Un trabajo de Diosas

Tema en 'Prince of Tennis' iniciado por luciamopet, 5 Agosto 2009.

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    luciamopet

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    Un trabajo de Diosas

    Prologo

    Se oía claramente el sonido de una pelota botar, todo esto producido por inercia.
    Su mano no daba para mas, ese partido lo dejo exhausto. Y para terminar, tenía que cumplir la apuesta. Esta concluya en que si el señor ganaba, su hijo tendría que asistir a un curso prestigioso, que consistía en pulir los errores y defectos, e impulsarlos a ser grandes. Pero si el joven muchacho ganaba, su padre dejaría los comentarios, que siempre lo incomodaron.

    Entraron juntos, uno detrás del otro, el hijo se encontraba furioso, otra de sus derrotas, pero esta era diferente. Ingreso a su habitación, musitando maldiciones hacia su padre. Tomo unas cuantas valijas y bruscamente las arrojo hacia su cama.
    Agarro su ropa en un momento de furia y la metió en las maletas. Sin duda alguna, este pequeño e inmaduro joven seria un caso difícil de tratar. Pero no uno que no se pueda ajustar.

    Bajo para tomar su cena, su padre de nuevo lo molestaba con sus comentarios. Solo un golpe de rabia hizo que este se detenga y que su madre lo mandara a su cuarto sin cenar. Su padre le dio un folleto del lugar en donde se llevaría acabo el curso.

    Entro a su habitación histérico y azoto la puerta. Se recostó en su cama y abrió el folleto. Tenia referencias del lugar y como seria el aprendizaje. No le tomo importancia y lo arrojo al suelo.

    -¡Tonterías!-exclamo Ryoma frustrado.
    -Toma, llena todo esto. Es para mañana- comento Nanjiro. Entregándole una carpeta con archivos importantes.
    -¿Que no las llenas tu?- recalco Ryoma con una vena en la frente.
    -No, lo harás tu-continuo Nanjiro calmado.

    Tomo la carpeta e inicio a llenar el formato de la asociación “Diosas”. De esa manera se le conocía a esa empresa donde hacían grandiosos e innumerables cambios en el ser humano. Todo esto con la ayuda de tres hermosas jóvenes. Su trabajo era digno de ellas, y estaban por encima de todos y todo.


    Bien este ff sera un RyoSaku, espero les guste a todas. Y porfis posten.... gracias. Adios
     
  2.  
    mimis

    mimis Iniciado

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    Re: Un trabajo de Diosas

    hola!!!!!!!!!!!!!!

    se oye muy interesante y ya me imagino quienes son esas tres y tambien me encantaron las rabietas de rioma aun no entiendo en que lo van a ayudar la asosiasion diosas pero tendre que esperar para saberlo y cuando pongas la conty me abisas plisssssssss.............

    bye................
     
  3.  
    Eri

    Eri Usuario popular

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    Re: Un trabajo de Diosas

    Hola amix como prometi lei tu UA pues parece muy graciosa... aunque me pregunto ¿quienes seran esas tres lindas muchachas? bueno espero tu conti; a por cierto me gusto eso de la derrota de Nanjiro contra Ryoma, (bueno el siempre pierde con Nanjiro ¬¬) Bueno amiga como dije antes... quiero ver tu primer capituli ^^
     
  4.  
    luciamopet

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    Re: Un trabajo de Diosas

    Cap.1

    Domingo por la mañana, todo estaba en perfecto estado, la empresa ya estaba en movimiento, se veían trabajadores en los campos, hombres de limpieza en las habitaciones, especialistas de moda en salas de conferencia, etc. Realmente esta compañía era un éxito. Las oficinas de excelencia estaban en los pisos mas altos, y pues los aprendices en los pisos de nivel ruin.

    En el piso diez tres jóvenes muchachas trabajaban arduamente. Se esmeraban para que su trabajo saliera a la perfección. Su último proyecto fue un éxito, todo salio de acuerdo al plan. Y todos quedaron satisfechos. Esa empresa era una de las mejores, y todo gracias a estas tres jóvenes.

    Un nuevo proyecto se presentaba, uno que sin duda seria difícil. Tres jóvenes de su misma edad era lo que ahora se llamaba sus vidas. Ya tenían todo preparado para comenzar la operación. Solamente faltaba discutir y analizar a los jóvenes por medio del papeleo que solicitaron.

    -Bien tenemos mucho que presentar este día, y como sabrán a Kintarou no le gustan los retrasos- comento una joven de cabellera castaña.
    -Los archivos llegaron esta mañana-dijo una peliazul mostrando los papeles.
    -Bien, tenemos a Ryoma Echizen- agrego Aya en tono de fastidio.
    -Diecinueve, alto, cabellera negra y rayos verdosos-señalo Val sin quitar la mirada de los papeles.
    -Arrogante, frío y orgulloso-finalizo Saku.
    -Momoshiro Takeshi- dijo nuevamente Aya.
    -Diecinueve, alto, cabellera negra y rayos violetas- afirmo la joven pelirosa.
    -Tragón y oprimido por los demás-sostuvo Saku acomodándose en el asiento.
    -Por ultimo Eiji Kikumaru- anuncio Aya mientras se levantaba por una taza de te.
    -Diecinueve, alto, cabellera rojiza- menciono Val tomando la taza.
    -Llorón, feliz y atrabancado- nombro Saku tomando un sorbo del te.

    Se levantaron junto con sus maletines y se dirigieron hacia el último piso. El de su jefe Kintarou. Querían retomar platica con el sobre los nuevos. Seria algo difícil para ellas este nuevo programa. En todos los casos vistos y comentados este sin duda era un de los mas difícil de tratar.

    Al llegar a la oficina, Kintarou las recibió con gusto y se sentaron a charlar sobre el asunto. Cada quien tomo asientos diferentes y comenzaron la platica. Ya se comenzaban a desesperar lo cual era muy notorio. Kintarou no paraba de insistir en que no cometieran locura alguna.

    La plática al fin termino y nuestras tres mujeres salían como Diosas en su campo.
    Todas caminaban igual que una. Un pie frente el otro, con sus trajes diseñados por los mejores diseñadores de todo el mundo. Y claro sus zapatos de excelente calidad. A cada paso que daban una persona se desvanecía con su hermosura.

    -Bien, hoy en la noche llegaran. Haci que les diré a Hime, Sora y Ann para que les manden las invitaciones de la cena-dijo con cansancio Saku.
    -¿Pero no lo deberíamos hacer nosotras?- pregunto Aya curiosamente.
    -No. Ahorita nosotras tenemos que inspeccionar todo- concluyo Val.

    Cada una retomo su lugar en el escritorio y comenzaron hacer las llamadas al personal. Todo tenia que estar impecable para sus nuevos proyectos.
    Llamo el encargado de los campos de cosecha informando que todo estaba casi listo.
    Después el jefe de moda, el cual comunico sobre los vestuarios que ya estaban terminados. Prosiguió en el informe las maquillistas, las cuales reportaron que el maquillaje solicitado no apareció.

    El informe de las maquillistas causo un leve disgusto en las jóvenes, las cuales rápidamente maniobraron y consiguieron nuevo material. Ahora el maquillaje estaba listo y preparado para utilizarse.

    Continuaron con el informe, en el cual los caballos ya comenzaban a llegar a la empresa, los cuales eran seguidos por el jefe caballista.
    En cuanto a los salones ya estaban todo listo, junto con el material. Esta clase se trataba de modales, en el que los jóvenes aprenderían bastante.
    Y por ultimo el reporte que faltaba. El de los animales. En donde toda clase de animales estaban presentes para ayudar en la planificación.

    Las tres chicas buscaban información y referencias sobre estos jóvenes. Por casualidad los tres asistieron a la misma escuela, y jugaban lo mismo. Tenis.
    Mandaron a construir otras dos canchas más, y dos saunas que fueran divididas por un muro.

    Al terminar de buscar la información, Saku tomo el teléfono y marco unos cuantos números.

    -Solicito la presencia de Hime, Sora y Ann- dijo seriamente Saku finalizando la llamada y colgando el teléfono.
    -¿Donde se llevara a cabo la cena?- pregunto con intriga Val.
    -En el restaurante extravagante de cinco estrellas, el Lonche Mou-menciono Aya despreocupada.

    Después de la corta plática entraron con algo de timidez las otras tres novatas.
    Se quedaron muy sorprendidas al ver la habitación, la cual estaba en perfectas condiciones. Los detalles de su oficina eran con dorado y un poco de plateado. Y la puerta tenía un exquisito color al igual que el fondo de la oficina. Sin duda alguna esa habitación era digna para una verdadera Diosa.

    Saku les comento sobre el proyecto y las invitaciones. Las tres chicas que aun seguían paradas procesaron la información y movieron la cabeza en signo de “si.”

    -Y que esperan. ¡Ahora, ya!- exclamo Saku.
    -Perdón-dijeron en unísono las tres novatas mientras se iban.
    -Un trío de idiotas-reclamo Aya.
    -Trabajamos con puros incompetentes-formulo Val.
    -Niñas, tranquilícense-concluyo Saku frustrada.

    Las dos chicas retomaron el trabajo y continuaron. Ahora estaban nadando en los miles de documentos que debían organizar antes de la llegada de sus nuevos acompañantes.
    En una milésima de segundo se abrió la puerta dejando ingresar a la habitación al jefe, Kintarou.

    -¿Ahora que?- pregunto desesperada Val.
    -Esa no es forma de tratar a tu jefe-aclaro Kintarou.
    -Como sea-dijo de forma cortante.
    -¿Bien que pasa?-ahora hablo Saku.
    -Como sabrán, en la noche vendrán nuestros invitados. Y quiero que compren ropa que solo ustedes saben escoger-anuncio el jefe con seguridad.
    -Tanto para ellos como para nosotras-asevero Saku mirando a Kintarou.
    -Exactamente. Tiene dos horas. Quiero que regresen a tiempo-concluyo Kintarou para que sus Diosas salieran en camino.

    Las calles de Tokio se llenaban de gente la cual caminaba incrédulamente. Esta abría paso dejando el camino libre a las Diosas. Las cuales pasaban con la frente en alto, y dejando a los hombre babeando.

    Entraron a la boutique de hombres primero, en la cual se tardaron media hora en encontrar algo adecuado. Compraron veinte camisas de marca para cada uno. Diez shorts, nueve pares de zapatos, ocho tenis, cinco chamarras, quince pantalones y finalmente seis trajes de gala importados de Italia al igual que los zapatos. Claro, no falto que se compraran los accesorios y nuevos celulares.

    Salieron con las bolsas cargando. Pero como de costumbre llevaron a sus asistentes para que ellas llevaran a cabo el trabajo pesado. En este caso la compra.

    Entraron a la siguiente boutique, esta vez era de mujeres. En la cual se tardaron una hora y veinte minutos para comprar lo necesario.
    Cada quien se apropio de algo distinto, pero muy chic. Compraron veinte vestidos, doce trajes de gala, treinta zapatos de excelente calidad, montañas de gafas, bufandas, diecinueve faldas, veinticinco blusas, veinte chalecos y nuevos celulares.

    Salieron de la tienda y regresaron a su palacio, si así se le puede llamar al lugar donde eran reconocidas como las mejores. Llegaron a la oficina de Kintarou y botaron de forma arrogante las bolsas de los jóvenes.

    -Bien, ahora quiero que buscen información sobre los chicos-pronuncio Kintarou observando el computador.
    -Toma- dijo Saku arrojando los documentos de los chicos al escritorio de Kintarou.
    -Bien, en ese caso. Quiero que revisen que todo este en perfecto estado- dijo Kintarou para finalizar la conversación con las chicas.
    -De acuerdo-concluyeron las tres chicas. Salieron de la habitación silenciosamente.

    Cada una se dividió. Aya fue a los campos de hierba y a la sala de maquillaje. Saku se dirigió a la sala de moda y a los campos donde se encontraban los caballos. Y finalmente Val a los salones de modales y corral de animales.

    Aya se encontraba furica, el nuevo material que compraron para los maquillistas era un desastre. El material se callo y por culpa de diez incompetentes trabajadoras.

    -¡Que estupidas!- exclamo Aya estañando.
    -Disculpe señorita, no volverá a suceder-dijo una de ellas al borde de llanto.
    -Por supuesto que no. Al siguiente error serán despedidas-aseguro Aya marchándose a los capos de hierba.

    Ya estaba mas tranquila y se dirigía a los capos de hierba. En el cual todo funcionaba bastante bien. Ya estaba todo listo para diera comienzo. Así Aya se encamino a la sala de conferencia. En donde se reunirían con sus compañeras.

    En tanto con Saku, ella estaba cabalgando su caballo preferido. Diosa se llamaba. Era muy hermosa, pelo color castaño al igual que Saku, ojos negros, y piel blanca. Montada a caballo se veía esplendida su pelo se movía con el viento.
    Por supuesto se cambio de ropa, el cual las personas que montaban lo hacían. Al bajarse del caballo hablo con el gerente amablemente. Si se trataba de caballos ella podía ser la persona más gentil.
    Termino la plática y retomo su actitud fría y despiadada. Se puso su ropa y se aproximo a la sala de modas. Al llegar se encontró con todo perfecto.

    -Bien-aseguro Saku con su expresión fría.
    -Saku, que harás…-formulo con alegría el joven Syusuke. Pero al instante Saku lo detuvo.
    -Trabajo-dijo en seco Saku marchándose del lugar en dirección a la sala de conferencia.


    En cuanto a Val, ella comenzaba la inspección. Comenzó por el corral de los animales. Estaba bien arreglado, eso no le dio problema algún. Converso un poco con el encargado del corral y termino su inspección en aquel lugar. Se encamino al salón de modales.

    Se sorprendió al no encontrar a nadie, y de entre las sombras, salio un joven con una sonrisa de satisfacción. Cuando lo vio le dio asco, se lo trago y empezó a charlar con el.

    -¿Y bien?-pregunto Val perdiendo la cordura.
    -¿Qué cosa?-dijo su acompañante con su aun sonrisa.
    -¿Cual es el informe?-declaro Val al borde de la desesperación.
    -Pues todo esta listo ya, y no hay ningún problema-comento el joven Amane.
    -Bien-concluyo Val para marcharse.

    Amane la tomo de la muñeca acorralándola entre la pared y el. Este recibió una fuerte cachetada de parte de la joven y lo advirtió. Ella siguió su camino como si nada, y se dirigió a la conferencia.

    Una vez todas en la sala comenzaron la conferencia. También se encontraba Kintarou en la sala, escuchando las quejas y comentarios de las chicas.

    -Bien respecto al material de maquillaje es un desastre, las trabajadoras lo echaron a perder-dijo en tono molesto Aya.
    -Pues en el corral de animales, y en el salón de modales todo esta perfecto-formulo Val con desinterés.
    -En la sala de modas y en los campos de caballos todo esta excelente-concluyo Saku para terminar la conferencia.
    -Bien, pues ya se pueden retirar. En dos horas tienen una cena con los nuevos-finalizo Kintarou.

    Salieron de la sala camino a sus departamentos, cada una tomo un rumbo diferente y una limosina las recogería a cada una en su departamento.

    Cada una tenia ese toque que hacia a cualquiera delirar, cada una con su aspecto femenino y exquisito. Llego la limosina por todas y en ella las tres chicas discutían sobre quien iría con quien. No paraba la discusión entre Val y Aya. Hasta que Saku se arto de lo mismo y puso orden.

    -Niñas, cálmense. Tu Aya por tu forma de ser iras con Eiji. Y tu Val con Momo-dijo Saku para que así diera comienzo la cena.

    Los jóvenes apenas llegaban. Pero grande fue la sorpresa al encontrarse con sus viejos amigos de escuela. Conversaron un poco sobre sus vidas, hasta que Eiji no aguanto la curiosidad y les pregunto a sus ex-compañeros de Seigaku el porque estaban en aquel lugar.

    -¿Y porque están aquí?-pregunto curioso Eiji.
    -Mi mama dice que como demasiado-dijo Momo un poco sorprendido.
    -Porque será. Mis papas creen que no soy muy maduro. ¿Y tu o`chibi?-pregunto de nuevo Eiji.
    -Hmp-dijo cortante Ryoma.

    Las tres chicas llegaron y se acomodaron con sus acompañantes en diferentes mesas. Cada uno hablando de diversos temas.


    En la primera mesa se encontraban Momo y Val.

    -Emm, que…rico-decía Momo tragando montañas de comida.
    -¡Deja la comida!- exclamo Val quitándole la pierna de pollo de la boca.
    -¿Qué pasa?-pregunto confundido Momo.
    -Tenemos mucho en que trabajar, eres muy tragón y eso no es bueno. Causa repulsión en las personas. Ese es tu mayor problema y por el que estas aquí. Es todo-dijo Val retirándose.
    -La...Comida... ¡No!-grito Momo.

    Val estaba vomitando en el baño, ese muchacho le causo asco al verlo comer de tal manera. Ese era un muy serio problema. Algo que debían cambiar. Tal vez las tres semanas no serian suficiente para cambiarlo por completo. Momoshiro Takeshi era el nuevo problema en la vida de Valeria Koshimae. Si duda alguna tendría que enfocarse en el como nunca lo hizo con nadie. Salio del baño y se fue directo a la limosina.


    En la segunda mesa estaban Aya y Eiji.

    -Eres muy inmaduro. Un niño chiquito. Ese es tu error. De todo lo demás no me preocupo. Un poco la manera en que vistes, pero ese es tu mayor falta. Un pequeño, tonto, y estupido niño-menciono fríamente Aya.
    -Bu…ee...nn… ¡Ahhh!-se arranco a llorar Eiji por todas las atrocidades que Aya le dijo.
    -Que tonto. No debes llorar, ya tienes diecinueve años-concluyo Aya para así terminar la cena e ir a su departamento.

    Camino un poco para relajarse, ese mocoso de su misma edad llorando por tonterías. Era algo muy difícil de creer. En cambio le recordaba a su exnovio, el cual lloro cuando ella lo corto por razones personales. No soportaba el llanto. Era algo con lo que explotaba de rabia.

    Cuando regresaba a la limosina se encontró con Gakuto, su exnovio. Ella lo miro por unos segundos al igual que el. Aya paso por su lado como si de un extraño se tratase. El la tomo de la cintura y la beso. Ella se aparto y corrió hasta llegar a la limosina.


    En la última mesa estaban Ryoma y Saku.

    -Bien como lo noto eres muy maleducado. Hablas con monosílabas y eres muy arrogante. Tu actitud es muy problemática, y eso es uno de tus mayores problemas. El otro es que eres muy flojo. Estas dos cosas son por las cuales te mandaron aquí. Es todo-concluyo Saku levantándose de su asiento.
    -Para mi eso no es un problema-dijo arrogantemente Ryoma.
    -Pues para los demás si. Eres un problema, y si sigues así toda la vida lo serás-recalco Saku yéndose junto con sus amigas en la limosina.

    Lo que Saku no sabia era que hirió el orgullo del chico. Antes de que ellas se marcharan de lugar les dejaron las referencias de las actividades que harían el siguiente día, y las llaves de sus habitaciones.

    Los tres jóvenes tomaron sus pertenencias y se dirigieron a las habitaciones. Cada uno en una habitación diferente, con diferente estancia, y diferente actitud. Al llegar tomaron unos cuantos segundos para observar el lugar. En un instante cayeron rendidos en la cama, la noche los capturo por completo dejando ver la hermosa luna que el cielo ofrecía.

    Este hermoso paisaje era observado por una Diosa la cual sonreía con melancolía al recordar su pasado, en este sufrió mucho, todo por amor. Desde ese entonces miraba la luna para sentir alegría y felicidad. Pero ahora sentía miedo y melancolía.
    Sabía que si la miraba recordaría esos días grises en el que su mundo giraba en torno a aquel chico que lo torno color arco iris.

    Saku lo cambio todo para ser una Diosa y no sufrir por ese amor que nunca fue amor. Que nunca fue real, que nunca fue de ella. Al pensar tanto callo en un profundo sueño en el cual quedo atrapada.

    Antes de que todas se quedaran dormidas pusieron sus alarmas exactamente a las cinco de la mañana. Para comenzar de modo su trabajo al las seis. Cada día seria una aventura tanto como para las Diosas que para los muchachos. Mañana seria un día agotador para los jóvenes, ni se imaginaban la clase de cosas que las Diosas les harían para cambiarlos de actitud, y mejorar las cosas en las que empeoraban.

    Espero les guste la conti, me dicen plis. Y nos vemos en la siguiente. Gracias a Erika chica, mimis, chikis lizi, y eiim. Aunque se los borraron. Bueno nos vemos en la siguiente conti.. adios.
     
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    luciamopet

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    Re: Un trabajo de Diosas

    Cap.2
    Reflejaba luz, los rayos del sol se presentaban en la habitación de tres chicas al mismo tiempo en que estas se levantaban con ánimos mañaneros, y ganas de comenzar su trabajo.

    Se bañaron y se pusieron su ropa rural, fueron directo a los campos de hierba pero no encontraron a ninguno de los jóvenes.
    Claramente se quedaron dormidos. Aya y Val tomaron algunas cosas para despertarlos, y se dirigieron a sus habitaciones. Saku a la de Ryoma, Aya a la de Eiji, y Val a la de Momo.

    Saku tomo el colchón en el que Ryoma dormía y lo arrojo. Ryoma se quedo en incógnita, desde cuando una mujer era tan fuerte y despiadada para despertar a alguien así.

    -Que loca-pensaba Ryoma mientra veía como Saku se iba.
    -Usaras ropa rural-dijo Saku para así salir de la habitación.

    En otra habitación una pelirosada entraba con delicadeza a la habitación. Traía un animal y no cualquier animal, si no un cerdo. A ese animal era alérgico Momoshiro, se lo puso en la cara y le salieron unas cuantas ronchas. Momo despertó y grito al ver al cerdo. Ella le dio el medicamento y le informo sobre la vestimenta adecuada para la actividad que harían en unos cuantos minutos.


    Por ultimo en la habitación de Eiji este dormía como un rey. Lo cual molesto a Aya. Le arrojo agua congelada y después se sentó en su cama alado de el en forma peligrosa. Lo tomo de la cara y le susurro al oído.

    -Ponte la ropa rural-para luego arrojársela en la cara con un Eiji estupefacto.


    Ya todos estaban despiertos y vestidos. Cada uno vestido para la primera actividad que tendrían. Eiji se fue con Aya a los campos de caballos, Val y Momo al campo de hierba, y pues Ryoma y Saku al corral de animales.


    Eiji no se complicaba mucho, ya que le gustaban mucho los caballos. Aya se sorprendió un poco, ya que creía que el era un bueno para nada.

    -Bien la primera fase esta completa. Ahora la segunda-dijo de forma desafiante Aya.
    -¿Cómo?-pregunto Eiji confundido.
    -Tienes que meter a las ovejas en el corral-concluyo Aya sentándose en el pasto.

    Eiji trataba de meter a las ovejas pero no lo lograba, pasaron veinte minutos y nada. Se caía, o simplemente le daba miedo que el caballo pisara a una oveja.
    Aya lo ayudo a bajar del caballo y se dirigieron a la siguiente actividad.

    En los campos de hierba, estaban Val y Momo. Momo cortaba las flores para la florería. Era muy bueno, puesto que era fácil. Val trato de hacer el reto interesante y lo llevo al campo de hierba venenosa.

    -Bien este es el campo de hierba venenosa, lo que tienes que hacer es cortar las plantas y flores, pero sin que ninguna de estas te toque. Ahora empieza-acoto Val.

    Momo lo hacia con delicadeza para no tocar las plantas. Pero en un descuido se le fue la mano y la toco. Al ver que no le paso nada la agarro y siguió su trabajo.

    Al terminar las manos las tenias gigantescas y no podía hacer prácticamente nada.
    Val le dio el mismo medicamento y se le bajo la hinchazón. Después siguieron su rumbo a la siguiente actividad.
    En el corral de animales Ryoma vivía el mismo infierno. Saku era muy estricta. Si capturaba al animal en mas de tres intentos lo volvía a sacar aunque le haya costado mil intentos meterlo.
    Ryoma no soportaba la presión, en su casa no eran tan estricto como Saku lo era con el. Se sentó un momento y en ese instante se quedo dormido. Saku lo volvió a despertar y le dio un consejo para capturarlos más fácil.

    -Tienes que comunicarte con los animales-musito Saku.
    -Es una broma-dijo Ryoma en tono fastidiado.
    -Bien sino hazlo a tu modo-termino de decir Saku.

    Ryoma por más que trataba no conseguía acorralar al animal. Saku le hizo una demostración pero este no le tomo la más minima atención. Saku lo llevo a la siguiente actividad. La cual seria los campos de hierba.

    Les paso lo mismo a cado uno. Eiji no podía capturar a los animales, Momo se caía a menudo en la primera fase, y Ryoma no sabia como hacer las cosas.

    Eiji después se comunico con los animales y le salio bien, aunque aun se le iban algunos.

    -Ahora lo haces mejor, pero no del todo. Vamos a la siguiente-comunico Aya de forma distante.

    Momo se canso y no pudo seguir, al parecer nunca le gustaron los caballos, y a los caballos no le agradaron Momo.
    Val se subió con el y lo ayudo, el sentía el delicioso olor de su cuerpo rozar con el de el. No soporto más y la tomo de la cintura, ella se sorprendió un poco e hizo que se cayeran del caballo.

    -Momoshiro-pronuncio Val por el acto del pelivioleta.
    -Te...-dijo Momo, pero no alcanzo a pronunciar toda la oración.
    -Continuemos-murmuro Val levantándose y sacudiéndose la ropa con las manos.
    -S…ii-aseguro Momo.

    Ryoma estaba sin camisa, lo cual dejaba ver sus muy desarrollados músculos.
    Saku se sonrojo un poco al pensar en sus pectorales y músculos. Se veía muy atractivo de esa forma, pero eso no era para lo que Saku trabajaba.
    Ryoma sacaba las plantas y trataba de ser precavido para que no le pasara lo mismo que a Momo. Termino su trabajo y se sentó junto con Saku.

    -Sigamos-dijo Saku levantándose para ir a la siguiente actividad.

    Aya y Eiji se encontraba en los campos de hierba, donde anteriormente Saku y Ryoma estaban. Eiji tomo las hierbas y las arranco de un tiron. Sus manos se tornaron gigantescas lo cual hizo que este se desmayara. Al instante Eiji despertó mas calmado y vio el molesto rostro de Aya.

    -Te dije que me escucharas. Eres un idiota. Ahora comienza-exclamo Aya molesta.
    -Snif…Si-dijo Eiji algo triste.

    Eiji retomo el trabajo y continuo, sin duda ese era el que mas se le dificultaba. En cambio era el preferido de Aya, le encantaba ver a las mariposas volar de las flores, o ver como crecían las plantas y se desarrollaban cada vez más.
    El minino cada vez se hartaba mas, no soporto la presión, grito y se dirigió a su habitación muy molesto. Aya sonrío maliciosamente y lo acompaño.


