Antes y después

Antes y después​

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Dinámica:
Los participantes deberán imaginar y escribir una historia sobre lo que sucede antes y lo que sucede después del momento captado en la imagen que deberán dejar como archivo adjunto en su post, así el siguiente participante puede continuar con la actividad.

Pueden publicarlo directamente aquí o poner el enlace al relato en el foro correspondiente.

Objetivo: Comprender la estructura básica de un relato: introducción, nudo o clímax y desenlace y practicar la ilación lógica de ideas.

Tema: Libre, respetando las reglas generales del foro de Fanficslandia.

Longitud: Mínimo 100 palabras.


Sin más preámbulos, adjunto la primera imagen con la que damos el banderazo de inicio de esta actividad.

Saludos.

 

Re: Antes y después

No tengo la menor idea de si esto es lo que se espera, pero cuando vi la imagen se me ocurrió.
(Sí, estoy medio trastornada últimamente)

Cantidad de palabras: 300 + título

Marcas

Ella cerró los ojos por un instante. Quería olvidar, deseaba hacerlo, más que cualquier otra cosa en la vida.

Pero no podía, algo se lo impedía.

Escuchó un extraño ruido detrás de ella y se volteó con rapidez, nadie podía verla ahí. Si lo hacían todo se arruinaría, sus deseos, sus promesas, sus porque sin respuestas.

Entonces levantó la mano, apresando entre sus dedos con la mayor fuerza posible aquel objeto y dio el primer golpe.

Cada uno de ellos, cada maldito golpe estrangulado por aquella mullida cama era una sonrisa rota, unas lágrimas rebosantes de felicidad, un olvido que se quedaba grabado en su memoria por lo que hacía en aquellas cuatro paredes.

Soltó el objeto con la mano temblorosa y salió del lugar. Se detuvo en la puerta y dio media vuelta, registrándolo todo, revisando los últimos detalles y dando una última mirada a aquello que había acuchillado hasta morir. Al cuerpo del que, hasta hacia unos instantes, era su maldito novio.

Movía la mano con desesperación, ella siempre había sido ambidiestra aunque pocos lo sabían. Podía hacer la misma cantidad de cosas con la derecha a con la izquierda, lo cual era un secreto que conservaba por el deseo de demostrar que era superior a la mayoría de la gente.

Pero últimamente su mano izquierda se negaba a cooperar.

Era algo que había notado años atrás, había perdido su movilidad, su fuerza. Y solía imaginársela llena de diferentes insectos.
O tal vez no era su imaginación.

En ocasiones, cuando se encontraba rodeada de gente y notaba que comenzaba a darle esa sensación salía discretamente.
De alguna forma sentía que si alguien la veía, que si se detenía a observarla fijamente, notaría en su mano las invisibles marcas de la sangre que alguna vez había derramado sobre ella.

 

Re: Antes y después

Ok, escribí una shit, no me maten, no soy buena en originales YOY.

~~
Irracional.​

Número de palabras: 261

Cada vez que veía esos libros cursis que a las adolescentes de su edad les daba por leer le daban náuseas. No entendía qué de fabuloso tenía leer el amor de un vampiro con una simple humana, ni mucho menos la historia de dos personajes inmortales según su profesor de literatura, un tal Darcy y su Elizabeth, de todas formas siempre era lo mismo: vivían felices para siempre.

Ella prefería mil veces leer cómics, y, si por casualidad tocaba un libro, se aseguraba de que éste no tuviese nada de romance o lo botaba. Aquél que tenía entre las manos le parecía prometedor, su portada lucía simple, con una enorme metralleta coronando el título, sin duda allí dentro no había nada de cursilerías.

Pasó las páginas con una enorme parsimonia, decidiéndose si leerlo o no mientras esperaba a su novio sentada en una banquita del parque. A veces se preguntaba si no era demasiado anormal que a su edad no estuviese interesada mucho en el romance, cuando era la edad más hormonal y tonta. Quizá algo en su cabeza no funcionaba bien, no lo sabía.

Su novio, Christopher, se acercó a ella con una sonrisa pintada en los labios, mientras debía estos dilemas.

