como conoci a mi verdadero amor.(Inu-No por Izayoi)

Re: como conoci a mi verdadero amor.(Inu-No por Izayoi)

Perdón por no actuilsar el fic, lo que pasó es que a mi laptop se le fue el javascrip y no me dejaba haser espasiado, asi que se imaginaran como quedaria el fic sin eso, pero ya esta arreglado y se los traigo sin mas tardar el sabado ¿OK?

 

Re: como conoci a mi verdadero amor.(Inu-No por Izayoi)

Gomenasai, les prometí que era para el sábado y no cumplí, pero aquí se las traigo, espero y les guste.​

El peor día del príncipe frío.​

Era una cálida y perfecta mañana en un castillo, los pájaros cantaban, los pétalos de cerezo danzaban con el viento y se podía apreciar a una bella princesa dormir plácidamente en su habitación, como la mayoría dentro del castillo, a excepción de los guardias de turno y un príncipe frio: Sesshomaru, quien se levantó temprano para marcharse lo más rápido posible, no iba a soportar estar en el mismo lugar que una humana despreciable, además, estaba seguro de que su padre aprovecharía la ocasión para hacer “eso”



-Me extraña que estés levantado a estas horas, teniendo en cuenta que matarías a cualquiera que te despierte tan temprano -dijo una voz detrás del frío Youkai.


-Yo puedo hacer lo que me plazca –Respondió con frialdad a quien ahora se encontraba frente a él.


-No será que le estas huyendo a algo... o a alguien –Dijo en tono desafiante.


-Yo nunca huyo de nada, menos de una humana -contesto el príncipe, dispuesto a seguir su camino hacia las afueras del castillo.


-Te reto a que lo pruebes, quédate hasta la tarde –Le insistió Inu-no.


Eso era lo que Sesshomaru quería evitar, sabía que como siempre su padre aprovecharía la ocasión para molestarlo, claro que él no iba a dejar que una simple humana lo hiciera quedar como un cobarde, así que acepto sin decir una palabra al respecto. Por otro lado, la causante de todo este problema, sin siquiera saberlo, estaba abriendo sus dulces ojos.


-Que bien dormí -dijo en un susurro.


Izayoi se percató de que no se encontraba en sus aposentos y recordó los acontecimientos del día anterior, se sentó en el colchón en el que había pasado la noche para contemplar detalladamente la habitación y el espejo, todo se veía mas hermoso de día, minutos después, se pudo escuchar a una voz femenina pidiendo permiso para pasar.


-Adelante –Dijo dulcemente la joven princesa.


Las puertas se corrieron dejando ver a una hermosa y estilizada mujer, traía puesto un kimono que combinaba con sus hermosos ojos color esmeralda y su cabello castaño, Izayoi pudo deducir rápidamente que era una Youkai zorro, una Kitsune. También tenía una cola que parecía de algodón color castaño claro, se veía tan tierna que hasta daban ganas de tocarla.

-Ohayo, Izayoi-sama, mi nombre es Mimiko, Inu-No-Taisho-sama me envió para ayudarla a prepararse y para guiarla hasta donde la espera -Le dijo cortésmente la Youkai.


Izayoi, a pesar de ser una princesa, no estaba acostumbrada a que la ayudaran con cosas íntimas, pero como era huésped no se podía negar.


-De acuerdo, Mimiko-chan -Dijo la princesa dedicándole una tierna sonrisa.


La Youkai la guió hasta la habitación del baño, allí la ayudó a desvestirse y a bañarse, después siguió con la vestimenta, eligió un kimono de color rosa pastel con pequeños dragones que parecían danzar grácilmente con los movimientos de la princesa, amarrado con un lazo azul claro y por último el pelo, a la Kitsune se le hiso difícil desenredarlo, pues era un pelo bastante largo, le dió gracias a Kami de que era sedoso y bien cuidado.


-Domo arigatou, Mimiko-chan -Dijo con profundo agradecimiento.


-De nada, Izayoi-sama -respondió la Kitsune.


Luego de esto, Mimiko condujo a la princesa hasta la habitación donde la esperaba el gran Youkai, después de caminar por varios pasillos, llegaron al comedor donde divisó no solo la presencia de Inu-No, sino también la de Sesshomaru y algunos guardias y capitanes


-Buenos días a todos -saludó cordialmente la joven doncella.


-Buenos días -Respondieron todos al unísono, a excepción de Sesshomaru, claro está.


Como era de esperarse, Inu-no aprovechó el momento para molestar un poco a su hijo, era la única forma de pasar tiempo con él, además había algo muy importante que él deseaba enseñarle a Sesshomaru, tener sentimientos no era signo de debilidad.

-Donde están tus modales, La princesa ha saludado-Dijo el gran Youkai con más seriedad de lo habitual mientras Izayoi tomaba asiento.


-Yo no me rebajare a saludar a una humana -dijo el príncipe frío en dialecto antiguo para que la princesa no entendiera, no quería una discusión innecesaria, hablarle a esa humana le resultaba repugnante.


Grave error, Izayoi era una princesa con amplia cultura, era una de las ventajas de vivir todo el tiempo en el palacio, así que la respuesta no tardó en llegar.

-Pensé, señor Sesshomaru, que le había dicho mi nombre -Todo esto lo dijo igualmente en dialecto antiguo, lo miraba fijamente, sin superioridad, tampoco con miedo, intentó no ponerse nerviosa ante el frío Youkai que estaba sentado justo en frente de ella.


-Entonces sabes hablar el dialecto -Dijo entusiasmado Inu-No -¿No crees que es muy sorprendente que una princesa humana tenga esa habilidad, Sesshomaru?

-No, considerando que los humanos quieren parecerse cada vez más a nosotros, pero eso nunca lo lograrán –Dijo orgulloso y confiado el joven príncipe, una humana jamás tendrá la última palabra, ella debía callar y ceder, punto.

-¿No cree que es al revés? Sesshomaru -sama, son ustedes que visten como nosotros, toman nuestra apariencia y usan el mismo dialecto que nuestros antepasados, ¿Por qué no regresan a su forma verdadera como en los tiempos antiguos?-Contestó Izayoi dispuesta a comenzar con su desayuno.


Sesshomaru se quedó sin palabras, en cierta forma ella tenía razón, era la primera vez que un humano se atrevía a contradecirlo y vivía para contarlo, mucho menos esa mujer insignificante a la cual podría descuartizar sin mayor esfuerzo, Inu-no, quien ya conocía el carácter explosivo de su hijo se apresuró a intervenir o de lo contrario la joven moriría.


-¿Y qué responderás a eso, Sesshomaru? -preguntó ansioso.


Sesshomaru le dedico una mirada vacía, no había odio ni resentimiento, solo frialdad, volteó levemente el rostro para contemplar a aquella insolente princesa, quien solo se dedico a ofrecerle una discreta sonrisa que dejaba muy claro que no sentiría miedo, después de eso el desayuno transcurrió sin problemas. Sesshomaru estaba de espectador, pues él jamás se atrevería a comer algo con lo que los humanos también se alimentan.
Después de terminar Inu-No invitó a la joven hacia los jardines del castillo, quería preguntarle algo que lo tenía inquieto, por un lado la fragilidad de esa joven lo enternecía, pero por otro lado ella sacaba a relucir una fortaleza que no iba acorde con su dulzura. Era una simple humana, pero desde el momento en que la conoció no pudo dejar de pensar en ella.


-Es hermoso –Dijo la princesa mientras se deleitaba con el jardín que tenia ante ella.


-Tengo algo que preguntarle, princesa -Dijo con un tono serio el gran Youkai



-Adelante -Le respondió con el mismo tono la princesa.


-¿Cómo una princesa como tú puede escapar tan fácilmente de un castillo? -Pregunto con interés Inu-No.



-Es una larga historia –Respondió dando un leve suspiro.


-Tengo tiempo suficiente-Insistió aún más interesado


-Verá, en las tierras de mi padre hay muchas plantas medicinales, en estos tiempos es un gran comercio así que muchos nos han hecho guerra por las tierras, lo que ha reducido el número de nuestros soldados...-Dijo ella con seriedad.


-Pero ayer vi muchos guardias –Dijo aún más intrigado el gran Youkai.


-Esos guardias son comandados por un viejo amigo de mi padre que aceptó ayudarlo, su nombre es Setsuna-no-Takemaru -Explicó la princesa.


-Entonces ahí acaban los problemas de tu padre –Dedujo Inu-no


-Sí, pero donde acaban los problemas de mi padre empiezan los míos -Dijo con un semblante triste y resignado.


-¿Qué quieres decir con eso? -preguntó confundido por la reacción de la joven.


-Takemaru aceptó ayudar a mi padre con la condición de casarse conmigo y mi padre aceptó -Explicó Izayoi mientras ocultaba sus ojos debajo de su flequillo, no deseaba que él la viera con el rostro abatido.


-Y me imagino que tú no quieres a ese hombre-Sentenció seriamente, deseando que ella afirmara su suposición.


-Así es, pero la felicidad de mi pueblo es más importante que la felicidad de mi corazón, por eso asumiré mi responsabilidad-Contestó ella, más llena de valor.


-Los humanos pueden ser muy peculiares, pero también son muy valientes-Dijo el Youkai mirando hacia un árbol donde detectó una ligera presencia bastante familiar, sonrió al darse cuenta de quién era- ¿No lo crees, Sesshomaru?

-“Maldición se percató de mi presencia”-Pensó furioso para sí mismo.



Sesshomaru bajó del árbol con un ágil salto y enfrentó a su padre, sabía que iba a molestarlo por encontrarlo en ese lugar, por más que los veía juntos, no aceptaba la idea de que un demonio estuviese platicando con un ser de tan baja categoría como ella.


-¿Qué vista tenias allá arriba, Sesshomaru? -le preguntó Inu-No con tranquilidad, Sesshomaru giró el rostro sin mucho interés, debido a su carácter era fácil mentir y que todos le creyeran.



-Estaba observando los alrededores, por si hay algún problema -respondió el joven Youkai esperando callar a su padre con eso.


-“No te librarás de esto así de fácil” -Exclamó en su mente el gran Youkai -¿Y desde cuando el "gran" Sesshomaru se conforma con solo observar sin participar en la acción?

Izayoi, al darse cuenta de lo que Inu-no intentaba hacer decidió ayudar a Sesshomaru, puede que el joven demonio tenga una buena razón para odiar tanto a los humanos, tal vez las cosas podían cambiar si ella cedía un poco.

-Yo creo que Sesshomaru hizo lo correcto, actuó con inteligencia por no haberse lanzado contra lo desconocido –Dijo intentando ser lo más amable posible con aquel joven que la aborrecía por completo.


Inu-no quedó perplejo, no podía creer que ella estuviera de parte de su hijo y no de él, estaba dispuesto a darle una lección a su testarudo hijo y ni siquiera ella iba a detenerlo. Pero su fortaleza se hizo pedazos al ver como Izayoi le dedicaba una tierna y cálida sonrisa, sus ojos, brillantes e inocentes eran más hermosos que cualquier noche de luna llena, su olor tan humano lo embriagaba, ella tenía el control de sus emociones, sonrió ligeramente, el había perdido.




-Tienes razón-Admitió resignado ante su acompañante.


Sesshomaru no lo podía creer, esa mujer lo había defendido después de todo lo que le dijo, incluso logró con una simple sonrisa que su padre guardara silencio y desistiera de sus ideas, el nunca había tenido esa cercanía, a pesar de ser su hijo la relación era estrictamente formal, a él no le interesaba acercarse más a su padre pero el hecho de que una humana lo esté haciendo le resultaba humillante para su raza.

Decidió retirarse, mientras miraba con frialdad como su padre era hipnotizado por semejante criatura tan deplorable.


-¿Ahora que harás, princesa? -Preguntó Inu-no cuando Sesshomaru estuvo fuera de vista -Me refiero a lo de tu padre.


-Tendré que volver, después de todo, no creo que éste molesto para siempre.



-Por favor, quédate un poco más, yo mismo te llevaré de regreso -Le pidió amablemente



-Está bien -acepto sonriente, sus miradas chocaron por algunos segundos, ambos estaban sintiendo algo desconocido, Inu-no la tomó de la mano y juntos regresaron al interior del castillo.

Hasta aquí se los dejo, cualquier cosa me lo disen, nos leemos en la próxima.
beys