Entre la Luz y la Oscuridad.(Ryo&Saku).

Re: Entre la Luz y la Oscuridad.(Ryo&Saku).

hola a todas!
NewDream: lo de momo lo entenderas pronto pero no todavia solo te puedo decir que si hay relacion con la amiga de sakuno. y bueno lo del partido no sabia como hacer con ryoma asi que lo invente me alegro que te haya guatado espero que este tambien.
Ana Rocio: si me demore pero la pude traer mas rapido espero mejorar en este aspecto. lo de momo lo entenderas mas adelante y ya te traje la conti espero te guste.
Azukachan: gracias por leerme y te recomiendo muchos fics, por otro lado lo admito los puntos y comas son mis enemigos espero mejorar en eso.
ladykagura: procurare leer tu fic porque tengo a varias amigas abandonada gracias por postear espero te guste el capi.
Dayana_ 476: gracias por decirme que mi historia es hermosa espero te guste este capitulo tambien, si habra misterio tiene que haberlo pero no puedoi adelantar nada, espero poder pasarme por tu fic pronto.
Sangolamejor: gracias por tu post amiga querida espero te guste este capitulo tambien.
Lua: me alegra que te guste el sueño de ryoma lo entenderas luego ni muy lejos ni muy cerca pero no te puedo adelantar nada, espero teguste este capitulo.

Aunque esten un poco enredadas en mi loca cabecita todo lleva un orden asi que paciencia y entenderan gracias por sus posts me animan muchisimo. aca les dejo el capi dedicado a todas mis amigas amantes del RyoSaku.

Entre la Luz y la Oscuridad.
Capitulo Cinco: ¿Amigos?

“A veces me pregunto,​

¿Cómo eran las cosas antes?,​

Me refiero al tiempo en el que la gente caminaba por la calle sin temor,​

El tiempo en el que las personas no temían decir lo que sentían,​

El tiempo en el que éramos libres.​

A veces me pregunto,​

¿Cómo serian las cosas sin tantas reglas?​

Dejo claro que sé que se necesitan reglas,​

Pero me refiero a esas que te atrapan,​

Que más que reglas son los estereotipos​

Que la sociedad misma invento,​

Esos que dicen que un hombre y una mujer​

No pueden ser siempre amigos,​

Esos que dicen que un hombre siempre tiene un interés​

Al acercarse a alguien,​

Que nadie ama con totalidad,​

Que no existe la entera sinceridad o la entrega absoluto.​

A veces me pregunto​

¿Cómo sería poder vivir en un mundo en el que puedas ser feliz sin dañar a nadie?​

¿Cómo sería tener una amistad sin decir “somos amigos”?​

¿Cómo sería conocer una persona a la que no le importaran estas cosas y estuviera dispuesto a simplemente ser?​

No he encontrado las respuestas pero sé de muchos que también anhelan encontrar una respuesta.​

A veces me pregunto,​

¿Encontrare un día las respuestas?​

¿Volverá a ser libre la humanidad?​

Entonces me digo “tal vez solo debas ser libre tu primero”.​

Habían pasado casi ya dos meses desde aquel encuentro en la cancha y desde entonces todos los sábados se encontraban en el mismo lugar, como otras cosas esto para Ryoma era ya un hábito, era extraño que pudiera adaptarse tan fácilmente a la compañía de la chica, tenía una energía increíble y aunque seguía necesitando mejorar era cada vez una oponente difícil, después de los partidos se sentaban, tomaban ponta a veces conversaban aunque ella siempre hablaba y otras veces se quedaban observando el cielo azul sin decir nada, en cierta forma se podría decir que la conocía mejor pero no sabía si aquello calificaba como una amistad, fuese como fuese lo importante era que se sentía cómodo con ello.

Caminaba ahora despacio al instituto aunque iba unos minutos retardado, de pronto sintió unos pasos detrás y sintió que alguien lo tomaba del brazo.
— Echizen vamos tarde, date prisa — y sin darle tiempo a contestar empezó a correr arrastrándolo con ella, él por su parte entrelazo sus dedos con los de ella y le siguió el ritmo, llegaron al instituto y al salón así ella se detuvo y se dio la vuelta quedando frente a él sin soltarlo.
— Buenos días Echizen.
— Estas demente Ryuzaki —por toda respuesta ella empezó a reírse.
— Permiso chicos —se escucho una voz y vieron a Azuki frente a ellos los observaba con una expresión curiosa y miraba sus manos entrelazadas, se dieron cuenta y se soltaron rápidamente, entraron al salón mudamente y las murmuraciones empezaron era varias ya y muy seguidas las veces que llegaban juntos, se iban juntos o simplemente estaban juntos, el profesor como siempre llego pronunciando frases incoherentes y anotando ecuaciones en la pizarra.
— Oye Sakuno dime — dijo Azuki de pronto — es cierto lo que se rumora.
— ¿Qué cosa? —preguntó en un susurro.
— Pues que tu y Ryoma andan — Sakuno estuvo a punto de soltar una carcajada.
— ¿A qué te refieres con que andamos?
— Ya sabes que son novios, que están quedando, eso se dice además hay varias chicas que te tienen mucha envidia.
— Pero ¿de qué hablas? Claro que no.
— ¿Entonces qué? Ryoma jamás había permitido que una chica se acercara a él tanto, acaso son ¿Amigos?
— ¿Amigos? No sé si tanto, sólo nos llevamos bien y ya —Sakuno desvió su mirada hacia Ryoma y lo observo fijamente, hablaban, jugaban y se frecuentaban bastante pero no sabía si decir que eran amigos.
— Como sea —contesto Azuki— es extraño Ryoma jamás había permitido que alguien estuviera tan cerca de su espacio vital.
— Bueno eso no importa, porqué y eso qué ¿a quién le importa?
— Pues a todos.
— Pues no debería. Es mi vida y la de él.
— Hablas del príncipe del tenis y la chica nueva.
— Eso es una tontería.
— Si pero tú sabes cómo son algunas personas pero por mí no te preocupes tengo suficiente con mi vida pero por lo que veo son tal para cual distraídos al cien.
— Bueno ya basta hablamos después, nos llamaran la atención.

Sakuno intentó concentrarse en clases, pero no lo consiguió aquella pregunta estaba en su mente ¿Amigos? Después de ese tiempo compartiendo con él lo conocía mejor pero no se había preguntado que definición darle a aquello y de ser sincera no quería hacerlo, conoció a Ryoma de un modo extraño, circunstancias en las que se dio su relación también lo eran, se podría decir que era algo único, se sentía cómoda y plena con ello así que ¿Por qué dejar que los estereotipos etiquetaran su relación? Ryoma volteo de pronto y la observo por unos segundos, ella le sonrió y el volvió su vista a la pizarra, Sakuno pensó que fuese lo que fuese aquello era maravilloso.

Las clases terminaron, y Sakuno observo como Azuki salió a toda prisa antes que todos los chicos que salían prácticamente corriendo, ella y Ryoma siempre eran los últimos en salir, se acerco a el que se levantaba con pereza de la silla.
— ¿Vas a la práctica? —le pregunto cuando estuvo frente a él.
— Sí Tezuka debe estar esperándonos ya. ¿Me acompañas? — pregunto y añadió enseguida— siempre vienes.
— Si voy, te acompaño —contesto ella con una dulce sonrisa. Se fueron sin decir nada mas en el camino, cuando llegaron los chicos empezaron a murmurara con descaro.
— Ryoma pero que compañía más agradable y hermosa tienes —dijo Fuji acercándose a ellos y mirando con interés a Sakuno, Ryoma alzo una ceja pero no contesto se limito a dirigirse a la cancha.
— ¿Qué dices Ryoma? — pregunto Eiji— ¿acaso esta linda chica es tu novia?
—No he venido a hablar de mi vida Eiji, lo que tenga con ella no tiene que ver con ustedes—. Eiji y Fuji intercambiaron una sonrisa pero no preguntaron nada mas, a los minutos apareció el entrenador Tezuka se veía agitado y tenia vendada la mano izquierda, Ryoma no entendía por qué Tezuka se había limitado a ser un entrenador de preparatoria, según había escuchado había rechazado ofertas al exterior e invitaciones a campeonatos nacionales e internacionales, se preguntaba como una persona como el que consideraba el tenis como algo primordial cambiaba de parecer de la noche a la mañana. Se concentro en el entrenamiento que duro un par de horas, después de cambiarse se fue con Sakuno rumbo a su casa.
— Echizen hoy Azuki me dijo algo parecido a lo que te dijeron los chicos en la cancha— dijo ella de pronto.
— No les prestes atención — le dijo mirándola.
— Lo sé, lo sé en realidad no lo hago pero hay algo en lo que he estado pensando que creía que no me importaba pero…— se cayó de pronto un tanto avergonzada, sabía que era una pregunta tonta sin embargo desde el comentario en la cancha no había dejado de darle vuelta al asunto.
— Pero ¿Qué? —le pregunto Ryoma sacándola de su mente, ya habían llegado a la casa Ryuzaki, entonces Sakuno se paro frente a él.
— ¿Somos amigos? —pregunto con un hilo de voz y sin mirarlo a los ojos. Él se le quedo mirando fijamente.
— ¿Amigos? ¿Es eso lo que te preocupa? — le pregunto.
— Sé que es una tontería pero… —se cayó de pronto cuando él le coloco un dedo en sus labios.
— Por supuesto que somos amigos — le contesto él.
— Gracias, es decir… — se dio la vuelta algo avergonzada, entro y antes de cerrar la puerta dijo— hasta mañana Ryoma — él la miro sorprendido. Ella sonrió y cerró la puerta.
— Hasta mañana Sakuno — dijo cuando ella hubo entrado a su casa y se fue a la suya.
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La noche empezó a caer en Tokio, una noche en la que la luna no estaba en el cielo y sólo las estrellas iluminaban el amplio manto oscuro. Sakuno y Ryoma dormían cuando en la inconsciencia los recuerdos se apoderaron de su mente.

“En el antiguo Japón también era de noche pero la luna llena iluminaba la tierra con todo su esplendor, la luna se reflejaba en un lago oscuro y en la orilla estaban dos seres.
— Me gustan los días de luna llena —dijo Yami acostada en la hierba.
— ¿Qué te gusta de la luna? —pregunto Kohaku con curiosidad.
— No lo sé, creo que es la forma en la que su luz puede iluminar a la tierra aún sin ser tan grande y potente como el sol, su sencillez lo que la hace ser hermosa.
— Tienes razón a veces el esplendor no es necesariamente hermosura, las cosas sencillas pueden serlo mas — dijo mirándola a los ojos.
— Sabes que — dijo sentándose — pronto debo regresar a mi aldea, mi gente me necesita, además estoy casi sana ya.
— Lo sé —contesto con cierta melancolía y se sentó a su lado— yo también debo irme.
— Solo quería dejar algo claro.
— ¿Qué es? —pregunto.
— ¿Somos amigos? —pregunto sin atreverse a mirarlo a los ojos.
— ¿Amigos? ¿Es eso lo que te preocupa? — le pregunto buscando su mirada.
— Sé que es una tontería pero… —se cayó de pronto cuando él le coloco un dedo en sus labios.
— Por supuesto que somos amigos — le contesto él con una sonrisa.
—Gracias es decir…— dijo un poco avergonzada colocándose de pie— creo que iré a dormir. Es increíble —dijo antes de entrar a la cabaña— porqué sé que somos muy diferentes— él la miro sin levantarse.
— Tienes razón somos diferentes pero también hay lazos que se forman aun por encima de esas diferencias.
— Espero que esos lazos sean bastantes fuertes Kohaku —y entro a la cabaña.
— Yo también Yami, yo también —dijo con preocupación y se acostó en la hierba a observar la luna llena”.

Sakuno despertó — ¿somos amigos?— aquella pregunta llego a su mente, se sentó en su cama pero no encendió la luz.
— Algo anda mal — dijo a media voz y se abrazo a sí misma tenía una sensación de angustia en el pecho como si supiera que algo malo pasaría —“sé que somos muy diferentes”— Ryoma y ella también lo eran, y lo sabía desde un principio pero ¿acaso había algo de malo en su amistad con Ryoma? ¿Por qué soñaba con la vida de dos extraños? O ¿Qué relación tenían esos sueños con su realidad? Se dejo caer en la cama con pesadez, debía descifrar que querían trasmitirle aquellos sueños, si su abuela tenía razón y ellos tenían un mensaje debía ser algo importante, tenía que averiguarlo aunque la verdad no tenía idea de que hacer no podía seguir con esa incertidumbre y aunque le daba cierto temor debía saberlo fuese lo que fuese. Se quedo dormida con la inquietud que siempre le quedaba cuando soñaba y con una nueva después de pensarlo bien descubrir esa posibilidad la asustaba mas ojala estuviera equivocada y pudiera saberlo pronto.

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Ryoma miraba las fotos colgadas en la pared, entre ellas había una donde estaba con el equipo de tenis, tenia doce años y acababa de entrar al equipo como titular. Podía decir que todos esos chicos eran sus amigos cercanos y un caso especial como Tezuka le inspiraba admiración y respeto, ahora tenía diecisiete años a punto de cumplir dieciocho, la mayoría de sus compañeros estaba graduados pero seguían en contacto. En algún momento Sakuno entro en su vida de forma inesperada y poco a poco sin darse cuenta un lazo se formo entre ellos, debía admitir que de no haber tenido esos sueños tal vez su interés por ella no fuera tan grande pero no podía decir que no se hubiera relacionado con ella puesto que las cosas se dieron de formas muy extrañas. Al conocerla descubrió por primera vez lo cómodo que podía estar al lado de una chica y sintió también otras cosas que no sabía o no quería definir. Además estaba el hecho de que las similitudes entre Sakuno y Yami eran casi nulas hasta hoy, ese sueño mostro una conversación similar al que había mantenido con Sakuno solo una horas antes. Esos sueños le empezaban a preocupar ya no podía ignorar semejante similitud entre su vida y la de unos extraños —“somos diferentes pero también hay lazos que se forman aun por encima de esas diferencias.” —esa frase capto su atención puesto que sabía que entre Sakuno y él existían diferencias pero hasta ahora no se planteado que fuera de un modo perjudicial y que incluso fueran tan grandes como para romper el lazo que los unía ahora — ¿Qué pudo haberlos separado a ellos? — se pregunto y recordó su primer sueño ¿Qué podía ser tan grave que llevara a esos seres que se amaban a asesinarse el uno al otro? Recordó sus diferencias físicas, los colores drásticos que definían sus presencias y aquellas miradas cargadas de dolor. Cerró los ojos intentando despejarse aquello le estaba preocupando mucho, más de lo normal sabía bien que la humanidad estaba cargada de estereotipos que buscaban etiquetar cada paso y decisión que una persona hiciera. Él por su parte nunca les había prestado atención y conocía a Sakuno lo suficiente como para saber que a ella tampoco le importaban pero la duda surgía en qué etiquetas pudieran darles y qué consecuencias traería esto para su vida, si su madre tenía razón tal vez ese era el mensaje que esos sueños quisieran transmitirle pero lejos de tranquilizarlo este pensamiento le impidió dormir el resto de la noche.

“El temor me invade al escuchar su voz,​

El temor me invade al traducir sus palabras,​

El temor me invade cuando entiendo lo que implican,​

El temor me invade al pensar en una separación,​

El temor me invade al sentir temor,​

El temor me invade porque que es la realidad,​

El temor me invade porque temo a ella”.​

“La realidad me aturde porque es muy cruel,​

La realidad me daña porque es realidad,​

La realidad me hace a veces cobarde,​

La realidad me hace pequeña ante el gran mundo,​

La realidad me hace ver mi verdad.”​

“Mi verdad es que tengo miedo,​

Mi verdad es que no tengo porqué tenerlo,​

Mi verdad es que tu estas a mi lado,​

Mi verdad es que no necesito nada más”.​

Prox. Capitulo: Una parte de ti que no conocía.