Preludio...[kagoxsesshoxnaraku]

Re: Preludio...[kagoxsesshoxnaraku]

Hola siento la demora, pero aquí estoy jeje, espero sus comentarios, nos vemos, besos.

Aclaraciones:
[ ] Narrado por el personaje.


Preludio

Capitulo 9: Al compas del corazón.

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Antes que la sombra caiga,
aprende cómo es la dicha
ante los espinos blancos
y rojos en flor. Ve. Mira.​

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[Creo que un padre no es amoroso con su hijo porque su padre no lo fue con él y así sucesivamente, es por ello que no acuso a mi padre no amarme, mi padre no pasaba suficiente tiempo con migo es por ello que es normal que no sepa mucho de mi existencia salvo lo que mi dulce madre le decía de mi, el nunca me hablo de nada y era muy rara la ves que charlaba con él o si es que se puede decir charla. Mi padre nunca me hablo de la historia de los vampiros, pero mi madre, la cual era tan bella pero por desgracia tan frágil de salud me la conto. Mi madre tenía una amiga, la madre de Sheryl, ambas eran hijas de los dos más grandes clanes de vampiros, por lo que, cuando yo nací estuve comprometido con su hija, Sheryl Nome, ambos nacimos el mismo día, por lo que en el mundo de los vampiros las coincidencias no existen solo el destino, la historia es simple y sencilla, no hay necesidad de que lo narre un gran narrador o que un gran escritor lo haga, ya que eso sería desperdiciar, así como surgieron los humanos así surgimos nosotros, claro somos imperfectos por qué no fuimos creados por dios pero tampoco somos algo perteneciente a lo malo, en este caso al demonio, claro que simplemente nacimos por descuido de la naturaleza. El primero fue el padre, aun vive, ¿Dónde?, eso es algo que nadie sabe, según mi madre él fue el primero, así que convierto a su familia, la cual contaba con un hija y un hijo, pero él fue consumido por el poder por lo que se vendió al diablo y he que dicen que los vampiros somos demonios creados por él, pero no es así, y también así como hubo vampiros hubo humanos que no estaban de acuerdos con ello, es ahí donde comenzaron las batallas por territorio pero luego fue por sobrevivir, es natural que uno quiera sobrevivir, las batallas comenzaron a ser más frecuentes y por más tiempo, un vampiro no pidió nacer, simplemente nacimos porque así es, tampoco somos malos, la sociedad nos hizo así, por que desde hace tiempo nos alimentamos de la sangre, claro en un principio era de animales pero alguno de nosotros en algún tiempo, encontramos sabrosa la sangre humana, es por eso que un vampiro necesita de un humano para sobrevivir, como dije, nosotros somos seres imperfectos, podemos ser bellos pero eso es solo algo que a ti te cautiva, pero por otro lado, no tenemos sentimientos, eso es lo que nos diferencia, que solo nacimos para comer y para reproducirnos eso es todo, la cosa es distinta y más excitante cuando le encuentras algo de diversión a tu vida, en ese caso, sería enamorarse, pero no de un vampiro, si no de tu humano.]
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—No cree que ya es hora señorita Midoriko.

En una lúgubre habitación podía verse la silueta de dos mujeres, amabas mirándose frente a frente.

—Aun no, aun no llega la hora.
—Perdón si no comparto ese mismo pensamiento, pero mi señora es mejor que se lo diga.
—Aquí no importa las opiniones, es mi decisión además ella ha crecido mejor de lo que yo le hubiera hecho.
—Usted es alguien sumamente importante, no tenía el tiempo para cuidar a una…
—Ella es una más de mi familia, si no la cuide fue porque mi padre no sabe de su existencia.
—Mi señora, ¿eso es posible?, ¿engañar al padre?.
—Sí lo es, por lo que él no sabe de la existencia, además no lo he viso en siglos, ella tiene solo 20 años.
—He escuchado que es tan bella como su madre y que tiene los ojos de su padre.
—Has escuchado bien, me dicen que es muy bella y que esa belleza parece inhumana.
— ¿A qué se refiere con eso?
—Que creo que mi hermana no nació completamente humana.
— ¿Es un hibrido?
—Es más que eso, pero dejemos a un lado eso, has dicho que sesshomaru ha venido a Tokio.
—Así es, ha venido hablar con el abuelo de la señorita Nome.
—Así que por fin se cumplirá el trato familiar, hace ya 20 años que no veo a Sesshomaru, por su bien espero que cuide bien de mi hermanita.
—Lo hará mi señora, el joven Taisho se ha comprometido muy bien en su tarea.
—Pues es lo menos que podemos esperar, ahora tenemos que alistarnos.

Una de las dos jóvenes que vestía un bello vestido negro se levanto de su escritorio de madera, mientras que la joven con uniforme de servidumbre la miraba.

— ¿A dónde vamos mi señora?
—Iremos a visitar a unos amigos.
—Con eso se refiere a…
—Kagura está comenzando a irritarme y más le vale tener sus garras bien alejadas de mi familia.
—Como usted diga mi señora.
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Kagome bajaba de la limosina mientras que Kanna caminaba alado de ella, al pasar por los cubículos de los empleados no se hicieron esperar las miradas, estaba ya acostumbrada a lidiar con ello, era lo mismo cada día y tarde que ella iba, era lo más normal, a veces ni ella se podía creer que era poseedora de tal belleza, sus padres realmente debieron ser muy guapos o eso era lo que nuestra pelinegra pensaba, ambas entraron a una gran oficina y se sentaron.

— ¿Para qué me llamaste tan urgente Dominique? —dijo Kagome.
—Ha surgido algo Kagome y las fotos se atrasaron una semana más, por lo que no podemos seguir con lo planeado, hoy tendría que llegar la nueva temporada, pero por desgracia no vendrá hasta dentro de una semana, por lo que te tengo que pedir que descanses.
—Ya descanse bastante, apenas ayer llegue de mis vacaciones.
—Lo sé pero así es esto, por el momento no tengo nada para ti, salvo en una semana.
—Pues ya que, si tu lo dices entonces una semana esperare.
—Gracias por entender, eso era todo.
—Bien—dijo kagome levantándose—nos vemos dentro una semana.

Ambas chicas se fueron de la oficina, ya en la limosina Kagome miro a kanna.

— ¿Qué le pasa?, está muy extraño, me hubiera sonreído tan siquiera.
—Tal vez solo está algo estresado he oído que las ventas estuvieron bajas.
—Bueno eso podría ser, pero bueno, espero que cuando venga ya esté mejor.
—Ya verás que si Kagome ahora ¿A dónde vamos?.
— ¿Necesito visitar a alguien?
— ¿Alguien?
—Una vieja amiga.
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El joven de cabellos dorados miro hacia un lado de la oficina.

—Es todo lo que puedo hacer por ti.

Naraku camino hacia él y se sentó en su escritorio.

—Te lo advertí Dominique, que ella era mía.
—Kagura no me dijo eso.
—A Kagura se lo olvida esos detalles, solo me distraigo por unos meses y descubro esto.
—No se me dijo para que querían que me acercara a ella.
—Ella es mía, es por eso que a partir de ahora mantente alejada de ella—dijo Naraku.
—Escuche mi nombre por aquí—dijo la mujer de cabellos negros.
—Qué bueno que llegas Kagura, ¿Por qué no me dijiste que me acerque a ella para que él se quedara con la humana?
—Creí habértelo dicho ángel, pero bueno que más da, lo que importa aquí es convertir a la chica, no por el deseo que tanga naraku hacia ella, si no para tener a un miembro poderoso.
— ¿Cómo que poderoso? —pregunto Dominique.
—Explícate Kagura—dijo Naraku.
—Kagome Higurashi no es una humana mas, ella es hija del padre.
— ¡Eso es imposible kagura! —dijo Naraku.
—Eso es posible, kagome es hija también de la familia de humanos que por generaciones ha intentado matarnos.
—Así que no es cualquier humana.
—No lo es, no importa quién de los dos se la quede, lo importante es que sea convertida.
—Así que desde un principio lo sabías es por eso que me convertiste.
—Así es Naraku, tú eres alguien importante en la vida de ella, es por eso que cuando sepa la verdad tú estarás ahí para ella y caerá en la trampa.
—Ella jamás quera, está el.
—No te preocupes por Sesshomaru me entere de algo que hará que jamás estén juntos.
— ¿Qué es?
—Tranquilo chicos se enteraran, pero solo tienes una semana para acercarte más a ella Naraku, a mi no me importa cómo, pero el trato que hicimos cuando te convertí es que la tendrías a cambio de su transformación.
—Lo hare Kagura.
—Tenemos poco tiempo Naraku por lo que más te vale.

Naraku se fue de ahí y solo quedaron Dominique y Kagura.

—Te dije claramente que ella ya estaba apartada.
—No me lo dijiste.
—Lo siento ángel, pero así son las cosas, recuerda que fuimos creados para lidiar con los vampiros que están con el padre, recuerda que nuestro señor, quiere la felicidad de todo, por lo que hay que servirle bien, el hecho de que tú seas más antiguo que yo no te da el derecho de manejar la situación además, el me puso a cargo de la chica, por lo que tú y Naraku son solo peatones en el juego de ajedrez, bueno te dejo, tengo que trabajar.

Kagura se marcho dejando al joven de cabellos dorados solo.

— ¿Por qué tanta prisa?
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Sesshomaru se encontraba sentado en un bello salón estilo oriental, con las paredes verdes y en ellas estaban plasmadas los arboles de cerezos, era realmente bello y ni que decir de los muebles, de algodón ya que eran realmente muy cómodos y suaves, tomo la tasa que hace unos minutos una joven había colocado frente de él, tomo un poco, odiaba el té, por lo que lo dejo a un lado, su madre nunca gusto de ellos por lo que el también, miro de nuevo el lugar donde se encontraba.

—Me alegra que te guste la decoración.

El se coloco de pie y miro al hombre que entraba a la habitación, vestía un kimono masculino en color negro, el hombre mayor se acercaba a él, hasta que estuvo lo suficientemente cerca y le dio un abrazo.

—Hace mucho que no te abrazaba muchacho.
—10 años.
—Mi nieta me dijo de tu llegada, es un gusto para mí recibirte.
—He venido hablar sobre aquella promesa de mi familia hacia la suya.
—Me alegra que por fin te decidiste ya que mi querida nieta, siempre ha estado dispuesta.
—Sheryl es una persona poco paciente por lo que me he decidido.
—Solo espero que ambos sean felices y claro que cuanto antes mejor.
— ¿Qué quiere decir con eso?
—Que mientras más rápido mi nieta quede embarazada mejor será para los dos clanes.

Sesshomaru ni se inmuto por aquel comentario.

—Pero bueno muchacho no estés tan serio, Sheryl me dijo que te has portado de lo mejor, te agradezco que cuides de mi querida nieta.
—Cresi con ella, así que no espere menos de mi señor.
—No espero solo gratitud Sesshomaru, mi nieta ha estado interesada en ti desde hace tiempo.
—Lo sé señor, es por eso que para honrar la promesa de mi padre, yo he decidido convertirme en parte de su familia y ella en parte de la mía.
—Eso me parece estupendo, ¿Cuándo será la ceremonia?
—Eso aun no lo hemos decidido, ahora que su carrera ha despegado, no tengo intenciones de cortarle eso.
—Esa niña, ya le dije que mejor se dedique a ser una fiel y sumisa esposa a ser una modelo y estrella de pop.
—Ella es feliz con lo que hace, sea el tiempo que sea, pero la ceremonia se realizara.
—Eso es suficiente para mí, espero que ambos sean felices.
—Yo solo busco la felicidad de los clanes señor.
—Y yo la de mi nieta, así que me basta con eso.
—Ahora me retiro, que tengo cosas que hacer.
— ¿No te quedaras un rato más?
—Lo siento tengo asuntos que arreglar.
—La señorita Midoriko me ha llamado esta mañana, me dijo que esperara, ella ha salido, pero mañana mismo estará aquí.
— ¿Le dijo para que quiere verme?
—No solo me dijo que la espere.
—Esa mujer siempre busca la manera de hacerme enojar.

Sesshomaru se sentó y el hombre lo miro.

— ¿Quieres algo de beber? Porque será una noche muy larga.
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Kagome entraba a la lúgubre mansión, miro a su alrededor, el no estaba, por lo que subió hacia su habitación no sin antes toparse con Sango.

—Ya me tenías preocupada.
—Lo lamento, es que fui a visitar a una amiga.
— ¿Y quién es esa misteriosa amiga?
—Rin.
—La psicóloga.
—Así es, recuerda que es mi amiga de la universidad.
—La había olvidado, ¿Cómo esta?
—Muy bien, he ya tiene trabajo en el centro de psiquiatría.
—Que bien, eso es bueno, ¿y para que fuiste a verla?
—Nada más, ¿Por qué tantas preguntas Sango?
—Nada, bueno será mejor que no bajes porque Sesshomaru no está.
—Muy bien, buenas noches Sango.
—Buenas noches Kagome.

[Cuando Sesshomaru no estaba, Sango era la que me protegía más de la cuanta, ya que sin él estaba en peligro tanto en la casa como en la calle, en la casa aun habían personas que no me aceptaban y me odiaban por el trato que él me daba y afuera, estaba esa mujer llamada Kagura, la cual desde hacía ya bastante tiempo ha querido llevarme, pero gracias al apoyo de Koga que siempre me cuida eso no pasaba, los días que él está ausente los detesto ya que tengo que estar en mi habitación encerrada, ¿Qué vida la mía?, pero eso es algo de lo cual ya me he acostumbrado]
Kagome estaba sentada en su cama, aun traía la ropa de esa mañana, la visita a Rin fue muy linda, aclaro muchas dudas y pudo distraerse un rato, aun seguía algo extraña, sentía algo, como si algo fuera a pasar, no le dio importancia y decidió tomar un baño.
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—Así que después de todo si era tu presencia la de esta tarde.
—Hola Kagura.
—Hola Midoriko.

Ambas mujeres se miraron por un segundo.

— ¿A qué debo tu visita?
—Sabes muy bien a qué.
—Querida hay muchas personas que nos odian, sobre todo tú y tu padre, ¿Quieres saber cómo está tu querido hermano?
—El no es ya mi hermano.
—Claro que lo es querida, el está trabajando muy duro, no te preocupes
—Bueno dejemos al lado eso, te vengo a ver a ti en especial, no ha ese que se dice llamar su líder.
—Bueno y ¿Qué se te ofrece?
—Deja en paz a Kagome.
—Así que viniste a defender a tu querida media hermana, bueno, eso no se va a poder.
— ¿Por qué?
—Ya la mayoría sabe que ella es tu hermana.
—Eso no es posible.
—Si es Midoriko, ya la odian por vivir entre ellos, ¿no crees que la odiaran por saber el por qué?.
—La amaran.
—Sabes ahora en estos tiempos ya nadie le teme al padre, es mas dudamos de su existencia.
—Mi padre aun vive.
— ¿Cómo sabemos que no mientes?, el nunca se aparece, es por eso que tu hermano ha formado este clan, porque dudamos de la existencia, del padre, así como los humanos tiene sus propias religiones, nosotros también Midoriko, creíamos en tu padre, como nuestro dios, pero cuando mas necesitamos de él, nos abandono.
—Mi padre se enamoro.
—Eso es algo por lo que también decidimos alejarnos, el fue débil, se enamoro de una humana, tú crees que cuando se enteren de la verdadera razón por la que fuimos destruidos muchos de nosotros en aquel tiempo la amaran, cuando se enteren que ella fue el fruto de nuestro enemigo con el que en alguna vez creímos, la odiaran más de la que ya la odian y la mataran, no dudaran en hacerlo.
—Ella no se tiene la culpa.
—Aun no entiendo como tú siendo hija del padre, no la mataste.
—Después de todo tiene la sangre de mi padre.
—Pero no es un vampiro, te lo hubiera pasado si fuera un vampiro, o hasta un hibrido, pero es humana.
—Ella no es humana.
—¿Cómo has dicho?.
—Kagome no es humana, bueno ahora lo es, pero en ella duerme su verdadera naturaleza, es por eso que mi hermano quiere que ella sea transformada.
—Eso no fue lo que me dijo.
—Te ha mentido, la verdadera razón porque la quiere es porque en ella duerme algo tan poderoso que si llegara a despertar acabaría con mi padre.
— ¿Eso es posible?
—Sí lo es, Kagome es descendiente de los humanos que tenían grandes poderes, su madre es la reencarnación directa de las poderosas sacerdotisas que encerraron a mi padre, y claro está mi padre, un poderoso vampiro y el más antiguo de todos nosotros.
—Yo no tenía idea de eso, según tu hermano nos dijo que ella si efectivamente era poderosa y que no sería de ayuda, pero jamás dijo que en ella estaba el poder para hacerlo, solo dijo que sería muy buena en el clan.
—Pues no te dijo la verdadera razón y es esa, el no sabrá manejar los poderes que duermen dentro de kagome.
—Ahora que lo sé, no puedo irme para atrás.
—Kagura, por favor antes éramos amigas.
—Lo éramos Midoriko, pero por eso murieron mis padres y lo siento pero no dejare que mueran mas por la culpa de esa niña, una vez que la transformemos, comenzara la batalla.
— ¿Por qué llegar a eso?
—Tu hermano es lo que quiere y nos sentimos más seguros ahora con el que con tu padre.
—Mi padre saldrá tarde o temprano, ¿Qué acaso no temen a su furia?
—No no le tememos, porque Kagome estará muy pronto con nosotros.
— ¿Por qué estas tan segura?
— ¿Por qué no estarlo?
— ¿Qué es lo que no se?
—Al que deberías de vigilar más es al Taisho.
— ¿Qué pasa con Sesshomaru?
—No sé si los rumores sean ciertos, pero él está muy interesado en tu hermanita.
— ¿Cómo que está interesado?
—Es una larga historia pero te la resumiré.
—Kagome estuvo a punto de casarse con un mortal de nombre Naraku.
— ¿Acaso es el que transformaste?
—Exacto el mismo, bueno Sesshomaru no dejo que ella se casara por lo que le dijo que terminara su relación con el humano, así que eso hizo y fue ahí donde entra mi amo, me dijo lo que sabíamos de Kagome, por lo que transformar al ex novio seria un excelente plan, así que dicho y hecho, lo transformamos y el a cambio transformara a tu hermana.
—No pueden hacer eso, no saben cómo manejar el poder que ella guarda, ¿y si se sale de control?
— ¿Cómo crees que reaccionara si se le dice la verdad?, ¿te odiara?.
—No lo sé Kagura, pero ella lo sabré, pero aun no.
—No hay tiempo ya, es ahora o nunca, muchos de nosotros queremos la guerra.
—Pero nosotros no queremos la guerra.
—nosotros si la queremos Midoriko, debió de pensarlo tu padre dos veces antes de enamorarse de una humana y de procrear a un hijo.
—No somos dueños de nuestros sentimientos—dijo Midoriko a la mujer frente a ella.
—No tenemos sentimientos Midoriko—dijo riendo la pelinegra.
—Si los tenemos, simplemente no queremos que los demás lo sepan, eso le pasó a mi padre, pero le pudo pasar a cualquiera y no por eso nos tendremos que odiar, podemos aun formar la familia que éramos todos.
—No es tan sencillo, no solo soy, si no los demás también y pienso que al que tienes que poner en su lugar a Sesshomaru.
—Yo fui la tonta por creer que hablando con tigo el problema de toda nuestras vidas se arreglaría, pero ya veo que no.
—Así es, no se puede tan fácil Midoriko, Y como te lo dije, una vez que Kagome sea convertida la verdadera batalla comenzara.

Midoriko miro fijamente a la joven, realmente no quería que esto llegara aquí, pero realmente así era, esto no terminaría pronto, pero realmente quería que se solucione, su padre tenía mucho que ver en esto, cuando llegara el momento hablaría con él.

—Me tengo que ir.
—Kagura piénsalo.
—Ya te dije que es lo que pienso, no cambiaras esa forma de pensar.
—Lo sé, solo quise intentar.
—Nos veremos pronto.

Dicho esto Kagura desapareció ante ella, la joven de cabellos castaños miro a su fiel Dama.

—Lo intente.
—Lo siento señora, pero creo que fue mejor así.
—Lo sé, sabía que pasaría esto, lo mejor será irnos.
— ¿A casa?
—Sí pero antes de eso, tengo un asunto que arreglar con cierto vampiro.
—Claro.
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Kagome se encontraba caminando por las calles, se había escapado de Koga por lo que se encontraba sonriendo, había demasiada gente vistiendo gabardinas por la recién llovizna en la gran manzana pero en Kagome, aquella prenda la hacía distinguirse entre los demás, no solo por su larga cabellera bailaba en el aire fresco de la noche si no por su peculiar brillo en sus ojos, ciertamente habían personas con los ojos color azul, pero los de ella eran diferente a los demás, es por eso que cuando termino la secundaria Kagura la encontró y le dijo que podría ser modelo, y ella le dijo:” Tus ojos no son azules, veras que en seguida te lloverán contratos, porque tienes una belleza sobrehumana”, al recordar aquella frase la pelinegra se sonrojo.

—Sobrehumana.

Cuando volvió su mente al tiempo actual, se topo con una pared.

— ¿Un callejón?, ¿a qué hora me metí aquí?
—Eso te pasa por distraída.

La chica miro la sombra detrás de ella, sabia quien era, después de todo ese era el callejón en el que se lo había encontrado.

— ¿Me has estado siguiendo? —dijo la chica sin voltear.
—Así es, ¿Qué pasa con tigo?, pensé que ya lo sabías y que por eso te metiste aquí.
—Me encontraba pensando, es por eso que no te note.
—Bien señorita despistada, luego de esta charla tan bella en un lugar de no tan igual belleza, ¿no quieres ir a tomar una taza de café con migo?.
—Sabes que Sesshomaru se molesto por lo que hiciste en la playa.
—Sesshomaru se molesta por todo, Kagome, el se molesta sobre todo si se trata de ti.
—Cierto, esta vez no tengo nada que decir.
—¿Entonces me aceptas la invitación?.
— ¿Por qué debería aceptarla?.
—Por qué no tienes nada que hacer.
—Cierto—sonrió la chica—Vamos Naraku.

Ambos salieron del callejón, uno junto al otro, Kagome lo miro, llevaba aquel trajo blanco que tanto le gustaba, sonrió por dentro, después de todo el Naraku normal estaba aun ahí dentro, mito al frente, aun quedaba algo, un sentimiento.
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Sesshomaru ya estaba fastidiado era ya la decima taza de té que le ofrecían y era la decima ves que la rechazaba, el anciano lo miro de nuevo y sonrió, podía ver la impaciencia en el joven vampiro.

—Realmente no se para que la señorita me pidió eso.
—Después de todo a ella nada se le puede negar.
—Eso es muy cierto.

El reloj sonó ya era más de media noche, la mente de Sesshomaru fue hacia aquellos bellos ojos azules de su humana, ¿Qué estaría haciendo?, se pregunto de nuevo, pero de nuevo volvió en sí, no tenía tiempo de estar pensando en ella, tenia cosas más importantes.

—Estas pensando en Sheryl.
—No exactamente, ¿dígame a qué hora se fue Midoriko?.
—Según me dijo su dama de compañía, ayer por la mañana, ahora ya estamos otro día, por lo que más temprano llegara, ¿aun no quieres ir a recostarte?.
—No muchas gracias esperare.
—Ya llegue, así que no tendrás que esperar mucho.

Ambos hombres se levantaron en señal de saludo y de respeto, la joven de cabellos castaños miro a Sesshomaru.

—Déjenos solos.

El anciano simplemente obedeció y también la joven que acompañaba a la mujer, el salón quedo en silencio, una vez que la joven se cercioro de que no había nadie se sentó frente a Sesshomaru.

— ¿Qué quieres Midoriko? —pregunto impaciente el vampiro.
—Eso mismo te pregunto Sesshomaru, ¿Qué es lo que realmente quieres?.
—No sé de lo que me estás hablando.
—Si lo sabes, ¿Realmente por qué quieres a Kagome?

Sesshomaru la miro fijamente, y lo único que paso por su mente fue:”ya se entero”.

—Sabes que es mi humana, por eso la necesito.
—Ella es mi hermana, y te pedí que la cuides porque confiaba en ti.
—Y le he cuidado.
—No lo dudo, pero me dijeron que tienes algo más con ella.
—Yo tener algo que ver con tu hermana, y siendo humana, ¿Qué poco me conoces Midoriko?.
—Lo puedo ver claramente Sesshomaru, no puedes engañarme.
—Ya te dije que no, además sabes que me casare para mejorar mi clan.
—El hecho que te cases no me dice nada, mi hermana no es para ti, ella nació para estar en el lugar de mi padre.
—Eso es imposible Midoriko, ella es humana.
—Te equivocas, ella es más que eso, solo te digo una cosa nada más.

Midoriko se hacerlo al vampiro y lo miro directo a los ojos.

—Cuando te hayas casado con Sheryl, mi hermana ya no será más tu responsabilidad.
—Ella es mi humana, necesito su sangre.
—No, si mi hermana permanece más con tigo, ella desatara una terrible guerra.
— ¿A qué te refieres con eso?
—Te lo mencione cuando te la entregue, por algo es mi media hermana, tiene la sangre de mi padre y la de los humanos, siempre será un hanyu.
—Ella es humana.
—No del todo, pero ya te dije, cuando te cases, mi hermana regresara y jamás la veras.
—¿Por qué?.
—Mi padre despertara muy pronto.

Sesshomaru se quedo mudo.

— ¿Me amenazas Midoriko?
—No, es solo que no puedo arriésgame.
— ¿A qué te refieres con eso?

Midoriko se levanto y camino rumbo a la puerta.

—Desde el momento que ella nació mi padre la comprometió.

Sesshomaru abrió grande los ojos, estaba sorprendido.

—Ella es demasiado como para estar entre ustedes, por lo que estará bajo mi tutele y la de mi padre, y también la de su futuro esposo.
— ¿Quién es?
—No te lo puedo decir, ahora espero que te vayas despidiendo de ella.
— ¿Crees que soporte que le diga la verdad?
—Yo personalmente se lo diré, cuando el momento llegue, que no será pronto, ¿no es así?.
—El próximo año me casare.
—Bien tengo un año para pensar en cómo decirle así que por tu bien y por el de ella vete alejando de ella y claro está que la debes proteger.

Midoriko salió, dejando solo en la habitación a Sesshomaru el cual estaba mas pálido de lo normal, se sentó ya que por la impresión de esa noticia se había levantando, el viejo entro y miro a Sesshomaru.

—Me tengo que ir, nos vemos.
—Entiendo, mándale saludos a mi nieta de mi parte.
—Lo hare.
—Y una cosa más—lo miro—lo que sea que te dijo la señorita, deberías de hacerlo, ya que debemos recordar quién es su padre.
—lo tengo muy presente, pero hay cosas que no se pueden hacer solo porque ella lo diga.

Dicho eso sesshomaru también se fue, tenía que alejarse de ella, eso sería fácil por un mes o tal vez por dos, y exageran tres, pero un año, no lo soportaría, tenía que buscar otra forma.
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—No me hagas reír.

Él la miraba con una sonrisa algo picara y ella simplemente lo ignoro.

—Eso ya no funciona Naraku.
—Disculpa creí que funcionaria, creí que todavía te acordarías que cuando me refiero a café me refiero a esto—dijo mostrando un vaso lleno de cerveza.
—Ya lo sabía, no tengo nada que hacer por lo que acepte, hacía tiempo que no tomaba.
—Si lo recuerdo cuando te lleve a tomar, ¿Qué paso ese día?.
—No lo sé—se tomo lo que quedaba en su vaso y llamo al mesero—tráigame otra.

El mesero solo sonrió y se llevo el vaso vacio, para solo unos minutos después traer uno lleno.

—¿Segura que no lo recuerdas?.
—No, espera—dijo dándole un sorbo a su cerveza—ya se ese día fue cuando, cuando.
—Te bese—dijo el al oído de ella.
—Sí, fue gracioso, hasta me puse a llorar—volvió a tomar de su vaso—pero fue tu culpa tu me diste mucho.
—Apenas y tomaste un vaso y ya estabas muy contenta, ahora ya vas por la 4 y sigues en pie.
—Claro porque ya soy mayor, ya se tomar.
—Pero tu cara esta roja, eso quiere decir que con dos más que tomes, harás lo que te pida.
—No lo creo—rio divertida—La última vez efectivamente hizo lo que me dijiste, pero esta vez no, no pasara nada, porque no somos nada.
—Pero lo fuimos.
—Ya lo dijiste, lo fuimos, pero eso ya paso.

Naraku la miro, realmente se veía adorable con las mejillas rojas y sus ojos un poco adormilados, pero sin olvidarse de ese brillo tan suyo, efectivamente ahora era más madura, y sabia tomar, pero no por eso, ella había cambiado por completo, ambos sabían que aun quedaba algo en ello, después de todo, de las cenizas fuego surgirá.

—Sabes algo realmente me gustabas, y mucho, pero cuando escuche lo de esa mujer te odie, ya que me dijeron que te acotaste con ella.
—Jamás lo hice, solo me convirtió.
—¿Quién fue mejor ella o yo?.
—Ya te dije que no me acote con ella, y ya vamos que ya se te subieron las copas.
—Claro que no si aun ni termino mi cuarto vaso, pero dime, ¿Quién fue mejor?.
—Tú.
— ¡Pero qué bromista eres! —dijo ella riendo y bebiendo—como yo una principiante puedo ser mejor que una vampiresa de años, eso no es posible.
—Sí lo es—dijo el mirándola.

Kagome realmente aun no estaba totalmente ebria, sabía que esa mirada era de algo mas, de pronto tuvo un deseo de tirarse sobre él y besarlo hasta que ya no pudiera mas, pero no, no podía, el no se lo permitiría.

—Bueno creo que si es mejor que nos vallamos.
—Bien, pago y nos vamos, espera aquí.

Dicho eso él se levanto y se marcho. Kagome estaba nerviosa, aun no podía creer lo que le había pasado en ese año, y cada vez que miraba a Naraku le venía a la mente aquel terrible encuentro que ocurrió en invierno, cuando estuvo a punto de convertirla, el no era así, solo lo hacía cuando realmente quería algo, sonrió por un momento, el la quería, su sonrojo estaba presente, se levanto de la mesa, se puso el abrigo negro y camino hacia el, ambos salieron del bar y caminaron en silencio por unos minutos hasta que el hablo.

—¿Aun etas sobria?.
—Sí pero me duele la cabeza, tengo tanto sueño que me dormiría hasta en el piso.
—No tiene por qué ser en el suelo, vamos a mi casa.
—Voy si prometes que no me tocaras o que hagas algo sospechoso.
—Está bien.

Ella camino junto a él, aun recordaba el camino hacia el que alguna vez fue su nido de amor, sonrió por que era como si volviera el tiempo, y esa fuera su primera cita.
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— ¿Qué quieres? —Dijo Áyame.
—Me voy.
—¿Te vas?, ¿A dónde?.
—Me mudare, Sesshomaru me consiguió un departamento.

Áyame se levanto de su cama y miro a la chica de cabellos duraznos, tenía muchas maletas y tenía un abrigo puesto.

—Hoy mismo, son las 3 de la mañana.
—Lo sé, pero me hablo Sesshomaru y me dijo que me mudara y que él me alcanzaría.
— ¿Cómo que te alcanzaría?—Pregunto la chica pelirroja.
—Por la mañana le diremos porque.
— ¿Por qué, que?
—Bueno se los adelantare, Sesshomaru y yo estamos comprometidos.
— ¿Qué como paso?
—Áyame hace años que él y yo lo estamos.
—Pero y…

Áyame no pudo terminar ya que la chica de cabellos duraznos la miraba duramente.

—Kagome debe de entender que antes que ella se enamorara de él, yo estaba en su vida, yo no soy la mala aquí, así que te pido que no me taches así, porque yo busco mi felicidad.
—Entiendo, por primera vez dejas de comportarte como una niña y te comportas como una mujer que busca su felicidad.
—Gracias Áyame, me tengo que ir, nos vemos mas tarde.
—Está bien.

La chica se fue, Áyame miro por su ventana, Kagome aun no llegaba y por lo que parecía no llegaría, se enfado por que ya parecía madre regañona, se tiro en su cama.

—Ya llego la hora, de que sepas la verdad.
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Kagome salía del baño, tenía una camiseta negra, la olio y el aroma de Naraku la impregno, entro a la habitación y el estaba mirando la televisión.

— ¿Cómo estaba el agua?
—Caliente, aun no olvido como se maneja tu baño.
—Bien, ya se bajo un poco.
—Si solo es el dolor de cabeza, pero ya estoy mejor, gracias por dejarme dormir hoy en tu casa, no quiero volver hoy.

Kagome se acostó en la cama junto a él y cerró los ojos, sintió el movimiento en la cama por lo que abrió sus ojos y se encontró los ojos marrones de Naraku sobre ella, sus cabellos estaban sueltos y acariciaban su rostro.

—No tienes por qué regresar más a esa casa.
—No puedo irme solo así.
—Lo sé necesitas una escusa y cual mas si no la que yo te puedo ofrecer.

Sus rostros se acercaron más, hasta que sus labios estaban tan juntos que apenas y podían oler y sentir sus alientos.

—Cásate con migo.

Continuara…

Espero que le guste y siento la demora, pero este año, definitivamente quieren acabar con migo los maestros, nos vemos.

 

Re: Preludio...[kagoxsesshoxnaraku]

Hola gracia por sus comentarios aquí está la continuación, nos vemos, por cierto si quieren lemo, díganme de que pareja y lo discutiremos en el siguiente capítulo.

Aclaraciones:
[ ] Narrado por el personaje.

Preludio

Capitulo 10: El lazo se ha roto.

Para que mi alma te bendiga y ame,
Cubre veloz tu lámpara importuna...
Cuando eclipsada mi ventura lloro,
¡Vélate, luna!​

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[Hoy fue la noche en que sentí de nuevo aquel sentimiento, aquel que creí que nunca debería de volver a sentir, pero nadie me lo impide, tal vez este atada a esa casa endemoniada, o a esos seres, tal vez, pero de lo que nunca ellos serán dueños es de mis sentimientos, mi erro fue enamorarme de la persona menos indicada para ello, no es porque sea inmortal, si no porque se y presiento que su corazón pertenece a otra persona, no es egoísmo, cada quien busca la felicidad a su modo, tal vez dolerá, pero tal vez sangrara, pero cada quien tiene lo que se merece, tal vez el no es para mí, se que suena egoísta, pero creo que la decisión que tome, es la mejor]
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La peli café casi de cae del mueble donde se encontraba, mientras la pelirroja disimulaba la gracias que la causaba aquella actitud de la chica.

— ¡¿Qué has dicho Áyame?!
—Lo que escuchaste Sango, Sesshomaru se va a casar con Sheryl.
— ¿Kagome lo sabe?
—Claro que no, de hecho hoy mismo lo dirán, deben de venir para la cena.
—Dios, ¿porque con ella?
—Por lo que entendí desde hace tiempo tienen ese compromiso.
—Sesshomaru jamás dijo nada.
—Pensemos como vampiros Sango no como humanos, Kagome jamás se quedaría con Sesshomaru es una humana.
—Pero ella lo ama, su corazón se romperá.
—Debe de saber que este día llegaría, ella sabía bien que él jamás estaría con ella.
—Lo sé, pero ellos se aman.
—No digas tonterías, vamos acompáñame.
— ¿A dónde?
—Kagome no aparece, desde hace rato que se desapareció de Koga.
— ¿Ya lo sabrá?, por eso se escapo.
—No lo sabe, yo solo lo sé y ahora tu, eso es todo, ¿me acompañaras?.
—Claro, ¿desde hace cuanto que desapareció?
—Durante la madrugada.
—Pues apresurémonos, vamos.

Ambas chicas se fueron hacia la puerta.
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Sheryl miraba con admiración la maravillosa vista nocturna de la cuidad de New York, parecía una pequeña niña mirando un aparador de bellas muñecas con adornos y con bellos vestidos. El hombre que se encontraba fastidiado, la miraba sin ganas de hablar o decir tan siquiera que se comportara, solo suspiro y volvió a su trabajo, pensar en algún plan de cómo decirlo.

—Es maravilloso Sesshomaru.
—Sabia que te gustaría, siempre te ha gustado las grandes ventanas.
—Así es, me gustan, no te has olvidado de eso, bueno, iré a descansar un poco, ¿Te quedaras?.
—No.

Sheryl lo miro fijamente.

— ¿Qué tienes que hacer que te impide quedarte con tu futura esposa?
—Cosas.
—Bueno, pues anda a ver tus “cosas”.

Sesshomaru se había levantando del gran sillón y caminaba a la puerta de aquel departamento.

—Una cosa más.

El solo se limito a mírala y escucharla.

—No quiero que te alimentes de Kagome, ahora que te casaras con migo, sabes muy bien que la fuente es punto y aparte.
—Son estupideces, necesito de su sangre y lo sabes bien.
— ¿De su sangre o de ella?
—Como demonios quieres que te diga que ella solo es mi alimento y nada más.
—Yo me enamore una vez Sesshomaru y sé que lo estas, lo sé.
— ¿Y eso te molesta?
— ¡ves! Si lo estas.
—Claro que no, sabes ya me estar hartando con tus celos.
— ¿Qué quieres, que me alegre?, no tu serás mi marido y lo hacemos para conservar nuestros clanes, pero si hay algo que odio es compartir, soy muy egoísta con mis cosas, sobre todo si es un objeto que quiero desde hace muchos años.
—Buen discurso preciosa, pero ahora me voy, nos vemos en la mansión.
—Está bien.

Sheryl se inclino un poco y se colgó del cuello del demonio y lo miro, y le dio un beso fugas, el chico ni se inmuto, por lo que solo la miro y se fue.

—Lo siento por ti Kagome.

Sheryl volvió su vista hacia el paisaje y luego de unos minutos decidió que ya era hora de descansar, después de todo en unas cuantas horas, oficialmente estará comprometida, no quería que ella estuviera ahí, sabía que sufriría y eso no era las cosas que ella hacía con gusto, le dolía ver esos sentimientos, por alguna vez ella lo tuvo, sabía que no sería del todo feliz con él, pero estaba segura que con el tiempo el cambiaria, se conocían de pequeños, conocen sus gustos y disgustos, eso era algo que la diferenciaba de Kagome, ¿De que sirve que haya amor?, eso no es nada en una relación, es solo mantenerse al día y complacer a su pareja en todo los aspectos, ya sean domésticos y maritales, eso era para ella el matrimonio, ¿Cuántos habían que se casaban por amor?, muchos, ¿pero cuántos duraban?, pocos, ahí estaba su disyuntiva, si no amara sería feliz, pero tenía que ponerle sus límites, y Kagome era uno de ellos.
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El sol alumbraba la gran manzana, el corazón de New York, Áyame se encontraba caminando por las calles, ahora, llenas de gente, vestía un simple conjunto negro y su bella piel de porcelana brillaba de deslumbrante y resaltando su extraña cabellera rojiza, las miradas iban con ella, por lo que simplemente ignoraba, ahora su prioridad era encontrar a la pelinegra, que a pesar de ser mejor de un perro, le tenía cariño.
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Kagome miro su delgada muñeca de nuevo, su mirada fue hacia el lujoso reloj de mano, un regalo de su “Amo”, aun era temprano, ya no le importaba nada, ¿Quién se preocuparía por ella?, nadie, todos tiene sus vidas, volvió a escabullirse entre las sabanas para luego dormir profundamente.
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Sesshomaru entro a la gran y triste mansión, no escucho nada, al parecer todos habían salido, pero el olor de Kagome no estaba presente, camino hacia su habitación, estaba vacío, y por el olor ella no había dormido ahí, ahora entendía por el silencio sepulcral, entro y cerró la puerta tras él, su cama estaba como todos los días desordenada, su escritorio ordenado y su tocador estaba regado algo raro en ella, fue hacia la ventaba y ahí miro su bolso, salió de prisa, fue lo único que él pudo pensar, fue hacia el baño, todo estaba normal, su armario también y su zapatera, he ahí donde estaba lo raro, sus botas favoritas no estaba, solo las ponía cuando estaba deprimida, ¿Cómo lo sabía?, simplemente se fijaba demasiado en ella.

—Niña estúpida, siempre te tendré que estar cuidando.

Abrió la ventana y el aire inundo sus fosas nasales y aquel aroma hizo despertar del transe, era el de ella, ahora podía buscarla.
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Sango miraba el periódico, desde hace ya una hora que miraba aquel edificio, podía olerla desde donde estaba, la parada de autobús, pero la pregunta era, ¿Qué hacia Kagome en el departamento de ese sujeto?, miro de nuevo, aun el estaba dentro y ella también, ¿Por qué se quedo a dormir ahí?, había gente por lo que no podía entrar por la ventana, de nuevo puso su vista en el periódico, hablaría con ella cuando salga.
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Miroku entraba a la gran mansión, no había nadie, eso era extraño, siempre había alguien y si su memoria no le fallaba Kagome le había dicho que no trabajaría por esa semana, suspiro de nuevo, esa chica era algo diferente, le agradaba, pero los sentimientos que tenia hacia su amo, no eran permitidos, por lo que el se había molestado al enterarse, pero le agrado demasiado como para odiarla, siguió su camino hacia su cuarto para luego meterse y cerrar la puerta.
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Sheryl se encontraba sentada en el suelo con los pies cruzados y las manos en sus piernas, miraba fijamente hacia el frente, sus ojos azules miraban el objetivo con indiferencia y también con cierto enojo, suspiro y miro de nuevo el montón de cajas.

—Les saldrán polvo si las sigues mirando así.

La chica miro hacia la voz y sonrió abiertamente.

—Abuelo, ¿Por qué no me dijiste que te venias para acá?.
—Sesshomaru prometió guardar el secreto.
—Pues vaya que sí, por eso se fue.
—Lo siento cariño.
—No te preocupes, después de la boda tendremos mucho tiempo para nosotros.
—No finjas, se que realmente estas dudando.
—Claro que no abuelo, desde pequeña soñé con casarme con él, claro no es el vampiros más amable y tiene un mal genio, pero le tengo un afecto y el también, sabes muy bien que no creo en eso del amor, lo sabes.
—Lo sé cariño, pero espero que sepas lo que estas haciendo.
—Claro que lo sé, no es solo por mi clan, si no por mi promesa y la de él, es para un beneficio, crear una nueva raza.
—Lo sé cariño y te lo agradezco, pero en realidad ¿esto es lo que quieres?.
—Claro que si, esto quiero, se que seré feliz con él, lo sé abuelo.
—Espero que ambos estén consciente de ello.
— ¿Por qué tanta insistencia con el tema?, ¿es que acaso sabes algo que yo ignore?
—No nada cariño, pero bueno, te ayudo con las cajas.
—Está bien pero no crees que se me olvidara lo que me dijiste.

El abuelo sabían que ellos dos no serian felices pero no podía impedirlo, porque antes de que sea su nieta, había algo mas ahí, la preservación del clan y quien menor si no Sesshomaru Taisho para ello.
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—Sesshomaru, ¿Crees que es lo mejor ir y derrumbar la puerta y gritar que te devuelva a tu humana?.

El chico de cabellera plateada miro a la joven que cubría su rostro con el periódico del día de hoy, él sonrió diabólicamente.

— ¿Por qué la sonrisa? —dijo la chica bajando el periódico y mirándolo.
—Por que me diste una buena idea Sango.

Dicho esto el demonio partió rumbo al departamento, Sango rápidamente lo siguió.

—Yo y mi bocota.
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Áyame se detuvo, ya que reconoció la limosina que manejaba Koga, camino hacia ella y en la ventana toco.

— ¿Has tenido suerte Koga?
—No, pero el amo si, fue por ella, tendrá más suerte que nosotros, sube, te llevo a casa.
—Claro

La chica se subió y la limosina arranco.

—¿Cómo es que se escapo?.
—Anoche me dijo que la llevara con su amiga.
—La psicóloga, si me dijo Sango.
—Sí, luego de ello regresamos a la mansión pero no tardo mucho para que ella saliera y me diga que la lleve al centro porque tenía hambre y no había comida de humana en la nevera, la lleve, y ella fue al baño, fue ahí cuando la perdí de vista, sabes que mi olfato no es bueno, simplemente su presencia se alejo, la seguí, per se mesclo con demasiados humanos que ya no supe diferenciarlos.
—Entiendo, ella no tiene nada de tonta, al propósito lo hizo.
—Hablando de eso, ¿Por qué nos quiere Sesshomaru reunidos en la noche?.
—Se casara con Sheryl, anunciaran el compromiso.
— ¡Que!, es imposible, Sesshomaru…
—Lo sé, pero ella me lo dijo, esta echo.
—Es por eso que la desesperación de buscar a Kagome, para dañarla.
—No sé si eso quiere hacer.
—Como vampiro y líder está en su derecho, pero como hombre, es un cobarde.
—Lo sé Koga, pero no se le puede hacer nada según me dijo ella ya tiene décadas de amistad.
—Es por eso que ella vino.
—Así es, todo encaja a la perfección.
—Todo fue parte de su plan para que Kagome nos abandone.
—Eso parece.
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Kagome despertaba, algo no la dejaba dormir, se levanto y miro a su alrededor, estaba todo en silencio, le dolía la cabeza a horrores, ahora se lamentaba de haber tomado demasiado, se quito las cálidas sabanas de encima, miro lo que llevaba puerto, una camisa, la olio, era su aroma, se estiro provocando que la camisa se alzara y dejara ver sus pantaletas, en ese momento Naraku salía del baño y miro a la chica, Kagome bajo rápidamente los brazos y se tapo.

—Pensé que no estabas.
—Solo tome una ducha, ¿No quieres tomar una?.
—Claro.

La chica se levanto y ambos se miraron, el se acerco a ella y tomo un mechón de su cabello.

— ¿Quieres que te seque el cabello? —Pregunto la chica apenada.

El solo se sentó en la cama, ella se subió en la cama y se sentó detrás de él, tomo la toalla de su espalda y comenzó con su trabajo de secar la cabellera, Naraku pudo sentir el diminuto cuerpo de la chica haciendo contacto con su espalda, todo su cuerpo se erizó y sus mejillas se sonrojaron al sentir los pechos de la chica sobre la tela y rosando su espalda, tomo la muñeca que estaba a su alcance, provocando que ella lo mirara, dejo la toalla a un lado y miro a la joven, ahora los dos estaban sentados frente a frente en la cama.

—Lamento lo de tu camisa—dijo ella mirando la camisa que llevaba, la parte del pecho estaba mojada.
—Eso no me preocupa.
— ¿Entonces qué es lo que te preocupa?
—Tenerte aquí solo para mí y no poder tocarte.

Kagome se sonrojo y bajo la mirada, sintió los brazos del joven y permitió el contacto, Kagome estaba punto de hablar cuando fuertes golpes en la puerta hicieron acto de presencia.

—Quédate aquí—dijo el parándose.
— ¿Por qué? —pregunto ella algo preocupada.
—Tú solo quédate.

Kagome miro como el salía de la habitación y cerraba la puerta tras él, sentía algo en su pecho.

—tengo un mal presentimiento.
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—No toques tan duro—dijo Sango a un lado de Sesshomaru.
—Toco como me de la regalada gana, ¿y qué haces aquí Sango?.
—Lo mismo que tu, busco a la humana.

La puerta se abrió y salió Naraku, vestido solo con una toalla, Sango sonrió pícaramente y Sesshomaru simplemente ignoro.

— ¿Dónde está Kagome?, no me mientas puedo oler que tu departamento huele a ella.
—Cierto para que mentirte —camino hacia la puerta de su habitación y llamo a la chica.

Sesshomaru la miraba, solo traía la camisa de ese sujeto, la parte superior estaba mojada, estaba molesto, ¿porque ella se había quedado a dormir ahí?, eso no lo perdonaría.

—Vámonos Kagome—ordeno él.
— ¿Pero quién te crees? —dijo Naraku parándose a un lado de la chica.
—Naraku por favor—dijo la chica calmándolo—será mejor irme, te veré luego.
—No creo—dijo Sesshomaru.

Kagome ignoro ese comentario y se metió al cuarto, se vistió y salió rápidamente, ya estaban en la puerta los tres cuando Naraku detuvo a Kagome, tomando su mano.

— ¿Qué pasa? —dijo Kagome con una sonrisa.
—Dijiste que lo pensaría y me darías una respuesta.
—Lo sé, cuando la tenga, te lo diré, hasta entonces cuídate.

Los tres se fueron, caminaron en silencio hacia la salida, ya ahí.

—Sango adelántate, necesito hablar con ella.
—Claro.

Sango se fue rápidamente, mientras que Kagome lo miraba.

—Dijiste que jamás lo volverías a ver.
—Lo sé, pero necesitaba de alguien y él me ayudo.

El noto un nuevo brillo en los ojos de la chica, eso no le gustaba nada.

— ¿Cómo?, emborrachándote para luego abusar de ti.
—El no hizo tal cosa, y yo decidí quedarme con él, porque es mejor a quedarme entre esos vampiros que tanto me odian.

De nuevo apareció ese brillo, eso estaba mal, ella jamás había tenido ese brillo a menos que el fuera el que provocara eso.

—Están Sango, Áyame y Koga para protegerte.
—Ellos tienes sus asuntos, es por eso que me fui, y me quede a dormir con él.
— ¿Solo a dormir?, no te creo.
—Sabes que no me importa si me crees o no, ¡no me importa!
—No me hagas molestar.
—Eso que sientes ahora no es molesta, se le llaman celos.
—Por dios, celos de ti, no vales nada humana.
—Y por lo mismo, porque no valgo nada, es por lo que me debes dejar ser libe, no te sirvo de nada, déjame y yo veré que hacer con mi vida.
—No—dijo avanzando hacia ella.

Kagome retrocedió hasta topar con la pared, miro a su alrededor no había nadie, noto que habían llegado a un callejón, él se acerco con su puño en mano, kagome cerró los ojos, oyó un golpe seco, pero no le dolía nada, abrió los ojos y vio la mano de sesshomaru en el muro, podría ver cómo salía sangre, lo miro, sus ojos estaban rojos, estaba furioso.

—No te dejare—dijo el mirándola.
—Eso ya lo veremos—dijo ella con una sonrisa retadora.
— ¿Sabes porque no te dejare? —dijo el dándole una sonrisa de triunfo.

Kagome se quedo muda, el se acercaba hacia su rostro, pero se desvió quedando a un costado de ella y al de su oído, pudo sentir su respiración en su cuello, y también el rechinar de sus colmillos, sintió la lengua húmeda de él, chillo.

—Tú eres mía y de nadie más.

Dicho esto él clavo sus colmillos en el cuello blando de la chica, ella solo se colgó de él, y gemía una y otra vez, sentía en carne viva el placer recorriendo todo su cuerpo.
[Me odiaba a mi misma cuando aquel acto causaba placer en mi, odiaba a mi cuerpo por excitarse por ese solo contacto, lo odiaba tanto, pero a la vez me gustaba, estar en sus brazos, sentirme protegida, sentirme querida, aunque solo fuera por un minuto.]
Sesshomaru la pego mas al muro y también a su cuerpo, Kagome tomaba fuertemente su abrigo, lo estrujaba y se colgaba al cuello de él con la otra mano, ambos experimentaban un placer inimaginable, Sesshomaru bebía su sangre y luego de unos minutos saco sus colmillos de ahí y lamio la sangre que quedaba afuera, Kagome se separo de él y lo miro, ambos se miraron.

—Es hora que me vaya.
—No.
—Déjame ser libre.
—No puedo, porque he creado un lazo con tigo.
—Aún se puede romper, no es tan profundo, aun se puede.
—Se romperá en su tiempo.
—Quiero que se rompa ahora mismo.
—No.
—¿Por qué no?.
—Por que aun no lo deseo.

Kagome sintió los fríos labios de Sesshomaru en sus labios cálidos, primero fue un suave toque pero con forme pasaba los minutos se volvía mas apasionado, pudo sentir su lengua de el abriéndose paso por su boca, se sorprendió un poco por eso, pero cerró los ojos y se dejo llevar, eso era lo que siempre quiso, un beso de él, un beso lleno de deseo y de pasión, Kagome solo coloco sus manos en los hombros varoniles y él sujetaba la nuca de ella, para que no se alejara, ambos en la penumbra del callejón, se demostraban aquella pasión que sentían el uno por otro.
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La oscuridad cubría con su manto la bella cuidad, sus habitantes paseaban, se divertían, pero en una misión, aquella que parecía abandonada, esa noche se encontraba llena de vida, las luces encendidas y risas.

— ¿Dónde está? —pregunto Sango.
—No se—Dijo la pelirroja—ya todos están aquí y ella no esta lista aun.
—Iré a verla.

Sango subió hasta la habitación con la puerta blanca, la abrió y se encontró con Kagome llorando, cerró la puerta tras ella y se sentó junto a ella.

—¿Por qué lloras?.
—Sé que es lo que dirá Sesshomaru, lo sé hoy me lo dijo.
—De nada sirve que llores, el destino está escrito.
—¿Por qué con ella?.
—El ha tomado la decisión y nadie puede decir algo, y menos tú.
—Lo sé, soy una humana, pero, ¿Por qué hoy?.
—Era tarde o temprano, pero lo sabríamos.
—No puedo odiarla, porque sé que ella tiene su felicidad, pero, ¿Qué hay con la mía sango?, ¿Por qué a mí me pasan estas cosas?, ¿Por qué me enamore de la persona equivocada?.
—No es solo tu culpa, también la de él, pero sabemos que él nunca pedirá perdón, es por eso que no debes llorar, el no vale la pena, si te hace esto, imagínate que no te hará.
—Realmente es muy egoísta, hoy me beso, y después del beso me dijo que se casaría con Sheryl, como no odiarlo, ¡Lo odio sango!.

Sango la abrazaba, realmente podría sentir el dolor de la chica, la miro, el vestido que llevaba realmente era bello, un vestido negro estilo oriental, la parte de las piernas estaba abierto y en el cuello tenía un bello adorno en dorado, su pelo estaba recogido en un chongo y de el caía un bello colgante dorado.

—Has arruinado tu maquilla por nada, te ves hermosa y cualquier hombre te querría.
—Pero no el que yo quiero.
—Lo sé Kagome, pero esto pasa, lo mejor será que sigas adelante, duele, pero es mejor que él no te vea llorar, porque si no más gusto le dará.
—Lo sé Sango, pero no puedo evitarlo.
—Trata, solo eso te pido, ya que hoy el lazo que te une con él se romperá.
—Sí.

Sango la levanto y la llevo hacia el espero.

—Pases lo que pase esta noche, prométeme una cosa.
—Claro.
—Siempre podrás contar con migo para lo que sea.
—Claro que sí.
—Bien, veamos, te pondré rojo en los labios.
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Sheryl entraba a la gran mansión, vestía un hermoso vestido color rosa pálido, era corto y con un tul realmente bello hasta arriba de las rodillas, sus cabellos duraznos con reflejos rubios estaba lacio, por lo que le llegaba hasta más debajo de su trasero, llevaba unos bellos tacones negros y joyas del mismo color, estaba realmente como una muñeca, y perfecta para su gran noche, la miraron los presentes.

—Realmente se ve muy hermosa.

La chica miro hacia la vos y sonrió.

—Gracias Koga-chan tu también, ¿dime donde está Sesshomaru?
—El amo debe de estar vistiéndose, llego hace apenas una hora.
—¿Y eso por qué?.
—No se me permite decirlo, pregúntele usted.

Dicho esto Koga se fue, Sheryl estaba comenzando a odiar a Sesshomaru, ¿pero que sería eso que le atraso?, se pregunto la chica.
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—Es hora de bajar.
—No quiero.
—Lo sé pero tienes que hacerlo.
—Sabes algo Sango.
— ¿Qué sucede Kagome?
—Naraku me pidió matrimonio.

Sango la miro con sorpresa.

—Él lo sabe.
—Claro que no.
—Es mejor que no lo sepa, ahora bajemos.
— ¿Qué pasaría si le digo que si?, hace un año lo rechacé por él, pero, ¿Qué pasaría ahora si acepto?
—Después de esta noche muchas cosas cambiaran.
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Sesshomaru no podía despegar la vista de ella, realmente se veía tan sensual con aquel vestido negro, sus cabellos en un chongo dejando ver su delicado cuello, sus labios tan rojos, como la sangre y sus mejillas tan rojas, como una muñeca, sus ojos mostraban desafío y tenía razón, ahora estaba comprometido con Sheryl, convivió con ella y tenía confianza, pero eso no significaba que la amaría o le seria fiel, solo lo estaba haciendo por su clan, nada más, todos estaban brindando por la noticia, excepto kagome la cual estaba más interesada en mirar la ventana, como si esperara a alguien.

—Kagome, ese es tu nombre.

La chica volvió la vista y miro al abuelo mirándola, vestía un kimono negro, lo miro fijamente y después de que él le diera una sonrisa ella hablo.

—Así es mi nombre es Kagome Higurashi.
—Soy el abuelo de Sheryl, es un gusto conocerte.
—El gusto es mío señor, pero debe disculparme no me siento bien.
—¿Te duele algo?.
—Me siento extraña es solo eso.

Sesshomaru miro hacia la puerta y también todos los presentes, el abuelo estaban más pendiente en Kagome que no se dio cuenta de la llegada de esa persona.
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Sesshomaru miro a la recién llegada con algo de odio, miro a sus acompañantes una mujer que era su dama y junto a ella un hombre en flus negro y sus cabellos platinados en una fina cola de caballo, ambos detrás de la bella mujer castaña que estaba envuelta en un bello vestido de fiesta negro, los tres llegaron ante Sesshomaru, los presentes sin contar a el abuelo y Kagome, que se habían retirado por que la chica estaba a punto de desmayarse ahí, hicieron una reverencia anta la recién llegada, nadie acepto Sesshomaru se atrevió a verla a la cara.

—¿Qué haces aquí?.

Todos se exaltaron al oír el tono de vos del joven y la inexistencia de respeto en sus palabras, el joven de cabello platinado camino hacia Sesshomaru.

—Más respeto hacia la hija del padre.
—No sé qué demonios haces al lado de ella, hermanito.
—Inuyasha es digno de estar a mi lado como cualquiera que lleve la sangre de vampiro.
—¿A qué has venido?.
—No es obvio a felicitar a la futura pareja.
—Muchas gracias señorita Midoriko—dijo Sheryl con una reverencia.
—Estoy feliz por ti, lo has logrado.
— ¿Te he hecho una pregunta?
—Ya te respondí, he venido para felicitarlos.
—Tú no vienes solo para eso, ¡dime la verdadera razón de tu visita!
—He venido por mi Hermana.

Todos los presentes se asombraron, claro unos más que otros, por que algunos lo sabían y otros no.

— ¿Su hermana ha vivido aquí? —pregunto Sheryl asombrada.
—Te dije que no te la daría.
—Prometiste cuidar de ella hasta que llegara el tiempo y ese tiempo ya llego.
—Ya te dije que no.
—A la hija nada se le niega—Dijo Inuyasha.
—Cállate de una vez Inuyasha—dijo Sesshomaru molesto.
—No quiero pelear Sesshomaru, solo quiero que me des a mi hermana.
—Ella no se irá con tigo.
—No quiero destruir tu bella casa, así que dámela.
—Sesshomaru—dijo Sango acercándose a él—será mejor que le des lo que quiere, cuando despierte, te odiara, ¿quieres que te mate?.

Sheryl miraba a los dos, no entendía de que estaban hablando, ¿Cómo es que ella no se había dado cuenta de la hermana de la hija del padre?, eso era imposible, no había nadie en la mansión como ella o con los poderes de esa familia, eso era raro.

— ¡Entrégamela ahora!

El golpe de la puerta hizo que los presentes miraran, era una mujer muy hermosa la cual vestía un kimono negro, sus cabellos eran negros y cortos y sus ojos eran rojo sangre.

— ¿Qué es lo has venido hacer aquí kagura? —dijo Midoriko mirándola.
—Yo también he venido por mi hermana.

Miraron al joven recién llegado con asombro, el joven tenía ojos color negros los cuales no tenias pupilas, eran tan profundos como los de Midoriko solo que los de ella eran color café, su cabellos era castaños, eran largos y estaban revueltos, vestía unos pantalones de vestir negro con una camisa de vestir blanca abierta por el pecho y una flus negro, lucia algo desalineado, pero a la vez muy peligroso.

—Jamás la conociste Kohaku, ¿Por qué ahora te interesa?
—Pero querida hermana, si es nuestra hermanita, claro es de otra madre, pero eso que importa.
—Jamás te preocupaste por ella, ¿Qué es lo que cambio?
—Crees que no me entere de su poder, si la tengo, podría quitar del trono a nuestro padre.
—No, ella aun no sabe de lo que es.
—Cuanto antes mejor hermana, ¿Quién es ella?, Sesshomaru ¿Cuánto tiempo sin vernos, aun recuerdas los viejos tiempos?
—Claro que sí, pero no te la llevaras.
—No me la llevare, ella vendrá por su cuenta.
— ¿Cómo harás eso? —pregunto Midoriko.
—Por que cuando ella despierte y se entere de que la escondieron, y que Sesshomaru le borro la memoria y que su hermana y padre mandaron a matar a su verdadera madre, ella los odiara a no más y yo tengo algo que ustedes no.

Entro un joven envuelto en un traje blanco, sus cabellos realmente estaban largos y ondulados, casi parecía una mujer, pero por su complexión era un hombre, Naraku se paro junto a Kohaku y miro con una sonrisa a Sesshomaru, el cual solo gruño.

—Solo faltan unas horas para que la media noche llegue y ella despierte —dijo Kohaku a su hermana—ella recuperara sus recuerdos al instante, ¿Qué harás hermanita?.
—Ella entenderá.
—Yo no creo eso, sabemos que no será así, es mejor que lo sepan todos, ¿no crees?.
—No te atreverías.
— ¡Escuchen!

Midoriko trato de detener a su hermano, pero Kagura y Naraku se interpusieron y la chica que llego con esta e Inuyasha hicieron lo mismo. Todos los presentes miraban a él joven.

—Como saben muestro padre tuvo una relación con una humana, pero no cualquier humana si no la esposa del líder de los humanos, de esos odiosos humanos, de esa relación vampiro y humana, nació nuestra pequeña hermana, pero eso no es todo, nuestro padre quería tanto a la niña que decidió no pelear mas con los humanos, y escondernos de la sociedad, de llevar vidas normales, pero han pasado ya 20 años desde eso y no debemos de escondernos, debemos salir a la luz, pero tiempo antes la humana quiso volver con su marido mi padre y mi hermana se molestaron ya que le había ganado afecto a la pequeña, así que para quedarse con ella mataron a la madre y claro Sesshomaru hizo ese trabajo sucio, así que mi media hermana se llamaba Kurayami antes de que le fuera cambiado el nombre a Kagome Higurashi.

Los presentes se sorprendieron mucho, Sheryl miro incrédula a el joven, Kagome era superior a ella, en todo, incluso había atrapado el corazón de su futuro marido, ahora entendía, tenía sangre corriendo por sus venas, es por eso que le fue fácil ser el manantial de él, es porque su sangre de algún modo tiene lo que Sesshomaru tanto buscaba.

—Creo que ya charlamos demasiado, es hora de que me la den —dijo Kohaku.
—No te la llevaras—dijo Midoriko—ella será llevada ante papa.
—Puedo llevarlo yo también.
—Tú traicionaste a la familia dividiéndolos.
—Nuestro padre fue el que lo hizo no yo, así que si hay que culpar a alguien es a él.
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— ¿Cómo estás?
—Me duele horrible la cabeza, como si fuera a estallar.

Kagome estaba acostada en la cama y el anciana la miraba detenidamente, sabía muy bien que esta era la hija del padre, sus ojos eran idénticos a los de él y lo demás era de su madre, aquella bella mujer que jamás quiso pelear y es por eso que encontró la muerte a temprana edad, después de dar a luz a la joven.

— ¡me duele mucho!

Miro el reloj sobre la pequeña mesa de noche, solo faltaba una hora para media noche, sabía que Midoriko estaba abajo, así que bajo.

—Señorita Midoriko.

Todos miraron, Midoriko se acerco a él.

—La transformación ya comenzó.

Midoriko corrió detrás de él, al igual que la mayoría, quedando en la habitación Sesshomaru y Sheryl.

— ¿Por qué no me lo dijiste?
— ¿Para qué?
—Ella es muy importante, es verdad lo de esos poderes.
—Sí, ella ha permanecido dormida, ella no es humana, ni tampoco un hanyu como mi hermano, ella es una vampiro, a mí también me costó trabajo saberlo, siempre pensé que era una humana, pero no hace mucho que me entere de ello.
—¿Por qué no te fuiste con ella?.
—Por que es solo mi alimento.
—Pero la amas.
—Claro que no, deja esas estupideces.
—Entonces cuando despierte te odiara.
—Así es.
—No tienes miedo.
—No se atrevería, ella tiene sentimientos hacia mí.
—No la subestimes—dijo Naraku.
—Creo que te dije claramente que te alejes de aquí.
—Si no mal recuerdo fue hace ya un año.
—Recuerdas bien, ahora lárgate.
—No me iré sin ella.
— ¿Por qué estas tan seguro que se irá con tigo?
—Por que yo le ofrezco odio hacia ti, y eso lo que sentirá cuando despierte, te odiara, al grado de que tú lo sentirás.
—Sus sentimientos no le permitirán eso.
—Ella es diferente a ti, ella es superior a todos ustedes.

Un grito recorrió toda la mansión, el reloj marcaba las 12 en punto, la hora había llegado.

Continuara…