    -Ese comportamiento-dijo Aya con cara seria.
    -Perdóname, no quería reaccionar así-se disculpaba Eiji.
    -Entonces eso es lo que necesitas-susurro Aya.
    -A comer. ¡Si!-gritaba emocionado Eiji.

    Aya lo miro con ira y le dio a entender que no debía hacer eso. Y menos enfrente de ella.


    Momo y Val habían llegado al corral de los animales. Val sonrío y corrió hacia los animales emocionada. Amaba esa actividad. En cambio Momo odiaba los animales, Eiji era una ecepcion. Por la mirada de repulsión que el puso, Val se dio cuenta del gesto de Momo y le llevo un borreguito.

    -No hagas eso. Yo amo los animales y eso me molesta. Ahora mételos al corral. A todos-afirmo Val serena.
    -Bien, si no tengo otra opción-refuñaba Momo haciendo puchero.

    Momo por mas que intentaba no lo lograba, todo su trabajo era envano, le daba asco tocar a los animales, así que los empujaba con el pie. Estos simplemente huían de el.

    Val se harto de ver al perdedor intentarlo una y otra vez sin tener resultado así que tomo sus cosas y se dirigió a la salida.

    -¿A donde vas?-pregunto Momo hastiado.
    -Me canse de ver tu incompetencia-dijo sinceramente Val.
    -Tú no te vas hasta que yo lo logre-afirmo Momo tomándola de la muñeca.
    -Bien Momo. Ahora vámonos-acoto Val soltándose.
    -Eh…Esta bien-concluyo Momo yéndose con Val.


    Saku y Ryoma acababan de llegar al campo de caballos. A Saku se le notaba el brillo en sus ojos. Su verdadero amor eran los caballos, desde pequeña le gustaban y ese era su pasatiempo favorito, cabalgar a caballo.

    -Chugoi tráenos dos caballos- ordeno Saku.
    -Enseguida señorita-obedeció el gerente.

    Chugoi volvió con los caballos, estos eran Diosas para Saku, y Orgullo para Ryoma.
    Saku se subió a su caballo, se soltó el pelo, y se puso sus comunes shorts que le daban más arriba de las rodillas.
    Ryoma quedo embobado, Saku se veía preciosa, su pelo se movía con el viento dándole aspecto de una hermosa Diosa.
    Ella se acerco a el, le sonrío y le dio al caballo. Ryoma se subió y escucho las indicaciones de Saku.

    -Lo que harás es sencillo. Quiero ver como cabalgas-dijo sin importancia Saku.

    Ryoma tomo las ataduras del caballo y comenzó a cabalgar a la perfección. Saku quedo estupefacta, como un niño flojo podía cabalgar de tal modo.

    -Si te preguntas como lo hago es sencillo. Mi mama me enseño de pequeño. Haci que no soy un bueno para nada-acoto Ryoma cabalgando de nuevo.
    -Como ya te enseñaron deberías saber todo a la perfección. En ese caso haremos una competencia. El que llegue cabalgando primero al árbol de cerezo de aquel lado gana-concluyo Saku acomodándose.
    -De acuerdo-dijo Ryoma preparándose.

    Los dos comenzaron a cabalgar. Al principio Saku iba ganando, pero Ryoma tomo ventaja de que se distrajo un poco. Esa era la táctica de Saku, hacerse la distraída y luego seducirlos. Saku miro a Ryoma, lo cual este también la miro, la chica le sonrío y cambio su mirada moviendo su cabello dejando anonado a Ryoma aprovechando para ir mas rápido ganando de este modo la carrera.

    Ryoma no podía creer que esta le había ganado. Se bajo del caballo molesto y se sentó en el pasto dejándose caer. Saku se sentó a su lado haciéndole compañía y establecieron una conversación.

    -Al parecer no te dijo algo tu mama-comenzó Saku.
    -Que cosa, yo lo se todo-dijo molesto Ryoma.
    -Ryoma no te debes dejar distraer por nada-menciono Saku seriamente.
    -Yo no tuve nada que ver. Fuiste tú con tu aspecto aterrado el que me distrajo-afirmo Ryoma.

    Saku se paro de inmediato y comenzó a caminar.

    -No me caes bien Ryoma-su semblante cambio por completo a un frío.
    -Tu tampoco-dicho esto los dos se fueron por caminos diferentes y todos se encontraron en el comedor.

    En una mesa estaban Hime, Sora y Ann comiendo sushi. En la de alado estaban los demás, que eran Ryoma, Saku, Syusuke, Momo, Val, Amane, Eiji, Aya, Kintarou y el nuevo integrante de la familia Diosas. Aya quedo helada, pero no lo expreso.

    -Este es el nuevo integrante, se llama Gakuto. El se hará cargo de la supervisión amorosa-acoto Kintarou de forma serena.
    -¿Qué?-preguntaron en unísono los chicos.
    -Verán, ustedes son de la misma edad. Y no se permiten enredos amorosos en el trabajo. Haci que Gakuto me dio la gran idea de supervisarlos y lo deje a cargo a el, junto con Hime, Sora y Ann-concluyo Kintarou.
    -Yo no tengo problemas-dijo Saku sonriendo.
    -En ese caso se queda así-termino Kintarou.

    Todos continuaron comiendo y charlando de diversas cosas, o eran más bien Gakuto y Eiji los que no paraban de hablar.
    Momo se la pasaba mirando a Val, en una ocasión esta se dio cuenta y lo patio por debajo de la mesa. Saku y Ryoma no paraban de discutir y lanzarse miradas asesinas, que si estas fueran pistolas los dos tendrían hoyos por todo el cuerpo.
    En cuanto a Aya esta se la pasaba en sus pensamientos ideando una estrategia para alejarse de Gakuto. Y Syusuke y Amane miraban el espectáculo.

    Kintarou se paro de su asiento y se dirigió a la salida. Se detuvo un momento para hablar con todos.

    -Quiero que todos se alisten para esta noche. El señor Kuzumaki nos invito a una fiesta y quiere que los jóvenes estén presentes. Saku ven necesito pedirte algo-dijo de modo serio Kintarou.
    -Si Kintarou-aseguro Saku caminando a la salida.
    -Quiero que les digas a todos que buscen una pareja. Kuzamaki me informo que la fiesta seria de este modo. Es todo, y quiero que se los digas ahorita-informo Kintarou tomando rumbo a su oficina.

    Saku volvió a la mesa y les dijo a las tres asistentes que se acercaran para que estuvieran informadas, ya que ellas también asistirían.

    -La fiesta será de parejas, así que buscen una pareja, y tiene que ser de aquí-anuncio Saku acomodándose en el asiento.
    -Bien, entonces propongo que las que se encargan de nosotros sean nuestras parejas-sugirió Momo mirando a Val.
    -Me parece lo mejor-dijo Eiji.
    -Yo no quiero ser la pareja de ella-acoto Ryoma apuntando a Saku.
    -De eso no abra inconveniente, Sora será tu acompañante, ya que yo no asistiré -afirmo Saku.
    -¿Porque no vas a ir?-pregunto Momo.
    -Eso no te incumbe-se apresuro a decir Saku.

    Después de la pequeña platica que tuvieron, todos se fueron a sus habitaciones arreglarse para la siguiente actividad. Esta seria diferente, serian cosas urbanas, por ejemplo clase de modales, de moda, etc.

    Se reunieron en la sala de conferencia las Diosas y los tres jóvenes junto con Gakuto y las asistentes.

    Al llegar a la sala se dividieron, Saku y Ryoma fueron a la sala de maquillaje, Aya y Eiji a la de moda y Momo y Val a la de modales.


    Saku y Ryoma no se la pasaban muy bien, este no quería cooperar lo cual se le dificulto a Saku y tuvo que llamar a Kintarou y a las chicas.

    -Tenemos un problema, Ryoma no quiere dejarse poner el maquillaje-menciono Saku por el teléfono.
    -En ese caso los demás harán lo mismo-dijo convencido Kintarou.
    -Lo podemos cambiar-afirmo Aya.
    -Podemos cambiar esta a una de clase y porte. No creen-sugirió Val.
    -Entonces será clase y porte en vez de maquillaje. Saku despide a las que trabajan ahí-ordeno Kintarou.
    -Si-obedeció Saku y colgó como los demás.

    -Están despedidas-dijo de forma cortante e indiferente Saku marchándose con Ryoma.
    -¿Ahora que?-pregunto Ryoma.
    -Después lo veras -contesto Saku mirando al frente y caminando.
    -Bien-concluyo Ryoma.

    Al poco tiempo los dos ya se estaban peleando. Ninguno se soportaba, pero en el interior de Ryoma nacía un interés por ella que el pronto se daría cuenta. Mientras estos discutían Momo era enseñado por Val en clase de modales.

    Aya le daba consejos a Eiji sobre su comportamiento, como debía portarse en situaciones complicadas y con sus maestros o compañeros.

    Eiji prestaba mucha atención a los consejos de Aya. Se distrajo un momento viendo los pechos de Aya. Se sonrojo un poco al pensar en ello y Aya se dio cuenta. Sonrío al ver a Eiji sonrojándose por ella.

    Paro de hablar, Eiji al estar en sus pensamientos no se dio cuenta que ella se detuvo, Aya se acerco a el peligrosamente y se detuvo a unos escasos centímetros de sus labios. Los rozo con delicadeza provocando un escalofrío en el joven.

    Este la tomo por sorpresa agarrandola del cuello y besándola apasionadamente, como si no hubiera un mañana. Ella prosiguió el beso y después se separo para mandarlo a sentar.

    -¿Qué fue esto?-pregunto confundido Eiji.
    -Quería ver en ti. Veo que eres abalanzado en estas cosas. Bien vamos a la siguiente-dijo de forma fría e indiferente Aya.
    -Me… utilizo-susurro de forma decepcionante Eiji. Siguió el camino que tomo Aya hasta llegar a la pasarela de modas.

    Momo tenia puesto un short deportivo, una camisa blanca con rayas rojas a los lados, y unos tenis de marca rojos. Le sentaba muy bien, lo hacia resaltar su masculinidad, ya que la camisa era de calavera, y esta hacia ver sus varoniles pectorales. Modelaba como menso, caminaba mucho y se veía seguido al espejo.

    -Momoshiro para de hacer eso-ordeno Val en forma de disgusto.
    -Si, ¿y ahora que haremos?-pregunto Momo.
    -Te quedaras con esa ropa. Ahora sígueme-continuo Val para caminar a la salida.

    Momo y Val se dirigieron a la puerta. Val la abrió pero Momo la tomo de la cintura haciendo que esta no pase. Se acerco más a ella hasta quedar a unos centímetros de su cara. Se acerco mas a su oído y le susurro muy claro.

    -Gracias-susurro Momo haciendo estremecer a Val.


    Saku y Ryoma se encontraban en la sala de modales. Este no escuchaba nada de lo que esta decía. Saku azoto su mano sobre el asiento de Ryoma haciendo que este se levantara de golpe. Se callo del asiento y se volvió a incorporar a el dejando incógnitas dentro de sus pensamientos.

    Esa chica era muy rara y diferente, no la soportaba y era el mismo diablo para el. Le dijo sus pequeños, o muchos errores para que los cambiara, y le dio unos cuantos consejos de su comportamiento.
    Terminaron pero todavía quedaban diez minutos así que ella decidió iniciar una platica para conocerlo mejor, y saber mas de el.


    -Te are unas cuantas preguntas-inicio Saku sentándose enfrente de el.
    -Hmp-respondió con su típica frase.
    -¿cuantos años tienes?-
    -Diecinueve-
    -¿Qué quieres ser?-
    -Jugador profesional de tenis-
    -¿Comida favorita?-
    -Japonesa-
    -¿Mejor amigo?-
    -Momo-
    -¿Has pensado hacer algo más que solo tenis?-
    -No-

    La castaña estaba realmente fastidiada, ese chico le aburría, y para colmo lo tenía que enseñar. Se paro hacia la salida sabiendo que aun restaba tiempo, y camino hasta llegar a ella. Una mano sostuvo su muñeca fijando sus ojos ámbares en ella sin despegar su mirada y la voltio aun sentado.

    -Ahora voy yo-dijo arrogantemente viendo el sonrojo en ella.
    -Bien-sonrío con su sonrojo.
    -¿Tienes novio?-
    -No así de formal, pero si-
    -¿Qué quieres decir, as tenido algo con el pero no son nada?-
    -El y yo salimos, y de vez en cuando me besa, pero ya me canse de el-
    -¿Cuántos años tienes?-
    -Diecinueve-
    -Comida favorita-
    -Japonesa-
    -Pasatiempo-
    -Este es mi pasatiempo-

    Los dos chicos se sonrieron por un momento fijándose en sus miradas, ahí el encontró calidez y felicidad, donde nunca vio en ninguna otra chica, la tomo del cuello acercándola a el sin despegar sus miradas, fue cerrando sus ojos lentamente, quedo a unos pocos centímetros de ella y rozo sus labios con los de ella.

    Sintió magia en ese beso quiso probar mas pero ella no lo permitió. Saku no sintió absolutamente nada, fue un beso sin palabras, sin sentimientos, sin amor. Se paro y le dio la indicación de salir con ella por la puerta para la siguiente y ultima actividad del día. Se quedo anonado por su reacción, como si nunca hubiera ocurrido nada y la siguió ahora atrás. Pensando confundido sus sentimientos.


    Mientras, Aya y Syusuke discutían sobre la clase de vestuario que le quedaba a Eiji. Este tan solo miraba hacia el horizonte pensando en su amigo Oishi. Lo extrañaba mucho, el había sido el primero que lo ayudo en cuanto a su juego.

    Aya lo saco de sus pensamientos arrojándole un pantalón, una camisa y una chamarra.

    -¿Qué es esto?-pregunto ingenuo Eiji.
    -Esto se llama ropa, ahora póntelo-dijo sarcásticamente Aya.

    Eiji se dirigió al vestidor y se puso la ropa que Aya le dio. Salio del vestidor muy decidido y al momento se tropezó con el pantalón, ya que le quedaba algo grande.

    -Me queda grande-dijo Eiji sobandoze.
    -Bien, que le traigan un ocho-ordeno Fuji.
    -Aquí esta señor-aseguro la muchacha entregándole el pantalón.

    Fuji le entrego el pantalón y se lo puso. Le quedaba muy bien el estilo. Sin duda alguna se veía muy sexy. La camisa era polo, y la chamarra le daba un toque de misterio. Aya lo miro unos segundos y se encamino a la salida.

    -Ese es tu estilo, acostúmbrate a usar cosas como estas-acoto Aya abriendo la puerta de la salida seguido de Eiji.

    Aya y Eiji caminaron hasta el lobby y se separaron, Aya le dio la indicación de cambiarse a la ropa que estaba sobre su cama para la fiesta, y se arreglara como todo un hombre. En cambio Aya se fue para su departamento y se comenzó arreglar antes, ya que la clase de maquillaje fue remplazada por la de clase y porte.

    Ellos dos estarían listos antes que los demás y podrían hacer algo mientras que sus acompañantes se arreglaban.

    Val ya estaba fastidiada de Momo y solo quería relajarse en una tina llena de agua caliente que bombeara pompas de agua. Le dijo que no tomarían la clase de modales, que se adelantarían a arreglarse, este obedeció la orden y se fue a su habitación. La chica se fue al igual que Aya a su departamento, giro la perilla del agua caliente y entro a ella para relajarse.


    Después del pequeño incidente que tuvieron Ryoma y Saku este ya no quiso estar con ella por su reacción hace unos momentos. Al pasar por su habitación este retomo camino y se dirigió a ella. La castaña sospecho su actitud y no dijo palabra alguna.

    La chica camino de un lado para el otro, se le veía preocupada, que tal si la fiesta no salía bien, que tal si algo malo pasaba, que tal si el seño Kuzumaki no le agradaba la actitud de Ryoma. Le tenia un poco preocupada, decidió ir a la fiesta como acompañante de Ryoma y así que todo salga bien.

    Entro a la habitación de Ryoma, este se encontraba en el baño, se escuchaba una ducha relajante. Entro por inercia y lo vio desvistiéndose e ingreso al baño sin importarle la situación. Esta estaba medio desvestida, tan solo portaba un corto short y la parte de arriba de su ropa interior. Saku era muy liberal, Ryoma paro de desvestirse, traía simplemente su boxer y ya.

    -¿Quieres bañarte conmigo acaso?- dijo con arrogancia arqueando una ceja.
    -No, venia a decirte que yo ser tu pareja, no Sora- recalco Saku saliendo de la habitación.
    -Y Ryoma, tu ropa de vestir esta sobre la cama, te espero en el lobby en media hora. Se puntual-finalizo Saku.

    Al salir de la habitación de Ryoma se dirigió a su departamento que quedaba a unos cuantos metros, y comenzó a bañarse. Salio de su ducha lista y preparada con una toalla alrededor del cuerpo, y unas cuantas gotas por el cuello y la cara haciéndola ver sensual.

    Tomo un hermoso vestido diseñado exclusivamente para fiestas importantes como esas y se lo puso. Era uno de color rojo estraple, con un moño en la esquina, la caída era sencilla, y terminaba cayendo un poco inflado.

    Su maquillaje era fino y exquisito, un labial rojo carmín con pocos brillos, rimel, pestañas rizadas, y poca sombra. Sus zapatos eran italianos con poco tacón, y transparentes. El pelo era suelto con unos pequeños churros, y planchado con un moño rojo.

    Era una gran diosa, se podría decir que la más bella de todas, siempre sabía como comportarse, como tratar a la gente, como vestirse, entre otras cosas. Camino hasta llegar al vestíbulo dejando a todos con la boca abierta, inclusive a Ryoma como siempre. Se reunió con Ryoma, sus compañeras, sus parejas, y los demás empleados que asistirían a la reunión del señor Kuzumaki.

    Aya llevaba un vestido negro de tirantes con un fondo de rosas plateadas brillantes. La caída era simple, como una cascada enroscándose al final. Los zapatos color negro, el pelo totalmente rizado, con una diadema plateada y un fleco. Su maquillaje era sencillo, rimel, brillo labial, rubor y sombra.

    Eiji traía su traje de gala negro con los zapatos italianos, el pelo relamido para tras, sin su bandita en el cachete y con una pulsera echa a mano que resaltaba su masculinidad.

    Val portaba un vestido color azul fuerte de mangas enroscadas, con un moño en el estomago, y caída de churros liso. Llevaba una carterita al hombro y sus zapatos de tacón azul. El pelo era recogido en una cebolla, con un lindo moño casi al final. Y unos cuantos pelos sueltos. Dejando ver su hermoso rostro al descubierto.

    Momo traía sus rayos violetas en el cabello, y un arete en la oreja. Su traje era azul fuerte para combinar con el de Val y con una flor en el extremo del bolsillo a su derecho en la esquina de arriba. Los zapatos iguales, italianos negros y bien nuevos.


    Ryoma traía un traje color negro con una flor roja carmín. Los zapatos perfectamente nuevos e italianos, su cabello estaba completamente desarreglado con sus rayos verdosos que se hacían notar bien y un pequeño aniño en su dedo anular.

    Saku quedo un poco impresionada y sorprendida, se sonrojo al notar lo sexy que se veía, pero no lo mostró, ya que no le gusto nunca hacerse notar débil, como en los tiempos pasados.

    Ryoma y Saku eran la pareja perfecta, quedaban muy bien como novios, pero a Saku nunca se le dieron las relaciones, y Ryoma nunca pensó en otra cosa que no fuera el tenis.

    Las asistentes, Sora, Hime y Ann llevaba un vestido simple lila, que las hacia parecer damas de honor. Con zapatos de tacón transparentes. Fuji, Gakuto y Amane traían un traje blanco sencillo y zapatos blancos diseñados por un diseñador de Paris.

    Todos entraron a la limosina hasta llegar al lugar. Momo no paraba de mirar a Val al igual que Amane. Este se dio cuenta y discutió un poco con Momo por quien veía a Val, esta no se dio cuenta y nadie salio lastimado.

    Aya miraba a Eiji con lastima al igual que Gakuto. Eiji se encontraba en las nubes, pensaba en el beso que le dio a Aya, lo tenía completamente loco y esta no se daba cuenta, en fin sufría por ella.

    Saku miraba a la ventana, se sentía realmente mal, ese fecha la pasaba pésimo, lagrimas amenazaban con salir pero tenia que ser fuerte. Fuji le su mano encima en signo de apoyo, y esta solo sonrío. Ryoma miraba la escena fastidiado, le molestaba verla con otro hombre. Realmente no entendía, le caía mal pero le molestaba verla con otro.

    Llegaron al lugar y a Saku se le veía muy triste, nunca jamás estaba de esa manera, todos los empleados sabían la razón de su estado, pero los nuevos chicos no estaban enterados, y nunca lo sabrían.

    Al bajarse de la limosina, todos salieron en parejas. Aya y Eiji, Val y Momo, Saku y Ryoma, Fuji y Sora, Ann y Gakuto y Hime y Amane.

    En la entrada del salón estaba una alfombra roja y alrededor de ella muchos paparatzzis, parecía Hollywood. Todos se quedaron con la baba afuera al ver a Ryoma y Saku tomados del hombro, eran sin duda la mejor pareja de la noche. Posaron para algunas fotos, se veían bien, los dos eran fotogénicos por eso las fotos salieron a la perfección.

    Al entrar al salón dos jóvenes los recibieron y les dieron mesa para seis. Se sentaron en ella, muchos más invitados y empresarios importantes asistían a esa cena que seria una de las más importantes en la carrera de las Diosas.

    El señor Kuzumaki se paro en una tarima y comenzó hablar e informar sobre la razón de la cena. Este llamo a Kintarou que se encontraba a un costado de la tarima para que subiera y diera una explicación sobre el trabajo de su compañía.

    Este tomo el micrófono y dio inicio a su plática. Saku, Aya y Val se integraron a la plática dando a conocer sus habilidades y puestos. Los invitados quedaron asombrados por los puestos que ocupaban en la empresa a su corta edad. Al terminar la plática los cuatro se bajaron y se reincorporaron a sus asientos, al menos Kintarou, Aya y Val. Saku se desvaneció al poner un pie en el piso.

    Ryoma salio por aire fresco le estresaba estar en un lugar encerrado y con muchas personas. Vio un árbol frondoso que se movía con el viento, lo encontró cómodo y se acostó para así relajarse. A lo lejos se escuchaban quejidos y una muchacha llorando desconsoladamente y reprochándose el no haberlo ayudado. Esa culpa que sentía no se podía borrar jamás.

    En el salón la fiesta ya casi terminaba, los invitados se marchaban cansados y agotados a sus casas. El señor Kuzumaki se acerco a Kintarou y le comento que en Nueva York habría una convención que talvez le interesaría a este, y que le daría publicidad y fama a su empresa. Kintarou aceptó gustoso la invitación y le informo que en vez de asistir el irían Saku, Val y Aya con sus aprendices.

    Todos salieron del salón y apagaron las luces sin chequear antes si todavía quedaban personas. Para su mala suerte, Ryoma se quedo dormido y a Saku no se le encontraba por ninguna parte. El ambarino despertó y lo primero que escucho fue un llanto muy fuerte que provenía de una cabaña pequeña, vieja y abandonada.
    Entro sin previo aviso y al abrir las puertas su cara se torno de una adormilada, a una de sorpresa y miedo.

    Estaba allí, desangrando de los brazos, la sangre no paraba al igual que los llantos. Y sus uñas incrustadas en su piel. Corrió a ayudarla y tomar algo para poder parar la sangre que corría por sus brazos. Ella se veía destrozada, lo único que pudo hacer en esos momentos fue abrazarla y apoyarla en lo que mas pudiera. Ryoma la tomo de la barbilla y la derritió con uno beso, aun abrazados. Esta quedo profundizada en el beso, jamás había sentido cosa igual, nunca disfrutaba los besos, pero esta vez era diferente, era mágico.

    -Gra…cias-dijo ella parando de llorar y saliendo del transé causado por el beso.
    -Hmp. Vámonos ya-dijo Ryoma tomando a Saku del hombro y separándose de ella.
    -S...ii-acoto con pocas fuerzas.
    Salieron por la parte trasera, los dos traían consigo un sueño tremendo, así que Saku le ofreció a Ryoma dormir con ella. Este acepto y se quedaron dormidos. Saku no podía conciliar el sueño, ese beso la dejo impactada, no había palabras para explicar ese beso. Miro por un momento la luna y soltó una lágrima.

    Camino hasta llegar a la ventana y se sentó en el suelo recostando sus brazos sobre esta. Miro la luna por horas hasta que esta se ocultara. Al querer levantarse sintió unos brazos rodear su estomago y su cabeza sobre sus hombros. Al voltear se encontró con unos muy lindos ojos que la profundizaban.

    -Buenos días-

    Chicas me tarde tanto solo para que les guste este largo capi.... bueno ai me dicen, y si la espera valio la pena. Bueno me disculpo. Adios
     
  6.  
    Chisato Aisaka

    Chisato Aisaka Entusiasta

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    Re: Un trabajo de Diosas

    PRIMERA!!!
    Luci me encanto quedo realmente
    buena la conti, estoy sin palabras :D
    me gusta muxisisimo tu fic, me gusto cuando Ryoma la
    beso y tambien cuando la tenia abrazada,
    pero me impresiono Saku estaba sangrando me
    tiene asustada, quiero saber que es lo que le
    paso, en serio me dejastes con esa duda, que mala eres...
    espero lo que sigue me gusta muxo tu fic (ya creo que lo deje mas que claro ¬¬)
    Bueno te dejo, Sayonara
    Matta ne!
     
  7.  
    mimis

    mimis Iniciado

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    Re: Un trabajo de Diosas

    hola!!!!!!!!!!!!!!!!

    esta super padre me encanto todo espero que pronto pongas la continuacion y que me abises.............
    una de las cosas que mas me gusto fue que estas haciendo los capitulos muy largos y muy interesantes me encanto que saku le ganara a rioma en la carera esta super genial...........

    bye..................
     
  8.  
    luciamopet

    luciamopet Entusiasta

    Cáncer
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    Un trabajo de Diosas
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    Re: Un trabajo de Diosas

    Cap.3
    -¿Que quieres Kintarou?- dijo con molestia Saku.
    -Veo que sucedió lo mismo contigo- agrego Kintarou mirando los brazos con rasgos.

    La chica los miro igual, siempre era lo mismo, bajo la cabeza y comenzó a llorar, este la tomo en sus brazos y la llevo al mismo lugar de siempre, el jardín. Le relajaba ese lugar, la abrazo en signo de apoyo y protección y acaricio su delgado cabello como una pequeña niña que era.


    -Flash Back-
    A lo largo de Tokio una niña, de más o menos once años llegaba al patio con cansancio. Se dejo caer en este y miro hacia su entrenador y amigo. Este la miraba con dulzura y alegría, le dedico una sonrisa haciéndola sonrojarse y comenzara a tartamudear como siempre. La chica se levanto con pereza haciendo gestos causando unas risitas de su entrenador, por fin de pie lomito a su altura y de la misma manera le sonrío.

    Este la tomo de la mano y comenzaron a correr con toda la intensidad posible. Sus piernas pidieron reposo y este se detuvo junto a ella para sentarse en una banca no muy lejana de su destino. Al ver a la nada movió un poco su vista y la fijo en su espectacular transporte que los llevaría más rápido a su destino.

    Se subieron a una bicicleta para dos y pedalearon con fuerza hasta llegar a un gran parque donde se encontraban varias actividades, pero casi todas de ellas solitarias y abandonadas. Este le vendo los ojos a la chica para que fuera una sorpresa. Tomaron rumbo a un lugar frío y solitario que se adornaba con una simple maquina a la cual le metías el dinero y este te entregaba un ticket en el cual tu tomabas el material para la actividad.

    Le coloco el material delicadamente ansioso por ver la reacción de la chica y se pararon para después quitarle la venda de los ojos. Se quedo estupefacta, era un lugar hermoso lleno de inspiración y alegría aun siendo solitario. Era una pista de patinaje, aunque esta no supiera patinar, el chico se tomo la molestia de darle un ejemplo de la forma en la cual se patinaba. A cada paso que daba, en cada movimiento de brazos y pies le daba el mayor tiempo de atención.

    Se separo de la maya en la cual se tenía agarrada y comenzó a deslizarse sobre el hielo delicadamente moviendo sus manos de una manera fantástica. El chico quedo sorprendido, debido a que ella nunca había patinado y lo hacia a la perfección. Tomo vuelo y dio un giro triple cayendo con el filo de la navaja levantando el pie izquierdo y manteniéndolo mientras giraba en su otro pie.

    El chico aprovecho la ocasión para tomarla de la cintura y patinar junto a ella y sus magníficos movimientos. Daban giros y saltaban de vez en cuando, el la guiaba y esta se dejaba mover. Finalizaron aventándola a ella al aire para que así diera una vuelta entera y cayera en los brazos de el. Este la bajo para que salieran de la pista tomando sus pertenencias y salir del lugar.

    Al salir del lugar este sin previo aviso la tomo de la muñeca, la jalo y comenzó a correr junto con ella riendo a lo lejos. Este la llevo a un jardín inmenso, donde habían toda clase de rosas, unas cuantas mariposas, una gran cascada y un hermoso paisaje. Se quedaron mirándolo por unos cuantos segundos agarrados de la mano cuando este torno su mirada en ella y le acaricio una mejilla. La chica voltio, y se sonrojo fuertemente.

    El joven le tomo el cuello haciendo su sonrojo más potente, y en un bello instante este se acerco tanto que causo un lindo beso lleno de amor puro. La chica lo disfruto mucho al igual que el, lentamente se fueron acostando en el pasto haciendo mas intensos los beso. El chico quedo encima de ella acariciándole la espalda haciendo a la chica estremecerse y sentir una sensación única.

    Al seguir con su asunto un disparo se oyó claro y cercano. Los dos se detuvieron al momento y se sentaron en el pasto buscando al causante del disparo. En un lejano pardo un hombre tenía la mano arriba junto con una pistola y un traje negro. Miraba hacia abajo, y su rostro no se distinguía muy bien. Los chicos se acercaron un poco para identificar al hombre misterioso. Pronto la noche se mostró y todo se oscureció. Simplemente se encontraban la chica, el chico, y el misterioso hombre.

    En un veloz movimiento el hombre se encontraba atrás de Sakuno tomándola del cuello y amenazándola con matarla con un cuchillo. El hombre le acerco un suave algodón a la nariz haciendo que esta caiga desmayada escuchando por ultimo un “¡Sakuno!”.

    Despertó sobre las piernas de su acompañante en un calabozo, este la miraba con su dulzura y una sonrisa en su rostro. Sakuno se levanto mirando al chico con rareza, no entendía el porque de su sonrisa, se encontraban en un calabozo oscuro y simplemente se mostraba la luna de entre toda esa oscuridad.

    -¿Qué pasa Kuranosuke?- pregunto Sakuno con un poco de miedo en su voz.
    -Mi linda Sakuno, que hermosa eres, tan inocente y tímida, por eso me enamore de ti- agrego este haciéndola sonrojarse.
    -Ku…ranosuke, yo tt...ambi...en te… a...mo- pronuncio con dificultad mirándolo con dulzura.

    Este le tomo una trenza y la acaricio. La chica lo miro divertida, ya no importaba si estaba en un calabozo, lo único que era importante era estar junto a el.
    Los dos se acercaron lentamente y se volvieron a besar, solamente que esta vez era diferente, su beso comenzó apasionado y necesitado, después siguió apresurado y ansioso. Se paro arrinconándola en la pared. Le tomo la pierna y la acaricio suavemente, esta tomo su cuello y lo acaricio despacio y sensualmente.

    Las ligas que sostenían las trenzas de Sakuno reventaron haciendo caer su delicado cabello por su cuerpo. Los chicos cayeron al suelo aun en la pared y se movieron hasta quedar en el suelo. Sakuno lo detuvo, era demasiado, y ella aun era joven como para tener una relación sexual con alguien.

    Este se extraño un poco, con una simple mirada este entendió y la abrazo con dulzura. La luna era testigo del amor que estos dos jóvenes se tenían. Sakuno realmente estaba enamorada de el, y haría cualquier cosa por Kuranosuke, pero tenia muy en claro que ella no quería terminar embarazada tan pronto. Kuranosuke por otro lado lo quería todo con ella, pero si la situación se presentaba de este modo, el esperaría cuanto fuera por ella, por que realmente la amaba.

    Cayeron en un profundo sueño durmiendo abrazados. Se arroparon con el pelo de Sakuno y la chaqueta de Seigaku del chico. Este era titular, muy bueno para su edad. Le daba clases a Sakuno para que ella mejorara. Se llevaban muy bien, a tal grado que se enamoraron inconscientes, uno por ser agradable, amable, considerado, y extremadamente guapo. Y la otra por ser linda, tímida, inocente, considerable, gran persona y agradable.

    Al siguiente día el chico despertó primero, la joven aun dormía. Este la miro con dulzura y acaricio su brazo. Sakuno despertó estirándolos y mostrando un gran bostezo. Los dos se miraron y se sonrieron, no se veía muy claro el lugar, todo estaba oscuro, pero un rayo de luz traspasaba un pequeño hueco.

    -Buenos días linda Sakuno-dijo Kuranosuke causando un sonrojo en la chica.
    -Bu…en…os di...as- acoto Sakuno fijando su mirada al suelo.

    En una milésima de segundo la puerta se abrió azotándose y haciendo entra al mismo hombre misterioso tomando del brazo a Sakuno listo para llevársela.

    -No se la lleve- suplico Kuranosuke levantándose del suelo.

    Este en un momento desesperado golpeo al hombre soltando a Sakuno, y los dos salieron corriendo. Vieron una luz alrededor de toda la oscuridad del gran y oscuro laberinto. Corrieron con más fuerza, pero en un segundo un hombre apareció golpeando a Kuranosuke en la panza. La chica tomo un palo y lo golpeo fuertemente en el estomago.

    -¡Vámonos!- grito desesperada Sakuno.
    -¡Vete tu!- dijo el chico moviendo la mano en señal de salida.
    -Pero- lloraba la chica excusándose.
    -Pero nada, Sakuno prométeme que sobrevivirás y encontraras a alguien que te ame como yo. Sal de aquí. ¡Ahora!- grito el chico empujando a Sakuno.

    Esta salio corriendo del lugar hasta llegar a la escuela. Se quedo en el gimnasio llorando por horas, nadie la veía ya que era Domingo. Se quedo dormida en ese lugar y despertó al siguiente día en la enfermería. Sus compañeros Momoshiro, Eiji, Fuji y Tomoka la ayudaron a llegar al lugar. La enferma la examino lo suficiente para no notar un rasguño o una herida. Supuso que se encontraba en buen estado y la dejo salir.

    Todos se preocupaban por ella, todos los días llegaba a la escuela sin ese brillo en la mirada, su sonrisa desapareció, y ya nadie le llamaba por su nombre, ya que ella no lo permitía. Le decían Saku, o Ryusaki. Al poco tiempo la chica dejo de asistir a los partidos de sus amigos, y al club de tenis. Todo le afectaba, que le dijeran Sakuno, ya que Kuranosuke le decía de esa manera, saber sobre el tenis, ya que le recordaba al chico. En unos mese dejo de asistir a la escuela, se cambio de escuela, y hasta de país. Ahora vivía en Nueva York. Tomoka su mejor amiga le informaba sobre lo que sucedía en la escuela. Sakuno ahora estaba rehabilitándose, sonreía más, pero el brillo desapareció completamente de sus ojos.

    -Amiga, te tengo un noticion- afirmo Tomoka por el teléfono.
    -Que pasa-dijo sin importancia Sakuno.

    Aunque estuviera en rehabilitación su transformación se volvía a la de una adolescente fría e indiferente.

    -Un chico nuevo entro a la escuela-afirmo con emoción Tomoka.
    -¿Y que tiene de especial?- pregunto con diferencia Sakuno.
    -Que es muy lindo, no se su nombre, pero dicen que esta guapísimo, y que le gano a un chavo de prepa en tenis, y ahora es titular. Hay perdón Saku. ¿Saku, Saku estas ahí?- preguntaba extrañada Tomoka.

    Realmente sabia el porque su amiga corto, aun le afectaba la desaparición de su amado. Después del pequeño incidente que cometió Tomoka, ella jamás le volvió a dirigir la palabra. Era muy enserio sobre no mencionar a Kuranosuke, y nada que tuviera que ver con el chico.

    Pasaron los días, y Sakuno decidió ir a un patinadero para enfrenar su tristeza. Tomo sus cosas, salio de su casa y se dirigió al patinadero. Al caminar veía muchas parejas abrazadas, o besándose. Le dolía saber que ella no podía estar de esa forma, y no solo porque Kuranosuke no se encontraba a su lado, si no que jamás podría volver amar.

    Llego al patinadero y ahí vio a una pajera patinando al igual que ella hace unos años, antes de la desaparición de Kuranosuke. Patio el suelo con el pie y se retracto. Jamás volvería a patinar. Llego a una heladería, como siempre, pidió un helado mega con tres bolas de chocolate. Se sentó apartada de la civilización y comenzó a lamer su helado.

    -Hola- le dijo una voz
    -Adiós- le contesto ella sin despegar la vista de su helado.
    -Veo dolor en tu pasado, ¿necesitas hablar con alguien?- le pregunto amablemente el joven estableciendo una conversación amigable.
    -Disculpa, pero no quiero establecer una conversación contigo- le respondió ella.

    Ciertamente, el joven era muy apuesto, se le calculaba como de unos diecisiete años, era unos dos años mayor que la joven, pero aun así era muy guapo. Sus cabellos anaranjados, los ojos gatunos rojos y su carácter prácticamente igual al de su amado. Sus ojos comenzaban a humedecerse, pronto saldrían las lágrimas.

    El joven se paro entregándole a Sakuno una pequeña tarjeta donde venia su numero telefónico y su nombre: “Kintarou Toyama”. El muchacho comenzó a caminar, Sakuno no soporto más y se lanzo a sus brazos llorando a mares. Este la llevo a un parque donde desahogo toda la tristeza que llevaba en su interior.

    Se sentaron en los columpios, y la chica ya mas calmada le agradeció a Kintarou. Este al igual que ella se levanto, en esos pequeños minutos, se dio cuenta que ella era muy bella, a pesar de no cuidar su aspecto. Tenía unas minúsculas ojeras, su pelo un poco maltratado, y su carácter frío por fuera, pero por dentro era una chica destrozada.

    La tomo por la cintura, y la acerco a el. Ella se dejo llevar por el momento dejándose acercar. Le rozo los labios y después se detuvo. La chica se sonrojo mucho y el simplemente la miro junto con una sonrisa.

    Le explico que el veía en ella mucho potencial, como para trabajar en la empresa de Diosas. Le dio a entender en que consistía y si trabajaba cuanto le pagarían. Kintarou le dio su palabra de ayudarla en lo que pudiera. Aun estando un poco dudosa, acepto.

    Paso un año, el la apoyo en los tiempos mas difíciles. Faltaban unos pocos minutos para que su avión abordara. Insistía en que se apurara, pero ella le contestaba con mono silabas. En ese año Sakuno se había vuelto muy fría, no mostraba sus sentimientos, y lo que tenia que decir lo decía, si alguien no le caía bien lo demostraba con indiferencia.

    -Apúrate Saku- le pedía Kintarou.
    -Callate- le respondió ella.

    Salio del baño con una mini falda de trabajo. Una blusa de tirantes color rosa fuerte con unas pequeñas flores en el costado, sus zapatos de tacón negros al igual que la falda, y una pequeña carterita.

    Tomo su maleta y se dirigió a la puerta. Kintarou le abrió paso saliendo de su transé y camino atrás de ella. Le abrió la puerta de su convertible y se metió a el después de ella. Acaricio su pierna que se mantenía cruzada, y le beso el labio.

    Le movió su mano de su pierna e izo un gemido de molestia. Este ya estaba cansado, mantenían una relación, y a esta no le importaba en lo mas mínimo. Después de ayudarla un año, estar a su lado apoyándola y consolándola, ella no lo quiere. Paro el auto con algo de violencia y la miro a los ojos.

    -¡¿Por qué no me puedes amar Sakuno, porque no te enamoraste de mi, porque eres así cuando tu y yo somos algo?!- no paraba de gritarle.

    Ella en cambio se encontraba muy calmada. Solo veía como el agachaba la cabeza, y una fina lagrima se resbalaba por su mejilla. Sonrío placenteramente, le encantaba ver sufrir a alguien, pero el la había ayudado tanto que no se merecía su amor. Decía repetidamente lo mismo, ¿porque? Le tomo suavemente la barbilla sorprendiéndolo un poco, después lo acerco cada vez más a ella y lo fundió en un pequeño beso.

    -¿Qu…ue?- pregunto tartamudeando el.

    Le sonrío, lo volvió a besar lenta, y suavemente, para después acomodarse en su asiento mirando al frente.

    -Continua- le dijo ella cambiando su semblante.
    -Ha...ai- le respondió el.

    Al llegar al aeropuerto oyeron el altavoz que informaba que el avión con destino a Japón despegaría en diez minutos. Caminaron a paso normal, llegaron a tiempo y se sentaron en sus asientos. El chico tenía un sueño muy pesado, no roncaba, pero su cabeza pesaba mucho en el hombro de Saku.

    Sonrío divertidamente, agarro un poco de hielo, y lo rozo por su mejilla. Se despertó exaltadamente haciendo caer jugo sobre la falda de Saku. Agarro una servilleta y comenzó a limpiarse. Por suerte la mancha salio rápidamente, y no hubo ningún problema.

    Bajaron del avión, y recogieron sus maletas. Las chicas que recogerían a Saku y Kintarou estaban en la entrada alrededor de un montón de jóvenes.

    -Así serás tu, o mucho mas hermosa- Le susurro el.

    Las chicas miraron a Saku haciendo una mueca, luego se dirigieron al auto que las llevaría a su lugar determinado.

    -Saku, Aya y Val, Val y Aya Saku- las presento el.
    -No me interesa- le contesto Val.
    -Es un estorbo- continuo Aya.
    -Son unas inútiles- les respondió ella mirando a la ventana.

    Se quedaron con la boca abierta. Una chica nueva dudando de sus habilidades. Kintarou paro su pequeña discusión y las reprimió. Llegaron al edificio donde realizaban todos sus proyectos.
    Kintarou le mostró todo el lugar, y en cuanto pudo comenzó a trabajar. Al pasar el tiempo, los días, meses, y hasta años, las tres se convirtieron en intimas amigas, y hacían un sorprendente trabajo. Cada cliente quedaba satisfecho y complacido. Hacían su trabajo sin importar las consecuencias, eso era lo que las diferenciaba de las otras chicas.

    Fin Flash Back
    -Pequeña, ya no llores- le dijo amablemente el.
    -Gracias- le respondió.
    -Báñate y dile a Ryoma que los veré en media hora en la sala de juntas- informo Kintarou.
    -Si-

    Camino hasta llegar nuevamente a su departamento, donde no encontró a Ryoma. Le dio poca importancia y se metió abañar, a los cinco minutos salio arreglada y vestida. Al salir de su departamento en busca de Ryoma, lo vio ahí arreglado recargado en la pared. Se veía muy sensual debía admitirlo, pero aun así ella no se enamoraría de alguien.

    -Vamos…-
    -Ya se- le dijo el.

    Caminaron un alado del otro. Los dos siempre iban enfrente de su acompañante, pero esta vez era diferente, ninguno iba delante del otro, ya que avanzaban más rápido.

    Al llegar vieron a Kintarou sentado en su silla. Comenzó invitándolos a sentar junto con su taza de te.

    -Iremos a Nueva York. El problema es que no hay departamentos disponibles para todos, así que se quedaran en la misma habitación les guste o no. Es todo- dio por terminada.

    Salieron de la sala, se dirigieron cada a uno a su respectivo departamento y empacaron todo para salir mañana en la mañana. Ese día comenzó un poco difícil, y como la chica no durmió en todo el día, aprovecho esa mañana que comenzaba a chispear.

     
  9.  
    Chisato Aisaka

    Chisato Aisaka Entusiasta

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    Re: Un trabajo de Diosas

    me enrede... T.T
    Pero aun asi me gusto mucho,
    pobre Saku como a sufrido, pero no me gusta para nada su actitdu!
    no es justo que sea asi con Tooyama tanto que la ha ayudado :(
    no se lo merece...
    Me encanta este fic y en todos los post que ponga aqui lo dire xD
    Aun que esta vez vi que te volaste unas letras, pero solo fueron 3 :).
    bueno me voy :)
    Sayonara, Matta ne!
     
  10.  
    Samantha

    Samantha Soy Nami en New POT xD Comentarista Top

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    Re: Un trabajo de Diosas

    Hola vengo a pedirles por favor que se pasen a ESTA discusión, necesito saber su opinión.
     
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