"Amores de Secundaria" Sasusaku Naruhina Shikatema Nejiten y Saiino

"Amores de Secundaria" Sasusaku Naruhina Shikatema Nejiten y Saiino


Hola a todos nuevamente.
Ya sé que aún no termino
el otro fic, pero espero que este
también les guste ^^

Capitulo 1: Reencuentro.


—Bien, Sasuke, te inscribiremos en la misma secundaria que tu hermano, Itachi—informó su padre, Fugaku conduciendo un lujoso auto negro—Esperamos que seas el mejor… como él.

—Hmp—pronunció molesto Sasuke observando la ciudad desde la ventanilla del auto, a él siempre le molestó que lo compararan con su hermano.

—Sasuke…—la llamó su madre Mikoto, volteándose para ver a su hijo, ya que se encontraba en el asiento de adelante—… da lo mejor de ti ¿si?—aconsejó regalándole una sonrisa.

—Si… claro.

La familia Uchiha, compuesta por cuatro miembros se dirigen a inscribir a su hijo menor, llamado Sasuke, un chico de 16, cabello negro azabache al igual que sus profundos ojos negros. Ya que a su hermano mayor, Itachi de 18 años le falta solo un año para pasar a la universidad.

******

La famosa ciudad de Konoha, donde los más importantes establecimientos son los más codiciosos del país de Japón. Los mejores diseñadores de moda se encuentran en esta ciudad, los lugares de turismo, la gastronomía, los locales de arte del mundo están también aquí.

Y qué ciudad sería la más importante sin un establecimiento de educación, pues aquí no será la excepción. En esta ciudad se encuentra la secundaria más famosa del país, donde asistieron, en su momento, los mejores médicos, ingenieros de todo tipo, presidentes de empresas multinacionales, los mejores artistas, mejores abogados y mucho más. La secundaria… “Konoha no Hi”

Gracias a la capacidad de la secundaria “Konoha no Hi ” ahora se encuentran muchas personas con títulos importantes, como por ejemplo: El presidente Minato Namikaze y la primera dama Kushina Uzumaki del país; el Departamento de Justicia que manejan la empresa policial más eficiente del país, dirigido por Fugaku y Mikoto Uchiha; la empresa multinacional que es dirigida por la intachable familia Hyuuga; la importante familia Haruno que llevan dos generaciones de médicos, que a su vez están en conformación con la familia dueña de varias hectáreas de bosques, que es dirigido por Shikaku y Yoshino Nara.


******

Ahora en otro lugar de la ciudad, más específicamente en las calles de la misma, nos encontramos con una chica de 16 años de edad, con una larga cabellera rosa y ojos de color verdes, acompañada por su mejor amiga, una chica de su misma edad pero de larga cabellera rubia y de ojos celestes. Ambas amigas desde la infancia, pero como todas las amigas, siempre tienen sus diferencias que las caracterizan.

— ¿Ansiosa por comenzar las clases, frentona?—preguntó la chica de cabellera rubia, deteniéndose frente a una hermosa y colorida tienda de flores.

—Más que ansiosa, estoy un poco nerviosa… puerca—contestó poniendo énfasis en la última palabra, deteniéndose también junto a su amiga—Nos vemos, Ino—se despidió la chica pelirosa.

—De acuerdo, Sakura… adiós—se despidió Ino entrando a la tienda.

Y así, Sakura siguió con su paso hacía su casa. Ella es la única hija de la familia Haruno. Cuando se gradúe será la que seguirá con el título de médico como sus padres.

Y la chica rubia, Ino, es la única hija también, pero de la familia Yamanaka, que es dueña de una florería y que también ejercen la profesión de psicólogos.

Sakura estaba muy cerca de llegar a su casa, pero antes tenía que cruzar la calle para poder llegar, así que muy pacientemente esperó a que la luz del semáforo cambie a verde. Pero mientras esperaba, en la otra calle un auto negro se detuvo para esperar también al cambio del semáforo. Y desde la ventanilla de aquel auto, un chico que ya mencionamos, miraba hacía fuera y en ese instante posa sus azabaches ojos sobre la chica de ojos verdes, quedando hipnotizado al ver tal belleza.

