de Inuyasha - La verdad reflejada en el espejo (SesshXKag)

Re: La verdad reflejada en el espejo (SesshXKag)

Hola a todas! Lamento haber tardado pero me enfermé ._. aún no me he curado del todo y si mis padres me ven me encierran en una jaula XD, pero bueno, aquí les traigo otro capítulo…

Sus brillantes ojos color ámbar no dejaban de observarme, aunque lo hacían de una manera muy tranquila, era como si no esperaran respuesta inmediata. Pero yo no estaba tan tranquila, sentía como mi corazón latía sin control…

¿Qué se supone que debo decirle?, ¿Cómo continuar una conversación cuando el hermano de tu novio se te declara repentinamente?

-Tampoco tienes que poner esa cara-Sonrió con dificultad, al parecer los efectos de la anestesia no calmaban del todo la herida de su costado- ¿Te encuentras bien?

-Si…-Respondí completamente ruborizada, el volvió a sonreír pero esta vez el dolor fue más profundo- ¡Inuyasha!, lo siento, te estoy causando problemas…

-Tonta, eso debería decirlo yo-Inhaló y exhaló repetidas veces para volver a concentrarse- Decirte algo tan repentino…y a estas alturas de la vida.

-Inuyasha…-No podía salir de mi sorpresa, quería hacerle mil preguntas, pero mi cuerpo no me respondía-¿Desde cuándo…?

-Buena pregunta-Recostó su cabeza en la almohada, fijando su mirada hacia el techo- Podría decirse que desde la primera vez que te vi en el instituto, tan distraída e inocente, me cautivaste por completo…

-Pero Kikyo…

-Kikyo y yo hemos estado juntos por mucho tiempo, creo que aún recuerdas lo insoportable que solía ser durante tus primeros días en Tokio, la verdad es que me estaba cansando de su actitud, aunque ella tenía motivos para actuar así-Hizo una pausa y fijó su mirada, tranquila y despreocupada hacia mi- Pero tu llenaste ese vacío en mí, me hiciste recordar a la Kikyo de antes, al principio pensé que solo se trataba de eso, finalmente me di cuenta de lo que sentía hacia ti.

Esas palabras golpearon fuertemente mi pecho, un intenso rubor se apoderó de mis mejillas, bajé la mirada con mil preguntas dentro de mí, ¿Cómo era posible que alguien como yo se parezca a Kikyo?, la sola idea de pensarlo me parecía un crimen. Kikyo siempre ha sido una mujer hermosa y elegante, con rasgos perfectos y modales dignos de una princesa, muy distinta a mí.

-Kagome-Me llamó nuevamente al notar mi distracción- ¿Recuerdas que hace algún tiempo te invité a una fiesta?

-Si…-Respondí mientras mi mente recordaba aquel penoso día, cuando incluso Sesshomaru me hacía la vida miserable.

-Ese día realmente planeaba salir contigo, pero Kikyo sospechaba algo y bueno…el resto ya lo recordarás…

-Cómo olvidarlo-Sonreí levemente.

-Ese día Sesshomaru y yo discutimos-llevó una mano a su mejilla izquierda, entonces recordé que aquella vez él le había dado un puñetazo para defenderme- En ese momento lo entendí, supe que Sesshomaru también estaba interesado en ti, nunca lo había visto abrirse tanto con una persona. Por esa razón no tuve fuerza para continuar, dejé que él se quedara contigo…Además, si te dijera que no siento nada por Kikyo te estaría mintiendo, tu mereces alguien que esté claro con sus sentimientos, y esa persona es mi hermano…

-Inuyasha…-Mis manos temblaban sin control, era la primera vez que alguien se me declaraba de esta manera, Inuyasha estaba siendo tan sincero y al mismo tiempo tan considerado, en cierto modo me estaba dejando ver ese lado fraternal, siendo capaz de sacrificar su propia felicidad por la de su hermano.

-No quiero que pienses que te he dicho todo esto con la esperanza de que algo cambie entre nosotros-Dijo seriamente- Es solo que, cuando recibí aquel disparo, tuve miedo Kagome…Tuve miedo de morir y sentí que tenía que decírtelo para estar más tranquilo conmigo mismo.

-¡No digas cosas como esa!, no lo digas nunca más, si tu mueres yo…yo…-Me lancé a llorar sobre su pecho, recordando la angustia que sentí hace pocas horas, cuando su vida estaba en juego, el acarició mi cabello con suavidad, así estuvimos por algunos segundos, intentando conservar ese momento…

Tic tic, tic tic tic tic tic tic tic…

-¿Qué es ese ruido?-Pregunté desconcertada, supe que el sonido provenía del interior de la habitación al darme cuenta de una máquina mediana que estaba junto a Inuyasha lo entendí todo y me ruboricé por completo, el sonido eran los latidos de su corazón…

-Maldición, que vergonzoso-Dijo con el rostro un poco menos ruborizado que el mío, luego nos miramos fijamente y nos reímos en voz baja.

-Con la vergüenza que acabo de pasar desearía estar muerto.

-No seas tonto-Sonreí al verlo con el ceño fruncido- Descansa un poco.

-Me arde este ojo-Dijo rascándose con dificultad el ojo derecho.

-Ten cuidado, harás que se salga la intravenosa-Dije mientras le sujetaba el brazo.

-¿Podrías soplarme?-Preguntó algo apenado mientras cerraba el ojo incómodo.

-Claro…-Sonreí- Solo abre el ojo…

Me acerqué y casi en el mismo instante sentí como la mano de Inuyasha tomaba mi rostro y lo acercaba hacia el suyo, fue algo tan ligero y débil que hubiese podido fácilmente oponer resistencia, entonces por qué, ¿Por qué estoy cediendo ante el beso de Inuyasha?, ¿Por qué estoy permitiendo que los labios de otra persona que no es Sesshomaru me besen?

Nos separamos, pero solo un poco, nuestras miradas se penetraban una a la otra, la mía buscando preguntas, la de el intentando darme respuestas, finalmente tic alocado de la maquina que contaba las pulsaciones de Inuyasha interrumpió aquel extraño momento…

-No diré que lo siento-Dijo en tono tranquilo- Tenía que hacer esto aunque fuese una vez…Podrás darme una bofetada cuando me recupere.

-Supongo que tendré que recordarlo-Dije con nerviosismo, aún podía sentir sus labios suaves y tibios, aquel beso tan frágil y a la vez tierno- Inuyasha…

-Lamento interrumpir-Dijo el doctor entrando sin previo aviso, por fortuna ya estábamos a una distancia prudente- Joven Taisho, sus latidos están algo acelerados, es mejor que descanse…

Entendí a la perfección la mirada del doctor, por lo que asentí y me salí de la habitación, no sin antes despedirme tímidamente de Inuyasha, quien ya se había quedado dormido y con una plácida sonrisa…

Afuera me esperaba Sesshomaru, sonriente y tranquilo. Me sentía morir… ¿Cómo pude hacerle algo así? Y con su propio hermano, si se enteraba de eso sería el fin, lo mejor sería guardar el secreto, ¿Pero yo podría perdonarme algún día?, ¿Podría negar que…en el fondo, me agradó ese beso?

Tan tan (8), bueno hasta aquí les dejo el capítulo XD, espero que les guste y no me maten por hacer quedar a Kagome como una…chica indecisa J en fin espero sus comentarios si? Trataré de poner conti el viernes…bye!!

 

Re: La verdad reflejada en el espejo (SesshXKag)

Aquí estoy nuevamente reportándome con la conti de este fic, lamento la tardanza pero estaba de viaje y no había computadoras ni mucho menos internet en donde me encontraba. Espero que les guste…

Como me ausenté tanto tiempo aquí dejo un pequeño resumen del último capítulo:
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“Entendí a la perfección la mirada del doctor, por lo que asentí y me salí de la habitación, no sin antes despedirme tímidamente de Inuyasha, quien ya se había quedado dormido y con una plácida sonrisa…


Afuera me esperaba Sesshomaru, sonriente y tranquilo. Me sentía morir… ¿Cómo pude hacerle algo así? Y con su propio hermano, si se enteraba de eso sería el fin, lo mejor sería guardar el secreto, ¿Pero yo podría perdonarme algún día?, ¿Podría negar que…en el fondo, me agradó ese beso?”
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-¿Estás más tranquila ahora?-Preguntó con tranquilidad.

-¿A qué te refieres?-Exclamé algo exaltada, el pudo notar mi nerviosismo pero no le dio importancia.

-Inuyasha está mucho mejor, incluso fuera de peligro, creí que eso te quitaría un peso de encima-Sonrió levemente.

-Cierto-Asentí con más calma- A pesar de eso tendrá que reposar durante algún tiempo en la clínica.

-Necesito pedirte un favor, yo me ausentaré dos días más en el instituto, ¿Te importaría llevar la constancia de reposo de mi hermano?, de esta manera sus clases podrán recuperarse con un tutor en casa cuando mejore.

-Descuida, yo me encargaré de eso.

-Gracias, eres muy amable…

Tan amable que incluso dejé que Inuyasha me besara, no tuve el valor de separarlo de mi, de evitar ese beso…No, en realidad nunca deseé detenerlo y es por eso que me siento tan miserable al ver a Sesshomaru a los ojos. ¿Por cuánto tiempo permitiría que el estuviese como si nada?, ¿Valdría la pena decirle algo que probablemente afecte nuestra relación?

¿Cuánto tiempo podría yo mantener esta mentira? Tantas preguntas se amontonaban en la cabeza, golpeándome en lo más profundo de mi consciencia, y al final de todas esas dudas lo único que podía hacer era echarle la culpa a Inuyasha; si él no hubiese dicho todas esas cosas, si no me hubiese besado, si no me hubiese confundido de esa manera, nada de esto estaría pasando. Sé que es egoísta de mi parte pretender que no hice nada malo, pero ahora estoy tan confundida que quisiera llorar…

Me despedí fingiendo la mejor sonrisa que pude ante Sesshomaru y el señor Taisho, regresé a mi casa y descansé un rato luego de haber almorzado con mi tía Kaede, cada vez me volvía más experta en el arte de engañar, ni siquiera ella detectó la gran preocupación que me atormentaba, aunque dadas las circunstancias creo que era lo mejor.

-7:00 am, día lunes-

Otro día de escuela, solté un fuerte suspiro mientras caminaba por aquellos pasillos, y pensar que tantas cosas habían pasado en tan solo un año, un año que ya estaba por terminar.

-¡Kagome!-Gritaron Sango y Rin al unísono mientras me abrazaban con alegría, Koga me dedicó una tierna sonrisa y Kikyo esperó pacientemente su turno hasta que el mar de cursilería se desvanecía, su lado cariñoso no estaba muy desarrollado.

-Me alegra verlos amigos-Sonreí con emoción- Supongo que se preocuparon al enterarse de lo de Inuyasha.

-No tanto-Dijo Rin con su típico humor carismático y contagioso- Las operaciones de apendicitis son muy sencillas, además si se trata de un Taisho seguramente se encargaron los mejores médicos de Tokio.

-Pero que suerte tiene Inuyasha, podrá faltar mucho tiempo a clases, creo que también me operaré el apéndice-Dijo Koga para sí mismo, ante tal comentario todas nos reímos sin parar, dejándolo muy avergonzado.

-Hablas como un mercenario Koga, eso no está bien.

-No me molestes Sango-Dijo aturdido por nuestras risas imparables.

Necesitaba esto, un ambiente normal, reírme con mis amigos, pero todo se desmoronó cuando mis ojos se centraron en los de Kikyo, mi corazón dio una fuerte punzada y no supe qué hacer ni qué decir; ella simplemente contrajo su semblante y me dedicó una sonrisa acogedora…Definitivamente sabía acerca de los sentimientos de Inuyasha desde un principio…

Mentirosa, falsa, traidora. Esas eran las palabras que yo misma utilizaba para describirme en ese momento, ¿Cómo puede sonreírme de esa manera aún sabiendo de que yo soy la causa por la cual la persona que más quiere está indiferente con ella?

Entramos al salón, la primera clase era con la profesora Kagura, casualmente había un trabajo en parejas y me tocó con Kikyo, definitivamente el mundo estaba en mi contra hoy.

-9:30, primer receso-

-Kagome, no has tocado tu comida, ¿Acaso no tienes hambre?

-No es eso Rin, es solo que…

-¿Te duele el estómago?, ¿Acaso te sientes mal?-Interrumpió Sango antes de que pudiese responder la pregunta de Rin.

-¡No me digas!-Exclamó Koga repentinamente- ¿Será posible que tu también estés sufriendo del apéndice?

-A ella la operaron en Kobe, tonto-Dijo Rin sintiendo vergüenza ajena-¿Acaso ya lo olvidaste? ¿O creíste que eso puede dar por segunda vez?

Hoy era el día de burlarse de Koga, las risas no se hicieron esperar, pero Kikyo no reía como antes. Nuestras miradas eran tan intensas que casi entendíamos lo que la otra pensaba, sin duda alguna debíamos hablar a solas, pero con Sango, Koga y Rin sería imposible, además no quería preocuparlos por nada. Ya me las ingeniaría mejor, aunque no contaba con la astucia de Kikyo…

Luego del receso las clases fueron asfixiantes, música, canto, una hora extra de gramática y por último la clase de pintura. No puedo imaginar como Sesshomaru se pondrá al corriente por perder dos días, mucho menos Inuyasha, quien estará ausente casi un mes.

-3:30, fin de las clases-

-¡No puedo creer que hayamos tenido un solo receso en todo el día!-Exclamó Rin furiosa.

-Bueno, es que estábamos muy atrasados con todas las materias, pero mañana prometieron darnos más horas libres para compensar el día de hoy-Respondió Sango divertida por los berrinches de Rin.

-Además, no sé de qué te quejas-Dijo Miroku, quien había esperado a Sango en la salida y llevaba rato escuchando los lamentos- Según lo que escuché te la pasaste la mayoría del tiempo durmiendo.

-Eso es muy cierto.

-Tú cállate Koga-Protestó Rin soltando un bostezo.

-Mejor anda a dormir, no te ves tan linda cuando tienes baba en la cara-Dijo Miroku guiñándole el ojo con picardía.

-No sigas... ¿Cómo podría ver a mi amiga Sango a la cara si llegara a tener algo contigo por accidente?

Nuevamente las risas…Pero esta vez yo no reí, aunque sé que lo que Rin dijo era una simple broma, me hizo reflexionar. He sido muy hipócrita con Kikyo todo el día, ella no merece esto, de alguna manera mi cuerpo dolía, era como si la culpa saliera a relucir en forma de dolencias físicas; me estaba volviendo loca, debía decir algo pero entonces…solo guardé silencio, como siempre.

-Bueno chicos, nos vemos mañana. Sango y yo iremos al cine.

-Que se diviertan-Dijo Rin con una sonrisa traviesa, Sango asintió ruborizada y se alejaron poco a poco- Creo que quedamos nosotros 4… ¿Quieren ir a algún lugar?

-En realidad, pensaba en trabajar con Kagome en mi casa para terminar la tarea que nos asignaron en gramática, no me agrada estudiar en las horas libres-Dijo Kikyo tranquilamente- Si no te molesta Kagome…

-¡Por supuesto que no!-Respondí con rapidez-Me parece una excelente idea.

-Es verdad…Pero es que ustedes son muy lentos, Sango y yo terminamos todo durante la clase-Dijo Rin vanagloriándose de sus habilidades.

-Bien por ti, pero a mí me tocó trabajar solo porque mi compañero era Naraku y hoy no vino en todo el día-Dijo Koga con un aire de tensión- ¿Alguien quisiera acomp…?

-Paso.

-Y yo-Dijo Kikyo sonriendo levemente ante la respuesta tajante de Rin.

-Supongo que tendrás que ir solo-Dije sintiendo algo de lastima por él.

-Claro, no tengo opción, lo que hago por una calificación.

-Que la fuerza te acompañe-Susurró Rin con más seriedad de la necesaria, Koga no hizo mucho caso de su comentario sarcástico y se marchó resignado.

-Bueno, supongo que ustedes si se van a reunir a terminar el trabajo, así que no les quito más tiempo. Nos vemos mañana.

Rin se marchó, ahora estábamos Kikyo y yo, los nervios se apoderaron de mi y no me atreví a mirarla durante los 5 minutos que estuvimos en silencio, en ese corto lapso mental recordé que Naraku no había asistido a clases, a decir verdad no he sabido nada de él desde que la ambulancia llegó a su casa aquel trágico día.

-Kagome-Dijo interrumpiendo mi sufrimiento momentáneo- Espero que no te moleste, pero estoy algo cansada y llamaré a alguien para que nos busque, tendremos que esperar un poco.

-No te preocupes, puedo pagar un taxi si no tienes dinero.

-No se trata de eso, no puedo llegar en un taxi.

La miré incrédula, Kikyo era mayor que yo, era tan madura e independiente que me costaba creer que sus padres pudiesen molestarse por el simple hecho de que se atreviera a tomar un taxi conmigo, pero no le di muchas vueltas al asunto, tal vez la sobreprotegían demasiado.

A los 15 minutos apareció una enorme limosina color blanco, con vidrios polarizados y llantas resplandecientes. No podía salir de mi asombro, pero al parecer Kikyo no estaba nada extrañada, se acercó hacia el joven que amablemente le abrió la puerta y se dispuso a entrar.

-Sube Kagome-Me llamó con una sonrisa amable, asentí aún atónita y me senté junto a ella.

Nadie habló durante el camino a la casa de Kikyo, que más que una casa resultó ser una enorme mansión en una de las zonas más acaudaladas de Tokio, justo ahora me sentía estúpida al haberle dicho que le prestaría para el taxi, obviamente Kikyo era millonaria y ni cuenta me había dado, aunque era de esperarse, tantos modales y finura no podían provenir de una chica corriente.

-Gracias por traernos-Dijo Kikyo mientras cruzaba la enorme puerta que separaba al garaje de la entrada principal- Ven conmigo Kagome, no te separes de mi lado.

Al entrar a aquella mansión me quedé sin palabras, era tres veces más grande que la mansión de los Taisho, con sirvientes por todas partes y miles de adornos y reliquias de colección. Cada metro cuadrado de este lugar debía valer una fortuna.

-¿Sorprendida?-Me preguntó sonriendo levemente.

-Algo…-Dije mientras giraba los ojos para todas partes- No tenía idea de que…

-Es porque nunca lo digo-Respondió con un toque de nostalgia- No me gusta revelar mi verdadero status ante los demás.

Casi un año conociéndola y no me percaté de algo así, ni siquiera Sesshomaru mencionó algo al respecto, Kikyo me condujo amablemente hasta su habitación, que era del tamaño de la sala de mi casa, nos sentamos en un amplio escritorio que estaba junto a la computadora, ella empezó a sacar sus libros y nos repartimos el trabajo. Cada quien hacía lo suyo en silencio.

-Después de acabar…me gustaría hablar contigo sobre Inuyasha…

-Si…-Aunque ya me lo imaginaba, escuchar esas palabras me dieron más susto de lo que pensaba, en ese momento ambas escribimos con mayor rapidez. Había mucho que decir…

Espero que les haya gustado, en el próximo capítulo habrá sangre!, ok no XD, pero si estará un poco intenso, dejen sus comentarios por favor. Ya me han hecho la pregunta antes pero de antemano les digo que este fic aún no se acaba. Nos vemos!