Secretos solo entre nosotros(shonen ai)

Re: Secretos solo entre nosotros(shonen ai)

Lamento el tiempo estaba falta de ideas y por ahora solo subo la mitad de este capitulo.

A ver si les gusta*verguenza*

Capitulo 5:MIEDO

Como explicarlo, sentía miedo, no era como lo que sentías al ver una película de terror con los sustos de shock o aquel miedo de crecer y quedarte solo, más bien un tipo de miedo que creo no muchas personas en su vida lo han sentido.

Me sentía acorralado y como si absolutamente todo mi futuro dependiera de alguna decisión que tomara en ese instante, ¿pero solo tengo 16 años? ¿Cómo saber que decisión tomar ahora?, entonces me di cuenta que lo de mi milagroso escape solo había sido suerte, si solo tenia suerte pero eso se acaba tarde o temprano.

Sentía que todo era injusto, era injusto que aquella mujer me hubiera delatado, estar involucrado con los yakuzas y que 2 años de toda mi vida prácticamente se fueran por el caño.

Sin darme cuanta de que estaba haciendo antes, Len me tomo del hombro sin decir una palabra y me jalo hacia afuera y una vez ahí cerró la puesta con llave.

Yo estaba realmente consternado, Len me estaba llevando a no se donde con una bolsa de papel de supermercado muy grande y que se veía llena.

El me jalaba del brazo, así que intente detenerlo, estar afuera me hacia sentir expuesto y yo forcejeaba para ir en contra sentido.

Len apretó su mano lastimando mi brazo, era obvio que sabia lo que iba a hacer y ni siquiera yo lo iba a evitar.

-No seas estúpido, si sigues así te voy a dejar solo- dijo Len bastante furioso.

No me sentía seguro de lo que el quería hacer, pero por lo menos pensaba en algo, así que solo me deje llevar y comencé a caminar al lado de Len.

Caminamos hacia un lugar que no se veía muy transitado, algo por cierto muy raro de ver en Tokio, y fue ahí precisamente donde notamos que un auto bastante ostentoso de color negro nos seguía de lejos, había varios transeúntes así que por obvias razones no nos atacarían de una manera imprudente, pero aun así yo sentía miedo e incluso logre ver que Len apretaba su puño.

Al llegar a estar cerca de un callejón entre una tienda electrónica y un restaurant, sin previo aviso me tomo del brazo y entro en el callejón corriendo, una vez salió de este se detuvo muy bruscamente pegándose en la pared y al parecer contaba algo.

Pude oír el sonido de las llantas de aquel auto, en ese momento Len volvió a entrar al callejón y abrió
con una llave que el tenia atada a la muñeca, entramos en una pequeña bodega del restaurant y allí
saco lo que llevaba aquella bolsa de papel.

Era una mochila en la que había dos cambios de ropa, nos la pusimos y entramos ya a lo que era el
restaurante. Allí un hombre algo viejo de aspecto chino atendía la caja.

-Xing voy a usar tu teléfono un momento- Dijo Len mientras ya lo marcaba.

-¿Ahora que hiciste…? Sabes que no quiero saberlo y has lo que sea rápido- dijo el hombre de cabellos
blancos mientras se volteaba buscando no involucrarse.

Mientras mi compañero hablaba por teléfono a algo que ignoraba, yo observaba el restaurant de
comida china, era algo pequeño y con pocas mesas aunque viejo no estaba para nada descuidado.

Me sentía algo incomodo estando allí, sobretodo por que aquel viejo me miraba e intentaba disimularlo
de una forma tan patética, supongo me miraba como a un gaijin.

Una vez Len término de hablar, salimos de ese lugar dirigiéndonos a una iglesia, creo que eran como
las 9:00 de la noche ya, yo sentía que todo esto había pasado tan rápido pero en serio habíamos
caminado bastante.

Me sentía bastante cansado y mis piernas casi no me respondían, así que al llegar a aquella iglesia me
senté en una de esas bancas intentando descansar ni siquiera me importaba ser Budista.

Len se sentó a mi lado y también se notaba bastante cansado.

-Len y ahora que hiciste- dijo el padre de aquella iglesia.

-Yo pues nada realmente- respondió despreocupado.

-Entonces ¿Por qué te siguen los yakuzas? Solo tienes 15 años y metiéndote en estos líos ¿no
aprendes de nada?-menciono aquel padre de aspecto bastante joven y amable.

-¿Maya te lo dijo verdad? De hecho mañana voy a verla, así que por ahora necesito dormir en los
cuartos de aquí- hablo como pidiendo un favor.

-Puedes quedarte pero recuerda que mañana es domingo y te tienes que quedar a la misa semanal-
respondió casi como una orden.

Yo me sentía tan casado que las palabras de ellos de ellos dos me parecían tan lejanas y bajas, lo que
llegaba a escuchar lo repasa por mi mente de una forma muy lenta así que tarde en darme cuenta
que…

¡¡¡¡¿LEN TIENE 15 AÑOS?!!!

Continuara.....

Mañana traigo la otra parte aunque algo que tengo que decir es que me costo mucho lo de la persecucion y si les soy sincera este capitulo lo acabo de hacer ya que podria decirse los hago salteados(si un poco raro).

No se como quedo eso se los dejo a ustedes y solo les dire que la historia pronto se pondra buean;)

Sobre el retraso pues como dije estaba corta de ideas para precisamente este y pues no he tenido realmente tiempo de escribir.

Los veo mañana:vaca:

 

Re: Secretos solo entre nosotros(shonen ai)

Aqui la segunda parte

Capitulo 5.5:Miedo

No podía creer que básicamente le estaba confiando mi vida a alguien menor que yo, en serio me di cuenta que verdaderamente no podía caer mas bajo que ahora, y en ese momento reflexione que ¿Cómo pudimos escapar de una manera tan simple? Simplemente no lograba entender nada.

-Bueno supongo que te quedaras en los “cuartos”-dijo aquel padre aun conversando con
Len-¿Por cierto?- pregunto volteando a mi lado-¿Cómo te llamas?

-Pues me llamo Nagase Jun-dije algo avergonzado.

-Muy bien yo soy el padre Agustín-me respondió sonriente- Lo se aquí en Japón es algo
raro oír nombres así.

Solo sonreí algo avergonzado, era algo totalmente nuevo para mi hablar con alguien como
el, de hecho era la primera vez que entraba en una iglesia, aquí en Japón la religión mas
dominante es el budismo y pues se muy poco de los católicos.

El solo me sonrió y nos hiso dirigirnos junto a el a unos cuartos que había saliendo a un
pequeño patio dentro del enrejado del lugar, en ese cuarto había ocho camas y una cruz
hasta el fondo.

-Duérmanse temprano la misa empieza a las nueve de la mañana de acuerdo-dijo con una
expresión muy amable.

-De acuerdo- respondió Len mientras Agustín salía de la habitación.

En el preciso momento que Len y yo nos quédanos solos, lo voltee a ver esperando
respuestas.

-¿Que?- me pregunto bastante confundido.

-¿No es obvio? No entiendo nada de lo que pasa explícame.

-¿Explicarte que?-pregunto incrédulo.

-¿Pues no se que hiciste exactamente cuando nos seguían?-le respondí un poco enojado,
mas bien desesperado.

-Pues eso es obvio en aquella avenida a la que fuimos se encuentra un restaurant de
sushi y siempre a la misma hora una patrulla viene a comer allí, cuando me fui para el otro
lado de alguna manera supe que ellos intentarían hacer los mismo que yo por lo tanto se
esconderían avanzando derecho donde verían la patrulla y pues es sospechoso ver un
auto negro polarizado, así que ellos se irían además ellos nunca atacarían esta iglesia,
¿simple no?- me explicó mirando al techo y sentado sobre la cama.

-¿Exactamente como sabias todo eso?-le respondí un poco incrédulo.

-Pues no se tu, pero yo conozco esos barrios de hecho trabajo algunas horas con el viejo
Xing- menciono Len, de alguna forma sentí que al decirme eso me llamaba estúpido.

-¿Y con quienes eran esas personas? ¿Sabes algo de los yakuzas que yo no sepa?-Ahora
que lo pienso tal vez hubiera sido mejor no preguntar.

-¿Y a ti que te importa mi vida?, vaya no sabias que te habías enamorado de mi, pero a diferencia de ti yo si sigo el camino del bien y tu te iras al infierno niño homosexual-Me dijo mientras se metía en la cama.

Hubiese gritado mil maldiciones al cielo de no ser por que sentía que esa cruz colgada con
aquel señor crucificado me miraba, en serio me sentía incomodo en un lugar así, solo logre
dormirme hasta muy entrada la noche.

Pensaba en lo que estaba sucediendo y me di cuenta que aun con lo seguro que era Len
logre sentí su miedo y de alguna manera me había sentido un completo egoísta por lo
sucedido hacia unas horas, el a pesar de su miedo logro ayudarme, claro yo lo había
implicado conmigo pero cualquier otra persona me habría entregado simple y sencillamente
para salvarse, que Len aun con su edad era mas maduro que yo que a su lado me sentía
seguro, aun había cosas que quería preguntarle.

Aunque así no comprendía del todo de que forma Len estaba implicado con los yakuzas o
por que a su edad el vivía solo, eran cosas que no eran de mi incumbencia pero aun así
me intrigaban y desearía saber.

Con ese pensamiento termine durmiendo de alguna forma en paz sabiendo que Len estaba
ahí no sentía miedo.

Continara...

Muy bien a ver si les gusta*verguenza*

Prometo mañana traigo el capitulo 6, es que un virus ataco mi computadora.

(Me quedo un poco cursi el final:vaca:)

 

Re: Secretos solo entre nosotros(shonen ai)

Muchas gracias por el coment y pronto terminare el proximo capi. por ahora tengo examenes asi que vere si para el sabado ok.

Bye

 

Re: Secretos solo entre nosotros(shonen ai)

Gracias a los que comentan prometo dar mas contis por ustedes ToT

No sasuki no mueras noooo.......

Capitulo 6:Llamada

Aquel sueño tan cálido se vio interrumpido, por la voz del padre Agustín.

Me levante bastante cansado y aun medio dormido, pero me
levante para seguir casi por instinto a aquel padre, estar solo
esos dos años me hiso añorar la compañía de mis seres
queridos, de gente con la calidez que sentía mi cuerpo ya no
poseía.

Siguiéndolo entramos a aquella iglesia en la que me puso a
barrer, pues faltaban algo así como treinta minutos para que
empezara la misa de ese domingo, aun así pude ver que había
varias personas orando o hablando con el padre, pero en
ningún lado veía a Len, lo cual me preocupaba un poco.

Se hicieron las nueve y tuve que quedarme a la misa de
aquella iglesia, en serio no me sentía muy bien en un lugar tan
ostentoso como ese, era un lugar bonito pero me hacia sentir
de alguna manera demasiado incomodo y mas si tenia en
cuenta que Len no estaba allí.

Pasaba el tiempo y me desesperaba cada vez mas, por fuera
parecía otro orador mas haciendo exactamente lo que el
padre decía y siguiendo a la multitud, pero por dentro me estaban carcomiendo los nervios, me sentía algo hipócrita.

Mis nervios se calmaron al ver que a los veinte minutos de
empezada la misa entro Len de una manera sigilosa y callada,
por un momento se quedo parado buscando con la mirada y
parando al verme, poco a poco se acerco a mi intentando no
molestar a las demás personas, usaba la misma ropa de ayer y llevaba con el su mochila.

Una vez se sentó a mi lado comenzó a hacer lo que todos los demás casi como si lo supiera de memoria, creo que a eso se refiere la frase cordero de Dios, pero quien soy yo para juzgar
a los demás.

Una vez terminada la misa y un rápido sermón a Len sobre por que no llegar tarde a una misa, salimos de aquella iglesia y solo me dispuse a seguirlo.

¿A dónde?, no sabia y aunque preguntara supongo que Len no me diría nada.

Pronto llegamos a una estación de metro donde Len se quedo observando el mapa de direcciones y compro dos boletos que
saldrían en veinte minutos.

De alguna forma no sentí a Len como a si mismo, sentía como si estuviera desesperado por algo y no hablamos nada como en cinco minutos los que se sintieron como una eternidad, hasta que a Len le dio sed y me dio 300 yenes para que trajera sodas.

En ese momento lo único que pensaba es que ese maldito desgraciado me miraba como su sirviente y muy a regañadientes fui a traerlas.

En el camino de regreso pude ver un teléfono vacio, en ese instante me vino a la mente el único número de teléfono de que recordaba, el de Kaede.

