Princesa de la muerte

Re: Princesa de la muerte

Capitulo 14: Adiós


En el parque de la villa se pueden observar a dos personas comiendo unas pequeñas frutas de color rojo pasión, se encuentran rodeadas de arboles de diferentes tamaños y formas, flores de colores las acompañan.

El atardecer da inicio, sus colores brillantes y cálidos rodean a ambas niñas, a una peli rosa y a una castaña años menor que su compañera.

—Con razón mi hermano se encariño contigo, tienes una sonrisa muy bella—dijo Jenna viendo a la joven que era espectadora de cada una de sus palabras.

—Hace tiempo que no experimentaba una sonrisa sincera, había olvidado lo que se siente sonreír— menciono la peli rosa dejando la expresión feliz que había optado en un breve momento.

—No puedo creer lo que escucho, es imposible que Sakura hable de esa forma, que los movimientos de sus facciones sean esos. No es real todo lo que estoy viendo, es una falsa ilusión creada por mi mente. Me estoy volviendo loco, debo irme y romper los lazos que me unen a esta aldea. —pensaba un pelinegro alejándose del parque en paso silencioso.

— ¿ Qué era para ti mi hermano? —pregunto la castaña observando el cambio de colores en el cielo.

—Él era para mi, un amigo, un hermano, la persona mas importante que nada en este mundo—respondió, su mirada se poso en el piso de cemento.

—Ya no ocultes la verdad, dime todo lo que sepas del pasado, dímelos—su curiosidad era tan grande, tan ambiciosa que no se daba cuenta que sus palabras herían a Sakura.

—Es algo que no te incumbe, algo que no debes saber y que nunca sabrás—contesto finalmente, para irse a la salida de Konoha.

—No soy capas de ser alguien mas en esta vida, si sigo aquí lo mas seguro es que ellos, los que son mis compañeros se transformen en mis amigos, no lo puedo permitir, no puedo dejar que esta muralla formada en mi interior desaparezca, no puedo dejar que mi corazón de cristal se desborone mas de lo que ya esta, solo vivo y viviré por Kai. Esa niña tan parecida a le también debo apartarla, tal vez lo mejor sea desaparecer de esta aldea y continuar sola en este mundo hasta que pueda liberar a Kai. —caminaba a la salida de Konoha, sus pasos ligeros llenos de gracia la transformaban en un ángel muerto por su cara triste.

Ambos, una peli rosa y un pelinegro caminan de diferentes direcciones a un mismo destino, el peso de su cuerpo es soportado por sus pies. Uno lleva una mochila en la espalda, no se atreve a ver hacía atrás, mantiene la mirada gacha.

La joven no lleva nada, dando la apariencia de solo estar paseando por la aldea.

—Esto será el adiós a esta villa tan esplendorosa—dijo en voz apenas audible, sus ojos verdes veían la luna llena que se alzaba imponente sobre el cielo negro. La luna era tan bella, la llevaban a un viaje hacia el pasado. Su mente la guiaba a sus recuerdos, a lo mas profundo de su corazón.

Flash back:

Escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=Qi60c8eN ... re=related

—Kai, ¿Por qué eres tan bueno conmigo? —pregunto Moka viéndolo fijamente.

—Por que para mi Moka-san es una gran persona, es la mejor amiga que e tenido en la vida— respondió dándole una sonrisa.

— ¿No te da miedo que te traicione? — Pronuncio las palabras con sumo cuidado.

—No, no me da miedo por que yo confió en Moka-san, se que jamás me harías daño, después de todo somos amigos, estamos unidos por un lazo de amistad que nada en el mundo podrá romper—le dijo inspirando confianza en la pequeña.

—Tanto confías en mi, eres la mejor persona que e conocido en mi vida, eres mi modelo a seguir—expreso viéndolo a los ojos, examinaba con su mirada cualquier indicio de inseguridad.

—No solo es confianza si no también el echo de que Moka-san es mi primera y única amiga en toda la vida. —Contesto el niño viendo la luna escarlata de la noche.

—Ya me tengo que ir o si no mi señor padre se enojara, nos vemos Kai. Adiós. —dijo moviendo su mano en forma de despedida.

—Adiós Moka-san, adiós—devolvió el saludo a su amiga y se fue caminando rumbo a su aldea, rumbo a su hogar.

Ambos niños se fueron a sus hogares, a sus casas.

Fin del flash back.

En el camino de la peli rosa se encuentra desde lo lejos a Sasuke su supuesto enamorado. Fija su mirada a la espalda de chico, en donde ve una mochila. Se da cuenta de las intenciones de este.

—El rumbo que toma es a la salida de la aldea, la mochila que carga, parece como si se fuera a ir de…la aldea, imposible no puedo creer que quiera jugar al vengador, el no sabe el verdadero sufrimiento de la vida. No puedo permitir que abandone la amistad y que se suma en la soledad, por que tal vez para mi no haya salvación pero para el si la hay. —Piensa Sakura mientras se acerca al muchacho.

— ¿Qué haces a estas horas de la noche fuera de tu casa? —pregunto Sasuke sorprendido por haberse encontrado a su compañera, en ese lugar.

— Por qué para salir de la villa uno debe pasar por este lugar—respondió la peli rosa.

—Ya es de noche mejor vete a tu casa—le ordeno a su compañera sin atreverse a verla a los ojos.


—¿Te vas cierto? —pregunto esta ves Sakura viéndolo a los ojos, aunque lo negara se sentía mal por el echo de que Sasuke se fuera.

—Deja de meterte en mis asuntos—respondió secamente el ojinegro.

—Jamás imagine ver a Sasuke de esta manera, si no hago algo se ira, ¿pero que?, no debe sospechar quien soy, la única manera será humillarme a mi misma—pensaba Sakura viéndolo a los ojos mientras secretamente hacia un jutsu para que le salieran lagrimas cristalinas.

—Te necesito, si tú te vas, será como estar sola, yo te amo Sasuke-kun, por favor no te vallas—le dijo, sus ojos se llenaron de falsas lagrimas cristalinas, esas lagrimas falsas era las que añoraba.

—Eres una verdadera molestia—contesto Sasuke caminando hacia la salida dejando a Sakura detrás de él.

—¿Qué ocurre?, no me puede pasar esto a mi, no debo mirarla a los ojos, esos ojos verdes que hechizan a cualquiera, que digo no, será mejor irme—

—Si te vas gritare-dijo la kunoichi con voz firme pero con duda. Los arboles que los rodeaban guiaban el viento a sus cabellos.

En un rápido movimiento Sasuke se alcanzo a situar detrás de la joven.

—Sakura…gracias—expreso para darle un golpe en la nuca que la dejo inconsciente. La alzo con sus brazos, sorprendiéndose por el ligero peso de la peli rosa. La recostó sobre la banca que quedaba mas cerca.

—Adiós Sakura y gracias—dijo para alejarse caminando rumbo a un lugar desconocido para él.

—Hay cosas que no comprendo de ti, cosas que al parecer solo son una ilusión que quiere engañarme, parece real pero creo estar seguro que no lo es— sus pasos lo alejaban cada vez mas, ya había escogido un nuevo destino.

La luna era testigo de aquella despedida, y de la joven que dormía en el banco blanco, la joven que se sumergía en sus sueños más bellos.

Flash back:

Escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=58kQMsXM ... re=related

—Ya me voy padre—hablo una niña pequeña, en frente suyo estaba un hombre que imponía autoridad.

— ¿Ya terminaste con tu entrenamiento? —pregunto con voz firme, demostrando que el era la autoridad.

—Si señor padre, me gustaría salir a ver y a observar—contesto sin bajar su mirada fría.

—De acuerdo pero mañana tu entrenamiento comenzara a las 3 de la mañana—dijo para terminar la conversación. Se alejo de su hija sin preguntarle como estaba.

—Si padre—respondió con respeto para marcharse de su cas y dirigirse rumbo al bosque en donde cierto castaño la esperaba.

Caminaba ágilmente por los arboles negros, sus pasos eran delicados, parecían como si flotaran a cada zancada que daba.

A unos 10 metros de distancia se encontraba un lago rojo como la sangre de una herida recién hecha, al lado del lago crecían flores negras, sin otro color que destacara de ellas.

—Moka-san, que bueno que ya llegaste—la recibió con una bella sonrisa plasmada en su rostro.

—Hola Kai—saludo la niña a su amigo para luego posarse a un lado de él.

—Te veo un poco fatigada Moka-san,¿ tu papá te exige de mas en los entrenamientos? —pregunto a su compañera, veía como ella se preparaba para darle una respuesta.

—No se a que te refieres Kai, simplemente me dijo que mi entrenamiento comenzaba a las 3:00 am—le respondió evitando su mirada acusadora.

—Deberías reclamarle no es justo, apenas eres una niña en pleno crecimiento—expreso su disgusto.

—No es nada comparado con el invierno Kai—menciono alejándose de su amigo.

— ¿A donde vas Moka-san?—pregunto Kai viendo como se alejaba.

—Oí que mi padre me gritaba, será mejor que nos veamos otro día. Adiós Kai. —le dijo por ultimo.

—Adios Moka-san—contesto de igual manera para alejarse del lago.

Fin del flash back.

Despertó un poco agitada para encontrarse con los ninjas que normalmente cuidaban la entrada.

Ese sueño había sido hermoso, sin duda para ella esa era la despedida perfecta, el adiós perfecto…

Un adiós de un compañero y otro adiós de un amigo…

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Aqui la conti perdon por la tardanza pero es que me han dejado mucha tarea
gracias por sus comentarios y recomendaciones, espero y sea de su agrado y les aviso que en vacaciones si hay tiempo editare todo el fic, corregire varias faltas ortograficas, y las palabras y letras que me comi.
Atentamente
Anys babu

 

Re: Princesa de la muerte

Capitulo 15: Amor maternal

Una kunoichi observaba el horizonte, a lo lejos un grupo de ninjas se apresuraban para traer de vuelta a su amigo, para traer de vuelta a Uchiha Sasuke.

Ella solo se quedo parada, sin hacer nada, sus ojos miraban a la nada, sus brazos estaban colocados a los costados y sus piernas se encontraban en posición de firmes.

Esa tarde se veía sin algún brillo en especial, no había nada que hiciera lucir a la aldea, solo se veían cara llenas de tristeza, por la perdida de familiares y en algunos casos la perdida de un amigo.

Sakura dio media vuelta y se dirigió a la casa de sus “padres”, no había ido a dormir lo mas seguro era que le reprocharan. A ella no le importaba eso, después de todo ellos no eran nada de ella.

Sus pasos son cortos a comparación de los que da cuando parece alegre, su semblante era el de una niña triste pero con esperanza, pero ella sabía que esa expresión era falsa.

—De que sirve tener tanto poder si al fin y al cabo resulto ser una inútil; de que sirve ser yo si no tengo a Kai que me guie por el camino del bien. Sin él la amistad no tiene valor alguno para mí, solo me interesa cumplir mi misión—pensaba la joven mientras caminaba.

No se dio cuenta cuando sus pies la guiaron al bosque, no se dio cuenta de que cada vez se alejaba más de la aldea.

Guiada bajo su instinto salto a la copa de un árbol, la vista que ofrecía era bella, alcanzó a distinguir los movimientos lejanos de cada salto realizado por sus compañeros que recientemente habían salido de misión.

Tomo la decisión de seguirles el paso, no se le dificultaría darles alcance, eran demasiado lentos comparados con la velocidad a la que podía viajar.

Tomo un rumbo distinto, pero que al fin y al cabo la llevaba al mismo destino que a ellos.

Los arboles dejaron que ella les pisara, no se quejaban ya estaban acostumbrados; siempre habían sido utilizados de alguna manera pero se sentían augusto de que los pasos de la niña fueran tan precisos y delicados. No dejaban huella alguna de dolor.

El viento escaso mecía los cabellos cortos de la peli rosa, le daban un aire angelical, pero por la expresión en su fino rostro le daba la apariencia de una muñeca.

Se detuvo, se había dejado de mover, a cierta distancia pudo observar como Chouji se quedaba atrás para combatir con uno de los subordinados de Orochimaru.

Su mirada color jade no dejaba que ningún detalle se le escapara, la velocidad de cada contrincante era lenta, por lo tanto seguir la batalla no le resultaba difícil.

Había pasado poco menos de 15 minutos, ambos combatientes estaban agotados, Chouji estaba a punto de tomarse la última de las tres píldoras que tenía.

Tanto su velocidad, como su fuerza aumentaron, pero pudo notar algo anormal en su chakra.

—Esta energía es diferente al chakra natural de Chouji, si mis cálculos no fallan, morirá en combate, debo ayudarlo, no es por que me importe pero tampoco puedo dejarlo morir, Kai me odiaría por ello—su mente trabajaba rápidamente tratando de ayudar a su compañero.

Uno callo al suelo, su cuerpo ya no daba signos de vida, mientras que el ninjas de Konoha seguía en pie pero a punto de fallecer.

Una mariposa negra disfrazada de un azul apareció a un lado del chico, le guiaba a una señal que sus compañeros dejaron para él.

Sin darse cuenta la pequeña mariposa desapareció para introducirse en su cuerpo ahora delgado. La energía vital comenzó a regenerarse así dándole otra oportunidad de vivir.

Sakura comenzó a levantarse para darle seguimiento a los demás shinobis de la Hoja, en un minuto ya se encontraba a dos metros de distancia.

Otro ninja del bando enemigo se puso a atacar a sus compañeros. Sus ataques consistían en un tipo de poder basado en los arácnidos. A sus ojos la telaraña que lanzaba podría romperse de un solo tirón si concentraba un poco de chakra en todo su cuerpo.

Esta vez Neji fue el elegido para luchar contra el hombre de varios brazos; si analizaba la situación Neji tenia un 48% de resultar vencedor y un 52% de perder contra aquel tipo.

Los porcentajes no estaban a favor del gennin de la Hoja, tendría que ver el momento adecuado de ayudarlo, si no podría perder la vida en combate.

Ellos lo único que querían era recuperar un amigo, ella comprendía ese sentimiento, solo por eso los ayudaba, sabía lo que se sentía perder aquel lazo tan importante en la vida de uno.

—Solo lo hago por que es difícil la situación por la cual pasan, solo por eso. No podre quedarme mucho tiempo en este mismo escenario, lo mejor será darle mi ayuda en este momento. —junto sus manos en el suelo, una cierta cantidad de chakra corría como un rio invisible dirigido al joven de ojos blancos. En caso de estar a punto de perder la vida esa energía le ayudaría a conservarla hasta recibir ayuda médica.

Se alejo, sabía que con eso bastaba para ayudar al niño genio de su generación. Todos tenían un pasado, a veces era feliz, otras veces no lo era.

Una pequeña ayuda era lo que les daría para recuperar a Sasuke, lo demás dependía de su fuerza de voluntad.

Pero sin duda todo lo hacia por Naruto que para ella era lo as cercano a Kai, su forma de hablar era muy parecida a la de él. Naruto no debía sufrir la perdida de un amigo, es por eso que ella había decidido darles a todos una oportunidad mas.

El espeso bosque parecía no tener fin, pero sabía que pronto les daría alcance a los miembros restantes del equipo de rescate.

Llego justo a tiempo para ver el turno de Kiba Inuzuka, el chico de cabellos castaños. Tenía el presentimiento de que no necesitaría su ayuda, pero por si acaso le brindo a Akamaru un poco mas de energía.

Se alejo del próximo enfrentamiento para darles alcanze a los otros dos que todavía seguían en el camino que los guiaba a Sasuke Uchiha.

Fue cuando se dio cuenta de que otro ser se dirigía a ayudar al enemigo, fueron pocos los segundos que pasaron, cuando el hombre de cabellos blancos llego, se dio cuenta de que pronto el enfrentamiento entre Sasuke y Naruto sería inminente. Ella no podría ayudarlos, ya que todo dependía del rubio.

Shikamaru se enfrento a la mujer, mientras que el Uzumaki seguía al otro que se había llevado a Uchiha con él.

Otras energías que se sentían lejanas venían, si no se equivocaba eran enviados para ayudar a sus compañeros, ya no tenía nada que hacer, era hora de marcharse de regreso a la aldea, si no podrían sospechar de su ausencia.

Antes dejo un clon para que les ayudase en lo que fuera sumamente necesario, pero lo mas importante seria mantenerla informada acerca del desenlace de esa misión.

Fue cuando un extraño presentimiento la invadió, puso sus manos en el pecho como queriendo proteger lo que quedaba de su corazón.

Los espíritus que vivían en el bosque tenían algo que contarle, una confeción que tal vez le quitaran un peso de ensima o todo lo contrario. Por que ellos sabían que aunque ella dijera que no eran sus amigos, aquellos shinobis habían sido protegidos con el cariño de su corazón de cristal.

Saco su daga de un bolsillo que no se notaba a simple vista, esa daga que consigio hace un tiempo. El cristal del arma resplandecía un tono blanco y puro, como el brillo de la luna blanca. Su resplandor era diferente al del relicario que le había obsequiado a Jenna la hermana menor de su adorado amigo.

Recordaba como es que ese objeto dorado como las estrellas y como el sol había llegado a sus manos en ese entonces pequeñas.

Flash back:

Escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=pIwD_FmCdww&feature=related

— ¿Quién anda aquí? —pregunto una niña de aproximadamente cinco años de edad.

Su pequeña boca no emitía ruido después de la pregunta formulada, su cuerpo no se movía del sitio en el que ella se acomodo hace unos minutos.

Tan solo hace un rato que el entrenamiento con su padre había acabado; había ido al lago a entrenar bajo la luna roja.

Esa noche no se reuniría con Kai, pero para ella era costumbre moverse con toda libertad entre las aguas de tonalidad rojiza, ese era su entrenamiento, eso la ayudaba a relajarse.

Un resplandor de color verde rodeo el claro de un instante a otro, una mujer de cabellos verdes apareció de la nada, sus ojos eran de un color entre el azul y el verde. Era sumamente bella, se paro en el lago.

— ¿Quién eres y que haces aquí? —le pregunto con una cara sin sentimientos, parecía una niña sin piedad.

La extraña mujer no hablo, solo comenzó a acercarse mas a la niña. Comenzó a flotar delicadamente sobre el agua y se impulso hacia Moka.

—Eres una niña muy bella—le dijo sin despegar sus ojos de la joven.

—Gracias pero eso no fue lo que te pregunte—le contesto, no de una forma cruel si no mas bien delicada.

—Pequeña niña no te desvíes del camino, va a ser duro. Solo vine a darte un obsequio—le respondió con amor y ternura. De su vestido color blanco saco un relicario dorado, lo puso en las manos de la pequeña.

Moka agarro el obsequio y lo estrecho contra su pecho .Esa extraña le provocaba cierta confianza.

—Considéralo la forma de proteger al pequeño Kai—le dijo para alzar su rostro y sonreír.

—No comprendo a lo que te refieres—no supo el por que le hablaba como si la conociera.

—Podría ser un obsequio para el niño—fue lo ultimo que le dijo, para desaparecer de ese lugar, dejando a la niña sola con un objeto resplandeciente.

Fin del flash back.

Los espíritus de aquel bosque la guiaban al lugar donde su vida comenzó.

No sabía el por que se dejaba llevar por esos seres, solo corría a gran velocidad hacia su antiguo “hogar”.

No sabia describir el sentimiento que en esos instantes invadían su cuerpo, parecía que le indicaban que pronto descubriría algo que cambiaria su vida, para bien o para mal.

Ese día en el que se le fue entregado el relicario, fue para ella mágico, esa extraña mujer le sonrió de una forma la cual ella quería aprender.

A la velocidad con la cual avanzaba la llevaría rápido al bosque de la muerte fría, no sabía por que pero sentía un poco de emoción al volver.

— ¿Para que quieren que vayamos allá? —pregunto a lo que parecía ser la nada, pero ella sabía que había alguien que la escuchaba.

Nadie contesto a su pregunta, aun así ella no volvió a preguntar tarde o temprano descubriría de qué trataba el asunto por el cual se armaba tanto alboroto.

Pasaron dos horas desde que había partido, desde que había dejado a sus compañeros luchando por rescatar a un amigo.

El camino que hasta ahora siguió se vio llegando a su fin. Paro en la cima de un árbol, desde él podía ver una pequeña aldea, esta estaba rodeada por montañas, altas que en la cima eran cubiertas por nieve.

Cerca se encontraba un bosque de color negro, tanto los arboles como las flores y las plantas. Desde ese lugar pudo observar que la aldea seguía siendo un lugar feliz como lo era hace tan solo unos siete años.

Se acerco a un pequeño laguito de agua cristalina, de repente pequeños seres empezaron a salir del agua. Sus figuras eran como la de pequeños hombrecitos desfigurados, como si los observara desde atrás de un vaso de agua.

Uno de ellos alzo sus manitas hacia la joven, ella dejo que le agarrase la mano. Al momento de que se realizo el contacto físico la apariencia de ese ser que no pasaba los veinte centímetros cambió.

Los demás que lo acompañaban hicieron lo mismo, sus figuras deformes se hicieron mas claras; pudo ver que los ojos de aquellos enanitos eran negros, nariz un poco grande para su tamaño, de complexión rellenita.

— ¿Qué sois vosotros? —pregunto viendo la transformación de aquellos extraños hombres miniatura.

—Somos los duendes acuáticos—respondieron a coro sin dejar de mirarla.

— ¿Qué quieren de mí? —los vio con decisión. No sabía que seres así existieran en este mundo.

—Debemos contarte algo que se a mantenido en secreto—dijo uno de ellos viendo con lastima al ser que tenía la vida mas desdichada que la de cualquier persona en el mundo.

Los escuchaba atentamente, no quería perderse detalle alguno de esa verdad que querían contarle.

—En primer lugar, se te será revelada una gran verdad que podría afectar tu vida para siempre—hizo una breve pausa para indicar con un gesto al compañero de la derecha que continuara por él.

—Hace aproximadamente 12 años que tu vida comenzó en este mundo, y con ella comenzó tu desdicha de no ser querida por tu propia madre—relato con voz alta y cantarina.

— ¿La pregunta es el por que te odiaba? —continuo otro dándole a entender que cada uno de los presentes hablaría en determinado tiempo.

— ¿A que se refiere con eso? —no pudo evitar preguntar, esa pregunta siempre rondo por su mente, siempre se pregunto el por que su madre la odiaba.

—Todo comenzó con la llegada de su señor padre a la casa principal de los Akira, era una noche fría…

Flash back:

—Riuk, en donde estabas me tenías muy preocupada—eso no era un pregunta por parte de una mujer de tez morena y ojos jade, sus cabellos eran rizados de color anaranjado.

—Eso no te incumbe, An—le respondió de la manera mas fría con la cual podía expresarse.

—Soy tu mujer por lo tanto deberías avisarme cuando salgas—le dijo con voz gélida como el hielo, daba miedo a todos menos al hombre.

Un llanto proveniente de la capa oscura del hombre pelirrojo alarmo a la mujer. Se acerco con lentitud y sin que su marido le reprochara saco un bulto que se encontraba oculto por debajo de la capa.

Con manos temblorosas quito la manta que cubría a una pequeña niña recién nacida. Los cabellos de la bebe eran rosados, tenía unos hermosos ojos verdes como los de un Akira, su piel era pálida.

— ¿Qué significa esto Riuk? —pregunto An viéndolo con furia.

—Ella es mi hija, es una Akira como nosotros por lo tanto deberá ser tratada como tal—anuncio con voz gruesa , arrebato la niña de los brazos de la mujer y se la entrego a una criada, una Akira de la rama mas baja.

—Ni creas que permitiré que una mocosa viva en mi hogar—le dijo para darle un cachetada que no alcanzo a dar por completo.

—No me importa lo que pienses, pero que te quede claro que de ahora en adelante esa niña será como tu hija—le respondió, la empujo y se fue a darse una ducha.

—Ni creas que la cuidare—murmuro en voz baja para irse corriendo de la casa, necesitaba reflexionar todo lo sucedido.

Fin del flash back.

No podía hablar o moverse después de aquella verdad que se le acababa de revelar, ya sabía el por que del odio de esa mujer a la cuál solía llamar “madre”.

— ¿Pero entonces quien es mi mamá? —pregunto con voz serena, se sorprendi del valor que demostraba, la verdad no debía darle importancia a ese asunto.

—Eso joven niña todavía no podemos decírselo, todo a su tiempo—le respondieron para luego sumergirse en el lago.

Como si su vida dependiera de ello corrió directo a Konoha, su velocidad era asombrosa, en una hora ya estaba en casa de los Haruno.

Simulo como si siempre hubiera estado así, el clon dejado había desaparecido así que Naruto ya había regresado, estaba herido y como una niña que no sabe nada acerca de si regreso con Sasuke se dirigió al hospital.

Ahora que sabía esa gran verdad podría buscar a su verdadera madre, claro después de que su cometido fuera cumplido, y si es que ella sobrevivía.

Sin darse cuanta ya se encontraba en la recepción al lado de Ino, camino por el pasillo, para luego entrar a la habitación donde reposaba su compañero de equipo.

—Naruto—susurro a su compañero que se encontraba vendado de pies a cabeza, a su lado se encontraba Shikamaru.

Después de una breve charla salió del hospital a la salida se encontraba Jenna esperándola.

— ¿Dónde estabas? —pregunto a la peli rosa.

—No te incumbe—respondió para acelerar el paso y dejar a la niña a varios metros atrás de ella.

Heredo el carácter de su padre, o al menos parte de el. Los ojos igual y el cabello debía ser una mezcla entre su madre y su padre.

Ahora tenía una razón mas para vivir, primero rescataría a Kai…

Después buscaría a su madre, por sin sabría que se siente tener amor maternal…

No sabe lo que el destino le prepara pero no se dejaría vencer por él…

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Bueno pues aqui esta el capitulo, espero que sea de su agrado, ya que me esforze y pues este capi es un record para mi ya que son 7 cuartilla, comunmente escribo 4 a si que no pueden decir que esta cortito.
Atentamente
Anys babu

 

Re: Princesa de la muerte

Capitulo 16: Nieve negra

(Escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=QeGykgFX4Sc&feature=related)

Dos años han pasado desde el día en que una gran verdad fue revelada ante sus ojos, una pena mas y una pena menos, pero lo primordial era salvar al pequeño niño que la hizo cambiar tiempo atrás, que la hizo cambiar para bien, ser una persona diferente con nuevas metas.

Ya no era la niña que obedecía todo lo que su padre dictaba, ya no era el orgullo del clan al cual jamás debió pertenecer.

Ese día era el encuentro, era el día en el cual podría ver a Kai, podría volver a ver sus ojos negros como el carbón y sus cabellos castaños. Aquel que le daba energías para continuar con vida.

Ahora se encontraba en una habitación, el color de las paredes era gris, los pocos muebles que había no tenían signos de vida. La colcha de la cama era negra y la almohada era blanca. También se encontraba un armario, su aspecto era apagado, colgado en la pared había un espejo pequeño.

La habitación de la joven de cabellos rosados tenia un sistema con el cual a la vista de los demás era una habitación colorida y llena de vida.

El reflejo de la ventana le devolvía la imagen de una joven de estatura media, ojos verdes, cabello rosa chicle, su cuerpo daba la apariencia de una niña. En pocas palabras no estaba completamente desarrollado.

Con una de sus manos pronuncio unas palabras y coloco una diminuta esfera blanca en su cuello, al momento del contacto su cuerpo se transformo por completo.

El cuerpo de niña despareció para mostrar el de una joven de figura esbelta, era alta, su piel era blanca y lisa, su rostro se volvió mas fino; la belleza de todo su ser era digno de un dios, con largas piernas torneadas, sus pechos eran del tamaño perfecto, Por ultimo unos labios de un tono rosado que la hacia verse divina.

Pero lo que mas destacaba era que su belleza era fina y delicada no era ostentosa como normalmente era la figura de varias mujeres, con grandes pecho y caderas muy marcadas, no simplemente su figura tan simple como la naturaleza, como los elementos que se moldean.

Un simple jutsu bastaba para que la imagen de esa bella joven desapareciera y fuera sustituida por la imagen de una jovencita, la imagen que todos veían como la verdadera Sakura.

El por que no se mostraba como era realmente es bastante sencillo, no le gusta llamar la atención, solo la retrasarían en sus planes, por si fuera poco el problema que adquirió hace un año con su cabello fue el principal motivo de cambiar lo que era.

Las noches de luna llena era el principal problema, ya que sin saber el por que sus cabellos brillaban con la luz blanca del cuerpo celeste, parecía estar tejido con gotas de roció, sus cabellos se transformaban en hilos del amanecer o al menos eso daban a entender.

El vidrio transparente de la ventana estaba un poco congelado, sus ojos color jade se posaron en el exterior, un manto blanco cubría toda la aldea, era algo un poco fuera de lo común, pero para ella solo eran mas recuerdos a su memoria.

Escucho como unos pasos se aproximaban a la puerta de su habitación, no le importo ya sabía de quien se trataba, los pies de esa persona daban pasos fuertes.

Era Jenna cuenta con unos 9 años, ella es la única que conoce quien es en realidad Sakura, ella es la hermana de Kai.

—La verdad es molesto que engañes a la gente, sobretodo con esa sonrisa falsa—dijo la castaña viéndola desde la entrada del cuarto.

—Tu mejor que nadie sabe que esos sentimientos no me importan, mejor preocúpate por tu examen para ser gennin—le respondió de una manera algo molesta pero fría como el hielo del polo norte.

—A pesar de que e estado aquí dos años nunca has cambiado tu forma de tratarme—pronuncio algo molesta por la actitud de la muchacha de ojos verdes.

—Nunca esperes un trato diferente, no esperes ser una amiga que no lo eres, tu solo eres un árbol torcido al cual no puedo enderezar, déjame empaz—respondió sin moverse de su lugar, no le importaba lastimar a la niña que la acompañaba.

—Era obvio que con una asesina uno no puede tratar—giro sobre la planta de los pies, tenia intenciones de irse.

—Cree lo que quieras, no me importa—menciono, una lagrima de color negro decoraba su mejilla.

— ¿Piensas salir con esa ropa? —pregunto señalando el vestido negro, sin mangas, el material era de seda, le llegaba arriba de las rodillas.

—Si e pensado en ir esta noche a cierto lugar—coloco sus finas manos en el vidrio.
—Segura que aguantaras, a estado nevando estos últimos días, si sales así te congelaras—aunque no lo admitía se había encariñado un poco con la joven.

—No, no me pasara nada, podría caminar descalza y ni un resfrió tendría—susurro por ultimo, segundos después desapareció sin dejar rastro, solo se desvaneció.

Reapareció en la oficina de la Hokage, ya estaba enfrente de la puerta, antes de entrar volvió a aplicar el jutsu, recuperando la imagen de la Sakura que todos conocían.

Después de escuchar el permiso para entrar giro de la perilla, dentro se encontraba una rubia sentada en una silla.

— ¿A que has venido, Sakura? —pregunto la rubia, conocía a su alumna y sabia que solo se encontraba en su oficina a menos de que ella la llamara, pero en esta ocasión era diferente.

—Me gustaría pedirle un favor Tsunade-sama—dijo la joven ahora vestida con un abrigo que no dejaba a la vista el vestido que traía.

—Si esta dentro de mi alcance, con gusto te ayudare—le respondió a su pupila con una sonrisa.

—Es respecto a mi familia, usted sabe que los Haruno no son en realidad mis padres y me gustaría ir a visitar a mi verdadera familia, ¿me daría el permiso? —menciono para terminar con una sonrisa en el rostro.

—De acuerdo, espero y algún día me digas o me presentes a esa familia a la cual no le mencionas a nadie—dijo por ultimo. Sus ojos observaban como la peli rosa se alejaba, solo alcanzo a escuchar un gracias

Se dirigía lejos de la aldea, a un lugar temido por muchos, no le importaba.

En otro sitio mas específicamente en la academia una joven de 9 años salía con la banda en su cabeza que la catalogaba como ninja, ella no era una genio pero tampoco era débil, eso lo admitía jamás tendría el poder que tenia la peli rosa, era algo imposible, ella misma le conto que durante una temporada sello sus poderes pero que por culpa de su hermano los recupero.

—Jenna-chan, se me olvido decirte algo muy importante—la llamo Iruka-sensei, su tono de voz no era muy fuerte pero era alto.

—Mande usted—respondió con educación, era algo que los adultos reconocían de ella.

—Mañana nombrare a los miembros del equipo al cual vas a permanecer, y a su tutor, así que mañana te espero con el resto de los alumnos a las ocho de la mañana—le mostro una sonrisa a la cual le respondió con un gesto de afirmación, dio media vuelta y se dirigió a la casa de los Haruno los cuales amablemente la acogieron.

Durante esos dos años se acoplo al ritmo de vida de los habitantes, ya no era una desconocida, ya nadie la miraba como bicho raro y es que era de esperarse, era como un niño, rara vez se veía como niña.

Lo único que sabían de su conexión con la joven medico era que se conocieron en un festival, nadie había logrado sacarles la verdad a ambas jóvenes.

Lo que realmente era raro para ella es que una vez al mes Sakura la entrenaba, descubrió el poder del relicario, era como un escudo que la protegía cuando ella lo deseara, cuando un peligro asechaba una luz dorada la envolvía y no dejaba que nada la lastimara.

Con el tiempo también podía enviar el rayo dorado para proteger a otro a menos de 200 metros.

Los entrenamientos de la peli rosa le resultaban extraños, solo le ordenaba sentarse en el césped y relajar la mente, ella siempre le decía que debía aprender a utilizar la energía de las plantas.

—Este es un don que pocos saben dominar, requiere paciencia y fortaleza. Imagina un campo de peonias, imagina sus colores, disfruta de la vista y deja fluir esa energía atreves de tus manos, relájate y abre la mente—esas palabras eran las que siempre repetía, también como olvidar lo que decía acerca del momento indicado para entrenar ese extraño poder.

—La mejor forma de entrenar esta energía es a la luz del amanecer y el atardecer, sus rayos son ricos en esta fuente, con ello podrás desarmar a quien tu quieras e incluso podrás hablar con la naturaleza—esas palabras las decía con calma, y aunque solo la entrenara de ves en cuando, ella iba a entrenar por su cuenta, ya era capaz de mover un palillo de madera sin tocarlo y sin utilizar nada de chakra.

Esa energía era el qi, no solo podría usarlo para desarmar, en caso de que su chakra se agotase podría transformar el qi en la energía para crear jutsus.

En un lugar más alejado se encontraba una joven con un vestido negro de seda, no tenía nada que le cubriera sus pies, ese mes callo una nevada en todos los países, era un mal presagio.

Había llegado a un pueblo, parecía abandonado, pero lo que llamaba mas la atención era que la nieve que caía era diferente, no era blanca como las nubes.

Flash back:

(Escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=8egfect7Z98)

—Hace frio—comento una niña de unos tres años, su mirada se dirigía a un hombre alto de cabello rojizo y ojos verdes.

—Escucha Moka, eres una niña con gran talento, por lo tanto no te quejes, algún día serás la mas poderosa y un poco de nieve no te vencerá—el padre de la niña había decidió ponerle un entrenamiento de resistencia, era el momento de agradecer a la nevada de invierno.

Era bastante triste ver un bosque con los arboles como el color del carbón, ahora ya no tenían las hojas negras, pero aun así no cambiaban, pequeños copos negros caían en el entorno, caían sin cuidado de no tocarla, el agua se había congelado ahora eran como espejos rojos que decoraban la zona.

El hombre dejo a la niña a la mitad del bosque, no le dejo alimento, ni abrigo, solo traía puesto un pescador negro y una blusita de tirantes de color gris, era lo único que la cubría, sus pies tampoco tenían donde resguardarse del frio, su padre le indico que no volviera a casa hasta que todo estuviera derretido, ese era su entrenamiento.

No protesto solo obedeció las órdenes de su señor padre, sobreviviría al cruel infierno, y mas duro ya que la nieve negra es mas fría que la blanca.

Pasaron dos semanas y su pequeño cuerpo ya se había acostumbrado al frio del paisaje, ya no temblaba, ya no se abrazaba a si misma.

Había sido duro pero lo había logrado, sus mejillas estaban blancas por la ventisca de esa noche, su cabello estaba congelado.

Pasaron días y el invierno se fue junto con la nieve, daba inicio a la primavera, empezaban a crecer rosas negras y claveles rojos.

Las hojas de los arboles volvieron a crecer, podría volver a casa.

Fin del flash back.

Desde ese día el frio no le afectaba, no sentía la fría nieve, solo sentía que los copos la tocaban, era resistente y lo agradecía, podía moverse con más libertad.

Desde aquel día no volvió a ver a Kai, tenia miedo de no volver a verlo, y como todas las noche de luna llena sus cabellos brillaron, parecía que tuvieran diamantina y luego que fueran reflejado por un reflector.

Destacada de la negrura de la noche, se guio por su instinto, no lo resistía de sus pies frotaron dos cristales negros en forma de cuchillas, y con ellas entro al lago rojo, patinaba como una experta, deba giros en el aire.

Los fantasmas paseaban por el bosque, solo esa noche se veían, por el reflejo de la luna escarlata, pero no había rastro del niño por el cual a sufrido.

Entre la multitud que caminaba no hallaba al fantasma que con toda su alma deseaba ver.

Pronto se iría, y quería verlo una vez más, pero no lo vio, no llego. Se quedo viendo la luna, rogándole en silencio que le ayudara a encontrarlo.

No lo consiguió, desistió y se fue caminando rumbo a la salida de aquel bosque.

Unas sombras comenzaron a rodearla, no había escapatoria, sus ojos eran negros, el resto no podía distinguirlo.

—Ven con nosotrass—hablo una de esas criaturas.

—Yo hago lo que quiero—respondió para luego desaparecer sin dejar rastro, esos seres estaban furiosos por tal acción de la joven.

Nadie le decía que hacer, nadie le decía como actuar…

El invierno es como ella, y ella es como la nieve negra que cae del cielo…

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Por fin subí capi, agradezco sus comentarios y pues, merezco una regañiza lo se y donde quedaron los personajes de Naruto, sencillo están entrenando para salir en el próximo capi en el cual el héroe de anime regresa a la villa y van en busca de Sasuke, lo estoy planeando, de echo este capi iba a ser eso pero no pude resistirme a escribirlo de esta manera, en el próximo capi será la entrada oficial de los demás personajes, me comprometo a usarlos con todo respeto en todos los capis, por que ahora es el turno de ellos de demostrarle a Sakura que son sus amigos, suerte ya no los aburro espero y hayan disfrutado de la lectura .
Atentamente
Anys babu

 

Re: Princesa de la muerte

Lamento la tardanza, pero me enviaron al campo y muy de ves encuando podia entrar y no era el tiempo suficiente para escribir.

Capitulo 17: Noche de estrellas


El viento cálido soplaba en dirección al norte, los arboles danzaban parejo a un mismo lado. El ambiente sereno termino cuando un grito hizo voltear a todos los aldeanos, o al menos eso era lo que la mayoría hubiera echo, menos ella. Su mirada estaba perdida en el horizonte y sus pensamientos se centraban en una sola cosa. En Kai.

Aquel grito pertenecía a nada más que al contenedor del zorro de las nueve colas, Naruto Uzumaki, el que se suponía que era su “amigo”.

Debía emocionarse por el hecho de que hubiera llegado después de dos años de entrenamiento con uno de los Sannin. Pero ese hecho no le era importante y menos le era demasiado útil prestarle tiempo a esa llegada la cual solo la podía retrasar.

Podrían destruir la aldea y ella estaría segura que no le importaría, tenia la sangre helada, después de todo fue obligada a asesinar una familia completa el día que cumplió sus cuatro años de vida, fue algo que jamás olvidaría, la primera vez que sus manos se mancharon de un liquido carmesí, pero antes de matarlos tuvo que torturarlos para probar su kekegentai, para demostrar que ella era una Akira.

No demostró arrepentimiento alguno ese día, fue entrenada para matar y torturar, no le importaría que mataran y destruyeran a la aldea a la cual pertenecía en cuerpo pero no en alma, o al menos eso era lo que ella quería creer…

— ¡Sakura-chan! — gritaba un rubio, de un salto bajo de una gran columna que tiempo atrás había escalado para anunciar su llegada.

—Naruto, ¿Cómo te ha ido? —le pregunto mostrando interés en la pregunta y a la vez sonriéndole de forma simultanea, pero como siempre su sonrisa era hueca.

—Tanto tiempo y por fin e regresado y apuesto que te has vuelto muy fuerte Sakura-chan—menciono con una gran sonrisa, ella no le respondió solo se dedico a seguirle a la oficina de la Hokage.

El rubio vestía su traje color naranja, pero ahora había sustituido el azul que decoraba la chaqueta por el negro. Su color preferido.

Ella en cambio vestía un short negro, encima una falda rosa y una playera roja con el símbolo de la familia Haruno en la espalda.

Parecía que habían cambiado y madurado, pero la realidad era que la única que no maduro de toda su generación fue ella…

Caminaron juntos al despacho de la Hokage, en el camino encontraron a Ino Yamanaka quien saludo a Naruto con mucho entusiasmo y alegría.

Antes de llegar a su destino una niña de cabellos castaños se les cruzo, solo con verla la reconocieron al instante.

—Jenna-chan, es un gusto volver a verte—le dijo el rubio con una felicidad que se desbordaba de su portador.

—Igualmente, Naruto, veo que has crecido. De seguro ahora eres muy fuerte—menciono a sabiendas del enojo interno de la ninja medico que se encontraba al lado del Uzumaki.

— ¡Es muy obvio por algo soy el mas grandioso ninja nacido en la fas de la tierra! —grito el rubio levantando a la vez el dedo pulgar.

— ¡NARUTO! —un puño fue a parar directo a la cara del zorro proveniente de la peli rosa—eso es para que aprendas a comportarte y a no presumir.

Después de esa pequeña discusión, entraron a ver a Tsunade-sama donde les indico que les haría un examen para poder ver el mejoramiento de sus habilidades.

Para su sorpresa su antiguo sensei fue su oponente, la batalla fue dura pero el acoplamiento de parte de los dos compañeros de equipo era impresionante, parecía que se leyeran la mente.

Ya era la hora del atardecer y si no se apuraban perderían el combate.

—Debo ser cuidadosa a la hora de quitarle el maldito cascabel, no debo dejar que se de cuenta de mis poderes, pero de que forma puedo conseguirlo, ¿como? —pensaba la joven al momento de que la imagen de Sasuke se apareció frente a sus ojos, Kakashi pensaba que caería, pero no la conocía, no sabia de lo que era capaz, de un movimiento lo desvaneció.

— ¡Bien echo Sakura-chan! —menciono en voz alta el rubio, a la vez creaba diez clones exactos de él.

Esta vez no era como cuando eran pequeños, ya no podía engañarlos tan fácilmente como en antaño y eso lo reconocía el ninja copia, sus alumnos estaban creciendo y él se estaba haciendo viejo.

Al final lograron conseguir los cascabeles engañando al ninja copia, fue algo cómico, al terminar cada quien se fue por su lado.

La joven Sakura camino rumbo al norte, a lo lejos vio la figura de la rubia que atendía la florería Yamanaka.

— ¡Hey frentona espérame! — grito para correr rumbo a la peli rosa, justo cuando iba a llegar a su lado se fijo en los ojos verdes de su compañera, le sorprendió lo que vio. Estaban muertos, no tenían nada de felicidad.

— ¿Qué quieres? —le respondió con sequedad y tristeza, ya no soportaba ser quien no era, odiaba hacerse la feliz, mas cuando ellos confiaban en ella, la apoyaban.

—Es imposible, ¿que le ocurre?, que no ve que vengo feliz a platicar—la mira como si fuera una extraña, de repente se da cuenta que la ha dejado sola.

(Escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=yvMLtscELMk&feature=related)

Después de aquella escena se dirigió al lugar donde muy de ves en cuando ayudaba a Jenna en su entrenamiento.

El pasto era verde, todavía quedaban algunas gotas del roció que cayo en la mañana. Los arboles le daban la bienvenida agitando sus copas con el viento. En el centro de ese exquisito lugar se encontraba la ojinegra intentando mover una roca sin tocarla y sin utilizar chakra.

—Todavía no lo logras—afirmo la aprendiza de la hokage, se acerco y sin importar las críticas como respuesta, se puso a practicar junto a ella.

Realizaba movimientos circulares, su respiración era tranquila, se movió con gracia y delicadeza, cerro los ojos y se imagino un campo de rosas negras los demás pensamientos los dejo en blanco.

Jenna veía asombrada como los arboles se levantaban y caminaban directo a ellas, sus raíces largas se habían desprendido del suelo como por arte de magia

Las gotas restantes del roció se levantaron y rodearon a la joven con el corazón de cristal, un campo de energía envolvió a las jóvenes para así pasar desapercibidas por los ojos de los habitantes de esa pacifica aldea.

Sakura se transformo en una mujer bella y delicada y con la luz de la luna sus rosados cabellos brillaban como las estrellas.

—No se como lo haces pero en verdad eres grandiosa—decía con sinceridad y asombro, intento hacerlo pero no podía, la roca se negaba moverse de su sitio.

—La razón por la cual no lo logras esta en tu interior, en tus pensamientos, y en tu fe—le dice a la niña, a la vez dejando todo en su lugar.

— ¿A que te refieres con eso? —le pregunta al no comprender lo dicho por la ninja.

—A que no dejas tu mente totalmente en blanco ya que enfocas tus pensamientos a peonias, y no a la flor que te representa en el fondo de tu corazón—menciona mientras acaricia los cabellos castaños de la joven.

Se retiro velozmente de ese lugar tan bello y lleno de armonía. Llego a una pequeña colina, se encontraba en la parte más alta.

Su apariencia cambio a la de antes, no dejo indicios que pudieran delatarla.

—No sabía que también te gustaba este lugar, Sakura-chan—dijo Naruto a las espaldas de su compañera.

—No sabia que estabas aquí, Naruto—acoto la joven medico para sentarse en el pasto de la colina, junto sus piernas y las agarro con ambas manos.

Naruto observaba sus acciones, tal y como le dijo Ino, Sakura estaba extraña, podía ver sus ojos llenos de una tristeza que incluso él no conocía.

Imitando la acción pasada de su compañera de equipo se acerco y se sentó.

—Sabes me da la impresión que tu ocultas algo que no me quieres contar—confeso sinceramente, agacho la cabeza.

—Si algo oculto es mi problema—le respondió, dirigió su mirada al cielo nocturno, las estrellas parecían salpicadas en un lienzo.

— ¿Confías en mi Sakura-chan? —pregunto esperando que la respuesta fuera afirmativa.

—No lo se—contesto sin titubear, mantenía su cabeza firme.

Pasaron cinco minutos de brevedad, pero para ambos fue un tiempo inagotable. Pero el más confuso de los dos dejo escapar lágrimas por sus ojos azules.

(Escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=yvgn-aGirqw&feature=related)

No comprendía por que su compañera dudaba, esa no era la Sakura conocía, o que creía conocer a la perfección. Pensó en todo el tiempo que habían convivido juntos como equipo, ella fue una de sus primeras amigas, y eso se lo agradecía de todo corazón, pero le dolía aquella respuesta dada por la joven. Tal vez y Sakura Haruno no era lo que todos pensaban.

No la veía sonreir, incluso ya empezaba a extrañar sus regaños y los golpes que recibía cada vez que se portaba mal o la molestaba.

Miro el cielo negro de la noche, las pequeñas estrellas lo iluminaban, resplandecían más que las luciérnagas, y la luna llena lucia fantástica, bañaba de un resplandor muy bello a toda la aldea.

Esa seria la noche perfecta si todo el equipo siete estuviera reunido, pero Sasuke se había ido dejándolos solos, y su compañera parecía mas distante que nunca, daba la impresión que su alma estuviera mas lejana a su cuerpo, mas alejada que el propio Sasuke.

—No importa, por que yo hare que confíes plenamente en mi, veras que podrás contar con migo para toda la vida-le aseguro levantándose y secando sus lagrimas, al final mostro una sonrisa digna de él.

—Naruto—dijo en un susurro, su compañero se alejaba, le daba tranquilidad saber que tal vez si podía confiar en él.

Flash back:

Veia a su mejor amigo partir rumbo a su hogar, ese día lo acababa de conocer y aun así ya ocupaba un lugar especial en su corazón.

—Adios Moka-san, y gracias por confiar en mí—le dijo el pequeño niño feliz por haber encontrado a una amiga.

—La que debe agradecer soy yo por permitirme conocer la amistad y la felicidad, gracias Kai—menciono, sonrió de una forma bella y encantadora que le daba un aspecto angelical.

—Tienes la sonrisa más bella de todas, deberías sonreír mas a menudo— le dijo a la niña acompañándola en la felicidad mostrada.

—Prométeme que nos volveremos a ver—le dijo al niño, sus ojos dejaron escapar lágrimas.

—No llores, y te prometo que regresare, no pienso dejarte sola—la abrazo para calmarla, después le dio un beso en la mejilla y se fue corriendo a su casa.

Agarro su mejilla donde los labios cálidos de su nuevo y único amigo besaron, se sentía tan agradable esa sensación, se sentía querida por alguien ya sabia por que vivir, sabia cual era la razón de su existencia.

Se dio la vuelta y desapareció en el espeso bosque sin vida, esperaría ansiosa la noche en que se volverían a rencontrar.

Fin del flash back.

Acaricio su mejilla que se volvió a un tono rosado, se acordaba de la noche en que lo conoció, y en el beso que le dio.

Naruto confiaba en ella y los demás también, y aunque ella no pudiera confiar en ellos les ayudaría de forma discreta, no dejaría que murieran.

Ayudaría en la labor de traer de vuelta a Sasuke, pero primero terminaría su misión.

—Estarás orgulloso de mi Kai, tu confiaste en mi, ahora yo debo tratar de confiar en ellos—dijo en un susurro al viento, el cual llego a los oídos de un fantasma pequeño, mostro una sonrisa, estaba feliz por su amiga.

Se levanto del suelo y dejo escapar lágrimas negras de sus ojos, no se dejaría vencer, ya encontraría la forma de liberarlo.

La noche de estrellas era la favorita de Kai, amaba acostarse y verlas, a ella le gustaba ver la noche así por que le recordaba el día en que conoció la amistad y el cariño.

Por que una noche de estrellas muchas veces puede ayudar a aclarar la mente…

Esa noche era mágica y especial…
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Bueno gracias por la atenciopn brindada, y lamento muy encerio la demora.
me gustaria agradecer a Samantha que reabrio la discucion
Muchas gracias!!!!

Atentamente
Anys babu

 

Re: Princesa de la muerte

Capitulo 18: Los ojos de una Akira

El amanecer llegaba a los cielos negros iluminándolos con elegancia y esplendor, su cálido resplandor llegaba a las montañas mas altas, a los arboles y a las plantas. Los pétalos de flores caían libremente danzando al ritmo del viento dejándose llevar a cualquier parte donde pudieran dar brillo y alegría a la naturaleza, excepto al bosque de la muerte fría.

En la aldea de Konoha se respiraba lo mas puro de la madre tierra, los niños corrían y los ninjas practicaban tratando de mejorar día a día.

En la torre de la Hokage se podían oír los gritos de Tsunade-sama, al otro lado de su escritorio se veían a dos jovencitas una pelinegra y la otra de un pelo color rosado como el amanecer.

Hace más de dos horas que discutían acerca de un paciente el cual había muerto de una forma muy extraña, parecía que solo la muerte lo hubiera tocado.

Una de las personas que se encontraban no ponía atención, se sumergía en las profundidades de sus pensamientos, sus ojos, la ventana de su alma estaban vacios.

Un mensaje de suma importancia llego a manos de la Hokage que mando llamar a al equipo Kakashi.

— ¡Nos mando llamar vieja! —llego corriendo Naruto ante la posibilidad de encontrar a Sasuke.

— ¡Naruto! —recibió un golpe por parte de su compañera de equipo.

Hace dos años y medio el otro integrante del equipo 7 se fue en busca de poder para poder cumplir su objetivo el cual era matar a su propio hermano.

—Para que te ilusionas Naruto el es alguien que no merece la amistad que le ofreces, es una escoria, yo que daría por tener a Kai a mi lado, en cambio el abandona a su mejor amigo— pensaba la peli rosa, no soportaba esa tristeza de Naruto por no poder encontrar a un amigo, ella sabía lo que sentía.

—Bien tengo una misión para el equipo Kakashi, esta consiste en ir a rescatar a Gaara el actual Kasekage de la Arena, a sido secuestrado por akatsuki, un grupo que se dedica a capturar a los jinchurikin—hablo con voz alta a los jóvenes presentes en su oficina.

— ¿Cómo... que Gaara? —pregunto Naruto sorprendido por lo que ocurria en ese momento.

—Los que son como Naruto sufren el desprecio de la gente y en cierto sentido yo se lo que significa, siempre que iba al pueblo me temían me odiaban por ser quien soy, una Akira. Pero Kai siempre me protegió, con el a mi lado no me importaba nada—veía los ojos azules de Naruto, sabía que hacer, debía ayudarlo a ser feliz por que tal vez, el llegara hacer una amigo para ella.

Después de un rato salieron de la torre para acomodar sus cosas e irse rumbo a la Arena.

— ¿A donde vas? —pregunto Jenna a la figura de lo que fue o era Moka.

—No te incumbe, mejor preocúpate por entrenar, que falta te hace mocosa—le respondió de forma fría e indiferente pero a la vez delicada como la voz de una sirena.

—Nunca cambiara, no, ya lo hizo ya me considera mas que una intrusa, me considera como una refugiada en su lecho—sus ojos dejaron escapar varias lagrimas, rápidamente se limpio y se fue corriendo al parque.

Sakura iba caminando rumbo a la salida donde se encontró a Naruto, ambos se sentaron a esperar a su sensei que como siempre estaba retrasado.

Naruto se empezaba a desesperar, se movía de un lado a otro, como era posible que siendo algo bastante serio se retrasara.

— ¿Sakura-chan, confías en mi? —pregunto Naruto esperando que lo de aquella noche hubiera sido una ilusión de su mente.

—No lo se, no te puedo responder—le dijo dejando muy desilusionado al rubio.

Después de la respuesta de la ninja medico no le volvió a hablar y ella no tenia intención de disculparse.

No era la culpa de ella el ser sincera, terminaría demostrándole al mundo quien era, de seguro le temerían, después de todo asesino al clan mas temido y al más poderoso de todos los tiempos, y solo tenía cinco años.

Pasó un rato cuando por fin llego su sensei, después de varios reclamos por parte de sus pupilos y la integración de Temari al grupo marcharon rumbo a la Arena.

— ¿Por qué, Sakura-chan? Que ocultas tan celosamente que no me quieres contar, soy acaso un muy mal amigo, si es así lo siento—pensaba el rubio en silencio con la mirada gacha.

—Lo lamento Naruto, pero no eres mi amigo, no eres más que un compañero. No puedo confiarte este dolor, no quiero tu lastima— no se atrevía a mirarlo después de aquello que de seguro era lo mas doloroso para su compañero.

—Que le ocurrirá a esos dos, están muy callados, nada común en ambos—El Hatake los miraba disimuladamente.

El camino estuvo en silencio, hasta que por fin lograron ver las murallas que protegían a la aldea de la Arena.

Todos los ninjas de la aldea los veían con ojos de esperanza, por fin habían llegado sus aliados. No había duda había nuevas esperanzas.

Al momento de escuchar que el hermano de Temari estaba muy grave apresuraron el paso para que Sakura pudiera checarlo.

Al llegar observaron a los médicos apurados por salvarle la vida a un joven tendido en una cama, a su lado había una anciana que probaba diferentes antídotos, pero ninguno era efectivo.

Sakura se ofreció diciendo que era ninja medico de Konoha, todos quedaron sorprendidos lo que pudo hacer y descifrar sola, algo que ellos no habían podido hacer solos.

Después de un tiempo emprendieron la búsqueda de Gaara, al grupo se unió la anciana Chiyo ocupando el lugar de Temari.

—Naruto al igual que Kai tiene un monstruo encerrado en su interior, comparten esos sentimientos, todavía me da rabia recordar ese día en que Kai llego llorando por ese motivo—de sus ojos una delicada lagrima de tono oscuro como la noche salió, rápidamente la limpio.

Flash back:

(Escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=2CtB6ItL5Dw&feature=related)

El bosque estaba negro como siempre, los arboles muertos y sin vida, solo los sollozos de un niño se oían en aquel horrible lugar.

—Kai, ¿Qué te ocurre? —pregunto una niña de unos cinco años, sus pasos eran tan delicados como si el mismísimo viento caminara.

— ¡Moka-san! —grito el niño echándose a correr y abrazar a su amiga, no quería soltarla, ella era su mejor y única amiga.

—Kai, ¿Qué pasa? —le pregunto—tu nunca eres así, tu siempre sonríes, ¿Quién te hizo esto?¿dímelo, que yo lo mato?

No le contesto el castaño, mantenía su carita escondida en los brazos de Moka que lo abrazaba para calmarlo.

— ¡Soy un monstruo, todos lo dicen! —le dijo sin dejar de llorar, no lo soportaba si Moka no estuviera ahí incluso se mataría en ese instante.

—Kai, escúchame aquí el monstruo soy yo, ya e matado, en cambio tu no, la única que se merece esos insultos soy yo y nadie mas, que no te importe lo que digan por que yo siempre seré tu amiga, nunca te dejare solo, tu y yo, no necesitamos a nadie mas— su voz fue clara y amable, le daba palmadas en la espalda. Estaba furiosa con la gente del pueblo.

—Juntos por siempre Moka-san—le dijo mas calmado y mostrando una sonrisa.

—Juro que siempre te salvare, no dejare que nadie te haga daño—menciono en voz baja para sonreír con la luna como testigo.

Fin del flash back.

Apretó los nudillos con fuerza, la gente era tan cruel, en definitiva de no ser por Kai hubiera destrozado esa aldea.

—Llegamos, vaya y justo después del equipo de Gai—menciono Kakashi, observaba la estructura de la barrera creada por el enemigo.

Después de intercambiar puntos de vista se decidió retirar los sellos al mismo tiempo y que Sakura daría el golpe final.

—Para que se complican la existencia solo basta hacer un hueco con algo de chakra y entrar—se decía interiormente Sakura al momento de chocar su puño contra la roca, se dio cuenta de la presencia de dos chakras algo fuertes, supuso que uno separaría al grupo y el otro se quedaría dentro de la cueva, hizo un jutsu para entretener a sus compañeros del equipo contrario, estaba decidido ellos no interferirían en la batalla próxima.

Vieron a Gaara muerto tendido a unos metros de la entrada, habían llegado tarde, no se quedaría así, no era justo que los contenedores sufrieran de ese modo.

Naruto se fue persiguiendo a un rubio de nombre Deidara, Kakashi Hatake le siguió para protegerlo, la anciana se quedo con la peli rosa, el momento de la pelea iba a comenzar.

Mientras tanto en otro sitio, mas en especifico en las profundidades de la tierra. Unos seres eran castigados con severidad, sus gritos ahogados resonaban entre las paredes de esa celda, la sangre corría como ríos caudalosos.

— ¡Deben buscarla, era fácil traerla y me dicen que no quiso! —les grito—¡son unas inútiles, no se como las tolero.

No paraba de golpearlas, no tenía piedad, ¿Por qué era así?, es que acaso no tenía sentimientos.

En Konoha una niña continuaba mejorando su control de qi, pero por más empeño que le ponía no lograba mejorar ese extraño poder.

— ¿Cómo lo hace?, no puedo conseguir mover una miserable roca, apenas puedo con una hoja seca…—se rehusaba a rendirse por que aunque lo negara deseaba ser reconocida a la que consideraba una hermana.

(Escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=iGfRA-J_cOA&feature=related)

El combate contra Sasori estaba muy reñido, había conseguido romperle la marioneta, durante el golpe la ancianita Chiyo se golpeo la cabeza y quedo inconsciente.

Era la hora de demostrar quien era Akira a Moka, no se dejaría vencer por alguien tan débil. Empezó a acumular una luz en la palma de su mano, era un simple jutsu que dejaría a la vista su verdadera apariencia.

— ¿Qué haces?, deberías rendirte, sin que mi abuelita te controle no podrás esquivar todos mis ataques y morirás—comento Sasori en voz alta con la intención que la peli rosa le escuchara.

—Rendirme, jamás, tú no sabes a quien te enfrentas, esa anciana solo estorbaba para demostrarte mi verdadero poder, estúpida marioneta—menciono con voz fría como la de una muñeca, algo que sobresalto al Akatsuki.

— ¿A que te refieres?, no eres mas que una mocosa con una fuerza bruta, ni siquiera pareces mujer—pronuncio con enfado por la osadía de las palabras salidas de esos labios que se volvieron de un tono rosado suave.

Ella no contesto a la provocación, su cuerpo iba cambiando, le creció el busto, y se estiro de forma que ahora era más alta.

Sasori de las arenas rojas estaba realmente sorprendido, esa mujer era tan… delicada… tan fina…

—En el pasado mi clan era temido por muchos, nadie se atrevía a enfrentarlos, se decía que su poder se les fue otorgado por la muerte…—dijo con la cabeza en alto, sus ojos ahora eran vacios y sin luz. Basto un instante para que Sasori terminara sin dos brazos.

— ¿Quién eres? ¿Como es que de repente te volviste más fuerte? —le pregunto asombrado por la velocidad mostrada ase unos instantes, en un movimiento se volvió a colocar los brazos en su sitio.

—Te llevare a un viaje al pasado donde el clan más poderoso de todos los tiempos perdió su dignidad en tan solo unos instantes—chasque sus dedos y sumergió a su contrincante en un genjutsu poderoso.

Fue tan solo un minuto para que al momento de salir sus ojos mostraran horror y un miedo muy profundo.

—Al momento de activar mi kekegentai, estarás acabado, un dolor te invadirá tan potente que hasta desearas estar en el infierno mismo—se acerco de un salto suave al enemigo y lo miro a los ojos.

— ¿Qué…me harás? —pregunto temblando de miedo, si lo que había visto era cierto, estaba acabado.

—Personas como tu no merecen vivir, pero tampoco morir—al momento de abrir sus ojos lo único que aquel hombre alcanzo a ver fue un color azul brillante y una daga apuntándole en el corazón, tan solo con verla su cuerpo ardía de dolor. Eso era estar en presencia de los ojos de un Akira, el ritual estaba apunto de comenzar, ella no planeaba torturarlo y luego matarlo, si no enviarlo al lugar donde Kai permanecía encarcelado. El ritual daba comienzo.

Nunca te metas con un Akira y menos con sus ojos…

Los ojos de una Akira son realmente peligrosos…
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Perdon por la tardanza, pero aqui esta la conti espero y la disfruten...
Atentamente

Anys babu