"Amores de Secundaria" Sasusaku Naruhina Shikatema Nejiten y Saiino

Re: "Amores de Secundaria" Sasusaku Naruhina Shikatema Nejiten y Saiino

¡Hola a todos los lectores! :)

Quiero agradecerles mucho a ustedes
por leer mi historia, ya vamos por
la tercera pagina ¡¡Súper!!. Me alegra mucho saber
que les gusta mi historia y que siguen cada
capitulo. Y también les agradesco que no me hayan
matado por demorar mucho jejeje ese es mi problema
que tardo mucho en poner continuaciones. Les agradesco
su linda paciencia. Queria decirles que dentro de muy poco
vendrá la próxima, así que mantenganse al tanto.

Adióssss

 

Re: "Amores de Secundaria" Sasusaku Naruhina Shikatema Nejiten y Saiino

Capitulo 12: El regreso a casa… con un día de resaca. (Parte 1)​

Finalmente los chicos encontraron a las verdaderas chicas, las verdaderas causantes de mucho caos y distracciones aunque haya sido inconscientemente. Kankuro y Gaara se encargaron de decir un montón de cosas a su hermana Temari, cabe mencionar que era kankuro el más melodramático y Gaara trataba de poner orden al asunto y regresar al apartamento ya que eran horas muy altas de la madrugada, más específicamente 03:54 a.m. a lo lejos de este trío un muy curioso Shikamaru miraba desde las “sombras” a la chica de Suna, recibiendo burlas de parte de Chouji.

Por otro lado se encontraba un muy desilusionado Rock Lee el cual estaba muy enojado con Kiba por haberlo arrebatado de una chica tan linda como Atsuko. El joven pelinegro de extraño corte lloraba a mares pensando que tal vez haya sido la última vez que encuentra una chica como ella y que nunca la volvería a ver. El joven Shino trataba de consolar a su amigo explicándole cosas tan enredadas que lo confundían aún más. Pero para su suerte la joven Tenten sabía perfectamente la manera para animar a su amigo de la infancia diciéndole que conoce a Atsuko y que está segura de que la volverá a ver.

Mientras con los integrantes de la familia Hyuuga, Neji no es el tipo de persona que expresa libremente su preocupación, no significa no lo haya estado, simplemente no lo demuestra. Lo único que le dijo a su prima Hinata es que la próxima vez tenga cuidado con quién se sube a un auto, tuvo suerte de que haya sido el hermano de Sasuke y el hermano de Naruto, pudo haber sido muy peligroso para ella y para las demás si se hubiera topado con unos completos extraños.

Sin embargo con nuestros jóvenes Naruto, Sai y Sasuke no podían dejar de ver a ciertas chicas. Desde aquel incidente con Hinata y Sakura, Naruto ha prestado más atención a la joven Hyuuga ya que cierto Uchiha le contó algo muy interesante que no deja tranquilo al chico Uzumaki… ¿Es verdad que Hinata siente algo por él? ¿Desde cuándo? Es muy extraño que Naruto no se haya dado cuenta de eso… ¿verdad?

Mientras que Naruto tenía una batalla campal en su cerebro, Sai no le sacaba los ojos de encima a cierta rubia de una coleta. El muchacho aún no conoce muy bien a Ino porque Sai conoció a los muchachos el año pasado en las vacaciones por lo tanto nunca ha conversado con ella ni nada parecido. Si quiere conquistarla o por lo menos hablarle tendrá que pedir consejo a sus amigos o más específicamente a Shikamaru quien la conoce más que el resto.

Sasuke observaba a Sakura mientras ella hablaba con Ino. Es extraño que ambos estén a unos pocos metros de distancia y Sakura no se haya volteado a verlo. Lo más sorprendente e increíble de todo esto es: ¡¿Por qué demonios a Sasuke le importa si Sakura lo ve o no?! Como mencionamos al principio de la historia cuando ellos eran pequeños Sakura se volvía loca al estar simplemente en la misma sala que Sasuke, pero a él le parecía una molestia y ahora que finalmente Sakura ya no lo molesta ¿Cuál es el problema? Es exactamente como aquel dicho: “No aprecias lo que tienes hasta que las pierdes”

— ¡Ero-senin hemos estado esperando por usted!—gritó Naruto muy enfadado— ¿Dónde ha estado? Ah… ni siquiera me conteste dattebayo.

— ¿Qué, acaso ya se quieren ir?—cuestionó Jiraiya en tono de burla.

—Según el padre de Naruto teníamos que irnos hace ya mucho tiempo—contestó Sasuke tranquilamente.

—Nosotros ya nos vamos, conseguimos gasolina así que no tendremos problemas—indicó Kankuro.

—Vamos, Temari—ordenó Gaara.

—Ah…—suspiró Temari—… adiós chicas—se despidió yéndose junto a sus hermanos, recibiendo el saludo de parte de sus amigas.

—Buenos muchachos, hay suficiente espacio en mi camioneta para todos, así que vámonos—informó Jiraiya.

Entonces sin más que hacer todos se subieron a la súper camioneta de Jiraiya, cabe mencionar que es una gran Toyota. Y así se fueron llevando a cada uno de ellos a sus respectivas casas, menos Naruto ya que después de haber dejado a todos el único lugar a donde se dirige es a su propia casa.

******

Mientras aún en el baile se encontraban los jóvenes adolescentes, es decir Itachi, Deidara, Sasori y su hermana y finalmente pero no menos importante el buen Tobi. Ellos también estaban prontos para irse.

—Esta vez no conduciré, tú lo harás Itachi—reclamó Deidara, mientras iban caminando hacia el estacionamiento.

—Si, lo que sea—contestó Itachi despreocupado.

— ¡Yo, yo puedo conducir!—indicó Tobi.

—Y dejar que choques a alguien, si claro—bromeó el joven rubio con aires de superioridad.

—Apuesto que hasta Tobi puede manejar mejor que tú—habló Sasori refiriéndose a Deidara.

— ¿Eso crees? Está bien ¿Qué apostamos?—lo retó.

—Pues no lo sé… ¿Tú qué opinas, Itachi?

—Yo no me meto, cada vez que apuestan terminan mal—recordó el mayor de los Uchiha entrando al auto.

—Qué tal esto: si Tobi maneja mal, lo cual estoy de acuerdo, yo debo besar a tu hermana—sugirió Deidara muy tranquilo.

—Acepto—dijo Sasori.

— ¡¿Qué?!—reclamó Karin ofendida e indignada.

—Tranquila, no hay forma de que pierda…—le susurró el joven pelirrojo en su oído—Si yo gano debes admitir que soy mejor que tú y que eres una rata insignificante.

—Está bien, acepto, Tobi sube al auto y trata de hacer lo peor posible—dijo Deidara muy seguro de ganar, mientras se subía al auto junto con los demás.

45 minutos después:

—Tú eres mejor que yo y soy una rata insignificante—habló el joven rubio con mucha pesadez—qué fastidio… solamente porque Tobi esperó a que la luz cambiara a verde no significa que es mejor que yo—susurró por lo bajo, mientras Sasori y Karin se bajaban del auto, ya que habían llegado a su apartamento.

— ¡Si! ¡Tobi debería correr en la fórmula 1!—exclamó Tobi muy eufórico, haciendo mover el volante para todos lados.

—Bueno muchachos, nos vemos—se despidió Sasori con aires de grandeza.

—Adiós…—dijeron los demás al mismo tiempo, mientras Tobi ponía en marcha el vehículo.

******

Ahora nos dirigimos a la camioneta Toyota donde Jiraiya terminaba su viaje de llevar a todos a sus casas. Al terminar se dirigió rumbo a la casa presidencial donde vive su ahijado y donde pasará la noche él mismo.

Cuando llegaron, Jiraiya y Naruto entraron lo más silenciosos posibles para no despertar a Minato, de no ser así el señor Uzumaki los retaría a ambos por no llegar a la hora requerida. Cuando pensaron que no habían hecho despertar a nadie las luces se encendieron y apareció Minato sentado en un sillón, con una mirada muy seria y un vaso de whisky en mano junto a su esposa Kushina sentada en el borde del sillón.

— ¿Éstas son horas de llegar?—irrumpió Minato con una voz lúgubre, mientras que con las luces tenues daba la expresión de malvado.

—Eh… es que… ¡Todo fue culpa de ero-senin!—gritó Naruto, señalando a su padrino con ambas manos— ¡En un momento a otro desapareció y no volvimos a saber de él en cuatro horas!

— ¡Pequeño traidor, ya verás cuando…!

—No quiero oír excusas baratas—interrumpió, haciendo mover ligeramente el líquido en su vaso—Mañana hablaremos sobre esto—finalizó yéndose del lugar seguido por su esposa.

— ¡Pequeño demonio!—gritó Jiraiya repleto de ira, tratando de estrangular al chico.

—No… eh… ¡espera! Mira, mira, ahí viene… Deidara…—tartamudeó Naruto viendo a su hermano por la ventana.

Entonces cuando Deidara entró lo más tranquilamente se encontró con Jiraiya sentado en aquel sillón junto con Naruto sentado en el borde.

— ¿Estas son horas de…?—comenzó a hablar el viejo con una voz fantasmal.

—Ya, piérdanse—interrumpió Deidara dejando las llaves del auto sobre una mesita cerca de la puerta—Yo soy mayor de edad, puedo venir cuando quiera, no soy un enano ni un viejo para que me controlen—añadió subiendo las escaleras hacia su habitación.

— ¡¿Qué?!—gritaron Jiraiya y Naruto cayéndose al estilo anime.

Y sin más, ambos se fueron a dormir… mañana sería un largo día.

******

A la mañana siguiente, a horas muy tempranas en la residencia Uchiha donde los miembros de la familia se encontraban despiertos, excepto por un muy exhausto Sasuke que aún estaba durmiendo muy cómodo en su cama. Pero sus horas de sueño se vieron interrumpidas por los dulces llamados de su madre, Mikoto.

—Sasuke—dijo Mikoto tratando de despertar a su hijo menor—Vamos, despierta—añadió moviendo un poco al chico.

— ¿… madre?—pronunció Sasuke entre sueños, mientras abría lentamente sus ojos azabache— ¿Qué pasa?—preguntó ya estando despierto, pero aún con sus ojos entreabiertos y sus cabellos revueltos.

—No quisimos decírtelo ayer porque habías llegado tarde—comenzó hablar Mikoto, sentada en el borde de la cama de su hijo—Pero tu padre y yo debemos viajar hoy por un asunto de trabajo, estaremos fuera por dos semanas—explicó dulcemente.

—Eh… está bien…—contestó el joven pelinegro aún un poco dormitado.

—Qué bien que no te enfadaste, Sasuke—dijo su madre esbozando una sonrisa tierna—Vamos, levántate porque iremos al aeropuerto junto con Itachi—indicó poniéndose de pie y saliendo de la habitación.

—Ah… genial—susurró irónico, dándose cuenta que eran las 6:30 de la mañana.

Entonces sin muchas ganas Sasuke se levantó, tomó una ducha para no parecer un zombi, se puso ropa y se dignó a bajar donde los demás lo esperaban.

Es increíble que Itachi no se esté durmiendo estando de pie, él llegó mucho después que Sasuke y aún así tiene la energía para despertarse temprano y estar reluciente. Ya estando todos listos se dirigieron a abordar el auto familiar para ir directo al aeropuerto. Estando en camino Sasuke no podía dejar de dormitar e Itachi no dejaba de despertarlo cada vez que cerraba los ojos. Ese es un problema que Sasuke tiene siempre cuando pasa la noche despierto, no deja de parecer un muerto-vivo, cabe mencionar que las ojeras comienzan a apoderarse de él.

Al llegar finalmente al dicho aeropuerto se dirigen al sector de abordaje. Mientras Mikoto se despide de su hijo mayor con besos, abrazos y con los infaltables sermones. Cuando terminó con Itachi se dirige a Sasuke, su despedida no fue para nada diferente, pero aún así fue “embarazoso” para él.

—Cuídense y traten de no pelear entre ustedes—pidió la señora Uchiha con mucha amabilidad.

—Vamos Mikoto, ellos ya son grandes e Itachi estará a cargo mientras no estamos—intervino Fugaku seriamente.

—Hmp genial… Itachi estará a cargo…—pensó Sasuke abrumado.

—Bien, ya falta poco para abordar el avión así que…—dijo Mikoto buscando algo en su cartera—… quiero tomarles una fotografía a ambos—añadió sacando una cámara digital.

—Ah…

—Vamos colóquense juntos—ordenó preparándose para tomar la fotografía.

Sin poder protestar al respecto los jóvenes Uchiha tuvieron que pararse uno junto al otro, pero fue peor cuando su madre quiso que se abrazaran. Ese abrazo entre ambos parecía que se querían estrangular mutuamente. Cuando por fin pudieron separarse ninguno de los dos quería ver cómo quedó la imagen.

—Bueno, chicos nos veremos dentro de dos semanas—se despidió la señora Uchiha yéndose junto a su esposo.

Los chicos sólo se dignaron a levantar su mano en forma de saludo. Ellos se quedaron un rato viendo como el avión despegaba y desaparecía entre las nubes.

—Bien, vámonos Sasuke—indicó Itachi, pero cuando se volteó a verlo el chico ya no estaba—Pequeño ototo…—susurró rendido yéndose al estacionamiento donde estaba el auto. Encontrándose allí a Sasuke dormido en el asiento de atrás.

En el camino de regreso el pequeño Sasuke dormía muy profundamente en el asiento trasero del auto mientras Itachi conducía. El trayecto duró unos 35 minutos. Al legar a casa Itachi al ver a su hermano dormido no quiso despertarlo ya que eso implicaría molestarlo, así que optó por dejarlo dentro del auto, mientras él iría a dormir más cómodo en su cama.

Pasaron unos 30 minutos más, eso quiere decir son alrededor de las 8 de la mañana y Sasuke seguía dormido. Pero fue interrumpido por unos pequeños golpes en la ventanilla del auto.

—Sasuke… Sasuke—esa voz femenina lo llamaba y se hacía cada vez más fuerte. Hasta que Sasuke pudo despertarse y ver.

— ¿Sakura…?—dijo Sasuke incrédulo por lo que veía— ¿Qué… qué pasa?—preguntó bajando la ventanilla para poder escucharla mejor.

—Pasaba por aquí y te vi dormido, no creo que estés cómodo allí—contestó la joven pelirosa, viendo como el chico salía del vehículo.

—Hmp… tienes razón… Itachi pudiste haberme despertado ¿no?—pensó molesto esto último.

—Bueno, nos vemos—se despidió Sakura yéndose.

—Claro…—el chico la observaba irse y no comprendía la actitud de la chica, cómo es posible que haya cambiado tanto… y cómo es posible que a él le importe.

Espero que les haya gustado.
Si pensaron en la repentina aparición de Sakura fue algo extraño, en el próximo capitulo lo aclararé.

Muchas gracias por leer.
Adiós

 

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Capitulo 13: Encuentros ¿Coincidencia o destino? Parte 1.​

Entonces Sasuke entró nuevamente a la casa, topándose con Itachi sentado en el sillón y mirando la televisión.

—Gracias por despertarme, Itachi—dijo Sasuke con ironía, parándose entre la televisión y su hermano.

—Preferí dejarte para no molestarte—contestó Itachi tranquilamente.

—Pues ahora estoy molesto ¿de qué te sirvió?—cuestionó cruzándose de brazos—Hmp sabes qué, olvídalo—cambió de tema, comenzando a subir las escaleras hacia su cuarto, pero a mitad de la subida Itachi lo detiene.

—No creo que quieras que lo olvide.

— ¿De qué hablas?

—Mientras dormías Sakura estuvo aquí.

— ¿Para qué vino?

—Nos invitó a cenar pensando que iríamos con nuestros padres—contestó Itachi apagando la televisión y poniéndose de pie—Es una pena que no podremos ir—añadió fingiendo lamento—Aunque se puso nerviosa al hablar conmigo—pensó extrañado.

—Hmp le hubieras dicho que iríamos nosotros dos—reclamó Sasuke un poco decepcionado.

—Creí que te estaba haciendo un favor—indicó el mayor de los Uchiha, mirándolo con superioridad— ¿No era que no soportabas a Sakura?—interrogó de brazos cruzados.

Oh no. Si Sasuke continúa actuando de esa manera él mismo caerá en su propia trampa. Itachi siempre ha sido muy bueno en los interrogatorios, sabe perfectamente qué preguntas hacer para confundir a las personas, hecho que estaba logrando con Sasuke.

******
Por otro lado, más específicamente en la tienda de flores de la familia Yamanaka, la joven rubia de una coleta alta estaba frente a la caja registradora. Ella tuvo que levantarse temprano para atender a la clientela. Aunque haya llegado a su casa a altas horas de la madrugada no significa que dormirá todo el día, como la futura dueña de la florería tiene que cumplir con ciertas responsabilidades. Pero el sueño no dejaba tranquila a la chica. De vez en cuando tenía que venir su madre a despertarla o dormiría sobre la mesa.

Ino estaba en unos momentos de sueño despierto. Con su codo recargado en la mesa y su cabeza recargada en su mano podía dormir, por los menos unos minutos.

— ¡Ah!—dejó escapar un grito de susto haciendo que pierda el equilibrio y cayera al suelo por causa del sonido del teléfono que la despertó muy bruscamente— ¿Ho-hola?…—habló un poco más calmada.

— ¡Ino, soy yo Sakura, necesito decirte algo muy importante!—habló la chica pelirosa muy alterada.

—Sakura cálmate ¿qué es lo que pasa?—preguntó la joven rubia sin entender la desesperación de su amiga—Estoy en la tienda, así que date prisa—advirtió.

—Está bien… creo que me gusta un chico—contestó un poco tímida, además sus mejillas se ruborizaron.

—Si claro, las rosas están por allá—le indicó Ino a un cliente, señalando la ubicación de aquellas flores.

— ¿Qué? ¿Ino, me estás escuchando?

—Lo siento, ya te dije que estoy en la tienda y no puedo prestarte mucha atención… Está bien las juntaré en un ramillete… ¿Me decías?

—Creo que me gusta un chico—volvió a repetir.

—Adiós vuelva pronto…—se despidió la joven Yamanaka del cliente—Continúa Sakura.

— ¡Me gusta un chico!—gritó la chica al borde de la desesperación.

—No puedo creerlo ¿quién es el afortunado?—chilló Ino de felicidad.

—Te lo diré pero… espero que no me retes por lo que voy a decir ¿si?—titubeó un poco desconfiada.

— ¡Anda, dime!

—Pues es…

—Ohpor Dios, no creerás quién acaba de entrar a la tienda—la interrumpió la chica rubia en un susurro—EsSai, el nuevo amigo de los chicos—añadió nerviosa, viendo como Sai se acercaba a ella.

—Pero Ino, esto es importante—pidió Sakura.

—Lo siento no puedo hablar ahora, te llamo luego ¿si? Adiós—Ino colgó el teléfono.

—Ay… Ino…—se lamentó la joven Haruno cubriendo su rostro con sus manos.

Ahora volvemos con Ino.

—Buenos días, tú debes ser Sai ¿verdad?—dijo la joven Yamanaka esbozando una sonrisa pícara.

Lección número uno según Shikamaru: Ser cortés.

—Si. Tú eres Ino, un placer conocerte—dijo Sai cordialmente tomando la mano de la chica y dándole un beso, haciendo que Ino se ruborizara a más no poder.

Lección número dos según Shikamaru: Halagarla.

—Tienes unos ojos muy bellos, podría verlos todo el día—indicó mirándola muy seductoramente.

—Ay Sai… no sigas que me ruborizo—pidió Ino desviando la mirada, mientras sus mejillas se sonrojaban cada vez más.

Lección número tres según Shikamaru y la más importante: NO hablar sobre su peso.

—Ese delantal te hace ver gorda.

— ¡¿Qué?!

—No, no, no quise decir eso. Ese delantal te queda genial—trató de enmendar el error pero no pudo.

— ¡Cómo te atreves a decirme algo así!—gritó Ino sumamente enfadada y llena de ira— ¡Sal de aquí ahora mismo!—añadió dándole un muy fuerte puñetazo, mandándolo a volar muy lejos fuera de la tienda.

******
Ahora nos trasladamos a un supermercado. Uno muy grande por cierto y con carteles llamativos. Las puertas automáticas se abren y se cierran mientras los clientes entraban y salían con sus carritos. En la entrada estaba Shikamaru de pie frente al local, observándolo con aburrimiento y a la misma vez con fastidio, además en su mano llevaba una lista de cosas que su madre le encargó que comprara.

— ¿Por qué mi madre se enfermó justo ahora?—cuestionó Shikamaru cansado—Tsk… problemático—bufó sin poder hacer otra cosa más que entrar.

La lista que su madre le dio era muy larga. Tardó casi toda la mañana en encontrar todo lo que decía, sin mencionar que habiendo tantas cosas de diferentes características y marcas no sabía exactamente de cuál llevar. Por ejemplo: Papel de inodoro, hay tantas marcas diferentes y características propias que lo abrumaban ¿Cuál era mejor, el pachoncito o el aromático? Da igual, ambos sirven para el mismo objetivo ¿no?

Y así continuó. Lo demás le resultó más manejable que otras cosas. Pero había algo que se estaba olvidando… algo exclusivamente para mujeres… los famosos… ¡Tampones! Eso si que sería embarazoso para un chico… es peor cuando no sabe de cuál llevar. ¿Nocturno o para poder hacer deporte y sentirse cómoda? Eso si que lo llevaría al matadero.

—Lleva las clásicas, siempre dan resultado—se escuchó una voz femenina detrás de él, asustándolo de tal manera que casi tira lo que tenía en el carrito.

—T-Temari…—susurró asombrado por la repentina aparición—Problemática… me asustaste—se quejó volviendo a la normalidad.

—Hmp tú siempre tan agradecido—comentó Temari sarcástica colocando sus manos a cada lado de su cintura—Si terminaste vamos a la caja registradora—añadió autoritariamente, Shikamaru no hizo más que seguirla.

Al terminar de pagar salieron del supermercado, ambos cargando sus propias bolsas.

— ¿Te tocó hacer las compras hoy?—preguntó Temari divertida.

—Odio hacer esto, es cosa de mujeres—contestó Shikamaru—Mi madre se enfermó y tuve que hacerlo yo.

—Tú siempre con esas cosas de hombres y mujeres.

—Será mejor que me vaya, que mi madre esté enferma no le quita lo problemática—comentó con una media sonrisa—Adiós y… gracias por lo de… ya sabes… eso—se despidió.

—Claro, no hay problema—contestó regalándole una tierna sonrisa, haciendo que él se sonrojara un poco.

Cuando Shikamaru dio vuelta la esquina se encontró con su padre, recostado de brazos cruzados a espaldas de una columna.

—Te veo hablando con una chica y huyes—le dijo su padre, Shikaku con aires de sabiduría.

—No seas problemático…—pidió Shikamaru fastidiado—… toma, ahora tú cargas las bolsas—dijo entregándoselas a su padre.

—P-pero… ah…—no hizo más que aceptarlas.

 

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Capitulo 14: ¡La misión más importante de Naruto!​

Eran alrededor de las 9 de la mañana. En la residencia de la familia presidencial, los miembros de la misma estaban desayunando. Minato estaba sentado en un sector de la mesa, tomando su café y leyendo el periódico matutino. Kushina se encontraba terminando de servir el desayuno de Deidara porque aunque haya sirvientes que hacen eso, ella prefiere darles ese toque maternal. Los únicos que faltaban en la mesa eran Jiraiya y su, no tan leal, ahijado Naruto. Este último iba bajando las escaleras, un poco asustado por lo que su padre podría decirle o prohibirle.

—Buenos días—saludo Naruto, tomando asiento cerca de su hermano mayor.

—Buenos días, Naruto—Kushina correspondió al saludo.

Fue la única, Minato continuaba leyendo su periódico y Deidara estaba con la boca llena y no pudo saludarlo.

—Aquí tienes tu desayuno—añadió su madre, entregándole su plato.

—Pero esto…—el joven rubio dudó al no ver en lo más importante en su vida: Ramen.

—No habrá ramen nunca más, porque unos meteoritos cayeron desde el espacio e impactaron en la sucursal central de ramen—habló Deidara lo más dramático que pudo, mientras que con su mano en forma de puño simulaba el impacto en la cabeza de Naruto.

— ¡No…!—gritó Naruto completamente angustiado, llorando litros y litros de lágrimas.

—Ajajajaja—la carcajada de Deidara se hizo escuchar—Es broma—agregó aún a carcajadas.

— ¡Idiota! ¡Eso no es gracioso dattebayo!

—Bueno, debo irme—habló Minato dejando el periódico sobre la mesa, terminando de tomar el último sorbo de café y provocando que los hermanos dejaran de darse manotazos mutuamente—Nos vemos en la noche—se despidió dándole un beso a su esposa.

—Adiós, cariño.

—Adiós pá.

—Adiós.

Naruto miró su comida y no tuvo otro remedio que comérsela. De seguro ese era su castigo por llegar tarde anoche, aunque abría una posibilidad de que se equivoque, ya que nadie habló sobre eso. Tal vez se acabó el ramen y su madre no tuvo tiempo de ir a comprarlo.

Al terminar de comer se cambió el pijama y se lavó la cara y los dientes. Ya era hora de su programa favorito en la televisión y no querría perdérselo. Sin embargo, cuando estaba sentado frente al gran televisor y lo encendió apareció sintonizado el programa de música Vh1.

Ese es el programa donde trasmiten música de los años 80/90, lo que le sorprendió mucho fue que estaban pasando un recital de Rock de un grupo de los años 90 llamado “Los ninjas del Sonido” donde el vocalista es el mismo Orochimaru dueño de una discográfica más conocida de Japón.

— ¡Ero-senin!—gritó Naruto levantándose rápidamente y yendo a la habitación de Jiraiya.

Cuando llegó, abrió la puerta de golpe y saltando sobre la cama de su padrino comenzó a despertarlo muy bruscamente.

— ¡¿Pero qué pasa?!—exclamó Jiraiya asustado por el repentino ruido y con su cabello despeinado, sentándose en la cama.

—Mire lo que está dando en Vh1—dijo Naruto encendiendo su televisor y sintonizando ese canal—Ese es Orochimaru-san ¿Tú sabías que tenía una banda en los 90?—preguntó desentendido.

—Claro que sabía—contestó el viejo restándole importancia—Luego de retirarse de su banda se dedicó a la discografía—agregó mientras se rascaba la oreja.

—Pero si ambos son amigos desde hace mucho tiempo… ¿Por qué usted es el único que es viejo?—cuestionó sin entender.

—Ay Naruto, Naruto…—tarareó moviendo su cabeza a ambos lados y esbozando una sonrisa—En el nuevo milenio existen cirugías e inyecciones de botox, de esa manera puedes lucir más joven.

— ¿Y por qué no lo usa?

—Ajaja qué cosas tan locas dices—comentó a carcajadas—Yo soy un gran hombre, no necesito cirugías ni nada, las mujeres caen rendidas ante mí con tan solo verme—añadió muy orgulloso de sí mismo.

—Si claro, como sea dattebayo—dijo Naruto sin creerle nada.

—Además soy el único de los tres que no continuó la carrera de música.

— ¿Quiere decir que existe un tercero?

—Exacto… ella es una gran amiga mía—indicó sonriendo pícaramente, poniéndose de pie, dejando apreciar su pijama blanco con llamas rojas.

—Es una mujer ¡Dígame cómo es ella! ¡Dígame, dígame!—pedía Naruto con mucha curiosidad, bajándose de la cama en un salto y levantando sus manos al aire— ¿Acaso es bonita?—preguntó con estrellitas en los ojos.

******

Mientras estos dos continúan con su conversación, dentro de un edificio una mujer de apariencia joven caminaba por los pasillos. Ella se veía de espalda, dejando ver en su chaqueta verde un símbolo en Kanji que significa “Apostadora”. En su mano cargaba un maletín y a su lado una pequeña cerdita la acompañaba. Luego de caminar se detuvo frente a una puerta y la abrió. Al entrar se encontró con otra mujer más joven y de cabellos negros.

— ¿Qué piensa hacer con eso, Tsunade-sama?—preguntó la mujer pelinegra sentada frente al escritorio, refiriéndose al maletín que colocó sobre el mismo.

—Oí que en ciertas partes de la ciudad hay muy buenos casinos, Shizune—habló la mujer de nombre Tsunade, quitándole el seguro al maletín—Así que mueve tu trasero que nos vamos—añadió abriendo por completo.

— ¡Pero, Tsunade-sama!—gritó Shizune al ver la gran cantidad de dinero que había—Ha venido para usted una carta muy importante, no es convenible que gaste todo ese dinero—le explicó tratando de hacerla entrar en razón.

—No tengo tiempo de leer cartas ahora—contestó Tsunade con fastidio, cerrándolo—Así que vamos —sentenció saliendo de allí seguida por una asustada Shizune.

******

Volvemos con Naruto y Jiraiya.

—Te decepcionarías si te digo que tiene mi misma edad—contestó Jiraiya divertido y cruzándose de brazos.

—Ah… pues ya lo estoy—bufó desanimado y bajando sus brazos rápidamente.

—Ahora que lo mencionas, tengo una misión importante para ti—dijo le viejo con una sonrisa maliciosa.

— ¿Qué pasa ahora?—preguntó Naruto mirándolo con sospecha.

—Resulta que mi vieja amiga…—habló divertido en esta frase—… ha sido solicitada como la directora que estará en la secundaria a la que irás.

— ¿Y qué con eso?

—Bueno… ella es bastante testaruda y no ha contestado a ninguna de las peticiones que le enviaron—contestó poniéndose serio y sentándose en la cama de brazos cruzados—Nuestra misión será buscarla y avisarle nosotros mismos.

— ¿Acaso está loco?—cuestionó Naruto indignado—No perderé mi tiempo buscando a una vieja para que sea la directora—se rehusó a aceptar la idea.

—Vamos muchacho, no lo tomes a mal—trató de animarlo—Mira de esta manera: será como una pequeña gira por la ciudad, tú y los demás chicos presentarán su banda en los lugares que Tsunade frecuenta—dicho esto, Jiraiya se sorprendió al no ver a su ahijado, el cual había desaparecido— ¿Naruto?

—Ya está, no se habla más dattebayo—dijo Naruto apareciendo frente a Jiraiya, cargando en su espalda una gran mochila de excursión— ¡Vamos a buscar a esa tal Tsunade!—gritó decidido y con su puño en alto.

—Bien, bien, me gusta tu entusiasmo muchacho, ahora vete que debo cambiarme—dijo el viejo peliblanco empujando al chico fuera de su habitación.

— ¡Si! ¡Esto va a estar súper!—exclamó entusiasmado, imaginándose lo divertido que sería tocar con su banda.

Así que no lo pensó dos veces y decidió ir personalmente a avisarles a los demás integrantes sobre esta gran noticia.

Cuando estaba a punto de salir de la casa, su madre lo detiene.

— ¿A dónde crees que vas tan aprisa?—preguntó Kushina de brazos cruzados.

—Yo pues… ah… ¡Ero-senin te lo explicará, adiós!—se excusó siguiendo con su camino.

—Ah… qué estarán tramando estos dos.

El joven Uzumaki corría por las calles de la ciudad a toda velocidad, rumbo a la casa de su amigo Uchiha. Su entusiasmo era de tal manera, que quería comunicárselo a todos sus amigos para poder comenzar con el viaje lo antes posible. Qué importa si tiene que buscar a esa tal Tsunade, de la cual no sabe nada al respecto, sin lugar a dudas Jiraiya se encargaría de buscarla y encontrar información, mientras los chicos disfrutarían de exponer su muy reciente música.

Al llegar a la casa de Sasuke, Naruto se detuvo por un momento para recuperar energías, luego de haber recorrido largo trayecto.

— ¡Sasuke, vamos ábreme! ¡Sal de ahí!—lo llamaba el joven rubio, golpeando fuertemente la puerta principal.

Después de insistir por unos minutos, la puerta se abrió, apareciendo Itachi frente a él de brazos cruzados y una mirada seria.

—Itachi… —susurró Naruto, intimidado por aquella mirada, bajando lentamente la mano con la que golpeaba la puerta.

— ¿Por qué tanta euforia, Naruto?—interrogó Itachi, interponiéndose en el camino del ojiazul.

— Eh… ¿Sasuke está en casa?—preguntó con sumisión.

—En su habitación, pasa—indicó dejándole el camino libre.

—Gracias—dicho esto se encaminó rápidamente hacia la habitación de Sasuke, antes de que Itachi se enojara o algo por el estilo.