Mi triste y cruel vida (san x mir) Lo siento de verdad, pues me he ausentado por un largo tiempo. Bueno he aquí mi última obra. Mi triste y cruel vida (san x mir) UA Capítulo uno: Era un mal día, si, definitivamente lo era. La lluvia la tenía completamente mojada y estaba más que estresada. Caminaba sin caminar, sin empleo, siendo menor de edad y con un hermano al que mantener sin importar como. Al fin llega a su casa y abre la puerta. Llegué - dice Sango -. Buenas tardes hermana – saluda Kohaku -. ¿Cómo te ha ido en la escuela? - Pregunta Sango -. Me saqué una f – Responde sin escrúpulos su hermano -. ¡¿De nuevo!? , Kohaku ésta es la tercera vez, deberías responsabilizarte más por tus estudios -.Replica Sango enojada -. Pues lo haría si tuviera un solo cuaderno – Dice Kohaku -. Bien pues veremos que hacer, ahora ve a tu cuarto, porque mañana tienes clases -. Dice Sango evitándose una pelea. Kohaku sube las escaleras y suena el teléfono por lo que Sango corre a contestarlo. - Buenas tardes, Soy el dueño... - dice un señor -. ¡ Deme más tiempo, por favor! – Dice Sango interrumpiéndolo, ya que sabía que era lo que iba a decir -. Lo siento, pero ya tiene seis meses de atraso y no puedo esperar más -. Responde el arrendatario -. Pero... – Dice Sango -. O me paga mañana o se va, decida.- Dice el arrendatario y corta inmediatamente.- Sango queda atónita en el teléfono. Empieza a llorar, y triste, se va a su habitación. Ella empieza a pensar en que hacer, y mas que nada en sus padres. Su vida había sido tan desastrosa desde aquel día...... Al día siguiente se puso su mejor ropa, embaló todo lo necesario, agarró a su hermano y se fue para no volver..... ¿Adónde vamos, aneue? – Pregunta Kohaku -. A algún lugar -. Responde Sango fría, para evitar llorar -. Pero... ¡Hazme caso de una maldita vez! – Grita Sango -. Kohaku no respondió y empezó a temblar. Sango lo llevó debajo de un puente y salió a buscar un trabajo. Y encontró, pero no uno de los mejores, en el centro de la ciudad. ¿Cuánto pagan? – Pregunta Sango -. 200 yens. – Responde una mujer -. ¿En serio?, Lo tomo , aunque no se de qué se trata... – Replica Sango -. Solamente entretén a los hombres y listo -. De ahí que empieza su desgracia..... Fin capítulo uno. Lo siento si lo hice muy corto, pero este capítulo es solo una pequeña introducción, a si que el próximo será más largo -. Gracias por leerme. Frambuesitha.
Re: Mi triste y cruel vida (san x mir) Olas al parecer soy la primera... ¡Que emoción! Me gustó mucho la idea, además de que hacia mucho tiempo que no veía un Sango y Miroku en este foro y eso me desanima un poco, es por eso que ahora no entro mucho... claro además de que no tengo internet en casa y el colegio no me deja mucho tiempo pero bueno... Tú idea me gusta mucho, pero podrías hacer los capitulos un poco más largo, o tal vez este fue corto para que nos vayamos adentrando en la historia, espero que sea lo segundo. También podrías narrar un poco más las cosas... La ortografía esta bien y te felicito por eso. ¿Que mas decirte? Pues, espero que lo continues pronto y que a Sango no le pase nada malo. Por cierto tengo una duda ¿Que le paso a sus padres? espero me respondas. Atentamente tu primera lectora Sanguitolove
Re: Mi triste y cruel vida (san x mir) jejejej Lo he hecho por lo segundo señorita en cuanto a tu pregunta...pues espera que lo sabras!!! Ya he dicho que es una pequeña introduccion. Y gracias por leer mi historia. Tambien dejare en claro que habra inuxkag en esta historia.
Re: Mi triste y cruel vida (san x mir) Capítulo 2: No tenía ni idea de que rayos era eso de ‘’entretener’’ a los hombres ni mucho menos como hacerlo, así que le copio al resto. Era escalofriante la manera en que ellos le miraban y le perseguían con la mirada, como sonreían de una manera tan... maliciosa. Bailó toda la noche y al terminar el sudor frío recorría su cuerpo. Se fue a cambiar, en realidad era muy cansador, pero debía hacerlo si quería pagar los 600 yenes que debía al arrendatario; pues odiaría dormir bajo un puente el resto de su vida... - Hola – dijo una "mujer" de casi la misma edad que ella. ¿Ah?, Hola... – responde Sango -. ¿Cómo te llamas? – Dice ella -. Sango Sumisawa – responde la castaña -. Yo me llamo Kagome Higurashi – replica -. Ella era una niña de la misma edad de Sango. Tenía el pelo de un color azabache, y unos ojos de chocolate... tan llenos de tristeza. Se preguntaba porque ella estaba en ese lugar tan raro. ¿Por qué estas aquí trabajando? – Pregunta muy curiosa la castaña -. Pues... es una larga historia... –responde Kagome con un leve tono de tristeza -. Lo siento si te ofendí... –dice Sango sintiéndose mal -. No, para nada. Estoy aquí por que mi padre me obliga a traer dinero todas las noches a casa, o si no me reprende a golpes y la verdad no quiero eso... Ya tengo un enorme moretón en mi espalda que he tenido que tapar con un poco de base -. Dice ella -. Oh... –dice Sango ya que sus padres no eran como el de ella -. Bueno... y tú por qué estas en este lugar... La verdad es que debo pagar el arriendo que le debo al arrendatario y no encontré trabajo en otro lugar. Ahora mismo me han echado y vivo debajo de un puente. Ah... lo siento. – Dice Kagome -. No, no es nada. Sango termina de vestirse, se despide y se va a pie. Tenía un largo trecho por recorrer. Al llegar a casa vió a Kohaku. Tenía un aspecto realmente extraño... él no había dormido, tenía los ojos muy rojos. Kohaku se paró a recibirla... ¿ Kohaku? Suena un frenazo y se arrastran las ruedas de un auto. Sango grita de una manera desgarradora, porque su hermano estaba allí... sangrando en el suelo. No notó al conductor... este se había dado a la fuga. ¡ Kohaku! – Gritaba Sango desesperada -. Mientras tanto, en un automóvil... El día ajetreado le cansó. En realidad necesitaba aire, los estudios lo tenían realmente estresado así que abrió la ventana. Vió a una hermosa mujer y ¡¿ a un niño sangrando en el suelo?!. Frenó en seco y bajó del auto; y se acerco a ella. ¿Qué ocurre?, tenga cuidado, recuéstelo en el piso... –dice él - Ayúdeme,por favor, alguien atropelló a mi hermano y no sé que hacer – dice la castaña muy nerviosa y entre sollozos -. Tranquilizece y llame a la ambulancia, le practicaré una rcp. – Dice él -. Sí, inmediatamente –dice ella -. Al llegar la ambulancia los lleva a los dos al hospital y el se va en su auto. Luego la castaña y él esperan en la sala de espera. ¿Cómo te llamas? – Dice él -. Sango Sumisawa – Responde aún en estado de Shock -. Yo me llamo Miroku Tomoeda, es un gusto conocer a alguien tan bella... – Gracias- responde ella -. Llega un señor y se dirige a Sango. - Perdone, señorita. ¿Me podría decir en donde vive usted? - Yo. yo... vivo debajo del puente... - - ¿Está usted bromeando conmigo? No – responde un poco ofendida -. Y.. ¿Cómo piensa usted pagar esto? -. Ya basta, yo lo pagaré y punto. Nunca mas iremos de nuevo a este hospital. – Dice Miroku enfadado.- Al poco tiempo después una enfermera irrumpe en la habitación. Hubo un pequeño pero mortal silencio. Luego, al fin, ella dijo que Kohaku se encontraba fuera de peligro; pero que debía quedarse en el hospital por una o dos semanas. ¿Ya se ha rehabilitado este niño?- dice la enfermera -. ¿Por... porque? – dice Sango -. ¿No sabía usted que consumía drogas?- pregunta la enfermera -. ¡¿Que?! – Dice Sango desmayándose -. Miroku igual de sorprendido que Sango y más sorprendido aun por la mala suerte de ella la agarra y le asegura a la enfermera que estará bien y la lleva a su hogar.
Re: Mi triste y cruel vida (san x mir) Capítulo 2: No tenía ni idea de que rayos era eso de ‘’entretener’’ a los hombres ni mucho menos como hacerlo, así que le copio al resto. Era escalofriante la manera en que ellos le miraban y le perseguían con la mirada, como sonreían de una manera tan... maliciosa. Bailó toda la noche y al terminar el sudor frío recorría su cuerpo. Se fue a cambiar, en realidad era muy cansador, pero debía hacerlo si quería pagar los 600 yenes que debía al arrendatario; pues odiaría dormir bajo un puente el resto de su vida... - Hola – dijo una "mujer" de casi la misma edad que ella. ¿Ah?, Hola... – responde Sango -. ¿Cómo te llamas? – Dice ella -. Sango Sumisawa – responde la castaña -. Yo me llamo Kagome Higurashi – replica -. Ella era una niña de la misma edad de Sango. Tenía el pelo de un color azabache, y unos ojos de chocolate... tan llenos de tristeza. Se preguntaba porque ella estaba en ese lugar tan raro. ¿Por qué estas aquí trabajando? – Pregunta muy curiosa la castaña -. Pues... es una larga historia... –responde Kagome con un leve tono de tristeza -. Lo siento si te ofendí... –dice Sango sintiéndose mal -. No, para nada. Estoy aquí por que mi padre me obliga a traer dinero todas las noches a casa, o si no me reprende a golpes y la verdad no quiero eso... Ya tengo un enorme moretón en mi espalda que he tenido que tapar con un poco de base -. Dice ella -. Oh... –dice Sango ya que sus padres no eran como el de ella -. Bueno... y tú por qué estas en este lugar... La verdad es que debo pagar el arriendo que le debo al arrendatario y no encontré trabajo en otro lugar. Ahora mismo me han echado y vivo debajo de un puente. Ah... lo siento. – Dice Kagome -. No, no es nada. Sango termina de vestirse, se despide y se va a pie. Tenía un largo trecho por recorrer. Al llegar a casa vió a Kohaku. Tenía un aspecto realmente extraño... él no había dormido, tenía los ojos muy rojos. Kohaku se paró a recibirla... ¿ Kohaku? Suena un frenazo y se arrastran las ruedas de un auto. Sango grita de una manera desgarradora, porque su hermano estaba allí... sangrando en el suelo. No notó al conductor... este se había dado a la fuga. ¡ Kohaku! – Gritaba Sango desesperada -. Mientras tanto, en un automóvil... El día ajetreado le cansó. En realidad necesitaba aire, los estudios lo tenían realmente estresado así que abrió la ventana. Vió a una hermosa mujer y ¡¿ a un niño sangrando en el suelo?!. Frenó en seco y bajó del auto; y se acerco a ella. ¿Qué ocurre?, tenga cuidado, recuéstelo en el piso... –dice él - Ayúdeme,por favor, alguien atropelló a mi hermano y no sé que hacer – dice la castaña muy nerviosa y entre sollozos -. Tranquilizece y llame a la ambulancia, le practicaré una rcp. – Dice él -. Sí, inmediatamente –dice ella -. Al llegar la ambulancia los lleva a los dos al hospital y el se va en su auto. Luego la castaña y él esperan en la sala de espera. ¿Cómo te llamas? – Dice él -. Sango Sumisawa – Responde aún en estado de Shock -. Yo me llamo Miroku Tomoeda, es un gusto conocer a alguien tan bella... – Gracias- responde ella -. Llega un señor y se dirige a Sango. - Perdone, señorita. ¿Me podría decir en donde vive usted? - Yo. yo... vivo debajo del puente... - - ¿Está usted bromeando conmigo? No – responde un poco ofendida -. Y.. ¿Cómo piensa usted pagar esto? -. Ya basta, yo lo pagaré y punto. Nunca mas iremos de nuevo a este hospital. – Dice Miroku enfadado.- Al poco tiempo después una enfermera irrumpe en la habitación. Hubo un pequeño pero mortal silencio. Luego, al fin, ella dijo que Kohaku se encontraba fuera de peligro; pero que debía quedarse en el hospital por una o dos semanas. ¿Ya se ha rehabilitado este niño?- dice la enfermera -. ¿Por... porque? – dice Sango -. ¿No sabía usted que consumía drogas?- pregunta la enfermera -. ¡¿Que?! – Dice Sango desmayándose -. Miroku igual de sorprendido que Sango y más sorprendido aun por la mala suerte de ella la agarra y le asegura a la enfermera que estará bien y la lleva a su hogar.
Re: Mi triste y cruel vida (san x mir) Alli va mi continuacion, espero que les guste y no dejen de leer mi fic. Esperen y verán lo que viene... Frambuesitha