul, es un amor tan tierno y natural "el amor a una madre/padre" me hubiera gustado que aguardaras ahasta el día de las madres y publicarlo, así seria temático y ligeramente más emotivo, ese día en que todo el mundo piensa en su mamá... pero igual eso no importa mucho.
    La verdad, nunca creí que su abrazo fuera aceptado, menos con las expectativas del propio pokémon.
    Luego de haber conquistado a su amo, cosa ya de por si difícil, el pobre Smoochum tiene ya otro reto: Ser aceptado por los otros pokémon, claro si es que le interesa hacerlo ^^... Esperare pacientemente la continuación,
     
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    J.Nathan Spears

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    OwO... ¿Pero qué tenemos aquí? OTRO fanfic dedicado al gilipollas y cretino más grande de todo Sinnoh xD. Era de esperarse de ti, Fey :B

    Pero en fin, ahora, para que Paul acepte una Smoochum en su equipo, ¡Tendría que pasar un milagro! Eso o que esa Smoochum le salvara la vida o algo. Seguro que algo rarífico sucederá a lo largo de la historia... ¿Y ver amor en los ojos de ese engendro de Darkrai? Difícil... pero seguramente Paul no quiere mostrar sensibilidad cuando está rodeado de otros entrenadores. Eso demuestra inseguridad latente...

    ¿Sabes qué es lo que REALMENTE me haría feliz? Que esa Smoochum le de una colleja de proporciones CÓSMICAS al Infernape de Ash... seh, el mismo que evitó que Paul obtuviese un mejor lugar en la liga xD. Lo odio aún más que a Paul ¬¬

    Bueno, espero que sigas escribiendo, amiga -w-

    Atte. Nathan, el Cordero Metalero \,,/
     
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    Mr Fey

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    Los personajes de pokemon no me pertenecen, todos son del Señor que los creo. Este fanfic es sólo por mi loco fanatismo por Paul (L) y no tiene intenciones de malograr al personaje.

    Vangelis: Las mujeres son lo más del mundo jajaja, xD así que debía hacerla mujer. Para el dia de las madres, xD dudo pasarme por estos lares. Yo jamás pensé que Paul haría eso tampoco, bueno si, lo pensé y lo escribí. Es un Ooc justificado xD.
    Nathan: Ampharos rlz. Seh, otro fanfic con el cretino más amado de la región esa que dices xD, Paul es re tierno (L), deberías verlo con orejas de conejo. Ya sabes que lo de salvar su vida es demasiado cliché xD, jamás lo pondría. La peque es una baby todavía, el changuito la molería a llamas LOL.

    No lo había dicho antes, pero este fanfic tiene creo cinco capítulos nada más, sin contar el prólogo y el epilogo. Se supone que es una rara comedia pero yo no soy exactamente buena con las comedias, aunque hago la lucha. Actualizaré diario, pues es de esos fanfics que sólo puedo hacer en vacaciones. Vale, eso es todo, creo, xD. ¡No! Mi fic, el juego del Ifrit simplemente está parado momentáneamente, jamás dejaría abandonado por siempre a Zakion y mi amado, adorado, idolatrado Seth. Cuando la mini lap esté bien, subiré las continuaciones, al cabo ya son varias.
    ¡Nos vemos mañana, pokemonitos!

    Paso I

    Si tropiezas con una piedra, busca un plan de ataque y hazla añicos.


    Habían pasado dos días desde que vi a Mamá en el centro pokemon. Sinceramente no recuerdo en que ciudad estábamos, pero había un puerto cercano; mi curiosidad me ganó y por ello perdí de vista a Paul, ¡Juro que las conchas eran hermosas!

    Aprendí dos cosas importantes en el trascurso de las horas, lo primero; mi cara ayudaba a conseguir comida, y la segunda: patear traseros de otros pokemon era sumamente satisfactorio, en especial si usaba mi puño hielo, me sentía fuerte y digna de mi mamá. La mayoría de las personas parecían ignorarme al estar comprando en los puestos del mercadillo, pero los más jóvenes solían rozar mi cabello, acto que me molestaba; sin embargo, todos conservaban bolas de arroz que tenían un sabor exquisito.

    ―¡Smoo, Smoo! ―exclamé con mi voz dulce y aguda, casi como un canto, señalando con mi mano el alimento. Una de las mujeres me alcanzó una bola de arroz y la comí apresurada, era mi obligación salir de ahí o terminaría debilitada por tanta dosis de cariño.

    ¡Vi a Mamá! Él veía desinteresadamente un puesto de pokebolas, las manos en su bolsillo indicaban que simplemente perdía el tiempo en ese lugar, el cabello morado lucia más corto que la vez anterior, así que supuse que fue con algún peluquero. Yo también debía tajar el mío.

    Escapé de un abrazo asfixiante, acelerando el ritmo de mis pies para llegar a él, frené a un metro de su espalda, analizando mi objetivo. No podía llegar y abrazarlo de la nada, mi trasero sufriría mucho, tampoco podía sólo seguirlo, no sabía qué hacer.

    Gracias ―articuló, más por cortesía que por gusto. El hombre produjo un gesto con su cabeza en señal de aprobación y mamá se fue de ahí.
    Lo miré alejarse otra vez, el sol permanecía arisco a esconderse con la sombra de las nubes cubriéndonos a todos; el pavimento calentaba mis pies con escases no obstante a él parecía ignorarlo o era al revés. Nadie se aproximaba a Mamá, ni lo saludaban, supuse que se debía a su entrecejo fruncido y sus negros ojos viendo a los demás como simples insectos.

    Eso significaba una cosa; Mamá era respetada, en ese momento entendí que caminar a su lado sería una experiencia maravillosa, me pregunté si yo también me vería así, imponente e inquebrantable.

    Mis cejas se contrajeron en un ademán de molestia y mis labios formaron un curioso pico, si, tenía un pequeño berrinche, que duró un segundo.
    Caminé tras él, copiando su presencia. Súbitamente me vi más alta, estilizada y mis ojos más intimidantes, mis pasos más infalibles, me sentí poderosa, era el efecto mamá.

    Minutos después nos encontrábamos frente a un árbol, frondoso y grande; tan extraordinario que era consiente que ahí habitaban bastantes pokemon. Las hojas se zarandeaban constantemente, como si algún acto fuera a presentarse.

    Y en realidad, sucedió.

    No es que yo me asustara, pero me recargué atrás del arbusto más cercano, amé mi diminuta complexión; al instante, mis azules ojos se abrieron mucho más al ver la personalidad que salía de ahí.

    No está mal ―lo oí mencionar. No parecía temeroso, yo tampoco temía aunque por alguna extraña razón, mis piernas temblaban mucho en ese momento. Sólo vía el pico amarillo, el extraño flequillo en la cabeza, las patas puntiagudas y el cuerpo emplumado. Un ave de un tamaño considerable y mayormente de color negro con blanco y gris.

    Gastrodon ―susurró tranquilamente, importándole poco que el ave lo analizara con aspecto gruñón ―, rayo hielo a Staravia.

    Otro pokemon que nunca había visto, salió de la pokebola. No giró a ver a mamá e inmediatamente efectuó el ataque, en su boca, se formó una esfera de luz brillante y de esta, salieron múltiples líneas fluorescentes, golpeando directamente el pecho del ave, cayendo desmallada. Mis ojos brillaron, ¡qué fuerte! Había conseguido derrotar al rival en un minuto.

    Mn, no era nada.

    Lo regresó a la esfera blanca y roja; los ojos negros se dirigieron al árbol, registrándolo. Me pregunté que podría estar buscando con tanto ahínco, pero sólo se sentó en la raíz.

    Me uní a él y la fría inspección que me hizo me detuvo a unos centímetros de sus pies.

    ―¿Quieres ser mi pokemon? ―cuestionó, su voz tenía un tono que originó fastidio en mí, se burlaba. Cómo si yo no fuera lo suficientemente buena para estar con él, una insignificante línea curveada de sus labios indicaba un amago de sonrisa.

    Asentí, viéndolo de la misma forma. Mi semblante impasible y una sonrisilla irónica, digna de su hacerle competencia. No tenía idea de por qué hice eso, pero algo dentro me hacía imitarlo, querer parecerme a él.

    Alzó una ceja, apático; su mano encontró una pokebola, casi podía sonreír de felicidad. No pude hacerlo, un gusano azul con verde se plasmó atrás de mí. Gastrodon.

    Ganas y te vas conmigo ―no había piedad en Paul, me observaba como si yo fuera algún tipo de diversión y él un espectador que se regocijaba en su lugar. Consentí aquello con una afirmación de mi cabeza.

    Me volví, mi enemigo también me veía altivo, preguntándose quizás, si aquello era una broma de su amo.

    ―¡Acabaré contigo! ―le dije, cerrando mis puños fuertemente. Gastrodon ni siquiera se movió e inconscientemente contempló a mamá.

    ―¿Qué esperas?

    Tan rápido como madre terminó la cuestión, sentí golpear contra mí un frio abrumador, mi cuerpo se tensó y el dolor en mis músculos me hizo lagrimear, de alguna manera experimentaba que en mi interior un movimiento brusco y no paraba la baja temperatura. Ya no podía moverme, intenté doblar mi brazo pero fue inútil y me percaté de que me hallaba en el suelo.

    No levanté mi rostro, no tenía fuerzas y me sentía incapaz, una perdedora. Escuché a Paul aproximarse a mí, sus pasos eran calmados pero profundos, resonaban en mi oído.

    Patético ―declaró y de nuevo, ante mi impotencia, siguió caminando.

    Me sentí horrible, una escoria que no merecedora de estar con madre. Había perdido la oportunidad de mi vida, ese pokemon era como una piedra que no se movería fácilmente. Lloré mucho con el sol desapareciendo tras las montañas.

    Y vi una estrella, pequeña, era la primera de esa noche y me creí ella, tan débil y diminuta. Aparecieron más, todas más grandes, pero había un gran diferencia; la pequeña brillaba con más intensidad y la luna se situó a su lado.

    Yo me convertiría en una estrella, una tan diminuta pero que con sus fortalezas, brillaría tanto para atraer a Paul.

    Había perdido el segundo asalto, pero no la guerra, en ese instante di el primer paso verdadero para llegar a mamá; había tropezado con Gastrodon, pero sólo me hacía falta planear una estrategia y quitarlo del camino.
     
  5.  
    J.Nathan Spears

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    Bien, me puse a leer el "Paso 1". Joder, pobrecita Smoochum... ese Gastrodon del mar del este le dio un jarabe tapatío Súper Duper XXXXXL xD. Ahora lo que yo me pregunto es... Si Smoochum vence a Gastrodon, ¿Paul se deshará de él? o_O. Todo parece indicar que sí xD

    Como sea, espero leer pronto más de las peripecias de la pequeña Smoochum, para conquistar el corazón de su "madre" xD. Con madres así, mejor ser huérfano xDDDD

    Seguiré al pendiente :3

    Atte. Nathan, Cordero Metalero \,,/
     
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    Sere

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    Creo que imitar a Paul en gestos no fue suficiente para Smoochum, aun necesitará mucho trabajo... no imagino como lo logrará con solo 5 pasos.
    Me pareció tan tierno imitando a Paul, además aprendió a ser independiente: consiguió comida con su belleza :)
    Pobrecita Smoochum perdió su primer encuentro con Paul, y encima conoció la derrota de una forma cruel ToT. Me imagino lo difícil que fue para ella ponerse de pie después de eso.
     
