Nunca te metas con un esposo ajeno (asesinato) Lloraba a mares, como si sus ojos nunca dejaran de dejar salir el líquido salado que salía a mares, sin demostrar que iba a parar, sentada en un rincón, escuchando los gritos de sus padres, que, a simple vista, parecieran que se iban a matar a gritos. Ya parecía rutina diaria, de que siempre se oyeran los fuertes alaridos de sus padres, siempre pensó, como es que terminaron casándose, no lo sabía. Lo que si estaba segura es que en ese momento, sentía una tristeza que invadía cada parte de su cuerpo, antes, ella creía, que al menos, sus padres se llevaban bien, para que ella creciera en un lugar pacifico, pero no tardo, en venir el caos, el culpable… ….su padre andaba con otra. Antes, su padre disimulaba muy bien, las salidas con aquella mujer, pero ahora, lo hacia delante de ellas, como si no importara lo que pensaran sus hijos, aunque a su madre no le importaba que anduviera con otra mujer a sus espaldas, a ella si le importaba, por eso es que todas las noches lloraba, por culpa de esa mujer, que con la llegada de ella, había arruinado a su “perfecta” familia, la que había hecho que ahora sus padres pelearan todos los días, hasta llegar a insultarse, o mas bien, no les importaba nada, no les importaba lo que la pequeña niña sentía o pasaba por su mente. Y ahora el motivo de la pelea de sus padres… Su padre había salido con aquella mujer abrazados delante de la hermana mayor… Mientras escuchaba todo aquello, esta vez, no sentía tristeza, sino odio, furia, maldad, cada sentimiento de infelicidad y de odio recorrían cada parte de su cuerpo libremente sin que nada las detuviera. Había tomado una decisión, no iba a dejar que nadie arruinara su vida, menos una completa aparecida, que disfrutaba de destruir las familias ajenas, si su padre se rehusaba a alejarse de ella, y se aquella mujer también se rehusaba, ella misma se encargaría de separarlos, o mas bien… Asesinar a esa mujer… La pequeña niña de 12 años se levanto del rincón, seco sus lágrimas y en reemplazo, aprecio un rostro frio lleno de furia y odio. Espero a que pasaran las semanas, mientras tanto, ella “espiaba” todo lo que hacia su padre por las noches, y en donde vivía aquella mujer, tenia todo planeado, no iba arrepentirse, siempre la tildaban de la mas débil de su familia, esta vez, no, ella misma se encargaría de su sufrimiento. Hasta que por fin llego el esperado día, había alistado todo, la haría sufrir, la haría que llorara, que se retorciera del dolor, la haría sentir todo lo que ella sentía. Salió de su casa, a media noche, por suerte, la mujer vivía a la vuelta de su casa, que descarado era su padre, salió con una maleta, iba decidida hacerlo, no se iba a retractar en el ultimo minuto. Llego, se subió por el techo, -la casa no era de gran altura- bajo por el patio, y camino por el pequeño pasillo, hasta que por fin encontró lo que anhelaba, la mujer se encontraba felizmente dormida, como si confiara de que estuviera a salvo, pobre, esta noche la iba a pasar muy, pero muy mal. Entro en el cuarto y cerro con pasador, amarro las manos de la mujer y tapo su boca, la mujer comenzó a abrir sus ojos lentamente, hasta que vio a aquella niña la miraba de una forma rencorosa y llena de frialdad. Se asusto demasiado, abrió los ojos de golpe, comenzó a moverse, a tratar de soltarse, pero no podía, la niña había hecho un buen trabajo, la rencorosa niña camino y salió de la habitación, al ratico entro con una silla y la hiso al frente de la cama de ella, luego camino hasta donde de se encontraba la mujer, con esfuerzo la paro y la llevo hasta la silla y la sentó, y la amarro, luego le quito el trapo con el cual estaba tapando la boca de la mujer. -¿Qui...en e…res? –balbuceaba con miedo aquella mujer - La hija del padre con el que te revuelcas todas las noches –dijo fríamente La mujer abrió más sus ojos -No importa, no necesitas saberlo, porque esta noche, no tendrás ni ganas de saber quien soy –hablo secamente la niña La niña soltó la soga con la cual la mujer estaba amarrada a la silla, luego la puso de espaldas y la volvió amarrar. Luego se dirigió a su maleta y saco un látigo, y se lo mostro, después, con dificultad levanto la blusa que tenia la mujer. La niña apretaba muy fuerte aquel látigo, sabia que ya no podía arrepentirse, lo cogió mas fuerte y se dispuso ha hacerla sufrir. Golpeaba fuertemente, cada vez que lo hacia, la mujer trataba de gritar, pero no podía, el trapo con el cual estaba tapando su boca, no dejaba que se escuchara libremente el chillido, y seguía, la mujer sentía como si cada golpe traspasaba la carne, como si el látigo se metiera dentro de ella, después de cada golpe, un ardor comenzaba en cada herida, y la hacia chillar de dolor, la sangre salía rápidamente de ahí, no en abundancia, pero si como para que manchara la espalda y el látigo con el cual la haría sufrir hasta que no pudiera gritar. Después de que se canso de golpear, decidió seguir, pero de otro modo. La volvió a soltar y la puso otra vez en la silla, pero esta vez la puso sentada, la mujer tenia los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, disfrutaba de eso, ella tenia que sentir todo lo que ella sentía, el dolor y sufrimiento, llorar hasta que sienta que los ojos se le van a estallar. Fue hasta su maleta, y saco un cuchillo y se dispuso a hacerla sufrir. La mujer al verla caminar hacia ella con el utensilio, comenzó a reflejar en sus ojos miedo. Con el cuchillo en su mano, comenzó a rozarle el rostro, y cada vez que lo hacia presionándolo contra su rostro; comenzó a bajar, hasta llegar a su nuca, y comenzó a pasarlo por ahí, a presionarlo mas y mas, pequeñas filas y gotas del liquido rojo bajaban de su rostro y salían también de su nuca. Después, con el cuchillo destruyo las ropas de la mujer, y también su ropa interior, dejándola completamente desnuda, sentía asco, repugnancia, de todo, después, bajo el cuchillo por todo el cuerpo, y comenzaba a presionarlo más y más, incrustándolo en su asqueroso cuerpo. La pobre mujer sentía como la filosa y fría navaja se incrustaba en su carne, como su preciada sangre, salía a chorros de su cuerpo, sentía como si el dolor pasaba por cada parte de su cuerpo, cada vez que pasaba la fría navaja, comenzaba a gritar, todo lo que su boca le pudiera dar, pero para su desgracia, solo se alcanzaba a oír pequeños chillidos. Después de que termino con el cuchillo se dispuso a observarla, la mujer tenía varias líneas disparejas que salían de las perforaciones de su cuerpo, se alcanzaban a ver en el suelo, pequeños pedazos de carne, que la niña había arrancado del cuerpo de la impura mujer. La niña estaba aburrida, aunque complacida, quería oírla gritar. Le quito el trapo de su boca. - Pa...ra...por...favor…- trataba de hablar la mujer - Esto hasta ahora es el comienzo, te voy a hacer gritar y retorcerte del dolor, para que te arrepientas de haber terminado de arruinar mi familia La mujer no hablaba solo lloraba Luego la niña se dirigió otra vez a su maleta y saco de ahí, algo que parece inofensivo, pero que le hará gritar del dolor, había sacado nada más y nada menos, que un frasco de alcohol, un antiséptico. La mujer miraba horrorizada el frasco, si una gótica de ese liquido lo hacia chillar a uno en una pequeña herida, como seria en todo su cuerpo lleno de perforaciones y sangre. La niña sonrió complacida, la mujer había comprendido lo que ella iba a hacer. Abrió despacio la tapa y comenzó a inclinar el tarro, para que el frio líquido saliera de allí e hiciera su trabajo. Comenzó a regarlo por su cara, la mujer se retorcía del dolor, gritaba y gritaba lo máximo que su garganta le podía dar, sentía que cada gota que pasaba por sus heridas, la quemaba, era un ardor que no se podía explicar, su cuerpo –literalmente- se estaba quemando, eso sentía, ardor, como si estuviera quemándose viva, y gritaba, gritaba, retorciéndose