One-shot El día que te Conocí.

El día que te Conocí.

Este es mi tercer Fic publico, el primero que hago de bleach (:
es un poco basado en un Fic que escribi hace tiempo, pero es totalmente diferente, Todo es diferente.
Espero les guste, perdonen no soy buena con las tildes y con las comas D:
y si hay Ooc porfa no me maten D: trate de no salirme tanto de los personajes .____.

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El Día que te conocí.
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–Aun me pregunto como te deje involucrar en mi vida…–Piensa una Joven de cabello negro y corto, sentada en la rama de un árbol, mientras su mirada se perdía en el hermoso atardecer, el viento oleaba su cabello, ropa y acariciaba su rosto –Pero desde ese momento yo me enamore de ti…

···········································Flash Back···········································​

–Que hermosa tarde…–Decía una joven de poca estatura, mirando el cielo mientras caminaba por las calles de la ciudad en donde vive, no se imaginaba que ese día su vida y la de un chico cambarían radicalmente, ella solo esperaba pasar un tarde normal, lejos de su familia que tanto la presionaba con la obligación de casarse con el mejor amigo de su hermano –Ya solo queda un mes y medio para la boda… –Su mirada se entristece un poco al decir esas palabras –¡No se porque me obligan a esto! –Levanta la mirada y ve hacia la entrada del parque que tiene al frente –Mejor ya no pienso en eso –Ve hacia el cielo –Mejor hoy me divierto –Sonríe un poco en son de burla –No todos lo días te le puedes escapar a la familia Kuchiki –Corre hacia el parque sonriendo divertida, sin darse cuenta que la estaban observando, cada paso, cada movimiento.

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–Jefe al fin la he encontrado –Dice un hombre de cabello rubio, oculto entre unos arboles hablando por teléfono.

–Ya veo… Entonces tráela de vuelta –Ordena un hombre del otro lado del teléfono, que al finalizar de dar la orden corta la llamada.

–Co-como diga Sr. Kuchiki… ¡¡¡YA COLGO!!! –Cierra su teléfono con el seño fruncido –¡Odio que haga eso! –El hombre rubio sale de entre los arboles –Muy bien Srta. Rukia Kuchiki, es hora de que vuelva a casa… ya jugo bastante a las escondidas –Sonríe de lado, tronando los dedos, para luego salir a buscar su objetivo. Mientras en otro lugar del parque…

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–¡¡¡Kurosaki!!! –Grita una chica con un cuerpo bien proporcionado –¡¡¡Kurosaki!!! –Vuelve a gritar la chica, corriendo hacia la persona que llama.

–¿Qué sucede Orihime? –Mira a la chica con cara de despreocupación, ya que sabe que la chica suele a exagerar de vez en cuando.

–¿Kurisaki que haces solo por aquí? –Pregunta un tanto curiosa la chica de cabello castaño claro, tratando de recuperar el aliento.

–Pues solo vine a dar una vuelta, y ¿Tú? –Responde y pregunta a la vez, mientras pasa sus brazos a atrás de su nuca.

–No vine sola, Ishida me invito a un día de campo, por eso estoy aquí –Sonríe inocentemente y luego su rostro cambia al de tener una idea –¡YA SE! –Grita emocionada, mientras el se la queda viendo extrañado –¿Qué tal si te vienes con nosotros?

–Olvídalo Orihime, No quiero arruinar tu cita con Uryuu –Emprende su camino dejando a la chica atrás.

–¿Qué cosas dices Kuroaki? Ishida y yo solo somos amigos… A demás siempre has sabido que el único que me gusta eres tú –Sonríe, con un poco de sonrojo en sus mejillas, mirando al chico con sus ojos un poco brillosos; el chico se detiene, estaba algo sorprendido y sonrojado, pero luego reacciona.

–Lo siento orihime… Pero no puedo aceptar la invitación… –Sonríe pacíficamente –Mejor ve por Ishida, te debe de estar esperando.

–Kurosaiki… –Mira la espalda del joven –Esta bien… –Se acerca a él sin que se de cuenta y le da un beso en la mejilla –¡Nos vemos luego! –Le sonríe, para luego salir corriendo, dejando atrás a su amigo.

–¡Seguro! –Sonríe viéndola por un rato, para luego suspirar –Mejor ya me voy –Emprende camino hacia el sentido contrario.

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–Oh… –Suspira la joven de cabello negro sentándose de bajo de un árbol –Que tranquilidad me da este lugar… –Mira como la brisa del viento mueve las hoja del árbol –Ya pronto seré una mujer casada… –Sus ojos se entrecierran tristemente –¡No quiero!

–Pues al señor Kuchiki no le importa si usted quiere o no –Sale el hombre rubio detrás de el árbol donde se apoyaba la chica pelinegro.

–Izuru…–Mira sorprendida al hombre, para luego reaccionar e intentar salir corriendo, pero él es más rápido y la toma firmemente por el brazo.

–¿A dónde cree que va Srta. Kuchiki? –Pregunta con una sonrisa victoriosa –¿A caso pensabas escapar de nuevo?

–¡Suéltame Izuru! –Grita tratando de zafarse del agarre –¡Es una orden imbécil!

–Lo siento Srta. Kuchiki –Dice alzando la voz – Aquí las ordenes las da el Sr. Kuchiki – La empieza a jalar a la fuerza ya que ella se resistía.

–¡Déjala en paz! –Exclama un chico alto de cabello naranja que se acercaba al lugar –Si la chica pidió que la sueltes, será mejor que lo hagas– Dice con seriedad, mientras el rubio y la peli negro lo miran sorprendidos.

–¿Y tú quien te crees cabron de pelo naranja para darme ordenes a mi? –Le pregunta con se ceño fruncido –Sera mejor que ni te metas en esto niño –Le advierte y jala de nuevo a la kuchiki, haciendo que emita de sus labios unos quejidos de dolor, cosa que enfurece mas al joven pelinaranja.

–¡Te dije que la sueltes! ¡Ella no quiere ir contigo cabron! – Finaliza dándole un golpe en la quijada, dejando inconsciente al rubio en el piso – Mejor vámonos antes que despierte este tipo– Mira a la Kuchiki ofreciéndole una mano.

–¿Eh? … –La pelinegro lo mira sorprendida, no encontraba respuesta lógica del porque la había ayudado, no se conocían, jamás se habían visto antes ¿Por qué? Se preguntaba a si misma, pero la voz del chico la saca de sus pensamientos.

–Si no te apuras ese tipo despertara y luego se pondrá feo esto –Le dice ya un poco calmado, aun con su mano extendida y la Kuchiki sin pensarlo mas la toma y de sus labios se escapa un ¡esta bien! Vámonos… Estas palabras hacen que él sonría y sujeta bien su mano echándose a correr, dirigiéndose a la salida del parque.

–¿A-a-a donde me piensas llevar? –Pregunta un tanto nerviosa.

–Mejor calla y observa –Sonríe de lado aun corriendo –Por cierto… Deberías engordar un poco, te llevo casi volando –Se burla un poco mientras a ella se enoja y le dice en voz baja ¡Idiota! –Oh… ¿Dónde deje mi moto? –Mira el estacionamiento mientras que con una mano rasca su nuca y con la otra aun sujeta a la Kuchiki.

–Di-di-di-dijiste… ¡¡¿Moto?!! –Pregunta algo alterada y sorprendida.

–Si, mi moto, por cierto allá esta –Señala por unos autos, dirigiéndose a ellos.

–¡Yo nunca me he montado en una! –Mira aterrada la moto mientras se acercaban –¡No! ¡No! No podre…

–No pasara nada chica –Sonríe pacíficamente para darle confianza –Confía en mi… Creo que te gustara –Sin despejar su leve sonrisa; le ofrece el casco protector y se sube a la moto.

–Ok… –Toma el casco un poco dudosa –Confiare en ti…–Se coloca el casco en la cabeza, para luego también subirse en la moto con la ayuda de una de las manos de él.

–¡Sujétate Fuerte! –Dice sonriente mientras hacia rugir su moto, acto que hace que la pelinegro se aferre con fuerza a su espalda –¡Vámonos!

–¡AAHH! –La Kuchiki grita aterrada, aferrándose aun más a la espalda del chico de cabello naranja, mientras él reía de lo nerviosa que ella se encontraba.

Al pasar los minutos, ella se iba calmando, sentía que junto a él estaba segura; esa tranquilidad que hace mucho no sentía, no la sentía desde que habían muertos sus padres, él le daba esa tranquilidad, aunque no lo conocía y su espalda le parecía tan cómoda y grande que no podía evitar dejar de abrazarlo.

–Puedes abrir los ojos, si quieres… –Susurra mientras tomaba una curva –Así podrás apreciar la vista…

La pelinegro al abrir sus ojos pudo visualizar un hermoso atardecer y de cómo se acercaban al mar, en el agua parecía que habían millones de cristales, por el reflejo del sol y las gaviotas volando hacia el, en busca de su hogar para descansar, el olor del mar era gratificante y el viento que acariciaba su rostro –Es hermoso… –Susurra, para luego acomodarse en la espalda del chico, su mirada brillaba y en sus labios se dibujaba una sonrisa, al igual que en los de él.

Al llegar a la playa, miro el lugar atentamente, había una casa de verano; el apaga la moto y se baja de la misma, extendiendo una mano para ayudarla, ella la toma apoyándose para bajarse, al hacerlo respira con entusiasmo el aire que la rodea y observa como el sol se va escondiendo, era un hermoso atardecer, hacia mucho que no veía uno de esos –¿Por qué me ayudaste? –Le pregunta sin despegar su mirada de la hermosa vista –Si soy una completa extraña para ti…

–No se por que… Pero siento la necesidad de proteger a otros –Camina hacia ella y se coloca a su lado –Así no los conozca –Susurra, sonriéndole.

Sus palabras le hacían tan bien, le parecía un chico diferente a todos, de esos que solo se podían encontrar en telenovelas, en películas e incluso en mangas; voltea a verlo, en ese momento lo detalla bien, tenia una hermosa sonrisa, una mirada profunda, su color de piel también era hermosa –Gracias… –Sonríe levemente – Me llamo Rukia Kuchiki –Extendiendo su mano, sin desaparecer la sonrisa de sus labios.

–Ichigo Kurosaki…–Al verla no pudo evitar sonreírle de igual forma; toma la mano de la Kuchiki, su mano pequeña y delicada, a la vez tibia.

········································Fin del Flash Back···································​

–Así te conocí Ichigo Kurosaki… Tu fuiste el que cambio mi vida… –Murmura sonriente, viendo como el sol se escondia.



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Gracias por leer y perdonen lo malo :).
Acepto criticas constructivas, no destructivas.