Ella se levantó de un salto y se abalanzó a besarlo.

—¿No se supone que no te gustan las cursilerías?—preguntó el muchacho, sorprendido por el cambio.

—No me gustan—afirmó— Pero tú siempre logras sacar mi lado más irracional.

La pareja comenzó a caminar y mientras eso sucedía, Victoria pensó, que sin duda alguna, al día siguiente se compraría todos los libros de guerra que podía.

FIN.

 

Re: Antes y después

Palabras: 294. ​

~.~
Soledad

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Ella siempre fue una chica a la cual le gustaba la paz de su mundo. Un buen libro era siempre el mejor compañero, mientras que un diario de vida era su más fiel confidente. Freak... era cómo algunos la definían, era un adolescente poco normal. Sólo eso. Le gustaba estar sola, se sentía completa de esa manera.

'Mejor estar solo que mal acompañado'. Pensaba cuando veía por las noches a sus amigos en los bares, mientras que ella caminaba tranquilamente por las calles oscuras, pensando y meditando. Lo mismo cuando veía a sus compañeros de estudio fumando. Era algo que simplemente no le llamaba la atención ni despertaba su curiosidad.

Desde pequeña fue así, siempre metida en su mente y siempre alejada de los demás niños. Jamás tuvo un amigo imaginario, jamás necesitó alguien más para sentirse bien. A su madre eso le agradaba, en parte. Constantemente la llevaba al psicólogo, pero éste le decía que nada andaba mal, que simplemente le gustaba la soledad.

Así era ella: callada, solitaria y, extrañamente, feliz. Disfrutaba pensar en el parque, sin nadie que le molestase. Sólo la naturaleza que le acompañaba en su soledad.

Se tumbó en el césped, sintiendo el aroma de las hierbas impregnarse en su piel de seda. Las hojas rojas caían por el otoño entrante y le encantaba sentirlas en su rostro.

Amelia disfrutaba de la soledad, pero más aún de esos momentos, donde las hojas caían en su cuerpo. Y donde la naturaleza le hablaba en silencio.
Ver archivo adjunto 947505 ​

 

Dado que el archivo adjunto del último escrito se perdió, la imagen con la que se debe seguir es esta:

 

Esta mañana he despertado muy energico, descansé bien y por lo tanto las energías en mi ser, incluso antes de desayunar, eran bastantes.

-¡Mamá!¡Mamá!¡Mira lo que he hecho!- grité brincoteando por todos lados intentando atraer su atención, pero nada sucedió.
-Si Luisito ya vi, ahora dejame trabajar.-

Me enfurruñé un poco y fuí a buscar unas galletas. Sabía muy bien donde las dejaba la señora Candy, escondidas de mamá, pero a vista mía.

-Shhh- me decía señalando con su dedo las galletas. - Tu mamá no debe verlas pingo. Y solo una por día, ¿De acuerdo?- Me guiñaba el ojo y seguía con su queacer.

Así que corrí a donde las había visto por ultima vez y no las encontré.

-Luisito si estas buscando las galletas, ya las guardé. Se buen niño y espera a que mamá te de algo de comer- Dijo acomodandose el mandil blanco que siempre usaba al cocinar.

Era domingo, el día en que papá se quedaba todo el día en casa. Corrí a su habitación esperando sorprenderlo, cuando entre el aún seguía dormido. Agarre impulso y salte tan alto como pude sobre mi papá. Pero en vez de sonreirme me miró con esos ojos suyos y me corrió de la habitación.

Salí corriendo y me estampé con la pared. Comenzé a llorar con todas mis fuerzas y mamá acudió a mi.

-Sabes que no le gusta levantarse temprano Luisito- y me sobó la cabezita dandome un beso. -Vente a comer que el desayuno está listo. Después podrás salir a jugar con tu barquito nuevo.-

Comí presurosamente mi desayuno y despues de darle un beso a mamá sali corriendo hacía la puerta y con una sonrisa le dije,
-Gracías, mamá.

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Creo que ando un poco inspirada ultimamente, así que vine a aportar un poco de mis ideas por acá.

Imagen: