Escuela de vampiros

Escuela de vampiros

Prologo
​

Esta mañana estoy tumbada en la cama de mi habitación, mirando al techo. Lágrimas, me salen sin parar, al recordar lo que hizo ayer mi padre. Sé que aquel hombre al me mató, era un delincuente, pero no puedo evitar llorar ante ese recuerdo.

Mi nombre es Isabela Vulturi Swan, pero todos en el castillo me llaman Bella. Mi padre, Aro, junto a mis tíos Cayo y Marco, gobiernan a todos los vampiros del mundo. Son como los reyes. Yo, soy única en el mundo, por así decirlo. Soy semi vampira. Mi madre, Sulpicia, me concibió siendo todavía humana y claro está, mi padre era y es un vampiro. Mi madre, casi muere con el parto, pero mi padre, la amaba y no dejó que muriera, así que ahora ella, es una vampiresa, la mar de hermosa y bella.

Mi madre, tiene un hermano mellizo. Su nombre es Charli, se casó hace ya muchos años, antes de que yo naciera. René, su esposa no pudo darle hijos, así que cuando se enteraron de que mi mamá me había tenido, vinieron a verme. Aunque suene extraño, mi mamá nunca los mató y eso que era una neófita. Así que todos los meses vienen a verme.

Ahora tengo 17 años y he desarrollado unas capacidades que superan a los vampiros normales. También, tengo unos dones extraordinarios, que gracias a Heidi, Jane y Félix he aprendido a controlar.

Pero eso, no va al caso de porqué estoy llorando así que os lo diré. Lloro simplemente, porque mi padre ayer mató a un vampiro delincuente, que ahora vaga por el castillo sin cabeza y yo, soy la única que lo puede ver. ¿Qué porqué? Pues, porque puedo ver a los vampiros muertos. Es uno de mis dones. También controlo los elementos de la naturaleza, hablo con los animales, creo rayos de luz que pueden dejar ciego a un humano y mi parte vampira, está más desarrollado, que los de un vampiro normal.

Así que, ya me conocéis. En la escuela humana a la que voy me suelen llamar de muchos nombres, menos por el mío. Sobre todo las del equipo de animadoras. Serán celosas las muy jodidas. Ellas son guapas, y me hacen sentir como la mierda, cuando pasan a mi lado, pero, cada vez que me miro al espejo me digo: “vamos Bella, patéales el culo a esas humanas, tú eres mucho más hermosa que todas ellas juntas” y lo cierto es que sí.

Mi cabello castaño, cae en cascada hasta mi cintura y mis ojos marrón chocolate, son grandes y brillantes. Mi estatura es promedio y aunque mis curvas sean un poco exageradas, tengo un cuerpo aceptable.

Así que, ya me conocéis lo bastante para leer mi gran historia...

 

Re: Escuela de vampiros

Bueno, muchas gracias, ya sé que si tengo dudas con el fic te preguntaré a tí. Tengo la idea pensada y eso, pero no sé muy bien como expresarla al escribir... creo que por eso el prólogo me ha salido un poco churro...xD Gracias por ser piadosa, hay personas que no me ayudan mucho subiendo la moral, pero tú si que ayudas, gracias Asumi.

Nos leemos pronto... este es mi segundo long-fic y creo que no se muy bien como escribir, pero gracias a ti, subiré el capi lo más pronto que pueda, seguramente dentro de una semana o así...

Te invito a leer mi oneshoot, titulado: ¿haciendo bebés?, está en el punto de vista de Emmett y a mi punto de vista es gracioso...

Nos leemos pronto, besos...

 

Re: Escuela de vampiros

Bueno os pongo un pequeño adelanto del primer capi:

- ¡¿ Que me voy?!- pregunto desquiciada - ¡¿ Como que me voy?! ¡ Vosotros estáis locos si creéis que me voy a marchar a esa escuela de vampiros!


Es poquito y es muy corto pero no quiero arruinar la sorpresa :) Besos a todos y todas y gracias por leer.

 

Re: Escuela de vampiros

Capítulo 1 - Ni hablar.


Ahora mismo, estoy en el instituto almorzando mi habitual manzana, en la siempre vacía mesa que yo ocupaba, cuando oigo unos pasos acercarse por detrás.

- Valla, si es nuestra bufona particular – grita Lauren, la capitana de las animadoras.


Menuda mierda, ahora comenzarán los insultos y esos motes ridículos que me habían puesto hace ya, mas de tres años.

- ¿Qué pasa paliducha? ¿Se te comió la lengua el gato?- todos rieron, bueno, todos menos Félix y Heidi, que estaban a punto de entrar por la ventana para arrancarles la cabeza a esos humanos débiles y sin poder.

Mordí mi manzana, con un exagerado ruido.

- Plebeya, ¿Tus padres no te enseñaron modales?- preguntó la acosadora de Jessica.

El año que vine, me acuerdo a la perfección de que Jessica, ya se había tirado a la mitad del instituto para demostrarle al atontado de Mike Newton, alias el mosca, que era toda una mujer.

Lo único que consiguió demostrar, es que es una zorra.

- Supongo que tus padres, no te harán mucho caso, ya que nunca vienen por aquí...- comenzó a decir María, otra de las animadoras - ¿Son algún tipo de mafiosos? ¿Quizás borrachos? ¿Alcohólicos? ¿Te maltratan Bellidiota?

Había tirado mi manzana al suelo y creo que mis ojos estaban rojos, porque me estaba entrando la sed. Cada vez que me pongo furiosa, mi lado vampiro se completa y el lado humano desaparece por un periodo corto de tiempo.

Noto el calor abrasador en mi garganta y la corriente eléctrica en mis manos.

Mierda. Mierda. Mierda.

Ahora no, por favor, por favor.

El clima nublado de hoy, se apaga del gris al negro completo. Los rayos comienzan lejos, para acercarse poco a poco.

Las luces del instituto se apagan y se encienden, hasta que todo se queda en completa oscuridad. No se oye ninguna voz, todo está en silencio. Huelo el miedo en todos ellos.

- Mis padres, son mejores que los tuyos María- le contesto, intentando no gastar el aire que me queda- por lo menos mi madre, no anda desesperada acostándose con los padres de mis amigos y amigas, engañando a su marido, el abogado de día y streaper de noche.

Eso lo sé gracias a mi padre, en una de las pocas reuniones a las que ha acudido del instituto, logró tocar las manos de los padres de María y los padres de Jessica, que mejor no hablar...

Su madre una cotilla, que guarda sus secretos pero los de los demás los suelta a los cuatro vientos. Su padre, la engaña con tres mujeres distintas, una de ellas la madre de María.

Los padres de Lauren ni siquiera la ven los fines de semana. Eso lo sé, por que su madre es una importante modista y su padre un importante diseñador de interiores, solicitado en todo el mundo, que van de viaje en viaje sin compañía. Un matrimonio roto.

Levanto la mirada, llena de sed hasta la puerta. Cojo mi mochila, me levanto de mi asiento y salgo de allí lo mas rápido posible.

En cuanto llego a la salida del instituto, el coche de Heidi, ocupado por ella y Félix, está encendido con la puerta abierta.

Pero no tengo tiempo a llegar al coche, ya que se me nubla la vista y caigo redonda, aunque unos fríos y fuertes brazos, reconocidos por los de Félix, me cogen antes de besar el suelo. El paso de semi vampiro a vampiro completo es muy pesado y mi cuerpo, en algunas ocasiones no lo soporta y me desmayo.

Cuando estoy en la forma vampírica, los poderes se descontrolan y comienzan a haber cambios de temperatura en el ambiente, lo que provoca, un clima variado y fuerte. En algunas ocasiones, llego a pasarme tanto que en mis manos se forman rayos y campos eléctricos.

...

Me despierto en mi cama, rodeada por mis tíos y mis padres.

- Hija, no debes descontrolarte así- me susurra dulcemente mi madre.

Mi padre sonríe, Cayo me mira alegre, cosa rara en él y Marco me mira triste.

Marco siempre ha sido el inexpresivo desde que murió mi tía Didyme, antes de que yo naciera. Ella también era humana y quedó embarazada de Marco, pero ella al contrario que mi madre murió antes de dar a luz y con ella el bebé. Pero cuando nací, según mi padre, una chispa saltó en el, para tiempo después convertirse en una llama.

- Hija, tenemos que hablar – dice mi padre aún sonriendo.

Espero que no quiera volverme a emparejar con algún vampiro. La primera y única vez que lo intentó fue con un tal Eduardo, Edwin, Edgar... Edward Cullen, quien era el primogénito de un poderoso vampiro, que lo crió y a los diecisiete años lo convirtió y ha desarrollado unos dones y tengo que admitir que son extraordinarios, al igual que sus hermanos.

- Otra boda no, por favor- le pido de rodillas.

A mi tío Cayo se le escapa una risa y Marco intenta no reír.

- Hija, que poco me conoces- comienza él- no te casas, cambias de escuela.

¿Qué? Esto era nuevo, le he pedido mil y una veces que me cambie de instituto y siempre obtuve una negación.

- ¿En serio? – pregunto incrédula.

Todos asienten.

- Pero te vas a la escuela de vampiros que está cerca de Seatle- comienza mi madre – Esa que se hace pasar por un pueblo llamado Forks, que en realidad es una pequeña localidad de vampiros...

No. No. No puede ser, no me están enviando a la otra punta del mundo. No me están enviando a esa escuela en la que hay cientos de vampiros, de los cuáles yo soy su futura “princesa”. Que conste, que no me gusta llamar la atención y ser una “princesa” implica llamar la atención.

No iré. Me niego.

- Te irás mañana por la mañana – me dice mi padre adivinando mis pensamientos- te guste o no, tu maleta ya está hecha, puedes descansar o coger mas ropa si lo deseas.

No. No. No y mil veces no.

-¡¿ Que me voy?!- pregunto desquiciada - ¡¿ Como que me voy?! ¡ Vosotros estáis locos si creéis que me voy a marchar a esa escuela de vampiros!

Mi padre me mira, ahora serio.

- Irás hija, irás- jura él.

Entonces todos se marchan y de un portazo cierro la puerta. Me tumbo en mi cama y comienzo a llorar.

 

Re: Escuela de vampiros

Capítulo 2 – conociéndonos


Ya es por la mañana, la hora de irme a esa escuela, de la cual no se ni el nombre.

- Hija... yo... – empieza mi padre – verás... no queremos que sufras y...

- ¿Qué no queréis que sufra? – le reprendo – Papá, haber si lo entiendes. M e voy a una escuela llena de vampiros sedientos de sangre, donde no conozco a nadie y encima, me tratarán como si fuera de porcelana.

Mi padre alza las cejas y me mira serio.

- Primero, esos vampiros no beben sangre humana, ya que el director de la escuela, les ayuda a llevar una vida normal bebiendo sangre animal. Segundo, conoces a gente en esa escuela y tercero, nadie sabrá quien eres.

Miro a mi padre con desconfianza. ¿A quién conozco en esa escuela?¿Como que nadie sabrá quién soy?¿Beben sangre animal?

Un momento... eso significa... que el director de la escuela es... Carlisle Cullen. Ese hombre, había luchado contra su naturaleza durante largos años, intentando suicidarse. Encontró la forma de no hacerle daño a la gente bebiendo sangre animal.

Después de varios siglos, en una gripe o algo así, murieron los padres de Edward y el niño quedó solo, con tan solo dos años de edad. Carlisle lo crió como hijo suyo y a los diecisiete años lo convirtió. Esme, su mujer vino tiempo después de la conversión de Edward. Después todos los demás vinieron seguidos.

Su familia es grande, compuesta por siete miembros. Carlisle, Esme, Emmett, Rosalie, Alice, Jasper y Edward.

- No me fastidies que los Cullen, están en la escuela...- le gruño a mi padre.

No dice nada y me da la espalda.

- Date prisa, el avión te espera – en cuanto acaba la frase sale de la habitación.

...................................... Diez horas más tarde .................................
No me lo puedo creer, ahora estoy entrando en la escuela. Tengo que admitir que es grande, pero entro en contra de mi voluntad.

Tiene unos jardines gigantes, llenos de hierba y pasto. Las flores, están esparcidas por todos los rincones. Al fondo del todo, rodeado de pinos, puedo distinguir un pequeño lago.

Por un momento pienso que no será tan malo estar aquí por unos meses. Solo por un momento, hasta que me acuerdo que están los Cullen.

Aunque no los conozco personalmente, mi padre me hablaba de ellos constantemente.

Carlisle Cullen, tiene dos dones. Uno de ellos es la telekinesia, puede mover objetos con la mente. El otro es la fragokinesia, es como una telekinesia avanzada, puede destruir objetos o incluso personas con tan solo pensarlo.

Esme Cullen, tiene un don. El polimorfismo, puede cambiar de forma a su antojo.

Emmett Cullen tiene un don. Tiene una fuerza que supera a las de un vampiro normal. Como si fuera un neófito, pero sin serlo.

Alice Cullen, puede ver el futuro. Se puede llamar clarividencia. También puede crear un aliento de hielo que lo congela todo a su paso.

Jasper Hale, tiene el don de la empatía. Puede sentir las emociones de las personas que le rodean y hacer que sientan sus propias emociones.

Rosalie Hale, es capaz de petrificar a la gente con su mente, entrando lentamente en su cabeza y convertirlos en piedra. También los puede des- petrificar.

Edward Cullen, es el más temido de los vampiros. Es incluso mas fuerte que su padre. Puede leer mentes, controla el fuego, controla la oscuridad, al igual que yo puedo controlar la luz y puede transformar diversas formas de energía en un rayo energético sólido, destinado a impactar contra su oponente.

En cuanto el coche para, salgo. Un hombre rubio de ojos dorados junto a una mujer de baja estatura y con una sonrisa maternal, me esperan en la puerta de madera que ahora está siendo abierta, para dejar paso a cinco individuos angelicales.

Me acerco a ellos lentamente sin hacer mucho ruido. Tengo la cabeza hacia abajo, no me atrevo a levantarla.

- Buenos días, Bella – dice una voz masculina.

Levanto los ojos para encontrarme al hombre rubio tendiéndome una de sus manos. Yo levanto la mía y la estrecho con la suya. Es suave, cálida y muy paternal. Aunque me cueste de admitir, me hizo sentir segura de mi misma.

- Yo soy Carlisle Cullen y ella es mi esposa Esme – señala a la mujer bajita, de pelo color chocolate y sonrisa muy maternal.

- Mucho gusto... – consigo susurrar.

Carlisle mira hacia detrás, animando a sus supuestos hijos a presentarse.

- Hola, soy Alice Cullen – la chica, no me tiende la mano, solo me abraza y me da un beso en la mejilla.- El es Jasper – señala al joven rubio de ojos también dorados.

Asiento con la cabeza e intento sonreír, pero más que eso me sale una mueca.

- Bueno, yo soy Emmett Cullen – me saluda un fuerte y musculoso chaval, con el pelo negro y rizado. – y ella es...

- Emmett, no me hace falta que me presenten – le corta la rubia de su lado, - soy Rosalie Hale.

La chica, es bastante guapa. No que digo, podría ser una modelo. Menudo cuerpo. Jódete Lauren, ella tiene mejor cuerpo que tu.

Se acerca a mí y deposita un beso en la mejilla. Es dulce y cariñoso. Casi diría que con amor.

Bien, solo queda uno por presentar y no me hace falta que se presente, ya lo se todo de el.

- Yo soy Edward Cullen – dijo mirándome fijamente – un gusto conocerte al fin Bella.

Tengo que admitir que es el ser más hermoso que he conocido en mi vida. Cabello bronce, ojos dorados, piel pálida... un ángel...

“ Isabella Mary Vulturi Swan, ¿en que mierdas estás pensando?” me reprende mi conciencia.

Si conciencia, tienes razón.

Asiento con la cabeza y miro al cochero, quien ya había dejado mis pertenencias en la habitación, que no se con quien compartía.

- Muy bien, Alice y Rosalie son tus compañeras de habitación- me dice Carlisle, contestando a mi pregunta mental.

Suspiro con alivio, al menos sé que son dulces y cariñosas y ya nos han presentado.

Estoy subiendo las escaleras junto con Rosalie y Alice.

- Bella... será mejor que te pongas ropa deportiva – me aconseja Alice – El profesor de lucha, Garret, te va a hacer luchar contra alguien para demostrar tu valía y tu poder.

Suspiro con fastidio. Esto es una locura.

En cuanto llegamos a la habitación, Alice, como si estuviera loca, empieza a abrir mis diez maletas de ropa... si creo que Heidi y Jane, se pasaron al comprarme toda la ropa que pillaron en el centro comercial.

Al parecer, a Alice y a Rosalie le gustan mis vestidos y les he prometido que algún día se los dejaré.

En cuanto me pongo la ropa deportiva, bajamos las tres al jardín, donde practican las peleas y luchas sin más armas que los propios dones.

- Muy bien, ahora que ya estamos todos comenzaremos la clase... – comienza Garret- presentando a Bella Vulturi.

No tuvo más que decir, los murmullos estallaron.

“No puede ser.” “¿La hija de Aro?” “Mmm...¿que poderes tendrá?”. Es insoportable.

A esto se le llama llamar la atención papá... Con que nadie me reconocería...

- Bien... basta- gritó el profesor y todos callaron. – Muy bien, pues como iba diciendo, vamos a presentarla al estilo tradicional... Edward, lucharás contra ella.

Otra vez murmullos.

“La va a matar.” “Pobre...” “No lo conseguirá.”

Que idiotas. Ilusos. Ingenuos.

Todos piensan que por ser una semi vampiresa, tengo que ser débil... se van a enterar... un momento dijo contra Edward... ¿Edward Cullen?

Ohh... que bien me lo voy a pasar...

Doy un paso hacia delante y Edward, se pone delante de mi.

- Muy bien, el primero que toque, la espalda contra el suelo... pierde- dicta la reglas el profesor.

Con un pitido, da comienzo a la lucha.

“Muy bien Bella, concéntrate” me digo a mi misma.

Contra más me concentro noto como el clima, sin sol de Forks, va oscureciendo cada vez más. El aire se va volviendo cada vez mas y mas frío. En mis manos se van formando rayos de electricidad y a mi alrededor el aura se vuelve oscura y un campo eléctrico me envuelve por completo impidiendo el ataque físico. Mi parte vampira sale a flote.
Sin embargo, Edward me mira fijamente, serio y sin expresión.

Con un movimiento de manos un rayo de energía sale de su palma, impactando directamente en mi campo eléctrico. No consigue nada y todos los presentes incluyendo al profesor se quedan con la boca abierta.

Ha llegado mi arma secreta. Con la humedad del aire, consigo extraer agua. Con un solo movimiento, lo envuelvo con ella y con otro lo congelo.

Me acerco a el. Error, un gran error.

Se me olvidaba que puede controlar el fuego así que se deshace del hielo y del agua en un periquete. En su mano aparece una llama y me tira una bola de fuego, que yo no esquivo, la aprovecho para hacer mi propia llama...

Mierda, se me olvidaba que los poderes vampiros me agotan más. La vista se me está nublando, pero me mantengo firme. Antes de desmayarme por completo, alzo mi mano, todos los elementos vienen y noto como mi cuerpo comienza a caer, pero antes de eso, unos brazos suaves y extremadamente cálidos me cogen.

- Enhorabuena Bella – me susurra al oído esa voz, tremendamente sexy – me ganaste...

Y en ese momento cierro los ojos y no recuerdo nada más.

 

Re: Escuela de vampiros

Graias por vuestro apollo!!! :)

Intentaré subir el tercer capi tan pronto como pueda... quizas para el lunes o el martes ya lo tengais...

no se como se hacen los guiones largos .... ..... .... no soy muy buena en lo que resecta a los ordenadores xD

bueno, saludos a todos... Edbells 4ever!! (L)

 

Re: Escuela de vampiros

Capítulo 3- Recuerdos y descubrimientos.


Cuando despierto, estoy en una habitación que no reconozco. Está pintada de colores apagados: grises, negros, marrones y morados.

Me levanto rápidamente y me pongo mis zapatillas, que están al pie de la cama, que por cierto es muy calentita y blanda...

- ¿Dónde te crees que vas? – me dice una voz perfectamente sexy.

Me quedo parada y me voy girando poco a poco.

Y ahí está mi ángel, mi salvador, mi héroe... ¿pero que estoy diciendo?

Se supone que él es el demonio, el causante de que esté así, el villano... si, me tengo que alejar de él.

- Pues me voy a mi habitación – le digo sin mirarle - ¿algún problema?

Se queda mirándome. Mientras me estudia de arriba abajo, alza una ceja y asiente.

- Te puedes marchar...

Ese gesto me pone furiosa e iracunda salgo de la habitación dando un portazo.

En cuanto llego a mi habitación, veo a Alice y Rose que están tumbadas en sus respectivas camas (que no se porqué están, ya que los vampiros no duermen).

En cuanto me ven, “saltan” de sus camas y me abrazan.

- ¿Cómo estás?¿Te duele algo? – me preguntan al unísono.

Las aparto un poco de mí. Tengo que admitir que son muy impulsivas, sobretodo Alice.

- Estoy bien, no os preocupéis – les digo.

En el reloj que está en la pared del cuarto, marcan las seis y media, pero no puede ser... Yo no podía haber estado un día entero durmiendo...

- Esto... Alice- comienzo- ¿Ese reloj va bien?

Alice se queda mirándolo y asiente con la cabeza. Unos segundos después, se queda en trance, para luego echarse a reír.

Rosalie, se queda mirándola pidiendo explicaciones.

- Edward... atosigar... Bella... amor – suelta Alice sin poder parar de reír.

Personalmente, no entiendo nada. Alice para de reír y se calma un poco más.

- Está bien – inspira – Edward, ha planeado atosigarte, hasta que admitas que sientes algo por él...

Las dos me miran, Rose intentando no reír.

- Yo... siento algo por tu hermano – les digo natural – siento... siento... que como no me deje en paz, juro por la guardia, que lo estrangulo.

Buff... casi suelto la parte sentimental.

................................................ En clase..............................................

Estoy en clase de “vida vampírica”.

- Los vampiros, nos podemos reproducir – dice el profesor Denali, - con las vampiresas recién convertidas, las neófitas. Ellas, todavía tienen esa esencia humana y pueden concebir. Cuando ya tienen treinta años de convertidas es más difícil, hasta los cincuenta que dejan de dar a luz.

Esta clase es interesante, pero el timbre la interrumpe.

- Bien, hasta mañana- se despide el profesor.

En cuanto salgo al pasillo, Edward me alcanza.

- ¿Qué clase te toca ahora? – me pregunta.

“No mires sus ojos Bella, no mires sus ojos” pienso.

Si lo miro a la cara, sé que lo voy a besar, o algo peor... así que no respondo y me quedo sin hablarle.

Os preguntaréis porqué le tengo tanta manía... pues os lo diré.

Hace un año, los Cullen, vinieron a pasar el día. Yo no estaba, me había ido con Ángela y Ben, mis únicos amigos humanos.

A mis padres, les dio por enseñarles mis fotos... un poco embarazosas e de decir. Fue ese día, cuando sin conocerme y sin mi permiso, Edward le pidió mi mano a mi padre.

¿Qué iba a decir mi padre, ante una propuesta así? Edward Cullen, el vampiro más poderoso de todos los tiempos, con la heredera del trono Vulturi...

Cuando me lo comunicaron al día siguiente, comencé a gritar por todo el castillo y cancelé todo tipo de invitaciones y banquetes. Cancelé incluso al párroco que nos iba a casar.

Por esa razón odio tanto a Edward Cullen, mi peor pesadilla. Siempre lo imaginé, como un abuelo, con barba y gordo... a pesar de que los vampiros son guapos.

Ahora le quiero demostrar lo mala persona que soy. Para que se aleje de mi y de esa propuesta, que sé que aún está indecisa.

- Dime algo, - me dice – no puedo leer tu mente y estoy desesperado...

Já, jódete chaval, es mi privacidad... un momento, ¿no puede leer mi mente?¿Edward?

- ¿No puedes leer mi mente? – le pregunto.

El asiente con la cabeza.

- Lo he hablado con Eleazar Denali, tu profesor de vida vampírica – comienza- según él, tienes el mismo don que tu madre, pero mucho más extenso...

¿Mi madre?¿Extenso? Eso quiere decir... que tengo un don más...

Me mataría a mí misma con tanto don... eso es lo malo de ser semi vampiro. Tus dones, más los de tus padres. Y por si fuera poco los de tus abuelos, si hubieran sido convertidos.

¿Cuántos dones mas tendré? ...

 

Re: Escuela de vampiros

Bueno... ya estoy de vuelta, jajajajajaja... No sé si alguien lo habrá notado, pero Rosalie, no quiere matar a Bella en esta historia... os diré el porqué:

*Rosalie, no admite a Bella por que es humana y no quiere que se condene a sí misma, pero en "Escuela de vampiros" Bella es una semi vampiresa y Rosalie no tiene el porqué de tenerle odio o algo así... ¿entienden?

Bueno, este capi me ha salido bastante corto... y no es como lo quería hacer desde un principio...

Quiero darle las gracias a Akira Uchiha, ya que me ha dado algunas ideas... GRACIAS!!

Nos leemos pronto!! (L)

 

Re: Escuela de vampiros

Capítulo 4 – Milagro


Ahora, estoy entrando en el bar de la escuela. Venden sangre embotellada.

Que asco.

Sinceramente me gusta más la sangre que viene del “envase” directamente.

Ya he hecho amigos, también enemigos y eso que solo llevo tres días aquí. Hasta les he puesto mote.

“Casualmente”, están la mitad de la guardia vigilándome a todas horas. Claro está, si voy con Edward, desaparecen como por arte de magia.

Me siento en una mesa vacía, al lado de la ventana. Nadie comprende el porqué de mi soledad, ya que todos me han invitado a sentarme en su mesa.

Me quedo pensando en mis cosas hasta que la puerta del bar se abre de par en par, dejando entrar a Tanya Denali. Líder del Clan cercano a los Cullen.

Esta chica me saca de quicio. Mira que su hermana Kate es maja, pero ella... Buff... no la soporto.

Cuando Edward está cerca de mí, se pone como una fiera y empieza a acosarlo.

Creo que hasta siento pena por él.

“No es pena... son celos” dice mi conciencia.

“Cállate conciencia,” le digo “ya me tienes hasta la coronilla”.

-­¡ Belloncia!- me grita Tanya desde la otra punta de la sala.

Pero será... Dios de mi vida, sálvala antes de que me la coma viva.

De esta no se libra.

-¡Tanyón... - le grito yo – cuidado con el tacón!

Entonces todo el bar se hecha a reír. Incluso sus hermanas Kate e Irina.

Esa rima, la llevo pensando desde hace ya... ¿un siglo?¿dos?

No sé, pero e tenido el valor de decírselo.

-¡ Bellota... – me grita Tanya- cuidado no te valla a comer la ardilla!

Ese chiste, si es que era uno... era malo, MUY malo. Todos dejaron de reírse al escucharlo.

Estoy segura de que si alguien pudiera llorar lo haría.

Me vuelvo hacia mi bandeja con una botella de sangre en ella. Le doy un trago y escucho unos pasos dirigirse hacia mí.

-Hola – me dicen tres voces femeninas al unísono.

Levanto mi cabeza, para ver a tres vampiresas de aspecto salvaje. Son del aquelarre de las amazonas.

Senna, Kachiri y Zafrina. Tienen el mismo aspecto.

Larguiruchas, con el pelo trenzado hasta la cintura y ojos expresivos, alegres y activos.

-Hola- les respondo yo.

Senna, viene a mi clase de historia con Stefan, el profesor.

No se porqué, pero Stefan y Vladimir, los profesores de Historia y Geografía, me tienen fijación.

Son muy extraños y no me gustan ni un pelo.

-Nos preguntábamos si...

-¡ALTO! – grita una voz masculina desde la entrada de la escuela.

Se oyen gritos desde la entrada y me levanto corriendo hacia donde se escucha el escándalo.

-¡Dime donde está tu hijo! – grita otra voz grave y masculina.

En cuanto llego donde el griterío, lo primero que veo es a Alice en el suelo con la mano en su cuello.

Corro hacia ella para ayudarla.

-¿Pero que...?- grita la misma voz masculina. - ¿Así que ahora tenéis a humanos?

Levanto mi cabeza para ver a un chico alto y musculoso, moreno de ojos cafés y pelo negro mirando en mi dirección.

Al verme, el chico se queda estupefacto, como si hubiera encontrado oro.

Tiene a Carlisle cogido del cuello. Entonces reacciono.

Me levanto como si mi vida dependiera de ello y le doy una patada en sus partes más íntimas.

De un movimiento deja caer a Carlisle al suelo y se toca su parte dañada.

Upps... eso te pasa por pegar a mi mejor amiga y a su padre.

Carlisle se levanta y Alice le ayuda.

El chico me mira, entre enfadado, sorprendido y dolorido. Pero en menos de un segundo, me tiene cargada en su espalda y corriendo por el bosque.

-¿¡Qué haces!? – le grito - ¡Suéltame!

Comienzo a darle patadas, pero es imposible zafarse de su agarre.

Llegamos a una especie de poblado.

En cuanto me baja hecho a correr inútilmente. Me coge enseguida.

-¿Quieres estarte quieta? – me pregunta el chico – no te voy a hacer daño. Además deberías darme las gracias. Te he salvado de la muerte segura.

Me quedo mirándola incrédulo. Será engreído el muy idiota.

-¿ Que me has salvado?¿De qué? – le pregunto - ¿Del examen de historia?

El chico me mira.

-¿Examen? – pregunta - ¿vas a la escuela esa?

Me quedo mirándolo. El chico es mono, pero no es mi tipo.

Me gustan mas blancos y varoniles y con ojos mas dorados y con el pelo alborotado y broncíneo...

Edward... ¿Pero qué pienso? Estoy delirando... ¡sacarme de aquí!

-Voy a esa escuela – le digo – estúpido, cuando se entere mi padre o la guardia te enviarán a matar. No me gusta que maten a la gente así que llévame a la escuela de vuelta.

El chico abre la boca y se le descoloca la mandíbula.

-¡Leah, NO! – grita una voz vieja de mujer - ¡No puedes morir!

El chico me mira, indeciso.

Al final me coge de la mano y me lleva a una especie de cabaña.

Allí dentro, se encuentra todo el poblado seguro. Está petado de gente.

Entonces diviso a una chica, mas o menos de mi edad tumbada en una cama. Está llena de bultos y nadie se le acerca.

De ella sale humo o algo así. Como si estuviera en llamas.

-Mierda... no está superando el cambio – susurra mi acompañante.

Miro a la gente y me acerco a la chica. Todos me miran como si estuviese loca.

Me arrodillo y la miro mejor.

Es guapa, sus facciones son parecidas a las del chico que está llorando en un rincón.

Le toco la frente.

Se oye un coro conmocionado.

“No puede ser”, “La está tocando”, “Tiene más de sesenta grados de temperatura corporal”.

Así que era eso... claro, el fuego no me afecta soy inmune a él.

Me concentro en sus bultos y en lo mal que lo estará pasando esa chica.

Pero... ¿sesenta grados?

¡Por el amor de todos los santos del mundo entero!

Hay que curarla... tengo que curarla...

Entonces como si hubiera dicho abracadabra, de mi mano sale una luz blanca, como el hielo.

Sus bultos van desapareciendo y noto como su temperatura va bajando poco a poco.

La chica abre los ojos poco a poco y me sonríe.

-¿Eres un ángel? – me pregunta con voz estrangulada.

Ostras... no me había dado cuenta de que estaba brillando.

-No... solo te estoy curando – le respondo.

Entonces todo se va apagando y la gente me mira.

Este poder... curar a la gente... este poder... es bueno.

Pero me hace sentir cansa...

No puedo seguir más porque ahora, estoy en brazos de la misma chica a la que acabo de salvar y estoy durmiendo complacida por mi acto.