Un Amor Claroscuro. Inu-kag.

Hola, disculpen la tardanza. Pero estuve un poquiito ocupada, pero ya he venido con el nuevo cápitulo, espero que les guste.​

Y de nuevo, muchas gracias a todas por pasar a leer mi fic.​

Logan, !Deja de decirme pequeño gisante el cual podrías aplastar como una hormiga! !Sino te atienes a las consecuencias! >_< ​

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Capitulo 6:​

Salvados por…​

Primero acarició mis mejillas, así que decidí cerrar mis ojos, al mismo tiempo en el que sentía un gran hormigueo por todo mi cuerpo.

Sus manos estaban muy frías y no sabía el porqué de eso, pero no me importó, me quedé muy quieta para nada más sentir sus manos en todo mi rostro…

—…mmmm…mejillas….mmmm….

Me sostuvo con sus manos todo el rostro, y con sus pulgares acarició mis mejillas lentamente. Luego sus manos se dirigieron hacia mis cejas, sintiendo cómo tocaba cada una de ellas con apenas las yemas de sus dedos…

—Aquí están tus cejas….—dijo mientras me acariciaba suavemente.

Al terminar con mis cejas, dirigió sus manos hacia debajo de ellas, a mis ojos, y los acarició…

—tus ojos…

Tocó mis ojos y pestañas, pero no lo hizo durante mucho tiempo, seguidamente se dirigió hasta mi nariz y dijo….

—Tu nariz es muy fina…

Al decir eso abrí mis ojos lentamente topándome con su rostro, notando en sus mejillas un gran rubor, y con una expresión muy cálida, vi que sus labios dibujaban una leve sonrisa. La cual me provocó mucha gracia. De pronto sentí que sus manos se iban hacia mi barbilla.

—….mmmm barbilla fina…un poco redonda.


Observando cómo dejaba ver un poco sus dientes con una hermosa sonrisa. Seguidamente toda mi atención se fue por un momento hacia mis labios…Sus manos se encontraban ahí….acarició mi labio superior y luego el inferior con sus pulgares.

—Y por último, la boca…—al decir eso inmediatamente le observé, notando así cómo saboreó sus propios labios…¿Acaso…tuvo— Valla eres muy hermosa….
—……… —¡Oh dios mío!¡ ¿!¡Es mi imaginación…O es que tengo ganas de…besarlo!¡? —…Gra-gracias…—creo que me sonrojé —
—¡Bueno, digo!¡..... ( ¡Maldición! ¿¡Lo dije en voz alta!? !Se supone que era un pensamiento¡ ¡Espera un momento! ¿Yo pensé eso?....¿entonces es cierto que ella…..?

*Quedamos en total silencio, yo no sabía qué decir después de esas palabras que le dije, solo deseaba que alguien me sacara de este apuro. Pero por alguna razón no quería que eso ocurriese…..!¡Grrrg!¡ estoy tan confundido….*

—…¡Kirara!¡Kirara! !Estás en casa¡ !Que alegría¡—escuché gritar a Miroku. Ah… !Gracias¡—
—…!Bueno ya Miroku llegó¡...!Jeh, jeh¡… (lo que me faltaba la estúpida risita nerviosa)
—¡Oh! !Sí¡, que bueno que Miroku volvió, ya había tardado ¿no crees?...!Jeh, jeh, jeh¡... —¡Gracias Miroku!—

Rápidamente me puse pie e Inuyasha me siguió

—¡Auch! (intenté ponerme de pie, pero maldita sea, me dolió) !Duele¡ (¡Maldición, había olvidado que me golpeado!)
—¿Eh?...Inuyasha—¡es cierto!—déjame ayudarte.
—¿¡Qué!?...no, no será mejor que vallas con Miroku (¡bastante tengo con que me ponga nervioso!) Vamos ya vete, yo iré dentro de un rato…
—¿Seguro? —le pregunté.
—Sí… (¡Que ya se vaya!)
—Está bien, te espero abajo, solo ten cuidado… —¡Uy! ¡Siento tan calientes mis mejillas! ¿Será que me sonrojé una vez más?

Así que salí de la habitación de Inuyasha y bajé las escaleras para poder encontrarme con Miroku.

—¡Kirara! ¡Pensé que te habíamos perdido!—dijo Miroku mientras sostenía a Kirara en sus brazos.
—Miroku, ya llegaste—le di la bienvenida.
—¿Kagome? ¿Pero—volviéndome a ver un poco sorprendido —…¿Qué haces aquí? pensé que te habías ido con….tu amiga—notando que su mirara se iba hacia otra parte, mientras que al mismo tiempo sus mejillas se ponía rojas.
—Si….pero volví, ya que tenía que traer de vuelta a esta tierna criaturita —dije mientras sonreía.
—entonces…¿!Kirara si se había escapado¡?
—sí, apareció en mi bolso.
—¡Oh! ¡No sabes cuánto te lo agradezco Kagome!
—…Jeh, jeh, no tienes nada de que agradecer Miroku…pero…también volví por otra cosa—le dije cambiando mi expresión a una seria.
—Dime… ¿Qué cosa es entonces?
—¿Qué querías libidinoso? Espera que le des una disculpa por el cómo te comportaste con su amiga—dijo Inuyasha, provocando que Miroku y yo diéramos un pequeño brinco.
—!Inuyasha¡—dijo Miroku mientras me daba a Kirara—déjame ayudarte—se acercó preocupado.
—¡Grrrg! ¡Ya déjame en paz!—se quejó Inuyasha, mientras Miroku trataba de agarrar su brazo para ayudarle a caminar.
—¿Pero por qué no quieres que te ayude Miroku?—le pregunté a Inuyasha.
—¡Yo puedo solo! ¡No necesito la ayuda de nadie!(dije malhumorado, ya que aún me duele ese maldito golpe) Suéltame Miroku(me deshice del agarre de Miroku)
—¿Estás loco? —Me acerqué a ellos casi regañándolo—te golpeaste muy fuerte contra tu cama, por eso ahora estas cojeando, ¿Y por último dices que no necesitas la ayuda que Miroku te está brindando?
—Sí, ya dije que no necesito su ayuda (¿Pero qué le pasa? ¿Quién se cree para hablarme de esa manera? ¿Acaso piensa que es la mamá de trazan? Tal parece ser que ya tiene mucha confianza, pero nada más espera a que le quite esa confiancita que llegó a tener conmigo, le enseñaré a respetarme y a que vea quién manda)
—Eres un gran obstinado (escuché quejarse a Miroku)

*De pronto, sentí que me tomaban por ambos brazos, y que prácticamente empezaba a arrastrarme. Hasta llegar al sofá, e hizo que a la fuerza tomara asiento*

—¿!Pero qué te pasa Miroku¡? (Bufé casi pegando alaridos y completamente enojado por lo que hizo)
—¿Te volviste a golpear con la cama?….ah…. (Escuché que suspiró con resignación) Seria la décima vez en Todo el día Inuyasha…mmmm. No sería extraño que no hayas empezado a cojear….
—¡Feh!….¡Tú sabes que esa maldita cama no me quiere! (me limité a responder)
—Pero díganme una cosita (De pronto, pude notar un cambio en la voz de Miroku. Era extraño, ya que al principio me hablaba con un tono muy serio, pero ahora usa una voz…como cuando hago algo y trato de ocultarlo. No más bien como cuando él ha acabado de ver una de sus “Películas” y trata de aparentar de que nada le sucede, sí, algo así) Mmmm ¿Qué estaban haciendo en tu habitación Inuyasha? (Ah, y apuesto a que sonreía, ya que cuando él hace ese tipo de preguntas, siempre las termina con una pequeña risita) ¿Eh? ¡Jeh, jeh! (ven, se los dije… !Un momento¡ ¿Qué pregunta fue?)
—¿¡Qué!? ¡Nada! ¡Simplemente fue que Kirara había mordido a Inuyasha en su mano! ¡Y-yo…me encargué de curar su herida!—¡Este Miroku! ¿Porqué hace esas preguntas? ¡Me puso nerviosa!
—E-eh, Miroku…¿Qué fue lo que preguntaste? (la verdad no recuerdo la pregunta, ya que estaba distraído… )
—¿Ah? —¿Qué acaso Inuyasha no entendió la pregunta de Miroku?
—¡Jeh, jeh! Nada Inuyasha, jeh, jeh nada, después hablamos
—mmmm...…odio cuando cambias el tema ¿Sabías?
—¡Oh bien! Miroku —lo volví a ver con una mirada un poco seria y le dije —¿Qué esperas? ¿Qué acaso no me dirás que fue lo que ocurrió contigo y Sango?—le pregunté mientras me ponía de brazos cruzados.
—¡Oh!...oh…!Eso¡ Eh, bueno jeh, jeh. Es que toqué sin querer su trasero… —dijo mientras miraba hacia otra parte muy sonrojado. Ay Miroku, eres el colmo, pobre de mi amiga Sango.
—Ah… —suspiré —Miroku…cuando aprenderás…escúchame, la próxima vez que vengamos, le darás una disculpa a Sango ¿De acuerdo?
—…..!Aceptas o aceptas Miroku¡ (dije para simplemente molestarlo)
—“Je, je” Que gracioso Inuyasha….Kagome… —mencionó mi nombre, al mismo tiempo en que me volvía a ver —discúlpame por mi comportamiento…fue muy vergonzoso, y de verdad lo siento, te prometo que la próxima vez que vengas con tu amiga, le pediré disculpas y me comportaré —dijo con la mano derecha en su pecho—
—¡Uy! ¡Qué difícil!….¿¡Miroku comportándose¡?... ¡Uy!¡Sí, que difícil! (dije muy sonriente)
—¡Ya cállate Inuyasha! (trató de regañarme, lo cual simplemente ignoré)
—Oye…No lo molestes, es bueno que Miroku aprenda de sus errores—pobre Miroku, que malo es Inuyasha.
—Ah….¿Y tú crees que va a poder comportarse? ¡Por favor¡ Hablamos de Miroku, tengo casi toda la vida de conocerlo, y Miroku no se ha comportado nunca, ni siquiera cuando era un niño.
—Gracias por la información Inuyasha. Siempre tan amable…
—¡De nada!...Para eso están los amigos (Jeh, jeh)
—Eh…je, je….bueno será mejor que me valla, ya se está haciendo tarde, y mañana tengo que verme con Sango en el centro comercial….
—¿!En serio¡? —Al parecer Miroku aún está muy interesado en Sango.
—Sí…¿Porqué?
—¿Porqué no salimos los cuatro juntos? De todas maneras Inuyasha y yo teníamos pensado ir mañana ahí (¿Qué le pasa a este?)
—Miroku eso no ¡Esmmmm! (Pero ¿!Porqué me tapa la boca¡?)
—¡Miroku!—dije asustada—pobre Inuyasha, ¿Pero qué le haces Miroku? —¿Por qué le tapa la boca de esa manera a Inuyasha?....!A menos, de que lo haya inventado¡
—¡Ah! ¡Ya suéltame! (dije obstinado por lo que me hizo)
—ah….¡Je, je! ¡Nada no le he hecho nada!…!Solo es un simple juego que tenemos entre nosotros¡ ¡Je, je¡ ¿Verdad Inuyasha?
—un juego, un juego…ja, ja…si como no…Idiota (se aprovecha de que estoy así. Si no, ya desde mucho le hubiera dado su merecido)
—¿Seguro?... —si mucho te voy a creer.
—¡Si claro! ¡Je, je! Además míralo de esta manera ¡Así le daré una disculpa a tu amiga Sango!—me dijo muy sonriente.
—está bien Miroku, nos vemos allá, solo espera mi llamada y no ponemos de acuerdo ¿Sí?
—¡Ok!
—¡Feh! (Miroku hace todo lo que puede para conquistar a una mujer, para que después, simplemente lo utilicen o nos terminen robando)
—bueno ¡Que te vaya bien Kagome!
—¡Gracias Miroku!—le sonreí, mientras me acercaba con cierta desconfianza para darle un beso de despedida en su mejilla.
—Oye Kagome —dijo en cuanto nos separamos—¿No te despedirás de Inuyasha?—¡Uy! ¡Este Miroku! ¡Y de colmo tiene esa miradita!
—¿!Eh¡? (¿Y a este qué le pasa?)
—Eh, s-sí casi lo olvido…!Je, je¡ ¡Que tonta! ¡Je, je!—¡Este Miroku!

Así que me acerqué a Inuyasha....

—…Has-Hasta luego…Inuyasha —¡Qué Vergüenza!
—¿¡Eh!? (¿!PERO QUÉ HACE¡? ¡Que No Se Me Acerque!) ¡N-no tienes por qué hacerlo! (dije en voz baja….!Maldición me pone nervioso¡) ¡Lo digo en serio! (Rápidamente volteé mi rostro y… )

*De pronto, sentí que me dio un beso en la comisura de mis labios…y-y se sienten muy…muy suaves…tibios…¿Oh?...¿Acaso lo estoy disfrutando?....

Y en menos de un segundo empecé a sudar frío, rápidamente me separé de ella, totalmente asustado por lo ocurrido.*

—¡Ah! ¡Eh! ¡Adiós!
—Ah, eh...!Sí¡ —¡Oh dios mío, prácticamente le di un beso en la boca!

Me había apartado de él al mismo tiempo en que él lo hizo conmigo, me había quedado observando su rostro, el cual estaba completamente rojo, y creo que también el mío lo estaba, y como siempre, una vez más, sudaba frío, sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho…

—¡Je, je!—escuché reírse a Miroku…realmente esto es vergonzoso.
—¡Bueno! ¡Yo ya me voy¡ Je, je....!Adiós Miroku¡—dije mientras iba recogiendo con rapidez mi bolso—¡Inuyasha un placer!—¿Huh? ¿Por qué dije eso?—Je, je…!¡Adiós¡—¡Pero qué tonta Kagome!—¡Hasta mañana!—dije totalmente nerviosa, mientras me iba hacia la puerta.
—Adiós —escuché despedirse a Miroku, como al mismo tiempo podía notar con el rabillo de ojo, cierta sonrisa en su cara.


Espero que les haya gustado tanto como a mi.

Atte: Mikura 700.

Post: Aquí les dejo una imagen que he hecho con mucho esfuerzo, tambien es mi nuevo avatar, haber si les gusta ^^

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Hola, tenía pensado subir el cap el dia de mañana, pero cambié de opinión gracias a mi queridisima amiga whitemiko. ​

Este cap te lo dedico a ti mi querida amiga, así que espero poder hacer que te vuelvan los animos amiguis. ;)​

Espero que les guste chicas.​

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Capitulo 7: ​

Al fin en casa…!¡Empieza el chisme!¡​

—bueno Inuyasha (Escuché a Miroku, mientras me daba cuenta que se acercaba hacia mí, por el sonido de sus pasos) mmmm…esta jovencita Kagome, digo…¿Te gusta mucho, verdad?
—¿!Qué¡? (le respondí con cierto nerviosismo en mi voz)
—¡Vamos! No lo niegues Inuyasha, Kagome te dejó como loco (dijo mientras me daba un pequeña palmada en mi espalda)
—¡Claro que no! (respondí quitando su mano de mi espalda) ¡Deja de decir tonterías Miroku! ( Ella ¿Gustarme? ¡Por favor! Aunque…)
—sí, con decirte que en estos mismos instantes tienes todo tu rostro completamente rojo. Y se te puso aún más rojo, cuando dije el nombre de…Kagome
—¡Cállate! (¡Sí como no, qué tontería!)
—¡Ah! ¡Lo ves! ¡No puedes negarlo, te sonrojaste de nuevo! (dijo mientras me seguía molestando)
—!Feh¡ (¡No! Yo no…Pero siento calientes mis mejillas…¿Será cierto lo que dijo? !Grrrg¡ ¡Esto es humillante! ¡No quiero sentir eso! ¡Maldición!)
—¿Sabes qué pienso Inuyasha?
—No, y no quiero saberlo Miroku (respondí malhumorado)
—¡Je, je! Que parece que le gustas mucho a Kagome, y a ti también ¿No? Je, je…No te había visto así, desde que conociste a Kikyo (¡Esto Es El Colmo!)
—¡Grrrg! ¡CÁLLATE!(grité con todas mis fuerzas provocando que me doliera un poco la garganta por aquel esfuerzo, estaba completamente harto de que Miroku me molestase) ¿¡Acaso No Sabes Cuándo Cerrar Tu Boca!? !Ya Me Tienes Harto Miroku¡ (inmediatamente me puse de pie y…)
—Pero…Inuyasha, no era mi intención. No quería que te alteraras…Lo siento, no debí…(trató de disculparse) Déjame ayudarte (e intentó tomarme por el brazo para ayudarme a caminar)
—¡Ya Déjame! (dije sin la más mínima paciencia y al mismo tiempo hice que me soltara con un movimiento un poco violento)
—Inuyasha…Espera
—¡Grrrg! ¡Tengo sueño, Así que me iré a dormir un rato, Y espero que no me Molestes!

Rápidamente, bueno, no puedo decir que fue rápido, debido a que estaba cojeando, pero me fui a como pude de allí, hasta llegar a mi habitación, cuando llegue a esta abrí la puerta…

—Espera… (Me detuve un momento)…Uno…Dos… ( Y conté en voz alta para no equivocarme con los pasos que habían entre la puerta y mi cama) Tres, Cuatro…. (Esta vez, lo lograré, no me golpearé, ya lo verán) Cinco, Seis, Siete, Ocho, Nueve…Y Diez…ah (suspiré) ¡Excelente! (¡Al fin! ¡Llegué a mi cama sin chocar contra ella!)

¡Pasf!

—¡Ahhhh!(¿!Pero qué¡?)¡Maldición!¿¡Porqué a mí!?

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Al fin había llegado a mi casa, ya era de noche, y me sentía cansada. Llegué a la puerta de mi casa saqué mis llaves, abrí y entré, siendo recibida por mi gatito Buyo.

—!Ah¡—suspiré —¡Hola mi querido Buyo!—le saludé, y decidí llevarlo a mi brazos y acariciarlo un poco —¡Qué bueno es estar de vuela en casa! ¿No crees?

¡Miau¡

Ese casi beso……

—Fue tan… ¿Yo realmente lo disfruté?—me pregunté en voz alta, puse a Buyo en el suelo y seguí con mi divagación—¿Aunque solo rozara por unos segundos mis labios?—seguidamente toqué mis labios levemente.

Él estaba frío al igual que yo. Pero, no sé por qué tengo la ligera impresión de que a Inuyasha también le gustó.

—Mmmm…debe ser mi imaginación—negué con mi cabeza varias veces—Porqué, digo, no podría ser cierto que yo le guste, apenas, y nos conocimos hoy…Y casi no nos llevamos.

Ya estoy cansada… Me siento muy confundida. Será mejor que coma algo y descanse.

—Ah…—bostecé—estoy cansada…este día fue un-ah….un tanto loco para mi…—dije entre bostezos.

Seguidamente me dirigí hacia la cocina a prepararle a Buyo su comida y a mí un ramen instantáneo. Cuando estuvo listo me dirigí a la sala de estar para ver televisión.

Por alguna razón, no me podía concentrar en lo que veía, siempre venia hacia mí esa pequeña escena cuando me despedía de Inuyasha, la cual provocaba que sintiese mis mejillas calientes.

—Ah—suspiré resignada— será mejor que me vaya a mi habitación—e inmediatamente apagué el televisor, me puse de pie, lave el plato en dónde había comido y subí las escaleras—

Una vez en mi habitación, mire mi PC portátil y la encendí.

—Vamos a ver si tengo mensajes nuevos…. —veré si así puedo alejar esos locos pensamientos de mi cabeza, sino no podé dormir bien—Oh, son solo mensajes del joven Hoyo. Y todas son invitaciones para salir—hay este pobre, a pesar de que sabe que a mí no me gusta, aún mantiene las esperanzas en que algún día seré su novia…

Al ver que nada podía sacarme de la cabeza aquella escena, decidí apagar la portátil, e ir a cambiarme de ropa, para ponerme la pijama y tirarme a mi cama.

—¡Mi cama….Mi adorada cama!—dije al estar tan cómoda en ella.

Seguidamente, escuché sonar mi móvil, así que lo tomé de la mesita de noche a un lado de mi cama

—Hola…¿Quién habla? —pregunté.
—¿Kagome?
—¡Hola Sango!
—¡Hola! ¿Estás en tu casa?
—Sí ¿Por qué?
—¡Oh! No por nada ¿dime?¿Cómo te fue?
—Bueno, bien hice tenía lo que hacer…y —dije con un cierto nerviosismo en mi voz que obviamente Sango tuvo que haber notado.
—¿Uh? Kagome…Te escuchas extraña ¿Qué te pasó? o más bien ¿Qué pasa?—y sí, se dio cuenta de mi comportamiento.
—¿Qué? Bueno, lo que pasó es que de verdad…sí creo que me gusta el joven Inuyasha—seguidamente aparte un poco el teléfono de mi oreja.
—¿!Qué¡? —ya me esperaba esa reacción.
—Pero no grites
—eso es maravilloso, aunque no tanto, ya que él es un tanto malhumorado.
—¡Que si qué! —Exclamé—Es un amargado, la verdad, es que no sé cómo me he enamorado de una persona como esa, digo, es apuesto, muy apuesto, pero eso desaparece cuando abre su boca. Además tampoco entiendo el por qué, de que haya sido de un hombre como él, ya que no pega con los gustos que tengo para los hombres
—¿Sí? ¿Pero qué pasó entre ustedes dos? ¡Haber cuéntame!—dijo muy curiosa.
—está bien, pero debes prometerme que por nada en el mundo cancelarás nuestro compromiso de mañana ¿Sí?
—¿Por qué lo dices Kagome?
—solo respóndeme Sango
—está bien, te lo prometo…
—bueno, lo que pasó fue, que al llevarle a su mascota.
—¿Mascota? —preguntó confundida.
—Sí, es que se le había escapado y la gata se metió en mi bolso. Así que se la devolví e hice que Miroku me diera un disculpa por el comportamiento que tuvo hoy contigo…
—¿Y qué más?
—Pero cuando llegué, resultó que Miroku andaba en busca de la gata, y por eso tuve que quedarme con Inuyasha.
—¡Noo!
—Sí ¿Y sabes una cosa?
—¿Qué? —preguntó entusiasmada.
—al llegar ahí me recibió con un… “¿Otra vez tú por aquí?”
—¡Que grosero!
—¡Y no es nada! Le dije que le traía a su mascota de regreso, y ni siquiera me fue para darme las gracias, lo único que hacía era exigirme que le devolviera a su gata.
—¡Pero qué chico!—se quejó Sango.
—Sí, después me empecé a poner muy nerviosa, debido a que él se me acercaba cada vez más y más, hasta el punto en que tuve que detenerlo con una de mis manos.
—¿¡Qué!? ¿Y por qué se te acercó tanto?
—porque él no puede ver Sango ¿No lo recuerdas?
—¿¡Qué!? ¿¡Ciego!? ¿Y no me lo dijiste antes? No lo sabía
—¿No lo sabías? Oh bueno, ahora lo sabes—sonreí.
—Kagome, espérame un momento a que llegue a tu casa.
—¿!Qué¡? Ósea que estas en camino, pensé que estabas en tu casa Sango—eso si me había sorprendido.
—sí, sí, lo que pasa es que había salido a comprar un Pizza…¿Quieres Pizza? ¡Por que compre una grande!
—bueno, yo ya comí, pero no importa
—entonces una pregunta más, es que lo que me cuentas esta muy interesante, y yo me preguntaba si…
—Está bien Sango, te puedes quedar a dormí aquí en mi casa, demás ¿Cuándo te he dicho que no te puedes quedar?
—¡Bueno! ¡Entonces ya te caigo!
—¡Ok!

Seguidamente cortamos la comunicación, y al cabo de un rato Sango había llegado con su famosa Pizza ¿Y con una pequeña maletita?
La verdad ya me lo esperaba de Sango, seguramente ahí debe de traer la ropa que se pondrá el día de mañana.

Nos encontrábamos en mi habitación, mejor dicho sentadas en mi cama, Sango se había puesto una de mis pijamas, y estaba con la caja de Pizza en sus regazos, y por supuesto comiendo muy amenamente, poniendo atención a cada palabra que le decía.

—Pero Kagome, cuéntame que más pasó —dijo Sango muy impaciente, provocando una ligera sonrisa en mi.
—bueno, entramos a su habitación, y él no contó bien los pasos que habían entre su cama y la puerta o qué sé yo, debido a eso se golpeó tan fuerte que hasta a mi me dolió... ¡También déjame decirte que su habitación era inmensa!—dije asombrada tras recordar la habitación de Inuyasha.

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Toc, Toc

—Inuyasha….Por favor, déjame entrar…Te traje comida…¿A poco y no quieres comer? Si no quieres, entonces me la comeré yo (escuché a Miroku mientras tocaba incesablemente la puerta)
—Grrrg… (Gruñí molesto) entra…deja la comida y después lárgate… (dije arrecostado en mi cama)
—Inuyasha…. (pronunció mi nombre mientras se dedicaba a abrir la puerta. Al escuchar sus pasos acercándose hacia la cama, decidí darle la espalda) Vamos, no me digas que aún estas enojado conmigo
—sí, y ahora largo (dije de mal humor)
—….Si piensas darme la espalda…Es para el otro lado (dijo mientras dejaba el plato de comida en la mesa de noche ) Vamos Inuyasha, lo siento amigo, no debí decir eso.
—¿!Qué si no debiste¡? ¡Keh!(me quejé )…sabes que a mí no me gusta hablar sobre ella. Y aún así, te atreviste a hacerlo
—Lo siento…. (se disculpó nuevamente)
—¡Feh! Eso no basta… (es un idiota, solo provocó malos recuerdos…)
—Pero Inuyasha ¿Qué puedo hacer para que ya no estés enojado conmigo?
—Veamos…oh si, ayudaría mucho si te largaras.
—¡Vamos amigo!(me rogó) No puedes estar toda la vida enojado conmigo.
—….mmmm
—¡gracias!¡ —

Sí, Miroku sabía que con ese sonido él ya estaría perdonado de cualquier cosa.

—entonces, ahora que volvimos a estar de buen humor…¿!Que tal si me cuentas cómo te fue con Kagome!?
—¿!Eh¡? (inmediatamente me senté de golpe en la cama…!Ya empezó con eso¡)
—¡Dime la verdad!, a ti te gusta Kagome...¿no es cierto? (dijo mientras me empujó con su codo)
—……… (Simplemente me limité a decir palabra alguna, quién sabe en qué podría estar pensando en estos momentos)
—Inuyasha, no te quedes callado, dime qué pasó cuando yo no estuve… ¿Qué, acaso estuvieron haciendo “cositas” entre los dos (y ciertamente lo dijo con su típica voz de depravado)
—¿!Pero que dices Miroku¡? ¡Solo tú piensas en ese tipo de cosas! ¿¡Acaso no te cansas!? En primer lugar, ella a mi No me gusta. Y en segundo lugar, no tengo tiempo ni ganas de tener otra relación con otra mujer.
—¿Entonces te vas a hacer gay?
—¿¡Pero qué dijiste!? ¡IDIOTA! ¡Mejor Cállate!
—fue una broma…
—Una broma, sí claro… (Idiota, ¿Cómo puede bromear con ese tipo de cosas? )
—entonces contéstame
—Grrrg…!Está bien¡...si así me dejarás en paz
—¡Ya veremos! ¡Je, je!
—Cállate….lo que pasó, fue que ella regresó porque Kirara estaba con ella.
—eso no, eso ya lo sé, más bien cuéntame cuando estuvieron en tu cuarto
—!Ah¡ !Cómo fastidias¡(me quejé) ¿¡Pues que más pudo haber pasado!? Ella me curó, bueno…primero me golpeé con mi cama, como de costumbre, ella se preocupó y se le metió en la cabeza que quería ver mi pierna y yo…yo (De pronto, sentí que mis mejillas se ponían un poco calientes)
—¡Ajá! ¡Lo Sabía! (dijo triunfalmente) ¡Algo pasó entre ustedes, porque te sonrojaste como nunca antes! ¡Haber Inuyasha, quiero todos los detalles! (¡Malditos Sentimientos!) ¡Haber dilo! (insistió)
—¡No es cierto!
—Sí, sí es cierto ¡Ahora suéltalo todo!¡
—¡Ah! ¡Grrrg! ¿¡Alguna vez alguien te ha dicho que fastidias demasiado!? (Le pregunté)

Aún seguía negándome a hablar, pero nuevamente recordaba varios momentos en los que accidentalmente tocaba el cuerpo de esa chica.

Como cuando le di ese casi beso en la comisura de sus labios…o el momento en que toqué uno de sus pechos…Y desgraciadamente, lo único que conseguía eran más sonrojos, ya que constantemente Miroku me insistía para que le contara todo.

—Inuyasha, mira que soy tu mejor amigo, por favor ¡Cuéntame!(me rogó mientras me movía de un lado a otro)
—¡Ay Bueno! (y abrí mi boca) ¡Que por accidente toqué uno de sus pechos!
—¿¡QUÉ!?

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—¿¡QUÉ!? ¿¡Que Tocó Uno Tus Pechos!?
—¡Such! ¡Sango!—traté de calmarla —Sí pero fue accidentalmente, porque luego de eso empezó a disculparse, si lo hubieras visto, tenía una cara de apenado el pobrecito.

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—¿Y cómo lo sentiste?
—¿!Qué¡? ¡Eres un depravado Miroku!
—No Inuyasha, soy un Hombre, y como tal, solo exijo saber cómo los sentiste.
—¡Uy sí! ¡Cómo no!
—entonces si no quieres responderme eso…¿Dime? ¿Te gusta Kagome?
—……(volteé mi cabeza hacia otro lado y dije)…E-eran muy b-blandos…(¡Qué vergüenza Inuyasha! ¡Cómo pudiste llegar a eso! ¡Ahora si es cierto que mis mejillas están muy rojas!
—¡Lo sabía, sí te gusta Kagome!
—¿!Qué¡? (Sabia que ninguna de las dos preguntas me servían….)

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—Oye Kagome…¿Dime?...¿Y te gustó la manera en que te tocó?—¿¡Pero qué preguntas!? —
—¡Sango! —dije sonrojada tras la pregunta que me hizo Sango.
—¡Es solo por curiosidad! Porque….para serte sincera—seguidamente me di cuenta de que las mejillas de Sango se iban tornando rosaditas ¿Acaso? —a mi me…gusto Miroku…me gustó la manera en que me habló y también….cuando—contestó tartamudeando.
—¡Sango! ¿!No me digas que te gustó cómo Miroku te tocó el trasero¡?
—¿¡Eh!? Bueno…. —dijo en voz baja y muy apenada—pero —me volvió a ver — no estoy dispuesta a dejar que lo haga de nuevo, ya que si lo hace le daré su merecido —dijo mientas me mostraba su puño.
—¡Sango¡ —dije impresionada —Bueno, si tú fuiste tan sincera para decirme eso, pues yo también…creo se sintió bien…. —¡Uy mis mejillas! ¡Siento que me van a explotar de lo sonrojada que me encuentro! Solo con mi amiga Sango me logro divertir así….


Bueno, ojala haya podido dejar un buen sabor de boca y muchas sonrisas chicas.

Atte: Mikura 700