Long-fic Mi perro, mi amante(InuxKag)

Re: Mi perro, mi amante(InuxKag)

Ola aquí os traigo la continuación después de tanto tiempo, realmente me retrase un montón, os pido perdón, pero ya estoy de vuelta, lo siento jesireth pero no he podido hacer lo de los dos capítulos en uno, falta de tiempo ya que me voy unos 10 días, en estos días no podré colgar conti pero en cuanto vuelva subiré esos dos capítulos en uno que me pediste, ¡espero que os guste! Por cierto, este capítulo será vistos desde Inuyasha, no desde Kagome y repetiré el capitulo anterior pero desde Inuyasha.
Capitulo 7: ¿Qué sucede?
Entré en la habitación y vi que Kagome estaba ya dormida, me cambié de ropa a un pijama y me tendí a su lado, estuve dando varias vueltas en la cama hasta que conseguí dormirme. Una ráfaga de viento hizo que me despertase, me levanté para ir a cerrar la ventana, pero para mi sorpresa estaba cerrada. ¿Qué había sido aquello?

Volví a la cama para intentar dormir, pero no conseguí conciliar el sueño, miré aquel aparato al que le llamaba despertador, no supe interpretar aquellos signos que llamaban números ya que no me los había enseñado, pero supe que era temprano ya que ella no se levantaba hasta que marcaban el 7 y 12.

Me levanté con sigilo y me marché hasta el salón, encendí la televisión y presioné el botón de encendido del DVD tal y como me enseñó Kagome, salió una placa hacia fuera donde debía de colocar aquella cosa redonda, lo coloqué y le di a otro botón, se escuchó un ruido y empezaron a salir las mismas imágenes que ayer al comenzar, realmente me fascinaba aquel chisme.

Me tendí en el sofá para ver la película, realmente no se qué es lo que espera Kagome que me suceda al ver esas pelis, hay algo que me atrae de estas películas, pero realmente no sé que es. Seguí viendo las películas tranquilamente hasta que escuché sonar el despertador, seguido de la caída de este y nada más, continué con lo que estaba haciendo hasta que minutos más tarde vi como Kagome salía de la habitación en dirección al baño, la seguí con la mirada hasta que cerró la puerta, parece que no me vio.

Escuché como se abría el grifo, seguramente se estaría peinando, fijé mi vista en el televisor pero un sonido hizo captar mi atención, una especie de gruñido procedente de mi estomago, cosa que los humanos interpretan como que tienen hambre, ciertamente empezaba a tener algo de hambre.

Me levanté para ir a hacia la cocina y abrí el frigorífico, no había nada que me atrajese, olisquee la cocina hasta captar un olor familiar y que me gustaba bastante, abrí una pequeña puerta y allí lo encontré. Un paquete de patatas sabor a jamón.

Abrí el paquete y empecé a comer, Kagome salió del baño ya vestida, se quedó mirándome extraño.

-Inuyasha eso no es un desayuno, si quieres yo te preparo el desayuno.
-No gracias, será mejor que te des prisa o llegarás tarde.-Miró el reloj que había colgado en la pared para echar a correr en busca de su bolso y esa cosa tintineantes que usa para abrir la puerta de la casa.
-Kagome me gustaría dar una vuelta por… - Sentía la necesidad de salir.
-No Inuyasha, no puedes salir.
-Tendré cuidado.
-¡No! Me da igual el pretexto que pongas no salgas de aquí, ¿entendido?

Sin saber como, empecemos a pelear, yo solo quería ir a dar una pequeña vuelta, pero parece que Kagome no confía en mí. ¿Qué podría suceder por ir a dar una pequeñísima vuelta por la calle?

-¡Pues vale, sal si quieres pero no me aré responsable de lo que pase! Por mi… ¡Como si no vuelves!

Salió de la casa cerrando fuertemente haciendo que me retumbasen los oídos, pero no le prestaba mucha atención, estaba absorto en lo que aquellas palabras me hacían sentir. ¿Tristeza, dolor, pánico, temor?... Realmente no sabría decir cual es, solo que sé que ella lo ha sentido muchísimas veces, y yo a través de ella.

Di vueltas de un lado a otro en el salón inquieto, quería salir pero no quería hacer que Kagome se enfadase aún más, el sonido del timbre hizo que diese un pequeño salto del susto, corrí a la habitación para coger un pañuelo y taparme las orejas, como había dicho Kagome, nadie debe verlas.

Corrí hasta la puerta y miré por el pequeño circulo tal y como vi hacer a Kagome, para mi sorpresa vi a aquella chica tan simpática con la que hable en el balcón. Abrí la puerta y la miré de arriba abajo, llevaba un vestido blanco que me resultaba vagamente familiar, y no porque la hubiese visto otra vez con aquel vestido, sino porque lo vi llevándolo otra persona y no recuerdo quien.

-Ola Inuyasha.
-Ola.
-He pensado en pasarme para saludar, ¿estás ocupado?
-En absoluto.
-Entonces perfecto.

Entró sin más, cerré la puerta mientras veía como iba hasta el equipo de música y lo abría para colocar otro de esos circulo, coger otro mando y mirarme, una música muy relajante y suave empezó a sonar.

Poco a poco se acercó a mí, mirándome fijamente, esa mirada me ponía nervioso, pero a la vez me atraía de tal manera que no podía apartar la vista de ella. Una vez estuvo frente a mi colocó una mano sobre mi pecho y otra sobre mi hombro, retrocedí bruscamente, pero no conseguí mucho ya que choqué contra la puerta.

Sonrió como lo hacían algunas de las chicas en aquellas películas, sin poder reaccionar, se alzó un poco y posó sus labios sobre los míos, en un principio solo fue eso, pero luego pasó su lengua y me mordió el labio haciendo que abriese la boca, entonces introdujo su boca.

Si no recuerdo mal, esto era un beso, que tantas veces había visto besarse con aquel odioso hombre, pero… ¿Quiénes? No conseguí recordar nada, solo ese beso y una inmensa rabia ante aquel recuerdo sin saber porqué. Le agarré por la cintura y la atraje más hasta mí e hice lo mismo que ella, al poco tiempo nos apartemos con la respiración entrecortada.

-Besas genial Inu.
¿Inu, por qué me llamaba así? La única que me llamaba así es… ¿Quién era? ¿Por qué no consigo recordarlo? Me aparté bruscamente de ella, por su voz parecía confusa, pero yo no podía verla bien, veía todo borroso.
-¿Qué tal si salimos?- El aire fresco me sentaría bien, cambié el pañuelo por la gorra que estaba en la habitación, y volví junto a ella para salir.

Paseemos tranquilamente por la calle, hacía algo de viento, ella tuvo que tener frío ya que se abrazó fuertemente a mi brazo y tembló, y no me extrañaba, no llevaba nada que le cubriese los brazos, solo aquel vestido blanco que llegaba hasta debajo de estos.

Escuché una melodía y vi como sacaba de su cinturón rosa uno de esos chismes que usan para hablar, un teléfono móvil, su voz parecía molesta mientras hablaba, cerró el móvil y me miró.

-Me ha surgido un problema y he de irme.

Me dio otro beso y se marchó por donde habíamos venido, seguí caminando tranquilamente hasta llegar al parque, había mucha gente, más que de costumbre. Una fuerte ráfaga de viento hizo que me estremeciese e hizo volar mi gorra, pero no me di cuenta de ello hasta que vi como todos a mi alrededor me miraban sorprendidos, a partir de ahí todo sucedió muy rápido.

Las personas a mí alrededor sacaron cámaras y empezaron a hacerme fotos, cegándome momentáneamente a causa de la gran luz de las cámaras, oí como gente marcaban las teclas de sus móviles y otro que hablaban diciendo algo de la TV.

Minutos más tarde vi como un gran coche se acercó y de el bajo un hombre algo redondo y se acercó hasta a mi, no pude ver sus ojos ya que estaban ocultos bajo una de esas gafas. A paso decidido se acercó hasta a mí y me cogió de la mano.

-Ryu Mayare, de empresas Mayare, déjame decirte que eres increíble, y tu y tus orejas, te volverás una estrella.

No sabía a lo que se refería pero parecía muy entusiasmado, me limité a asentir con la cabeza y a mirar a mí alrededor.

-Serás grande muchacho, serás famoso en todo el mundo, tendrás una vida lujosa y feliz.

Colocó una mano en mi espalda y me empujó suavemente pare que avanzase en dirección hacia aquel vehículo.

-Inuyasha, no le creas- Aquellas palabras apenas eran audibles entre los murmullos de toda aquella multitud.- El está mintiendo Inuyasha, ¡no le hagas caso!

No sabia quien era la que me decía aquellas palabras, intente buscarla entre aquella multitud, cuando conseguí encontrarla me metieron de un empujón en el coche, aquella chica me resultaba muy familiar pero no pude recordar quien era.


Continuara….
Bueno aquí lo dejo, siento mucho que no sea más largo.