Los héroes del tiempo

Los héroes del tiempo

Aloha!! a todos los que lean esto, este es mi primer ff, critiquen si es necesario ya aquie les dejo el primer capitulo
:):):):):):):):):):):):):):):):):)


1º capítulo: El entrenamiento


Esta historia comienza en una pequeña academia de esgrimistas en un pequeño pueblo llamado ''Tol-tus''.
Bien, descansen más tarde comenzaremos con los combates de práctica- Decía el maestro de nombre Miguel, quien era el encargado de difundir este estilo en este pueblo.
Papá, iré con Horio a entrenar- Avisaba un joven de ojos gatunos, Ryoma, quien todavía era un aprendiz de esgrimista.
Si, puedes ir pero regresa temprano es un medido de Margarita- Advertía Miguel a Ryoma mientras dirigía su vista al segundo piso.
Mi mamá, ¿Cómo sigue de su resfriado?- Preguntaba preocupado por su madre quien estaba gravemente resfriada.
Margarita, bueno, no se siente de maravilla pero se siente mejor que antes- decía menos preocupado- Se me olvidaba decirte... cuida ese medallón- un poco más serio.

Mientras es una casa ubicada al sur de la pequeña academia, se encontraban dos hermanos huérfanos llamados Horio y Ami.
Ami, voy a entrenar al bosque con Ryoma- Decía Horio a su pequeña hermana Ami para que lo esperara.
No te preocupes tanto hermano, mas preocupate por ti y por Ryoma- un poco sonrojada al nombrar a Ryoma.
Si Ami, me voy adiós, ¡cuidate!- Decía ya fuera de casa.
Adiós hermano ¡te espero!- le gritaba a su hermano mientras agitaba su mano.

Cuando Horio llego a la casa de Ryoma este espero a Ryoma después de haberle llamado, después de esto conversaron mientras se dirigían a la entrada del bosque de las Animas el que estaba cubierto de hojas otoñales y se encontraba habitado por monstruos de bajo nivel perfectos para su entrenamiento, pero Horio quería entrenar esta vez con un monstruo más fuerte que los que habían enfrentado en días anteriores.
Oye Ryoma, hoy en el entrenamiento vamos a cazar un gran jabalí que siempre va acompañado por varias avispas- le advertía a su compañero.
Te refieres a ese jabalí- apuntando hacia unos árboles cubiertos de enredaderas.
Efectivamen...¡¡el jabalí!!, vamos-gritó mientras corría en busca de su presa

Corrieron al rededor de unos 10 minutos y llegaron al centro del bosque en donde se encontraba un gran árbol seco completamente.
Este árbol esta muy seco- se preocupaba Ryoma.
Mira el jabalí...¡Ahora si no te me escapas!- le gritó mientras apuntaba con su arco y sacaba las flechas de su carcaj.
Será un buen entrenamiento, tuviste una gran idea Horio- le decía serio ya que se estaba enfocando en el ataque directo hacia el enemigo.
Después de la dura batalla de estos dos, escucharon la campana de la ciudad, al oírla se fueron del lugar corriendo a toda prisa, pues es campana sonaba sólo si estaban bajo ataque. Cuando llegaron a la entrada de la ciudad se fijaron en la destrucción masiva que había en el pueblo, mientras Ryoma examinaba el lugar con la mirada Horio se fue preocupado hacia su casa.
Iré a ver a mi hermana- Le dijo a su acompañante aún perplejo por el ataque a su pueblo.
¡¡Mis padres!!- dijo saliendo del trance en el que estaba, fue corriendo pero cuando llego encontró en cadáver de su padre el de los estudiantes, justo cuando lo examinaba escucho la puerta de la academia era su madre, Margarita, quien yacía agonizante por sus heridas producidas en el ataque.
Ry-Ryoma, ¿t-te encuentras bien?- le preguntaba su madre con una voz ronca.
Mamá ¿Qué sucedió aquí?- preguntaba desesperado Ryoma.
N-No importa, cuida e-el me-medallón- fueron sus últimas palabras antes de fallecer.
¡¡No, madre!!-Se decía a si mismo mientras entraba a su casa para investigar si había alguna pista y encontró algo- Esta espada no es mía, ni de mi padre es de un caballero del ejercito de Eclain la ciudad donde vive mi tío Olson... Será mejor que valla a ver a Horio
Se dirigió hacia la casa de su amigo cazador y se encontró con el cadáver de Ami y al lado de el estaba Horio arrodillado lamentándose.
Horio, lo lamento- decía con la mirada baja, fija en la cara de Ami.
Ryoma, no te lamentes, pero, me quedaré aquí para darle a toda esta gente el entierro que se merece- le decía a su amigo con la mirada fija en él.
Esta bien me iré a la casa de mi tío en Eclain Adiós- le decía un tanto triste por despedirse de esa manera.

 

Re: Los héroes del tiempo

hola!!!
no pude esperar más y hoy subire la conti para que queden pas conformes con respecto a si es RyoxSaku creo que sí pero va a ser más adelante es que tengo planeada hacer que sea mas o menos larga la historia!!
ya aqui la conti:D:D

-2º Capítulo: La traición de Olson, una nueva compañera, ¿Atobe? El causante del mal

Un joven de ojos gatunos iba en dirección al norte, en busca del camino que lo llevaría a Eclain, la ciudad donde vivía su tío Olson, y aunque él no lo sabía descubriría más de lo que esperaba ese mismo día.

-Veamos este cartel algo me tendrá que ayudar-pensaba este- mmm... que mala suerte no se lee-se decía a si mismo frustrado- disculpe señor... ¿usted sabe por donde me puedo ir?
-Joven no vaya por el camino del norte puesto que es donde más monstruos aparecen, aunque usted tiene una buena espada consigo a si que podría pasar sin problemas, pero si quiere ahorrarse los problemas vaya por el camino del oeste es más corto y lo lleva directamente a las afueras de Eclain- le explicaba un mercader al que estaba cerca.
-Muchas gracias, ¡ah! Por cierto ¿tiene algunas medicinas?- le preguntaba al mercader recordando sus heridas después de los combates pasados.
-Si, ¿Cuántas quiere?- le preguntaba el mercader intrigado.
-bueno pues digamos unas 5- Le decía al mercader que al decir esto su animo cambio de serio a feliz.
-Son 150 soles-le decía para luego agradecerle por su compra- gracias por su compra.

Ahora nuestro joven aprendiz se dirigió por el oeste el camino que más le facilito llegar hacia la casa de su tío, pero antes fue al castillo en las afueras se encontraban dos soldados...

-Por aquí usted no puede pasar- decía un guardia.
-Disculpe usted conoce al jefe de los caballeros de Eclain- le preguntó el joven de ojos gatunos a el soldado de guardia.
-Por su puesto, se llama Atobe aunque desapareció hace unos cinco meses- le decía fríamente como se esperaba de un soldado- Si quieres saber más puedes ir a la casa que esta hacia el noreste de la ciudad esta la esposa de Atobe.
-Muchas gracias- le dijo, para luego retirarse a la ciudad e ir buscarlo.

Camino, pero no mucho rato puesto que no quedaba muy lejos de donde el se ubicaba, cuando llegó a la casa pregunto por Atobe y la esposa le dijo que había desaparecido de un día a otro no sabe por que pero la a dejado sola y estaba ya desesperada.

Luego de esto se dirigió a la casa de su tío...

-Hola Ryoma, tanto tiempo sin vernos- le decía Olson con una sonrisa es su rostro-
-Hola tío-Le dijo cortante su sobrino.
-Oye, Ryoma- se dirigía serio hacia él- ¿es verdad que tol-tus fue atacada?
-Si, es verdad- le decía tristemente Ryoma.
-Será mejor que descanses un poco, ve al segundo piso i ahí encontrarás una habitación para ti- le decía amablemente su tío-

Luego de ir a descansar, en la media noche escuchó unos ruidos provenientes de las escaleras, Ryoma se despertó bruscamente y se dio cuenta que era su tío con unos soldados del castillo que había visitado anteriormente.

-¡¡Tío, que es lo que sucede aquí!!- le pregunta desesperado Ryoma.
-Lo siento Ryoma- le decía decepcionado de si mismo Olson.
-Rápido... ¡Levantate! Y ¡Camina!- le decía el soldado alto y con una armadura completamente negra.
-Maldición- decía en susurro Ryoma.

Después de haberse llevado a Ryoma los soldado lo llevaron en presencia de Atobe quien los estaba esperando a decir verdad ansioso.

-Con que este es el hijo de Miguel- le decía muy impresionado- eres su viva imagen.
-¡¡¡Suéltenme!!!- Exclamaba extremadamente enojado el de ojos gatunos.
-No, antes- se le acerca para arrancarle el medallón que colgaba del cuello de Ryoma- Esto lo necesito para liberar a Jin de su gran sueño.
-¡¡¡Devuélvemelo!!! es mio- le gritaba furioso.
-Llévenlo al calabozo y confisquen todas sus armas- ordenaba a sus soldados.

Lo llevaron al calabozo donde había una pequeña abertura pero Ryoma no podía pasar hacia el otro lado se quedo pensando y escucho una vos proveniente de la celda de junto.

-¿Puedes oírme?- le preguntaba al parecer una mujer.
-Si, puedo oírte ¿Quién eres?- preguntaba extrañado.
-Pasa tu mano por el hueco de la pared- le decía con una voz tranquila a Ryoma.
-Esta bien- le decía con cierta desconfianza, sintió que le entregaba algo era un aro, justo cuando iba a preguntar para que era, ella le dijo.
-Ponlo en la pared donde se encuentra el hueco-le decía con una voz llena de esperanza en que el podría salvar a su pequeña hija.
-Bien- lo clavo e unas de las grietas y este liberó una gran fuerza mágica que desplomo la muralla, atravesó al otro lado para agradecerle a aquella mujer que lo había ayudado- no puede ser ella esta mue-¡muerta!-decía para si mismo mientras miraba el cuerpo de la mujer que estaba atravesado por una espada-Se me ocurrió algo- sacó la espada y forzó la puerta de la celda y la abrió se dirigió hacia la celta de junto y encontró a una niña más o menos de su edad.
-¿Quién eres tu?- le pregunto la joven pelirroja.
-Me llamo Ryoma ¿y tu?- le pregunto el de ojos color miel.
-Me llamo Sakuno soy una curandera- le decía con cierta sonrisa amigable- oye ¿No has visto a mi madre?, su celda se encuentra cerca de la salida-
-Debe ser la señorita que me ayudo la que esta muerta- pensaba- la verdad no la he visto- mentía para ocultar la terrible verdad
-No puede ser ella me ha estado dando ánimos todo el tiempo- se lamentaba.
-Oye, mejor será que escapemos pero no se por donde ¿y tu?- le decía un tanto avergonzado.
-Ven hay un acueducto por donde se puede escapar si fuerzas el seguro con la espada- le decía con mucha satisfacción.
-Bueno vamos- le decía Ryoma emprendiendo el camino hacia el acueducto.

Fue un largo camino, pero lograron salir por un pequeño bosque.

-Que bueno que logramos salir de ese lugar- decía orgullosa la ojicarmín.
-Sí, es un alivio...¡¡Cuidado!!- se lanza atrás de ella y recibe el ataque de una avispa que tenía intenciones de atacar a Sakuno.
-¡oh no!- lo tomo en sus brazos y salió corriendo del lugar ya que unos caballeros habrían descubierto que se habían escapado.

 

Re: Los héroes del tiempo

Aloha!!!!
Gracias por pasarte por mi fic Dayanna y a la erka tambien no se preocupen por criticas si total siempre me equivoco en una tontera!jejeje
ya buena aqui les dejo la conti

Capitulo 3º: El reencuentro, ¿Morrison? El hechicero(I parte)

Después de que Sakuno llevo en su espalda a Ryoma, se dirigió hacia una casa cercana a una cueva, la casa era muy bella rústica pero acogedora para cualquiera, al llegar Sakuno le pidió ayuda a un hombre que cursaba los 35 años más o menos era muy amable por lo menos con ellos fueron así, el hombre curó las heridas de Ryoma.
Después de un largo rato el ambarino se encontraba no totalmente bien pero estaba consciente.

-¿Dónde estoy?- Pensaba el ambarino, ya que se sentía demasiado desorientado, luego de esto comenzó a abrir sus ojos poco a poco- ¿Quién eres?- preguntaba ya con los ojos abiertos.
-Despertaste-decía con una sonrisa amigable- Mucho gusto me llamo Dóned Morrison, pero sólo llamame Morrison- en eso tocan la puerta, Morrison se dio cuenta quien era se dirigió a la puerta y dijo- Los dejo solos.
-Hola Ryoma, ¿estas mejor?- Le preguntaba un tanto preocupada Sakuno.
-Me encuentro mejor, pero, ¿Qué me paso?- le preguntaba el ambarino llevándose la mano a la cabeza al parecer le seguía doliendo un poco.
-Bueno, recuerdas que escapamos de la cárcel de Eclain ¿no?- le preguntaba nerviosa y un poco sonrojada.
-Si- le afirmaba Ryoma.
-Recuerdas que llegamos a un pequeño bosque, después nos sentamos un poco y detrás de mi apareció una avispa y tu te lanzaste tras de mi para protegerme aunque en consecuencia te inyecto a ti el veneno y tuve que traerte en mi espalda y Morrison nos ayudó con lo del veneno tenía hartos antídotos especiales en contra el veneno- le explicaba la castaña.
-Con razón no me acordaba... Gracias Sakuno- le decía Ryoma con una sonrisa.
-De nada.
-Oye, ¿Quieres ir un rato afuera? El aire fresco no hará bien a los dos- le proponía el de ojos ámbar a la castaña.
-Esta bien, creo que igual necesito un poco de aire fresco- le decía la ojicarmín mientras abría la puerta.

Al salir de la habitación había un pasillo que se dividía en dos uno que dirigía a la habitación que al parecer era de Morrison y el otro pasillo era el que los dirigiría a su destino, al seguir por ese pasillo se encontraron con una gran escalera luego de bajarla se dirigieron al jardín, estaba cubierto de hojas otoñales se veía hermoso ese paisaje luego de encontrarse ahí se sentaron bajo el árbol y conversaron largo y Sakuno le preguntó a Ryoma...
-Oye Ryoma, ¿Cómo se llaman tus padres?- le preguntó inocentemente con su mirada dirigida hacia el cielo.
-Mis padres... bueno mi padre se llamaba Miguel unos de los mejores esgrimistas y mi madre Margarita- le explicaba con cierta tristeza- ¿y tus padres?
-De mi padre no se nada, pero mi madre era una gran curandera de nombre Maryl- le decía aún con su mirada en el cielo

Conversaban muy alegremente después de estos momentos luego Ryoma oyó algo era parecido al sonido de una flecha y al parecer se acercaba...

-¡Sakuno!, ponte tras del árbol- mientras el también se iba atrás del árbol.
-Esta bien, ¿pero qué pas...-fue callada porque Ryoma la había tomado de la mano y la atrajo atrás del árbol, se quedaron largo rato pero Ryoma salió a ver quien era entonces este se puso feliz de golpe era Horio.
-¡¡Hola Ryoma!!, creo que te encontré un poco ocupado- le decía Horio mirando a Sakuno.
-¡Ah! Eso es que me asustaste porque tiraste esa flecha- le decía con una mirada asesina.
-¡No por eso te vas a esconder tras de un árbol con ella!- le regañaba al ambarino.
-¿Y a dónde más quieres que nos refugiemos? si no había en donde más escondernos- le regañaba a Horio-
-¡¡Ya basta!!- les gritó Sakuno a los dos- Ryoma sólo me trató de proteger nada más.
-Esta bien, discúlpenme era sólo por bromear, mucho gusto me llamo Horio ¿y tú?- le decía cortesmente.
-Me llamo Sakuno- le decía más tranquila, derrepente escuchan la puerta abrirse, era Morrison.
-Con que ya llegaste Horio- le decía Morrison a Horio.
-Si, todavía le agradezco lo de ayudarme con lo de mi pueblo- le agradecía lo cual Ryoma no entendía nada.
-No fue nada además no te podía dejar solo...


Continuara...


jajaja Lo dejaré en suspenso :D:D
Chauchera!!!

 

Re: Los héroes del tiempo

Hola!!:):)
Gracias por los consejos, Samantha no sabes la suerte que tube con tus consejos por que juesto ahora estoy leyendo un libro que tiene todo lo que tu me pides trate de mejorar mi forma de escribir en cuanto a tus exijencias bueno ya les dejo la conti o si no se van a aburrir y no lo querrán leer.

Después de haber dicho esto Horio dirigió una mirada a Morrison este reaccionó y les dijo algo de suma importancia...

—Chicos, tengo que ir a un santuario que queda por aquí cerca por lo que mas quieran— se detuvo repentinamente para advertirles con una mirada seria a los tres jóvenes— no me sigan es muy peligroso para chicos principiantes en sus profesiones.

—Pero... Morrison ¿Por qué tenemos que quedarnos aquí?— pregunto Ryoma con una mirada desafiante.

—Es muy peligroso ya se los advertí, y además les tengo una sorpresa ustedes
—se refería a Horio y Ryoma— es algo que ni ustedes se imaginan.

—¿Qué es?— Preguntaron Horio y Ryoma en unisono—...— se quedaron perplejos al ver quien estaba era Tristan un sabio que frecuentemente visitaba la aldea de Ryoma y Horio, mientras estos estaban con mirada fija a Tristan Morrison aprovechó y se escabulló hacia el santuario.

—Tri-Tristan... co-como esta...—Tartamudeaba Horio, en ese momento fue interrumpido por Ryoma

—Dígame ¿Dónde había estado?—le preguntó fríamente Ryoma.

—Como siempre vas al grano ¿no?,bueno pues vine porque Morrison me lo pidió—les explicaba con mucha tranquilidad mientras se afirmaba en su bastón hecho de madera y se dirigía hacia la planta baja de la casa de Morrison.

—¡¡Espere!!—le gritó Horio— ¡¡Díganos!!,¡¡contéstenos!!

—Vengan les explicaré algo que les será útil para seguir y ayudar a Morrison—
le decía tranquilamente Tristan a los chicos, les abrió la puerta y se dirigieron al comedor de la gran casa, el comedor era mu grande tenía una mesa larga cubierta por mantel rojo con bordes dorados y de ornamenta un pequeño florero al centro de la mesa en las paredes habían muchas fotos probablemente de familiares de Morrison, después de sentarse en la mesa para conversar Tristan les habló—bueno ustedes tres quieres saber como seguir a Morrison al santuario—hizo un silencio y prosiguió— en él se encuentra la maldad pura Jin y que puede ser liberado mediante los dos medallones y uno de ellos lo tienes tú, Ryoma, y el otro creo que una joven llamada Maryl una gran curandera.

—M-mi madre p-pero creo que ya le quitaron ese medallón—decía con desilusión Sakuno.

—Tristan, a mi me quitaron el medallón, fue Atobe.
—Está difícil esto, creo que deberían ir hacia el santuario, pero dense prisa lo que les puedo aconsejar es muy poco, sólo les diré que se equipen bien y sean fuertes— les aconsejaba Tristan levantándose de su asiento adelantándose hacia el santuario—nos veremos en la entrada del santuario queda hacia el este no se perderán.

—Bien iremos—le respondía Horio lleno de valor para lo que se avecinara—oye Ryoma... ¡Ryoma!— le gritaba Horia a Ryoma pero sin resultados.

—¡Hey! Ryoma despierta— le decía Sakuno un tanto preocupada por Ryoma.

—A donde deje el aro que me dio esa mujer de Eclain en la cárcel, no lo tengo que raro estaba seguro que lo traía— pensaba el ambarino preocupado, luego de esto volvió en si— ¿Qué me decías Horio?

—Por fin estaba diciéndote que nos apresuremos, ¿Por qué no reaccionabas?— le preguntaba molesto su compañero.

—Es que tenía mi mente en otro lugar, bueno tenemos que ir hacia le santuario que se ubica al este que nos dijo Tristan—decía Ryoma ya saliendo del comedor hacia la planta baja que se encontraba atravesando una puerta en frente de ellos.

Al decir esto Ryoma, Sakuno y Horio fueron en dirección al este hacia una cueva que fue lo único que podía conducirlos al lugar de encuentro con Tristan. Al entrar en esta cueva caminaron por un puente que estaba por encima de un río subterráneo, al atravesar se encontraron con Tristan quien los esperaba en la entrada al santuario.

—Hola, esta es la entrada al Santuario— les dijo indicando una puerta que los llevaría directo al Santuario— para entrar, necesito que Ryoma aprenda algo.

—¿Qué es?— preguntó curioso Ryoma a Tristan.

—Tu haz aprendido algunas técnicas de Esgrimista del estilo Alvein ¿cierto?

—Si—le contestaba sin comprender nada aún—¿Por qué lo pregunta?

—Pues por que para entrar necesitas tener ya asignado el titulo de Esgrimista y tu eres un aprendiz yo te puedo dar ese título pero tienes que confirmarme que técnicas sabes—le explicaba seriamente.

—Voy por la cuarta técnica—dijo Ryoma.

—Entonces tienes que aprender una técnica secreta que consiste en combinar dos técnicas básicas y así lograrás un golpe fuerte y nocivo para el enemigo— le decía Tristan.
A punto de enseñarle la técnica secreta, que era sólo decirle que en cierto punto tenía que fusionarlas, al decirle esto la puerta se abrió y continuaron su camino dejando atrás a Tristan.