Teenage days [sxs-nxh-gxm-sxi-sxt-nxt]

¡Hola!

Bueno, les dejo la conti ^^ espero que les guste aunque esté muy corta, perdón pero no tengo tiempo para revisar el capítulo completo, así que sólo les dejo la primera parte ^^

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Capitulo 7: El nuevo alumno, la pesadilla de Ino.

Ino estaba como loca alistándose para la cena con su padre y su nueva novia. Aunque ella estaba segura de que esta sería como todas las demás, y sólo asistiría a esa cena por mero compromiso, ya que si no lo hacía se llevaría un gran regaño de parte de su padre.

—Aquí están tus aretes Ino-san – Le dijo Matsuri entregándole dos hermosos aretes largos. Ino los recibió y le sonrió a la chica. Era verdad que había intentado odiarla por el hecho de que a ambas les gustaba el mismo chico, pero finalmente se dio cuenta de que eso era estúpido, Matsuri no tenía la culpa de haberse enamorado de él, y a fin de cuentas, era él quien decidía.

—Gracias Matsuri – Dijo con una sonrisa. Después se puso ambos aretes – Debo darme prisa.

—Pues yo te veo lista Ino – Le dijo Tenten sentada muy cómodamente en la cama. Ino suspiró y asintió con la cabeza.

—Sí, ya me voy, luego les cuento chicas – Decía saliendo apurada. Las otras dos sólo le sonrieron.

—¡Buena suerte! – Gritó Matsuri.

—¡Nos cuentas como está tu nuevo hermano! – Le gritó Tenten.

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—Ya Hinata, no sigas pensando en eso – Le aconsejó la peli rosa a Hinata, la cual aún seguía muy triste por lo sucedido con Naruto y Sasuke, ya que a partir de ese momento el rubio se la había pasado ignorándola, como si ella no existiese, lo que la tenía muy mal.

—Es que… Naruto-kun se portó tan frío conmigo, y él no era así… - Dijo la ojiperla con tristeza.

—¿Hinata, te gusta Naruto? – Preguntó Sakura, a lo que Hinata le miró muy sorprendida, pero ya era inútil que siguiera negándolo, era obvio que por eso se sentía tan mal.

—B-bueno… pues… no lo sé… - Dijo mirando al suelo – Estoy muy confundida Sakura-chan, Sasuke es mi novio, pero yo… no lo quiero, no me hace sentir lo que Naruto-kun.

—Ya veo…

—Eres la primera persona a quien le digo esto, pero… Naruto-kun y yo nos besamos – Confesó Hinata muy sonrojada, sin embargo Sakura notó como le brillaban los ojos al hablar del rubio, y se dio cuenta de que Hinata hablaba en serio, ella de verdad estaba enamorada de Naruto. Sólo se estaba engañando al seguir al lado de Sasuke.

—¿En serio? – Preguntó con una sonrisa, emocionada por su amiga - ¿Cuándo?

—En la fiesta… - Contestó Hinata – P-pero… me siento muy culpable por hacerle esto a Sasuke.

—Sasuke – Pensó Sakura, recordando por un momento lo sucedido con él, cuando la había besado. Se sintió molesta de pronto, y miró a Hinata decididamente – Hinata, no tienes por que, Sasuke no se lo merece.

—¿Qué quieres decir?

—No sé si deba decirte esto… - Dudó la peli rosa.

—Ya empezaste, así que termina.

—De acuerdo – Sakura suspiró – En la fiesta, vi a Sasuke besándose y manoseando a otra chica.

—¿Qué? – Cuestionó Hinata sorprendida, y aunque no sintió ni celos ni dolor, sí sentía rabia, por creer en una persona que la había engañado y por alejarse de quien en verdad le gustaba, creyendo que él no merecía ser engañado. Pero que ingenua había sido.

Sakura asintió con la cabeza cuando su amiga buscó su mirada, tratando de hallar una confirmación de sus palabras.

—Sin contar lo que hizo conmigo – Pensó la ojijade, guardando para sí ese pequeño detalle.

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Naruto estaba recostado de espaldas en su cama, mirando al techo como si fuera lo más interesante del mundo, mientras que Sasuke dormía, Gaara oía música, y Neji leía un libro.

Se sentía confundido y dolido. Después de lo que había visto no le quedaban dudas de las palabras que le había dicho Hinata; que ella amaba a Sasuke. ¿Pero entonces por que había correspondido su beso? Eso le hacía sentir frustrado, o como un estúpido.

¿Por qué enamorarse? No había venido a esta escuela a buscar una novia, como una vez sugirió su padre, fue sólo porque él le obligó, entonces… ¿Por qué no hallaba ningún sentido el estar ahí sin poder estar junto a Hinata?

—Soy un idiota… me he enamorado de ella, de una niña rica que sólo le gusta jugar con la gente… - Pensó, sintiéndose humillado de cierta forma.

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Era de noche ya, e Ino al fin había llegado al lugar en donde se llevaría a cabo la dichosa cena. Bajó del lujoso auto negro en el que fue transportada, y entró al restaurante. Llevaba puesto un elegante vestido purpura claro, sólo un poco más arriba de las rodillas, y con tirantes en lugar de mangas. El cabello lo llevaba suelto, pero semi-recogido hacia atrás con un par de horquillas. En realidad se veía muy hermosa.

Se sentó a la mesa en donde estaba sentado su padre junto a una joven y hermosa mujer de cabello negro azabache y ojos café oscuro. Al acercarse más, pudo darse cuenta de que se trataba de una famosa conductora de la tv, llamada Reiko Satoshi.

—Que bueno que llegas Ino, ellas es…

—Satoshi Reiko del canal cinco – Interrumpió la rubia las palabras de su padre – Si, que bien, ahora sales con conductoras de tv ¿Qué sigue, una modelo?

—¡Ino! – Gritó Inoichi enfadado por el poco respeto que ponía su hija hacia su prometida, pero a ella le daba exactamente lo mismo que su padre la fuera a regañar, simplemente no estaba interesada en ser amable con una persona que le daba igual.

—Calma Inoichi – Dijo Reiko con una sonrisa – Me alegra que me reconozcas Ino-chan, eso quiere decir que soy algo famosa.

—Sí, como sea, terminemos con esto – Dijo Ino con indiferencia, sentándose a la mesa.

—¿Y en donde está tu hijo? – Preguntó el padre de Ino a su novia, la cual lo miró sonriendo de nuevo, aunque por la fría mirada de su hijastra, se sentía un poco intimidada.

—Debe estar por llegar, es que tenía unos trabajos de la escuela pendientes.

—Bueno, mientras llega hablemos un poco – Dijo Ino, rompiendo el aire tenso que había en el lugar - ¿Sabes cuantas novias ha tenido mi papá antes de ti?

—¡Ino, basta!

—¿Qué? Yo sólo digo la verdad.

Reiko sólo trató de sonreír. Era seguro que Ino no la quería ni conocer, pero a pesar de eso no se dejaría vencer, porque su amor era más fuerte que todo, así que seguiría siendo amable con ella.

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Sakura no podía dormir, así que se levantó y subió hasta la azotea de la escuela, sintiendo el suave y fresco viento sobre su rostro. Aunque ya era de noche y hacía algo de frío.

—Que pacífico – Susurró cerrando sus ojos y apoyándose sobre el barandal, ya que no todo estaba cubierto de rejillas.

—No tanto si tú estás aquí – Escuchó una molesta voz detrás de ella, y al voltearse se encontró con el molesto de Sasuke Uchiha.

—Sasuke… ¿Qué demonios haces aquí? – Preguntó con el ceño fruncido, y es que no soportaba verlo a donde fuera.

—Este lugar no te pertenece – Le contestó Sasuke situándose a su lado – Y tampoco te debo explicaciones.

—¡Hmp! – Exclamó la peli rosa molesta, dándole la espalda – Me tenías que arruinar el momento.

Sasuke sólo la miró divertido, por haber hecho un gesto casi igual a los que él hacía cuando estaba enojado. De pronto, recordó lo sucedido cuando la besó, y no pudo evitar preguntar, porque aquel tema lo estaba matando.

—Sakura ¿Qué sucedió ayer?

Sakura lo miró sorprendida, pero a los pocos segundos lo miró despectivamente y volvió a darle la espalda.

—Lo mismo quisiera saber – Respondió en tono grosero, pero eso a Sasuke no pareció importarle.

-Yo… - Dijo el azabache acercándose lentamente a ella, haciendo que Sakura se pusiera muy nerviosa – Me he estado atormentando desde ese momento… de verdad quiero saber que pasó contigo ¿Por qué llorabas? – De pronto la mirada de Sasuke cambió, ya no era la de alguien molesto y pedante, ahora era mucho más sensible y comprensiva, y por primera vez Sakura no sintió deseos de escapar de él, y dejó que la mano masculina acariciara con suavidad su cabello, mientras los labios de él se acercaban a los suyos.

—Sasuke, yo… - Susurró Sakura, tratando de explicarse que le estaba sucediendo.

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Hinata no podía dormir, no dejaba de pensar en lo que le dijo Sakura sobre Sasuke, no podía creerlo ¿Pero y si era verdad? Esa sería la excusa perfecta para dejar a Sasuke, para al fin poder terminar con él.

—¿Pero en que estoy pensando? – Se cuestionó en tono de regaño - ¿Eh, y Sakura-chan?

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La cena se estaba tornando aburridísima, ya llevaban media hora hablándole a Ino sobre como se habían conocido y ella sólo hacía que les oía mientras asentía con la cabeza y se distraía hasta con las moscas.

Ino bostezó – Que flojera ¿A que hora se acaba esto?

—Ino, por favor compórtate – Le pidió amablemente su padre, pero ella ya estaba demasiado molesta y aburrida.

—Ah, déjame en paz ¿Y sabes que? Ya me voy – La rubia se levantó dándole un manotazo a la mesa.
Se dio la vuelta enojada, y justo en ese momento chocó contra el pecho de alguien, igual que aquella vez en la fiesta - ¡Fíjate idiota!

—¿A quien le llamas idiota niña? Fíjate tú por donde vas – Respondió aquel chico. Ino iba a decirle algo, pero al verlo se quedó con la boca abierta. Lo había reconocido enseguida, no podía equivocarse.

—¡P-pero si eres tú! – Gritó sorprendida, apuntándolo ¿Cómo no reconocer a aquel pervertido?

—Sai, hijo por fin llegaste – Dijo Reiko sonriendo ampliamente. El joven de cabello negro azabache y ojos como la noche miró a su madre y sonrió de una forma bastante peculiar.

—Hola mamá, lamento llegar tarde.

Ino abrió los ojos como platos. Mirando alternamente a aquel muchacho y luego a Reiko, dándose cuenta de que eran muy parecidos entre sí.

—¿Sai? ¿Hijo? – Repitió sorprendida aún - ¿Es una broma cierto? ¿Dónde están las cámaras?

—¿De que hablas hija? – Preguntó Inoichi sorprendido de ver a su hija actuar de esa manera. Ino no sabía que hacer o decir ¿Cómo podía haberle pasado algo semejante? ¿Por qué justo él tenía que ser el hijo de Reiko?

Se quedó casi en estado de shock, aún sin poder creer que tenía tan mala suerte.

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—Por favor respóndeme – Volvió a pedir Sasuke, observando fijamente los labios de Sakura, sintiendo un deseo incontenible de volver a probarlos.

Sakura, al sentir el aliento de Sasuke sobre su rostro se puso muy nerviosa y sonrojada, pero no sentía miedo ni ganas de llorar, ni mucho menos de que Sasuke se alejara de ella.

—Sa-Sasuke… - Susurró, cerrando lentamente sus ojos. De alguna manera sentía que quería volver a besarlo, y esta vez no huir como antes. Sasuke la tomó por la cintura con delicadeza, y sin siquiera esperar su respuesta se dispuso a callarla, sin embargo alguien llegó en ese momento.

—Sakura… Sasuke – Dijo sorprendida y dolida al encontrar a su novio y a su amiga en aquella situación.

—Hinata – Profirió Sakura sorprendida.

—Hinata… - Sasuke también estaba sorprendido, y enseguida se separó de Sakura – No es lo que tú crees.

—No puedo creerlo, son unos descarados los dos, con razón me dijiste todas esas cosas Sakura, te odio – Y dicho esto, Hinata se fue corriendo. Se sentía como una estúpida, y no porque Sasuke la hubiese engañado, sino por haberlo hecho con la que consideraba su amiga.

—¡Hinata! – La llamaron los dos preocupados.

—¿Ves lo que hiciste? – Preguntó Sakura molesta.

—¿Yo?

—Idiota – Le insultó antes de salir corriendo tras Hinata.

—¿Por qué siempre todo es culpa mía? – Se quejó el azabache antes de correr detrás de las dos chicas.

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Bueno, me voy entonces ^^
¿Que pasará ahora con Hinata, Sasuke y Sakura?
¿Ino logrará aceptar a su nuevo hermano?
¿Por que siempre Sasuke tiene la culpa de todo? xD

Ok, hasta pronto ¡Bye!

 

¡Hola! Gracias por sus comentarios chicas, ando apurada, así que aquí les dejo la conti ^^
Que la disfruten.

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Gaara seguía oyendo música en su cuarto, pero se aburrió. Neji y Naruto ya se habían dormido, y repentinamente Sasuke se había despertado y había salido sin decir nada. Decidió levantarse y dar una vuelta por el pasillo, pero teniendo cuidado de no ser descubierto por Ebizu.

Bajó por las escaleras y cuando pisó el último escalón, pudo oír unos suaves sollozos. Se dispuso a ver que pasaba y fue hasta debajo de la escalera, donde encontró a una persona llorando.

—¿Hinata? – Preguntó sorprendido por verla así.

—G-Gaara-kun – Susurró la ojiperla, que aún no dejaba de llorar.

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Ino se sentía muy incómoda. No podría haberse imaginado estar compartiendo una mesa con el pervertido de la discoteque, quien le había hecho una propuesta indecorosa, y que además ahora sería su querido “hermanastro”. Ella estaba más roja que un tomate, y Sai no dejaba de reír de esa manera tan molesta, lo que la estaba exasperando.

—Que mala suerte tengo ¿Qué hago? – Pensó confundida y nerviosa – Por favor, trágame tierra.

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Gaara acompañó a Hinata hasta su cuarto, le dio un vaso de agua para que se calmara un poco y luego se sentó a su lado en la cama.

—¿Qué te pasó? – Le preguntó preocupado. No le gustaba verla así, Hinata siempre había sido alguien especial para él, mucho más que una amiga o la novia de su mejor amigo.

—Nada… - Respondió la chica mirando al suelo. En estos momentos no quería hablar de eso.

—¿Cómo que nada? ¿Por nada te pones así? – Cuestionó el pelirrojo. Hinata lo miró un segundo y luego volvió a mirar al suelo.

—Es por Sasuke… - Confesó al fin. Gaara la miró y se sintió un poco culpable, pues él sabía todas las cosas que Sasuke hacía a las espaldas de Hinata, y no le había dicho nada, aunque deseaba que ellos dos terminaran.

—Ya veo, seguro lo descubriste con alguna otra ¿O me equivoco?

—¿Qué? No puedo creerlo, tú lo sabías y no me dijiste nada – Dijo Hinata enfadada – Pero claro, era de esperarse que defendieras a tu amigo.

—Escucha, lo siento Hinata, tal vez debimos decírtelo – Se disculpó Gaara. Hinata lo miró sorprendida.

—¿Neji Nii-san también? – Preguntó algo dolida, mientras veía al chico asentir con la cabeza – Me siento como una estúpida. Seguro todos en la escuela lo sabían y yo era la única que pensaba que Sasuke era una blanca paloma.

—No digas eso, sólo eres demasiado ingenua – Dijo Gaara tratando de hacerla sentir mejor, pero ella insistía en estar así.

—En otras palabras, estúpida – Volvió a decir Hinata.

—Que no eres estúpida Hinata – Volvió a asegurar el pelirrojo acercándose a ella para hacerle cosquillas. Hinata se comenzó a reír, y se sentía mucho mejor gracias a él.

—Para ya, Gaara-kun – Pedía la chica tratando de no reír muy alto para no despertar a Temari, quien dormía como un tronco – Temari se puede despertar.

—No creo –Dijo Gaara soltando una risita – Pero si me ve Ebizu-sensei tal vez me mate, así que me voy – Se puso de pie, aún mirando a Hinata – Espero que ya estés mejor.

El chico caminó hasta la puerta y puso su mano en la chapa para abrir, pero un llamado de ella le hizo detenerse.

—Gaara-kun, gracias. Nunca pensé que eras tan buena onda.

—¿A entonces te caía mal? – Preguntó el pelirrojo cruzándose de brazos y fingiendo estar enojado. Hinata sonrió y luego él también sonrió.

—No, nada que ver – Respondió Hinata.

—Bueno, me voy – Dijo Gaara. Después de eso la miró por última vez y salió de su habitación. Se sentía muy feliz, después de todo era ella la persona que él quería, y tal vez ahora sí tendría una oportunidad con ella, ahora que por fin terminara con Sasuke.

Hinata suspiró y se dejó caer sobre su cama.

—Sasuke estúpido, jamás te perdonaré.

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—¿La encontraste? – Preguntó Sakura a Sasuke. Los dos estaban en la azotea otra vez, y ella se veía bastante agitada por haber corrido.

—No – Respondió el azabache - ¿No se habrá ido al cuarto ya?

—Tal vez, voy a verla – Sakura se dio la vuelta para irse corriendo hacia su cuarto.

—Sakura, espera – Pidió él agarrándola de la muñeca. Sakura se volteó, y se dio cuenta de la intensa mirada de él – Aún no respondiste a mi pregunta.

—Creo que este no es el momento para eso – Dijo Sakura enfadada y zafándose de su agarre – Adiós Sasuke.

Sakura se alejó corriendo y Sasuke se quedó ahí, muy molesto.

—Maldita sea, estoy harto de sentir esto – Susurró con rabia. Era cierto, ya estaba cansado de sentir todas aquellas cosas por Sakura. No podía entenderlo.

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Ino seguía en su cena “familiar”, pero estaba demasiado nerviosa como para decir algo. Sai se dio cuenta de que ella parecía tiesa como una estatua, y decidió jugarle una pequeña broma, pues también recordaba lo sucedido aquella vez en la disco.

—¿Qué te pasa Ino-chan? Te ves muy tensa – Dijo el pelinegro mientras comía un trozo de carne.

—N-nada, me duele un poco la cabeza – Respondió la rubia tratando de mantener la compostura.

—Por cierto… - Habló Reiko de pronto dirigiéndose a Ino - ¿Te enteraste que desde mañana tú y Sai serán compañeritos?

—¡¿Qué?! – Gritó Ino parándose, totalmente sorprendida. No podía creer algo así ¿Qué iba a pasar ahora?

—¿Sucede algo Ino? – Le preguntó su padre, a lo que la rubia aparentó estar muy bien.

—No, nada – Dijo volviendo a sentarse muy tranquila. Tomó la servilleta y la puso sobre sus piernas, comenzando a comer tranquilamente.

—Podremos llevarnos como buenos hermanos – Le dijo Sai, sonriendo fingidamente – O tal vez algo más – Susurró lo último a su oído, haciendo que la chica se sorprendiera. Ella se atragantó con un pedazo de carne, y comenzó a toser escandalosamente. Reiko e Inoichi se preocuparon mucho
y se levantaron a ayudarla.

—¿Estás mejor? – Le preguntó su padre volviendo a sentarse.

—S-si, gracias – Respondió Ino mirando muy mal a Sai – Sólo me atraganté – Bebiendo un poco de refresco.

Sai sólo sonreía y eso estaba desesperando a la rubia otra vez, pero lo peor fue cuando él comenzó a acariciar la pierna derecha de Ino por debajo de la mesa. Ella volvió a atragantarse, pero esta vez con el refresco.

—Me quiero morir – Pensó la chica.

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—Hinata – Dijo Sakura al entrar al cuarto. Hinata estaba por acostarse, pero al ver a Sakura la observó duramente. Estaba muy molesta con ella.

—No quiero hablar contigo, eres una traidora Sakura – Dijo la ojiperla. Sakura se sintió muy mal con ese comentario y bajó la mirada.

—Claro que no – Trató de excusarse - ¿Qué no te das cuenta que odio a Sasuke? Lo que tú viste fue sólo un mal entendido, de verdad sólo estábamos discutiendo.

—¿A punto de besarse?

—A mi no me lo digas, fue él quien casi me besa – Dijo Sakura entornando los ojos. Hinata la miró y sonrió un poco.

—Sasuke es un imbécil.

—Es cierto – La secundó la peli rosa. Luego de eso las dos comenzaron a reír juntas. Hinata se sintió algo mal por todo lo que le había dicho a Sakura, ella no quería a Sasuke, así que no tenía por qué ponerse así.

—Perdóname por decir todas esas cosas – Se disculpó la ojiperla.

—Tenías todo el derecho, no te preocupes – Dijo Sakura con una sonrisa – Y te lo digo de verdad, entre Sasuke y yo no hay nada, y tampoco podrá haber algo nunca.

—¿Tanto lo odias?

—No es por eso – Respondió la peli rosa soltando una risita – Pero mejor vamos a dormir, ya es muy tarde y mañana tenemos clases.

—Claro – Hinata se recostó y cerró sus ojos sonriendo. Había decidido perdonar a Sakura, después de todo ahora sabía lo mujeriego que era Sasuke a sus espaldas.

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La noche por fin acabó, y llegó el día miércoles. Ya desde la mañana tenían clases con Anko-sensei, y luego educación física con Gai, así que debían darse prisa.

Hinata iba por el pasillo hacia el salón, cuando Sasuke la detuvo de pronto.

—Hinata, tenemos que hablar – Le dijo seriamente, pero ella sólo se soltó de su agarre con brusquedad, ya que no quería volver a tener nada que ver con él.

—Tú y yo no tenemos nada de qué hablar – Dijo enojada, lo que a él le sorprendió, pues nunca había visto así a Hinata, ella siempre era dulce y cálida con los demás.

—Claro que tenemos que hablar, hay mucho que aclarar – Insistió Sasuke, pero ella no estaba dispuesta.

—¿Para qué, si me engañas cada vez que puedes? Yo no soy un juguetito barato que nada más tiras cuando te has aburrido. A mí me respetas Sasuke Uchiha – Exigió Hinata. Era la primera vez que se sentía así, que se enfrentaba a alguien de esa forma.

—Hinata, yo te quiero… - Trató de disuadirla Sasuke, pero Hinata volvió a mirarlo severamente. Esta vez no se dejaría pisotear por nadie.

—Tú no quieres a nadie, ni siquiera a ti mismo – Después de eso se alejó, dejando a Sasuke sorprendido. Definitivamente ahora Hinata se sentía aliviada, por fin había terminado todo con Sasuke Uchiha, por fin era libre.

Sasuke bajó la mirada – Eso no es cierto… no lo es… - Susurró.

—¿Que te pasa hermanito? - Le preguntó Itachi acercándose a él por la espalda y apoyando una mano en su cabeza. Sasuke alejó su mano furioso.

—Nada que te importe, no me jodas Itachi – Masculló, para después irse hacia su salón lleno de rabia.

—¿Y ahora yo que hice? – Se preguntó el Uchiha mayor confundido por la actitud de su hermano, pero fue distraído por una voz que le gustaba mucho.

—Hola Itachi – Dijo ella sonriéndole. Itachi también le sonrió.

—Hola Sakura, que linda te ves hoy – Le comentó – Justo venía a buscarte.

—¿A sí? ¿Para qué? – Preguntó la peli rosa confundida.

—Bueno, el fin de semana mis papás se van a la playa, y me pidieron que te avisara que como se llevaban a tu madre, también irás tú – Dijo Itachi. Sakura se emocionó mucho al oír que iría a la playa. A ella le encantaba, y no podía ir demasiado por no tener dinero suficiente.

—¿En serio? Qué bien, voy a ir a la playa.

—Y Sasuke y yo – Completó Itachi, haciendo que la sonrisa de Sakura se borrara completamente - ¿Qué pasa? ¿No quieres que vaya?

—Tú sí, pero Sasuke… es que no soporto a Sasuke – Respondió la peli rosa algo fastidiada, volviendo a recordar el incidente del beso, y lo ocurrido la noche anterior con Hinata.

—Si, desde el lunes anda con un humor de perros – Comentó el azabache en pose pensativa - ¿Por qué será?

—Yo no sé – Respondió Sakura riendo nerviosamente. En realidad si lo sabía, sabía perfectamente que le pasaba a Sasuke, era lo mismo que le pasaba a ella: el beso.

—Bueno, me voy a mi salón, nos vemos después Sakura – Se despidió Itachi, dándole un suave beso en la mejilla. Sakura se sonrojó un poco y le sonrió.

—Claro Itachi.

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Dentro del salón…

—Hola Hinata – Dijo Gaara pasando junto a la chica – Te ves mucho mejor que anoche.

—Hola Gaara-kun – Respondió Hinata con una dulce sonrisa – Pues si estoy mejor – Me he desahogado completamente con Sasuke.

—Bueno, luego hablamos – Y dicho esto, el pelirrojo se fue hacia su puesto.

Naruto entró al salón y al ver a Hinata hizo como si ella no estuviese y se fue directo a su puesto. Hinata bajó la mirada con tristeza.

—Naruto-kun otra vez me está ignorando – Pensó deprimida.

—Hinata… yo te quiero, pero sé que tú a mi no – Pensó Naruto tratando de no mirarla. Él aún no estaba enterado del rompimiento entre Hinata y Sasuke, y por eso seguía con ese comportamiento tan frío hacia la ojiperla.

—¿Entonces te vas a la playa Sakura? – Preguntó Tenten sacando un cuaderno de su bolso. Vio entrar a Neji y le sonrió disimuladamente, él le correspondió el gesto y luego se fue a su puesto.

—Si, pero va el pesado de Sasuke – Respondió con fastidio Sakura. Tenten le puso una mano sobre el hombro.

—Pero ve el lado bueno.

—¿Acaso hay algún lado bueno? – Preguntó Sakura con sarcasmo.

—Claro que si, va el guapo de Itachi ¿Quién quita y él te puede hacer olvidar lo que tú ya sabes?

—-Nadie puede hacer eso – Dijo la peli rosa poniéndose triste otra vez. Tenten se sintió mal por ella, pero decidió no decirle nada más, podría sólo arruinar las cosas.

—H-Hola Gaara – Saludó Matsuri mientras se sentaba en su puesto, ya que el pelirrojo había ido a recoger algo que se le cayó.

—Hola Matsuri – Respondió Gaara con una sonrisa - ¿Cómo estás hoy?

—Muy bien – Contestó la sonrojada castaña, bajando la mirada - ¿Y tú?

—Bien, mejor de lo que crees – Dijo Gaara mirando de reojo a cierta ojiperla, y sonriendo levemente. Después volvió a mirar a Matsuri aun manteniendo su sonrisa y ella sólo volvió a sonrojarse.

—Pues eso me alegra – Dijo la chica – Tengo que decirle, tengo que decirle a Gaara que yo lo quiero…

—Ahora Hinata no está con él – Pensó Gaara – [Ahora es mi turno de estar con la persona que quiero.

En ese momento llegó la profesora Anko acompañada de la directora Tsunade. Ambas venían muy serias, e hicieron callar de inmediato al alumnado.

—Chicos, tengo un comunicado para todos ustedes – Les dijo la directora, captando la atención de todos los estudiantes que estaban ansiosos por saber de qué se trataba el comunicado.

—Que no sea lo que creo… - Susurró Ino por lo bajo y con fastidio.

En eso, un joven pelinegro entró al salón, dejando a varias de las chicas con la boca abierta. Sonrió de su forma característica, mientras se ganaba algunas miradas de envidia.

—Él es su nuevo compañero Sai, espero que le traten bien – Dijo la rubia señalando al nuevo estudiante.

—Hola – Saludó Sai aun manteniendo su sonrisa.

—Ay no – Ino se golpeó la frente muy despacio mientras sus amigas la veían intrigadas. No podía creer su mala suerte, encima de que era su hermanastro, ahora también era su compañero de clases ¿Qué más faltaba?

—¿Qué te pasa Ino? – Le preguntó Tenten que estaba sentada junto a ella, pero en la fila de la puerta. Ino se sentaba en la fila de en medio, al lado de Hinata y detrás de Temari.

—Es cierto, te has puesto muy enfadada cuando entró ese chico – Dijo Sakura, quien se sentaba junto a Tenten.

—Ese chico es mi hermanastro – Respondió la rubia fastidiada.

—¡¿Qué?! – Gritaron las dos sorprendidas. Por suerte no fueron oídas por todo el revuelo que provocaban las demás chicas que se habían vuelto locas por el chico nuevo.

—¡Que chico tan guapo! – Gritaban ellas. Ino sólo suspiró con fastidio y volvió a mirar a sus amigas.

—Es un idiota insoportable, y además es un pervertido – Completó su descripción. Sakura y Tenten lo miraron por un momento.

—Pues qué lástima porque es muy guapo – Dijo Tenten con cierta decepción.

—Ay, claro que no – Dijo Ino mientras que apoyaba el codo sobre la mesa y al mismo tiempo su rostro sobre su mano.

—Claro que si – Le dijo Sakura, aunque a ella le costase admitir el atractivo de los chicos – Sólo mira como tiene a todas, y acaba de llegar.

—Bueno… - Ino miró a Sai por un momento, y por una milésima de segundo sintió que él también la miraba – Tal vez un poco – Admitió al fin, desviando la mirada con un leve sonrojo en sus mejillas.

Sai se sentó justo atrás de Naruto y Kiba. No dijo nada, pues no era su estilo el hacer amigos rápidamente, así que simplemente se mantuvo atento a la clase, aunque de vez en cuando dirigía su mirada a su nueva "hermana".

—Bien gusanos – Dijo Anko con su intimidante tono de voz – Vamos a comenzar la clase.

—Hai – Respondieron todos algo asustados.

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Hiashi Hyûga se encontraba en su despacho. Estaba demasiado molesto por la simple idea de recordar a aquella mujer que había chocado su auto nuevo, y muy descaradamente le había llamado "señor amargado". Acababa de hablar con su abogado y le insistió en ponerle una demanda a Mitsuko, ella no se saldría con la suya.

—¿Una demanda señor? – Le preguntó Hiro confundido – Pero ella dijo que le iba a pagar.

—Sí, pero no quiero que esa mujer vuelva a conducir un auto jamás, es un peligro para cualquier persona – Dijo Hiashi con su imperturbable rostro serio. Hiro sólo lo veía con una gotita en su frente, conocía a su jefe y sabía lo obstinado que era, él no se iba a rendir hasta que no obtuviera lo que quería.

—Me pregunto cómo reaccionará la señorita Mitsuko – Pensó el chofer.

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Las clases con Gai-sensei fueron igual de aburridas que siempre. Los hizo trabajar en exceso hasta casi morir, como de costumbre, aunque como siempre Lee estaba muy contento.

Hora de almuerzo, en la cafetería…

—Este fin de semana me voy a la playa – Comentó Itachi a sus amigos. Estaban los cuatro sentados en una de las mesas almorzando.

—Que bien – Dijo Sasori.

-—Sí, tienes suerte Itachi, yo debo irme a casa de los abuelos, si no voy seré castigado – Dijo Deidara con fastidio, no es que no quisiera a sus abuelos, sólo que se aburría mucho allá, ya que no tenía como "recrear la vista".

—Yo tengo que ayudar a papá el fin de semana – Dijo Kankuro – Es una joda, pero también he sido obligado. En cambio el flojo de Gaara se va con tu hermano – Ante esto último, Kankuro entornó los ojos.

—Sí, Sasuke lo invitó.

—Yo no tengo nada que hacer – Dijo Sasori – Ya saben que mis padres ni me hacen caso.

—¿Quieres ir Sasori? – Le propuso Itachi a su amigo, ya que sabía que si iba sólo con Sasuke y Gaara se iba a aburrir como ostra, aunque Sakura estuviese ahí también.

—¿De verdad? Claro Itachi, gracias.

-Ya terminé con Sasuke – Dijo Hinata a sus amigas. Estaba sentada junto a Sakura, Temari y Matsuri, y dejó a las dos últimas muy sorprendidas.

—Vaya… - Fue todo lo que dijo Sakura.

—Por fin terminaste con ese idiota Hinata, él no te merecía – Dijo Temari a su amiga – Es un descarado.

—Es cierto Hinata-chan – Opinó Matsuri. Hinata bajó la mirada.

—Ya sé que todos en la escuela sabían que él me engañaba… no es nada grato – Dijo un poco deprimida, pero sus amigas trataron de levantarle el ánimo.

—Y me mandó por un tubo – Relató Sasuke, mientras sus dos amigos lo miraban con una expresión seria. Aunque para Sasuke era extraño que el que se veía más molesto era Gaara y no Neji.

—Pues te lo merecías – Le dijo el pelirrojo enfadado. Sasuke frunció el ceño al notar el tono usado por su amigo.

—¿Por qué dices eso?

—Vamos Sasuke, sabes que no querías a mi prima, sólo estabas con ella por complacer a tu padre – Dijo Neji.

—Cállate – Masculló el azabache. No le gustaba que le recordasen las cosas que él había hecho sólo por complacer a su padre, quien al final nunca lo notaba.

—Ayer tuve que calmar a Hinata – Habló Gaara llamando la atención del azabache – Tú la has hecho sufrir mucho Sasuke, no sé como tienes cara para verla – Después de sus palabras se levantó enojado y se fue, dejando a Sasuke muy sorprendido, pero Neji ni se inmutó por el comentario de Gaara.

—¿Qué mierda le pasa? – Cuestionó Sasuke. Neji se puso de pie también.

—Yo no sé. Ah, y gradece que estoy de buen humor y no te mataré, pero no quiero que vuelvas a acercarte a mi prima – Lo amenazó el castaño, aunque no de mala manera pues Sasuke a pesar de todo era su amigo.

—¿Por qué dices eso?

—No quiero verla sufrir, Sasuke… déjala en paz – Neji se marchó, dejando a Sasuke muy molesto. No le gustaba que le dijeran lo que tenía que hacer. Le dio un golpe a la mesa y se largó por el lado contrario al que se había ido Neji.

Neji por su parte, se disponía a ir hacia los cuartos, cuando sin querer chocó contra una chica que traía consigo una bandeja, y tiró todas sus cosas.

—Cuanto lo siento – Dijo el castaño agachándose para ayudarla a recoger todo. Ella hizo lo mismo, y en un momento ambos se quedaron mirando. Neji observó sus finos rasgos, su cabello castaño, y sus hermosos ojos verdes. Por un momento se quedó perdido. Ella traía el uniforme de las meseras, por lo tanto no era una estudiante, sin embargo parecía ser de su edad, o tal vez un poco mayor.

—N-no te preocupes, fue mi culpa por ir distraída – Dijo la chica un poco sonrojada.

—No, de verdad perdón – Insistió Neji al notarla tan nerviosa. Ambos recogieron todo y se pusieron de pie - ¿Eres nueva no?

—S-sí, soy Eri, Eri Yamada, m-mucho gusto.

—Neji Hyûga, es un placer Eri – Dijo Neji con una sonrisa. Eri se sonrojó aún más y bajó la mirada.

—El placer es mío, Neji… - La castaña le sonrió dulcemente, y con tan sólo ese gesto, lo dejó atrapado irremediablemente.

Tenten se había ido a sentar junto a sus amigas, y al observar como Neji veía embobado a aquella chica, sintió una pequeña punzada en su pecho. Pero se trató de convencer a ella misma de que aquello no significaba nada.

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Gaara iba por el pasillo. Aún estaba molesto por lo sucedido en la cafetería, y lo que Sasuke había hecho con Hinata. Él sentía algo muy especial por ella, y no le gustaba verla sufrir como lo había hecho la noche anterior.

—G-Gaara – Sintió la dulce voz de una chica llamándolo por la espalda. Se dio la vuelta y pudo ver a su amiga Matsuri, la cual estaba algo nerviosa y sonrojada.

—Matsuri ¿Sucede algo? – Preguntó, de pronto olvidando toda su rabia. Cuando estaba en presencia de ella siempre se sentía alegre, sin importar lo que le hubiese pasado antes.

—Es que… me preguntaba… - La castaña se veía cada vez más sonrojada, y su corazón estaba latiendo muy rápido. Era simplemente porque había tomado una drástica decisión que podría cambiar todas las cosas entre ellos. Ella estaba enamorada, y estaba dispuesta a declararse si era necesario - ¿Tienes algo que hacer el fin de semana?

—¿Uh? Pues… me voy con Sasuke a la playa, pero eso será por la tarde, y en la mañana no tengo nada que hacer – Respondió el pelirrojo - ¿Por qué?

—¿T-te gustaría ir al cine conmigo? – La chica bajó la mirada, le daba demasiada vergüenza verlo a los ojos.

—Bueno, claro que si Matsuri – Dijo Gaara esbozando una leve sonrisa. Matsuri también sonrió, feliz de que él hubiese aceptado.

—Que bien – Te diré lo que siento por ti… ya lo he decidido… - Pensó.

Había una gran planta al otro lado del pasillo, desde donde Ino los observaba escondida. Estaba envidiosa y no podía disimularlo, siempre le había gustado Gaara, y le dolía ver como él y Matsuri eran tan buenos amigos, además, sabiendo de sobra que la castaña lo amaba.

Sai la observó espiando a esos dos chicos, y se le acercó al oído para susurrarle.

—¿Qué haces hermanita?

—¡Ahh! – Ino dio un salto al sentir ese aliento tan cerca. Se dio la vuelta encontrándose con los dos ojos negros de Sai, y frunció el ceño enojada - ¡¿Qué mierda te pasa Sai?!

—Pero que genio – Dijo el pelinegro con su típica expresión, casi desinteresado – Ese tipo de vocabulario no le queda bien a una niña como tú.

—¿Cómo yo? ¿A qué te refieres con eso?

—A nada, pero tampoco es bueno espiar a la gente.

—¿A ti que te importa? – Preguntó enojada dándole un empujón. Se iba a ir, pero Sai la agarró de la muñeca y la jaló. Ambos se quedaron frente a frente, viéndose a los ojos - ¿Qué haces? – Cuestionó un poco sonrojada.

—Una señorita no debería tener ese tipo de modales – Dijo Sai, haciendo que Ino se volviese a molestar.

—Déjame en paz – Exigió empujándolo una vez más, zafándose también de su agarre.

—Deberías tratar mejor a tu futuro hermano.

—Tú y yo nunca seremos familia. Mi papá jamás se casará con Reiko, no olvidará a mamá, eso te lo juro – Dijo Ino con algunas lágrimas en sus ojos, para después salir corriendo, dejando a su "hermano" sorprendido por su reacción.

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Sasuke estaba sentado en una banca en la azotea, bastante alejado de la puerta. Recordaba con mucha rabia las palabras de sus amigos y las de Hinata. En ese momento oyó el sonido de la puerta, lo que significaba que había entrado alguien. Le fastidió el ya no estar solo, y se puso de pie dispuesto a irse, pero el sonido de una guitarra, seguido de una hermosa voz lo dejó congelado en ese lugar.

Aunque ahora estés aquí
Aún estando junto a mi
Aunque este corazón
Aún lata por tu amor.

—¿Quién será? – Se preguntó en voz baja. Se sintió hipnotizado por aquella voz y no fue capaz de interrumpirla.

Sé que algo bien no está
Sé que algo fallará
No puedo soportar este temor a no
Tenerte.

Y me digo una y otra vez
A mi misma que estoy bien
Aunque con alguien más te comparta
Desde el interior de mi corazón
Y vuelvo a llorar otra vez
No es así como debió ser
Aunque sea sólo una mentira
Dime que soy la única.

Sasuke caminó sin darse cuenta hasta donde estaba la chica cantando, y se sorprendió enormemente al ver quién era.

—S-Sakura…

—Sasuke… - Sakura dejó de cantar de inmediato, sorprendida porque Sasuke la había oído.

—¿Tú estabas cantando?

—S-sí… - La peli rosa bajó su mirada apenada. Se puso de pie y se dirigió a la puerta, sin embargo unas palabras dichas por Sasuke la desconcertaron por un momento.

—Lo haces bien.

—Gracias… - Susurró Sakura. Después se alejó corriendo del lugar, dejando a Sasuke aún ahí, congelado e hipnotizado. Sólo podía sentir el viento sobre su rostro, y como su corazón latía con una enorme rapidez. Jamás había sentido algo así, nunca.

Continuara…

Próximo capítulo: Un corazón roto.

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La canción de Sakura es "Be your girl" de Chieko Kawabe, es una adaptación al español hecha por mi.

¿Que sucederá entre Sakura y Sasuke?
¿Sai logrará caerle bien a su hermanita?
¿Matsuri le podrá confesar sus sentimientos a Gaara?
¿Gaara enamorado de Hinata? O_O

Jajaja, bueno, me largo, no me maten ^^
¡Bye, bye!

 

¡Hola!

Bueno chicas, como ando apurada no les he podido dejar el capítulo completo, así que he aquí la mitad.

Gracias por sus post y espero que les guste ^^

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Capitulo 8: Corazón roto

El día sábado había llegado y todos se encontraban en sus casas.

Sakura preparaba su bolso para el fin de semana en la playa. Estaba en su cuarto, en aquella gran mansión Uchiha, mientras pensaba en lo que le había dicho Tenten sobre Itachi. Pero para ella era ridículo pensar en que él se pudiera fijar en ella.

—Será mejor que deje de pensar en tantas tonterías – Se dijo dando un suspiro.

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—¿A dónde vas Gaara? – Preguntó Temari al ver que su hermano menor bajaba las escaleras muy arreglado.

—Al cine con Matsuri – Respondió éste como si nada, pero a Temari le llegó a sorprender su respuesta.

—¿Así tan arreglado? – Lo señaló. Gaara estaba usando una camisa roja de tela y unos pantalones negros, y su cabello rojizo estaba rebelde como siempre - ¿Además que no ibas a la playa con Sasuke?

—Sí, pero eso es en la tarde, apenas son las doce del medio día Temari, y en cuanto a lo otro, no tiene nada de malo que quiera verme bien – Dijo Gaara acercándose a la puerta – Bueno, nos vemos después – Y dicho esto salió de su casa a encontrarse con su amiga.

—¿No será que a mi hermanito le gusta Matsuri? – Se preguntó Temari con una pequeña sonrisa.

En ese momento Karura -su madre- bajó las escaleras con un papel en su mano. Miró para todos lados buscando a Gaara, pero no estaba.

—Si lo buscas acaba de salir en una cita – Dijo Temari comenzando a leer una revista, pero tuvo que aguantarse la risa al ver la cara que ponía su madre.

—¡¿Cómo que una cita?! – Gritó histérica la madre de los Sabaku No - ¡Mi pequeño Gaara en un cita, no puede ser! – Se quejaba como si eso fuese el fin del mundo. Temari por su parte siguió leyendo la revista, tratando de no reírse por la reacción de su madre, quien era demasiado sobre protectora con sus tres hijos, pero a veces con Gaara se le iba la mano. Ella pensaba que su hijo aún era un bebé.

—Ya mamá – La trató de tranquilizar la rubia - ¿Qué es eso? – Preguntó al notar el papel que tenía su madre en la mano.

—Ah, esto es una receta médica, iba a pedirle a Gaara que fuera por ella a la farmacia, pero como se ha ido a una cita… - Decía llorando con lo último como una magdalena. Temari se levantó dando un suspiro y tomó la receta en su mano.

—Yo iré por ella, no te preocupes – Dijo con una sonrisa, pero Karura seguía llorando porque su pequeño Gaara estaba con una chica. Temari decidió no darle más importancia al asunto y salió de su casa rumbo a la farmacia – A ver… la que queda más cerca es… - Se detuvo a pensar por un momento, para después fruncir levemente el ceño – La de los Nara…

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Naruto suspiró con pesadez. Estaba por fin en su casa, pero deseaba ver a Hinata con todas sus fuerzas. Las cosas habían ido algo mejor los últimos días de la semana, ya que se enteró del rompimiento de Hinata con Sasuke y aunque aún no estaba todo claro entre ellos dos, ya comenzaban a llevarse de nuevo como amigos.

Lo único malo era que ahora había otra piedra en el zapato. Gaara no dejaba de estorbar -según él- al estar siempre tan cerca de la ojiperla, pero Naruto pensaba que ellos dos sólo eran amigos y nada más.

—Bueno… ¿Qué hago? Estoy muy aburrido – Dijo echándose de espaldas sobre su cama. Miró al velador y encendió su pequeño radio para oír un poco de música y justo a esa hora pasaban uno de esos programas en donde llamabas para pedir algún consejo.

—Y estamos de regreso en La Hora Del Corazón – Narraba el locutor - ¿Tienes algún problema? ¿Una pena de amor? Llámanos y te ayudaremos.

Naruto suspiró – Sería una locura llamar… ¿O no?

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Matsuri estaba parada afuera del cine esperando a Gaara. Había llegado como media hora antes de lo acordado y estaba muy nerviosa porque finalmente le diría a Gaara lo que sentía. No estaba segura si era o no una buena idea, pero ya no podía soportarlo, necesitaba decirlo.

—Ay ¿Cómo se lo digo? Ya me estoy arrepintiendo – Dijo bajando la mirada muy nerviosa, pero en ese momento escuchó la voz de esa persona especial para ella.

—¡Matsuri! – La castaña miró hacia esa dirección y pudo ver a su amigo correr hacia ella. Sonrió ampliamente cuando por fin lo vio llegar.

—Hola Gaara – Lo saludó.

—Hola Matsuri… - Dijo Gaara algo cansado – Perdón ¿Llevas mucho tiempo esperando?

—N-no, acabo de llegar – Mintió Matsuri con cierto nerviosismo, pues no podía decirle que llevaba bastante rato esperándolo y que se estaba muriendo de los nervios.

—Bueno, entonces entremos – Dijo el pelirrojo con una sonrisa, y ella sólo asintió con la cabeza.

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—Esto es una mierda – Masculló Sasuke mientras alistaba sus cosas para el fin de semana en la playa - ¿Por qué tiene que ir esa tonta de Sakura? – Siguió quejándose – Es una verdadera molestia.

Al terminar todo lo que estaba haciendo, Sasuke salió de su habitación. De verdad no quería que Sakura fuese, ella lo confundía demasiado, y lo estaba volviendo loco. No podía soportar estar pensando en ella todo el tiempo, estar deseando a cada momento volver a sentir sus labios y no poder quitarse de la cabeza el sonido de su voz.

Iba tan distraído en sus pensamientos que no se fijó que al pasar por fuera del cuarto de Sakura ésta abría la puerta, lo que dio como resultado un fuerte golpe en toda su cara.

—¡¿Qué no te fijas idiota pordiosera?! – Gritó furioso mientras se cubría la nariz. Sakura aguantó una risita al ver que lo había golpeado sin querer.

—Ay, lo siento señor perfecto, olvidé que a usted no se le puede tocar – Dijo la peli rosa en tono de burla, pero a Sasuke no le hacía mucha gracia su bromita.

—¡Ya me tienes harto! – Gritó tomándola por los codos y acorralándola contra la pared del pasillo. Sakura se sorprendió y trató de zafarse - ¿Hasta cuando vas a dejarme en paz? – Cuestionó el azabache. Era cierto que estaba harto de ella, pero no de sus bromas, sino de no poder dejar de pensarla a cada momento, de sentir esa extraña sensación cada vez que estaba cerca de ella.

—Sasuke suéltame, me lastimas – Dijo Sakura tratando de zafarse, pero sólo consiguió que él la aprisionara con más fuerza.

Sasuke no quería soltarla, no podía dejar de verla a los ojos. De pronto Sakura dejó de forcejear y se quedó paralizada, al sentir más cerca de ella el aliento del azabache. Él estaba a punto de volver a besarla, de volver a unir sus labios una vez más.

—¡Sasuke, es hora de la comida! – Gritó Itachi desde la escalera. Instantáneamente Sasuke se separó de Sakura, con la mirada baja y un poco avergonzado.

