Long-fic de Inuyasha - Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Kourei, 5 Abril 2009.

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¿Quien es mejor para Inuyasha?

Poll closed 5 Mayo 2009.
  1. Kagome

    63.0%
  2. Kikyo

    7.4%
  3. Sango

    0 voto(s)
    0.0%
  4. Las lectoras

    29.6%
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  1.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Wiii, hola despues de medio siglo :L.
    No me mates sempai, leía poco a poquito hasta llegar al esperado capitulo. No quería leer con prisa porque así no me fijo muy bien en la trama, que es lo que más me gusta de las historias. Sí que me perdí demasiado, y cosas muy interesantes… ¡¿Desde cuando piensas poner esa pareja de Kagome y Naraku?!, de qué me perdí?, ¿qué futuro tan horrible es éste?

    Pero sabes bien que tu chibi consentida quiere decirte algo más: tienes un problema con las comas (,).
    Hubo oraciones que las leía corridamente sin ninguna pausa, sólo coloca la coma cuando sientas que debe haber un silencio xD.

    Y volviendo al tema, la verdad no me gustaría que muera Kikyo, por lo regular la matan —en algunas ocasiones—, como si fuera el final perfecto para ella. Pero en tu historia a hecho muchas cosas como para que su final fuera así, no sé, una simple opinión mía. T.Q.M sempai, perdona que me haya ausentado muchísimo ya puedes ahorcarme, pero siempre llegó casi al final de tu estupenda historia ToT.
    ¿Me perdonarías? *---*
     
  2.  
    ahomexInu

    ahomexInu Entusiasta

    Piscis
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    Amiga como estas? espero que me recuerdes, se que me perdi el fic por muchisimo tiempo para ser exacta despues del Lemon, pero ya estoy de vuelta y me puse al dia con este fic y casi que me infarto no puedo creer todo lo que ha sucedido, acaso Kag siente algo por Naraku? ya no quiere a Inu? porque? porque? surgen muchos porq pero siento que no te ngo derecho a reclamar explicasion despues de averte abandonado....
    Me encanta tu fic tu narrativa sigue siendo excelente y me parece muy poetica aunque me gustari que hubieran mas dialogos , la verda deseo con todas mis ancias que maten al maldito de Naraku y que me aclares por favor que es lo que esta pasando entre Kag e Inu...
    Bueno amiga espero que actualices pronto ...
    Exitos ....
     
  3.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Título:
    Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    1915
    Sello

    Decidir.

    Tenía que decir…

    ¿No podría hacerlo en otro momento?

    Su corazón latía desbocado, a cada una de sus pulsaciones lo sentía recorrer un centímetro más de su garganta, de algún modo estaba a punto de salírsele por la boca. La elección era ahora, por más que quisiera delegarlo a otro instante.

    Frente a ella estaban dos caminos: luchar junto a InuYasha y destruir por completo la promesa anterior de que él viniera por ella; aliarse con Naraku, buscando la manera de purificarlo y que dejara e intentar destruirlo todo. De una u otra manera tenía que traicionar a uno…— ¡Kagome! —Gritó de nuevo el ambarino, intentando hacerla reaccionar.

    Pero seguía envuelta en las redes de confusión que inmovilizaban su cuerpo. Ladeó el rostro con esfuerzo hacia la derecha, dónde el semi-demonio al que prometió ayudar en todo, pasara lo que pasara la miraba entre el desconcierto y la ansiedad. Fue entonces que recordó cuando juró a sí misma encontrar la manera de salvarlo.

    Sin embargo aún se mantenía la promesa de InuYasha, la cual era que él vendría por ella y destruiría a Naraku; más nunca prometió quedarse a su lado de tal manera. Lo pidió, más no lo prometió.

    Y aunque sus sentimientos por el peli-plateado fueran los mismos, poseía el deber moral de cumplir con ambas promesas, sea como sea. Si iba al lado de Naraku quizás lo convencería de detenerlo todo, evitaría que ambas perlas fueran unidas mientras peleaban y evitaría que entre ambos se mataran.

    Tenía la libertad de tomar el camino que le fuera preciso a sus planes, y viendo la situación el más fiable era ir al lado del ser que le sonreía con parsimonia endiablada.

    De verdad, no lo había visto antes pero su sonrisa era seductiva. Fue imposible evitarlo, pero un sonrojo apareció en sus mejillas.

    Advirtiendo ese gesto InuYasha frunció el entrecejo, Kagome al parecer ya no dudaba de que lado debía estar… iría con ese maldito. No podía evitar el odio hirviente que corría por sus venas en lugar de la sangre. ¡Maldición! ¡Aquél idiota logró poner a Kagome en su contra!

    Tenía el miedo, sabía que esto podría suceder aunque estaba la esperanza de evitarlo. Se mordió el labio inferior hasta enterrar los colmillos, se sentía… sentía…— ¡InuYasha! —Proclamó el monje, retrocediendo dos pasos por su seguridad.

    —Está cambiando, aún con su espada…

    — ¡Kagome, has algo! —No, no parecía reaccionar. Era como si el mundo estuviera ajeno a sus ojos. ¿Qué no lo veía? El ambarino estaba cambiando su forma a la demoníaca, si perdía el control podría asesinar a Naraku e igual les arrancaría la vida a cada uno de ellos.

    —No hay tiempo para detenerse a esto…—La pelinegra empuñó su arco, lanzando una flecha que voló demasiado cerca de la sacerdotisa inmovilizada. — ¡Reacciona!

    —Ven —Llamó el de ojos violáceos, acercándose por los aires en su nube de gases tóxicos para extenderle su mano; ella la tomó. Kikyou quiso lanzar otra flecha, intentado hacerla desistir pero al ver en sus orbes la determinación de que todo saldría bien supuso inmediatamente que algo planeaba.

    —Naraku, como prometí estaré a tu lado…—Sonrió francamente, extendiendo la misma mano derecha para aceptar su ofrecimiento; no importaba qué, sabía lo que sucedería si cualquiera de sus amigos y en especial el semi-demonio seguían ahí, con ambas perlas.

    Pero antes de tomarla, esta fue cortada.

    InuYasha, aún con espada en mano, estaba destellando con sus ojos rojizos inyectados en sangre. A cada parpadeo estos volvían a su tono normal y viceversa, al parecer estaba luchando contra todo ello. No obstante, el rencor destilante casi era palpable con los dedos.

    Parecía un desafío a la mirada tan escabrosa, y ninguno de los dos intentaba perder. Él, con sus ojos entre rojizos y dorados palpitando rápidamente con odio y él con la sonrisa siniestra acompañando a esos matices del violeta que revelaban tantos años de rencores enfermos.

    Se enfrentaron en el pasado, por una misma mujer.

    Se enfrentan en el presente, prácticamente por aquella a la vez que distinta mujer.

    Ambos, al mismo tiempo, extendieron la mano para que ella la tomara, pero Kagome ya había hecho una elección de protegerlos a todos; iría con Naraku. —Gracias —y sonrió francamente, de nuevo, irritando al semi-demonio que se alejó de un salto a la copa de un árbol. Ellos prosiguieron a ir al árbol sagrado…

    —Kagome ha…—Replicó Sango, desde el otro lado de la batalla. Intentó verla a los ojos, pero ésta al ser consciente de ello prefirió evadirla; inmediatamente volteó a Kikyou, quien sonrió tenuemente haciéndole entender que esto sucedía según lo que su amiga planeó.

    —InuYasha debe reaccionar en cualquier momento…—Y miró alrededor, la escena desarrollada iba en función de entregarle ambas perlas a Kagome.

    Sí, eso era lo que realmente pretendía su vida futura.

    Protegerlos.

    Maru se retiró del árbol que protegía, dando campo libre al paso de Kagome.

    —Únelos con tu poder sagrado, sacerdotisa. —Sentenció Naraku. —El tiempo presente y futuro, así como el pasado serán parte de una única realidad que sólo tú podrás manipular. —Se acercó, por primera vez parecía confiado en que la mujer que tenía a su lado, la que robó al estúpido semi-demonio que parecía tenerlo todo en la vida, que ella obedeciera ciegamente en pro de cumplir la promesa.

    Porque así era su Kagome.

    Y su cálido corazón como un Sol en medio de la lluvia que deseaba eclipsar.

    Siendo el único que lograra cubrirla por completo, ella le pertenecería. La usaría, le beneficiaría… había tantas satisfacciones en tenerla consigo. Colocó una mano sobre su hombro, saboreando el momento en que ella finalmente comenzara con el ritual.

    Al parecer, ella sólo esperaba eso. Su aprobación; pues inmediatamente extendió las manos con cada una de las Perlas brillando en pureza rosácea. Sublime, esa sensación de al final vencerlo todo era lo único que valía la pena.

    Kagome ladeó el rostro, tratando de ver a cada uno de sus amigos antes de hacer su cometido: el monje se acercaba a la castaña con un rostro severamente preocupado, Kikyou permanecía ala expectativa de sus actos. Sabía que ella la comprendía, seguramente las almas que le trasladó contenían algo de su nueva forma de pensar que le haría suponerlo.

    Sin embargo parecía jadear un poco, como si le costara mantenerse de pie.

    Al otro lado permanecía Inuyasha, su amado medio-demonio sin atreverse a mover un músculo. ¿Tendría miedo de volver a esa forma demoníaca? ¿O quizás de acercarse a ella y saber que podría destrozarla en un arrebato? Lo leía en sus ojos de mieles, estaba desconcertado por su decisión: tal vez en verdad la creía una traidora a su promesa. A lo mejor influía aquél grave error de ambos de creer que el hijo era de Naraku.

    ¿Cómo fue capaz de pensar eso?

    Sinceramente, nunca lo recordó hasta que su nieto le mencionó la verdad.

    No lo recuerdas pues bebiste aquella cosa en el castillo de Naraku… cuando cambié e intervine en ese hecho tu primera vez fue con mi abuelo, con InuYasha…

    De él es tu hijo

    Y por más vergüenza que le diera al escuchar tales palabras de su propio nieto, se alegró de saber la verdad, aunque fuera mencionada a gritos mientras corría apresurada hacia este sitio.

    Le dedicó una sonrisa al padre de su hijo, esperando que éste por fin entendiera su actitud: lamentablemente quedó más desconcertado aún.

    Sus manos extendidas descendieron para luego avanzar unos pocos centímetros al frente, avanzando lentamente hacia el árbol sagrado: su objetivo. No obstante, en un rápido movimiento sus manos cambiaron de dirección y se insertaron sobre otra cosa, una delgada y suave capa que protegía su interior fue traspasa por sus manos junto a ambas joyas ante la incredulidad de todos. —Kagome las selló en su propio cuerpo…

    N/dp: x´DDDDDD Hokori dareke no he a wo tobidashi (Salto desde mi sucia habitación…) Gaiyou junou michi kakeru kate yuku (Y empezaré a correr por la cuadra…) …Para que no me alcancen xD Gomenasai, gomenasai ToT *se inclina en una super dogeza con la que parte el suelo* ni se imaginan lo que sucede en mi vida, pero resumen super resumido es este: ¡Fui a conocer a mi papá! El fin de semana me invitaron aun evento cristiano en el que casi me desmayé por el poder de Kami-sama que dicen que entra al cuerpo (O.o Es verdad, como que quema pero no) Es difícil de explicar, en fin…

    Acabo de hablar con mi padre y dice que em quiere apoyar económicamente (*Ojos relucientes* Siento que ya lo quiero…) ¬.¬ Es mío, no te acerques. Me va a regalar un celular, dinero y me llevará a conocer a mis hermanitas de 14 y 11 años… —¬.¬ Lo malo es que todas se llaman Gabriela… (Esthepanie Gabriela, Daniela Gabriela ¿Y tú América Gabriela? Pufff… *se ataca de la risa* ¡Jajajajaja! ¡Suena ridículo!) -/////- no te burles…

    ¿Les gustó mi capitulo? ¿Por qué Kagome-chan hizo eso? ¿Cómo me desharé de Naraku? ¿Qué sucederá después? Kyaa!!! Estoy tan inspirada que comenzaré a escribir el capítulo de castigo que les debo xD Y mañana traigo la conti de Era amor… Ah, si no les he dicho tengo pensado cambiarla de día, pero esta en “ya veremos…” Por ahora me callo, ya fue mucha nota de autora xD windmiko-chibi te mando un beso porque ya no te veo ToT a Dejita, ahomeXinu recientemente aparecida a kagomeG en las mismas...

    También a quienes me dicen que les encanta mi fic ¬.¬ pero no comentan… creo que en represalia haré lo mismo… leer sin comentar ¿les parece? *sonrisa perversa al estilo de Tsuruga Ren, entre más brillante más malvada*
     
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  4.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    En primer lugar sempai, déjame felicitarte. Te merecías conocer a tu padre, qué historia más triste la tuya, la verdad que me preocupaste un poco las ideas que tenías; pero ahora que has confirmado que es verdaderamente tu padre me siento muy feliz por ti.

    Volviendo al tema de tu historia… me dejaste con ganas de leer más. Es que está muy interesante la trama, con eso de los deseos de Naraku. Si ya te lo dije, te lo volveré a repetir: me encanta tu narración, utilizas palabras que todo el público entiende, no utilizas palabras muy… cómo te explico, muy extravagantes, por así decirlo. Es como apta para todas las personas. Aunque desde mi punto de vista se me hizo algo corto el capitulo, ya que sólo pasó las decisiones de Kagome y que esta sacerdotisa ya iba a satisfacer los deseos de Naraku.
    En todo el capitulo sólo vi una falta ortográfica, tiene que ver con los tiempos verbales sempai. Esperando ansiosamente tu próximo escrito ;D.
     
  5.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
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    ¡Hola sama!
    Al igual que widmiko... Me alegra que sepas lo de tu papá.. (a mi me dio risa lo de las "gabrielas", *las choca con yuuko* ) y te ayude económicamente... ¡Animo sama! Tambien me preocupó que sintieras que te hiba a negar, pero claro que no! Y te deceo suerte con tus hermanas menores.

    Y en tu fic... Se me hizo cortito... Pero almenos llenaste mi necesidad de saber por quien se decidiría.. Aun que pensando bien y conociendo su ingenio que bueno que se puso de lado de Naraku (kyyaa..!! La hemos perdido!) no ukyo! Y es que si se ponía del lado de inu.. Y sabiendo que naraku tiene en su poder las perlas habían menos posibilidades,
    y viendolo de un modo inteligente (¿que insinúas?) encerrar las perlas en ella tiene poder absoluto sobre ellas y poder purificar a naraku... Es como algo al estilo el "caballo de trolla"
    (¡oooo!) si, me costó haceptarlo... Y espero que Inuyasha no se valla a mayores, y conociendolo, (y luego que lo deja confundido... Pobresito, pero debe confiar en la promesa que ella le hizo y apoyaría. (ha! Si mi querido supiera que es su hijo... Aaaa..! Seria otra historia... Así que querida iza... Ponte a exprimir tu cerebrito.. Porque encerio que por tu fic conocí el foro, y desencadenaste mi amor por los fics!

    Tqm! Y te esperamos... (iza! Iza! Iza!)

    Kagomeg y la latosa de ukyo
     
  6.  
    ahomexInu

    ahomexInu Entusiasta

    Piscis
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    Hola amiga Iza primero me alegra que hallas conocido a tu papa yo aun no conozco al mio y el ha venido a la ciudad donde vivo y no me quiere conocer ( pero no lepresto atencion a eso ni falta me hace) pero me alegro muchisimo y espero tengas una buena relacion con tus hermanitas estan como para una novela que se llame las grabirelas jejeje.

    Pasando al capitulo creo que la decision mas inteligente fue que Kag se aliara con Naraku ps si ocurria lo contrario se hubiese formada una gigantesca batalla y quien sabe que le haria a Kag y mas estando ella en ese estado pobre del bebe, ahora ella es el contenerdor de las perlas eso si no lo esperé pero no se que concecuencias traiga eso espero q todo resulte bn y que logren destruir a naraku o Kag lo purifique...
    Sabes cual seria el mejor regalo que le traerias a tus lectores que Inu se entere que el bebe es de el siiii ( bueno bueno el regalo seria para mi pero se que muchas tambn quieren)
    Bueno no siendo mas espero que pongas conti muy pronto jejeje besos...
     
  7.  
    diana

    diana Iniciado

    Aries
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    olª!!
    me da gusto ke allas conocido a tu papa (asi no se pone intensa con el tema)shh, ke se allan caido bien (jaja apoyo a yuuko con lo de los nombres jajajajjaja) pues a mi el nombre de gabriela si me gusta *mirando mal a karen*, tambien me da gusto ke te valla a ayudar economicamente a y por cierto no dejes ke yuuko se apodere de tu futuro celu (pero todavia no sabe si se la va allevar bien con sus hermanas) pero yose ke se van a caer bien....

    bueno porfin me puse al corriento con la historia y esta super cuando inu se iva a combertir pense ke kag iva a morir y no puedo creer ke kag alla escojido a naraku (aunke es una buena decicion osino hubiera muerto luchando contra el)por fin dices algo inteligente, ojala inu la entienda porke o si no la va atratar de traicionera, por un momento crei ke iva a poner las dos perlas en el arbol jejej y todavia no se como piensas destruir a naraku porke no se me dio la leve imprecion de ke kag se estaba compadeciendo de naraku, hacen buena pareja y naraku se enamoro de ella (pero su amor no puede ser boba su pareja es inu)si lo se :rolleyes: *resignandose* pero no dejan de hacer una buena pareja porke me gusta komo naraku trata a kag y apoyo a ahomexInu kon ke inu se entere ke ese niño ke esta esperando kag es de el :)
    bueno me encanto este ultimo cap y espero la conti
    besos sayo cuidate
     
  8.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

    Cáncer
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    ¬¬ Dios santo tres días para leer tu fic y aun así no acabo XD cruel me faltan tres capítulos para alcanzarte ¡Ame tu fic! ¡Lo adoro! esta genial ¬¬ no lo había leído antes jojo xD ¿Sabes? haces sufrir mucho a Kagome ¿Que te hizo ella? X´D pero well esta hermoso tu fic me alegra que pongas un gran misterio en cada capitulo, gran decision de Kagome esta mas madura que antes ;_; OMG ¿Por que me haces sufrir? XD ojala Inuyasha entendiera y no se convierta en demonio-sexy-youkai xD jojo
     
  9.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Atención ciudadanos…

    Y como ahora todas(o) leen con cara de “What?” y que tengo su atención vengo a comunicarles algo muy importante… (¡El fin del mundo se acerca!) ¡No! *-* Lamentablemente como la computadora que usaba para escribir tuve que devolverla debido a un problema con ella (Traducción: la ha descompuesto) ¬.¬ No hay porque divulgar eso…

    En fin, tengo una nueva y renovada esperanza de que este año SÍ tendré mi propia compu :D Por el momento el día 15 me fue bien y si rezan por mí y el lunes sucede la segunda parte del plan maestro *Imaginen que doy media vuelta en una silla giratoria y con un gato negro sonriendo espeluznante* Entonces podré traerles la continuación a más tardar el sábado!!!! ¿No es genial? Por fortuna con compu propia podré escribir todas las hojas que tengo ya y no habrá problemas, gradualemente en la semana actualizaré todo.

    Una sincera disculpa, por el momento NO MÁS ACTUALIZACIONES… (Por lo menos si sale todo mal hasta la segunda semana del próximo año :D) excepto Él no cambia que continua...
     
  10.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)
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    64
     
    Palabras:
    1387

    El que aceptó ser parte de la Perla

    La mueca de dolor que compuso su rostro fue demasiado sugerente, no era sencillo hacer tal cosa y menos con el nivel de entrenamiento que tenía hasta ahora.

    Pero era realmente necesario…

    Sus manos se adentraron por completo en su estómago, rezando por que la energía fuera condescendiente con su propio cuerpo y con el pequeño ser que cargaba en su interior. Todos miraban anonadados la escena mientras ambas joyas idénticas se sumergían en el vientre de la joven sacerdotisa y futura madre.

    Una explosión de poder sucedió dentro de su cuerpo más no resultó afectada, tan sólo el resplandor rosáceo bordeó su cuerpo imposibilitando la vista y mandando a Naraku unos metros más lejano sin causar daño. Realmente no quería causarlo. — ¡Kagome! —Gritó Inuyasha por enésima vez como si fuera la única palabra que conociera; intentando acercarse pero la luz era tan fuerte que cegaba.

    —No te acerques…—Profirió decididamente. —No podré tenerlas por mucho tiempo bajo control.

    — ¡¿Porqué maldita sea hiciste eso!? —Exaltando su voz se acercó a pesar del profundo dolor que ocasionaba en su cuerpo la presión de energía. — ¿¡No piensas en ti y en nuestro hijo!?

    —Inuyasha…—La sorpresa e escucharlo decir eso le obligó a derramar lágrimas que prometió no dejar ir. Ni siquiera lo sabía, él seguía pensando que Naraku era el padre ¿y aún así lo llamaba de ese modo? ¿Se preocupaba por ambos? —Perdóname…—Se limpió las lágrimas y miró a su derecha dónde el ser de ojos violáceos permanecía sin reaccionar. — ¡Naraku, tú también perdóname!

    —Demasiado astuta…—tembló su voz. Por primera vez todos y cada un de los presentes fueron capaces de admirar el quebranto de su voz y la tonalidad acaramelada tan melancólico en un ser que se suponía maldito. Sin alma. —Ciertamente me confié con tu promesa sin tomar en cuenta tus exactas palabras…

    Cayó rendida al suelo y la luz inició a desestabilizarse, parpadeaba fuertemente cegando a todos por completo. Era tan fuerte, tan intensa q ue el mismo cuerpo de la sacerdotisa del futuro empezaba a trasnparentar.

    Inuyasha deseó estirar su mano hasta encontrar la de ella, pero la helada piel de barro de su antiguo amor le impidió hacerlo. La pelinegra le negó suavemente con la cabeza, con una expresión tan calma, serena e intensa que perdió la noción real por segundos. Ella estaba igual de preocupada, pero confiaba absolutamente en Kagome; algo que hace mucho tiempo él debió aprender a hacer. —Fue su decisión. Pero temo que prefiere sacrificarse a sí misma que a los demás.

    —Esa idiota...

    —Realmente admiro su estupidez —Una sonrisa. La sacerdotisa del pasado sonreía como antes y pocas veces fue, con verdadera alegría. Aunque él siempre añoró ver esa sonrisa, ahora resultaba ridiculamente distinto lo que causaba en su ser.

    ¿Porque no fue asi de facil olvidar el dolor antes?

    Quizás sin Kagome a su lado siempre seguiría atado al recuerdo de esa sonrisa y aquellos días felices. pero ahora, quien le había enseñado tantas y mejores cosas estaba desapareciendo literalmente frente a sus ojos.

    Si la observaba de cerca pareciera otra mujer. El cabello negro era casi tan largo como el de su predecesora, los rasgos de su rostro añiñado ahora son suavemente adultos. Tanto su porte como caracter mas maduros le daban el toque final para ser llamada una mujer. — ¡Kagome!

    —El poder de las joyas tiene que estabilizarse en su cuerpo. —Tan sólo a centimetros de ellos el malvado ser del que ahora poco importaba observaba a la distancia. Sonriendo como siempre, no aparentaba la desgana que por dentro tenía.

    — ¿Estabilizar? —Preguntó confundido el ambarino.

    —Lo que oíste hibrido —Recalcó molesto el ser. —Según la leyenda la Perla necesita un sacrificio de quien la proteje, lo más importante. Pero conforme cambia de guardiana ese requerimiento debe ser de mayor indole.

    —Maldito —Gruñó el medio-demonio alistando sus garras. — ¿¡Eres tan cinico como atreverte a hablarnos!?

    — ¡InuYasha detente por favor!

    —Kagome

    —Idiota, aún no lo entiendes.

    Abruptamente se detuvo antes de atacarlo. Naraku caminaba tranquilamente hacia ella con una sonrisa de medio lado. Ya no era la repuganate mirada de odio y rencor que siempre daba, esta vez parecía distinto. Incluso el hecho de que avanzara tan facilmente entre esa energía pura resultaba increible. — ¿Que es lo que está pasando, Kikyou?

    —Ahora lo veras.

    No tomó ni un segundo antes de que el de ojos violaseos estuviera frente a la pelinegra, con una mirada seria. Quizás resultara absirdo pensar que un ser tan aborrecible tuviera corazón pero era cierto. kagome había podido ver eso a atraves de sus ojos, de la cercanía. Anhelaba a Kikyou como un ser humano, como una posibilidad del amor y un destino diferente que le hiciera estar en paz, pero las emociones negativas de su ser prevalecieron y no supo actuar del modo correcto.

    Nunca, hasta que una mocosa decidió apoyarle en sus planes de manera inesperada. ¿Quien hubiera dicho que terminaría encariñandose con la mujer del hibrido que más detestaba? Un poco de orgullo que aún hablaba dentro de sí le decía detenerse y dejarla consumir por la joya.

    Pero en esa opción también peligraba su propia vida, ya que tal poder sin control terminaría extendiendose por todo el país purificandolo absolutamente todo. No habría modo de escapar. —Naraku —Su nombre, dicho por esa mujer le causaba la sensación de paz. No era dicho con rencor o desprecio, esta vez parecía mezclar algo de ese sentimiento humano que Onigumo poseía por Kikyou. —Antes, prometí entregarte la Perla. —extendió las manos, brillando en sus palmas la forma de las esferas. —Un día yo deseé hacerte pagar por tus crimenes, pero nunca comprendí la razón por la que los cometias. Hoy quiero darte la opción... —Sonrió sinceramente, pero desde lo más profundo realmente lo que quería era disculparse por ser tan traicionera.

    —Realmente lo entiendo. Y así lo acepto Kagome.

    —Naraku...—Conmocionada no pudo evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos. Con mucho tacto limpió cada una de ellas con sus manos masculinas, sonriendo victorioso por la reacción celosa de su enemigo.

    —Dejalo que sufra un poco más —Pidió en su oído, acercandose hasta ella y tomandola entre sus brazos. Por fin comprendía un poco porque deseaba las cosas que a Inuyasha, por desgracia, le pertenecían. Le envidiaba. Depositó un beso sin morbo en los labios de la chica, sonrojandola.

    Después de todo no podía evitar ser malo con ese. Y que no se preocupara, se quedaría con la chica al final. Lentamente el tangible cuerpo de Naraku se fue desvaneciendo hasta consumirse en la palma de ambas manos, uniendose a las Perlas envueltas en el cuerpo de Kagome. —Naraku, gracias por todo. Tu espiritu ha sido purificado.

    — ¿Kagome?

    —Y es el momento de yo también me marche de aquí.

    N/dp: Corto, muy corto capitulo xD Debido a que hoy fui al centro a comprarme un regalo, pero para mi sorpresa quitaron a todos los puesteros (ToT) perdí el tiempo inutilmente ¬.¬ por eso han sido corto, además llevo varias horas escribiendo sin parar para hacer las continuaciones de todos los fics posibles (En esta ocasión lográ hacer la de todos!!!)
    Mil gracias por sus atenciones. MMm, como no he cenado me temo que conforme aparezcan sus respuestas las contestaré en perfil xD Y a varias ya he contestado, así que está bien :D ¡NO olviden que las amo y que... MAÑANA ES MI CUMPLEAÑOS 18! Si me quieres, regale un comentario porfis ;D
     
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    Pan-chan

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    OMG nunca pense volver a ver una continuación de este fic XD tuve que leer unos cuantos capitulos para recordar cómo habian quedado las cosas jaja.

    Bueno debo admitir que me dejaste algo confundida al final, Kagome purifico a Naraku? ese era su deseo? es decir..¿A que se refirio Kagome cuando dijo que comprendia la razon por la cual naraku cometia esos crimenes? :O todo paso tan rapido que me quede perpleja XD

    Gracias por actualizar, por cierto ¡Feliz cumpleaños! ;)
     
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  12.  
    diana

    diana Iniciado

    Aries
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    hola!!
    jajajajaj yo tambien pense que no iva a volver a ver una conti para el fic.
    tambien me confundi naraku estaba hablando con kagome?
    esto lo dice kagome o kikyou?

    quien dijo esto kikyou?

    naraku desaparecio??
    bueno creo que eso es todo
    y pues bueno que bien que hayas subido la conti
    un abrazo cuidate chao
     
  13.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
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    OK, estaba deprimida con la de "one in a million" (con toodo y dedicatoria haha!) y ahora estoy toda histerica... U.U ¡¡¡¡¡¡¡¡oooo!!!!!!!!! al igual pensé que ya no lo continuarías ;( ¡¡¡¡MUCHAS GRACIAS POR CONTINUARLOO!!!! :D como ya sabias... éste fue mi primer fic en tooooda la vida...
    Si, se me hizo un poco corto... pero almenos me alegra que te acordaras... ;)
    Yo tuve que leer un capitulo antes para acordarme de como quedaron las cosas... hehe, pero... creí que kagome no se podría mover por las perlas en su vientre.... y al igual que Inu-sama, me puse histérica cuando lo hizo!! por que donde está en su hijo??!!! Y kikyo taaan paciente??!! >.<" es un bebe!! y repente ya tiene las perlas en las manos?? ok, que bueno que desapareciste a Naraku hehehe :P solo saca de sus casillas a inuyasha....
    Y ahora se va ella... ¡¡¡¿¿¿pero cómo por que rayos hizo eso???!!! ahhh!!! necesito muuchas cosas... y una de esas es que lo continues como que a la voz de YÁ!!!! (uuu!! y yó soy la exigente??) es que... U.U
    te queremos... amm... emm... Kourei!! (perdon, nos acostumbramos a "Izayoi-sama")

    PD: taaarde pero... FELIZ CUMPLEAÑOS!!!! ;D espero que te la hayas pasado muy lindo... woow!! 18!!??... que genial!!
     
  14.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Título:
    Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
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    Dentro de la Perla

    Una hermosa y destellante luz. Últimamente cada cosa que veía se relacionaba a las estúpidas y palpitantes luces sagradas. Maldijo el verse en situación tan estresante e imprevista para sus siempre bien implementados planes; lo mismo que maldijo internamente a su ser.

    Era repugnante decirlo pero había tenido esperanza tal como el vil y despreciable humano que alguna vez fue. Un corazón latiendo desbocado en su pecho y golpeándolo para intentar salirse no era alentador, sentirse abrumado, a merced de emociones humanas que se interpusieran en su haber.

    Por eso no había querido tener el corazón del bandido Onigumo en su pecho. Lo había separado de su ser, pero se había dejado convencer por la sacerdotisa del futuro y ahora probaba por instantes el sabor de ser traicionado. Nunca confió por la misma razón, y cuando finalmente lo había hecho...

    La miró de reojo, incrédulo ante la vista de esa mujer. Sus mejillas se teñían del ansiado rojo de la sangre bajo éstas, su piel blanca de porcelana se iluminaba pulcramente con la misma galantería de una Luna Llena salir al cielo nocturno; poco a poco las dos Perlas que habían entrado en su ser al mismo tiempo eran palpitaciones de poder fluyendo las venas de la chica. Ahora que tenía el poder que él quería resultaba terriblemente peligroso. —Demasiado astuta...—Soltó sin poder dominar ese temor y descontrol de emociones en la voz. Sus palabras parecían temblar. —Ciertamente me confié en tu promesa sin tomar en cuenta tus exactas palabras.

    Ella le miró por segundos, desconcertada por sus palabras que sonaron a reclamo. Cierto, pero no quería hacérselo saber a ella, quien entendía el motivo y podría mofarse de haberle herido. Pero, completamente contrario a la reacción que esperaba, ella le dedicó una mirada cargada de arrepentimientos; parecía pedir disculpas por no lograr cumplir su promesa y le instó a sonreír. Con disimulo, con odio hacia su estúpida acción de humano complacido y feliz.

    Pero en cuanto la mujer cayó frente a sus ojos, esa tenue sonrisa se desvaneció con ella.

    Por un segundo se preguntó también que pasaba alrededor de él. Su creación que se encargaría de entretener al monje y a la exterminadora empezaba desestabilizarse, podría tener la apariencia de la pelirosada pero el cuerpo estaba en control de la otra criatura, salvando el pellejo ambos compañeros del medio-bestia que permanecían absortos en el estado de la pelinegra. Más adelante se encontraba el absurdo intento de humano llamado InuYasha, manteniéndose ahí como un imbécil a un lado de su sacerdotisa.

    Y, tan sólo metros más adelante... estaba la otra. Con el largo cabello negro despeinado y el barro cubriéndole el rostro mientras su sucio listón, antes de inmaculado blanco, caía por sobre el hombro derecho enredado entre el cabello ya suelto. Mirarla fijamente le traía recuerdos albergados en el corazón del humano Onigumo que ya no quería ver por sentirse debilitado.

    "¿Quieres ir un momento conmigo?"

    Esa voz... Resonando en su mente estaba aquél precioso tono de la misma que yacía sobre el suelo, inconsciente. ¿Ir a donde?

    "Sólo, cierra tus ojos... no tardaremos mucho"

    Le escuchó sonreír, conociendo muy bien ese débil sonido que tanto agradaba sus oídos. Con sus ojos de violeta profundo observó a su creación a lo lejos y le instó con la mirada a cuidarle, solo por si acaso. Tan pronto ella recibió la orden, a pesar de estar dominada por Ningyo, accedió a cuidarle por instantes. Algo intrigado por la curiosidad y el desasosiego cerró los ojos...

    Primero fue la eterna oscuridad de la noche efervescente alrededor. Una suave calidez se posó sobre su mano, sintiendo ser tomada entre otras dos más pequeñas y delicadas; con elegancia una de ellas se soltó y llegó hasta su mejilla, deslizándose con deleite sobre la áspera piel de su rostro. —Puedes abrirlos, Naraku.—Lentamente acató la orden, intentando no ser visto como un ansioso por saber de ella, del entorno y en que situación estaba realmente. Se fue dibujando grácilmente esos ojos de chocolate oscuro mirándolo con culpa, decorados sus labios con la acomplejada sonrisa. —Debiste creer que te traicioné ¿Verdad?

    — ¿Donde estamos? —Evadió con otra pregunta sin querer sacar a flote el tema. Lo importante es que ella no tenía la intención de hacerlo, Naraku le dedicó una mirada neutra sabiendo que ella entendería como la condonación de su crimen. Kagome sonrió ampliamente.

    —Es el interior de la Perla. —Expresó con efusividad, tal como si fuera una niña pequeña. —Cuando desperté me sorprendí un poco...—Y su efusividad poco a poco se volvió una calma serena y tranquila, como la de alguien realmente maduro. Un tinte de la sonrisa hiriente se coló en esos labios, al igual que en su corazón. — Pero creo que ambos sabemos porque estoy aquí.

    ¿En que momento la chiquilla a la que intentaba matar había crecido tanto? ¿Desde que momento él se fijaba tanto en esos minúsculos gestos? La respuesta latía dentro de sí, pero se negaba a escucharla. O simplemente a creérsela.

    Una pequeña herida, como marcada a fuego, palpitó intensamente sobre su pecho. Sí, ella lo sabía aún mejor que él; fue por eso que aceptó seguirlo, fue por ellos que él aceptó tenerla a su lado. Ambos sabían perfectamente que era lo que venía ahora, en este preciso momento, fuera de ahí. — ¿Porque me traes aquí?

    —Sólo quería platicar tranquila —Sonrió de nuevo. —Afuera él no nos habría dejado. —Él. Sintió repugnancia de solo saber que ella era incapaz de nombrarlo con indiferencia cuando estaba a su lado; la sangre hervía como lava fluida por sus venas. Si es que acaso la tenía. —Naraku...—Parecía mentira, pero creyó haber escuchado su nombre siendo pronunciado con amor. Se asombró sin disimulo al sentir dos brazos delgados abrazarle con fuerza.

    Había tanto que quería hacer en ese momento. Quería hacer entrar en acción a su orgullo, lanzándola lejos de su vista y regocijarse de no necesitar sus malditos sentimientos de lástima; deseaba ser él quien la abrace fuerte y robarle un beso con violencia, declarándole suya sin importarle que pensaría ella y por supuesto él; sentía que si permanecían así, por el resto de la eternidad no importaría mucho lo que sucediera.

    Como jodía el corazón humano.

    El abrazo se hizo un poco más fuerte, mientras la frente de la pelinegra caía sobre su pecho y se apoyaba casi con ternura. Su silueta, en esa posición, se sentía casi delineada. Por un momento pasó por su mente aquél instante en que la tuvo a su merced en el castillo, indefensa; el estúpido instante en que no hizo nada. ¿Por qué? No lo sabía, porque la voz de su turbada razón le decía que prefería quitársela al hibrido de otro modo, que ella se entregara por voluntad tanto para hacerlo sufrir más como para su propia complacencia.

    Quizás su corazón humano también albergaba algo por ella.

    Y eso, realmente le encabronaba.

    Sus propias manos reaccionaron ante el cuerpo de ella, que se acogía cada vez más en su pecho como si buscara algo. Tal vez el valor que necesitaba para lo que seguía. —Kagome, esto es estúpido. —Soltó con aires de arrogancia y superioridad, en su tono más cínico. Aunque por dentro fue diferente, al sentir sus ropas algo húmedas. Por ella, por llorar.

    —Perdón. —Murmuró. —Pero así es como me siento. —Bien podría repetir su dialogo y apartarla, pero no tenía las ganas. Poco a poco sentía como su propio cuerpo se acoplaba para hundirla a ella entre sus brazos, encontrándolo tan cómodo como los momentos que pasaba con ella. La diferente, la que no es igual pero si parecida siempre fue así. Llorando por tonterías, encontrando el valor en inimaginables momentos y siempre dispuesta a todo por sus ideales. Por proteger a quienes quería. —Naraku, por favor no me apartes...

    — ¿Por que tendría que hacer algo como eso? —Respondió, sabiendo que ella entendería el por qué.

    —Gracias, a pesar de como tendré que ser contigo... —No había sollozado nada, hasta este momento, la culpa seguía dentro de ella por cualquier acción o decisión que tomara, a pesar de aparentar ser fuerte. Él ya lo sabía, desde hace bastante tiempo. Ya había aprendido a leer todo sobre Kagome. —Yo no quiero hacerlo, pero habrá que sacrificar a alguien... y no quiero que seas tú.

    —Y menos tú hibrido ¿no? —Rebatió, sintiéndose verdaderamente herido, la sacerdotisa asintió con la cabeza. Sí, una esperanza ya que ella no quería usarlo a él, pero el corazón de ella era tan puro al grado de enfermarle. No quería sacrificar a nadie, absolutamente nadie más que ella; al final siempre igual. Y por eso terminaba lastimándose a sí misma. — ¿Porque no querrías sacrificar a tu enemigo? —Curioseó.

    —No puedo hacerle eso a alguien que quiero.

    — ¿Querer? —Balbuceó como si no entendiera la palabra. O en realidad no la comprendía de verdad. Algo en su pecho hizo presión abrumadora, esparciéndose por todo el cuerpo y colándose hasta los huesos. Con delicia aceptó los pequeños espasmos en su ser, reconociendo como un viejo sentimiento de antes, del humano: felicidad.

    —Sí, querer. Porque yo te quiero no permitiré que nada te pase, aún si voy en contra de InuYasha para defenderte. —Siguió en su posición, con las finas lágrimas convirtiéndose en apenas un hilo por donde desahuciar sus penas. —Por eso te traje aquí, para decírtelo...—Con cuidado, sintiendo el bulto en su estomago moverse un poco, con energía. —Ya es tiempo de volver.

    —No... —Masculló. No, aún tenía varias preguntas en su mente, se sentía desesperado como pocas veces lo había hecho.

    ¿Que implicaba el "te quiero"?

    ¿Que haría ella con sus sentimientos por él?

    ¿Y por el híbrido?

    ¿Y el niño? Si ella se sacrificaba iba a... morir.

    Deseaba aclara tantas dudas pero le resultaba imposible. La imagen entre sus brazos comenzaba a desaparecer, volviéndose intangible para estrecharla. Aún no deseaba volver al mundo real, donde le esperaban las miserias de su vida, de sus acciones. Donde ella se iba a marchar y ni siquiera existiría la posibilidad de volverla a ver. Kagome era cruel al mostrarle la felicidad y arrebatársela. El alma de la pelinegra por fin se separó de su cuerpo y lo miró con ternura, sonriendo como siempre. Como si no estuviera sucediendo nada. — ¿Sabes? Cuando te conocí creí que eras una muy mala persona, pero conforme fue pasando el tiempo entendí que realmente no eras tan malo...

    —Eso es una estupidez... —Masculló molesto; sin embargo tuvo cierto nerviosismo.

    —No lo es. Aún el peor de los hombres alguna vez tuvo algo que lo lastimara, un suceso tan profundo e hiriente que les hizo ser como son ahora. Cada quien es el resultado de ese suceso. —Sus ojos lo enfrentaron con fuerza, vivaz y enérgica como hace momentos no estaba. —Cuando creí que todo sería igual hubo un momento en que pensé "Podríamos permanecer juntos"—Un punto pequeño de luz se abrió atrás de ella, empezando por extenderse. —"Naraku será el padre para mi hijo" —la luz cubrió su cuerpo y siguió por el resto de la oscuridad. —"Incluso, podría amarlo" pero creo que solo te molesto con esto ¿verdad?—Su sonrisa se ensanchó, mientras la luz del día sólo le faltaba cubrirlo a él. —Perdón.

    Y finalmente el día empezó, volviendo a la escena inicial de una pelea. La chica del cabello negro permanecía en la misma posición en que la vio caer, y a su lado el estúpido híbrido dueño de sus sentimientos. Le reconoció gritando su nombre y sonrió con sorna. Si el supiera que ella lo había llamado a él, y sólo a él a su lado. A Naraku, nunca a InuYasha. —El poder de las joyas tiene que estabilizarse en su cuerpo. —Musitó Kikyou, la antigua sacerdotisa de quien estuvo enamorado Onigumo.

    — ¿Estabilizar? —Cuestionó el idiota del semi-demonio. El retrasado estaba complicando la situación con su poco entendimiento. Furioso, aclaró su garganta y se dispuso a responderle para callarlo.

    —Lo que oíste híbrido. —Gruñó con fiereza, recibiendo la retadora mirada de este. —Según la leyenda la Perla necesita un sacrificio de quien la protege, lo más importante. —No evitó pensar que ese idiota debería entenderlo, a quien necesitaba sacrificar la sacerdotisa. —Conforme cambia de guardiana ese requerimiento debe ser de mayor índole.

    — ¡Maldito! —Vociferó, mientras Naraku observaba con calma como iba deslizando sus garras, alistándose para atacarlo en cualquier segundo. — ¿¡Eres tan cínico como para atreverte a hablarnos!? —Quiso reír a la pregunta. ¿Cínico? Si lo era y bastante, pero este primera y única vez que quiso aliviar un poco todo antes de que ella despertara, era cuando le llamaban de ese modo.

    — ¡InuYasha, detente por favor! —Escuchó su voz, finalmente volvía.

    Sus labios se movieron pronunciando esa única frase mientras le sostenía por el antebrazo. No supo si estar feliz de que ella lo defendiera o ardiendo de rabia por que ella estaba a su lado; decidido se encaminó hasta ella, aún pasando por la pura energía que extrañamente no le molestaba.

    Unos murmullos de los otros amigos y la sacerdotisa de barro. InuYasha le hizo espacio desconfiando completamente, pero acatando lo que parecía ser una orden de Kikyou.

    Todas las miradas puestas sobre él...

    —Naraku...—...Y esa dulce voz, con su nombre en labios. —Antes, prometí entregarte la Perla. —Cierto, muy cierto. Pero ahora viéndola y sabiendo que podría perderla no le importaba. Vio las manos extendidas en su dirección con ambas joyas en esplendor. ¿Por qué no se sentía tentado? —Un día yo deseé hacerte pagar por tus crímenes, pero nunca comprendí la razón por la que las cometías. Hoy quiero darte la opción.

    No lo dudó. Ella le daba la opción de escoger; y lo que él deseaba era la paz que ella le ofrecía. Sin ella todo sería diferente, con ella, aún dentro de la joya creería en la paz eterna de la que tanto se hablaba. Aunque llegara el día que esa joya se destruyera, creería en que eso es lo mejor. La vio llorar y secó sus lágrimas, le pidió dejar sufrir al otro, le dio un pequeño y casto beso y luego... Se entregó. Su alma fue succionada por ambas luces.

    Se fue, escuchando un murmullo de gracias.

    Limpiando ella misma las débiles lágrimas, se enfrentó decididamente a las miradas de todos, anunciando su decisión. —Y es el momento de que yo también me marche de aquí. —Expresó, pero una voz se le unió a coro con las mismas palabras. Miró sorprendida a su alrededor y encontró a su encarnación sonriéndole. Habían dicho lo mismo.

    ¿Ella también se iba?

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
    N/dp: Mil perdones, no tenia el tiempo de venir a traerles esta continuación pero ya que se ha ajustado mi horario en un trabajo estable puedo permanecer algo mas tranquila y actualizar. Mil gracias por sus apoyos a pesar de cuanto tardé, no tengo el chance de contestar espero ahora si pasaré a sus perfiles con la respuesta. En serio, los amo, yo tampoco creí que volvería a actualizar esta historia que amo….

    Pero no lo olviden, aunque me tarde mil años (que esperemos no se asi xd) ¡terminaré esta historia! Pan-chan, kagomeG, diana y FrankieAnime, en serio los amo ToT
     
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  15.  
    Pan-chan

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    Bueno...digamos que yo tambien me pierdo y tardo mil años en contestar xD pero me ha gustado mucho este capitulo (aunque me dejaste con varias dudas encima, como siempre) ¿Sabias que eres la unica escritora que jamas me responde por completo las dudas entre cada capitulo y aun vive para contarlo? xD es cierto, considerate afortunada pero ojala y no te tardes mucho con el siguiente capitulo.

    La ultima escena de Naraku con Kagome fue inolvidable, habria pagado por ver algo asi plasmado en anime *-*
     
  16.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

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    Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)
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    64
     
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    Bien, un recuerdo de lo que ha pasado. Naraku entró a la Perla, como resultado de su batalla. Kagome ha dicho que tiene que irse al mismo tiempo que Kikyou. Mmm, creo que con eso se entenderán…

    La acompañante

    Un precioso silbido del viento entonó una melodía que alegró su dulce rostro. Sus tristes ojos castaños se contonearon con nuevos destellos que desde hace un rato no se mecían tan vividos. Unos cuantos cabellos se pegaron sus sonrosados labios y ellos los separó al instante, ensanchando la sonrisa. Lo sentía, el sentimiento recorría su ser; se encontraba triste, pero viva.

    Un verde paisaje alrededor le tentó la vista, sonsacándole una sonrisa que hasta ya sentía negada. El suave viento sobre esa inmensa pradera y una delicada mariposa violeta de círculos turquesa sobrevoló con cuidado de no dejarse llevar. La pelinegra soltó una carcajada ante la visión antepuesta y enseguida aquella criatura se posó sobre su coronilla, agitando las alas como si estuviera enfurecida. —Ya, ya. —Masculló la pelinegra intentando controlarse. —Lo siento Kikyou, pero es tan divertido…—El doble collar en su pecho pareció resplandecer, una sonrisa más se atravesó en sus labios, mientras tocaba con cada mano una pequeña esfera. —Es muy cálido…

    Y su sonrisa se desvaneció al momento de una ráfaga, dando la sensación de haberse colado entre el aire. Triste pero confortable. A Kagome le hubiera gustado disfrutar de la calma del lugar un poco más.

    Una pequeña patadita en su interior le envió súbita felicidad. No era agradable lo que tendría que hacer, de hecho lo detestaba, pero era lo mejor y sabía que ellos entenderían; acarició el abultado vientre sintiéndose segura, sin temor. Triste pero valiente. —No te preocupes bebe, todo estará bien.

    Y con sus recuerdos vagando en cada uno de sus pensamientos mientras sus pasos por esa pradera la guiaban al lugar donde reposaba una parte incierta de su destino.

    Estaba triste, pero inmensamente feliz…

    °~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°

    Limpiando ella misma las débiles lágrimas, se enfrentó decididamente a las miradas de todos, anunciando su decisión. —Y es el momento de que yo también me marche de aquí. —Expresó, pero una voz se le unió a coro con las mismas palabras. Miró sorprendida a su alrededor y encontró a su encarnación sonriéndole. Habían dicho lo mismo.

    ¿Ella también se iba?

    —Kagome —Llamó ella al ver que se quedaba sin palabras. De algún modo, cuando esos castaños y claros ojos se nublaron, creyó ver algunos manchones grises en el cielo. —Creo que sabes a que me refiero.

    Y la pelinegra sonrió en una triste y desdibujada expresión. Parecía más resignada que dispuesta.

    Miró a su alrededor para conocer su situación. InuYasha la miraba impasible mientras crujía su puño. Un tenue rubor se extendió por su rostro al notar los hermosos rasgos de los que siempre había sido consciente, pero ahora se acentuaban un poco más. Y mucho peor si aquellos ojos la miraban con semejante intensidad.

    Queriendo desviar un poco la atención revisó a sus amigos. El siempre querido y descarado monje que le extendía una sonrisa sincera, sin intenciones de juzgarla por sus intenciones, atrás la insuperable Sango, lanzado palabras comprensivas a su persona sin ser enunciadas por el sonido.

    No vio a su pequeño amigo Shippou, entendiendo que él estaba más seguro de ese modo. Pero si se encontró algo sorprendida al ver a la recelosa mirada de una chica de cabello rosa, con ojos de fuego. Quizás Maru por fin perdía el dominio sobre Ningyo y eso no le caía en gracia al orgullo de la primera.

    Y por fin, detallando más en la última, se encontraba Kikyou. A pesar de sus ropas tan destrozadas, el lazo antes blanco ya perdido y el eterno brillo negro de sus cabellos algo opacado por la suciedad de la batalla y la autentica realidad de su cuerpo, le extendía una bella y sincera sonrisa. Kikyou se veía realmente bella con una sonrisa así.

    °~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°

    Sus pasos le llevaron a donde se suponía que debía estar.

    Estiró algo perezosa los dos brazos, sintiendo un buen tronar de huesos de su columna y cercana a ella. La caminata no era tan sencilla llevando encima una notable panza de nueve meses pero bueno, no podía quejarse. Una de las esferas volvió a emitir una luz tenuemente rosa, y enseguida se sintió escandalizada y sonrojada en extremo. Sin nadie a quien dirigir la culpa o desquitarse, dirigió su vista malhumorada a la mariposa quien se agitó, en burla. —Kikyou, no podrás hablarme pero lo entiendo. —Masculló entre dientes. —Que vengativa…

    Y la mariposa dio una vuelta al aire, diciendo que sí.

    °~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°

    No parecía que nada fuera a derrumbar esa sonrisa. Pero se sintió triste. Quizás las cosas entre ellas estuvieran resueltas, pero aún tenían mucho que hablar. Platicar como dos amigas, compartir consejos, conocerla a fondo y ayudarla si había manera de una segunda oportunidad. Si simplemente dejara de doler, todo sería más sencillo. —Kagome, no llores.

    —Es sólo la lluvia Kikyou, solo eso…—Mintió, pero sabía que ella lo entendería. Que si ese desgarrante dolor no laceraba sus mejillas quemaría aún peor por dentro, conteniéndose todo.

    Esa mujer que se encontraba frente a sí, tumbada por esfuerzo y dolor en el suelo se había vuelto una especie de guardiana más. Una madre. Una amiga. En Kikyou. Y le había ayudado tanto a superar las situaciones que se sentía impotente de no poder hacer algo para ayudar.

    Los manchones del cielo atosigaron con más litros de agua sobre esos cuerpos, todos casi inertes en espera del momento indicado para actuar. Tanto Miroku como la exterminadora miraban con desconsuelo la escena, preguntándose por quien se debían preocupar; si por la pelinegra menor, quien no daba tregua a sus ojos rojizos, o si por su amigo, quien a pesar de lo ocurrido parecía querer unirse a la sinfónica melancolía de esas dos.

    Sin saber como el agua ya azotaba sus cuerpos, sin violencia, pero dejando marcada la sensación de las gotas cayendo contra su cuerpo. InuYasha tomó el cuerpo de Kikyou entre sus manos, y a su lado se posicionaba la ex colegiala, arremetiendo en llanto. —Ya les dije que no se sientan mal por mí. Esto ya lo esperaba…—Trató de sonreír pero tuvo que ahogar el sentimiento. Una fuerte sensación de querer toser podría delatar su estado.

    Pero si sus palabras no cesaron ninguna expresión dolorosa, menos lo hizo el momento en que de su cuerpo empezaron a salir las almas, iluminando su cuerpo y saliendo con un lento ritmo. Esta vez la sonrisa fue interna, al saber que eso solo podía significar que las furiosas almas apresadas en su cuerpo de barro le daban tregua e intentaban partir sin causarle tanto daño como fuera posible.

    °~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°

    Una gota de sudor perló su frente, mientras descendía por el camino llano y algo inestable. La mariposa alzó vuelo, danzando y jugueteando en el aire. Parecía demasiado feliz. Kagome suspiró con alivio, viendo por fin cerca el fin de su camino.

    Su muñeca se elevó, mientras Kikyou aterrizaba sobre ella. —Sé que ahora no puedo escucharte, pero créeme que entiendo bien ese batir de alas. —Kagome alzó una ceja, mientras la veía adelantarse. — ¿¡Como que obtuve lo que quería!? ¡Y no soy malcriada! —Masculló con algo de diversión y enfado, mientras avanzaba a la mayor velocidad que daban sus pies. — ¡No me dejes atrás!

    °~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°

    —Kikyou. —Llamó entre moqueos la menor. Una ternura infinita se instauró en sus ojos de caramelo. ¿Cómo no pudo ver antes cuan gentil era aquella niña? —No quiero que te vayas, te necesitaré…—Exclamó, frunciendo los labios en un intento por acallarse.

    — ¿Sabes Kagome? —Murmuró tomándola del mentón. Kagome gimió débilmente por la sorpresa. —Cuando pasó lo del árbol aquella vez fue premeditado de mi parte. —La aludida se conmocionó, sin embargo la dejó continuar. —Aquella mujer que fui en la otra realidad me había dicho que tenía que separarte de él, para que fueran felices.

    — ¿Entonces, tu? —Preguntó al vacío la chica. —Tú lo sabias y…

    —Creo que también estuve celosa de ti. —Murmuró, entregando otra sonrisa. Tuvo que forzar los labios para no toser. —Pude haberles simplemente advertido y encontrarían el modo de seguir juntos. —InuYasha, con ella en brazos, se removió sonrojado e inquieto. —Pero creo que también quería mi oportunidad…

    —Era lo justo. —Respondió ella, intentando justificarla pero Kikyou interpuso débilmente los dedos en su boca.

    —Quiero pedirte perdón… —Musitó, mientras tosía fuertemente, incapaz de aguantar más.

    —Lo tienes. —Respondió de inmediato. —Pero siempre y cuando vengas conmigo…

    Ambas sonrieron, InuYasha pareció haber callado por prudencia. Una sonrisa especial se instauró en sus labios, sabiendo que ella también quería aquello que la joven deseara. Quizás no era exactamente la idea de paz que quisiera, pero por acompañarla un poco más… no creía que hubiera problema.

    Con una frase muda Kagome alzó sus manos. Las luces alrededor formaron un círculo, como murmurando gracias y se desvanecieron. Una pequeña y diminuta luz se quedó, colocándose sobre sus manos en hueco.

    Una pequeña mariposa de color violeta y círculos azules apareció en sus manos.

    °~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°

    N/dp: ¡Uf! Una vida también sin venir a este fic xD No sé, me gusta y a la vez siento que fue un fiasco xd Pero ustedes tienen la última opinión. Antes que mis usuales disculpas, he de aclarar una cosa. Viendo el tiempo que me ha llevado este fic, (y por mi tardanza y diversos motivos) quizás sea hora de terminarlo. Tengo mucho tiempo con esto en mente pero la historia creo que se me ha salido un poquitín de control, jeje. Pero bueno, por eso me veo en necesidad de acudir a ustedes con su enormemente valorada opinión.

    Del modo en que planeé (y usualmente planeo) esta historia a partir de este capitulo existen mil infinidades de situaciones para seguir. A cada capitulo me encargué de dejar abierta la posibilidad de tres o cuatro alternativas para seguir el capitulo (o lo que pasaba con la historia) y según me gustara las escribía. Aunque aquí viene el dilema: ¿quieren que termine? Este capitulo puede servir antes del último y en la siguiente concluiría con un final medio abierto (seguramente en este caso algún día continúe) Y si sigo como originalmente lo planeé faltaría unos cuatro o cinco capítulos con un final, más final.

    De la manera más atenta pido su opinión (Obviamente comentando del capitulo para que no sea borrado xD)
    O si quieren limitarse con un “si o no” Y como creo que solo habrá un comentario, yo creo que ese decidirá… xD Que gané yo su opinión (O.o?)

    Pan-chan: si sigues por ahí tu solita decidirás xD Creo que no se te hizo el tardar mucho xD Si lo sé, créeme que me considero muy, muy afortunada ya que tus amenazas son de las más fuertes que recibo y sigo viva… *Traga fuerte* jeje, algo extraño lo sé, pero pues Kikyou ya no tenía con quien irse ahora… y depende de la decisión el que pasa con ella. Gracias por lo último, a mi también me hubiera gustado que profundizarán más en esos sentimientos oscuros de Naraku, pero en fin…
     
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  17.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
    Miembro desde:
    3 Abril 2009
    Mensajes:
    782
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    3386
    Título: Un destino muy complicado entre tu y yo
    Sumary: No importa si una profecía marca el camino a seguir, depende de tus propias decisiones el ir adelante en el camino de la vida…
    Ranking: K+
    Género: Acción/Drama
    Advertencia/Recomendación: Recta final
    Cantidad de palabras: 2,275/ Cortesía de Magic Word en complot con Microsoft para hacernos creer que de verdad hay esa cantidad de palabras en el capítulo xD

    Disclaimer: : InuYasha no es mío. Como todos deben saber ya quisiera yo tenerlo para hacer miles de cosas como un live de buena calidad, mas mercancías para Latinoamérica, una segunda parte que nos cuente de las imbecilidades de Inu para declararse y a Kagome desesperada por oírlo.

    La máxima meta sería pagar una investigación científica donde desarrollen a uno real y clonarlo para venderlo en tu tienda más cercana a un módico costo. Pero como Rumiko-sensei tiene los derechos me conformaré con llorar amargamente y crear un plan a medianoche junto a Pinky y Cereebro para conquistar el mundo.

    Mientras lo logramos escribiré este fanFic -.-U…


    Nota: Hace tiempo que no escribía nada de esta historia, ¿meses ya? Pero gracias una persona que se tomó la molestia de ir personalmente y preguntar en mi perfil vi que aún hay gente interesada, de algún modo siempre supe que la había pero quise tomarme el tiempo para no arruinar esta historia.

    Paradójicamente hubo muchas personas, y me sorprendió que fueran varias, que de pronto me comentaban que mi historia les gustaba bastante, de unas fue la causa de entrar a este foro con cuenta y otras más a escribir y sin embargo no recibía tantos comentarios. No me molesta eso, aunque si entristece, pero me anima el saber que tantos anónimos y anónimas me siguieran a través de este tiempo y le agradezco a diana hatake que me recordara eso.

    Un saludo especial a ustedes que nunca comentan, se les adora y ama sólo por el hecho de estar ahí en el anonimato e incrementando el número de la página que da las lecturas, este va para ustedes y espero que les guste ya que es uno de los más importantes.

    Próximamente termina esta historia y en abril habrán pasado tres años desde su inicio y mi inscripción en el original cemzoo, cuando menos regalen un “Me gusta” >.< ¡Habrá galletas de regalo! e.e


    El doblez en la línea del tiempo

    Realmente la vida pasa en menos de un suspiro.
    Un día, apenas varios meses atrás, huía de mis problemas amorosos con InuYasha y me enfrascaba en un absurdo viaje que me haría más fuerte e irónicamente resultó cumplido el objetivo aún sin mi colaboración en ello.
    La que yo consideraba mi peor enemiga decide que va a enseñarme independientemente de mi opinión y termina no sólo siendo algo que nunca sucedió sino que se volvió un fiero engaño para alejarme de ese patán gruñón y obligarme a cumplir con una antigua profecía; tal cuál sucedió sus predicciones por escrito.
    Después de aquello pasó tanto que aún pienso que vivo dentro de un idílico sueño del que despertaré agradecida de las gratas e insufribles experiencias que sentí vivir en carne propia. La aparición de Ningyo quien sobrellevaba a otra creación de nombre Maru, la llegada de Seishirou, Kikyou y yo misma provenientes de un distinto futuro que dieron grandes revelaciones sobre el apocalíptico futuro e inclusive la llegada de una segunda Perla que propició el sacrificio de Naraku para protegerme.
    Fue tan extraño vivir y rememorarlo todo sin sentimientos de culpa o rabia contra mi propio ser cobarde que no tenía las fuerzas necesarias para detener sus autodestructivas decisiones, pero al fin y a cabo necesarias para proseguir en mi labor.
    No fue fácil deshacerme de mis cargos de conciencia al tener que usar la fuerza de otros pero ello me llevó a madurar de impresionante manera. Espero no estar en el error pero me alegro no ser más aquella niña llorona que ingenuamente esperaba la correspondencia a sus sentimientos sin poner ningún empeño, cuál arte mágica.
    La vida real es como ir a través de un tupido bosque y escoger un camino te acarrea atravesar distintos senderos de ramas, sombras y profundas oscuridades dónde muy pocas veces ves al final la luz.
    Las gotas de agua cambian su inclinación a la derecha por obra del viento atrayendo mi mente de vuelta su normal funcionamiento. Y ahora, frente a este hermoso paisaje de lluvia, con mis pies balanceándose al borde la madera llenándome de lodo recuerdo cuánto ha sido de la última vez que vi a esa persona que amo. Mi mano se dirige por inercia al abultado vientre de nueve meses mientras surca una sincera sonrisa por mis labios, el tiempo está tan próximo que las inquietudes se ciernen sobre la felicidad y dicha que debería causarme.
    Un sueño, un cálido contacto de tus manos que se aleja hasta desvanecerse en la nada.
    Un cielo, el manto negro que le embréñese a la intensa luz de las estrellas llamando a la tristeza agobiante que infunde la noche.
    Un destino, que se escribe con tinta negra de corrupciones y pecados decorando sus hojas con rojo sangre mientras el tiempo sigue corriendo llevando a cada uno al lugar donde se le encuentre sentido.
    Finalmente una noche, donde mi único deseo es jamás destruir a aquello a lo que amo.
    Las últimas gotas caen de los hermosos nubarrones grises, la lluvia aunque triste y melancólica nunca significa la advenida de un suceso negativo en nuestras vidas. Con su sutil y frío toque nos llena de sensaciones que le es imposible transmitir en palabras comunes y tal vez sin saberlo da un consejo nocturno que calme nuestros miedos y malestares despejando el calor del agudo dolor a un extraño presentimiento.

    *°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*

    Su cuerpo no presentaba ningún síntoma de malestar más allá del hecho de perder levemente la temperatura corporal conforme sucedían los minutos bajo aquella refrescante llovizna. Las engrandecidas nubes grises de esta noche parecían descargar todo su contenido bastante cerca de ahí, en lo alto del templo sagrado en las montañas donde alguna vez visitó por circunstancias adversas.

    Agradeció mentalmente que en ese lugar no cayera el agua con tal fuerza o estaba seguro le arrastrarían adentro sus compañeros de equipo. Unas tenues notas se escucharon al percibir la intromisión de otro individuo a su lapsus de pensamiento. —Aún no entiendo como es que no has ido por ella…—Murmuró, más para sí mismo que para la persona presente.

    —No lo haré…—Gruñó advirtiendo que lo mejor era dejar por lo sano el asunto. El pelinegro tras de él suspiró pesadamente negando con la cabeza, regresó sobre sus pasos indispuesto a perder su tiempo como lo hubo hecho tantas otras noche tras dos meses desde que su amiga se marchara.

    —Procura no enfermarte—Expuso conciliador y escuchó otro gruñido afirmativo.

    Los días se habían vuelto una extraña rutina donde cada anochecer seguía al albino mediando unas palabras y revisando su estado. Le resultaba tan surreal el hecho de que ese egoísta y gritón medio demonio hubiera tomado la decisión de esperar a su debido tiempo el momento de ir tras Kagome; milagros del amor, quiso suponer.

    Verdaderamente había madurado. Aunque también deseaba ver que tanto le duraba esa madurez.

    InuYasha cerró los ojos, dejando resbalar el cúmulo de agua fría por sus mejillas como si el cielo llorase en él. Su mano se elevó hasta adentrarse en sus ropajes, rebuscó cautelosamente en calma y retornó a su sitio con un una hermosamente pequeña flor blanca de loto con centro dorado y negro destellando en sumo esplendor. Los dedos masculinos acudieron en torno a ella a cerrarse, apretándola con una fuerza tan bruta que antes se hubiera sorprendido al ver que no le ocasionaba daño alguno. —Aún no es momento…

    *°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*

    La mañana se hizo bastante fresca gracias a la bendita lluvia de la noche que trajo consigo el alivio de la región. Hacía tanto que no lloviera y eso resultaba preocupante en época de cosecha pero gracias al cielo y a los dioses que todo había resultado tan bien, sus rezos resultaron efectivos.

    Apeteció de pronto paseo por el sendero claroscuro del bosque, algo de ejercicio mientras el tiempo seguía su paso no le vendría mal. Sus pies comenzaron a moverse con torpeza, dificultándosele el paso por su estado y el correcto andar gracias a su enorme panza que le impedía ver el camino. —No salgas. —Refutó una voz grave a la distancia. Aunque exasperante el hecho de ser más orden que petición e inclusive advertencia una sonrisa fugaz surcó sus labios al reconocer al dueño de voz tan mandona. Sus ojos de chocolate oscuro recorrieron todo el entorno buscando hasta concentrarse en un débil sonido tras un espeso ramaje; una figura masculina descansaba sobre una de las ramas intentando pasar desapercibido.

    —No hay problema ya que estás aquí. —Declaró con un deje de cinismo, exacerbando a su receptor. —Supongo que no sabes pedir, Sesshoumaru.

    El aludido resopló sin darle respuesta, decidido a ignorarle como la más eficaz respuesta que pudiera contrariarle; dos meses detrás de aquella niña y entendía mejor que nadie el carácter tan volátil que se gastaba, aunándose con los cambios de un embarazo. Había situaciones en las que incluso él se veía forzado a alzar una ceja por la sorpresa.

    Kagome río suavemente entendiendo sus intenciones por fastidiarla. No pudo repeler la sensación de agrado que le traía el ser cuidada, muy a su particular manera, por el gran señor de las tierras del oeste.

    Poco tiempo atrás, cuando llegó al templo acompañada de la mariposa azul y ambas perlas decidida a esperar lo que faltaba por venir se encontró con la sorpresa que él ya le esperaba con una mueca indiferente, como un bello rostro esculpido en piedra que representa a la indiferencia en su esplendor.

    Según las escasas palabras que le dedicó y a la posterior aclaración de su pequeña acompañante él vino dispuesto a saldar una deuda de honor que adquirió años atrás; cuándo deseó indagar más le dio la espalda y se retiró de inmediato dejando atrás a dos personas de lo más inesperadas pero no por ello menos gratas: Rin y Seishirou.

    La pequeña se le lanzó encima sin medir su comportamiento hacia una embarazada hasta haber chocado suavemente con el vientre de la azabache, al instante pidió disculpas y le sonrió; su nieto se limitó, sarcásticamente hablando, a abrazarla fuertemente y darle un beso en la mejilla con impetuosidad al tiempo que la cogía en brazos y le daba unas vueltas en el aire ocasionando que las nauseas matutinas volvieran con mayor intensidad.

    Desde aquél día que vinieron a acompañarle durante su estadía no se le despegaban a ella ni al ambarino mayor. Inclusive una vez los monjes le comentaron que venía a visitarle una chica joven cuando no se daba cuenta, enterándose gracias a la lengua suelta del azabache-albino que era su hermana ya libre de la influencia de la perla y no se acercaba por pena a su poco autocontrol.

    Sonrió, serenando su gesto al ritmo de sus pasos. Lo cierto era que pese a lo divertido de la situación y la alegría que pasaba en compañía de todos había algo que lo ensombrecía por absoluto; ese presentimiento de que aún falta algo por suceder, lo que esperaba fuera el final de todo.

    La hermosa mariposa azul que le hiciera guardia en las noches llegó a su lado, sobrevolando agitada y el sentimiento de malestar se incrementó. Las joyas que pendían de su cuerpo emitieron una energía cálida y brillaron con fuerza, sobretodo la de esta época, alzándose por la fuerza de su emisión; el pecho comenzó a arderle y las piernas le flaquearon dejándola caer al suelo de golpe.

    Se sentía mareada y débil, sus manos temblaban con violencia junto al resto de su menudo cuerpo y en el suelo…

    Un abrupto miedo mezclado con euforia le hizo perder el conocimiento; la tierra se encontraba húmeda.

    Había roto la fuente.

    *°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*
    Aunque la mañana había sido esplendorosa la presión en su pecho no se iba. Algo anda muy mal, lo sabía, el momento que durante dos meses hubo esperado estaba a punto de ocurrir. — ¡InuYasha! —Llamó con clemencia una voz grave, seguramente masculina, notándose al instante el timbre de desespero. Giró presuroso para encontrarse cara a cara con quien sería alguna vez su nieto dentro de varios años. —Kagome…—Murmuró con cautela, esperando atenuar la reacción de él.

    Y al segundo ese rostro de confusión, preocupación y cierto fastidio transfiguró en una expresión de sufrimiento y necesidad que nunca antes le hubo visto. Parecía tan consternado que los movimientos de su cuerpo no fueran a salir tal cuál lo hacían con normalidad, InuYasha tomó una gran bocanada de aire y con el creciente hueco en su pecho no necesitó escuchar nada más para salir corriendo con un solo rumbo fijo en mente: el templo de las montañas.

    Estaba retirado pero eso no lo importó en lo absoluto a sus piernas, aunque el cansancio hiciera mella en sus músculos con intereses después lo ignoraría, era mucho más importante llegar en ese preciso momento. El atardecer apenas pintaba sus matices, calculaba que muy pronto estarían en el sitio que requerían; los tonos ocres se teñían de rojo como el anteceder a las tinieblas del alma que encontraría un camino lleno de sombras por el cuál seguir.

    Seishirou siguió su paso lo más cerca que pudo, sin embargo no conocía tal fuerza ni velocidad profesada por el enorme deseo de llegar, a lo que fuese, justo a tiempo. El camino se estaba acortando y en cuestión de minutos divisaron el pueblo bullicioso de gente que sólo atinaron a ver dos manchones pasar al costado.

    Finalmente la estructura se mostró delante, siendo InuYasha quien tirara la puerta corrediza de una patada, poco importándole la mirada de rencor de los habitantes en sagrada profesión que tendrían que reconstruir el desastre. Miles de puertas más se atravesaron en su camino mientras olfateaba ese tenue aroma que le hizo antes perder la razón, Kagome se encontraba en algún lado y el leve atisbo de sangre a su alrededor.

    Abrió todas las puertas con fuerza, casi derribándolas en el proceso.

    Llegó a una habitación de típico estilo oriental y ahí la vio, dormida sobre un enorme futon que se acoplaba con comodidad a su cuerpo; su rostro aunque tranquilo divisaba un gesto demasiado neutral que le preocupó. El corazón se le aceleró con sólo aspirar su aroma, había pasado tantos días desde que se fuera y ahora estaba ahí, finalmente con él. Intentó acercarse pero un llanto atrajo su atención al instante.

    A un lado en una bella cuna de madera residía un pequeño bulto con forma de niño.

    Su respiración se cortó y el corazón se le aceleró desesperado por encontrar salida por su boca, algo extraño que no alcanzaba a definir se precipitaba por su pecho circulando con precipitación por todo su cuerpo y le llenaba de euforia. Su aroma tan similar, los cabellos negros cuál carbón y los enormes ojos chocolates de su mujer le dieron a entender inmediatamente que se trataba de su hijo.

    Suyo.

    Por acción propia de su cuerpo cargó al niño extremando cuidados en no tumbarlo al suelo, el niño sonrió. Sin embargo antes de poder disfrutar a plenitud la felicidad de ser padre un lloriqueo más le hizo rebuscar en el sitio dónde estaba su hijo.

    Sus ojos se abrieron al máximo, calándole la expresión de sorpresa. Seishirou que apenas se acercó turbado y lo que vio le trastornó el rostro—Somos nosotros…—Murmuró desconcertado.

    Depositó al niño entre las sábanas, tratando de descartar una jugarreta de su mente. El bebé recién nacido sonrió con ternura extendiendo una mano para tomar aquella de su acompañante, una hermosa nena de rasgos iguales que correspondió el gesto y le regaló una sonrisa a su progenitor.

    Gemelos. Dos niños habían nacido en esa noche…

    ¿Qué demonios estaba pasando?

    N/dp: Kami, tenía tanto esperando llegar a este momento. Aquí es finalmente, la última parte del fic que comencé hace casi tres años, uff, tanto me tomó terminarlo xD Viendo mi fecha casi es Abril, cuando entré a este foro e inicié la historia que más quebraderos de cabeza me ha dado.

    Lo próximo disfrutaré escribiéndolo porque falta tan poco… Bueno, realmente estoy sin palabras, después de tanto tiempo he vuelto a escribir este fic y aunque me apena la tardanza me alegro ya que no quería arruinarlo con burdos y aburridos capítulos que concluyeran abruptamente y sin sentido la historia. Porque, admito, el capítulo anterior fue mero y vil relleno, aunque me sirvió para ubicar a Kagome donde yo quería sin dar tantos giros inentendibles.

    Por si a alguien le interesa, estoy reescribiendo la historia desde el inicio más entendible y “Tinte índigo” sigue publicándose sin censuras en otro foro muy famoso que ya conocen, quien quiera datos pregunte en perfil ya que no se permite publicidad ^o^ Besos de galleta, que muy pronto tendrá su tardado epilogo xD
     
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