  7.  
    Mr Fey

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    Quizás podrán notar alguna que otra ironía en este capítulo, pero hoy amanecí volando sobre mundos de colores en mi mundo creativo, sería casi injusto no desahogarme, claro que, no afecta en nada la caprichosa personalidad de Smoochum, admitámoslo, esa pedazo de pokemon es molesta, infantil, impulsiva y copiona a rastras de Paul, ¡todo un encanto!

    Van: No se si desirtelo, D= pero digamos que para Smoochum nunca terminaran las luchas constante por el amor de Paul, cinco pasos nunca son suficientes.
    Nathan: Gastrodon hasta el final con Paul, hay muchas maneras de llegar a mi hermano menor favorito.

    Son capítulos cortos, xD pues no es una historia compleja LOL o que tenga una gran trama. =) ¡Vivan las historias Ligth!

    Ya saben, los personajes de pokemon no me pertenencen, ¡Ni siquiera el Smoochum más sexy de todos!
    ¡Nos leemos, en la siguiente nube de color!

    Paso II
    Nunca pidas permiso para nada, sólo hazlo.

    Después de aquel percance y que yo haya sufrido al moverme, levantarme, caminar y correr al centro pokemon es algo que, sinceramente, no quiero recordar. Paul era demasiado altruista, molesto y, adoptando su mismo lenguaje, jodidamente indiferente. Aquí es cuando me suelo cuestionar, ¿Los pokemon crecemos más rápido que los humanos? Y la respuesta es la misma: obviamente sí.

    Sólo pasó una semana desde que no me deleité viendo a Paul frente a mí, y si, lo extrañaba; pero a eso no iba, sino que, en todo ese tiempo, patee tantos traseros pokemon que llegué a usar mis encantos para que otros entrenadores trataran de atraparme, que ilusos, un puño hielo y sus pedacitos de criaturas caían a sus pies.

    Disfrutaba mucho ese acto, enfrentar y patear, era como el ritmo cardiaco de mi corazón al sentir el flujo de la sangre ardiente de pasión por el combate. Hace tres días que olvidé que tenía que mantener perfectamente impecable, ahora tenía el cabello sucio, mis ojos era más confianzudos y desafiantes y algunos raspones cubrían mi pequeño cuerpo. Sonreí superior al verme reflejada en el agua del algo cercano, no tenía la certeza de que mamá siguiera en la ciudad pero yo lo buscaría, porque poseía un plan estratégico, tan perfecto, que madre quedaría encantada.

    Ciudad Canal, así se llamaba el lugar, lo único que conocía a la perfección era el puerto, no sé por qué pero me gustaba mucho; antes de irme a la ruta más cercana para encontrar a la persona más importante en mi existencia, me zambullí en el lago, que en realidad era un canal que llevaba al mar abierto. La suciedad desapareció, no les contaré que la primera vez que estuve en agua casi muero ahogada, esa es una historia de supervivencia que algún día, muy lejano, les contaré.
    Salí reluciente, mi cabello rubio deslumbraba y mi tez se acostumbró nuevamente a ser de un tono rosa pastel. Volviendo a mi pelo, había crecido un poco y mis ojos se cubrían por el de vez en cuando, no me enfadaba, era muy interesante esconder mí vista de los demás al adquirir seriedad, no sé, me otorgaba más personalidad.

    Fui a la ruta más cercana, no recuerdo el número exacto, pero quedaba al este. Caí en la realidad al sentir el pasto en mis pies, ¿qué tal si madre me abandonó? O peor aún, ¿Qué tal si le había pasado algo? Negué, Paul jamás haría eso, bueno, quizás si lo primero pero lo último dudo mucho que le hubiese tenido algún percance.

    Rayo hielo.

    Esa voz autosuficiente y arrogantemente confiado, definitivamente era madre. Observé la escena desde un árbol cercano, sí, tengo algo con esconderme tras su tronco. La batalla se libró en un puente cercano, al parecer el que parecía un gordo y feo marinero lloriqueaba por alguna razón, claro, su fuerte Machoke había sido derrotado por un diminuto y molesto Gastrodon que se obsesionaba con los rayos hielo. No es que yo estuviera celosa por no poseer dicho ataque, pero me sacaba de orbita cada vez que utilizaba el condenado rayo.

    El chico del cabello morado, más precisamente mi dueño, volvió a su pokemon a la pokebola y reanudó el camino. ¡Ahí estaba la oportunidad!

    Paso dos para conquistar el corazón de Paul, nunca pidas permiso para algo, sólo hazlo. Al momento en el que él cruzó el último puente para llegar al otro lado de la ruta, usé toda la velocidad que adquirí gracias al nado, y saliendo del agua, lo cogí desprevenido por el cuello.

    ― ¡chum, chum! ―era mi original forma de decir mamá. Yo no podría ganarle a Gastrodon, nuestros niveles eran completamente diferentes, sin embargo, yo le gané en la inteligencia. No podía con ese pokemon, así que lo evité.

    ¡Segundo abrazo que le di! Él usó su mirada matadora número diez y me lanzó lejos de un manotazo.

    Tú de nuevo ―escupió, enojado. Lo miré coger la pokebola cerca de su pantalón gris, era el momento indicado para utilizar mí siempre fiel confusión; un aura azulada rodeó el contorno de la esfera y arrebaté de la mano izquierda de Paul, el objeto. La pokebola ondeaba dulcemente a mi lado.

    ―¡Smoochum! ―profesé, sonriendo altaneramente hasta mostrar mis dientes. Crucé los brazos en una típica pose arrogante, que bien se sentía ganarle un asalto a madre.

    ¿Acaso piensas que es mi única pokebola? ―dijo con ironía, levantando la ceja derecha. Seguramente en ese momento pensó que yo era un pokemon que no sabía con quien se estaba metiendo. Nuevamente la mano en el pantalón, yo no era muy buena con la confusión, ni hacia milagros y definitivamente no podía concentrarme en otro objeto. Escuché el sonido de un botón ser apretado y una gran luz blanca me cegó por completo.

    Tragué saliva aún con mis ojos azules brillando intensamente por la confusión. Demasiados metros de altura sobresalientes, un gran masa muscular color blanca, ojos afilados y una gran falda amarilla, o al menos a mí me parecía una falda turística; la sonrisa cruel en el rostro de mamá no era nada alentadora, pero yo sonreí ,desconcertándolo.

    Smoo, smoo ― deseé que pudiera entenderme en ese momento. Sucedió lo mismo que con Gastrodon, el Hariyama frente a me analizaba curioso, extrañado de que su amo lo sacara frente a un bebé. Adoro la confianza extrema de mis oponentes, sonreí dulcemente, guiñándole el ojo al pokemon luchador y mis labios mandaron un beso extremadamente dulce. Los corazones revolotearon en el aire y travieso giraron en la cabeza de Hariyama hasta, cansados, llegar a su mejilla. Si, cien por ciento confundido.

    Miré a Paul, tenía la seguridad de que estaría sorprendido y podría jurar que presenciaría una sonrisa de autocontrol. Totalmente equivocada, sonreía aún más pero no por autocontrol, era una jodida sonrisa de maldad, tomé nota de ella.

    ― ¿Es lo mejor que tienes? Eres una causa perdida. Hariyama, palmeo.

    El gran luchador no tenía ni pizca de estar confundo, en una de sus manos anaranjadas una esfera de luz amarilla apareció, dejé de levitar la pokebola y un fuerte golpe llegó con rapidez en todo mi cuerpo. Fue tan fuerte el impacto, que mi espalda terminó incrustada en el árbol más cercano, me dolía todo y podía jurar que escuché varios de mis huesos romperse.

    Deja de perseguirme, patético Smoochum.

    A pesar de que mis ojos lloraban descontroladamente y que besé el suelo con mis labios otra vez, una sonrisa esperanzadora se leyó en mi boca, ¡mamá había dicho mi nombre! Me recordaba aunque el prefijo patético salía sobrando; lo escuché llegar a mi lado y su mano rozó accidentalmente mi cabello al tomar la pokebola, sus pies resonaron en el suelo como la última vez y desapareció detrás de la puerta de la cabina para pasar a la ciudad continua, junto con Hariyama.

    Ese día me costó mucho lograr incorporarme, tardé cuatro horas, busqué alguna baya que pudiera ayudarme, pero no había ninguna. Encontré una superpocion cerca del Marinero que mamá derrotó, éste me miró inquieto, yo me tambalee y caí en la madera. Él me recogió y esparció en mí la cura, gemí, ardía mucho.

    Pronto me vi recuperada y le agradecí con muchos besos al amable señor que sonrió mostrando una pokebola, quería atraparme.

    Examiné el objeto detenidamente, madre parecía imposible, aunque yo trataba de acercarme, Paul tenía una manera de alejarme completamente. No era una mala idea tener a un entrenador y el gordo marinero era amable, las cejas las conservaba muy tupidas y esa barba producía ligeras risas en mí. Una persona agradable.

    Mis dientes relucieron a través de mi gran sonrisa, pero lo rechacé amablemente. Si Paul no sería mi entrenador, nadie tendría el privilegio de serlo.

    Descubrí, que estaba loca por ese niño obstinado de cabellos morados. El cordial marino no intentó detenerme, yo agradecí ese gesto, corrí con el viento en mi rostro, el soleado clima del puerto no aparentaba ser tan caliente. La puerta de la cabina se abrió automáticamente y vi a Paul de perfil en la siguiente salida.

    Mis pies trabajaron con rapidez y presuroso atravesé él pasillo, la espalda de mamá me dio la cara, sus pasos eran suaves, tranquilos, pensativos. Lo sentí cerca y salté otra vez atacando su cuello y mis labios, cariñosos, encontraron su mejilla.

    No tenía que pedir permiso, simplemente lo besaba.
     
  8.  
    Sere

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    mmmm... pobrecita ToT
    Te han faltado un par de tildes y hay un signo de puntuación que... ¿para qué presumo es el ventiúnico que sé usar ._.?

    :confused: aún no he conocido ese lado de Paul.

    jajaja...algo más que copiar de su mamá
    Veo que Smoochom se ha vuelto bastante impulsivo, pero lo que más me sorprendió fue su decisión de no ser capturada por nadie más que por su madre, se ha encariñado bastante con alguien que no lo quiere, me temo que es un poco más humano de lo que él piensa es masoquista.
    Amo la forma tan original de decirle mamí a Paul ToT, tenía que decidir inclusive que él fuera tan besable en la mejilla... si de seguro eso está matando al entrenador por dentro, me encanta la idea de molestar a Paul...pero el precio de mi diversión es el sufrimiento de Smoochum, no sé quiero verla sufrir...por eso mejor leo xD
    Aún amo este fic, alimentas mi vicio de ser molesta con alguien
     
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  9.  
    J.Nathan Spears

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    ¡Bien! ¡Al fin logro leer el Paso II! Rayos... a esa Smoochum le dieron súper fuerte. Ese Hariyama es un pokemon muy poco visto por parte de Paul, así que me gustó que lo hicieras aparecer. Pobrecita... al menos el marinerote la ayudó. De no ser por eso, seguramente estaría bastante maltrecha... la próxima vez no sé quién podría ayudarle xP. Esa Smoochum es una masoquista de primera O_O

    Bueno, ya quisiera ver los otros 3 pasos + el epílogo... ¡Estaré al pendiente siempre! :B

    Atte. Nathan, Cordero Metalero \,,/
     
  10.  
    Navaja

    Navaja The best people in life are free

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    Qué tal, Maestra Satis?

    Whaoh! Tu habilidad para escribir es mi favorita, además creo que noté algunas cosillas en esta historia, por ejemplo, unas actitudes un poco indignas, pero dignas de ser expuestas [​IMG] (No se aceptan preguntas)

    Bien, siendo realista, no me gustó la manera del chico patético de tratar a una pobre bebita. ¿Atacarla con un Hariyama regordete? O seaa! Paul debe ubicarse ¬¬ Es una bebé, y si quiere mostrar su fuerza y su "impenetrabilidad" no debe ser así, eso hace que personas como yo pierdan todo el respeto por personas como él.

    Los primeros pasos de Smochum de veras, son admirables; tomaré nota, porque independiente que sean para llegar a Paul, son consejos que sirven para el día a día.

    Nos vemos [​IMG]
     
  11.  
    pikachuanle

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    Acuario
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    Hola, me gusta tu fic. Aunque no estoy muy familiarizada con esa tempora de pokemon:oops:.

    Pero es interezante como estas logrando que un pokemon que Paul considere debil, termine en su equipo, me imagino que para el tambien sera algo que nunca se imagino.

    La pobre Smochum va sufrir mucho, pero lograra su meta.:)

    Continua como hasta ahora.
     
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  12.  
    Mr Fey

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    ¡Hello! =D ¡Estoy de vacaciones! Y he estado descansando muy bien dos semanas, que no me he dignado a escribir, pero para eso existe Suiren, para estarme chin…. Ejem =D persuadiendo a escribir. ¡Te quiero mucho!

    Paso III
    La vida tiene pequeños momentos de felicidad, y si estos no vienen a ti, ¡créalos!

    Estoy segura de que han de pensar que él me pateó, ¿cierto? ¡Pues si! Pero yo adquirí más velocidad desde la última vez que nos vimos, así que me separé hasta quedar en el suelo, usando la misma sonrisa que mamá empleaba cuando ganaba una batalla. Sí, ese gesto altivo y soberbio; ¡Me salía bastante bien! Paul me observó sin sentimiento alguno, pero yo pude ver como sus cejas se alzaron ligeramente, en sutil sorpresa.

    — Smoochum —dije con mis ojos azules brillando de satisfacción, le había ganado a mamá, inflé mi pecho en orgullo; sin embargo, había sentido algo distinto al besarle, cuando lo hizo por primera vez había presenciado el enfurecimiento dentro de su cuerpo; no obstante en ese momento, cuando mis labios lo tocaron, fue una sensación de tranquilidad la que recorrió mi cuerpo de pies a cabeza, era un poder inimaginable que logró que mi corazón palpitara a una velocidad impresionante. Sin poder evitarlo, me sentí feliz…tan feliz, que mis lágrimas cayeron por mis mejillas ante mis sorprendidos ojos.

    Eso no lo vi venir; yo no quería hacerme esperanzas, pero era como si mamá comenzara a aceptarme y aunque todavía no comprendía bien, seguramente yo no le molestaba. Me contempló serio, recuperando la compostura; metió las manos en los bolsillos, pronunciando esas palabras que no olvidaré en mi vida:

    —Los fuertes no lloran por tonterías — afirmó, contemplando mis ojos llorosos. Nunca vi a madre de esa manera, mostraba ese semblante reflexivo pero sin perder esa postura de arrogancia tan característica en él. Comenzó a caminar otra vez, sin volver la vista.

    La verdad me dolía tratar de entenderlo, a veces parecía tan lejano con sus emociones, y otras veces— cuando lo besaba— lo hallaba tan cercano que no me importaba seguir recibiendo desprecios con tal de experimentar sus sentimientos.

    Limpié mis lágrimas con apuro, y presenté una sonrisa radiante. ¡Ya sabía que hacer! Ahí estaba el paso número tres para llegar a Paul: la vida tiene pequeños momentos de felicidad, y si estos no vienen a ti, créalos! Y si eso significaba besar a mamá tantas veces para entenderlo, yo lo haría, porque comprender las emociones de mi amo y encontrarme un poco más cerca de su corazón, era lo más parecido a la felicidad para mí.

    Corrí detrás de él con mis diminutas patitas pisando la hierba, quedando a una distancia prudente de su espalda. Lo observé fijamente y volví a sonreír de gozo, no pude evitarlo, ¡era el efecto mamá! Me vi a mi misma subiendo mi pecho, enderezando la espalda y adquiriendo ese semblante serio mientras en mis labios se formaba un pequeño gesto de arrogancia; me sentí poderosa transformando mis ojos alegres en dos piedras intimidadoras.

    Mis pasos eran silenciosos, madre jamás volteó a verme en todo el camino. Yo curiosa por naturaleza, examiné el lugar.

    —Ciudad Rocavelo —pronunció Paul y por primera vez en todo el tiempo que lo conocía, vi eso.

    Me sentí enojada, frustrada y complemente confundida. Mamá sonreía; no era una sonrisa distante seria, era más bien, distinta. Los ojos negros, tan profundos tal cual abismo, mostraban un tenue deje de entusiasmo; el semblante amable y las cejas generalmente juntas en una expresión de indiferencia, lucían separadas.

    Paul parecía contento.

    ¿Quién lo hacía sentir así? ¿Quién lograba que su rostro su expresión se volviera agradable? ¿Que su cuerpo dejara a un lado esa tensión superficial? Viví el terror ese día con el sol brillando intensamente tras de mí. No tenía a Paul, pero creí perderlo en ese instante.

    Tanta fue mi inseguridad, que pensé que él desaparecería y me dejaría ahí para siempre. ¡Yo no quería eso! ¡Yo quería a mamá conmigo, junto a mí! Sin entenderme a mí misma y a ese sentimiento que crecía tan fuerte llenando mis pensamientos de egoísmo, me impulsé dando un paso hacia atrás y salté hasta llegar al cuello de mamá, abrazándolo posesivamente. Cerré los ojos, intentando alejar cada uno de mis sentimientos.

    Paul continuó su andar, y yo, cohibida en su cuello, seguía colgando. Poco a poco abrí mis párpados, asustada por su próxima reacción; estábamos en un pastizal, más concretamente el de la casa de mi amo; no sé cuánto tiempo escondí mi cabeza en su cuello, ni en qué momento mi abrazo dejó de ser tan manipulador pero, el hecho de que madre no me golpeara era entre genial y aterrador. No quise ver sus ojos directamente, seguramente me mandaría una de sus mejores miradas matadoras, en lugar de eso, cerré los ojos y sonreí agobiada.

    Ese día, mamá olía a tierra mojada, no estoy segura si fue por estar tan apegada a él que pude olerlo o que puede ser que no pusiera la debida atención a esos detalles; su olor era fresco, fuerte y natural. Me recordaba a al bosque en el que aprendí a pelear, donde conocí a mamá y al lugar en el que conocí la derrota por primera vez. Era un viaje a los recuerdos mediante turbulentas sensaciones.

    —Veo que traes compañía Paul —escuché una voz grave, era lejana y susurraba.

    Una mano tocó mis cabellos rubios, acariciándolos. El tacto era suave, delicado y muy cariñoso. No era mamá, lo noté porque los dedos eran más roñosos, los percibía más gruesos y formaban círculos en mi cabeza, conociéndome.

    Verdaderamente no quería despertar, esa sensación de seguridad que albergaba en mi mente era incomparable; podía escuchar con claridad el latir de otro corazón, los latidos no eran constantes eran más bien, lentos; me hacían sentir apacible, sin una sola preocupación y ese olor a tierra mojada que atacaba mi nariz, me adormecía aún más. Todo era tan perfecto.

    —Es bastante molesto —susurró Mamá. Su voz no estaba tan lejana como la otra, en realidad, ¡era demasiado cercana!

    Sudé frio y la preocupación aumentó los latidos de mi corazón. Mis manos taparon mis ojos al minuto y, pausadamente, comencé a abrir uno para confirmar mis oscuras sospechas; una sensación de alarma me recorrió la espalda al ver los negros ojos de madre puestos en mí. Paul no sonreía.

    —Hola, pequeño.

    Esa persona me saludó, con una sonrisa saturada de dulzura. Yo hubiera hecho lo mismo, pues ese hombre se parecía muchísimo a Paul. No obstante, me había dado cuenta de algo muy importante:

    ¡Mamá me cargaba en brazos! Claro qué, no poseía la certeza de que era más terrible; que me sostuviera o que sus ojos me helaban.

    -

    =D Gracias por sus comentarios.
     
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  13.  
    J.Nathan Spears

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    Joder con esa Smoochum... ¡Está de lo más confundida! Y ahora con Paul volviendo para descansar un poco en casa, junto a su hermano Reggie, me pregunto qué aproblemará realmente a la pequeña tipo Hielo. Me cuesta entenderle...

    El paso 3 dice que los momentos de felicidad hay que creárselos... pero esa tonta sólo se crea preocupaciones innecesarias a mi parecer. Su mente está lejos de mi comprensión xD

    Pero bueno, pronto sabremos qué pasará, supongo...

    Sigue así, Fey ^^

    Atte. Nathan, el Cordero Metalero \,,/
     
  14.  
    Sere

    Sere Silent

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    ¡Saludos!
    Dilo, ¡que no te cohíba ffl!, también te quiero ^^, y es un placer chin... cof, cof, persuadirte para que escribas xD.

    Estoy convencida de que esa Smoochum es masoquista, mira que criticar las manos de Reggie y estar feliz con la patada de Paul, eso sin contar que nunca conoció la felicidad desde que nació... me dio tristeza pensarlo. Quizás el hermano mayor pueda ayudarle en eso o empeorar las cosas.

    Luego están esos momentos en qué las experiencias de rechazo de Paul le han causado un severo trauma emocional a Smoochum, al grado de que la pobrecita presiente un problema cada que la dejan estar tan cerca.

    Lo que más me ha sorprendido fue ese momento en el cual Paul le dice el nombre de la ciudad, aunque podría haber hablado solo, y esa felicidad que asustaba a Smoochum ¿era la de ver a su hermano de nuevo?

    Esperaré la continuación, nos vemos.
     
  15.  
    Navaja

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    Sin duda le tengo algo de envidia a Smochum. Tener la valentía para luchar así por lo que ella quiere, requiere de una voluntad espectacular, y si yo siguiera sus pasos, o tal vez, si todas las personas se propusieran así una meta, lograrían grandes resultados.... El éxito.

    Sin duda, me conmoví bastante... Me quedé sin habla... Me considero una chica de pocas palabras, pero en realidad, con respecto a lo que me gustó esta historia, no tengo nada que decir, se me hace más fácil expresar lo que aprendi...

    Navaja!
     
  16.  
    Mr Fey

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    Los personajes de Pokémon no me pertenecen, si así fuera, Paul y Reggie seria los mejores hermanos del mundo, cariñosos y asdf. ¡Igual, los quiero!

    Paso IV
    Usa tu encanto, los mejores cómplices…¡son los más cercanos!

    Reggie, ese es el nombre del muchacho que le encantaba tenerme en sus brazos; ha pasado más de un mes desde que nací y al menos diez lunas desde que comencé a vivir en la casa de madre.

    Paul me ignoraba, parecía más feliz entrenando a sus pokémon contra adversarios mucho más fuertes que ellos. Mi querido Reggie lo regañaba por ello pero madre decía que entre más difícil fuera el enemigo, el sabor de la victoria sería más gratificante.

    Papá, tal cual nombré al hermano mayor de mi mami, se convirtió en mi maestro… ¿Por qué? Bien, aunque yo de alguna manera odiaba eso, mamá siempre le hacía caso. ¡Todo el tiempo! Por más mínima que fuera la petición, tal parecía que madre buscaba una forma de disculparse por algo, pero sin dejar esa frialdad y orgullo aún lado. Sólo eran detalles, pues cuando papi le dijo que dejara descansar a los pokémon, madre no mencionó una palabra; sin embargo, regresó a todos.

    Yo quería seguir los pasos de Reggie, esa exactitud con la que lograba todo aquello, por ello lo llamaba padre; una vez, un Seviper me dijo que un padre era ese que te guía en lo que hacías, alguien a quien admirar todo el tiempo; yo adoraba al hermano mayor.

    Los observé, tratando de encontrar el hechizo o las palabras adecuadas con las que Reggie lograban ese efecto en Paul; Jamás lo hallé, lo único que podía notar, es el hecho de que mamá mostraba tranquilidad cuando estaba con mi padre y su voz ya no sonaba tan sarcástica.

    Ese comportamiento, me llevó al siguiente paso para conquistar a Paul: Usa tu encanto, los mejores cómplices… ¡Son los más cercanos! Juro que no gozo de hacer esto, bueno, una parte de mi sí lo hace; Reggie me quería, me consentía y trataba muy bien, cumplía incluso algunos de mis caprichos. Lo más importante: dominaba a mamá.

    Yo debía aprovechar su capacidad. Estaba claro que mis esfuerzos no producían muchos resultados, la última vez al abrir mis ojos, después de mirarme fríamente, madre me había puesto en los brazos de papi, diciendo: “todo tuyo”, me sentí muy triste ante eso, que facilidad tenía mi madre para darme a otro humano.

    ¡Smoochum, a comer! —me dijo Reggie, encontrándome recostada en el suelo de la sala. Traía esa sonrisa tan cálida en su rostro y sus manos rodearon mi cintura, cargándome. Yo lo besé en la mejilla, gustaba mucho de sentir las emociones de él, esa tranquilidad y protección que desprendía usualmente —, Paul, tú también.

    Madre que permanecía sentando en el sillón informándose acerca de una nueva liga, levantó la vista del televisor. Se limitó a asentir brevemente y padre volvió a sonreír, orgulloso.

    Dime hermano, ¿participarás en la próxima liga pokémon? — cuestionó el mayor sin dejar de alimentarme con unos cubitos extraños. Admito que sabían bastante bien, tenían el toque perfecto entre la dulzura y el picante, me paré aún en los brazos de papi, recargando mis manos en el respaldo de la mesa; fijé mis ojos verdes en madre, curiosa.

    Paul me miró, alzando la ceja izquierda. Yo alcé la mía y procuré quitar un mechón de mi cabello con mi mano derecha, para que él pudiera observarme; me di cuenta en ese momento que soy muy impulsiva, cualquiera podía considerarme una suicida, pokémon no identificable que le encanta retar a su entrenador.

    Lo pensaré.

    ¿Llevaras a esta pequeña? —preguntó, acariciando mi cabeza. ¡Odiaba eso! Aunque muchas noches soñé que madre lo hacía. Los ojos negros de Paul vieron con intensidad los de Reggie, dudando en la respuesta que le daría, escuché a padre suspirar.

    No gusto de débiles.

    Yo realmente en ese instante, ya no sabía qué hacer; ¿por qué madre no era como papá? Yo quiero mucho a padre, amo sus sonrisas, su carácter y esa dedicación que ha mostrado al cuidarme. Le estoy tan agradecida, porque me enseñó la preocupación, el cariño y el cuidado por los demás. Muy diferente a madre, que sólo me enseñó el orgullo, el sarcasmo, la altives y la exclusiva elección de los pokémon.

    Mi perseverancia no fue suficiente, Paul seguía tan lejano como la primera vez; no obstante, mi corazón imprudente no aceptaba esto, me mata la idea de pensar que puedo perder a madre; por eso también odio a Reggie, porque me da esa sensación de que merezco algo mejor, que no debería dejarme de madre; quisiera arrancarme a Paul por ello, pero me niego a escuchar los pensamientos sobre esa decisión, yo lo buscaré eternamente, me haré fuerte por él y lograré conquistar su corazón; nunca aceptaré que existe la posibilidad que mi amo no me quiera cerca.

    Tú eres muy fuerte, hermosa. —Susurró padre, contra mi oreja—, es sólo que Paul no puede ver más allá de tu dulce apariencia.

    Asentí, girando sobre mis piernas y viéndolo directamente. Me quitó las amenazadoras lágrimas de mis párpados y sonrió naturalmente, revolviendo mi cabello.

    ¿Te gustaría jugar conmigo?

    Lo abracé, cerrando los ojos.

    Sólo logré escuchar los pasos de Reggie.

    Jugué. Me divertí tanto esa tarde, que pensé que era un sueño, uno de esos donde no quieres despertar. No pensé que un poco de lodo, agua y muchas ganas de hacer bolitas fuera tan emocionante, dejé a padre completamente derrotado ante mi mirada llena de burla.

    Ya me imagino lo potente que son tus rayos hielo, ¡no he podido hacer nada!

    Me reí con vigor, no sé si es porque son humanos, pero Reggie me beneficiaba con su lentitud; cada vez que lanzaba una bola de lodo con rapidez, inevitablemente lo golpeaba y él, indispuesto a perder, devolvía el ataque. No es por presumir, pese a sus esfuerzos yo evitaba todo. ¡Eso que él realmente quería matarme! Lanzaba como si de una batalla de verdad se tratase.