del dolor. La niña sonreía Había olvidado todo lo que le habían enseñado de no practicar la venganza, pero en ese momento, no importaba, disfrutaba del sufrimiento y desgracia de esa mujer. Ya había terminado de acabar con todo el frasco de alcohol, aun así, quería más y más, y la pobre mujer, aun seguía chillando por el ardor producido por el líquido frio y desgarrador. Después la boto al suelo, a la pobre mujer, dejándola solamente amarrada de manos, la mujer simplemente no se podía mover, ni siquiera se podía parar o hablar. La rencorosa y sufrida niña, se dirigió a su maletero, la mujer se dio cuenta y comenzó a gritar y a rogar que parara y no le hiciera nada, la niña hiso de cuenta que no había escuchado nada, y saco un bate de madera. Hubo un tiempo que estuvo en una escuela de policías para niños y le habían dado eso, sabia que algún día le iba a servir de algo. Y comenzó el juego. Primero le dio golpes fuertes en la espalda, las piernas, la cola, en el estomago, haciendo que la mujer botara el líquido rojo. Luego, decidió darle golpes con los pies de ella, en el estomago, en sus partes intimas, en cada parte de su despreciado cuerpo. Luego cogió la soga con la cual la tenía antes amarrada a la silla, y se lo coloco alrededor del cuello, y comenzó a presionar. La pobre mujer sentía como si su garganta se iba a romper y el poco aire que le quedaba se le estaba yendo, sus ojos comenzaron a brotarse y su rostro comenzó a tornarse morado. - *aun no la quiero matar* -pensó la niña de ojos cafés. Amarro la soga al cuello, dejándola como un perro amarrado, con la otra parte de la soga, la cogió y comenzó a jalar para atrás, luego comenzó a darle patadas y por ultimo comenzó a gritarle - ¡Di que eres una zorra! ¡dilo! –gritaba la niña de cabello café oscuro, mientras jalaba mas y mas de la soga La mujer no podía hablar - ¡Di que eres una completa prostituta! ¡que eres una perra! ¡dilo! La mujer no podía hablar, sentía como si su corazón se saliera de su pecho y su garganta se fuera a reventar La oji-café sabia perfectamente que ya era hora de terminar con el jueguito, así que comenzó a ahorcar a la mujer, los ojos comenzaron a brotársele, como si quisieran salir, y comenzó a botar sangre por todo los lugares de su cuerpo, de sus ojos, oídos, boca, ya a lo ultimo, la mujer dejo de respirar. La niña soltó la soga y la observo Y comenzó a llorar, no sabia exactamente porque lo hacia, pero, sabia que se iba a podrir en el infierno, sabia que su madre iba a sufrir mucho por culpa de ella, por eso lloraba, por fin había entendido la razón de sus lagrimas. Y, aunque se iba a morir y a quemarse en el mas profundo infierno, lo había disfrutado, se había quitado un peso de encima, ya nunca mas iba a sufrir todas las noches por culpa de esa degenerada mujer, y si su padre seguía con otra, iba a hacer lo mismo o peor, con cada mujer o persona que se atreva a arruinar lo queda de su familia. notas: es la primera vez que hago un fic asi, yo no creo que sea sangriento, jusgenlo uds, ojala les guste, tanto como disfrute de hacerlo yo xD, ya que algo parecido me esta pasando por la cabeza estos dias, o mas bien la situacion Xd (tranquis no soy asesina)(a menos que este muy vengativa) jajaja no mentiras, pero si podria hacerlo pero en mis sueños jajaaj, ojala les guste y me critiquen xD y algo que me ayudo mucho, era que mientras la hacia escuchaba la cancion left behind de slipknot, eso me ayudo mucho xD
Re: Nunca te metas con un esposo ajeno (asesinato) mmmm o.o esa niña comia bien me parecio q tenia muxa fuerza corporal ^^ estuvo entrete
Re: Nunca te metas con un esposo ajeno (asesinato) me gusto muchoi tu fic. la niña devía estar sufriendo mucho para asesinar a la amante de su padre en cierto modo la entiendo, yo me sentiría tentada de hacer lo mismo, si una mujer arruinara mi familia de esa forma. en fin, narrastes muy fin la historia, felicidades, espero que sigas escribiendo