Demasiado sugestionable

Tema en 'Relatos' iniciado por Asurama, 16 Abril 2009.

  1.  
    Asurama

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    Demasiado sugestionable

    Demasiado sugestionable

    Veamos… nuestra historia comienza en un remoto pueblito, donde todos sus habitantes se conocen e intentan sobrevivir profiriendo chismes respecto de otros. Allí me llevaron cuando tenía un año. Mi inteligencia me introdujo en el colegio a los tres años y la posición de mi familia me llevó a una cara escuela privada. Eso fue razón suficiente para levantar chismes y envidias. Pero el Karma comienza durante el estudio, cuando todos mis compañeros de clase me molestaban, sólo uno me defendía y mis maestros, a la fuerza, querían meterme el dogma de la iglesia Adventista del Séptimo Día, que dice se debe observar el sábado y que Jesús vendrá pronto, sin saber cuándo es “pronto”.

    Mientras los escuchaba, sufría por las calumnias de mis mayores y la absurda competencia de mis iguales. Pero, de tanto repetirme año a año las mismas cosas religiosas, se me grabaron como un CD rayado, y ¿Qué creen? ¡Sonaba perfecto! Me sabía todas sus historias. Salvo que tuve un choque de “ideologías” al cumplir los diez años, cuando me obligaron a tomar la comunión en la iglesia Católica a la que asistía toda mi familia, sin yo saber siquiera qué era eso de “llevar a Jesús en el corazón” ¡Pero eso era mejor que las ideas de los adventistas!

    Además, como mis padres no podían ocuparse de mí, me dejaban al cuidado de jóvenes adolescentes. Una de ellas, con la que estreché fuertes lazos de amistad, pertenecía, al igual que toda su familia, a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mejor conocidos como los mormones. Me llevó cientos de veces a conocer a los pastores y a las celebraciones… y eso fue muy inspirador. Me pasaba el día leyendo su famoso libro y haciendo reflexiones, y ella me contaba historias. Cuando ella debió irse de casa, tomó su lugar una buena muchacha, que pertenecía a la Iglesia Adventista del Séptimo día. Recuerdo que pasaba días oyendo y aprendiendo sus canciones, haciendo los ejercicios que pedían y leyendo la Biblia. Eso sin contar que me pasaba orando los sábados… Me dijo que yo podría cambiarme de religión cuando creciera ¡me estaba convirtiendo!
    Pero la echaron de casa.

    Después de eso, volvió la que era de los mormones. Y se fue de nuevo, dejándome ganas de saber más de su doctrina. Realmente parecían muy inteligentes sus pastores y comenzaron a convencerme de cambiar de religión.

    También recuerdo que me encontré unos libros que eran obsequio de unos miembros del movimiento “Testigos de Jehová”. A mi parecer, sonaban lógicos y con argumentos convincentes, buenos, aceptables.

    Y luego, conocí nuevos compañeros. Una buena amiga de mi edad me mostraba lo agradable de ir a una Iglesia Evangélica, y me contaba cómo ahorraba para entregar el diezmo todas las veces.

    Después de afrontar múltiples problemas. Hice un “crack”, tuve una crisis existencial y dejé todo de lado, incluso la idea impuesta por mi familia de confirmar mi bautismo. Sí, dije que jamás me confirmaría. Pero recuerdo que una hermana de esa Iglesia católica me perseguía por todos lados para convencerme de hacerlo, igual que unos cuantos familiares histéricos.

    Pero, después de unos cuantos años, todo mi núcleo familiar se movió de la apremiante, demente, tiránica Iglesia Católica a la religión Gnóstica, en donde estamos hasta la actualidad. Los Gnósticos estaban mucho más cerca de la verdad, pero quizás se equivocaron siempre al dividir al mundo en “bueno y malo”, “cielo e infierno”.

    Así que, buscando algo que me llenara, comencé a seguir las enseñanzas de una bruja, hasta que descubrí que era de las malas, de las que hacen “magia negra” —¿eso existe?—. Y la abandoné por maldita y aprovechada.

    Entonces, comencé a estudiar la filosofía ecologista de los wiccanos, a los que muchos llaman “brujos” o “movimientos new age”. Aquí podría aclarar que muchos wiccanos son curanderos, no brujos y que el new age jamás fue algo que se adaptara a mi modo de ser. Es más, cuando alguien me lo propuso… ¡recuerdo que huí de ese “alguien”!

    Ya en el último año del secundario, tuve una compañera de clases que tuvo múltiples problemas amorosos y, para superarlos, se movió de la Iglesia Católica a la Iglesia Evangélica, arrastrando a muchas chicas a su grupo. ¡Y es que ese grupo es un lugar en donde uno se siente increíblemente contenido!
    Aunque a mí me llevó por engaño. Dijo que iríamos a la casa de uno de su grupo pero, en vez de eso, fui a parar a un templo Evangélico donde, con una buena sesión de hipnosis, luz y sonido de por medio, me lavaron el cerebro y terminaron por dibujarme un paraíso agradable dentro de su templo, invitándome a volver una y otra vez. Aunque, al enterarse mis padres, se armó una batahola y terminé separándome bruscamente del grupo religioso.

    Después de haber pasado por otras tantas crisis existenciales, hablé con un muchacho, un consejero que, en un tiempo anterior, había pasado por las manos de la Iglesia Universal del Reino de Dios —mejor conocidos como “Pare de Sufrir”— y luego un maestro lo movió de ahí y lo convirtió en mago Blanco. Después de semejante movimiento, salió hablando de Jesús y la Virgen cada cinco segundos. Recuerdo que, hipnotizada por sus “habilidades”, llegué a pedirle que fuera mi maestro. Y lo fue por un tiempo hasta que alguien me despertó del “trance hipnótico”.

    Así que volví a la Secta Gnóstica pero, además, me hice miembro del grupo CoS.
    En ese corto lapso de tiempo, un encargado del museo, unos parientes y una compañera de clases casi me convencieron de regresarme a la Iglesia Católica mediante métodos varios, incluido hablar con un muchacho del ciclo superior de la Facultad. Eso me enganchó y casi fui a parar a un grupo carismático.
    Aunque, después de hablar con unas muy buenas personas, comencé a alejarme un poco de los gnósticos y los católicos empedernidos, a seguir las obras de CoS, las corrientes metafísicas y a estudiar un poco más sola.

    Y aquí estoy, por ahora... Hasta que alguien me ofrezca una mejor verdad
    Y después de todo el rollo, me pregunto a conciencia
    ¿No seré demasiado sugestionable?
     
  2.  
    berlinQueer

    berlinQueer Usuario común

    Capricornio
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    Re: Demasiado sugestionable

    si. la idea de este cuento es definitivamente muy buena. Todo el menjunje de religiones y sus ritos y sus libritos y sus "magias" siempre me pareció de lo mas horroroso e idiota, pero como dijo un gran señor: la religión es el opio de los pueblos.

    Lamentablemente, esta tan buena idea, esta un poco opacada por la forma en que la escribiste, que si bien no está mal, tampoco está bien. Las cosas pasan demasiado rápido. Entiendo que quisieras meter todas esas situaciones, los diversos cambios de aqui para allá que sufre la protagonista, pero son TANTOS y tan poco especificos a veces que pareciera que la protagonista esta en un concurso de a ver quien cuenta mas anecdotas en menos tiempo.

    Como sugerencias para arreglar esto te recomendaria separa un poco las ideas, por ahi de las primeras situaciones, explayarte un poco mas, contar algun hecho especifico de lo que pasa, y finalmente, cuando ya esta todo bien encaminado, largar el chorizo de religiones que sigue.

    pero como dije al principio, realmente me gusto mucho la idea.
     
  3.  
    \Tsuyuka/

    \Tsuyuka/ Entusiasta

    Leo
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    Escritora
    Re: Demasiado sugestionable

    O-nee-san.

    Podría jugarme algo valioso a que esto trata de tu vida, aunque no voy a poner las manos en el fuego. Más allá de que está narrado en primera persona, esa "persona" se parece un poco a tí en su forma de hablar...
    Además de que anteriormente -cuando recién nos conocíamos- me hablaste de las religiones e iglesias por las que pasaste... Aún recuerdo como calificaste a la Iglesia Evangélica diciéndome: "Me arrastraron a una casa Lava-cerebros, pero logré huir de allí".

    La idea de contar esto es muy buena y original, a mí no me da estar contando cosas sobre mi y menos en un relato donde se pueda saber que forma parte de mi pasado... Una excepción sería si uso un fandom y nadie puede enterarse de que son exeperiencias mías.
    Pero como dice BerlinQueer, todo parece pasar muy rápido, a mi parecer los "dasos" están muy amontonados. Pero más allá de eso el escrito presenta coheción, buena ortografía, y buena redacción en sí con el uso de un bocabulario variado.
    Te puedo imaginar corriendo de aquí y allá, leyendo y hablando con muchas personas. Debatiendo entre las religiones, y cambiando de una a otra... Suena algo loco luego imaginarte salir corriendo de todas las iglesias y ver a tu flía. Hacer quilombo por tus cambios de religión.

    Yo realmente no pertenezco a ninguna religión, tampoco me interesa. Solo creo que hay un ser superior -llámenlo Dios, Jesús, o como quieran-, y un "segundo plano" al que vamos cuando se agota nuestro timpo en este "mundo". Pero no nos quedamos en ese "otro plano" para toda la eternindad, si es que existe la misma, sino que luego de un timpo volvemos, para seguir aprendiendo y seguir evolucionando...
    Esa es una parte de mi creencia. No sé si existe una religión o cultura que comparta mi creencia, yo no invento nada, simplemente es lo que creo. hay gente que cohíncide, y otras que te tratan de "raro" por eso, pero las personas son así. Uno no tiene derecho a juzgar ni ser juzgado, eso es lo que pienso. cada uno tiene sus ideales...
    Bueno, creo que me fui un poquito del tema, ¿No? Espero sigas escribiendo, porque así se mejora, soy prueva viviente de eso.
    Te quiere mucho, tu O-nii-chan.

    Atte.
    Tsuyuka, el 5to Dios.
     

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