Long-fic de Inuyasha - La Realizadora de Deseos (InuxKag)

Re: La Realizadora de Deseos (InuxKag)

:hola: Bueno debido a que es mi cumpleaños. Decidí ponerles conty. Pero no solo conty, sino dos contys unidas haciendo un mega capitulo largo para ustedes. Bueno espero que lo disfruten.

Capitulo 9: ¿Volver a verla?

Era de tarde, el día había transcurrido tranquilo. Ayer después de haber estado en el parque de diversiones habíamos regresado a casa. No se había mencionado nada acerca de ese beso en la cabina de la noria.

Yo estaba trotando en los alrededores de la hacienda, extrañamente me sentía en paz conmigo mismo. Hacia mucho que no me sentía tan tranquilo, era como si el mundo luciera diferente.

Miroku ya había llegado y me había dado la extraordinaria noticia de que se había logrado librar de la prensa por los próximos días. Las competencias comenzarían en dos días, y mi primer juego sería contra el equipo de Los Hermanos Relámpago, no era que me enfrentaría contra todo el equipo, solo con su líder que no recuerdo como se llamaba.

Sería sencillo, era un equipo nuevo. Lo bueno era que Miroku había solucionado una transferencia a otro equipo, uno el cuál había estado tras de mi hacia bastante, después de tanto tiempo acepte gustoso. Lo malo, volver a jugar implicaba volver a ver a mi exagente Onigumo…también tendría que volver a ver a esa mujer.

– Volver a verla…-musité.

Me detuve en seco. ¿Qué haría cuando volviera a verla? Tarde o temprano me enfrentaría contra el equipo que entrenaba ella. No era un idiota, a pesar de que hubiesen pasado 4 meses aún sentía algo por ella. Habíamos estado juntos desde la secundaría.
Ahora extrañamente el día comenzaba a desanimarme. Yo jamás podría olvidar lo que la me hizo, sin embargo ya la había perdonado. Necesitaba hablar con alguien, con Miroku no me serviría, seguramente me diría algo como “Viejo olvídalo, intenta conquistar a Kagome que es 1000 veces mejor que ella”.

Por más que lo intentará estaba conciente de que no sería fácil, lo mío con Kagome solo quedaría en un beso de la cabina de una rueda de la fortuna. Mi realizadora de deseos quedaba prohibida a toda costa, jamás podría tener algo serio con ella. Para empezar, cuando pidiera mi último deseo ella regresaría a su botella y no volvería a verla.

Tal vez debía regresar con aquella mujer que me hirió el corazón hasta romperlo en mil pedazos, la que me hizo encerrarme en mi apartamento durante un mes sin ver a nadie, la que me hizo comer helado hasta reventar y por la que casi deje mi carrera de tenista profesional una vez.
No, no estaba loco, no regresaría con ella ni aunque fuera la última mujer sobre la faz de la tierra. Sin darme cuenta comencé a correr más rápido sin darme cuenta hacia donde iba. No se como, pero me tropecé y caí por el risco de la hacienda. Me sostuve de una roca antes de que cayera a la altura de 3.4 metros de altura. No me mataría pero de seguro saldría gravemente herido.

Arriba del risco podía notar el balcón de mi alcoba, si gritaba lo bastante fuerte seguramente Miroku o Kagome me escucharían. O solo debería desear no estar en esta situación. Mala idea, un deseo malo y terminaría en lo más recóndito del planeta.

– ¡Auxilio!- grité.

Intentaba escalar pero la roca de la que me sujetaba se movía, al parecer caería si me movía. No era buena idea subir el acantilado yo solo. Miré la caía tan grave un tanto asustado.

Entonces sentí una mano en mi muñeca, levante la vista y observé a Kagome halándome con fuerza intentando subirme.

– Suéltate de la piedra, yo te sostendré.- me pidió con cierta agitación en su voz.

– Pero, si la suelto me caeré. – objeté.

Ella no poseía tanta fuerza como para sostenerme, si me soltaba nos caeríamos los dos debido a mi peso. No era que estaba gordo, solo que yo soy pesado nada más por ser hombre…aunque mi madre me decía que lo era por tener tanto orgullo.

– Solo confía en mi.- solicitó.

Asentí, solté la roca y en un pestañar de ojos Kagome me halo lo suficientemente fuerte para subirme. Sin embargo cuando me subió caí sobre su cuerpo en una posición un tanto comprometedora. Yo estaba sobre ella con mi cuerpo aplastando al suyo, nuestros rostros a milímetros y mi corazón a mil por hora.
Ella sonrió y se desvaneció rápidamente en una nube de humo, a continuación apareció nuevamente de pie observándome con perspicacia. Me levante del suelo y la encaré.

– Voy a empezar a tomar ese tipo de acciones como acoso, así que ten cuidado.- advirtió con una sonrisa en su rostro.

– ¿Acoso? Entonces si el estar sobre ti por accidente es acoso ¿qué significa el beso de ayer?- pregunté suspicaz.

Kagome abrió los ojos desmesuradamente, su rostro se tornó rojo como el de un tomate mientras que se daba la espalda enojada.

– Eso no cuenta, además ese beso no es nada. Me refiero a que solo fue una manera de agradecerte lo lindo que fuiste conmigo anteriormente. Pero no significo nada más.- escupió enojada.

Eso me molesto, a ella no le había importado el beso que nos dimos, solo era una manera de mostrar lo agradecida que estaba conmigo.

– Oye, retráctate.- ordené.

No me había agradado en absoluto lo que había dicho, solo haberme besado por estar agradecida. Si ese hubiera sido el caso solo me hubiese dado un beso en la mejilla, no me hubiera besado en la boca, mucho menos de esa manera tan romántica, emotiva y pasional. Estaba más que furioso.

– Me retracto de lo que dije.- escupió con furia mientras me encaraba.

– No te enojes, además no es mi culpa que tu digas mentiras. Creo que te lo había prohibido ¿no es así?-recordé.

– Por supuesto, yo no puedo mentir gracias a tu estúpido deseo.- me recordó.

Entonces era cierto, ella debía serme siempre sincera. Ella me había besado por gratitud. Me sentí extrañamente destrozado por dentro, estaba tan sensible últimamente. Yo no seria capaz de soportar otra decepción amorosa. Seria demasiado duro.

– Entiendo, si ese es el caso. Deseo que no vuelvas a agradecerme nunca más de esa manera.- pedí.

Kagome se giró con la mirada choqueada, me veía confundida, no entendía mi deseo seguramente. No lo había cumplido porque no había dicho las palabras mágicas “como desees”. Ella no se movía estaba en una especie de shock, como si pensará en algo.

– Estoy esperando que me cumplas el deseo.- avise molesto.

Ella se acercó a paso lento hasta quedar frente a mi, sus ojos estaban desilusionados ¿heridos? No me importaría que estuviera triste. No caería de nuevo.

– Antes de cumplir tu deseo te haré una pregunta ¿No te agrado besarme?- preguntó con cierta tristeza.

¿Qué le iba a decir? Ella me había dicho que no había significado nada para ella ese beso…Porque debía admitir que fue el mejor momento de mi vida. Sentirla de esa manera tan intima he inocente, sintiéndola mía por primera vez desde que la conocía. No podía decirle eso, se burlaría de mi, si para ella no significo nada entonces para mi tampoco lo había significado.

– ¿Qué clase de pregunta es esa?- evadí.

– Solo contéstame.- exigió con lágrimas acumuladas en sus ojos.

No comprendía porque se había puesto tan triste, me refiero. Para ella no significo nada. Solo fue una muestra de gratitud…¿gratitud?

Flash Back

Segundo: No puedo hacer que alguien se enamore de otro alguien, no puedo manipular los asuntos del corazón.

End The Flash Back

“No puede manipular los asuntos del corazón” recordé. Acaso es por eso que dijo ¿qué estaba agradecida? Entonces caí en cuenta, no le esta permitido enamorarse.
No era libre para amar a nadie, agradecer es parte del amor…sin embargo si no le estaba permitido decir aquella palabra, porque dijo entonces ¿qué no le importaba cuando realmente si le interesaba?

Flash Back

Estábamos en el parque de diversiones, justamente haciendo la fila para subir a la enorme montaña rusa con forma de gato.
– ¿Por qué estas siempre tan atrapada? Me refiero a tus emociones, dijiste que podías sentir las mías de vez en cuando.

– Los realizadores de deseos siempre tenemos presentes las emociones de nuestros amos, lo que causa que nos privemos de las nuestras.

– ¿Quiere decir que no puedes sentir por ti misma?- inquirí sorprendido.

– No, solo digo que se nos prohíbe platicar acerca de ellas. Los amos deben deducirlas. Por eso cuando estas peleando conmigo y me enojo, siento el doble. Tu rabia más la mía, por eso es que intento alejarme de ti. Como el día en el que te vi fumando en el auto.- explico.

– Eso suena horrible.- comenté mientras sorbía un poco de mi refresco.

– Lo es.- aseguró con una sonrisa.

End The Flash Back

Ahora que lo recordaba a ella no se le permitía decir esas cosas. Entonces eso significaba que le había importado como a mi, quizás más ya que también sentía mis emociones.

– Por supuesto que si.- pronuncié con comprensión.

Ella levanto el rostro sorprendida, me miró un instante. Cuando comenzó a levantar la mano para retirar las pequeñas lágrimas acumuladas en sus ojos me adelante. Con sumo cuidado sequé la pequeña lágrimas con mi dedo pulgar, ella solo me observaba tranquilamente.

– No cumplas el deseo que te pedí.- rectifiqué.

Me centre en su mirada tan tranquila, otra vez estaba apareciendo la misma sensación de anoche, nuevamente esa mirada en sus ojos. Mi corazón latiendo desbocada, sus labios seduciéndome. Su aliento aturdiéndome. Deseba besarla de nuevo. Lentamente acerqué mi rostro hacia el suyo, ella no se movía estaba esperando a que uniera nuestros labios. Estaba seguro, ella quería besarme tanto como yo a ella.

¿Por qué esta necesidad tan constante de querer besarla? ¿Acaso estaba cayendo en su red? ¿Quizás me estaba enamorando de ella? Nuestros labios estaban solo a un milímetro de unirse en un dulce beso.

Pero me detuve, retrocedí al instante alejándome por completo de su cuerpo. No quería esto, me había prometido a mi mismo no volver a enamorarme de ninguna mujer. Me lo prohibía a mi mismo.

– Regresa a la casa Kagome, no volveremos a hablar de lo ocurrido anoche.- ordené.

– Como desees, amo.- pronuncio triste.

Seguramente debido a mis emociones tan lamentables. Estaba confundido, no podía volver a caer, mucho menos sabiendo que muy pronto volvería a ver a esa mujer.

Kagome se desvaneció en una nube de humo en dirección hacia mi habitación. Cuando se marcho decidí que lo mejor seria dar un largo paseo en coche por la ciudad.

Después de darme una ducha larga, subí a mi auto y comencé a rodar por las carreteras. La mente no dejaba de darme vueltas, necesitaba detener esos pensamientos que me confundían, que me deprimían.

Sin darme cuenta la noche cayó. Detuve mi auto en lo que parecía ser un bar karaoke. Cerré la puerta y entre a ese lugar. Como lo decía su nombre, era un bar Karaoke. El local era de color negro con leves notas musicales grises en las paredes.
Tomé asiento en una de las mesas del local, un Drag Queen estaba terminando de cantar una antigua canción de Cristina Aguilera. Sonaba 10.000 veces mejor en la boca de Cristina de eso estaba seguro.

Se me acercó una joven mecerá, no tendría mucho más de 20 años, era rubia y con los ojos grandes. Me ofreció un trago de cerveza. Lo acepte y comencé a beberlo.

La canción termino y las personas aplaudieron, bueno algunas personas. El dueño del lugar subió a la tarima y le indico al Drag Queen por donde debía bajar.

– Muchas gracias señor Jakotsu.- dijo el dueño del local.– Bueno ¿quién quiere cantar ahora?- pregunté animado.

Me levanté de la silla con intenciones de largarme de ese local, pero me enfocaron con el reflector de la luz.

– Tu el muchacho de cabello plateado, sube y canta un poco.- animó el sujeto.

Las mujeres del local que estabas sentadas en la mesa comenzaron a gritar “que suba” ¿qué más daba no tenía nada mejor que hacer? No, solo deseaba olvidar aquellos recuerdos que me estaban confundiendo cada vez más.

Subí a la tarima, tomé una de las guitarras del rincón, me la coloqué encima y me senté en el pequeño banco frente al micrófono.

– Me llamó Inuyasha y cantaré una canción que expresa como me siento.- anuncié por el micrófono.

En silencio se esparció por aquel local, di inicio a la melodía con la guitarra. Entonces así fue como empecé a entonar aquella canción.

Tras el umbral de mis temores,
De mis errores y mis fracasos,
Tras las heridas del pasado,
Y los amores ya olvidados.​

Flash Back

Entré a la oficina de mi agente, estaba atravesando por un momento realmente incomodo en mi carrera, debido a la lesión que sufrí en el juego posiblemente no volvería a jugar.

Lentamente abrí la puerta y lo vi. Mi actual novia, la mujer que amaba incondicionalmente, la que le había entregado mi corazón. Estaba revolcándose con mi agente sobre el escritorio.

– Inuyasha.- grito mientras empujaba aquel hombre apartándolo.– No es lo que parece.- negó nerviosa mientras acomodaba su camisa.
Salí de esa oficina corriendo, no quería verla.

End The Flash Back

Tras la inocencia que hubo un día,
Tras la ironía de aquellos años,
Sólo ha quedado un frío inmenso,
La espina cruel del desengaño.​

Flash Back

Estaba muy nervioso, ella era la chica más linda que había conocido en todo el colegio, era mi amiga y era grandiosa. Sin embargo hoy me había enterado que yo le gustaba, cosa que me dio ánimos para pedirle una cita.

– Hola.- saludé gustoso.

– Hola Inuyasha.- dijo alegre, mirándome con sus increíbles y fríos ojos.

– Oye, ¿quisiera saber si quieres ir conmigo al cine?- pregunté sin rodeos.

– Claro encantada, tengo una cita contigo.- sonrió alegre.

El timbre de cierre del recreo se escucho por todo el patio. Aquella chica se acerco a mi mejilla y deposito un beso antes de marcharse.

End The Flash Back

Llegas a mi vida como un sol,
Como la suave transparencia del amor,
Como el aroma de la brisa en la mañana,
Borrando para siempre mi dolor…​

Pero también estaba ella…

Flash Back

Enseguida el muchacho me dio el algodón de azúcar. Lo tomé con mi mano mientras Kagome me observaba no muy convencida.

– Pruébalo te aseguro te gustara mucho.- pedí gentilmente.

– Es algodón, no sabe bien.- expreso con cierto asco.

– Tonta, esto es azúcar unida en pequeñas partículas, por tener forma de mota de algodón se les dice así.- expliqué.– Ahora prueba.- pedí.

Kagome hizo un gesto como de niña pequeña, pero luego tomo un pequeño pedazo de algodón y se lo llevo a la boca. Lo saboreó durante un momento y sonrió alegre.

– ¡Se disolvió!- expresó contenta.

– Así es, ten come más.- le entregué el algodón para que lo fuera consumiendo.

End The Flash Back

Volver a amar una vez más,
Nacer de nuevo en ti,
En tu mirar,
Llenando con tu luz,
Las sombras de mi soledad.​

Aunque ese beso…

Flash Back

Cerré los ojos un momento, esperando un gesto de odio de su parte, de rechazó. Abrí los ojos sorprendido al no haber recibido ni siquiera queja alguna ante mí confesión. La miré, ella me sonreía.

Entonces, como si fuera una invitación sin palabras, Kagome cerró los ojos. La miré impresionado y luego sonreí feliz. Acerqué mis labios a los de ella, primero como una caricia, los bese suavemente, mientras Kagome se aferraba a mi cuello con sus manos…

End The Flash Back

Tras la inocencia que hubo un día,
Tras la ironía de aquellos años,
Sólo ha quedado un frío inmenso,
La espina cruel del desengaño,

Llegas a mi vida como un sol,
Como la suave transparencia del amor,
Como el aroma de la brisa en la mañana,
Borrando para siempre mi dolor…​

Pero también estaban esos recuerdos...

Flash Back

– Mi amor estoy nerviosa, nunca he…hemos hecho esto juntos.- musitó nerviosa bajo de mi.

– Si tienes dudas entonces no lo hacemos. Es nuestra primera vez juntos, quiero que sea perfecta. - contesté gentil, mientras acariciaba su rostro.

– Pero quiero hacerlo contigo.- dijo segura.

– Entonces, continuemos. Deseo borrar cualquier rastro de hombre que tengas en tu cuerpo.- musité en su oído, y volvimos a fundirnos en un apasionado y tierno beso.

Acostados sobre la cama, descansando calidamente en el cuerpo del otro, demostrándonos amor puro.

End The Flash Back

Volver a amar una vez más,
Nacer de nuevo en ti,
En tu mirar,
Llenando con tu luz,
Las sombras de mi soledad.​

Pero ella salvo mi vida…

Flash Back

Entonces sentí una mano en mi muñeca, levante la vista y observé a Kagome halándome con fuerza intentando subirme.

– Suéltate de la piedra, yo te sostendré.- me pidió con cierta agitación en su voz.

– Pero, si la suelto me caeré. – objeté.

Ella no poseía tanta fuerza como para sostenerme, si me soltaba nos caeríamos los dos debido a mi peso. No era que estaba gordo, solo que yo soy pesado nada más por ser hombre…aunque mi madre me decía que lo era por tener tanto orgullo.

– Solo confía en mi.- solicitó.

Asentí, solté la roca y en un pestañar de ojos Kagome me halo lo suficientemente fuerte para subirme.

End The Flash Back

Volver a amar sentir que ya,
Te quedas junto a mí,
Que no me dejas,
Y así podré vivir,
El dulce amor que tú me das…​

Pero entonces ¿por qué me confundía tanto? Kagome era la mujer más encantadora que hubiese conocido, Ella…era la mujer más fría que hubiese conocido. Diferentes mujeres con características similares.
Ella… me había traicionado con mi agente, Kagome estaba prohibida, no podía si quiera decir un simple te amo. No tenía libertad, no podía sentir, no era una humana. No había forma de estar junto a ella.

Por otro lado, estaba la otra mujer, la que me hirió profundamente, la que estuvo conmigo desde bachillerato, la que me apoyo y traiciono. La que había amado hasta morir por ella. Estaba conciente de que debía olvidarla, pero era tan difícil.

Volver a amar una vez más,
Nacer de nuevo en ti,
En tu mirar,
Llenando con tu luz,
Las sombras de mi soledad.​

No estaba listo aun para amar nuevamente. No estaba preparado, no podría. Mucho menos de algo imposible. No soportaría otro dolor tan fuerte como aquel que había sentido meses atrás. Kagome se había convertido en una persona indispensable. Lo sabia, con ese beso me había atrapado completamente. Pero no iba a dejarme llevar. No pasaría. No caería en esa trampa.

Volver a amar sentir que ya,
Te quedas junto a mí,
Que no me dejas,
Y así podré vivir,
El dulce amor que tú me das…​

Al acabar la canción me ovacionaron como si fuera un cantante profesional o algo así, pagué la cuenta por la cerveza que había bebido y me regrese a la casa.
En el carro me puse a pensar, era cierto que solo podría estar con Kagome un tiempo debido a los deseos. Si los terminaba ella desaparecería. Pero si no pedía nada, supongo que podría permanecer a su lado todo el tiempo que quisiera. No seria completamente libre pero sería lo mejor que podría ofrecerle.

También estaba el hecho de que no deseaba separarme de ella. Necesitaba estar a su lado, sus labios eran algo vital para mi, después de haberlos probado necesitaba más de ellos, era una especie de droga sana. Deseaba conocer más de ella, saber acerca de ¿qué le gustaba? ¿qué no le gustaba? ¿qué había ocurrido en su pasado? y sobre todo, saber ¿quién era ese Bankotsu?.

Ya la confusión había desaparecido de mi mente, estaba más que interesado en Kagome. ¿Estaba enamorado de ella?, pero no se lo diría si fuera cierto. Aunque No quería terminar en el fondo de un barranco. Aunque eso era imposible, yo no podía enamorarme de ella. También quería saber ¿qué pensaba ella de mi? ¿Por qué me había besado anoche entonces? La gratitud había sido una excusa.

Llegué a la casa como a las 2:30am, Miroku se había quedado dormido en el sofá de la sala con la televisión encendida. Subí a mi habitación luego de apagar la televisión con el control remoto.

Abrí la puerta de mi cuarto y encendí la luz, Kagome estaba sentada en el escritorio y frente a ella ese sujeto, el que intento violarla en mi sueño. Estaba allí a la vez que no estaba, era transparente. Un fantasma en realidad. Lo extraño era que Kagome estaba igual a él.

– Kagome serás mía.- dijo el sujeto, mientras Kagome forcejeaba para liberarse.

– ¡Kagome!- grite.

Observé de inmediato la botella de Kagome, estaba destapada. Volví a cerrarla con su tapa, de repente las personas frente a mi desaparecieron como si jamás hubiesen estado allí.

Miré alrededor de mi habitación, Kagome estaba durmiendo agitadamente sobre mi cama. Me quité la chaqueta de cuero negro y la deje sobre la silla junto al escritorio. Me recosté junto a Kagome, sudaba mucho. No me había percatado hasta el momento de lo que llevaba puesto. Tenía únicamente una vieja camisa blanca de mangas largas, era mía, no la usaba mucho.

– Aléjate, Déjame.- musitaba entre sueños.

Estaba bañada en sudor, su respiración era cada vez más agitada. Con mi mano comencé a zarandearla por el brazo. Al ver que no funcionaba, acaricie su rostro con lentitud mientras le susurraba dulcemente palabras tranquilizadoras.

– Kagome, estoy contigo. No te pasará nada malo.- musitaba tiernamente junto a su oído.

Abrió los ojos lentamente, enfocó su mirada en la mía con cierto temor. Después de divisarme bien sonrió.

– Inuyasha…- musitó dulcemente.

Mi corazón comenzó a latir demasiado rápido, estaba en la cama con Kagome. Ella que solo llevaba una camiseta, estaba sudando de una forma apasionante, y respiraba agitadamente.

– Kagome ¿Estas bien?- pregunté con cierto nerviosismo por su cercanía.

Ella asintió con la cabeza, con lentitud fue acercando su rostro hacia el mío. Sus labios estaban a punto de tocar los míos, si no la detenía íbamos a besarnos nuevamente. Lo que significaba que caería ante ella, podría perder el control de mis acciones y tomarla como mía, pero el no besarla implicaba sufrir. Nunca me había sentido así ¿qué me estaba pasando? Yo no era una persona tímida. Siempre sabia que hacer, como reaccionar, como actuar y ahora no.

Sin poder evitarlo los labios de Kagome se posaron sobre los míos, la misma reacción de anoche podía sentirla ahora. Mi corazón latiendo a diez mil por segundo, más rápido y sufriría un infarto.

Cerré mis ojos y correspondí aquel rocé de nuestros labios. Era tímido, delicado, cuidadoso. Solo era otro beso inocente…sin embargo cuando la acerqué más hacia mi cuerpo para intensificar ese simple roce, convertirlo así en un beso un poco más salvaje, apretándola por la cintura ella se estremeció, cosa que me puso nervioso.

– ¿Estas…bien?- pregunte agitado a solo milímetros de sus labios.

– Tengo miedo.- confeso avergonzada.

– ¿De que? No vamos a hacer nada.– admití sincero. Eso era cierto, yo no planeaba acostarme con ella solo besarla, hacerle compañía.

Ella negó con la cabeza y recostó su rostro sobre mi pecho.

– Tengo miedo de Bankotsu.- comentó con nerviosismo.

– ¿Quién es Bankotsu?- le pregunté.

Me hice el que no sabia absolutamente nada de ese sujeto, única y exclusivamente porque Kagome me lo iba a decir.

– El es… el era…mi… el era mi…- calló un instante.– nadie, el no era nadie.- musitó al final.

Al parecer no me lo diría tan fácilmente, Kagome era muy desconfiada, era natural después de todo, ese era un tema delicado para ella y si aun no deseaba contármelo no la obligaría.

Coloqué mis brazos sobre su espalda y nos cubrí con una manta que se hallaba bajo la almohada. Kagome comenzó a temblar nerviosa, la apreté fuertemente contra mi cuerpo protegiéndola.

Kagome me abrazo por la cintura. Acaricie su rostro con mis manos y esta vez fui yo quien la beso a ella. Solo era un beso, no pasaría a más, sin embargo era un beso eterno del que no me separaría nunca. ¿Porque era tan malo morir? Si mueres feliz no hay problema, es más si vas a morir besando a una persona que quieres mucho, dudo que haya algo de malo. Además era tan delicioso estar de esta manera con ella, rozar sus labios con los míos, saborear su lengua con la mía mientras exploraba su boca. Yo podría morir feliz ahora, no me importaría con tal de seguir besándola.

Nos separamos y ella me miró, aun seguía asustada por esa pesadilla.

– Estoy contigo, te prometo que te protegeré de cualquier cosa.- aseguré mientras depositaba una calido beso en su frente.

– ¿Por qué eres tan gentil conmigo? Yo soy tu realizadora de deseos, no es natural que un amo me trate así.- expresó confundida.

– Feh, mejor vamos a dormir.- sugerí, evadiendo su pregunta con cierto sonrojo en mis mejillas.

– Entiendo, no vas a contestar mi pregunta.- me sonrió dulcemente luego suspiró, mientras acomodaba sus manos alrededor de mi cintura y se dejaba caer en brazos de Morfeo.

Ahora mismo parecíamos una pareja de recién casados durmiendo de esa manera, pero era peligroso que Kagome durmiera en su botella, el simple hecho de que estuviera abierta me daba escalofríos. Era la segunda vez que pasaban estas cosas tan extrañas y algo me decía que era por culpa de que esa botella permaneciera destapada. Mañana mismo la dejaría en el estudio, lejos de la vista de Miroku.

Continuara_________________________________________
Espero que les haya gustado.
Aquí la imagen: http://foro.cemzoo.com/picture.php?albumid=17120&pictureid=347231
Nos vemos en el próximo capitulo.
:bye:
:ANYWORD: