¡Qué vida de perros! (Inu&Kag)

¡Qué vida de perros! (Inu&Kag)

¡Ohhh dios!, ¡mi segundo fic!, que alegría :o.

xD Bueno el titulo muy Lol pero no se me ocurrió algo más imaginativo, mi inspiración es pasajera y mi imaginación es Finita.

Dejo un prólogo, pero en serio no sé si estará bien, cualquier cosa subo el primer capítulo.

¡Qué vida de perros!
​

Prólogo.

Ella yacía sobre sus mantas blanquesinas, sintiéndo el frío del lugar, sobándose sus ojos bruscamente para secar las lágrimas antes derramadas. Un sollozo fuerte y melancólico se dejo escuchar en todo el lugar; llenándo aún más la pena del oscuro y putrefacto lugar.

- Te fuiste ...- murmuró a la soledad del lugar, mientras enfocaba sus ojos chocolates y enrojecidos por el llanto, hacía el techo, el cual se transformó en el escenario de su vida - Nunca regresaste ... lo prometiste ...-

Su mano cayó delicadamente al vacio que sigue después del filo de la cama, dejándo caer un pequeño pedazo de papel, que estaba embarrado en lágrimas. Se quedó dormida con el recuerdo de unos ojos dorados que siempre quizo, que siempre amó.

El papel caía lenta y pusadamente, hasta quedar inmovilizada en el piso sucio y enmohecido del cuarto. Unas letras algo temblorosas se podían leer claramente, parecía la escritura de un pequeño que decía lo siguiente:

Pequeña, sé que todo esto es tan .. tan ( se nota que se ah borrado varias veces ) ilógico y tan estúpido. Bueno te extrañaré MUCHO y te lo juro ¡Te lo prometo que haré todo lo posible para regresar contigo, además quién será tu defensor, tu principe, jajaja. Bueno cuidate mucho de él ... Kagome, lee bien, NO dejes que te toque, te lo juro que si lo hace ... yo ... yo le voy a dar su merecido. Estarémos comunicándonos por media de cartas, te enviaré una cada día, te contaré todo, hasta lo más mínimo que me ocurra en todo el día y también te traeré muchos regalos, pero para eso tienes que portarte bien y decirle a Koga que yo regresaré para pateárle su trasero, ahh y también dile a Ayame que ya sé su secreto, ¡Noo mejor no se la digas!, ya me imagino su cara.

Te quiero muchísimo pequeña y por favor aléjate de la señora de los gatos, está poseída.

De: Inuyasha

Fue su única carta y después con el paso del tiempo ella ya no sabía nada de él, ni siquiera podía imaginarlo ya como jóven, sólo lo tenía en su mente como un niño competitivo y muy orgulloso. Una sonrisa entre sueños pasó por su rostro, al recordar como jugaba con ella, como la protegía sin cesar de todos, de los helados que le invitó y de las bombas de agua que se lanzában. No realmente eso nunca iba a pasar, él se había ido de esa ciudad, al igual que sus amigos, quedándo sólo ella, con su maldito y abusador padre.

Continuará ...

Por favor no séan duras con las críticas, miren que soy muy sensible xD.

Bueno como verán es una vida de perros la que lleva nuestro personaje. Me eh centrado en su vida, relatándo todo lo que tiene que pasar ella, tranquilas la pareja será Inu&Kag.

Espero que comprendan la historia, espero su apoyo.

Saludos, xoxoxox.

CatO ;)​

 

Re: ¡Qué vida de perros! (Inu&Kag)

Bueno creo que si es un capitulo o un prólogo, pero aquí traigo el primer capitulo. Más largo y algo detallado para mejor entendimiento. ¡Ustedes juzguen! ... ;)


¡Qué vida de perros!

Capítulo 1: El recuerdo de su partida.

Corría velozmente, dejándo atrás a las demás personas que trataban de pasarla. Sus cabellos azabaches se mecían en el viento, como seda que se esparcía, tan largos y tan brillosos; claro que también revoltósos.

La eufória de la gente se dejó escuchar, claro que a ella no le importó, sólo corría pensándo en él, disfrutaba el viento en su cara y la velocidad que empleába en correr hacía una dirección imaginaria (aunque ya sabía dónde ir ). Su recorrido era solitario, nadie la seguía; nadie pudo alcanzarla. Cuando el cansancio llegó a ella, impidiéndo que siguiéra el camino hacía su meta, se paró lentamente, bajándo poco a poco la velocidad hasta lograr detenerse completamente.

Su respirar era forsozo y los músculos de sus piernas le hincában, pidiéndole descanso. Se apoyó en sus rodillas, mientras bajaba su cabeza, dejándo que sus cabellos desordenados, cayéran a sus costados.

- Falta poco ...- se dijo, casi animándose para después tomar una bocanada de aire y retenerla en sus pulmónes, después de largos segundos botarla y erguirse completamente. Observó con minuciosidad el lugar dónde se encontraba, una sonrisa tímida, después de un sonrojo surgió en su rostro - Vaya, llegué muy pronto...-

Siguió su recorrido hasta detenerse en un camión enorme, todo blanco y con unas letras negras perfectas que decían: Mudansa.

Arrugó el entrecejo, sintiéndose confundida. Después de largos segundos de incertidumbre, esperando que las palabras surgieran efecto en su cerebro, por fin pudo ver a un niño, de cabellos negruzcos, vestido de jeans y un polo rojo simple. La sonrisa reapareció en su rostro y corrió para el encuentro.
Prácticamente, se tiró encima de él, un saludo muy común entre ellos, lo abrazó y beso sus mejillas casi jugueteándo con él. Los dos riéron sinfónicamente, dejándo las penas atrás y mirándose con mucho cariño y estimación.

- Llegas algo temprano ...- dijo el niño, alejándola y llevándose una mano detrás de su nuca, visiblemente nervioso.

-¿Por qué el camión? ...- Preguntó sin más la niña, con su sonrisa tímida.

- Ehhh ... ¿Quiere pasar usted? ..- dijo él en cambio, haciéndole la reverencia cómica que siempre le hacía reír.

-¡Jaja! .. no, llego tarde a ballet - Retiró un rebelde mechón para después ponérselo detrás de su oreja - Anda Inuyasha, ¿Para qué el camión?-

- ¡Que curiosa!...- Dijo Inuyasha con una sonrisa traviesa, mientras acercaba sus manos y despeinar los ya alboratados cabellos de Kagome, la otra sólo se destino a reí y así empezó el juego de correr uno tras otro, cada uno con sus velocidades altas.

Todo este juego era observádo por una señora, que se encontrába parada en la entrada de la casa, los observába con nostálgia, con una terrible triztesa en su corazón, con lágrimas en sus ojos negros. Movió negativamente la cabeza, para después llamar con voz apagada a los dos niños.

- ¡Inuyasha, Kagome! ...-

-¿¡Sii!?...- gritáron los dos al unisono, levantándo sus vistas hacía la hermosa mujer de la entrada.

- Acerquense, necesito hablar con ustedes ...- volvió a decir con la misma voz. En seguida vió como Inuyahsa empujaba a Kagome y este se echaba a correr, la pobre niña algo orgullosa se levánto y también echo a correr, pero como se suponía llegó tarde.

- ¿Qué pasa mamá ...?- Preguntó el niño, observándola fielmente, tratando de no reír al ver a Kagome, que recién llegaba a su lado.

- Señora Izayoi, Inuyasha me empujó ...- dijo en cambio kagome, mientras le sacaba la lengua a Inuyasha.

- Inuyasha, ¿por qué no tratas bien a Kagome?- Dijo con una sonrisa, viéndo como la pequeña se reía al ver como gritaban a Inuyasha.

-Ella empezó...- citó el en defenza, cruzándose de brazos, para darle la espalda a la niña.

- Bueno, a lo que iba, Kagome querida ...- dijo dirigiéndose a ella, Inuyasha empezó a observar por el rabillo del ojo, dejándo su actitud orgullosa, y al ver dónde quería llegar su mamá, la interrumpió bruscamente.

- ¡Nooooo! ... - Gritó sujetándo el brazo de su madre, - No quiero verla llorar ...- dijo muy despacito, aferrándose al brazo de su madre.

- Inuyasha, ella debe saber, peor va a ser ...- dijo mientras se soltába del aguarre de su hijo.

-¿Qué debo saber? - Preguntó curiosa la niña, observándo cada movimiento con sus grandes ojos expresivos.

- Nos vamos Kagome ...- Soltó sin más Izayoi, dejándo las protestas de su hijo atrás.- pero te visitarémos, lo prometemos -

-¿Se van? ...- Dijo en cambio Kagome, para después unir lógicamente el camión de mudanza a la conversación

- Papá tiene un contrato en Hong kong - dijo muy bajito Inuyasha, tratándo de no mirarla a los ojos, ya que ni él podía resistir sus lágrimas.

-Hong kong, queda muy lejos ...- Dijo la pequeña, acercándose más al niño para después regalarle una sonrisa tímida, caracteristica de ella. - Te esperaré ... -

- Yo de ti no lo hago, ya no me verás más ...- dijo Inuyasha, cambiando su penosa rostro a uno de odio y frustración. - Nunca más ...- repitió bajándo su rostro, conteniéndo las lágrimas que trataban de salir de sus bellos ojos dorados.

- Kagome, no le hagas caso a Inuyasha, volverémos - Izayoi abrazó a la pequeña para después volteárla y darle una dócil palmada en su trasero. -Corre que se te hace tarde en el Ballet, no querrás que tu mamá se moleste-

- Ella siempre está molesta ...- declaró algo confundida Kagome, observándo a Inuyasha, él cual no se movía ni un milimentro de su puesto. - ¿Estarán aquí en la noche?-

- Claro ...- Dijo dudosa Izayoi, para después despedirse de la pequeña, la cual corrió volezmente hacía sus clases de ballet.

- ¿Por qué nos tenemos que ir ? - dijo Inuyasha, cuando ya sintió que ella no estaba.

- Es el trabajo de tu padre, Inu ...-

- ¿Quién la defenderá? ...- dijo el niño, esta vez algo nervioso, levantándo sus ojos que se encontrában bañados en lágrimas.

- Ella sabe cuidarse ...¡Ya hablámos sobre esto Inuyasha! No empecémos de nuevo, por favor- su madre se volteó y abrió la puerta, para después entrar a la casa ya en venta.

- Espero que él, no le haga nada ...- declaró al viento el pequeño, observándo el camino por el cual ella se había ido.

continuará ...

Es un recuerdo, cuando él se fue, pero tranquilos pronto se unirán ... aunque .. ¡Me calló!, hablo por demás.

Bueno lléndo al título, Sé que seguro muy cómico pero que seguro no va con la historia, yo saqué el título de una serie de dos perritos que hacían cada travesura ( Eran callejeros ) y pues esos perritos cada vez que estaban en problemas o les iba mal se decían : ¡Qué vida de perros! .. o cuando les iba bien decían : ¡Somos reyes compañeros! .. jaja, era un mate de risa.

Estee cofcofLoLcofcof. xD

Espero que les haya gustado.

Saludos, xoxoxox.

CatO

 

Re: ¡Qué vida de perros! (Inu&Kag)

Perdón la tardanza pero semana Santa es una fecha importánte para los viajes :B ...


¡Qué vida de perros! (Inu&Kag)

Capitulo 2 : 7 años después .

Un toque muy suave en su puerta hizo que abriéra bruscamente sus ojos, se levantó asustada mirándo todo su alrededor, mientras gotitas de sudor le recorrían su fino rostro. Su mirada chocolatosa se enfocába en cada rincón del sucio lugar, recorriéndo con las pupilas dilatadas cai todo rastro de suciedad en las paredes que se desprendían por la humedad.

- ¿Qué pasó ...?- Se preguntó mientras bajaba de la rechinante cama, que ahora al no sentir peso se iba levantándo poco a poco. - ¿Dónde estoy? ...-

El mismo sonido que la levantó se asentuó cada vez más fuerte en la puerta, mas no se movió de allí, sólo miraba con ansiedad cada parte, queriéndo recordar lo que pasaba en ese instante. La puerta se empezó a abrir poco a poco, hasta dejar ver una cara traviesa de un pequeño niño.

- ¡Oh, señorita ¡Ya se levantó! ...- Exclamó el niño, acercándose a la descuidada joven, con pasos lentos y pausados. - Usted no debe recoradar dónde se encuentra ... - dijo lo último en un murmullo, sin verle la cara.

- ¿Dónde estoy?- Preguntó mientras volvía a observar toda la habitación putrefacta.

- Ayer llegó ... estee .. Le ofrecimos un cuarto porqué la vimos muy mal - explicó el niño, resfregándose con nerviosismo sus finas y pequeñas manitas - Espero que no se moleste ...-

Hubo un silencio muy incómodo en la habitación, ya que nadie habló por largos minutos. El silencio permitió que se escuchára el ruido de unas sarténes y unas ollas, indicándo que allí no sólo estaba el niño.

- ¿Qué hora es ...? - preguntó mientras volteába y sujetába una simple casaca, para después ponérsela, empezó a revisar todo el colchón, buscándo por si las dudas olvidába algo.

- Son más del medio día ...- dijo sin titubear el niño, curioso por cada movimiento de la joven - ¿Se le perdió algo?-

- No ... Sólo por si me olvido algo - Dijo la joven, mientras se erguía y se convencía que no perdía nada, volteó y despeinó los cabellos del pequeño y le dedicába una sonrisa - ¿A quién debo agradecerle?-

- No se preocupe, mi madre es muy bueno en esos aspectos ...- Dijo el niño, divertido por la caricia que propino la joven en sus cabelleras castañas.

- Entonces tengo que agradecerle a tu mamá ...- pasó al niño, llegándo a la puerta ( la cual estaba abierta), poco a poco fue recordándo el lugar, algunos recuerdos llegában vagamente a ella, pero no le servían mucho; bajó las escaleras que daban a un primer piso, cuando llegó allí sólo pudo observar una pequeña salita y una cocina.

- Veo que ya te levantáste niña ...- una voz apagada la hizo sobresaltar y voltear rápidamente.
Era una señora muy arrugada, con ojos cansados y que se encontraba con una olla y un trapo en sus manos, secándo con afán el posillo.

- Lo siento por los inconvenientes señora ...- Dijo, haciéndo una reverencia a modo de discúlpas.

- Muchos piden disculpas, pero nadie lo siento ... ¡dime! ¿Cómo malogras tu vida? ...- dijo la señora, aún observándola con retinencia desde su puesto.

- ¿Malograr mi vida? ... No sé de qué habla señora - La joven retrocedió asustada unos cuantos pasos, mientras buscába una salida para pronto salir de allí.

- Ahora hazte la que no sabes de qué mierda te hablan ...- la señora dejó caer de pura rábia la caceróla para después avanzar un paso indignada y levantar un puño. - ¡Anda! ¡Malógrate! ¡ Drógate cuanto quieras! ... pero escúchame bien jovencita, un día cuando te estes muriéndo ya sin cura, encontrarás tu felicidad ¡La cual por culpa de tus estupidéses NUNCA optendrás! -

La joven buscó una salida, tratándo de salir de allí, no queriéndo escuchar más las tonterias que hablaba aquella vieja, no queriéndo escuchar sus verdades. Vio que el niño le abría una puerta y que revelába que era la salida, no perdió tiempo y salió corriéndo de allí, sin decir ni una palabra más, sólo se destino a correr, volviéndo a sentir el travieso aire caliente de la tarde, colarse por todo su cuerpo.

o.O

Dejó caer estrepitósamente su mochila al suelo, rompiéndo de seguro lo delicado que traía. No le importó.
Se dirigió vagamente hacía la cocina, no sin antes recoger la pelota de basquet que se encontraba cerca suyo y tirarla hacía la estátua de su madre, la cual se tambaleó graciosamente para después caér sobre unos mullidos cojines que estaban tras ella.

' Hubiéra sido divertido verla caer '

Entró despreocupadamente a la cocina, acercádose al frutero para sacar una jugosa manzana. Se la llevó hacía su boca más no la comío, le pasó la lengua y después la dejo en el frutero. Seguro Sesshomaru se antojára de una manzana y ...

- Inuyasha - Un suave grito hizo que se le erizáran sus bellos de por arriba su cabeza.

- ¿pasa algo? - Declaró con temor, tratándo de poner una cara inocente ante su madre.

- Tenemos que hablar .. - Su voz se endureció a tal forma que pareció sombría.

- ¡Te juro que yo no lo rompí! Sesshomaru quería jugar con la maldita pelota y tu jarrón no pudo resistir ...- Escondió si rostro con una de sus manos para no ber la reacción de su madre.

- ¿ De qué jarrón hablas ? .. ¿ El de porcelana ?- preguntó sin interes, ya que pensaba que era una jugareta de su hijo.

- Efectivamente, el que te dijo que papá que se lo prestó a Sango ...-

-¿ Me estás tomándo el pelo no? - Preguntó alertada la mujer.

- ¡eww! ¡Pelo de chica! ... - puso cara de asco para después mirar con estufacción a su madre - ¡Espera un segundo! ¿Tú no lo sabías? - retrocedió con miedo, observándo como su madre se transformaba.

- ¡LO ROMPISTE! .. - estalló con furia retenida.

- ¡Noo, lo tiene Sango ...- le guiñó el un ojos a su madre, para ver como esta se tranquilizaba.- ¿Qué me ibas a decir?-

- Llamó Sonomi, no sé si la recuerdes ...- dijo ya más cuerda Izayoi, mientras tomába asiento en un silla de vidrio. - Tiene algunos problemas con la familia, por lo que me ah pedido el enorme favor de ... cuidar a Kagome -

- ¿Kagome? - Preguntó sin mucha importancia - ¿Alguién que me tiene que importar?-

- ¿La recuerdad?-

- no ...-

-Bueno tenías 10 años ese entonces ..- dijo la madre pensativa.

- Sea lo que sea no dormirá en mi cuarto ...- dijo sin mucha importancia de nuevo, para después salir de la cocina, esperando que
Sesshomaru cayéra en su trampa.

' Así que te volveré a ver ...'



Continuará ...

Vago mi capitulo ¿no? ... xD

Para la próxima prometo uno más largo y algo divertído :o .. Eso espero.

Cartas bombas, halagos, inuyasha con un moñete o a naraku en ensaláda por favor no se los guarden, los atendré con ánsias xD.

Saludos, xoxox.

CatO

 

Re: ¡Qué vida de perros! (Inu&Kag)

La demora es apropósito. ... Porqué en realidad no quería publicar una continuación tonta y sin sentido, pero bueno, ahora la publico demaciado corta.

Capitulo 3 : ¿ a Dónde nos vamos?

Cerró la puerta lentamente, procurándo que no se hiciera el menor ruido posible. Cuando el trabajo fue hecho satisfactoriamente, casi caminó en puntillas hacía su habitación, hasta llegar a la entrada de la sala, acercó su cabeza y fijó su vista en cada rincón de la estancia.

- No hay móros en la costa ...- se dijo en un murmullo, cuando ya había puesto un pie en el perímetro de la estancia, un ruido en seco hizo que sobresaltara y diéra un grito inconsientemente.

- No habrán moros pero si almejas ...- Una voz bizarra se escuchó a sus espaldas - ¿De dónde vienes? -

No respondió, sólo se quedo allí mirándo las musarañas de las paredes. Una tosca mano se posicionó en su hombro, haciéndo que el miedo circule por cada vena de su ser.

- Te estoy hablando - la volteó toscamente, haciéndo que quedara cara a cara con él.

- Mee ... mee ..-

- No crié ovejas ...- volvió a decir duramente, esta vez queriéndola sacudir, pero Kagome fue más astuta y se soltó de su pesada extremidad, para después afrontárlo con su chocolatosa
mirada.

- Me quedé d-dormida - trató de mantenerse firme pero lo único que logró fué mostrar aún más su miedo.

- Se puede saber ¿En dónde?- preguntó con una inusitada calma, como si no le prestára mucha atención.

- Desde cuándo te importa si estoy viva o no ...- le dió la espalda para seguir con pasos temblorosos hacía su habitación.

- No lo sé, sólo sentí que debía preocuparme por ti ...- la siguió con tres metros de separación.

- Pués no lo hagas, no quiero tu lástima - Se detúvo de súbito, haciéndo que el hombre a sus espaldas casi chocára con ella. - Mi mamá .. ¿Dónde está?-

-Ahh la ingrata se fue ...- dijo mientras llevába un dedo hacía su boca, para pescar algunos residuos de comida entre sus dientes.

- ¿Qué?- se volteó rápidamente, enfrentándo su mirada una vez más, para darse cuenta lo alto que era el hombre. - ¿Dónde?- bajó su mirada al sentir la suya en ella.

- ¿Debo saberlo? ... ¡Noo claro que no! .. ¿Qué no entiéndes qué es lo de lárgarse? -

- Sólo quisiéra saber ...-

- Pués no-lo-sé - Dijo repitiéndo cada silaba como si fuera a un bebito al que se le hablara. -Pero mencionó algo de ordenar tus maletas .. -

- ¿Viajamos?- Su sonrisa se presenció en su rostro, iluminándo su tristeza.

- No, no irás a ninguna parte - lo dijo con voz seca, llevándose sus manos a los bolsillos. - Bueno, ya sabes que es lo que tienes que hacer ... - se volteó inesperadamente y antes de seguir añadió - Si me entero que planeas escaparte con tu madre .. Las pagarás Kagome - al termino de sus palabras empezó su caminata hasta desaparecer cuando dobló por el pasadillo.

- Siempre es lo mismo - Se dijo poniéndo la misma cara sin expresión de antes. Negó con rapides y se llevó sus dos manos a su cabeza, golpeándose superficilmente- Tonta Kagome, Tonta. Nunca saldrás de acá-

- Y si saldrías, ¿Dónde irías? - Una voz inundó todo el gran pasillo, haciéndo que todo retumbe.

- ¿Quién esta ahí? - Pegó un salto, mirándo todos los angulos visibles que tenía.

- Nadie ...- respondió la voz antes de de emitir una risa silenciosa.

- No juegues Sota ...- Kagome casi corrió hasta donde terminaba el pasadillo para sujetar por la solapa del polo a su pequeño hermano. - No te burles así ...-

- Sólo estaba jugando - Dijo mientras la miraba con cara asustada - Además era un pregunta ...- se soltó rapidamente del duro agarre de su hermana - No es mi culpa que te asustes - Salió corriéndo al ver la cara de furia de la joven. - ¡tonta! ¡Así no irás dónde Inuyasha!- Gritó antes de encerrarse en su cuarto.

- ¿Inu .. yasha?-

Continuará ...

No sé si estará bien, pero a mi me gustó, no relaté muy bien todo esto pero por ahora es mi esfuerzo ... xD
Bueno el pelo de Inuyasha será negro, más adelante lo anunciaré. =P

Juzguen ustedes.

;)

 

Re: ¡Qué vida de perros! (Inu&Kag)

perdón la demora, ;).

¡Qué vida de perros!
​

- diálogos -
'pensamientos'
o.o.o.o : Cambios de escena.
( Notas del autor )

Capitulo 4 : Saliéndo de casa.

- Espera, Souta - Chilló Kagome, acercándose a la puerta de la habitación de su hermano, y empezar a golpeárla débilmente - ¿Me lo puedes repetir? -

- ¡NO! -

'Una muy clara respuesta, ¡vaya Hermano!' Pensó con ironía.

Se volteó sobre sus talónes, dispuesta a irse de allí, ya que su cabeza era un calvario y lo único que en esos momentos deseaba era un baño de agua muy fría.

- Kagome...- Escuchó como la puerta de su pequeñ hermano se abría, lentamente.

- ¿Qué pasa Souta? - Lo miró por sobre su hombro, hablándole sin ánimos.

- ¿Me podrías llevar contigo? - Pusó una carita indefensa, casi ablandándole el corazón; casi...

- No, porqué ni siquiera sé si voy a ir - Empezó a caminar a paso lento a su habitación, que quedaba casi al frente de la de Souta.

- Pero si tú llegáras a ir, ¿Me llevarías? - Seguía con sus niñerias, seguro haciéndole pucheros a sus espaldas, pero ella no se tomó la molestía de verlo, ya que en respuesta cerró la puerta de su cuarto en casi la nariz de su hermano.

- Tonta - lo escuchó decir, hasta que ya no sintió su presencia por detrás de su puerta.

Un suspiro agonizante pasó por todo el silencio de su cuarto, al igual que un fresco vientesillo que hizo que se diera cuenta que la ventana estaba abierta. Se acercó sin ganas a cerrarla, pero antes de llegar una mano envolvió su boca y otra su cintura, dejándola a su merced.

O.o.O.o

- Bueno, entonces ¿llegará pasado-mañana? - Preguntó Sesshomaru, para después darle una enorme mordida a una jugosa manzána.

- Así es - Murmuró Izayoi, sujetándo una revista de moda. - ¿Cómo crees que esté? digo...- Dejó la revista a un lado, observando ampliamente a su hijo - Ella cuando era pequeña tenía problemas con su padre... Sonomi me contó algo así-

- ¿Problemas? ¿Qué clase de problemas? - Se pasó el torso de su mano por su boca, quitándo el jugo desparramádo de la manzána.

- No lo sé, Sonomi no quiso decirme - volvió su nerviosa vista a la revista, más no la tomó - ¿Cómo crees que reacione Inuyasha? -

- No lo sé...- terminó de otra mordida la jugosa fruta, para después arrojárla a la basura - Por cierto, que deliciosa manzána ¿Dónde compras las manzánas?-

- Pregúntale a Inuyasha - murmuró ida su madre - El pone su sazón - Se levantó aún pensativa,sin darse cuenta que Sesshomaru ya estaba corriéndo hacía el baño.

O.o.O.o

Un golpe en las costillas y una mordida, bastó para que el hombre la soltára. Casi tanteó su bate y al tomarlo, lo levantó y observó fijamente a su agresor.

- ¡Lo golpearé si no se larga! -

- ¡Esperaa!... ¡Auch! - Se quejó, mirándose la mordida de su brazo - ¿Tienes dientes muy filudos sabías?-

- ¡Lárgate! - Subió el volumen de su voz, levantándo más el bate, queriéndo tomar vuelo para que el golpe fuera más fuerte.

- ¡Esperate!, ¡Tu madre!... ¡noo!- gritó al ver que ella pensába aún golpeárlo - ¡Tu madre me envía!-

- ¡A otros con esas excusas! - Se acercó más al hombre, casi dejándolo entre la ventana y ella. - Además hubieras utilizádo la puerta -

- Es que, dice que tienes que irte, sin que se de cuenta - Le dijo, poniéndo sus manos casi como un escúdo.

- ¿Crees que te voy a creer? - Se mofó mientras tirába el golpe, haciéndo que el jóven cayera por la ventana, rápidamente sacó su cabeza para ver el cuerpo del muchacho que se movía entre los arbustos de abajo. - Pervertido - Le gritó desde su ventana, mirándo como el joven se removía quejándose.

- Estoy bien, ¡No te preocupes! - Se levantó mientras se sacudía sus jean's y después la camiséta color negro, suelta. - Tu mamá dice que alistes tus cosas, que a las 3 sale el trén - levantó su mano, despidiéndose sin darse cuenta que ya estaba parado en la pista y un carro lo asustó casi atropellándolo.

- Pero qué ... estúpido- Opinó viéndo como el muchacho, algo nervioso salía de la pista y se iba corriéndo. - ¿A las tres?... Pero si ya son las dos - Se dijo inconsientemente, aún con su vista perdida en alguna parte de la vieja calle. - ¿Para que querrá que vaya al trén? -

O.o.O.o

Tiró su mochila al piso, dándose cuenta que su familia tenía visitas, avanzó hacía la sala de estar y pudo ver con claridad a una señora, casi llorándo en las brazos de su madre.

- ¡Pero Sonomi! ¿Tus hijos? - Preguntó Izayoi a su amiga.

- Yo no puedo sacárlos de allí, él... él... - rompió a llorar, ocultándo su cara en el cuello de Izayoi - No sé, él no era así ¡ Nunca, nunca ...-

- Hola...- Saludó interrumpiéndo Inuyasha, queriéndo saber quién era la mujer.

- Ohh Inu, ya llegáste - Dijo su madre, haciéndole señas para que se vaya, sin que Sonomi se diéra cuente.

- Ehh, sii - Le respondió Inuyasha, también con señas interrogativas.

Sonomi elevó su rostro, haciéndo que Inuyasha y Izayoi termináran con su lenguaje de señas.

- Pero que grande que está tu hijo, Izayoi - Se limpió sus lágrimas, brindándole una sonrisa al joven. - Espero que me recuerdes Inuyasha -

- Claro... errr... Señora Sonomi Higura...-

- Shi - Terminó su madre, mandándole una señal de consistía en pasar el dedo índice por el cuello a su hijo - Sonomi Higurashi -

- ¿Higurashi? - Inuyasha hizo caso omiso a su madre, mirándo cada rincón de la sala, como si estuviera buscándo a alguién.

- Kagome te ah extrañado mucho - Le dijo Sonomi, viéndolo totalmente - Veo que sigues con tu revolución del pelo largo-

- Me hace ver diferente - Se hundió de hombros, mientros retirába bruscamente un mechón de cabello negro. - yyy... Kag...?- preguntó con indiferencia.

- Ella... llegará mañana - Anunció con una sonrisa muy dulce, para después voltear s vista a Izayoi, encontrándola haciéndo señas a Inuyasha, las cuales no comprendió, cuando Izayoi se dió cuenta que era observaba detúvo las señas y le sonrió nerviosamente a su amiga - Querida Izayoi, me ¿prestas tu teléfono?-

- Claro...- Le dijo señalándo el teléfono blanco inalámbrico.

- Gracias...-

Continuará...

- Asuu- me demoré muy poco en la continuación, pero bueno.

¿Les gustó?, pronto se encontrarán, así que tranquilos.

Gracias windmiko, eres muy gentil. ;)

¿Plateado?, mmm, al principio pensé ponerlo así, pero es en el Ua así que mejor negro x).
Kagome si recuerda a Inuyasha, e Inuyasha a ella también, sólo que es orgullo todo esto.

Amo a Inuyasha orgulloso, xD.

Sip, así es. Inuyasha aún no vé a Kagome :). Gracias por tu post ;).

¿La viola?, mmm, no lo sé. Aún no veo esa parte, pero lo más probable es que... =x.
xD, se enterarán más adelante.

Gracias Mosha mía, aunque al otro fic le estoy poniéndo más cosas.

Saludos, xoxoxox.

Adiós







​

 

Re: ¡Qué vida de perros! (Inu&Kag)

¡Qué vida de perros!

- diálogos -
'pensamientos'
o.o.o.o : Cambios de escena.
( Notas del autor )
"Flash back"
Capitulo 5 : Econtrándonos.

- Lo nuestro no es un juego
No puedo descifrar...
En la ruleta del amor hay que ganar...-​

Corría ágilmente, escabulléndose entre las personas sin siquiera tocarlas. De la mano tenía a un pequeño niño que jadeába cansadamente, tratándo de seguir el paso de su hermana y en la otra mano paseía una maleta de mano.

- No importa lo que piensen y opinen los demás
Por que lo me haces sentir me hace volar...
Baila mi corazón, baila mi corazón, baila para los dos-

Kagome se detúvo al frente de las puertas del tren, casi tirándole el boleto al señor que estaba a un costado y entrar rápidamente. Justo cuando estaba adentro, dejó respirar a su pequeño hermano y suspirar aliviada.

- No creo que nos halla seguído - Camináron por el largo pasillo, tratándo de encontrar su asientos.

- Baila mi corazón, baila mi corazón, baila para los dos
Sé que es amor...
Baila mi corazón, baila mi corazón, baila para los dos.
Esto es amor. -

- Hermana, y cómo es ese tal Inuyasha - preguntó el pequeño, cuando ya habían encontrádo sus asientos.

- ¿Inuyasha? - Preguntó ella en cambio, sintiéndo el palpitar alocado de su corazón. - Es un... ¿chico?-

- Eso ya lo sé, tonta - Souta acomodó sus piernas entre su asiento, mientras llevaba sus brazos detrás de su cabeza. - Cuéntame como se conocieron...-

- Bueno, fue en un parque, en los juegos - Kagome, que buscaba una revista debajo del asiento, las que suelen haber, se hundió de hombros - ¿Por qué la pregunta? -

- Cuéntame cómo pués - Se quejó el pequeño, mirándo el paisaje que empezaba a mezclarse gracias a la velocidad.


" Una pequeña niña se acercó a una gran piscina de arena, depositándo en ella una pequeña cubeta de miles de palas y tarros para los castillos.Se arrodilló al costado de su cubeta, ensuciándo el vestido rosa que tenía y así empezó con su castillo."

- Estabas con ¿Vestido? - Interrumpió Souta, dirigiéndoles miradas de burla - Yo que sepa tu nunca usabas vestidos -

- No interrumpas, o si no, no te cuento - amenazó Kagome.

- Esta bien, gruñona - Se calló para dejar que la historia siguiera.

" Su castillo cada vez estaba más grande y mas hermoso, repleto de miles de torres, conchas y miles de más adornos, en otras palabras, bellísimo. Había dedicádo cada minuto de las tres horas que se pasó allí a ese castillo, gastándo todo su tiempo de libertad. "

- No mientas - Volvió a interrumpir Souta.

- ¿Alguna vez te han cosído la boca?-

- Nop...-

- Pués lo haré yo si no te callas-

Souta se calló.

" Hasta que el castillo, por una piedra, se deztrosó lentamente, torre por torre, adorno por adorno y también con todo su esfuerzo. Levantó su inocente mirada, para ver que un niño de ojos extraños se reía junto a otro, señalándo a su roto castillo.

"¿Por qué hiciste eso?" preguntó la pequeña, parandose y viéndolos con un puchero perfecto.

" Por que estaba horrible" El niño se cruzó de brazos, sacándole la lengua.

" Sii, porqué no haces algo más bonito - Dijo el otro niño, que tenía los mismos ojos que el niño que hablo primero.

" Es que..." Pequeñas lágrimas empezáron a asomarse por sus grandes y expresivos ojos marrones.- " Me t-tomo m-mucho t-trabajo " empezó a sollozar.

" Tonto " El más alto golpeó al más bajo en el hombre, para después acercárse a la niña. " Perdóna si te molestó" Le ofreció un pañuelo gentilmente.

" Heyy, tú me dijiste que lo haga " vociferó el niño más pequeño.

Continuará...

Perdón que lo deje ahy pero estoy super apurada :o, mañana traigo la continuación de este capitulo.

Gracias por los comentarios, aclaraciones mañana ;).

Salutaciones, xoxoxo.

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