    Me ha dejado exhausta, lo acepto. Mis jadeos pueden escucharlos hasta la próxima ciudad, me recosté sobre el pasto, moviendo las manos de arriba hacia abajo; fresco.

    ¿Y tú dices que es débil? Veo buena velocidad y reflejos, creo que lo demás lo sabes tú.

    Lo oí decir, la verdad es que el agotamiento me venció. Sólo vi a Paul acercarse a su hermano, mientras yo cerraba los ojos, entregándome al descanso; también debo de consentir esto, esperaba haber creado una buena impresión en madre, y algo me decía, que Reggie abogaría por mí, después de todo, lo asombré.

    Fue un toque de suerte, jamás me di cuenta de que madre nos observaba. Pero…¡Gracias Reggie! Por qué sé, que mamá no se negara, me aceptará y formaré parte de su vida.

    Sin embargo… ¿Por qué no me gustaba del todo el logro? No lo sé, quizás es porque quería llegar a él por mí misma.
    ______________________________________________

    ¡Capítulo, terminado!

    Lamento la tardanza, pero aquí está el penultimo paso para llegar a Paul, no hay nada como los cómplices para ir por el camino corto, pero nuestra bebe parece preferir ir por el largo y sufridor camino. ¡Gracias por sus comentarios!

    Nathan: Sí, bueno, ella tiene cierto complejo masoquista, yo lo sé. xD
    Suiren: Sí, tiene mucha determinación y bueno, sus sus decisiones las que han determinado hacia donde llegará. ¡Ella ama a su papi Reggie! =D ¿Cómo no adorar a los dos hermanos? Sí, lo es. =D Ambientado despues de la liga, xD yo sé que Paul quiere arreglar las cosas con su hermano y ante todo, lo quiere, =3, trata de hacerlo, a su manera claro, xD tampoco se rebajará a que Reggie se de cuenta de eso.
    Navaja: Claro, ¡Hay que envidiarla! Hace falta voluntad para llegar a Paul, aunque, la hemos visto flaquear un poco, resignarse pero su amor es más fuerte, lo que la hace seguir. ¿Par qué quedarse a medio camino?

    Muchas gracias por los comentarios, me encanta recibirlos y responderlos. Sé que esta no es la mejor historia que eh escrito, pero estoy feliz, porque fue la primera larga, que escribo en primera persona. Nada mal, a mi gusto.

    Si hay un error, no duden en decírmelo, lo corregiré.
    Fey M. Riddle
    ¡Juro que soy una maldita serpiente...!
     
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  17.  
    Navaja

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    Smochum se ganó mi respeto. No me gustan mucho esos Pokémon, y menos su evolución, pero me encariñé con esta dulzura *o*
    Es fascinante su fuerza de voluntad, algo digno de apreciar.

    Es que no entiendo, ¿por qué Paul cree que es débil? Sin duda ganaría el premio al esfuerzo. A mi parecer, lo espectacular viene en empaques pequeños, y esa lindura ha sabido demostrarlo.

    Dejando un lado mi euforia... la narración está impecable, perfectamente entendible y tiene algo de picardía.

    Pd: ¿De qué liga era la noticia? o.o En mi opinión, Paul debería recorrer Johto, a mi parecer es la región más complicada.
     
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  18.  
    J.Nathan Spears

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    Vaya, vaya, vaya... así que la pequeña pasó un mes entero viviendo con Reggie y Paul... Reggie tiene cierto "poder de mando" por sobre Paul que ignoraba por completo. Debe ser por el éxito que Reggie había tenido en ligas, aunque no sé si habrá sido campeón en alguna parte xD.

    La pequeña está por llegar a su meta gracias a Reggie... y no, no pierde mérito por usar la ayuda de "papi", ya que el hecho de que Paul estuviese observando fue mera coincidencia.

    Como sea, supongo que con eso Paul está cerca de comprender el poder de esa Smoochum. Pronto sabremos cómo será el desenlace...

    ¡Hey! Espero con ansias el próximo episodio :D

    Atte. Nathan, el Cordero Metalero \,,/
     
  19.  
    Sere

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    Saludos. ¿Te he dicho que amo tus fics? Pues los amo y si no queda claro aún...los amo, y también molestar a Paul y esta vez hubo poco de ello.

    Ahora a la parte interesante, tu fic...

    Pareciera que Smoochum comienza a abandonar su lado masoquista pero por el comienzo de esta historia, ambas sabemos que no es cierto. Smoochum irá con Paul, no sé como pero lo hará T.T y sufriré por que Reggie se olvidará de el y nadie consentirá a esa pequeña.

    Primero que nada amo el lado oscuro que tiene esa pequeñita... aprovecharse de Reggie y luego lo del lodo. Sé que amas el lodo, y por lo visto tus personajes también xD. ¡Esa batalla estaba planeada! para que Paul la viera, aunque me hace dudar de quien era la mente malvada maestra detrás de todo.

    Ahora, tu parte favorita ¡los detalles del fic! hasta eso que hoy fueron menos.
    ¡Ah! si.... ya sabes detalles con naranja, en este caso una letra mayúscula después de un punto y coma :p.Yo sé que ese hechizo es el crucio xD.
    Aún tienes algo con esa barra espaciadora xD, y si que esta chiquiada esa Smoochum *-*.

    Bueno, nos encontramos a un paso y quizás un epilogo de terminar este fic y no estoy muy segura de como continuaras esta historia. Paul debe ser conquistado en un sólo pasó más y parece que Smochum sigue tan lejos de su objetivo, aunque ese último acercamiento hacia Reggie mientras Smoochum dormía y esa defensa, creo que lo colocan bastante más cerca de lo que cree.
     
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