Gravity (Jacobo/Lizzie) Todo estaba bien. Por qué ese beso tenía que llegar en algún momento Y solo pudo concordar con aquellas palabras que no fueron apenas más que un simple susurro de la boca del chico antes de volver a sentirlos estampados sobre los suyos. -Ahora Tú eres mi gravedad.<div class=" />
Re: Gravity (Jacobo/Lizzie) LIZZIE REYNOLDS<div class=" /> Alto, sí, bueno era alto demasiado quizás… Fuerte, indiscutiblemente Y con apariencia de querer tirarse de un barranco. Seguí con la mirada al chico desaliñado que acababa de bajar de aquel deslumbrante convertible, y no puede evitar ver un letrero de “Auto Robado” y nadie me podía culpar de pensar eso. Aquel joven tenía toda la apariencia de un delincuente juvenil. Aunque aquel semblante triste y preocupado me hacía dudar. Estuvo durante largo rato recorriendo el parque observando a cada chica que se le cruzara enfrente, vi como de vez en cuando alguna parecía llamar su atención pero después continuaba su recorrido. ¿Qué planeaba? Me pregunte si acaso intentaba agregar “Secuestrador” a su carta de presentación. Y si fuera así ¿No era estúpido de su parte escoger una posible victima a plena luz del día? Y no es que pasara inadvertido. Muchas chicas lo volteaban a ver, unas con caras de miedo y otras con interés—Estas últimas tenían toda la cara de irse con el primero que se los pidiese—Pero él nunca se digno hablar con ninguna de ellas. Pero eso no me extraño, ese chico parecía sumido en sus pensamientos. Después de que dio otro recorrido al parque, regreso a donde el convertible donde se recargo y permaneció otros minutos más mirando el parque. ¿No planeaba irse nunca? Su presencia me ponía nerviosa, ansiosa y no me gustaba sentirme así. Decidí dirigirme donde él, para que supiera que alguien lo había observado y que si intentaba algo habría por lo menos una persona que podría identificarlo como el responsable de ello. Camine con pasos lentos sintiéndome fuerte y con control de la situación, yo no era fuerte, era delgada y pequeña comparándome con él, pero había mucha gente y no intentaría nada o al menos eso esperaba. -¡Oyes tu, el del coche robado! ¿Estás bien? No había sido un buen comienzo pero ya lo había dicho. Espere unos segundos a que me contestara o que por lo menos se dignara a levantar la mirada de sus pies descalzos y mirarme a mí, pero no lo hizo. -¿Estás bien? Repetí la pregunta pero el chico solo asintió. Un delincuente sin modales, que novedad. -Era broma lo de coche Dije esperando a que eso lo animara hacer contacto visual o hablara, su silencio me ponía aun más nerviosa. Un momento… ¿Yo quería animarlo? Bien, algo estaba mal Observe como alzaba el rostro para dirigir su mirada de nueva cuenta al parque. Me sentí ignorada y triste. Di un respingo ante aquel pensamiento ¿Estaba triste por qué no me miraba? Demonios… Algo andaba mal, muy mal conmigo. Respire hondo y voltee a ver el convertible que era mucho más asombroso de los que se veía de lejos -Es un deportivo preciosos—Comente—Es una lástima que hayan dejado de fabricarlos. Quiero decir, el diseño de Vantage también es estupendo pero hay algo que solo tiene el Vanquish. Mire el carro con mucho interés. Era precioso, me encanto el color; pero eso no era extraño después de todo a mi me gustaban los autos. Desde que era pequeña solía pasarme mis fines de semana con mi tío que era dueño de un taller automotriz, Eso le molestaba a mi padre ya que decía que eso no era para niñas, lo cual yo siempre considere exagerado y tonto. De hecho hasta el día de hoy me gustaba ir al taller y ayudar en lo que pudiese, pero aunque era algo que me gustaba hacer no era algo en lo que decidiera dedicarme. La medicina. Esa era mi verdadera vocación. Mi padre no lo sabía aun, más bien yo no había comentado nada pero tenía planeado ser doctor en un futuro no muy lejano, como él. Eso de seguro lo tranquilizaría pero el hacerlo sufrir un poquito no estaba de más. -¿Cómo se conduce?-Inquirí aun embobada. -Mejor de lo que te imaginas. Pase mis manos por el carro. Era hermoso. -Rayos…Quiero uno así—dije y voltee a ver al chico que se había dignado ya a hablarme. Pude observarlo mejor. Sus ojos negros llenos de tristeza, su nariz amplia que no cuadraba con sus facciones maduras pero que al igual que su barbilla eran un poco infantiles. Seguí observándole con cuidado. Y sin poder evitarlo nuestras miradas coincidieron. Sus ojos se agrandaron con sorpresa y dejo entreabrir los labios. Me miraba de una forma que no supe interpretar junto a un brillo que remplazo la tristeza inicial de su mirada. Ahí supe que mi opinión inicial sobre su persona había sido errónea, por que la tranquilidad que me inundo ante la sutil sonrisa que dibujo no podía ser por ninguna persona que fuese peligrosa y aun cuando su apariencia decía que sí lo era, algo me anima a confiar en él; a no temerle. -Me llamo Elizabeth, pero me puedes decir Lizzie—Extendí mi mano hacia él en un salido formal pero no me correspondió, se quedo ahí observándome; pero no me incomodo. Baje la mano y la metí en mi bolsillo delantero -Parecer estar buscando a alguien. -Ya la encontré. Me respondió sin quitarme la mirada de encima y me pregunte si había un significado especial en lo que me decía y la extraña forma que tenia de verme- ¿O era simple imaginación mía?... No tome importancia y agregue -Si sientes remordimiento por haber robado ese coche puedes aun entregarlo a la policía—Sonreí ampliamente para restarle un poco de drama Espere pacientemente a que me contestara pero no lo hizo, siguió observándome, analizándome con aquello profundos orbes negros Mi ansiedad regreso… -Si piensas en alguna replica, te digo que no te esfuerces y mejor guárdatela para el juez Bien… Definitivamente mi sentido de supervivencia andaba mal el día de hoy ¿Cómo demonios se me ocurría decirle ese tipo de cosas a semejante chico? Un solo movimiento y podría mandarme a volar -¿Piensas venderlo entero o por partes? Joder… Impacte la palma de mi mano contra mi bocaza ¿Qué me pasaba el día de hoy? -Oyes, lo siento, era broma Puse mi cara más inocente, pero él estaba inmutable, me miraba y solo eso, parecía ido— ¡Me está ignorando!—Grite mentalmente, bastante molesta debo admitir. -¡Hey! ¡¿Estas escuchándome?!—pregunte en tono demasiado infantil y me maldije por eso; aunque al menos él había bajado ya de su nubecita -Por supuesto—Me contesto sonriendo ampliamente mostrando una hilera de blancos dientes y no pude evitar sonreír. No sé si le observe segundos o minutos, solo pensaba en lo bien que se veía sonriendo, lo hacía ver más joven, mas niño y eso me gustaba. ¿Me gustaba?, de acuerdo ¿Dónde está el psiquiátrico más cercano? -¿Te gustaría ir a dar una vuelta?—Me pregunto y no pude disimular mi emoción -Me encantaría—le conteste de inmediato y vi como se apresuraba abrirme la portezuela, pero de pronto la vos de mi—entrometido—subconsciente me abofeteo haciéndome reaccionar—Pero… El chico me volteo a ver confundido mientras yo me mordía el labio inferior y retorcía uno de mis rizos. Como odiaba hacer eso pero era un gesto por demás involuntario que hacía cada vez que estaba confundida, nerviosa o preocupada. -¿Pasa algo? -Bueno—Espere un par de segundos y agregue—No suelo subirme a convertibles de extraños -¡Oh! -Pero un helado no estaría mal—Dije de inmediato, sin pensarlo mucho, cosa extraña en mí. De hecho todo era extraño. ¿Dónde estaba la Lizzie Reynolds que conocía? ¿Y por qué ese afán de arriesgar mi integridad? -No, definitivamente no lo estaría Volvió a sonreír y le mire como idiota, sabía que mi rostro debía estar rojo, sentía mis mejillas arder ¿Por qué de pronto hacía calor? En verdad necesitaba ese helado. Después de que busco dinero y de que dejara de importarme si el auto era o no de su propiedad; comenzamos a caminar en un silencio para nada incomodo, hasta llegar donde un señor con un carrito de helados. Me adelante y pedí el mío de Limón, el chico se puso a mi costado y por primera vez me pude darme cuenta del calor que emanaba su cuerpo, era agradable. Cuando el señor le sirvió el suyo pregunto por el total, me gusto ver que fese tan respetuoso de la regla que dice que en las citas el chico paga Aunque dudaba mucho que esa fuera una regla Y eso No era una cita. Al final decidí pagar mi propio helado, no debía aprovecharme de él. Fui a sentarme a una banca cercana y me alcanzo rápidamente, no era muy espaciosa pero nos acomodamos perfectamente además yo no ocupaba tanto espacio como él. -No me has dicho tu nombre—Comente comiendo de mi helado ¡Dios, amaba el limón! -Jacobo Black—Me respondió y me pareció un buen nombre, voltee a verlo y nuestras miradas coincidieron una vez mas. -Lizzie Reynolds—Dije y sonreí—Te daría la mano pero me arriesgaría a que me la dejaras extendida otra vez. Sus ojos se abrieron en par y su cara enrojeció, Tuve que contener una risilla traviesa. -Y no es reproche…para nada… Mentí. Sí lo era Jacobo intento disculparse y como solo decía cosas como “Yo…Tu sabes…No quería” estrelle mi helado de limón contra su boca -Te dije que no te estaba reprochando nada Jake ¿Puedo llamarte Jake? Asintió y yo sonreí. Quizás “Jake” no era un buen nombre para alguien tan descomunal como él, pero era lindo -Si que le diste una gran mordida—Dije simulando molestia y apunte mi ya muy reducido postre -Tu eres la única responsable, mira que intentar ahogarme con un helado de limón -Sin prueba no hay delito—Canturree y continúe comiendo—Aunque ahora tengo menos helado que comer -Si quieres puedes tomar del mío—Me ofreció—O me lo puedes pasar y la próxima vez te invitare uno doble ¿Próxima Vez? Lo mire fijamente meditando sus palabras ¿Era eso una invitación? Y si era así ¿Debía aceptarla o Rechazarla? Lo más lógico era que digiera que no, Aunque en realidad no me había preguntado nada directamente. Así que mi respuesta tampoco tenía por qué serlo. -Está Bien—Me limite a decir y continúe comiendo Por el rabillo del ojo pude ver que aun me observaba con mucha atención y debía admitir que me sentía algo cohibida. Jacobo me ponía nervioso, pero no lo suficiente como para salir corriendo despavorida de ahí. Ya que, no había verdaderas razones para hacerlo Aun podía sentir su mirada, tenía la ligera sensación de que me quería decir algo y no se atrevía y yo tampoco le iba a insistir. No me atrevía. ¿Qué horas serán? Me pregunte, sabía que tenía ya rato en el parque, yendo y viniendo sin hacer nada en realidad; como Jake en un principio, por lo que suponía pronto vendrían por mí. Aunque en el fondo deseaba que ese Pronto no fuera tan pronto. No tenía mucho rato con Jacobo y yo quería saber más de él. Levante mi mirada del vasito de helado ya vacio y como si lo hubiera invocado la Lobo color negro de Noah, mi hermano mayor se estaciono justo detrás del convertible. Estaba molesto. ¡Oh, sí que lo estaba!. Tenía la mirada fija en mi como preguntándome quien era el que me acompañaba. Supuse que al igual que yo en un principio se había dejado influenciar por la facha de delincuente desesperado que tenia Jacobo. Pero él no había visto aun los ojos de Jake, no tenía idea de lo sincera de su sonrisa, aun no sentía el agradable calor que emanaba su cuerpo. Noah no tenía idea de quién era Jacobo Black. Y la verdad es que yo tampoco… -¡Ops, me tengo que ir! Me levante de la banca y voltee a ver a Jake, no quería que mi hermano se viera obligado a venir a buscarme y armarme un escándalo -Ya me vinieron a buscar—Dirigí mi mirada hacia el mal encarado de mi hermano -¿Tu novio?—Me pregunto y pude notar el tono acido en que lo hizo. -¡Dios me ampare!—Exclame—Es el idiota de mi hermano. No se si él lo noto pero puse mayor énfasis en la frase Mi hermano. Observe como Jacobo asentía y sonreía de forma a mable a Noah. En verdad no quería irme aun. -Fue un placer Jake -El placer fue todo mío Nos miramos un rato mientras una extraña vocecita me ordenaba que le pidiera su número y otra al mismo tiempo me decía que mejor yo le diera el mío ¿Ambas cosas no eran demasiado atrevidas? -Me preguntaba…Si tu—Mire expectante a Jacobo ¿Haría lo que yo no me atrevía?—Si te parece bien…alguna otra ocasión ¡Anda! ¡Dilo! Repetía una y otra vez en mi mente. Él respiro hondo -En alguna otra oca… -¡Hey, niña!, ¿Qué demonios haces? ¡Apúrate! ¡Maldito Noah! Volví una mirada molesta a mi hermano— ¡Ya voy!—Grite con fastidio rodando los ojos—¿Qué me decías? Jacobo sonrió y se dispuso a continuar pero el maldito claxon comenzó a sonar. Le ignore y esperaba a que él hiciera lo mismo. -Si no estás muy ocupada… ¡No claro que no! ¡Dilo! ¡Rápido! Los nervios me estaban comiendo ¿O era la emoción? Sabía lo que quería decirme, y Sabía que él sabía que yo lo sabía. Y quería que lo soltase, ya, en ese momento ¡Ahora! -¡Lizzie, se hace tarde! Estúpido…Estúpido Noah, lo estaba arruinando todo. -Espera—Masculle y comencé a buscar mi pequeña libretita la cual siempre cargaba en mi bolsa. Empecé a escribir lo más rápido que podía tratando de no pensar mucho en lo que estaba haciendo. Porque había más de una razón para no hacerlo. -Mi hermano no dejara de molestar así que…—Arranque la hoja y se la entregue torpemente—Recuerda que me debes un helado. Sonreí nerviosa. Ya no sabía que más decir así que le mire una última vez y Salí corriendo. Eso había estado mal. No podía andar por ahí repartiendo mi número telefónico a cualquier extraño y eso era lo más raro, a Jacobo Black no lo sentía uno. -¿Qué demonio hacías? ¿Quién era ese? ¿Nadie te ha dicho que no debes hablar con desconocidos? -Quizás…pero tú no me viniste a buscar temprano—Argumente y le saque la lengua, un gesto demasiado infantil para mis recién cumplidos quince años pero por lo mismo sabia le molestaba. -¿Estás diciendo que como no te vine a buscar temprano decidiste pasar tu tiempo con un delincuente? -No es un delincuente -Claro que no…Solo gusta de parecer uno Solté un gruñido y subí con fastidio a la camioneta preparándome mentalmente para el sermón. No sabía si realmente Noah se preocupaba por mí al cuidarme de la forma tan celosa que lo hacía—Dese hacia tres años atrás después de la muerte de mi madre—O simplemente le gustaba fastidiarme. Después de escuchar la frase “Espera a que papá se entere” decidí ocupar mi mente en cualquier cosa de lo que quedaba de camino a casa, en cualquier cosa que no fuese la irritante voz de mi hermano. Y solo se me vino a la cabeza él. Jacobo Black ¿Por qué? No supe responderme No es que creyera en algo tan cliché como el Amor a Primera vista. Para mí eso eran estupideces, yo era más razonable más lógica y si bien aceptaba que alguien te puede llegar a llamar la atención por su apariencia; Creía fervientemente que el amor nacía del trato y del tiempo Pero… ¿Me llamara? Me sorprendí preguntando. Aquello no iba por buen camino. ¿Qué pasaría si no me llamaba? Lo olvidaría eso era seguro. Uno de los que yo consideraba mi mas gran virtud era el de poder restar importancia a las cosas, arrancarlas de tajo si me molestaban y olvidarlas con increíble facilidad. Entonces la sonrisa sincera y contagiosa, la mirada oscura y profunda no seria siquiera recuerdos… ¿Estás segura? ¿Acaso dudaba de poder hacerlo? ¿De olvidarlo? Tome el celular de mi bolsa y comencé a juguetearlo. Jacobo llamaría, no sabía cuándo pero algo me hacia estar seguro de ello. Y ese algo era lo mismo que me decía que Jacobo Black no sería tan fácil de olvidar Y quizás, tan solo quizás… No deseaba hacerlo
Re: Gravity (Jacobo/Lizzie) Bueno, he aqui mi primer Finc sobre esta conocida saga Crepusculo. Si podran notar la pareja no es muuy conocida ya que de hecho Lizzie no sale en mas que tres hojas jajaja, pero aun asi esta pareja me gusto y como desde hacia tiempo tenia ganas de escribir de ellos pues buenoque pena...Aqui esta jejeje En realidad no planeo hacerlo muy largo ni con demasiado capitulos. Espero les guste y nos veamos en el proximo capitulo!!adios