— ¿Quién será ella?—pensaba el chico sin sacar su mirada sobre ella—…me parece conocida—él trataba de recordar ese rostro, pero un golpe en su cabeza provocó que volviera la normalidad.

—Oye ¿qué tanto observas, ototo?—le preguntó su hermano mayor, Itachi, luego de haberle dado el golpe.

—Hmp ¿por qué me golpeas, idiota?—contestó Sasuke molesto por las actitudes de su hermano.

—Ey tranquilo… con esa actitud es imposible que consigas novia—se burlo Itachi juntando dos de sus dedos y golpeando en la frente de Sasuke con ellos.

—Ya piérdete—dijo el menor de los Uchiha arrebatando la mano de su hermano, entonces se acordó de aquella chica y al voltear hacía la ventana ya era tarde, ella ya sa había ido.

Luego de eso, la familia ya había llegado a la secundaria para inscribir al menor de la familia. Sus padres se dirigieron específicamente a la oficina de inscripciones y dejaron a Itachi para que le mostrara a Sasuke el establecimiento.

—No es necesario que vengas, puedo hacerlo solo, oniisan—le dijo Sasuke secamente a su hermano mayor.

—Yo ni siquiera iba a hacerlo…ototo—contestó Itachi cerrando sus ojos—… supongo que ya eres grande para hacerlo solo—pero cuando abrió los ojos, Sasuke ya no estaba—Hmp… pequeño ingrato.

Entonces Sasuke se encaminó a conocer lo que sería su nuevo hogar durante los próximos nueve meses. Si, nueve meses que serían insoportables junto a su hermano y sus fenómenos amigos según el joven pelinegro. Pero por suerte no le tocaría en la misma clase ni en los mismos horarios ya que Itachi está en mayor nivel.

—Ah…—suspiró Sasuke resignado—… supongo que no hay nada que pueda hacer.

— ¡Teme!—se escuchó una peculiar voz provenir de atrás del joven Uchiha— ¡Espérame, teme!

—Hmp—pronunció el pelinegro volteándose para ver al dueño de dicha voz.

—Tanto tiempo, teme ¿cómo has estado?—preguntó efusivamente un muchacho de la misma edad de Sasuke, pero con cabellera rubia y ojos celestes, acompañado por un chico de su misma edad, de ojos negros y cabellos del mismo color atado en una coleta.

—Supongo que bien—respondió sin inmutarse—Nara—saludó.

—Uchiha—respondió al saludo el chico con expresión aburrida en su rostro—Veo que estaremos todos aquí… qué problemático—se quejó colocando sus manos en su bolsillo.

—Se podría decir que extrañaba esa expresión—intervino burlonamente un chico de 17 edad de cabellera negra y de piel pálida.

—Genial, ya estamos todos—dijo sarcásticamente Sasuke.

—No, aún faltan Neji, Lee, Kiba, Shino y Chouji—agregó el joven rubio.

—Bueno, por lo menos Neji viene ahí—anunció el joven Nara señalando al recién nombrado que se acercaba a ellos.

—Hola—saludo fríamente Neji, un chico de 17 años larga cabellera castaña y ojos perlados.

—Ey, hola.

—Hmp, hola.

—Tsk… hola.

—Hola.

— ¡Oigan chicos, miren!—gritó efusivo el chico Uzumaki señalando un gran letrero en una pared del pasillo—Va a ver un baile de bienvenida para los nuevos estudiantes—agregó entusiasmado.

— ¿Un baile…? Qué problemático—se quejó el chico Nara.

—Vamos, Shikamaru, será divertido… veremos chicas lindas—dijo Naruto con una sonrisa maliciosa.

—Hmp es una perdida de tiempo—comentó Sasuke sin interés.

—Oye teme ¿sabes qué?—preguntó el chico rubio acercándose al pelinegro.

— ¿Qué?

—Estoy comenzando a dudar de ti—respondió con sorna, provocando risas en los demás.

—Cállate usuratonkachi—dijo molesto dándole un golpe en la cabeza a su amigo.

—Hmp no importa lo que ustedes digan… yo iré de todos modos—agregó indignado sobándose su cabeza.

—Esa es la actitud, Naruto… tal vez yo vaya también—intervino Sai.

—Bueno chicos, debo ir a inscribirme… adiós—se despidió Neji alejándose de ellos.

—Tsk… mis problemáticos padres deben estar buscándome así que nos vemos el día de clases—se despidió también Shikamaru yéndose a buscar a sus “problemáticos” padres.

—Voy contigo—agregó Sai yéndose también.

—Oye Sasuke vamos con nuestros padres a ver si ya nos registraron—sugirió Naruto.

—Hmp si no hay de otra—respondió siguiendo al rubio.


Y este es el grupo de chicos que habrá esta temporada. El chico rubio es Naruto, es uno de los hijo de la familia presidencial, el sueña que algún día será tan respetado y admirado como su padre. El chico de cabellera castaña atada en una coleta es Shikamaru, único hijo de la familia Nara. El chico de cabellera negra y tez pálida es Sai, hijo de unos famosos artistas del país. Y por último el chico de larga cabellera castaña Neji, hijo de uno de los empresarios de la familia Hyuuga.

Bueno hasta aquí les dejo.
Espero que haya sido de su agrado.
Nos vemos en el próximo capitulo.

 

Re: "Amores de Secundaria" Sasusaku Naruhina Shikatema Nejiten y Saiino


Hola a todos. Muchas gracias por sus comentarios. Me
alegra mucho que les haya gustado ^^ trataré de no cometer
ningún error y darles una buena historia ya que ustedes se la merecen ^^

Antes de que continuen leyendo, quiero advertirles que he inventado un hermano para Naruto. Espero que les guste.

Capítulo 2: Reencuentros no esperados

Ahora nos dirigimos hacía la inscripción donde los padres de Naruto y los de Sasuke se encontraban charlando luego de mucho tiempo sin verse.

—Vaya Fugaku, tanto tiempo ¿cómo va ese trabajo?—preguntó el presidente a su antiguo compañero.

—Hmp pues va muy duro, pero muy pronto Itachi se nos unirá—respondió Fugaku orgulloso de su hijo mayor.

—Es increíble, esos dos solo hablan de trabajo—dijo Mikoto observando aquellos hombres.

—Tienes toda la razón—concordó Kushina de brazos cruzados, luego fijo su mirada hacía donde se venían acercando el joven rubio y el joven pelinegro—Naruto, veo que ya encontraste a Sasuke-kun, ya es todo un hombrecito—dijo con una sonrisa en sus labios.

— ¡Mamá!—protestó el joven Uzumaki.

—Hmp… gracias por el cumplido—contestó el joven Uchiha por lo bajo y desviando la mirada.

—Recuerdo cuando eran unos niños… eran tan adorables—añadió la señora Uchiha nostálgica.

— ¡Ah mejor vámonos, teme!—dijo avergonzado Naruto jalando a Sasuke lejos de sus, según él, melancólicas madres.

Cada vez que las madres de cada uno se juntaban comenzaban a contar las travesuras de sus hijos cuando eran niños. Dejándolos avergonzados.

Al alejarse de ellas. Los chicos se dirigieron a salir de la secundaria para dar una vuelta por ahí. Pero para sorpresa de Sasuke, en la entrada se encontraba la chica que había visto en la calle.

— ¡Sakura-chan!—gritó Naruto, para llamar la atención de la chica

— ¿Sakura…?—pensaba el joven pelinegro tratando de recordar a la chica—... ¡Sakura!—recordó, ella era la chica que en primaria siempre estaba detrás de él repitiendo “Sasuke-kun, Sasuke-kun” pero definitivamente ahora se ve diferente… ha cambiado mucho desde que la conoció.

— ¿Naruto?—se preguntó la chica volteando a ver a su viejo amigo.

— ¿Cómo estás, Sakura-chan?—saludó el joven rubio acercándose a la recién nombrada, junto con el pelinegro.

—Vaya si que ha pasado tiempo, Naruto—respondió al saludo Sakura.

—Si es cierto…—contestó el chico rascándose la nuca—…es que estuve de viaje ya sabes como es eso jeje…—agregó con una sonrisa nerviosa.

—Hola, Sasuke—saludó Sakura mirando con indiferencia al joven Uchiha.

—Hmp… igual—respondió con su misma actitud.

—Oye Sakura-chan, ¿irás al baile?—preguntó con curiosidad Naruto.

—No lo he pensado aún… tal vez si—respondió la joven pelirosa—Bueno Naruto, me alegra haberte visto… adiós—se despidió alejándose de ellos.

—Vaya… si que ha cambiado bastante—reflexionaba el muchacho pelinegro observando como la chica se alejaba de él.

-Oye, teme.

—La verdad… podría decir que es otra persona… completamente diferente.

—Teme ¿me escuchas?

—Ya casi extraño ese… “Sasuke-kun”

— ¿Oye qué pasa contigo?—preguntó arto de no recibir respuesta dándole un golpe en la cabeza a su amigo.

— ¡Dobe! ¿Qué bicho te pico? ¿Por qué me golpeas?-cuestionó fastidiado por tantos golpes— ¿Qué es esto? ¿El día de golpear a Sasuke?

—Mira a quiénes tenemos aquí…—se escuchó la voz de un muchacho de larga cabellera rubia y de ojos celestes acercándose a los chicos seguido por otro.

—Ay no—lamentó Naruto de espaldas a los muchachos—Creí que seguirías en Suna… niisan—agregó volteándose lentamente.

— ¿Acaso no te alegras de ver a tu hermano mayor… ototo?—preguntó maliciosamente mientras con su mano hacía mover los loco cabellos dorados de su hermano—Mira al pequeño Sasuke—agregó fijando su mirada al joven Uchiha.

—Hmp que ni se te ocurra tocarme, Deidara—amenazó Sasuke mirando al recién nombrado.

—Pero qué temperamento… así es imposible que consigas novia—se burló Deidara.

—Se lo he dicho tantas veces…—intervino Itachi.

—Ya piérdanse par de fenómenos—ordenó molesto el joven Uzumaki.

—Deidara—habló el señor Uzumaki acercándose a ellos, seguido por su esposa y por Fugaku y Mikoto— ¿Ya estás molestando a Naruto…?

—No papá cómo crees—fingió Deidara—Solo lo estaba saludando después de tanto tiempo—agregó abrazando a su hermano.

—Pues entonces vámonos—ordenó Minato—Nos vemos en otra ocasión, Fugaku, Mikoto—se despidió yéndose junto con el resto de su familia.

—Claro…—contestó Fugaku—Nosotros nos vamos también—ordenó seriamente.

Y así la familia Uchiha se dirigió a su casa. En el camino, Sasuke no dejaba de pensar en la chica pelirosa que, antes, creía que era un molestia que no paraba de perseguirlo. Ahora que ya no lo molestaba ¿cuál era el problema? Podía estar tranquilo sin que nadie lo molestara, ese era su objetivo. Y ahora podría disfrutar de ello.

Al llegar a su casa, Sasuke se dirige directamente a su habitación. Una habitación bastante acogedora, no es muy grande pero tampoco muy pequeña, es como él diría “Mi refugio contra Itachi”. Los colores que predominan son el azul, negro y blanco. Distribuidos en las paredes y las sábanas de su cama. Y qué cuarto sería el ideal sin una computadora.

Ya cansado por el largo día decide acostarse a dormir. Cuando estaba a punto de conciliar el sueño, unos ruidos provocan que se despierte molesto. Fastidiado por tanto alboroto baja las escaleras hacía el living, encontrándose allí a su hermano mayor con sus fenómenos amigos.

—Jajaja es tan divertido hacerle bromas a Tobi jaja—dijo a las carcajadas el hermano mayor de Naruto, sentado en un sillón y con el control remoto en la mano, cambiando los 130 canales de la televisión Uchiha.

—Hmp oigan ¿no han tenido noticias de Pein?—preguntó Itachi sentado junto a Deidara.

—La verdad que no… desde que está de novio ha dejado de lado al grupo—respondió un muchacho pelirrojo sin prestarle mucha importancia.

Al observar esto, Sasuke se molesta aún más porque sabe que su hermano invita a sus amigos cuando sus padres no están. Sin más remedió sube nuevamente hacía su habitación, dándose cuenta que le llegó un mensaje a su celular.

Oye teme mi estúpido hermano debe estar ahí ¿verdad?
Pues entonces ven para mi casa que están los chicos.
Claro, siempre y cuando no prefieras estar ahí con los fenómenos.

—Hmp por primera vez te doy la razón… dobe.

Entonces el menor de los Uchiha baja nuevamente las escaleras para salir. Al pasar por el living, cruza sin decir ni una palabra, esperando que su hermano no lo notara, pero claro… si lo notó.

— ¿A dónde crees que vas, ototo?—lo interroga Itachi volteándose para verlo.

—Hmp a cualquier lugar lejos de ti… niisan—respondió cortante el joven Uchiha.

—Lo que digas, pero te quiero aquí antes de las 6 ¿me oíste?—pero ya era tarde, Sasuke se había ido—Hmp odio cuando hace eso… pequeño ingrato.

Bueno hasta aquí les dejo.
Espero que el nuevo miembro de la familia Uzumaki les haya agradado.

 

Re: "Amores de Secundaria" Sasusaku Naruhina Shikatema Nejiten y Saiino


Capitulo 3: Reencuentros no esperados (Parte 2)


—Lo que digas, pero te quiero aquí antes de las 6 ¿me oíste?—pero ya era tarde, Sasuke se había ido—Hmp odio cuando hace eso… pequeño ingrato.

—Oye Itachi, estás perdiendo autoridad con el pequeño—advirtió el muchacho pelirrojo, mientras le arrebata el control remoto a Deidara.

—Hmp claro que no, Sasori—se rió convencido Itachi—Él siempre ha sido así—añadió.

—Si tú lo dices—finalizó Sasori sin prestarle mucha importancia.

—Hmp a comparación con Naruto están iguales—intervino Deidara.

—Pues el chico tiene razón, pensar que casi acepte convivir contigo—comentó el muchacho pelirrojo—Suerte que conseguí un apartamento hasta que comiencen las clases—añadió aliviado, mientras que sintonizaba un programa de marionetas.

—Hmp di lo que quieras, tú te pierdes de la diversión sin mí—advirtió el muchacho rubio con una sonrisa victoriosa.

—Si molestar a los demás es diversión para ti… no cuentes conmigo—sentenció Sasori tranquilamente.

El muchacho pelirrojo llamado Sasori, tiene la misma edad que sus amigos. Vive en Suna junto a su abuela que es la embajadora de allí, pero viene a estudiar aquí. Él a comparación con los demás tiene una actitud más tranquila y sin preocupaciones. Siempre regaña a Deidara cuando hace alguna estupidez y es el que pone orden junto con Itachi.

****

Nos encontramos en las calles de la ciudad de Konoha, donde Sasuke se dirige a la casa de su amigo. No es que esté entusiasmado por ir, con tal de alejarse de su hermano todo valdría.

Tampoco es la idea de que odia a su hermano, no es un odio de sed de sangre. Todo lo contrario. Sasuke quiere a su hermano… créanme, a su manera, pero lo quiere. Lo que realmente odia es que como es el mayor, el más experimentado, el más inteligente y todos los adjetivos que su padre pueda describir, quieren que Sasuke sea su sucesor, el que por obligación tiene que seguir sus pasos. Él quiere destacarse a su manera, su propio camino… lejos de la frase “Eres perfecto… como Itachi”.

Itachi… al ser el mayor, sabe perfectamente por lo que su pequeño hermano está pasando. Así que para presionarlo a que se destaque por su propio camino, debe hacerle creer que se siente superior a él, para que no se rinda y para demostrárselo a su padre. Pero algo es cierto… no niega que se divierte al molestarlo.

Cuando llegó a la casa de su amigo, se detuvo en la gran entrada a la mansión del actual presidente de Japón. Allí se encontraban dos enormes sujetos vestidos de trajes negros, gafas del mismo color y con un auricular en sus orejas, ambos custodiando la entrada, porque por supuesto, no cualquiera pude entrar.

—Vengo a ver al dobe—dijo Sasuke secamente con sus manos en los bolsillos.

— ¿Disculpa?—preguntó confundido uno de los sujetos.

—Descuida Yukomaru, es un amigo déjalo pasar— se escuchó la voz de Naruto salir por una radio que Yukomaru tenía en el bolsillo.

—Claro Naruto-san…—aceptó Yukomaru por la radio—… puede pasar—agregó mientras las dos grandes rejas se abrían dejando pasar a Sasuke.

Sasuke atraviesa la gran entrada de la mansión presidencial, una muy grande por cierto, con un camino de tierra, mientras que en los costados había un hermoso jardín con bellas flores y árboles muy bien podados. También había pequeñas estatuas y frente a la mansión había una fuente de agua. Antes de que Sasuke llegara a tocar la puerta, un enorme perro de color marrón sale a toda velocidad a recibir al recién llegado.

— ¡Chairomaru, suéltame, suéltame!—dijo molestó el joven pelinegro tratando de safarse del eufórico animal que no paraba de lamerlo y ladrar.

— ¡Chairomaru suelta al teme!— lo llamaba el joven rubio inclinándose y dando pequeños golpes a sus piernas para llamar la atención de su mascota—Ven aquí amigo…—agregó viendo como su perro se acercaba a él.

—La próxima vez, átalo ¿quieres?—aconsejó fastidiado Sasuke, ya que gracias a la cálida bienvenida había quedado cubierto de saliva y de rasguñazos.

—Jeje gomen—se disculpó Naruto con una risita nerviosa y sobándose la nuca—Vamos, pasa.

Y así los dos chicos se dirigieron a donde se encontraban los demás. Pero antes de llegar a la habitación de Naruto, su padre lo detiene.

—Naruto, yo y tu madre debemos irnos a una reunión muy importante con el departamento de justicia, así que puedes quedarte con tus amigos, pero nada de disturbios ¿me entendiste hijo?—preguntó Minato para estar seguro.

—Claro papá, yo siempre hago las cosas bien…—respondió con una gran sonrisa—… ¿verdad, teme?

—Descuide, Minato-sama, yo lo cuidaré—contestó Sasuke con sorna.

—Gracias Sasuke, cuento contigo—finalizó el señor Uzumaki saliendo de la mansión.

— ¿Qué quisiste decir con eso dattebayo?—cuestionó confundido.

—Nada dobe… nada

Y entonces nuestros jóvenes continuaron su camino hacía la habitación del chico rubio. En el camino, cabe mencionar un largo camino, Naruto le contaba a su amigo las grandes aventuras que vivió durante las vacaciones, ya que su padre tuvo que hacer unos cuantos viajes por el mundo por causa de cosas “aburridas” según el chico. Y claro, mientras su padre y su madre arreglaban asuntos bilaterales, el joven se tomaba el tiempo como turista con su inseparable padrino “ero-senin” como le gusta llamarlo.

Luego de unos minutos, por fin pudieron llegar a la habitación, encontrándose en ella a sus amigos. Shikamaru acostado casi dormido en la cama del chico, Sai sentado muy cómodamente en un sillón leyendo una revista llamada “Artes del mundo Occidental”, Neji sentado junto a Sai, pero con su atención dirigida a la televisión plasma de 31 pulgadas, viendo un programa llamado “Artes Marciales con Yoriko Furutawa” y por último un chico con dos extrañas marcas en sus mejillas, llamado Kiba Inuzuka, viendo un programa por Internet “El encantador de perros, por Cesar Millán”.

— ¿Por qué tardaron tanto?—preguntó Sai, sin quitar la vista de su entretenida revista.

—Ah… es que tuvimos un pequeño percance con Chairomaru—se excuso Naruto avergonzado.

—Naruto… viendo este programa te ayudará a cómo entrenar a Chairomaru—aconsejó Kiba señalando el programa que él mismo está viendo—A mí me ayudo con Akamaru ¿verdad amigo?—dijo hablándole a su perro que estaba acostado en sus pies, recibiendo un ladrido de su parte.

—Hmp gracias por el consejo, aunque hubiera servido unos 10 minutos antes—intervino Sasuke sarcásticamente.

—Oigan ¿por qué no hacemos algo divertido?—propuso el chico Uzumaki—Muy pronto comenzarán las clases y si no aprovechamos ya no podremos hacer nada dattebayo.

—El baka tiene razón—concordó el chico Inuzuka.

—Gracias por el apoyo, Kiba—agradeció irónicamente.

—Hmp oí que en el nuevo centro comercial abrieron un local de karate, podríamos ir ahí—sugirió tranquilamente Neji mientras apagaba la televisión.

—No, quiero ir a un lugar para divertirnos, no para recibir golpes—protestó el rubio.

— ¿Qué ocurre? ¿Tienes miedo que te gane?—preguntó autoritariamente el pelinegro Uchiha.

— ¿Yo, miedo a ti? ¡Ja! Podría ganarte con los ojos cerrados—amenazó con un aura de superioridad y con su puño en alto—Tú ganas Neji, iremos allí—añadió señalando al castaño—Pero primero… despierten a Shikamaru—finalizó cubriéndose su rostro con la mano, en señal de vergüenza.

—Oye, Shikamaru despierta—lo llamaba Neji, pero sin recibir respuesta alguna.

—Vamos Vago, no tenemos todo el día—intervino Sasuke.

— ¡Terremoto!—gritó Naruto fingiendo desesperación mientras que con la ayuda de Sai y Kiba movían la cama.

— ¿Qué…? ¡Terremoto, todos debajo de las mesas…!—exclamó Shikamaru levantándose de golpe y colocándose debajo del escritorio de Naruto.

—Jaja no es verdad, fue una broma jaja—se reía locamente el chico Uzumaki.

—Jaja qué gracioso… algún día sucederá de verdad y no les voy a creer—dijo fastidiado el chico Nara saliendo de debajo del escritorio—…panda de problemáticos—añadió por lo bajo.

******

Ahora nos dirigimos al aeropuerto de Konoha, donde cuatro jóvenes chicas estaban esperando en la zona de encuentro a una chica que venía a estudiar desde otra ciudad llamada Suna a la secundaria de Konoha. Ino y Sakura junto a dos chicas más llamadas Hinata, ella es hija de uno de los dueños de la empresa Hyuuga y Tenten, hija de dueños de un negocio de exportadores de armas. Todas ellas estaban esperando a que apareciera la joven de Suna, luego de mucho tiempo sin verse.

—Chicas ¿pueden ver a Temari por algún lado?—preguntó Sakura, buscándola con la mirada por una puerta donde las personas que bajaban del avión tienen que cruzar para entrar al aeropuerto.

—No, no logro verla, hay mucha gente—respondió Tenten frustrada.

—Hola chicas—saludo repentinamente la joven que andaban buscando— ¿Acaso se les perdió algo?—preguntó burlonamente detrás de ellas.

— ¡Temari!—exclamaron las chicas asustadas por el repentino encuentro.

— ¿Por dónde saliste?—cuestionó Ino asombrada.

—Por la puerta—contestó sarcásticamente la joven rubia de cuatro coletas.

—Jaja sigues siendo la misma sarcástica de siempre ¿eh?—comentó la chica rubia de una coleta de brazos cruzados.

—No, cómo crees Ino—negó moviendo su dedo índice la recién llegada.

—Hmp otro sarcasmo—pensó la joven Yamanaka.

— ¿Cómo estuvo tu viaje, Temari-chan?—intervino Hinata, tratando de cortar la tensión entre las rubias.

—Muy aburrido y largo—respondió Temari cerrando sus ojos en señal de fastidio—Pero la espera valió la pena… supongo—añadió abriéndolos y esbozando una sonrisa.

— ¿Y tus hermanos?—preguntó Tenten.

—Hmp tienen que arreglar algunas cosas en Suna—contestó contenta de estar libre de los celosos de sus hermanitos—Pero vendrán cuando comiencen las clases—agregó desanimada.

Temari, una chica de 17 años de edad, de cabellera rubia sostenida en cuatro coletas y de ojos verdes. Su carácter es muy fuerte a comparación con las demás, no se deja pisotear por nadie, ni siquiera por un chico, porque no sólo es una cara bonita, si la hacen enojar puede ser muy problemática según un chico con experiencia propia.

Ella vive en la ciudad llamada Suna con su padre, el gobernador y con sus dos hermanos, uno de ellos tiene 16 años de edad, pelirrojo y de ojos celestes muy claros llamado Gaara, mientras que su otro hermano de 18 años de edad, cabellera castaña y ojos negros llamado Kankuro. Son un dolor de cabeza para la joven rubia, más precisamente Kankuro que al ser el mayor cree que tiene más libertad y es muy sobre protector cuando se trata de los chicos que están detrás de su querida hermana, pero para suerte de ella está Gaara que aunque es el menor, siempre ha sido la marca de autoridad entre ellos.

—Oigan chicas ¿por qué no mejor vamos a celebrar nuestro reencuentro?—sugirió la joven Haruno animada.

—Seguro, pero primero tienes que guardar tu equipaje ¿no crees, Temari?—aconsejó Ino—Además tenemos un baile este sábado, tenemos que lucir bellas—añadió con estrellitas en los ojos.

—Concuerdo contigo, Ino—apoyó Temari—Creo que por fin podré verlo de nuevo—agregó maliciosamente.

— ¿Ver a quién?—preguntó curiosa Hinata.

— ¿Qué…?—cuestionó dándose cuenta de que había hablado en voz alta— Ah, no nada jeje—fingió desentender con una risita nerviosa.

Entonces luego de la bienvenida de la chica de Suna, ellas decidieron acompañar a la recién llegada a su apartamento donde se alojaría mientras las clases aún no comienzan. Las chicas se tomaron un taxi para llegar lo más rápido posible, ya que tendrían una tarde muy agitada por los preparativos del tan esperado baile.

Mientras viajaban, en la cabeza de nuestra chica pelirosa, ella no se encontraba muy bien respecto a cierto chico Uchiha, la sencilla razón es que no podía creer que estuvieran en la misma secundaria y para empeorar todo habría la posibilidad de que fuera al baile o pero aún que le tocara en su misma clase.

Después de tanto tiempo sin verlo desde la primaria, ella pensó que ya lo había olvidado y que por fin podría llevar una vida normal sin tener al “Arrogante del Uchiha” junto a ella que cabe mencionar la volvía loca.

Pero ya no sería como antes, ya aprendió la lección y no caería a los pies de ninguna cara bonita. Ahora es momento de demostrarle quién es y darle a entender que ya no es la pequeña niña que solía ser y que ya no se dejaría humillar por nadie, ni por el “Gran Sasuke Uchiha”.

—Sakura ¿estás bien?—preguntó un poco preocupada Ino al ver a su amiga con expresión triste.

— ¿Eh…? No te preocupes Ino, estoy bien—respondió Sakura regalándole una sonrisa.

—Miren chicas, ya llegamos—anunció Temari.

Y tal como habían acordado acompañaron a Temari hacía su apartamento. Luego de que la recién llegada acomodara sus cosas, ya estaba lista para ir al centro comercial para alistarse para ir al baile. No es que le fascinen los bailes, el caso es que tal vez un chico problemático esté ahí y para dar una buena impresión debería estar bien arreglada… aunque esas cosas no le agradan mucho.

Mientras tanto en la autopista de las calles de Konoha:

—Oye, Naruto…—lo llamó Shikamaru sentado en el asiento de atrás del “supuesto” auto del recién nombrado, junto con Neji, Sai y Kiba—… ¿estás seguro que puedes conducir?—preguntó desconfiado.

—Claro que puedo, mi padre me enseño usarlo…—contestó Naruto tranquilamente—… confía en mí, soy un experto en esto—añadió volteándose a ver a su amigo y esbozando una enorme sonrisa.

— ¡Naruto, cuidado el árbol!—advirtió desesperado Sasuke señalando hacía el frente, ya que se encontraba sentado en el asiento del acompañante.

— ¡Ah!—gritó asustado el chico Uzumaki esquivando rápidamente aquel árbol.

— ¿No era que eres experto?—cuestionó Neji.

—Dije que era un experto… no un profesional—se defendió el chico.

— ¿Y cuál es la diferencia?—intervino Sai.

— ¡Ya cállense y déjenme conducir!

—Este loco nos va a matar—pensaba Kiba abrazando a su perro.

Luego de varios sustos por parte del chico Uzumaki, finalmente llegaron al centro comercial, uno nuevo y muy grande por cierto. Para todas las chicas era mágico, puesto que hay muchos locales de ropa, accesorios y zapatos… hasta restaurantes que sirven comida dietética y baja en grasas. Por parte de los chicos también era perfecto, ya que hay locales de ropa masculina, conjuntos deportivos, accesorios de cualquier deporte y varios gimnasios.