—Perdón – Se disculpó el pelinegro.

—Eres… un imbécil – Sakura lo empujó y se fue corriendo de ahí. Mientras que Sasuke le daba un leve golpe a la pared ¿Por qué siempre las cosas tenían que salir mal?

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Hinata estaba en su cuarto oyendo su programa de radio favorito “La Hora Del Corazón”. Ahí siempre hablaban sobre historias muy románticas e interesantes y ponían su música favorita.

—Bueno, y esta es tu hora, si quieres algún consejo llámanos enseguida – En ese momento se oyó el sonido del teléfono – Dime tu nombre amigo.

—Eh… soy… Kyubi, si, ese – Dijo el chico que llamó al programa. A Hinata le pareció conocida esa voz, pero se quedó callada oyendo.

—Muy bien Kyubi ¿Cuál es tu problema?

—Bueno… me gusta mucho una chica de mi escuela – Dijo Kyubi algo avergonzado.

—Por alguna razón esa voz me parece familiar – Dijo Hinata con una pequeña sonrisa en sus labios, y siguió escuchando el programa atentamente.

—¿Y el problema es que te gusta?

—No, no es eso – Respondió Kyubi riendo apenado – El problema es que ella no me hace caso, le he dicho que me gusta pero ella siempre prefería a su novio.

—Ah, o sea que tiene novio y aún así te gusta.
—Tenía novio, él era un idiota que la engañó y le hizo mucho daño, alguien como él no la merecía… - Relataba el chico, haciendo que Hinata se sorprendiera un poco pues le sonaba muy familiar aquella historia.

—Vaya, eso si es un problema, pero te aconsejo amigo que no la presiones, si quieres que ella de verdad te haga caso primero hazte su amigo y luego ya vas en serio, después de todo dices que terminó hace poco.

—Si, eso haré, gracias – Después de eso Kyubi terminó la llamada y pusieron un poco de música.

—Vaya… esa chica debe ser una tonta para rechazar a alguien como él por un idiota que la engañó – En ese momento el sonido de su celular la distrajo. Lo levantó pero era un número desconocido - ¿Bueno?

—Hinata, soy Naruto – Dijo la voz del otro lado, la misma de la radio. En ese momento Hinata se dio cuenta de que era él quien acababa de llamar, además de que ella era una tonta.

—¿Naruto-kun de donde sacaste mi número? – Preguntó sorprendida.

—Eso no importa, sólo dime que si aceptas salir conmigo, como amigos claro.

¿Qué?

—Vamos, es sólo sí o no, aunque te recomiendo la primera opción – Hinata no podía creerlo, Naruto era tan alegre y divertido, nada que ver con Sasuke. No pudo evitar soltar una risita. Él no sabía que ella lo había oído en la radio y no necesitaba saberlo tampoco, le daría su oportunidad.

—De acuerdo Naruto-kun, nos vemos en el parque en una hora ¿Te parece?

—Perfecto – Fue la respuesta del rubio.

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—Ay que flojera – Se quejaba Tenten. Estaba viendo como su madre se sacaba un montón de fotos para la portada de una revista de moda, pero estaba harta de todo aquello. Mitsuko Ama siempre estaba pendiente de su trabajo y no de ella y aunque ahora la tenía a su lado no le prestaba ni la más mínima atención.

—Espérate, tómame una foto con mi hija – Dijo Mitsuko haciendo que el camarógrafo se detuviese. Se acercó a Tenten y le dio un abrazo posando para la cámara, pero la castaña se separó.

—No mamá, no quiero tomarme fotos y menos contigo ¿Por qué mejor no nos vamos a la casa?

—Pero Tenten… - Trató de replicar Mitsuko entristecida por el rechazo de su hija, a veces no entendía por que Tenten era tan fría con ella, siendo que Mitsuko adoraba a su hija.

—Ay, déjame en paz – Tenten volvió a entornar los ojos, dándole la espalda a su madre, la cual se veía muy triste.

—¡Mitsuko! – La llamó una mujer que venía corriendo hacia ella con un teléfono en la mano. Ella era su asistente y amiga.

—¿Qué? ¿No ve que estoy ocupada Natsumi? – Dijo Mitsuko, pero notó que la mujer de cabello rojizo se veía algo desesperada.

—Pero Mitsuko, es importante, es el abogado de Hyûga.

—¿Qué? Dame el teléfono – La castaña tomó el teléfono y comenzó a hablar muy fuerte, mientras que Tenten la miraba arqueando una ceja.

—¿Hyûga? – Pensó intrigada.

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—Que problemático – Shikamaru se encontraba atendiendo la farmacia de su familia, pues su padre había ido a realizar un trámite al banco y como él se sabía los nombres de todo debido a su memoria fotográfica, no le costaría atender mientras tanto.

Estaba tratando de leer una revista pues no había mucho que hacer, pero le daba tanta flojera unir esas letras en su mente que al final lo dejó y se recostó sobre el mostrador.

—Era de esperarse que estuvieras dormido vago – Dijo una voz muy conocida para él. Shikamaru se levantó bostezando y vio a Temari en frente.

—¿Qué haces aquí Temari?

—Pues vengo a comprar ¿Qué crees? – Cuestionó la rubia haciendo énfasis en lo obvio. Shikamaru la miró arqueando una ceja.

—¿Y que quieres?

—Ten – Dijo Temari entregándole la receta. Shikamaru la ojeó un momento y al cabo de unos minutos regresó con el medicamento.

—Aquí tienes – Dijo con seriedad, pues para atender un negocio así no debía estar pavoneando todo el tiempo. Temari lo recibió y le entregó el dinero.

—Gracias – Dijo, y mientras se quedaba esperando el cambio, se quedó mirando al Nara más atentamente – No me había fijado, pero cuando está serio y concentrado es muy lindo… - Pensó.

—Aquí está tu cambio – Le habló el pelinegro, pero la notó algo perdida mirándolo - ¿Qué te pasa?

—¿Eh? N-no, nada, ya me voy, bye – Dicho esto Temari se alejó, se había sonrojado un poco por haber sido descubierta, pero eso no le importaba mucho.

—Que chica tan problemática – Susurró Shikamaru acomodándose otra vez en el aparador, pues tenía mucho sueño.

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Gaara y Matsuri salían del cine. Ella estaba muy sonrojada y miraba al suelo constantemente. Su corazón estaba agitadísimo, sentía que iba a estallar por lo nerviosa que se estaba poniendo, pero quería ser fuerte y decirlo, tenía que hacerlo.

—¿G-Gaara?

—¿Qué? – Preguntó el pelirrojo, quien estaba muy callado pensando en cierta persona.

—¿Te gustó la película? – La chica seguía sonrojada y comenzó a jugar con sus dedos (como Hinata), sin poder mirar a Gaara a la cara.

—Eh, sí claro, estuvo muy buena… - Gaara guardó silencio unos momentos, en verdad no sabía como iba a decirle a Matsuri lo que estaba pensando desde hace rato.

—Oye… - Se llamaron al mismo tiempo, luego de lo cual se miraron y sonrieron.

—¿Qué ibas a decir? – Inquirió Gaara, pero Matsuri negó con la cabeza.

—No, tú primero.

—Bueno… quiero decirte esto porque tú y yo somos amigos y te tengo mucha confianza… es algo sobre alguien…

—¿Qué cosa es Gaara? – Cuestionó la castaña intrigada. Gaara miró hacia otra dirección y continuó.

—Matsuri ¿Recuerdas cuando hablamos sobre la persona especial? Me parece haberla encontrado – Se sentía avergonzado por decirlo, y por otro lado Matsuri sintió como su corazón se aceleraba el doble o quizás el triple.

—G-Gaara yo… - Estaba a punto de decirlo, pero fue interrumpida.

—Creo que… estoy enamorado de Hinata – Confesó Gaara a su amiga, creyendo que era lo más normal del mundo el decirle si le gustaba alguien, sin saber lo que en verdad había hecho.

—¿Qué? – Preguntó Matsuri al mismo tiempo que sentía como se le rompía el corazón en múltiples partes, muy pequeñas y dolorosas - ¿T-te gusta Hinata-chan? – Bajó la mirada tratando de no derramar ninguna lágrima, no podía hacerlo en frente de él.

—Sí es que… no sé lo que me pasa cada vez que estoy a su lado, ella es una persona tan tierna y frágil que… me encanta… - Con cada palabra no hacía más que terminar de romper un poco más ese corazón tan sensible que tenía Matsuri.

—¿Y no se lo has dicho?

—No, no sé si sea buena idea…

—Ya veo… - Matsuri comenzó a caminar, su mirada se había ensombrecido y sentía muchos deseos de llorar. Le había dolido mucho saber que la persona que ella amaba en verdad sentía eso mismo, pero por una de sus amigas. Era muy doloroso.

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Ya eran aproximadamente las tres de la tarde y Naruto esperaba impaciente en el parque a que llegara Hinata. Estaba un tanto nervioso, pero se quedó sin palabras al verla llegar. La ojiperla se había tardado bastante ciertamente, pero al ver lo hermosa que estaba no le importó su retraso.

Hinata lucía un cómodo vestido color rosa pálido, el cual le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas y llevaba un lazo blanco en la cabeza.

—Hola Naruto-kun – Lo saludó Hinata con su dulce sonrisa, la que hacía que a Naruto le latiera el corazón con fuerza. No podía entender como una chica de esas a las que siempre había encontrado frías y superficiales, le podía gustar tanto.

No, no sólo le gustaba, se estaba enamorando de ella.

—Hola Hinata-chan – Dijo sonriendo él también. Le extendió su mano - ¿Quieres ir a tomar un helado?

—Claro – Hinata estrechó su mano y ambos se fueron caminando por el parque.

Llegaron a la heladería y cada uno pidió su sabor favorito, para después ir a sentarse y charlar un rato. Hablaron tanto, que en un pequeño lapso de tiempo ya sabían todo sobre ellos.

Y sentían que podían estar horas así, sin necesitar de nada más.

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Mitsuko no dejaba de dar vueltas de allá para acá, echando humo por las orejas de lo enojada que estaba. Tenten la miraba algo intrigada, sin entender por que su madre se encontraba tan alterada.

—¡Pero como se atreve ese desgraciado de Hyûga! – Gritaba la mujer, mientras su amiga trataba de calmarla, sin obtener resultado pues ella era realmente muy terca igual que su hija. De tal palo tal astilla.

—¿Hyûga? – Pensó Tenten arqueando una ceja, aún no recordaba claramente - ¡Pero claro, Hyûga! Es el apellido de Hinata y Neji… ¿Pero que tendrá que ver mamá con los Hyûga?

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—¡A… chú! – Estornudó Neji – Siento que alguien habla de mí – Susurró para sí. Iba dentro de su auto y se detuvo en cierto lugar, sonriendo levemente al ver a esa chica parada junto a la puerta.

Se bajó del auto y se acercó a ella, besándola en los labios.

—Hola Eri – Dijo con una sonrisa. Eri lo abrazó, rodeándolo por el cuello.

—Que bueno que viniste a verme Neji – Susurró la chica a su oído, para después volver a besarlo. Neji se había enamorado instantáneamente de esa chica, sin saber nada de ella, sin saber quien era ella en realidad.

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—Eh, hola Sasori, que bueno que ya llegaste – Dijo Itachi chocando las manos con su amigo pelirrojo.

—¿Qué hay Itachi? ¿Cuándo nos vamos? – Preguntó Sasori entusiasmado, pues ya tenía muchas ganas de ir a la playa.

—En unas horas, nada más falta que llegue el amigo de Sasuke – Respondió el azabache sentándose sobre el sofá.

—¿Y que haremos allá? Digo, a parte de estar en la playa.

—Durante la noche habrá una fiesta, eso me contaron unos amigos de allá, obviamente iremos, y bueno… intentaré conquistar a mi presa – Respondió Itachi, haciendo que su amigo se emocionara con la idea de la fiesta, pero también se interesó por lo último.

—¿Te refieres a la peli rosa?

—Sí, ya sabes que me gusta – Dijo Itachi – Quisiera intentar algo con ella, no estaría mal.

—¿Y no se ha interpuesto tu hermanito querido? Por lo que he visto de ellos parecen llevarse mucho – Comentó Sasori con una media sonrisa, pero se ganó una mirada de odio de parte del azabache.

—No, estás equivocado, ellos dos se odian – Fue todo lo que dijo Itachi, algo molesto por imaginar a Sakura con su hermano menor.

—Pues yo los vi muy juntos el otro día en la azotea de la escuela, pero si tú dices que no…

—Cállate Sasori – Itachi entornó los ojos. A Sasori sólo le apareció una gotita en la frente.

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Sasuke se encontraba en su habitación, recostado sobre su cama. Estaba molesto, pues acababa de oír una no muy agradable conversación entre su hermano y Sasori, oyó como hablaban de Sakura y no le gustó.

—¿Qué me pasa? – Se preguntó enfadado – Llevo días de esta manera, semanas… y todo comenzó desde que la conocí a ella, la detesto… detesto sentir esto – Se llevó una mano al pecho, apretando fuerte su camisa – No quiero sentir este dolor…

Se dio una vuelta en su cama quedando recostado de lado. No podía consentir aquel sentimiento, jamás iba a aceptar que se comenzaba a enamorar de Sakura, nunca lo admitiría porque sabía que ella lo odiaba.

Y él debía hacer lo mismo, enamorarse era estúpido.

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Gaara había acompañado a Matsuri hasta su casa, pero durante todo el camino ella fue muy callada y se veía como si sintiera deseos de llorar. Él estaba muy preocupado, pero no dijo nada hasta que estuvieron frente a la casa de ella.

—Ya llegamos – Dijo el pelirrojo, tratando de hacer conversación pues al verla tan callada se sentía muy mal.

—Eso veo… - Fue todo lo que dijo Matsuri.

—¿Qué te sucede? – Preguntó al fin. Matsuri lo miró por un momento y después desvió la mirada con tristeza reflejada en sus ojos.

—No me pasa nada… - Respondió.

—Es verdad, tú ibas a decirme algo ¿Qué era?

La castaña se sintió aún peor, ella iba a decirle que lo quería, que estaba enamorada de él ¿Pero que caso tenía decirlo ahora? No iba a servir de nada, en estos momentos sólo quería llorar, tal vez así se sentiría mejor.

—Ya no tiene importancia… - Matsuri caminó hasta la puerta de su casa, pero Gaara la tomó de la mano, causando que todo su cuerpo se estremeciera. Se sentía tan débil ante él, tenía unas enormes ganas de lanzarse a sus brazos y chocar sus labios contra los de él, y besarlo hasta que el aire le faltara. En verdad lo deseaba, pero no era capaz.

—¿Cómo no va a tener importancia? Claro que la tiene, tú me escuchaste cuando te dije lo que sentía por Hinata – Insistió el pelirrojo, pero sólo logró hacerla sentir peor.

—En serio Gaara, no es importante – Matsuri sonrió levemente, tratando de ocultar tras esa sonrisa su enorme tristeza, pero aún así Gaara podía notarlo y no entendía lo que pasaba – Ya me voy a mi casa, bye.

—Bye – Dijo el pelirrojo acercándose a ella para depositar un suave beso en su mejilla.

Después de eso Matsuri entró a su casa y una vez ahí se fue corriendo a su cuarto, para arrojarse a llorar sobre su cama, dando un enorme portazo al entrar a su habitación.

—¿Cómo pude ser tan tonta? Era obvio que él no iba a fijarse en mí, que estúpida… - Se decía mientras escondía su rostro entre sus almohadas, tratando de ahogar su tristeza.

Gaara por su parte se fue caminando a casa de Sasuke, pero por alguna razón no dejaba de pensar en su amiga, sentía que había algo importante que ella no le había dicho, pero tal vez era sólo su imaginación.

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Y eso es todo por ahora.

¿Que creen que pase en la playa y en la fiesta?
¿Creen que estuvo bien que Matsuri no le dijera a Gaara lo que sentía?
Naruto y Hinata en una cita ¿Que pasará?
¿Y que es eso que le molesta tanto a Sasuke y que lo tiene de tan mal humor?

Bueno, todo y más en la conti jejeje.

¡Bye!