¡Las Aventuras de Alejandra!

(Los pensamientos son así)
Prologo: Varada en la historia

Una entrenadora caminaba por un hermoso prado lleno de flores de variados colores, con cada paso que daba la chica se acercaba más y más aun pueblito, que de cerca se veía que estaba siendo atacado por una manada de Makeys salvajes.

La entrenadora era una chica linda de unos 11 años, su cabello era castaño oscuro y sus ojos verdes, y vestía una un chaleco de jean y debajo de este una franelilla blanca, con unos jeans azules pegados, unas botas negras y para finalizar una cadena con un dije de Jirachi.

Junto a ella había un Raichu, que con solo su presencia imponía respeto y en su hombro había una hermosa Umbreon, que a plena vista parece un ángel, pero en batalla es muy feroz.

-Raichu híper rayo, Umbreon bola sombra –ordeno la castaña.

Los pokémons hicieron caso a su entrenadora dejando fuera de combate a casi todos los Makeys

- Torchic usa Ascuas -grita una niña tratando de luchar con los Makeys.

Pero cuando Torchic estaba a punto de lanzar su ataque un Mankey lo golpeo con mega puño, dejando a la pequeña niña sin protección, mientras los Makeys se acercaban a ella.

-no lo harán, Jolteon impactrueno –dijo la chica mientras Jolteon salía de su pokéball, para luego acabar con los Makeys faltantes.

En ese momento todo el mundo salió para ver que avía pasado con los Makeys y al ver que la castaña los había derrotado todos le agradecieron.

-se te callo esto –dijo la niña del Torchic con voz temblorosa, mostrándole una cajita plateada

-¿qué tienes hay? –pregunto un niño con una cara de ultra anti-social (casi peor que Paul).

-mis medallas –responde la castaña con una voz muy dulce.

-puedo verlas –pregunta la niñita del Torchic un poco más calmada.

-claro, es más si quieres te cuento como las conseguí –dijo la chica, antes de abrir la cajita para dejar ver todas las medallas que puedes conseguir en Hoenn.

- son hermosas, ¿como las conseguiste todas? –pregunta “nuestra” niña del Torchic.

-es una larga historia –suspira la castaña, para luego contar su historia:

Cap.1 Primeros pasos

El sol se asoma por el horizonte dejando escapar unos rayos de luz que azotan la hermosa cabellera de una castaña que por su aspecto no parece haber tenido una buena noche.

-¡CAROLINA! –grita la castaña, asustando a su pequeña hermana- ya basta, ¿sí?

-está bien –dice un poco triste la niña

-no vuelvas a hacer eso… -pero la chica es interrumpida por su madre.

-¡Niñas, bajen a desayunar! –grita su madre.

-hay vamos –contesta la castaña.

Las dos hermanas se vistieron y bajaron, obviamente la pequeña con ayuda de su hermana mayor, ya que tiene 4 años, en aspecto físico es igual a su hermana mayor y en estilo no tanto, tenia puesto un vestido de un color rosa muy clarito, con líneas lila en la cintura y unas sandalias blancas.

-estaba delicioso mamá –dice la chica satisfecha.

-Alejandra ven acá –llama el padre de la castaña haciendo señas.

-que quieres ahora –pregunta la castaña parándose de la mesa.

-vas a viajar, pero con una condición –responde su padre, a lo cual la chica asiente- no viajes con chicos.

-pero papá, esa es la segunda idea principal del viaje –dice Alejandra empezando a hacer un berrinche.

-o lo prometes o te quedas –reprocha su padre.

-está bien –contesta la castaña como lo hiso su hermana anteriormente.
-puedes irte.

Así termina el desayuno de nuestra protagonista, que no creo que cumpla su promesa, que luego sale, se monta en su bicicleta y sale hacia el laboratorio del profesor Birch (Prof. Birch).

-¡¿profesor esta hay?! –grita Alejandra.

-sí, ¿Quién es? –Pregunta Birch abriendo la puerta -¡oh!, Alejandra claro pasa, tu madre me dijo que vendrías.

-así es, hoy comienza mi viaje –dijo la castaña.

-bueno ahora solo tengo un Torchic y un Mupkid, cual eliges –explica Birch.

-¿y esa pokeball de hay atrás? –pregunta la chica.

-bueno… es difícil, ya que no es de aquí, lo encontramos muy lastimado en el bosque –respondio el Prof. Birch –es un Pichu, pero si lo quieres no hay problema.

-genial, lo elijo a él –dijo la castaña tomando la pokeball – ¡sal Pichu!

-Pichu pi (vámonos, apúrate) –replico el pokemon ratón, subiendo a su hombro.

-que desesperado estas por irte –dice la entrenadora.

-como supiste que dijo –cuestiono el profesor.

-no lo sé, siempre ha sido así –dice esta –desde muy pequeña he entendido perfectamente lo que dicen.

-bueno creo que ya deberías irte, y dar el primer paso –dice Birch – (esta chica tiene algo especial).

-tiene razón –agradece Alejandra antes de irse en su bicicleta.

Así Alejandra comienza su aventura sin la menor idea de todo lo que le espera, pero antes para a comer (jejeje) y luego seguir asía el horizonte. Pero no sin antes decir <<presiento que este viaje será más largo de lo esperado, ¿no Pichu?>>.

No se pierdan el próximo capítulo: ¡Nuevos amigos!

 

Cap.2 ¡Nuevos Amigos!

Alejandra y Pichu caminaban hacia el ocaso buscando un Centro Pokémon, para pasar la noche, mirando a todas partes, hasta que por fin lo divisaron, pero chocaron con un chico pelinegro, con una chamarra negra, unos jeans negros y unos tenis negros.

-¡oye! Ten más cuidado –exigió la castaña sobándose la cabeza.

-¡tu ten más… -empezó a decir el pelinegro, luego se le quedo mirando y tartamudeo-: …cuidado!

-¿cómo te llamas? –Pregunto – (¡hay que lindo es!).

-Alan, ¿y tú? –respondió el chico, mirándola de reojo discretamente.

-Alejandra, ¿A dónde te dirigías? –pregunto esta indiferente y sonrojada.

-al C.P. –respondió Alan también sonrojado.

-yo también, ¿te acompaño? –dijo la castaña.

-claro, si dejas de hacer preguntas –condiciono el pelinegro, mientras la chica le tomaba la mano y él se sonrojaba mas.

Al cabo de 5 minutos…

-¿¡como que solo queda una habitación para tres!? –chillo una chica muy exaltada, mientras Alejandra, Alan y Pichu entraban al C.P.

-lo lamento pero así es –le contesto la Enfermera Joy.

-agh, que mal –dijo la chica desanimada –bueno la tomo.

-¿Qué tiene de malo eso? –pregunto Alejandra separándose de Alan.

-que probablemente llegaran más entrenadores y quizá no me agraden –le respondió la chica volteándose, su cabello era de un rosado bastante claro y sus ojos de un gris extrañamente vivo, vestía una camisa color vino sin mangas, unos shorts negros y unas zapatillas del mismo color que la camisa.

- y yo te caigo bien –decía la castaña.

-sí, ¿por? –pregunto la peli-rosa, luego la castaña se voltio y le dijo-: porque mi amigo y yo no tenemos habitación –respondió Alejandra con una sonrisita.

-bueno, cómo te llamas –dijo la peli-rosada.

-Alejandra ¿y tú? –contesto la castaña.

-Naomi, vamos afuera –decidió Naomi divertida tirando del brazo de la castaña.

-claro –dijo la Alejandra, pero antes de que pudiera dar un paso más Alan las detuvo y con voz infantil les dijo – ¿¡recuerdan que existo verdad!?

-como olvidarlo –contesto la castaña y la peli-rosada pregunto -¿y el se llama?

-Alan –decía Alejandra fantaseando sin darse cuenta de que los otros estaban ya afuera –hey espérenme.

Extrañamente afuera el ambiente estaba más tranquilo, más alegre, más cómodo y frio. Los tres chicos se sentaron y conversaron de todo lo que habían hecho y resulto que Alan era mayor que ellas y Naomi era adoptada, los chicos estuvieron hablando hasta las 9:00 sin darse cuenta pero cuando lo hicieron salieron corriendo hacia adentro primero porque tenían sueño y segundo porque empezaba a llover.

Alan se cambio y callo rendido, pero las chicas siguieron hablando aunque a veces Naomi hacia preguntas como: cuanto llevabas con Alan o desde cuando se conocen, las cuales Alejandra ignoraba, estuvieron así hasta las dos y media de la mañana.
Se levantaron tarde pero Naomi al percibir el olor de la comido bajo como una rayo seguida de Alan, pero Alejandra se quedo hablando con Pichu.

-que piensas de Alan –presiono Alejandra.

-que si te digo algo definitivo me dejaras por el –expreso enojado Pichu.

-no seas así amiguito, yo nunca te dejaría ¿o sí? –dijo dulcemente la castaña.

-lo vez ya lo estas considerando –grito Pichu cruzando los brazos.

-mejor hablemos de Naomi –contesto Alejandra para evitar la discusión que se avecinaba.

-ella si es buena –decía el pokémon ratón un tanto más tranquilo.

En ese momento pasaron varias cosas a la vez, hubo una gran explosión afuera, Pichu salto, Naomi y Alan entraron corriendo y afuera apareció una gran nube de polvo.

-lo viste –grito Naomi desde la puerta.

-¿ver qué? –pregunto Alejandra parándose de la cama.

-los que causaron la explosión –respondió Alan.

-¿y como eran? –pregunto Pichu.

-no sé, y si vamos a ver –dijo la castaña.

Los chicos y Pichu bajaron corriendo y se encontraron con el Equipo Rocket (que raro no).

-¡HEY! Que creen que hacen –grito Alan.

-y es enserio –subrayo Naomi, con una pokéball en la mano.

­-lo que se supone que asemos cuando no hay mocosos molestos –soltó Meowth.

-a quien llamas mocosos, gato estúpido –rugió Alejandra.

-como te atreves niñita –espeto Jessie.

-¿quiénes son? –pregunto el pelinegro.

-pequeño ingenuo, esa pregunta es deshonrosa, ¡somos el Equipo Rocket! –respondieron los tres.

-no me importa quienes sean, Sceptile cuchillada –ordeno la peli-rosada.
-muy bien dicho Naomi, Pichu usa rayo –dijo la castaña.

-Meowth y la defensa –decía James mientras los ataques se aproximaban y Jessie prosiguió –: se acercan a toda velocidad.

-no contaba con que aparecieran más desde que le perdimos el rastro al bobo del Pikachu –contesto Meowth mientras los ataques los impactaban y salían volando.

-¿no han pensado en cambiarse de bando? –pregunto James con su voz cómica.

-solo sabemos que ¡nos mandaron a volar otra vez! –gritaron los tres dejando su típica estrellita.

Los chicos se relajaron y siguieron hablando mientras Alejandra desayunaba, para luego continuar su viaje.

No se pierdan el próximo capítulo: Ciudad Férrica

 

Cap.3 Ciudad Férrica​

Los tres chicos caminaban cansados y hambrientos asía ciudad férrica, bueno no todos estaban cansados ya que Alejandra corría a toda velocidad primero porque tenía hambre y segundo porque estaba ansiosa por tener su batalla con Petra para ganar su primera medalla, Alan esta que se moría y Pichu quería ayudarlo, Naomi por su parte no hacía ni decía nada, parecía un zombi, pero eso no hiso que Alejandra bajara su entusiasmo porque corrió más rápido aun, dejándolos a todos atrás.

— ¡Vamos chicos muévanse! –grito la castaña a lo lejos.
— Si Alan lo hiciera yo no me tardaría tanto –le contesto Pichu, que se había subido a la cabeza de Alan ya saben por qué.
— Lo siento Al pero llevamos 3 horas caminado –protesto Naomi y luego Alan dijo –: lo que dice Naomi es cierto y me cansa más tener que llevar a Pichu, es más no sé ni porque lo hago.
— Si quejones y yo llevo esas mismas tres horas corriendo –se defendió Alejandra.
— Bájate Pichu –alego el pelinegro.
— Tú bájate –contraataco el pokémon ratón.
—No pelen chicos –exigió la pelirosada.
Después de que Pichu y Alan tuvieran su pelea, Alejandra golpeo a Alan y Naomi le dio a Pichu un discurso que el pokémon ignoro por completo.

15 minutos después…

—No puedo creer que me hayas golpeado –espeto Alan agarrándose el brazo.
—No puedo creer que no me escucharas –contesto la castaña.
—Yo no puedo creer que no hayamos llegado aun –decía Naomi fastidiada.

De la nada un eevee le salto encima a Alan, el cual cayó estrepitosamente en el piso al igual que Pichu, que muy enojado subió a la cabeza de su entrenadora. Por supuesto Alan se quejo, luego la castaña tomo en sus brazos a la pequeña Pokémon y después de mirarla por un tiempo la reconoció.

—Pero si tú eras la que merodeaba por mi casa y jugaba con mi hermanita, ¿Qué haces aquí? –pregunto la castaña extrañada.
—Buscar a mis hermanas –respondió Eevee.
—No sabía que tenías hermanas, amiguita –dijo la castaña.

Mientras tanto en otra parte…

— ¿Localizaron al chico? –pregunto un hombre de traje blanco con voz seria y fría.
—Bueno se-señor lo vimos acercarse a un pueblo y n-nada más –le contesto un individuo bajito, pálido y flaquito.
—Realmente no tienen nada más –presiono aquel aterrador hombre y luego añadió —: bah, igual son unos incompetentes.

Entonces aquel extraño hombre se sienta dejándonos enfocarnos en el lugar: es realmente muy lúgubre, todo es gris y negro, se podría decir que se parece a la base del equipo galaxia pero con los antes mencionados colores. El hombre estaba sentado y a punto de dar órdenes pero en ese momento llego un soldado con una carta, se la entrego y se fue igual que como apareció, el hombre del traje blanco abrió la carta y la leyó detenidamente, cuando termino se sobre salto mucho y dijo:

—Suelten a los Arcanine, tengo un trabajo para ellos.

Los soldados hicieron caso de inmediato y soltaron a los pokémons.

Regresando a Ciudad Férrica, ya con los chicos en el C.P, vamos a la batalla de Alan y Naomi.

—Chicos no creo que sea una buena idea —protesto la peli-rosada.
—Y yo digo que es una gran idea, así que saca una pokéball y pelea con Alan —exigió Alejandra.
— ¿O tienes miedo de pelear con migo? —se burlo el pelinegro.
—Como te atreves —dijo decida Naomi.

—Atreviéndome —le contesta el entrenador.
Mientras comienza la batalla (no precisamente la que queríamos) alguien observa desde el cielo a nuestros héroes.
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Sorry chicos pero para este capi me quede corta de imaginación jejeje bueno les juro que el próximo será más largo y sé que todos quieren leer la carta así que:

“Querido Dark:


Me eh enterado que has estado buscando a... a, bueno no me gusta ni decir ni escribir ese nombre, me da un mal sabor de boca pero yo sé donde está y si quieres saberlo tú, quiero en mi bolsillo mucho más que agradecimiento y regaños; y que te quede claro que no regresare; o aceptas mi oferta o lo buscas tu.
Atte.: Sta. M“