Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por InunoTaisho, 6 Agosto 2010.

  1.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

    Escorpión
    Miembro desde:
    18 Febrero 2008
    Mensajes:
    610
    Pluma de
    Escritora
    POR FIN, POR FIIIIIINNNNNN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Caramba, tantos capitulos esperando esto y por fin se desidió "Kagome ¿quieres tener un hijo mio?" XDDDDDDDDDDDDDDDD Juro que me bote d la risa con esa parte, todavía estoy carcajeandome, este fic me encantó tanto que se lo ley a mi hermana menor, a quien le gusta esta pareja (y no, no estoy hablando de Yulis) genial forma de hacer declarar a Inuyasha, no sentí nada Ooc, estubo fantastico.

    Ahora espero ver como Inu se lo restregará a Kouga XD esto se va a poner divertido, especialmente el día de la boda, cuando Kagome o Rin inviten a Sesshomaru a ella XD, ya no puedo esperarme por el siguiente capitulo, siguelo pronto, bey.

    PD: recuerda que sigo esperando el fic especial de Sesshomaru ¿he?
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  2.  
    Whitemiko

    Whitemiko Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    9 Agosto 2010
    Mensajes:
    228
    Pluma de
    Escritora
    holi!!!
    QUE GENIAL!!!
    wow!!esa declaracion fue tab espontanea!, tan sincera!! y nada de Ooc!!!
    primero con lo de...¿te gustaria tener un hermoso hijo conmigo?, te juro que lo lei como 3 veces y aun no me entraba en la cabeza que el hubiera dicho eso!!
    jajajaajjajaa y ella toda motivada ¡SI SI QUIERO TENER UN HIJO CONTIGO!, y quien no? fue tan lindo!!
    lo que me dejo O.O fue que haya tirado el agua para el ramen!!eso no me lo esperaba!!
    te felcito por la conti!!muero por saber como se lo dira a koga!!!seguro al mas estilo inuyasha, ir a restregarselo en la cara!!!
    espero conti!
    XOXO
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    DanyNeko

    DanyNeko Tú imaginación es el camino a la felicidad

    Sagitario
    Miembro desde:
    30 Enero 2011
    Mensajes:
    61
    Pluma de
    Escritora
    konichiwaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!
    ya espera la conti, me mataste con lo que dijo inu (si jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaj ajajajajajajajajajajajajajajajajaja) perdonenala pero es que tmbn le dio risa lo que dijojaja inu jajaja
    pero estubo siper tierno lo que le dijo ( si fue bastante dulce incluso para el, me hizo llorar eso si de emocion =´) esybo divino)
    si es verdad bn te dejamos con buenos deseo y esperamos que no avises la conti
    Sayo (sayo)
    ATT: DANY-Chan​
     
  4.  
    Cami Chan

    Cami Chan Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    10 Marzo 2011
    Mensajes:
    304
    Pluma de
    Escritora
    Hooooooooola!
    Al fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin ! Después de tantas dudas e interrupciones! Al fin Inuyasha se le declaró a Kagome!
    Nunca me habría imaginado a Inuyasha imitando a Miroku, pidiéndole un hijo a Kagome, me dio mucha gracias jajaja
    La verdad es que este capítulo me encanto, porque lograste combinar en una confesión muy amorosa y tierna algo cómico también, logrando que no fuera todo tan intenso y ajustándose perfectamente a la personalidad de Inuyasha!
    Ojalá que tengan un montón de bellos hijos y que vivan felices...
    Ahora... lo que falta... ¿Qué pensará Kouga? Espero que sea algo divertido jiji
    Bueeeno, espero conti como siempre de este fic que simplemente me encanta !
    Saludooooooooooooos
     
  5.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    AAAAALELUYA!!! ALELUYA!!!!!!!!!!!!!!
    esa si es una manera de declararse!! YO NO VI NI UNA PIZCA DE OoC, AL CONTRARIO... todo muy a su manera... tanto que me hiciste llorar... con esto...
    Allí literlamente empezé a llorar... me hiciste sentir taaaan lindo con tooodo lo que le dijo... donde me reí fue en:

    Ese es mi inuyasha favorito!!... o oo oo tambien lo de:
    Me dió un ataque de risa terrible... hahaha!!!! de TODAS las palabras del mundo... ¿tenía que empezar así? hahaha fue genial!!!
    y luego lo de:
    Me tiré al piso de la risa... y lo juro!!!
    Pero Inuyasha tiene razon con eso de que todo pasa por alguna razon... y que tenian que madurar... tooodo fue muy sincero... y NO inuyahsa!!! no es por que esté en sus dias! hahaha
    gracias amiga!!! muero por la boda!!! ya quiero!!! ya quiero!!

    kagomeG
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  6.  
    cristty

    cristty Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    16 Julio 2008
    Mensajes:
    49
    awwwww!!!!!
    al fin pude leerlas.... tengo que decirte que me quede sin palabras...
    Inuyasha tan tierno! jajajajaja me dio risa... no se pudo acordar de otra cosa??
    jajajaj pero ni modo... sin eso no hubiera podido.
    espero tu continuacion con muchas ansias, ya que ya podre estar al corriente...
    muchos besos de mi parte!!!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  7.  
    Vianyz Elric

    Vianyz Elric Entusiasta

    Escorpión
    Miembro desde:
    18 Febrero 2011
    Mensajes:
    142
    Pluma de
    Escritora
    Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    me ncanto la conti fue muy romantica!!!!!!!!!! ese Inuyasha despresiando unos tres tazones de ramen jajajaja para morirse.
    oye creo que en tanto tiempo no solo a Sango se le pegaron las costumbres de Miroku XD y luego Kagome no ma!!!
    sus reacciones de ambos jajajajajajajaja
    COMIQUISIMO!!!! me gusto como inu se puso de pervertido pensando que el y ella en ese bosque jajajajajaja me cai de la risa, osea casi me orino!!! jajajajajaja bueno me tengo que ir
    Bye-Bye
    Mata neeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
    P.D. hoy pongo la conti de "Si puedo confiar en Tessaiga y en Tenseiga...¿Por que no puedo confiar en sus dueños?..." pasate por favor se pondra divertido.
     
  8.  
    rin chan

    rin chan Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    28 Abril 2010
    Mensajes:
    127
    Pluma de
    Escritora
    AHHH por fin se le declaro que hermoso n.n , inuyasha no sobrepaso su personalidad, es justo como el lo hariaa
    mm kagomee debio sentirse immportante al darse cunta que ella era la razón que inuyasha hiciera olvidarse del ramen xD
    JAJA inuyasha de todo lo que le dijo miroku , lo que se le ocurrio decir fueee quieres tener un hijo conmigo xd no manches
    por fin se sinceraron me encantooo sigee asi
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  9.  
    ahomexInu

    ahomexInu Entusiasta

    Piscis
    Miembro desde:
    13 Octubre 2009
    Mensajes:
    152
    Pluma de
    Escritora
    hola amiga como has estado...
    Se que es imperdonable que no halla comentado durante tanto tiempo y espero me perdones ( se me cae la cara de la verguenza:oops:) pero dejo en claro que no me he perdido ningun capitulo lei todo cuando se graduo, cuando regreso y por supuesto que lei la gran declaracion!!!!!! fue estupenda tal como debia ser manejaste a la perfeccion el caracter de inu bonita pero no muy cursi pero lo mejor fue esta parte:
    pobre inu tan desesperado estabe que justo tenia que usar esa frase y kag desvergonzada le dio el si de inmediato jajaja fue una situacion muy comica pero romantica uqe me hubiese encantado ver en el anime asi que gracias por ecribir este fic y permitir que sigamos soñando con nuestro querido hombre bestia te felicito jeje
    Bueno te prometo que no dejara de comentar y que ahora si me tendras permanentemente aqui!! cuidate....
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  10.  
    AlexMarie Kagamine

    AlexMarie Kagamine Usuario popular

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Enero 2010
    Mensajes:
    767
    Pluma de
    Escritora
    No inventes que buen fic desde el principio fue genial tenias razon me encanto enserio, sobre todo las ansias de Miroku en los primeros capitulos y luego las palabras de Inu-sama jajaj fueron lo mas cool que he leido, InuYasha ya queria ser emo con su matame que bueno que Sesshomaru-sama lo hizo reaccionar , tambien adore las peleas con Shippo y las conversaciones con Miroku ese y sus "pervertidos" consejos quien lo cambi, wow luego de ver que Sesshomaru-sama estaba en la epoca de Kagome fue genial aunque sea abuelo sigue siendo tan sexyyy y lo que mas me gusto fueron estos ultimos capitulos desde que Kagome regreso me encanto que bueno que Inu-sama ya sea feliz de nuevo y lo mas genial es que Kikyo ayudo a Kagome (para mi fue extraño un poco) pero bueno sirvio porque al fin InuYasha le dijo que la amaaa y eso me hizo gritar ademas de ese tierno beso te lo juro amiga ame tu fic y muchas gracias por averme dicho de esta genial historia cuidate nos estamos posteando y pronto nos veremos con otra conti (si no agarro un paquete de galletas es enserio jaja) bueno si tienes Internet ahi te ves
    Atte: Alex la angelita del infierno que ama a Inu-sama y a Sesshomaru-sama y que desea con mucha ansia ser la nuera de Inu no Taisho jajaja
    Pd: no dejes de avisarme
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  11.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,830
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    arigato por comentar les explico que la musa inspiradora de mis escritos, o sea mi madre, me ha abandonado, jajaja no es ierto es que su trabajo la absorve tambien y no nos hemos dado tiempo de revisr las conti para corregir errores y continuar con la historia tan bien como hasta ahora, pero no desespereis, que a paso lento pero seguro iremos... tambien la escuela me absove y es importante pues entrare al bachillerato y tengo que prepararme, les agradezco su comprension y apoyo a mis fics, no les defraudare para que sigan siendo de los favoritos. sayo y seguimos por aqui leyendonos​

    P.d. y estoy de acuerdo con alguien que dice por ahi "odio los fics de mala calidad..." por eso, por no ser de mala calidad, necesito pulirlos, porque mis lectores y lectoras merecen una historia de calidad. se que por eso me pueden odiar pero varios me agradeceran. arigato y por aqui seguimos en contacto.​
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  12.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,830
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    2872
    holaaaaa pues estoy aquí de vuelta para poner la tan ansiada conti y disculpen la tardanza pero por el momento tengo otras cosas que hacer pero no se preocupen que no los (as) abandonaré así q diviertanse con la conti:

    Capítulo 27

    Amaneció ya. Los viajeros continuaron su camino. Después de las sinceras palabras salidas del corazón las cosas estaban muy claras… se amaban, y todo ese tiempo de separación fortaleció sus lazos. Claro que Aome no podía esperar que Inuyasha fuera un cursi empedernido como el monje Miroku, pues esa no es la manera de ser del Hanyō.

    Iba apoyada en su espalda, sintiéndose muy feliz. Tuvieron un desayuno grandioso y se dieron unos cuantos besos antes de que el ojidorado pidiera calma para avanzar. Su andar le parecía un poco más rápido, o ¿es que Inuyasha caminaba presuroso? No importa, lo verdaderamente importante había pasado ya.

    Por supuesto que el peli plateado avanzaba más rápido. Ya conocía el atajo y, ahora que el principal asunto que había ocupado su cabeza durante varios días estaba solucionado, no tenía porque detenerse. Entre más pronto hablara con el Sarnoso de Koga mejor. Le daría la oportunidad de enterarse de algunas cosas… posiblemente el Ōkami supiera algo, por algo es un súbdito leal de Sesshōmaru, y el vivir en sus tierras implicaba obediencia para con el Daiyōkai.

    Aproximadamente al mediodía llegaron a las cercanías del territorio ocupado por el clan lobuno… siendo atacados por algunos cuantos que no les conocían.

    — ¡Es un Hanyō! — gritó uno, lanzándose sobre él.

    — ¿Qué pretendes? — interpeló otro a una distancia prudente.

    — ¡No molesten! — el ojidorado golpeó al que lo atacó.

    — ¡Ah, venimos en paz! — gritó un poco Aome, oculta entre la cabellera plateada — ¡Buscamos a Koga, somos amigos!

    — ¿Amigos del Comandante? — preguntó el segundo lobo acercándose con cautela en tanto otros auxiliaban a su camarada lastimado y varios más gruñían al ojidorado, que los encaró de igual forma.

    — ¡Ya oyeron, no me obliguen a ser más violento! — les espetó tronando una garra.

    — ¡Inuyasha!, — le recriminó Aome bajando de su espalda — ¡esa no es la forma de presentarse!

    — ¿Pues de que otra forma les vas a hablar a una manada de lobos apestosos? — la miró con enfado.

    Los lobos gruñeron más ante la ofensa. La pelinegra trató de calmarlos.

    — En serio, conocemos a Koga y a su esposa Ayame. — agitó calmadamente las manos con una sonrisa nerviosa en el rostro — También a Guinta y a Hakkaku.

    — Salgan de ahí par de bobos… — dijo “tranquilamente” el Hanyō mirando entre los lobos — todos apestan, pero su olor ya lo conozco.

    Los demás se apartaron, abriendo un camino, dejando a los dos aludidos al descubierto. Ambos sonrieron un poco con gesto tonto al ver la cara molesta del peli plateado, y se acercaron lentamente.

    — Inuyasha… — saludó Guinta.

    — Qué gusto verla… señora Aome — dijo Hakkaku a su vez.

    — ¡Muchachos! — Aome se abalanzó sobre ellos y los abrazó efusivamente, muy contenta — ¡Qué alegría que estén todos bien!

    Inuyasha torció un poco el gesto, cruzado de brazos.

    — ¿Dónde está su Comandante? — preguntó sin cambiar el tono agresivo — No vine a “visita de cortesía”.

    — Inuyasha… — la chica volteó a verlo, dirigiéndole una mirada fea, haciendo que el ojidorado cambiara el gesto.

    — Eee… — tartamudeó retrocediendo un poco, un tanto asustado por lo que pudiera pasar a su persona — ¿Podrían llevarnos con él?

    — Sí… claro. — contestó Guinta en lo que Hakkaku parpadeó por el cambio repentino de carácter — Síganme.

    — Descuiden, son amigos — Hakkaku habló con los demás, y se fue tras su camarada y los invitados.

    Penetraron al área central por las montañas, no muy adentrados en la zona Oeste, pero desde ahí se apreciaba como había disminuido la actividad yōkai… el cielo ya no parecía tan oscuro. A pesar de todo Aome sintió un breve escalofrío… también percibió los restos de las perturbaciones ocasionadas por las hordas de demonios. Se notaba que había sido algo terrible lo que sea que haya originado todo. Tratando de disimular un poco preguntó:

    — Díganme chicos, ¿cómo han estado todos por aquí?

    — Bien señora Aome. — le contestó Hakkaku — Es una buena región para vivir.

    — A pesar de los otros yōkai… — intervino Guinta.

    Hakkaku lo golpeó en la cabeza.

    — ¡Recuerda lo que dijo Koga! — lo regañó.

    — Lo siento… — se sobó el golpe.

    — ¿Qué saben de todo esto? — les cuestionó Inuyasha mirándolos agresivamente — Hablen.

    — ¡Nada! — dijeron al unísono, bastante nerviosos.

    — Inuyasha… — interrumpió Aome muy seria, sin dejarlo continuar — Si quieres saber algo espera a preguntarle a Koga.

    — ¡Keh! — le rezongó — Ese Sarnoso no está aquí… ¿me quisieron ver la cara? — interpeló a los jóvenes.

    — Yo lo dejé con Ayame… — dijo Hakkaku tembloroso.

    — Tranquilo Inuyasha, — Aome adoptó un tono tétrico tomándolo firmemente del brazo — Ayame debe saber a donde se fue.

    — Si tú lo dices… — intentó aparentar tranquilidad mientras a los jóvenes se les erizó más el cabello al notar la molestia de la muchacha.

    Llegaron al área de cuevas habitadas por la manada… obviamente la de mejor ubicación y la más grande tenía que ser la del jefe. La entrada estaba tapada con un tipo de cortina. Del interior se oían pequeños aullidos. Inuyasha parecía afectado por el aroma a su alrededor.

    — ¿Te sientes bien? — le preguntó Aome un tanto preocupada.

    — ¡Agh! — se quejó — Tanta peste me hace daño.

    — ¡Ayame! — llamó Guinta — ¡Tienen visitas!

    — ¿Quién es? — salió la aludida llevando en brazos a un pequeño cachorro — ¡Aome, Inuyasha! — exclamó al verlos — ¡Regresaste después de todo! — la saludó con una sonrisa.

    — ¡Ayame! — dijo la pelinegra igual de contenta — ¡Qué lindo cachorrito! — puso ojitos tiernos.

    — Pasen por favor — indicó.

    Aome iba a entrar pero…

    — Eee… — se apenó un poco — Inuyasha no se siente bien.

    — Ya veo. — sonrió la loba — Oigan chicos… — les indicó a los jóvenes — consíganme la hierba especial y me la traen enseguida.

    — Sí Ayame — dijeron al unísono y se fueron después de cuadrarse frente a la loba.

    Inuyasha ya estaba en el suelo y los ojos le daban vueltas. De adentro se oyeron más chillidos.

    — Bueno Aome… ¿gustas pasar? — indicó la pelirroja — O si quieres esperar… discúlpame, debo atender a mis hijos.

    — Eee… pasemos — sonrió un poco, ella sola no podía levantar a su amado.

    Siguió a la loba al interior. No podría llamarse un hogar verdadero, porque es un lugar adecuado para lobos salvajes, en el piso abundaban algunos huesos y la pelinegra trató de disimular su asco. Por cierto que miró más detenidamente a su anfitriona, la cual se acercó a dos pequeños más, sosteniendo a uno de ellos para amamantarlo en lo que dejó suavemente al que llevaba en brazos. Los pequeños lobeznos aun tenían los ojos cerrados, físicamente se parecían a Koga… sólo uno tenía el cabello tirándole a rojo oscuro. Los otros dos parecieron dormir después de que uno se echó encima del otro.

    — ¡Uf! — suspiró Ayame — Menos mal que los primeros ya van de cacería.

    — ¿Pues cuantos hijos tienen? — preguntó Aome curiosa viendo al lobezno tomar su leche de forma voraz.

    — Con ellos son seis… los tres mayores fueron a entrenar con Koga — contestó sonriente.

    Ayame lucía más madura… no por ello menos linda. Ya no usaba la armadura y traía puesta una larga y sutil túnica blanca. Sus cabellos los tenía atados en una cola baja. Sus verdes ojos brillaban con ternura alimentando al pequeño lobo. Por cierto, los lobeznos tenían rasgos sobresalientes que recordaban su ascendencia animal… son yōkai puros. Guinta entró al momento.

    — Aquí está lo que pediste.

    — Gracias. — respondió la loba — ¿Pueden Hakkaku y tú traer a Inuyasha con cuidado?

    — Eee… sí — contestó un tanto apenado.

    — Se los agradezco tanto — dijo Aome amablemente.

    Los jóvenes levantaron al ojidorado lo más cuidadosamente posible, en lo que la pelinegra preparó el té siguiendo las indicaciones de la loba. Las dos chicas platicaron un poco de sus cosas, mientras Guinta y Hakkaku volvieron a sus puestos. Aome se enteró que los lobeznos mayores tenían aproximadamente dos años y los pequeños relativamente recién nacidos.

    — ¿No son muy chicos para ir de cacería… solos? — preguntó algo preocupada.

    — Los Ōkami crecemos más rápido que los humanos. — respondió muy sonriente Ayame después de haber acostado al último lobezno — Además Koga está con ellos… y los tres son machos.

    Atendieron a Inuyasha y le dieron el té al momento que Aome lo despertó dulcemente.

    — Inuyasha querido, levántate — le dijo amorosa besándolo tiernamente en la mejilla.

    El pobre Hanyō conservaba los ojos cerrados y la expresión de asco no se le borraba todavía.

    — ¡Agh, huele horrible! — dijo sin abrir los ojos y tapándose la nariz.

    — Gracias por la flor. — sonrió Ayame pasándole el tazón de té a Aome — Tú también necesitas un baño.

    El ojidorado abrió los parpados y miró a la loba con cara de pocos amigos.

    — Ya te volviste como el Sarnoso de tu esposo.

    — Inuyasha… — le reprendió Aome — tómate esto y no seas grosero.
    — Y en cuanto te sientas mejor puedes buscar a Koga. — indicó Ayame sin borrar la sonrisa — Está al norte, no muy lejos de aquí… llevó a los niños de cacería.

    — ¿Acaso tus Sarnositos mayores ya cazan? — preguntó Inuyasha un tanto incrédulo, oliendo la bebida.

    — Solos no, pero en un año aproximadamente ya podrán integrarse a la manada inicial. — contestó la pelirroja — Y bébete eso ya, desconfiado.

    El peli plateado se tomó rápidamente el té y se levantó presuroso.

    — Pues voy a buscarlo. — dijo entregándole el tazón a Aome — Prefiero estar afuera… apesta menos.

    — Y le dices que venga a saludar a Aome — indicó la loba mientras el Hanyō tomó carrera para salir.

    En diez minutos localizó al Sarnoso y sus tres Sarnositos mayores. Eran bastante parecidos a su padre, con esa expresión de salvaje confianza a pesar de ser aun pequeños, aunque uno de ellos tiene los verdes ojos de su madre. Al parecer escuchaban atentamente alguna explicación de papá.

    — Bien chicos, ahora aspiren profundamente para detectar los olores en el ambiente. — indicó Koga con seriedad — Sigan mi ejemplo.

    — Sí papi — dijeron los lobeznos al unísono.

    Aspiró olfateando en el aire, imitado a la perfección por sus hijos… para después hacer gesto de desagrado al percibir…

    — ¡Agh, apesta a Bestia! — dijo al exhalar intempestivamente.

    — ¡Blegh! — opinaron los niños, a los que también les llegó el olor.

    — Mira quien habla de malos olores — espetó Inuyasha al acercarse.

    — Bestia… — lo encaró Koga en lo que sus peques parpadeaban ante el desconocido — ¿qué te trae por aquí?

    — En realidad… — lo miró seriamente — dos cosas: Aome quiso saludarte y…

    — ¿Aome regresó? — preguntó Koga entre dudoso y burlón — ¿En serio?

    — ¿Quién es papi? — preguntó uno de sus muchachitos. Los tres lobeznos miraban curiosamente al Hanyō.

    — Es… una Bestia conocida mía. — contestó sin darle mucha importancia — Ahora espérenme por allá. — les señaló un árbol cercano — Continuaremos más tarde… no se vayan a ir o ya verán como les va — los miró con severidad.

    — No papi — afirmó uno de ellos, el de ojos verdes.

    Los tres se alejaron y se sentaron en el sitio indicando, observados por su padre. Después dirigió su atención nuevamente al ojidorado.

    — Me imagino que ahora si vas a hacer de Aome tu mujer — lo miró escrutadoramente — o, ¿sigues pensando en la miko muerta? — le interrogó.

    — Kikyō fue parte de mi vida, — contestó igual de serio — pero eso es pasado… Aome es mi presente y mi futuro.

    — Menos mal… no te perdonaría si la hicieras sufrir de nuevo — observó.

    — Nunca más la haré sufrir. — afirmó — Pero eso no es lo importante. — adoptó su expresión habitual — Se que tú sabes lo que ha pasado por estos lugares, así que te exijo una explicación ahora — lo miró con los brazos cruzados.

    — ¿Te importa mucho? — preguntó sarcástico — ¿Tú hermano no te cree digno de saberlo?

    — ¡Keh! No lo hago por él… por mí puede ir nuevamente al infierno y no volver. — contestó enfadado — Me interesa porque es posible que tengamos que regresar… como hace no muchos días.

    — ¿Viniste a exterminar yōkai? — parpadeó extrañado.

    — Solicitaron los servicios de Miroku… sólo sabemos de perturbaciones sobre un área específica… — contestó tranquilamente — y, al parecer, el arrogante de Sesshōmaru tiene mucho que ver en esto. — y volvió a mirarlo con su gesto habitual — Así que dime lo que sepas… queremos confirmar nuestras sospechas.

    — No se nada. — contestó Koga después de meditarlo un poco — Conozco lo mismo que tú… perturbaciones en las que él no estuvo presente, pero al parecer tiene mucho que ver. No puedo decirte más.

    Inuyasha le dedicó una mirada escrutadora, y después se sonrió un poco.

    — Oye Sarnoso… ¿ya te volviste su más fiel servidor? — dijo con ironía — ¿Piensas quitarle el puesto al enano verde lame botas?

    — ¡Bestia torpe! — lo golpeó en la cabeza — ¡No tienes que insultarme!

    Los lobitos miraban la escena sin entender porque su padre cruzaba palabras con esa Bestia… un aroma conocido los hizo ponerse de pie.

    — Papá… — dijo uno de ellos.

    Los adultos también lo percibieron y se quedaron quietos mirando hacia arriba. En un claro entre las copas de los árboles descendió suavemente una alta e imponente figura. Miró primeramente a Inuyasha y después a Koga, con el mismo gesto de indiferencia habitual y sus doradas pupilas centellantes. El Ōkami se inclinó levemente de forma respetuosa y sus hijos lo imitaron. El Hanyō murmuró:

    — Sesshōmaru — mencionó entre dientes, no muy a gusto por la llegada de su hermano.

    — Gran Señor… — saludó Koga con seriedad, sin atreverse a mirarlo — ¿a qué debo el placer de su visita?

    Por el momento no le contestó. Miró de reojo a su medio hermano y se sonrió un poco, retornando al gesto habitual de indiferencia para dirigirse al Comandante lobuno.

    — Debes hacer algo… por tu bien y el de tus descendientes. — le indicó gravemente —Considéralo como un honor para los lobos.

    Koga se enderezó y miró fijamente a Sesshōmaru, pero sin su característico gesto agresivo, únicamente un tanto serio.

    — Usted dirá Gran Señor — contestó respetuoso.

    — Elimina a las basuras que se atrevieron a entrar en mis dominios. — agregó con tono sereno — Y a cualquiera que ose intervenir en tu trabajo — miró una vez más de soslayo a Inuyasha.

    — ¡Keh! — el aludido se dio por aludido — Me vale mierda que esas porquerías te importunen… pero si tengo que volver volveré. Aunque… — preguntó con ironía — ¿por qué no te dedicas personalmente a acabar con ellos? No son problema para ti.

    — Escorias como tú… y esos… — dijo pausadamente sin mirarlo de frente — no voy a perder mi tiempo. — volvió la vista a Koga una vez más — A menos que quieras sentir mi furia lobo… cumple con mi mandato.

    — Cuente con ello, Gran Señor — le dedicó otra reverencia.

    Sesshōmaru volvió a elevarse lentamente con su habitual elegancia. Inuyasha no pudo guardarse un comentario.

    — Aunque no quieras, si es necesario regresaré para acabar con las basuras que tú dejaste entrar — le espetó viéndolo con desprecio.

    — Como quieras… — clavó sus doradas y frías pupilas en él, y parecieron brillar — sólo te advierto que vas a dejar sola a esa mujer que volvió de lejos por ti… si te atreves a regresara a mis dominios.

    La mirada del Hanyō reflejaba la gran furia que sentía, y ya no se atrevió a contradecir a su hermano. Antes que arriesgarse a algo protegería a Aome. El Daiyōkai sonrió nuevamente en forma breve, y se alejó con velocidad después de atravesar las copas de los árboles.

    Nota de la autora: Algunos largos, otros cortos, pero es para no perder el sentido de la historia. Recuerden que todo lo relacionado con Sesshōmaru es parte de otro fic que estoy cocinando, así que no desesperéis. Tiempo es lo que me falta para poder transcribir mis ideas pero no abandonare este fic y el otro hasta que los termine. Les invito a leer otra pequeña idea que me llenó la cabeza, en el mini foro de” Dragon Ball”, se llama “Noches de luna llena… con consecuencias”, se van a divertir. Sayo y arigato por su comprensión y apoyo.

    P.D. Por lo menos Koga ya estaba consiente de que Aome nunca lo quiso más que como amigo… que bueno que es feliz con Ayame, así lo veo yo, y que entendió que el regreso de Aome era por Inuyasha.
     
    • Me gusta Me gusta x 5
  13.  
    Yazkara

    Yazkara Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    29 Marzo 2011
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    HI!
    Que lindo te quedo.
    Pobre de Ayame con tantos nenes, pero creo que es feliz con todos, espero que Koga pueda con su micion sin dañar a otros seres indefensos. Sesshomaru tan frio e imponente como siempre.
    Espero que todo se arregle pronto para poder tener una boda sin confictos y en paz.
    Estare al pendiente del siguiente cap.
    oxoxoxoxoxoxox
    atte YAZZZ
     
  14.  
    rin chan

    rin chan Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    28 Abril 2010
    Mensajes:
    127
    Pluma de
    Escritora
    huyyy que fuerteeee, no sabia q ahora kogaaa tuviera respeto por sesshomaru cuando antes ni idea de quien eraa xD
    Pobre ayameee mira que 6 cachorros :(, yo no puedo ni cuidar a uno xD
    Me agrado leer nuevamente a mi sesshi n_n
    tk nena grax por la contii aun me falta leer la otra contiii del otro fic , en cuanto me ponga al corriente lo hare okis
    suerteee , espero conti :)
     
  15.  
    cristty

    cristty Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    16 Julio 2008
    Mensajes:
    49
    ssiiiiiiiiii!!!!!
    al fin salio Sesshomaru!!
    yo quiero saber por que es asi con Inuyasha, de verdad- Me dejaste con la intriga!
    bueno, yo fiel a mis costumbres, te estare esperando!
    muchos besos de mi parte!!
     
  16.  
    Lucy Nyu

    Lucy Nyu Lectora y amante de las buenas historias ❤

    Aries
    Miembro desde:
    28 Marzo 2010
    Mensajes:
    25
    q hermoso estaa!!!!! T_T por dios!!!! si q lloré cuando se le declaro a Kagome T_T fue tan lindoooo awwww quisiera q me dijeran eso TT_TT buen... me pareció tambien gracioso q Inuyasha se mareara por el olor de los lobos xD siempre entraba en sus territorios pero nunca le habia pasado eso xD

    Ah!! y las conversaciones indevidas de miroku con Kagome vv pero si no fuera por el, inuyasha no hubiera estado a solas con ella :B no hubiera pasado nada :( pero pasó!! :D :D
    Al fin apareció Sesshoumaru-sama :) pero... me pareció raro el trabajo q le dió a Koga D:
    "— Elimina a las basuras que se atrevieron a entrar en mis dominios. — agregó con tono sereno — Y a cualquiera que ose intervenir en tu trabajo — miró una vez más de soslayo a Inuyasha." <--- se habrá referido a Inu cuando dijo eso??? D: :S eso esta peligroso :S


    Perdón por no haber comentado nada durante mucho tiempo, pero es q me han pasado muchas cosas y no tenia tiempo para leer y comentar :( pero espero volver a la lectura como antes :) osea, lectura casi diaria xD Me retiro :) lo unico que puedo decirte es q espero que sigas y nunk termines la historia xD tengo grandes espectativas con la historia de Sesshoumaru tambien :B ya quiero saber en q se anda ese tremendo Youkai :B


    Bye!!!! te cuidas ^^
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  17.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,830
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pasado mañana (inu/kag,mir/san,sess/?)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    56
     
    Palabras:
    4802
    Capítulo 27 parte dos.

    Después de ver a Sesshōmaru alejarse, Inuyasha decidió retirarse, con el gesto de molestia ante las palabras de su hermano.

    — Mejor me voy. — dijo en voz alta — Ayame dice que vayas a saludar a Aome — le recordó a Koga y se dispuso a regresar sobre sus pasos.

    — ¿No me digas que va a esperar a que retorne a mi cubil y soportar… mi olor? — le preguntó Koga un tanto sarcástico — Te conviene quedarte un momento.

    — ¡Keh! Prefiero estar allá con Aome — rezongó.

    — No te creo… — el lobo lo miró con gesto divertido — Me apuesto lo que sea a que tuvieron que darte otra vez la bebida para levantarte.

    Inuyasha lo fulminó con la dorada mirada sin causarle el más mínimo temor, como le causaría una mirada similar en el fino rostro del Gran Señor Sesshōmaru.

    — Bien… tú ganas. — le espetó — Pero apúrate que no tengo toda la tarde para soportarte.

    — Descuida Bestia. — se dirigió a sus hijos — Vengan acá muchachos, — les ordenó — le enseñarán a esta Bestia de lo que son capaces.

    Los lobeznos se acercaron emocionados.

    — ¿Cazaremos papá? — preguntó uno de ellos, el de verdes pupilas. Aparentaba ser el mayor de la camada.

    — En parte… — dijo el Ōkami — Traeré a una presa cerca de aquí. Empleen bien el olfato y asegúrense de rematarla para llevar la comida de hoy. ¿Quedó claro? — miró a los otros dos pequeños.

    — ¡Sí papá! — contestaron al unísono.

    — Bien. — volvió la vista al ojidorado, mirándolo con su gesto habitual de salvaje confianza — No te vayas a mover Bestia o arruinarás todo… eso no te lo disculparía.

    — ¡Keh! Ocúpate de tus asuntos Sarnoso — le contestó con su tono grosero, alejándose a una distancia prudente.

    El joven Comandante se retiró. Los pequeños lobos tomaron sus posiciones, ocultos entre el follaje de algunos arbustos cercanos para disimular su olor contra el viento. Inuyasha se encontraba sentado en una roca y miraba detenidamente para no perder detalle de la cacería. Era obvio que el Ōkami se esmeraba en hacer de sus hijos yōkai habilidosos y buenos cazadores… es parte de su naturaleza salvaje y sus instintos de fiera. En algún momento de su vida él también había dependido de esos instintos y habilidades para sobrevivir en el mundo hostil que no lo reconocía como integrante de ningún lado: ni es humano, ni es yōkai… es una mezcla de los dos, y eso no era muy bien visto. En ese momento aguantó un poco la respiración para no delatar su presencia. Quería ver que tan bien entrenados estaban los Sarnositos.

    En aproximadamente diez minutos apareció un enorme jabalí malherido, corriendo desesperadamente al sentir los pasos del lobo tras él. Súbitamente uno de los lobeznos brincó a su cuello, mordiéndolo con violencia hasta casi desgarrar la piel. Los otros dos brincaron en su lomo actuando de la misma manera. El Hanyō parpadeó un tanto sorprendido por la precisión de los movimientos de las pequeñas criaturas. Aun así no derribaron al jabalí, que se sacudía con brusquedad tratando de librarse del agarre de los pequeños lobos. Ellos no cedieron y el mayor, el que se había lanzado al grueso cuello, hizo un giro rápido para tratar de cortar la yugular… sin mucho éxito al caer a un lado, llevando en el hocico un buen trozo de carne y dejando otro pedazo colgando. Sus hermanos lo miraron sin soltar a la presa, un poco asustados al verlo en el suelo.

    El jabalí pareció querer abalanzarse sobre el lobezno, aunque del cuello le brotaba sangre en abundancia. El chiquillo había fallado por muy poco. Afortunadamente el padre llegó a tiempo para rematarlo de un zarpazo dado en el sitio exacto que el hijo mayor no pudo cortar. El pesado animal cayó agonizante, los otros pequeños no lo soltaron hasta que dejó de moverse. El lobezno mayor se levantó apenado, con el hocico llenó de tierra y sangre, llevando en su pequeña garra el pedazo de carne que casi se traga.

    — Lo siento papá, — dijo sin mirar directamente a su progenitor — casi se escapa por mi culpa.

    — Descuida. — le contestó seriamente su padre acariciándole la cabeza y manchándole el alborotado y negro cabello con sangre — Todos hicieron un buen trabajo. — miró a sus otros hijos con orgullo — Llevemos esto a mamá.

    — Me sorprendes Sarnoso, — dijo Inuyasha en cuanto Koga y sus pequeños se acercaron llevando el jabalí a rastras, todos ellos cubiertos con la sangre de su víctima — quien te viera.

    — ¡Bah! Hasta tú lo harías si no fueras… Bestia. — minimizó el asunto lamiendo un poco su garra — Tenemos que comer… a ti te preparan la comida.

    El ojidorado lo miró enojado.

    — ¿Te burlas de mí? — le espetó y se levantó.

    — Tómalo como quieras. — se sonrió el Ōkami — Vives entre humanos y te comportas como humano… aunque a veces te sale lo Bestia.

    — ¿Qué insinúas? — preguntó con molestia — ¿Qué no podría sobrevivir fuera de la aldea?

    — Yo no dije eso. — lo miró divertido — Camina ya, que Aome te espera.

    Empezaron a andar por el sendero, de vuelta a las cuevas.

    — Oye papá… — dijo uno de los chicuelos, mirando sin disimulo a Inuyasha — todavía no conocemos a esta Bestia.

    El peli plateado lo miró un tanto intimidante, echando chispas por sus dorados pupilas. El pequeño cerró la boca, un tanto atemorizado, pues para un joven lobo inexperto esa sí es una mirada que debe dar miedo.

    — Haz malcriado a tus hijos, Sarnoso — le reprochó al Comandante.

    — ¿Crees que mis hijos no saben distinguir el olor de una Bestia? — lo cuestionó un tanto dramático — Por favor, no me insultes…

    — Ahora resulta que eres experto en olores — contestó el Hanyō con ironía.

    — Aunque lo dudes — afirmó el Ōkami muy orgulloso.

    — Papá… ¿cómo se llama la Bestia? — preguntó el otro lobito de ojos azules, que tenía la voz un poco más aguda que sus hermanos, envalentonado por el tono despreocupado con que el autor de sus días se dirigía a Inuyasha — Se parece un poco al Gran Señor

    No todos los lobos crecen igual aunque sean de la misma camada, eso se notaba un poco entre el lobezno de ojos verdes, que se veía más fuerte que sus hermanos, y los de ojos azules, uno de ellos era un poco más flaquito y esmirriado que el otro. Los chiquillos traían la cabellera negra y alborotada heredada de su padre, aunque un poco más corta, pues aun son bastante pequeños.

    — No es cierto. — opinó el tercero, el de verdes pupilas — El Gran Señor Sesshōmaru es un Daiyōkai muy fuerte… éste no es más que una simple Bestia.

    — Pues para que lo sepan… Sarnositos, — les respondió el ojidorado de mala manera, ofendido por sus comentarios — ese altanero del “Gran Señor” es mi hermano mayor y, aunque soy Hanyō, soy más fuerte que su padre.

    Los pequeños parpadearon un poco y, al momento, dirigieron la mirada hacia su progenitor.

    — Exceptuando lo último… todo es cierto. — les explicó Koga a sus hijos, después de fulminar a Inuyasha con la mirada — ¿Recuerdan lo que les conté sobre un engendro malnacido que quiso la Shikon no Tama para…?

    — ¿El tal Naraku? — le interrumpió el mayorcito — ¿Qué tiene que ver esta Bestia con eso?

    — Él… fue el que acabó con ese engendro, auxiliado por el Gran Señor Sesshōmaru. — dijo con seriedad — Su nombre es Inuyasha, por eso nos conocemos.

    — ¡Aaahhh! — exclamaron los lobeznos volviendo a mirar al peli plateado con los ojos abiertos como platos.

    — Así que más respeto, Sarnositos igualados — agregó el ojidorado como saldando la cuestión.

    — Apurémonos — dijo Koga a sus hijos, hablándoles en tono cordial y amable como cualquier padre le hablaría a sus niños — adelántense para que vean a mamá.

    — ¡Sí! — dijeron los dos de ojos azules y emprendieron a correr por delante — ¿No vienes hermano? — le preguntó el más pequeño al de ojos esmeralda.

    — Yo voy con papá — contestó un poco serio, como queriendo hacer notoria su madurez por sobre sus hermanitos.

    Caminaron un trecho más y llegaron a la cueva del Ōkami. Inuyasha volvió a sentirse mareado y tuvo que tomar otro poco de té. Koga saludó a Aome muy efusivamente, dándole un fuerte abrazo y manchándole la ropa con la sangre que se le había impregnado en las garras, preguntándole que tal había estado sin la Bestia idiota a su lado. El Hanyō no le contestó porque sentía su estómago revuelto… pero ganas no le faltaron. Ayame reprendió un poco a su marido, recordándole la presencia de sus hijos. Los lobitos se presentaron respetuosamente a la pelinegra, la cual terminó de ensuciarse al abrazarlos cariñosamente y decirles que eran tan guapos como su padre, lo que hinchó más al Comandante lobuno, que no pudo evitar sonreírle descaradamente al ojidorado. “Ya me las pagarás Sarnoso, en cuanto vuelva por aquí” se dijo internamente el peli plateado aguantándose las ganas de vomitar.

    Un poco más tarde se marcharon de ahí, después de confirmarle a la pareja lobuna sobre su relación y las intenciones de casarse… aunque en realidad fue Aome la que soltó la sopa, prometiéndoles enviar la invitación en cuanto tuvieran fecha. Desistieron de la proposición de quedarse a comer, pues no creían que los lobos llegaran a cocinar el jabalí. Además, a pesar del té, al Hanyō le dolía terriblemente la cabeza ante la repugnante pestilencia lobuna mezclada con sangre… demasiado para su fino y sensible olfato. Una hora más tarde se encontraban en un arroyo lavando las prendas manchadas y dándose un buen baño… Aome en traje de baño e Inuyasha sin quitarse los pantalones.

    — ¡Qué simpáticos y educados son sus lobitos! — había dicho Aome en cuanto salieron de la zona.

    — ¿Educados? — observó Inuyasha con molestia, recuperándose del mareo — ¡Esos Sarnositos me faltaron al respeto como su Sarnoso padre!

    — Oye… tú también sigues siendo igual de grosero con Koga — le reprochó la muchacha.

    — Pues él no se ha ganado mi respeto — dijo molesto.

    — Y tú tampoco te has ganado el suyo — observó un poco seria.

    — Ahora resulta… ¿por qué mierda lo defiendes tanto? — espetó mirándola de fea manera.

    Aome suspiró. Muchas veces Inuyasha había visto moros con tranchete, especialmente tratándose del Ōkami.

    — No lo defiendo… — dijo en tono comprensivo — sólo opino que no han cambiado entre ustedes, como hace tres años.

    — No tengo porque cambiar — contestó a la defensiva.

    La chica volvió a suspirar. Pensándolo bien… ellos se habían hecho amigos de esa forma aunque ambos lo negaran, verse de vez en cuando no era tan malo.

    — Como digas. — lo besó tiernamente en la mejilla volviendo a sonreír — Mejor vamos a bañarnos… tengo calor y debo lavar esta ropa sucia.

    — Eee… — tartamudeó enrojeciendo brevemente ante el cariñito — Muy bien, cerca de aquí hay un arroyo… ahí nos lavaremos.

    Se encontraban disfrutando de la frescura del agua y la pelinegra le lavó el plateado cabello con un poco de shampoo para no marearlo nuevamente. Un poco más tarde Aome preparó la sopa instantánea y algunas otras viandas que llevaba enlatadas para que comieran en lo que la ropa se secaba al sol. Después de comer se recostaron bajo la sombra de un árbol cercano, abrazados.

    — Oye Inuyasha, — preguntó Aome con curiosidad jugando con un mechón del cabello plateado de su amor — ¿qué crees que digan Sango y el monje Miroku?

    — ¿Qué van a decir? — opinó seriamente teniéndola rodeada con sus brazos — El que va a estar de molón es Shippou… ni como cerrarle la bocota.

    — Inuyasha… — lo miró un poco severa — Shippou sólo es un niño.

    — Ningún niño. — observó el Hanyō sin cambiar de posición — Hace tres años tal vez… pero ha crecido también y posiblemente hasta piense otras cosas.

    — ¿Cómo qué? — preguntó la pelinegra apartándose un poco y mirándolo fijamente.

    — Yo que se. — contestó mirándola a su vez, al verse obligado a soltarla — Si desde antes ya parecía tener sus mañas a lo Miroku… recuerda que era coquetón con las niñas que conocimos en el viaje buscando la Shikon no Tama, al parecer le gusta la pequeña Lin.

    — No digas eso. — Aome volvió a abrazarlo apoyándose en su pecho, después de sonreírle — Seguramente si le gusta, pero él no le faltaría al respeto… además Lin aun es muy chica.

    — Y Sesshōmaru lo mataría si se atreviera — murmuró el ojidorado un poco divertido, correspondiendo el abrazo.

    — No pienses esa cosas… — dijo la muchacha — Shippou no ha llegado a la madurez aun y, al parecer, a Lin le gusta el hermano de Sango.

    — ¿Kohaku? — preguntó el ojidorado un poco sorprendido — ¿Estás segura?

    — Creo que si… pero es muy pronto para armar conjeturas. — observó la pelinegra — Me parece que los tres son bastante jóvenes todavía para pensar en ello.
    — Kohaku y Lin tal vez… son humanos, — agregó el peli plateado un tanto pensativo — pero el enano es yōkai, puede que haya madurado antes que ellos.

    — Como sea… no creo que Shippou se pase y abuse de su condición. Nosotros no se lo permitiríamos — agregó la joven mirándolo una vez más.

    — Eso si. — afirmó el ojidorado como meditando en el hecho — De todos modos… va a estar de insoportable en cuanto les comuniquemos nuestras intenciones de casarnos.

    — Por cierto… — Aome se enderezó otra vez, pero sin llegar a soltarse, mirándolo con ternura — ¿podemos ir a casa con mi familia? Si se puede… claro. Quiero darles la noticia de que tuve un matrimonio como debe ser.

    El Hanyō parpadeó un poco, viéndola muy fijamente… se le hacía absurdo “volver” al futuro para comunicarles que en el pasado se casaron como Dios manda, ¿acaso podrían cometer esa barbaridad una vez más?

    — Eee… — tartamudeó sin dejar de verla asombrado por su petición — ¿Crees que… sea necesario? — preguntó dudoso.

    — Pues sí. — afirmó ella — Si aun el pozo funciona me gustaría mucho que todos lo sepan… así mamá y el abuelo estarían más tranquilos por mí.

    Inuyasha tenía un gesto de incredulidad… pero no quiso contrariarla. Si el pozo no funcionaba más, como él creía, no habría ninguna forma de marchar hacia atrás… al futuro.

    — Bueno, si el pozo funciona volveremos — le dijo cambiando la expresión a una un poco más confiada y tranquila.

    — ¡Gracias Inuyasha! — lo besó de forma fugaz — ¡Me haces muy feliz!

    — ¿Sólo un besito así de pequeño? — la miró un tanto picarón, haciéndose el ofendido — Creo que merezco más por complacerte.

    Así que se besaron un poco más… Antes del anochecer llegaron a una aldea para descansar y al otro día regresaron a casa, unas horas después del mediodía. Se dirigieron a ver primeramente a Sango, la cual posiblemente siguiera sola dado que Miroku fue a cuidar a Mushin, su mentor, por diez días, y posteriormente regresar a la región Oeste para recorrerla y comprobar como seguían las cosas… y cobrar por los servicios anteriores. Llegaron y la encontraron bañando a su pequeño hijo. Las gemelas tomaban su siesta vespertina, pues el calor las amodorraba.

    — ¡Qué gusto verlos! — les saludó amablemente terminando de tallar la espaldita de Miatsu con delicadeza — ¿Cómo les fue?

    — Bien — contestó Inuyasha, tan parco como es su costumbre.

    — ¡Ayame tiene unos hijos preciosos! — contestó Aome emocionada — ¡Son seis!

    — Eso está bien tratándose de lobos… — opinó Sango — Permítanme, vestiré a Miatsu. Siéntanse como en su casa, no tardo.

    Los dos se sentaron en la banca improvisada en las afueras de la casita mientras su amiga entró para arreglar a su pequeño hijo soñoliento y acostarlo para que también durmiera. Estuvieron un rato callados, disfrutando la tenue brisa de principios de la tarde. Aome le tomó una mano a Inuyasha.

    — ¿Se lo decimos juntos? — lo miró cariñosamente.

    — Eee… — el ojidorado enrojeció momentáneamente — ¿no podemos esperar hasta que… regrese Miroku?

    — ¿Quince días? — abrió los ojitos, sorprendida de sus palabras — ¿Qué tiene de malo decírselo ahora?

    — No quiero repetirlo dos veces — contestó abochornado el muchacho.

    — Inuyasha… — se puso seria — es la gran noticia que han estado esperando desde que llegué otra vez. E invitaremos a toda la aldea cuando nos casemos.

    — ¿¡Qué!? — le soltó la mano, ahora fue él el sorprendido — ¿Por qué… tenemos que hacer eso?

    — Voy a ser la sacerdotisa de la aldea, — le dijo ella algo molesta — me parece, por lo mismo, que todos deben saberlo. Debo aprender a confiar en ellos y ellos en mí… como lo hicieron con Kikyō.

    — Eso era diferente, — espetó levantándose — Kikyō fue una buena sacerdotisa.

    — ¡Osuwari! — ¡PAF! al suelo sin miramientos — ¡Osuwari! ¡Osuwari! ¡Osuwariiiiiii!

    Sango salió con sus hijas. La castaña hizo gesto resignado al ver a su amigo con la boca llena de tierra. Las niñas parpadearon de asombro, para después reírse muy divertidas en su cara.

    — ¡Jajajaja! ¡”Perrito” malo! — dijeron al unísono abalanzándose sobre él y tomándole de las orejas, jalándolo de forma cariñosa.

    — ¡Agh, auxilio! — se quejó un poco asustado sin poder levantarse — ¡Aome, piedad! ¡Sango! — miró a ambas con ojos de súplica.

    Aome le volteó la cara muy ofendida. Sango suspiró.

    — Kikyō, Ahome… — les habló a sus gemelas, mirándolas fijamente con seriedad — dejen a tío Inuyasha y vayan a recoger sus muñecas… ahora. — dijo en tono severo — O no irán con Lin al arroyo.

    — Sentirlo mami — dijo Kikyō con pena, soltando la oreja rápidamente.

    — Perdón “Perrito” — Ahome imitó a su hermana.

    Besaron las mejillas del Hanyō y corrieron tan veloces como les permitían sus kimonos y sus piernitas hacia el jardín posterior de la casa. Su mamá sonrió mirándolas con ternura. Inuyasha no se había levantado y le dirigía a Aome unos ojos de borrego tierno… tan tiernos que la ex exterminadora se rió un poco, haciendo que su amiga se volteara y se apenara al notarlo.

    — ¡Jijiji! — la castaña trató de ser discreta — ¿Qué hiciste está vez… Inuyasha?

    — Muy graciosa — ahora la miró a ella, cambiando a expresión de enfado.

    — No vayas a gritar o despertarás a Miatsu. — le hizo la observación, sin borrar la cara alegre — Y… ¿por qué no te levantas? — agregó pícaramente y después cruzó la vista con su amiga — Aome ya no está enojada, ¿verdad? — preguntó con fingida inocencia.

    — Claro… es decir no. — tartamudeó la pelinegra, algo abochornada por su agresivo comportamiento de minutos atrás — Lo siento Inuyasha… — y se le acercó para ayudarle.

    — Creo que el de la boca suelta fui yo, — dijo levantándose presuroso y tomándole las manos — ¿me perdonas? — y empleó un tono muy suave… inusual para alguien como él.

    — ¡Ternurita! — dijo Sango mirando a su amigo con una sonrisa de oreja a oreja — ¿Me van a contar o lo adivino sola? — está vez también miró a su amiga sin dejar de sonreír.

    — Eee… — Inuyasha enrojeció como tomate y soltó instintivamente las manos de Aome, para desviar la vista y cruzarse de brazos — ¿de qué hablas?

    — Mmm… — la mirada de la castaña se hizo suspicaz — ¿qué dices Aome… me lo vas a negar también?

    La chica también estaba colorada, ¡pero por supuesto que se lo contaría a su amiga! Era lo que había esperado por años y se lo gritaría al mundo si se lo preguntaban.

    — Pues… — dudó tratando de ser convincente en tanto que la ex exterminadora colocó sus manos sobre sus anchas caderas sin dejar de mirarla — ¡Sango, es maravilloso! ¡Inuyasha y yo nos casaremos, me ha pedido matrimonio! — y la abrazó efusivamente.

    El pobre Hanyō hasta dio un brinco de lado ante el emocionado griterío de las amigas.

    — ¡Enhorabuena! — contestó la castaña igual de feliz — ¡Miroku y Shippou también se pondrán muy contentos!

    — ¡Será algo grandioso! — siguió Aome con unas cuantas lagrimitas — ¡Invitaré a todos los de la aldea, a nuestros amigos y conocidos de todos lados, a Sesshōmaru, a Koga con…!

    — ¡Un momento! — ladró Inuyasha imponiéndose a la voz de su amada — te paso a todos en la aldea y hasta a algunos colados más, pero… ni Koga, ni mucho menos Sesshōmaru. Fue suficiente verlos juntos ayer, no pienso soportarlos. Tuve bastante de su inmunda presencia.

    — Pero Inuyasha… — Aome lo miró un poco triste — es nuestra boda, un día especial para compartir la felicidad con nuestros seres queridos…

    — “Queridos”, tú lo has dicho. — la miró también muy fijamente, interrumpiéndola una vez más — y ni el Sarnoso ni el engreído de Sesshōmaru son “queridos” para mí.

    — Pero Sesshōmaru es tu hermano… — agregó Aome cambiando a una expresión de molestia — y Koga…

    Sango hizo nuevamente gesto de resignación e intervino en la conversación de sus peleoneros amigos.

    — Creo que prepararé un poco de té, ¿gustan? — sonrió como bobita — Tomen asiento por favor, en seguida lo traigo.

    Entró nuevamente a su casa en lo que la pareja se dejó caer una vez más en el asiento de la entrada, ya sin decirse nada. Inuyasha refunfuñaba pensando que le consentiría a Aome regresar al futuro sin rezongarle tanto, pero eso de invitar a esos odiosos… primero muerto, no estaba loco. Aome se quebraba la cabeza buscando la manera de convencer a su amado, de forma gentil… no quería tampoco imponérselo por las malas. Suspiró y se animó a hablar.

    — Oye Inuyasha… — empezaba a decir cuando una pequeña de negros cabellos llegó corriendo.

    — ¡Hola señorita Aome! — saludó Lin con una amplia sonrisa — ¡Señor Inuyasha, que gusto verlo!

    — ¡Hola Lin, me agrada verte contenta! — respondió la pelinegra mayor a su saludo.

    — Y díganme, ¿cómo les fue con los lobos? — preguntó con curiosidad.

    — Muy bien, — le dijo Aome — nuestros amigos tiene una gran familia.

    El ojidorado no se había dignado en contestar con palabras, únicamente gruñó a modo de saludo. La castaña llegó con el té y saludó a la chiquilla con amabilidad.

    — ¡Bienvenida Lin! — le dijo — Las niñas están atrás, te esperábamos.

    — Voy para allá. — contestó sonriente, pero, antes de irse, se dirigió una vez más al ojidorado — Señor Inuyasha… ¿cuándo se casan?

    El aludido la miró algo sorprendido… ¿acaso la pequeña Lin había aprendido a leer la mente como Sesshōmaru? Aome también se asombró, pues aun no le comentaban nada. Su amiga castaña se encogió de hombros discretamente, a modo de dar a entender que debían decirlo ya.

    — Eee… — tartamudeó la del futuro en tanto la ex exterminadora les servía el té — Muy pronto Lin, muy pronto, — le sonrió con alegría — ¿no te parece algo genial?

    — ¡Claro! — la niña sonrió más ampliamente — ¡El Señor Sesshōmaru lo esperaba! En cuanto venga le contaré para que se prepare — y se fue por las gemelas, saltando de gusto.

    Inuyasha no pudo decir ni pío y se quedó boquiabierto… la pequeña Lin consigue casi siempre lo que quiere y ni modo de negárselo. Aun sin invitación personal Sesshōmaru llegaría para consolar a “su” niña y darle unos buenos zapes si se atrevía a hacerla llorar. A Aome le brotó una gota anime y sólo miró a su amor con gesto bobo y preocupado. Sango sonrió de igual manera.

    — Eee… — se animó la pelinegra — Creo que, en vista de eso, no podrás negar que Koga y Ayame también están presentes — y le dedicó unos ojitos tiernos y comprensivos.

    El joven peli plateado volvió a verla aun con la bocota abierta, para cerrarla inmediatamente y asentir con la cabeza. Decidió tomarse un sorbo de té y desviar la vista hacia la lejanía para no verse obligado a contestar nada más.

    — Bueno, — habló Sango una vez más, con amabilidad — entonces hay que fijar la fecha… ¿será pronto o esperaran un poco más? — se dirigió a su amiga.

    — Me parece que esperaremos algún tiempo… no hay porque precipitarse, — dijo ella — ¿no te parece Inuyasha?

    Aquel volvió a asentir sin decir nada y sin verlas. Se veía bastante abochornado por haber cedido a invitar a ese par de yōkai presuntuosos… ya no podía desistir de ello. Su día feliz parecía condenado a ser un día de sufrimiento para él. Pero bueno… Aome por lo menos estaría contenta.

    — Entonces es necesario preparar todo, no nos vayan a ganar las prisas — agregó la castaña con ese tono amable y sincero que la caracteriza.

    Lin y las niñas pasaron corriendo, llevando un pequeño atado bajo el brazo.

    — ¡Al rato regresamos señorita Sango! — gritó la pequeña pelinegra — ¡Adiós señorita Aome, señor Inuyasha! — agitó la mano.

    — ¡Adiós mami! — dijeron las gemelas imitando el gesto de su “maestra”.

    — ¡Pórtense bien! — les contestó la aludida con una sonrisa — ¡No lleguen muy tarde!

    Las vieron irse, guardando silencio por un instante. Aome hizo gesto de ternura y Sango suspiró como recordando a alguien.

    — Cada día son más traviesas… — dijo murmurando — pero Miroku y yo las queremos muchísimo, nos alegran la vida.

    — Y… ¿cuántos hijos más piensan tener? — le cuestionó su amiga con curiosidad — ¿Otros diez?

    — ¡No estoy loca! — negó ampliamente con la cabeza — Miroku dirá lo que quiera, pero la que se embaraza soy yo… así que le pondré límites.

    — ¡Keh! ¿En serio? — Inuyasha se animó a hablar otra vez, ironizando tantito — Si bien que te gusta darle alas y picarle la cresta…

    — Inuyasha no seas grosero — le dijo Aome en lo que la castaña le dirigió una mirada fea al ojidorado.

    — ¡Keh! Bien sabes que no miento — dijo en su defensa.

    — Quedamos en no meternos en la vida matrimonial de nuestros amigos — le recordó muy seria.

    — Tú empezaste, — rezongó — preguntándole por el número de hijos que piensa darle a Miroku.

    — Sólo es curiosidad, — ahora fue la muchacha la que se defendió — no tiene nada de malo.

    — Aun así es ser metiche — espetó.

    — Inuyasha… — Aome se enojó y puso ojos de rendija.

    — ¡Tranquilos! — intervino Sango para apaciguarlos, después miró a su amigo con una expresión de picardía — Ya veremos si te comportas mejor que mi esposo cuando ya estés casado — sonrió.

    — Oye, no me “perroconfundas” con tu marido calenturiento. — espetó con un tono rojizo en sus mejillas — No soy un hentai.

    — ¡Jajaja! — se rió la castaña en forma cantarina — Bien, si tú lo dices… ¿se quedan a cenar? — les ofreció.

    — ¡Claro! — afirmó Aome — Pero déjame ayudarte.

    Esa noche disfrutaron una cena familiar con su amiga, las niñas, Kaede y Shippou, el cual tomó la noticia como Inuyasha lo esperaba… “Éste se encargará de regarla” pensó resignado, escuchando sin oír la gran perorata que decía el pequeño zorro sobre cómo se percató de todo, y de las veces que les dio sus sabios consejos… bla, bla, bla. Se fueron a descansar… los siguientes días serían muy largos.

    Nota de la autora: Todavía faltan algunas peripecias más para que se casen… jajaja, no se las pierdan que se van a divertir como yo al imaginarlas. Como les dije, estoy puliendo los detalles para que la historia no pierda forma, tengo que redactarla bien y pedir la corrección de mi progenitora. ¡Ya verán otros sufrimientos del Hanyō consentido! Sayo y arigato por comprenderme.

    P.D. Y no se preocupen por Sesshōmaru, ni en el fic de él va a matar a Inuyasha ni a nadie más que sea un inocente y desprevenido humano, sólo a algunos cuantos yōkai que osen molestarlo y se atraviesen en su camino para… eso es la historia.
     
    • Me gusta Me gusta x 5
  18.  
    SangoxMiroKagoxInu

    SangoxMiroKagoxInu Entusiasta

    Escorpión
    Miembro desde:
    21 Noviembre 2010
    Mensajes:
    91
    Pluma de
    Escritora
    jajajajajajaja esa sango jaja xDD mi Dios
    "
    Jajajaaj ppuedo apostar a que Inuyasha, casado, se le va a ablandar ese corazoncito y talvez TALVEZ seponga PEOR QUE MIROKU
    jajajajajaj xDDDDDDDDD

    Hay Shippo Rin y Kohaku tan grandecitos ToT OH! si que me parece tierno como Kohaku aveces se sonroja por Rin ^^ es tan tierno! pero Shippo creo...que el no es corrompido osea,,, lo es pero no...osea...lo hace sin querer queriendo....no sabe de lo que habla....piensa que es normal.... o eso pienso yo ¬¬ como en el capi de Inuyasha cuando conocen a Miroku, que Kagome se va a bañar y Shippo se va a meter al agua con ella y le pregunta a Inuyash "Dime, hata cuanto has llegado con Kagome?" e Inu O////o jajajaja eso si es comico xDDDDDDDDD
    ESTUVO COMICO ESTE CAPI JAJAJAJJ XDDDDDDDD
    Y TAN SOLO DE IMAGINARME A LOS HIJOS DE KOUGA Y AYAME ^___________________^ QUE LINDO! HAY! CON ESHOSH OJITOSH QUE HAY! COSHITA! ^________________^-bueno ya ya mucho ¬¬
    Bueno continualo pronto please! no te demores! NO AGUANTO A QUE SEA LA BODA DE INU CON KAGOME!!
     
  19.  
    Whitemiko

    Whitemiko Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    9 Agosto 2010
    Mensajes:
    228
    Pluma de
    Escritora
    holi!!!
    jajajajaja eso me dio mucha risa!!!que facil de convencer inuyasha no?
    anda y eso que todavia no llevan "vida de casados" jejeje todavia falta ver si inuyasha despues no se vuelve un discípulo de miroku!!!
    jejeje que creo que va por ahi!!me parecio genial la forma en que se conocieron los hijos de kouga con inuyasha!!
    jajajaja y eso de que se hayan bañado juntos me parece un gran avance!!jajajaja
    muero por leer la boda de inuyasha y kagome!!
    jajaja va a estar a reventar de gente!!espero la tan ansiada continuacion!!

    XOXO
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  20.  
    Vianyz Elric

    Vianyz Elric Entusiasta

    Escorpión
    Miembro desde:
    18 Febrero 2011
    Mensajes:
    142
    Pluma de
    Escritora
    Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Lamento no haber posteado antes!!!! lei el fic el miercoles pero estaba en un internet y pues no estaba segura de poder volver a conectarme en un tiempo, pues saque 7 en Mate y en Compu... Y ahora me dicen "ciber burra" y "pedazo de animal cibernetico" u_u
    Bueno como sea!!!... me encanto fue muy original!!! y comico!!! me gusto como los "Sarnositos" del "Sarnoso" insultaron a InuYasha jajajajajaja.
    Me parece bien que Kagome le muestre a Inu quien manda con respecto a los invitados de la boda!!!
    Creo que a Koga-kun le sirvio "el manual del amante perfecto" jajajajajajajajaja ojala Miroku no le de a Inu-chan uno igual si no... uy pobre!!! jejejejejejeje .
    Bueno me tengo que ir necesito leer muchas cosas y oir musica mientras tengo el permiso de mi prima de estar en su compu.
    Matta neeeeeeeeeeeeeeeeeee
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso