Destinos cruzados

Tema en 'Fanfics abandonados sobre Libros' iniciado por korisse, 14 Mayo 2009.

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    korisse

    korisse Iniciado

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    Destinos cruzados

    Esta historia empieza cuando, en el libro de Amanecer, Bella va por primera vez a cazar y divisa un puma.



    Estaba agotada. Llevaba varios días sin comer nada.
    Cómo no aguantaba más corriendo, me propuse dormir unas cuantas horitas antes de seguir buscando lo imposible.
    Estaba en un bosque, por lo que me quedé tumbada en mi forma animal para no pasar frío y para mi propia seguridad, pues por allí había otra criatura fuera de lo normal, como yo.
    Podía olerla.
    No sé cuanto tiempo estuve durmiendo, pero un sonido me despertó. Ahora el olor de la criatura era más fuerte. Oí algo moverse entre los arbustos. La criatura estaba cerca y una vocecita en mi cabeza me decía que iría a por mí.
    Esa vocecita siempre acertaba.
    Eché a correr lo más rápido que pude, que no era mucho, pues apenas me quedaban fuerzas. La criatura iba detrás de mí. No aguantaría mucho más. Lo mejor sería convertirme en humana y librarme de ella de esa forma. Paré en seco y en un segundo era humana. Me di la vuelta. Detrás de mi corría una mujer con el pelo largo y negro, perfectamente cuidado. Pero lo que más me llamó la atención fue su cara: Estaba enseñando los dientes y sus ojos…, sus ojos eran de color rojo sangre, que era precisamente lo que quería.
    Antes de que pudiera hacer nada más que observar, otra criatura empujó a mi persecutora a un lado. Lo último que escuché fue:
    - Bella, ella es una humana.
    Después caí en la inconsciencia.
    Desperté, aunque no abrí los ojos, prefería no hacerlo para escuchar donde me encontraba.
    Estaba en una casa, eso estaba claro, aunque el clima era bastante frío. Se oía una televisión, en el piso de abajo, supuse.
    Me quedé así unos cuantos minutos, escuchando el partido de baloncesto que emitían en la televisión de abajo, hasta que oí pasos que se dirigían a esta habitación.
    - ¿Se ha despertado ya?- preguntó una voz musical.
    - No lo creo. El golpe que se dio al desmayarse fue muy fuerte. –
    Contestó una voz aterciopelada. – Además, cuando despierte lo más seguro es que esté en estado de show. Al fin y al cabo, no todos los días intenta matarte un vampiro neonato.
    Alguien soltó un pequeño gemido.
    - Sigo sin entender porqué no la llevaste a un hospital – dijo una
    voz más fría y estricta que las anteriores.
    - Ya te lo he dicho, Rosalie – murmuró la voz aterciopelada. – Ella era un puma y al instante siguiente era humana. No puedo llevar a esoa un hospital.
    Chico listo.
    - Vaya, entonces puede hacer lo mismo que los chuchos – dijo la
    que se hacía llamar por Rosalie.
    - Ahora lo sabremos, si es que quieres explicárnoslo.
    En eses momento se abrió la puerta y yo abrí los ojos de golpe. Primero entró una chica rubia muy hermosa y con un cuerpo de infarto. La seguía un chico con el pelo cobrizo y despeinado: era lo más parecido a un diós que había visto en mi vida. De la mano de éste iba, indudablemente, la chica del bosque, mirándome con esos siniestros ojos rojos. No me apetecía quedarme a ver como me devoraba.
    La apunté con la mano abierta y, con un pequeño movimiento, la mandé al otro lado de la habitación, chocó con la pared y cayó al suelo inconsciente. Sin esperar a ver sus reacciones, salí corriendo y bajé las escaleras, bueno, más bien las salté.
    - ¡Jasper! ¡Emmet! – gritó el chico que había dejado atrás.
    Dos chicos me acorralaron en un rincón. Eran bastante guapos. Uno era grandote y moreno; el otro, era rubio y parecía tenso. No tenía tiempo para delicadeces, así que, al igual que había hecho con la chica, los mandé al otro lado de la sala y chocaron a la vez contra la pared.
    Ya había visto la puerta. Salí afuera, y en el salto que pegué para saltar las escaleras del porche, me convertí en puma.
    Corrí lo más rápido que pude hacia la linde del bosque, pero me caí de bruces cuando iba por la mitad.
    Tenía que comer algo.
    Y tenía que comerlo ya.
    Tuve suerte, un pobre conejo pasaba por allí.
    Cacé como pude, y una vez llena, me puse a pensar sobre lo sucedido.
    Con que vampiros, ¿eh?
    Hablando de vampiros, mi hermano era uno de ellos, o al menos eso me había dicho mi padre. ¿Y si era alguno de los que había en aquella casa?
    Imposible. Si mi hermano fuera alguno de ellos, hubiera reconocido el medallón, pues era de nuestra madre.
    Inconscientemente, me llevé la mano al cuello y la cerré en el lugar dónde debería estar el medallón, pero lo único que allí había era aire.
    Maldita sea. ¿Por qué habrían cogido mi medallón?
    A no ser que… No. Los hermanos no se llevan entre ellos a las mismas casas a las que van los monstruos que les han intentado exterminar anteriormente.
    Aunque de todos modos, no estaba segura; no sabía si uno de esos vampiros era mi hermano o no, pero lo que sí sabía, es que debía recuperar el medallón, y que para ello, tendría que volver a la casa de dónde acababa de huir.
    Supongo que sería fácil hacer lo mismo que la otra vez. ¿O no?
     
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    Pami

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    Re: Destinos cruzados

    ¿Qué es 'estado de show'? Es shock, chica, shock.

    Aparte de eso, ¿qué clase de Mary Sue has creado? Aparte de que ahora puede transformarse en puma, lanzar a Bella contra la pared y ser rescatada por Edward Cullen... Este fandom es de Crepúsculo, si vas a crear un personaje te pido que no se coma a los demás con su historia.

    Por otro lado, revisa tu ortografía, tildes y dedazos.
     
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    korisse

    korisse Iniciado

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    Re: Destinos cruzados

    ola pami
    verás, el ff no esta centrado en la historia de la saga crepusculo, si no que tiene cierta relación, por eso lo he añadido en este foro
    ya se que la chica se sale fuera de lo normal y puede hacer cosas extrañas, pero me gustaría crear un personaje extraordinario, aunque por supuesto que tiene sus puntos debiles
    en resumen, esta historia va centrada en una chica fuera de lo común, y no en crepúsculo
    asi que la pregunta es: ¿debería hacer conty o no?(claro que la voy a hacer pero quiero saber tu opinión)

    PD: He leído algunos de tus ff y te quiero decir que me encantan de verdad, son estupendos.

    De todos modos, gracias por dejar tu comentario
     
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    Pami

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    Re: Destinos cruzados

    Este foro es para leer sobre los Cullen, licántropos y Vulturis. Si vas a manejar a un personaje que no son ellos y toda la historia estará basada en ella, no veo porque debe de estar aquí. Mejor lo mandamos a Temática libre.
     
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    korisse

    korisse Iniciado

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    Destinos cruzados
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    Re: Destinos cruzados

    Aunque de todos modos, no estaba segura; no sabía si uno de esos vampiros era mi hermano o no, pero lo que sí sabía, es que debía recuperar el medallón, y que para ello, tendría que volver a la casa de dónde acababa de huir.
    Supongo que sería fácil hacer lo mismo que la otra vez. ¿O no?




    Me puse a correr sigilosamente hacia la parte trasera de la gran casa. Había decidido subir por la ventana en forma de puma y buscar el medallón en forma humana. Una vez que estuviera dentro, lo más posible es que me oyesen o que olieran, o sea que no dispondría de mucho tiempo. Debería darme prisa.
    Subí con esfuerzo por la ventana, pues la pared era perfectamente lisa.
    Llegué a la misma habitación en la que había estado antes. Di una vuelta entera sobre mí misma buscando alguna señal del medallón, aunque sabía que lo hacía en vano.
    De repente, una figura cruzó velozmente la habitación. Pegué un brinco. Era el chico del pelo cobrizo.
    - Te lo aviso, da un paso en falso o intenta hacer algo extraño, y acabarás peor que la chica.
    - ¿Qué la has hecho? – sus ojos, al igual que su voz, estaban cargados de odio.
    - Solo está inconsciente.
    Exhaló aliviado. Sus facciones ya estaban más relajadas.
    Ahora me tocaba preguntar a mí.
    - ¿Dónde está?
    - ¿El qué? – su expresión de fingida inocencia le delataba.
    - Lo sabes perfectamente – contesté, pero por si acaso añadí. – El medallón.
    - Oh, eso – dijo mientras sacaba el lujosos medallón de su bolsillo.
    Le tendí la mano para que me lo devolviese, pero no se inmutó, en vez de eso preguntó:
    - ¿De dónde lo has sacado?
    - ¿Por qué te interesa?
    - No has contestado a mi pregunta – me acusó.
    Guardé silencio un rato, decidiendo si debía decirle la verdad o no. Al final respondí:
    - Era de mi madre.
    No perdía nada diciéndole eso.
    - Eso es imposible.
    - ¿Por qué? – pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
    - Porque era… - vaciló. Oh, oh. Esto no me gustaba ni un pelo. – Era de mi madre.
    Era él. El chico que ahora mismo estaba delante de mí era el chico que había estado buscando tanto tiempo atrás. Mi hermano.
    No podía hablar, y parecía que él tampoco.
    Pudieron pasar horas, pero no me moví, ni si quiera parpadeé.
    Ese silencio era reconfortante, pero aun así lo rompí:
    - Tú… - no podía articular bien, pero hice un esfuerzo – eres… mi… mi…
    Él tan solo asintió.
    En un momento estaba lo más alejado de mí de lo que le permitía la habitación, y al siguiente me estaba abrazando.
    Por un instante me quedé helada, sin saber que hacer, entonces también la abracé.
    No sé por qué, por primera vez en mucho tiempo, me sentí segura.
    Me embargaba una sensación de paz inexplicable que solo sentía cuando estaba con mi padre.
    De pronto se abrió la puerta.
    - Vale, creo que me he perdido algo.
    Esa voz ya la conocía. Era la del monstruo.
    Me giré inmediatamente y me quedé agazapada, preparada para saltar en cuanto viese algo extraño, pero esta vez no lancé un ataque inminente, esta vez no.
    - Tranquila no te hará daño – dijo mi hermano, no me miraba amí, la miraba a ella, aunque yo sabía a quién se refería.
    - ¿Quién es, Edward? – preguntó la chica.
    Mi hermano se llamaba Edward, ya tenía un dato.
    - Es una larga historia – contestó, se giró para mirarme – y supongo que tú tendrás otra más larga, ¿verdad…?
    Adiviné lo que quería añadir y dije:
    - Ubumy.
    - Oh, lo siento.
    Estaba avergonzado.
    - No pasa nada. Yo tampoco te pregunté el tuyo.
    - Bueno, creo que abajo, en el salón, estaremos más cómodos. Todos queremos escuchar tu historia, o por lo menos yo.
    - ¿Qué historia? ¿De qué va esto, Edward? – preguntó la chica. Parecía desconcertada, aunque no era para menos, yo también lo estaría, es más, lo estaba.
    - Ella es mi hermana.
    Se oyó a un jarrón caer al suelo para luego romperse en mil trocitos.
    - Imposible.
    Esa palabra ya no tenía ningún significado para mí.
    Ahora la que habló fui yo:
    - Todo tiene una explicación. Todo.
    Edward asintió, e hizo un gesto con la mano para que saliese de la habitación.
    - Prefiero que vayas tú delante. No sé si entiendes a lo que me refiero… - le dije.
    Asintió otra vez. Le pasó una mano por la cintura a la chica y salieron. Suspiré profundamente y les seguí.
    Algo me decía que este día iba a ser muy largo.
    Bajamos las escaleras. Ahora que me fijaba mejor, el salón era precioso, sobre todo por el gran ventanal por el que se podía ver el bosque.
    En la sala había más personas de las que me esperaba. Había por lo menos ocho vampiros, entre los que se encontraban los dos que había lanzado por los aires. Al final de la estancia, en un sofá, se encontraba un chico con un montón de cabestrillos, que debía tener unos quince o dieciséis años. Su olor me resultaba muy pero que muy familiar.
    Todos tenían la vista fija en mí.
    Me sentí incómoda. No me gustaba ser el centro de atención, y menos el centro de atención de más de media docena de vampiros.
    - Puedes empezar – dijo Edward.
    - Es que no sé por donde comenzar.
    - ¿Qué te parece por el principio? – preguntó con frialdad uno de los vampiros con los que me había enfrentado antes. Seguramente seguiría mosqueado, cómo para no estarlo.
    - Entonces tengo que empezar hablando de mí.
    Tragué aire y empecé mi historia.
     
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    Pami

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    Re: Destinos cruzados

    Ya te comenté sobre la Mary Sue, insistes en no cambiarla como protagonista.
    Pero también te mencioné otros detalles, cuida tu puntuación. Algunos ejemplos:
    Existen más cosas: puntos, comas, puntos y seguido, dos puntos. Esa frase están mal estructurada, debió de ser: 'Era él; el chico que ahora mismo estaba delante de mí era el chico que había estado buscando tanto tiempo atrás: mi hermano'.

    Se supone que quien relata todo es la chica, entonces ¿por qué ahí dice 'la abracé'. Está abrazando a Edward y que yo sepa él es chico.

    Presta atención a lo que escribes y lee el texto varias veces antes de publicar.
     
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    korisse

    korisse Iniciado

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    Re: Destinos cruzados

    - Puedes empezar – dijo Edward.
    - Es que no sé por donde comenzar.
    - ¿Qué te parece por el principio? – preguntó con frialdad uno de los vampiros con los que me había enfrentado antes. Seguramente seguiría mosqueado, cómo para no estarlo.
    - Entonces tengo que empezar hablando de mí.
    Tragué aire y empecé mi historia.




    - Nací el 28 de febrero de 1897 en Chicago, cuatro años antes de que Edward naciera. Mi padre nos abandonó a mi madre y a mi a nuestra suerte, nunca me explicó porqué, pero seguro que fue por una buena razón. Estuve tres años y medio viviendo con mi madre, hasta que mi padre volvió a buscarnos. Para ese entonces, mi madre ya había conocido a otro hombre, Edward Anthony Masen, tu padre. Ya que mi madre no se quiso ir con mi padre, él la pidió llevarme consigo. A mi madre la hizo mucho daño mi partida, pero como estaba esperando otro hijo, me dejó marchar.
    Estuve viajando con mi padre por todo el mundo. Me explicó qué era él, y en qué me podía convertir yo. Tras unos cuantos años, mi padre se enteró de que mi madre y su familia se estaban muriendo de gripe española, así que fuimos a verla.
    Cuando llegamos al hospital de Chicago, mi madre ya estaba muy mal. Le dijo a mi padre que sabía que su hijo, Edward, se iba a salvar, y que cuidase de él junto con un tal Carlisle – Edward y un vampiro giraron sus cabezas y se miraron durante un momento. Paré a espera que hicieran comentarios, pero me indicaron que siguiese – Mi padre no tuvo otra opción que prometerla que cuidaría de Edward. Después mi madre me abrazó muy fuerte y lo último que me dijo fue que me quería, luego me dio su medallón de la suerte. Mi padre no pudo soportar ver así a la que una vez fue su amada y su compañera, por lo que nos fuimos tan rápido como vinimos en cuanto se durmió.
    Al día siguiente, volvimos por la noche al hospital. Mi madre ya no estaba en su cama. Fuimos a buscar a Edward, pero cuando llegamos a la habitación donde se suponía que tenía que estar, no vimos a nadie. Entonces, mi padre se puso tenso y masculló algo sobre porqué ya sabía mi madre que su hijo sobreviviría.
    Horas después, le pregunté a mi padre qué significaba eso que había murmurado anteriormente en el hospital. Me dijo que un vampiro había estado allí y que había transformado a Edward. Por supuesto que le creí, siempre lo hacía, pero me extrañó que hablase de una criatura mitológica como si fuese el humano más simple del mundo. Tras meditarlo, comprendí que no era la primera vez que se había cruzado con uno, y que había más como ellos hay fuera aparte de el vampiro que transformo a Edward y éste.
    Estuvimos buscándote durante muchos años, hasta hora que te he encontrado.
    - Exactamente, ¿cuántos años me lleváis buscando?
    - Exactamente…, ochenta y seis años.
    - Vaya… - susurró la chica a la que estaba abrazando Edward. – Eso es mucho tiempo.
    Se quedaron un buen rato en silencio. Seguían mirándome todos, algunos incluso con las bocas abiertas. Tampoco era tan especial digo yo.
    - ¿Por qué? – saltó Edward de repente.
    - ¿Qué? – pregunté.
    - ¿Por qué me buscasteis?
    - Porque cuando mi padre hace una promesa, siempre la cumple.
    - ¿Dónde está tu padre?
    - Nos separamos hace catorce años.
    Arqueó las cejas esperando a que continuara.
    Suspiré. No me gustaba hablar de ello.
    - Era de noche, pero eso no suponía un problema para nosotros.
    Estábamos en una pequeña tienda de campaña robada. Yo dormía y mi padre vigilaba.
    Cuando ya llevaba varias horas durmiendo, mi padre me despertó y me clamó que corriese todo lo que pudiera. Yo me negué a dejarle solo y le pregunté qué ocurría, pero el sólo me volvió a decir que corriese. No sabía qué era lo que sucedía, así que obedecí.
    Me acuerdo que vi tres figuras con manos blancas y grandes capas negras mientras huía.
    No he vuelto a ver a mi padre desde entonces.
    - Lo siento – murmuró Edward.
    No contesté. Hablar de esto me había recordado a mi padre. Le echaba muchísimo de menos.
    - Bueno, ¿no tenéis más preguntas? – dije intentando cambiar de tema. – Porque yo sí tengo unas cuantas. Nunca he conocido a un vampiro en persona – me froté las manos preparándome para soltar mi repertorio.
    - Espera, espera – dijo el vampiro rubio que antes había mirado a Edward. – Creo que antes deberíamos presentarnos.
    - Oh, claro – intervino mi hermano. – Ubumy estos son mis padres, Carlisle y Esme – me quedé mirándole- adoptivos – añadió. – Jasper, Alice, Emmet y Rosalie, mis hermanos adoptivos – enfatizó la última palabra, y señaló a otros cuatro vampiros.
    Tres de ellos ya los había visto antes, pero había una chiquitita, con rostro de duende y pelo negro, alborotado y acabado en punta que no.
    - Y esta es Bella, mi esposa – continuó Edward. Me giré para ver que estaba señalando a la chica de ojos rojos.
    - Lo siento mucho, de verdad – se disculpó. – No sabía que eras humana.
    - Tranquila. No es fácil saber quien es un animal y quién una persona – me reí. – Y yo también siento haberte lanzado por los aires.
    - Y ahí vienen las preguntas: ¿Cómo te conviertes en puma? ¿Cómo es que puedes lanzar a un vampiro por los aires?
    - La respuesta a la primera pregunta no la sé, aunque tampoco quiero saberla. Y respecto a la segunda, supongo que soy telequinética.
    - Y si naciste en 1897…
    - ¿Por qué tengo la apariencia de una chica de quince años cuando tendría que estar bajo tierra criando malvas? – acabé.
    Asintió.
    - Veréis – expliqué. – Siete años normales, humanos, representan sólo uno para mi metabolismo. A la apariencia de veinte años, mis hormonas de crecimiento mueren, y mi cuerpo no vuelve a producir cambio alguno.
    Se hizo el silencio durante un tiempo. Iba a soltar otra vez mis preguntas cuando Edward me interrumpió:
    - Una cosa más, ¿cómo se llama tu padre?
    Antes de que acabara la pregunta se abrió la puerta principal y apareció un bebé en brazos de un hombre.
    El hombre me resultaba singularmente familiar, aunque no lo había visto en mi vida, que yo recuerde. Olía exactamente igual que mi padre, y tenía los mismos ojos.
    Rosalie y Bella se tensaron.
    - ¡Hola! ¿Quién es ella? – preguntó refiriéndose a mí.
    - Es una historia muy larga – respondió Edward, que no le dedicó ni si quiera una mirada tenía la vista fija en Bella, al igual que todos los presentes.
    - Y supongo que no me la vas a contar.
    - Supones bien.
    - ¿Quién eres? – pregunté.
    Edward me miró sorprendido.
    - Soy Jacob Black – respondió-
    - Aguarda, ¿has dicho Black?
    - Sí, ¿por qué?
    - Porque yo soy Ubumy.
    - ¿Y eso que tiene que ver? – bromeó Emmet.
    - Que soy Ubumy Black.
     
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    Zoe Patinson

    Zoe Patinson Guest

    Re: Destinos cruzados

    guao tu ff esta super bueno, entonces Ubumy es familiar de jacob?... y reneesme?, y edward es hermano de Ubumy....pero es familiar de jacob?... actualiza pronto esta super buena

    besos y abrazos....actualiza pronto
     
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    korisse

    korisse Iniciado

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    Re: Destinos cruzados

    - Soy Jacob Black – respondió.
    - Aguarda, ¿has dicho Black?
    - Sí, ¿por qué?
    - Porque yo soy Ubumy.
    - ¿Y eso que tiene que ver? – bromeó Emmet.
    - Que soy Ubumy Black.







    - Esto es increíble – espetó Rosalie. – Esta niña aparece de la nada y dice que somos la mitad de su familia.
    - Primero, no sé a lo que viene eso de niña cuando tengo más años que tu abuela – me defendí. – Y segundo, yo en ningún momento he dicho que fueses parte de mi familia.
    - ¿Más años que tu abuela? ¿La mitad de su familia? Creo que me estoy perdiendo… - refunfuñó Jacob. - ¿Podéis explicármelo un poquito mejor?
    - Ella es mi hermana – contestó Edward.
    - Sí, claro, y yo soy su abuelo – ironizó Jacob.
    - Bueno más o menos – susurré.
    - Lo dicho chucho… - bufó Edward, pero luego reaccionó ante lo que había dicho y se giró mirándome con ojos como platos. - ¿A qué te refieres con más o menos?
    - Él no es mi abuelo, ni mucho menos, pero yo soy… su tía abuela.
    - ¿O eso crees? – gritó Jacob. – No si seguro que también eres la madre de Alice, o la prima de Sam.
    - Tranquilízate Jacob – suplicó Esme – y dale Nessie, digo… Renesmee a Rosalie.
    - Sí, mejor, creo que necesito sentarme.
    - ¿Puedo cogerla yo? Estoy bien de verdad – preguntó Bella.
    Eso me extrañó. ¿Por qué preguntaba?
    Jacob miró a Edward, quién asintió.
    - De acuerdo – dijo Jacob mientras le pasaba el bebé a Bella.
    - Vale, volvamos a lo que estamos. ¿Puedes explicarnos eso de que eres su tía abuela? – inquirió Edward separando cada palabra con cuidado. Ugh. Mira que sonaba mal.
    - Ephraim Black era el hermano de mi padre – expliqué poniendo los ojos en blanco. Esa frase debería aclararlo todo.
    - ¿Pero tienes padre? – preguntó Jacob sarcásticamente.
    - Claro que tengo. ¿Qué te crees que soy? ¿Un bicho raro?
    - Algo parecido.
    Parecía molesto; eso me enfadó.
    - ¡Yo no he elegido estar en tu familia! ¡Si estás de mala leche porque un bicho raro pertenece a tu familia lo mejor será que me vaya por donde he venido! ¡Además, parece que nadie me quiere aquí! – miré a Rosalie según decía esto.
    Una ira indescriptible se iba apoderándome de mí.
    - Jacob no… - le advirtió Edward.
    - ¡Sí! ¡Tienes razón, nadie te quiere aquí!
    No e pude contener más. Levanté la mano lentamente mientras unas lágrimas de furia se deslizaban por mis mejillas.
    Después todo ocurrió muy rápido. Jacob me miró con una expresión que derramaba confusión y burla a la vez. Todos gritaron “¡Jasper!”, menos Bella que chilló “¡No!”. A continuación, Jacob atravesó la ventana con la espalda al descubierto y cayó con un golpe sordo dentro del bosque.
    Debería mencionar que cruzó el río, volando todo el tiempo, y que todo fue por mi culpa.
    Esto ocurrió en no más de dos segundos.
    Me di la vuelta y me dirigí a la puerta por segunda vez aquel día.
    Cuando iba a llegar al bosque, mi rostro ya estaba empapado por las lágrimas caídas de mis ojos.
    Eso que había dicho Jacob era un golpe bajo, y por supuesto, mentira.
    A mí sí que me querían, allí no sé, pero sí me querían.
    Mi padre era una buena prueba de ello, y ahora iba a ir a buscarlo.
    Tenía que encontrarle y decirle que Edward estaba bien y que en esa casa de locos en la que vivía no querían a nadie más.
    Empecé a correr hacia el norte, donde fue la última vez que nos vimos.
    Después de unas horas corriendo sin descanso, capté su olor. Me pareció muy raro, pues pensaba que iba a necesitar varios días para encontrarlo. Bueno, mejor, tenía muchas ganas de verlo. Le daría una sorpresa.
    Ahora que prestaba más atención, había más olores extraños.
    Algo se estaba quemando, y era algo grande, una casa seguramente, y también olía a… vampiro. Mierda.
    Comencé a correr más rápido. Estúpidos chupasangres. ¿Qué habría pasado?
    Por fin atravesé unos helechos y aparecí en un claro dónde se encontraba una casa que alguna vez fue hermosa, pero que ahora estaba en llamas.
    Miré alrededor buscando indicios de que mi padre sólo había pasado por allí.
    Di la vuelta a la casa y lo vi. Un enorme lobo estaba tirado en el suelo agonizando.
    Me transformé inmediatamente en human y me arrodillé a su lado.
    - Oh, no, por favor, oh, no, no papá, por favor – rogué.
    Los sollozos ya salían incontroladamente de mi pecho.
    Mi subconsciente no podía asimilar lo que estaba sucediendo, y lo único que hacía era negar con la cabeza y zarandear al agonizante lobo.
    - Por favor papá despierta. No te vayas, por favor. Quédate conmigo.
    El lobo dejó de moverse, dejó de respirar, y yo comencé a llorar descontroladamente. Escondí la cara en su cuello y le acaricié; seguía tan suave como siempre.
    Me quedé allí, sin moverme, y cerré los ojos.
     
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    pomy

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    Re: Destinos cruzados

    Es 'extraño' leer una historia contada por alguien que no sea Bella, aunque claro que hay momentos en que Jacob toma todo el protagonismo. Sin embargo, te aconsejaría que en vez de describir de una manera tan frívola los hechos, agregues más cuestionamientos, curiosidades y más personalidad a los pensamientos de éste enigmático ser. Quisiera ver un lado con el cual comprenderla, como si en algún momento detallara detalles vanos o hiciera observaciones subjetivas.

    De todos modos, la trama me interesa mucho y quiero seguir leyéndote ^^

    Mer voy por ahora, espero más contis y espero que haya más pica con Bella :P

    Pomy
     
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    korisse

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    Re: Destinos cruzados

    El lobo dejó de moverse, dejó de respirar, y yo comencé a llorar descontroladamente. Escondí la cara en su cuello y le acaricié; seguía tan suave como siempre.
    Me quedé allí, sin moverme, y cerré los ojos.





    Estaba rodeada de árboles. Era un bosque bastante oscuro y siniestro, apenas se veía el cielo a través de las frondosas copas de los árboles, y no parecía haber existencia alguna de animales en aquel lugar. Todo estaba en el más absoluto silencio.
    Escuché un aullido. Conocía ese sonido, no era el de un lobo normal.
    Intenté convertirme para poder correr más rápido, pero no pude. Después de varios intentos decidí que no importaba; tenía ganas de ver a ese lobo. Di un paso, pero las piernas no me respondieron y caí al suelo.
    Volví a escuchar un aullido, ahora más cerca, tan cerca como si estuviese detrás de mí. Me giré con dificultad, pues tenía las piernas inmovilizadas, y en efecto, allí estaba, pero no solo, tres figuras de capas negras le estaban acorralando. Intenté gritar, pero apenas logré proferir un pequeño gemido. Tampoco podía moverme. No podía hacer nada.
    Una figura emitió un sonoro gruñido, entonces los reconocí. Vampiros.
    Con esas criaturas el lobo lo tenía muy crudo.
    Un vampiro se movió a tal velocidad que cuando parpadeé estaba en el cuello del lobo. ¡No! Esto no podía estar pasando. Los otros vampiros también se le tiraron encima y comenzaron a desgarrarle la piel. El lobo empezó a aullar de dolor, pero lo peor de todo es que sabía perfectamente quien era y no podía hacer nada por socorrerlo.
    No podía aguantar más viendo esa imagen, y tampoco las ganas de chillar. Y por fin grité:
    - ¡PAPÁ!
    Abrí los ojos de sopetón y me encontré con otros dorados mirándome preocupados.
    Menos mal todo había sido un sueño. ¿O no?
    - ¿Dónde está mi padre?
    - Tranquilízate, Ubumy, por favor – rogó Edward.
    - ¿Dónde está mi padre? – repetí alzando la voz. Estaba jadeando y comenzaba a ponerme histérica por momentos.
    Me hallaba en una habitación completamente llena de discos por todos lados, tumbada en un sofá de cuero negro. También había más cosas, pero no estaba como para fijarme en ellas. Ya empezaba a hiperventilar.
    - Tranquila.
    - ¿Cómo quieres que esté tranquila sabiendo que mi padre…? – me callé en seco. Recordando todo lo que había pasado.
    El bosque, el claro, la casa, el fuego, el lobo…
    El lobo; estaba muerto. Mi padre estaba muerto.
    Me abracé las rodillas escondí mis caras entre ellas y comencé a sollozar.
    - ¿Ubumy? ¿Qué ocurre, cielo? – preguntó una voz tierna y maternal, supuse que era Esme. - ¿Ubumy? Por favor, contéstame.
    No podía. ¿Qué iba a decir? “Mi padre está muero, pero no os alteréis, estoy bien”. ¡Qué tontería! Además, ¿a ellos que les importaba? Me había ido de esa casa precisamente por eso, porque yo allí sobraba; era un bicho raro que había intentado meterse en un lugar que no le correspondía, como una pieza que no encaja en un puzzle, en una familia. Ya n o me quedaba nadie, mi padre se había marchado de mi lado. Condenada a vagar eternamente sola, sin nadie a quien querer y sin nadie por quien ser querida, qué vida más lúgubre, solo de pensarlo me estremecía.
    - ¿Ubumy? ¿Qué te pasa? – repitió Edward, esta vez zarandeándome.
    Tampoco respondí ahora. Reflexionaba sobre lo que había pasado. Si al menos mi padre me hubiera tenido con él, yo le habría ayudado, pero yo no estaba con él; me había ido a buscar a Edward, y sin embargo, al darme la vuelta lo había tenido tan cerca…
    En resumen, le habían degollado delante de mis narices y yo no había podido hacer nada para detener esa masacre.
    - Todo ha sido culpa mía – conseguí articular, aunque supuse que no lo oyeron; fue apenas un susurro. O quizás sí, ¿qué más da?
    - ¿A qué te refieres, cielo? – preguntó Esme.
    - Yo estaba allí y no pude hacer nada, no pude defenderle – murmuré ignorando su pregunta y continuando con mi historia sin lógica; para ellos.
    - ¿A quien no pudiste defender, Ubumy?
    - A mi padre – sollocé.
    - Lo siento - sentí unos pétreos brazos envolverme. – Lo siento mucho, de verdad.
    - Ya no me queda nadie.
    - No, no digas eso.
    Se separó de mí, puso la mano en mi mentón e hizo que le mirara a los ojos.
    - Me tienes a mí – susurró.
    - ¿De verdad?
    - Por supuesto. Eres mi hermanita.
    Me volvió a abrazar, esta vez más fuerte.
    Las lágrimas seguían cayendo sin esperar a ser sofocadas. Estas no eran de ira o frustración, eran de…, no sabría decir muy bien de qué eran. Y aunque todavía me causaban grandes estragos de dolor pensar en mi padre, ya no era tan duro como hacía unos minutos, pues sabía que tenía a alguien.
    Es extraño que puedas querer a una persona después de tan solo unas horas de conocerla.
    Aunque sea un vampiro.
    Aunque se tu propio hermano.

    -------------------------------------------------------------------------------
    Gracias Pomy por comentar, en este capi te he hecho caso y he puesto más sentimientos y pensamientos de la protagonista.
    Espero que te guste y que comentes otra vez (y si puedes recomienda este ff).

    bueno, bss

    Kori$$e
     
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    Re: Destinos cruzados

    Korisse!! Aquí me tienes tal y como te lo prometí en el otro foro :D

    La verdad es que la trama de tu fic me parece bastante interesante, y bueno.. voy a darte mi opinión de algunas cosas que percivo pueden ayudarte. Recuerdo que yo no soy ninguna profesional, pero si mis consejos pueden ayudarte a que el texto sea mejor (no digo que no lo sea, porque a mí me ha encantado), te daré consejos gustosa :D .

    Primero de todo: Creo que lo de los sentimientos y los pensamientos acerca de todo lo que va sucediendo en cada capitulo no vendría nada mal para que el lector se vaya sintiendo más "unido" con el personaje principal. En éste último capitulo se han empezado a notar los cambios que te han sugerido tus lectoras que hagas, y eso es muy muy bueno :D .

    Segundo: Debes tener mucho cuidado en explicar una cosa u otra.. Me explico mejor; lo que ha sucedid al principio ha estado muy claro.. pero luego nos has dicho que era un sueño.. yo he dicho VALE! Es un sueño.. MENOS MAL!(Eso a la par con Ubumy), pero después resulta que ella empieza a llorar porque no era un sueño.. T.T.. ahí ha estado el fallo. Deberías de haber puesto algo antes de que ella llegase al dolor que le había provocado la muerte de su padre.. Un recuerdo tan vívido que no dejase duda alguna de que el sueño no lo había sido..

    Tercero: Ten mucho cuidado con los signos de puntuación, ya que me he fijado que varias veces has puesto donde no eran necesarios.. pienso que eso es algo que se te pasa.. al igual que las palabras equivocadas. Por mucho que te mires el texto siempre se te cuela alguna xDD

    Y bueno.. tengo que decir algo que si no lo digo reviento..



    Un beso Korisse y ánimos. A mí tu historia me gusta :D .
     
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    korisse

    korisse Iniciado

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    Re: Destinos cruzados

    Es extraño que puedas querer a una persona después de tan solo unas horas de conocerla.
    Aunque sea un vampiro.
    Aunque se tu propio hermano.







    - Oh, es la imagen más enternecedora que he visto en mucho tiempo – dijo una voz detrás de nosotros.
    Me di la vuelta y allí estaba Alice, dando saltitos y pequeños aplausos casi al mismo tiempo. A su lado estaba Emmett, recostado en el umbral de la puerta mirándome con un signo de… ¿admiración?
    Entonces Edward, sin ninguna razón aparente, se echó a reír a carcajadas
    - No Emmett, no puede – dijo entre carcajadas. Emmett le dirigió una mirada molesta, pero Edward por su parte se rió más todavía. Si fuera humano ya estaría rojo de tanto reír. Al cabo de un corto rato, en el cual Edward se estuvo riendo todo el tiempo, Alice también comenzó a reír. Esto era muy extraño.
    - ¿Qué no puedo qué? – inquirí.
    - Emmett cree que le puedes enseñar a aprender telequinesia – explicó.
    - Oh. Lo siento Emmett pero no puedo.
    - Jo. Ya me lo temía yo – se lamentó decepcionado, y salió de la habitación dando zancadas, como un niño pequeño cuando le dicen que no pueden jugar en ese momento al fútbol con él.
    Ese vampiro grandullón y fuertote tenía una personalidad un tanto rara. Entonces caí en algo que se me había pasado por alto.
    - Espero un momento, ¿cómo sabías lo que creía o no creía Emmett?
    - Puedo leer su mente – contestó encogiéndose de hombres y sin darle importancia, dispuesto a cambiar de tema. Pero yo no iba a dejar eso pasar.
    - ¿Bromeas, verdad? A ver, ¿qué estoy pensando? – pregunté, y me puse a pensar en un vestido muy bonito que vi una vez por la tele.
    - Yo… no… puedo leer tu mente – admitió avergonzado.
    Alice empezó a reír descaradamente, pero en cuanto vio la mirada asesina que le enviaba Edward paró en el acto.
    - Uf. Menos mal, debe de ser muy incómodo que sepan lo que piensas todo el tiempo.
    - Ni te lo imaginas – murmuró Alice.
    - ¿A ti también te puede leer la mente?
    - Sí – contestó Edward. – Las únicas personas a las que no le afecta mi poder sois tú y mi esposa, Bella, ¿la recuerdas?
    Sabía que esa pregunta iba con dobles intenciones. Se refería a cuando la lancé por los aires, por lo que solo asentí y cambié velozmente de tema.
    - ¿Alguien más tiene poderes por aquí?
    - Por supuesto. Alice puede ver el futuro, Jasper puede controlar las emociones y Renesmee puede te puede mostrar lo que piensa con tan solo tocarte – soltó de golpe.
    Me quedé unos segundos quieta procesando toda la información que me acababa de contar.
    ¿Ver el futuro? ¿Controlar las emociones? ¿Mostrar pensamientos? Todas eran preguntas que se deberían hacer en estos excepcionales casos, pero yo tenía una predilecta.
    - ¿Pero Renesmee no es solo un bebé? Ni si quiera es vampiro.
    - Es mitad vampiro-mitad humano. Yo soy su padre.
    - ¿Los vampiros pueden tener hijos?
    - Dos vampiros no, pero un vampiro y una humana sí.
    - Vale, eso cuadra más, pero que yo sepa, Bella es tu esposa, y ella es un vampiro, a no ser que hub…
    - Para, para – me interrumpió. – No dejes volar tu imaginación antes de tiempo. Bella era humana, pero el alumbramiento casi la mató y yo logré convertirla antes de que fuera demasiado tarde – sus ojos se iban oscureciendo a medida que avanzaba en su breve historia sobre lo ocurrido.
    - Entonces, Renesmee es tu hija y la de Bella, y es el bebé que traía Jacob en brazos antes del… accidente – cité.
    Ambos asintieron mientras intentaban reprimir una carcajada sin éxito.
    - Guau. Que familia más rara – murmuré. – Quiero verla. A Renesmee.
    - Está abaja – dijo Edward señalando la puerta.
    Me adelanté hacia el rellano de un piso que no había visto en mi vida. ¿Cuántas plantas tenía aquella casa? ¿Y cuántas habitaciones?
    Edward salió detrás de mí y giró a la derecha para bajar unas grandes escaleras de mármol. Le seguí junto con Alice, que más que caminar danzaba como una pequeña y grácil bailarina. Si tuviera que ponerle un mote sería indudablemente pequeño saltamontes, o pequeño duende quizá.
    Al llegar a otro rellano giramos otra vez a la derecha para bajar más escaleras, y al fin al gran salón.
    Estaban todos, incluido Jacob. La mayoría nos ignoraron cuando bajamos y siguieron viendo la televisión. Bella se fue a encontrar con Edward, quien la abrazó y le dio un suave beso en los labios. Renesmee estaba sentada en regazo de Rosalie, y bebía algo de una copa; no sé lo que era, pero olía estupendamente. Entonces, en un descuido, se le resbaló la copa de las manos. Todos reaccionaron rápidamente y fueron a sujetar a Bella, que temblaba de arriba a abajo, soltaba pequeños bufidos y miraba intensamente el líquido rojo que se deslizaba por el suelo. ¡Mierda! Sangre. Y eso no era lo peor. Sangre humana. Todos empezaron a gritar, pero yo ya no les prestaba atención, además, no se dirigían a mí.
    Empecé a notar como mis ojos cambiaban de ser verdes esmeralda a ser completamente negros; sin iris, sin pupilas, sin escleras; solamente negros. Odiaba esta sensación, más bien debería decir que mi parte humana odiaba esta sensación, en cambio, a mi parte animal, la gustaba tanto que no la cambiaría por nada en el mundo.
    Me agarré a la barandilla de las escaleras, algo muy pobre para que no sucumbiese a la tentación, pero algo, técnicamente.
    Cerré los ojos para controlarme mejor. Las voces seguían oyéndose, pero no lograba distinguirlas. Escuché como sacaban a Bella de la casa y a alguien acercándose a mí.
    - ¿Ubumy, qué te pasa? ¿Estás bien? – preguntó Esme.
    No lo aguantaba más, abrí los ojos y vi como a Esme se le inundaba el rostro de horror gracias a lo que estaba observando. Gracias a .
    Mis ojos no habían vuelto a la normalidad; todavía.
    - ¿Ubumy, qué te pasa? – repitió. La ignoré completamente.
    ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que me alimenté? Según mi sistema tenía que hacerlo una vez cada veinticuatro horas, y había pasado más que eso, pues esto no me ocurría a menudo.
    - ¡Ubumy! – chilló.
    Y por fin, me digné a contestar:
    - Sangre.
     
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    Re: Destinos cruzados

    Bueno, como ya te he dicho antes a mí me gusta la historia :). Además se va notando la mejoría en los acentos. Ahora quizás debas tener un poco de cuidado con los puntos en los guiones y varias un poco los puntos y comas. Pero a mí me parece que está muy muy bien. Salvo algunos errores, pero eso le pasa a todo el mundo ^^

    Espero que sigas publicando la historia porque a mí me gusta. Ánimos!
     

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