Kaede era una chica del grupo de amigas de mi hermana menor, era bajita tanto que inclusive mas que yo, con un hermoso cabello azabache largo y lacio como un mar tranquilo, y su rostro tan hermoso era retocado con esos ojos azules que igualaban al cielo y solo eran superados por su sonrisa y su voz.

Asistía conmigo a la misma secundaria un grado menor que yo, y aunque al principio solo me interesaba su físico, poco a poco me di cuenta de lo cálida y agradable que era, mientras ella me veía cada vez mas como un amigo muy cercano.

No esta demás decir que estaba enamorado de ella (nota del autor: no que va).

Esquivando a la multitud logre tomar aquel teléfono y marcarel único número que conocía realmente de memoria y del cual no dudaba de ningún número, mientras escuchaba los tonos de espera del teléfono, cada uno mas tardío que el anterior, recordaba aquellos domingos en los que el grupo de mi hermana compuesto por cuatro chicas, entre las cuales estaba Kaede, desayunando al lado de mi familia antes de que se fueran hasta tarde, deseando estar ahí.

Entonces escuche que alguien contestaba el teléfono.

-¿Bueno?- era su voz nunca la confundiría, al fondo se oían
otras voces platicar y reír, escuchaba cada detalle del sonido
mientras mi corazón se aceleraba.

-¿Bueno?-se escucho otra vez esperando que contestara.

-Ka…e…de-fue lo único que en ese instante de shock salió de
mi boca.

-¿Jun-Kun?- dijo de una manera casi en shock mientras las
demás voces cesaban-¿Eres tu?-pude sentir en esas palabras como estaba al igual que yo al borde del llanto.

-Si soy yo Kaede-No tenia nada listo para decir solo salían
aquellas palabras de manera natural, mientras de mis ojos
brotaban lagrimas sin importarme estar en publico.

Podía oír como la voz de mi hermano gritándole a mi madre,
mientras mi hermana interrogaba a Kaede preguntándole si era
yo, mientras ambos guardábamos silencio.

-¿Dónde estas?-su voz se escuchaba forzada como si estuviese llorando.

-Creo que en Tokio- fue lo único que pude decirle mientras mi voz se enronquecía.

-¿Por qué te fuiste?-preguntaba, mientras al fondo se oía la voz de mi mamá gritaba ansiosa.

-Te juro que no fue mi culpa, de hecho me alegra saber que están bien y que no les han hecho nada, la verdad es que…-
el sonido cortante del teléfono interrumpía mis palabras.

Quede en shock no se por cuanto tiempo lo que corto mis lagrimas.

Entre en mi mismo cuando sentí la mano de Len volteándome hacia el.

-¿Estas bien…?-lo interrumpí soltando el teléfono y
prácticamente tirándome encima de el llorando todo lo que debía llorar.

Continuara....

Gracias a todos(todas mas bien XD) los que comentan y evitan que abandone este fic, por eso de regalo de navidad les regalare algo con "limón" del fic.

Sobre la nota, era para regar el monologo romantico de Jun, aunque la verdad ahora muchas me quedran matar.
Por cierto tratara de que por lo menos una vez por semana halla continuacion.
Atte.
Ineko x3:vaca:(siento en mi interior que sin motivo ya muchas odian a Kaede)

 

Re: Secretos solo entre nosotros(shonen ai)

Gracias KANATA y Takitosan, por cierto ya me di cuenta que todos aman a Len(HASTA yo),
Kanata claro que habra accion no por nada puse shonen ai, solo espera....
por cierto no me maten.

A ver si les gusta*verguenza*

Capitulo 7: ADIOS?

Poco antes de subir al metro logre controlarme y parar de llorar, mas mi cara no ocultaba la melancolía,
me sentía deprimido realmente y aunque sabia que ello no me ayudaría a nada tampoco podía soportar
esa carga en mi interior, sobre todo por aquella nostálgica llamada y además de cualquier forma era
solo un niño prácticamente por mas madurez que intentara aparentar.

En el metro volví a sentir distancia de Len como si no me quisiera ver, me preguntaba en que pensaría,
tal vez ya me había vuelto una carga demasiado grande para el, eso me desesperaba pero se confundía
con el pesar que ya llevaba de antemano.

Entonces me puse a pensar en que significa Len realmente para mí realmente.

¿Un modelo a seguir, algún tipo de guardaespaldas, un apoyo…?

Supongo un amigo……..

Ambos estábamos parados en ese metro tan apretado a una distancia algo corta pero que sin embargo
nos mantenía separados el uno al otro, cada cual mirando hacia otro lado, voltee solo para ver la parte
trasera de la cabeza de Len.

De repente sentí ganas de sentir que estaba realmente a su lado y no solo de tenerlo cerca, me acerque
un poco intentando no molestar a los demás pasajeros, los que iban solo estaban prácticamente en su
mundo esperando llegar a su estación, mientras que los que llegaban acompañados platicaban con sus
compañeros y una que otra risa se lograba escuchar entre la multitud tan ruidosa.

Una vez cerca de Len acerque mis dedos a los de el en un movimiento meramente improvisado, me
sorprendió que el sin dirigirme ninguna mirada tomo mi mano tan rápido como la acerque, mi rostro se
sonrojo completamente y gire mi cabeza hacia otra dirección, pero sin alejar mi mano de el.

No se como describir realmente lo que sentía cuando Len movía su pulgar de arriba abajo, ¿Cuánto
habrá sido 5 minutos, uno? Fuera lo que fuera me hacia sentir reconfortado y me hubiera gustado que
durara toda la eternidad.

Pero…no se que le habrá pasado a Len que sin avisar soltó mi mano y la alejo de una manera muy
brusca y repentina, yo voltee a verlo pero termino por darme la espalda, no me gustaba nada que Len
estuviera actuando así, per creo que lo comprendo estoy actuando de una forma que de seguro lo
incomoda…, tal vez si me vaya al infierno.

Rápidamente intente alejar ese ultimo pensamiento de mi mente, ¿Cómo que irme al infierno?, en que
rayos pensaba, no,-no pensaba en nada eso ultimo nunca sucedió- pensé, aunque si algo era seguro era
que en ese momento no pensaba ni en el pasado, mis pesares o en futuro solo en Len.

Una vez salimos de la estación del metro nos dirigimos hacia una esquina de la estación.

Al llegar allí Len se recargo en una pared intentando relajarse, en verdad no me daba buena espina
desde la mañana algo le pasaba, tal vez estaba relacionado con lo que había hecho antes de llegar a la
iglesia.

Se veía bastante preocupado, entonces se estiro un poco y se me quedo viendo a los ojos.

-¿Adonde piensas ir?-me pregunto volteando la cabeza intentando no verme.

-Supongo que a corea, no me gustaría meter a mi familia en esto-en ese momento reaccione de una
forma muy rápida y rápidamente pregunte-¿Por qué lo preguntas?-

Len tomo su mochila y saco un colorante color castaño no muy claro y me lo dio.

-Ten, te recomiendo te lo pintes así de alguna manera se confundirán-mi rostro no podía ocultar lo que
sentía, mi miedo mas grande en ese momento se había vuelto realidad-Mira en serio ya no puedo
ayudarte, necesito trabajar y no quiero meterme en problemas tan graves, si necesitas dinero aquí muy
cerca hay un café en el que te pedí trabajo, pero ya es todo lo que puedo hacer.

-Esta bien, gracias Len-temblaba mientras pronunciaba aquellas palabras, me había convertido en una
carga para Len y se iría-adiós- tan pronto como dije eso me di la vuelta y salí de aquel lugar lo mas
rápido que pude.

Estaba solo de nuevo….sin Len.

CONTINUARA.......

En serio no me maten, dejen todo a la suerte a lo mejor si se queda con Len o saco a otro seme o triangulo dejenmelo a mi despues de todo estoy loca XD.
El proximo si lo voy a traer casi casi mañana por la emoción :vaca:

 

Re: Secretos solo entre nosotros(shonen ai)

Entre la escuela,perfeccionar mi estilo de dibujo y crear guiones para manga(pronto,pronto), me olvide de este fic, pero no se preocupen que mañana traigo la conti, muchas gracias por los comentarios significa que estoy haciendo un buen trabajoToT

No dare spoilers...........cof,cof,catolico,cof......

No se preocupen todavia falta bastante y me he prometido a mi misma que lo terminaria.

Att. Ineko(Mimeko aya, NekoNekoIneko por alla).

 

Re: Secretos solo entre nosotros(shonen ai)

Plis no me asesinen.
Nota un capitulo de trancision a algo muy bueno(muajajaja)
A ver si les gusta*verguenza*

Capitulo 8:NOVIA

Era una sensación dolorosa la que recorría mi cuerpo, por mas que intente reprimirme no pude contener varias lagrimas que se escapaban de mis ojos.

En ese momento ni siquiera entendía por que dolía tanto.

Me escondí en un baño cercano donde finalmente explote. Las lágrimas me recorrían la cara mientras que al mismo tiempo intentaba contener mis gemidos de los oídos de gente entrometida.

Prácticamente estaba solo, tenía miedo, pero lo que más me pesaba era algo que en ese momento nunca admitiría, Len era algo más que un simple amigo para mí….

-¡Claro que no!- pensé para mi.

De hecho comencé a pensar que me comportaba como una señorita, cierto aire de machismo invadió mi mente, sea como sea iba a cumplir mi objetivo, así que seque mis lágrimas y le di un golpe a la puerta del baño en un intento por callar cualquier pensamiento “raro” en mí.

Tome la caja del tinte y note que estaba abierta por lo que metí la mano solo para notar que había algo de dinero allí, un aire de melancolía lleno mi mente dándome que Len se preocupaba por mi y ese dinero y su trato.

En mi segundo intento por no pensar en Len me puse a pintarme el cabello, era tanta mi concentración de no pensar en nada que no me di cuenta de cuantos hombres, chicos y grandes me observaban absortos, no tanto por mi acción, sin no por que de mi boca salían cantidad de incoherencias y hasta tararie una canción. En otras palabras hice el ridículo como nunca lo había hecho en mi vida.

El cabello me quedo de un color castaño oscuro, la verdad mucho mejor que aquel rubio que me hacia resaltar como lámpara entre tantas cabezas negras.

Antes de salir de las estación me compre un sándwich barato en un local de comida rápida, fue algo tan grato, quizá sea comida corriente, pero estaba tan hambriento que literalmente sabia a gloria.

Al salir fui buscando aquella cafetería, pero entre tantas que atendían a los turistas termine por no encontrarla, ahora creo que me aleje tan rápido de aquel hombre (simplemente deje de pronunciar su nombre aunque fuera en mi mente para así calmar mis ansias) que simplemente no le pedí ser mas especifico.

Me sentía estupido, así que de la manera tradicional busque trabajo de la manera tradicional, obviamente todos me cerraron la puerta en la cara, hipotéticamente hablando claro esta.

Pero la suerte estaba de mi lado, tal vez por que de alguna forma sentía una actitud positiva recorrerme o yo que se, el caso es que un alma caritativa me dio un empleo de tiempo completo al saber mi situación, claro que le dije puras mentiras.

-tengo una mama enferma y un padre alcohólico- decía entre lagrimas- y por si fuera poco alguien atropello y mato a mi perro salchicha, bobo-le dije sin parar de lloriquear, no era propio de mi comportarme como chica, pero necesitaba reunir bastante dinero.

-Ah si, ¿y como era ese perro?- pregunto bastante interesado.

-Era color café y con algunas manchas blancas- dije conteniendo mis lágrimas.

-claro que tengo trabajo para ti, ante tu situación quien se podría negar- esto lo decía mientras miraba a otro lado como si la culpa lo atormentara, creo que si atropello a un perro de esas características.

En mi primer día me puse a reflexionar, yo si tenia un perro llamado bobo, era un perro tan estupido que mi padre tenia que patearlo del porche para no atropellarlo por que si no el idiota no se movía ni con el sonido del carro, un día mi padre no se acordó de el y, bueno paso lo mas obvio.

Mas que eso me hizo pensar que yo nunca le había contado a mi padre de eso, si bien soy bueno para reprochar, nunca me abro a cosas que realmente me duelan, nunca le conté a “el” sobre lo que me paso, hablar de cómo me dolió perder ese perro fue algo difícil, pero seria un infierno contar de lo que sufrí estos años, pero debía alentarme, cumplir mi objetivo y de una u otra manera ser feliz.

Al salir del trabajo me dirigí a la primera ferretería que encontré solo para comprar un tubo de cobre bastante grueso y pesado el cual al salir de la tienda escondiendo en una de mis mangas, era ropa prestada que me quedaba grande por lo que no me resulto difícil disimularlo en mi ropa, aunque era muy pesado fue a lo que menos le prestaba atención.

Me daba miedo estar solo, o la idea de convertirme en la mascota sexual de un maldito sádico que quien sabe que me haría, al fin y al cabo seria suyo.

A través de esa paranoia viví mis días allí.

No explore mucho, hasta encontrar un hotel medio barato no muy lejos de la estación, pues no quería alejarme mucho de la estación, casi no comía, pues prefería seguir trabajando para que me pagaran mas, sobre todo por la temporada de turistas de aquella pequeña semana de vacaciones poco después de que las clases iniciaran.

Casi no dormía pues la tortura no terminaba solo del trabajo al hotel, si no que ya dentro de este permanecía alerta, durmiendo con el tubo en la mano, cada pequeño ruido me despertaba y me costaba trabajo volverme a dormir.

Sobre la ropa, yo la lavaba como pudiera cada día, además en el café que trabaja me dieron un uniforme y al entrar lo hacia despacio para que no se dieran cuenta de que usaba la misma ropa todos los días.

Ese día, después de un mes me sentía agotado y según el dueño algo pálido, pero no importaba solo debía trabajar, me faltaba poco para que reuniera el suficiente dinero, en serio necesitaba llegar a mi casa y robarme el pasaporte que tenia, el cual expiraba en tres meses.

Por el contrario a hacia un mes, ya no me apetecía encontrarme con mi familia y amigos, me hacia pensar que los exponía a que les sucediera algo.

-Oye Jun, ven aquí- al oír a mi jefe abandone mis pensamientos y me dirigí hacia el.

-¿Si señor?-Le pregunte interesado.

-Por favor atiende a la señorita de allá- me dijo señalando a una bella mujer.

Al avanzar hacia ella, me di cuenta que yo la había conocido en Tokio, ella sabia….

-Que pequeño es el mundo, ¿no Akira?- decía con una sonrisa en su rostro.

Al ver su sonrisa me tranquilice un poco, era hermosa, pero no por eso bajaría mi guardia.

-¿Qué va a pedir?- pregunte profesionalmente.

-Tráeme dos cafés por favor- respondió con aquella dulce voz.

A pesar de que ella no estaba acompañada me dispuse a traerle su orfen.

-Aquí tiene- le hable cortésmente mientras me disponía a retirarme.

-Espera- me dijo sosteniendo una de mis mangas- Quédate vamos a platicar un rato.

-No puedo tengo traba…- no me dejo terminar aquella palabra cuando saco un pequeño pero bien surtido rollo de billetes.

-¿Y bien te quedaras a platicar?- me dijo ofreciéndome ese dinero.

Pensando en lo bajo que había caído, me dispuse a sentarme a su lado.

Mientras bebía su taza de café, me dispuse a analizarla con la mirada, era hermosa, de unos cabellos largos, negros y bien arreglados entre los cortes de capas, su piel era blanca como porcelana, su cuerpo bien formado y que a pesar de ser japonesa estaba bien dotada de busto.

Pero lo que más me sorprendió fueron sus ojos azules claros como el agua que hacían un seductor conjunto.

Al ver que ella adivinaba lo que hacia voltee apenado hacia otro lado.

-Eres lindo Akira- decía entre sonrisas.

-Mi nombre es Jun- le respondí aun apenado.

-También es un lindo nombre, pero dime que te trae trabajando aquí-

-Eso no te incumbe- esto ultimo lo dije un tanto enojado, no me gusta que se entrometan en mis asuntos.

-Que duro- dijo como una niña berrinchuda inflando los cachetes- pero aunque no lo creas soy de confianza.

Yo calle decidiendo levantarme y alejarme, pero entonces ella dijo algo que me dejo en shock antes de poder separarme de la mesa.

-Conoces a Len-

Esa palabra de tres letras que me había negado a recordar durante ya hacia un mes desato en mi un gran momento de debilidad, no solo mental si no que de alguna manera llegaba a lo físico sintiendo una punzada en el corazón,

- Veras- aunque voltee a verla casi no la distinguía y su voz se oía como un eco muy fuerte- yo soy su novia-.

Mi cuerpo ya estaba débil y todo, pero ese momento de debilidad me hizo colapsar y solo recuerdo un mudo color negro cuando mi mundo desapareció.


Continuara....


Ojala y les guste(pronto subo el otro)


Saludos:vaca: